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El "fracaso" de los mercados: El liberalismo que no fué (Parte II) (página 4)

Enviado por Ricardo Lomoro


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La situación para muchos jóvenes es aún peor. Para poder adquirir las habilidades indispensables para conseguir empleo, hay que endeudarse. Y como en cierto momento hay que volverse a entrenar, hay que ahorrar, pero si uno empieza endeudado, eso es lo último que podrá hacer.

Cualquiera que sea la edad, la perspectiva de la mayoría de la gente hoy en día es una vida entera de inseguridad.

Quienes se arriesgan

Al mismo tiempo que ha despojado a la gente de la seguridad de la vida burguesa, el capitalismo volvió obsoleto al tipo de persona que disfrutaba de la vida burguesa.

En los '80s se habló mucho de los valores victorianos, y los promotores del mercado libre solían asegurar que éste reviviría las virtudes del pasado.

Pero el hecho es que el mercado libre socava las virtudes que mantienen el estilo de vida burgués.

Cuando los ahorros se están desvaneciendo, ser cauteloso puede llevar a la ruina. Es la persona que pide grandes préstamos y que no le tiene miedo a declararse en bancarrota la que sobrevive y prospera.

Cuando el mercado laboral es volátil, no son aquellos que cumplen cabalmente con las obligaciones de su trabajo quienes tienen éxito, sino los que siempre están listos a intentar algo nuevo que aparenta ser más prometedor.

En una sociedad que está siendo transformada continuamente por las fuerzas del mercado, los valores tradicionales son disfuncionales y quien quiera vivir de acuerdo a ellos está en riesgo de terminar en la caneca de la basura.

Se desvaneció en el aire

Examinando un futuro en el que el mercado permea todas las esquinas de la vida, Marx escribió en el Manifiesto Comunista: "todo lo que es sólido se desvanece en el aire". Para alguien que vivió en la Inglaterra victoriana temprana -el Manifiesto fue publicado en 1848- era una observación asombrosamente visionaria.

En esa época, nada parecía más sólido que la sociedad en cuyos márgenes vivía Marx.

Un siglo y medio más tarde, vivimos en el mundo que él anticipó, en el cual la vida de todos es experimental y provisional, y la ruina súbita puede llegar en cualquier momento.

Un pequeño puñado de gente ha acumulado vastas riquezas pero incluso eso tiene una cualidad de evanescente, casi fantasmal.

En los tiempos victorianos, los verdaderamente ricos podían darse el lujo de relajarse, si eran conservadores a la hora de invertir su dinero. Cuando los héroes de las novelas de Dickens finalmente reciben su herencia, no vuelven a hacer nada jamás.

Hoy en día, no existe un remanso de seguridad. Los giros del mercado son tales que nadie puede saber qué mantendrá su valor, ni siquiera dentro de unos pocos años.

No fue el mayordomo

Este estado de alteración perpetua es la revolución permanente del capitalismo y yo pienso que nos acompañará en cualquier futuro imaginable realísticamente.

Estamos apenas a mitad de camino de una crisis financiera que pondrá muchas cosas de cabeza.

Monedas y gobiernos probablemente caerán, junto con partes del sistema financiero que creíamos seguro.

No se ha lidiado con los riesgos que amenazaban con congelar a la economía mundial hace apenas tres años. Lo único que se ha hecho es obligar a los Estados a asumirlos.

No importa qué digan los políticos sobre la necesidad de frenar el déficit, deudas de la magnitud de las que se han incurrido no pueden ser pagadas. Es casi seguro que lo que harán es manejarlas recurriendo a la inflación, un proceso que está abocado a ser muy doloroso y empobrecedor para muchos.

El resultado sólo puede ser más agitación política, a una escala aún mayor.

Pero no será el final del mundo, ni siquiera del capitalismo. Pase lo que pase, vamos a seguir teniendo que aprender a vivir con la energía errática que el mercado emanó.

El capitalismo llevó a una revolución pero no la que Marx esperaba. El exaltado pensador alemán odiaba la vida burguesa y pensó en el comunismo para destruirla.

Tal como predijo, el mundo burgués ha sido destruido.

Pero no fue el comunismo el que cometió el acto.

Fue el capitalismo el que mató a la burguesía.

"Hay numerosos cisnes negros nadando en el lago de la economía global" ("Fin de la Historia": el Fondo Monetario Internacional "desciende" de la "nube")

"El denominado "consenso de Washington", que orientó la política económica de países en vías de desarrollo durante décadas "ya es historia". Los efectos de la crisis han sido tan devastadores que todo lo que ha defendido el Fondo Monetario Internacional durante los últimos 20 años ha dado un vuelco, según ha denunciado hoy el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn"… La teoría del FMI da un vuelco: "El consenso de Washington ya es historia" (El Economista – 4/4/11)

Bajo el Consenso de Washington se promueven políticas económicas basadas en la austeridad, la liberalización y las privatizaciones, con el objetivo de eliminar la inflación, preservar el tipo de cambio, incrementar la tasa de crecimiento de la productividad y crear puestos de trabajo estables. "Todo esto se ha derrumbado con la crisis", ha asegurado Strauss-Kahn durante un discurso pronunciado en la universidad George Washington de la capital estadounidense (abril 2011).

Tras la crisis financiera de 2008, el FMI ve necesario ahora que el Estado ejerza un mayor papel y controle los excesos del mercado. "Al designar un nuevo marco macroeconómico para un nuevo mundo, el péndulo oscilará -al menos un poco- del mercado al Estado, y de lo relativamente simple a lo relativamente más complejo", explica Strauss-Kahn.

Ante la imposición de países emergentes como nuevos motores del crecimiento mundial, ese consenso debe ser superado, mediante una nueva política económica, con acento en la cohesión social y el multilateralismo, ha explicado.

"Claramente, la política monetaria debe ir más allá de la estabilidad de precios, y velar por la estabilidad financiera", propone Strauss-Kahn. En su opinión, eso no debe hacerse mediante el uso de los tipos de interés, sino con otros instrumentos como liquidez.

"No me malinterpreten: la mundialización dio muy buenos resultados, y sacó a centenares de millones de la pobreza", ha indicado, "pero la crisis y sus consecuencias han alterado fundamentalmente nuestra percepción", ha advertido.

"Necesitamos una nueva forma de mundialización, una mundialización con un rostro más humano", ha exigido. Los países ricos y emergentes deben proseguir con su cooperación en el seno del G20 para asegurar que se superan los intereses nacionales, ha pedido Strauss-Kahn.

A su juicio, es necesaria una globalización "más justa" en la que no haya "unos pocos privilegiados" que acaparan los beneficios.

Por otro lado, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, ha subrayado que el progreso de recuperación de la crisis en Europa ha sido "parcial y poco sistemático" hasta el primer trimestre de 2011, lo que supone "un riesgo clave" tanto para los países en crisis como para la recuperación general de Europa.

Respecto a la economía global, afirma que continúa con su recuperación, aunque sigue siendo "desequilibrada entre países y dentro de los países", y advierte de que aún persiste la incertidumbre y "hay numerosos cisnes negros nadando en el lago de la economía global". "En general, la situación económica es todavía frágil y desigual, acosada por una gran incertidumbre", ha sentenciado.

Algo en lo que creer (¿volver a crecer o morir al borde del futuro?)

No te duermas, sobre todo no te duermas

(Enero 2011) La economía es enteramente un asunto de demanda y oferta. Las dos están equilibradas y, si no, unas fuerzas potentes las impulsan para que lo estén, pero, en vista de los altos y persistentes niveles de desempleo ahora existentes en los Estados Unidos, es necesario preguntarse por la naturaleza real del problema: ¿es demasiado baja la demanda agregada o hay problemas con la oferta? (sic).

(Febrero 2011) Para que la evolución de los salarios sea compatible con la competitividad de la economía ha de guardarse la vinculación con la productividad laboral, como bien propugna el plan Merkel. En economías con un paro laboral elevado, como la española, la productividad aparente es superior a la real, lo que reduce el margen disponible para subidas salariales económicamente sostenibles. La estructura de los salarios debe reflejar adecuadamente las diferencias de la productividad entre las regiones y los sectores y entre las cualificaciones profesionales, como las hay en todas las economías. Un convenio colectivo a nivel nacional es todo menos favorable a efectos de competitividad. En ningún caso es recomendable que se mantenga una indexación automática de los salarios respecto a la inflación, ya sea directamente, como en Bélgica o Luxemburgo, ya sea indirectamente como en España mediante las cláusulas de salvaguarda, incluidas en la gran mayoría de los convenios colectivos. A juzgar por la evidencia empírica disponible, la indexación salarial debilita la posición competitiva de las empresas, en vez de reforzarla (sic).

(Febrero 2011) Con la excepción de lo que parece ser un esfuerzo encubierto para forzar a los países de la UE a aumentar los impuestos sobre sociedades, el Pacto de Competitividad no tiene nada ostensiblemente irrazonable. Aumentar la edad de la jubilación a los 67 años, abolir la indexación de los sueldos y obligar a los países a consagrar en sus constituciones nacionales un mecanismo de freno de la deuda son medidas razonables para mejorar la competitividad y restablecer la confianza en el euro (sic).

(Marzo 2011) La competitividad se ha convertido en una de las palabras económicas de moda en nuestros tiempos. Barack Obama la pregonó a los cuatro vientos durante su discurso sobre el Estado de la Unión en enero, y los líderes europeos desde el conservador David Cameron en Gran Bretaña hasta el socialista José Luis Zapatero en España y el nuevo ministro de Economía de Japón Kaoru Yosano la abrazaron como una prioridad. Ahora bien, ¿qué tipo de competitividad tienen en mente?… Ahora sabemos que la desregulación del mercado laboral no asegura una resiliencia económica y una rápida creación de empleos. Por el contrario, la mejor solución probablemente sea una diversidad de contratos laborales. Una cierta dosis de rigidez del mercado laboral puede tener sentido económico para aquellos empleos que requieren capacidades y capacitación específicas vinculadas a la empresa, junto con una mayor flexibilidad para los empleos que requieren menos capacidades (sic).

(Marzo 2011) Para que un sistema global abierto sobreviva en un mundo en el que los Estados nación son los principales encargados de la toma de decisiones, será necesario administrarlo y guiarlo no sólo para que logre la eficiencia y la estabilidad (por importantes que sean estos objetivos), sino también para que garantice que sus beneficios se distribuyan de manera equitativa entre los países y dentro de ellos. Si el empleo en los países avanzados, como los Estados Unidos, logra una recuperación firme junto con el crecimiento, será más fácil obtener apoyo político para una economía global abierta. Pero, en vista de las tendencias adversas en el sector comercializable y del agotamiento del sector no comercializable como fuente de creación de empleos, el escenario más probable es que el desempleo siga siendo pertinazmente elevado a pesar de un regreso al crecimiento normal. En ese caso, las posturas políticas se dividirán y se polarizarán y aumentará la inclinación por las "soluciones" proteccionistas, lo que pondrá en peligro la apertura económica global. No es buena idea suponer que los mercados solucionarán por sí solos estos problemas de distribución; la evolución de la estructura y de la distribución del ingreso es en gran medida el resultado de los incentivos del mercado. Todos los países, los avanzados y los emergentes, deben abordar cuestiones de inclusión, distribución y equidad como parte central de sus estrategias de crecimiento y desarrollo (sic).

(Abril 2011) El denominado "consenso de Washington", que orientó la política económica de países en vías de desarrollo durante décadas "ya es historia". Los efectos de la crisis han sido tan devastadores que todo lo que ha defendido el Fondo Monetario Internacional durante los últimos 20 años ha dado un vuelco, según ha denunciado hoy el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.

(Abril 2011) "Quién te ha visto y quién te ve" pensarán algunos del cambio que estamos viendo en el FMI. No sabemos si es fruto de la insostenibilidad de las viejas recetas o de la conciencia, esa que dice que algo malo pasa cuando los incentivos no se ponen al servicio de crear algo mejor en este mundo. Y es que no vamos a negar que para muchas personas, e independientemente de su ideología económica y política, este organismo internacional no ha conseguido solucionar todo lo bien que debería su cometido. De hecho la crisis que atravesamos es la más grave desde su creación allá por los años cuarenta en el período final de la destructiva Segunda Guerra Mundial y está directamente relacionada con algunos de sus ámbitos de actuación, por lo que podríamos dar rienda suelta a la crítica. No obstante han sido tantos los errores, tantas las conductas "grises" de muchos, que el FMI no deja de ser un velero en medio de un tsunami"… Un ejemplo claro son las directrices que el organismo ha lanzado el 5/4 para controlar los flujos de capital por parte de los gobiernos, algo otrora impensable y en donde se ha posicionado en contra durante casi setenta años. Lo comenta el FT:

The guidelines -which are not yet official Fund policy-, say that countries can control capital inflows when their currency is not undervalued, when they already have enough foreign exchange reserves, and when they are unable to use monetary or fiscal policy instead.

Los flujos internacionales pueden ser muy beneficiosos y en muchos casos lo son, llevan fondos de donde hay excedentes a donde son necesarios, si se invierten bien crearán prosperidad y todo el mundo saldrá ganando. En caso contrario, si el país receptor no consigue la rentabilidad necesaria para pagar lo que debe, empezarán los problemas ¿Pero han tenido la oportunidad y de eso se trata, no? Esa idea era la mayoritaria y por tanto existía una voz oficialista que defendía la libertad de flujos como positiva y justa, voz que defendían entre otros organismos como el FMI (sic).

(Abril 2011) La aplicación de recetas mágicas para controlar los ciclos, defendida por los expertos hasta 2007, se ha revelado inútil en la actual crisis.

(Junio 2011) Una idea errónea de lo que impulsa el crecimiento económico se ha convertido en la amenaza más grave para la recuperación en Europa. Los políticos europeos están obsesionados con la "competitividad" nacional y parecen pensar realmente que la prosperidad es sinónimo de superávits comerciales. Esto explica en gran medida por qué se cita habitualmente a Alemania como ejemplo de una economía sólida y "competitiva"… En pocas palabras, reducir la proporción del ingreso nacional correspondiente a los salarios, aceptar un aumento importante de la desigualdad y estimular el aumento de la proporción del ingreso nacional correspondiente a las ganancias corporativas no es manera de lograr un crecimiento económico sostenible. Pero eso es precisamente lo que sucede cuando los gobiernos creen que la salvación económica radica en ganar una participación creciente de los mercados de exportación (sic).

(Julio 2011) ¿Qué hacemos pues? No hay tiempo para fatalismos ni para programas políticos tradicionales. La ironía capital de la crisis económica es que aunque provocada por un exceso de confianza, un endeudamiento y un préstamo relajados, y un gasto importante, sólo se resolverá mediante mejoras paulatinas de la confianza, el endeudamiento y el préstamo, y el gasto (sic).

(Julio 2011) El crecimiento económico engrasa las interacciones políticas. Sin crecimiento económico, estamos en un mundo de suma cero, en el que lo que yo gano es lo que tú pierdes. El compromiso en tal mundo es muy difícil, y los conflictos son recurrentes y cada vez más violentos. Esta falta de crecimiento está detrás, en mi opinión, de los crecientes problemas de reparto en la EEUU, en la UE, y de los de nuestro estado de las autonomías (sic).

(Julio 2011) Tan sólo unos años atrás, una poderosa ideología -la creencia en los mercados libres y sin restricciones- llevó al mundo al borde de la ruina. Incluso en sus días de apogeo, desde principios de los años ochenta hasta el año 2007, el capitalismo desregulado al estilo estadounidense trajo mayor bienestar material sólo para los más ricos en el país más rico del mundo. De hecho, a lo largo de los 30 años de ascenso de esta ideología, la mayoría de los estadounidenses vieron que sus ingresos declinaban o se estancaban año tras año. Es más, el crecimiento de la producción en los Estados Unidos no fue económicamente sostenible. Con tanto del ingreso nacional de los EEUU yendo destinado para tan pocos, el crecimiento sólo podía continuar a través del consumo financiado por una creciente acumulación de la deuda… Lamentablemente, los mercados financieros y los economistas de derecha han entendido el problema exactamente al revés: ellos creen que la austeridad produce confianza, y que la confianza produce crecimiento. Pero la austeridad socava el crecimiento, empeorando la situación fiscal del gobierno, o al menos produciendo menos mejoras que las prometidas por los promotores de la austeridad. En ambos casos, se socava la confianza y una espiral descendente se pone en marcha (sic).

(Agosto 2011) El equilibrio adecuado hoy en día exige la creación de puestos de trabajo de manera parcial a través de estímulos fiscales adicionales dirigidos a las inversiones en infraestructura productiva. También requiere de impuestos más progresivos; más cantidad de estímulos fiscales a corto plazo junto con disciplina fiscal de mediano y largo plazo; de apoyo de préstamos de última instancia por parte de las autoridades monetarias a fin de prevenir corridas bancarias destructivas; de reducción de la carga crediticia de los hogares insolventes y de otros agentes económicos que atraviesan dificultades económicas; de supervisión y regulación más estricta de un sistema financiero que está fuera de control; y de fraccionamiento de los bancos que son demasiado grandes para quebrar y de los fondos de inversión oligopolísticos (sic).

(Septiembre 2011) Muchos estadounidenses creen que las importaciones chinas de bajo precio aniquilan empleos fabriles en Estados Unidos. La mayoría de los economistas dicen que los beneficios del comercio superan por mucho sus costos.

(Septiembre 2011) A medida que la economía estadounidense continúa chisporroteando tres años después de que erupcionó la crisis financiera global, algo va quedando en claro: los Estados Unidos no puede generar mayores tasas de crecimiento del PIB y del empleo sin que exista un cambio en la mezcla de los componentes de la economía domésticos y aquellos orientados a la exportación. Por encima de todo, esto requerirá de un cambio estructural y de mayor competitividad en un sector transable ampliado (sic).

(Septiembre 2011) Los líderes mundiales parecen estar prisioneros de los intereses financieros y de sus socios, medios de prensa, ideólogos y magnates con suficiente influencia política para asegurarse más rentas con menos pago de impuestos: difícilmente pueda haber un círculo más vicioso. De hecho, el peor peligro que se nos presenta ahora no es ni la deuda pública ni la inflación, sino que se produzca una espiral económica descendente cada vez más difícil de revertir (sic).

(Septiembre 2011) No se ha lidiado con los riesgos que amenazaban con congelar a la economía mundial hace apenas tres años. Lo único que se ha hecho es obligar a los Estados a asumirlos… No importa qué digan los políticos sobre la necesidad de frenar el déficit, deudas de la magnitud de las que se han incurrido no pueden ser pagadas. Es casi seguro que lo que harán es manejarlas recurriendo a la inflación, un proceso que está abocado a ser muy doloroso y empobrecedor para muchos.

(Septiembre 2011) El economista Jeffrey Sachs ataca en un artículo en el Financial Times a la clase política europea y estadounidense, y les acusa de tener una fallida estrategia económica y una ausencia de liderazgo que han provocado el colapso de la confianza del mercado en sus economías. El problema es que no han sabido diagnosticar el verdadero problema al que se enfrentan: la globalización.

(Octubre 2011) La iniciativa de la UE pretende promover inversiones por valor de 700.000 millones en transporte y energía y 330.000 en tecnología, en plena sequía del crédito a las empresas.

(Octubre 2011) A pesar de todos los aplausos al último acuerdo de Europa sobre la crisis de deuda, aumentan las preocupaciones de que no tenga éxito sin un mayor crecimiento económico.

(Noviembre 2011) Cuando les pedimos a los políticos que expliquen estos lamentables resultados, responden al unísono: "Esto no ocurre por culpa nuestra". La recuperación, canta el estribillo, se ha "descarrilado" por la crisis de la eurozona. Pero esto se dice para marear a la perdiz. La crisis de la eurozona no descarriló la recuperación; esta crisis es el resultado de una falta de recuperación. Es el resultado natural y predecible, y (por muchos) pronosticado de la política deliberada de los principales países europeos para reprimir la demanda agregada (sic).

(Diciembre 2011) Los gobiernos de varios países desarrollados deberían considerar crear impuestos que graven el patrimonio y los bienes inmuebles, o incrementar los ya existentes, en el marco del conjunto de medidas pensadas para detener y revertir la creciente desigualdad de rentas, dijo el 5/12 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

El arte de las nebulosas (¿volver a creer?)

Cuando uno lee que para encontrar "alegrías" en la bolsa hay que olvidar las plazas de renombre: Venezuela, Mongolia y Panamá son los países con mejor evolución (Cinco Días – 1/1/12), no sabe si reír o llorar.

El índice principal de la Bolsa de Caracas (el único que hay) sube casi un 80% en lo que va de año, lo que convierte a este parqué en el más rentable del mundo, según el listado de plazas mundiales seguidas por Bloomberg.

La segunda de la lista está en un continente muy lejano, es Mongolia la que se lleva este honor. Con una inflación hasta cierto punto contenida (al menos según la estimación oficial y muy lejos de las subidas de mitad de década) y una tasa de crecimiento más que saludable, el índice MSE Top 20 ha vivido en 2011 en la cresta de la ola y ha experimentado una revalorización cercana al 47%.

Por último llega Panamá para cerrar el podio. Muy lejos de Venezuela, pero con una tasa que sería la envidia de cualquier país europeo, el mercado panameño ha seguido disfrutando de la estabilidad del país, del impacto del turismo y de la inversión exterior. ¿Resultado? Los inversores del índice general de la Bolsa de Panamá ganan un 30% en el año.

Entre las alegrías, muy poco más. La Bolsa de Islandia también cierra el año con ganancias, pero son mínimas, nada que ver con las revalorizaciones de Venezuela o Mongolia. Jamaica y Tanzania se llevan una subida anual superior al 10%, lo que no es poco dado el panorama, y algún índice sectorial de países también rompe la tendencia.

Creo que la "manada" debería seguir (también) a la bolsa de Zimbabue… puede dar la sorpresa (muchas alegrías)… les faltó decir.

¿Ustedes creen que es normal? ¿Ustedes creen que es serio? ¿Ustedes, finalmente, están dispuestos a "volver a creer" a estos "truhanes?

Pues estos "trileros" siguen orientando las inversiones, repartiendo el pan y la sal, dando cátedra, revelando la verdad absoluta, en definitiva… "arreando la manada".

Y lo peor es que son los mismos asesores, analistas, consejeros, gurús y escribas (mercenarios) que promovieron, facilitaron, gestaron, potenciaron, distribuyeron y centrifugaron la crisis financiera que aún (4 años después) padecemos.

Los mismos que vendieron esos lindos paquetitos de mierda (titulizaciones), "made in USA", a unos desprevenidos ahorristas europeos y asiáticos, que un día descubrieron que eran poseedores de una parte proporcional de créditos hipotecarios subprime (eufemismo que utilizaron para decir "incobrables") y habían perdido todos sus ahorros.

Los mismos que vendieron los "productos financieros" de Madoff, los mismos que distribuyeron los "valores negociables" de Lehman, los mismos que intoxicaron a los incautos inversores con su sopa de letras (hedge funds, ETF, CDS, OTC, derivados, warrants, rehipotecas, participaciones preferentes, obligaciones convertibles, productos estructurados, contratos financieros atípicos…) inentendible, indigerible y letal.

Los mismos que apalancaron sus apuestas, en el casino de la bolsa, con el dinero ajeno y transformaron (por arte de magia especulativa y complicidad de los organismos de control) sus ganancias en privadas (bonus) y sus pérdidas en públicas (rescates).

Demasiados "modelos matemáticos" (simulación) y pocos modelos éticos y morales (testimonios). Un viaje a ninguna parte emprendido por una economía basada en burbujas (tecnológica, inmobiliaria, financiera…), humo, nubes, y apuestas de casino. Altísimos grados de manipulación especulativa en beneficio de selectas minorías inversionistas.

La única y verdadera "percepción" de los contribuyentes, que no de los mercados, es de una total falta de "solvencia" del sector financiero (la de "liquidez" se da por descartada), de los bancos centrales (controladores) y del sector gubernamental (legisladores).

¿Qué aumenta más la "prima de riesgo": los bancos quebrados, los gobiernos manirrotos (y corruptos), o la "inflexibilidad" del mercado de trabajo, la deuda proyectada de las pensiones, el gasto sanitario o educativo? Por favor, no jodamos, no sean cínicos e hipócritas (que va de suyo), sino además, crueles, siniestros, inhumanos, despiadados, insensibles, indiferentes y necios (hasta extremos criminales).

¿Por qué no compensar un poco (aunque sea un poco) los esfuerzos "históricos" que se piden a la población?

Tal vez sólo se trate de que los que van al casino "jueguen" con el dinero propio y no necesiten del dinero público (del estado de bienestar) para recuperarse (rescatarse) de las "malas manos" (¿is it clear enough?).

Wanted: banqueros y políticos (la ira de Dios). ¿Ha pedido perdón alguno de los miembros del "crimen (político-financiero) organizado"? ¿ha demostrado propósito de enmienda? ¿ha devuelto el dinero mal habido?… ¿Cuántos han sido imputados? ¿cuántos han sido juzgados? ¿cuántos han sido condenados por la justicia?

Si permanecen al "mando" las mismas "serpientes encantadoras de hombres"… deberemos dar por buena la socialización de la miseria… la involución permanente…

Buscando otro destino posible (algo en lo que creer)

Como decía Keynes: "cuando se supera lo previsto, ocurre lo imprevisto". Plagiando a Keynes: "en el largo plazo todos muertos"… sin crecimiento estamos todos muertos.

Austeridad… crecimiento… ¿y la eficiencia?… ¿a quién interesa? tanto del sector privado (bancos, empresas…), como el sector público (gobiernos, autonomías, ayuntamientos, empresas públicas…)… al final, siempre se "jode" el contribuyente.

Poner límites al gasto no significa dar por buenos todos los remedios del curandero (sospechoso de parcialidad, connivencia y complicidad).

El ajuste infinito nos lleva a una recesión de profundidad incalculable. Esta política como única opción viene impuesta desde los mismos centros de decisión en los que se gestó la crisis. La única manera de reducir la deuda de un país (que no sea mediante una moratoria) es conseguir que su economía crezca.

La "austeridad expansionista" es una falacia, como lo es la "economía de la filtración", como lo fue el "conservadurismo compasivo".

Se cree que tal reducción del déficit permitirá que el gobierno pida prestado dinero con costos menores de los que pudiera de otra forma conseguir, esto, consecuentemente, reduce las tasas de interés para los prestatarios privados, lo que a su vez debe impulsar la actividad económica. De esta forma se llega a la conclusión que la consolidación fiscal es el gran y soberbio camino a la recuperación económica.

Esta doctrina, que es la doctrina oficial de los países más desarrollados en la actualidad, contiene al menos cinco falacias importantes (en opinión de Robert Skidelsky, miembro de la Cámara de los Lores británica, profesor emérito de Economía Política en la Universidad Warwick), que pasan desapercibidas debido a que la narrativa es muy plausible

En primer lugar, los gobiernos, a diferencia de los particulares, no tienen que "pagar" sus deudas.

En segundo lugar, reducir deliberadamente el déficit no es el mejor camino para que un gobierno equilibre sus libros de contabilidad.

En tercer lugar, la deuda nacional no es una carga neta de las generaciones futuras.

En cuarto lugar, no hay ninguna conexión entre el tamaño de la deuda nacional y el precio que el gobierno debe pagar para financiarla.

Por último, los bajos costos de los préstamos para los gobiernos no reducen automáticamente el costo del capital para el sector privado.

No es un tema de flexibilización del mercado de trabajo lo que ayuda a la contratación, sino que las empresas contratarían más trabajadores si no hubiera tanta "incertidumbre". La liberalización del mercado de trabajo es a veces aprovechada para recortar sueldos, y esta política sólo agrava el problema en un contexto de crisis, ya que las personas no consumen.

Respecto a la flexibilidad laboral, Joseph Stiglitz (18/1/12) pone como ejemplo a EEUU, que con un mercado de trabajo desregulado "no resolvió el problema de esta crisis" y, de hecho, funcionó "peor durante la recesión que Alemania y otros países con más protección social".

El reputado economista, Premio Nobel de Economía en 2001, considera recomendable que Europa mejore la flexibilidad laboral, pero alerta de sus efectos perniciosos si se utiliza para bajar salarios.

Temas para la reflexión (y el cambio)

El colapso económico mundial de 2007-2008 desacreditó la economía de las "expectativas racionales" (a pesar de que sus "sumos sacerdotes" aún no lo reconocen) y trajo a Keynes y Hayek nuevamente a una contienda póstuma. Los problemas no han cambiado mucho desde que iniciaran su discusión en la Gran Depresión de la década de 1930. ¿Qué causa el colapso de las economías de mercado? ¿Cuál es la respuesta correcta a un colapso? ¿Cuál es la mejor manera de evitar colapsos futuros?

1. La idea de que los mercados se autorregulan recibió un golpe mortal en la reciente crisis financiera y se la debería enterrar de una vez por todas. Los mercados requieren que otras instituciones sociales los respalden.

2. Para el futuro previsible, la gobernancia democrática quizá se organice básicamente dentro de comunidades políticas nacionales. El estado nacional vive, si no del todo bien, y sigue siendo esencialmente la mejor alternativa. La búsqueda de gobernancia global es algo absurdo.

3. Prosperidad pluralista. Reconocer que la infraestructura institucional medular de la economía global debe construirse a nivel nacional libera a los países para desarrollar las instituciones que más les convienen.

4. Los países tienen derecho a proteger sus propias regulaciones e instituciones. Los principios previos pueden parecer inocuos. Pero conllevan fuertes implicancias que chocan con la opinión general de los defensores de la globalización.

5. Los países no tienen derecho a imponerles sus instituciones a los demás. Utilizar restricciones al comercio o a las finanzas transfronterizos para defender valores y regulaciones en casa es muy diferente de usarlas para imponer esos valores y regulaciones a otros países. Las reglas de la globalización no deberían obligar a norteamericanos o europeos a consumir bienes que son producidos con métodos que la mayoría de los ciudadanos en esos países consideran inaceptables.

6. Los acuerdos económicos internacionales deben establecer reglas para administrar la interacción entre instituciones nacionales. Basarse en los estados nacionales para que proporcionen las funciones de gobernancia esenciales de la economía mundial no implica que debamos abandonar las reglas internacionales.

7. Los países no democráticos no pueden contar con los mismos derechos y privilegios en el orden económico internacional que las democracias.

Dice Dani Rodrik (profesor de Economía Política en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard y autor de One Economics, Many Recipes: Globalization, Institutions, and Economic Growth), que estos son los principios que los arquitectos del próximo orden económico global deberían aceptar. Más importante aún, deberían comprender la máxima paradoja que cada uno de estos principios resalta: la globalización funciona mejor cuando no se la empuja demasiado lejos…

Por lo tanto, deberíamos aceptar que los países puedan propugnar reglas nacionales -políticas fiscales, regulaciones financieras, normas laborales o leyes de salud y seguridad de los consumidores- y que puedan hacerlo levantando barreras en la frontera si fuera necesario, cuando el comercio ostensiblemente amenaza las prácticas domésticas que cuentan con un amplio respaldo popular. Si los impulsores de la globalización tienen razón, el clamor por protección no cundirá por falta de evidencia o apoyo. Si están equivocados, habrá una válvula de seguridad destinada a asegurar que los valores en pugna -los beneficios de economías abiertas frente a los réditos derivados de implementar regulaciones domésticas- sean escuchados de manera apropiada en los debates públicos.

Nunca se debe pensar que un aumento de las desigualdades sociales es el precio inevitable del crecimiento acelerado, y no se debe considerar que las condiciones más igualitarias en materia de educación, salud y género, sean reformas de "segunda etapa". Una estrategia de desarrollo que promueva primero el crecimiento y después se ocupe de la miseria no es sostenible. Las políticas orientadas a lograr una redistribución más eficiente no tienen por qué obstaculizar el crecimiento en sí.

La teoría de la ventaja comparativa, planteada dos siglos atrás por el economista británico David Ricardo, postula que los países prosperan concentrándose en lo que hacen mejor y comerciando con otros países que tienen fortalezas diferentes. Pero en medio del aumento pronunciado en las importaciones baratas en la última década, algunos economistas prominentes han puesto en entredicho ese punto de vista.

En un artículo de 2004, Paul Samuelson, difunto ganador del premio Nobel, argumentó que aunque el comercio puede beneficiar a algunos estadounidenses, lo hace "diezmando" los salarios de obreros fabriles. Alan Blinder, economista de la Universidad de Princeton y ex vicepresidente de la junta de la Reserva Federal -otrora adalid del libre comercio– ha argumentado en años recientes que la creciente tercerización por parte de firmas de EEUU a países de bajos salarios pone en riesgo millones de empleos estadounidenses.

Michael Spence, economista de la Universidad de Nueva York galardonado con el Nobel, dijo que el reciente descubrimiento refleja cómo las teorías prevalentes sobre el comercio son insuficientes para comprender el ritmo desenfrenado de China y otras economías en vía de desarrollo. Y como el mundo nunca ha experimentado el crecimiento tan rápido de países tan grandes, la historia no sirve mucho de guía. "No es que podamos mirar al pasado y preguntarnos qué ocurrió la última vez que pasó esto, porque no hubo una última vez", agregó.

Muchos estadounidenses creen que las importaciones chinas de bajo precio aniquilan empleos fabriles en Estados Unidos. La mayoría de los economistas dicen que los beneficios del comercio superan por mucho sus costos (The Wall Street Journal – 27/9/11).

Pero nuevas investigaciones sugieren que el daño a EEUU ha sido más profundo de lo que estos economistas han supuesto. El estudio, llevado a cabo por un equipo de tres economistas, no pone en entredicho el punto de vista tradicional de que el comercio en última instancia es bueno para la economía. Los trabajadores que pierden empleos terminan por encontrar una nueva ocupación o se jubilan, mientras se mantienen los beneficios del comercio, como los menores precios. El problema es la velocidad a la que China se ha erigido como exportador, la cual ha abrumado el proceso normal de adaptación.

El estudio dio una calificación a cada condado de EEUU de acuerdo con la exposición de sus productores fabriles a la competencia de China, y reveló que las regiones más expuestas a China no sólo tendían a perder más empleos manufactureros, sino que también experimentaban una caída general del empleo. Las áreas con mayor exposición también tuvieron mayores aumentos en la cantidad de trabajadores que recibían seguro de desempleo, cupones para comida y pagos por discapacidad.

Los autores calculan que el costo para la economía derivado de los mayores pagos gubernamentales representa de un tercio a dos tercios de las ganancias del comercio con China. En otras palabras, una gran proporción de las formas en que el comercio con China ha ayudado a EEUU -como el suministro de bienes económicos chinos a los consumidores- se han eliminado.

Y ese cálculo no incluye las pérdidas económicas experimentadas por personas que perdieron sus empleos.

"Hay enormes costos de ajuste para las comunidades locales que fueron mucho peores de lo que la gente creía", dijo David Autor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, quien llevo a cabo el estudio con Gordon Hanson de la Universidad de California en San Diego, y David Dorn, del Centro de Estudios Monetarios y Financieros, de Madrid. Si bien Autor, quien se especializa en mercados laborales, recibe financiamiento de la Fundación Nacional de la Ciencia, la investigación se llevó a cabo independientemente de cualquier grupo de interés.

Debido a que el aumento pronunciado en bienes de China ha inundado el crecimiento de importaciones provenientes de otros países de bajos salarios, los investigadores se concentraron en las importaciones chinas. Estudiaron 722 conjuntos de condados interrelacionados que cubren todo EEUU. Algunas comunidades estaban más expuestas a China, porque producían pequeños electrodomésticos de los cuales se incrementado marcadamente las importaciones chinas. Otras regiones estaban concentradas en industrias como maquinaria pesada, donde la competencia china ha crecido más lentamente.

Según un patrón discernible, a las zonas donde las fábricas estaban más expuestas a las importaciones chinas les iba peor que a las menos expuestas. Entre 2000 y 2007, una comunidad en el percentil 75 -una con una mayor exposición al crecimiento de importaciones chinas que el 75% de todas las comunidades- experimentó un descenso del empleo 1,1 puntos porcentuales superior al de las comunidades en el percentil 25.

La pérdida de empleos fabriles era apenas el comienzo. Las zonas con alta exposición tendían a experimentar un empeoramiento de los empleos no manufactureros con respecto a las zonas de baja exposición. Con menos trabajos fabriles de alta remuneración que apuntalen la economía local, y un creciente grupo de ex obreros industriales que se incorporan al mercado laboral, los salarios no fabriles en las zonas de alta exposición eran mucho más bajos.

Los economistas también descubrieron que la mayor exposición a las importaciones chinas llevó a mayores incrementos en el seguro de desempleo, cupones de comida, pagos por discapacidad y otros beneficios gubernamentales. Todo ello suma grandes pérdidas, dijeron, porque los mayores impuestos que el gobierno debe recaudar para pagar por beneficios, y la manera en que los beneficios reducen el incentivo de trabajar de la gente, hacen que la economía sea menos eficiente.

Douglas Irwin, economista de Dartmouth College, dijo que la nueva investigación pinta un cuadro demasiado oscuro. Hay importantes beneficios del comercio que no han sido incorporados, dice, porque nadie aún ha concebido la manera de medirlos. Por ejemplo, los países productores de materias primas a los cuales exporta EEUU han sido impulsados por el crecimiento de China, creando una mayor demanda en aquellos países por los bienes de EEUU. "Pero si tuvimos más exportaciones de equipos pesados (de Caterpillar) a Australia, eso no se está midiendo" como un beneficio del comercio con China, dice.

Los propios economistas se vieron sorprendidos por los resultados. La investigación que Hanson realizó en la década de 1990, basada en datos anteriores a que China se convirtiera en un actor mundial, sugerían que el efecto del comercio en el mercado laboral de EEUU era pequeño. "Con el estudio de China, no preveía que una docena de años podía causar una diferencia tan grande en materia de mayor impacto cuantitativo del comercio", dijo Hanson.

Marx tenía razón cuando sostuvo que cuando la globalización y la intermediación financiera se desbocan, y la redistribución de los ingresos y la riqueza del trabajo al capital se limitan, pueden provocar la autodestrucción del capitalismo. Pero sólo la tenía en parte porque su opinión de que el socialismo era un sistema económico mejor que el capitalismo resultó ser totalmente errónea.

Examinando un futuro en el que el mercado permea todas las esquinas de la vida, Marx escribió en el Manifiesto Comunista: "todo lo que es sólido se desvanece en el aire". Para alguien que vivió en la Inglaterra victoriana temprana -el Manifiesto fue publicado en 1848- era una observación asombrosamente visionaria. En esa época, nada parecía más sólido que la sociedad en cuyos márgenes vivía Marx.

Un siglo y medio más tarde, vivimos en el mundo que él anticipó, en el cual la vida de todos es experimental y provisional, y la ruina súbita puede llegar en cualquier momento. Un pequeño puñado de gente ha acumulado vastas riquezas pero incluso eso tiene una cualidad de evanescente, casi fantasmal.

Veamos ahora, como nos relata el FMI, los "sucesos" económicos del año 2012.

La intensificación de las tensiones financieras (el retorno de la bestia)

Fondo Monetario Internacional

Informe sobre la estabilidad financiera internacional (Informe GFSR), Julio 2012

(Partes más destacadas del Informe)

Riesgos financieros intensos: Ha llegado el momento de actuar

Los riesgos para la estabilidad financiera han aumentado desde la edición de abril de 2012 del Informe sobre la estabilidad financiera mundial (Informe GFSR). Los rendimientos de los bonos soberanos en el sur de Europa han registrado marcadas subidas a medida que seguía erosionándose la base de inversionistas. Las fuertes presiones de financiamiento y de los mercados acarrean el riesgo de nuevas contracciones del crédito en las economías de la periferia de la zona del euro. Las medidas acordadas en la reciente cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) representan pasos importantes hacia la resolución de la crisis inmediata. Al margen de las políticas de apoyo monetario y de liquidez, se debe dar prioridad a la aplicación oportuna de las medidas recientemente acordadas, que deben ir acompañadas de mayores avances en lo que se refiere a las uniones bancaria y fiscal. Hay que despejar sin demora las incertidumbres en torno a la calidad de los activos en los balances de los bancos, con inyecciones de capital y reestructuraciones cuando sea necesario. Las perspectivas de crecimiento también se han deteriorado en otras economías avanzadas y mercados emergentes, que han visto cómo se reducía su capacidad para hacer frente a los efectos de contagio derivados de la crisis de la zona del euro, o para subsanar sus propias vulnerabilidades fiscales y financieras. Las incertidumbres en torno a las perspectivas fiscales y al tope de la deuda federal de Estados Unidos representan un riesgo latente para la estabilidad financiera.

El repunte de los mercados se vio interrumpido por un recrudecimiento de las presiones de financiamiento soberano.

Las decisivas medidas de política que adoptaron a finales de 2011 las autoridades europeas permitieron ganar un tiempo valioso para sanear los balances de los bancos y las entidades soberanas. Las operaciones de financiación a un plazo más largo de tres años ofrecidas por el Banco Central Europeo (BCE) aliviaron las presiones de financiamiento y propiciaron un repunte generalizado en los mercados de activos. Sin embargo, ese repunte resultó ser efímero, dada la creciente intranquilidad acerca de la solidez de la economía mundial. La persistente incertidumbre en cuanto a las políticas tras las elecciones celebradas en Grecia a comienzos de mayo exacerbó las presiones (gráfico 1). La aversión al riesgo aumentó drásticamente, en medio de crecientes temores ante la posibilidad de que Grecia abandone la zona del euro y de mayores inquietudes acerca de la salud del sistema bancario de España.

Las condiciones de los mercados se deterioraron considerablemente en mayo y junio, y los indicadores de tensión de los mercados financieros retornaron a los niveles registrados durante los peores momentos de noviembre del año pasado, y en algunos casos los rebasaron. La volatilidad en los principales mercados de acciones y de divisas alcanzó niveles máximos en 2012, y la mayoría de los mercados de acciones cedieron el terreno ganado a comienzos de ese año.

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Los rendimientos de la deuda soberana en los países de la periferia aumentaron acusadamente al restringirse el acceso a los mercados debido a las renovadas inquietudes acerca del crecimiento económico y la salud de los bancos (gráfico 2).

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Las operaciones de financiación a un plazo más largo de tres años ayudaron a apuntalar la demanda de títulos de deuda soberana de economías de la periferia, pero ese efecto positivo ha menguado. Las salidas de capitales privados continúan minando la base de inversionistas extranjeros en Italia y España (gráfico 3).

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El vuelco hacia inversiones en activos seguros produjo un colapso de los rendimientos de los bonos públicos en Estados Unidos, Alemania y Suiza, e impulsó al dólar estadounidense hacia su nivel más alto en 20 meses frente a las principales divisas. Los flujos en busca de un refugio seguro hicieron que los rendimientos de los bonos públicos japoneses descendieran casi a mínimos históricos, y la apreciación del yen representa un factor desfavorable para la recuperación económica. Dentro de la UE, Suecia y Dinamarca también han proporcionado refugios seguros. La creciente aversión al riesgo contribuyó al debilitamiento de la confianza en las economías emergentes, en medio de mayores dudas sobre su capacidad para corregir sus propias vulnerabilidades, sobre todo en vista de su menor margen de maniobra para la aplicación de políticas y el deterioro de las perspectivas mundiales.

A finales de junio, los dirigentes europeos acordaron dar importantes pasos para abordar la crisis en lo inmediato. El acuerdo, si se ejecuta plenamente, ayudará a romper las interacciones negativas entre las entidades soberanas y los bancos y a establecer una unión bancaria. En concreto, una vez que se establezca un mecanismo único de supervisión para los bancos de la zona del euro -las decisiones clave se tomarán a finales de 2012- el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) quizá podría recapitalizar los bancos directamente. Además, la asistencia del MEDE no tendrá preferencia de cobro en el caso de España. Tras una recuperación transitoria, los rendimientos de los bonos españoles e italianos han vuelto a deteriorarse en un entorno de condiciones de negociación volátiles, dado que los participantes del mercado tienen centrada su atención en los riesgos de implementación y en la necesidad de tomar medidas de mayor alcance para lograr la distribución del riesgo a escala paneuropea.

Las tensiones en los mercados de financiamiento de la UE se han intensificado y las presiones de desapalancamiento permanecen en niveles elevados

Pese a la amplia liquidez proporcionada por las operaciones de financiación del BCE, las condiciones de financiamiento para muchos bancos y muchas empresas de las economías de la periferia de la zona se han deteriorado. Las condiciones interbancarias siguen sometidas a tensiones, con una actividad muy limitada en los mercados de operaciones a plazo sin garantía, y con la liquidez acaparada por los bancos de las economías en el núcleo de la zona del euro. Las emisiones de bonos de los bancos se han desplomado, con escasa demanda de los inversionistas incluso cuando se ofrecen tasas de interés más altas. Los bancos en la periferia de la zona del euro han tenido que recurrir al BCE para reemplazar el apoyo financiero que perdieron al agotarse el financiamiento mayorista transfronterizo y continuar el retiro de depósitos

El crecimiento en el sector de crédito al sector privado en la zona del euro ha sido muy dispar. El crédito se ha contraído en Grecia, España, Portugal e Irlanda, mientras que ha permanecido más estable en algunos países del núcleo de la zona. Según datos de encuestas sobre las condiciones de préstamo de los bancos, la oferta de crédito sigue siendo limitada, aunque menos escasa que a finales de 2011; pero la demanda también ha decaído últimamente. El desapalancamiento también es motivo de preocupación para muchas empresas en las economías de la periferia, en vista de su dependencia histórica del financiamiento bancario y del riesgo de que las rebajas de las calificaciones crediticias y el menor interés de los inversionistas puedan elevar los costos de endeudamiento, incluso en el caso de los emisores de crédito de alta calidad.

Las rebajas de las calificaciones de los bancos han creado perspectivas de aumento de los costos de financiamiento para muchos bancos. La agencia Moody"s rebajó recientemente la calificación de 15 bancos europeos y estadounidenses con importantes operaciones en los mercados de capitales. Las rebajas de las calificaciones reflejan preocupaciones acerca de una menor rentabilidad de estas instituciones a largo plazo debido a los riesgos inherentes de sus actividades en los mercados de capitales, a las difíciles condiciones de financiamiento y a requisitos regulatorios más estrictos…

Las medidas para estabilizar el sistema bancario español aún no logran restablecer la confianza del mercado.

Las preocupaciones con respecto a las necesidades de recapitalización del sistema bancario español han provocado fuertes caídas en los mercados accionarios (gráfico 4). Los costos de financiamiento al por mayor de los bancos españoles también han retornado a los máximos registrados a finales de 2011, tanto para los bonos con cobertura como para la deuda sin garantía.

La solicitud de asistencia externa que realizó España el 10 de junio para apoyar su sistema bancario interno tranquilizó poco a los inversionistas. Si bien ese pedido proporciona un apoyo necesario para reestructurar algunos segmentos del sector bancario, la respuesta inicial del mercado fue adversa debido a la falta de un programa integral para la reestructuración del sistema bancario y la falta de información sobre los detalles del préstamo. A algunos participantes del mercado también expresaron preocupación por la posibilidad de que el apoyo, brindado mediante un préstamo a la entidad soberana, pudiera constituir un crédito con mayor preferencia que el conferido a los actuales tenedores de deuda pública española. La decisión tomada durante la cumbre de dirigentes de la UE a finales de junio, en el sentido de que el apoyo financiero podría consistir en una recapitalización directa de los bancos y que no gozaría de derechos preferenciales, ayudó a aliviar algunas de estas inquietudes.

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La elaboración de un plan integral de políticas para el logro de una solución paneuropea sigue siendo una labor en curso

Las medidas anunciadas durante la cumbre de dirigentes europeos celebrada en junio son pasos que conducen a la solución de la crisis inmediata. También son necesarios los siguientes pasos para afianzar estos avances en el corto plazo:

  • Las autoridades tienen que despejar la incertidumbre acerca de la calidad de los activos de los bancos y respaldar el fortalecimiento de los balances de los bancos. El capital o las estructuras de financiamiento de muchas instituciones bancarias siguen siendo débiles e insuficientes para restablecer la confianza del mercado. En ciertos casos es necesario recapitalizar y reestructurar los bancos, por ejemplo, mediante inyecciones directas de capital proveniente del MEDE en bancos débiles pero viables una vez que se haya establecido el mecanismo único de supervisión.

  • Los países también tienen que cumplir sus compromisos previos en materia de políticas con respecto al saneamiento de sus finanzas públicas y la introducción de reformas estructurales de amplio alcance.

Las iniciativas recientes constituyen pasos en la dirección correcta que deberán complementarse, como está previsto, con mayores avances hacia una unión bancaria propiamente dicha y una integración financiera más profunda. Al poner en marcha el proceso encaminado a establecer un marco de supervisión unificado, la cumbre europea colocó la primera piedra de una unión bancaria. Pero hay que incorporar otros componentes necesarios, incluido un sistema paneuropeo de garantía de depósitos y un régimen de resolución bancaria con mecanismos de apoyo comunes. A más corto plazo, la implementación oportuna será esencial, y eso incluye la ratificación del MEDE por parte de todos los países miembros. Además, para complementar estas medidas sería útil contar con planes de integración fiscal, como lo prevé el informe de los "cuatro presidentes" presentado en la cumbre.

Las políticas de apoyo monetario y de liquidez también siguen siendo cruciales. El reciente recorte de la tasa de interés por parte del BCE es una medida acertada, pero hay margen para distender aún más la política monetaria. Las operaciones de financiación a plazo más largo ayudaron a reducir el costo de los préstamos interbancarios con y sin garantía para muchos bancos europeos, pero dichas operaciones por sí solas no son suficientes para restablecer la confianza de los inversionistas o para proporcionar una solución duradera. Si las condiciones económicas continúan deteriorándose, cabría recurrir a medidas no convencionales. Esto significa considerar medidas no habituales, como la reactivación del Programa para los Mercados de Valores (PMV), operaciones de financiación a plazo más largo adicionales con requisitos de garantía adecuados, o la introducción de algún tipo de expansión cuantitativa. Las nuevas reglas del BCE sobre activos de garantía han contribuido a aliviar las restricciones de liquidez, y se deben evitar cambios que establezcan reglas más rigurosas en materia de garantías.

Los riesgos que afectan a la estabilidad financiera mundial también están presentes en Estados Unidos.

Fuera de Europa, el precipicio fiscal al que se asoma Estados Unidos -la convergencia de la caducidad de los recortes de impuestos y los recortes automáticos del gasto que entran en vigor a finales de año- ha acaparado una mayor atención en las últimas semanas. Si no se toman medidas, el precipicio fiscal podría dar lugar a un ajuste fiscal equivalente a más de 4% del PIB.

A medida que se acerca el final del año y que crece la incertidumbre, otra arriesgada pugna política -similar a la registrada en agosto de 2011 durante el debate sobre el tope de endeudamiento de Estados Unidos- podría desencadenar una mayor volatilidad en el mercado…

Los mercados emergentes no se han librado del contagio, y también están haciendo frente a vulnerabilidades endógenas.

Los mercados emergentes están enfrentando condiciones externas sumamente inciertas que inciden en su desempeño económico. A comienzos de este año, las autoridades de varias economías emergentes aún estaban preocupadas por la afluencia de capitales a gran escala y la apreciación excesiva de sus monedas. Estos temores han dado paso a preocupaciones con respecto a depreciaciones demasiado rápidas y aumentos de la volatilidad, ya que algunas monedas, como el real brasileño y la rupia india, se depreciaron entre 15% y 25% en menos de un trimestre.

Los mercados de acciones en las economías emergentes repuntaron con fuerza en los primeros dos meses de 2012, pero desde entonces han cedido buena parte del terreno ganado (gráfico 5). En comparación con los flujos de inversión en acciones, la salida de inversiones en bonos de los mercados locales ha sido mínima. De hecho, muchos inversionistas extranjeros en bonos han optado por protegerse del riesgo cambiario en forma selectiva en lugar de retirarse de los mercados. Esta dinámica ha ayudado a fijar un nivel mínimo para los precios de los bonos durante períodos de mayor aversión al riesgo a escala mundial. Sin embargo, si se produjeran salidas considerables de inversiones en bonos, los rendimientos de los bonos podrían dispararse y desestabilizar los mercados internos. En ese caso, los países quizá tengan que recurrir en mayor medida a la flexibilidad de los tipos de cambio, hacer un mayor uso de las reservas de divisas o adoptar otras medidas de política para contrarrestar las condiciones desordenadas que surjan en los mercados.

Los participantes del mercado también están preocupados por la desaceleración del crecimiento interno, que podría erosionar la rentabilidad de los bancos y plantear algunos riesgos para la estabilidad financiera, por ejemplo en Brasil, China e India. La incertidumbre acerca de las valoraciones de los activos y el crecimiento económico ha generado presión sobre las acciones de los bancos en meses recientes. La demanda de crédito se ha reducido en varios países, incluso en los que ha estado disponible el crédito apoyado por el gobierno.

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Diferencias notables entre las regiones.

Europa central y oriental son las regiones más expuestas a la zona del euro y podrían verse desproporcionadamente afectadas si se acelerara la retracción del financiamiento bancario o del flujo de capitales hacia inversiones de cartera. Asia parece estar mejor protegida contra la crisis de la zona del euro, gracias a los limitados vínculos financieros directos y a cuantiosas reservas de divisasEn Brasil, el banco central ha rebajado la tasa de interés de política monetaria a mínimos sin precedentes para contrarrestar una acusada desaceleración de la economía real. También se han revocado algunas de las medidas regulatorias adoptadas en 2011 para frenar las entradas de capital y el crecimiento del crédito de consumo.

Las autoridades de los mercados emergentes también enfrentan desafíos.

Muchos países de mercados emergentes aún disponen de margen de maniobra para aplicar una política monetaria más laxa a fin de responder a los fuertes shocks negativos internos y externos, en tanto que el estímulo fiscal sigue siendo una segunda línea de defensa para varios países en el caso de que el crecimiento sufra un shock importante. La inflación permanece en general dentro de los rangos fijados como meta, lo cual indica que las tasas de interés podrían recortarse aún más si los shocks fuertes se materializaran. Muchos países de economías emergentes que disponen de margen de maniobra para aplicar políticas contra los shocks deberían aprovechar esta etapa para seguir reconstituyendo las reservas para la aplicación de políticas, dada la solidez de los precios de las materias primas y las aún favorables condiciones de liquidez. En cambio, un fuerte estímulo al crédito inducido mediante políticas podría ser menos eficaz, y sin duda menos conveniente, que en 2008/9. Frente a otras economías emergentes, las de mayor tamaño como Brasil, China e India se han beneficiado del sólido crecimiento del crédito en los últimos años, y se encuentran en las etapas más avanzadas del ciclo crediticio. Una expansión significativa del crédito en las actuales circunstancias agravaría las preocupaciones con respecto a la calidad de los activos y podría socavar el crecimiento del PIB y la estabilidad financiera en los próximos años.

Para las autoridades, la actual coyuntura plantea importantes desafíos. Los temores persistentes de un duro shock a la baja han hecho que en muchos países de mercados emergentes se mantengan políticas acomodaticias, que a la larga podrían dar origen a nuevos desequilibrios y amenazas contra la estabilidad financiera. Los bajos niveles de las tasas de interés crean un incentivo para acumular deuda, y al mismo tiempo elevan los precios de los activos. En unas pocas economías emergentes grandes (India, Rusia, Turquía), el espacio fiscal se está recuperando a un ritmo más lento de lo adecuado. Se pueden aplicar políticas financieras menos austeras de lo que sería apropiado en economías emergentes que se encuentran en una etapa avanzada del ciclo crediticio. Si se materializara un fuerte shock a la baja, esta combinación de factores de vulnerabilidad podría pasar rápidamente a primer plano, sometiendo la estabilidad financiera a una dura prueba.

El programa de reforma regulatoria ahora se centra en la formulación de reglas y la implementación, pero los avances han sido desiguales.

El enfoque básico del programa de reforma regulatoria ha pasado de la definición de normas a la formulación de reglas y la implementación. Unos pocos países del G-20 (Arabia Saudita, India, Japón) ya han anunciado las reglas finales para implementar las normas de Basilea III a partir de comienzos de 2013, pero la mayoría del resto de países aún están en la etapa de redacción o consulta. La UE se aproximó más a la adopción de una regla final cuando el Consejo Europeo acordó una solución negociada con respecto a la Directiva sobre los requisitos de capital IV (DRC IV). Las autoridades estadounidenses emitieron una regla final que introduce normas de capital estrechamente alineadas con las de Basilea 2.5 a partir de enero de 2013, y sometieron a consulta las reglas para incorporar en su marco regulatorio las normas de capital de Basilea III.

Otros aspectos del programa de reforma aún están en evolución, y su implementación ha sido irregular. En lo que se refiere a los instrumentos derivados extrabursátiles, todas las jurisdicciones y todos los mercados tienen que dar pasos decididos para lograr reformas plenas del mercado en la mayor cantidad de ámbitos que sea posible, a más tardar dentro del plazo de finales de 2012 fijado por los dirigentes del G-20. Específicamente, se deben trasladar todas las operaciones estándar en instrumentos derivados a bolsas o plataformas de negociación electrónicas, si corresponde, y realizar las operaciones de compensación a través de contrapartes centrales. Dada la creciente preocupación por la posibilidad de que las contrapartes centrales se conviertan en las nuevas instituciones financieras mundiales de importancia sistémica, ahora resulta más urgente definir y acordar los respectivos mecanismos de resolución. Los avances han sido lentos en la definición de los marcos de resolución en términos más generales, y muchas jurisdicciones aún no cuentan con las herramientas legales de resolución. En muchas jurisdicciones están en curso las reformas legales para armonizar los regímenes de resolución nacionales con las características clave de los regímenes de resolución eficaces establecidas por el Consejo de Estabilidad Financiera. El reciente proyecto de directiva de la Comisión Europea que establece un marco para la recuperación y resolución de las instituciones de crédito y las empresas de inversión constituye un importante avance. No obstante, la zona del euro aún necesita avanzar más hacia el establecimiento de un marco integrado de supervisión, gestión de crisis y resolución.

Fondo Monetario Internacional

Informe sobre la estabilidad financiera mundial (Informe GFSR), Octubre 2012

(Partes más destacadas del Informe)

El análisis publicado en este Informe sobre la estabilidad financiera mundial (Global Financial Stability Report, o GFSR) muestra que, a pesar de que recientemente la evolución de los mercados financieros ha sido favorable, los riesgos para la estabilidad financiera se han recrudecido desde la edición de abril de 2012 del informe, como lo demuestra el hecho de que la confianza en el sistema financiero mundial es muy frágil en este momento. Aunque los nuevos esfuerzos sustanciales realizados por las autoridades europeas han mitigado los temores más serios de los inversionistas, la crisis de la zona del euro sigue siendo la principal fuente de inquietudes. La percepción en cuanto a los riesgos extremos que podría desencadenar una redenominación a una nueva moneda ha llevado a replegar las exposiciones financieras privadas a los países de la periferia de la zona del euro. La fuga de capitales y la fragmentación del mercado resultantes socavan los cimientos mismos de la unión: mercados integrados y una política monetaria común eficaz.

Las operaciones extraordinarias de infusión de liquidez lanzadas por el Banco Central Europeo (BCE) alrededor de comienzos de 2012 mitigaron la presión para que los bancos se deshicieran de activos, pero esa presión aumentó nuevamente, acompañada de una creciente fragmentación del mercado. Posteriormente, la declaración realizada por el Presidente del BCE en julio, sumada a las medidas propuestas en septiembre por esta institución para incrementar la liquidez de respaldo y asegurar una transmisión adecuada de la política monetaria, fueron esenciales para abordar los temores más serios de los inversionistas, y los mercados volvieron a recuperarse. Esta edición del informe GFSR actualiza la información presentada en abril de 2012 y evalúa el impacto del desapalancamiento de los bancos en tres escenarios; a saber, escenario base, escenario de aplicación de políticas deficientes y escenario de aplicación de políticas cabales. Una de sus determinaciones es que ante las demoras en resolver la crisis se ha incrementado el volumen proyectado de reducción de los activos bancarios. La carga más pesada de las contracciones proyectadas de la oferta de crédito recaerá en los países de la periferia de la zona del euro, en los cuales las fuerzas combinadas del desapalancamiento de los bancos y las tensiones soberanas están generando vientos en contra muy fuertes para el sector empresarial.

En tanto que en la edición de abril de 2012 del informe GFSR se determinó que las autoridades de la zona del euro debían aprovechar los avances logrados y evitar nuevos reveses, en la presente edición del informe GFSR se concluye que lo que se necesita en este momento es más velocidad. Como se detalla en el capítulo 1, es necesario pasar al escenario de aplicación de políticas cabales para restablecer la confianza, revertir la fuga de capitales y reintegrar la zona del euro. Los elementos clave a nivel nacional consisten en implementar una consolidación fiscal oportuna y propicia para el crecimiento; realizar reformas estructurales encaminadas a reducir los desequilibrios externos y promover el crecimiento; y llevar a término el saneamiento del sector bancario, entre otras cosas mediante nuevas medidas para recapitalizar o reestructurar los bancos viables cuando corresponda y proceder a la resolución de los bancos inviables.

A nivel de la zona del euro, estos esfuerzos nacionales deben estar respaldados por un financiamiento suficiente a los bancos a través del marco de liquidez establecido por el BCE. Fundamentalmente, un avance concreto hacia el establecimiento de una unión bancaria en la zona del euro contribuirá a quebrar el vínculo pernicioso entre entidades soberanas y bancos nacionales y a mejorar la supervisión. A más largo plazo, para que prospere la unión bancaria será necesaria una mancomunación de recursos suficiente para brindar un respaldo fiscal creíble a la autoridad de resolución de bancos y a un fondo común de garantía de depósitos.

La crisis que está atravesando la zona del euro ha llevado a los inversionistas a buscar refugios seguros en otras jurisdicciones, especialmente Estados Unidos y Japón. Si bien estos flujos han llevado los costos de financiamiento de los gobiernos a mínimos históricos, ambos países continúan enfrentando significativos desafíos fiscales, como se explica en el capítulo 2. En Estados Unidos, el inminente precipicio fiscal, el plazo que queda hasta alcanzar el tope de la deuda, y la incertidumbre que este suscita son los principales riesgos inmediatos. La dinámica insostenible de la deuda sigue siendo la inquietud más apremiante a mediano plazo. Japón se enfrenta a elevados déficits y niveles de deuda históricos, y la interdependencia entre los bancos y las entidades soberanas es cada vez mayor. En ambos países, es necesario programar los pasos necesarios hacia un ajuste fiscal a mediano plazo y ejecutarlos sin más demora. La lección principal que han dejado los últimos años es la necesidad de afrontar los desequilibrios mucho antes de que los mercados comiencen a inquietarse por la situación del crédito.

Las economías de mercados emergentes han resistido bien los shocks mundiales hasta el momento, pero deben prepararse para hacer frente a otras posibles oleadas de shocks y, al mismo tiempo, manejar una desaceleración del crecimiento que podría exacerbar los riesgos internos para la estabilidad financiera. Los mercados locales de bonos continúan atrayendo flujos en medio de la intensificación de la crisis de la zona del euro. En términos generales, muchos países de Europa central y oriental son los más vulnerables debido a las exposiciones directas a la zona del euro y a ciertas similitudes con los países de la periferia de la zona del euro. Asia y América Latina en general parecen tener mayor capacidad de resistencia, pero varias de sus principales economías son propensas a los riesgos que conlleva encontrarse en la última fase de un ciclo de crédito que incluyó un período prolongado de alza de precios de los bienes raíces y aumento de la deuda. Entre tanto, el margen para brindar nuevo estímulo mediante la política económica es algo limitado en varias economías, lo cual pone de relieve la necesidad de afrontar con habilidad los desafíos específicos de cada país.

La crisis ha dado lugar a una multitud de reformas regulatorias que buscan afianzar la seguridad del sistema financiero. El capítulo 3 contiene un informe preliminar elaborado para determinar si esas reformas están orientando debidamente al sector financiero para que adquiera ciertas características aconsejables; a saber, mercados e instituciones financieros más transparentes, menos complejos y menos apalancados. El análisis sugiere que, a pesar de haberse logrado algunos avances durante los cinco últimos años, los sistemas financieros no están mucho más cerca de tener esas características: aún son demasiado complejos, mantienen estrechas vinculaciones interbancarias a nivel interno, están demasiado concentrados, y no se ha resuelto la cuestión de las instituciones que son demasiado importantes para quebrar. Si bien la globalización financiera aún no ha sufrido ningún revés grave, a falta de políticas adecuadas, las economías aún son susceptibles a efectos de contagio transfronterizos perjudiciales. El progreso ha sido limitado en parte porque numerosas reformas regulatorias aún se encuentran en las primeras etapas de su implementación y en parte porque varias economías aún están aplicando medidas de intervención para hacer frente a la crisis; en consecuencia, se ha retrasado la puesta a cero del sistema financiero para poder imprimirle una trayectoria más segura. Aunque las reformas en curso probablemente afiancen la seguridad del sistema bancario con el correr del tiempo, en el capítulo se mencionan algunos ámbitos que aún requieren atención: 1) un diálogo mundial sobre las ventajas y las desventajas de las restricciones directas a las operaciones bancarias para abordar la cuestión de las instituciones que son demasiado importantes para quebrar, 2) mayor atención a los segmentos del sistema no bancario que pueden estar generando riesgos sistémicos, y 3) mayor avance de los planes de recuperación y resolución de instituciones grandes, sobre todo las que operan a escala internacional.

En el capítulo 4 se aborda la cuestión fundamental de si ciertos aspectos de la estructura financiera producen mejores resultados económicos. ¿Qué probabilidades hay de que las fuerzas que están transformando las estructuras financieras, como por ejemplo las reformas regulatorias, produzcan estructuras que respalden un crecimiento más fuerte y menos volátil y un sistema financiero más estable? Según este capítulo, hay algunas características estructurales que efectivamente están asociadas a mejores resultados, y otras, a una reducción del crecimiento y a un aumento de la volatilidad. En particular, las defensas financieras (tanto de capital como de liquidez) suelen estar asociadas a un mejor desempeño económico, mientras que algunos tipos de intermediación bancaria no tradicional están vinculados a resultados menos favorables. El análisis indica también que ciertas características positivas a veces se tornan negativas. Por ejemplo, algunos medios de conexión transfronteriza son beneficiosos la mayor parte del tiempo, pero si no se los maneja debidamente pueden actuar como conductos de transmisión de shocks desestabilizadores durante una crisis. En términos generales, el análisis debe interpretarse con cuidado, dado que está limitado por extensas lagunas en los datos y por la duración relativamente breve del período de muestra que incluye la crisis financiera mundial. En consecuencia, las conclusiones para la política económica pueden considerarse únicamente tentativas, pero dos se destacan: 1) como defensas financieras, el capital de alta calidad y los activos verdaderamente líquidos suelen mejorar el desempeño económico, y 2) es necesario manejar debidamente la interconectividad mundial de los bancos para aprovechar las ventajas de las actividades transfronterizas y, al mismo tiempo, limitar los efectos de contagio adversos durante una crisis…

Examen forense de la bancarrota: (Año 2013): el juego de alianzas

La "verdad" de la milanesa (nadie quiere pagar la cuenta)

(La "verdad" de la milanesa: supuesto conocimiento de una causa encubierta. (Del español milanesa: filete de carne empanado; el desplazamiento de significado se relaciona con la expresión consignada, que alude a un posible engaño respecto de la carne oculta) Diccionario etimológico del lunfardo – Oscar Conde – Taurus – 2004)

Antiterapia keynesiana (¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis) – Gods and Monsters (algunos cometarios finales, sin Copyright) (Octubre 2011)

Resulta sugerente que lo primero que se me ha cruzado por la mente al iniciar la redacción de este apartado haya sido el poema "Hombres necios que acusáis" de Sor Juana Inés de la Cruz (Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, Nepantla, 12 de noviembre de 1651-Ciudad de México, 17 de abril de 1695). Sabrán ustedes perdonar.

Probablemente, porque muchos de ustedes, en una desesperada huida hacia adelante, y faltos de otros argumentos más racionales (intelectuales, críticos y morales), han acusado al keynesianismo de ser el causante de los excesos de gasto público, olvidando (o intentando hacernos olvidar) que los mismos, fueron causados por la socialización de las pérdidas de la banca y el socorrismo liberticida practicado al sector financiero.

Lo que más me sorprende de ciertos (supuestos) liberales, es lo poco liberales que son. En realidad han descubierto, y aplican, un liberalismo "bipolar". No sólo han negado a Keynes (va de suyo), sino que han adulterado, tergiversado y malversado a Adam Smith (lo que ya es decir). Es lo que suele ocurrir con los liberales de mano única.

Cómo sino, justifican que se subvencione (palabra sacrílega en el manual liberal) a los bancos quebrados. Como toleran que se socialicen las pérdidas, que se estaticen las deudas, que se nacionalicen las entidades financieras… en fin, que se mantenga con respiración mecánica (dinero público) a la banca zombi. ¿Proteger timadores es liberal?

Cómo toleran, sin asesinar a Smith también (a Keynes, hace mucho que le han aplicado la inyección letal), que se hayan gastado 13 billones de dólares (de dinero público) en sostener a una banca especulativa, falaz, y transgresora, sin que se les caiga la cara de vergüenza. ¿Qué ha ocurrido con la "mano invisible"? ¿Dónde queda la "selección natural"? Por supuesto, ni hablar de "La teoría de los sentimientos morales" (Adam Smith). Han admitido que se pasara del círculo virtuoso al círculo vicioso de la riqueza.

¿Quién explica claramente las desventajas de la banca universal (riesgo sistémico)? ¿Quién dice la verdad sobre la trampa de la reserva fraccionaria? ¿Cuántos -más allá de Volcker- defienden la separación de la banca comercial de la banca de inversión? ¿Por qué siguen siendo escasos los partidarios de mayores precisiones reglamentarias?

Cómo puede un liberal (auténtico) defender que un empresario pequeño o mediano al que le va mal en su negocio, como hay tantos, quiebre (sin paliativos), mientras, un importante banco al que le va mal en su negocio sea socorrido por el estado (¡el denostado estado!) para evitar su quiebra (como se ha hecho con casi todos). Esto es liberalismo de mano única. En una sola dirección: la de los ricos y poderosos.

Los economistas liberales han cabalgado con alegría y servilismo sobre la desregulación bancaria, la financierización de la economía, las hipotecas subprime, la titulización de la deuda, las agencias de calificación, los CDS, las operaciones OTC, los hedge funds, los productos estructurados más inverosímiles, la operativa bursátil de alta frecuencia (hight frecuency trading), las autoridades de (des)control…"más callados que putas". O sea.

Qué voz crítica se alzó para solicitar el enjuiciamiento y cárcel (en su caso) de los principales directivos de la banca que causaron la mayor crisis financiera y económica desde el año 1929. A partir del año 2008 el único que ha entrado en prisión ha sido Madoff, y eso ha sido porque "estafó" a algunos miembros del establishment, que si hubieran sido pobres de solemnidad (como las víctimas de las hipotecas subprime) aún estaría explicando sus geniales negocios "piramidales" en Harvard o en Davos.

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