– A Chivirico, hoy se llega por una carretera muy buena y en media hora llegas al sitio, es cabecera de Municipio, el hospital se transformó en un hermoso hotel de luna de miel para los campesinos y la gente del lugar. Volviendo a mis recuerdos, tomé mi valija y ¡a subir la cuesta! Al otro día al levantarme, yo lloraba y decía, ¿pero donde vine?… Claro el espíritu de una quiere una cosa… y te das cuenta que la realidad nos supera
– Cuándo venían los pacientes en una hamaca llevada entre dos hombres, eran casos difíciles, bueno, ¡échate a correr! Por que tú no sabias con qué te ibas a encontrar… Partos malos que la comadrona no podía resolver, ¡imagínate tú!… ¿Qué experiencia podía tener yo que me acababa de graduar?… Pero poco a poco me fui calmando, comencé a bajar al pueblo ni bien llegué y a tomar contacto con otra realidad de vida. ¡Eran todas situaciones nuevas en la que me sentía partícipe de la revolución y por supuesto inolvidable!
Astrea me cuenta que le sucedía algo curioso con las personas del pueblito. Si ahora todavía conserva su modo de hablar argentino, en ese momento, recién llegada, la cadencia era muy marcada, la gente venía a conversar con ella por esa característica y así fueron tomando confianza. Al poco tiempo, llega el camión del ICAIC para pasar películas y pregunta…
– ¿Qué película van a pasar?
– Una de Carlitos Chaplin – le responden.
– ¡No! ¡Que voy a ver eso! Fíjate que en Buenos Aires pertenecía a una cinemateca que era la mejor de todas, pensa mi soberbia y me fui. A los tres meses vuelve el camión del ICAIC y ¡la primera en estar sentada era yo! Por supuesto sin preguntar que veríamos.
Al comienzo no podía ni caminar la Sierra, un tiempo después, parecía un galgo, me dice, porque se adquiere destreza. Iban a vacunar, existían tareas que realizaba con un grupo de muchachas, enseñaban a alfabetizar y luego algunos principios de enfermería. Es decir, que cumplió un servicio social que le hizo y le hace muy feliz, y se quedó casi tres años, ya el lugar se había transformado en un pequeño pueblo hasta con un banco, Fidel los visitó dos veces y guardo un lindo recuerdo de esa etapa de su vida.
– Volví a la Habana, aquí comencé en una institución como médica general, me casé con un cubano, tuve dos hijos, cuando Alejandra nació, es la más chica, estuvo muy enferma, me dediqué a ella y dejé de trabajar por dos años, luego mejoró.
– Me entero que se había abierto el Instituto de la Infancia, que lo dirigía Vilma Espín, que es la presidenta de la Federación de la Mujer Cubana. La reemplaza Electra Fernández, que por cierto también es argentina, nació en Rosario. Allí, trabajé por 10 años hasta que se cerró, el trabajo consistía en elaborar las tablas de Crecimiento y Desarrollo de la población cubana, otra tarea fue controlar la salud de los círculos infantiles. Justamente por esta tarea fuimos a Angola y otros países para investigar sobre la alimentación social y por supuesto con Electra.
En Angola fundaron círculos infantiles, después, llegaron otros compañeros para trabajar, porque su misión fue de asesoría. Al regresar a Cuba, entró a trabajar, en el Instituto de Nutrición y en el Hospital Pediátrico, y aquí está de investigadora y nutreóloga. Ya son muchos años que se dedica a esto. En el plano personal, se siente satisfecha de su carrera, ahora dirige un programa de niños que no pueden comer proteínas porque sino, progresivamente se vuelven heginofrénicos, es una enfermedad muy rara, pero estamos luchando por ella.
– Lo detectamos en los recién nacidos y se los ponen en tratamiento, de no ser así, les afecta el desarrollo psicomotríz.
Tiene un trabajo de investigación en una sala con niños desnutridos, obesos y esta contenta, es una gente alegre, (me consta). Ve las cosas malas, las siente… las sufre… pero les hace frente, porque…
– Si te pones a llorar ante una piedra vas a estar vencido, pero si tratas de saltarla y lo logras… ¡nada podrá detenerte! – Astrea mira a su hija que estaba con nosotras, en todo este tiempo en que esta mujer fascinante relataba su historia, observé como su hija escuchaba atentamente.
– ¿Alejandrita, vos no nos vas a dar un cafecito? …¿ni siquiera para que diga que somos amables?… Susana es una compatriota – y esta muchachita da un salto sonriendo y se introduce en la cocina. Su risa es contagiosa, Astrea no pierde nunca su buen humor y su dulzura al hablar.
– Los cubanos estamos viviendo situaciones críticas, sobre todo con los medicamentos. Está garantizada la protección a las mujeres embarazadas, los niños al nacer, los casos graves se han tratado totalmente aquí. No se ha muerto nadie, por no tener medicina, porque cuando se tuvo que comprar, se hizo. Pero indudablemente no ha sido fácil… ¡ni nos es fácil!. El Ministerio trata por todos los medios de solucionar y ayudar en lo que puede, pero a veces debemos recurrir a la solidaridad, no creo que resuelva nuestros problemas, aunque soy consciente que por el momento debemos conformarnos. A mí me enferma ver los dólares y tener que comprar con ellos, nosotros nunca necesitamos de ese dinero para resolver nuestras compras, pero nos hemos tenido que acostumbrar que para cierta mercadería los debemos utilizar! Mi gran pena es ver nuestra moneda por el suelo, pero estoy segura que poco a poco se irá levantando… es muy triste que después de tantos años de la revolución… ese dinero ande por tu casa…
Hay muchas cosas que no le gustan. Que no estaban, este mismo bloqueo, la caída del campo socialista, y la imposibilidad de que el gobierno no puede hacer nada. ¡El rebrote del jineterismo! (prostitución).
– Susana, ubícate en la época de Batista, Cuba era el prostíbulo de los Estados Unidos y a partir de la revolución, una de las metas más importantes fue cambiar, transformar esas muchachas, darles otro rango. La campaña de alfabetización fue extraordinaria, jóvenes de la sierra, de diferentes provincias llegaban a casas de Miramar (Habana) que estaban preparadas para recibirlas, donde se les enseñaba a leer y escribir, costura, mecanografía, etc., y ahora, muchachas que tienen una educación universitaria, una cultura de ballet, de ópera, de música, que tocan el piano maravillosamente bien, que tienen una sensibilidad tan fina, ¡no pueden estar vendiendo su cuerpo! Hay una canción de Silvio Rodríguez que habla del tema.
– En cualquier parte del mundo se llega a la prostitución por la droga, el medio miserable en que viven, es decir hay una situación límite, que no digo puede justificarse pero es más comprensible. Aquí en Cuba es una solución económica… me duele… ¡Porque acá se trabaja para la revolución y los jóvenes que se dedican a esto no lo entienden así!
En los momentos más críticos nunca se cerró una Universidad y sin embargo cuando visitó Buenos Aires, tuvo la oportunidad de ver a médicos cubanos que fueron alumnos suyos, que trabajan por 500 o 600 dólares y además son cabeza de choque, porque les sacan el trabajo a médicos argentinos.
– Claro, tú pensaras que yo hice lo mismo ¿sabes donde está la diferencia? ¡Jamás me sentí explotada!. Ellos son producto de todo lo que nosotros hicimos. Esta generación que no hizo nada, disfrutó de todas las cosas. No niego que este momento es muy duro, que tienen derecho a soñar… yo misma lo hice y lo hago todavía. ¡Pensar y razonar en nuestra isla… tan pobre… tan chiquita… mono cultivadora… que ha estado viviendo ¡Un sueño de Alicia en el País de las Maravillas sin tener las maravillas!.
– Entraba un chorro tan grande de los países socialistas… compotas… dulces… quesos… repuestos… ropa… material para construir, en fin, no nos faltaba nada. Entiendo que no es fácil vivir esta recesión, pero soy consciente que se va a arreglar y de lo que estoy segura es que no me va a gustar ese otro estilo, porque todavía tengo la utopía por la que vine a Cuba.
Lamentaba que llegara el momento de tener que retirarme, porque el tema daba para mucho más. Junto a un equipo cubano, es una científica reconocida en el mundo, por sus descubrimientos. Sentí orgullo de que fuera argentina, su humildad… su sencillez… Que esta mujer, que tenía la opción de poder vivir en cualquier parte del planeta, conservando su condición de científica, ganando una posición económica importante. Aquí estaba… fiel a su utopía… en su mundo de "maravilla" y temiendo que lo cambiaran.
"Pero se ama una tierra como propia,
allí donde partir es imposible,
donde se quiere arar y dar un hijo,
y se quiere morir… está la patria…"
Cuando se llega a la Habana, uno de los placeres más lindos es caminar por el Malecón. Caminar despacio, disfrutando del sol, observando como brilla en ese mar caribeño, algunas mamás con sus niños sentadas al borde del paredón que serpentea la costa, le dan un sabor especial al lugar. También nos vamos a encontrar con adolescentes que en gomas de camiones se lanzan al mar para pescar, y con sus risas y sus cantos alegran ese momento. A cualquier hora siempre hay gente, turistas, artesanos, parejas de cubanos de la mano, y bueno, también… prostitutas, generalmente, de a dos o tres.
¡Yo no soy prostituta!.. ¡Yo soy jinetera!
Rosa Miriam Elizalde es graduada de la Facultad de Periodismo por la Universidad de la Habana. Ha colaborado con publicaciones nacionales y extranjeras. Actualmente se desempeña como subdirectora del semanario Juventud Rebelde, explica en su introducción que la idea de comenzar a investigar la prostitución en Cuba nació en la redacción de Juventud Rebelde, pero luego sus compañeros abandonaron el proyecto, y ella por casualidad, al entrevistar a una vecina que se dedicaba a este comercio con extranjeros, fue la puerta a ese universo en el que se adentró por curiosidad y por interés profesional. …"En 1959 Cuba tenía cien mil prostitutas de origen campesino el 95 por ciento y una población de seis millones de habitantes. Fue justamente en el barrio de Colón, la más célebre zona de tolerancia del país, donde el gobierno revolucionario inició un proceso de reinserción social que casi todas las personas vinculadas a este ambiente asumieron voluntariamente, por reales simpatías hacia la Revolución o por temor al abierto rechazo que los sectores populares manifestaban hacia ellas".[3]
Se cerraron burdeles, se atendieron a las mujeres y sus hijos, se les dio oportunidad de aprender un oficio y de asistir a las escuelas y centros de salud. En 1965, cuando se consideró terminado el proceso, las que aún ejercían fueron internadas en granjas agrícolas. Aunque a este último grupo se intentó rehabilitar por métodos carcelarios y los resultados terminaron siendo bastante formales, la prostitución fue en verdad excluida del espectro institucional cubano y de la práctica que tradicionalmente involucró a miles de personas. La reanimación económica, la amplitud de oportunidades, la independencia sexual femenina, confirmó esta certidumbre.
Rosa Miriam formó parte de una generación que no conoció la prostitución clásica, sino como referencia de un pasado que no vivió. Al igual que la mayoría de los cubanos, con los primeros signos de la práctica pasó del estupor al deseo de saber qué resortes hacían tan notable el sexo tarifado en algunas calles de la capital, aunque su verdadero y más ambicionado contexto, eran las instalaciones turísticas que aparecieron o se recuperaron, fundamentalmente a finales de los 80, en privilegiados sitios geográficos del archipiélago. Hoteles, villas, discotecas habían emergido
como principales fuentes recaudadoras de los 90, al ser uno de los puntales en la estrategia de supervivencia económica diseñada por el país para hacer frente a la crisis que sobrevino como consecuencia de la caída del socialismo europeo y el oportunista recrudecimiento del bloqueo norteamericano. La realidad hoy, es que además de resurgir la prostitución en Cuba, existe una discusión… prostitución o jineterismo frente a la práctica del sexo rentado en Cuba.
¿Qué es jineterismo? Fueron aquellos que en el mercado negro se dedicaban a cambiar la moneda cubana por la extranjera. El término empezó a tipificar varias actitudes de un grupo marginal y heterogéneo en el que se encontraban la muchacha y el muchacho que ponía precio a su cuerpo. Curiosamente para alguna gente ha terminado siendo un "acomodo semántico" como escribe R. Elizalde, de "cierta cultura del resolver de la lucha" y se acepta y hasta se justifica, sobre todo si se contrapone con el término prostitución.
– ¡Yo no soy prostituta!.. ¡Yo soy jinetera!
La respuesta común de las mujeres entrevistadas es esta. Jinetear es montársele al extranjero y sacarle todo lo que puedan… En este sector marginal cubano predomina una prostitución no tradicional, se reconoce una variante de prostitutas que poseen instrucción, de palabras fáciles, bilingües, ya que manejan con facilidad varios idiomas, con una elevada autoestima.
La escritora Elizalde en su libro al analizar el tema, distingue a Cuba de los demás países en un detalle esencial, la mayoría de los treinta millones de mujeres, y dos millones de niños prostituidos en el mundo, son víctimas terribles de un orden económico que los condena a la esclavitud sexual para sobrevivir. Mientras que aquí en Cuba, lo hacen por ostentación y por el lujo, y no lo hacen tanto para cubrir sus necesidades básicas, como para mantener una situación de consumo por encima de la media.
Ya empieza a funcionar como un mercado sumamente lucrativo, con un gran poder corruptor, muy codiciado además por todo tipo de inescrupulosos delincuentes. Resulta lógico pensar que el principal ataque está dirigido a ese elemento, cualquiera sea su posición en la cadena que va desde la prostituta hasta el extranjero.
Una socióloga cubana decía…
– Pero no seríamos consecuentes con los ideales de nuestra sociedad, la única por cierto que eliminó la institución que en la Cuba de 1959 condenaba a millares de mujeres víctimas a no ser nadie. Si nos quedáramos con los brazos cruzados y admitiéramos que en última instancia cada cual hace con su cuerpo lo que le venga en gana, mientras no ampare al proxeneta o a otros pillos de esta especie.
Una estudiante universitaria reflexionaba que sería injusto con ellas mismas y su sexo no pedir a la mujer que sea socialmente responsable por sus opciones. De eso se trata, de entender que cualquier acto que tenga como fin degradar, humillar o explotar, que asuma la intimidad como una mercancía, es una violación de los derechos de una sociedad, cualquiera sea su sexo, etnia, edad o condición social. Esto es lo que hace del tema, algo que nos involucra a todos los que optamos por una ética de dignidad humana, y por lo tanto, no hay que enmascarar lo que es tan obvio. Los cubanos no tenemos que resignarnos a convivir otra vez con la prostitución… ¡Y de paso, por favor, llamémosla por su nombre!
Consultando a una psicóloga sobre este tema reflexiona…
– Me gustaría mucho poder afirmar que en Cuba no hay prostitución. Ese fue uno de los sueños y de los empeños de mi generación. La misma que abrazó utopías, pecó de tremendísmos, y dio por eliminada una manifestación que era la resultante de las injusticias y las desigualdades sociales generadas por un sistema económico basado en la explotación.
Ahora, cuando algunos siguen siendo soñadores pero mucho menos absolutos, deben reconocer que la prostitución nunca desapareció del todo pero se redujo a niveles tan ínfimos que Cuba podía exhibirse y alegrarse, durante casi treinta años, por ser el único territorio del planeta donde ni las mujeres ni los hombres salían a las calles a venderse. Ese hecho, que habría merecido titulares de primera plana en la prensa del mundo, nunca los ocupó; por eso, a los cubanos de Cuba les desagrada tanto el sensacionalismo que acompaña a ciertas crónicas que magnifican esta práctica. El jineterismo es una modalidad de intercambio mercantil vinculado al sexo cuya motivación es económica vinculada en un rango no perentorio.
Una prostituta entrevistada afirmaba – Reconozco, desde luego, la absoluta legitimidad de deseos de tener que conducen a ligarme a un extranjero o extranjera para resolver "mis problemas", y al hecho de que la economía cubana no deja entrever a corto ni a mediano plazo opciones promisorias de los bienestares que las personas insertadas en estas prácticas se procuran.
Hoy nadie puede decir exactamente cuánto dinero se mueve actualmente en los polos turísticos del país, como resultado de este "trabajo". Tampoco nadie podría, probablemente, responder a ciencia cierta, cuantos hombres y mujeres lo ejercen hoy en Cuba. Si la tendencia de turoperadores y otros agentes de viajes sigue siendo la de anunciar a Cuba con promesas de turismo sexual, será difícil frenar el incremento de la prostitución que estará tentado, progresivamente, por demandas superiores. En pronunciamientos oficiales en tiempos recientes se ha insinuado la voluntad de enfrentar la multiplicación de este fenómeno. Actuar sobre este asunto sería siempre deseable que la soga no se quiebre por lo más delgado. Me acuerdo de esa canción cubana
Brotan y rebrotan…
"Brotan, rebrotan, explotan por 5ta Avenida
son arrancadas y parten con aire veloz
dicen que es duro el oficio de flor
cuando sus pétalos se ajan al sol
pálidas flores nocturnas
flores de la decepción…""
Silvio Rodríguez (poeta cubano)
Aquí en Cuba se pone a disposición del otro lo que yo sé
Cuando conocí a la licenciada Dora Carcañeo, lo primero que me llamó la atención fueron sus hermosos ojos claros, con una mirada directa, su rostro serio y como estudiándome, me invita a sentarme en su despacho. Hoy, ocupa unas de las funciones que a mi parecer, a un nivel internacional, es muy importante, con respecto a la integración de las mujeres cubanas en el mundo. La invito a que me informe sobre sus actividades.
– Tengo una participación en la vida del Movimiento de Mujeres desde hace mucho, he sido fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas, fui subsecretaria general durante diecisiete años, al nivel nacional, pero pasé por todas las responsabilidades desde las bases hasta la instancia superior nacional.
En 1990 se realizó el 6to. Congreso de la FMC y en ese momento se estaba gestando por la Federación Democrática Internacional de Mujeres, la reorganización de sus fuerzas, ya se preveía la caída del campo socialista, y esta organización acordó hacer la regionalización de FDIM, debido a su experiencia en este trabajo fue elegida para coordinar la institución para América Latina y el Caribe.
En este momento tienen 50 organizaciones afiliadas en esta región, aunque todas no funcionan igual. La presidenta de FDIM, es francesa y la vicepresidenta es palestina, el objetivo central es la solidaridad, la capacitación, la información y documentación al nivel internacional de la problemática de la mujer.
En Cuba no tiene apoyo de agencias internacionales, lo autogestionan ellas mismas al nivel nacional, por eso el aporte de Ferias, Congresos, Actividades, Turismo de Solidaridad a precios módicos que vienen de organizaciones afiliadas, les ayudan para solventar todos los gastos. Esto lo vienen realizando desde hace cinco años, fueron creciendo con la institución, concretando proyectos y siempre en la búsqueda de otros como ser: Seminarios Internacionales con problemáticas sobre la mujer, cursos, debates… etc.
– Tú me preguntas sobre la labor de la mujer cubana, y sin hacer una valoración muy larga en este momento sobre nuestra historia, el aporte femenino a través del tiempo fue enriqueciendo las características de nuestro pueblo. Aquí en Cuba, se pone a disposición del otro lo que yo sé, no hay un egoísmo por acumular conocimientos, así hayan sido muy importantes. Y en el caso de las compañeras que hoy están en otras actividades prestigiosas es porque la Federación de Mujeres Cubanas ha dado la posibilidad del desarrollo de la mujer, estimulando su crecimiento intelectual.
Dora me cuenta que si se remite al tiempo de la colonia, las mujeres contribuyeron al movimiento Mambí, movimiento revolucionario de aquella época, luego fueron colonia de los Estados Unidos, también durante muchos años. En la década del 30, participó la mujer en el movimiento sindical, como feministas se hicieron congresos. La mujer cubana a dado grandes aportes en el desarrollo de su sociedad y ya en épocas de la revolución contra Batista las mujeres se incorporaron tanto en la sierra como en el llano.
Cuando triunfa la Revolución, dentro del programa de Fidel Castro preveía la organización de la llamada "de la ciudadanía", él concibió un proyecto para nuclear al pueblo en diferentes organizaciones. Claro, ya habían surgido líderes naturales que ayudaron para esta tarea. Por ejemplo, ya el movimiento campesino se había organizado en la propia Sierra y surge la agrupación de las mujeres, que fue un factor importante en la lucha, no solamente para aportar sino también para reivindicarla.
La FMC arranca con una fuerza tremenda y trae como consecuencia que se piense en organizarlas porque era un caudal inmenso. Los cambios revolucionarios en un primer momento fue la ley de la reforma agraria, la ley de nacionalización de la banca, toda la nacionalización de la educación, todas estas reformas les devolvieron al pueblo cubano la reivindicación por las que había luchado.
– La historia de Cuba es muy rica en experiencias – analiza Dora – porque mientras fuimos colonia, nunca permitieron el desarrollo pleno del pueblo cubano. Hoy se comportan de otra manera, me refiero a nuestros enemigos, pero como en los años 60, tampoco quieren que nuestro país se desarrolle… bueno, pues lo hicimos. Cuba luchó, hasta el día de hoy que sigue luchando por un proyecto de beneficio a las mayorías. En el socialismo la minoría debe renunciar a sus privilegios, evidentemente el sistema capitalista nos ha demostrado que sigue resolviendo los problemas de un grupo cada vez más reducido de privilegiados.
Durante todos estos años a habido transformaciones del pueblo, si es verdad que la mayoría de las mujeres era analfabeta, también es verdad que un porcentaje de ellas que poseía educación se puso al servicio de la campaña de alfabetización.
En el sistema de capacitación, la mujer fue protagonista, hoy el 63 % de los técnicos en el país, son mujeres. La doctora Concepción de la Campa, descubrió la vacuna contra la meningitis y otras vacunas que nuestros niños reciben. La doctora Simeón, Ministra de Ciencia, Tecnología y del Medio Ambiente, descubrió la vacuna contra la fiebre porcina que terminó con un flagelo para nuestro país. Hay directoras de hospitales, se trabaja muy bien en la parte científica con el aporte de mujeres muy capacitadas. Sin embargo, si de algo se tienen que quejar es que en el área de educación y salud, el porcentaje de mujeres en la toma de decisión no es tan alto.
Donde han ganado es en crecimiento en la participación de la mujer en el sector de la economía nacional, como también en el poder popular, el 23 % de diputados que preside Vilma Espín (presidenta de FMC), la comisión de la infancia y de la mujer y otras comisiones también dirigidas por mujeres en el parlamento.
– El Período Especial no ha afectado la voluntad y la conciencia en nosotras. La evolución en la formación y en la capacitación va en aumento pero con una doble carga durante estos últimos 5 años en las tareas del hogar, tareas que ya estaban superadas, por la escasez traen como consecuencia que las mujeres tengan que resolver y reemplazar todo aquello que falta y no es fácil. En la generación joven de matrimonios se ve la participación del hombre: con los hijos, con las tareas del hogar. Es un buen síntoma, pero por faltas de productos para cocinar, ahí el hombre no participa… tarea de la mujer.
Existe una confusión cuando exigen ser valoradas en sus trabajos, no significa que quieran ser como ellos, me dice una cubana… – Yo creo ser una mujer muy liberada, pero no tengo ningún interés en vestir como ellos.
Como pensamiento general, la igualdad de derechos en la vida, sí, es importante. Los apagones que sufrieron en el 93/94 han quedado atrás, por el momento hay otra situación y lo positivo, además, lo tienen muy claro, es que depende de ellas que salgan de esa situación.
Dora afirma – La economía siempre se la relacionó con los hombres y muchos piensan que es un reto para ellos, y yo digo ¡no!… las mujeres hemos sido históricamente administradoras naturales… no reconocidas públicamente. Desde FDIM, luchamos en la toma de conciencia de la mujer para que contribuya a su propia reivindicación.
Para las mujeres cubanas todas las luchas de las mujeres son válidas, de manera que tienen relaciones con las indígenas, con el movimiento de mujeres negras, que existe, con las feministas, con las estudiantes, con las profesionales y juntas crear alianzas que les permitan intercambiar sus ideas y encontrar juntas soluciones a problemas que las identifican.
Es interesante añadir, que el feroz bloqueo económico, financiero y comercial, que le impuso Estados Unidos al país desde hace más de treinta años, adicionándolo al "período especial" ha tenido un costo aproximadamente de 38 mil millones de dólares. Esta situación de crisis económica, también la sufre América Latina, como cualquier país del tercer mundo. Mucho más meritorio son los logros obtenidos en Cuba a "pesar de los que inventaron este bloqueo", en materia de salud, de educación, de seguridad social y aún en niveles de alimentación del total de la población. Garantizados en los últimos quince años, tratando de resistir y generando soluciones a todas las adversidades… ¡claro que no es fácil!… Pero aquí es cuando la mujer cubana cobra un protagonismo fundamental.
Cátedra de la mujer
Carolina Aguilar Ayerra es una de las profesionales que considera que la investigación científica fue un instrumento esencial en un determinado momento para poder seguir argumentando y encausando las hipótesis de la problemática femenina. Bajo su auspicio se crearon en diferentes facultades de la Universidad de la Habana, también en la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, como en la Universidad Central, la Cátedra de la Mujer.
Los cambios operados en el país a raíz del triunfo de la revolución cubana en 1959, también tuvieron impacto en la evolución y en el comportamiento de la población. Como el acceso real al sistema educativo, al sistema de salud, y a los medios de comunicación masiva, para toda la población sin distinción entre los sexos.
En los años sesenta el escenario demográfico está marcado por el aumento considerable en el nivel de la fecundidad. Fenómeno que se reconoce como coyuntural y de muy corto plazo, asociado a las nuevas expectativas y a la euforia. En general, se origina a raíz de un cambio social, acompañado de una disminución en la práctica del aborto y el poco acceso de la población al uso de método de control natal.
A finales de los años setenta hay una declinación muy pronunciada en los niveles de fecundidad entre otras causas hay que tener en cuenta la profundización y consolidación de los cambios sociales en esos años, propician, entre otros, un cambio en el papel de la mujer. Al dársele oportunidades de concretar sus aspiraciones e insertarse de forma activa en el plano social, incluido su acceso al trabajo fuera del hogar, y a las posibilidades de superación cultural y política. En Cuba la población femenina casada o unida de 15-49 años que no desean más hijos han aumentado un 23% en 1997. La Cátedra de la Mujer sirvió para entender y analizar los motivos reales de estos cambios. Comenzaron a ser publicados en el "Anuario demográfico de Cuba" de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Carolina analiza que para averiguar las causas y efectos de los cambios sucedidos en estos últimos treinta años en Cuba, se hizo un trabajo bien estructurado donde participaron todas las disciplinas científicas y realmente fueron muchas las satisfacciones por los resultados obtenidos.
Después del "Congreso Mundial de Mujeres", en Nairobi (1985), hacia el final de la década del 80 se dieron a la tarea de evaluar como aplicar en Cuba las estrategias que se desarrollaron en ese Congreso El aporte en conjunto les dio la idea de empezar a trabajar para crear una cátedra de la mujer en desarrollo, surgió primero en el Instituto Superior Pedagógico en Villa Clara, donde se les unió la labor común de las organizaciones de masa, dirigida a los profesores de enseñanza media, de preuniversitarios, de maestros. Se da el caso que la matriculación para la docencia, todavía, son mayoritariamente mujeres, tienen un peso muy grande, solo el 30% son varones.
Datos del Centro de Estudios demográficos (CEDEM) precisan que las jóvenes comprendidas entre los 15 y los 30 años de edad tienen como última enseñanza cursada la media superior y dan como dato el 41,7 por ciento y la media básica el 37,8 por ciento, sin perder de vista que en estas edades muchas aún se encuentran estudiando y esto no representa su último nivel a cursar. No obstante, a partir de los 90 se aprecian algunas dificultades con la retención escolar en lo que influye, entre otros factores los cambios en la oferta de matrícula, con un incremento en las plazas correspondientes a especialidades técnicas y de obreras calificadas las que no siempre resultan suficientemente atractivas para las jóvenes.
Con relación a la educación superior en estos momentos el país cuenta con 46 centros y una matrícula total de 134.101 estudiantes, de las cuales 78.522 son mujeres jóvenes. En todas las especialidades que se imparten en este nivel de enseñanza el 58 por ciento son mujeres en todas las ramas de la ciencia: Ciencias Técnicas, Ciencias Naturales y Matemáticas, Ciencias Agropecuarias, Sociales y Humanísticas, Ciencias Médicas, Pedagógicas, Arte, Cultura Física. Las estadísticas referidas a la matrícula de mujeres universitarias en diferentes ramas, correspondientes a los cursos 1994-1995 y 1995-1996, la fuente surge de la información estadística publicada en: Oficina nacional de Estadística, ONE, 1998, "Anuario demográfico de Cuba, 1997"
Matrícula de mujeres en la universidad por ramas de la ciencia
En el ámbito de la relación hombre – mujer, surgió cantidad de temas y de conflictos. La finalidad de crear esta cátedra fue estudiar "el impacto de las mujeres en la revolución y la revolución en la mujer".
Descubrir situaciones que ya estaban pasando y que este grupo de investigadores- profesores se unieran a ellas, ofreciendo a la población femenina, una orientación más profesional para determinados problemas relacionados con la vida cotidiana, de parejas, de hijos y el fenómeno de la maternidad temprana.
En consecuencia, todo apunta a una expectativa de familia pequeña, a la cual contribuye una difusión de métodos anticonceptivos y la definición de una política de despenalización respecto al aborto. En este proceso también se han mencionado como factores que contribuyen a la declinación de la fecundidad algunas condiciones materiales de vida, principalmente el déficit de viviendas y la fragilidad familiar que pueden indicar altas tasas de divorcios y de separación de uniones. Los estudios y análisis realizados no aportan pruebas concluyentes en este sentido, y si bien no hay dudas de que influyen en el comportamiento, no son los únicos factores determinantes.
Sin duda, en este comportamiento, las transformaciones ocurrida en la condición de la mujer ha sido pivote del cambio, la promoción de su condición, en la cual como señala la experiencia internacional y en Cuba también se cumplió así, las modificaciones progresivas del papel de la mujer en la familia y en la sociedad están asociados con cambios hacia patrones de nupcialidad y de reproducción moderna, en los cuales predomina una decisión consciente sobre la unión, así como del número y esparcimiento de los hijos.
Carolina Aguilar reflexiona…
– En estos últimos cinco años en el "período especial", con todas las dificultades que se les presentan a las mujeres, no conciben la vida sin el trabajo como parte de su desarrollo personal, no quieren volver atrás. Hoy, son cabezas de hogar, pero además el 62 por ciento de los técnicos en Cuba son mujeres, en la ciudad de la Habana el 47 por ciento de la fuerza laboral son mujeres… de cada 100 técnicos y profesionales el 62 por ciento son mujeres
Estas cifras son el resultado de la voluntad, de la capacidad de solucionar los contratiempos que se les presentan y fundamentalmente que no quieren retroceder.
En total entre 1960 y 1996 de cada 100 matrimonios se han disuelto 32,9 por ciento, alrededor de un tercio. En los años de la década del 90 se eleva al 41,9 por ciento, superior en 10 puntos. Esta tendencia de conjunto con las personas separadas y a un incremento de las que se quedan viudas, resulta una de las causas fundamentales, aunque no la única, de que la jefatura de hogares femeninos haya aumentado.
En su conjunto el proceso de formación y disolución de los hogares y familias, han estado matizados en los últimos años, por un conjunto de factores económicos, sociológicos y demográficos, que en ocasiones han sido contrapuestos y con resultados en no pocos casos no deseados. Mayor número de personas en edad de contraer nupcias, un aumento de las unidas, un rejuvenecimiento acentuado en la formación de uniones, muchas veces con dificultades en las condiciones de vida.
El incremento de la participación de la mujer en la vida social, económica y familiar, han hecho que haya tenido que asumir roles y protagonismo que en ocasiones son contradictorios y le planteen exigencias que si bien ha sabido afrontar, indiscutiblemente tensiona su quehacer individual, social y familiar. En todo caso, la práctica de la vida social y familiar indica que más del 35,0 por ciento de los hogares cubanos están encabezados por mujeres.
No obstante, en las familias cubanas continúan el predominio del modelo tradicional del trabajo hogareño con sobrecarga para la mujer, que se agrava dada la ausencia de una eficiente red de servicios en su apoyo por lo que requiere mayor inversión de tiempo para su ejecución. Esta realidad atenta contra el tiempo que puede y debe emplear la mujer para su disfrute personal. Esto, según corroboran investigaciones del Centro de estudios sobre la juventud, no es privativo de mujeres adultas o jóvenes casadas y con hijos sino que también se observan en muchachas solteras, estudiantes y que viven con sus padres.
Factores sociales y económicos con que se enfrentan las mujeres cubanas:
La difícil situación económica actual y sus consecuencias
La poca posibilidad de vivienda o ausencia de ella
Las dificultades de empleo proceso de industrialización en zonas rurales
El cambio en los valores sociales relativos a las relaciones de pareja.
Búsqueda de un rol femenino más autónomo al interior de la relación de pareja.
Se podría seguir enumerando en esta conclusión las diferentes causas y diferentes elementos que condicionan los roles de la mujer, ya sea como profesional y su articulación como amas de casa. Es difícil para la mujer cubana hoy, a pesar del impacto de la crisis económica por la que atraviesa el país en la década de los 90, el regreso repentino de algunas al hogar durante este período. Las mujeres cubanas fueron encontrando la manera de llevar a su hogar el dinero aunque en muchas ocasiones no suficiente, sí lo fue en otras, como ser los famosos "paladares", especies de restaurantes caseros, donde se le ofrece al turista por un precio módico la comida tradicional cubana.
En 1996 del total de mujeres en edad laboral, el 42,1 por ciento participa en el mercado de trabajo, para una reducción de 4,6 puntos respecto a 1990. En este descrecimiento influyen el reordenamiento y el proceso de racionalización de la fuerza de trabajo del país, necesarios para lograr una mayor eficiencia económica pero recayendo en la mujer el peso de la pérdida del mismo.
Carolina Aguilar Ayerra nació en la Argentina en un pueblo del departamento de Gualeguaychú, en la Provincia de Entre Ríos. Trabajaba como maestra rural cuando conoció al que luego sería el amor de su vida. Santiago Rauda, cubano, quien llega a Buenos Aires en 1958, muy grave, había sido torturado de una manera salvaje, su espalda quemada por cigarrillos, costillas rotas, tabique nasal roto… fue el segundo cubano que llega en esas condiciones, exiliado. La hermana de Carolina era enfermera de un hospital en Buenos Aires, y es ella quien apenándose de la situación de Rauda, lo lleva a su hogar en Entre Ríos y lo dejó al cuidado de sus familiares.
Carolina tenía 23 años en ese momento, lo cuidó, lo mimó y poco a poco este hombre fue conquistando su corazón. Cuando en 1959 triunfa la revolución, decide regresar a su país, y le propone a Carolina casarse y viajar juntos a Cuba, allí comenzó una carrera de mucho trabajo para reconstruir ese país.
Rauda fue Viceministro de Comercio Exterior, después, Ministro de Comercio, Ministro de precios, Presidente de la Comisión Estatal de Precios, siempre al lado del Comandante Castro.
Carolina al ser maestra enseguida se incorporó a la campaña de alfabetización, recorriendo todo el país, organizando, participando y movilizando a las mujeres que estaban capacitadas para enseñar. En Cuba siguió una carrera universitaria, hoy es una profesional reconocida. Fue una tarea ardua, pero los resultados fueron brillantes, con orgullo pueden decir que en Cuba no hay analfabetos.
Ella dice… "Un país educado es dueño de su destino y en el caso de las mujeres cubanas que fueron superándose en su educación alcanzando un título universitario o aquellas que encontraron un trabajo que las hace feliz siguen tratando de conciliar su mundo personal con el profesional"
La realidad muestra que al incorporarse al trabajo, hay mujeres que rompieron sólo a medias con su papel tradicional y ahora, aunque están en la producción social siguen como únicas responsables de la educación de los hijos y de las imprescindibles tareas del hogar. Esta situación se convierte en obstáculo para su promoción, al hacer aparecer como irreconciliables las tareas productivas con las reproductivas, lo cual indica claramente a la mujer en el funcionamiento de la familia y de la atención a los hijos… Y esto es lo más difícil no solo para la mujer cubana sino para cualquier mujer en el mundo. ¿Será diferente la mujer cubana del Tercer Milenio? Federación de Mujeres Cubanas
Creada en 1960, se trazó como objetivo principal la incorporación de la mujer a la sociedad y al empleo. Lograron una participación activa de la mujer con una nueva perspectiva. Los objetivos hoy de la Federación son: Desarrollar políticas y programas encaminados a lograr el pleno ejercicio de igualdad de la mujer en todos los ámbitos y niveles de la sociedad.
Poder elevar la participación femenina en el desarrollo económico, político y social, así como en la toma de decisiones. Poder identificar los problemas de mayor incidencia en la mujer y buscar las soluciones junto a las instituciones pertinentes. La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) está estructurada territorialmente a nivel nacional, provincial, municipal y de base. Su Dirección Nacional está integrada por un Comité Nacional y su Secretariado, encargados de hacer cumplir los acuerdos adoptados en cada Congreso, órgano máximo de dirección que se celebra cada cinco años. El Comité Nacional reúne a mujeres representativas de todos los sectores sociales y aquéllas que se encuentran en puestos de toma de decisiones en ministerios claves, en el Partido Comunista de Cuba, sindicatos y otras organizaciones sociales.
La Presidenta de la FMC integra el Consejo de estado y dirige la Comisión de Atención a la Mujer, la infancia y la juventud de la Asamblea nacional del Poder Popular, participando en la formulación de las leyes que tienen que ver con la mujer, entre otras, la discusión y elaboración del Código de la Familia, aprobado en 1975.
Cuando fue promulgado dicho Código, la Federación dio una dura batalla por el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer, como fue la reducción de los trabajos considerados no aptos para las mujeres.
Se debe canalizar los problemas, inquietudes de las mujeres en torno a los objetivos expuestos es la lucha del día a día. En el contexto de la dura crisis que atraviesa el país actualmente, las mujeres organizadas se han incorporado activamente al Plan Alimentario, han creado huertos familiares, vuelto a la medicina tradicional, desarrollando productos naturales para el aseo y reciclado materiales de desecho.
El protagonismo de las mujeres es total, ellas son conscientes, sobre todo aquellas que lograron un nivel universitario pero la pregunta es ¿hasta qué punto les sirve para lograr el cambio que tanto anhelan? Son directoras de Hospitales, están en puestos dentro de la educación, importantes, embajadoras, economistas de primera y con un nivel de conocimientos que a mí me asombraron, científicas, ingenieros, técnicas en hidráulica y podría seguir enumerando los puestos que hoy ocupan las mujeres cubanas y ante mi pregunta una cubana me dice…
– Vale la pena luchar… algún día, seremos nosotras las que además de apuntalar a nuestra gente, tengamos poder de decisión… nos está haciendo falta porque es muy desgastante la desigualdad que sufrimos… pero vale la pena luchar…
¿Cuánto se ha logrado?
Los avances en el adelanto de la mujer en la sociedad cubana de hoy, específicamente en la esfera jurídica, están respaldados al más alto nivel constitucional, y tiene sus raíces en esas leyes de beneficio popular.
Posteriormente se fueron adoptando medidas que promovieron la incorporación de la mujer al trabajo, a la vez que se dictaban leyes que iban eliminando todo tipo de discriminación contra la mujer y los hijos, tales como: Ley de creación de círculos infantiles 1961, Ley de maternidad 1974, Código de familia 1975, Derecho laboral, Derecho penal.
El Estado garantiza que se ofrezcan a la mujer las mismas oportunidades y posibilidades que al hombre, a fin de lograr su plena participación en el desarrollo del país. En cuanto a los derechos políticos, la mujer puede elegir y ser elegida, sin que existan preceptos discriminatorios que le impidan asumir cualquier responsabilidad de dirección en el país. Igualmente la ley recoge su derecho a participar en la defensa de la Patria.
La Constitución de la República de Cuba rige desde 1976. Fue aprobada por un Referendo Nacional y reemplazó a la Ley Fundamental de la República, de febrero de 1959. En julio de 1992 sufrió diversas modificaciones, que no inciden directa y específicamente en la condición jurídica de la mujer. La Constitución define a Cuba como un Estado socialista.
En los años sesenta el escenario demográfico está marcado por el aumento considerable en el nivel de la fecundidad, fenómeno que se reconoce como coyuntural y de muy corto plazo, asociado a las nuevas expectativas y a la euforia que en general, se origina a raíz de un cambio social, acompañado de una disminución en la práctica del aborto y muy poco acceso de la población al uso de método de control natal.
A finales de los años setenta hay una declinación muy pronunciada en los niveles de fecundidad entre otras causas hay que tener en cuenta la profundización y consolidación de los cambios sociales en esos años, propician, entre otros un cambio en el papel de la mujer, al darle oportunidades de concretar sus aspiraciones e insertarse de forma activa en el plano social, incluido su acceso al trabajo fuera del hogar y a las posibilidades de superación cultural y política. En Cuba la población femenina casada o unida de 15-49 años que no desean más hijos han aumentado.
Los motivos son variados
económicas | 12,7 % | ||
temor hijo enfermo | 3,3 % | ||
Demasiada edad | 12,9 % | ||
tamaño de familia deseada | 23,0% | ||
edad resto de hijos | 5,4 % | ||
trabajo fuera hogar | 4,0 % | ||
problema de salud | 13,3 % | ||
perdida vida social | 3,7 % | ||
problemas vivienda | 8,0 % | ||
Carencia Circulo infantil | 2,1 % | ||
otros | 9,2% |
Cuba es uno de los pocos países latinoamericanos que cuenta con un Código de la Familia, vigente desde 1975. Con anterioridad las relaciones familiares eran reguladas por el Código Civil español de 1888, que se había extendido a Cuba, como colonia de España hasta 1898.
El Código Penal vigente data de 1987. Con anterioridad regía el Código de Defensa Social, de 1938, que sufrió numerosas modificaciones entre 1959 y la redacción del nuevo cuerpo legal. La Constitución Política contiene importantes normas sobre esta rama del derecho. La Ley de la Maternidad de la Trabajadora, de 1974, y la Ley de Protección e Higiene del Trabajo, de 1977. El principal cuerpo jurídico que regula las relaciones laborales es el Código del Trabajo de 1985.
Aunque las mujeres están utilizando cada vez más el sistema judicial para ejercer sus derechos, otras muchas no conocen efectivamente las posibilidades y garantías con que cuentan en este sentido.
También es una realidad la falta de suficientes estadísticas y datos desglosados por sexo y parentesco sobre los delitos violentos que se cometen. En el ámbito penal se discutió sobre la violencia doméstica y los aspectos relacionados con la prostitución y los fenómenos asociados a ella. Las participaciones aportaron elementos acerca del trabajo que actualmente realiza la Federación de Mujeres Cubanas.
Estas recomendaciones que parten de las mujeres, es la de elaborar la información estadística sobre las quejas y reclamaciones de la población con perspectiva de género, de manera que posibilite conocer por materias la evaluación de posibles tratos discriminatorios en cuanto a la mujer, a fin de que las medidas legislativas se dirijan hacia esos aspectos.
Perfeccionar la educación acerca de la igualdad a pesar del color de la piel, evaluar posibles tratos discriminatorios en cuanto a la mujer y otros temas. Estos fueron temas de debate en el Seminario Nacional realizado desde el 3 al 5 de julio en la ciudad de la Habana, por la Federación de las mujeres cubanas (FMC) y el gobierno de Cuba.
Los trascendentales cambios que ha tenido lugar la condición de la mujer en Cuba, han planteado numerosos problemas que han motivado la realización permanente de investigaciones y estudios sociales sobre el tema.
En ellas han sido tratadas cuestiones tales como: ¿De que forma han sido asimilados por la población cubana los conceptos más avanzados acerca de la igualdad de la mujer? ¿Cuáles son los obstáculos subjetivos que impiden a la mujer cubana la plena igualdad en la familia y en la sociedad?…
La insuficiente promoción de la mujer – afirmaba una dirigente de FMC – significa también una limitación al desarrollo de la sociedad, sobre todo si consideramos que entre los técnicos y profesionales son las mujeres una fuerza verdaderamente mayoritaria. Las duras condiciones de "Período Especial". El recrudecimiento del bloqueo y la desaparición de nuestros mercados internacionales, dificulta la vida cotidiana. Pesa con mucho más rigor sobre las mujeres, a causa de las carencias e insuficiencias de la energía eléctrica, el transporte, el combustible doméstico, los productos alimenticios, los artículos de higiene personal y del hogar, así como los servicios y equipamientos.
Mis ilusiones de niña están arraigadas a la tierra…
Tuve la oportunidad de conversar con mujeres campesinas y al preguntarles cuales eran sus ilusiones, sus respuesta era siempre la misma, desde niñas sus ilusiones estaban arraigadas a la tierra. El escenario de sus recuerdos estaba en el campo – Recuerdo que luego de una lluvia me escapaba a caminar, a disfrutar de ese olor a tierra mojada – me dice una guajira.
Estas mujeres tienen la particularidad de ser muy severas y muy valientes para enfrentar la vida, solas. Los hombres se pasan meses enterrados en los montes cultivando café. Ellas rechazan la ostentación, la vanidad. Giselle, ingeniera agrónomo desliza estos comentarios como si estuviera reflexionando para sí misma, y la expresión de su cara es de verdadera admiración, y agrega, que entrar a ese mundo de hombres, que era la agricultura, supuso para ella tener que defender sus derechos a ser respetada y valorada por sus conocimientos, no fue fácil. Cita a Mavis Alvarez, ingeniero agrónoma, en 1973 fue fundadora del activismo técnico campesino en la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba (ANAP). Se le otorgó el Premio Bienal del Programa para el Desarrollo de la Comunicación Rural, de la UNESCO, en París, en 1989. Por un trabajo suyo, premiaron a ANAP, donde refleja las experiencias de una forma novedosa de propagar el mensaje sobre "Salud Animal y Sanidad Vegetal". Mediante las propias estructuras de la organización del campesinado y los medios de alcance masivo como apoyo, durante los últimos quince años, los avances de la cultura agropecuaria, se ha ido incorporando en la cotidianeidad guajira hasta las profundidades del monte. En el caso de Cuba su trabajo era muy novedoso porque resulta de una combinación enorme de recursos y capacidades destinadas a llegar al campesino con los avances científicos de su interés.
Desde luego que todo ello empieza con la Reforma Agraria y la creación de las granjas estatales, de la ANAP, de las cooperativas, de los medios de difusión al servicio de propósitos populares y de todo cuanto cualquier cubano conoce, pero en la arena internacional se valora como lo que es "Un programa muy coherente y avanzado de comunicación rural". En el 59, en el 65, en el 70 era difícil encontrar a una mujer haciendo lo que ellas hacían, montadas de madrugada en un camión lleno de hombres, rumbo al campo – Muchos me miraban al cuerpo y tuve que ganarme el derecho, de que me miraran a los ojos – Hacerse valer en ese entorno obligaba a mutilaciones morales y emocionales, veían que se le daban oportunidades a los hombres sólo porque lo eran, y a veces las llamaban y le decían – Mira fulano va a ser nombrado en tal cosa, hace falta que tú lo ayudes.
La agricultura es un medio duro, y eso que ya no hay ni siquiera posibilidades de comparación con respecto al número de mujeres que la hacen hoy. Puede apreciarse en las cooperativas en las que las mujeres son protagonistas y verdaderas dirigentes y algunas llegan a la presidencia de la institución. El papel de la mujer campesina en este sistema de comunicación y en el desarrollo rural, ha sido siempre primordial. La libertad de elegir un camino exige un precio, a la gente y a los pueblos, irrumpir en un mundo de hombres donde no eran ni deseadas ni entendidas.
En muchos momentos una mujer relacionada con el campo se convierte en una mujer a solas, con su rica soledad. Admira su propia vida y la respeta, comprendo que ha tenido que ser rebelde, muy rebelde… porque no asimilarse a ningún rebaño, significa, ¡no dejar nunca de luchar!
Las demandas deben ser impulsadas por las propias mujeres. Las cuales son las mayores interesadas, junto al resto de la sociedad. En un profundo análisis demuestra que todavía en la práctica no existe la plena igualdad de la mujer. ¿Pero que sería de Cuba sin la participación de ellas en este período crucial? Donde de una manera sencilla y natural, la mujer cubana alcanza un protagonismo realmente importante con una función política marcada por el trabajo donde el orgullo, la identidad con su país, el tesón que ponen para resolver es admirable. Cuba le debe todo y se juegan por su país, de una manera distinta, esa batalla del día a día… sin pedir recompensas y alentando a sus hijos a crecer, educándose, especializándose pensando en lo mejor para Cuba.
– La lucha ahora es en contra del cansancio, contra el agotamiento, contra el pesimismo… y estas batallas exigen coraje…
Pero nosotras nos hemos puesto para las soluciones…
En el interior del país el período especial se ha sentido fuerte, sobre todo, por la falta de kerosene, cuenta una guajira, (campesina), por eso las mujeres se convirtieron en hacheras y en carboneras y "a meterle el cuerpo a las dificultades".
– Un día estaba tumbando palo y pasa un hombre y se detiene para quedarse mirándome, entonces le digo yo: … ¡Qué!, ¿Es que no ha visto usted a una mujer dando hacha? …y me responde él
– Primera vez en mi vida que la veo
– Así son las cosas, ya ve usted, y ahora yo tengo 45 años, pero de joven no había hombre que me igualara chapeando potreros. A mí no me asusta lo que nos pasa. Es verdad que el jabón y el aceite nos golpean fuerte cuando no llegan, porque no todo el mundo tiene posibilidades de criar sus animales. ¡Pero nosotras nos hemos puesto para las soluciones!
– Aquí no hay mujer que no tenga 60, 80, 100 pomos de puré de tomate. Y para cocinar, con el palo de guinda, que es una mata que se va en vicio, así como el marabú, y que no está prohibido cortarla, nosotras estamos haciendo nuestro carbón. Figúrese usted que se dice que por ahí, que los están vendiendo a 30 pesos la saca. ¡Qué va!, ésos con nosotras no ganan. Y el huerto, que es una parcela de rosa y antes era un potrero, lo tenemos sembrado con tomates, yuca y maíz, y hemos hecho nuestro "banquito" de semillas.
Como no hay electricidad, fabricaron un artefacto con el cual las mujeres muelen el tomate, consiste en una vasija de madera cerrada abajo por un cilindro de latón agujereado. La comprensión del fruto le extrae el líquido y la pulpa que se desliza por otro canal de latón hasta el depósito colocado en el piso. Los tomates los cultivan ellas mismas, y las conservas también la hacen y la sellan. Como no hay aceite para cubrir la capa superior del puré pues, sencillamente, la cubren con sal.
Las mujeres rurales cubanas han roto barreras, han formado cooperativas donde trabajan hombro a hombro con sus hombres intentando salvar todas las dificultades que se les presentan y lo están logrando porque el sentimiento que las impulsa es el de progresar a pesar de todo. Sin embargo la mujer del campo es la que más ha sufrido las dificultades del "período especial". La que afronta carencias de todo tipo: la falta de combustible, de servicios, de ropa adecuada para trabajar en la tierra (la que reciben, más de una vez, no concuerdan los talles ni el número del calzado requerido), de elementos de trabajo… y ahí es donde surge el ingenio del ser humano.
Una cubana campesina explicaba… – No hay secretos, tengo el hábito de levantarme a las cuatro de la mañana, adelanto un poco en casa, ya me he acostumbrado y no tengo sueño, fui ganando habilidad a fuerza del día a día de estar "pegada" al cañaveral, soy callada, prefiero "hablar" con la mocha en la mano.
Desde muy pequeña entre los diez u once años comenzó, se sacaba el uniforme escolar, se ponía una ropa vieja y corría ayudar a su madre, machetera y al preguntarle si cambiaría su oficio me mira asombrada y me dice…
– ¿para hacer qué?
Como para el resto de las cubanas, para las mujeres campesinas el trabajo constituye una expectativa de vida, muchas han comprendido que su incorporación les permite sentirse socialmente útiles y realizadas en lo personal; y que sus opiniones son determinantes en las cooperativas a las cuales pertenecen. Alguien dijo… – En todo el país ellas continúan haciendo crecer la vida para… ganar los sueños…
Y la llaman… economía de guerra.
Las brigadas de madres combatientes y la compañía de milicia femenina, la llaman "economía de guerra". En los talleres que componen estas mujeres es también donde se ha desarrollado la agudeza femenina para hallar respuestas a la infinidad de necesidades que ni la industria ni la agricultura estatal tiene hoy insumos ni capacidad de resolver.
Si faltan zapatos para los muchachos, se producen de tela con suela de goma obtenida de cámaras y neumáticos desechos. Con escarpines viejos se han hecho pelotas para las escuelas: las usan los preescolares para sus cuentas y las emplean también para jugar, aunque todavía se alternan con las producidas industrialmente.
Además este grupo de mujeres se transforman algunas tardes en encuadernadoras, se reúnen con goma, tijeras y papel fino, más aguja e hilo en torno a una mesa. Y por ahí pasan libros descosidos o maltratados para ser reconstruidos. Fabrican libretas nuevas con hojas en blanco de libretas usadas, las cuales son ordenadas para hacer las nuevas, "un poco rústicas, pero igualmente útiles", como relata una cubana.
– ¿Quieres saber nuestros recursos? La higiene diaria se realiza cuando no hay jabón, con hojas de bijagua, un árbol silvestre, también sus hojas son medicinales. El lavado de la ropa, lo mismo que en cualquier región del país, lo afrontan las mujeres cuando la espuma no llega, con bejuco indio y agua de ceniza, que unidas producen una "jabonadura" espesa y limpiadora. Hay lugares donde a esta agua la llaman, lejía, y la obtienen poniendo ceniza en el fondo de un recipiente que se llena con agua de lluvia y se deja asentar por unos días, luego se extrae con cuidado, sin mover el fondo, y el líquido tiene un efecto detergente.
– ¿Un tratamiento de belleza? Crema facial limpiadora: hecha con arroz pulverizado, dos cucharadas de miel y dos de agua hervida, se aplica durante 30 minutos a manera de máscara y se retira con agua fría. Cremas suavizantes con aguacate. Para cutis graso, poros dilatados, las hacen con claras de huevos y limón y hasta para las pecas sirve.
Además hacen cremas y champú de sábila, y una loción astringente a partir de un pepino grande batido, colado por un paño fino y con una cucharada de alcohol o ron, se guarda en un frasco esterilizado.
Hay un común denominador en las mujeres, ya sea de las ciudades o el campo. Y es, la coquetería de las cubanas, arregladas, pintadas, bien femeninas, han sabido manejar como pudieron y con mucho ingenio, el tema de la vestimenta familiar.
Existe una empresa de fertilizantes nitrogenados, el Grupo AMBAR, en la ciudad de Cienfuegos, que ante el reordenamiento de los planes económicos impuestos por los acontecimientos de esta década, enfrentó el reto de buscar alternativas en la producción que les permita autofinanciarse para no gravar la empresa, los integrantes de ese equipo de trabajo no se cruzaron de brazos, en el grupo predominan las mujeres, y con su olfato práctico enraizado en las carencias cotidianas que tienen que solucionar, comenzaron a pensar en cómo garantizar algunos productos que faltaban en Cuba y que son importantes para la vida de las familias, para el hogar. Producciones básicas en buena medida para la rutina diaria.
Fue entonces, que comenzaron estudios y definieron las líneas de pequeñas producciones semiartesanales, para dar respuesta a necesidades de la población en el campo de la cosmética. Definieron los renglones con posibilidades que garantizaran las materias primas para los niveles productivos. Por supuesto, continúan desarrollando las tareas propias que genera la empresa de fertilizantes. Ahora le agregaron jabón líquido, laca, brillantina y rizadores de cabellos, talco, polvo facial, agua de tocador, pomada mentolada, loción capilar y anticaspa, desodorante, jabolina. Hasta ahora abarcan un total de 20 productos que ellos fabrican, promocionan, distribuyen y muchas veces venden. Las mujeres y los hombres del Grupo AMBAR dan una respuesta a los requerimientos de las algunas necesidades básicas. Un ejemplo más de lo que se está haciendo en Cuba, en este "período especial".
El grito de Mara
Como tantas mañanas dentro de la rutina que ya tenía en La Habana estaba caminando por el Malecón, disfrutando de ese mar caribeño, único, con su color tan particular, el contraste de sus edificios, la mayoría en ruinas, donde puede apreciarse el esfuerzo por restaurarlos. Son hermosos cuando el sol da de pleno en ellos y quedan disimuladas sus grietas y el desteñido colorido que tienen la mayoría de ellos.
Es un momento muy especial para los que amamos esa ciudad antigua., con una historia tan rica, plena de cultura, con una identidad sin discusión. Cuando se está en La Habana se toma conciencia que no se parece a ninguna otra ciudad. Pues, allí me encontraba caminando despacio para absorber cada rincón del paisaje.
Se me acerca una muchacha se pone a mi lado y me pregunta de donde soy. Le cuento que soy argentina, que no es la primera vez que vengo a Cuba, que estoy haciendo un estudio de la participación de las mujeres cubanas Ella responde…
– Soy de Santa Clara y me llamo Mara.
Muchas veces, ya ni sé cuántas, he pensado en Mara. Con su boina de colores inclinada hacia un lado, su figura pequeñita, su rostro armonioso donde sus ojos atraían por su miraba expresiva. Ojos negros, intensos y curiosos como su propia juventud. Una sola vez la vi, pero fue suficiente para recordarla. Pensé, es una jinetera que está aburrida y necesita conversar. Yo encantada porque además era muy graciosa con los comentarios que hacía. Me contó que su mamá era famosa en el pueblo donde vivía, por su profesión de enfermera y por ser muy servicial, si algún vecino necesitaba la aplicación de una inyección, así sea de madrugada, allí iba su mamá. Su padre murió en la playa Girón defendiendo la invasión de los estadounidenses utilizando a cubanos disidentes al régimen de Castro y le contaba historias del Che, como había logrado el cariño del pueblo cubano por su entrega desinteresada.
Le pregunto – ¿qué haces en La Habana, eres acaso una jinetera? – el grito que pegó hizo que la gente que tenía a nuestro alrededor nos mirara con curiosidad.
– ¡Noooo! ¡Como me ofende así! – Quedé sorprendida por su tono indignado, no sabía que respuesta darle, mi cabeza funcionaba a mil para hacerle entender que mi pregunta no era ofensiva, que había conversado con muchas de ellas y que no me molestaba hacerlo. Pero lo único que le dije fue – perdón, no quise ofenderte, no te vayas y cuéntame que es lo haces – Mara se empezó a reír, me mira y me dice intrigada…
– ¿En serio parezco una jinetera? ¿Porqué usted creyó que era una de ellas? Estudio en Santa Clara actuación pero tengo que venir a La Habana para rendir mis exámenes en el Instituto Nacional de Arte – me explica – mañana es el gran día. Me quedo en lo de una tía, hermana de mi papá, vuelve a reírse y me dice – Me alegro que me haya confundido porque tengo que improvisar a una jinetera. Vine al Malecón para estudiarlas.
Le pregunto por qué se había puesto esa boina ya que las jinetearas no usan nada en la cabeza, me dice – Lo vi en una película francesa, me la tejió mi abuela, si supiera para que la estoy usando – Y se la acomoda mejor.
Caminábamos despacio disfrutando del mediodía habanero. Me hizo muchas preguntas sobre mi país, de la vida de los jóvenes, si el teatro era importante en la Argentina, del cine, conocía todas las películas ya que en Cuba el cine argentino es muy valorado, cosa que me enorgullece ya que se trabaja en la Argentina casi sin presupuesto. Ella me cuenta de las dificultades económicas que están pasando, pero que se las arreglan. Vive con su abuela y su mamá. Y que todos los días tenía que llamarlas por teléfono porque no les gustaba que viniera sola a La Habana. Me sonrío y le pregunto la edad, me dice – tengo 17 años, pero para ellas sigo siendo una niña – ¡lo eres! – respondo.
Al estar relacionada con la educación me interesa saber como es estudiar teatro en Cuba y me responde – Son muy exigentes, pero es mi vida, mi vocación, es mi primer año y mi primer examen pero estoy tranquila, no tengo miedo -dice segura – sé que voy a salir bien.
– No fue fácil convencer a mi abuela y a mi mamá pero cuando conocieron a mis profesores que son maravillosos y muy importantes, ahí lo logré. Desde que era muy niña ya sabía que iba a ser actriz. Me gustaría ensayar, tú eres mi espectadora y voy a pasar por jinetera ¿quieres? Ahí hay unos turistas ¡tú obsérvame!, y yo asentí encantada.
Me senté en el borde del Malecón y la vi ir directamente hacia esos hombres, acomodándose la pollera cortita y su boina inclinada por donde salía su pelo largo, negro que formaba parte de su belleza. La verdad es que estaba intrigada a ver que haría. Mara. Llega donde estaban los turistas y se pone hablar con ellos y para mi sorpresa veo que se retiran y la dejan sola, ella da media vuelta me hace un gesto de desilusión y viene caminando despacio hacia mí
– ¿Qué pasó?
– ¡Pues mira que mala suerte la mía! Eran tres religiosos de no sé que Iglesia – me dice fastidiada, terminamos las dos riéndonos.
– Quise actuar para ti, argentina. Espero mañana tener más éxito en mi actuación – improvisa un gesto de resignación. Mara y su frescura. Ojalá se le cumplan sus sueños, la energía que tenía era enorme y fundamentalmente creía en ella misma. Seguro que "moverá montañas"… como dice el refrán…
Recuerdo que nos pusimos en marcha nuevamente y ella hablaba y hablaba, contándome de su familia, de sus ilusiones, yo a mi vez sobre mi familia, mi trabajo y así llegamos al centro de la Habana Vieja, que adoro, abro mi cartera y saco cinco dólares que quiero ofrecérselos pero Mara adivinando mi intención toma mi mano frenando mi movimiento
– ¡Nooooo! ¿Qué es lo que tú haces? ¿Crees acaso que estuve contigo para que me des esos dólares? – me lo dice con una tristeza tan grande que me arrepentí de ese acto. Quería ayudarla. Se lo explico pero sus ojos me demostraron que una vez más con esa muchachita me había equivocado.
– A mí me enseñaron que se debe trabajar y ganar nuestro propio dinero con honradez. Somos pobres, pero… la dignidad y el orgullo no van de la mano de la riqueza y de eso… ¡saben mucho mi abuela y mi mamá!
La abracé con ternura como si fuera mi hija, ella me entendió y al final se aflojó y me sonrió diciéndome – argentina, tú no te equivocaste conmigo, porque yo trataba de estar en el rol de una jinetera, me mira con su cara picaresca, fue lindo conocerte y si te confundí, mañana me sale bien.
Le desee toda la suerte del mundo y le escribí un mensaje a su mamá y a su abuela. El creer en uno mismo a pesar de todo y luchar por los sueños que se quieren alcanzar. Mara todo un personaje, no me voy a olvidar de ella ¿Cómo hacerlo?
Quise terminar mi libro con una mujer que a pesar que no conocí me pareció que su historia es un símbolo más de la calidad de mujeres que tiene Cuba. Revisando el material escrito que traje de Cuba, encuentro un artículo de la revista Bohemia, es de Caridad Carrobello, del 10 de abril de 1992. Lo primero que me atrajo fue la imagen feliz de una mujer negra de cierta edad, guiando a un par de bueyes (Azabache y Campo Alegre) en un campo trabajado y donde se aprecia un horizonte muy lejano con los surcos paralelos que parecen unirse allá en la distancia.
Josefa tiene 61 años cumplidos y anda en amoríos. No ese de anillo al dedo y de casorio, porque para este trote no se presta ya, pues tiene dos hijas y nietos venidos y por venir. Se trata de un amor antiguo… El que le nació por el trabajo, cuando apenas era una niña, en Ciego de Ávila, y del que nunca se ha querido separar. Se estrenó como compañera de su papá en el corte de caña… entonces al hambre había que caerle a machetazos. Desde que despuntaba el sol hasta caer la noche.
Luego tuvo que adaptarse de las recogidas de las guatacas de yerbas, del café y a cuanto trabajo agrícola se presentara por zonas como Seboruco. Loma Blanca, Ojo de Agua, Bayate (regiones orientales). Vino para la Habana y se colocó de doméstica en la mansión de un acaudalado doctor. Fue pasando por diferentes familias de fortuna cuando estalla la Revolución y su historia según dice Caridad Carrobello, "pegó un brinco de adelantos". Un día, ya en "pleno período especial", se ofrece de voluntaria para el campamento El Novo en Batabanó, para tareas agrícolas. Pero Josefa Gustavo Augusti no es una mujer campesina más… fue elegida la mejor boyera en la provincia de la Habana, entre todos sus compañeros. Algunos pensaron que por su edad se retiraría.
– ¿Es que acaso ya no rindo, tengo que seguir el resto de mis días en un rincón, con reumatismo, tejiendo pañuelitos y viendo novelas? ¡Ni lo sueñen!
Ejemplos como estos que parecen tan simples, sin embargo al analizarlos nos muestran la característica esencial de la cubana, su fuerza, su energía, su voluntad por sobre todas las cosas, algo que se percibe al instante es la dignidad con que toman este período, donde no faltan los obstáculos pero sobran las ganas de superarlos.
Honrar… la vida
Se nace hombre o mujer: el sexo es un hecho biológico. Pero el género, el ser hombre o mujer es una construcción cultural, un proceso de asignaciones y papeles a desempeñar. La sociedad cubana no ha escapado de este concepto ¿Pero cuál es la realidad que le toca vivir a la mujer cubana? En toda la historia de Cuba el rol de la mujer ha estado desvirtuado. Sí, la madre de… la esposa de… la hija de… Hoy, en las familias cubanas continúa el predominio del modelo tradicional del trabajo hogareño con sobrecarga para la mujer, que se agrava dada la ausencia de una red de servicios en apoyo por lo que se requiere mayor inversión de tiempo para su ejecución. Esta realidad atenta contra el tiempo que puede y debe emplear la mujer para su disfrute personal. La realidad nos muestra la importancia en estos momentos como en otros dentro de la historia cubana que la mujer a tenido un protagonismo esencial. Ante los contratiempos salen a la lucha y pesa con mucho más rigor sobre las mujeres las duras condiciones en este caso "del período especial".
Para las mujeres involucradas en la gestión comunitaria y en la búsqueda de fuentes de empleos y subsistencia, el aislamiento va terminando. Crecen las cifras de jefas de hogar, ellas se asumen y asumen el papel de sostenes de los suyos. Disminuyen las que soportan la violencia, se multiplican las que denuncian, enjuician y se enrolan en la Campaña Mundial, "Mujer no llores, habla…", contra el abuso físico, psicológico, emocional, sexual, y frente al acoso y la violación.
Las cubanas ven garantizado su derecho de reproducción gracias al Servicios de Salud, Legislación y políticas muy adelantadas, han respondido con una disminución de fecundidad alta en extremo: alrededor de 75 hijas por cada 100 mujeres. Hoy, se debate a un nivel nacional el tema del aborto como recurso anticonceptivo, ya que muchas mujeres cubanas no han tomado conciencia de su peligro a pesar de la protección sanitaria con que se lo pueden realizar, es una intervención quirúrgica con los riesgos que eso significa. Ofreciendo asesoramiento mediante campañas en las escuelas, institutos, universidades donde se trata de informar sobre los verdaderos métodos anticonceptivos, dado por especialistas en el tema, lo que ellas llaman Educación Sexual.
Las cubanas llegan al trabajo y a las universidades en porcentajes muy superiores a los del resto de América Latina. Nos encontramos con profesionales en Ciencias Naturales y Matemáticas, en Ciencias Agropecuarias, Sociales y Humanísticas, Ciencias Médicas, Pedagogía, Arte, etc.
La cubanas puntales de una resistencia en que los milímetros de crecimiento y las horas de cada día siguen asumiendo los costos de los nuevos cambios. Para muchas son muy altos: mujeres en plenitud de posibilidades han optado por la jubilación temprana, el retiro temporal, la renuncia o posposición de aspiraciones… ¿Quienes sino ellas iban a afrontar la crisis a escala doméstica?…
La cotidianidad de las mujeres en esta etapa de período especial, es política en su quehacer concreto, es política en el ánimo que la determina, y es política en su irradiación hacia la familia y la sociedad. Donde una mujer resiste, difícilmente harán otra cosa los demás en su casa. Sin embargo, estas realidades están excluidas, casi por completo del discurso público y del mensaje de los medios de comunicación.
Eso hace que las propias mujeres aunque comprenden la importancia política de sus comportamientos de hoy, no se ven fortalecidas ni convenientemente estimuladas.
Cuando el hambre se agudiza y la economía doméstica agoniza, las mujeres salen a las calles, protagoniza acciones y se ponen en marcha con sus comunidades.
Así surgieron: La olla colectiva, el trabajo grupal femenino, la economía informal va ganando espacio y es la mujer su protagonista.
Teresa de Barbieri, socióloga, ha rechazado a quienes colocan el día a día al margen de la historia, recordándoles que, por el contrario, la vida cotidiana es "el centro mismo de la historia"…
Hasta no hace muchos años, se daba por sabido que la mujer ideal era aquella que formaba un hogar, lo manejaba con acierto y criaba muchos hijos, pero invadió los territorios del hombre. No para conquistarlos, sino para compartir sus trabajos y ser una compañera integral…
Las cubanas están tomando conciencia que el reclamar el verdadero papel que siempre tuvieron en el desarrollo de la historia de Cuba… es legítimo. Es una asignatura pendiente que tienen las mujeres cubanas. Porque cuando toca fondo es cuando más lucha, cuando se destaca… sin destacarse… invisiblemente… desde donde les toca vivir apuntalando a sus seres queridos.
Todavía queda un camino muy largo por recorrer, pero mientras el mundo cada vez se está dividiendo… las mujeres cubanas de cada región quieren unirse y eso es maravilloso, porque representan la esperanza de los jóvenes. Ellos son los herederos de esta tierra y son los únicos que apuestan al amor… para salvarlo
Desde el prisma de la totalidad, he tratado de no hacer un estudio paralelo o separado de la mujer respecto a la sociedad cubana. Sin bien en mi libro es la protagonista, es en función de cual es su respuesta al período analizado.
Por medio de los sistemas de comunicación, nos enseñaron quienes eran los "buenos y los malos", pero nada tiene que ver con los pueblos, ni con la destrucción que genera una guerra. Una cubana reflexionaba sobre este tema, hombres… mujeres… niños… nunca queremos la guerra… nunca queremos sentirnos esclavos… nunca queremos morir en suelos que no elegimos para vivir… la mujer es generadora de vida y protege desde su lugar esa luz que representa la esperanza y podría utilizarse como metáfora "la candela" como alimento de la misma.
El don de la palabra. Creo que es hora de terminar de hacer ruido sin decir nada. De ahí que la palabra equidad adquiera su verdadero significado cuando la mujer pueda y sienta que debe responder al reto que le plantea el ejercicio de su vocación, sin tener que elegir o su carrera o formar una familia, eliminando de sus sentimientos: la culpa.
Me gustaría terminar con la reflexión de la Licenciada Esther Ruiz
– A pesar de las dificultades que tú te imaginas, y las que no te imaginas… Es interesante, como nos definen los hombres cubanos, pero en nuestra boca es fuego de verdad. La conclusión es que el mundo nos quieren divididas, porque tú comprendes que si uniéramos esas luchas individuales las mujeres, pues… ¡Candela!… ¿Qué nos inspira?… La esperanza, que es el motor que nos mueve cuando decidimos triunfar en cada circunstancia adversa que nos toca vivir…
La historia de las mujeres en cualquier parte del mundo tiene un común denominador y es esa energía que ponen para superar los obstáculos que se les presentan en la batalla del día a día. En el caso de las cubanas no podía ser de otra manera. Conocí, a través de mi trabajo, la capacidad y creatividad que tienen para resolver sus problemas, que no son pocos. Los reclamos son constantes y contener a la familia en épocas de crisis no es fácil.
Honrar la vida para las mujeres cubanas es la lucha cotidiana, es romper con estructuras ideológicas muy arraigadas en la sociedad, donde paradójicamente, es la mujer la que más se resiste al cambio. En esa lucha siguen experimentando que no solamente se les abre el camino para su realización personal, sino que las impulsa contra la carga histórica que representa el modelo patriarcal con que la sociedad cubana se identifica. Esto no es fácil de alcanzar, pero es absolutamente necesario pata transformar de raíz la situación de las mujeres.
Las mujeres se fueron adueñando del futuro, abriendo una alternativa para su existencia. Los motivos de sus luchas están presentes en la vida diaria. Esto es especialmente notorio entre las mujeres campesinas, que, fuera de toda retórica, al liberarse han tenido que saltar el cerco del tradicionalismo que las acorralaba en un pequeño mundo que por siglos las inmovilizó en una existencia enajenada con una inmensa carga de trabajo doméstico y productivo, la ausencia de casi todos los derechos y una concepción de la vida colonial que las desvalorizaba ante el hombre.
Una cubana reflexionaba – Si podemos expresarnos, ser nosotras mismas y actuar con el desarrollo de nuestra conciencia, dejando aflorar una riqueza espiritual aprisionada por siglos, llena de sentido nuestra vida, al plantearnos nuevos objetivos que sólo pueden alcanzarse colectivamente, rompiendo nuestro aislamiento y convirtiéndonos en sujetos conscientes de nuestra participación en la transformación de Cuba y en la construcción de una nueva sociedad. En eso radica nuestra fortaleza, que ha permitido sobreponernos a miles de dificultades sin perder la capacidad de escuchar el canto de los pájaros, gozar de la belleza de las noches estrelladas o apreciar profundamente y recrear en nuevas formas las raíces culturales de nuestro pasado cubano.
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