En 1805, en una nota al Ministro de Inglaterra en Washington, el presidente Thomas Jefferson emitió las primeras declaraciones de carácter oficial, donde expresaba su interés de apoderarse de Cuba:
(.) En caso de guerra entre Inglaterra y España, los Estados Unidos se apoderaran de Cuba por necesidades estratégicas para la defensa de Louisiana y de la Florida. (.)[14]
En 1810, siendo James Madison presidente, llego a Cuba un agente especial norteamericano para establecer contacto con elementos anexionistas y realizar actividades conspirativas. En ese propio año, el mandatario estadounidense oriento a su ministro en Londres, William Piecknay, poner en conocimiento de la administración de ese país que:
(.) La posición de Cuba da a los Estados Unidos un interés tan profundo en el destino de esa isla, que aunque pudieran permanecer inactivos, no podrían ser espectadores satisfechos de su caída en poder de cualquier gobierno europeo que pudiera hacer de esa posición un punto de apoyo contra el comercio y la seguridad de los Estados Unidos.(.)[15]
Madison fue más cauteloso que Jefferson, pero no cejo en el empeño anexionista.
En los primeros anos de la década del 20, los anexionistas criollos gestionaron el respaldo norteamericano a sus intereses esclavistas. En febrero de 1822, el agente comercial de Washington en La Habana alentaba la idea de la anexión en una carta dirigida al senador C.A.Rodney. El integrante del gabinete de gobierno, John C.Calhoun, defendió el criterio de anexar la Isla con el apoyo del ex presidente Jefferson, quien dijo en 1823:
(.) Confieso francamente haber sido siempre de la opinión que Cuba seria la adición mas interesante que pudiera hacerse a nuestro sistema de Estados. El dominio que, con el promontorio de la Florida, nos diera esta isla sobre el golfo de México, sobre los Estados y el istmo que lo rodean, y sobre los ríos que desembocan, llenarían por completo la medida de nuestro bienestar político.(.)[16]
Temeroso de una acción que pudiera conducir a la guerra con Inglaterra, el Secretario de Estado John Quince Adams, se opuso a toda acción que pudiera desencadenarla. Las discrepancias sobre la decisión a adoptarse se dilataron hasta abril de 1823, cuando un enviado especial llegó a Cuba con la misión de conocer la situación política y, sin identificarse con ninguna corriente, informar a Adams cualquier propuesta que pudiera originarse. En tales circunstancias surgió la conocida política de la fruta madura. En las instrucciones enviadas al ministro de Estados Unidos en España, con fecha 28 abril de 1823, John Quince Adams especificaba:
El traspaso de Cuba a Gran Bretaña seria un acontecimiento muy desfavorable a los intereses de esta Unión (.) La cuestión tanto de nuestro derecho y de nuestro poder para evitarlo, si es necesario por la fuerza, ya se plantea insistentemente en nuestros consejos, y el gobierno se ve obligado en el cumplimiento de sus deberes hacia la Nación, por lo menos a emplear todos los medios a su alcance para estar en guardia contra él e impedirlo. (.) En el propio documento se exponía que— Estas islas (Cuba y Puerto Rico) por su posición local son apéndices naturales del continente norteamericano, y una de ellas, la isla de Cuba, casi a la vista de nuestras costas, ha venido a ser, por una multitud de razones, de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión. Mas adelante señalaba— Cuando se echa una mirada hacia el curso que tomaran probablemente los acontecimientos en los próximos cincuenta anos, casi es imposible resistir la convicción de que la anexión de Cuba a nuestra Republica Federal será indispensable para la continuación de la Unión y el mantenimiento de su integridad (.)[17]
En esta carta John Quince Adams, formulo la política de la fruta madura: Cuba, al igual que una manzana madura cae de un árbol, inevitablemente al desmembrarse de España caería bajo el dominio de los Estados Unidos. El 2 de diciembre de ese mismo ano James Monroe, Presidente de los Estados Unido estableció la Doctrina Monroe. Estados Unidos asume unilateralmente el papel de protector de la independencia de las naciones recién liberadas del dominio colonial hispano.
La Batalla de Ayacucho (1824) donde fueron derrotadas las ultimas tropas españolas en Suramérica, alentó a los independentistas cubanos, conocedores de los esfuerzos de Bolívar por excluir a Estados Unidos y consolidar una fuerte confederación que incluía sus anhelos por liberar a Cuba y Puerto Rico. En 1825 fuerzas de México y Colombia laboraban por arrancar a Cuba de la soberanía de España. Estados Unidos se opuso con energía a tales propósitos. Henry Clay, entonces Secretario de Estado de la administración de Quince Adams, en una instrucción del 27 de abril de ese año señalo:
Los Estados Unidos prefieren que Cuba y Puerto Rico permanezcan dependientes de España. están satisfechos con la condición actual de estas islas en manos de España y sus puertos abiertos a nuestro comercio como ahora lo están. Este gobierno no desea ningún cambio político que afecte la actual situación. (.)[18]
Las gestiones de Bolívar y de otros gobernantes de las nuevas republicas latinoamericanas para ayudar la causa de la independencia de Cuba, ocasionaron profundos temores a la administración estadounidense. Con vistas al Congreso de Panamá, Bolívar envió directivas a los participantes con el objetivo de buscar consenso y aprobar la creación de una fuerza militar para liberar a Cuba y Puerto Rico, tentativa a la que se opuso el gobierno de los Estados Unidos. Refiriéndose a ello, el general José Antonio Páez, quien sería el jefe de la proyectada fuerza, apuntó en sus memorias:
El gobierno de Washington, lo digo con pena, se opuso de todas veras a la independencia de Cuba (.) ninguna potencia, ni aun la misma España, tiene en todo sentido un interés tan alto como los Estados Unidos en la suerte futura de Cuba. (.)[19]
En 1826, el senador John Holmes expreso en el Senado la opinión del Congreso y del Ejecutivo sobre los planes de Bolívar:
¿Podremos permitir que las islas de Cuba y Puerto Rico pasen a manos de esos hombres embriagados con la libertad que acaban de adquirir? ¿Cuál tiene que ser nuestra política? Cuba y Puerto Rico deben quedar como están. (.)[20]
En 1831 más de la tercera parte del comercio cubano se efectuaba con Estados Unidos, cuyos barcos controlaban las transportaciones marítimas de la Isla, y por tanto su gobierno compartía con los reformistas criollos el deseo de suprimir los derechos discriminatorios sobre el tráfico mercantil entre las dos partes. El Secretario de Estado, Livingston, escribió al respecto:
El gran objeto que persigue nuestro gobierno en relación a Cuba es un comercio libre y sin trabas, sobre las bases actuales, pero desembarazado de los derechos discriminatorios. (.)[21]
La presión de Estados Unidos sobre España obtuvo éxito momentáneo cuando fueron rebajados los derechos aduanales de los productos norteamericanos, aunque pocas semanas después, fueron aumentados hasta el 30 por ciento de su valor. El Congreso estadounidense respondió elevando el aplicado a los buques españoles y creó uno especial para el café cubano, con lo que su producción quedó prácticamente arruinada, perjudicándose el comercio bilateral.
En la década del 30, una influyente parte de los hacendados cubanos se dio cuenta de que la introducción de la maquina de vapor, en la industria azucarera acercaba el día de la sustitución del esclavo por el obrero asalariado. A esa convicción de los más previsores se unía un motivo mas generalizado, el temor a que el aumento de la población negra provocara una rebelión de los mismos.
A partir de 1841, después que la población africana sobrepasaba a la blanca, las sublevaciones se hicieron más continuas, extensas y peligrosas. Predominaba entre los hacendados el movimiento anexionista, cuya base y antecedentes radicaban en los pronunciamientos y gestiones realizadas por los gobernantes y otras personalidades norteamericanas desde finales del siglo XVIII.
El papel de defensor de España y enemigo de Cuba asumido por Estados Unidos alcanzo proyecciones agudísimas en 1840 cuando, al tratar de anular el peligro inglés, el Secretario de Estado del presidente Van Buren manifestó a España, por conducto de su encargado de negocios en Madrid:
Esta usted autorizado para asegurar al gobierno español que, caso de que se efectúe cualquier tentativa, de donde quiera que proceda, para arrancar a España esta porción de su territorio, puede él contar con los recursos militares navales de los Estados Unidos para ayudar a su nación, así para recuperar la Isla para mantenerla en su poder. (.) [22]
En 1845 se proclama el Destino Manifiesto, misión histórica inevitable que se atribuye los Estados Unidos de dominar la América.
En 1847 James Knok Polk, presidente norteamericano, en un editorial del Periódico Sun The New York publicó que:
Por su posición geográfica, por necesidad y derecho, Cuba pertenece a Estados Unidos, puede y debe ser nuestra. Ha llegado el momento de colocarla en nuestras manos y bajo nuestra bandera[23]
Varios presidentes norteamericanos procuraron la compra de Cuba a los españoles: Polk en 1848 y Pierce en 1853. Junto a sus ofertas y a las ocasiones en que la Isla sirvió como garantía a los compromisos del gobierno español, se añade que aquellas en que Estados Unidos propuso empréstitos a España a cambio de un consentimiento de sesión temporal.
Las principales acciones anexionistas se llevaron a cabo a partir de 1846, siempre vinculadas a representantes de los intereses esclavistas del sur. Este movimiento, unido al disgusto que producía en Cuba el régimen absolutista, dio lugar a varias conspiraciones y expediciones que, con fachada de independentistas, se efectuaron entre 1846 y 1855, destacándose el papel anexionista de Narciso López, de quien dijo José Marti:
(.) Walker fue a Nicaragua por los Estados Unidos; por los Estados Unidos, fue López a Cuba. (.)[24]
En 1857 asumió la presidencia estadounidense James Buchanan, quien había desarrollado su campaña electoral a partir de 1854, empleando como fundamental argumento en su plataforma electoral, la compra de Cuba. Para ello publicó el Manifiesto de Ostende. La esencia de este documento, redactado en 1854, quedó resumida en las siguientes palabras:
Los Estados Unidos deben comprar a Cuba por su proximidad a nuestras costas, porque pertenecía naturalmente a ese grupo de estados de los cuales la Unión era la providencial casa de maternidad, porque dominaba la boca del Mississippi cuyo inmenso y creciente comercio tiene que buscar esa ruta al océano, y porque la Unión no podría nunca gozar de reposo, no podría nunca estar segura, hasta que Cuba estuviese dentro de sus fronteras. (.)[25]
Carlos Marx analizó con gran precisión la política de los intereses sureños y sus aspiraciones expansionistas hacia México y el Caribe, cuando expuso:
El interés de los esclavistas sirvió de estrella polar a la política de los Estados Unidos, tanto en lo exterior como en lo interno. Buchanan, en realidad, había comprado el puesto de Presidente mediante la publicación del Manifiesto de Ostende, con el cual la adquisición de Cuba, sea mediante el hurto o la fuerza de las armas, se proclamó como la gran tarea nacional. Bajo su gobierno, el norte de México fue ya dividido entre los especuladores de tierra estadounidenses, que esperaban con impaciencia la señal para caer sobre Chihuahua, Coahuila y Sonora. Las revoltosas y piráticas expediciones de los filibusteros contra los Estados de la América Central estaban dirigidas nada menos que desde la Casa Blanca de Washington. (.)[26]
La Guerra de Secesión de Estados Unidos de América (1861 -1865); la firma del Tratado Lyón Seward por los gobiernos de Norteamérica e Inglaterra, prohibiendo el comercio de esclavos; la proclamación de la abolición de la esclavitud por Abrahán Lincoln y; los fracasos del reformismo en 1867 y de España por restaurar su dominio en América constituyeron el entorno en que surgió el pensamiento patriótico revolucionario en el grupo más radical de la burguesía y terratenientes criollos, que encabezó la Guerra de los Diez Años por la independencia de Cuba..
Poco después de iniciada la contienda bélica, España reclamó del gobierno norteamericano la represión de las actividades de la emigración cubana en apoyo a la lucha. Mientras con gran dificultad los emigrados lograban alquilar viejos buques y enviar modestos recursos al Ejército Libertador, el gobierno de los Estados Unidos comenzó la fabricación para su venta a España de 30 potentes cañoneras destinadas a impedir las expediciones desde el exterior por los insurgentes cubanos.
El norteamericano Thomas Jordán, mayor general del Ejercito Libertador que llegó a desempeñar el cargo de jefe de dicho ejército, denunció el fariseísmo del gobierno de Estados Unidos, cuando dijo:
Los españoles están peleando con armas compradas en Maiden Lane, en casa de Shurley, Harley & Graham, y a nosotros en todo un ano no nos ha sido permitido comprar nada (.) quisiera ver cambiada la infame ley de neutralidad —de Estados Unidos— Esa infame ley de ayuda a los españoles a quedarse en Cuba, y que se opone a que los cubanos se defiendan. (.)[27]
A fines de 1869, el presidente norteamericano, Ulises Grant, planteó que no se reconocería la beligerancia cubana y autorizó la venta de las cañoneras a España, lo cual dificultó aun más el envío y arribo de las expediciones marítimas a la Isla.
Desde los primeros momentos de la lucha, Carlos Manuel de Céspedes reclamó de los países del continente americano el reconocimiento a la guerra de los patriotas cubanos, a la que el gobierno de Chile había dado su apoyo antes de iniciarse. En 1869, Benito Juárez, quien junto a su pueblo mexicano enfrentaba la intervención extranjera, lo hizo. Brasil, Guatemala, Bolivia y el Salvador también apoyaron, en tanto Colombia, Perú y Venezuela enviaron algunas expediciones a principios de la contienda.
La posición estadounidense fue severamente criticada por Carlos Manuel de Céspedes, quien en carta a Ulises Grant, presidente norteamericano, le expreso:
Las ideas que defienden los cubanos y la forma de gobierno que han establecido, escrita en la constitución por ellos promulgada, hacen por lo menos obligatorio a los Estados Unidos más que a algunas otras (naciones civilizadas) el inclinarse a su favor. Si por exigencias de humanidad y civilización todas las naciones están obligadas a interesarse por Cuba, pidiendo la regularización de la guerra que sostiene con España, los Estados Unidos tienen el deber que le imponen los principios políticos que profesan, proclaman y difunden.(.)[28]
La misiva no tuvo respuesta oficial. Sin embargo, el Secretario de Estado, Hamilton Fish, fijo la posición de su gobierno al negarse a recibir a José Morales Lemus, representante oficial del gobierno de la Republica de Cuba en Armas, el 24 marzo de 1869, alegando lo siguiente:
Nosotros nos proponemos proceder de completa buena fe con España, y cualquiera que pudieran ser nuestras simpatías por un pueblo que, en cualquier parte del mundo, luche por gozar de un gobierno mas liberal, no deberíamos apartarnos de nuestro deber para con otros gobiernos amigos, ni apresurarnos a reconocer prematuramente un movimiento revolucionario antes de que haya manifestado capacidad de sostenerse por si mismo y un cierto grado de estabilidad.(.) [29]
Céspedes no necesito mucho tiempo para llegar a la convicción de que nada tenía que esperar los independentistas cubanos del gobierno de los Estados Unidos de América. Al percatarse de ello, expresó:
Por lo que respecta a los Estados Unidos tal vez este equivocado, pero en mi concepto su gobierno a lo que aspira es a apoderarse de Cuba sin complicaciones peligrosas para su nación (.) este es el secreto de su política. (.)[30]
Al corroborar sus temores, Carlos Manuel de Céspedes, ordenó el cierre de la representación diplomática del gobierno de la República de Cuba en Armas en Estados Unidos, y expuso que:
No era posible que por más tiempo soportásemos el desprecio con que nos trata el gobierno de los Estados Unidos, desprecio que iba en aumentos mientras más sufridos nos mostrábamos nosotros. Bastante tiempo hemos hecho el papel del pordiosero a quien se niega repetidamente la limosna y en cuyos hocicos por último se cierra con insolencia la puerta.(.) no por débiles y desgraciados debemos dejar de tener dignidad. (.)[31]
Desde 1868 – 1878 la política de los sucesivos gobiernos de Andrew Jonson, Ulises S. Grant, Rutherford B Hayes, se mantuvo contraria a reconocer el esfuerzo y sacrificio de los patriotas cubanos, su beligerancia y lucha por la independencia de España. Esto evidenció a los patriotas cubanos que en su afán de obtener su independencia debían enfrentar a dos enemigos: España y Estados Unidos de América.
En 1878 William Evarts, Secretario de Estado, propuso el pretendido derecho de los Estados Unidos a defender las vidas y propiedades de sus ciudadanos en cualquier país extranjero (Doctrina Evarts). El derecho a defender la vida de los ciudadanos estadounidenses, los intereses y propiedades de dicho país, ha sido el pretexto esgrimido para enmascarar sus agresiones e intervenciones militares contra otros países en diferentes partes del hemisferio durante todo el siglo XX y aun en los inicios del siglo XXI.
La culminación de la Guerra de los Diez Anos agravó significativamente la situación colonial de Cuba. El cambio de la correlación de fuerzas a escala internacional, a favor de Inglaterra y Francia, afianzó a estas como potencias y agudizó la posición rezagada de España. Estados Unidos, al acecho del menor síntoma que le permitiera apoderarse de Cuba, no desaprovechó esta oportunidad.
El 16 de marzo de 1889 en un articulo publicado en The Manufacture de Filadelfia, con el titulo ¿Queremos a Cuba? Se calificó a los cubanos de seres indeseables, afeminados, perezosos, incapaces, inmorales y que su falta de fuerza viril e indolencia era la causa por lo que estaba sometida a España, que la única esperanza era americanizar por completo la Isla cubriéndola con gente de su raza. A este despreciable artículo respondió José Martí con su Vindicación a Cuba, donde expuso:
Hay cubanos que por móviles respetables, por más admiración ardiente al progreso y la libertad, por el presentimiento de sus propias fuerzas en mejores condiciones políticas, por el desdichado desconocimiento de la historia y tendencias de la anexión, desearían ver la Isla ligada a los Estados Unidos. Pero los que han peleado en la guerra, y han aprendido en los destierros; los que han levantado, con el trabajo de las manos y la mente, un hogar virtuoso en el corazón de un pueblo hostil; los que por su mérito reconocido como científicos y comerciantes, como empresarios e ingenieros, como maestros, abogados, artistas, periodistas, oradores y poetas, como hombres de inteligencia viva y actividad poco común, se ven honrados dondequiera que ha habido ocasión para desplegar sus cualidades, y justicia para entenderlos; los que, con sus elementos menos preparados, fundaron una ciudad de trabajadores donde los Estados Unidos no tenían antes más que unas cuantas casuchas en un islote desierto; esos, más numerosos que los otros, no desean la anexión de Cuba a los Estados Unidos. No la necesitan."[32]
Meses después, el 14 diciembre de 1889, en carta a Gonzalo de Quesada, Martí le expone:
Sobre nuestra tierra, Gonzalo, hay otro plan mas tenebroso que lo que hasta ahora conocemos y es el inicuo de forzar a la Isla, de precipitarla, a la guerra, para tener pretexto de intervenir en ella, y con el crédito de mediador y de garantizador, quedarse con ella. Cosa más cobarde no hay en los anales de los pueblos libres: Ni maldad más fría. ¿Morir, para dar pie en que levantarse a estas gentes que nos empujan a la muerte para su beneficio?[33]
El presidente de los Estados Unidos en el periodo 1893 – 1897, Stephen Grover Cleveland (Demócrata) en carta a su Secretario Richard Olney, fechada el 26 de marzo de 1900, refiriéndose a las ventajas de adquirir la Isla de Cuba dijo:
Me temo que Cuba debiera ser sumergida por algún tiempo antes de que pudiera ser un estado, territorio o colonia de los Estados Unidos del que estuviéramos especialmente orgullosos.[34]
La Isla de Cuba dependía económicamente del mercado norteamericano con quien comerciaba más del 90 por ciento de sus productos, situación que la convertía en una colonia con dos metrópolis: en lo político, España y en lo económico, Estados Unidos.
La situación económica y social de Cuba colonial a inicios de 1890 se resume en la deuda pública de las autoridades españolas en la Isla que era de 100 millones de pesos oro. Más del 40 por ciento de los ingresos tenían que dedicarse a amortizar dicha deuda. La distribución del 60 por ciento restantes de los ingresos no podía ser más arbitraria: los gastos de guerra, marina y guardia civil ascendía a casi el 37 y para el resto de las necesidades se dedicaba el 22,5. A la instrucción pública solo se dedicaba el 1,4 por ciento. Téngase en cuenta que el 76, 3 por ciento de los habitantes eran analfabetos. En 1894 solo el 10 por ciento de la población escolar recibía enseñanza en instituciones del Estado. De toda la población que no alcanzaba el 1,6 millón de habitantes, mas de 91 000 vivían de parásitos del Estado. Los criollos no tenían acceso a los empleos públicos ni se podían dedicar al comercio.
Los empresarios norteamericanos introdujeron centrales azucareros modernos, empezaron a dominar el transporte ferroviario, la luz eléctrica y otros servicios básicos. A partir de 1884 comenzaron a exportar minerales hacia Estados Unidos. En ese año el mercado norteamericano absorbía el 85 por ciento del total de la producción cubana y el 94 de todo el azúcar. En 1894, Cuba exportaba a España solo $8 381 661 y a Estados Unidos $93 410 411. Ese año importó desde España $30 620 210 y desde Estados Unidos $32 948 200. Al reiniciarse la guerra en 1895 los norteamericanos tenían invertidos en Cuba, valores por 50 millones de dólares. Tal es así, que durante la guerra de 1895, los magnates del monopolio azucarero Havemayer, dijeron que si los gobernantes de Estados Unidos no intervenían en Cuba, sus 11 mil accionistas serían capaces de formar un ejército para conquistar a Cuba.
A inicios de 1898, la derrota de España era solo cuestión de tiempo, en ella determinaron el dominio del Teatro de Operaciones Militares por el Ejercito Libertador y el agotamiento económico, físico y moral de las tropas españolas. La oportunista intervención militar norteamericana solo acelero el fin del dominio colonial. El Almirante Pascual Cervera, jefe de la escuadra hispana sacrificada en Santiago de Cuba, dijo:
Me pregunto si me es lícito callar y hacerme solidario de las aventuras que causaran, si ocurren, la total ruina de España, y todo por defender una isla que fue nuestra, porque aún cuando no la perdiésemos de derecho con la guerra, la tenemos perdida de hecho.
(.) defendiendo un ideal que ya solo es romántico. (.)[35]
Víctor M. Concas, Jefe de Estado Mayor de la Flota del almirante Cervera, fue más categórico y concluyente cuando escribió:
Aunque los escritores norteamericanos pretendan negarlo, la insurrección de Cuba había terminado la guerra, y la Isla no era ya nuestra, como dijo el almirante Cervera en la carta del 26 febrero 1898. (.) [36]
España capituló el 12 de agosto de 1898, el 10 diciembre se firmó el Tratado de Paris. El primero de enero 1899 fue arriada la bandera española e izada la norteamericana, se iniciaba la ocupación militar de la Isla por tropas extranjeras. Con profundo pesar y proféticas palabras, el mayor general y General en Jefe del Ejercito Libertador de Cuba sentenció para la historia en su Diario de Campana:
Tristes se han ido ellos y tristes hemos quedado nosotros, porque un poder extranjero los ha sustituido. Yo sonaba con la paz con España, yo esperaba despedir con respeto a los valientes soldados españoles, con los cuales nos encontramos siempre frente a frente en los campos de batalla(.) Pero los americanos han amargado con su tutela impuesta por la fuerza, la alegría de los cubanos vencedores, y no supieron endulzar la pena de los vencidos. La situación pues, que se le ha creado a este pueblo, de miseria material y de apenamiento, por estar cohibido en todos sus actos de soberanía, es cada vez mas aflictiva, y el día que termine tan extraña situación, es posible que no dejen los americanos aquí ni un adarme de simpatía. (.)[37]
En el siglo XIX los Estados Unidos de Norteamérica violaron los derechos, amenazaron y agredieron a muchos pueblos en América Latina y el Caribe, África, Asia y Europa. Las políticas de la fruta madura, el Destino Manifiesto o fatalismo geográfico, el monroísmo, las intervenciones militares, la intromisión en los asuntos internos y la imposición de dictaduras militares, fueron rasgos que caracterizaron las ansias de apropiarse del territorio de otros países, entre ellos, con mucha fuerza, Cuba.
El siglo XX comenzó con una Cuba intervenida por el gobierno de Estados Unidos, quien facilitó a los geófagos estadounidenses adquirir grandes extensiones de suelo fértil por medio de la compra, a precios irrisorios, de tierras de propietarios arruinados y aquellas de la Metrópoli española que debían haber pasado al patrimonio de la nación cubana. Con la ocupación de nuestro país, Estados Unidos sentó las bases para su creciente penetración en los servicios públicos, la producción y las finanzas de una colonización de nuevo tipo: una neocolonia, que duró hasta el primero de enero de 1959, cuando triunfó la Revolución cubana, a partir de ese momento comienza una nueva historia, que resultara contenido para un nuevo trabajo.
Chomsky se ha referido alguna vez a la actitud de la política estadounidense para con Cuba con el término "crueldad". ¿Cree que es una definición acertada? Entrevista a Ricardo Alarcón de Quezada. ¿¿¿¿¿—–????
Por algo es un gran lingüista, y cuando tuvo que buscar una sola palabra para definir esa política, la que vino a su mente fue "crueldad". Yo creo que es así. Primero porque es una política que no tiene como enemigo sólo a gente como Fidel Castro, como yo, a las personas responsables de haberles creado este lío tan sólo a noventa millas. La política estadounidense para con Cuba siempre ha sido concebida contra el pueblo.
Actualmente, la política de bloqueo es mucho más que el impedimento para que otros comercien con Cuba o inviertan en Cuba. Es más que un bloqueo, más que una guerra económica. Es una política genocida. Y esto no es retórica. Hay documentos desclasificados del Departamento de Estado de los Estados Unidos, concretamente en el volumen 10 "Relaciones Cuba-Estados Unidos", en el que aparecen documentos de los años 1959 y 1960, cuando empezaron a aplicar medidas económicas contra Cuba. La primera de ellas fue la reducción de la cuota azucarera. En esos documentos se constata que había estudios previos de lo que significaba esta medida para el pueblo cubano. Se indicaba que provocaría el cierre de las centrales azucareras, la generalización del desempleo, causaría hambre y miseria, provocaría la desesperación del pueblo y, por esa vía, Estados Unidos se quitaría de encima al gobierno de la Revolución. Si buscamos la definición de la Convención de Ginebra sobre el genocidio, encontraremos precisamente esto: causar daño, llevar a la aniquilación a un grupo humano como tal.
Partes esenciales del discurso del Presidente de los EEUU: Bush ¿…?
(… )
Los gobernantes de Cuba prometieron la libertad individual. En cambio, negaron a sus ciudadanos los derechos fundamentales que el mundo libre da por sentados. En Cuba es ilegal cambiar de trabajo, cambiar de casa, viajar al extranjero, y leer libros o revistas sin la aprobación expresa del Estado.
(… )
Los gobernantes de Cuba prometieron libertad de prensa. En cambio, cerraron los periódicos y las estaciones de radio y televisión privados. Han encarcelado y golpeado a periodistas, allanado sus hogares, y confiscado sus materiales como papel, tinta y equipos de fax. Un periodista cubano pidió una cosa a extranjeros que lo visitaron: una pluma. Otro usa betún como tinta para la cinta de su máquina de escribir.
Los gobernantes de Cuba prometieron "respeto absoluto por los derechos humanos". En cambio, han ofrecido a los cubanos cárceles infestadas de ratas y un Estado policial.
(… )
Se encuentran aquí con nosotros familiares de presos políticos en Cuba. Les pedí que vinieran porque quiero que nuestros conciudadanos vean los rostros de los que sufren como resultado de las violaciones de los derechos humanos en la Isla ubicada a unas 90 millas de nuestras costas.
(… )
Ha llegado el momento de apoyar a los crecientes movimientos democráticos de la Isla. Ha llegado el momento de apoyar al pueblo cubano que se levanta en su exigencia de libertad. Y ahora es el momento para que el mundo deje a un lado sus diferencias y se prepare para la transición en Cuba hacia un futuro de libertad y progreso y promesas. Los disidentes de hoy serán los líderes del mañana de esa nación, y cuando al fin llegue la libertad, seguramente recordarán a aquellos que se mantuvieron a su lado.
La República Checa y Hungría y Polonia han sido fuentes vitales de apoyo y aliento para la valerosa oposición democrática en Cuba. Pido a otras naciones que sigan su ejemplo. Todas las naciones pueden realizar esfuerzos tangibles a fin de apoyar públicamente a los que desean libertad para la Isla.
(… )
Aquí en los Estados Unidos podemos hacer mucho más también. El Congreso de los Estados Unidos recientemente votó a favor de fondos adicionales dirigidos a apoyar los esfuerzos por el establecimiento de una democracia en Cuba. Doy las gracias a todos por su buen trabajo en este aspecto —y los insto a que me envíen el proyecto de ley tan pronto sea posible. También insto a nuestro Congreso a que dé muestras de su apoyo y solidaridad a favor de un cambio fundamental en Cuba al mantener nuestro embargo sobre la dictadura hasta que se produzca el cambio.
(… )
El régimen cubano utiliza el embargo de los Estados Unidos como chivo expiatorio de todos los suplicios que padece Cuba. Sin embargo, desde hace mucho tiempo los presidentes de ambos partidos políticos han comprendido que la fuente del sufrimiento de Cuba no es el embargo, sino el sistema comunista. Saben que comerciar con el gobierno cubano no ayudaría al pueblo cubano hasta tanto no se produzcan cambios fundamentales en la política de Cuba y en su sistema económico. Por el contrario, comerciar con Cuba solamente enriquecería a las élites en el poder a la vez que afianzaría su control. Mientras el régimen mantenga su monopolio sobre la vida económica y política del pueblo cubano los Estados Unidos mantendrán el bloqueo. (Aplausos).
Los Estados Unidos saben lo mucho que sufre el pueblo cubano —y no nos hemos mantenido con los brazos cruzados. A través de los años hemos concedido asilo a cientos de miles de personas que han huido de la represión y de la miseria impuestos por el régimen. Hemos congregado a las naciones para que defiendan la causa de la libertad cubana y continuaremos haciéndolo. Solamente el año pasado, autorizamos a organizaciones y a ciudadanos privados a suministrar alimentos y medicinas y otras formas de asistencia por un monto superior a los 270 millones de dólares. El pueblo americano, el pueblo de esta tierra generosa, es el mayor suministrador de ayuda humanitaria al pueblo cubano en todo el mundo.
La ayuda que les damos va directamente a manos del pueblo cubano en lugar de a las arcas de los líderes cubanos. En esto realmente radica nuestra política: romper el control absoluto que el régimen mantiene sobre los recursos materiales que el pueblo cubano necesita para vivir y para prosperar y para tener una esperanza.
Y a fin de ampliar estos esfuerzos, los Estados Unidos están dispuestos a adoptar nuevas medidas para ayudar directamente al pueblo cubano en estos momentos —pero solamente si el régimen cubano, la clase gobernante, se quita del medio.
Por ejemplo —aquí les presento una idea interesante para ayudar al pueblo cubano— el gobierno de los Estados Unidos está dispuesto a conceder licencias a organizaciones no gubernamentales y a grupos religiosos para que suministren al pueblo cubano computadoras y acceso a Internet —si los gobernantes cubanos ponen fin a sus restricciones que prohíben que el pueblo tenga acceso a Internet.
Los Estados Unidos están dispuestos a invitar a jóvenes cubanos cuyas familias sufren opresión a formar parte de programas de becas para jóvenes latinoamericanos (Partnership for Latin American Youth Scholarship Programs) para que puedan acceder por igual a mayores oportunidades educativas —si los gobernantes cubanos les permiten participar libremente.
Hacemos esta oferta al pueblo de Cuba –-y esperamos que sus gobernantes le permitan aceptarlas. Como ustedes conocen, anteriormente hicimos ofertas similares —pero fueron rechazadas por el régimen. Es una triste lección, aunque debiera ser una lección vívida de la cual debiéramos aprender todos, a saber, que es más importante para la clase gobernante de Cuba mantener las riendas del poder que el bienestar de su pueblo.
Las condiciones de vida de los cubanos no mejorarán bajo el actual sistema de gobierno. Ni tampoco mejorará cambiando a un dictador por otro. No mejorará si buscamos coexistir con una nueva tiranía en aras de la "estabilidad". (Aplausos). América no insuflará oxígeno a un régimen criminal que explota a su propio pueblo. No vamos a apoyar el viejo régimen con nuevas caras. El viejo sistema mantenido con nuevas cadenas. La palabra clave en nuestros tratos en el futuro con Cuba no será estabilidad. La palabra clave es libertad. (Aplausos).
Es en este espíritu que hoy anuncio una nueva iniciativa para desarrollar un multimillonario Fondo Internacional para la Libertad de Cuba (Freedom Fund for Cuba). Este fondo ayudaría al pueblo cubano a reconstruir su economía y realizar la transición hacia la democracia. He solicitado a dos miembros de mi gabinete que encabecen este esfuerzo —a la secretaria Rice y al secretario Gutiérrez. Ellos van a recabar el apoyo de los gobiernos extranjeros y de las organizaciones internacionales que deseen contribuir con esta iniciativa.
El fondo funcionaría de este modo.
El gobierno cubano debe demostrar que respeta, de palabra y de hecho, las libertades fundamentales. Ello incluye la libertad de expresión, la libertad de asociación, la libertad de prensa, la libertad de crear partidos políticos, y la libertad de cambiar el gobierno mediante elecciones multipartidistas periódicas. Y una vez que se hayan concedido estas libertades, el fondo daría a los cubanos —especialmente a los empresarios cubanos— acceso a los préstamos, subsidios y alivio de la deuda para reconstruir su país. (Aplausos).
El reestablecimiento de estas libertades básicas es la base de unas elecciones justas, libres y competitivas. Sin estas protecciones fundamentales las elecciones solo serían un ejercicio cínico que daría a las dictaduras una legitimidad que no merecen.
(… )
En estos momentos mis palabras son transmitidas a Cuba en vivo por los medios de comunicación del mundo libre —incluidos Radio y TV Martí. A aquellos cubanos que me escuchan, quizás exponiéndose a grandes riesgos, quisiera dirigirme a ustedes directamente.
Algunos de ustedes son miembros de los cuerpos militares cubanos o de la policía o funcionarios del gobierno.
Tal vez ustedes una vez creyeron en la Revolución. Ahora ustedes se han percatado de su fracaso. Cuando los cubanos se alcen para exigir la libertad que ellos merecen, ustedes tendrán que tomar una decisión. ¿Acaso van a defender un orden deshonrado y moribundo recurriendo a la fuerza contra su propio pueblo o van a defender el deseo de su pueblo por un cambio? Existe un lugar para ustedes en una Cuba libre. Ustedes pueden compartir la esperanza que se evoca en esa canción que se ha convertido en un grito de reunificación para todos los cubanos amantes de la libertad, tanto dentro como fuera de la Isla: Nuestro Día Ya Viene Llegando * (lo dijo en inglés y en español).
(… )
A los niños de Cuba.
Ustedes tienen muchas cosas en común con los jóvenes de los Estados Unidos. Ambos sueñan con futuros esperanzadores, y ambos tienen el optimismo para hacer que esos sueños se hagan realidad. No crean las trasnochadas mentiras que se les dicen sobre América. No queremos nada de ustedes, salvo darles la bienvenida a la esperanza y la dicha de la libertad. No teman al futuro. Su día ya viene llegando* (lo dijo en español y luego en inglés). (Aplausos.)
Hasta que llegue ese día, ustedes y su sufrimiento jamás están lejos de nuestros corazones y nuestras plegarias. El pueblo americano se preocupa por ustedes. Y en espera de que podamos estar juntos como hombres y mujeres libres, los dejo con una esperanza, un sueño, y una misión: Viva Cuba Libre* (lo dijo en español) (Aplausos.)
DECLARACIÓN OFICIAL DEL GOBIERNO DE CUBA AL DISCURSO DE BUSH
LA PALABRA DE ORDEN EN CUBA ES: ¡Coraje!
Conferencia de prensa concedida por Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, a la prensa nacional y extranjera, efectuada en el MINREX, el 24 de octubre del 2007, "Año 49 de la Revolución"
Apreciamos las palabras del Presidente como una confirmación de que la política en vigor, en el régimen de Bush, es el cambio de régimen en Cuba, incluso por la fuerza. Sus palabras de hoy vienen a confirmarlo.
Lo que el Presidente de Estados Unidos ha llamado "acelerar el periodo de transición", en el que según él está Cuba, equivale —y quiero recordar aquí las palabras de Fidel de hace apenas dos días— a la reconquista de Cuba por la fuerza. Ese es el plan que ha quedado hoy mejor delineado y al desnudo ante la opinión pública.
Quiero subrayar una frase del discurso del Presidente de Estados Unidos, dijo: "La palabra de orden en nuestros tratos futuros con Cuba no es estabilidad, la palabra de orden es libertad."
En enero del 2004, el presidente Bush había dicho que había que "trabajar por una transición rápida y pacífica en Cuba", eso fue en enero del 2004. En febrero del 2004 repitió otra vez que el objetivo de su política era "la transición rápida y pacífica a una democracia". En mayo del 2004 habló de que había que "acelerar", ya no era esperar o trabajar, sino "acelerar el día en que Cuba sea un país libre", dijo. Ya para octubre del 2004 decía que "el pueblo cubano debería ser liberado", cosa que nadie aquí le pidió, ni le pide, ni le va a pedir, pero ya evolucionó la idea, no de esperar o de desear, sino a decir que ese pueblo "debería ser liberado".
En agosto del 2006, prometiendo la futura "liberación" de Cuba, aseguraba que cuando eso suceda "los cubano-americanos, decía, podrán lidiar con el tema de la confiscación de propiedades", es decir, "podrán entonces, una vez que nosotros liberemos a Cuba, ocuparse de recuperar allí sus antiguas propiedades", los batistianos, los torturadores, los asesinos, los terratenientes ligados a la dictadura de Batista, que retornarían aquí a recuperar las propiedades, que es casi siempre el leitmotiv de toda esta política.
Sin embargo, ya para junio del 2007, decía: "Continuaremos presionando por la libertad de Cuba". En junio del 2007, a una pregunta improvisada en un encuentro con militares norteamericanos, dijo: "Algunos dirán que el problema es la estabilidad en Cuba. Yo considero que tenemos que presionar duro por la democracia." Fue una frase donde ya enseñó la idea de que la estabilidad no era lo más importante.
Bueno, ha continuado su catarata de amenazas y frases contra Cuba, que ha desembocado hoy en este nuevo paso, que ya no es esperar, desear, sino asegurar que la palabra de orden, en este momento, no es estabilidad, que la palabra de orden es libertad.
Nosotros estamos claros de qué significa la "libertad" que el presidente Bush promete a los cubanos, y nos tomamos en serio la evocación de nuevos y renovados esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para cumplir su política de cambio de régimen en Cuba, que es, por demás, ilegal; es una política violatoria del derecho internacional. El Presidente de Estados Unidos no tiene autoridad moral, ni potestad legal para proponerse cambiar el ordenamiento jurídico, político, que los demás pueblos de la Tierra, soberanamente, han decidido darse. Es una violación de nuestros derechos como pueblo independiente, como nación soberana. Es una conculcación de nuestro derecho a ejercer la libre determinación.
Dijo que Estados Unidos es el mayor proveedor de ayuda humanitaria a Cuba y que el año pasado fueron 270 millones de dólares; que es el país que más ayuda, dijo, a Cuba.
Estos extremos de hipocresía, de falta de elemental respeto a la verdad, realmente han sido escasos. Esto es un nuevo récord, vamos a decir, de la impudicia.
Averigüé, por curiosidad, sobre los 270 millones… El año pasado a Cuba entraron desde Estados Unidos 5 millones de dólares en materiales, donativos, computadoras de uso, ómnibus de uso, lo que han traído los Pastores por la Paz, los grupos religiosos de Estados Unidos, las organizaciones no gubernamentales, en abierto desafío a las prohibiciones y a la persecución del régimen de Bush. Es lo que muchos de los mejores hijos del pueblo norteamericano, a riesgo de enfrentar penas de prisión, multas, la persecución de su propio gobierno, han hecho llegar a Cuba por vías disímiles; 5 millones, que nosotros apreciamos como símbolo y expresión de los mejores valores del pueblo norteamericano.
El Presidente de Estados Unidos dice que, el año pasado, ellos son el gobierno que más ha ayudado a Cuba; en el año, precisamente, cuando más bloqueo, más persecución ha habido, cuando han multado a los grupos religiosos que venían a Cuba, a las instituciones religiosas, cuando han llevado su persecución al punto de la esquizofrenia.
Esas han sido algunas de sus palabras para describir la realidad cubana, como ya dije, en un discurso que provoca realmente aversión de solo escuchar estas frases.
Ha hecho, por otro lado, un llamado desesperado a otros países para sumarse al bloqueo y a la subversión contra Cuba, para sumarse a esta política fallida que nadie en el mundo comparte.
Cuba considera que las palabras de hoy reconocen explícitamente que el gobierno de Estados Unidos se encuentra solo en su política hacia Cuba. Ha habido una apelación reiterada y desesperada para que otros gobiernos se sumen; incluso, les ha dictado el decálogo de las cosas que, a su juicio, deberían hacer esos gobiernos, sus embajadas en La Habana. Prueba de que no tienen apoyo ni reconocimiento en el mundo, porque debo recordar aquí, que se puede ser el más poderoso, pero no el más respetado; se puede tener la capacidad de destruir a un país con un ataque nuclear, pero no de levantar simpatía; se puede ser temido, incluso, pero eso no quiere decir que se sea querido o apoyado. Y lo que ocurre es que el Presidente de Estados Unidos choca con el hecho de que la comunidad internacional no sigue su política, de que hay un rechazo casi universal al bloqueo genocida que impone contra el pueblo de Cuba, que crece la admiración y el reconocimiento a Cuba.
El Ministro cubano del Exterior Felipe Pérez Roque: Convocó a la prensa nacional e internacional acreditada aquí "para dar respuesta a nombre del Gobierno y el pueblo de Cuba a las declaraciones del presidente Bush".
Advirtió que la política en vigor en el régimen de Bush es el cambio de régimen en Cuba "incluso por la fuerza", lo que el mandatario norteamericano llama "acelerar el proceso En enero del 2004 —indicó— Bush habló de "trabajar por una transición rápida y pacífica hacia la democracia", en mayo era "acelerar el día que Cuba sea un país libre" y en octubre, "el pueblo cubano debería ser liberado".Tres años más tarde, en junio pasado —señaló el Ministro— Bush dijo continuar "presionando duro por la libertad de Cuba" y ahora dice en su discurso, "la palabra de orden en nuestros tratos futuros con Cuba no es estabilidad, es libertad".
Cuba entiende estas palabras como un acto irresponsable, que reflejan —expresó el nivel de frustración y convocan a la violencia para derrocar a la Revolución de transición" y Fidel califica de "la reconquista de Cuba por la fuerza".
"Bush deja abierta la opción de un hipotético y fantasioso levantamiento" interno que "cualquier persona sabe es políticamente imposible porque la Revolución tiene el apoyo del pueblo", pero también deja abierta la posibilidad de una agresión desde fuera. A Bush se le acaba el tiempo y eso no lo hace menos peligroso, advirtió el Ministro, y añadió que en su discurso en Washington hizo "un intento vano y ridículo de reclutar" a nuestras Fuerzas Armadas y al Ministerio del Interior, a los que les perdonará la vida si traicionan a la Revolución. "La reacción en Cuba es de indignación, pero de serenidad absoluta, firmeza, y confianza en nuestra fuerza. La palabra de orden aquí es coraje". Se refirió a la disposición que manifiesta Bush al considerar el otorgamiento de licencias a organizaciones no gubernamentales y a grupos religiosos para que suministren computadoras a los jóvenes cubanos y acceso a Internet. "Un anuncio ridículo que movería a la risa si no estuviera insertado en este recrudecimiento de la política contra Cuba. En un país que pese al bloqueo tiene más de 500 mil computadoras instaladas, que el año que viene instalará otras 150 mil y a partir del 2008 podrá ensamblar 120 mil por año. Donde funcionan 600 Joven Club que dan acceso gratuito a Internet a más de dos millones de cubanos al año".
—invitar a jóvenes cubanos, hijos de sus mercenarios en Cuba, a un programa de becas que han implementado para América Latina por tres años. "Esto para un país con 65 universidades.donde estudian hoy 730 mil jóvenes cubanos.y además tiene 30 mil becados gratuitamente de 120 países".Por último Bush propuso crear un Fondo Internacional para la Libertad de Cuba, con el objetivo de que otros países pongan el dinero para derrocar a la Revolución, señaló el Canciller.El señor Presidente hizo un llamado desesperado a otros países a sumarse al bloqueo —resaltó Pérez Roque—, prueba de su aislamiento, de que no tiene apoyo en el mundo. "Se puede ser el más poderoso, pero no el más respetado. La comunidad internacional no sigue su política y hoy el rechazo al bloqueo genocida es casi universal".Luego de comentar las "iniciativas", el Canciller detalló los doce puntos "de lo que debería proponer el Presidente norteamericano como ayuda" a la isla:
1. Respetar el derecho de los cubanos a su independencia y soberanía.
2. Cesar de inmediato su política de agresión y amenazas.
3. Dejar de intervenir en los asuntos internos de Cuba y de intentar fabricar una oposición interna.
4. Poner fin a las acciones subversivas contra Cuba y desmontar la radio y la televisión que ofenden el nombre del Héroe Nacional.
5. Levantar de inmediato el bloqueo.
6. Eliminar la prohibición de los viajes a Cuba de los estadounidenses y de las visitas familiares de los cubanos que viven allá.
7. Dejar de estimular la emigración ilegal desde Cuba. Derogar la Ley de Ajuste y cumplir los Acuerdos migratorios.
8. Cesar las agresivas campañas de mentiras.
9. Liberar a los cinco luchadores antiterroristas, presos políticos en cárceles norteamericanas.
10. Extraditar a Venezuela o enjuiciar en Estados Unidos al terrorista Luís Posada Carriles.
11. Cerrar de inmediato el centro de torturas que creó en la Base Naval de Guantánamo.
12. Cesar las presiones contra la comunidad internacional para que apoye política contra Cuba.
"No hay fuerza humana ni natural en el mundo capaz de hacer desistir a los cubanos de sus sueños de justicia, de libertad e independencia. Somos una Revolución victoriosa y nos hemos ganado el respeto de todos".
Se cumplen 45 años de la Crisis de Octubre y como "en este momento hay en el pueblo cubano la misma serenidad, la misma entereza, el mismo sentimiento de unidad nacional y de orgullo patrio, que en aquellos días luminosos y tristes, como los llamó el Che, en que el pueblo cubano estuvo dispuesto a enfrentar, incluso el holocausto nuclear, antes que renunciar a sus principios y su soberanía".
ASOCIACIONES EMPRESARIALES DE EE.UU. PIDEN A OBAMA ELIMINE BLOQUEO A CUBA
WASHINGTON, 4 de diciembre. — Doce asociaciones empresariales, entre ellas la Cámara de Comercio de EE.UU., enviaron una carta al presidente electo, Barack Obama, en la que le instan a eliminar el bloqueo contra Cuba o que por lo menos lo suavice más que lo prometido en las elecciones. Entre sus suscriptores está la Cámara de Comercio, la mayor organización empresarial del país; la Federación Nacional Minorista, la Asociación de Manufactureros de Alimentos y el Consejo Nacional de Comercio Exterior."Apoyamos la eliminación completa de todas las restricciones de comercio y viaje", dijeron las organizaciones en una carta enviada al futuro mandatario, informó EFE."Es simplemente equivocado que los estadounidenses no puedan viajar libremente a La Habana", dijeron las asociaciones.
En Reflexiones del compañero Fidel con el título Navegar contra la marea señalaba del Diciembre 4 de 2008.
Después del discurso de Obama la tarde del 23 de mayo de este año ante la Fundación Nacional Cubano-Americana, creada por Ronald Reagan, escribí una reflexión titulada La política cínica del imperio, fechada el 25 de ese mes.
En ella, cité sus palabras textuales ante los anexionistas de Miami: "Juntos vamos a buscar la libertad para Cuba; esa es mi palabra; ese es mi compromiso. Es hora de que el dinero estadounidense haga que el pueblo cubano sea menos dependiente del régimen de Castro. Voy a mantener el embargo."
Después de incluir varios razonamientos y ejemplos nada éticos sobre la conducta en general de los Presidentes que precedieron al que resultase electo para ese cargo en las elecciones del 4 de noviembre, escribí textualmente:
"Me veo obligado a varias delicadas preguntas:
"1º ¿Es correcto que el Presidente de Estados Unidos ordene el asesinato de cualquier persona en el mundo, sea cual fuere el pretexto?
"2º ¿Es ético que el Presidente de Estados Unidos ordene torturar a otros seres humanos?
"3º ¿Es el terrorismo de Estado un instrumento que debe utilizar un país tan poderoso como Estados Unidos para que exista la paz en el planeta?
"4º ¿Es buena y honorable una Ley de Ajuste que se aplica como castigo a un solo país, Cuba, para desestabilizarlo, aunque cueste la vida a niños y madres inocentes? Si es buena, ¿por qué no se aplica el derecho automático de residencia a los haitianos, dominicanos y demás países del Caribe, y se hace lo mismo con los mexicanos, centroamericanos y suramericanos, que mueren como moscas en el muro de la frontera mexicana o en aguas del Atlántico y el Pacífico?
"5º ¿Puede Estados Unidos prescindir de los inmigrantes, que cultivan vegetales, frutas, almendras y otras exquisiteces para los norteamericanos? ¿Quién barrería sus calles, prestaría servicios domésticos y realizaría los peores y menos remunerados trabajos?
"6º ¿Son justas las redadas de indocumentados que afectan incluso a niños nacidos en Estados Unidos?
"7º ¿Es moral y justificable el robo de cerebros y la continua extracción de las mejores inteligencias científicas e intelectuales de los países pobres?
"8º Usted afirma que su país advirtió hace tiempo a las potencias europeas que no admitiría intervenciones en el hemisferio, y a la vez reitera la demanda de ese derecho, reclamando al mismo tiempo el de intervenir en cualquier parte del mundo con el apoyo de cientos de bases militares, fuerzas navales, aéreas y espaciales distribuidas en el planeta. Le pregunto: ¿es esa la forma en que Estados Unidos expresa su respeto por la libertad, la democracia y los derechos humanos?
"9º ¿Es justo atacar sorpresiva y preventivamente sesenta o más oscuros rincones del mundo, como los llama Bush, sea cual fuere el pretexto?
"10º ¿Es honorable y cuerdo invertir millones de millones de dólares en el complejo militar-industrial para producir armas que pueden liquidar varias veces la vida en la Tierra?"
Podía haber incluido varias preguntas más.
A pesar de las cáusticas interrogantes, no dejé de ser amable con el candidato afroamericano, en quien veía mucha más capacidad y dominio del arte de la política que en los candidatos adversarios, no solo en el partido opuesto sino también en el seno del suyo.
(.)
Con Obama se puede conversar donde lo desee, ya que no somos predicadores de la violencia y de la guerra. Debe recordársele que la teoría de la zanahoria y el garrote no tendrá vigencia en nuestro país.
Ninguna de las frases de su último discurso contiene elementos de respuesta a las preguntas que formulé el pasado 25 de mayo, hace solo seis meses.
Nuestros principios son los de Baraguá. El imperio debe saber que nuestra Patria puede ser convertida en polvo, pero los derechos soberanos del pueblo cubano no son negociables.
RESUMEN.
Hacer referencia como aspectos fundamentales los principios y características de la política exterior del estado cubano, el proceso de inserción en el sistema internacional prestando especial atención a los aspectos principales de la estrategia alternativa cubana ante la globalización neoliberal.
TAREA.
Rrealizar un resumen donde se expongan las causas y características del conflicto Cuba-EEUU, sus escenarios y variables, para ello se apoyarán en la prensa y en libro de texto (Tomo 2/02 en las Páginas 104 -105; Tomo 2/06 Página 259 – 277)
El estudiante debe realizar las actividades de auto evaluación que aparecen en la guía correspondiente a los contenidos tratados en el encuentro.
ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN.
Organice un debate con sus compañeros acerca de la siguientes problemáticas:
1. ¿Considera Usted que se continúa una tradición política revolucionaria en la aplicación de los principios de la política exterior cubana? Explique.
2. ¿Cree Usted que puede hablarse hoy de la existencia de una estrategia alternativa cubana ante la globalización neoliberal? Fundamente su criterio.
TEMA 4:
El sistema politico cubano
CLASE ENCUENTRO.1 El Sistema Político cubano, y el debate académico. Etapas del Sistema Político Cubano. Las reformas políticas de los años 90. Reformas Económicas. Legitimidad, consenso político y valores del Sistema Político cubano.
OBJETIVO PARA EL TEMA: que los estudiantes sean capaces de.
1. Explicar las particularidades del sistema político cubano en las diferentes etapas de su formación, consolidación y perfeccionamiento, sus factores legitimadores y sus tendencias actuales.
2. Caracterizar la relación entre reformas económicas, legitimación, consenso político, valores y gobernabilidad en la Cuba de los 90 del siglo XX e inicios del XXI.
SISTEMA DE CONOCIMIENTOS:
El sistema político cubano y el debate académico. Etapas del sistema político cubano. Las reformas políticas de los años 90. Reformas económicas, legitimidad, consenso político y valores en el sistema político cubano.
PROBLEMA. El Sistema Político cubano, como una nueva forma de organización política de la sociedad.
Método: Elaboración conjunta y trabajo independiente.
Medios: Libro de texto y guía de estudio.
Sistema de evaluación: Preguntas orales o escritas.
ORIENTACIONES PARA EL TRABAJO INDEPENDIENTE:
Este tema constituye la síntesis más amplia e importante de todo el programa, deben aplicarse las principales categorías estudiadas, con cierto nivel de reelaboración crítica y con el enfoque desde el socialismo. Debe tratarse en clases el tratamiento conceptual de sistema político cubano, sus particularidades y períodos por los que ha transitado como proyecto socialista, de construir una alternativa viable y diferente al capitalismo en su fase actual de crisis general, económica financiera y comercial a escala internacional.
Orientar la elaboración de un resumen sobre la relación entre reformas económicas, legitimidad, consenso político y valores en el sistema político cubano enfatizando en las reformas políticas de los años 90 en cuanto a los órganos estatales, en el Partido Comunista. Crítica a la teoría de los cubanólogos acerca de que el sistema político cubano es un sistema estático, inmovible.
El estudiante debe elaborar resumen sobre la dinámica entre la sociedad civil y el Estado en Cuba apoyándose en el libro de texto. Realizar las actividades de auto evaluación que aparecen en la guía correspondiente a los contenidos tratados en el encuentro. Emplear el material de apoyo sobre este proyecto que se señala en la bibliografía y debe ser consultado.
BIBLIOGRAFIA. Colectivo de Autores: Teoría sociopolítica. Selección de temas. Editorial Félix Varela, La Habana, 2002. (Tomo 2/02, parte IV, pp. 129-292. Tomo 2/06, parte IV, pp. 281-424).
DEL TEMA EN GENERAL
Los aspectos fundamentales a desarrollar.
1. Propuesta de definición de sistema político cubano.
2. Particularidades del sistema político cubano, analizándolas a través de una propuesta de periodización del proceso de formación, consolidación y perfeccionamiento de ese sistema.
3. Relación entre reformas económicas, legitimidad, consenso político y valores en el sistema político cubano de finales de los años 90 e inicios del siglo XXI.
4. Dinámica de la sociedad civil y del Estado en Cuba.
5. Análisis crítico de los principales enfoques acerca del sistema político cubano realizados desde la perspectiva de la cubanología.
6. Tendencias actuales del desarrollo del sistema político cubano.
Acciones para desarrollar habilidades investigativas:
Orientar cómo trabajar con el libro de texto y la guía de estudio de la asignatura y los requisitos metodológicos para la elaboración de resúmenes y ponencias. Así también la elaboración de glosarios por parte de los alumnos. Controlándose cómo el alumno organiza su actividad para el estudio, al procesar información.
Acciones para desarrollar valores y la motivación por la carrera:
Para el desarrollo del tema el docente debe realizar un estudio que le permita determinar, por la naturaleza del contenido, la posibilidad de trabajar uno o varios valores.
Según la procedencia del alumno (técnico medio, preuniversitario, cursos integrales o trabajador con experiencia) el profesor promoverá el intercambio de información sobre su empleo o futura profesión para realizar el vínculo de la asignatura con la carrera y las asignaturas que recibe. Es importante desarrollar un pensamiento reflexivo sobre la base de principios político-ideológicos acordes con la ideología de la Revolución cubana.
Acciones para aplicar las estrategias curriculares (informatización- redes y computación, formación económica, medioambiental:
Se situarán en la red INTRANET materiales de consulta. Remitir a los alumnos a la biblioteca digital del CUTL, a la sección CR ROOM para consultar bibliografías. Se orientarán tareas para que se respondan en formato digital.
Se exigirá por el uso de un vocabulario técnico que emplee adecuadamente las categorías sociopolíticas. Se seleccionarán ejemplos actuales que se someterán a crítica.
BIBLIOGRAFÍA EN SOPORTE PLANO Y MAGNÉTICO:
Marx, C. Engels, F. Obras escogidas en 3 tomos y en tomo único.
Lenin, V.I. Obras escogida en 3 y 55 tomos.
Partido Comunista de Cuba. Documentos de los congresos, especialmente del V Congreso (Informe Central, Discurso de clausura, Resolución Económica, Intervención de Carlos Lage sobre la Resolución Económica y documento político "El partido de la unidad, la democracia y los derechos humanos que defendemos").
Martí en la Universidad. Selección y prólogo de Cintio Vitier. Editorial "Félix Varela". La Habana, 1997.
Castro, Fidel. Escritos, discursos y reflexiones.
Guevara, Ernesto. Escritos, discursos y reflexiones.
Teoría Sociopolítica. Selección de temas. Colectivo de autores. Editorial "Félix Varela". La Habana, 2000 (en proceso de publicación). Distribuido en soporte electrónico por todas las universidades del país).
-El derrumbe del modelo eurosoviético. Una visión desde Cuba. Colectivo de autores. 1996.
Causas y consecuencias del derrumbe del socialismo europeo. Colectivo de autores del Centro de Estudios Europeos. Editorial "Abril". La Habana, 2000 (en proceso de publicación).
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Acosta, Homero. El constitucionalismo mambí (1895-1898): una aproximación un siglo después. En: Debate acerca de peculiaridades de las constituciones cubanas. Boletín "Problemas Filosóficos", de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas (SCIF), ISSN-0864-4160, No.1, 1997, pp.3-14.
Alarcón de Quesada, Ricardo. Cuba y la lucha por la democracia. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 2002.
Alonso Freyre, Joaquín; Romero Fernández, Edgardo; Rivero Pino, Ramón. El proyecto sociopolítico cubano. Artículo inédito (en proceso de publicación). La Habana, 2003.
Castro Ruz, Fidel. Informes centrales y discursos de clausura del I, II, III, IV y V Congresos del PCC (especialmente los del I, IV y V Congresos). Editora Política, La Habana, 1975, 1981, 1986, 1991 y 1997.
Castro Ruz, Raúl. Informe del Buró Político al V Pleno del Comité Central del PCC. En: Periódico "Granma", 27-5-96.
Constitución de la República de Cuba. Tesis y Resolución. Ediciones DOR. La Habana, 1976.Constitución de la República de Cuba. Texto reformado en 1992. En: Gaceta Oficial de la República de Cuba, Extraordinaria. Año XC, No.7, 1º de agosto de 1992, pp.33-48.Constitución de la República de Cuba. Texto reformado en 2002. En: Gaceta Oficial de la República de Cuba, Extraordinaria. Año CI, No.3, 31 de enero de 2003.Documentos aprobados en el I, II, III, IV y V Congresos del Partido Comunista de Cuba (PCC) (especialmente los del I y IV Congresos). Editora Política, La Habana, 1975, 1981, 1986, 1991 y 1997.
Ciencia Política: indagaciones desde Cuba. Colectivo de autores. Editorial "Félix Varela". La Habana, 1997, pp.19-40
García Brigos, Jesús Pastor. Gobernabilidad y democracia: los órganos del Poder Popular en Cuba. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1998.
Ley Electoral de la República de Cuba (Nueva Ley aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular en 1992). En: Gaceta Oficial de la República de Cuba, Año XC, No.9, 2 de noviembre de 1992, pp.51-66.
Roca, Blas. Discurso en la presentación del proyecto de Resolución del Anteproyecto de Constitución de la República de Cuba, ante el Primer Congreso del PCC en 1975.
La bibliografía auxiliar y complementaria:
Está sugerida en cada epígrafe del libro de texto "Teoría Sociopolítica. Selección de temas".
ESENCIA DEL SISTEMA POLÍTICO CUBANO. PARTICULARIDADES DE SU ESTABLECIMIENTO Y CONSOLIDACIÓN. (TOMO 2/02 PÁGINA 129. (TOMO 2/06, PARTE IV, PP. 301-302).
El sistema político cubano en la primera etapa de la revolución.
El establecimiento del sistema político cubano a partir de 1959 constituye una ruptura radical con el sistema político prerrevolucionario, el cual, a su vez, había roto con las tradiciones políticas que organizaron y rigieron la guerra independentista de 1895 encabezada por José Martí.
El conjunto de organizaciones, organismos, e instituciones partidistas, estatales, juveniles y de masas y socioprofecionales (organización política), que tiene la misión de: Dirigir el proceso de construcción de la nueva sociedad y de servir de vehículo, para la participación cada vez más activa de las masas en la dirección de los procesos económicos, políticos y sociales; las relaciones que se establecen dentro de las organizaciones políticas y de esta con la sociedad en sus conjuntos (Relaciones políticas), Las Normas o regulaciones políticas y jurídicas (Elementos reguladores del sistema), como son la constitución y las leyes, los estatutos y reglamento partidista y de otras organizaciones y otros; Así como la cultura e ideología política orientada al establecimiento, consolidación y defensa del régimen socialista. (Tomo 2/06 Páginas 301 ÚP – 302 P1).
El sistema cubano es un sistema político en transición, solo que es un modelo de transición al socialismo, y sus cambios no marchan en un sentido regresivo. El sistema político cubano muestra un alto nivel de gobernabilidad y se legitima permanentemente a través de un apoyo mayoritario del pueblo, expresado mediante una amplia participación popular y procesos electorales genuinos. El sistema político cubano pasa por 4 etapas.
El perfeccionamiento del sistema político cubano en la década de los años 70.
La institucionalización que se inicia a mediados de los 70 es resultado de la marcha real de los acontecimientos en Cuba y una necesidad objetiva del desarrollo de la revolución, que exigió los cambios emprendidos. Así se proclamó la nueva constitución de la República, se estableció una nueva división político – administrativa del país y se crearon los órganos del Poder Popular, electivos a todos los niveles. Este proceso se va dando en Cuba desde principios de los años 70, cuando van madurando las condiciones (Objetivas y subjetivas) para emprender los cambios necesarios en el sistema político.
En este período se produce la reorganización de la vida económica del país, el fortalecimiento del Partido Comunista, de las organizaciones de masas y la reestructuración del aparato del Estado. Se creó el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros como órgano colegiado de gobierno. Se integró un sistema único de tribunales, se estructuraron los órganos de fiscalía y se promulgaron importantes leyes de procedimiento penal, civil, administrativo y el C. Familia.
Todo este proceso de transformación de las instituciones políticas y de creación de otras no existentes y de perfeccionamiento y consolidación del sistema político cubano fue designado por el 1er congreso del PCC (1975) mediante el término de institucionalización política. Las nuevas instituciones y relaciones políticas establecidas a mediados de los años 70 mostraron una tendencia general positiva de desarrollo.
El Sistema Político cubano.
1. Es un organismo complejo y cambiante. Se trata de un sistema surgido de una revolución democrática – popular que en breve período y bajo una misma dirección revolucionaria se convirtió en socialista, lo que constituye una particularidad fundamental de esa revolución y, por tanto, del sistema político que emerge de ella. (Tomo 2/06 Página 301 P1).
2. El objetivo es plantear una visión integral del asunto en sus rasgos fundamentales y delinear sus particularidades fundamentales, haciendo énfasis en el proceso de perfeccionamiento que tiene lugar en los 90 y las tendencia previsible de su desarrollo a la continuidad del la construcción del socialismo como nuevo sistema económico, social, cultural y político. Esto conduce, inevitablemente, a plantear el problema en forma de tesis, formulando en ellas algunas ideas que son de vital importancia para la comprensión del fenómeno político socialista cubano. (Tomo 2/06 Página 301 P2).
EL CONCEPTO DE SISTEMA POLÍTICOS ABARCA OTROS ELEMENTOS ENTRE LOS QUE SE ENCUENTRAN:
1. Las relaciones políticas.
2. Los elementos reguladores del sistema (las Normas Políticas y Jurídicas).
3. La Cultura y la Ideología política. (Tomo 2/06 Página 301 P3).
¿Por qué podemos señalar que el Sistema Político cubano es de la transición al socialismo?
Las particularidades de este concepto en el análisis de la sociedad socialista y en tal sentido puede definirse el sistema político de la transición al socialismo como:
El conjunto de organizaciones, organismos, e instituciones partidistas, estatales, juveniles y de masas y socioprofecionales (organización política), que tiene la misión de: Dirigir el proceso de construcción de la nueva sociedad y de servir de vehículo, para:
1. La participación cada vez más activa de las masas en la dirección de los procesos económicos, políticos y sociales;
2. Las relaciones que se establecen dentro de las organizaciones políticas y de esta con la sociedad en sus conjuntos (Relaciones políticas).
3. Las Normas o regulaciones políticas y jurídicas (Elementos reguladores del sistema), como son la constitución y las leyes, los estatutos y reglamento partidista y de otras organizaciones y otros;
4. Así como la cultura e ideología política orientada al establecimiento, consolidación y defensa del régimen socialista. (Tomo 2/06 Páginas 301 ÚP – 302 P1).
ETAPAS DEL SISTEMA POLÍTICO CUBANO. LAS REFORMAS POLÍTICAS DE LOS AÑOS 90. (TOMO 2/02 PÁGINAS 131-153. TOMO 2/06 PÁGINAS 304-325).
Como criterio básico de la elección de las 4 etapas se toman aquellos momentos, más transcendentales en que se producen los principales cambios institucionales, normativos ideológicos y de relaciones políticas, que demuestran el avance cualitativamente superior en el proceso.
Tomándose estas etapas como, los momentos más trascendentales en que producen los principales cambios: institucionales, normativos, ideológicos y de relaciones políticas; que demuestran, un avance cualitativamente superior en el proceso. (Tomo 2/02 página 131 ÚP).
PRINCIPALES ETAPAS DEL SISTEMA POLÍTICO CUBANO.
1RA ETAPA: de 1959 a 1961
2DA ETAPA: de finales de los años 1961 hasta mediado de los años 70
3RA ETAPA: desde mediado de los años setenta (especialmente a partir de la celebración del I Congreso del PCC a finales de 1975 hasta inicio década de los noventa.
4TA ETAPA: a partir del comienzo década noventa, esencialmente desde la celebración del IV Congreso del PCC y hasta la actualidad. (Tomo 2/02 Pág.131 UP, Tomo 2/06 pág. 304 P2).
1RA ETAPA DE 1959 -1961 (T2/02 PÁG. 132 – 133; TOMO 2/06 PÁGINA. 304-309).
Se produce el proceso de Trancito de la revolución democrático- popular a la socialista, como parte del cual se integra la vanguardia política de la Revolución y, en consecuencia, se establece una estructura política encargada de dirigir la transición al socialismo.
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