El "fracaso" de los mercados: El liberalismo que no fué (Parte II) (página 10)
Enviado por Ricardo Lomoro
Las sociedades gestoras de activos administran carteras de valores en nombre del inversor final y prestan sus servicios tanto a clientes minoristas como mayoristas. Gestionan los ahorros de los hogares y los excedentes en efectivo de pequeñas empresas, pero además volúmenes muy importantes para inversores institucionales, como fondos de pensiones públicos y privados, compañías aseguradoras, divisiones de tesorería de grandes empresas y fondos soberanos.
Son muy diversas las características y el diseño de los productos, obedeciendo a los objetivos de inversión del cliente. Por ejemplo, los fondos de inversión abiertos y cerrados combinan los recursos de distintos inversores en carteras de mayor tamaño gestionadas colectivamente. En cambio, los fondos de pensiones públicos y privados pueden colocar sus recursos con estas gestoras a través de cuentas segregadas que se gestionan con mandatos adaptados a las necesidades del cliente. En la mayoría de sus acuerdos, las sociedades gestoras de activos no ponen en riesgo sus balances al gestionar los recursos, sino que a cambio de una comisión, ofrecen las ventajas de las economías de escala y de gama en forma de conocimiento en la selección de valores, ejecución y momento de operaciones y administración de carteras. Pero también hay excepciones. Por ejemplo, los hedge funds gestionan carteras activamente siguiendo estrategias de inversión con un elevado apetito por el riesgo y conllevan un importante apalancamiento. El gestor del hedge fund arriesga sus propios recursos y se le retribuye en función de los resultados. Del mismo modo, una forma menos visible de apalancamiento está relacionada con las garantías implícitas de preservación del capital que ofrecen los fondos del mercado monetario. La gestora de activos responsable de dichos fondos puede sentirse obligada a cubrir las pérdidas generadas por los malos resultados de su cartera. El respaldo expreso o implícito de la deuda de un fondo segregado por parte de la "organización paraguas" que gestione dicho fondo puede también poner en riesgo el balance de una sociedad gestora de activos.
El crecimiento del sector de la gestión de activos ha sido sustancial en los últimos años. Si bien la diversidad de perfiles de sociedades gestoras de activos y productos complica la medición estadística, las estimaciones sitúan el total de activos gestionados en docenas de billones de dólares de EEUU (Gráfico VI.6). A pesar de la breve reducción de tamaño que experimentó la cartera agregada durante la crisis -reflejo fundamentalmente de la caída de las valoraciones más que de la disposición de fondos por parte de clientes-, las gestoras administraron aproximadamente el doble de recursos en 2012 que 10 años atrás.
El crecimiento del sector ha coincidido con el aumento de la cuota de mercado de los participantes de mayor tamaño. Las principales sociedades gestoras de activos representan en la actualidad más de una cuarta parte del total de activos gestionados (Gráfico VI.6, línea roja). La concentración es aún mayor en el tramo más alto, acaparado por un puñado de entidades. Muchas de estas gestoras de activos principales son filiales y/u operan bajo el mismo "paraguas corporativo" de grandes instituciones financieras de importancia sistémica.
El ascenso del sector de la gestión de activos presenta tanto oportunidades como desafíos para la estabilidad financiera. Por un lado, el fortalecimiento de la intermediación financiera basada en el mercado puede constituir un canal complementario a la financiación bancaria para empresas y hogares. De hecho, el crecimiento de las carteras en las gestoras refleja el reequilibrio de la financiación de la economía real, desplazándose de la financiación bancaria a la financiación a través de los mercados. La mayor diversidad en las fuentes de financiación puede ser una virtud en la medida en que una fuente puede compensar los problemas de oferta en otra. Ahora bien, el nexo entre incentivos y objetivos que inciden en el comportamiento de las sociedades gestoras de activos puede afectar negativamente a la dinámica del mercado y a los costes de financiación en la economía real. Los gestores de las carteras son evaluados en función de los resultados de corto plazo, y los ingresos están ligados a las fluctuaciones en los flujos de fondos de los clientes. Estas características pueden exacerbar la prociclicidad del precio de los activos, potenciando las subidas del mercado durante los auges y provocando el abandono abrupto de determinadas clases de activos en periodos de tensión.
Una mayor concentración en el sector puede reforzar este efecto. El hecho de que algunas entidades sean responsables por sí solas de grandes carteras de activos puede ejercer en ocasiones una influencia desproporcionada en la dinámica del mercado. Esto se cumple especialmente cuando diferentes gestores dentro de una misma organización comparten análisis e ideas de inversión y están sujetos a evaluaciones de riesgo "de arriba abajo". Una menor diversidad en el mercado debilita la capacidad del sistema para afrontar tensiones. Otra preocupación derivada de la concentración es que los problemas operativos o legales en una gran sociedad gestora de activos pueden tener efectos sistémicos desproporcionados.
¿Qué fortaleza tienen realmente los bancos?
Los bancos aún tienen que dar pasos importantes para reforzar su resiliencia y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de sus modelos de negocio. Para poder recuperar la confianza de los mercados, las instituciones de una serie de países afectados por la crisis deben sanear aún más sus balances mediante el reconocimiento de pérdidas y la recapitalización. Así se reducirían sus costes de financiación y se reforzaría su capacidad de intermediación. Al mismo tiempo, los bancos que operen en países que hayan experimentado un auge financiero reciente, o estén expuestos a ellos, deberán evitar una expansión excesiva y asegurarse de que cuentan con suficiente capacidad de absorción de pérdidas para hacer frente a un cambio en el ciclo financiero (Capítulo IV).
La recuperación de los bancos tras la crisis
Los bancos directamente afectados por la crisis financiera mundial aún no han terminado de recuperarse. A pesar de que sus posiciones de capital han mejorado (véase anteriormente), los analistas y los mercados aún se muestran escépticos. Las percepciones pesimistas se plasman tanto en sus calificaciones intrínsecas ("stand-alone"), que captan la solidez financiera inherente del banco sin tener en cuenta las garantías explícitas o implícitas de la matriz del banco o el soberano, como en las calificaciones totales ("all-in"), que evalúan su solvencia en general. El escepticismo también es evidente en la valoración del capital de determinadas entidades y en los diferenciales que cobran los mercados por la deuda bancaria.
En abril de 2014, las calificaciones intrínsecas de los bancos a ambos lados del Atlántico se situaban varios escalones por debajo de sus niveles anteriores a la crisis (Gráfico VI.7, paneles izquierdo y central, barras verdes). La crisis reveló que las calificaciones de estos bancos en 2007 fueron excesivamente optimistas, desencadenando una oleada de importantes rebajas de calificación. Las evaluaciones realizadas por las principales agencias de calificación sobre la fortaleza intrínseca de los bancos siguieron deteriorándose incluso después de 2010, y solo recientemente han comenzado a mostrar ligeras mejoras.
Unas calificaciones intrínsecas bajas y con muestras de deterioro puede minar la confianza en el sector bancario. Primero, generan dudas sobre las evaluaciones realizadas por los propios bancos que indican una mejora de su solidez financiera. Asimismo, implican que los bancos han de depender más que hasta ahora de apoyo externo para mejorar su solvencia. Sin embargo, al tener los propios soberanos problemas financieros o tratar de reducir la exposición de los contribuyentes a los riesgos del sector financiero, han tenido menos capacidad o disposición para prestar este tipo de ayuda. En consecuencia, las calificaciones totales de los bancos han empeorado a un ritmo equivalente o incluso mayor al de las calificaciones intrínsecas (Gráfico VI.7, paneles izquierdo y central, suma de barras verdes y rojas).
Los indicadores basados en precios de los mercados de valores de renta fija y variable también reflejan escepticismo, en especial con respecto a los bancos británicos y de la zona del euro. En vista de las calificaciones crediticias del sector empresarial no financiero (Gráfico VI.7, panel derecho), este escepticismo ha derivado en una brecha positiva entre los costes de la financiación de los bancos y la que sus clientes potenciales pueden obtener en el mercado (Gráfico VI.3, panel derecho). Unida a la lenta recuperación de los mercados interbancarios y de repos, esta situación ha debilitado la ventaja competitiva de los bancos en materia de costes, haciendo que pierdan terreno frente a los intermediarios del mercado. Asimismo, las relaciones precio/valor contable de los bancos británicos y de la zona del euro se han mantenido de manera sistemática por debajo de la unidad, lo que contrasta con los bancos estadounidenses, que parecen haber recuperado la confianza del mercado (Gráfico VI.8, panel izquierdo).
A pesar de los esfuerzos de captación de capital tras la crisis, persisten las dudas sobre la calidad de los balances de determinados bancos. Este nuevo capital ha contribuido a la tendencia al alza de la capitalización bursátil de los bancos, tanto en términos absolutos como en relación con el valor contable de su pasivo (Gráfico VI.8, panel derecho, líneas rojas). Sin embargo, la capacidad del capital para absorber pérdidas futuras se ve gravemente socavada por las pérdidas no reconocidas de los activos heredados. Las pérdidas no reconocidas distorsionan los incentivos de los bancos, desviando recursos para mantener a flote prestatarios con problemas en lugar de financiar nuevos proyectos. A medida que estas pérdidas van emergiendo, aumentan las tasas de morosidad de los préstamos bancarios (NPL). En los países periféricos de la zona del euro, las tasas NPL han seguido creciendo seis años después del punto álgido de la crisis (Gráfico VI.9, panel izquierdo) al tiempo que la concesión de nuevos préstamos sigue mostrándose anémica. De la misma manera, los bancos de Europa central han presentado tasas NPL obstinadamente elevadas que, en algunos casos, han aumentado rápidamente desde 2008 (Gráfico VI.9, panel derecho).
En Estados Unidos, los préstamos en mora han evolucionado de otra manera. Después de 2009, el sector bancario del país registró continuos descensos en la tasa NPL agregada, que cayó por debajo del 4% a finales de 2013. Unido al sólido crecimiento de activos, esto sugiere que el sector ha conseguido avances significativos en la superación de la crisis. Sin embargo, las continuas tensiones sobre los deudores hipotecarios mantuvieron las tasas NPL de las dos principales GSE por encima del 7% en 2013.
Exigir la reparación de los balances es un reto importante para la zona del euro, que se complica aún más por el prolongado periodo de tasas de interés extremadamente bajas. En la medida en que las bajas tasas de interés respaldan unos márgenes de intermediación financiera amplios, dan cierto respiro a los bancos con peores resultados. Sin embargo, las tasas bajas abaratan -y, por tanto, potencian- la permisividad bancaria, es decir, el hecho de que los bancos mantengan a flote a prestatarios insolventes a fin de retrasar el reconocimiento de las pérdidas. La experiencia de Japón en la década de 1990 puso de manifiesto que una excesiva permisividad no solo desestabiliza directamente el sector bancario, sino que además lastra la oferta de crédito y favorece su ineficiente asignación (Capítulo III). Esto enfatiza el valor del análisis de la calidad de los activos del BCE, que trata de acelerar la reparación de los balances, constituyendo así la base de unas pruebas de resistencia creíbles
En términos más generales, la acumulación de vulnerabilidades financieras pone de relieve la importancia de no caer en una falsa sensación de seguridad y de reevaluar las herramientas macroprudenciales utilizadas hasta ahora (Recuadro VI.D).
-El fracaso del mercado – Repaso final: tras más de seis años de agonía (2007/2014)
Por fin lo consiguieron, los charlatanes del Fin de la Historia, el Consenso de Washington, la globalización, el librecambio, la desregulación, la financierización, la privatización, la competitividad, la deslocalización, la subcontratación, la Tierra plana, la flexiseguridad, el Consenso de Jackson Hole, y otros falsos dogmas, han ordeñado la vaca como si no hubiera mañana, y logrado quitarnos el trabajo a (casi) todos.
Han transformado una economía de producción (EEUU – UE), en una economía de servicios, y una economía de servicios, en una economía del entretenimiento, donde lo único cierto es que el casino sigue abierto. Pura avaricia y miopía: fracaso del mercado.
La crisis del euro ya es equiparable a la Gran Depresión de los años 30
"El PIB de la zona euro se mantiene un 1,9% por debajo del nivel alcanzado antes de la crisis tras casi siete años de dificultades" (Libertad Digital – 20/8/14)
Ya es oficial. La crisis de la zona euro es comparable a la Gran Depresión que sufrió EEUU en los años 30, desde el punto de vista estadístico que ofrece el PIB.
Tras casi seis años y medio de graves dificultades, el PIB real de la zona euro todavía sigue siendo un 1,9% inferior al registrado en 2007, justo antes de comenzar la denominada Gran Recesión, según los últimos datos publicados por Eurostat, correspondientes al segundo trimestre del año 2014.
La desaceleración que está sufriendo Europa en 2014 impedirá que la zona euro alcance el nivel precrisis de inmediato, y, en este sentido, la cuestión es que la economía de EEUU tardó siete años en recuperar el tamaño registrado en 1929, cuando aconteció el fatídico crack bursátil.
Dicho de otro modo, EEUU tuvo que esperar hasta 1937 para que su PIB recuperara el nivel precrisis de 1929, mientras que, si nada cambia, la zona euro deberá aguardar también otros siete años, hasta finales de 2014 o ya entrado 2015, para regresar al tamaño alcanzado a finales de 2007, siempre y cuando no entre de nuevo en recesión.
La crisis de la moneda única presenta sus propias características, y en ella cabe distinguir claramente entre la fortaleza de los países del norte y la debilidad del sur, con graves problemas financieros, escasa competitividad y fuertes desequilibrios presupuestarios.
El siguiente gráfico lo refleja con claridad: mientras que el PIB de Alemania, adalid de la austeridad y las reformas, se sitúa muy por encima de los niveles precrisis, tan sólo superado por EEUU -que está reduciendo de forma sustancial el déficit público, pese a todo-, España e Italia, reticentes a realizar ajustes y liberalizar sus economías, se sitúan muy por debajo.
Fuente: Wonkblog, The Washington Post
Lo mismo sucede con la zona euro, cuyo PIB real es un 1,9% inferior al registrado en 2007. Pero, ¿ha habido austeridad en la zona euro? Los datos agregados señalan todo lo contrario:
1. El gasto público roza el 50% del PIB frente al 46% de 2007.
2. La presión fiscal también ha aumentado durante la crisis, del 45,3% al 46,8% en los últimos seis años.
3. El déficit ha subido del 0,7% al 3% del PIB, el máximo permitido por Maastricht.
4. Y la deuda pública en la zona euro sigue marcando récord tras récord, superando ampliamente el umbral del 90% frente al límite del 60% que marcan las reglas comunitarias.
La tragedia griega
Grecia es, sin duda, el país que mejor ejemplifica la gravedad y profundidad de la crisis europea. La economía helena bajó un 0,2% en el segundo trimestre, acumulando 24 trimestres consecutivos de caídas, lo que equivale a seis años de recesión.
En la actualidad, sufre la mayor tasa de paro de la UE, con un 27%, y el conjunto de su economía ha sufrido un desplome del 33% desde el nivel más alto alcanzado antes de estallar la crisis, superando incluso el hundimiento del 27% que experimentó EEUU entre 1929 y 1933, durante la primera fase de la Gran Depresión -la más dura-.
Evolución del PIB de Grecia
Y, al contrario de lo que se suele aducir, Grecia no es ejemplo ni de austeridad pública ni de reformas liberalizadoras, según constatan los informes oficiales de las instituciones europeas. A pesar de los rescates y las quitas aplicadas por la troika, el Gobierno heleno no hizo nada hasta 2012, y tan sólo entonces empezó a reducir mínimamente su insostenible sector público.
Pese a todo, Grecia registró un déficit del 12,7% del PIB en 2013, su gasto público superó el 58% frente al 47,5% de 2007, y su deuda ronda el 175% del PIB frente al 107% de antes de la crisis, después incluso de las quitas aplicadas.
El legado de Bernanke en la FED: la mayor expansión monetaria de la historia
"Una adquisición indiscriminada de activos ha disparado el balance de la FED hasta la cifra récord de 4,1 billones de dólares. Esta cifra equivale a casi el 25% del PIB estadounidense -en línea con el Banco de Inglaterra (BoE) y el Banco Central Europeo (BCE), pero inferior al Banco de Japón (BoJ)-"… El legado de Bernanke en la FED: la mayor expansión monetaria (Libertad Digital – 31/1/14)
Balances de la banca central/PIB
Asimismo, deja al sistema bancario estadounidense con 2,4 billones de dólares en exceso de reservas, para los cuales las entidades poco uso tienen debido a la aún escasa demanda de préstamos en comparación con la época de la burbuja inmobiliaria
El principal objetivo de Bernanke durante la crisis, más allá del rescate bancario orquestado junto al Tesoro de EEUU a finales de 2008, ha consistido en facilitar y abaratar la financiación crediticia, tanto al sector privado como al Gobierno, para, de este modo, impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.
Pero, ¿lo ha conseguido? Según muestran los datos recopilados por el economista Juan Manuel López Zafra, autor de Retorno al patrón oro, la respuesta es no. "Desde la 1ª QE, en noviembre de 2008, se han creado 1 millón de empleos; en el mismo período, más de 11 millones de norteamericanos han abandonado el mercado laboral; ya no computan como buscadores de empleo. Son los Not In Labor Force (NILF)".
Recuperación laboral
Tipos de interés y recesiones en EEUU
Oferta monetaria y recesiones
Por ello, el verdadero legado de Bernanke sigue siendo una incógnita a día de hoy, según Vincent Reinhart, exfuncionario de la FED y actual economista jefe para EEUU de Morgan Stanley. "Hemos sobrevivido. La pregunta es: ¿cuáles son las consecuencias?" Así pues, "el libro sigue abierto, los últimos capítulos todavía no se han escrito", páginas en blanco que, a partir de ahora, serán protagonizadas por la nueva presidenta de la FED, Janet Yellen.
– De mínimos a máximos en cinco años: la Fed impulsa la histórica remontada del Dow (El Confidencial – 8/3/14)
En este lustro, los inversores han contemplado una secuencia extraordinaria, puesto que al Dow Jones y al S&P 500 les ha dado tiempo no sólo de recuperar los niveles pre-Lehman, sino de pulverizar sus máximos históricos. Cinco años después de los mínimos, al Dow apenas le queda el recuerdo.
El fin del sueño americano
"El porcentaje de población activa en EEUU se situó en 2013 en el 63,2%, idéntico al de hace casi 36 años, bajo otro presidente demócrata, Jimmy Carter. El número de personas fuera del mercado laboral, por el motivo que sea, supera los 92 millones en un país de 316 millones. Los datos económicos que llegan de Estados Unidos son, por lo general, muy positivos: las bolsas superan un máximo tras otro y la lenta retirada de las que no las hace caer, las empresas declaran mayores beneficios, la venta de viviendas nuevas ha sido la más alta desde 2008, el PIB aumentó un 3,2% en 2013, la energía se abarata cada vez más, la inflación está baja Entre los datos negativos destaca el de la reducción de la tasa de actividad o la población ocupada. Ésta mide las personas mayores de 16 años de edad que está trabajando o que busca activamente un empleo, y que además ni son militar en activo ni preso en cárceles. En la actualidad es la más baja desde 1978. Según el Departamento de Estadísticas Laborales (Bureau of Labor Statistics), la población ocupada en 2013 ascendió a 245,679 millones de personas, de un total de 316 millones. De ellos, 155,389 millones (63,2%) estaba trabajando o buscando empleo, mientras que 90,290 millones (36,8%) o están desempleadas o han renunciado a encontrar un trabajo. El porcentaje es idéntico al registrado en 1978, por lo que el mercado laboral de EEUU ha retrocedido 36 años"… La población activa en EEUU cae a niveles de 1978 (Vozpópuli – 7/3/14)
A continuación se presentan los últimos datos disponibles al mes de abril del año 2014 de Ingresos de los hogares publicados por el U.S. Department of Commerce.
http://www.census.gov/hhes/www/income/data/historical/inequality/IE-1.pdf
U.S. Department of Commerce – Economics and Statistics Administration – U.S. CENSUS BUREAU (census.gov) – Household Income: 2012 – American Community Survey Briefs – By Amanda Noss – September 2013- (datos disponibles al mes de abril 2014)
Table 1. Median Household Income in the Past 12 Months: 2000, 2011, and 2012
(In 2012 inflation-adjusted dollars. Data are limited to the household population and exclude the population living in institutions, college dormitories, and other group quarters. For information on confidentiality protection, sampling error, nonsampling error, and definitions, see www.census .gov/acs/www/)
Crisis
What crisis? (el casino sigue abierto)
Los únicos causantes de esta crisis (que -repito- no ha sido un hecho de la naturaleza) han sido los bancos centrales (encabezados por la Fed), las entidades bancarias (encabezadas por la banca americana) y las bolsas de valores (encabezadas por Wall Street) y, para mayor escarnio, los únicos beneficiarios de la crisis han sido, y continúan siéndolo, los mismos bancos y las mismas bolsas de valores que la causaron.
El gráfico que sigue nos muestra claramente cómo se benefició Wall Street de la "flexibilización cuantitativa" (QEs) promovida por Bernanke. La Reserva Federal a través de sus diversos programas de estímulo, ha estado apuntalando los precios de los activos y un mercado alcista que lleva cinco años. Un efecto de la relajación monetaria de la Fed ha sido el vuelco de los inversionistas a partes del mercado que ofrecen mayores rendimientos (amplificando los riesgos). La historia vuelve a repetirse: burbujas e información privilegiada. La misma audacia especulativa del pasado.
(The Wall Street Journal – 25/8/14)
Las siguientes tablas, permiten observar el mínimo impacto que la crisis ha tenido en las penalizaciones, volumen de negocio y estructura de personal, de las entidades bancarias.
Conciliar las acusaciones del gobierno de Estados Unidos es un intento por parte del gobierno estadounidense de marcar un punto de referencia en una serie de medidas y demandas legales posteriores a la crisis financiera que le han costado a los bancos de EEUU sanciones por más de US$ 125.000 millones.
Cifra que representa una afrenta (moral y legal) comparada con el equivalente al 50% del PIB mundial, que estos magos de las finanzas se llevaron por delante, entre perdidas de riqueza, rescates, avales, QEs y otros "estímulos", concedidos por los gobiernos.
Como si fuéramos los últimos (Día de la Sobrecapacidad de la Tierra)
"La asociación WWF afirma que hemos empezado a gastar los recursos del 2015 y alerta que en 2050 gastaremos los correspondientes a tres planetas" Los humanos hemos consumido los recursos que genera la Tierra en un año (lavanguardia.com – 20/8/14)
WWF advierte de que el planeta ha entrado en "números rojos"
Pese a ser el habitante más evolucionado del planeta, o por culpa de ello, los seres humanos hemos acabado con los recursos naturales que genera la Tierra en un año. Nuestro crédito para con el planeta ha entrado ya en "números rojos" al haber agotado su "presupuesto anual ecológico" en menos de 8 meses, según datos de la Global Footprint Network (GFN) que analiza la evolución de la Huella Ecológica y que recoge en un comunicado el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
La Huella Ecológica mide la cantidad de recursos naturales del planeta que consume cada país y el punto en el que se supera la capacidad de la Tierra para regenerar lo consumido se conoce como Día de la Sobrecapacidad de la Tierra.
Se trata de una fecha que actúa como indicador de la velocidad a la que "nos estamos comiendo el planeta" y, según los datos que maneja GNF, se produce antes cada año: en 2000 se alcanzó el 1 de octubre y en 2014 lo hemos alcanzado el 19 de agosto.
WWF recuerda que en 1961, año de fundación de esta organización, la humanidad consumía dos tercios de los recursos naturales disponibles y la mayoría de los países todavía contaba con un saldo ecológico positivo ya que su huella ecológica era "mucho más pequeña y sostenible".
Sin embargo, en la actualidad los niveles de consumo "se han disparado" tanto que "estamos totalmente fuera de los límites sostenibles", de manera que hoy por hoy "necesitamos un planeta y medio para abastecer las necesidades de consumo de la humanidad".
Consecuencias visibles de este agostamiento son, entre otras, la "cada vez menor" superficie forestal, la escasez de los recursos hídricos naturales, la degradación de la calidad de la tierra y el hecho de que la diversidad biológica "se está esquilmando".
De mantenerse esta tendencia, para el año 2050 sería necesario disponer del equivalente a tres planetas como el nuestro para satisfacer la demanda.
A finales de septiembre, WWF lanzará el Informe Planeta Vivo 2014, la décima edición de esta publicación bianual que analiza con mayor detalle la salud del planeta y el impacto de la actividad humana sobre los recursos naturales.
Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, ha advertido de que "si queremos construir un futuro para nuestros hijos, debemos conservar el capital natural que nos queda" y administrar "de forma sostenible" los recursos del planeta, que son "limitados".
En su opinión, aunque "la tendencia actual demuestra que la humanidad está abusando de la capacidad del planeta para abastecernos", todavía hay tiempo para "tomar medidas contundentes y construir un futuro basado en un consumo sostenible de los recursos naturales".
Entre ellas, WWF apuesta por una modificación de los hábitos de consumo que incluya la adquisición de productos certificados con garantías de sostenibilidad y el cambio de modelo energético hacia las renovables.
¿Algo más? Estos últimos relatos (de cabotaje), no hacen sino confirmar la ruina del sistema de economía de mercado (desregulación y manos libres) y de una buena parte de sus "proclamados" valores socio-económicos (que solo han servido para implantar el nuevo modelo del empleo "low cost"), fruto de un descalabrado proceso económico hundido por la incompetencia y la superchería de sus patrocinadores, así como por la taimada conducta de quienes lo consintieron. Las manipulaciones de los bancos y los esfuerzos por aplazar una crisis financiera de una manera artificial han distorsionado el ciclo natural económico, lo que ha desembocado en la ruina del mundo occidental, tal como lo conocíamos. Hemos salido mucho más pobres de lo que entramos en la crisis, y así vamos a seguir durante un largo tiempo (¿10, 15 o 20 años? That is the question).
Por favor, no se olviden de lo inolvidable (antes que sea demasiado tarde): La autopsia está hecha, la comisión del Congreso que investigó las causas que provocaron el colapso del sistema bancario en Estados Unidos atribuye la crisis al apetito desmesurado de los bancos por el riesgo y la ineptitud de las agencias de calificación, a los agujeros en la regulación y la actuación laxa de los supervisores, como la Reserva Federal, y a la falta de iniciativa política para exigir responsabilidades a Wall Street. "Fue resultado de la acción y de la inacción humana, no de la madre naturaleza o de un modelo informático que se volvió loco", reza el informe (27/1/11).
¿Esta crisis nunca se acaba? The great breakdown
Durante los últimos años estamos asistiendo a determinadas dinámicas que reflejan, por un lado, un paulatino declive político, económico, y militar de los Estados Unidos, y, por otro, la incapacidad de la Unión Europea de despegarse definitivamente del país norteamericano, y ofrecer una voz propia.
Estados Unidos hace décadas que dejó de ser el adalid de la libertad y de la democracia, transformándose en un "totalitarismo invertido" donde la antidemocracia, y el dominio de la élite constituyen los elementos básicos. Se trata de una sociedad donde las desigualdades alcanzan niveles insoportables, donde las élites se empeña en reconstituir el sistema existente con el objetivo de favorecer de manera permanente a la clase dominante, los más ricos, los intereses corporativos, mientras que dejan a los ciudadanos más pobres con una sensación de impotencia y desesperación política.
La Unión Europea debe buscar una voz propia, contribuir a la búsqueda de soluciones cooperativas. Los europeos, a partir de su proyecto común, con todas sus contradicciones y profundas diferencias, tienen mucho que aportar sobre cómo, desde un punto de vista práctico, pueden solucionar conflictos de intereses integrando la heterogeneidad.
La UE debería impulsar un proceso de creación de una nueva divisa de reserva mundial y un nuevo sistema monetario y financiero; la UE debería reducir drásticamente el tamaño del balance financiero, restringir las transacciones, cambiar la regulación y promover el control público parcial o completo de los principales establecimientos financieros mundiales; la UE debería lanzar un vasto programa de infraestructuras públicas a escala regional; la UE debería rechazar la propuesta del Tratado de Libre Comercio con los EEUU (una huida hacia adelante para preservar los privilegios del dólar) En resumen, reindustrializar la economía y preservar el Estado del Bienestar.
Todo ello garantizaría de manera eficaz y sostenible el crecimiento regional (y mundial) utilizando mejor los desequilibrios actuales en materia de recursos financieros. Sin embargo, la Unión Europea parece decidida definitivamente a auto-inmolarse de la mano de los Estados Unidos. ¿Complejo de inferioridad o síndrome de Estocolmo?
Autor:
Ricardo Lomoro
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