El reordenamiento geopolitico: la constitución de bloques continentales
Enviado por OMAR DARIO NAVARRETE
- Abstract o Resumen
- La constitución de bloques continentales
- El origen de los bloques económicos-regionales
- Las consecuencias del orden mundial del siglo XXI
- Profundizacion de la brecha entre paises ricos y paises pobres
- Disputa interna por los beneficios económicos
- Proyección de los bloques económicos-regionales
- ¿El poder del siglo XXI cambia de color?
- Resignación o resurrección
- El elemento asiático indescifrable
- La región de la revolución permanente
- El continente a la deriva
- La ‘otra’ alternativa occidental
- El imperio decadente
- La tendencia general
- Fuentes bibliográficas
El avance de las tecnologías, la vinculación de algunos países mediante lazos institucionales y el cambio masivo de las reglas de funcionamiento del capitalismo condujo a los países a replantearse el rol a cumplir en la etapa post-Industrial, donde el poder se compone de elementos económicos, financieros, teconlógicos y armamentistico, dejando de lado la cualidad exclusivamente militar característica del período bipolar de Guerra fría.
Así, el inicio de un nuevo siglo nos encuentra en un momento histórico de inflexión por las actuales condiciones políticas, económicas, sociales y culturales.
La disolución del bloque socialista hacía prever la constitución de un mundo unipolar con la hegemonía norteamericana, pero junto a la aparición de nuevos polos de poder están resurgiendo antiguas civilizaciones que no quieren estar subordinadas a intereses externos, y puntualmente a la cultura occidental. Estas nuevas-antiguas civilizaciones tienen una raiz cultural muy fuertemente incorporada, al que le sumaron la capacidad de lectura y planteo de posiciones en el plano geopolítico-económico .
PALABRAS CLAVES:
Bloques continentales / regionales.
Geopolítica.
Capitalismo.
Poder mundial.
Multipolaridad.
LA CONSTITUCIÓN DE BLOQUES CONTINENTALES:
Para dar una clara visión de la evolución, consolidación, funcionamiento y estrategia de proyección de los bloques económicos-políticos regionales, es indispensable retrotraerse a los procesos que tienen su punto de partida con el final de la 2da Guerra Mundial y abren las puertas a la "Nueva Edad de la Historia".
Este nuevo período histórico nace con un fuerte contenido ideológico fracturado en direcciones opuestas con respecto al modelo económico, social, político y cultural a adoptar por los países en el reacomodamiento geopolítico postguerra.
El poder mundial se caracterizará por la tendencia bipolar luego de la Conferencia de Yalta y Postdam en 1945, donde EEUU y la URSS establecen hegemonía en importantes áreas de influencia mundial (Inglaterra, Francia, Japón y Holanda por un lado; Hungría, Checoslovaquia, Rumania y Alemania Oriental en la vereda opuesta).
Distintas etapas van a marcar el desarrollo de la denominada "Guerra Fría" entre las dos superpotencias. La primera de ellas podría situarse entre 1945/1958 caracterizado por un enfrentamiento absoluto pero sin Guerra directa entrte ambos, sino en intervenciones y confrontaciones mediante distintas guerras convencionales, donde una u otra apoyan a los bandos enfrentados. La Guerra de Corea es un claro ejemplo de la modalidad adoptada por EEUU y la URSS.
EEUU, hasta 1949 único poseedor de la bomba atómica, establece como prioridad contener el avance e su enemigo sobre Europa Occidental. La "teoría de la Contención" supone específicamente la instalación de bases aéreas con aviones cargado de este armamento sobre la frontera soviética; pero con el lanzamiento en 1958 del primer satellite artificial al espacio, la URSS se reposiciona en el enfrentamiento y da lugar a la denominada época de "deshielo" o "detente", basado en la mutua disuación atómica.
Paralelo al desarrollo de la Guerra Fría y al debilitamiento de las grandes metrópolis coloniales (europeas principalmente) por quedar subordinada a la influencia norteamericana o soviética según cada caso, asoma un tercer bloque que comparte solo una característica común: luchar por la liberación nacional y social para dejar de lado la condición de colonia e integrarse al Nuevo Mundo como países independientes.
América Latina no es ajena a este proceso de cuestionamiento a la hegemonía de las antiguas o nuevas potencias, y países como Cuba y Chile pasan a integrar junto a China, Indonesia, India, Vietnam y algunos africanos el bloque de gobiernos antioccidentales.
La aparición de líderes en países denominados tercermundista como Ghandi, Lumumba, Nasser, Mao Tse-Tung, Fidel Castro, Velazco Alvarado, Sukarma y Tito a fines de la década del 40, alimentan procesos sociales, políticos, económicos y culturales que pondrán en jaque durante los años 70 la hegemonía del poder occidental.
El año 1973 sintetiza como ningún otro el panorama mundial de la década pasada y la que se avecinaba mediante cuatro hechos fundamentales que evidencian el primer síntoma de la decadencia del poder occidental (y en gran medida norteamericano):
- derrota militar norteamericana en Vietnam;
- la Cumbre de Argelia del Movimiento de los Países No Alineados que proponen establecer un Nuevo Orden Económico Internacional para frenar la expropiación de la riqueza de los países del sur por parte de los del norte, y un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación que les permita ser escuchado;
- la Conferencia de Helsinsky, donde las 2 europas proponen profundizar su relación y desprenderse del dominio de EEUU y la URSS;
- la crisis petrolera.
Los embargos petroleros y el incremento en el precio del barril del crudo por parte de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) generan las condiciones para el desarrollo de la Revolución Científica-Técnica (C-T) que aparecerá con el fin de equilibrar la relación de poder en el mundo y marcará las pautas en material económica de las décadas siguientes.
Esta Revolución C-T permite la aparición de nuevos actores mundiales y la decadencia o desaparición de otros.
La grave crisis económica-financiera del capitalismo mundial durante el lustro 1975/1980 permite a Japón desarrollar políticas tecnológicas para paliar la situación, agravada en este país por la escases de recursos naturals. Así, la política de industrialización es desplazada por otra de post-industrialización con las bases puestas en el Conocimiento y la Información. Este desarrollo va a significar el crecimiento del sector servicios, una reconversión técnica de la medicina y la educación -especialmente en el campo de la biotecnología -, y el despegue final de la electrónica, las telecomunicaciones y la informática.
La apuesta y consolidación de la política Post-Industrial le permite a este país sortear la segunda crisis petrolera en 1979 al mismo tiempo de ingresar al Mercado mundial para competir con EEUU y Europa Occidental.
Mientras tanto, en ese mismo período, la URSS, en condición de país productor y exportador de petróleo, profundizó las relaciones comerciales con países europeos occidentales, asiáticos y latinoamericanos, mucho de ellos bajo influencia norteamericana aún, apoyada en las medidas implementadas por la OPEP.
Este próspero período económico, sin embargo, va a condenar a la URSS a un retroceso en materia tecnológica y capitalista, agravado por las profundas dificultades estructurales como consecuencia de la ineficiencia administrativa, la corrupción y la burocracia estatal.
La dirigencia soviética fue incapaz de alertar el advenimiento del nuevo paradigma productivo (el Científico-Técnico) que desplazaría a los creado por la Revolución Industrial.
Ante los cada vez mas evidentes hechos que debilitaban o ponían en tela de juicio el poder de los EEUU (Vietnam, la política de la OPEP y aparición de documentos críticos al accionar de las potencias occidentales) el gobierno de James Carter (1976-1980) estimuló la creación de una Comisión Trilateral junto a Japón y Europa Occidental para coordinar las políticas económicas con el firme objetivo de rearticular el bloque capitalista, contrarrestar los planteos del Tercer Mundo y evitar las intervenciones militares de la URSS.
En el plano internacional, el gobierno de Carter no puede frenar el debilitamiento constante de su peso político en Medio Oriente y países del Asia Menor, aunque el éxito de imponer gobiernos militares títeres en toda América Latina le significa un tenue alivio.
A la debilidad política y económica en el plano internacional, Carter tiene que cargar con las acusaciones de la oposición de manejar una administración ineficiente en el plano económico interno, donde la inflación, la desocupación cada vez mayor, los altos intereses de las tasas, un abultado déficit Federal y de la Balanza de Pago sentencian su suerte política en las elecciones presidenciales de 1980.
El triunfo del republicano Ronald Reagan , y con él la propuesta neoliberal, serán la base de la recuperación norteamericana en el plano externo. Al asumir la presidencia, desplaza las políticas trilaterales, democratistas y keynesianas por otra impregando de alto contenido nacionalista y derechista con un marcado corte neoliberal en cuestiones económicas y culturales.
Para llevar adelante su proyecto neoconservador, Reagan se apoya en grupos transnacionales ligados a la tecnología y la producción militar-espacial, lo que permite el gran impulso de los estudios científicos y tecnológico-social, incorporando a las universidades como responsables de la formación teórica-práctica del nuevo proceso.
Con el desarrollo de la Guerra Fría como contexto condicionante de su política exterior, en 1983 Reagan lanza el Programa de Iniciativa de Defensa Estratégica (convencionalmente llamado "Guerra de las Galaxias") y define a Europa Occidental, Japón y América Latina como sus tres fundamentos de poder que le permitirían consolidar su hegemonía mundial.
Pese al amplio apoyo de diversos sectores vinculados al poder en el lanzamiento de la "guerra de las Galaxias", tres años mas tarde se eleva al Congreso un proyecto de disminución del Presupuesto, poniendo al tapete los riesgos que acarrea la carrera armamentista al provocar fuertes endeudamientos y desconfianza de los inversores internacionales.
Con el propósito de establecer una política conjunta de estado con sustento político (y económico) a largo plazo, los dos partidos mas importantes, Republicanos y Demócratas, acuerdan determinados lineamientos de la política global norteamericana conocida históricamente con el nombre de Consenso de Washington. El acuerdo estaba orientado específicamente a instalar una nueva visión y acción en materia de seguridad mundial, donde los régimen autoritarios de todo el mundo, pero especialmente en América Latina, deberían ser reemplazados por gobiernos democráticos que aplicarían las recetas del nuevo actor político-económico mundial: el Fondo Monetario Internacional.
Con la reinstalación de la democracia en la mayoría de los países latinos, la intervención militar norteamericana adquiere características no-directas (salvo excepciones como en Panamá y Libia) donde el narcoterrorismo cumplía el papel de objetivo último, constituyéndose en la nueva hipótesis de conflicto a resolver por los EEUU con el fin de garantizar la paz mundial. Para legitimar todo su accionar, EEUU utiliza a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como base de operaciones ante el mundo.
La caída del Muro de Berlín –y con el la disolución del bloque socialista- en noviembre de 1989 transforma radicalmente el contexto internacional donde el electo Presidente norteamericano George Bush debe ejercer su función.
Este año marcará el inicio de una nueva etapa histórica donde la consolidación del paradigma Científico-Técnico pasa a condicionar la relación de los países. Ahora, la afinidad ideológica deja de ser condición sine qua non para estrechar relaciones internacionales dando paso al elemento económico como factor determinante de las nuevas alianzas regionales.
Así, la principal características que adquerirán estas nuevas alianzas serán las de formar bloques económicos-regionales que se originan a partir de la necesidad de articular políticas económicas que les permita a cada país integrante no quedar excluido total o parcialmente de las decisiones que marcan el rumbo a seguir en materia económica, política y de seguridad.
El predominio del interés económico por sobre la afinidad o coincidencia política-ideológica constituye el rasgo fundamental en el proceso de articulación de estos bloques, en oposición a otros momentos históricos donde lo ideológico actuaba como elemento condicionante de integración o desintegración.
El mapa geopolítico regional se redibuja constantemente durante los años 90 como consecuencia de la desintegración de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en países independientes, al tiempo que los bloques económicos regionales integrados por países de características económicas similares o complementarias, y sustentada por la expansión de los oligopolios financieros, productivo, tecnológico, mediático y armamentísticos definen un mapa paralelo mas clarificador de la organización internacional en la nueva era Post-Industrial.
De este modo, durante la última década del Siglo XX, términos como NAFTA, ALCA, MERCOSUR, Unión Europea y ASEAN, entre otros tantos, pasarán a integrar el vocabulario común que identifica a países como miembros integrantes de una Comunidad Económica determinada dentro del nuevo esquema, producto de la finalización de la Tercera Guerra Mundial.
El ambiente donde estos bloques económicos regionales deben desempeñarse está caracterizado por una permanente inestabilidad económica, política y militar.
La victoria norteamericana en la Tercera Guerra Mundial inaugura un "Nuevo Orden Mundia" que se caracterizaría por ser pacífico, poniendo fin a los conflictos globales y regionales, según palabras del Presidente Bush, ya que el origen de todos los conflictos -el comunismo– iba inhexorablemente hacia la desaparición.
Desde el polo de poder occidental se instaba a sustituir las confrontaciones por cooperación recurriendo a la práctica diplomática. Esta "nueva geometría del poder" –la diplomacia- debía ser el canal por donde los países buscaran establecer alianzas con países desarrollados o en vías de desarrollo, ricos o pobres, vecinos regionales o no, sin preocuparse por vincularse mediante identidades comunes.
En el aspecto político, la democracia liberal occidental habría probado ser mas eficiente como sistema político y social que el socialismo y el autoritarismo . Por consiguiente, en un acto lógico, todos los Estados debían adoptar el régimen democrático con elecciones periódicas libres, separación de poderes, sistema legales occidentales y protección de los derechos humanos, entre tantos otros elementos.
En el aspecto económico, el discurso del capitalismo neoliberal se jactaba de haber sido mas eficiente, en términos estrictamente económicos y tecnológicos, que el socialismo o cualquier otro sistema capitalista. Sin embargo, para que todo el capitalismo neoliberal pudiera dar los frutos esperados, requería de un ambiente amistoso entre todos los países. Sintéticamente, la propuesta de este modelo económico consistía en instar a los gobiernos de todo el mundo a:
- adoptar políticas económicas clásicas, ya que su aplicación había sido exitosa, salvo en períodos donde el comunismo, el nazismo, el neocolonialismo o el modelo keynesiano interrumpieron su andar.
- Reducir el tamaño y la presencia del Estado en forma rápida e irreversible.
- Desregular absolutamente TODOS los mercados (trabajo, capital y tecnología) sin que nada quedara fuera del alcance de las empresas privadas.
- Eliminación de las legislaciones anti-trust.
- Remover todas las barreras para permitir la libre circulación de bienes o capitales.
EL ORIGEN DE LOS BLOQUES ECONOMICOS-REGIONALES
Con la euforia neoliberal en su apogeo, el 1 de enero de 1994 entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio (T.L.C. o NAFTA), acuerdo suscrito entre Canadá, EEUU y México en diciembre de 1992 para la transformación del subcontinente norteamericano en un mercado único, ampliando el ámbito geográfico y el alcance del acuerdo preexistente entre EEUU y Canadá de 1989.
La puesta en marcha del NAFTA fue el mensaje enviado al mundo por la administración de Bill Clinton para marcar el camino a seguir, combinando la expansión democrática con la estrategia neoconservadora de imponer los intereses económicos y la visión política global a cualquier precio desde ámbitos tan diversos com influyentes (ONU, OMC, FMI, etc).
El constante exhibicionismo de los escasos logros económicos obtenido por EEUU con la puesta en marcha del T.L.C. contrarresta con los resultados obtenidos en el campo social por el aumento estructural del desempleo como consecuencia de la especulación financiera, la búsqueda de una alta rentabilidad a corto plazo por parte de las empresas y el endeudamiento general (mas especificaciones en la Proyección de…).
El 26 de marzo de 1991 se creó el MERCOSUR (Mercado Común del Sur) cuando Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron el Tratado de Asunción. Este pacto comercial se hizo efectivo como una unión de aduanas (con muchos rasgos de imperfección) y zona de libre comercio, el 1 de enero de 1995.
Desde el año fundacional hasta la fecha, el comercio entre los países miembros de ese mercado ampliado se multiplicó; en 2001, el comercio de Brasil con el MERCOSUR sumaba US$ 15.000 millones anuales, cuando en 1991 contabilizaba solamente US$ 3.600 millones. A este bloque comercial, Argentina dedica el 34% de sus exportaciones, aumentando un 400% en los últimos diez años su exportación a Brasil.
El MERCOSUR está involucrado en diversas negociaciones de integración económica-comercial multilateral, hemisférica, interregionales y regionales como el ALCA (Área de Libre Comercio para las Américas), con la UE, la Comunidad Andina de Naciones, además de negociar acuerdos con China, Corea del Sur y el llamado "4+1" con EUA.
La Unión Europea (UE), denominado en principio Comunidad Económica Europea, (CEE) tiene su origen en el Tratado de Roma firmado en 1957 entre los Estados miembros de la Comunidad Económica del Carbón y el Acero –Rep. Federal de Alemania, Holanda, Francia, Italia, Bélgica y Luxemburgo-.
Mediante la consecución de un mercado común y el paulatino acercamiento de la política económica de los distintos Estados miembros de la CEE pretendía alcanzar un desarrollo económico equilibrado dentro de la misma comunidad, una mayor estabilidad, elevar el nivel de vida y estrechar los vínculos existentes entre los países integrantes.
Con la finalidad de posibilitar entre éstos la libre circulación de productos, se eliminaron de modo gradual las aduanas y, paralelamente, se retiraron las limitaciones a la importación y exportación.
En 1968 los Estados integrantes de la CEE crearon una Unión Aduanera que consistía en aplicar una tarifa aduanera exterior común y una política comercial semejante entre terceros. Posteriormente, se hizo hincapié en la supresión de obstáculos que impedían la libre circulación de personas, servicios y capital, así como en conseguir el establecimientos de políticas agrarias, de tráfico, y de regulación de la competencia que fueron comunes.
Con la incorporación de Irlanda, Dinamarca, el Reino Unido, Austria, Suecia, Suiza y Noruega, en 1979 se acordó la creación del Sistema Monetario Europeo que preveía el establecimiento de una unidad monetaria, el ECU (sustituído posteriormente por el EURO). En este mismo año se celebran las primera elecciones para el Parlamento Europeo.
Oficialmente, la actual Unión Europea se constituye con la firma del Tratado de Maastrich que entró en vigencia en noviembre de 1993 con Grecia, España y Portugal entre sus miembros. Con la eliminación de los controles fronterizos entre algunos países de la UE, Austria y Finlandia en 1995, estos pasan a integrar el bloque.
Las características sobresalientes de este bloque continental es la creación de órganos donde se proponen, discuten y deciden las políticas a seguir. El Parlamento, el Consejo de Ministros, la Comisión Europea, la Corte de Justicia, el Fondo Social Europeo, entre otros, conforman las instituciones que coordinan el funcionalmiento general de la UE.
El bloque comercial conocido como ASEAN/Gran Asia Oriental constituye el anillo económico de mayor proyección en el mediano plazo gracias a las cualidades particulares de sus integrantes.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático fue fundado en agosto de 1967 con el objetivo de fomentar los intereses comunes en el campo económico, cultural, técnico y social de Indonesia, Malaisia, Filipinas, Singapur y Tailandia. Al finalizar la Guerra de Vietnam, poco a poco esta Asociación fue adquiriendo relevancia en el plano económico como un núcleo importante de mano de obra barata y especializada.
La integración de China, Japón y Corea en el último lustro, le sumaron al bloque la capacidad financiera, militar y económica necesaria para evitar o saltear crisis como la sufrida en 1997.
Para demostrar la potencialidad económica-financiera del bloque, uno de sus integrantes –Japón- puede jactarse de pertenecer al G-8 (el grupo de los ocho países mas industrializados), poseer un P.B.I. per cápita que lo ubica en el 7mo escalón mundial y con el 3er mejor indicador de Desarrollo Humano que combina la renta per cápita, la esperanza de vida y el período de escolarización , sin contar que es uno de los pocos países con superávit de mas de 130 millones de dólares en la Balanza por Cuenta Corriente. Además, junto con Corea del Sur (otro integrante del bloque) poseen 12 de las 50 empresas industriales líderes en el mundo.
Esta alta capacidad de económica-financiera nipona es acompañada desde la esfera estatal, donde se planifica y controla la política para garantizar la equidad del conjunto de habitantes, apoyado en los altos niveles educativos, de formación laboral y cobertura amplia de sus necesidades esenciales. Una muestra de los resultados que se obtienen aplicando esta política conjunta (Estado-Empresa) permite afirmar que el 20% mas rico de la población gana cuatro veces mas que el sector mas pobre; mientras en EEUU la relación es diez veces y en América Latina promedia los cuarenta puntos de diferencia.
Medio siglo después que una cruel Guerra dejara al país en ruinas, Corea del Sur puede exhibirse al mundo como una Nación moderna y pujante con serias aspiraciones a convertirse en potencia económica mundial.
Posterior a la Victoria sobre Corea del Norte, esta República del sur se benefició con ayuda económica estadounidense, lo que le permitió llevar a cabo una profunda reforma agraria. A partir de 1961 la dictadura militar de Chung-Hee comenzó a implementar una serie de planes quinquenales que promovieron las exportaciones con mano de obra intensiva. Posteriormente empezó el período de sustitución de importaciones y la promoción de la exportación de industria pesada y tecnológica. Asi, el país surcoreano pasó de exportar bienes de escaso valor a ser uno de los principales vendedores de acero, buques, productos electrónicos y chips.
El Estado coreano intervino, durante este proceso, con políticas de proteccionismo agrícola, subsidios crediticios y fiscales a las empresas privadas, el montaje de empresas públicas industriales y de servicios que llevaron adelante la 1ra fase de industrialización y un fuerte control sobre el mercado de divisas.
Al igual que China, Corea comenzó a liberar sus mercados a partir de fines de la década del 1980, cuando la economía presentaba rasgos de madurez y estabilidad.
Esto le permitió a la economía de este país asiático crecer entre los años 1960 y 1987 a un ritmo record del 9% anual, a pasar de tener un P.B.I. per cápita de 87 dólares en 1960 a 9.600 en la actualidad, con un crecimiento de las exportaciones de casi el 400% (de US$ 41.000 millones a US$ 151.000 millones).
El caso chino también presenta elementos similares.
Desde principios de la década del 80, China alcanzó un ritmo de crecimiento cercano al 10% anual, producto de la decisión de introducir reformas de fondo en el régimen de una economía de planificación, fuertemente centralizada y sin mercado que evitó entrar en la carrera desenfrenada de privatización en favor de grandes grupos económicos internos o externos.
El proceso de reforma se orientó al traslado del poder de decisión a las provincias o gobiernos comunales, quienes coordinaron en forma general:
* equilibrar el grado de apertura con el nivel de desarrollo.
* implementar reformas que acompañen el nivel de apertura.
* recalificar la importancia de la inversión directa extranjera.
El aumento de la relación positiva de las importaciones y exportaciones respecto del P.B.I. del país le permitió ser admitido en la OMC, potenciando su capacidad comercial y financiera.
No es un dato insignificante la consecuencia de la incorporación de China a la OMC: atrás del país oriental ingresan 1/4 de la población mundial al mercado laboral con una mano de obra calificada y a un bajo costo que impacta directamente en los precios y el valor del salario en todo el mundo. Para graficar este dato, basta conocer que en China se fabrica el 50% de las heladeras y el 40% de las computadoras que se utilizan en el mundo.
La conjugación de estos elementos le permite a China la calificación por parte de los gurúes como la economía de mercado mas dinámico y de mayor crecimiento en los últimos años, lo que la conduce inexhorablemente en un mediano plazo a formar parte de un G-9.
LAS CONSECUENCIAS DEL ORDEN MUNDIAL DEL SIGLO XXI
Este nuevo movimiento y constitución de bloques económicos-regionales conlleva toda una serie de consecuencias nefastas parar los países que no tienen la capacidad económica y política de pertenecer a la elite donde se divide el poder mundial.
Así, uno de los problemas mas graves que se evidencia es la exclusión de los países que poseen economías débiles en los ámbitos y organismos de decisión continental y global.
"Casi la mitad del poder del Banco Mundial y del F.M.I. está en manos de siete países. Y aunque todos disponen de un sitio y un voto en la O.M.C., en la práctica las decisiones son adoptadas en reuniones de grupos muy reducidos que se ven influenciado por los EEUU, la UE, Japón y Canadá. En el año 2000, quince países africanos no tuvieron ni un solo representante comercial destacado en la OMC", sostiene el Informe sobre Desarrollo Humano 2002 del PNUD.
EEUU, Japón, Francia, Reino Unido, Arabia Saudita, Alemania y la Federación Rusa, concentran el 48% de los votos en las decisiones que adopta el FMI y el 46% de la que se toman en el B.M., diviéndose el 52% y 54% respectivamente entre el resto del mundo (mas de 150 países). Aunque la OMC opera sobre la base de 1 voto por cada país, la mayor parte de las decisiones importantes las adoptan estas potencias económicas en reuniones de "sala verde".
La puesta en marcha de la invasión norteamericana a Irak contó con el repudio y la oposición de la mayoría de los países del mundo, pero bastó que EEUU tomara la decisión con el apoyo de Gran bretaña en la ONU para que su plan pudiera concretarse. El país "mas democrático del mundo" hizo caso omiso al rechazo de la gran mayoría perteneciente a ese organismo adoptando su clásico papel de actuar unilateralmente cuando entran en juego sus intereses.
PROFUNDIZACION DE LA BRECHA ENTRE PAISES RICOS Y PAISES POBRES
El actual modelo socioeconómico no hizo mas que profundizar las brechas que siempre existieron entre países ricos y países pobres; pero lo que no deja de causar escozor es la velocidad temporal empleada (menos de veinte años) para la obtención de tan magro resultado para la 3/4 parte de la población mundial sin perspectiva de resolverse en el mediano ni corto plazo.
Que el 5% mas rico de la población del mundo tenga ingresos que son 114 veces superiores que los del 5% mas pobre refleja el triunfo del neoliberalismo socioeconómico, sosteniendo la bandera de la libertad de los mercados, la competitividad, el consumismo y el individualismo por sobre la cooperación y solidaridad.
Consecuente con la ideología predominante, el B.M., una de las instituciones íconodel sistema, categorizó a los países según su desarrollo económico: de ingresos bajos; de ingresos medios bajos; de ingresos medios altos; y de ingresos altos.
Cuarenta y cinco integran el primer grupo con una renta per cápita inferior a 695 dólares; al segundo grupo pertenece n cuarenta países que logran una renta per cápita comprendida entre los 696 y 2.970 dólares; un total de veintidós países obtienen anualmente una renta per cápita mayor a 2.971 e inferior a 8.625 dólares. La elite la integran veinticuatro países, quienes superan los 8.626 dólares per cápita.
Estos datos, traducidos en forma general, nos indica que agrupado los países de ingresos medios (altos y bajos) en una sola categoría se obtiene que los países de altos ingresos representan el 79% del total del PBI a nivel mundial, los países con ingresos medios al 17% y los de ingresos mas bajos solo el 4% del valor total de la producción mundial.
La riqueza esta concentrada en pocos países, y la desigualdad de la distribución del ingreso a nivel mundial aumenta cada vez mas, ya que el grupo de países mas pobres, con el 56% de la población mundial actual y dueña del 97% de los nacimientos, solo obtiene el 4% del valor del PBI total, mientras que los países mas ricos del mundo, con el 15% de la población, suponen mas del 80% del PBI global.
EEUU, el país mas rico del mundo, es dueño de mas del 27% del PBI mundial; el Segundo mas rico, Japón, representa el 18%, seguido por Alemania con el 8%. La riqueza restante la reparten los grandes países dela UE (Francia con el 5%, Italia con el 4%, Inglaterra con el 4%, etc.). En forma conjunta, los países de la UE se convierten en la región mas rica del mundo, superando a EEUU, ya que representa casi el 30% del PBI mundial.
Los datos que anteceden describen la abrumadora desigualdad en la distribución de la riqueza, donde los países denominados "del centro o centrales" se agrupan en bloques económicos regionales (NAFTA, ASEAN, UE, etc.) para evitar disminuir la absorción de capital y producción en detrimento o en base a la sumisión cada vez mas profunda de los países de la periferia o del "tercer mundo" (América Latina, África).
Para estos fines, instituciones como el FMI o el Banco Mundial adquieren relevancia al intervenir como la única alternativa viable para solucionar la "estructural ineficacia" de los países pobres, obligando a estos a la adquisición de préstamos o acordando salvatajes financieros merced a la sumisión de sus decisiones políticas-económicas y al crecimiento de la deuda externa. Consecuencia de esta situación, la deuda externa global ascendió a 1.9 billones de dólares a mediados de la década del 90 afectando principalmente a América Latina (que posee el 32% de la deuda externa global), Asia (34%), África (15%) y Europa del Este y Oriente Medio (19%).
Los resultados inmediatos de toda esta polarización se refleja en el aumento de los niveles de pobreza extrema en los países menos desarrollados que poseen el 85% de la población mundial, impactando negativamente en ámbitos como salud y educación.
Si bien el advenimiento del nuevo paradigma productivo permitió aumentar los recursos económicos producto de la capitalización del sector servicios –fundamentalmente-, la nueva masa de dinero real y virtual (proveniente específicamente de los movimientos financieros) tuvo destino limitado. Solo así se comprende que mientras la proporción de la población mundial que vive en la pobreza extrema descendió del 29% en 1.990 al 23% en 1.999, en ese mismo período África pasó a tener 58 millones de personas pobres mas, con una disminución general del ingreso per cápita del 0,3% anual.
DISPUTA INTERNA POR LOS BENEFICIOS ECONOMICOS
En la formación de estos bloques regionales, promovido por el interés de obtener beneficios económicos, la cooperación mutua o conjunta de los países está subordinada al provecho que cada uno recibe. Así, en reparto de los beneficios o la absorción de los costos económicos y políticos que provoca integrar un bloque motivan una feroz lucha interna por el liderazgo maquillado con el polvo mágico de la diplomacia.
El arribo del Presidente chino Hu Jintao en noviembre a Sudamérica sacó a relucir una situación por todos conocidas pero por nadie reconocida: poner por sobre el interés regional el egoismo e individualismo de preocuparse por los beneficios particulares que pueden asegurarse, aunque estos sean ínfimos.
Conocer que China acordó con el gobierno brasilero de Lula una inversión directa para este año de 1.500 millones de dólares mientras que con Argentina solo se suscribieron carta de intenciones y una serie de memorándum de inversión a futuro en infraestructura y servicios, refleja que ninguno de estos países negociaron como miembros de un bloque económico, sino como países con objetivos y pretenciones distintas.
Situaciones similares de tensión se observa en el interior de la Gran Asia Oriental por la relación China-Japón. El ingreso a la ASEAN de China y Japón (junto con Corea del Sur) en el año 2001 no mermó el histórico recelo con que estos países se miraron a lo largo de siglos.
Con la obtensión de beneficios económicos como objetivo primero y último, estos gigantes asiáticos negociaron su ingreso al bloque. No obstante, la consolidación del mismo despierta dudas fundadas en la actual disparidad de recursos económicos, tecnológicos y financieros entre ambos países, profundizadas por la tendencia autónoma y nacionalista de ambos queue los empuja a rechazar cualquier tipo de subordinación.
En el mundo, Japón cumple el rol de potencia económica y financiera perteneciente al poderoso G-8, ser miembro permanente del Consejo General de la ONU y tener peso en las reuniones de "sala verde" de la OMC, donde se deciden los movimientos del comercio mundial. Aún con estos pergaminos de respaldo, en la ASEAN el liderazgo japonés no está impuesto, debido a la postura china de mantenerse insubordinable a toda voluntad extranjera.
Aunque en última instancia el objetivo de la constitución de bloques es obtener beneficios económicos (grupales o individuales) en el plano político solo la UE da señales de poner énfasis en la integración institucional regional que les permite dividir en parte no tan desiguales las mieles de los beneficios y el peso de los costos.
PROYECCION DE LOS BLOQUES ECONOMICOS-REGIONALES
"Tres acontecimientos ocurridos en los últimos cuarenta años tienen gran incidencia en la actual estructura geopolítica mundial: el avance de las tecnologías, la vinculación de algunos países mediante lazos institucionales y el cambio masivo de las reglas de funcionamiento del capitalismo", afirma el socialista Michel Rocard, ex Primer Ministro francés.
El desarrollo de estos acontecimientos condujo a los países a replantearse el rol a cumplir en la etapa post-Indusrial, donde el poder se compone de elementos económicos, financieros, teconlógicos y armamentistico, dejando de lado la cualidad exclusivamente militar, característica del período bipolar de Guerra fría.
Así, el inicio de un nuevo siglo nos encuentra en un momento histórico de inflexión por las actuales condiciones políticas, económicas, sociales y culturales. La disolución del bloque socialista hacía prever la constitución de un mundo unipolar con la hegemonía norteamericana, pero junto a la aparición de nuevos polos de poder están resurgiendo antiguas civilizaciones que no quieren estar subordinadas a intereses externos, y puntualmente a la cultura occidental. Estas nuevas-antiguas civilizaciones tienen una raiz cultural muy fuertemente incorporada, al que le sumaron la capacidad de lectura y planteo de posiciones en el plano geopolítico-económico . China, Japón, India, entre otros, se constituyen en ejemplo de esta tendencia.
La vinculación de los países mediante la conformación de bloques regionales les permitió configurar nuevos escenarios donde plantear sus objetivos y aspiraciones políticas y económicas, fundamentalmente.
¿ELPODER DEL SIGLO XXI CAMBIA DE COLOR?
La ASEAN, con Japón y China a la cabeza, emerge como el bloque regional con mayor proyección a nivel mundial, dispuesto a pelear por el status de "Gran Potencia" que hoy detenta occidente (EEUU y Europa del este).
Poder complementar la capacidad financiera japonesa, la potencialidad poblacional de China (tiene 1/4 de la población del mundo) y el poderío militar coreano, le permite al bloque aplicar estrategias tendiente a convertirla en la potencia hegemónica del Siglo XXI.
El altisimo nivel socioeconómico, educacional y cultural de Japón, sumado al desarrollo estructural de la tecnología de punta aplicada a nivel mundial a los sistemas de información transforma a este país en uno de los ejes del nuevo polo de poder emergente. Consecuente con esta condición, la elite política japonesa intenta recuperar la independencia militar (sus territorios aún permanecen ocupadas en forma parcial por tropes norteamericanas desde el fin de la 2da Guerra Mundial) y ganar un sitio permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Estos objetivos a corto plazo se complementan con la intención a largo plazo de integrar su economía con China y el resto del bloque en forma mas dinámica.
China persigue dos objetivos específicos: en el plano político, todas sus acciones estan destinadas a lograr reunificar el territorio continental con Macao, Hong Kong y Taiwan. Los primeros frutos de esta obsesión china se vieron plasmada en el acuerdo con Taiwan de reestablecer los vuelos comerciales a partir del próximo Año Nuevo Chino rompiendo un aislamiento de 50 años entre ambos países.
El origen de las hostilidades se remontan a 1949, cuando la llegada al poder de Mao-Tse Tung en China provocó la fuga a la Isla de Formosa de los nacionalistas opositores a Mao, que luego fundaron Taiwan. Desde entonces, los vuelos entre el contienente y la isla fueron prohibidos. Sin descuidar las prioridades de reunificación de la Gran China, este país no deja de mostrar sus pergaminos para ingresar como miembro permanente al Consejo de Seguridad de la ONU, el otro gran objetivo a mediano plazo del gigante asiático en cuestión de política internacional.
En el plano económico, la ampliación de lazos económicos a través de vínculos con empresas norteamericanas y europeas, le abren las puertas para presentarse al mundo como un polo geoeconómico con pretenciones ambiciosas. La visita a Sudamérica de autoridades chinas en noviembre de 2004 es la prueba fehaciente de la intención de hacer valer sus recursos financieros y apostar a la expansión mediante acuerdos políticos, diplomáticos y económicos con regiones que le garanticen los bolsones de producción de alimentos y energía que necesita, además del reconocimiento como potencia.
Las aspiraciones de Japón, Corea, China y los demás países miembros de la ASEAN de convertir a este bloque regional en una superpotencia tiene sustento económico. Y en la era Científica-Técnica el grueso del poder económico que define el rol que cada país, bloque o region desempeña en el juego del poder, se está volcando de la zona del Atlántico al Pacífico.
Esta tendencia parece afirmarse cada vez mas según las evaluaciones que se hacen de las reuniones anuales del Foro de Cooperación Económico Asia Pacífico (APEC). Este Foro, creado en 1989 con la meta de crear una zona en el plazo de 20 años entre los países mas ricos de la region, está integrada por 21 países que aportan el 60% del PBI mundial y el 42% de la población.la APEC no es solo un espacio creado desde la esfera política, sino que tiene una fuerte incidencia comercial, donde los ejecutivos mas calificados de los países miembros comparten propuestas, debates y proyectos con cancilleres y presidentes en la procura de avanzar en un plan para una zona de libre comercio en todo el Pacífico.
Aunque EEUU y Canadá integran este Foro, la tradicional actitud norteamericana de supremaciía absoluta se desdibuja por la firmeza de los miembros del ASEAN en no ceder en cuestiones claves e impedir cualquier acción unilateral. Ejemplo de ello es el permanente recuerdo de las autoridades japonesas, rusas, chinas y surcoreanas a su par norteamericana de no tener vía libre para actuar en áreas que conforman el anillo pacífico (Corea del Norte) como lo hicieron en Irak, argumentando cuestiones de seguridad.
Rusia, con la UE convertida en potencia (al Oeste) y con la ASEAN lanzada a esa aventura (al Sur), se debate entre la integración a la UE como un miembro importante, pero con algunas restricciones, o a intentar recomponer el antiguo imperio de los zares.
Para poder lograr el segundo objetivo (el mas íntimo sueño de Vladimir Putin) es fundamental el papel de Ucrania, que desde hace cuatro siglos provoca tensión entre Rusia y Occidente por su ubicación estratégica en el centro de la región y su importante cuenca petrolífera que aseguran la producción de crudo por largos años.
Con la victoria del candidato pro-occidental Viktor Yuschenko gracias a la intervención diplomática de la reciente incorporación de la UE –Lituania-, el camino a seguir parecería ser el de empezar a considerar la posibilidad de ampliar la UE y convertirla en el polo geoeconómico y político dominante.
Que le ofrece Rusia a la UE? Ser la segunda potencia nuclear, la segunda vendedora de armas y segunda reserva energética del planeta.
Que le teme la UE a Rusia? La posibilidad de ampliar la UE con la incorporación de Rusia dispara los interrogantes sobre las orientaciones políticas externas que tomará el bloque. No es menor el dato de la histórica tradición de enfrentamientos entre Rusia y EEUU, donde aún los resentimientos no lograron derrumbarse con el Muro de Berlín.
Con su preocupación externa, la Federación Rusa debe resolver los constantes problemas que en su interior le provocan los movimientos separatistas.
EL ELEMENTO ASIÁTICO INDESCIFRABLE
La posición de la India aporta otro elemento a considerar en el juego de poder asiático. Todo parece indicar que pesan los lazos históricos que la relacionan con Rusia como para volcar su intención política a una alianza estratégica que la fortalezca en su lucha particular y de larga data con Pakistán por el desarrollo de teecnología nuclear.
LA REGION DE LA REVOLUCION PERMANENTE
Una región que merece especial atención por su influencia y participación en el desarrollo de las nuevas relaciones luego del 11 de septiembre de 2.001 es Medio Oriente.
Los conflictos religiosos entre el Islam fundamentalista y el Islam moderno, los interminables problemas territoriales entre Israel y la O.L.P., los movimientos fundamentalistas de la región, el financiamiento por parte de los EEUU a los sectores ortodoxos judaicas, su relación con Israel, y la utopía de reformar la sociedad que componen los Estados Árabes, entre otros hechos, dificulta la articulación de una estrategia común de los países de Oriente Medio.
El conflicto interno regional entre Israel y la OLP, que lleva mas de tres décadas, aún está lejos de resolverse mas allá de las anunciadas treguas militares por parte de los dirigentes de ambos países.
El reclamo palestino por el reconocimiento de los territories de la Ciudad Antigua queue Israel anexó tras la Guerra de 1967 fueron creciendo y sosteniendo mediante acciones diplomáticas y atentados terroristas por parte de los grupos mas extremistas, el Hamas y la Jihad.
La muerte del líder histórico de la OLP en noviembre de 2004, Yasser Arafat, y la posterior elección de Abu Mazen como Presidente de la Autoridad Palestina parece abrir un nuevo panorama a esta problemática.
El acuerdo del cese de fuego declarado por los líderes palestino e israelí en febrero intenta encaminar el fin de la violencia en esta zona de Medio Oriente y descomprimir la tensión que rodea al gobierno de George Bush, quien necesita apaciguar la región para proyectar su plan de "democratizar" el mundo y combatir el terrorismo.
La palabra terrorismo está profundamente asociada con la geografía musulmana luego de los atentados perpetrado por la organización afgana Al Qaeda liderada por Osama Bin Laden el 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas.
"Bin Laden y Al Qaeda no tienen nada que ver con el pensamiento político islamita; no es fruto de la propia experiencia interna de esos países sino de la perversa alquimia de la política internacional en Medio Oriente durante la Guerra Fría. Son actores políticos construído y financiados por EEUU, Arabia Saudí y Pakistán en contra de los soviéticos en el momento que ocupan militarmente a este último (…) Bin Laden no cambia en ese sentido, sino que le cambian los actores (con el fin de la Guerra Fría)" sostiene la socióloga arabista Gemma Muñoz.
La "islamofobia" experimentada en el mundo entero, pero particularmente en EEUU y Europa después del 11-S se refleja contínuamente en las medidas que adoptan varios países para frenar la inmigración musulmana. Solamente en Europa viven cerca de 15 millones de musulmanes, convirtiendo a Alemania, Francia, Austria, Holanda y España en los principales países con comunidad islámica.
Si bien los términos que se emplean para definir esta región son usados como sinónimos, lo musulmán está indicando la pertenencia a la religión islámica, mientras que lo árabe remite al area geográfica, cultural y lingüística; aunque es cierto que la gran mayoría de los árabes son musulmanes, también los hay judíos y cristiano.
La decisión Europea y norteamericana de frenar la inmigración musulmana no se acompaña de una política concreta sobre que hacer con los que ya están radicados, quienes sufren gravísimos problemas de integración. El dilema europeo pasa por la necesidad de emplear mano de obra joven de una población autóctona envejecida. Entonces la alternativa de integrar a esa gran masa joven musulmana que ya vive en la UE empieza a ser considerada antes que la expulsión. La posible incorporación de Turquía al bloque para el 2005 refleja la preocupación que le significa a la región el movimiento y control de la población musulmán.
Irak constituye otro de los puntos estratégicos para analizar las perspectivas de la región.
La permanencia de las fuerzas militares estadounidenses que invadieron el país el 23 de marzo del 2003 para derrocar a Saddam Hussein demuestra las dificultades que acarrea instalar la democracia y erradicar el terrorismo de los grupos anti-occidentales que se resisten a la presencia de los norteamericanos y sus aliados.
Después de 22 meses de Guerra, el gobierno de George Bush pudo garantizar la concreción de elecciones donde los iraquíes eligieron quien los representará en la Asamblea Nacional que dictará la Constitución Nacional.
Las elecciones, que no estuvo marginada de la violencia diaria pero contó con la participación del 60% de la población en las urnas, reflotó las graves diferencias entre las etnias que integran la geografía iraquí.
Un objetivo norteamericano -la elección-, se cumplió. El consecuente –lograr formar un gobierno proocidental- parece difuso. Y es que la vencedora Alianza Iraquí Unida cuenta con la bendición de la máxima figura política y religiosa de la región, el gran ayatollah Ali Sistami que lidera a la mayoría shiíta (la rama del islam que gobierna Irán).
No pasa inadvertido que Sistami no haya podido votar por tener pasaporte iraní; lo que automáticamente implica un aumento del poder de Teherán en la región, con quien EEUU tiene un feroz enfrentamiento pero deberá negociar el reparto de poder político de Irak.
De este modo, la definición de las políticas a doptar por parte de las autoridades iraquíes para la reconstrucción del país estarán condicionadas por las resolución de los problemas internos y la relación que teja con los países de la región (con mayoría de tradición antioccidental), siempre con la lupa occidental sobre sus acciones.
El anillo Irán-Siria-Afganistán promueve el rechazo a la política y la cultura occidental, intentando persuadir a la región de la necesidad de ser ellos mismos quienes deciden sus propios destinos. El poderío nuclear iraní y su negativa a frenar las investigaciones en tecnología de enriquecimiento de uranio provocó el enfrentamiento entre los EEUU y la UE por la exigencia norteamericana de endurecer la postura y exigirle a Irán a presentarse ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
"El pueblo iraní no quiere la guerra o la violencia, pero el mundo debe saber que no está dispuesto a tolerar ninguna agresión", manifestó el Presidente Mohammed Jetami durante una demostración del poderío militar en un simulacro de defensa.
África tiene un proceso de proyección indefinido. Sufriendo aún las consecuencias de la herencia psicológica del regimen blanco del apartheid, la escacés poblacional, la pobreza extrema del continente y la complejidad política producto de la marginación de los países centrales, hacen difícil poder articular una política interna y externa firme y persistente.
Sudáfrica, el país mas rico del continente (aunque en términos certeros es el menos pobre), está a la cabeza de la creación de un polo que pueda reactivar la integración y el progreso continental, aunque los números estadísticos que reflejan su situación socioeconómica no son nada alentadores.
En los últimos diez años 58 millones de africanos pasaron a condición de pobres, con una disminución general del ingreso per cápita del 0,3% anual y tener a casi 1/3 de la población con algún tipo de enfermedad (sida, tuberculosis, cáncer, etc.).
La pobreza condena a Áfricaa la marginación de los organismos donde se toman las decisiones que rigen los destinos del mundo; por ejemplo, en el año 2000, quince países del continente no tuvieron ni un solo representante comercial destacado en la OMC.
LA ‘OTRA’ ALTERNATIVA OCCIDENTAL
Actualmente, la UE es el bloque regional que está en condiciones de presentarse como una alternativa concreta al poder que detentan los Estados Unidos en el plano político, económico y militar.
La UE, desde su génesis, intenta recuperar el rol preeminente que perdió después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando EEUU y la URSS se repartieron las áreas de influencia en un contienente desvastado moral y económicamente.
Para alcanzar este objetivo, es primordial recuperar el control militar sobre todo el territorio europeo. Con este fin, la UE puso en marcha un la creación de trece grupos militares autónomos de intervención rápida cmo mecanismo para resolver situaciones de crisis sin apelar al auxilio de EEUU.
Este decidido lanzamiento del programa militar encuentra sustento en las potencialidades económicas del bloque en general, de los países miembros en particular y del éxito de la implementación del euro como moneda común continental. Que esta moneda, en circulación desde ????? , se haya afianzado a un nivel tal en tiempo record que cotiza mas que el dólar norteamericano, representa una enorme victoria de quienes apuestan al desarrollo continental recostado en su fortaleza y potencialidad económica.
El hecho de haber institucionalizado exitosamente el bloque con la creación de un Parlamento y un Banco autónomo, entre otros, les permite estar a la vanguardia en materia política, con el consecuente fortalecimiento regional como para poder impulsar sus ambiciosos proyectos.
El hecho de que ninguno de los países miembros integren la lista de los denominados pobres, que cuente en general con un alto nivel educativo, social y cultural, y que se convierta en el mercado mas grande del mundo –380 millones de personas con la posibilidad de incorporar 470 millones mas si logra la integración con Europa oriental- eyectan a la UE a promover la multipolaridad del sistema internacional para aspirar alcanzar un status (por lo menos) similar al de EEUU en lo político y económico.
La orientación estratégica de los Estados miembros de incorporar gradualmente a todos los países europeos, con una vasta reglamentación social y económica de estructuras políticas comunes, choca sin embargo con la histórica fragmentación regional que se manifiesta en constantes brotes xenofóbicos que provienen del ámbito político y social, los boicots a varios proyectos continentales de las elites internas que responden a los intereses de los EEUU (sobre todo en la dirigencia británica e italiana).
La actuación de grupos internos pro-norteamericanos produjo un cortocicuito político intenso cuando EEUU tomó la decisión de invadir Irak. En esa ocasión, el Parlamento Europeo manifestó su oposición a la actitud invasora ante la ONU, con la excepción de Gran Bretaña e Italia, quienes no solo se abstuvieron de rechazar la iniciativa estadounidense sino que apoyaron militarmente enviando tropes al país de Medio Oriente.
Estos problemas internos añejos, mas los causados por la ola inmigratoria ilegal que afecta a los píses con mayor desarrollo, retrasan la consolidación regional definitiva que tanto ansían para poder mostrarse al mundo como la Superpotencia capaz de disputarle la hegemonía a EEUU, apoyada en su riqueza económica, solvencia política y capacidad militar.
EEUU atraviesa un momento crítico por los constantes cuestionamientos externos a la aplicación de su política internacional y las repercusiones en el plano político y económico (principalmente).
Los movimientos estratégicos norteamericanos apuntan a impedir la emergencia de otros actores competitivos (China, Japón, UE+Rusia) y en ese afán se esfuerza por crear una gobernabilidad informal global, política, económica y militar a través de estructuras hegemónicas de poder, las cuales son controladas por los países desarrollados mediante organizaciones internacionales de diferentes tipos (Consejo de Seguridad de la ONU, la OTAN, la OMC, etc.).
La fuerte incidencia en estos Organismos e instituciones globales que planifican y aplican las políticas neoliberales le permite manipular o presionar para que ninguna actitud perjudique sus intereses.
La situación norteamericana actual tiene dos pilares fundamentales: la economía y la política exterior.
La histórica tradición armamentista (incrementado durante el período de Guerra Fría) lo llevó a un camino sin retorno que hoy se traduce en los números rojos que acompañan sus finanzas. Actualmente, tiene un deficit fiscal de US$ 427.000 millones, lo que obligó al Presidente Bush a proponer una disminución del presupuesto para el año fiscal de 2006 (como lo hiciera Reagan en 1987 ante el fracaso del Programa de Iniciativa), aunque los recortes no afectarán las áreas de Defensa y Seguridad Interna.
Esta actitud refleja la apuesta de Bush para su segundo período de gobierno de incrementar los gastos militares a costa de sacrificar casi 150 planes sociales.
El constante aumento de la tasa de interés (cinco veces en el 2do semestre de 2004) por parte de la Reserva Federal para frenar la inflación y atraer capitales para salvar el deficit fiscal, también marca el ritmo de la economía norteamericana. De continuar con esta política económica que, entre otras cosas, inhiben el consumo y encarecen los créditos hipotecarios, especialistas pronostican que a fines de 2005 la tasa de interés se duplique al valor actual, con el consiguiente perjuicio de la clase media y baja y una "inevitable devaluación" del dólar.
Los números queue arrojó la Balanza Comercial de 2004 son lapidarios: con un aumento del 4% en el último año, el déficit comercial se traduce a US$ 617.700 millones, consecuencia del incremento del consumo interno, la disparada del precio del barril del petróleo y el bajo valor del dólar. Esta situación provoca temor en los economistas, quienes sostienen la posibilidad que los inversionistas extranjeros decidan no colocar tantos capitales en bienes cotizados en esta moneda por el alto desequilibrio comercial.
Todas las decisiones apuntan a reforzar el sector militar, debilitado por el fracaso en Irak, Afganistán y los malos resultados de las pruebas antimisiles que le significan US$ 60.000 millones anuales a la Casa Blanca.
La decisión de invadir Irak y Afganistán dentro del denominado "Plan de Guerra Preventiva" le significó al EEUU ganarse el repudio y rechazo de la comunidad internacional, quienes detrás de estas acciones ven un claro interés económico (apoderarse de las reservas petroleras).
La permanente actitud a imponer su agenda como prioridad para otros países también le provocó enfrentamientos con los distintos bloques regionales. No es un dato menor que el Presidente norteamericano cumpla mas de dos años sin realizar una visita oficial a algún país de la UE luego de los choques diplomáticos que provocó la invasión a Irak.
La calificación del Presidente ruso Vladimir Putin a la política norteamericana como "una dictadura en los asuntos internacionales (…) envuelta en una bella fraseología pseudodemocrática" deja en el tapete el cortocicuito con el país euroasiático, agravado actualmente por los intereses particulares y distintos que cada uno tiene en el desarrollo de la elección y formación del gobierno ucraniano (también con el petróleo de por medio como factor de fricción).
Los países orientales comenzaron a desarrollar una fortaleza económica y financiera que, sumada a su histórica tradición de rechazo a la cultura occidental, le abre la posibilidad de exigir una cuota importante de participación en la mesa de los distintos organismos internacionales donde se deciden los destinos del mundo.
Esta situación favorable a los países orientales coincide con una crisis de la cultura occidental provocado por los permanentes errores cometidos en la aplicación de políticas económicas, sociales y culturales que arrastraron al aumento de la pobreza, a "guerras preventivas" en respuestas a sus interés particulares, a la condena de países enteros a la exclusión, etc.
La tendencia parece ser el desarrollo de un mundo multipolar donde en la balanza, los países occidentales dejarán de ser peso y contrapeso por la aparición de nuevos actores (China y la ASEAN) de gran tamaño que desplazarán a aquellos a un mismo lugar en el juego de equilibrar el poder mundial.
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OMAR DARIO NAVARRETE
Lic. En Comunicación Social