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El dilema del 2012: Recortes o crecimiento (¿y por qué no, las dos cosas?) Parte I (página 4)

Enviado por Ricardo Lomoro


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Durante años, los funcionarios de dichos bancos han invitado a sus homólogos de países en desarrollo y con mercados en ascenso a conferencias y reuniones para enseñarles los truquillos del oficio. Tal vez haya llegado el momento de que los profesores aprendan de sus alumnos.

(Sylvester Eijffinger es profesor de Economía Financiera en la Universidad de Tilburg, en los Países Bajos. Edin Mujagic es un economista especializado en política monetaria en ECR Research y en la Universidad de Tilburg. Copyright: Project Syndicate, 2011)

– Simon Johnson critica la "arrogancia y autoritarismo" de los bancos centrales (El Economista – 13/5/11)

Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional y profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT) arremete contra los bancos centrales, especialmente el BCE y la Fed, en un editorial abierto publicado en la newsletter del Peterson Institute for International Economics. El experto asegura que las declaraciones de los distintos funcionarios de ambos bancos afirmando que "hicieron un buen trabajo" durante la crisis financiera no hace más que "minar la credibilidad" de sus políticas monetarias.

"El coste real de la crisis no se mide por los beneficios o pérdidas de cualquier banco central o por si el plan de rescate bancario (TARP, por sus siglas en inglés), pierde o no dinero en sus diversas actividades", asegura Johnson. Desde su punto de vista, lo que mide realmente la eficacia de estas entidades durante el derrumbe de las subprime es la economía a pie de calle y, en ese aspecto, los números hablan por sí solos. "El coste, en EEUU, ha sido de ocho millones de empleos, con una caída del empleo del 6% desde su nivel máximo", apunta.

Para Johnson, los bancos "se inmolaron" provocando un coste sin precedentes para los contribuyentes, con importantes consecuencias negativas a nivel global. El experto hizo referencia a las palabras de Dennis Lockhart, presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, que la semana pasada durante una conferencia donde el funcionario reiteró que la Fed "no debería tratar de operar en un sistema basado en el principio de beneficios privados y pérdidas públicas". Al fin y al cabo, las pérdidas son masivas, como han demostrado las circunstancias actuales, además de ser totalmente injustas.

El ex economista jefe del FMI deja claro que los beneficios privados se pueden medir directamente gracias a la remuneración de los ejecutivos. De 2000 a 2008, los ejecutivos que dirigían las 14 mayores instituciones financieras de EEUU recibieron una remuneración en efectivo de alrededor de 2.600 millones de dólares.

Los cinco mejor pagados

De esta cantidad, alrededor de 2.000 millones de dólares fueron recibidos por los cinco individuos mejor pagados, que, casualmente, fueron figuras clave en la creación de activos de alto riesgo que condujo al sistema financiero al borde del abismo. Entre ellos se encuentran Sandy Weil, Hank Paulson , Angelo Mozilo, Dick Fuld o Jimmy Cayne.

En comparación, las pérdidas públicas han sido masivas: aproximadamente 6 billones de dólares, sólo tomando como referencia el aumento de la deuda del gobierno federal. Ante esta situación, Johnson critica que los ejecutivos de los bancos siguen insistiendo en que "se les debe permitir ejecutar negocios globales, en los que se les paga en función de su riesgo".

Incrementar el capital

Los expertos opinan que los grandes bancos, los demasiado grandes para caer, deben incrementar su capital y efectivo para garantizar la estabilidad del sistema. Sin embargo, señala el profesor del MIT, "los banqueros, rechazan enérgicamente este aspecto, ya que es probable que reduzca su salario, al igual que los bancos centrales se dejan influenciar por las protestas de los ejecutivos".

El economista considera que "hay muchas ventajas de tener un banco central independiente capitaneado por profesionales que puedan mantener su distancia de los políticos". Pero cuando estas instituciones insisten en que la respuesta a la crisis fue correcta, y que todo va a ir bien pese a que los gigantes financieros que provocaron la crisis siguen operando de forma similar, "su credibilidad, inevitablemente sufre". Este hecho debería ser de gran preocupación para los bancos centrales, especialmente el europeo y la Fed puesto que, según Johnson, "la credibilidad es casi todo lo que tienen".

– No hubo un verdadero examen de la crisis (Project Syndicate – 22/9/11)

(Por Luigi Zingales)

Chicago.- Ya pasaron tres años desde la caída de Lehman Brothers, que fue el punto de partida de la fase más aguda de la crisis financiera de 2007 y 2008. ¿Podemos decir que el mundo financiero es un sitio más seguro en la actualidad?

Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, los EEUU demoraron apenas unos días en implementar impresionantes medidas de seguridad en todos los aeropuertos del país. En el plazo de un mes, el ejército estadounidense estaba desplegado en Afganistán. Tres años después, los EEUU ya tenían un informe oficial sobre las causas de los sucesos del 11-S; el comité de expertos que lo redactó, bien provisto de recursos, identificó las debilidades de los organismos de seguridad de los Estados Unidos y ofreció recomendaciones para resolverlas.

Pero tres años después del comienzo de la crisis financiera, ¿tenemos algo similar? No niego que Estados Unidos puede mostrar como prueba de sus esfuerzos por hacer algo las 2000 páginas de la ley Dodd-Frank (de reforma de Wall Street y protección de los consumidores). Por desgracia, de esas páginas, muy pocas se ocupan de los problemas que pueden haber estado detrás de la crisis.

Por ejemplo, no se corrigió la confianza excesiva de los bonistas en las agencias calificadoras de riesgo, que tienden a ser más blandas con los emisores de bonos cuando son poderosos. No se dijo nada sobre cómo el sector bancario en la sombra depende de la liquidez y las garantías del sector bancario formal, lo que en última instancia implica que depende del Estado. Y hasta la próxima década no habrá cambios en lo relacionado con los límites al apalancamiento de las instituciones financieras.

La lista de defectos de la ley podría continuar al infinito. Prácticamente no se modificaron los incentivos perversos que alientan a los fondos del mercado monetario a asumir demasiado riesgo; tampoco se prestó atención a los problemas que acarrea el pago de premios. El cambio más aplaudido, llamado "regla Volcker" en referencia al ex presidente de la Reserva Federal de los EEUU, Paul Volcker, y que consiste en separar las inversiones que los bancos realizan con fondos propios para su provecho de sus actividades de banca comercial, no guarda ninguna relación con las causas de la crisis, y lo más probable es que se lo haya aprobado precisamente por no tener ningún efecto.

Es cierto que la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera, presidida por Phil Angelides, llegó a emitir, no solo uno, sino tres informes sobre lo sucedido. A modo de comparación, la Comisión Rogers, encargada de investigar las causas del desastre del transbordador Challenger, emitió uno solo. En esta última investigación participaron los cerebros más brillantes del momento, entre ellos el premio Nobel de Física Richard Feynman, y en la búsqueda de las causas no se dejó piedra sin remover. Finalmente, se identificó con precisión al culpable de la tragedia: una junta que al enfriarse se volvió demasiado rígida y ocasionó una pérdida. Para demostrar a la opinión pública la validez de esta conclusión, Feynman realizó un experimento ante las cámaras de la televisión.

La economía no es una ciencia tan exacta como la física, pero eso no justifica el fracaso de la Comisión Angelides. Siempre que tengamos datos suficientes, los economistas podemos aplicar métodos que nos permiten identificar las causas probables de los fenómenos económicos (y si se trata de refutar explicaciones alternativas, somos incluso mejores). Nuestra limitación principal no son las metodologías, sino la disponibilidad de datos. Pero en este caso, no hubo datos a disposición de los economistas, porque las partes interesadas temían (y aún temen) compartirlos: es que saben muy bien lo que podría salir a la luz del día.

Por desgracia, la comisión investigadora (compuesta en su mayor parte por funcionarios electos, no por expertos) perdió el tiempo en discusiones políticas. Sus miembros ni siquiera llegaron a un acuerdo respecto de cómo definir el concepto de hipoteca subprime y calcular la cantidad de esas hipotecas que había en los Estados Unidos al momento de la crisis.

Después de esta primera investigación, el trabajo de la comisión fue objeto de otra investigación, incluso más completa. Tras un examen de correos electrónicos, un informe preparado por miembros del Congreso presentó pruebas de que el trabajo de la comisión se había guiado más por motivaciones políticas que por la búsqueda de la verdad. Al fin y al cabo, ya antes de que se descubriera algún hecho, las medidas correctivas estaban decididas y aprobadas, y los miembros de la comisión estaban más interesados en apoyar o desacreditar la ley Dodd-Frank (según el partido político al que pertenecieran) que en determinar la verdad de lo sucedido.

Se perdió así una gran oportunidad. La Comisión Angelides estaba dotada de poder legal para citar testigos y requerir pruebas, con lo que hubiera podido reunir y poner a disposición de los investigadores los datos necesarios para responder muchas preguntas fundamentales sobre la crisis. Por ejemplo: ¿asumieron riesgos más grandes las compañías que ofrecían paquetes de compensación no solo a sus directores ejecutivos sino también a sus operadores? ¿La toma de riesgo excesivo por parte de las instituciones financieras fue producto de la incompetencia o de la estupidez? ¿O más bien, fue una respuesta racional a las garantías implícitas ofrecidas por el Estado? Al extenderse la aplicación de normas demasiado permisivas para el otorgamiento de crédito, ¿el mercado se percató de lo que sucedía y supo asignar a los diferentes paquetes de préstamos el precio que les correspondía? ¿O, por el contrario, se dejó engañar? ¿Quiénes fueron en última instancia los compradores de esos productos tóxicos y por qué los compraron? Y en todo esto, ¿cuánto hubo de fraude?

Estas son las preguntas para las que se necesitan respuestas. Por desgracia, a menos que se imponga la obligación de revelar una cantidad suficiente de datos, es probable que esas respuestas nunca se obtengan. Y en ese caso, corremos el riesgo de no enterarnos de lo que causó esta crisis hasta después de que se produzca la siguiente.

(Luigi Zingales es profesor de Iniciativa Empresarial y Finanzas en la Escuela de Posgrado en Administración de la Universidad de Chicago y coautor, con Raghuram G. Rajan, de Saving Capitalism from the Capitalists (Salvar al capitalismo de los capitalistas). Copyright: Project Syndicate, 2011)

Los "sospechosos habituales" (¿soberbia, prevaricación, colusión, corrupción…?)

"Horas después de reunirse el 15 de agosto con el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Ben Bernanke, Nancy Lazar hizo una apresurada llamada a sus clientes para avisarles de que la entidad estaba desempolvando una estrategia de la década de los 60 conocida como Operación Twist"… ¿Da el acceso privilegiado a la Fed ventaja a Wall Street? (The Wall Street Journal – 24/11/11)

La noticia sugería un auge en los bonos de largo plazo. Fue una previsión acertada. Durante las cinco semanas siguientes, los precios de los papeles del Tesoro a 10 años subieron, con rendimientos de dos dígitos, en un año débil en los demás ámbitos.

Para cuando la Fed anunció su Operación Twist por US$ 400.000 millones, el 21 de septiembre, la ventana para las ganancias rápidas ya estaba cerrada.

Lazar forma parte de un grupo de analistas e inversionistas con buenos contactos y acceso a los principales funcionarios de la Fed, que les conceden pistas sobre cuáles serán los próximos pasos del banco central, según entrevistas y cientos de páginas de documentos obtenidos por The Wall Street Journal. Lazar, economista de International Strategy & Investment Group Inc., no quiso hacer comentarios.

Este acceso es parte de un intento de los fondos de cobertura y otros operadores por obtener más información sobre el funcionamiento interno del gobierno. Lo que ocurre en Washington se ha vuelto más importante después de que la crisis en 2008 generó nuevas regulaciones y provocó una intervención más enérgica de los legisladores en la economía.

Las palabras y acciones de la Fed, en particular, tienen un enorme impacto sobre los mercados. Esto ha motivado la creación de nuevas directrices en el banco central para combatir la impresión de favoritismo.

Las conversaciones son importantes para ambas partes, lo cual dificulta que la Fed cierre completamente sus puertas a operadores y analistas. La Reserva Federal quiere saber cómo responderían los inversionistas a cambios en la política monetaria y evitar sorprender a los mercados. Por su parte, los inversionistas revelan novedades que podrían representar peligros inadvertidos para la economía de EEUU, según fuentes cercanas.

Dichas conversaciones son perfectamente legales, pero generan un delicado acto de equilibrismo en la Fed, que intenta saciar su necesidad de información sin dar a Wall Street una ventaja injusta sobre el público general.

Bernanke conversa solamente sobre asuntos que ya son de dominio público, aseguró una portavoz del banco central. Pero gerentes de fondos de cobertura y ejecutivos de Wall Street que se reúnen regularmente con él y otros funcionarios de la Fed reconocen que consiguen información valiosa durante los encuentros cara a cara.

"Es como un interrogatorio", dijo Laurence Fink, presidente ejecutivo del gigante de gestión de inversiones BlackRock Inc. "Por las preguntas que hacen, uno sabe lo que tienen en mente". Fink mantuvo diez conversaciones telefónicas y reuniones con funcionarios de la Fed en los últimos dos años y medio, según sus calendarios y solicitudes de registros públicos. Dijo que la mayoría de ellas estaban relacionadas con el papel de BlackRock en su calidad de asesor de la Fed de Nueva York.

El presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, también se reúne regularmente con inversionistas. La entidad, uno de 12 bancos regionales que constituyen el Sistema de la Reserva Federal, mantiene los lazos más estrechos con los inversionistas porque lleva a cabo las transacciones del mercado de bonos del banco central.

Dudley, quien también es vicepresidente del Comité Federal de Mercado Abierto, que fija la política monetaria del país, admitió que las conversaciones podrían crear la impresión errónea de que inversionistas con acceso a la Fed juegan con ventaja. "Ponemos mucho cuidado en enmarcar los temas y preguntas de una manera neutral que no revele lo que tenemos en mente y tenemos siempre presente que sus comentarios a veces pueden reflejar los propios intereses de sus firmas", dijo Dudley en un comunicado.

Hay reglas del banco central que prohíben que las autoridades revelen acciones de la Fed que no son públicas. Pero deducir pistas sobre las intenciones de la Fed durante conversaciones privadas puede ser igual de valioso para los inversionistas que hacen apuestas sobre la dirección que tomará la economía.

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Las preocupaciones sobre el acceso a la Fed surgieron a mediados de 2010. El 18 de agosto de 2010, el ex gobernador de la Fed Lawrence Meyer, que dirige un servicio de investigación que predice y analiza las acciones del banco central, les dijo a sus clientes en una nota que "la artillería pesada" estaba cargada, para comprar bonos para estimular la economía.

Una semana después, Bernanke dijo en un discurso que había "opciones de política monetaria disponibles para proveer más estímulo". Las acciones dieron un salto tras la noticia, pero para entonces, los clientes de Meyers ya habían disfrutado de suficiente tiempo para aprovecharse.

En su reunión del 25 de enero de 2011, la Fed sopesó la necesidad de comunicarse como parte del "proceso de transmisión de política monetaria" frente al "acceso justo y equitativo" que debería ofrecerse al público, según las minutas de la reunión.

En junio se aprobaron nuevas directrices. Establecían que los miembros de la Fed debían evitar "en la medida de lo posible" reunirse en privado "con cualquier particular, firma, u organización que pudiera beneficiarse financieramente" de la información de la Fed "a menos que esos puntos de vista ya hubieran sido expresados en sus comunicaciones públicas".

En octubre, la Fed de Nueva York dejó de proveer acceso anticipado de sus pronósticos económicos a analistas de Wall Street que integran un comité de asesoramiento del organismo.

Pero las nuevas reglas no impidieron que Lazar y otros alertaran a sus clientes sobre la Operación Twist. Richard Tang, jefe de negociaciones de bonos de Royal Bank of Scotland y miembro del Comité de Asesoramiento de Préstamos del Tesoro, hizo un pronóstico similar aproximadamente una semana antes que Lazar. Como integrante del comité, Tang se reúne varias veces al año con funcionarios del Departamento del Tesoro y de la Fed, entre ellos Bernanke.

En un muy anticipado discurso el 26 de agosto en Jackson Hole, Wyoming, Bernanke dejó abierta la posibilidad de más medidas para impulsar la economía pero no dijo qué podría hacer la Fed ni cuándo.

Los rumores de la Operación Twist se propagaron, favoreciendo a la Fed. La posibilidad de que el banco central comprara bonos a largo plazo del Tesoro, junto con los problemas en la economía mundial, alentaron a los inversionistas a comprarlos antes. El auge consiguiente hizo subir los precios y redujo los rendimientos, que se mueven en dirección opuesta. Así, los inversionistas ayudaron a la Fed a rebajar los costos del endeudamiento.

Las acciones se tambaleaban después de que la Fed emitió un comunicado posterior a la reunión del 9 de agosto con la noticia de que no subiría las tasas de interés hasta mediados de 2013. El último párrafo del documento decía que la Fed estaba dispuesta a recurrir a "todo el espectro de herramientas de política monetaria disponibles".

Algunos analistas predijeron correctamente que la frase indicaba una nueva ronda de compra de bonos, una interpretación drásticamente diferente frente a la opinión mayoritaria de hacía apenas unas semanas. Al propagarse la perspectiva más optimista, las acciones se dispararon, cerrando con un alza de 4% en el día.

Entre quienes hicieron correr la noticia estaba Tang, de Royal Bank of Scotland, quien dijo a sus clientes que la Fed compraría bonos a más largo plazo, según fuentes. "No pueden perderse esta acción", les dijo a clientes en un email el 17 de agosto.

Entonces… (iniciativas de desempeño aberrante)

La crisis financiera mundial puso al descubierto defectos del capitalismo al estilo estadounidense, las insuficiencias de lo que los británicos apodaron como la regulación financiera "leve" y la tendencia del sistema hacia cometer excesos periódicos. Más recientemente, la crisis de la deuda soberana de Europa puso de relieve la tensión de un costoso estado de bienestar en ausencia de un vigoroso crecimiento económico que lo financie.

El modelo de EEUU continúa en dificultades tres años después de que los reguladores dejaran que Lehman Brothers se hundiera. Miles de millones de dólares duermen ociosos en las arcas de las empresas, a pesar de que millones de trabajadores se hallan desempleados desde hace más de un año. El mercado inmobiliario sigue deprimido. La parálisis política en materia fiscal socava la autoridad económica en EEUU. Todo esto y más ha debilitado el argumento más simple a favor del modelo económico de EEUU: el hecho de que funciona.

El modelo europeo tampoco ofrece demasiado.

En uno de los momentos más reveladores de 2011, Klaus Regling, que dirige el fondo de rescate de la zona euro, fue enviado en busca de dinero no a Washington, sino a Beijing. La misión no produjo resultados, pero sí provocó arrebatos de desdén por parte de algunos en China sobre las imperfecciones en el modelo europeo.

En una entrevista con Al Jazeera TV, en noviembre (2011), Jin Liqun, director de la junta supervisora del fondo soberano China Investment Corp., se refirió a Europa como una "sociedad de bienestar agotada".

El modelo japonés, impulsado por las exportaciones, en su día la envidia de casi todas las demás economías, ha sido en gran medida descartado, como consecuencia de una década de luchas para reactivar el crecimiento. Si a eso sumamos el golpe asestado por la calamidad nuclear de Fukushima Daiichi, provocada en marzo por un tsunami y un terremoto, resulta que la reputación de Japón en términos de competencia y eficiencia se vio gravemente perjudicada.

¿Pero existe una alternativa bien articulada al capitalismo de mercado de los países (anteriormente) ricos?

Por ahora, los países (anteriormente) ricos están demostrando que no aprendieron la lección, y continúan actuando con "lentitud, parsimonia y vacilación".

El cielo amigo (burbujas doradas): los que se ríen de la "razón" y de la "sin razón"

El club de los beneficios inauditos

"Una escalada de beneficios inaudita, no vista en más de un siglo. Las empresas del S&P 500, el índice que agrupa a las compañías con una capitalización de más de 1.000 millones de dólares, se prepara para desplegar un registro inimaginable hasta hace pocas fechas: los beneficios empresariales se aproximan a los máximos históricos registrados en 2007 después de que se haya producido la recuperación más rápida desde 1900, según las cifras recopiladas por Bloomberg a partir de la base de datos de S&P y Schiller, de la Universidad de Yale"… Las grandes empresas de EEUU viven la mayor subida de beneficios desde 1900 (El Confidencial – 5/4/11)

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Evolución del beneficio por acción en el S&P 500 desde 1900. (Fuente: Bloomberg, Schiller, S&P)

No es algo nuevo: los datos confirman que las grandes compañías se están convirtiendo en las grandes ganadoras de la crisis económica y financiera por su resistencia a la falta de crédito y la caída del consumo que se ha llevado por delante a decenas de miles de empresas occidentales. Así, mientras que la destrucción de empleo se ha cebado con gran parte de las grandes economías, los grandes grupos empresariales han multiplicado sus beneficios en apenas dos años hasta recuperar y superar las cifras previas a la crisis.

Según las estimaciones recopiladas por Bloomberg, el crecimiento de las ganancias en este grupo de empresas desde marzo de 2009 podría elevarse al 1.200%, al pasar de 7 dólares de beneficio por acción hasta los 90 que se marcarán en agosto. En este periodo el índice de bolsa S&P 500 ha duplicado prácticamente su nivel, amasando el mejor periodo de ganancias en bolsa desde los años 30.

El estudio señala que los resultados corporativos han sido sostenibles con la escalada bursátil ya que el S&P 500 cotiza todavía en un PER (veces que el beneficio está recogido en la cotización) de 13,7 frente a las 15,7 veces que presenta la media anual del índice desde el año 1900.

Bloomberg pone sobre la mesa la estadística reciente (marzo 2011): durante los últimos ocho trimestres, de forma consecutiva, las cuentas empresariales han superado las expectativas de los analistas, debido a la fortaleza del consumo de los estadounidenses y del resto del mundo, ya que cada vez más las empresas de EEUU están expuestas a los movimientos de mercados fuera del área dólar.

Desde marzo de 2009, dos grandes corporaciones lideran la generación de beneficios. Apple, el fabricante de iPhone o iPad, ha pasado de ganar 7.700 millones de dólares anuales hasta los 16.900 millones. AIG, el grupo asegurador rescatado por el Gobierno federal, ha pasado de perder más de 95.000 millones a ganar 7.700 millones en el mismo periodo.

"Delicatessen" of Quantitative Easing (from Bernie"s desk)

"Hay quien, viendo la rápida subida de la bolsa estadounidense, pensaba que estábamos en un rebote, quizá del "gato muerto" o quizá algo más duradero, pero en cualquier caso no sostenible. No fue así, una prueba de ello es por ejemplo el S&P500, que pasó de los 700 puntos en los primeros meses de 2009 a los 1200 un año después. ¿Qué sucedió? Pues básicamente que las empresas realmente estaban empezando a ganar más dinero, lo que provocó las subidas. Hoy por hoy "corporate america" no sólo se ha recuperado sino que gana más dinero que nunca"… "Corporate America" gana más dinero que nunca (El Confidencial – 28/7/11)

 

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Existen varios indicadores para comprobarlo, pero quizá este gráfico de la Reserva Federal estadounidense sea uno de los más visuales. Actualmente la línea azul está por encima de los 1.7 billones de dólares, cifra que supera los beneficios previos a la crisis. Ciertamente habría que ajustar según la inflación y este tipo de cosas, pero igualmente obtendríamos un número realmente alto que explicaría de forma lógica la subida vista en las bolsas.

 ¿No influían el "quantitative easing" y las artimañas de los bancos centrales? Obviamente sí, y por varios frentes. Por una parte, como hemos visto hasta el momento, dichas políticas favorecen los riesgos, por lo que si la bolsa acompaña será más fácil ver movimientos rápidos y alcistas.

 Todo esto en lo que respecta a efectos "ficticios", si bien, si ajustásemos los beneficios con todos estos factores veríamos que aún así las empresas estadounidenses han mejorado, se ha producido una mejora real en sus números. Quizá porque las empresas líderes siempre ganan, podremos consumir más o menos, pero si cuando lo hacemos vamos todos a la misma marca o tienda todo seguirá bien para la afortunada.

 Existe, además de lo anterior, un motivo más fuerte y que quizá sea el principal: "jobless and wageless recovery". ¿Recuerdan? Eso de que esta recuperación está siendo escasa en cuanto a sueldos y trabajo. Y es que, fundamentalmente lo que vemos se debe a un ahorro de costes, de trabajadores, y por tanto a un aumento de la productividad y de los beneficios. El último en obsequiarnos con un informe al respecto ha sido el FMI. Casillas rojas mostrando debilidad en la recuperación para la economía y el empleo, verdes mostrando fuerza para las empresas y el sector financiero. ¿Clarificador, no?

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¿Hasta cuándo? Y esa es la gran pregunta, ¿hasta cuándo crecerán las ganancias? Habitualmente tras una recesión se gana productividad lo que hace mejorar los beneficios, luego a medida que se recupera el empleo el aumento de márgenes empresariales hace que la senda positiva siga por mucho tiempo. O lo que es lo mismo, más trabajo, más consumo, más beneficio.

 Como podemos comprobar en el primer gráfico, tras una recesión pasan varios años hasta que las ganancias menguan, y cuando eso pasa no es extraño que le siga una recesión. A priori esto no debería ocurrir por el momento, la temporada de resultados (Q2 2011) ha sido bastante satisfactoria, se han batido las previsiones de Wall Street.

 

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Este gráfico de Reuters da buena muestra de ello, "Corporate America" sigue más pujante que nunca, o eso parece. En el segundo trimestre (2011), con casi el 50% de los resultados sobre la mesa, unas previsiones ya optimistas se han quedado cortas. Luego, ¿cuál es el problema? El PIB, el consumo, el dólar y las finanzas públicas.

 Como decía antes, habitualmente tras las recesiones los márgenes aumentan porque se pueden repercutir los costes gracias al consumo, que también mejora. Esto provoca una recuperación duradera como "las de toda la vida". Hay serias dudas sobre si esta vez ocurrirá lo mismo por la incertidumbre sobre el consumo futuro. 

"Corporate America" gana más dinero que nunca pero, ¿lo seguirá haciendo en el futuro con tanta facilidad como hasta ahora? Eso ya no está tan claro.

¿Main Street o Wall Street? (el lenguaje de los gestos)

"Hasta 25 consejeros delegados de EEUU ganaron más dinero del que su empresa pagó en impuestos federales, según un informe del Institute for Policy Studies que recoge la agencia Bloomberg, en el que se analizaron las 100 compañías que cotizan en bolsa con los salarios más altos para su primer ejecutivo"… EEUU: 25 compañías se gastaron más en su consejero delegado que en impuestos (El Economista – 31/8/11)

Además, el informe muestra que las 25 compañías en las que sucedió este "fenómeno" tuvieron de media unos beneficios de 1.900 millones de dólares, y entre ellas se encuentran nombres tan conocidos como eBay, General Electric, Verizon, Boeing y Dow Chemical.

Sin embargo, el informe tiene un pero. Los impuestos pagados que se hacen públicos (al ser compañías cotizadas) pueden diferir de aquellos que se realizan realmente, que son confidenciales.

Según los autores del informe, esto muestra la necesidad de revisar el sistema fiscal de EEUU para reducir las estrategias que utilizan las compañías para pagar menos impuestos, especialmente aquellas que permiten mantener los beneficios en el extranjero.

"La reforma fiscal tiene que acabar con algunas de estas lagunas y el sistema de offshore", declaró Chuck Collins, uno de los autores, en una entrevista con Bloomberg. Collins añadió que 18 de las 25 compañías apuntadas por el informe tienen empresas subsidiarias en países considerados paraísos fiscales.

Pero el esperpento es aún mayor. 20 de las 25 compañías señaladas en la lista se gastaron más dinero en lobbies para presionar en el Congreso de lo que hicieron en pagar sus impuestos federales, según el grupo.

Todos los datos recabados para el informe fueron extraídos de los informes anuales de beneficio y otros comunicados públicos.

The Institute for Policy Studies asegura que trabaja para promover una sociedad basada en la justicia, la no violencia, la sostenibilidad y la decencia, según reza su página web.

Los "bonus" de la ira (again and again)

"Una vez más, los bonus y los salarios de los directivos bancarios vuelven a estar en la picota justo cuando la economía tontea de nuevo con la recesión. En un momento en que el sistema financiero del Viejo Continente se tambalea y aquí en Estados Unidos, el fantasma de Lehman Brothers atemoriza a Bank of America, nuevos cálculos dejan boquiabiertos a más de uno. Nassim Taleb, filósofo y autor de El Cisne Negro, y Mark Spitznagel, gestor de un hedge fund, aseguran que durante la próxima década EEUU destinará aproximadamente 5 billones de dólares"… EEUU gastará 5 billones en sueldos y bonus bancarios durante la próxima década (El Economista – 7/9/11)

La cifra está basada en los cálculos sobre el dinero cobrado por los directivos y empleados de la gran banca del país durante los últimos cinco años, una cantidad que asciende hasta los 2,2 billones de dólares. Según Taleb y Spitznagel durante los próximos 10 años ese número podría llegar a duplicarse y superar así incluso el compromiso de recorte de déficit asumido por el Congreso y la administración Obama.

"Esos 5 billones de dólares no se invertirán en la construcción de carreteras, escuelas y otros proyectos a largo plazo, sino que serán transferidos directamente de la economía de EEUU a las cuentas personales de los ejecutivos y empleados del sector financiero", critican ambos autores.

En un editorial publicado por la web Project Syndicate, tanto Taleb como Spitznagel aseguran que los principales bancos del país "han operado hasta ahora como sofisticados sistemas de compensación, enmascarando las probabilidades de provocar un Cisne Negro en el sistema económico, mientras se beneficiaban del respaldo implícito de las garantías públicas".

El ataque continúa más allá y estima que el fortalecimiento regulatorio no es una panacea para solventar esta situación. "Los bancos se han convertido en expertos para mantenerse siempre por delante de los reguladores a través de la constante creación de productos financieros complejos al límite de la legalidad", explican.

Para ambos expertos, los bancos asumen riesgos, pero se aprovechan al transferir las pérdidas a los accionistas, los contribuyentes, e incluso los pensionistas. "Con el fin de rescatar el sistema bancario, la Reserva Federal, por ejemplo, dejó los tipos de interés artificialmente bajos y proporcionó préstamos secretos por valor de 1,2 billones de dólares a los bancos", señalan. "El principal efecto de estas medidas ha ayudado a los bancos a generar beneficios y asegurar bonus, en lugar de aumentar los préstamos a los ciudadanos, mientras han seguido ocultando sus exposiciones al riesgo", añaden.

Así, los contribuyentes pagan por estas exposiciones, al igual que los jubilados y todos aquellos que dependan en los rendimientos de sus ahorros. Además, las tasas de interés excesivamente bajas trasladan el riesgo de inflación a todos los ahorradores y a las generaciones futuras. "Tal vez el mayor insulto a los contribuyentes es que la compensación de los banqueros del año 2010 volvió a los niveles de antes de la crisis", apuntan los autores del editorial.

La socialización de las pérdidas y a donde no llegó la crisis

¿Apropiación indebida? ¿Keynesianismo de "oferta", o para los "amiguetes"?

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Y subiendo (más allá de la crisis)

"La crisis no pasa por ellos, aunque sí deberán tomar alguna precaución para evitar perder algo de sus inmensas fortunas. Un informe de la consultora Wealth-X, afincada en Singapur y que trabaja para empresas y entidades financieras que tienen a los ultrarricos como objeto de negocio, revela que unos 25 billones de dólares están en manos de apenas 185.795 personas, y afirma que dicho volumen de dinero continuará aumentando de la mano de Asia, cuyo crecimiento económico le hará ser el continente con más multimillonarios del mundo. En 2024 superará a Europa en el segundo peldaño y en 2032 hará lo propio con Estados Unidos"… 25 billones de dólares, en manos de 185.000 megarricos (Cinco Días – 15/11/11)

Esos 25 billones equivalen al 40% del Producto Interior Bruto mundial, y multiplica por siete, por ejemplo, el PIB alemán.

De esos más de 185.000 mega ricos, al menos 1.235 de ellos son milmillonarios, y acaparan una fortuna de 4,18 billones de dólares -tocarían a 3.300 millones cada uno-, mientras que el 97,5% del total poseen entre 30 y 500 millones. La última lista Forbes situaba a Carlos Slim como el hombre más rico del planeta, con 63.300 millones de dólares de riqueza, seguido por Bill Gates (59.000) y Warren Buffet (39.000).

Pese a que el informe alerta a las empresas, administradores de riquezas o marcas de lujo de que no pueden ignorar la coyuntura actual, con una galopante crisis de deuda en Europa, el miedo a una doble recesión en Estados Unidos o la situación política en el norte de África, la realidad es que los hábitos de los ricos continúan inamovibles, tanto en su gasto como en estilo de vida, ya que su realidad está aislada de las tendencias macroeconómicas. Viven en su propia burbuja. Pero quienes les tienen como objeto de negocio tienen el reto de salvar los obstáculos que presentan las economías clásicas, como Estados Unidos y Europa, a través de la búsqueda de nuevos mercados y de la identificación de las grandes fortunas, que ya se reparten por todo el mundo.

Pero pese a la diversificación, Norteamérica, y concretamente Estados Unidos, continúan acaparando el mayor número de grandes fortunas. En este país se encurtan 57.860 de ellas, que representan 7,6 billones de dólares, el 30% del total. Sin embargo, Wealth-X advierte una tendencia más conservadora de los ricos estadounidenses, más centrados en conservar sus fortunas que en invertir para multiplicarlas. Para los gestores de riqueza, todavía existen oportunidades en los negocios familiares, liderados en su mayor parte por empresarios cercanos a la jubilación, por lo que se cree que en los próximos años se producirá la mayor transmisión generacional de riqueza.

En Europa, 54.325 personas poseen fortunas superiores a los 30 millones de dólares, 1.875 de ellos en España. En total, reúnen 6,8 billones, mantienen su ritmo de vida pese a la crisis europea y miran al Este por su mayor "flexibilidad" impositiva para realizar sus inversiones. En nuestro continente hay 360 milmillonarios, que manejan 1/5 de los casi 7 billones que controlan las grandes fortunas europeas. El informe recomienda a quienes administran sus riquezas el buscar oportunidades fuera de Europa, dada la situación en el continente.

Pero el futuro -en realidad, ya el presente- es Asia, que reúne a 42.525 megarricos con un total de 6,2 billones de dólares. Con un crecimiento para este año por encima del 8%, frente a las pesimistas previsiones en Europa y Estados Unidos, y que se espera sea continuado en los años próximos, Asia se convertirá en el continente que reunirá el mayor número de grandes fortunas, y ahora mismo es el lugar ideal para aquellos con dinero de sobra para invertir. En especial, el informe destaca Indonesia e India. En el primero, los ultrarricos verán multiplicadas sus fortunas si su presidente, Susilo Bambang Yudhoyono, consolida su plan de duplicar el gasto en infraestructuras a 140 mil millones de dólares para alcanzar un crecimiento del 6,6% hasta el fin de su mandato, en 2014.

En India, 8.200 personas se reparten 945.000 millones de dólares, y su prosperidad, al menos para las grandes rentas, queda demostrada por el hecho de que sus empresas cierran continuamente importantes acuerdos de compra de empresas extranjeras. Por ejemplo, la adquisición del 70% del fabricante surcoreano de vehículos Ssanyong por parte de Mahinddra por 378 millones. Según el informe, cada día nacen nuevos millonarios en este país, y no tardan mucho en convertirse en multimillonarios.

En cuanto a China, se destaca el gran potencial que tiene en el apartado de Internet, con 450 millones de usuarios, y el hecho de que sean las empresas chinas las que vayan a desarrollar todo lo relacionado con las redes sociales. Las 11,475 grandes fortunas chinas se reparten 1,6 billones de dólares.

Rusia, Brasil y el área de los Emiratos Árabes también son destacados, en éste último caso con Arabia Saudí al frente, con 227 mil millones en manos de 1.225 personas.

En cuanto a África, el dato es de 320.000 millones en manos de 2.410 personas, localizados principalmente en la zona oriental y norte del continente, y según el informe, "no es un mercado a ignorar".

Norteamérica y Europa continúan siendo las zonas con el mayor número de megarricos, pero la crisis económica provocará que, en unos años, Asia se convierta en el paraíso de las grandes fortunas, cada vez más numerosas y poderosas.

La deslocalización competitiva (una "aniquilación" consentida del trabajador local)

"Las compañías multinacionales con sede en Estados Unidos sumaron 1,5 millones de trabajadores a sus nóminas en Asia y el Pacífico durante la década de 2000 y 477.500 trabajadores en Latinoamérica, al mismo tiempo que recortaron 864.000 empleos locales, informó el Departamento de Comercio de EEUU, cuantificando una tendencia a la que se presta cada vez más atención"… Las multinacionales de EEUU sumaron empleos en el extranjero, a la vez que redujeron su nómina local, según un estudio (The Wall Street Journal – 21/11/11)

"El rápido crecimiento en el extranjero se concentró en los mercados emergentes como China, Brasil, India y Europa Oriental", indicaron los economistas del Departamento de Comercio estadounidense Kevin Barefoot y Raymond Mataloni en un sumario de su encuesta anual de multinacionales en la edición más reciente (2011) de la Encuesta de Negocios Actuales que publica este departamento.

"Considerando el destino de las ventas de las filiales en esos países", agregan, "la meta de las multinacionales estadounidenses al expandir la producción era principalmente vender a los clientes locales, en vez de reducir sus costos laborales para bienes y servicios destinados a EEUU, Europa Occidental y otros países de altos ingresos".

Las cifras publicadas también muestran que mientras las compañías estadounidenses aún llevan a cabo el grueso de sus inversiones de capital y gastos en investigación y desarrollo en EEUU, una proporción cada vez más grande se está trasladando al extranjero. Por ejemplo, las multinacionales redujeron sus gastos en inversiones de capital en EEUU a una tasa anualizada de 0,2% en la década de 2000 y la incrementaron a una tasa anualizada de 4% en el extranjero. Aun así, destinaron US$ 2,40 a gastos de capital en EEUU por cada US$ 1 gastado en el extranjero.

Entre las compañías en industrias diferentes a las finanzas, 57% de las contrataciones extranjeras entre 1999 y 2009 fueron hechas en Asia. Las firmas sumaron 683.000 empleos en China, un aumento de 172% a lo largo de la década y 392.000 trabajadores en India, un alza de 542%. Otro 18% de las contrataciones en el extranjero tuvo lugar en América Latina.

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Fuera de su país, las empresas estadounidenses aún emplean más gente en Europa que en cualquier otra parte del mundo. Buena parte de las contrataciones llevadas a cabo durante la década analizada se hicieron en países con mano de obra barata en Europa Oriental. Las compañías despidieron a 14.700 trabajadores en Alemania durante la década y apenas sumaron 8.700 en Francia, a la vez que incrementaron sus nóminas en Polonia en 135.500 y en Hungría en 53.700 trabajadores.

En total, las multinacionales estadounidenses emplearon a 23,1 millones de trabajadores en EEUU en 2009 y 10,8 millones en filiales en otros países en las que contaban con una participación mayoritaria, un total que no refleja los millones de empleados en empresas en el extranjero en las que no tienen inversiones, pero de las cuales hacen grandes compras. Entre 1989 y 1999, las multinacionales estadounidenses, incluso a las firmas financieras, agregaron 4,4 millones de empleados en EEUU y 2,7 millones en el extranjero.

En la década de 2000, tal como lo informó el gobierno en abril, las firmas recortaron su fuerza laboral en EEUU a medida que se expandían en el extranjero. Las cifras más recientes muestran que las firmas eliminaron 864.600 empleos en EEUU entre 1999 y 2009 y sumaron 2,9 millones en otros países.

La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio lleva a cabo una encuesta cada cinco años para incluir a compañías multinacionales a las que no había prestado atención. La actualización de 2009 incluyó a multinacionales con grandes nóminas en EEUU que no se encontraban en las cifras preliminares publicadas en abril. Las cifras presentadas en aquel entonces indicaban que las multinacionales habían eliminado 2,9 millones de empleos en EEUU y sumado 2,4 millones en el extranjero durante la década de 2000.

Buena parte de las inversiones y contrataciones en el extranjero se han realizado en el sector de servicios y otras industrias aparte de la manufactura. Entre las manufactureras estadounidenses, cerca de 60% de sus empleados aún se encuentra en EEUU. No obstante, estas empresas recortaron sus nóminas en 2,1 millones de trabajadores en la década pasada y sumaron 230.000 trabajadores en el extranjero.

En total, las multinacionales dedicadas a la manufactura emplearon a 6,9 millones trabajadores en EEUU en 2009 y 4,6 millones en el extranjero.

Anexo I: La "fábula" del "pensador estratégico brillante"

(La "casta" de los CEOs. Los demás, somos los "dalits" del mercado)

– El ejecutivo que recibió US$ 100 millones de indemnización sin irse de la empresa (The Wall Street Journal – 31/10/11)

(Por Mark Maremont)

En uno de los mayores paquetes de compensación para ejecutivos en años recientes, Nabors Industries Ltd. dio a su presidente US$ 100 millones en efectivo en un acuerdo semejante a una indemnización, aun cuando el directivo no se está yendo de la compañía.

Eugene M. Isenberg, de 81 años, se desempeñaba como presidente de la junta y presidente ejecutivo de la compañía petrolera desde 1987. En la noche del viernes, Nabors dijo que ascendería a presidente ejecutivo a Anthony G. Petrello, de 57 años, quien durante mucho tiempo había sido su mano derecha, pero que Isenberg mantendría su puesto de presidente de la junta.

El cambio activó una cláusula en el contrato de Isenberg, acreditándole el pago de US$ 100 millones "como resultado de este cambio de responsabilidades", dijo Nabors en documentos presentados a los reguladores. El pago excede la ganancia del tercer trimestre de la compañía registrada en Bermuda, que fue de US$74,3 millones sobre un ingreso de US$ 1.660 millones.

En comparación, el ejecutivo mejor remunerado en Estados Unidos el año pasado, según una encuesta de Wall Street Journal publicada en mayo, fue el presidente ejecutivo de Viacom Inc., Philippe P. Dauman, con un paquete tasado en 2010 de US$ 84,3 millones. De ello, Dauman recibió US$ 13,9 millones en efectivo; buena parte del resto provino de concesiones extraordinarias de acciones y opciones vinculadas con la renovación del contrato.

Un portavoz de Nabors se negó a hacer comentarios adicionales a los documentos presentados el viernes. Una cláusula en el contrato de Isenberg, que fue reducida en 2009 tras la objeción de los accionistas a un acuerdo de rescisión incluso más generoso, preveía el pago de US$ 100 millones en el caso de su muerte o incapacidad, o bajo diferentes previsiones de despido, incluso "terminación constructiva sin causa". Eso se define, entre otras cosas, como su despido como presidente ejecutivo o presidente de junta.

El cambio en la gerencia de Nabors fue decidido en una reunión de la junta directiva en Bermuda a finales de la semana pasada, según William T. Comfort, un director externo. Cuando le preguntaron cómo tomó la noticia Isenberg de que ya no sería presidente ejecutivo, Comfort dijo: "Como lo hubiera hecho usted. Si esta es su vida, claramente esto no es divertido para usted". No fue posible comunicarse con Isenberg para obtener comentarios.

Comfort calificó a Isenberg de "pensador estratégico brillante" que debería recibir crédito por levantar Nabors. Pero, dijo, "claramente Tony (Petrello) tenía que tomar las riendas de esta compañía. Era el momento".

A la pregunta de si había alguna manera en que la junta directiva podría haber evitado pagar la indemnización de US$100 millones, Comfort dijo: "Si la hubiera, la junta hubiera hallado una manera de no pagarla. Era contractual".

Según el contrato de Isenberg, en 2009 no hubiera tenido derecho a cobrar los US$ 100 millones si se hubiera retirado o dimitido voluntariamente.

Los grandes paquetes de indemnización han desencadenado controversias de gestión corporativa en el pasado, incluso el pago de US$ 140 millones a Michael Ovitz en 1997 tras su breve paso como director general de Walt Disney Co. Robert Nardelli recibió un paquete de salida valuado en US$ 210 millones, incluso US$ 20 millones en efectivo, cuando se fue de Home Depot Inc. a comienzos de 2007.

Entre los actuales acuerdos de indemnización, Sanjay Jha, presidente ejecutivo de Motorola Mobility Holdings Inc., recibirá unos US$ 65,7 millones si se va en el transcurso de los dos años posteriores a la finalización de la compra de la compañía por parte de Google Inc.

Isenberg ha sido durante mucho tiempo uno de los ejecutivos mejor remunerado en EEUU Sin contar la más reciente suma, ha ganado casi US$ 750 millones desde 1992, incluyendo el valor de las opciones sobre acciones que ha ejecutado, según ExecuComp, de Standard & Poor's. En una tabla del Journal, que usó una fórmula ligeramente distinta, fue el séptimo ejecutivo mejor remunerado del país en la década terminada en 2009, con una remuneración de US$ 518 millones, incluyendo salarios, bonificaciones, el otorgamiento de acciones restringidas y ganancias con el ejercicio de opciones sobre acciones.

En 2009, Corporate Library, una firma de investigación de gobierno corporativo que ahora es parte de GovernanceMetrics International, mencionó a Isenberg como uno de los cinco ejecutivos de EEUU mejor remunerados y de peor desempeño del año previo.

La acción de Nabors ha caído 19% este año, y ha tenido un registro inferior al índice S&P 500 para los períodos anteriores de un año, cinco años y 10 años. Ayer lunes, las acciones cerraron a US$ 18,33, una caída de 3,78% frente al cierre del viernes en la Bolsa de Nueva York.

"Creo que los accionistas tendrán algunas objeciones" a este pago para Isenberg, dijo Charles Elson, director del Centro Weinberg para Gobierno Corporativo de la Universidad de Delaware. Elson agregó que US$ 100 millones era un pago excepcionalmente elevado para una indemnización de este tipo, y casi inaudito cuando un ejecutivo permanece como presidente de la junta directiva, en teoría el máximo puesto de una compañía.

"Está obviamente gobernado por el contrato, pero desde un punto de vista externo no parece ser un caso de indemnización", dijo Elson. "Indemnización significa que uno se está yendo de la compañía".

– Sección I – Las causas (la crisis mutante)

Carta a los dalits, paganos o "paganinis" de la crisis (desde la Europa de los náufragos): la deuda y la vida

"Dalit": En el sistema de castas de la India, un dalit, panchamas, paria o intocable es un duende o una persona que, de acuerdo con las creencias hindúes tradicionales, se considera fuera de los varnas o castas. Varna se refiere a la creencia de que muchos humanos fueron creados a partir de diferentes partes del cuerpo de la divinidad Purusha, y la parte de la que cada varna fue creada define el estatus social de una persona en relación con aspectos como con quién puede casarse y qué profesiones puede desempeñar.

Al estar fuera de las varnas, a los Dalits, históricamente, sólo se les ha permitido realizar trabajos más marginales. Se incluyen los trabajadores del cuero, llamados chamar; los granjeros pobres y los jornaleros sin tierra, los artesanos callejeros, artistas populares, lavanderos de ropa y otros. Tradicionalmente, eran aislados en sus propias comunidades, hasta el punto de que las clases superiores evitaban el contacto de sus sombras. La discriminación contra los Dalits existe aún en zonas rurales y en la esfera privada.

Este fenómeno, no obstante, no es exclusivo de India, puesto que existen grupos similares en Bangladesh (denominados arzal), en Yemen (conocidos por Al-Akdham), y en Japón (donde reciben el nombre de Burakumin).

"Pagano": Persona que paga, generalmente por abuso, las cuentas o las culpas ajenas. (Diccionario de la Real Academia Española).

"Paganini": Persona que acostumbra a pagar gastos ajenos o comunes -compartidos por ella con otros. (Diccionario etimológico del lunfardo).

I – Informe de responsabilidad

(Enero 2011) "La crisis financiera que asoló la economía en 2008 "podría haberse evitado" si no se hubieran producido fallos generalizados en los reguladores, así como una mala gestión en las empresas y la irresponsable toma de riesgos de Wall Street, según reflejan las conclusiones de un informe elaborado por la Comisión Investigadora de la Crisis Financiera, formada por el Congreso de EEUU en 2009.

(Julio 2011) Justo antes del colapso de Lehman, en lo que ahora llamamos el punto más alto de la última burbuja, las empresas de Wall Street llevaban riesgosos derivados financieros en sus libros, por un valor astronómico de US$ 183 billones (millones de millones). Eso representaba 13 veces el tamaño de la economía de Estados Unidos. Si suena una locura, lo era. Desde entonces, hemos tenido cuatro años de pánico, una presunta reforma y el retorno a la sobriedad financiera. Ahora bien, ¿a cuánto asciende cifra ahora? Unos US$ 248 billones.

(Julio 2011) Las corporaciones estadounidenses no financieras en general están profundamente endeudadas, en el orden de los US$ 7,3 billones. Eso es un nivel récord, y un aumento de 24% en los últimos cinco años. Y cuando se suman deudas de los hogares, la deuda pública y las deudas del sector financiero, el nivel de deuda alcanza al menos los US$ 50 billones. Más apalancamiento implica más riesgo.

(Octubre 2011) El informe, solicitado por los líderes del G20 en su cumbre en Seúl en noviembre 2010, determinó que entre 2002 y 2007 la intermediación financiera no bancaria creció en 33 billones de dólares, más que duplicando su volumen de activos desde $ 27 billones a $ 60 billones. Esto es 8,5 veces mayor que el total del déficit de cuenta corriente de EEUU, de $ 3,9 billones durante el mismo período.

(Octubre 2011) Se estima que el sistema de intermediación financiera no bancaria representa aproximadamente del 25 al 30% del sistema financiero global (250 billones de dólares, excluidos los derivados) y la mitad del total de los activos bancarios mundiales. Esto representa un gran "agujero negro" regulatorio en el centro del sistema financiero global, hasta ahora no monitoreado de cerca para fines de estabilidad monetaria y financiera. Su importancia quedó al descubierto solo por el análisis de las funciones clave que desempeñan los vehículos de inversión estructurada (VIE) y los fondos del mercado monetario (FMM) en la crisis de 2008.

(Octubre 2011) En respuesta a la pregunta más votada por los internautas, acerca del dinero que se ha gastado Europa para rescatar bancos desde 2008, Barroso afirmó que la UE ha invertido al menos 500.000 millones de euros de manera directa para salvar entidades y garantizar las inversiones y ahorros de los ciudadanos. Además, apuntó que el montante asciende a un billón de euros si se tienen en cuenta las garantías, y cuatro billones contando todo el conjunto de medidas puesto en marcha para encarrilar la economía europea, un dinero que han pagado los contribuyentes.

(Noviembre 2011) Según recoge la revista Bloomberg Markets, la Fed llegó comprometer 7,77 billones de dólares entre 2007 y 2009, incluyendo garantías además de préstamos, para salvar al sistema financiero mundial. Aparte de esto estaba el rescate oficial del TARP (Trouble Asset Relief Program), que ascendió a 700.000 millones de dólares.

(Noviembre de 2011) Los bancos centrales de los países desarrollados anunciaron el 30/11 una acción coordinada para impulsar el sistema financiero global, en un momento en que la crisis de deuda de Europa sigue afectando a los mercados.

(Diciembre 2011) El sector bancario recibió un total de ayudas públicas de 1,6 billones de euros entre octubre de 2008 y diciembre de 2010 procedente de los países de la Unión Europea (UE), lo que supone un 13 % del Producto Interior Bruto (PIB) europeo, según datos publicados hoy por la Comisión Europea (CE).

(Diciembre 2011) Mario Draghi (presidente del BCE) pone la alfombra roja de la liquidez a la banca europea, para facilitar que el crédito fluya. Dará barra libre de 36 meses, con lo que limpia de obstáculos los balances de las entidades durante tres años, y además aceptará más colaterales para dar esa liquidez.

(Diciembre 2011) Los bancos (europeos) han acudido con voracidad a la histórica subasta del BCE. Han sido 523 entidades que han solicitado 489.000 millones de liquidez, superando las expectativas previstas. El plazo de los préstamos es de tres años, el más amplio hasta ahora.

El "peso específico" de la crisis

Haciendo un cálculo sencillo, a partir de los datos anteriores, podemos constatar que el dinero del contribuyente aplicado por los EEUU para "socorrer" a sus bancos ("too big to fail") alcanzó entre los años 2007 y 2009 la friolera de 8,4 billones de dólares, lo que equivale al 60% del PIB de ese país.

Si el cálculo se hace para la Unión Europea, tenemos, inicialmente 1,6 billones de euros (entre 2008 y 2010), que se transforman en 4 billones de euros (según el presidente de la Comisión Europea) para "el conjunto de medidas puestas en marcha para encarrilar la economía" (sic), lo que equivale al 33% del PIB de la Unión.

Dicho en palabras elementales (para que lo entiendan los que se "lían" con los "billones"): los bancos "demasiado grandes para caer" se han "fumado" en la primera etapa del salvataje (digo primera, porque hay una segunda -en marcha- y vaya Dios a saber cuantas más quedan por venir, hasta que saquen todos los cadáveres del armario), el equivalente al 60% de la producción total de un año en los EEUU y el equivalente al 33% de la producción de un año de todos los países miembros de la Unión Europea.

A los contribuyentes ("dalits", "paganos" o "paganinis") americanos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 60% del producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción" indirecta (por la vía inflacionaria) de los Quantitative Easing (QE) de la Fed. El helicóptero de Bernanke.

A los contribuyentes ("dalits", "paganos" o "paganinis") europeos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 33% del producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción" indirecta (por la vía inflacionaria) de las "barras libres" del BCE. La "ponchera" de Draghi.

¿Si esta crisis ("sistémica", dicen los escribas mercenarios), se hubiera producido en otro sector de la economía (minero, pesquero, agrícola, manufacturero, energético, servicios no financieros, profesional…), creen ustedes que los gobiernos hubieran puesto a disposición de los "damnificados" tan ingente (y probablemente irrecuperable) cantidad de dinero? ¿Y si además (para más inri), esos "afectados", resultaran ser los causantes (culpables) de la crisis?

¿Por qué puede (y tal vez debe) quebrar una explotación agrícola, una fábrica, un supermercado, una tienda, un bar, un restaurante, un taller mecánico, un sanatorio, un profesional… y no puede quebrar un banco? ¿En qué manual de economía están establecidos los parámetros del riesgo sistémico? ¿Cuál es el límite? ¿Y el riesgo moral?

Esto comportamiento no es capitalista, tampoco liberal. Es un falso capitalismo, un liberalismo económico asimétrico, donde se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas. Donde se distorsiona (altera) la selección natural. Donde se "amputa" la mano invisible del mercado. Esta es una economía de casino donde las apuestas (particulares) se "cubren" con dinero del contribuyente (público). Y ya se sabe, "el dinero público no es de nadie" (sic).

¿Cómo se puede entender la "naturaleza y causa de las riqueza de las naciones", si se deja a cargo de la regeneración de las finanzas a los mismos que provocaron la crisis (la mayor desde 1930), si se tolera que continúen aplicando los mismos métodos (y vicios) que la originaron? El zorro cuida a las gallinas… el pirómano cuida el bosque… y el monstruo de Amstetten cuida a las mujeres y los niños… "Volved a los camarotes, todo está arreglado" (dijo el Capitán del Costa Concordia).

¿Aparte de Madoff (porque "pisó los callos" a muchos judíos ricos) y Rajaratnam (porque no era "uno de los nuestros"), quién más entró en la cárcel? En la "quebrada" Europa, ni uno. Mucha banca "en la sombra" y ningún banquero "a la sombra".

¿Cuántos de los CEOs (los mariscales de la derrota) siguen al mando de los principales bancos, como si no hubieran tenido nada que ver con el "invento"? ¿Han devuelto algo de los premios cobrados mientras sus bancos se iban a la quiebra? ¿Han dejado de cobrar sus "bonus" multimillonarios durante el proceso de rescate con dinero público?

Resulta (por lo menos) altamente sospechoso que los bancos centrales hayan ayudado (socorrido) a los bancos (acreedores) y no lo hayan hecho con los particulares (deudores hipotecarios) para que pagaran sus deudas con los bancos. Un caso inaudito en que se ayuda al acreedor en vez de al deudor. El mundo económico al revés. "Y Smith lloró"…

Vamos a suponer que no haya habido "cohecho activo" (en el que el político o el funcionario es el que se aprovecha del delito cometido para enriquecerse), pero sin duda ha habido "cohecho pasivo" (en el que el político o funcionario deja de actuar para permitir que terceras personas hayan podido enriquecerse). "Y Montesquieu lloró"…

Según Washington, WikiLeaks (2011) o Megaupload (2012) son miembros del "crimen organizado" (sic). ¿Cómo deberían caratular, entonces, a la banca (los perros de la codicia) y a Wall Street (la mano "visible" de los mercados)?

Camino de los 4 años de tormenta financiera (que seguimos soportando), los gobiernos continúan "mareando la perdiz", sin hacer las reformas necesarias del sistema. Sería muy preferible ir a una solución "sistémica" (aquí sí, "sospechosos" escribas liberales), que pase por repensar el conjunto del sistema financiero, reconocer pérdidas, cerrar lo que haya que cerrar, por recapitalizar (sobrecapitalizar) las sobrevivientes, y por poder decirle al mercado (mejor, a los contribuyentes) que hemos puesto fin a la pesadilla.

– Sección II – Los efectos (la segunda ola del tsunami financiero)

Desde el año 2007, cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos dio el pistoletazo de salida a la Gran Recesión, el nivel de endeudamiento público se ha incrementado en un 50%. Ese impulso se explica por la aplicación de políticas keynesianas de gasto en la mayor parte de los Gobiernos del planeta, que incurrieron en voluminosos déficits presupuestarios y cebaron el endeudamiento. Pero el recurso a la deuda no es exclusivo de las vacas flacas: también se elevó en los años de crecimiento económico acelerado de la mitad de la pasada década. De hecho, en 2000 apenas sumaba 18 billones de dólares, menos de la mitad que en la actualidad.

Las implicaciones de la escalada no son menores. Si bien es cierto que la deuda financia el necesario tirón económico de países emergentes como China, India o Brasil, no lo es menos que la concentración del endeudamiento no se produce allí, sino en países ricos como Japón (225% del PIB), Italia (118%), Francia (83%) o Alemania (79%). Estos emisores destinan el grueso de los fondos captados al consumo, no a la inversión.

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"En la última década, la deuda pública acumulada en el planeta se ha duplicado de largo hasta superar los 30 billones de euros, casi 30 veces el PIB español. Las Administraciones desplazan así al sector privado de la financiación ajena y abonan tensiones económicas como las europeas"… La deuda pública acumulada en el mundo multiplica por 30 el PIB español (Cinco Días – 24/7/11)

No es una cantidad que se suela manejar en los medios de comunicación, pero es extremadamente importante. Mucho más, cuando la crisis de la deuda originada en Grecia y extendida por la zona euro amenaza con sumir al planeta en una segunda recesión. El nivel de endeudamiento público global supera ya los 40 billones de dólares: según la Intelligence Unit de la prestigiosa publicación británica The Economist, asciende a 42,6 billones de dólares; con los cálculos del Factbook de la CIA estadounidense, llegaría a 44,2 billones, nada menos que el 59,3% de la actividad económica del planeta. Traducido a euros, el montante de la deuda global se sitúa de este modo en el entorno de los 30 billones: casi 30 veces el producto interior bruto de España.

El temido efecto crowding out (desplazamiento público del sector privado a la hora de captar fondos) se produce de este modo sin compensación a largo plazo. Las consecuencias son evidentes en países como España, donde la sequía de crédito a las empresas está difiriendo sine díe la deseada recuperación económica.

Así las cosas, el endeudamiento implica que más de 30 billones de euros se encuentran en una situación cercana al estancamiento, contribuyendo poco al crecimiento económico global.

No terminan ahí los impactos negativos del acelerado endeudamiento público. Cuando este avanza más rápido que el crecimiento económico, como en los últimos años, lleva asociada una mayor intervención estatal en la economía por la vía de mayores impuestos futuros, que detraen recursos de la actividad. Además, para mantener elevados niveles de deuda se necesita acudir a los mercados de forma asidua, lo que eleva el riesgo de ser juzgado con severidad por los mismos. Un juicio negativo originó la crisis griega en la pasada primavera, después contagiada a Irlanda y Portugal y que, poco más de un año más tarde, ha llegado a amenazar seriamente a España e Italia.

El último informe anual del Banco de Pagos Internacionales explica de forma sencilla los hechos: "La deuda pública se disparó tras la quiebra de Lehman Brothers, sobre todo en los países que habían experimentado auges del mercado de la vivienda". Y advierte de la necesidad de moderarla porque "el sentimiento del mercado puede cambiar rápidamente, obligando a las Administraciones a tomar medidas aún más drásticas que las que habrían sido necesarias en una fase anterior". Los draconianos planes de ajuste de Grecia sirven de ejemplo, como también el más reciente de Italia, o el emprendido por el Gobierno español en mayo pasado, con el mayor recorte de gasto de la democracia.

Pero tal vez esas medidas no sean suficientes: según los cálculos del FMI, la deuda pública de los 20 países más ricos superará el 100% de su PIB dentro de tres años. Un ejemplo más de la escalada: a principios de siglo estaba en el 70%, y en 1980 apenas alcanzaba el 40% del producto interior bruto.

Las cifras: 44,2 billones de dólares deben los sectores públicos del mundo. La cantidad se ha duplicado en 10 años. 59,3% es la deuda pública acumulada por el conjunto del planeta, en porcentaje del PIB.

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La "estatización" de las pérdidas (un ataque al corazón…)

– Disparates fiscales (Project Syndicate – 13/12/10) Lectura recomendada

(Por Nouriel Roubini)

Nueva York.- El estímulo fiscal que aplicaron la mayoría de las economías avanzadas y mercados emergentes durante la recesión global de 2008-2009 –junto con la relajación de la política monetaria y el apoyo al sistema financiero -evitó que la Gran Recesión se convirtiera en otra Gran Depresión en 2010. En un momento en el que todos los componentes de la demanda privada se venían abajo, el impulso dado por el aumento en el gasto público y la reducción de los impuestos detuvo la caída libre de la economía global y creó las bases de la recuperación.

Desafortunadamente, el gasto de estímulo y el rescate conexo del sistema financiero, junto con los efectos de la recesión en los ingresos, contribuyeron a los déficits de alrededor del 10% del PIB en la mayor parte de las economías avanzadas. Según el Fondo Monetario Internacional, entre otros, el coeficiente deuda pública-PIB de estas economías superará el 110% para 2015, en comparación con el 70% previo a la crisis. En la mayoría de las economías avanzadas, el envejecimiento de la población implica más deuda pública a largo plazo debido a los planes de jubilación que no están suficientemente financiados y a los crecientes costos de la atención a la salud.

Así pues, en la mayoría de las economías avanzadas es necesario reducir los déficits para evitar un desastre más adelante. No obstante, muchas investigaciones, incluido un estudio reciente del FMI, indican que un aumento de los impuestos y una disminución del gasto público tienen un efecto negativo a corto plazo sobre la demanda agregada, lo que refuerza las tendencias de deflación y recesión -y debilita la consolidación fiscal.

En un mundo ideal en el que los encargados del diseño de políticas pudieran comprometerse de modo creíble con un ajuste fiscal a mediano y largo plazo, la ruta óptima y deseable sería establecer un calendario de reducciones del gasto y aumentos de impuestos que se aplicaría gradualmente durante la próxima década a medida que la economía se recuperara. De esa forma, si la economía necesitara otro estímulo específico en el corto plazo, los mercados no responderían con un aumento de los costos del crédito.

Desgraciadamente, la política fiscal que han adoptado actualmente varias economías avanzadas se desvía mucho de esta ruta de consolidación creíble a mediano plazo combinada con estímulos adicionales de corto plazo.

En los Estados Unidos tenemos el peor de todos los mundos posibles. Por un lado, el estímulo se ha convertido en una mala palabra -incluso en la administración Obama-mucho antes que la victoria de los republicanos en las elecciones intermedias descartara del todo otra ronda. Por otro lado, la consolidación de mediano plazo será imposible en el actual ambiente de hiperpartidismo en los Estados Unidos en el que los republicanos bloquean cualquier aumento de impuestos y los demócratas resisten cualquier reforma a las prestaciones sociales. Tampoco hay ninguna presión de los mercados de bonos para los responsables del diseño de políticas en ese país.

En la periferia de la eurozona el problema es lo contrario: los vigilantes de bonos están instando a Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia que den prioridad a la consolidación fiscal o que controlen sus costos de endeudamiento para que no se disparen porque pondría en riesgo su acceso al mercado y desencadenaría una crisis de deuda pública. A los mercados no les importa que dar prioridad a la consolidación fiscal este exacerbando la recesión, y por consiguiente haciendo imposible fijarse el objetivo de reducir la deuda y los déficits como proporción del PIB.

Con el fin de evitar una recesión destructiva y persistente, las reformas estructurales y fiscales impuestas por los vigilantes de bonos deberían ir acompañadas de otras políticas de la eurozona que restablezcan el crecimiento y prevengan una dinámica viciosa de la deuda. El Banco Central Europeo debería flexibilizar la política monetaria para bajar el valor del euro y ayudar al crecimiento de la periferia. Además, Alemania debería recortar los impuestos temporalmente -en lugar de aumentarlos, como se había planeado- con el fin de incrementar el ingreso disponible y estimular la demanda alemana de bienes y servicios en la periferia.

Por desgracia, ninguno de los dos actores más grandes de la eurozona está emprendiendo políticas coherentes con el restablecimiento del crecimiento sostenido en la periferia de la eurozona. La política monetaria del BCE es demasiado estricta; y Alemania está dando prioridad a la austeridad fiscal. Por consiguiente, la periferia está destinada a un ajuste deflacionario y recesivo destructivo que exacerbará los riesgos de crisis, de insolvencia en última instancia y, posiblemente, de abandono del euro.

En el Reino Unido, el nuevo gobierno ofreció varias razones para adelantar la consolidación fiscal. Los vigilantes de bonos habrían reaccionado antes de no haberse aplicado antes la austeridad; el déficit era muy grande y el sector público estaba hinchado; y siempre es más fácil políticamente implementar medidas severas al principio de una administración cuando el apoyo popular todavía es alto y están lejos las siguientes elecciones.

Indudablemente, el Reino Unido estaba jugando con fuego en el tema fiscal y necesitaba esforzarse más para volver a la austeridad anterior. Sin embargo, hacer más gradual la austeridad y, por consiguiente, aplazar el ajuste habría planteado menos riesgos a la anémica recuperación de la economía mientras se mantenía un compromiso creíble con la consolidación fiscal. En cambio, el gobierno podría quedarse sin un plan B si el plan A -conduce a una recaída recesiva.

En resumen, el camino óptimo hacia la austeridad fiscal implicaría, en gran parte de los países, un compromiso de consolidación de mediano plazo, gradual pero creíble junto con estímulos adicionales de corto plazo cuando se necesiten y lo permitan las condiciones del mercado, evitando así las perspectivas de una espiral recesiva y deflacionaria. Por desgracia, las principales economías avanzadas están siguiendo una vía distinta -que, en algunos casos, los conducirá en la dirección contraria en 2011. Como resultado, los riesgos de una deflación de la deuda y los consiguientes impagos de deuda soberana y del sector privado están aumentando.

(Nouriel Roubini, presidente de Roubini Global Economics (www.roubini.com), es profesor de Economía de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y es coautor de Crisis Economics. Copyright: Project Syndicate, 2010)

La bola de nieve (peligro de avalancha)

"La bola de nieve en que se ha convertido el endeudamiento -público y privado- amenaza a las economías, como se encargan de recordar cada día los mercados. Pero a unos países más que a otros. Y en el pelotón de cabeza está España, que, según los últimos datos procedentes del BIS (Banco de Pagos Internacionales por sus siglas en inglés), ocupa ya la cuarta plaza como país más endeudado del mundo. Sólo Japón (456% del PIB), Portugal (366%) y Bélgica (356%) tenían a finales de 2010 un mayor nivel de deuda que España en relación a su PIB nominal, un 355%"… España es ya la cuarta economía más endeudada del mundo desarrollado (El Confidencial – 15/9/11)

Por detrás de esos niveles se encuentran países a los que históricamente se les ha considerado como de elevado endeudamiento, como EEUU (268% del PIB), Reino Unido (322%) o incluso la atribulada Grecia, cuya deuda (tanto pública como privada) equivale a un 262% de su producto interior bruto, lo que supone 93 puntos de PIB menos que España.

El informe preparado por el BIS sobre endeudamiento fue presentado a finales de agosto (2011) en el seminario anual que organiza en Jackson Hole (EEUU) la Resera Federal de Kansas City, y que viene ser el Davos de las autoridades monetarias de medio mundo. El informe fue elaborado por los economistas Stephen G. Ceccetti (jefe del departamento monetario del BIS), M. S. Mohanty (responsable del departamento macroeconómico) y Fabrizio Zampolli (economista senior del BIS), lo que da idea de su autoridad.

Y a la conclusión a la que llegan es que elevados niveles de deuda son malos para el crecimiento económico. Y lo demuestran con datos. Según sus cálculos, por cada diez puntos que aumenta la deuda pública por encima del 85% del PIB, la actividad económica se contrae en un 10% por cada punto porcentual de crecimiento. En el caso de la deuda corporativa, el umbral de peligro se sitúa a partir del 90%, y su impacto es la mitad de grande que en el caso de la deuda pública. Mientras que para la deuda de las familias la luz roja se enciende a partir del 85%, y aunque el impacto es "impreciso", se considera que es importante. En el caso español, tanto la deuda de las empresas como la de los hogares se sitúa claramente por encima de esos niveles, mientras que la deuda pública se acerca, aunque todavía con amplio margen de maniobra (2011 finalizará, según las previsiones del Gobierno, con alrededor del 68% del producto interior bruto).

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El "mapa del riesgo"

"En un entorno mundial en el que algunos bancos ven caer la cotización de sus acciones en más de un 30% y va aumentando la preocupación por los posibles efectos sobre el sistema bancario europeo de alguna quiebra soberana, el banco germano Deutsche Bank (DB) ha realizado un informe que contiene "un mapa del riesgo y pruebas de esfuerzo para ver la resistencia de las carteras de crédito dentro de los sistemas bancarios de diferentes países y los bancos individuales dentro de ellos""… España lidera el "mapa del riesgo" con una deuda total del 400% del PIB (Libertad Digital – 1/10/11)

Desde el inicio de la crisis bancaria de 2008/09 y la consiguiente recesión, ha habido dos tendencias principales en la banca y el crédito. Por un lado, "el crédito del sector privado se ha desacelerado y en algunos casos se ha contraído en muchas de las economías desarrolladas más endeudadas a medida que los particulares y las empresas se han desapalancado y los prestamistas han elevado los criterios de crédito".

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Mientras esto sucedía, también desde 2008, ha ido aumentando la deuda de los gobiernos de casi todas las economías desarrolladas. El principal motivo han sido "los ingresos fiscales mucho menores de lo esperado y, en algunos países, el coste de rescatar y recapitalizar los sistemas bancarios".

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