Cuando estoy en la Habana, en lo posible, camino, es una manera más de conocer a este pueblo, sus costumbres, su carácter, su fisonomía. La salida de escolares, ver sus caritas alegres, si son chiquitos, quién los venía a buscar y ahí me enteraba que eran o la mamá, la abuela, una tía que también recogía a sus niños y hasta una vecina que hacía lo mismo, ¿les pregunté si alguna de ellas trabajaba fuera de sus casas? Menos las abuelas, contestaron todas que sí. No vi hombres y al preguntar, la respuesta fue "están trabajando"…
Si esas potencias individuales se unen… ¡Candela!
Conocí a la licenciada Esther Ruiz en mi viaje a Cuba en 1997. Ella es asesora de los servicios de información de la televisión cubana, con un programa muy especial de agenda abierta, semanal, de corte informativo de los acontecimientos políticos que ocurre en el país.
– Soy graduada en Ciencias Políticas, tengo cincuenta años, vengo de una familia de obreros, mi educación tuvo un peso muy importante en la forma de ver la vida he interpretarla. Hace quince años que trabajo en televisión, un medio de hombres, pero algunas de las compañeras que tienen un puesto de responsabilidad ¡les salen bigotes!. Se transforman, no es un problema de sexo, sino de género, porque tú puedes tener sexo femenino o masculino pero cuando tienes determinada responsabilidad no debes olvidar ser mujer, perder tu sensibilidad, tu forma particular de interpretar ese problema que se presenta y resolverlo con tu criterio personal. Esto tiene que ver con el encaramiento de la mujer y el poder.
En la misma reunión se encontraba Mercedes Pauste Ruiz, licenciada en filosofía marxista, realizó el doctorado en la ex Unión Soviética, en Moscú, ella reflexionaba, la mujer cubana si tiene reconocimiento ha sido con mucho esfuerzo, imponiéndose en algunos momentos.
– Diría que ha sido ¡tremenda la lucha! Porque los hombres han tenido una formación, una cultura de superioridad pero en la práctica las responsabilidades han sido compartidas por nosotras. En los países desarrollados y los subdesarrollados como los nuestros, tenemos las mismas realidades en este sentido.
Y comenzó a contarme parte de su vida, conoció a su segundo marido cubano en Rusia, funcionario en el Departamento de Economía de la Embajada de Cuba. Al regresar, trabajó en el Instituto de Lenguas Extranjeras, como directora de extensión universitaria. Ahora ese instituto se disolvió por necesidades del país. "Período especial". Hoy trabaja como especialista de cuadros de dirigentes, es un trabajo más burocrático pero muy humano, buscar, indagar, encontrar los estímulos que deben recibir, y preparar la reserva de compañeros para sus reemplazos. Mirándome, sonríe, y me dice… – El espíritu de la mujer es romper barreras y hacer cosas que los hombres están convencidos que no podemos realizar.
Meche (que así le dicen a Mercedes) me cuenta que además de su trabajo esta construyendo su vivienda. En diferentes centros de trabajos otorgan viviendas por sorteo y a ella le tocó una para construir. En su caso son edificios de cuatro plantas, (cada una tiene cuarenta departamentos) comenzaron a construirse en el año 1989 y en 1991 por falta de materiales se suspendió la construcción, posiblemente este año se reinicien. Se forman micro brigada de trabajo voluntario, dirigidos por profesionales: arquitectos, ingenieros y oficiales de obra, pero el trabajo de peón esta realizado por éstas micro brigadas en los horarios de descanso, integradas por hombres y mujeres que hombro a hombro van levantando sus propios hogares… acompañados por otras personas que colaboran en estas tareas que por cierto ¡no son nada sencillas! Mezclar los materiales, levantar esos baldes… ir poco a poco levantando las paredes de la esperanza, que representa cada unida terminada.
Para mi sorpresa vengo a enterarme que éstas micro brigadas están formadas en su mayoría por mujeres. Mujeres que se van muy temprano a su trabajo dejando a sus niños dormidos y llegan muy tarde a sus hogares encontrándolos nuevamente dormidos.
Esther agrega – déjame decirte algo que es importante. Meche, lo cuenta con una sonrisa porque es una mujer de batalla, y esto tiene una carga humana muy fuerte… carga de sacrificios… de estrés… yo también pertenezco a una micro brigada y la cantidad de horas aportadas van a mi curriculum, en este servicio de ayudante, escuché muchas historias. Mujeres que estaban haciendo una carrera universitaria debieron dejarla. Las mujeres y las opciones.
En este caso la vocación personal por sus viviendas, algunas consecuencias fueron que muchas perdieron sus matrimonios porque aquellas mujeres se fueron deteriorando psíquica y físicamente, y al requerimiento del marido para hacer el amor, pues, se negaban y allí comenzaban los conflictos. Mujeres que tuvieron problemas ginecólogos fuertes, porque el trabajo era exigente.
– A mí, esas historias me conmovieron tanto que realicé un documental "Bien valía la pena" – me dice Esther – duró dos años. Realicé entrevistas y las tengo grabadas, los rostros de mis amigas son rostros muy fuertes, muy dramáticos, muy duros… porque pensaban… bueno, al final no sabemos a quien nos toca. Al año siguiente se producen las asambleas… es un proceso donde tú lo vives intensamente, porque durante toda la construcción trabajas y trabajas pero hasta el final es en esta Asamblea que te enteras…
– Busco mi cámara, averigüé por mi profesión y me entero que tres de mis amigas estaban en la lista y al pertenecer yo a la televisión le digo al camarógrafo enfoca a mengana… a sultana… y a esta otra, no podía decir nada porque quería plasmar en el documental ¡ese final feliz!
– Tiene todas esas imágenes grabadas… los llantos… los abrazos… las hijas con sus madres muy apretadas entendiendo los sacrificios, que representaron el logro de la tan deseada vivienda. Se demoró un año la entrega de las viviendas y las filmo antes en sus antiguos hogares todos muy estrechos, una de sus compañeras tiene una hija que desea estudiar piano, pero es imposible en el lugar en que están. Empieza su documental con ella que se prestó a la filmación caminando por una calle de la Habana, y su voz en off diciendo…
– ¿Cuándo tendré una casa?… Mi hija necesita un espacio, quiere ser música como su papá.
La niña está en la Asamblea y corre a abrazarse a su madre, termina su documental con la niñita sentada al piano tocando las primeras escalas. Aquella mujer lo logra. Esther termina su relato con una voz muy suave dice… – hoy todavía me emociono – sonríe y mirándome afirma… ¡Bien valía la pena!
– Tengo mi autoestima muy arriba, me encanta cuando me dicen… ¡pero que bien estas! – yo la observo, Esther es una mujer morena clara, de piernas sumamente largas, elegantemente sentada, con un vestido color crudo, donde su figura se resalta, segura en sus conceptos y una sonrisa constante en su bello rostro, es una mujer privilegiada.
El movimiento femenino nacional y latinoamericano les ha dado instrumentos importantes para enfrentar los momentos difíciles que están pasando. Todas han tenido que dejar de lado metas que les eran valiosas, para poder lograr otras. Esther continúa…
– Este período especial es serio, no es juego, tratar de mantenernos desde Cuba, desde nuestra revolución, en nuestro país es una decisión, una opción que no es fácil. Porque desde afuera estar hablando del período especial ¡es de risa! Hay que estar aquí con los apagones… con el problema del transporte… ¡Las mujeres cubanas respondemos desde ser revolucionarias y cubanas que no es poco!.
En este momento está trabajando sobre la imagen de la mujer negra, en los medios masivos, la televisión por ejemplo, los medios de publicidad, etc. Cuando se habla de la equidad porque no es un problema de igualdad, deben referirse a la etapa posterior de la revolución. La mujer negra comenzó a ocupar un lugar diferente al que hasta ese momento tenía.
– La mujer negra estaba totalmente discriminada pero eso fue hace más de treinta y cinco años atrás, luego llega la posibilidad de equipararme al hombre gracias al apoyo incondicional de Fidel a las mujeres en general, sin distinción de color. Siempre fue muy claro en esto. Existieron muchos cuestionamientos, como ser… "La mujer tenía que hacer cosas de mujeres, cocinar,… cocer,… cuidar niños,… que de hecho ya lo hacía, esto hoy, no se ha mejorado todavía, en la mentalidad masculina. Dignificar a las mujeres, que no sigan siendo objeto sexual, que no aparezcan en nuestras telenovelas como… ¡dramáticas, histéricas, lloronas, sensibles, bonitas, bobitas, calladaditas! La mujer cubana no tiene nada de esos estereotipos que se han diseñado históricamente. La mujer cubana tiene una fuerza interior tremenda. Y llega a las metas que se traza, porque en medio de toda esta crisis económica va buscando soluciones, la falta de alimento… inventa, la falta de ropa… inventa y se pasa la vida inventando.
En muchos casos, la mujer cubana es el sostén de ella y de su familia. Por lo tanto a demostrado que ante cada situación es capaz de crear una solución. Todas esperan que este "período especial" sea pasajero, como ya han demostrado algunas cifras, pero todavía le quedan un buen rato.
– Volviendo al tema de la mujer negra, hay tres aspectos que están unidos: sexo, género y clase. En la televisión cubana hay discriminación racial. Desde el punto de vista formal, constitucional, nadie puede decir… "Tú no puedes ocupar un cargo porque eres negra o mulata", eso está prohibido, no existe, pero la imagen que estamos dando en la pantalla es una imagen que a veces no corresponde con este precepto de la revolución. Y siempre es una imagen que la generación de mi hijo la compara con lo que esta viendo en la pantalla sobre la misma problemática en series de Estados Unidos.
– Susana, el análisis que tú hacías con respecto a la película "El día de la Independencia", película norteamericana, donde el mundo es salvado por un negro y un judío y el presidente de Estados Unidos… del peligro inminente de la invasión de extraterrestres… Se puede apreciar que todo en la película es manipulado, lo hacen con intenciones políticas y económicas. Porque los negros y los judíos son grupos fuertes en Estados Unidos, tienen un alto índice de consumo de carros (autos), de electrodomésticos, de ropa, los negros definen en los votos o quemando Los Ángeles, en un acto de protesta. Por lo tanto, deben ponerlos como héroes… cosmonautas… como deportistas sobresalen en forma natural, porque la africana es una etnia fuerte, luchadora, representan al país siempre. Ahí son ciudadanos de primera… como los judíos que son el cerebro de Estados Unidos en gran medida. ¿Podrá tener un presidente judío el país del norte? No lo creo probable.
– Pero bueno, ¿qué pasa en mi país? Que no tenemos discriminación, no podemos darnos el lujo de que éste, es un problema ingenuo. Los que hemos alcanzado este concepto de género, que tiene que ver con la identidad y raza, ayudar desde nuestros medios, que se presente una imagen multirracial, es nuestro deber. Tanto en la pantalla chica como en la grande, porque te digo que en el cine pasa lo mismo, el negro siempre aparece como criado o como esclavo.
– La realidad es que Meche es mestiza, yo soy negra y ya tú sabes, que somos mujeres profesionales, mujeres que tenemos todas las posibilidades que nos dio la Revolución, la acogimos, las asumimos. Meche hizo el doctorado en la Unión Soviética, yo en la Universidad de la Habana… ah… pero que ocurre… tú no puedes poner eso por ley o por decreto. Si la imagen que proyectas por televisión es diferente, piensa el efecto multiplicador que tiene… Mira Susana, te he traído esta revista que es mi segundo trabajo de investigación, esta revista acaba de salir, habla del amor, como tú ves es cubana. Trabajando en concepto de género, vemos parejas que se aman… todos blancos… rubios… bonitos… y cuando vez a una pareja de negros, pues… es ¡Tropicana!… ¡No es nuestra realidad! Esta revista está dirigida al turismo, y entonces qué ocurre las únicas imágenes de mujeres mulatas están en Tropicana… ¿Qué, los negros no somos románticos? ¿No amamos? Esto es tener una visión de género en las imágenes. Por lo tanto en mi trabajo actual, siempre lo aclaro, no es un problema político, pero si tú empiezas a niñitos que están en preescolar o en el círculo infantil a mostrarles que los niños que aparecen en las aventuras, programas infantiles, son todos blanquitos y rubitos… ¡falta de identidad! Entonces, sí, puede convertirse en un problema político ideológico. Mis amigas son mis amigas más allá del color. Yo no asumo mi color, nací con esta revolución, en este país, los valores que me enseñaron están relacionados con la ética, los humanos, de inteligencia.
Ante mi pregunta, si nunca se sintió discriminada, su respuesta fue – Mira, en el año 62, cuando entré a la Universidad, los negros éramos pocos y las negras, dos y dos más claras, no me sentí discriminada, porque además nos sentíamos todos cubanos, no existía el problema de identidad, como en otros lugares.
Una antropóloga cubana esta realizando un estudio de relaciones interraciales en el Municipio Cerro. Y el enfoque de ella se basa es la subjetividad, es decir, yo me acerco a ti por determinados valores, preocupaciones que nos unen, etc., que me ha dado un concepto, que me ha apoyado en mi trabajo dándole un basamento científico que yo no tenía. A la hora de la selección existe un nivel de identificación, es decir, tú tienes cosas que tienen que ver conmigo y por lo tanto nos acercamos en forma natural.
– En mi país ver una persona rubia, negra, mulata, china es nuestra identificación, porque nuestra cultura esta llena de diversidad. Temas tratados en talleres, en seminarios y amigas mías blancas no entendían mi planteo sobre la imagen distorsionada de los medios masivos de la comunicación con respecto a la negritud. Integrar en la problemática de género hombre – mujer, también el de negro – blanco, pero esto hay que decirlo con una argumentación política razonada, científica, social, porque sencillamente no debemos dejar ninguna grieta a los enemigos de la Revolución, a los enemigos de Cuba tratar de dividirnos…
Están en un período en que todos se sienten muy sensibles y existe el peligro en que estas cosas proliferen, la presencia del capital extranjero, la presencia de los turistas, la presencia de las jineteras, el acceso al dólar. Empieza haber ya una diferenciación de clase, dada por esta nueva situación económica en el país. Las tiendas seleccionan al personal, gerentes mixtos y la pregunta es… ¿Por qué una persona negra preparada no llega fácilmente a un puesto superior?. Esto es, en parte, las investigaciones que está realizando Esther, al trabajar en los medios, le permite plantear que en el "día de los enamorados" aparezcan también parejas de negros. En la serie "Para la vida" hasta ahora eran todos niños blancos, han logrado la presencia de uno o dos niños negros.
– Porque si estoy en los medios y puedo lograr que se sensibilicen mis jefes, por los menos puedo hacer algo para las generaciones de un futuro.
– A pesar de las dificultades que tú te imaginas, y las que no te imaginas… ¡candela! Es interesante, porque lo dicen los hombres, pero en nuestra boca es fuego de verdad. La conclusión que en el mundo nos quieren divididas, porque tú comprendes que si uniéramos esas luchas individuales las mujeres, pues,… ¡Candela!…
La licenciada Esther Ruiz, es asesora ejecutiva de publicidad en la televisión cubana, en la actualidad también trabaja en una revista española dedicada al turismo en el Caribe
Georgina
El encuentro con Georgina Herrera fue una verdadera sorpresa para mí, porque ya había tenido la oportunidad de leer algunos de sus poemas, y quedé fascinada,… sabía que era negra, de cierta edad, sus poesías eran valoradas en Cuba y fuera del país, su obra se estudia en las Universidades.
Y me había construido una imagen suya de acuerdo con lo que leí de ella. Por teléfono quedamos en encontrarnos en la esquina de la Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC), pensé… negra y de cierta edad… no va a ser difícil ubicarla.
Alrededor del mediodía, llegué a nuestra cita, déjenme aclararles que a esa hora en ese lugar puede llegar haber aproximadamente 80 personas o más, la mayoría de color… a último momento decidió presentármela una amiga en común, Mirta, y ahí estábamos las dos, por supuesto no le dije nada y comencé a buscar una negra especial… con un porte lejano… vestida exóticamente… muy africana no sé por qué… Cuando mi amiga con un grito de -¡allá está!- Me saca de mi concentración, me toma del brazo, dice… -¡crucemos!- y yo busco que te busco a mi negra inventada… Fue en ese momento, cuando aparece frente a mí… una mujer regordeta, con una sonrisa de niña, sentada en una pared bajita, con las piernas estiradas y cruzados los pies, en una actitud de descanso… descubre a Mirta y se para lentamente… viniendo a nuestro encuentro… Lo primero que pensé es ¿esta mujer es la que escribe semejante poesía?
Por supuesto que traté de disimular mi sorpresa, su discreción me conmovió, bueno y ahí nos fuimos al restaurante La Torre para almorzar. El lugar muy tranquilo, en el último piso de un edificio en torre, de ahí el nombre, donde había tres músicos que con sus guitarras y maracas interpretaban música cubana suave, melodiosa, que invitaba a la conversación… Nuestra amiga comienza a relatarme como conoció a Georgina en los años 60.
– Yo estaba entre el público y ella en la tribuna me llamaba la atención el recato que tenía, como queriendo pasar inadvertida, ¡Pero nada! ¡Si es una mujer tremenda!. Una voz altísima de la poesía cubana. Pero a pesar de su esfuerzo de querer escurrirse como si no quisiera que la tomaran es serio, cuando comenzaba a leer su poesía… lograba un efecto maravilloso, el auditorio que tenía, en silencio escuchaba emocionado.
Mientras nuestra amiga en común me explicaba quien era Georgina, yo la observaba, sus rasgos serenos parecían que demasiado no le interesaba los halagos… sus dedos jugueteaban con una servilleta y sus ojos miraban a través del ventanal, el mar caribeño y por supuesto media ciudad de la Habana. Desde este punto panorámico de día y de noche es impactante la vista, pero ella estaba muy lejos de nosotras. Cuándo en eso nos mira sonriendo…
– Bueno, ¡ya! – nos dice – basta de halagos. Tú quieres saber mi historia, pues no tiene nada de extraordinaria, solo escribo… cierro mis ojos y dejo salir mis pensamientos y pongo en bocas femeninas todo lo que yo hubiera querido hacer o ser. Nací en un pueblo de esclavos en el año 1939, en La Matanza, pueblo cañero, muy pobre, había pocos blancos, tú sabes que donde se encontraban poblaciones de negros no podían faltar… ¡los negreros! A pesar de la abolición de la esclavitud, la situación del negro siempre fue dura. Yo le preguntaba a mi papá porqué éramos tan pobres, él me respondía, ¡qué tenía vocación de serlo!… y se reía, claro, yo no entendía nada.
– Fui a la escuela elemental y superior, hasta ahí llegué… pero siempre escribí. Una vez cuando tenía nueve años, presenté un poema mío para un concurso de la escuela, mi maestra se asombró de mi lenguaje, me quería mucho, lo mismo que la directora, que al leerlo me dice en el oído, -¿a quién plagias? – Entonces, le mostré cantidad de poemas y se convencieron que realmente era un don natural mío.
Ésta poeta cubana aprendió sobre sus creencias africanas, se decía que la práctica de la religión de "negros" era un delito. Siempre estuvieron orgullosos de la cultura de sus ancestros y así la siguieron manteniendo a través del tiempo.
A los veinte años decidió mudarme a la Habana, fue en el año 1956, su familia no quería
– Te puede pasar algo… vas a trabajar mucho – le decía su mamá.
– Pero nunca me arrepentí… trabajé muy duro en mi provincia, ¡qué va! Si las rejas hubieran sido de oro… amén… pero no.
Nunca lo lamentó. Trabajó de doméstica muchos años, y de noche estudiaba secretariado, se transformó en una excelente mecanógrafa. Triunfa la Revolución, ya estamos en el año 1961, sigue como doméstica y comienza en Radio Progreso, esto lo tomó como un juego. Su labor en la radio consistía en copiar textos de novelas, y es este trabajo el que despierta en ella la necesidad de escribir, para su sorpresa le resultó fácil hacerlo. Fluyen las ideas de manera natural.
Fue creciendo en su carrera, sus novelas fueron premiadas en radio y eso a ella la hizo feliz. Lo curioso es, que al principio sus protagonistas eran mujeres blancas, pero luego se pasó al "otro bando". La mujer negra fue partícipe de muchas cosas, y hoy quiere rescatar. En su vida personal, se casó, no le fue bien, tuvo dos hijos, un varón religioso, dedicado a la teología, en una búsqueda constante de la verdad. Este hijo vivió en Chile donde realizó un post-grado, hoy está radicado en Miami, perteneciendo a la Orden de San Agustín. Georgina me cuenta orgullosa que tiene una cultura vastísima, es un buen escritor, afirma. También tuvo una hija que se mató en un accidente hacía cinco años, a los veinticinco años de edad. Eso fue un golpe tremendo para ella.
En el momento que la conocí se estaba preparando para viajar a New York, donde iba a realizarse un encuentro de escritoras: "Hijas de África". También la estaban reclamando en Francia.
Al preguntarle si ella siente la discriminación por ser negra me dice…
– Hay un refrán en África, que es muy popular… ¡Mientras las Historias de leones, sean contadas por el cazador, siempre éste va a tener la razón!…
– Y sobre… ¿Las Historias de mujeres?… – le pregunto, las dos nos echamos a reír.
Eva…
Adán
ocioso y solitario, anda,
desanda y vuelve a andar,
ese primer sitio inventado para vivir
llamado Paraíso.
También ociosos los viñedos, lentos
gotean su miel que nadie toca y envejece.
Por hacer algo
la bebe Adán, y en el bochorno
de la tarde que la lluvia envuelve
se echa a dormir.
y sueña…
Un sueño largo, espeso
cual la llovizna de ese atardecer
le impide
ver como llega esa mujer primera.
Eva viene
quién sabe de que sitio,
se tumba junto a él precisamente,
va a hacerse la costumbre
de nunca más estar tan sola.
Descansa
a un costado de Adán,
de ese que duele
porque sobre él pasó el sopor del vino
ajeno a ese prodigio que es el agua.
Ella no es magia ni milagro
Es, simplemente
Una mujer que disfrutó la lluvia
Viéndola descender, mojando en ella
Sus manos y su pelo, en el que puso flores
Húmedas y llega ahora
Atravesando el arco iris…
Adán despierta,
La ve preciosa cree que sueña,
Que ha salido de él, pregunta
A Dios, su cómplice, y ambos
La intuyen poderosa
Más que ellos dos, temen
Y ajustan la mentira.
A Eva no le importa, y pasa
el tiempo, tanto
que Dios y adán y todos
cuantos llegaron después creyeron
la falsa historia
contada por Adán a su manera, dice
que desnuda la extrajo
de su costado, cuando
en verdad llegó vestida de vida… tarde… y cantos de mil pájaros…
Vuelve a pasar el tiempo,
tanto…
Adán respira hondo, hincha
su pecho, extiende
sus dos brazos…
Con la seguridad de quien sostiene
al mundo por sí solo, llama a Eva
para que escriba con menudos trazos
una versión novísima de aquel suceso.
Ella entonces, piensa…
es hora, de que este hombrecito
cuente sus costillas y
sepa que están intactas…
Georgina Herrera
Dice una cubana… ¡El sentido de la maternidad es cuento de los hombres!…
Entre las culpas que adquirimos en esta cultura machista… es el sentimiento de fracaso que tenemos cuando no podemos tener hijos. Hoy, sabemos que es compartida, a partir que la mujer comenzó a estudiar en la Universidad esa problemática.
¿Que significa? Pues, si nos remontamos al pasado más lejano de la historia de la humanidad, veremos que la fertilidad… sí, les importaba a los poderes de turno, cualesquiera hayan sido los sistemas políticos. Es una cosa construida, querer tener hijos es una decisión personal, sino se transforma en una carga. Estas son reflexiones de una antropóloga cubana, y por supuesto, estoy totalmente de acuerdo con ella. …
– El instinto maternal también lo tienen los animales. ¡Pero para qué tengo cabeza! – sigue en su análisis sobre cuál es el planteo de la mujer cubana en la actualidad. Es un gran debate de fin de siglo. En Cuba, en las universidades, se trata con mucho respeto el tema educación sexual. Se hacen congresos a un nivel nacional, se plantean problemáticas en la enseñanza media… etc. La especie humana tiene la necesidad de conservarse a sí misma, a pesar de las guerras étnicas que se inventan, de la clonación y otras pruebas que intenta el hombre en su contradicción, alimentando su destrucción.
Las canciones y los poemas… Madre hay una sola… etc. pero al construirse los estereotipos y patrones culturales en una sociedad, contrarían la individualidad tanto en los hombres como en las mujeres. La primera lección que debemos aprender es que no tenemos necesidad de ser madres para sentirnos realizadas como mujer. Esta lucha sigue vigente.
Le tememos a aquello que desconocemos. La falta de información sobre los conceptos que componen la propuesta de género, suele provocar diversas actitudes que van desde la parálisis hasta el rechazo. El concepto género ya no es una palabra ignorada, enfoques nuevos pueden apreciarse en programas radiales y televisivos cubanos. Tal el caso del programa Nosotras, un matutino de radio cuya audiencia femenina a respondido positivamente de acuerdo a las cartas que se reciben.
El coraje de estas profesionales al presentar en distintos ámbitos el concepto género y comprender que quienes se resisten son las propias mujeres, no las hace bajar los brazos, todo lo contrario y son en los medios de comunicación los lugares ideales para la difusión y hasta el debate. La respuesta se va dando poco a poco, son muchos años de tradición y aceptación del rol que se le dio a la mujer en el mundo y Cuba no escapa a esa lucha.
Las mujeres todavía afrontan una situación de desigualdad real y son discriminadas por el solo hecho de serlo, sumando al sexismo otros tipos de discriminación como las de origen nacional, social, etnia, edad, orientación sexual, discapacidad física o mental, posición económica, religión y otras formas.
La pobreza es un fenómeno mundial. Las mujeres son las más pobres entre los pobres: Constituyen el 60 por ciento de los millones de pobres del mundo (quizá esta cifra haya aumentado). En el mundo las mujeres trabajan el doble del tiempo que los hombres y perciben entre el 65 y 75 por ciento de su salario. Un creciente número de mujeres está excluido del desarrollo y capacitación, así como reducidas las posibilidades de acceder a cargos de dirección y de toma de decisiones. La tradicional división sexual del trabajo en el ámbito familiar les ocasiona la doble o triple jornada de labor. Cientos de millones de mujeres no tienen acceso a la salud ni derecho a la autodeterminación en el ejercicio de la sexualidad, no pueden decidir libremente sobre la vida reproductiva, ni tienen acceso al aborto seguro y a una vida sexual satisfactoria.
La violencia hacia la mujer, que atenta contra su integridad física, psíquica y sexual, es un fenómeno que ocurre en todas partes y se acrecienta en algunos lugares, donde la violencia sexual y las prácticas de mutilación femeninas resultan usuales. La trata de mujeres y la pornografía, incluyendo la infantil, así como la prostitución resultan aún flagelos que quebrantan su dignidad humana.
Existen diferentes Congresos Mundiales de Mujeres donde Organizaciones No Gubernamentales (ONG) plantean estos y otros problemas relacionados con ellas. Es reconfortante observar que mujeres de regiones asiáticas y africanas donde sus situaciones son de terror, ir y denunciar con valentía su situación. "Globalizar" desde la periferia, desde las mujeres, el espíritu de lucha, estrechar vínculos para ser más fuertes y generalizadas las acciones en contra de la injusticia es parte de la lucha diaria de las mujeres en el mundo.
Como reacción a tales efectos ellas han implementado múltiples estrategias para su propia subsistencia y la de sus familias. Ha crecido su actividad en movimientos sociales y políticos, como los de la lucha por la igualdad, contra la discriminación y la No Violencia, y en algunos países estas presiones han propiciado que surjan mecanismos encargados de trazar políticas dirigidas a la mujer que, aunque muchas veces no son efectivas, significan un adelanto con relación a etapas anteriores.
Al nacer mujer… género… ¡femenino!
Mirta Rodríguez Calderón sintetizó el problema del país de esta manera. Han avanzado probablemente mucho más que nuestras congéneres de Latinoamérica en lo que se refiere a las leyes que las benefician, y las igualan a partir de la Revolución, pero en el plano subjetivo hay condiciones discriminatorias en lo social, en lo histórico y cultural, que asigna tanto a hombres como a mujeres determinados roles a cumplir.
Al nacer mujer cargamos con roles "femeninos", reflexiona, los medios masivos de comunicación tienen un papel preponderante como reproductores de una imagen estereotipada de la mujer. Los hombres aparecen como equilibrados, independientes, fuertes, capaces, autoritarios, responsables, mientras que a las mujeres se las muestran emocionalmente inestables, histéricas, indecisas y si son trabajadoras, esto genera un conflicto tanto laboral como familiar.
Es interesante el planteo de Mirta. Al preguntarnos cuántas mujeres se sentirán identificadas con este concepto y cuántas lo rechazarán, nos daremos cuenta hasta que punto hemos aprendimos la "lección", no importa de que continente provengan. El análisis lógico es que vivimos en una sociedad machista, y eso significa. Qué el poder está en manos masculinas, con nuestro consentimiento o no.
Desde la evolución humana, el hombre y la mujer complementados cada uno en actividades de mucha responsabilidad, han ido avanzando juntos, trabajando duro, creciendo intelectualmente por igual. Cuanto le costó y le sigue costando a las mujeres.
Quién es esta mujer que gran parte de su vida se dedicó a resaltar las tareas de las mujeres cubanas, en toda su verdadera dimensión. Mirta Rodríguez Calderón es una de las periodistas más reconocidas de Cuba, hoy, es la principal colaboradora de la revista Bohemia.
Trabajó para la Revolución desde la clandestinidad… cuando triunfa ésta, se incorpora a la Federación de la Mujer Cubana (FMC), 1967. Su tarea específica era la propaganda dirigida a las mujeres y no a la política del momento. Existían diferentes profesionales y cada una con una misión.
– Asumí mi labor revolucionaria, en los medios de comunicación nacional, sobre todo en la televisión donde realizaba al mediodía micros sobre temas referentes a la mujer. Tuve conflictos por no tener título de locutora y eso me convenció para estudiar en la Universidad, me licencié en periodismo y ahí me di cuenta que mi visión era otra. Realicé todo tipo de tareas… periodismo político… económico… grandes reportajes… caminé de cabo a rabo mi país. Campos de arroz… Ciénagas de Zapatas… se probó de sembrar algodón… café… en tierras no productivas… ¡Cuantas cosas se hicieron y seguimos probando, creo que ahora más que nunca, siempre con la participación sumamente activa y entusiasta de las mujeres con su canto de esperanza. Ese tipo de periodismo de la calle, de la gente concreta, es el que me apasiona y al que le dediqué una parte muy importante de mi vida. El sentido de la ética es la mejor herencia que podemos dejarle a nuestros hijos. Ser capaces de luchar por sus ideales.
Mirta Rodríguez Calderón recibió premios internacionales por su labor periodística, dignificando la labor de la mujer en la sociedad cubana. Desde 1993 un grupo de profesionales cubanas de la comunicación comenzó a unirse para intercambiar criterios con relación a las tensiones y retrocesos que para sus congéneres entraña la crisis económica que vive el país, la pérdida femenina de porcentajes en los espacios de poder y el resurgimiento de males sociales y conductas estereotipadas que implican perjuicios o desconsideraciones hacia ellas.
Así nació el Comité Gestor de la Asociación de Mujeres Comunicadoras, es una simbiosis de los conceptos de "imagen e imaginación", vinculados estrechamente con el trabajo de sus integrantes como creadoras y difusoras de mensajes y con la reconocida capacidad de las mujeres para sentir que "hay un cielo sobre nuestras cabezas".
Ha sido una de las gestoras de Magín, y tuve la oportunidad de participar en una de las reuniones que se realizaban en la sede de las Naciones Unidas en Cuba todos los jueves de cada mes. Con el apoyo de Unifem en ese país. Se han realizado talleres de crecimiento individual, con un promedio de 30 participantes. Temas como: "Mujer y Cambio", "Imagen racial en los medios", "Jineterismo y prostitución", etc.
El fruto más jugoso de sus producciones e intercambios de conocimientos y saberes fueron los talleres de crecimiento individual. Para abril de 1996 se habían celebrado alrededor de 50 con los temas más disímiles, imbricados con la realidad cubana y con la dimensión y concepto de género. Cuando viajé en 1997, me entero que MAGíN se integró a la Federación de Mujeres Cubanas, esto me demostró que la participación de las mujeres tenía que ser manejado por un "organismo nacional" como es la Federación.
Quise conocer a la antropóloga que afirmaba que la maternidad es cuento de los hombres.
El rugir de una leona
Ya me habían prevenido sobre esta mujer. De una cultura poco común, con un pensamiento bien definido, y como diría mi abuela… ¡sin pelos en la lengua!
Mi primer contacto fue por teléfono. Su voz sonó grave… fuerte… cuando le expliqué el motivo de mi visita a Cuba, soltó una risa tan fresca y sincera, diciéndome – Pero chica, ¿tú sabes, en lo que tú té estas metiendo? – le respondí ¡Juro que no tengo la más mínima idea! Nos pusimos de acuerdo para el día siguiente. Fui a su departamento, Carmen vive en un quince piso, donde la vista del mar está presente mezclada con el cielo azul habanero.
Me recibió cálidamente, fue vernos y ponernos en sintonía, como digo yo, cuando solamente con la mirada me doy cuenta que puedo llegar a congeniar con la persona que tengo delante, eso me pasó con Carmen y no me equivoqué. Su figura es pequeñita, delgada, pero ágil, muy movediza, tiene un rostro de rasgos armoniosos y una mirada franca, te mira directamente a los ojos y sabes que lo que está diciendo, es su verdad…
Carmen es antropóloga, traductora de varios idiomas, vivió en África y Europa. Autora de varios libros referentes a su profesión. Analiza de esta manera el tema de la mujer cubana:
– Divido a las mujeres en tres grupos: Uno, al que no les importa tener un hombre al lado, con todo el peligro que implica la generalización. Son mujeres independientes, que no sienten que están perdiendo nada, ni su condición de mujer, por el hecho de no tener una pareja. Que para reafirmarse no necesitan llevar un señor todas las noches a la cama.
– El otro grupo, es el opuesto. La que siempre baila al son… de un tipo… de cualquier tipo, da lo mismo que sea el jefe… el marido… o un compañero del trabajo. Pero siempre están bailando al son de un tipo, o diez tipos, es decir esa mujer que todavía no ha tomado conciencia que para existir, tú no necesitas para nada de los hombres.
– No soy una feminista de los años 60, radical, que decía, por ejemplo… La naturaleza nos hizo… La naturaleza, Dios, lo que tú quieras, nos hizo pareja por algo. Se suponía que éramos complementarios, y no, que estuviéramos enfrascados en esta lucha…
– ¿Quién tiene la culpa? ¡Pues, ellos que son unos imbéciles! Si quieres más prueba de imbecilidad, por no hablar de la propia historia, los mil novecientos noventa y siete años que los cretinos están gobernando, mira lo que han hecho con el planeta, han tenido todas las oportunidades y están acabando con este mundo!.
– Y hay un grupo intermedio que está tomando conciencia para un lado o para el otro. Que está jugando su suerte, que es muy cobarde para separarse del segundo grupo. Sí, comprendo que es muy difícil, que es un proceso terrible. Pero estoy notando cambios en la mentalidad de las mujeres, sobre todo en las más jóvenes, como es natural.
– Fíjate Susana, que yo lo sufrí de muy jovencita, porque cuando me tuve que separar no lo hice de mi marido solamente, sino, de mi familia también. Fue un proceso desgarrador. Porque cuando te das cuenta que a tu familia, tú no le interesas… eso te marca para toda la vida… y desde muy joven yo preferí, una buena amistad a tener un marido o un amante ¡mediocre!
– Volviendo al análisis del grupo intermedio de mujeres: Están las que no se atreven a cambiar porque no les interesa, pero… que hacen mucho ruido social. Y otras que están reaccionando, queriendo acercarse al primer grupo pero las circunstancias de sus vidas familiares no se lo permiten.
– Pero es un paso muy grande, el que tomen conciencia, que independizare no es una mala palabra, que pensar y obrar por sí mismas, enriquece el vivir en pareja… nuestra relación con nuestros hijos… con nuestros familiares… en nuestros trabajos…
– Y entonces, ¿qué tú quieres que yo diga?, cuándo estudiaba en la facultad, antropología, tuve un profesor muy gracioso, él decía… "El hombre siempre busca casarse con una virgen, mientras pasa la mitad de su vida acabando con las que tiene a su alrededor y mientras más, mejor, ¡más macho!"
– El papel tradicional de la mujer fue la casa… niños… en fin, el hogar con todo lo que eso representa, por supuesto que trabajaba como una mula, ¡Imagínate tú! En la mente de un guajiro, (campesino), la mujer debía estar fregando… trabajando la tierra… cuidando niños… limpiando narices… ¡la mujer honrada en la casa, con una "pata partida"!
– Aquí se ha glorificado el ego masculino, el machismo. Si tú eres hombre ya tienes las puertas abiertas, para lo que tú quieras hacer. Y yo he encontrado una cosa muy curiosa y es que casi todos los hombres por lo menos de mi generación, tienen ciertos rasgos femeninos, que son la corte un poco andrógina del gran macho, entre mis amigos gente que conozco desde hace más de cuarenta años, lo siento como una andrógina corte integrada por hombres. ¡No fastidies por favor! ¡A mí me deprime esa ridiculez, pero si es una enfermedad contagiosa!… Podemos dar nombres de hombres mundialmente conocidos, de más de setenta años que no aceptan que "su equipo" ya les falla… Charles Chaplin, ¡sonó por casualidad!… ¡Y que se resignen! ¡Que la vida no pasa en vano, que todo el mundo va para viejo y al final se muere! Porque yo no conozco a nadie que haya quedado para semilla.
– El solo hecho que no reconocen el ABC de la vida y piensan que quieren detenerla… ¡pues la vida les pasa por arriba! No se detiene. Con los hombres de mi generación, tuvimos el valor de acabar con un orden establecido, que venía de muchas generaciones, que estaba muy arraigado en nuestra sociedad y logramos acabar con todo aquello.
– Que más hubiera querido yo, que esos hombres valientes, flexibles, inteligentes, hubieran evolucionado, pero que se hayan quedado en un tiempo que pasó… Eso no tiene nada que ver con la edad, sino con la concepción que tiene uno de sí mismo.
– Las mujeres somos críticas y nos meten en la casa. ¡Cuándo hay que fastidiar a alguien es a la mujer, o dejar cesante en un trabajo por diferentes motivos siempre es una mujer, porque para que sea un hombre! ¡Éste tiene que ser un ladrón… un ausentista… vaya… un anticristo!
Al final siempre hizo lo que le dio la gana y muchas veces por casualidad. Ya pronto cumple 56 años, está pensionada, pero sigue trabajando. Me cuenta quería ser médica psiquiatra. Con el tiempo reflexionó que hubiera sido una buena curadora del alma… pero no se hubiera resignado no poder curar la mente. Su mamá decidió que debía estudiar para secretaria bilingüe y el resultado fue que la mecanografía le sirvió para toda la vida, pero nunca fue secretaria de nadie ni será nunca secretaria de nadie.
Terminó la carrera de periodismo y se dio cuenta que en apariencia, en la superficie de la noticia, es lo inmediato, es tan efímero, que da lo mismo, es decir, si no llegas a lo más cerca de la verdad, reflexiona Carmen -¡Tú no tienes la verdad! Tú puedes tener una versión de la verdad, depende de cuán cerca de los hechos hayas estado– Entonces lo dejó, empezó a trabajar en Relaciones Exteriores. Mientras tanto estudió música, se graduó en teoría y solfeo y como instrumento musical, el piano. Ama la música, pero también escribir, tiene cuentos, crónicas costumbristas, desde los dieciséis años.
Luego por su carrera perdió el estilo y al cabo de muchos años lo recuperó… Cuando se encontró consigo misma. Es cuando viene la etapa de antropóloga. Carmen dice
– Trabajé como una bestia, me casé dos veces, con sus respectivos divorcios, tengo dos hijas, nietos a los que adoro, pero nunca más me volví a casar. Viajé mucho, conocí gente que vivía de otra manera, pero descubrí cosas en común, como… reírnos… una misma actitud para enfrentar la vida, de defender el lugar donde habían nacido. A veces quizás el paisaje, la cultura, los micros detalles, personas que por el hecho de estar allí hacen más atractivo, más llevadero el lugar. Aprendí mucho de estos seres humanos tan especiales. África fue una experiencia para mí, no solamente antropológicamente, sino porque estos grupos, no han perdido la capacidad de apreciar y conservar lo que son, a pesar de todo los problemas que tienen.
Carmen González no cree haber perdido el tiempo, es demasiado práctica para eso, dice, aunque de vez en cuando lo pierde deliberadamente.
– ¡Me molesta la pereza! Tengo pocos pero muy buenos amigos, porque ¿tú sabes Susana? ¡Me molesta más un amigo estúpido, que un enemigo inteligente!
Reflexionemos juntas…
Lizette Vila es la presidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC). Musicalizadora, con premios internacionales: Italia, Venezuela, México, Colombia, y en su propio país, etc. El edificio de la UNEAC, es un verdadero palacete, con escalinatas de mármol, vitreaux franceses, restos de una época de muchísimo esplendor.
Especialista en documentales. Pero además desde hace once años dirige nada más ni nada menos que la institución más importante de los artistas. Me presenté y se acercó una mujer con una sonrisa encantadora, me dice
– Yo soy Lizette Vila, pero ¿sabes? No tengo una sala propia esta habitación la comparto con mis compañeros.
Registré varios escritorios… cables arrollados en rincones… equipos de televisión portátil… sonidos de teléfonos reclamando ser atendidos… La agilidad de esta mujer respondiendo a todos, dando ordenes precisas y con una mano pidiéndome que aguarde. De esta manera me dio la oportunidad de observarla. Se movía con seguridad y examinando todo lo que sucedía a su alrededor, su gesto reflejaba cierta dureza, pero su lenguaje y su tono de voz era muy serenos. Pensé, ¡esta mujer sí, sabe dar ordenes!
Vestida con pantalones y una camisa suelta, práctica. Llega hasta mí, y se sienta, este rincón podría llamarse la sala de recibir… un juego de sillones confortables, una mesa que me llamó la atención por lo artesanal… y ya…
Tiene un rostro muy bonito y una figura armoniosa, la verdad es que yo estaba nerviosa, pensé que la entrevista me iba a resultar difícil, pero su sonrisa me tranquilizó y ahí fue cuando comenzó a contarme su historia personal…
Poco a poco el clima de nuestra conversación fue haciéndose más íntimo, como lo hacen dos amigas, donde sentimos que lo vivido tanto una como otra, es tan parecido. Nuestra lucha por afirmarnos en nuestras vocaciones es dura, mucho más dura que la de los hombres, en cualquier sociedad.
– No puedo darme el lujo de llorar… porque es signo de debilidad… pero no solo para los hombres… para las mujeres también – comienza Lizette.
Se casó con un hombre de un nivel superior. Tenía 16 años pero a los 18 años se entera que tiene una amante y decide divorciarse, me dice – ¡lo amaba tanto… profundamente… esa es la realidad, fue… mi primer todo! – Su familia estaba en su contra, no aceptaban su resolución, su madre sorprendida, tenía miedo que luego de separarse se transformara en su amante. Como no tenía ni un kilo (moneda) para afrontar los gastos del divorcio, se lo resolvió un amigo.
Sencillamente empezó a trabajar de una manera mucho más estable, a pesar que lo estaba haciendo en el Instituto de Radio y Televisión. Se esforzó para seguir aprendiendo. Me cuenta que se volvió a enamorar, mala elección, otro músico, sonriendo, me confiesa
– Un día decidí que tenía que terminar y me divorcié, además tuve que cambiar de trabajo… dicen que las cosas que pasan convienen… y a partir de ahí, conocí nueva gente, me hice asesora musical, y déjame decirte que siempre fui respetada, la primer mujer que realizaba esta tarea, me sentí apoyada, quizás porque era bonita, muy jovencita, eso creaba un cierto paternalismo.
Después se volvió a casar, esta vez con un ingeniero y decidió tener un hijo con él, fue una niña, su esposo no era para nada machista, ella debía ausentarse por su trabajo, él siempre cuidaba de su pequeña, se llevaban muy bien. Ella respetaba su trabajo, y él lo hacía con el suyo. Pero llegó un momento que su relación se transformó en una pareja de hermanos, luego de 18 años de casados, decidieron separarse como gente civilizada.
– ¡Hasta ahí todo bien! – me afirma Lizette – mi hija que estudia en la Universidad. Ella me planteó… "Mira mami, yo te quiero mucho, te adoro mucho, pero quiero estar con mi papá". Esto sucedió hace un par de años, puedo asegurarte que hoy no me he resignado. Como hacerle entender a mi hija que yo la necesitaba. Tuve que disimular delante de ella mi dolor. Crecer en mi carrera, me costó lo que más quería en este mundo… ¡mi hija! Convivir… compartir momentos… tener códigos de vida, solo de las dos. Esta derrota sentimental me valió para encontrar ese lugar que toda mujer necesita… para mirarme hacia adentro.
– Ver quién soy de verdad, yo era una mujer que no sabía estar sola, desde los 16 años que viví siempre casada, hasta que mi última separación me enseñó mi necesidad de independencia, pero verdadera.
– ¡Me di cuenta que la disfruto como loca!… mi casa, mi rincón, mi música, mis silencios creativos, mis amigos. Solo falta la presencia de mi hija, quizá verla un poquito más seguido… pero eso ya no depende de mí.
La peor castración que sufre en el mundo la mujer es no poder realizarse en su condición de individuo, más allá de casarse, tener hijos, formar un buen, hogar. Cuántas mujeres se preguntaron en sus vidas que les hubiera gustado ser. No dejo de reconocer un gran cambio a partir de nosotras mismas a pesar de todo. Nos enfrentamos al mundo que nos toca vivir… Pero ¿Cual es el costo? Saber ordenar significa tener responsabilidad saber hacer bien nuestro trabajo esa toma de decisión en el momento adecuado y ser ejemplo de honestidad, no ser improvisada y tantas cosas más.
Hoy Lizette sigue proyectando su carrera, cuando me despedí de ella, su ilusión más grande era realizar un documental sobre el Sida, se había contactado con una mujer que lo había contraído hacía diez años y aceptaba la entrevista, para ayudar a otras mujeres. Esta mujer enferma tiene cuarenta y cuatro años, es mestiza, un hijo de dieciocho años y viuda. ¡Mujer y Sida todo un tema!
Luego trabajó en una investigación sobre los niños que sufren el síndrome de Down, donde muestra como viven, cuales son sus inquietudes, su creatividad, se llama "Gracias a la vida", un canto de esperanza, como todos los mensajes que al final de cada realización transmite esta mujer…
Marina Ochoa Tanda
Marina pertenece al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, ICAIC. Directora de cine, guionista, documentalista, especialista en investigaciones para la dirección cinematográfica.
– Casi todos mis proyectos han tenido como protagonista a mujeres, no solamente en documentales sino en ficción también. He hecho muchas cosas en el cine, he sido asesora literaria y de investigación por ejemplo en dibujos animados, también he realizado entre 16 o 20 doblajes.
En la revista Bohemia del 10 de abril de 1992, No.15, la periodista Azucena Placencia, realiza una entrevista a Marina y escribe… "Cuando se habla de un filme, se elogia por regla general a su director, sus actores, algún que otro personal técnico, lo verosímil o no del guión, lo acertado del tema. Pocas veces se repara en el inmenso y subterráneo trabajo de investigación que sustenta cualquiera obra cinematográfica."
Tan importante como conseguir dinero, productores que financien el proyecto, lo es contar con una segura, confiable investigación sobre el tema: Sidney Pollack jamás hubiera podido reconstruir la Habana del 58 en la vecina Santo Domingo de no haber sido por la eficaz colaboración de especialistas cubanos que en sólo diez meses de trabajo le hicieron llegar datos para construir el diseño visual de su película, incluida la maqueta de la ciudad. Marina Ochoa en la película de Pollack, Havanna, con Robert Redford como protagonista, realizó el diseño de imagen.
– Facilitamos información de todo tipo (visual y escrita) sobre lugares y hechos tratados en el guión. Sobre todo dimos alternativas, pues sabíamos las difíciles condiciones en que estaba filmando el equipo norteamericano. ¡Si vieras el trabajo que pasé con Pollack! La última semana del 58… Cuba prerrevolucionaria.
El equipo de Pollack quedó satisfecho y hasta un poco sorprendido, nunca tuvieron contacto directo con el director, pero sí, les llegó su felicitación. Aquellos que hemos visto la película, sabemos que fue todo un éxito y al apagar las luces del cine, nos trasladamos a las calles de la Habana.
Marina en su reflexión, me vuelve a recalcar que como realizadora sin que haya sido una actitud consciente, su obra salvo un proyecto que es un hombre, en documental como en ficción ha sido sobre mujeres, todos sus trabajos, pero no mujeres espectaculares, a ella lo que le gusta, es la mujer normal, sus amigas, Sonnia Moro, Daisy Rubiera, historiadoras e investigadoras, mujeres que cuando las recreas pueden representar la historia de seis o siete millones de mujeres de cualquier parte del mundo. Porque estoy convencida que todas esas mujeres tienen momentos comunes, que las hace universales.
Afirma sin ser feminista, que la condición de mujer y de madre, psicológicamente y emocionalmente es mucho más completa que el hombre, la maternidad coloca a la mujer un poco por encima de él, esto lo piensa realmente, porque las capacidades que se desarrollan específicamente, "a partir de ser madres", pueden estar de acuerdo o no las hace superiores.
Tiene un proyecto que ahora lo está presentando en el Instituto que es "El Cine Cubano visto a través de las mujeres", porque nunca nadie le ha preguntado a las mujeres cineastas que piensan del cine cubano y ¿cuál es su criterio? ¿Qué opiniones tiene? ¿Qué cosa esta mal o esta bien?… o a partir de la visión de la mujer…
– A mí, ¡nunca me han preguntado! Ni a asistentes de dirección… ni escritoras… ni escenógrafas, no, no… nadie jamás le ha preguntado a una mujer del cine, que hace, y este proyecto que me lo están pasando por computadora, quiero realizarlo para el centenario del cine cubano. Ya vez Susana, sin proponérmelo, sin ser feminista, en forma natural he ido trabajando sobre mujeres… mujeres… mujeres.
Pero hay resistencia, cuando tienen que aprobar un proyecto. Le está sucediendo con otro trabajo, es un guión de ficción sobre una de las poetas más relevante, Serafina Nuñez, sonetista formidable, la mejor de Latinoamérica, venida a menos, desempolvada por los amigos más queridos. Hay resistencia… al reconocimiento de la grandeza de esta mujer. Amiga de Juan Ramón Jiménez, que habló maravillas de esta mujer como poeta, amiga de Nicolás Guillén, que siempre reconoció su grandeza como intelectual. Hay resistencia… salvo por varias personas que por su cultura reconocen el talento de esta mujer y ¿si hubiera sido un hombre? … Estaría entre los grandes homenajes.
Hola Francisco… good by, Frank…
Francisco Ochoa era hermano de Marina Ochoa, he querido hacer un capítulo aparte porque es todo un tema. Marina me muestra una foto que tiene sobre una de las paredes de su sala, allí veo dos jóvenes vestidos de vaquero sonriendo y me pregunta… – ¿Sabes algo de la Operación Peter Pan? – le contesto que no. Me señala uno de los jóvenes de la foto como su hermano, e invitándome a tomar otro café comienza a relatarme…
En diciembre de 1960 se inicia un éxodo de niños de Cuba, de 6 a 16 años, viajan solos. Lo organiza la Iglesia Católica del país, con la ayuda del gobierno norteamericano, otorgando visas especiales y se fueron ¡14.000 niños cubanos!. En 1995, su hermano Francisco muere de Sida en Estados Unidos, él fue uno de los tantos niños de aquella "operación", tenía 7 años, y nunca más lo volvió a ver.
– Es tal la pena que me causa, que decido presentar un proyecto en mi Instituto, realizar un documental sobre que pasó con esos "ex Peter Pan". Fue aprobado por mi gobierno y por el ICAIC. La tarea no resultó fácil, piensa que tuvimos que pedir autorización al gobierno norteamericano, que nos fue otorgado.
Se trasladaron a ese país, con un equipo del gobierno cubano. Tenían ciertas referencias, pero recorrieron varios Estados, buscando y rastreando a esos hermanos cubanos, y los encontraron, claro que a un grupo, pero fue suficiente para armar el documental que se llamó "Del otro lado del cristal". Curiosamente fueron mujeres las que se atrevieron hablar delante de sus cámaras. ¿Pero cuál fue la causa para que esos padres se desprendieran de sus pequeños?
– Se comenzó a decir que a todos los niños cubanos se los mandarían a Rusia, con el fin de adoctrinarlos, dictando una ley que privaría a los padres de la ¡patria potestad! ¡Fue una mentira perversa!
Agencias norteamericanas, instituciones religiosas católicas y otros grupos pertenecientes a organizaciones contrarrevolucionarias crean las condiciones necesarias para la salida de estos niños, nace así lo que posteriormente se conoció como "Operación Peter Pan". Comenzó en 1960 y finalizó el éxodo en 1962, el gobierno cubano suspendió los viajes a ese país por tiempo indefinido. El mundo estuvo en octubre de ese año al borde de una guerra nuclear… ¿recuerdan?
– Marina, ¿porqué no fuiste tú?
– Era muy niña pero como cuento en una entrevista que me hicieron luego de presentado el documental, la imagen que yo tenía de Estados Unidos eran unas fotografías de los viajes de mis padres a New York y Washington. Fotos en blanco y negro, donde veía edificios muy altos, la mayoría muy oscuros… entonces para mí, Estados Unidos era eso y te podrás imaginar que cuando yo me enteré que tenía que viajar… pues, me escapé de mi casa.
Tenía 10 años y sus hermanos algunos eran mayores y el más pequeño Francisco Javier con solo 7 años. Se fue a la casa de su madrina – ¡armé tal rollo! – dice riéndose – aquello fue… mis padres decidieron por el momento no mandarme y regrese a mi casa con la promesa que no viajaría a ese país. Luego la vida empezó a tejer sus hilos propios y ya no fue posible que ellos me enviaran.
– A partir de la experiencia de mi propia familia, yo nunca entendí y de manera recurrente me venía a la cabeza, sobre todo cuando tuve a mi hija, yo me decía… Como mi madre, que era tan buena madre, ¡tan sobreprotectora! Ella decide separarse de sus hijos más pequeños, no de todos sus hijos, pero yo no entendía el porqué… ya que en mi casa era como una princesita. Conocía otros casos, de compañeritos míos, niños de mi barrio y entonces me puse a pensar, luego del dolor sufrido por la pérdida de un hermano que nunca más volví a ver, que podía ser interesante investigarlo… para que la gente lo entienda, podría hacer un documental.
Hizo una investigación exploratoria, coincidiendo con que ella era cineasta, porque en ese momento estaba trabajando con un guión de ficción, para una película.
– Pero Susana, lo estoy haciendo con mucha calma… con dos o tres personajes y algo de autobiográfico. Pero volviendo a aquellos días de la preparación del documental, me enteré que Mercedes de Arce había hecho una investigación del tema, así es que nos juntamos para el proyecto y con un equipo del gobierno cubano, nos trasladamos a Estados Unidos.
El trabajo realizado por Mercedes de Arce los orientó para dar el primer paso, pero luego fue el propio carácter cubano que no se desconecta y para su sorpresa estando en ese país extraño al suyo y encontrarse con cubanos que fueron Peter Pan, tenían números de teléfonos de otros ex.
– Déjame decirte que fue muy importante que ellos creyeran en nosotros, porque no era fácil, un equipo de Castro, de la Isla, ir allí. A partir de ese directo contacto con los protagonistas, nuestro primer diseño para el documental se fue enriqueciendo. Fue muy interesante explicar que nuestras intervenciones eran tratar de crear un puente, de ambos lados. Primero encontrar una verdad, una realidad que nos interesara, el punto de vista humano, sobre las respuestas a ese suceso que nos atañe a todos.
– Ya era hora de reflexionar de nuestros problemas, no sobre la base de la polarización misma de los Estados, porque los Estados están cada vez más polarizados. Pero eso no quiere decir, que las personas no podamos reflexionar juntas de una manera armónica, sobre problemas que nos atañen a ambas comunidades y yo me convencí que sí existe esa manera y el documental así lo demostró.
– La comunicación que se logró entre nosotros fue fantástica. Luego del documental, tengo la impresión que cambiamos muchos criterios con respecto a ellos, y a su vez, a ellos le quedó una imagen diferente de los tipos de personas que podían encontrarse acá. El primer asombro mío fue la gran necesidad de hablar que tenían del tema. Incluso, hubo un caso de una muchacha que vivía en Washington, que lo hizo ¡por primera vez! Luego comprobaría que eso lo experimentaría en muchos testimonios más. Ni con los padres ni con sus maridos ni con sus hijos… nunca hablaron de ese episodio de sus vidas.
Aquí algunos relatos:
"Bueno es que yo recuerdo, que mi mamá tenía un miedo… pero tanto miedo… no sé si él era real o irreal, pero que ella prefirió separarse de mí, que quedarse conmigo…"Rosa
"Yo recuerdo muy poco, recuerdo que todo el mundo hablaba bajito, para ellos la revolución duraba seis meses y luego se caía… Recuerdo a mi abuelo que decía… ¿Pero este hombre no va al baño?… se refería a los discursos de Fidel Castro que eran duraban horas…"María
"Lo irónico de todo esto es, que estos 14.000 padres pensaron… ah… nos quieren quitar a nuestros hijos y mandarlos a Rusia… pues… ¡no! Nosotros los mandaremos a Estados Unidos… ¡Y nos perdieron de alguna forma… igual! "María
"En el Aeropuerto había mucha confusión, mi mamá lloraba, mi abuela lloraba, entendí que era un momento muy triste para mi familia y decidí quedarme tranquila, y me monté al avión… pero al ver por la ventanilla, pensé… ¿volveré?" Lourdes
"Cuando llegué a la Florida, ya me dije… esto no está bien. Me llevaron ante una gente extraña que hablaba inglés, no español, y de pronto estábamos en un catre oscuro, en un sitio muy raro para nosotras. A los varones los habían separado de sus hermanas, así es que se formaron dos grupos, uno de nenas y otro de varones… fíjate que el estar sin los padres pasó a ser una inquietud secundaria, no era estar sin quién… sino estar con quién" Silvia
"Una cosa muy curiosa me sucedió a través de mi vida, nunca más quise estudiar historia… porque la historia me había cambiado la vida…"Lourdes
"Me sacan de Pinar del Río, una familia chicana (mexicana), me recibe en EEUU, ellos recibían dinero de una organización, por tenerme. Y tú te planteas, donde está mi ropa… la comida era tan diferente… nada de lo que estaba a mi alrededor, yo conocía… Mis padres eran médicos, clase media acomodada, sentís que en ese lugar no encajas, como una pieza de un rompecabezas que sabes que no encajas… tenía 10 años y comencé a limpiar casas… la mujer me decía llámame mamá… nunca pude. Fue una relación que no se basó en el amor, ¡ya que fue una relación utilitaria!" Silvia
"Mira no es solo perder a mis padres, porque si ellos hubieran muerto lo hubiera asimilado de otra manera, porque los padres no eligen morir…" Vivían
"Recuerdo cuando vino mi mamá a verme, y cuando llegó, lo primero que notó fue mi comportamiento… no corrí a abrazarla… no sonreí al verla… ¡lo único que yo sabía era que mis padres a los 7 años me habían abandonado! Sobreviví, entonces esa separación, y por supuesto que potencia a la persona que lo sufre. ¡Estuve sola durante siete años, ¿con qué moral podía reclamar nada? Es que nada cuaja, éramos extraños…" Rosa
"Hoy a los 46 años, yo entiendo y los compadezco, porque perdieron la patria potestad de otra manera. Nunca pudimos ser como ellos porque el choque con los Estados Unidos nos transformó en otras personas… tengo una niña de 7 años, jamás le haría a ella lo que me hicieron mis padres." María
– El reencuentro con sus padres para algunos de estos ex-Peter Pan no se produjo jamás… Otros, hoy están conviviendo en Estados Unidos o van a visitarlos y mantienen una respetuosa relación – me aclara Marina.
– En fin, Susana, hace 22 años que estoy en esto. Cineastas mujeres hay muy pocas, para entrar al Instituto es muy difícil y luego comienza la lucha cuando presentas un proyecto. Porque si un compañero presenta otro de inferior calidad y hay que dar dinero, pues se lo dan a él… porque todavía persiste un pensamiento machista de que las mujeres no sabemos distribuir el dinero. Ante un análisis sobre un proyecto de una mujer cineasta al menor error lo primero que dicen… ah… ¡es una mujer! Mientras que ese error en un hombre lo justifican. Lo mismo sucede ante el fracaso de algún proyecto, se van a las causas que pudieron originarlo, pero de haber sido una mujer: La primera reflexión será… y, es una mujer, sin mencionar las causas que pudieron haber provocado ese fracaso.
– Yo fui testigo, delante de unos extranjeros que pidieron explicaciones de una cineasta que tiene nombre… y ¿sabes que respuesta se dio?…¡vaya!, ¡la mujer era una histérica!. Ese hombre, que es respetable, en un festival de cine sacó como conclusión que el error cometido por esa cineasta se derivaba a su condición de ser mujer y por supuesto el concepto que ese señor tiene de las mujeres es que somos todas unas "histéricas". Claro que la respuesta no tardo en llegarle, ya que una amiga y colega salto como una fiera en su defensa. Una mujer que empezó muy temprano a luchar en esta profesión, luego se casó con un funcionario de cine, pero ella tiene una obra amplísima sobre cinematografía militar. Con premios muy merecidos.
– Pero bueno supongo que esto también sucede en cualquier parte del mundo, debo decirte que es reconfortante que mujeres con tu profesión, escriban sobre nuestra problemática, y nos demos cuenta, que nos unen las mismas inquietudes. Seguiremos luchando por encontrar nuestro lugar y nuestro reconocimiento, tenemos muchas cosas que expresar a través del cine.
Marina realizó el documental "Blanco es mi pelo, negra mi piel", imagen de un siglo, su protagonista es María de los Reyes Castillo "Reyita", hija de Daisy Rubiera Castillo, historiadora, quien posibilitó el documental que realizó Marina. La cineasta me explica que siempre soñó con la posibilidad de hacer documentales a personas cuya excepcionalidad residiera en su "condición de ser humano". Personas comunes prisioneras de circunstancias de cualquier naturaleza que escapan al control de la individualidad y contra las que se ejerce o no esa "firmeza del alma que quiere", a la que llaman voluntad.
El racismo es una de esas circunstancias, sobrevivir a un hijo es otra de ellas. Durante veinte minutos, cuatro momentos de la vida de esta sencilla mujer de 95 años, nieta de esclava, hija de vientre libre, nacida con la República de Cuba, donde explica su lucha, su orgullo, su alegría, su ternura y amor mucho amor…
Daisy Rubiera Castillo nació en Santiago de Cuba, en 1939, su multifacética actividad laboral se desarrolló en su ciudad natal: investigadora y docente; funcionaria de la Dirección Provincial de Cultura de Santiago de Cuba; fundadora y directora del Centro Cultural Africano "Fernando Ortíz". En la actualidad investiga sobre temas afrocubanos, género y religión, y género y raza. Gracias a su generosidad al facilitarme investigaciones suyas pude tener una visión de lo que fue y es la negritud en Cuba.
Su obra "Reyita, sencillamente", Daisy la presentó para el Premio "Casa de las Américas", 1997, fue finalista del mismo, recomendado por el jurado para su publicación. . Debo añadir que Reyita murió en 1997.
¿Pero quién es Reyita?…
Fragmentos de la obra… "Blanco mi pelo, negra mi piel: ¿Quién soy? Yo soy Reyita, una persona común y corriente. Una persona natural, respetuosa, servicial, honrada, cariñosa y muy independiente. Para mi mamá fue una desgracia que yo fuera (de sus cuatro hijas) la única negra. Siempre sentí la diferencia que hubo entre nosotras; porque el afecto y el cariño de ella hacia mí, no
era igual al que sentía por mis hermanas. Me corregía en mala forma, a cada rato me decía: "la negra ésta", siempre me sentía desairada por ella. Yo fui víctima de una terrible discriminación por parte de mi mamá. Pero si a eso se suma la que había en Cuba, se podrá entender por qué nunca quise un marido negro" (…) -"Yo tenía una razón importante, que lo explica todo, ¿sabes? María de los Reyes Castillo, "Reyita", cuenta la historia de su vida, la historia a través de casi un siglo, ya que murió a los 97 años, nació el 6 de enero de 1902, de ahí su nombre. Es la mamá de Daisy Rubiera Castillo, en total los miembros de esta familia son 118, entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.
A Reyita no la conocí personalmente, ya que vivió en Santiago de Cuba, pero estuve en la Casa de las Américas cuando fue proclamada su biografía finalista. Viví junto a la autora y sus colaboradoras más allegadas como ser Sonnia Moro y Georgina Herrera, la alegría del reconocimiento de un jurado tan prestigioso como lo es el del premio "Casas de las Américas". Pero esa misma noche tuve el placer de escuchar su voz, ya que Daisy la llamó por teléfono… ella feliz… de que su historia de vida había gustado.
Daisy prefirió que fuera la propia protagonista quien la relatara, Reyita al final del libro reflexiona: "…Me ha gustado vivir. Han sido tiempos muy tristes y tiempos muy felices. ¡No me pesa haber vivido! Si tuviera que volver a empezar, lo haría gustosamente, pero con mi propia voz, en mi propio lugar, poniendo en práctica la experiencia adquirida con mi esfuerzo y mi lucha. Así, sí valdría la pena… La vida nace en cada amanecer, y yo con ella…"[1]
Durante la primera etapa de la esclavitud y hasta finales del siglo XVIII, la importación de mujeres africanas era muy baja en relación con los hombres de su misma procedencia, debido a la inexistencia de grandes dotaciones de esclavos y al criterio de los esclavistas de que el rendimiento de aquellas resultaba más bajo en las tareas del campo.
Aparentemente, desconocían que desde mucho antes de la llegada de los europeos, en África subsahariana las mujeres eran las encargadas del cultivo de la tierra, por lo que pasaban mucho más tiempo en el campo que los hombres, además, los amos consideraron que una vez comprado el esclavo en Cuba, tenían la posibilidad de alquilar su fuerza de trabajo, o utilizarlo como garantía de operaciones financieras en momentos de escasez de circulante.
La proporción entre hombres y mujeres de la colonia, como totalidad, durante la primera etapa de la esclavitud siempre fue desigual, porque tampoco venían muchas mujeres blancas. La vida de las esclavas estuvo entonces, más que nunca, sujeta a los riesgos de degradación en sus relaciones con los amos y con los hombres de su propia clase. A finales del siglo XVIII y principios del XIX se desarrollaron el sistema de plantación esclavista en Cuba. Tanto en las plantaciones azucareras, como en las cafetaleras se presentaron las condiciones de vida más violentas para la mujer de color.
En esas unidades económicas, al igual que los hombres, trabajaban duras y largas jornadas de catorce y dieciséis horas diarias, con lo cual se desmentía, para desgracia de ellas, el supuesto bajo rendimiento de las mujeres en el trabajo. Según Arango y Parreño en su ingenio "La Ninfa", toda la caña fue cortada por esclavas durante la década de 1820.
La brutalidad del régimen esclavista infundió en la esclava el temor a la preñez, el estado de gestación se convirtió en algo terrible. En el empeño de no procrear acudieron a todo tipo de prácticas abortivas, lo cual trajo como consecuencia diversas enfermedades uterinas. Surgió el criterio entonces entre los esclavistas, que las mujeres de color eran de más baja fecundidad que la mujer blanca. Tal presunción, por lo visto no tenía en cuenta toda la enorme complejidad de problemas extra biológicos que rodeaban la procreación en las incomparables condiciones de las mujeres esclavas. Ni en la plantación azucarera, ni en la hacienda cafetalera la mujer de color esclava estuvo exenta de los castigos corporales.
Al igual que los hombres las mujeres fueron azotados, puestas en el cepo, en la escalera y el más cruel e inhumano castigo, la variante del "boca abajo" para las embarazadas. No es hasta 1842 que el Reglamento de Esclavos limitó la forma de castigo.[2]
Pero de todos es sabido que, por lo general los amos cumplían las leyes y disposiciones según sus propios criterios. Todas estas circunstancias tendieron a que en la mente de muchas esclavas, solo existiera, con gran fuerza, un pensamiento: la fuga, la libertad al precio que fuese necesario. En las ciudades las esclavas solían ocuparse en el sector de los servicios y la producción artesanal o fabril manufacturada.
La gama de ocupaciones fue considerable: se alquilaban para cocinar, lavar, planchar la ropa de los soldados u otras personas, amamantar y criar niños, y para vendedoras de los productos de las haciendas como carnes, viandas y frutas.
Particularmente la servidumbre marcó el papel socioeconómico de la mujer negra durante toda la etapa anterior a la Revolución Independentista y luego la participación de la población negra cubana, fue en aumento.
Lo cierto es, que los ideales de libertad no cedieron ante ninguna de las formas de esclavitud. Tanto en los primeros siglos (XVI-XVIII) de esclavitud patriarcal, como en el siglo XIX, cuando se consolidó la economía de plantación, los esclavos no dejaron de manifestar de diversos modos su rechazo a la esclavitud y las rebeliones se hicieron más frecuentes y desesperadas. La mujer africana fue portadora de una notable disciplina en el trabajo y la dirección de la familia, y de una marcada capacidad de buscavida. Esas peculiaridades fueron transmitidas a la mujer cubana, lo que permitió a las de color en especial, encarar las más terribles condiciones de vida (económica y de todo tipo), a lo largo de la historia del país.
Pero la esclavitud y el racismo deformaron profundamente el género de vida de su grupo socio – racial, en general, y de ella en particular. La madre de color, pese a sus inmensos esfuerzos, no pudo evitar que sus hijos fueran la principal (casi única) cantera de la población penal de este país.
Como consecuencia de la estrechez e inestabilidad económica aquí la deserción paterna era muy frecuente y abundaban las madres solteras, para quienes la servidumbre muchas veces era la única posibilidad de trabajo. Toda esa historia de esfuerzos gigantescos para formar una familia que valiera algo, legó una tradición inapreciable.
Baste recordar a Dominga Moncada y Mariana Grajales cuyos respectivos hijos, Guillermo Moncada y Antonio Maceo crecieron bajo la orientación de aquellas madres cubanas para marchar de adultos a la guerra de liberación nacional frente al colonialismo español y distinguirse entre los héroes.
Las cubanas en todas las etapas de las luchas de su nación estuvieron presentes. En el siglo XIX, en el Ejército Mambí, y más recientemente en el Ejército Rebelde, se probó que la participación de las mujeres fue real y decisiva en más de una ocasión. Son muchas las historias relatadas en la que las cuentan como protagonistas. Las fueron formando para atemperar los rigores del "período especial" y ahora más que nunca sobresalen sin que a ellas les importe demasiado.
La Patria
Se nace en cualquier parte. Es el misterio,
es el primer misterio inapelable,
pero se ama una tierra como propia
y se quiere volver a sus entrañas.
Allí donde partir es imposible.
Donde permanecer es necesario.
Donde el barro es más fuerte que el deseo
de seguir caminando,
Donde las manos caen bruscamente,
y estar arrodillado es el descanso.
Donde se mira al cielo con soberbia.
Desesperada y áspera.
Donde nunca se está del todo solo.
Donde cualquier umbral es la morada.
Donde se quiere arar. Y dar un hijo.
Y se quiere morir,… está la patria…
Julia Prilutzky Farny (poeta argentina)
Un lugar llamado Chivirico…
Astrea Damiani. Médica argentina-cubana. Hace 33 años que vive en este país. Estudió su carrera, en Buenos Aires, Argentina. Cuando le faltaban cinco asignaturas, se enteró que el Che Guevara estaba en Punta del Este, Uruguay, dando una conferencia. En realidad su gira por Sudamérica era exclusivamente pedir ayuda a médicos. Concretamente, que fueran a trabajar a Cuba. Coincidía con la partida de médicos cubanos hacia Estados Unidos, porque ese país ofrecía magníficas condiciones de trabajo. Quedaron en Cuba alrededor de tres mil médicos.
Se trató de cubrir esos huecos. En ese tiempo, se estaba realizando una campaña de solidaridad muy grande en la Argentina para Cuba.
– Yo no esperé a graduarme, de todas maneras quería venir a Cuba. Ver como era una Revolución, deseaba palpar, compartir la alegría de un pueblo que se había liberado de un terrible opresor. Vengo de una familia comunista, así es que desde muy joven milité en el partido. En los últimos años de mi carrera, trabajé en el Clínicas, no solamente para poder sobrevivir y costear los gastos que tenía, sino como práctica médica. El sistema cubano es muy distinto. Te recibís, luego tienes un año de práctica hospitalaria, después te toca la residencia y terminada ésta, el servicio social.
Cuando llegó se ofreció como enfermera calificada, no la aceptaron, ya que necesitaban médicos, y ahí nomás le ofrecieron entrar en el último año de la carrera, se había abierto la Universidad, y un grupo estaba aceleradamente terminando medicina. Le tomaron exámenes de ciertas asignaturas e ingresó en el último año, da la casualidad, que ese, es el primer grupo que se recibe después de la Revolución ¿Y donde vamos a ir a buscar el título? ¡Al Turquino! (es el pico más alto de Sierra Maestra), recibiéndolo de manos de Fidel Castro.
– A mí me gustaba recorrer la Argentina, tenemos unos paisajes espléndidos, el contacto con la naturaleza… disfrutar de un buen día soleado… Así es que elegí como destino, la Sierra… para trabajar en un lugar cerca del mar. La idea me entusiasmó, sabía que estaba metido en el mar como un islote, en la Sierra, y arriba de todo habían construido un hospital que recién funcionaba. Cuando termino mi internado, elijo ese sitio… Chivirico… fíjate que alejado que era, que nadie lo pidió, claro con mi imaginación romántica lo había adornado a mi manera.- Su risa es muy contagiosa, Astrea constantemente tiene una sonrisa en su rostro.
– Llego a Santiago de Cuba, tomo otra guagua, y luego de tres horas interminables, por un camino muy malo, llego al lugar que sabía que era precioso. Pero entre mi cansancio, y la oscuridad, yo con mi valijita, sola en medio de la nada, existían cuatro casitas que no distinguía, y el hospital allá arriba… que lo adivinaba por una lucecita muy tenue… y ¡me quise morir!
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