Los Alessandristas, durante la campaña habían rechazado con énfasis una sugerencia del senador democratacristiano Rafael Agustín Gumucio, en orden a implantar la segunda vuelta, estilo francés. O sea, una nueva elección popular, entre los dos candidatos que hubieran logrado las más altas mayorías, si ninguno hubiere alcanzado la absoluta. Entonces, imprudentes voces alessandristas habían hablado de reconocer la victoria a quien ganase por un solo voto, y aunque este voto solitario no le diera la pluralidad absoluta. Semejantes palabras se volvían ahora contra don Jorge, como un búmerang.
Los tomicistas cargaban un pecado todavía mayor. A saber: el que sus enemigos llamarían "pacto secreto", y que según Tomic sólo fuera una "aclaración de intenciones" entre Allende (por un lado), y el presidente de la DC, senador Benjamín Prado. "Declaro por mi honor (dijo Tomic) que no hubo ningún pacto secreto que comprometiera el voto de los parlamentarios democratacristianos en el Congreso Pleno"(1).
"¿Qué hubo entonces? Un acuerdo muy circunscrito, pero importante para el país…, sobre una actitud recíproca, principalmente para la noche de la elección… Convinimos que una diferencia de más de 30.000 votos sería aceptable para reconocer pública y recíprocamente la primera mayoría relativa a quien las obtuviera en la urnas."(2).
Si se reflexiona en que de este acuerdo recíproco estaba excluido Alessandri (aunque hipotéticamente, su ventaja hubiera superado los 30.000 votos), y en que el único objetivo imaginable y práctico del "reconocimiento" era justamente asegurar a la primera mayoría relativa entre Tomic y Allende el apoyo conjunto DC y UP en el Congreso Pleno, se concluye que el distingo- "aclaración de intenciones" o "pacto secreto"- era más académico que real.
En verdad, el tomicismo estaba más cerca, doctrinariamente, de Allende que de Alessandri. La propia noche del 4, Tomic cumplió su convenio. Los jóvenes DC y los UP "fraternizaron" el la Alameda… como si todos fuesen vencedores. No era esta la postura de toda la Democracia Cristiana, la mayoría de sus dirigentes, desde luego, había ignorado el convenio Allende Tomic.
Tampoco era la postura de la Iglesia, tan importante en cuanto a influir sobre la DC… y en cuanto a ser influida por ésta. Los Obispos habían declarado, anticipadamente, su decisión de no visitar a ningún triunfador del 4, antes de que su victoria fuera sellada por el Congreso Pleno. Sólo un prelado faltó a este compromiso, el obispo auxiliar de Puerto Montt, Jorge Hourton, quien proclamó Presidente a Allende a las pocas horas del 4 de septiembre.
De conformidad con el Art. 70 de la Constitución procederé a tomar juramento al Presidente electo, doctor Salvador Allende", anunció el Presidente del Senado, Tomás Pablo, añadiendo: "Juráis o prometéis desempeñar fielmente el cargo de Presidente de la República, conservar la integridad e independencia de la Nación y hacer guardar la Constitución y las Leyes?" "Sí, prometo", respondió Allende. "En 26 minutos el ciudadano Salvador Allende se convirtió oficialmente en Presidente de la República", escribirá al día siguiente el matutino Clarín, refiriéndose a la ceremonia en el Congreso. "Más o menos 2.500 personas presenciaron el momento histórico.
La transmisión de mando, programada para las 11 de la mañana del martes 3 de noviembre de 1790, finaliza a las 11.40. El nuevo Presidente de la República abandona el Congreso y camina de allí a la Catedral para el Te Déum Ecuménico de acción de gracias oficiado por el Cardenal Raúl Silva y 15 jefes de otras Iglesias. Un gran almuerzo en la Moneda con familiares, amigos personales y casi la totalidad de sus Ministros viene después del Te Déum. Y las actividades del nuevo Mandatario, que no da muestras de cansancio siguen a las 17 horas con la recepción a las delegaciones oficiales
"Por primera vez en la Historia de Chile, cuatro obreros integran un Gabinete", afirma Allende, al dar a conocer los nombres de sus colaboradores más inmediatos. Y recuerda: el 4 de septiembre había dicho que el pueblo entraría con él a la Moneda. En promedio, los nuevos ministros tienen 49 años de edad.
Llama la atención cómo se distribuyen los partidos de la Unidad Popular el gabinete. El partido comunista tiene tres ministerios: Hacienda, Obras Públicas, y Trabajo y Previsión. Otros cuatro son socialistas: Interior, Relaciones Exteriores, Vivienda, y la Secretaría General de Gobierno. Tres Ministros son Radicales: Educación, Defensa, y de Minería. El resto se reparte entre la Social Democracia, Tierras y Salud: el API en Justicia; y el MAPU en Agricultura; el Ministro de Economía, es independiente de izquierda, ingresará posteriormente al partido Socialista.
La violencia asumió el poder junto con Allende. La ultraizquierda (entonces representada sólo por el MIR), Había sido incrédula, y hasta burlona, respecto a la eficacia de la "vía electoral", elegida por la UP antes del 4 de septiembre. Pero después de esa fecha el MIR se trepó sin vacilar al carro de la victoria. No desbandó ni desarmó, sin embargo, sus fuerzas paramilitares no renunció a la vía violenta. En marzo de 1971, murió un mirista al explotarle, accidentalmente, la bomba que portaba. El violentismo del MIR hallaba eco aun an el seno de la UP. Ahí lo compartían muchos jóvenes socialistas y del MAPU. Estaba tan difundida la admiración de la fuerza bruta, como arma y camino político, que hasta una revista católica, "Mensaje", en una editorial optimista y esperanzada ante la victoria de la UP, escribió que ésta debía realizar su programa en lo posible, sin sangre ni violencia.
ALLENDE Y LA VIOLENCIA
El Presidente mismo sería quien impidiese el lanzamiento de los violentistas, fuera de la UP y del Gobierno. Tenía Allende un largo pasado democrático, pero, durante los últimos lustros, se había inclinado, con simpatía romántica- y sin renunciar a sus hábitos burgueses de vida -, hacia revolucionarios y guerrilleros: admiraba a Fidel Castro. Señalaba, ante la interrogante de que si el MIR se podría convertir en una amenaza para el Gobierno democrático, respondía que "el suyo era un Gobierno de los trabajadores, y los miristas no van a luchar contra los trabajadores, "sería un absurdo"(3).
EL CASO ARNOLDO RÍOS
El 2 de noviembre, la muerte de Arnoldo Ríos empezó a mostrar el canal de violencia sin represión ni castigo, por el que entraba a navegar el régimen… y también el país. Ríos era un estudiante mirista de la U. de Concepción. Murió al interior de ésta, en un enfrentamiento armado con los jóvenes comunistas de las ya tristemente famosas "Brigada Ramona Parra, las cuales desmentían el pacifismo que se atribuía el PC. Este afirmaba sin sonreír que las brigadas se dedicaban sólo al arte mural… Los "artistas", sin embargo mataron a Ríos.
Ocurrieron, entonces, cosas muy sorprendentes. El Diputado PC Jorge Insunza declaró que la muerte del mirista Ríos "no era un problema policial, sino un problema político. Tiene que ser resuelto como tal, entre el PC y el MIR. Y ni corto ni perezoso consiguió una aeronave y se trasladó en ella a Concepción; le acompañaban los jefes miristas Miguel Enríquez, Bautista von Schouwen y Luciano Cruz. Anduvieron todos por la capital del Bío Bío, dieron conferencias de prensa, celebraron diversas reuniones ¡hasta en la Intendencia! Y "arreglaron" el caso Ríos. Es de notar que los cuatro nombrados caudillos miristas eran reos prófugos por múltiples delitos de violencia, a los cuales la justicia y la policía, ya desde la época de Frei, declaraban no poder encontrar, pese a una notoria permanente visibilidad… El "arreglo PC/MIR en el caso Ríos, significó que su asesinato quedara perfectamente impune, pese a que otro mirista, herido en la misma oportunidad, declaraba poder identificar sin vacilaciones a los hechores.
El 28 de diciembre(¡), Allende indultaba a 43 violentistas de extrema izquierda, reos de delitos políticos comunes…
LA MARCHA DEL DESORDEN
Con todo lo anterior, no extraña que el desorden social avanzara a pasos acelerados. Su foco fundamental fue el campo, particularmente Cautín, donde cundieron como múltiples incendios, las tomas de tierras y los choques armados. Jacques Chonchol, el flamante y mapucista Ministro de Agricultura, con sus anuncios de una reforma agraria "rápida, drástica y masiva", fue el autor intelectual del conflicto. Pero le dieron su auténtica dimensión los miristas, mediante su brazo rural. El MCR (Movimiento Campesino Revolucionario), atizando las reivindicaciones mapuches.
Otra noticia común fueron las tomas de casas en construcción, por personas sin techo, o supuestamente tales. Azuzadas por la ultraizquierda. Este fenómeno se hizo incontenible con la UP, ante la impunidad que garantizaba en Gobierno. A mediados de enero de 1971, semejantes ocupaciones ilegales comprendían 3.000 casas de la CORVI (Corporación de la Vivienda) y 1.800 de empresas particulares. Aun, los usurpadores empezaron a vender sus "derechos" a terceras personas, cobrando 1.000 a 2.000 escudos (la moneda legal de esa época) por vivienda "cedida".
LOS TRIBUNALES EN JAQUE
La violencia ilegal hizo inevitable el conflicto con los tribunales. Los despojados acudían a ellos buscando protección. L ajusticia les daba amparo, pero ese amparo requería de la fuerza pública. Las autoridades administrativas, colocadas allí por el nuevo régimen, simplemente no la daban. El perjudicado seguía en la indefensión, y el tribunal quedaba burlado. Abriendo el año judicial, con el respectivo discurso de rigor, el Presidente de la Corte Suprema, Ramiro Méndez, fustigó tal situación con crudeza. El contraataque unipopular fue inmediato y de gran virulencia. La justicia chilena, dijo la comisión política del PS, era clasista y "descaradamente" reaccionaria; "era- agregó Luis Corvalán por el PC- no ciega, sino tuerta"(4).
Un griterío parecido causó el rechazo que hizo la Corte Suprema, del desafuero pedido en el proceso Schneider (Comandante en Jefe del Ejército asesinado el 25 de octubre del año 1970). Allende mismo se sumó al coro crítico, sí bien con mesura; ordenó, también borrar unos gigantescos letreros injuriosos para la Suprema que habían "pintado" en pleno centro santiaguino los "artistas" de las Brigadas Ramona Parra. Consideración aparte causan los dichos del "honorable" diputado Sr. Mario Palestro para quien los ministros de la Corte Suprema eran "alcahuetes, celestinos y cabrones…"
ABRIL: PONIENDO A PRUEBA LA VÍA ELECTORAL
Todos los sucesos posteriores al 4 de septiembre señalados anteriormente fueron apuntando hacia la primera prueba eleccionaria de la UP: las elecciones generales de regidores (municipios) del 5 de abril de 1971. Aquellos sucesos fueron también la base de la enconada e intensa campaña electoral. No importaban tanto los 1.653 regidores en disputa- cuyos asientos se peleaban 8.100 candidatos- como la votación por partidos y bloques. ¿Bajaría la UP sus porcentajes por los meses de desorden y de violencia?. ¿Se "comerían" en votos, dentro de ella socialistas a comunistas, o viceversa?.
La UP hizo un esfuerzo extraordinario en materia de publicidad, contando con la TV en masa, la cual, manteniendo una neutralidad teórica, orientó sin embargo sus programas corrientes para favorecer al Gobierno. La DC llegó a pedir al jefe de plaza de Santiago que cerrara el Canal Nacional, acusándolo de imparcialidad (el jefe de plaza era el General Augusto Pinochet). Ayudó igualmente Allende, con un bien planeado conjunto de giras y discursos, culminando en una concentración masiva, durante la cual habló ¡dos horas! al pueblo reunido.
Esperaba la UP entre el 50% y el 55% de los votos, Allende era menos optimista… en privado. La oposición se vio perjudicada por los diferendos DC/PN. Junto con el comicio municipal, debía llenarse la vacante dejada en el senado por el mismo Allende al ser elegido Presidente. La UP postuló al socialista Adonis Sepúlveda; los opositores se dividieron entre Andrés Zaldivar y el radical anti UP, con apoyo nacional, Jorge Ovalle; esto aseguró la victoria de Sepúlveda. También la violencia tiñó la lucha electoral, en todo el país. El 27 de Marzo, el Ministerio del Interior publicaba una estadística de 271 detenidos por incidentes eleccionarios; 71 entre ellos- hacía notar, subrayando la supuesta imparcialidad gubernativa- eran comunistas.
Los resultados de esa elección apuntaron al fortalecimiento de la UP y más aun si se comparaba su éxito, no ya con las elecciones municipales precedentes, sino con las del 4 de septiembre de 1970… ocho meses, apena atrás, el "tercio" bordeaba ahora la "mitad". Además, la votación de la UP se debió, en buena parte, a la inicial euforia económica del plan "Vuskovic". Ella fue posible porque las masivas emisiones de dinero recomendadas y realizadas por el "audaz" Ministro de Economía, no habían surtido aún, sus inevitables efectos inflacionarios y de escasez y estancamiento.
REFORMA AGRARIA: "RÁPIDA, DRÁSTICA, MASIVA…" Y TAMBIÉN SANGRIENTA E ILEGAL.
"Aquí, ahora van a mandar los campesinos", declara el Ministro de Agricultura, en conferencia de prensa. Muy pocos se atrevieron a pensar que las palabras de Jacques Chonchol eran proféticas. La tímida- según la UP- Reforma Agraria iniciada por el Gobierno de Frei, cederá el paso, en los próximos meses, a una verdadera revolución en el campo. Esta sobrepasará las declaraciones del Presidente, según las cuales de que no se haría esta reforma a través de ocupaciones de predios, sino dentro de un proceso técnico, con una adecuada planificación, de manera que el país produjera mas alimentos… Sin embargo, en diciembre la prensa empieza a reproducir noticias cono ésta: "Ocupaciones de fundos y terrenos en San Bernardo, Puerto Montt y San Fernando". En enero, junto con el nuevo año. Las tomas arrecian: 50 predios en la zona de Temuco; otros 52 en Cautín; más de 30 "ocupados arbitrariamente en las provincias de Valdivia, Osorno y Llanquihue. La SNA denuncia que desde que Allende asumió, han sido ocupados ilegalmente 250 predios. En síntesis, en febrero se expropia a razón de 30 ó 40 fundos por semana. El procedimiento de expropiación era simple: la toma ilegal, aunque la realicen personas ajenas al fundo, es calificada de "conflicto". Se decreta la reanudación de faenas, con un interventor que las dirija y un tribunal arbitral para resolver el seudoconflicto. El propietario, absoluta minoría en este tribunal, se ve con el fundo en poder de extraños y dirigido por un extraño, y con un fallo arbitral dictado por su contraparte en el conflicto, fallo que le significaba exigencias inaceptables y gastos imposibles. Con este hecho se fuerza al propietario a aceptar expropiaciones sin causa legal. La Suprema ha decidido no intervenir en los fallos arbitrales; arroja así a los empresarios agrícolas a la más completa indiferencia. Haciendo un balance de la política agraria en Temuco, Allende afirma sin siquiera parpadear: "nos hemos comprometido a destacar que no buscamos procedimientos torcidos para impulsar la Reforma Agraria extralegalmente". Tres días después en la Plaza de la Constitución, dirá: "Hemos querido jugar absolutamente limpio y los interventores no irán más allá de las claras instrucciones que el Gobierno ha dado… el patrón agrícola que cumple con la Ley y quiere trabajar su tierra, sepa que será apoyado por el Gobierno Popular". El "no me ayude tanto compadre" estaba aquí muy en su punto.
Desabastecimiento: de la "buena plata" al "cacerolazo"
Los rumores se inician en mayo de 17971: escasez, desabastecimiento, racionamiento de alimentos y otros artículos indispensables. Las tarjetas para este efecto estarían imprimiéndose en la penitenciaría de Santiago. El Subsecretario de Economía Oscar Garretón (mapucista), desmiente en forma terminante: "Se trata de una campaña irresponsable, tendiente a crear una tensión social". Pero el propio Allende habla ya, ominosamente, de "stocks por agotarse" en quince días o dos meses más. El Gobierno otorgando "buena plata": importantes reajustes de remuneraciones -44%-, y aplicando freno al alza de precios, ha hecho que los chilenos tengan más dinero que en 1970 y que estén gastando más en toda clase de cosas. Los rumores de crisis y desabastecimiento precipitan a la gente a formar sus propios stocks, y con ello producen, precisamente la crisis y el racionamiento: "De aquí la irritación del Gobierno con la ola de rumores sobre la materia". Para desvirtuar esta campaña sistemática, el Ministro de Economía Vuskovic, se dirige al país por cadena nacional de TV. Explica que la mayor capacidad adquisitiva de la población se ha reflejado en un volumen de ventas más alto que en cualquier época anterior.
Las reservas de dólares son todavía muy respetables, y la escasez de cualquier producto, sobre todo alimentos, se puede suplir mediante su importación. Sin embargo, a fines de mayo el Gobierno pone trabas- depósitos de cien veces su valor– para importar mil productos, considerados, "no estrictamente indispensables". En los artículos "durables y prescindibles"-automóviles, televisores, refrigeradores, etc.- los clientes se colocan en "cola", lo que produce en forma automática, o mercado negro, o sobreprecio para quienes no quieren o pueden esperar.
FALTAN MUCHAS COSAS… ¿FALTARÁN TODAS?. LAS COLAS SE MULTIPLICAN
No obstante, los productos difíciles de encontrar, siguen aumentando. La directiva del Sindicato de Autobuses de Santiago, hace presente que son centenares, las máquinas de locomoción colectiva paralizadas por "una creciente escasez de repuestos". El diario "Tribuna" denuncia la falta de medicamentos, "tanto por la política oficial con relación al dólar, como por la demora en resolver sobre los precios". Sin embargo la escasez de productos básicos de alimentación es la más inquietante y las largas "colas" son un espectáculo cada vez mas frecuente. Allende lo reconoce, hablando a los estudiantes de Antofagasta: "Vastos sectores de Chile empiezan a sentir – y lo digo con pesar, pero digo la verdad- dificultades en el abastecimiento. En el sector que más hay problemas es en el de la carne, admitiría el propio Vuskovic días después, al término de una reunión del Comité de Abastecimiento, que preside el Jefe de Estado en persona. El Subsecretario Garretón seguirá, sin embargo, insistiendo en que el problema se debe a una " sicosis creada por los medios informativos".
Diversos hechos dan la pauta de cual es la realidad: en el norte se importa carne boliviana, y en Santiago, al intentar inspectores de DIRINCO requisar carne que una cooperativa del sur vendía directamente al público, deben retirarse entre una lluvia de carterazos, propinados por las dueñas de casa. SOCOAGRO, la filial de CORFO que canaliza el abastecimiento estatal de carne, tiene enloquecidos a los carniceros, que duermen en las oficinas de la firma para conseguir algún trozo de animal.
EXPLICACIONES Y UNA LARGA LISTA
DESABASTECIENTO… oposición y Gobierno concuerdan en que el tema no es simpático. "Lo primeros achacan la culpa al desacierto gubernativo: aumento del poder comprador, desaliento a la producción, errores en la política cambiaría". "Los partidos de Gobierno dicen que es una fabricación opositora"(5). En lo que se refiere a materiales de construcción, el problema es generalizado. Escasean el cemento, los clavos, el alambre, las maderas y los productos de quincallería. En materia de vestimenta, se halla desguarnecida la línea de algodones y casimires. Consultando al Subsecretario Garretón sobre el posible desenlace de todo esto, dice que los problemas nacen de no haber el Estado intervenido suficientemente. "Hay problemas de distribución; no podemos descartar tampoco el boicot y ha habido un aumento de al demanda. Esto nos lleva a concluir que tenemos que entrar a participar en la distribución"(6).
LA BATALLA DE LAS CACEROLAS
El clima de enfrentamiento que vive el país llega a su punto de ebullición el miércoles 1 de diciembre. Al atardecer, empieza la manifestación de las "ollas y canastas vacías", a que convocan las mujeres de Santiago. Sorprende aun a sus organizadores, por el número y entusiasmo de los concurrentes, y se transforma en la concentración femenina más multitudinaria y entusiasta, combativa, que se recuerda en el país. Elementos ultraizquierdistas del MIR y MAPU y de las cada vez más famosas brigadas comunistas y socialistas, atacan a las mujeres con piedras, cadenas, palos y hasta con papas erizadas de trozos de hojas de afeitar. La manifestación, con mujeres de toda edad, extracción social e ideología política, se transforma en una gigantesca encerrona. Balance final: 99 bajas entre asfixiados, contusos y heridos, algunos a balas; y 187 detenidos, entre los que no hay ningún agresor. Esa misma noche, la indignada protesta de los atacados se expresa en los barrios, especialmente Providencia. Hay manifestaciones relámpago, fogata de neumáticos, conciertos de bocinas, las infaltables bombas lacrimógenas y, como música de fondo, el constante y rítmico tam-tam de la cacerola vacía.
Pronósticos y hechos del difícil 72
ECONOMÍA Y REVOLUCIÓN
La astróloga Zulma creía que en Chile, en el año 72, vendrían "movimientos violentos pero positivos". No veía la entronización del marxismo, y predecía cambios sustanciales: "incluso la economía resurgirá". El profesor y astrólogo Antonio Simón, en cambio, profetizaba: "en Chile el marxismo seguirá avanzando lenta, pero irremediablemente". Al mismo tiempo, los primeros seis meses del nuevo año verían dificultades en la producción agrícola y textil: el alimento escasearía; en el segundo semestre las cosas mejorarían.
FANTASÍA Y REALIDADES: EL CAMPO CONVULSIONADO
Los agricultores de Linares protestaban frente a la misma Moneda, por diversas tomas de predios; 36 fundos de San Clemente, Talca, paralizaban por orden sindical; casi 3.000 campesinos de la provincia de Colchagua iniciaban movimientos huelguísticos escalonados. Con esto sumaban 19.000 los campesinos huelguistas en 761 fundos de tres provincias. Según los dirigentes patronales, en 111 previos, la huelga era absolutamente ilegal. En la zona sur, a incitación del MCR, permanecían ocupados mas de 160 fundos.
Un fallo arbitral puso fin a los conflictos de 605 fundos de la zona de Colchagua, Lontué y Talca. Los agricultores reclamaron aireadamente": Significa entre un 300% y un 500% del alza del costo de la vida y una situación de quiebra a corto plazo". "Se nos está expropiando igual que a los grandes predios", denunciaban los Sindicatos de Pequeños Agricultores de Linares y Longaví. Inexorablemente, tomas, crímenes y violencia seguían su marcha. Un muerto y un herido era el saldo de una ocupación ilícita del fundo "Chesque", el Loncoche por elementos del MCR. Ante la violencia, que cundía, la Comisión Política del PS aseguraba: "Los problemas de los campesinos se han agudizado por la falta de una oportuna decisión gubernamental". Para los opositores, el culpable tenía nombre y apellido: Jacques Chonchol, Ministro de Agricultura. La confederación Nacional de Asentamientos y Cooperativas y Reformas Agrarias acordó pedir su destitución, como culpable de la "equivocada política agraria" que buscaba reemplazar al patrón tradicional -"momio"- por el patrón Estado – " momio rojo"-.
En la plaza de Linares, la Central Unica Campesina, que agrupaba a 25.000 trabajadores, organizó una concentración de protesta por la política agraria del Gobierno. En ella, el Ministro Chonchol fue nuevamente enjuiciado, esta vez por la discriminación que hacía entre campesinos de la UP y campesinos independientes o de oposición: "Se ha creado en el campo un clima de odio e inseguridad que va a afectar en forma considerable la producción agrícola"(7).
INDUSTRIA: LA CONTRALORÍA EN ACCIÓN
Junto con el caos a que se encaminaba el campo, iba en forma paralela la industria. Oscar Garretón, Subsecretario de Economía, anunció el propósito de incorporar al "área social" la industria pesquera del norte. Dicho… y hecho. Los empleados rechazaron las requisiciones de las empresas del ramo. Era en inicio de una larga batalla entre el Gobierno y las Contraloría, que el primero zanjaría mediante "decretos de insistencia". La primera pelea la motivaron las intervenciones del Gobierno en diversas textiles. El segundo paso fue recordar al Gobierno que la simple toma de una industria o local, no autorizaba "la dictación de medidas de autoridad, tales como la reanudación de faenas, cuando esa oposición constituye un ilícito penal que excluye la aplicación de normas legales que consultan aquellas decisiones de potestad pública. Y el Contralor se negó definitivamente a dar curso a las requisiciones e intervenciones de varias industrias, después de un acucioso estudio de los antecedentes que le enviara DIRINCO.
La violencia como factor político
Cuando avanzaba 1972, el tema de la violencia fue dominando la política, y no eran casos aislados, era el extremismo unipolar organizándose para un enfrentamiento final. En la UP, y paradojalmente, sin formar parte de ella, el MIR daba la nota alta y marcaba el camino. El partido comunista, sabiendo los riesgos de aniquilamiento que para la UP significaba recurrir a la fuerza, hacía movidas desesperadas con el objetivo de mantener a los cabezas calientes, bajo control… pero en las calles, entre los universitarios, en las industrias estatizadas, (que ya empezaban a construir los cordones industriales), alrededor de las grandes ciudades, en las "brigadas" y otros grupos de choque, ni aun los comunistas pudieron atajar el torrente del violentismo.
¿ARTESANÍA? ¿LIBROS? ¿HELADOS DE MANGO?…
El 11 de marzo, después de almuerzo, aterrizaba un avión itinerario de Cubana de Aviación… la línea aérea oficial de Fidel. Tan pronto como tocó tierra, entraba a la losa una impresionante caravana de patrulleras de investigaciones y Fíat 125, del tipo que ocupaban las GAP presidenciales. Sin mayores trámites "burgueses" de la aduana, fueron llevados desde el avión hasta esos vehículos un importante número de grandes, pesados y misteriosos envoltorios… debutaban los "bultos cubanos".
¿Qué contenían?. Las semanas siguientes, acosado el Gobierno por la prensa, la Cámara y la Contraloría, dieron las más diversas y contradictorias interpretaciones sobre el contenido de los bultos. Por ejemplo: eran efectos de uso personal… libros, comestibles, cigarrillos y objetos de artesanía popular; eran cuadros para la exposición de pintura cubana que exhibiría el Museo de Bellas artes; eran especies del servicio de investigaciones, retiradas por éste; eran helados de mango (!) enviados por Fidel a Allende La cámara logró develar dos hechos adicionales: los funcionarios de Aduana, habían insistido en revisar los bultos; a ello se opusieron enérgicamente el Director de Investigaciones, y el propio Ministro del Interior… ambos socialistas. Con todas estas circunstancias, el Gobierno debió enfrentar definitivamente la tenaz presión, no sólo de los opositores y del Congreso, sino de la Contraloría. Salió a atajarla el propio Allende en persona: "Me permito informarle que, efectivamente, la aeronave de la línea aérea Cubana de aviación, arribada a Pudahuel, transportó algunos obsequios que fueron enviados por el Primer Ministro cubano, tanto a mí como a otras autoridades chilenas".
En verdad, y así quedó palmario tras el once de septiembre, cuando se halló y publicó la lista de ese contenido, confirmada públicamente entonces, por el propio Fidel Castro, los "obsequios" eran un impresionante arsenal de armas, aun semipesadas, y municiones y explosivos: con él se equipó un pequeño ejercito de GAP, en las diversas viviendas de Allende: Tomás Moro, Cañaveral y La Moneda.
TOMAS Y SECUESTROS EN EL CAMPO
Como ya se iba haciendo usual, una vez más el Subsecretario del Interior, Daniel Vergara, desmintió las múltiples noticias sobre el caos en las zonas rurales. Meses después, este caos agrícola llegó a Santiago. 113 predios estaban ocupados o en huelga en la provincia. El MCR, junto a agitadores cubanos, habían paralizado todos los fundos del Departamento de San Antonio, cuya producción de 300.000 quintales estaba en peligro de perderse. La violencia se extendía, además a Melipilla, El Monte, La Florida y Maipú. Las consecuencias inmediatas, resumió en junio Benjamín Matte, presidente del SNA: "El país necesitará durante el resto del presente año importar alimentos por un monto de 455 millones de dólares, o sea, más de un millón de dólares diarios"(8).
LA DEMOLICIÓN ECONÓMICA
En mayo de 1972, dos frases podían resumir la situación en Chile, según la oposición o el gobierno. "Hemos realizado la más grande y patriótica tarea: hacer la segunda independencia, la independencia económica de la Patria", dijo Allende al celebrar, con la CUT, el día internacional del trabajo. El Presidente de la SFF, Orlando Sáez, advertía por su parte: "nuestros actuales análisis nos llevan a predecir una crisis económica superior a cuantas Chile ya ha conocido en el pasado" y calificaba a los economistas de gobierno como "eficaz equipo de demolición"(9).
Entre ambas posiciones se situaba el realismo del partido comunista. Un documento suyo titulado "Plan Nacional para 1.500 juntas de abastecimiento y control de precios", que debía servir "como un activista más, para hacer pasar a primer plano la tarea política que significaba tomar los problemas creados por la especulación y la sicosis del desabastecimiento", recomendaba pautas de acción muy concretas.
Una gran masa opositora, entretanto, había decidido demostrar su descontento marchando. A la "marcha de la democracia" de abril en Santiago, se sumó otra en Concepción y se contraponían las de los propios partidos de gobierno. En junio en propio Ministro Vuskovic, en un discurso en el teatro Bandera, en reunión con personeros del área estatal, tuvo que enfocar la grave situación del país. Advirtió que "el problema de divisas y, por tanto, las posibilidades de importación, era muy serio que de allí se derivaba la principal limitación para seguir con el proceso de expansión de la economía que nos trazamos para el año 72". A eso se agregó, como causa de desabastecimiento de muchos sectores, la baja en la productividad de algunas empresas estatizadas. Un día después, todos los miembros del Gabinete ponían sus cargos a disposición de Allende, quien, en su residencia de Tomás Moro, buscaba un nuevo derrotero económico para el país.
… Y LA POLÍTICA INFLUENCIADA POR LA VIOLENCIA
Todo el segundo semestre del 72, la lucha política se vio inevitablemente influída por el tema de la violencia, como se señala precedentemente en el trabajo. Las bases opositoras se confundieron en una sola multitud, para realizar "marchas de protestas", inspiradas en el "cacerolazo" de diciembre y que revivieron su éxito. La UP respondió con sus propias marchas, igualmente multitudinarias.
El clima de violencia reinante hizo que, casi siempre, estas concentraciones terminaran en batallas campales entre los respectivos grupos paramilitares, con sangre derramada, vandalismo y detenidos por cientos. En el interior de la UP, la lucha entre los "moderados" (PC, radicales del PIR, API de tarud y mapucistas de Ambrosio, los principales), y los "ultras" del PS y adláteres izquierdo – cristianos (con el MIR en la sombra), motivó larguísimas sesiones de autoanálisis y autocrítica, corriendo 1972.
Dos años de revolución: una cronología angustiosa
1970 Septiembre: 4: Elección presidencial. Allende primera mayoría relativa.
Octubre: 22: Atentado contra General Schneider.
24: Allende ratificado Presidente por el Congreso Pleno.
Noviembre: 3: Allende asume el mando.
12: Se reanudan relaciones con Cuba.
Diciembre: 1: Primera estatización: Fábrica de paños Bellavista-Tomé.
2: Arnoldo Ríos, estudiante mirista de la Univ. De Concepción, asesinado a tiros por el PC.
28: Anuncio de estatización de los bancos.
28: Decreto de insistencia indultando a los "jóvenes idealistas" de la ultraizquierda.
1971 Febrero: 2: Rechazada por la Cámara la acusación constitucional del PN contra Lissandro Cruz, Ministro de Justicia. Se le acusaba por los indultos a violentistas.
12: Expropiación de Zig-Zag. Se le transforma en "Quimantú" Editora del Estado.
Marzo: 1: Con detención de Zvonimir Medovic comienza el llamado "affaire del cobre.
Abril: 5: Elecciones generales de Regidores. Avance electoral de la UP. Esta u oposición se dividen electorado por mitades.
19: Muerte de Rolando Matus, modesto agricultor, en choque con mapuches miristas, que pretendían ocupar pequeño predio agrícola en Pucón.
29: Muerte de Jorge Baraona, al ser expulsado por CORA de su predio y casa en Colchagua.
Mayo: 18: Jacques Chonchol, Ministro de Agricultura, anuncia que en 1971 CORA expropiará mil predios.
Junio: 8: Asesinato de Edmundo Pérez Zujovic por la VOP.
13: muerte de los asesinos de Pérez Zujovic, en enfrentamiento con la policía.
16: Ultimo VOPISTA en libertad ataca con metralleta Cuartel General de Investigaciones, literalmente forrado en dinamita. Abate a tres policías antes de hacer explosión él mismo.
Julio: 15: Se promulga reforma Constitucional de expropiación de la gran minería del cobre.
Agosto: 14: Muerte de Luciano Cruz.
24: Comienza la gira internacional de Allende a Colombia, Ecuador y Perú.
Octubre: 15: Se anuncia decisión de estatizar Papelera. 29: Primeras denuncias de la actuación revolucionarias del "Comandante Pepe" (Gregorio Liendo) en Panguipulli.
Noviembre: 10: Fidel Castro en Chile.
12: Mitterrand en Chile.
16: Se anuncia creación de las JAP (juntas de abastecimiento y precios).
Diciembre: 1: Marcha de "las cacerolas" en Santiago. Violentos incidentes.
2: Castro se despide de chile, visiblemente escéptico sobre la experiencia de la UP.
2: DC acuerda al Ministro del Interior, José Tohá, por su tolerancia de los grupos armados.
1972: Enero: 6: Aprobada acusación constitucional contra Tohá en la Cámara. Queda suspendido de su cargo.
7: Tohá designado Ministro de Defensa.
22: Tohá destituido por el Senado.
28: Reorganización del gabinete. Tohá vuelve a Defensa; Hernán del Canto en Interior. Dos miembros del PIR ingresan al Ministerio.
Febrero: 4: Cónclave de autocrítica de la UP en El Arrayán. Chocan "moderados", que encabezan el PC, con "ultras", dirigidos por socialistas del sector Altaminaro.
19: Congreso Pleno aprueba reforma constitucional delimitando las "tres áreas" de la economía, iniciativa democratacristiana.
Marzo: 11: Llegan los "bultos cubanos".
13: Comienza a dispararse la inflación. Enero y Febrero han quintuplicado el ritmo de alza del costo de la vida de iguales meses del 71.
Abril: 7: Reorganización del gabinete. Sale el PIR, desautorizado en su intento de llegar a cuerdo con la DC sobre las "tres áreas" sociales. Primer militar en el Gobierno: General Pedro Palacios, en Minería.
12: Marcha por la Democracia en Santiago, por la oposición unida.
Mayo: 13: Desórdenes con muertos y heridos en Concepción, al autorizarse y realizarse tres marchas políticas simultaneas (UP, Oposición y el MIR).
Junio: 4: Debutan tarjetas de racionamiento, emitidas por las JAP 23: PN acusa constitucionalmente a Ministro del Interior, Del Canto Julio: 5: Aprobada acusación por la Cámara, Del Canto suspendido.
7: Senado rechaza veto a reforma de tres áreas sociales. Conflicto constitucional: ¿plebiscito (como sostiene la oposición) o consulta al Tribunal Constitucional (como sostiene el gobierno)?.
27: Del Canto destituido por el Senado.
Agosto: 2: Del Canto nombrado Secretario General de Gobierno. Jaime Suarez Interior.
21: Paro total de comercio, por 24 hrs. DIRINCO reabre locales deserrajándolos. Violentos incidentes.
22: Estado de emergencia en Santiago.
25: Clausurada radio Agricultura de Los Angeles 30: Asesinato de cabo de Ejército Exequiel Aroca, en Concepción.
Septiembre: 1: Paro de estudiantes secundarios contra Ministro de Educación Aníbal Palma… incidentes … y así se cumplieron los dos años de la UP.
UN OCTUBRE INOLVIDABLE
A las cero horas del día lunes 9 de octubre del 72, los miembros de la Confederación de dueños de camiones, los temidos transportistas, iniciaban desde O'Higgins a Malleco, un paro indefinido. Objetivo: protestar porque las autoridades no habían resuelto los problemas que, decían, afectaban a todo el gremio. La protesta se dirigía, sobre todo, contra un proyecto aprobado por el Instituto CORFO- Aisén: crear una empresa estatal que concentrara los transportes terrestres, marítimos y aéreos de la provincia.
La reacción del Gobierno no se hizo esperar y se concretó en una orden de detención contra cuatro dirigentes máximos del gremio paralizado. Al día siguiente, la respuesta solidaria gremial para con sus lideres, sorprendió a todo el país: los 165 sindicatos de camioneros adheridos a la confederación, con 40.000 miembros y 56.000 vehículos, se sumaron al movimiento inicial, en un paro masivo, que comenzó de inmediato a cumplirse con rigurosidad militar. Se sobrepasaría así la defensa de los transportistas, Para luchar por los derechos de toda la actividad privada: el paro de Vilarín fue la chispa que desató efectivamente una serie de sucesivas huelgas de adhesión.
El Gobierno respondió otra vez a su modo: trece provincias fueron declaradas Zona de Emergencia. En San Felipe, la DIRINCO requisó 300 camiones. Los huelguistas detenidos sobrepasan los 400. En la madrugada del viernes 13, Allende se dirigió al país, diciendo: "No creo que llegue el momento de llamar al pueblo para que se vuelque a la calle"; y advirtió: "Camión que sea requisado, no será devuelto a su dueño".
DESCONCIERTO POLÍTICO Y CUNDE EL PARO
El carácter netamente gremial de los paros se reflejó en el desconcierto con que fueron acogidos por los partidos de la oposición. Cuando el paro de los camioneros entraba en su sexto día, seguía siendo total. Los cuatro jefes máximos del gremio permanecían en la cárcel, siete directivos del comercio eran arrestados. Los camioneros enfatizaban que no transarían con el Gobierno en algunos puntos de sus plataformas de lucha: apoyo a la radio Agricultura de Los Angeles, y rechazo a cualquier intento de estatizar la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones. El 15 de octubre, por orden de la jefatura de la zona de emergencia, fue clausurada seis días la radio Nuevo Mundo, se implantó cadena nacional obligatoria de radioemisoras, se advirtió que se procederá a la requisión de los locales comerciales que no abrieran sus puertas al día siguiente. Una vez más la respuesta del público fue sorprendente. Cuando el 16, tal como se había advertido, funcionarios de DIRINCO se empeñaban en descerrajar los negocios cerrados, los transeúntes se opusieron, protagonizando agitados incidentes en el centro. Una vez más, también la solución del Ministerio del Interior fue invocar la Ley de Seguridad Interior del Estado y presentar querellas.
GRAN NORMALIDAD Y CIEN ATENTADOS. NEGOCIACIONES
Pero Allende, imperturbable, declaraba por cadena nacional de radio y televisión que: "El país no se ha paralizado". Sin embargo, contradictoriamente, acotaba cifras negativas que se traducían en daños y perjuicios, a nivel nacional, ascendentes a 100 millones de dólares. El 25 partió la "etapa de negociaciones": El Presidente inició contactos oficiales con voceros autorizados de camioneros y comerciantes, para buscar una solución, pero simultáneamente, otras dos radios de la capital eran clausuradas.
Curiosamente, cuando las negociaciones parecían estar más cerca de materializarse, ambas partes se habían endurecido. El senador Altamirano y los "duros " socialistas reiteraban su decisión de "poner a los momios de rodillas". Eran partidarios de que el paro siguiera a toda costa, hasta sus últimas consecuencias"; los puntos sobre libertad de expresión, que los gremios consideraban inamovibles, se calificaban de "políticos". Por último- acusó la Cámara Central de Comercio el 1° de noviembre -, ese día, hallándose las conversaciones a punto de desembocar en una solución, el Gobierno les había puesto fin, alegando que los dirigentes gremiales carecían de representatividad. Ellos replicaban acordando "mantener con mayor decisión y vigor que nunca el movimiento nacional de solidaridad gremial".
Noviembre se iniciaba así, en medio del más peligroso y absoluto impasse: la mayor parte del comercio no alimenticio de Santiago, la casi totalidad de los transportistas, la mayor proporción de los bancarios y la aplastante mayoría de los profesionales, llevaron con su huelga al país al borde del completo colapso económico. El gobierno respondía con más querellas, escandalosas requisiciones y apertura forzada de céntricos negocios, "zonas de emergencia", toques de queda y la enloquecida cadena radial de la OIR
MINISTERIO CON MILITARES, FIN DEL PARO
Hallándose así el país al filo del caos, una acusación constitucional del CODE, que visaba a cuatro ministros, y a varios intendentes, por sus respectivas actitudes durante el paro, precipitaría los acontecimientos.
El dos de noviembre, en efecto, juraba un nuevo gabinete, incluyendo tres uniformados y dos dirigentes de la CUT, en su seno. El nuevo Ministro del Interior declaró con énfasis que la presencia de las Fuerzas Armadas no implicaba "un compromiso político, sino una colaboración patriótica en aras de la paz"(10).
Este anuncio hizo reabrirse las conversaciones. Se intercambiaron diverso documentos y, por último, el domingo 5 de noviembre en la tarde, se leyó una declaración respuesta de gobierno al petitorio de los gremios. Al caer la noche, los dirigentes, por cadena voluntaria de emisoras suspendían el paro, y ordenaban la vuelta al trabajo, "por el interés supremo de Chile". "Creemos que el gran vencedor de sete movimiento es Chile, porque se han logrado metas importantísimas; entre otras: el chileno sabe ahora que puede hacer oír su protesta, y que no tiene porque aceptar, callado, atropellos y vejámenes", sintetizaba Rafael Cumsille (11).
Economía apocalíptica
Racionamiento, Desabastecimiento, Mercado negro… y 195.5% de inflación.
La situación económica y política, social y cultural del país, no puede ser peor. Chile batió el récord mundial de inflación, con un 143%. El Banco Central daba a conocer que ese año se emitieron billetes por un total de 36.367 millones de escudos, lo que implicaba un incremento del 174.4% en relación con el año 1971. En una reunión de alto nivel del partido comunista, el Ministro de Hacienda, entregaba estadísticas igualmente sombrías: las 140 empresas estatizadas dejaron en 1792, 50.000.000 de escudos de pérdidas; durante el sólo mes de octubre hubo que imprimir 6.000.000 de escudos para tapar su enorme "forado financiero"; y un tercio del presupuesto fiscal de 1973 es gastaría en comprar alimentos extranjeros.
La exasperación del consumidor chileno con la inflación y el desabastecimiento, se demostraba en hechos diarios de violencia. Calama: 200 personas asaltaban dos camiones que llevaban carne argentina para Antofagasta, obligándolos a enfilar al matadero de la ciudad que (dijo una vecina) no recibía "ni huesos, de parte de las autoridades".
RACIONAMIENTO, AMARGA MEDICINA
A pesar de la proximidad de las elecciones parlamentarias, el gobierno decidió enfrentar el problema. El Ministro de Hacienda, anunciaba, por cadena de radio y televisión, que el racionamiento había llegado a Chile: "El Gobierno tiene conciencia de que existe un conjunto de dificultades, derivadas de la escasez de productos indispensables para el consumo; de especulación desenfrenada; y del mercado negro, dificultades que han tendido ha agravarse en el último tiempo" (12).
Las revelaciones del Ministro provocaron una avalancha. El ex Presidente Frei, las definió como "una acción clara y definitiva para el control totalitario del país". El senador DC, Juan Hamilton, calificó el discurso de "descarado y siniestro". "Los que han hundido al país en el hambre, quieren imponer la dictadura por el estómago. El que no se someta a las JAP y a la UP, no comerá"(13).
El comentario oficial, inefable, del Gobierno, lo transmitió Bosco Parra: "No es racionamiento- dijo -. Por el contrario, es una búsqueda de solución a los problemas que existen. Se trata del establecimiento de normas de identificación de necesidades.
El propio Allende, intentó minimizar el problema, diciendo: "No habrá racionamiento alimenticio, sino una distribución verdaderamente equitativa y humana de los artículos esenciales para el consumo familiar".
¿QUIÉN ABASTECE AL MERCADO NEGRO?
Pero dos hechos no admitían discusión: que el mercado negro existía… y que requería una fuente de abastecimiento. ¿Dónde estaba ella?. La distribución íntegra se canalizaba por sólo dos empresas: CENADI, propiedad de todos los trabajadores del comercio del país, y DINAC, la distribuidora estatal, que había englobado a las antiguas firmas particulares. Al mismo tiempo había serias denuncias sobre acaparamientos… sospechosos síntomas del Mercado negro, 700 toneladas de arroz fueron descubiertas en una bodega no declarada de la ECA, en Antofagasta. Osorno: DINAC tenía – aseveraba el Alcalde de la ciudad – 18.000 tarros de nescafé, de medio kilo cada uno, y otras cantidades inusitadas de otros productos que también faltaban en el mercado. Per el hallazgo más grande fue el que se hizo en las bodegas DINAC de Lo Hermida: 3.061 sacos de té, de 30 kilos cada uno; 2.069 cajas de 12 kilos cada una, de leche en polvo; 2.800 bolsas de azúcar; 32 máquinas de lavandería y tintorería; 100 metros cuadrados de hilos de distintos colores, etc.
A la escasez de alimentos se sumaban auténticas batallas por el balón de gas. Gasco, que abastecía aproximadamente al 60% de los santiaguinos, no había recibido un solo balón nuevo, y la escasez era tal que el balón corriente, de valor oficial de 500 escudos, se transaba en el mercado persa a cinco veces ese precio.
Por su parte, el Colegio Médico comunicaba a Allende que el desabastecimiento de medicamentos en las farmacias estaba llegando a límites pavorosos. En muchos hospitales ha debido dejarse de practicar intervenciones quirúrgicas que son de urgencia, por falta de medicamentos.
El desabastecimiento de repuestos también era impresionante y afectaba directamente a toda la población, pues – hallándose parados el 30% o más de los vehículos de locomoción colectiva – tenía que dirigirse a pie a sus trabajos. La mitad de los camiones de la basura de Santiago no podía realizar su tarea diaria, por el mismo motivo, y la falta de repuestos alcanzaba, además a 250 de las 500 locomotoras que poseía Ferrocarriles del Estado, y la mitad de las grúas del Puerto Barón, en Valparaíso
"EL PAN NEGRO DE CADA DÍA"
Seguramente hace veinte siglos, cuando los cristianos aprendieron a rezar el Padre Nuestro, jamás imaginaron que algún día existiría un pueblo en la historia para el cual ese "pan nuestro de cada día", sólo se conseguiría a través de enormes sacrificios y de largas e interminables colas a sol y sombra.
Porque en Chile, el pan, el mismo de "contigo pan y cebolla", también pasó a formar parte de la élite de productos "conflictivos, y aunque todavía existía, todas las dueñas de casa saben también cuanto cuesta conseguirlo…
En el año 1972, un grave desabastecimiento, con tendencia a ser virtual racionamiento de pan, se inició en Santiago y las colas ya habituales frente a todo tipo de negocios, se hicieron interminables ante las panaderías de la capital.
Para paliar en parte el problema, los industriales panaderos estudiaron dos alternativas: ofrecer al público un pan que, "tanto en el color de la miga, como en la calidad del producto" provocaría protestas; o dejar de amasar y vender en domingos y festivos. Por falta de stock harineros para abastecer la demanda, habría que mezclar harina con harinilla y otros elementos del trigo, lográndose así un pan oscuro y pererecible. Era la primera solución. Prefirieron (entonces), la segunda: acostumbrar a la población a no comer pan los días de fiesta
Los militares se van y el caos llega…
El gabinete con militares sobrevivió apenas las elecciones parlamentarias. El 27 de marzo, lo reemplazaba uno puramente civil… y puramente UP, encabezado por el ex diputado socialista Gerardo Espinoza.
"Salvador Allende no ha tomado conocimiento del resultado de la elección parlamentaria", comentó sarcásticamente Julio Durán, radical opositor. Pero la observación no era justa. El presidente no hubiese querido sino conservar a sus Ministros uniformados. Ni aun la resistencia a éstos en la ultraizquierda unipopular – resistencia cada día más virulenta – habría doblegado a Allende en ese propósito. Fue el deseo de las propias Fuerzas Armadas, la causa determinante de su retiro.
La puerta de salida no podía ser más obvia y conveniente: el motivo básico para entrar al Gobierno había sido facilitar la elección de Marzo; verificada ésta, los uniformados volvían a sus cuarteles… "Misión cumplida".
Hubo, parece, una gestión de Prats, de última hora, para que Allende y la UP aceptasen ciertas condiciones, bajo las cuales las FF.AA. Hubiesen podido continuar en el gobierno: la gestión, y las condiciones, se vertieron en un memorándum, que el presidente y los comunistas habrían aceptado, pero que el PS rechazó de manera terminante.
HACIA EL ENFRENTAMIENTO
Uno de los puntos del memorándum militar habría sido la disolución inmediata de los grupos armados y la aplicación intensiva de la Ley de control de armas. En pocos días, en efecto, se habían reiterado los incidentes con grupos paramilitares. El nueve de marzo, las FF.AA. de Valparaíso se acuartelaron cuando el MIR y su "frente obrero" cumplieron una serie de tomas que, estratégicamente, sitiaban al Regimiento "Coraceros". El 16 de marzo las cosas pasaron a mayores en La Reina, parcela 64. Dicha parcela estaba en vías de expropiación por CORMU; la contigua ya había sufrido esa suerte, y estaba ocupada por un campamento unipopular. Desde éste la parcela 64 era mirada con apetito, habiendo sido objeto de varios intentos de invasión. Los dueños de la parcela la tenían custodiada por "amigos" – "mercenarios… armados hasta los dientes", dijo después el Intendente Faivovich – que alojaban en carpas.
Dos de estos feroces "mercenarios" – Enrique González y Sergio Vergara, de familias modestas, y respectivamente de 16 y 17 años de edad- no alcanzaron a hacer uso de su supuesto armamento. La madrugada del 16, los pobladores de la parcela vecina, dirigidos por dos funcionarios de CORMU, invadieron el terreno de la N° 64 y dispararon contra las carpas; los dos infelices muchachos murieron sin despertar. La UP ni siquiera condenó el atentado.
EL CAOS A LA VISTA
En la izquierda, la lucha MIR-PC se hizo frontal. El pleno comunista calificó al MIR de "factor de división del movimiento popular"; su política, agregó, era suicida (14). El MIR respondía con nutridas andanadas contra los reformistas, en las cuales al blanco centra era el comunismo, pero tocándole también algunas balas al compañero Presidente en persona.
La pugna de los grandes de la UP, pasó a los chicos. Al día siguiente de la elección parlamentaria, esa pugna reventó en el MAPU. El bando pro comunista, dio un auténtico golpe de Estado, cuya víctima fue la directiva oficial de la colectividad, presidida por Garretón. Pero los "garretonistas continuaron afirmando ser ellos los auténticos dueños del MAPU. Sin embargo, el bando contrario se apoderó a viva fuerza de los locales del partido y de su radio "la Sargento Candelaria.
FURIAS POLÍTICAS Y GREMIALES
Junto con descomponerse el panorama interno de la UP, se descompuso el panorama político. Asimismo aquí la salida de los Ministros- Generales rompió el dique de la legalidad, por precaria que ésta fuese. Pues de inmediato el gobierno envió un decreto de insistencia, para regularizar la estatización de 42 industrias y empresas requisadas. Era lo que los militares habían impedido durante cinco meses… y era también una bofetada a los conciliadores de la DC, quienes por el mismo lapso, habían conseguido que el Senado no se pronunciase sobre el veto de Allende a la reforma Hamilton de la constitución, sobre las "áreas" económicas. Ese veto ya había sido rechazado por la oposición en la Cámara; si el senado hacía otro tanto, se plantearía un insoluble conflicto de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo. Poco después, el Senado rechazaba también el veto de Allende, quien intentó que su tesis – o sea que no se habían alcanzado las mayorías necesarias para el rechazo – fuese refrendada por el Tribunal Constitucional, pero éste la declaró incompetente.
El último frente interno que minaba al gobierno, el gremial, fue asimismo descomponiéndose, y rodando hacia un nuevo paro. Todavía el caudillo transportista, León Vilarín afirmaba: "Chile no resiste ni merece otro paro". Pero dos semanas después aseguraría: "Si queremos salvarnos de la dictadura marxista, hay que dar la cara".
La mecha de la bomba gremial fue El Teniente. Sucesivos sindicatos se plegaron, desde el 19 de abril, a una huelga para mejorar las remuneraciones: la inflación las había carcomido. El 2 de mayo el paro ya era total. La provincia fue puesta en estado de emergencia, y luego el conflicto se iría ampliando y envenenando. El 31, Chuquicamata se encontraba igual y totalmente paralizada, y en Rancagua se sucedían los incidentes callejeros, con numerosos heridos, la radio local tomada por las mujeres de los mineros, y finalmente uno de los mineros muerto en enfrentamiento con la policía. El 14 de junio, 5.000 mineros huelguistas marchaban sobre Santiago por la carretera Longitudinal.
El Intendente los detuvo en el puente del Maipo con barreras de motoniveladoras, y un verdadero ejército de carabineros, incluyendo varias tanquetas. Pero los mineros dispersándose en distintas direcciones, lograron llegar en gran número a Santiago. La Universidad Católica los cobijó. Los días que siguieron, mineros y estudiantes protagonizaron violentísimos incidentes en Santiago, culminados el 19 de junio, con una gigantesca "Marcha de la democracia", salida desde la casa central de la UC y cuyo orados principal fue el líder de El Teniente, Guillermo Medina.
EL "TANQUETAZO"
Amaneció así, el 29 de junio. El día anterior se había descubierto un misterioso "contacto" entre jefes de Patria y Libertad y oficiales del Blindado N°2, cuyo comandante era el Teniente Coronel Roberto Souper. Un teniente de aquel blindado fue arrestado en el Ministerio de Defensa, por dichos "contactos". Se ordenó que Souper entregara el mando a la mañana siguiente. En vez de hacerlo, el Teniente Coronel, enfiló hacia La Moneda con siete tanque, dos jeep y varios camiones. Los sucesos siguientes fueron cinematográficos:
9,05: Los tanques abren fuego contra el palacio. Lo responden desde el interior carabineros e investigaciones; y desde el Banco del Estado, Central y la torre Entel, francotiradores civiles de ultraizquierda.
9,08: Un tanque derriba la reja del Ministerio de Defensa, destrozándola, sube por la escalinata de mármol, mientras su ametralladora dispara a todo vapor, y libera al Teniente detenido la noche anterior.
9,15: Avisados el General Prats y Allende, el primero asegura la lealtad de las otras unidades militares de Santiago, y el segundo en Tomás Moro, hace llamados por radio al pueblo.
11,46: Prats obtiene por persuasión que se rindan los tanques.
Solo quedaba reducir al Blindado N°2. La operación a cargo del Tacna fue dolorosa; se cumplió esa misma mañana. El pánico civil también había sido digno de verse. Souper fue llevado detenido al Ministerio de Defensa, y numerosos dirigentes de Patria y Libertad, se refugiaron el las embajadas de Colombia y Ecuador. Las víctimas fatales de la jornada superaban las veinte
Preparando la guerra civil
El "tanquetazo" fue el detonante para los enfrentamientos que iban a venir. El llamado de Allende y de la CUT a ocupar las fábricas y a movilizar a los cordones industriales hizo más tensas las relaciones con la oposición. Diversos incidentes, protagonizados por grupos de izquierda que se organizaban para armarse, llevaron a las Fuerzas Armadas a aplicar con todo vigor la Ley de control de armas. El fantasma de la guerra civil es una realidad que se aproxima y se hace cada vez más tangible día a día.
EL CONTROL DE ARMAS, PIEDRA DE LA DISCORDIA
Las denuncias de entrega de armas hechas por parlamentarios de oposición, pusieron en movimiento a las Fuerzas Armadas. Cumpliendo con la Ley N° 17.768, que entregaba el control de armas a esos institutos, desde el domingo 8 de junio se sucedieron los allanamientos:
Valparaíso: La madrugada de ese domingo, personal naval acordonó el sector de la calle Errázuriz, donde estaban las bodegas de DINAC, la distribuidora estatal, y procedió al allanamiento de armas cortas, bombas molotov y otros explosivos caseros, además de abundante material para fabricarlos.
Santiago: Simultáneamente con el allanamiento de DINAC, la FACH en un operativo espectacular, con más de 200 hombres de la base de El Bosque, y la participación de tres helicópteros, ocupaban el Cementerio Metropolitano, en busca de armas. La FACH no dio cuenta del botín, sin embargo testigos, vieron como hasta los helicópteros, llevaban cajas con armamentos y eran detenidos los tres nocheros por portar armas sin permiso.
Al azar – el choque de una camioneta del CORA con un taxi – permitió otro hallazgo importante. Con el impacto del choque, saltaron varias cajas y un pequeño ataúd blanco. Pero este no contenía ningún "muertito", sino 14 metralletas, al parecer de origen checo. Una de las cajas, por su parte, contenía 60 detonadores para dinamita, guías, mechas y numerosa documentación, incluso planos de cuarteles policiales y del Ejército y de servicios públicos como la luz y el teléfono.
EVITANDO LA GUERRA CIVIL: EL DIALOGO
El "tanquetazo" cerró el antepenúltimo mes de los mil días unipopulares. Los dos meses postreros estarían dominados por el fantasma de la guerra civil. Frente a él, en forma confusa, Allende y la UP siguieron dos líneas paralelas… aunque contradictorias:
Por una parte, preparar el enfrentamiento, acumulando febrilmente armas y explosivos, fortificando posiciones y diseñar estrategias más o menos razonables para la lucha; en todo esto eran secundados, peor aun, por el MIR;
Por otra parte, intentar prevenir o al menos retardar aquel enfrentamiento, sin que sepamos a ciencia cierta si procedían en ellos sinceramente, o sólo a la espera de una situación más favorable para ganar la guerra civil.
¿UN GOBIERNO ILEGÍTIMO?
Allende y parte de la UP presionaron hacia el "diálogo", intentando dividir a la oposición, y alarmados por el hecho de que ésta cuajaba el concepto de que el gobierno había caído en ilegitimad; ello por dos razones fundamentales:
La reforma constitucional. Allende no pudo hallar respaldo a su tesis sobre los vetos opuestos por él a la reforma Hamilton, o de las tres áreas. Allende buscó una nueva salida: promulgar parcialmente la reforma Hamilton. Envió el decreto respectivo a la contraloría. Esta se negó a darle curso; la promulgación parcial, dijo, era imposible.
El fraude electoral. A lo anterior se sumó, el 17 de julio, un campanazo dado en canal trece por el decano de la Escuela de Derecho de la UC, Jaime del Valle, "chilenos y chilenas: nuestra nación es víctima de una infamia". Esta, consistía en haberse perpetrado, en las últimas elecciones parlamentarias, un fraude masivo -¡¡¡200.000 sufragios!!! – para beneficio de la UP y sus candidatos. El fraude se había cometido mediante la inscripción múltiple de una misma persona en varias comunas, con su identidad real o con ésta y además otras falsificadas, para así llegada la elección, votar esa misma persona varias veces. Organizando el delito en forma sistemática, a lo largo del país entero y a escala gigantesca, habría adulterado totalmente los resultados electorales.
LAS RAZONES DE UN FRACASO
El diálogo había naufragado porque los dos dialogantes lo entendían de distintas maneras.
Para Allende y la UP, el objetivo era un acuerdo completo y detallado sobre una reforma constitucional, y además sobre siete u ocho leyes complementarias, importantes y complejas. Esto suponía estudios previos, comisiones y tiempo. La DC no rechazaba de plano la idea de Allende respecto al diálogo, pero le ponía una condición previa: una tregua pacificadora. Esta a su turno, comprendía ciertos puntos concretos y amargos para la UP: promulgar íntegra la reforma Hamilton, devolver las industrias ocupadas, desarmar los grupos paramilitares. Sintetizando, a un gobierno que había "intervenido" tantas empresas. La DC, le pedía que aceptase ser intervenido, él mismo por los militares. El día 31 de julio, cualquier posibilidad de dialogo estaba cerrada.
Ahora (pensaba Allende) sólo quedaban dos salidas disponibles: o el Ministerio Militar, pero en los términos de la UP y no en los planteados por la DC, o el enfrentamiento, la guerra civil…
A las 0 horas del 25 de julio, los transportistas afiliados a la Confederación de dueños de camiones, reeditaron, "corregido y aumentado" su paro de octubre del 72, que tuvo tan sensacionales consecuencias políticas.
Esta vez, sería – dijeron los transportistas – una "pelea definitiva". Para ella, no quisieron aliarse ni con los gremios que los acompañaron en octubre, ni con los partidos opositores. En cambio se apoyaron en los demás sectores de los rodados: microbuseros, taxibuseros y taxistas. Además aprovechando la experiencia de octubre, se prepararon cuidadosamente: desde antes de la hora cero, empezaron a ocultar sus camiones.
"El movimiento declarado por el sector de los camioneros es totalmente distinto al que se registró en octubre del 72… no tiene ninguna justificación ya que el gobierno ha cumplido todos los acuerdos"(15).
Lentamente el paro comenzó a surtir su efecto de asfixia sobre la economía. Los primeros síntomas fueron la escasez de combustibles – agravada por una seguidilla de atentados terroristas contra las bencineras y los camiones estanques – y de verdura y harina y ortos perecibles. Al mismo tiempo una ola de violencia se desató contra camiones que rompían el paro, trenes, vías férreas y microbuses rurales.
EVITANDO LA GUERRA CIVIL: EL GABINETE DE LOS COMANDANTES
El mes de agosto del 73, Allende persiguió con ahínco – y obtuvo fugazmente – lo que él mismo calificó de "última oportunidad": un nuevo gabinete militar, más aún, conformado por los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Fracasado el diálogo con la DC, era ésta, en el criterio unipopular, la postrera salida… pacifica. Quedaba también la guerra civil, de ninguna manera descartada. Allende y sus consejeros, como el catalán Joan Garcés, pensaban que tenían una chance de ganar la guerra civil, con los carabineros, parte del Ejército, los grupos paramilitares de la UP y del MIR. Sin embargo, preferían evitar el conflicto, o retardarlo mientras completaban sus preparativos bélicos; ambas cosas querían lograrlas a través del "Gabinete de los Comandantes". Si la resistencia ultra a las FF.AA. continuaba, Allende en cambio, y sus asesores menos recalentados cerebralmente, veían acercarse a pasos gigantescos, o el derrocamiento, o la guerra civil. Impulsaban, pues, el gabinete de los comandantes hallaron un aliado desicivo en el del Ejército, General Prats; éste envuelto por la habilidad dialéctica de Allende, se había separado de la oposición; ésta ya no le creía ni siquiera imparcial.
Sin embrago, ya hacia el 21 de agosto, el descontento interno de la alta oficialidad del Ejército con su comandante, estalló de manera imprevisible y espontánea, incluso de las señoras de los Generales; de este modo resolvió abandonar su cartera ministerial y el Ejército, señalando "Yo no podía quebrar el Ejército".
MARCHANDO HACIA EL 11 DE SEPTIEMBRE
El General Augusto Pinochet, sucedió a Prats; la institución misma se conservó monolítica y vertical.
Carabineros no había cambiado de mando. Allende los sentía seguros, porque eran de su confianza el General Director y las antigüedades siguientes En la Armada el lugar estaba menos definido, a uno y otro lado en su jefatura. El Almirante Montero terminó por presentar su renuncia, pero Allende la rechazó, pues el sucesor lógico y querido por la Institución era el Almirante José Toribio Merino, quien no ocultaba sus diferencias con el gobierno marxistas El 29, un comando extremista de la empresa INDUGAS, intervenida, dio muerte, sin motivo alguno a balazos al Subteniente Héctor Lacrampette. Se robusteció la idea de que los ultras estaban dispuestos al enfrentamiento final con los militares.
De este modo… los dados estaban echados.
La UP se prepara:
Por un lado descartado el diálogo y después el Gabinete de los Comandantes, Allende y sus seguidores creyeron inevitable la guerra civil, e iniciaron sus preparativos. Suponían que Carabineros se mantendría fiel al Gobierno, lo mismo que una parte de Ejército, y con ellos, más los grupos paramilitares de la UP, el "pueblo armado de los cordones industriales", y el MIR, cabría imponerse sobre la Armada, la Aviación y el sector sublevado del Ejército. El 21 de agosto fue la fecha clave, según el asesor presidencial Joan Garcés. Entre el 17 y el 20 se temió en La Moneda la insurrección de la FACH, por causa de la renuncia impuesta a su Comandante, General Ruiz. Alejado este problema, la inquietud del mandatario y sus lugartenientes se trasladó al Ejército, con la manifestación de las mujeres de altos oficiales, frente a la casa de Prats. Fue dicha manifestación, acaecida el 21 en la tarde, la que convenció a Allende de la inminencia de un golpe.
A mediados de septiembre tenia lugar para los de la UP, la ejecución del llamado "plan Z, publicado después del pronunciamiento militar, para la sangrienta purga de uniformados contrarios al régimen. Si bien el Plan Z, no lleva firma, ni se ha establecido su autoría, su estructura, redacción y propósitos son coherentes, y corresponden (así como el lenguaje) a los comunes en la ultraizquierda. El plan Z comprueba que los preparativos de Allende para enfrentar la posible guerra civil, continuaron, a lo menos en ciertos niveles de la UP y sectores afines. Si bien nadie puede afirmar que Allende conociera el Plan Z y menos que lo aprobara. Más aun, es claro que con los fracasos sufridos en Ejército y Armada, el Presidente y sus consejeros mas oídos decidieron aplazar la guerra civil… ganar tiempo. Empezó a jugarse, así, con la idea de un plebiscito. Este plebiscito, no tenía nada que ver con la reforma Hamilton (o de las tres áreas) de la Constitución, que Allende pudo pero no quiso convocar, y cuyo plazo había vencido hace ya bastante tiempo. El plebiscito de ahora, primeros días de septiembre, sería citado para que el pueblo se pronunciara sobre una eventual renuncia del propio Allende. Esta consulta no figuraba en ninguna parte de la Constitución, pero el Presidente quería hacerla de todos modos, pues su objetivo era, ganar tiempo, o bien- venciendo en el plebiscito- meter un gol político y propagandístico
Los militares se preparan
Era el día D, hora H… el día y hora señaladas para el pronunciamiento militar por los Supremos Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden (en el caso de Marina y Carabineros, los titulares nominales, ya destituidos de hecho por el Almirante Merino y el General Mendoza.
Entre el viernes y el sábado, aquellos días y horas decisivos, habían sido fijados de la manera siguiente: el Almirante Merino los propuso, firmando al efecto un papelito, el cual fue traído Santiago por el Almirante Huidobro, y suscrito a su vez, por el General Leigh y, en último termino por el General Pinochet. Carabineros recibieron su aviso el domingo, con el santo y seña convenido: "la reunión de la Cooperativa Ositos será el… a las… horas".
El día D, por supuesto era el 11 de septiembre; la hora H, las 6 AM en el puerto y las 7 AM en la capital. Pero todo esto significaba sólo la culminación de un largo y complejo proceso que había durado varios meses, y que comprendía:
En cada Institución- Ejército, FACH, Armada y Carabineros -, aisladamente, la "toma de conciencia" en cuanto a la necesidad del pronunciamiento militar, y la elaboración de dos tipos de planes: cómo controlar la Institución misma, internamente, llegado el día D, y cómo realizar el pronunciamiento, una vez asegurado el manejo de la Institución. Y
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