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El cine como instrumento de resguardo y transmisión de memoria e historia en la Argentina (página 2)

Enviado por Florencia


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La ficción histórica creció hacia el largometraje con "Amalia", (1914), sobre la novela de José Mármol. La puesta en escena, por el dramaturgo Enrique García Velloso, se destacó en mucho la escolaridad atribuida a los cortos de Gallo y superó las limitaciones de un elenco de no profesionales.

También en extensión el mismo García Velloso acometería, "Mariano Moreno y la Revolución de Mayo" (1915) con notable elenco en el cual Pablo Podestá caracterizaba a Moreno y su hermano José Juan (el que fuera Pepino el 88) a Saavedra, sin olvidar que además aparecían dos figuras del porvenir: Camila Quiroga y Elías Alippi. García Velloso se arriesgó también a una primera introducción del cine en la representación teatral, en 1915.

La experiencia se exploraría en 1916 con unos minutos de acción filmada con la compañía de Roberto Casaux, incluidos en la puesta de "El movimiento continuo", obra de Armando Discépolo y colaboradores que se consideran antecedentes, de un nuevo género teatral: el grotesco.

"Muy despaciosos siguieron los intentos" son palabras con que el futuro director Leopoldo Torres Ríos (padre de Torre Nilsson) resume el período de 1909 a 1915. Pertenecen a una curiosa y primera "Historia ligera" que escribiera para el diario Crítica en 1922.

Por ese tiempo ya estaban en actividad dos camarógrafos nacional e internacionalmente Premiados en la fotografía fija: Eduardo Martínez de la Pera y Ernesto Gunche. Se vincularon a Humberto Cáiro, programador de la distribuidora de películas Sociedad General Cinematográfica y poderoso empresario teatral. La distribuidora pertenecía al español Julián de Ajuria, visionario al inaugurar en 1909 el sistema de alquiler de las películas en reemplazo de la venta instaurada en los comienzos del nuevo comercio. En una especie de desenfreno por hacer o improvisar películas. Federico Valle produjo dos expresiones impredecibles: "El apóstol" (1917), sátira al flamante presidente Hipolito Yrigoyen, en dibujo animado; con el concurso de los dibujantes Quirino Cristiani y Diógenes Taborda y el arquitecto Andrés Ducaud, y "La Carmen criolla" o "Una noche de gala en el Colón" (1918), con las personalidades del momento caricaturizadas en marionetas. Ambas películas eran de largometraje, como la inmensa mayoría filmada desde 1914, una característica poco frecuente en el género.

En un congreso de cine de animación realizado en Berlín, 1970, se reconoció que "El apóstol" es cronológicamente el de primer largo en dibujo realizado en el mundo, pues precedió al norteamericano "El hundimiento del Lusitania", de Winsor McCay, quien necesitó veintidós meses de trabajo y veinticinco mil dibujos. El equipó de "El apóstol" debe de haber sido más numeroso pues en doce meses confeccionó cincuenta y ocho mil dibujos.

En lo insólito llevan también una delantera "El último malón" y "Juan sin Ropa" (1919). La primera fue un único intento cinematográfico de Alcides Greca, cuentista y novelista, abogado y político radical, quien se adelantó al cine documental, reconstruyendo la última rebelión indígena, la de los Mocovíes en San Javier norte de Santa Fe, en 1904. Luego, "Juan Sin Ropa", de Camila y Héctor Quiroga, que reflejaron las luchas obreras que habían estallado en Buenos Aires en "la semana trágica" de enero de 1919. La dirección fue encomendada a un técnico francés, Georges Benoit, socio circunstancial de los Quiroga. La película sorprende con impactos de masa y premoniciones de montaje.

Hacia 1920 la mayor parte de los capitales se alejaron del cine, disminuidos o mal redituados. La avalancha de películas extranjeras (norteamericanas en especial) determinó una arrolladora competencia y "La gente de teatro", tras el deslumbramiento, también se alejo de las películas.

Por si fuera poco, la distribución de films asumía otras características. Las productoras de Estados Unidos comenzaron a no vender sus rollos a distribuidores nacionales en cada país, reemplazando el sistema por filiales directas. Seis décadas después la invasión continúa.

Torres Ríos se iniciaría en la dirección con "El puñal del mazorquero" (1923), rodaría otras películas mudas y daría lo mejor en el período sonoro. Es cierto que hasta entonces faltaba el director cinematográfico integral, ya que ante la situación del avance del cine norteamericano, los directores con los cuales contaba el Cine argentino, no pudieron hacerse cargo del puesto que llevaban y se limitaron a lo teatral, la puesta en escena no bastaba.

En 1919 se había estrenado "Campo ajuera" de modesto capital. La dirigía José Agustín Ferreyra y Nelo Cosimi, desempeñaba el papel protagónico. La vinculación de estos hombres databa de "El tango de la muerte" (1917).

Ferreyra resultó una singular revelación y por irradiación personal pasó al liderazgo de una nueva generación.

Cosimi, Ferreyra, Torres Ríos, Roberto y Guidi, Edmo Cominetti son los cineastas de los veinte.

Nelo Cosimi, debutó como director en "El remanso" (1922) y siguió con, "Mi alazán tostao" (1922), "El lobo de la ribera" (1926), "Federales y unitarios" (1928), "La mujer y la bestia" (1928), "La quena de la muerte" (1928) son algunos de sus muchos títulos.

Edmo Cominetti se inició con "Los hijos de nadie" (1921) y continuó con "El matrero" (1924), "Bajo la mirada de Dios" (1926), "La borrachera del tango" (1928) y "Destinos" (I929). "La borrachera del tango" sirve para medir momentos de la vida argentina, con el prejuicio burgués contra el tango, llevado a sinónimo de pecado y malas costumbres.

De la unión de Martínez de la Pera, Gunche y Cairo resulto "Nobleza gaucha" (1915). De espectacular éxito y con una recaudación importantísima para la época, "Nobleza gaucha", mostró progresos de lenguaje fílmico en una larga introducción de faenas campesinas y, avanzada trama, la visualización de la vida callejera de Buenos Aires. Sus intérpretes tenían un probado prestigio en los escenarios: Orfilia Rico, Celestino Petray, María Padín, Arturo Mario.

"Nobleza gaucha", y su salida al extranjero, vislumbró la posibilidad de una estable industria cinematográfica nacional. El instante era o parecía propicio, ya que la primera guerra mundial había debilitado la producción europea y el acopamiento norteamericano de los mercados latinoamericanos no era todavía evidente. No se advirtió en el entusiasmo, la insuficiencia del mercado interno. Como hechos positivos del período inaugurado por "Nobleza gaucha" hay que recalcar la constitución de nuevas productoras, entre ellas la que impulsaría la actriz Camila Quiroga y su marido Héctor G. Quiroga.

Martínez y Gunche, construyeron un estudio o "teatro de pose" (denominación en boga) de lo más avanzado, sobre el modelo francés de Charles Pathé: un gran recinto vidriado que dejaba colar la luz natural. Filmaron inmediatamente "Hasta después de muerta" (1916), trasunto de la personalidad múltiple de Florencio Parravicini, argumentista y actor protagónico, junto a Orfilia Rico, Silvia Parodi, Argentino Gómez, María Fernanda Ladrón de Guevara y Enrique Serrano.

Ferreyra es el gran capítulo del cine mudo argentino. El "Negro" Ferreyra (se lo llamaba así por su condición de mulato) tuvo un punto de partida distinta.

En 1920 filmó la primera película que se le considera lograda: "Palomas rubias", comedia estudiantil. Con él nacieron, "La muchacha del arrabal" (1922), "Buenos Aires, ciudad de ensueño" (1922), "Melenita de oro" (1923), "El organito de la tarde" (1925), "Muchachita de Chiclana" (1926), "Las costurerita que dio aquel mal paso" (l926), "Perdón, viejita" (1927).

El cine de Ferreyra fue predominantemente ciudadano, sin descartar argumentos de tierra adentro: a "Campo ajuera" se agregan "De vuelta al pago" (1919), "La gaucha" (1921), "La leyenda del Puente Inca" (1923), "El arriero de Yacanto" (1924), "Odio serrano" (1924).

En 1927 , Ferreyra emprendió con varias de sus películas una gira por países del Pacífico, llegó a Estados Unidos, saltó a España, en busca de nuevos mercados, los cuales no encontró, pero aprovechó el viaje para en bullirse en lo que más tarde se transformaría en el cine sonoro de la Argentina.

En 1930 filmó "El canta de mi ciudad" y "La canción del gaucho", las dos parcialmente sonoras, la primera desde su concepción, la segunda después de ser pensada en mudo. En 1931 su "Muñequitas porteñas" sería el primer film argentino sonoro y hablado por el sistema Vitaphone de sincronización fonográfica. Los ensayos acuciaron a otros en la iniciación de una novísima época.

El ciclo de Ferreyra, que se prolongaría hasta 1941, acuden otros directores, películas y experiencias, como Julio Irigoyen, quien fue uno de los realizadores de mayor continuidad con películas elementales y en ocasiones sensacionalistas, tales como, "El guapo del arrabal" (1923), "Sombras de Buenos Aires" (éxito muy personal de María Esther Podestá, 1923), y "Tu cuna fue un conventillo" (1925) y "La cieguita de la avenida Alvear" (l924) .

Rafael Parodi impulsó antes una productora (Tylca) con "sets" donde se inició la filmación bajo luz artificial y de 1923 a 1926 se convirtió en el director de "Midinettes porteñas", "Criollo viejo" y "Muñecos de cera" (con Elsa O'Connor).

La preponderancia masculina no excluyó del todo presencias femeninas de comando: en 1916 Emilia Saleny, también actriz, dirigió "La niña del bosque" y "El pañuelo de Clarita", y María V. de Celestini realizó "Mi derecho" (1920), aunque no continuaron.

El peruano José Bustamante y Ballivián dirigió en 1922 "Milonguita", de tinte tanguero, "Patagonia" y "Allá en el sur" en el interior.

El periodo 1931-40 abarca la aparición del cine sonoro y la industrialización, con su consiguiente expansión casi simultánea dentro del país y fuera de él, en América y España.

La industrialización propiamente dicha comienza en 1933, con el estreno de las dos primeras realizaciones sonorizadas mediante el sistema óptico (Movietone la banda sonora impresa en el margen de la película) y con la producción programada y copiosa de los dos sellos que arrancan con esos filmes iniciales: Argentina Sono Film, con "Tango", y Lumiton, con "Los tres berrétines".

En este período ven la luz las películas de los directores que, de pioneros, se convierten en maestros de un estilo y en motores de una expresión artística. A partir de 1940, todos productores, actores, directores, periodistas, técnicos y gobierno, tienen noción clara de la magnitud potencial del cine argentino. Comienza, sin embargo, poco después, la gran decadencia industrial y artística, agravada primero por los ecos de la guerra mundial, que se traduce en el ingreso con cuentagotas de película virgen (materia prima que se fabricaba en los Estados Unidos y que entregaban en mayor cantidad a los estudios mexicanos) y, después, por la despersonalización de los argumentos que, tenían universalidad pero la identidad de las gentes y de sus lugares era irreconocible.

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Programa de la películaTango. 27 de abril de 1933.

"Fue entonces cuando se advirtió que el cine podía ser un medio para dirigir la mentalidad de la masa y para ordenar el pensamiento del individuo "cautivo" en una sala con el fin de orientarlo en una dirección de carácter masivo"[8].

En 1944, un decreto -el 21.344- fue la primera herramienta legal que ordenó desde el punto de vista jurídico al cine nacional con disposiciones sobre la obligatoriedad de exhibición.

Con algún humor se hablaba en Buenos Aires del cine "tartamudo". Con ese vocablo se quería adjetivar al período inmediatamente anterior al de "Tango" y "Los tres berretines". Fue, aquí y en todo el mundo, un momento de desconcierto: la llegada del sonido era previsible y necesaria pero no se daba en la tecla, de la manera correcta.

Hubo una veintena de títulos nacionales que probaron la sincronización con discos al mismo tiempo que los norteamericanos se instalaban con sus películas realizadas de igual modo.

Para los ´50 el cine se intelectualiza. Los argumentos de hoy, escritores contemporáneos llegan a la, pantalla con dispar suerte, de la mano de heterogéneos directores.

Los más afortunados, Beatriz Guido y David Viñas, encontraran en Torre Nilsson y Ayala, respectivamente, los interlocutores válidos para desarrollar una obra cinematográfica compartida. Aparecerán entre otros, los personajes y las situaciones creados, por Marco Denevi ("Rosaura a las diez", Soffici, 1958), Juan José Manauta trabajando sobre Lobodón Carra ("Río abajo", Dawi, 1960), Abelardo Arias ("Alamos talados"; Gatrani, (1960), Osvaldo Dragún ("Los de la mesa diez" , Feldman, 1960), Arturo Cerretani (adaptado con Cortázar "La cifra impar", Antín, 1961, o su obra "El bruto", Cavallotti 1962),

Las películas de la generación del 60 irán acumulando trofeos en el exterior. En uno de sus tantos viajes presidenciales, Arturo Frondizi volverá cargado de "Janes de Oro" que los cineastas argentinos recibieran en Italia por "mejor director" (L. Torre Nilssón), "mérito de producción" (Producciones Ángel, de affet y Leopoldo Torre Nilsson), "mejor corto" ("Buenos Aires", de Kohon) y "mejor selección cinematográfica latinoamericana por "El negoción", "El jefe", "Un guapo del 900'').

Muy Bien, ¡HASTA ACA LLEGAMOS!, luego de haber volcado de manera breve la historia del cine en nuestro país y en vistas de ir desarrollando la hipótesis planteada en el inicio del trabajo, continuemos con:

CAPITULO III

El cine antes del golpe de Estado

La propuesta a partir de acá, es indagar el mundo del cine y sus representaciones desde los pasos previos al golpe de 1976, es decir, poder preguntarnos quiénes intervinieron y con qué objetivos en el cine de los años 70, quiénes supieron gestar un cine político capaz de sentar las bases para un compromiso social que persista en las diferentes producciones que acompañan y gestan la memoria circulante de la dictadura.

En este sentido, se advierte que se trató de una coyuntura sobre la cual el cine ensayó una mirada renovadora, tanto en la ruptura con las formas tradicionales de entender y hacer cine, como en el compromiso político con los cambios que se iban gestando en el país.

Ya hacia fines de los años 50, se había vislumbrado en toda América Latina cierta tendencia que, a través de un realismo alejado de la "fiel reproducción", pretendía mostrar una lectura histórica de la sociedad que se enmarcara en un acto de denuncia, para instruir, sensibilizar y sublevar al espectador. La propuesta giraba en torno a una cuestión hasta entonces silenciada: escribir aquella historia no dicha o directamente negada, (como se fue desarrollando anteriormente de manera sintética).

Ya estamos en la época de los ´70, el gobierno militar tomó el poder (1976), y utilizó de manera sistemática los medios de comunicación como espacio de construcción de un discurso oficial, bajo el concepto "seguridad nacional", al mismo tiempo que eliminaba otras voces a partir de la censura. La persecución de los medios y a personas trabajadoras del ámbito cultural.

El discurso de la censura, oponía la "cultura verdadera y legítima" a la "cultura falsa e ilegítima", y hablaba de un "sistema cultural falso" que no se subordinaba a lo moral.

Teniendo en cuenta que el golpe se venía gestando desde hacía un periodo atrás al ´76, la película "La hora de los hornos" quizás pueda representar el hito que instala esta nueva forma de hacer cine en la Argentina de los ´70, realizada por Fernando Solanas y Octavio Getino durante el gobierno militar de Onganía. El filme instaló la necesidad de redefinir tanto la forma de hacer cine como la función del cineasta en las sociedades latinoamericanas. Unidos a los objetivos de la renovación continental, el filme explicitaba sin mayores eufemismos la denuncia contra el neocolonialismo en Latinoamérica, presentando a su vez, un llamado a la acción revolucionaria. Solanas y Getino, junto con Gerardo Vallejos y Edgardo Pallero, fundaron el Grupo Cine de Liberación, el cual contó con un manifiesto llamado "Hacia un tercer cine". Allí se expresaron todas las ideas en torno a lo que se dio en llamar "cine revolucionario".

"La Hora de los Hornos" Catalogada por muchos como ensayo político-cinematográfico, La hora de los hornos, consta de cuatro horas y media de material de diferentes fuentes: imágenes, documentales, entrevistas, estadísticas y fragmentos de cortos. La película está dividida en tres partes independientes que, a su vez, completan una unidad. La primera parte, nos habla de la historia de la dependencia de la Argentina, analizando las formas y métodos de este proceso. La segunda, relata la historia argentina desde 1945 hasta 1966. Una tercera parte, "es un claro llamado a la praxis revolucionaria para la transformación de las estructuras capitalistas y la erradicación definitiva del neocolonialismo"[9].

En la película se puede observar un claro ejemplo de cómo los filmes pueden funcionar interviniendo, modificando, interactuando con la sociedad que los produjo, es decir, como agentes de la historia.

"Para el Grupo Cine de Liberación, hacer cine era un acto de lucha política con la intención de transformar la manera de ver cine de los espectadores. Pero ¿quiénes eran esos espectadores? No se pretendía encontrar al público interesado en las salas comerciales. Debido al contexto de represión que se vivía en aquel entonces y a los propios intereses del grupo, se estableció una forma clandestina de distribución y exhibición. La película se proyectó en los barrios, en reuniones sindicales, en asambleas de organizaciones políticas y estudiantiles, con el fin de interpelar directamente a los espectadores, completándose de esta manera la idea de cine militante, -aquel que se asume integralmente como instrumento, complemento o apoyatura de una determinada política y de las organizaciones que la llevan a cabo-"[10]. La estrategia de comunicación permitió que la película sorteara la censura y pudiese ser visto, entre 1969 y 1973, por casi cien mil espectadores.

Una vez finalizada la película, Solanas y Getino rodaron en España dos documentales apoyando a Perón y, posteriormente, fueron alineándose hacia Montoneros.

Paralelamente, y al calor de los acontecimientos políticos que vivía la Argentina, surgió desde la izquierda la idea de crear un cine que se correspondiera con sus ideales revolucionarios. Se funda así el Grupo Cine de la Base, liderado por el cineasta Raymundo Gleyzer.

En un principio, Gleyzer se vinculó al Partido Revolucionario de los Trabajadores (P.R.T) – Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P)-, filmando dos documentales que mostraban el accionar político del ERP. Cuando el partido disolvió sus iniciativas culturales, Gleyzer se unió, junto con el realizador Álvaro Melián, el sonidista Nerio Barberis y otros intelectuales, a Cine de la Base, que, sin pertenecer directamente al PRT, no se desvinculó totalmente de los fines políticos. Su objetivo inicial era responder a los problemas de distribución y exhibición de las películas, así, estas llegaban a los sectores más populares, se exhibieran en los barrios, las villas y que acompañaran una discusión abierta.

En 1973, Cine de la Base se consolidó de manera fuerte, pero en 1974, tras complicaciones debido al rumbo político por el cual estaba atravesando el país, las películas comenzaron a proyectarse clandestinamente.

"Uno de los filmes más significativos de aquel momento fue –Los traidores (1973)- de Raymundo Gleyzer. Si bien fue un largometraje ficcional, devino en un gran relevamiento documental de la burocracia sindical. Posteriormente se filmó –Me matan si no trabajo y si trabajo me matan (1974)-, un registro en formato de cortometraje de la huelga de trabajadores enfermos por saturnismo. En toda la producción de Gleyzer quedó claramente impreso su ideario revolucionario."[11].

A raíz de esto, se presenta un fragmento de las palabras de Gleyzer que refuerzan la ocasión: "Cuando sostenemos la posición de que el cine es un arma, muchos compañeros nos responden que la cámara no es un fusil, que esto es una confusión, etc. Ahora bien, está claro para nosotros que el cine es un arma de contra-información, no un arma de tipo militar. Un instrumento de información para la base. Este es el otro valor del cine en este momento de la lucha (…) Es así como nosotros entendemos que el cine es un arma".

EL CINE DURANTE y DESPUÉS DE LA DICTADURA MILITAR

A partir de 1976, la censura, la represión, el exilio y la desaparición de cineastas, despejaron el camino para que un cine cómplice de los fines e intereses del gobierno militar dominara la cartelera de estrenos nacionales.

En ese momento, las FFAA (Fuerzas Aéreas Argentina) se interesaron en fomentar un cine que mejorara su imagen ante la sociedad y contrarrestara el primer impacto que las informaciones "filtradas" en medios del exterior pudieran causar.

En función de este objetivo, los filmes fueron minuciosamente elegidos y apoyados –a través de subsidios y premios– por el Instituto de Cine. Mientras tanto, la censura del Ente de Calificación Cinematográfica (con la peculiar figura de Miguel Paulino Tato) completaba el disciplina miento.

"El censor", (1995), Eduardo Calcagno: Sobre el encargado del Ente de Calificación Cinematográfica durante la última dictadura. Su vida familiar, su rutina de trabajo y sus obsesiones permiten vislumbrar la moral del hombre que decidía qué se podía ver en los cines argentinos durante aquella época. El film está inspirado en Miguel Paulino Tato.

Para un mejor análisis, podemos establecer algunos tópicos que nos ayuden a caracterizar al cine de ese momento:

"Sergio Wolf plantea que existía una compulsión a narrar historias sobre facciones enfrentadas, donde el objetivo era exterminar la diferencia, era eliminar al "otro". Estos grupos, a veces, se representaban identificándose con alguna de las FFAA, como en "Dos locos en el aire" (1976) y "Brigada en acción" (1977), realizadas por "Palito" Ortega, quien en esos años desarrolló su carrera de director"[12].

"Brigada en Acción", ~Naturalmente los medios para combatir el delito se han modernizado de modo de colocar a nuestra policía entre las mejores del mundo. Durante las veinticuatro horas del día, hombres y mujeres trabajan de distintas formas, velando por la tranquilidad de sus semejantes~, Así se expresa a los pocos minutos de comenzado el film. La policía a la que se refiere el film es la de 1977, si se remite a la misma con tanto elogio, está claro cómo se desarrolla y termina, dando pie y lugar a toda bajada de línea política.

"Dos locos en el Aire", película que funciono como un elogio de las instituciones en el poder, a partir de la Fuerza Aérea y también como una defensa de la fe católica y los símbolos patrios. Palito Ortega es el Teniente Manuel San Jorge, "un hombre sano de espíritu, gran compañero y mejor aviador", y Carlitos Balá, "un soldado torpe pero de buen corazón". Con el fin de engrandecer el valor humanitario de los miembros de la Fuerza Aérea, el film presenta una trama romántica alternada con una sucesión de entrenamientos físicos, prácticas de vuelo y ejercicios de combate, acompañados de marchas militares, discursos y canciones del popular músico que hablan del amor a la patria y a Dios.

Dos locos en el aire es la primera película de Ortega como director y fue filmada, en el año 1976, en las instalaciones de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba, donde, en ese momento, funcionaba un lugar de detención de la dictadura.

En agosto de 1973, cuando Tato asumió como censor al frente del Ente de Calificaciones Cinematográficas, empezó una campaña de censura y amenazas de la Tipre A, contra muchos de los protagonistas del cine nacional, algunos de los cuales, tuvieron que marchar al exilio.

Los 84.000.000 de espectadores que fueron al cine en 1975 se redujeron drásticamente a 65.000.000 en el año del golpe

"Yo quiero un cine positivo, limpio, decente, un cine que sea cultural y no sólo industrial. El cine se ha convertido en una mercadería de intoxicación: se está apelando al recurso fácil, y en eso incurren desde los que venden cine y les importa poco lo que venden, hasta los intelectuales y pseudo intelectuales y los mismos artistas que sustituyen el ingenio por el fácil recurso de la pornografía", así se refirió Tato con respecto al cine en la época.

El mundial de futbol apareció de distintas formas en muchos films:

"La fiesta de todos" (1978), Sergio Renán: película sobre el Mundial de fútbol de 1978 realizado en la Argentina. Las imágenes de los partidos, acompañadas del relato de conocidos periodistas deportivos, muestran el devenir del campeonato que culminó con la consagración del equipo local. Estas imágenes documentales son intercaladas con pequeños segmentos de ficción, protagonizados por estrellas de televisión y cine, en los que se intenta reflejar en clave humorística cómo vivieron los argentinos el torneo. El tono celebratorio del relato, la ferviente defensa de la organización del evento y su insistencia en señalarlo como un símbolo de unidad nacional hacen del film una siniestra propaganda del régimen dictatorial que gobernaba el país donde, mientras se realizaba esta "fiesta de todos", reinaba el terror y la muerte.

"Encuentros muy cercanos con señoras de cualquier tipo" (1978), Hugo Moser: Dos humoristas de un pequeño teatro son contratados para fingir ser compradores de jugadores de fútbol durante el Mundial organizado en la Argentina en el año 1978. El torneo es el telón de fondo para una sucesión de situaciones picarescas que tienen al dúo como protagonista.

En línea con la utilización del Mundial para limpiar la imagen del país, la película comienza con la voz de un locutor que arenga: el Campeonato Mundial de Fútbol se acerca a su culminación (…) pero Argentina ya ganó el Mundial. Lo ganó con el ejemplo de 25 millones de argentinos, un pueblo joven y feliz, dueño de su destino. Un país unido y respetuoso. Un orgulloso modo de vivir que quienes lo atacaron sin conocerlo deberán aceptarlo ahora con admiración. La Argentina vive con humildad este gran momento de euforia, con la humildad de los pueblos grandes.

El 3 de abril de 1976, el Capitán de Fragata, Jorge Bitleston, interventor del Instituto Nacional de Cinematografía, dijo claramente en un discurso que iba "a ayudar económicamente a todas las películas que exaltan valores espirituales, cristianos, morales e históricos o actuales de la nacionalidad o que afirmen los conceptos de familia, del orden, de respeto, de trabajo, de esfuerzo fecundo y responsabilidad social, buscando crear una actitud popular, optimista en el futuro (…). Sólo serán autorizadas las películas que muestren al hombre tal como es, en su lucha eterna y cotidiana contra el materialismo, el egoísmo, la cobardía, la venalidad y la corrupción, al hombre luchando por su honor, su religión y sus principios, sin librarse jamás a la violencia o al escepticismo. Sólo éstas películas serán consideradas como obra de arte… todas las películas sin valor artístico o que no presenten ningún interés como diversión y que atenten a los sentimientos nacionales, serán prohibidas parcial o totalmente…" (Capitán Bitlestón)

La lista de los censurados con el paso de los años, se fue haciendo cada vez, más y más grande y como consecuencia de ello, todo el cine nacional se fue apagando. Casi no hubo películas argentinas en los festivales, a excepción de algún título de Enrique Carreras, como "Las Locas" (1977) o "Patolandia Nuclear" (1978). Muchos artistas y directores se hicieron eco de un orgullo patriótico y apoyaron al cine nacional aun desde lugares decididamente cercanos al gobierno de la dictadura. Mientras muchos se fueron al exilio, otros filmaban y festejaban los tiempos que tocaban vivir.

Cuando se trataba de grupos de tareas en donde la misión era "pacificar el país", la identificación se tornaba difusa. Así lo podemos ver en "La aventura explosiva" (de Orestes Trucco, 1977) o en "Los superagentes biónicos" (de Mario Sábato bajo seudónimo de Adrián Quiroga, 1977).

También, imaginarios plasmados en filmes como "Y mañana serán hombres" (Carlos Borcosque, hijo, 1979), y "El bromista" (de Mario David, 1981).

En general, la producción cinematográfica durante la dictadura no disminuyó en cantidad, aunque se vio colmada de comedias ligeras o que apuntaban a enaltecer los valores familiares, religiosos, del trabajo y el orden. La lista es amplia y contaba con gran apoyo por parte de las FFAA.

"La aventura explosiva" Dos organizaciones intentan secuestrar a un profesor para obtener la fórmula de un combustible sintético. Tiburón, Delfín y Mojarrita, en este tercer film de la serie de "Los superagentes", tras peripecias consiguen impedirlo. [Sinopsis extraída del CD ROM El cine argentino 1930-1997 publicado por la Cinemateca Argentina en 1997].

"Los Superagentes" A raíz de las lesiones causadas por un atentado, los agentes de la central de inteligencia Acuario, Delfín, Tiburón y Mojarrita, deben reemplazar partes de sus cuerpos por implantes biónicos. Convertido entonces en los "superagentes biónicos, su misión consiste en recuperar unas planchas para imprimir dólares robadas al tesoro de los Estados Unidos. A partir del uso de tecnicismos de la jerga policial y militar, y combinando una serie de gags con persecuciones y enfrentamientos armados, el film construye un heroísmo basado en la espectacularidad de las acciones realizadas por este grupo parapolicial para enfrentar y aniquilar al bando enemigo.

"Los Superagentes y el tesoro maldito" Tras recuperar los archivos secretos con fichas de criminales que han sido robados de la central de inteligencia Acuario, los agentes Tiburón, Delfín y Mojarrita deben encontrar un tesoro escondido perteneciente a la única heredera de la familia real de un principado lejano. Para lograrlo, deben enfrentar a una banda de delincuentes que pretende quedarse con las joyas.

Como en otros films de la serie, el accionar parapolicial de los "superagentes" se desarrolla en medio de una serie de gags ingenuos, persecuciones, tiros y peleas que involucran a diversos personajes exóticos llegados de países ignotos, en desconexión con el contexto histórico de la época, que parecen así querer desconocer y negar.

"Y mañana serán hombres", Tres amigos son llevados a un reformatorio de menores que funciona como una cárcel donde se castiga y golpea duramente a los internos. La llegada de un nuevo director permitirá transformar el instituto en un hogar y una escuela para los jóvenes que así podrán retornar a la sociedad como hombres de bien.

"Que linda es mi familia" (1980), Ramón Palito Ortega: Un joven trabaja doblando a actores en escenas de riesgo aunque su verdadera vocación es cantar. Ha sido adoptado por un matrimonio con varios hijos que lo quiere como un hijo propio. Un día su verdadero padre aparece complicando la vida de todos. [Sinopsis extraída del CD ROM El cine argentino 1930-1997 publicado por la Cinemateca Argentina en 1997].

"Comandos Azules" (1980), Emilio Vieyra: Una voz en off al comienzo del film afirma: "En la Argentina, que es tierra de paz, se está a punto de lograr un fantástico descubrimiento que beneficiará al mundo. Pero las fuerzas del mal se han apoderado de ese invento y pretenden usarlo para sumir a la humanidad en el caos y el terror. Los Comandos Azules deben evitarlo". En la segunda entrega de la saga, los agentes deben rescatar al destacado científico que llevó adelante el invento, secuestrado por fuerzas malignas. Mediante persecuciones, espionaje, tiros y golpes, los agentes luchan por devolverle la tranquilidad al país, repitiendo el discurso de las Fuerzas Armadas que sostenían haber traído la paz a la Argentina.

"Superagentes y titanes", (1983), Adrián Quiroga: Los agentes Mojarrita y Delfín deben ir al aeropuerto a recibir a una inspectora de la central de servicios de inteligencia Acuario en el mismo momento que llega al país un importante empresario extranjero que viene a contratar al equilibrista la Momia para una película. La Momia es secuestrada y los superagentes tienen que encontrarla. Para esta misión, a Delfín y Mojarrita se les ordena entregar todas sus armas debiendo defenderse con la inteligencia. En discordancia con esta "experiencia pacifista", los agentes de Acuario añoran sus aventuras junto a Tiburón –a quien le han perdido el rastro en Alaska- evocando escenas del pasado en las que el trío combatía en medio de ráfagas de tiros y disparos.

El film enfatiza la idea de paz y unión entre las personas y los países, en oposición a las divisiones y los enfrentamientos.

"Amigos para la Aventura", (1978), Ramón Palito Ortega: Tres amigos deben escapar de un grupo de mafiosos sicilianos que los persiguen por error. En su huida, recorren el país protagonizando una serie de peripecias presentadas en clave de humor ingenuo y en tono sensiblero, que incluyen desfiles militares, constantes alusiones y agradecimientos a Dios, ceremonias religiosas y una exaltación de los valores de la tradición, la patria y el catolicismo.

"Vivir con alegría" (1979), Ramón Palito Ortega: Don Antonio se jubila e intenta un acercamiento con sus hijos. Debido al trabajo y a la falta de su esposa, muerta tiempo atrás, no ha podido dedicarles mucho tiempo. La actitud de los jóvenes lo llevará a darse cuenta que, a pesar de los avatares de la vida, nunca se alejó de ellos. [Sinopsis extraída del CD ROM El cine argentino 1930-1997 publicado por la Cinemateca Argentina en 1997]

Por otro lado, no debemos olvidar que también existió, por parte de algunos cineastas, el intento de denunciar la situación que se vivía en la Argentina. Mediante un estilo metafórico, el encierro, las desapariciones y el miedo lograron una representación en clave. Fue así como José Martínez Suárez realizó "Los muchachos de antes no usaban arsénico" (1976); Sergio Renán, "Crecer de golpe" (1977), con libro de Haroldo Conti; y Alejandro Doria, "La isla" (1979) y "Los miedos" (1980).

Por su parte, Adolfo Aristarain realizó dos filmes que posteriormente lo consagrarían como uno de los directores más importantes de los años 80: "Tiempo de revancha" (1981) -la rebelión de un individuo ante una gran corporación puede proyectarse a la relación con un Estado policial- y "Últimos días de la víctima" (1982), alusión al ocaso del gobierno militar. Éstos serían la antesala de "Un lugar en el mundo" (1991), donde años más tarde dejará plasmada la herencia de aquellos años de horror.

"Crecer de Golpe" La relación de un niño con el hombre ya mayor que lo acoge como un padre protector. Ambos comparten una vida sencilla y solidaria en un barrio pobre y festivo cuyos vecinos parecen estar siempre unidos y en libertad. Cuando el viejo muere el joven deberá crecer de golpe y comprender que la sociedad a veces es como la jaula que apresa los animales del zoológico que solían visitar.

"La Isla" Sebastián, un náufrago íntimo, es internado en una clínica psiquiátrica. Allí es rescatado por el amor de una muchacha incapacitada para resistir la realidad exterior. La historia de esta relación, intentando enseñarse mutuamente a volver al mundo, y de su separación, cuando sólo él llega a rehabilitarse para abandonar esa gran isla que es la clínica, corre paralela a la de otros internados y sus visitantes, hombres y mujeres aislados en la búsqueda de equilibrio, de su identidad. [Extraído de la sinopsis publicada en la página web de la productora del film: http://www.litastantic.com.ar]

"Los Miedos" Una epidemia de peste desata el caos en la ciudad y deja a seis sobrevivientes: una anciana, un deficiente mental, un criminal, un jugador de fútbol, una prostituta y una mujer embarazada. Los seis huyen al sur. [Sinopsis extraída de la página web de la productora del film: http://www.litastantic.com.ar/]

"Tiempo de Revancha" Un hombre oculta su pasado sindicalista para ingresar a trabajar en una compañía que explota canteras de cobre. Allí se encuentra con un antiguo compañero que tiene un plan para simular un accidente de trabajo y cobrar una cuantiosa indemnización. En el supuesto accidente algo sale mal y debe hacerse cargo de la situación. A pesar de la persecución y las amenazas recibidas, defenderá su dignidad hasta las últimas consecuencias.

"Últimos días de la víctima", Un matón a sueldo es contratado para asesinar a un hombre de cuyo pasado no existe ningún rastro. Comienza su tarea observando cada uno de sus movimientos e intentando averiguar su verdadera identidad. Ciertos indicios empiezan a inquietarlo y desconfía del encargo que le han encomendado, pero cuando lo descubre ya es demasiado tarde; el crimen que alimenta el engranaje social necesita de nuevas víctimas y victimarios.

"Un lugar en el Mundo" Un matón a sueldo es contratado para asesinar a un hombre de cuyo pasado no existe ningún rastro. Comienza su tarea observando cada uno de sus movimientos e intentando averiguar su verdadera identidad. Ciertos indicios empiezan a inquietarlo y desconfía del encargo que le han encomendado, pero cuando lo descubre ya es demasiado tarde; el crimen que alimenta el engranaje social necesita de nuevas víctimas y victimarios.

Desde el exilio la situación no era más fácil. Quienes debieron irse encontraron poco respaldo (principalmente económico) en el exterior. Sin embargo, se realizaron algunos filmes que condenaban la situación argentina:

Grupo cine de la Base en Perú, después de la desaparición de Raymundo Gleyzer, realizó "Las tres A son las tres armas" (1977). Basada en la carta a la Junta Militar escrita por Rodolfo Walsh, sus autores la calificaron como cortometraje de "denuncia de la resistencia cultural en el exilio".

Durante el Mundial de Fútbol del 78, mientras Renán daba un paso en falso en su carrera con La fiesta de todos, ochenta copias del corto fueron distribuidas y pasadas en los canales de televisión de todo el mundo. Después de Las tres A son las tres armas, Cine de la Base se disolvió.

También se realizaron otros documentales como "La vaca sagrada" (de Jorge Giannoni, 1978), sobre las dictaduras militares y "Esta voz entre muchas" (de Humberto Ríos,1979.

"Las tres A son las tres armas" En Perú, de modo artesanal y urgente, Denti realiza con otros miembros de Cine de la Base este documental con fragmentos de la luego famosa Carta Abierta de Rodolfo Walsh, al cumplirse un año del gobierno de la Junta Militar. Allí, Walsh denunciaba tanto los secuestros, torturas y asesinatos cometidos, como el plan económico que empobrecía de manera sistemática a las clases populares. Premiado en los Festivales de Oberhausen (Alemania) y La Habana (Cuba), este primer testimonio fílmico del genocidio argentino fue utilizado en la campaña internacional contra la dictadura militar y por la aparición con vida de Raymundo Gleyzer y de tantos otros. Traducido a 5 idiomas, fue transmitido en más de una docena de televisoras del mundo, en particular en los días del Mundial de Fútbol de 1978. [Sinopsis extraída del Catálogo del XI Festival Internacional DerHumALC Cine de Derechos Humanos 2009. Retrospectiva Jorge Denti]

"Las Vacas Sagradas" Realizada durante el exilio de Jorge Giannoni en Cuba, Las vacas sagradas actualiza la historia política de la Argentina en la perspectiva de la lucha militante de los 70. La única copia del film cuya existencia se conoce es la que ha conservado la Cinemateca del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Algunas imágenes de la película están incluidas en el documental Jorge Giannoni NN, ese soy yo de Gabriela Jaime.

"Esta voz entre muchas" Los testimonios de tres argentinos: Laura Bonaparte, Carlos González Gartland y Raúl Fonseca, sobre la represión y la tortura en Argentina en el período comprendido entre 1973 y 1979. [Sinopsis extraída de la página web de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano: www.cinelatinoamericano.org]

En medio de la crisis política, económica y social del régimen militar, sorpresivamente el 2 de abril de 1982, tropas argentinas recuperaron las islas Malvinas.

Tras frustrados intentos diplomáticos, la fuerza de tareas británica llegó al Atlántico sur y comenzaron las hostilidades. Con hitos como el hundimiento del crucero "General Belgrano" -que produjo 322 muertos- y del destructor británico "Sheffield", la guerra concluyó el 14 de junio, con la rendición argentina. La derrota marcó el derrumbe político del régimen. El regreso de los soldados arrojó luz sobre las sospechas de lo que habían padecido, sin los pertrechos y el entrenamiento suficientes para enfrentar a los británicos. Para defender las islas del ataque de ingleses bien entrenados y equipados, la junta militar procedió a reclutar jóvenes argentinos, sin instrucción militar, la mayoría de los cuales provenía de provincias pobres del interior del país. La derrota catastrófica de Malvinas y el conocimiento de la muerte de centenares de jóvenes argentinos (más de 600), deterioraron el frente militar, pero sobre todo, la reputación del ejército, al cual se consideró como mayor responsable del desastre.

"Buenos Aires Rock" (1983), documental, por Héctor Olivera: Registro documental de la cuarta edición del festival BAROCK, realizado en noviembre de 1982, en el que participaron los grupos y solistas más destacados del momento.

Es considerado un documento sobre la cultura joven de la Argentina que vivía los últimos años de la dictadura militar y ansiaba el retorno de la democracia. La canción "Sólo le pido a Dios", de León Gieco, es acompañada por imágenes de la reciente guerra de Malvinas.

"Los chicos de la guerra", (1984), Bebe Kamin: La historia de tres conscriptos, desde su infancia hasta su regreso al hogar después de la Guerra de Malvinas. Tres historias paralelas que –desde perspectivas socioculturales distintas- llevan a una misma decepción. El film retrata las censuras, castraciones y represiones que condicionaron a una generación.

"Los días de junio" (1985) Alberto Fischerman: El país está en guerra y el Papa visita la Argentina. Un día antes llega "otro visitante", Emilio es un actor exiliado que vuelve para protagonizar una obra teatral. También él se encuentra con sus "feligreses", aquellos viejos amigos que tuvo que dejar ocho años atrás y que ahora convoca: Jorge, biólogo que investiga problemas de fertilidad y sufre el terror inquisitorial reinante en la Universidad; José, abogado que dejó la profesión después de la desaparición de su socio y se encubre como profesor en un ignoto colegio nocturno; Alberto, un librero que estuvo preso y que sobrevive fabricando banderas. Algo quedó pendiente entre los cuatro amigos, un juramento de infancia que pone a prueba la persistencia de las lealtades y los afectos. [Extracto de la sinopsis publicada en la carátula del VHS]

"La deuda interna" (1987), Miguel Pereyra: Ésta es la historia de Verónico Cruz, que nace en un lejano pueblo de la provincia de Juju, muerta su madre, alejado de su padre, queda al cuidado de su abuela, y al morir ésta, del maestro que ha llegado al lugar y que se convierte en la figura paterna. El cariño entre ambos se profundiza. Son los años del golpe militar de 1976, del Mundial de Fútbol de 1978. Más tarde, el maestro debe irse para enseñar en otro lugar, pero continúa carteándose con Verónico, hasta que la correspondencia deja de llegar. Inquieto, el maestro vuelve a Chorcán y se entera de que Verónico viajaba, cumpliendo el servicio militar, en el crucero General Belgrano, hundido durante la guerra de las Malvinas. [Extraído de la sinopsis publicada por Daniel López en el Catálogo del Nuevo Cine Argentino 1987/1988 del Instituto Nacional de Cinematografía].

"Hundan al Belgrano", (1996), documental por Federico Urioste: Pretende demostrar que Gran Bretaña ha tratado de expandir su dominio sobre América del Sur desde el siglo XVIII. Este relato minucioso explica cómo las Islas Malvinas han constituido el punto de apoyo estratégico de tal objetivo. De allí en más todos los antecedentes históricos terminarán en la famosa confrontación de la Guerra de Malvinas, entre Argentina e Inglaterra. Sobre esta contienda, que tuvo como desenlace la victoria británica en 1982, la presente película ofrece entrevistas, escenas dramáticas, mapas y otros elementos de raíz histórica que constituyen un elemento fundamental como documento para nuestro país. [Sinopsis extraída de la carátula del DVD]

"El mismo amor la misma lluvia", (1999), Juan José Campanella: Corre el año 1980 cuando un hombre y una mujer se cruzan, se conocen y se enamoran. Desde entonces y a lo largo de dos décadas las transformaciones político-sociales de la Argentina constituyen la escena donde tienen lugar los sucesivos encuentros y desencuentros de la pareja: la represión y la violencia de los militares, la Guerra de Malvinas, el retorno de la democracia y el menemismo.

"El visitante", (1999), Javier Olivera: A un ex combatiente se le aparece el espíritu de su mejor amigo muerto en la guerra, que obsesionado por haber muerto virgen, le pide prestado el cuerpo. [Sinopsis extraída de Un diccionario de films argentinos II (1996-2002) de Raúl Manrupe y María Alejandra Portela].

"Iluminados por el fuego" (2005), Tristan Bauer: Narra los recuerdos de Esteban Leguizamón, un hombre de 40 años que, en 1982, cuando tenía sólo 18, fue llevado como soldado recluta a combatir a las Islas Malvinas. A partir del intento de suicidio de uno de sus ex compañeros, Esteban se sumerge en los recuerdos de esa guerra que compartió con otros dos jóvenes reclutas: Vargas, el suicida, y Juan, muerto en combate. Allí aparecen no sólo los horrores propios de la guerra y el padecimiento del frío y del hambre, sino también las historias de amistad y compañerismo. Desde la mirada de Esteban, la película pone en evidencia la lenta y gradual inmersión de sus frágiles vidas en el corazón de la muerte misma. A 20 años de la guerra, Esteban decide volver a las islas para reencontrarse con su pasado y cerrar sus viejas heridas. [Sinopsis extraída de la carátula del DVD].

"Un cuento chino", (2011), Sebastián Borensztein: Roberto es un veterano de la guerra de Malvinas. Su vida se ha detenido hace veinte años a causa de un duro revés del destino y desde entonces vive recluido en su casa, atrincherado, casi sin contacto con el mundo, hasta que un extraño evento lo despierta y lo trae de regreso a la vida. [Extracto de la sinopsis publicada en la página web del film: www.uncuentochino.com.ar]

Acercándonos al declive del gobierno militar la situación ya era diferente y el cine argentino comenzó a navegar por los quiebres del régimen. Inspirados en la experiencia de Teatro abierto, en 1982, se proclama Cine abierto.

El retorno al sistema democrático en 1983 liberó gran parte del campo cultural e intelectual de nuestro país para abordar las circunstancias vividas durante el proceso de reorganización nacional. A partir del gobierno de Raúl Alfonsín (UCR, 1983-1989), se diluyeron algunos de los peligros más serios para los creadores y para los productores, el cine argentino, comenzaría a vivir una nueva época de gran afluencia de espectadores y de un importante reconocimiento en distintos festivales y certámenes internacionales.

En el primer año de democracia, el cine argentino recupera su nivel medio de producción anual, y como otras manifestaciones culturales, buscará dar testimonio del pasado reciente y a través de imágenes participar en el proceso de incorporación al imaginario colectivo de las aberraciones cometidas por la dictadura militar:

"A dos Aguas" (1986), Carlos Oiguín: Buenos Aires, noche de Navidad de 1983. Rey e Isabel, dos ex compañeros de facultad se encuentran por azar en un restaurant. Hace quince años que no se ven. Isabel acaba de retornar del exilio; Rey quiere pasar la Nochebuena solo, lidiando con sus propios demonios. El casual encuentro con Isabel retrotrae a Rey a sus años en la facultad cuando estaba secretamente enamorado de Isabel. A dos aguas es una mirada a los años de fuego vividos bajo una brutal dictadura y la prisa de los argentinos de tratar de recuperar los años perdidos. [Sinopsis extraída del sitio oficial del director: www.carlosolguin.com].

"Entre el cielo y la tierra" (1986) documental por Jorge Denti: Antonio Puigjane, un humilde fraile, padeció la "desaparición forzada": el secuestro de su propio padre y el asesinato de su obispo (Monseñor Enrique Angelelli). Esta "transición" la vivencia hermanado con los humillados y construyendo su compromiso por una iglesia que predique su evangelio a lo ancho y largo de América Latina. A partir de sus propias experiencias, Puigjane enjuicia a la jerarquía católica argentina por su complicidad con la dictadura militar. [Sinopsis extraída del Catálogo del XI Festival Internacional DerHumALC Cine de Derechos Humanos 2009. Retrospectiva Jorge Denti].

"La noche de los lápices" (1986), Hector Olivera: La noche del 16 de septiembre de 1976 en la ciudad de La Plata un grupo de adolescentes militantes que luchaban por el boleto estudiantil secundario son secuestrados por las fuerzas de seguridad de la dictadura. Cautivos en un centro clandestino de detención son torturados y desaparecidos, quedando con vida sólo uno de ellos, Pablo Díaz. Apoyándose en el testimonio de este único sobreviviente el film presenta una reconstrucción ficcional de los hechos acontecidos.

La primera emisión de esta película por la televisión abierta cuenta con el récord de audiencia para una sola emisión, cercana al 80% en Capital Federal y Gran Buenos Aires[13]El film se ha convertido en un clásico de la historiografía del período, el mismo se apoya en la investigación hecha por los periodistas Hector Ruiz Nuñez y María Seone quienes buscan reconstruir con la mayor fidelidad posible el hecho (incluso se filmó en los domicilios donde se sucedieron los secuestros).

"A los compañeros la libertad" (1987), documental por Marcelo Céspedes: Testimonia, por primera vez en el país, la situación de los presos políticos heredados de la dictadura militar. La madre y el hijo (nacido en cautiverio) de Lili de Cuesta realizan los últimos viajes de visita a la cárcel de Ezeiza. Su liberación y la de Pino Cuesta (su marido) junto a otros dos presos políticos a fines de 1987 invitan a reflexionar sobre la situación de los detenidos políticos de la democracia y las leyes posteriores de Obediencia Debida y Punto Final. [Sinopsis extraída de la carátula del DVD].

"El amor es una mujer gorda" (1987) Alejandro Agresti: Un periodista, esposo de una desaparecida, se niega a dejar de investigar después del retorno de la democracia. La indiferencia lo convierte en un marginal. [Sinopsis extraída de Un diccionario de films argentinos I (1930-1995) de Raúl Manrupe y María Alejandra Portela].

"Juan, como si nada hubiera sucedido" (1987), documental por Carlos Echeverria: Sobre Juan Marcos Herman, el único desaparecido de la ciudad de Bariloche durante la última dictadura. A partir de entrevistas a familiares, amigos y militares responsables de puestos clave en aquel momento un joven periodista, álter ego del director del film, se pregunta por los motivos del secuestro y el destino final del joven estudiante de derecho. En su recorrido el documental va revelando contradicciones entre los diferentes relatos, puntos de incertidumbre, complicidades entre la cúpula militar, el poder económico, la justicia y la sociedad civil, y la indiferencia de una ciudad que ha elegido hacer como si nada hubiera sucedido.

"Los dueños del silencio", (1987), Carlos Lemos: Basado en el caso de Dagmar Hagelin, ciudadana sueca detenida-desaparecida en Buenos Aires durante la dictadura militar. La acción se sitúa en 1977, cuando llega al país un periodista sueco que se conecta con el padre de la chica y con un grupo de resistencia. Todos serán perseguidos por un Grupo de Tareas y tratarán de encontrar un documento emanado de la Junta Militar que comprobaría el exterminio de los opositores. [Sinopsis extraída del CD ROM El cine argentino 1930-1997 publicado por la Cinemateca Argentina en 1997].

"La amiga", (1988), Jeanine Meerapfel: El tema central de la película es la amistad entre dos mujeres que crecieron juntas en un barrio del sur de Buenos Aires. Las dos querían ser actrices famosas. Raquel lo consigue mientras que María se queda en el barrio, se casa con un obrero, es madre tradicional, amante de su casa y de sus hijos. En 1976, durante la oscura etapa de la dictadura, los militares secuestran al hijo mayor de María. A su vez Raquel tiene que emigrar a Alemania, país de donde sus padres tuvieron que exilarse. El dolor y el miedo de María se transforman en fuerza y oposición contra el sistema opresor. Se convierte en una madre de Plaza de Mayo. Las amigas vuelven a verse muchos años más tarde. Raquel quiere que María olvide, pero María insiste en que nada debe ser olvidado para que la historia no se repita. [Sinopsis extraída del sitio oficial de la directora: www.meerapfel.de].

"DNI", (1989), Luis Brunatti: La vida de un changarín se alterna con distintos momentos de la historia argentina, desde 1807 hasta la recuperación de la democracia en 1983. A través de sucesos como la vuelta de Obligado, la guerra de la triple alianza, el grito de Alcorta, el advenimiento del peronismo y la última dictadura militar, se fusionan la historia personal y la historia colectiva de los sufrimientos y las luchas de las clases trabajadoras.

"La ciudad oculta", (1989), Osvaldo Andéchaga: Sobre los hechos sucedidos durante el mundial de fútbol del 78, cuando el gobierno militar ordenó levantar la villa M. Dorrego "Ciudad Oculta. [Sinopsis extraída de la carátula del DVD].

"… La cuestión de los Derechos Humanos está instalada con firmeza en nuestras sociedades: por un lado como problemas, pero también, por los indudables progresos experimentados. Desde luego estos logros no están consolidados, ni son ajenos a severos conflictos (…).

… El aporte de la memoria puede resultar muy importante (…). La memoria como concepto y como dinámica y compleja, incluye elementos sociales políticos, antropológicos, filosóficos, culturales, psicológicos, urbanísticos y arqueológicos, entre otros. Acechada por el tiempo y el olvido, tiende a agotarse con cada generación y su naturaleza, por lo tanto es frágil (…).

… Los trabajos por la memoria, tienen en el presente el desafío de fortalecerse en medio de las tensiones que tema de los Derechos Humano provoca en nuestras sociedades. Pero sin duda, es una especie de inversión dialéctica, la memoria se convierte en una utopía. Porque tiene la función urgente de recordar a los ciudadanos, a los gobiernos y al Estado, cuáles son sus prerrogativas y cuáles son sus límites en todo tiempo y en todo lugar (…)"[14]

"Un lugar en el mundo" (1991), Adolfo Aristarain: Un joven vuelve a un pequeño pueblo donde pasó parte de su infancia para recordar lo vivido en aquellos años. Sus padres, exiliados por razones políticas durante la dictadura, se instalaron en este lugar al regresar al país para llevar adelante tareas comunitarias. Él era maestro y ella médica, y junto con una amiga monja trabajaron por el bienestar de los pobladores, defendiendo sus derechos y enfrentándose al terrateniente de la zona involucrado en turbios negocios. El joven fue testigo de esa lucha por la dignidad aprendiendo de sus padres valores esenciales para su vida.

"Nunca más. Prohibido olvidar!" (1993) documental por Miguel Matto: Mediante material de archivo y entrevistas, este documental producido por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, relata los mecanismos de represión de la última dictadura militar, la búsqueda de justicia a partir del retorno de la democracia y la lucha por mantener viva la memoria de lo ocurrido.

"Un muro de silencio" (1993), Lita Stantic: Silvia Cassini quiere mirar hacia adelante, rehacer su vida, reencontrar la felicidad perdida junto a María Elisa, hija única de un truncado primer matrimonio, y a Ernesto, su nuevo marido. Pero un hecho inesperado la obliga a volver su mirada al pasado. Kate Benson, directora de cine inglesa, ha llegado al país para filmar un fragmento de la vida de Silvia, inexorablemente ligado a los hechos más dramáticos de la historia reciente de la Argentina. Pasado y presente, ficción y realidad se entrelazan en el relato. [Texto cedido por la productora LITA STANTIC].

"1977, Casa tomada", (1997), María Pilotti: La desaparición del matrimonio de ciegos formado por María Esther Cuqui Ravelo y Emilio E.Vega y la posterior ocupación de su casa de Rosario por parte de los militares, son los hechos que disparan este relato sobre la vida de la pareja y la lucha de la madre de Cuqui, la Negrita, quien después de 20 años logra, junto a las Madres de Plaza de Mayo, recuperar la casa tomada y convertirla un centro de derechos humanos.

"Prohibido" (1997), documental por Andrés di Tella: Un documental sobre la actividad cultural bajo el régimen de la última dictadura militar en la Argentina. Mediante material de archivo, publicidades, fragmentos de films y entrevistas a intelectuales y artistas se evocan la persecución, la censura y las diversas experiencias de resistencia cultural de quienes trabajaban en el cine, el teatro, la literatura y los medios de comunicación durante los años del terrorismo de Estado.

"Garage Olimpo" (1999), Marco Bechi: Una joven que realiza tareas de alfabetización en un barrio de emergencia es secuestrada por un grupo de tareas de la dictadura y mantenida en cautiverio en el centro clandestino de detención conocido como "El Olimpo". Entre sus torturadores encuentra a uno de los inquilinos de la pensión de su madre. Entre ambos surgirá una relación perversa marcada por la presencia constante del horror y la amenaza de la muerte.

"… la memoria –a través de una enorme cantidad de medios distintos como los sitios, los monumentos, las marcas urbanas, los testimonio, los actos, las recordaciones, los textos, los medios audiovisuales- se propone decir a los ciudadano que aquello a lo que alude, no es algo que les sucedió y les sucederá solo a sus antepasados, sino de la misma manera puede ocurrirles a ellos en el futuro, en cualquier ocasión de disidencia.

Y que de hecho hoy, les ocurre en la vida cotidiana –por ejemplo en el maltrato policial, en el hacinamiento carcelario o en la pobreza hospitalaria, en las escuelas abandonadas…. O en la imposibilidad de romper los secretos acerca del modo en que el poder es ejercido cuando los Estados y los gobiernos no son transparentes-…"[15]

"H.I.J.O.S. el alma en dos", (2002), documental por Carmen Guaraní: El tema de la identidad es para los H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) origen y motor de la acción. El film atraviesa las búsquedas de sus identidades encarnadas en protagonistas individuales pero inscriptos en una búsqueda colectiva. Estas historias nos permiten indagar en nuestro pasado reciente pero también en nuestro presente. H.I.J.O.S. desde la Red Nacional e Internacional que han conformado, acciona por la construcción de una sociedad en donde la justicia y la verdad no sean sólo conceptos sino una práctica y un derecho cotidianos. [Sinopsis extraída de la página web de la productora del film: www.cineojo.com.ar]

"Kamchatka", (2002), Marcelo Piñeyro: Tras el golpe de Estado de 1976, un niño de 10 años de edad debe abandonar su casa y la escuela para mudarse junto a sus padres y su hermano menor a una quinta en las afueras de la ciudad. Sin llegar a comprender por qué debe adaptarse a esta nueva vida ni tampoco por qué sus padres decidirán dejarlo bajo el cuidado de los abuelos, el niño encontrará en los juegos una clave para resistir.

"Los rubios", (2003), documental por Albertina Carri: Exploración sobre la memoria a partir de la ausencia de sus padres, secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura. Combinando múltiples recursos, como textos leídos, carteles, el color y el blanco y negro, el fílmico y el video, entrevistas, muñecos Playmobil y una actriz como alter ego, elabora un relato fragmentado que circula entre la ficción y el documental. Los rubios es una reflexión sobre las posibilidades de representación, la reconstrucción de un vacío, la búsqueda de la propia identidad y la elaboración de un duelo a través del cine.

"Prohibido dormir" (2004), documental por Paula Bassi: El 11 de octubre de 1972, el Ejército irrumpió en la ciudad de Trelew. Los militares realizaron más de 50 allanamientos y detuvieron, sin justificación alguna, a 16 ciudadanos que fueron encarcelados en Buenos Aires, a 1600 km del lugar. Como reacción, Trelew se alzó: la gente ocupó el teatro principal y se organizó una gran asamblea popular. Paros generales y manifestaciones masivas marcaron una protesta que concluyó cuando los últimos presos fueron liberados, el 27 del mismo mes. [Sinopsis extraída de la página web de la productora del film: www.cineojo.com.ar]

"NN (Ni en el río ni en las tumbas)" (2005), documental por Berta Chudoba: Realizado en Verónica, Magdalena y las costas del Río de la Plata, este documental muestra las huellas de la larga noche iniciada en marzo de 1976. Con los testimonios de bomberos, empleados municipales, sepultureros y abogados que denunciaron los enterramientos NN ("no nombre") se reconstruyeron los hechos. La frescura de los alumnos realizadores de esta investigación permite ver las contradicciones de lo que está frente a los ojos de una comunidad. [Sinopsis extraída del Catálogo del VIII Festival Internacional DerHumALC Cine de Derechos Humanos 2006].

"Propaganda negra" (2006), documental por Julio Rivero: Busca poner en evidencia los mecanismos de control y represión que la última dictadura ejercía sobre la sociedad a través de la publicidad, la prensa gráfica y la cultura en general. La película rescata gran cantidad de publicidades de la época recuperadas por alumnos y docentes de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. [Sinopsis extraída de la página web: www.revolutionvideo.org].

"Sueños compartidos" (2007), documental por Edgardo Cabeza: Cuando en enero de 2006 las Madres decidieron realizar la última Marcha de la Resistencia, muchos pensaron que comenzaban a dejar un espacio protagónico de la lucha que las identificó durante treinta años, pero una vez más volvieron a levantar las banderas de sus hijos y en los mismos lugares donde ellos comenzaron sus luchas y de donde muchos de ellos fueron secuestrados y desaparecidos, las Madres empezaron a cambiar la realidad de los más marginados, de los que siempre necesitaron todo. Por eso se levantaron las primeras viviendas, en la Villa 15 de Ciudad Oculta, y al mismo tiempo el jardín materno infantil, la escuela, etc. Al poco tiempo, este emprendimiento siguió en el barrio Los Piletones y continuará en predios de la Av. Castañares, y en cada lugar donde la necesidad de la gente lo exija. [Extraído de la carátula del DVD].

"… Participar en la construcción de la memoria social implicaba una decisión previa: la de seleccionar aquellos elementos del pasado que queríamos registrar y problematizar. Se trataba, en definitiva, de establecer qué historia intentábamos contar a partir de los testimonios reunidos en un archivo. Contribuir a volver inteligible nuestro pasado reciente demandaba escapar a otras versiones que lo encerraban en una visión abismal e inexplicable. En ellas, encontramos cierto grado de reproducción de la experiencia vivida en las palabras y expresiones que intentan relatarla: "años negros", "horror", "espanto", "inenarrable". Las "desapariciones", los "silencios", las represiones y las negaciones, habitan tanto el pasado como los discursos que a él se refieren. En nuestra opinión, al remitir la experiencia colectiva al sin sentido y al absurdo, se puede describir pero no explicar. En tanto la experiencia histórica en sí misma no contiene un sentido inmanente, la representación – también histórica – puede otorgárselo. Combatir la negación social de esa experiencia traumática no es equivalente a "sumar recuerdos", sino ofrecer una narración que incorpore esa experiencia haciéndola inteligible, pensable y, en última instancia, apropiable…" [16]MEMORIA

"30.000 razones para seguir buscando" (2009), documental por Soledad Gonnet: El documental plantea un recorrido desde la época de la última dictadura hasta nuestros días a través del relato testimonial de Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Apoyada por otros testimonios la mujer relata su experiencia a partir del momento de la desaparición de su hijo en 1977.

"Adopción" (2009), David Lipszyc: Ricardo, que vive una relación homosexual con su pareja, adopta a Juan, un chico nacido en 1976. Si bien el niño se integra a su nuevo hogar, Juan continúa padeciendo los miedos del pasado. Ricardo cree conveniente que su hijo conozca sus raíces e inicia la búsqueda de su identidad, descubriendo que la verdadera historia es diferente a la escrita en el legajo de Juan. [Extraído de la sinopsis del sitio oficial del film: www.adopcion-elfilm.com.ar]

"El piano mudo", (2009), Zuhair Jury: La historia transita la vida del músico Miguel Angel Estrella, tomando como eje su cautiverio en la cárcel de Uruguay durante la última dictadura militar. Miguel Ángel Estrella sufre torturas y vejámenes, superándolas con la fuerza de sus convicciones y su profunda espiritualidad. Haciendo uso de ésta, viaja oníricamente por su historia, reencontrándose consigo mismo para convertirse a partir de su liberación en un símbolo de la lucha por los Derechos Humanos y la dignidad de los pueblos en todo el mundo. [Sinopsis extraída de la página web: www.escribiendocine.com]

"…A través de los bocetos de los propios sobrevivientes, de los relatos testimoniales y de la investigación topográfica, pretendemos combatir el olvido, identificar y hacer visibles estos sitios y usarlos como espacios que estimulen la reflexión sobre el pasado, para una mejor comprensión de los problemas del presente. ¿Qué preguntar y cómo hacerlo?

En un archivo de este tipo "qué y cómo preguntar" evidencia todo su carácter ético y político. El desafío se centra en establecer un equilibrio: por un lado, documentar los discursos organizados sobre la memoria junto con o por medio de, una constelación discursiva que probablemente tome fragmentos de esos discursos como organizadores de sus propias memorias individuales. Por otro lado, las personas que acceden a prestar su testimonio se exponen en lugares sumamente vulnerables de su propia subjetividad, en un ejercicio que, en definitiva, implica desplegar públicamente heridas muchas veces desgarradoras…"[17]

"El secreto de sus ojos" (2009), Juan José Campanella: Al jubilarse de su trabajo en un juzgado penal, un hombre se decide a escribir la novela que siempre postergó, basada en hechos reales ocurridos en 1974 en torno al asesinato de una joven. Gracias a la investigación realizada con su entonces compañero y amigo y la mujer de quien está enamorado, el culpable es llevado a la cárcel, de donde es liberado al poco tiempo convertido en informante y agente parapolicial de la triple A. Décadas después el protagonista se dispone a averiguar el destino de aquel hombre con el objeto de saldar definitivamente ese pasado y poder enfrentar a la mujer que ama.

"Los condenados" (2009), Isaki Lacuesta: Dos ex guerrilleros se reencuentran treinta años más tarde en una excavación ilegal, para buscar el cuerpo de un tercer compañero desaparecido entonces. Pero ya no son los mismos. La tensión y los secretos guardados durante tanto tiempo irán surgiendo a medida que avanza la búsqueda del amigo. [Sinopsis extraída de la carátula del DVD]

"Matar a Videla" (2009), Nicolás Capelli: Un joven toma la decisión de suicidarse pero antes de hacerlo quiere saldar sus cuentas pendientes. Además de renunciar a su trabajo, separarse de su novia y reencontrarse con su familia y amigos pretende dejar un legado a la sociedad ideando un plan para asesinar a Jorge Rafael Videla, dictador responsable de numerosos crímenes perpetrados durante la última dictadura en la Argentina.

"…Así como nos interrogábamos sobre cómo preguntar, también decidimos qué omitir. Una decisión difícil pero cardinal para la vertebración de la política de la memoria a la que pretendíamos contribuir. Decisión que se planteaba casi en términos dilemáticos: registrar el terror sin (re)producirlo.

….Una parte central del contenido del archivo debe dar cuenta de las diversas experiencias a que dio lugar la modalidad represiva del terror estatal en la Argentina. En este sentido experiencias de secuestro, tortura, violación, humillación, dolor, miedo, junto a otras menos extremas como las prácticas de disciplinamiento social y cultural, necesariamente deben estar presentes en los testimonios obtenidos. Que ese pasado existió es parte central de lo que debe ser mostrado, registrado…" [18]

"El abismo… todavía estamos" (2010), Pablo Yotich: Ernesto, motivado por el nacimiento de su primera hija, decide ir a vivir con su novia Paloma a mediados del año 1978. Sin saber que los militares los están buscando para detenerlos por orden de su hermano mayor, es llevado a uno de los centros clandestinos más peligrosos de la Argentina. Una vez detenidos, Paloma muere dando a luz, mientras que Ernesto es torturado hasta su último día. En el año 2010, Lucas, hermano cura de Ernesto y Felipe, cree reconocer a la hija de la joven pareja, Natalia. Tras contactarla, ella deberá decidir si acepta su verdadera identidad o la impuesta, con la cual aprendió a vivir durante 31 años. [Sinopsis extraída de la página web de la productora del film: www.checontenidos.com.ar]

"El premio" (2011), Paula Markovitch: Ceci, una niña de siete años, tiene que guardar un secreto muy grande pero sin entender completamente de qué se trata ese secreto. La vida de su familia depende de su silencio. Pero, ¿qué es exactamente lo que tiene que callar? Ceci y su mamá viven escondidas de la represión militar en Argentina. Ceci se pregunta: ¿Qué es lo que debe decir? ¿Qué es lo que debe realmente creer y hacer para merecer el amor de su madre y de los demás? [Sinopsis escrita por la directora PAULA MARKOVITCH, publicada en la página web http://www.imdb.com y traducida por Memoria Abierta]

"….Es cierto también que en el contexto histórico en el cual realizamos las entrevistas existe un saber social en torno a las distintas prácticas represivas, saber social al cual podemos apelar. La divulgación del Nunca Más, el Juicio a las Juntas Militares y la presencia en medios masivos de comunicación de temas vinculados a las violaciones a los derechos humanos, así como la abundante producción fílmica -documental y de ficción- reflejan y alimentan ese saber social con el que contamos. Más aún, ha sido la práctica de testimoniar la que más ha contribuido a la construcción de saberes sobre las modalidades represivas del terrorismo de Estado…"[19]

CAPITULO IV

El cine europeo como instrumento que mantiene viva la memoria, extraído del trabajo de Martinez Salanova Enrique, "Cine Europeo, Memoria de Europa". Vol. XVII, núm. 35,2010, pp.79-82. Grupo Comunicar, España

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CAPITULO V

Entrevista a Jonatan Colombini 23/05/11

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Jonatan Colombini, (1985) nació en Florencio Varela. Cursó la Licenciatura en Comunicación Social, dictada en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. A los 18, comenzó a trabajar en las versiones Online de distintos Medios de Comunicación pasando por diarios de tirada nacional como Crónica e Infosur y local como Revista Cotarro y Revista ECOS.

Fue Miembro Fundador del Círculo de Prensa de Florencio Varela. Trabajó en radios como AM y FM Universidad (La Plata), La 97 FM, FM La Tribu, FM Espacio y la 2×4; donde se desempeñó como conductor, editor y productor.

Desde 2007 es ayudante-docente de la cátedra "Nuevas tecnologías en comunicación" dentro de la FPyCS (UNLP); y su extensión en Moreno. Además de ser disertante en los distintos seminarios sobre Nuevas Tecnologías que ofrece la misma Unidad Académica.

En 2008 crea Che Contenidos, una productora de contenidos para medios con fuerte anclaje en el Cine. Ahí comienzan a gestarse proyectos como "El abismo…todavía estamos", primer largo cinematográfico de la productora -estrenado el 24 de marzo de 2011-. En ese proyecto se desempeñó como Productor General hasta conseguir el subsidio de la 3ra vía de Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), adquiriendo además los antecedentes para conseguir subsidios en sus próximos proyectos cinematográficos.

En 2009 comienza a trabajar en su propio Estudio Creativo de Diseño y Comunicación, 360inhouse.com, donde -hasta la actualidad- continúa planificando y realizando desde Sitios Web, revistas digitales y especiales multimedia hasta diseño gráfico campañas de marketing, comunicación y artísticas radiofónicas para clientes de Argentina, Latinoamérica y España.

En 2011 comenzó a cursar la Licenciatura en Artes Multimedia en el IUNA con el fin de profundizar sus conocimientos en la comunicación interactiva basada en las tendencias tecnológicas.

"Empecé como ayudante de cátedra, en una rama que se llama tecnologías en la comunicación, que es en realidad a lo q me dedico. Me aboco a la comunicación en varios aspectos, por un lado el cine que fue una muy linda experiencia y es probable que siga con eso en un futuro, documentales precisamente, q es la parte que más me gusta y me llega, y por otra parte, con "360 in house", que es la parte económica, la que me hace vivir.

La parte del cine, por lo menos, lo q es vinculado a los derechos humanos, no es una cosa que de ganancia o q te permita vivir holgadamente, entonces es como que uno va compensando, por un lado, trabajo con empresas, clientes etc, esa es la parte mas comercial y por otra parte, me permito hacer algunas cosas que son menos rentables, pero que quizás te llenan un poco más, de hecho, esta bueno que no sean rentables, o por lo menos no pensarlo como tal, si lo es, buenísimo, sino, no importa, tengo otra entrada…"

P.: -¿Podría hablarme del rodaje de la película?, estuve leyendo que les costó bastante.

JC.: Si, costó bastante, yo estaba terminando la facultad en La Plata, y nos vinimos a capital con la idea de tener una productora, sin tener ningún tipo de experiencia, ni nada, nos mudamos con Pablo (Yotich), vivíamos dos en un mono-ambiente, que era oficina departamento, todo junto. Vivía haciendo sitios web, y cosas por el estilo, que es de lo que laburo hoy en día, y con eso me mantenía, mientras tanto íbamos generando la película que en principio fue una obra de teatro, la idea era armar algo con una pantalla de fondo, improvisar un poco en el teatro que en ese momento nos parecía q estaba como muy estancado en cuanto a innovación, y había cosas en la tecnología que nos permitían innovar un poco más.

Después se fue tanto por las ramas, que devino en película. Fue muy buena experiencia, empezamos un grupo de cinco personas, escribiendo un guion, que venía de un libro que no estaba editado, y que la escritora se lo cedió a Pablo. La historia la agarramos, la transformamos, la despedazamos toda.

Empezamos a laburar un poco con las abuelas de plaza de mayo, de hecho la puerta fuerte fue esa. Imagínate, éramos un grupo de "pibes" que no teníamos plata, pero teníamos voluntad y una buena causa, de hecho eso fue la bandera para salir adelante, la causa, objetivos a seguir, y a partir de ahí buscar apoyo de todo el mundo, además por suerte el contexto político nos ayudó bastante en relación a la película, y por suerte se coparon muchísimos actores.

P.: ¿Cuál es la diferencia o relación que existe entre el documental y la ficción?

Partes: 1, 2, 3
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