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Historia de la economía argentina (página 2)

Enviado por manuelr


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Gobierno de Arturo Rawson:( 04 al 07 de Junio de 1943)

El levantamiento militar triunfante el 4 de junio de 1943 designó Presidente de la República al General Arturo Rawson, quien debido a disidencias dentro del movimiento duró en el Poder solamente tres días (del 04 al 07 de junio de 1943) y fue reemplazado por el General Pedro Pablo Ramírez.

Gobierno de Pedro Pablo Ramírez (1943 – 1944)

El General Pedro Pablo Ramírez asumió la presidencia en reemplazo del general Rawson, había sido Ministro de Guerra de Castillo y contaba con el respaldo del G.O.U. (Grupo de Oficiales Unidos), Logia militar que participó de la revolución de junio del '43.

La creciente producción que genera la Segunda Guerra Mundial en la Argentina crea la necesidad de una entidad financiera que movilice los fondos para el fomento de la industria. Atendiendo esta necesidad el gobierno de facto del general Pedro P. Ramírez crea en 1944 el Banco de Desarrollo Industrial Rápidamente, la entidad se convierte en el principal proveedor de crédito bancario a las empresas industriales en crecimiento. Estas son, básicamente, las que ven posibilitada su expansión por la demanda del mercado interno ante la falta de productos importados. Y por otro lado, aquellas dedicadas a satisfacer la demanda de los Estados en conflicto, en ciertas áreas a las cuales no se pueden dedicar por estar abocada la mayor parte de su potencial a la fabricación de elementos necesarios para la guerra. Durante esta primera etapa el banco canaliza sus préstamos y adelantos hacia las pequeñas fábricas y talleres artesanales dedicados a la fabricación de alimentos, bebidas, tabaco, productos textiles y vestimenta.

Gobierno de Edelmiro J. Farrel (1944 – 1946)

El 1 de marzo de 1944 asumió la primera magistratura el General Edelmiro J. Farrell dispuesto a abandonar el neutralismo si los sucesos bélicos preanunciaban el éxito aliado.

El 27 de marzo de 1945, cuando ya se evidenciaba la derrota del Eje, el gobierno argentino le declaró la guerra a Japón y Alemania.

Primer aguinaldo para los trabajadores.

El 20 de diciembre de 1945, el Poder Ejecutivo dispuso que industrias y empresas privadas de todo el país paguen, en forma obligatoria, el aguinaldo o sueldo anual complementario. Para que dichas obligaciones patronales se cumplan, se crea el Instituto Nacional de las Remuneraciones. Quedan excluidos de los beneficios otorgados por dicho decreto-ley el servicio doméstico, los empleados de entidades de servicios públicos y empleados del Fisco nacional, provinciales y municipales. Dentro del pago que realizan los empleadores, el Instituto antes nombrado destina un porcentaje al turismo nacional.

  • Censo Industrial

En 1946 se realiza un censo industrial en todo el país. Los resultados indican que existen más de 86.000 establecimientos industriales. Casi 85.000 están dedicados a manufacturas, de los cuales 18.300 se dedican a productos alimenticios y bebidas. Los fábricas textiles son alrededor de 2.100 y se dedican a la confección de ropa más de 10.000. Comparadas con el censo realizado en 1939, las cifras muestran que el aumento del total de fábricas instaladas en el país alcanza los 36.000 establecimientos. En 1939, del total de establecimientos que apenas superaba los 50.000, aproximadamente 49.100 estaban dedicados a la producción de manufacturas, de los cuales 13.300 se dedicaban a alimentos y bebidas, 1.000 a la industria textil y 6.200 a la confección de ropa. En aquel censo de 7 años atrás, los establecimientos registrados que se dedicaban a la producción de maquinarias y vehículos alcanzaba la cantidad de 8.000. En el realizado en 1946, en cambio, esa cifra aumenta a 12.300, es decir un 30 % más.

Gobierno de Juan D. Perón (1946 – 1952)

En la primera etapa se desarrollo una política diseñada para un período de posguerra. Miranda especuló con la posibilidad de una nueva guerra y puso en marcha el plan quinquenal comprando equipos industriales, y material bélico. La exclusión Argentina del plan Marshall en 1948 agudizó la crisis, al reducirse las reservas de oro y las divisas Perón decidió entonces un cambio drástico en la política económica. Nombró para ello un nuevo equipo encargado de ordenar la situación reduciendo el déficit en la balanza de pagos y obteniendo un préstamo en los Estados Unidos.

Plan Quinquenal: 1947 – 1951. Este fue presentado el 21 de octubre de 1946 ante el poder legislativo y se informó de su puesta en marcha desde el 01 de enero de 1947. Constaba de cuatro aspectos fundamentales para su éxito:

– Prever las necesidades de materia prima de origen nacional, combustibles, energía eléctrica (hidráulica y térmica) maquinarias y transportes.

Conocimiento y verificación del estado y eficiencia de los sistemas de explotación, producción y distribución de esos elementos.

– Desarrollar el programa mínimo de inversiones y obras necesarios para asegurar los suministros de materias primas, energía y combustible y desarrollar así la industria y agricultura.

– Descentralizar la industria, diversificar la producción, crear fuentes de energía, vías de comunicación, medios de transporte y aumentar los mercados consumidores.

Se incluyeron también una serie de medidas para reformar la educación en todos los niveles, organizar la sanidad y los servicios públicos.

  • La Reforma Constitucional de 1949

El 03 de septiembre de 1948 Perón anunció al país la próxima reforma de la Constitución Nacional.

El 09 de marzo de 1949 se aprobaron sin discensos las reformas propuestas.

Las principales reformas incorporadas incluían los derechos del trabajador, la familia y la ancianidad, el derecho a la propiedad privada con una función social y el capital al servicio de la economía nacional. Por el artículo 40 se nacionalizaban los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas y las demás fuentes de energía exceptuando los vegetales. Nacionalizaba también los servicios públicos y prohibía su enajenación o concesión a particulares. No estableció un monopolio rígido estatal sino que prohibió el lucro privado permitiendo sociedades mixtas o cooperativas.

Segundo Gobierno de Perón (1952 – 1955):

En lo económico esta etapa de crisis e inflación contrastó con la de los primeros tiempos y lo llevó al Presidente a revisar más de un tema de su política de gobierno.

A partir de 1953 se dio un acercamiento entre los EE.UU. y la Argentina, se alentó la incorporación a la economía nacional de capitales extranjeros.

Logró una serie de importantes acuerdos económicos con Chile, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Nicaragua y finalmente con Brasil, la Unión Económica. Estos acuerdos estipularon la reducción de las barreras aduaneras, liberación de impuestos de ciertos productos y la apertura de una línea de crédito entre los países firmantes.

Fue sancionada una Ley de Inversiones Extranjeras, duramente cuestionada por la oposición, que tuvo como objetivo alentar la participación del capital privado en áreas claves de la economía, como la energética.

El ritmo inflacionario se desaceleró notablemente desde la última parte del año ' 52 y se produjo un crecimiento de las exportaciones agropecuarias en 1953.

Segundo Plan Quinquenal.

El 1 de enero de 1953 entró en vigencia el Segundo Plan Quinquenal. En él se admitía el "estrangulamiento" que se presentaba en el comercio exterior, en el transporte, la energía y la producción agropecuaria. Por estas razones se estableció un orden de prioridades en materia de inversiones públicas: 1) agro, energía, minería, siderurgia, química; 2) transporte, vialidad, obras sanitarias e hidráulicas; 3)puertos y vías navegables, comunicaciones y desarrollo forestal.

En 1953 se dictó una nueva ley sobre inversiones extranjeras. Se firmaron convenios con Mercedes Benz, Kaiser Motors y Fiat para producir automotores y tractores. Se negoció un préstamo con el Eximbank para financiar la acería de San Nicolás, el antiguo proyecto del General Savio tantos años demorado.

La crisis energética obligó a Perón a replantear lo dispuesto por el art. 40 de la Constitución de 1949 que establecía que las riquezas del subsuelo eran propiedad imprescriptible e inalienable de la Nación. El país no podía gastar sus reservas de divisas en la compra del 60% de los combustibles que utilizaba. En abril de 1955 el gobierno firmó contrató con la Standard Oil de California para la explotación de un área de 50.000 Km. ² en el sudoeste de la provincia de Santa Cruz. El proyecto no logró salir del Congreso porque el propio movimiento peronista hizo imposible el cambio de rumbo que su líder reclamaba.

Gobierno del General Eduardo Lonardi (23/09 1955 – 13/11/55)

El General Eduardo Lonardi, que había dirigido la llamada "Revolución Libertadora" desde Córdoba, llegó a Buenos Aires el 23 de setiembre del 55 para asumir la Presidencia de la Nación.

Desde el balcón de la Casa Rosada expresó en su discurso que no habría ni vencedores ni vencidos y que el régimen instaurado duraría lo mínimo necesario para reorganizar el país.

Gobierno de Pedro E. Aramburu (1955-1958)

Como resultado de un golpe interno en las Fuerzas Armadas asumió la Presidencia Provisional de la Nación el General Pedro Eugenio Aramburu en noviembre de 1955.

Inmediatamente la C.G.T. declaró una huelga general a la cual el gobierno respondió con la intervención a la central obrera, que fue ocupada por fuerzas de la Infantería de Marina y se detuvo a varios dirigentes.

Las universidades fueron intervenidas. Los docentes comprometidos con el peronismo fueron expulsados y, en cambio, pudieron regresar aquellos exiliados en la década anterior.

Se estableció un nuevo Estatuto Universitario que estableció el gobierno tripartito: docentes, estudiantes y egresados.

La C.G.T. y casi todos los sindicatos fueron intervenidos.

  • Las medidas económicas de la "Revolución Libertadora.

El General Lonardi nombró Ministro de Economía a Raúl Prebisch, técnico de las Naciones Unidas, quien aconsejó adoptar medidas para evitar la inflación ante la pérdida de divisas y la descapitalización provocada por la gestión de Perón.

Argentina se sumó a los Convenios de Brettón Woods y se convirtió en miembro del Fondo Monetario Internacional.

El IAPI desapareció, pero no significó esta medida la liberación por completo del comercio exterior de cereales.

Se restablecieron la JUNTA NACIONAL DE CARNES y la JUNTA NACIONAL DE GRANOS, reguladoras de estos productos.

La C.A.P. (Corporación Argentina de Productores de Carne) fue entregada a los productores.

Fueron concretadas en este período obras que emprendió el gobierno peronista. Algunas de ellas fueron: inauguración en 1957 de la Superusina de San Nicolás, en el Paraná, proveedora de energía para Buenos Aires y sus alrededores; instalación de la industria automotriz KAISER INDUSTRIES CORP en Córdoba.

En Río Turbio se creó un ente estatal para explotar los yacimientos de carbón.

Se construyó el oleoducto Campo Durán – San Lorenzo y se descubrieron nuevos yacimientos de hidrocarburos en Mendoza.

En Zárate comenzó la producción de poliestireno.

En líneas generales las medidas adoptadas resultaron insuficientes para revertir la situación del país en lo económico.

Gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962)

  • El Desarrollismo

La situación económica requería medidas urgentes, para lo cual Frondizi había anunciado su "PLAN DE ESTABILIDAD Y DESARROLLO" que consistía en la eliminación del dirigismo estatista en el mercado.

El control de cambio y los permisos de importación se suprimieron.

Desapareció el control de precios de venta de productos pecuarios y se terminó con los subsidios al consumo.

En los dos primeros meses de 1959 se registró una importante suba de precios que luego tendió a estabilizarse.

En julio de 1958 había anunciado su nueva política petrolera, tendiente a firmar convenios con empresas extranjeras para la extracción, con la dirección y controlar de Y.P.F.

Se levantaron críticas contra la tramitación de los contratos sin licitación previa y subrayándole a Frondizi su cambio de opinión con respecto a sus ideas anti – imperialistas, defendidas en su obra "PETROLEO Y POLITICA" (1954).

El Poder Ejecutivo promovió una Ley para nacionalizar yacimientos de hidrocarburos.

En esta Presidencia se firmó un convenio con una de las concesionarias de electricidad de Buenos Aires y alrededores; más tarde, ya derrocado Frondizi, se crearía SEGBA (Servicios eléctricos del Gran Buenos Aires) de propiedad estatal.

El Desarrollismo, política propuesta desde el gobierno, concebía fundamental emprender obras de infraestructura que a largo plazo darían sus frutos: industrialización, autoabastecimiento de petróleo y energía.

En tres años de gestión la producción de petróleo y gas natural aumentó 150%. El país de importador pasó a ser exportador de petróleo.

La red vial creció en 10.000 Km y la producción industrial aumentó un 10%.

La industria automotriz produjo, en 1961, 100.000 automóviles y camiones. En 1958 se fabricaron 10.000 tractores y tres años después 25.000.

En 1961 se inauguró el ALTO HORNO DE SAN NICOLAS, para la producción de acero, sobre el Paraná.

Se extendió a Buenos Aires el gasoducto Campo Durán – San Lorenzo.

El costo de vida y la inflación aumentaron. Se adoptaron medidas tendientes a restringir los gastos de Administración del Estado y se trató de poner freno al incremento salarial.

Gobierno de José María Guido (1962-1963)

Al ser derrocado Frondizi el cargo de Presidente de la Nación fue asumido provisoriamente por el Dr. José María Guido, Vice Presidente del Senado, con acuerdo de las Fuerzas Armadas y de la Corte Suprema de Justicia. (El Vicepresidente Alejandro Gómez había renunciado en 1958 por discrepancias políticas con el Primer Mandatario).

El Presidente Guido anuló el 15 de abril las elecciones realizadas en marzo; intervino las provincias; decretó el receso, por tiempo indeterminado, del Congreso Nacional (19 de mayo) y luego dispuso su disolución ( 8 de setiembre )

La cartera económica estuvo a cargo de Pinedo, quien sólo pudo mantenerla dos semanas, y fue reemplazado por Alvaro Alsogaray. Este último anunció un "PROGRAMA FINANCIERO DE EMERGENCIA", pero no pudo revertir la crítica situación.

Gobierno de Arturo U. Illia (1963 –1966)

El propósito de Arturo Illía era eliminar la desocupación obrera, aprovechar plenamente todos los factores productivos, defender el valor de nuestra moneda, anular los contratos petroleros con empresas extranjeras, mejorar el nivel tecnológico del campo, modificar el régimen de la tierra para facilitar el acceso a la propiedad de los auténticos productores por medio de un sistema de créditos adecuado, obtener mayores saldos exportables para completar nuestro desarrollo industrial, buscar nuevos mercados sin exclusiones ideológicas, fortalecer la acción gremial pero alejarla de su instrumentación política partidaria.

  • Obra de gobierno

Una de las primeras medidas del gobierno fue la anulación de los contratos petroleros con las empresas extranjeras firmados durante el gobierno de A. Frondizi. Esta decisión, que formaba parte de la plataforma electoral, provocó graves problemas de abastecimiento. Fue necesario importar combustible y el país sufrió una considerable pérdida de divisas en concepto de indemnizaciones por la forma indiscriminada en que se llevó a cabo la anulación. Además aumentó la desconfianza internacional por el no cumplimiento de los compromisos asumidos por la Argentina.

Cuando los radicales llegaron al gobierno el panorama económico era desalentador. Se vivía una gran recesión; la tasa de desempleo era del 8.8% y el conjunto de la capacidad productiva instalada estaba trabajando al 55%. Todo esto provocó una fuerte caída de los ingresos fiscales porque muchas empresas dejaron de pagar los impuestos y los aportes jubilatorios.

El sector bancario tenía una situación muy comprometida. Durante la época de Frondizi y después de Pinedo, Alsogaray, Méndez Delfino y Martínez de Hoz, en nombre de la libertad económica no se aplicaron desde el Banco Central las normas que existían para la vigilancia de los créditos que otorgan los bancos. Así, los bancos privados y del Estado, especialmente el Banco Nación, habían otorgado créditos por encima de la capacidad prestable de las empresas. Al contraerse la actividad en el año 1962 las empresas se encontraron imposibilitadas de pagarles a los bancos los créditos que les habían dado para importar maquinaria. En muchos casos esta se encontraba arrumbada en el puerto de Bs. As. El gobierno decidió aplicar una estrategia de corto plazo basada en el estímulo de la demanda y elaboró un Plan Nacional de Desarrollo para el quinquenio 1965 – 1969. Una buena cosecha permitió elevar el nivel de las exportaciones con saldo positivo en la cuenta corriente del Balance de Pagos. Se logró incrementar el PBI en el orden del 8% entre 1964 – 1965 con el correspondiente efecto sobre el empleo. Sin embargo no se pudo controlar el alza de los precios internos que pasaron la barrera del 30% anual entre 1965 y 1966. El gobierno trató de reaccionar con controles de precios que fueron resistidos por los empresarios.

La deuda externa constituía otro problema serio. El 56.2% de ella vencía en los próximos tres años, es decir, en 1966 por lo cual se decidió renegociar la misma con el Club de París.

El 15 de enero de 1964 el Parlamento consideró el proyecto de Ley de Medicamentos que señalaba el carácter de bienes sociales al servicio de la salud pública de los medicamentos. En su articulado se facultaba al Poder Ejecutivo para la regulación de los precios ya que, por estar la venta de medicamentos condicionada por las necesidades de la población, su proceso económico escapaba a la ley de la oferta y la demanda, de la libre competencia y de la libertad contractual.

A pesar de las presiones internacionales la ley fue aprobada.

En marzo del mismo año de dio a conocer el nuevo Estatuto de los Partidos Políticos que posibilitaba la incorporación del peronismo a la vida cívica; establecía un control preciso sobre el patrimonio de los partidos; normas sobre proselitismo electoral y dejaba sin efecto las inhabilitaciones de los dirigentes gremiales, tanto obreros como empresarios.

El 15 de enero de 1964 el Parlamento consideró el proyecto de Ley de Medicamentos que señalaba el carácter de bienes sociales al servicio de la salud pública de los medicamentos. En su articulado se facultaba al Poder Ejecutivo para la regulación de los precios ya que, por estar la venta de medicamentos condicionada por las necesidades de la población, su proceso económico escapaba a la ley de la oferta y la demanda, de la libre competencia y de la libertad contractual.

A pesar de las presiones internacionales la ley fue aprobada.

En marzo del mismo año de dio a conocer el nuevo Estatuto de los Partidos Políticos que posibilitaba la incorporación del peronismo a la vida cívica; establecía un control preciso sobre el patrimonio de los partidos; normas sobre proselitismo electoral y dejaba sin efecto las inhabilitaciones de los dirigentes gremiales, tanto obreros como empresarios.

Gobierno de J. C. Onganía (1966 / 70)

Al comenzar su gobierno Onganía trató de superar la difícil situación económica. A fines de 1966 el ministro de esa área, Salimei, fue reemplazado por Adalbert Krieger Vasena. En el discurso de presentación del plan económico. Krieger Vasena prometió "una gran transformación" que tendría como objetivos principales el crecimiento de la industria, el equilibrio del balance de pagos y la estabilidad de los precios. El Estado usaría instrumentos monetarios, cambiarios, fiscales y controles de precios y salarios para alcanzar esas metas.

Para infundir confianza en los inversores extranjeros se dictó una ley que demostró que ya no habría más "nacionalismo petrolero". Siguiendo el ejemplo de Francia, se devaluó la moneda el 40% y se recurrió a un préstamo stand by del FMI. Se recortó el gasto público para bajar el déficit del presupuesto que pasó del 40% de los últimos meses del gobierno radical al 14% en 1967.

Estas medidas y la confianza en la estabilidad del peso ayudaron a crear una corriente de capitales hacia el país que se vio reflejada en las reservas netas del Banco Central. Se redefinió la relación con los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, La Corporación Financiera Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Sus préstamos permitieron la realización de grandes obras como las de El Chocón, en Neuquén, proyecto que aliviaría la escasez de energía en la zona metropolitana.

El tema del factor trabajo era fundamental en este programa; se congelaron los salarios y si bien el salario real cayó en 1967, tuvo en 1968 y 1969 una notable recuperación. En cuanto los precios el gobierno no recurrió a los controles obligatorios sino que logró un acuerdo voluntario según el cual los empresarios se comprometieron a absorber un 3% contra sus beneficios antes de trasladar el aumento de los costos a los precios.

En 1968 la inflación disminuyó y mejoró el Balance de Pagos. Hubo un incremento de las obras públicas, con repercusiones sobre el crecimiento industrial y la ocupación, a través de la puesta en marcha de proyectos como el Plan Nacional de Caminos.

Crecieron las importaciones de materias primas y de bienes intermedios, en especial repuestos para maquinarias, maderas, papel para diarios, aluminio, cobre y productos químicos.

La reducción de los aranceles de importación perjudicó a las pequeñas empresas asociadas en la CGE pero no así a las grandes ligadas a la inversión extranjera. De aquel sector surgieron las críticas acerca de la "desnacionalización" de la industria y de las finanzas. En el sector agropecuario, algunos estaban conformes con la estabilidad económica pero otros reclamaban por el impuesto del 20% sobre las exportaciones además del impuesto de emergencia sobre la tierra introducido a fines de 1968.

A pesar del crecimiento económico en mayo de 1969 el gobierno de facto enfrentó un movimiento obrero – estudiantil de grandes proporciones, el Cordobazo.

El Cordobazo produjo el alejamiento de Krieger Vasena. El nuevo ministro, José María Dagnino Pastore, trató de continuar la misma política sin éxito. En ese año se extinguió el peso moneda nacional y fue reemplazado por el peso argentino.

La agitación social y las protestas obligaron al gobierno a decretar aumento de los salarios.

Otros hechos de violencia contribuyeron a crear intranquilidad en 1969 fue asesinado Augusto T. Vandor; 1970 se secuestro y se dio muerte del Gral. Aramburu.

Los jefes militares exigieron compartir el poder. Onganía respondió destituyendo al Comandante en Jefe Alejandro Lanusse y éste obligó a Onganía a renunciar.

Gobierno de Roberto M. Levingston (1970 –1971)

Una vez en el gobierno Levingston declaró que la normalización del proceso político demandaría alrededor de cinco años. Propuso una reforma constitucional que acortara el período de gobierno a cuatro años y la realización simultánea de las elecciones en la nación, las provincias y los municipios.

Se efectuó un nuevo censo nacional en 1970 que dio un total de 23.364.431 habitantes. Las cifras totales denotaban que continuaba en descenso la tasa de natalidad, con incremento anual inferior a 12 por mil, había desaparecido el aporte inmigratorio europeo que fue suplantado por el de países limítrofes. Otro fenómeno novedoso lo constituyó la emigración de argentinos con profesiones calificadas a Europa o Estados Unidos en busca de mejores remuneraciones saláriales.

Sus ministros más destacados fueron Francisco Manrique en Bienestar Social y Aldo Ferrer en Economía, cargos que continuaron ocupando en la gestión de Lanusse.

La CGT también desarrollo un papel opositor. En julio de 1970 reunió al Congreso de la Unidad de la CGT Azopardo que eligió como secretario general a José Ignacio Rucci, del gremio metalúrgico. Inmediatamente se entrevistaron con Levingston y le solicitaron un aumento general de salarios. Para evitar enfrentamientos mayores el gobierno anunció un aumento salarial del 7% para los trabajadores privados y jubilados y pensionados. La central obrera consideró insuficiente el aumento y lanzó un plan de lucha que incluyó varias huelgas generales.

En respuesta a las huelgas el gobierno intervino algunos sindicatos.

El proceso inflacionario continuó, el aumento del costo de vida había alcanzado el 19% por lo que se le otorgó un nuevo aumento y se convocó a paritarias para febrero de 1971.

Gobierno de Alejandro A. Lanusse (1971 – 1973)

El periodo económico en tiempos de Lanusse se caracterizó por una escalada inflacionaria y la aplicación de complicados mecanismos de ajuste monetario. El índice de precios mayoristas durante 1971 se elevó al 39,5 por ciento contra el 14, 1 por ciento registrado el año anterior. De la misma manera el índice de productos al consumidor subió al 34,7 por ciento, cuando un año antes, había sido del 13,6. Se extendió la veda del consumo de carne vacuna, que hasta el momento se aplicaba en hoteles y restaurantes dos días a la semana. La restricción incluyó la venta al público en las carnicerías, semana por medio. Perdieron los productores en el mercado interno y, encima, disminuyeron las exportaciones a la mitad. Por otra parte, durante 1971 se puso en funcionamiento la primera turbina generadora de energía eléctrica de la represa Chocón-Cerros Colorados.

La economía continuó su rumbo errático en el segundo año de gestión de Lanusse. Siguieron en aumento la inflación, la caída del salario real, la fuga de divisas y el desempleo. El índice de precios mayoristas llegó al 77 por ciento y el índice de precios al consumidor al 58,5 por ciento. Para paliar los efectos sociales, se concedieron aumentos saláriales por decreto. Una reforma impositiva de 1971 posibilitó que el déficit no se disparase. Hubo una sorpresiva mejora en el balance comercial. En contraste con la pérdida de casi 130 millones de dólares en 1971, se alcanzó un superávit de más de 36 millones.

Gobierno de Hector J. Campora (25/05/1973 – 13/ 07/ 1973)

En 1973, con la llegada de Perón, José Ber Gelbard, dirigente de la Confederación General Económica, continuó al frente del Ministerio de Economía, donde había sido designado por el presidente Cámpora. Los principios de su política se correspondían con los acuerdos entre partidos provenientes de la llamada Hora del Pueblo, creada en coincidencia con la salida política que buscó el gobierno de Lanusse. La gestión de Gelbard, aún bajo el signo peronista, no cambió sin embargo la concepción tradicional del país proveedor de materias primas, ni se orientó hacia la expansión de la industria que había sido uno de los objetivos manifiestos del peronismo en sus tres gobiernos. Tuvo un acentuado sesgo intervencionista, en el que el Estado regulaba precios, salarios y el otorgamiento de créditos. Así se redujeron de manera pasajera los índices inflacionarios. También bajó el desempleo con un elevado aumento del número de empleados en empresas públicas, lo cual aceleró el déficit estatal. La balanza comercial obtuvo un excepcional saldo positivo que superó por primera vez los 1.000 millones de dólares, favorecida por la apertura de nuevos mercados, como el de la Unión Soviética y la coyuntura positiva de los precios internacionales.

Interinato de Raúl Lastiri

Lastiri ocupó el cargo interino de presidente por tres meses, durante los cuales se detuvo el giro a la izquierda dado durante el gobierno de Cámpora.

Se produjeron dos cambios en el gabinete, Righi fue sustituido en el Ministerio del Interior por Benito Llambí y Puig en Relaciones Exteriores por Alberto Vignes.

Se nacionalizaron los depósitos bancarios y se informó a la opinión pública que la secretaría de planeamiento preparaba un plan económico para el período 1974-1976 que se llamaría Plan Trienal.

El 4 de agosto de 1973 el Congreso Nacional del Partido Justicialista lanzó la candidatura de Juan D. Perón y María Estela Martinez de Perón.

Tercer Gobierno de Juan D. Perón: 12 de octubre de 1973 al 29 de junio de 1974

El 12 de octubre de 1973 asumió por tercera vez la presidencia de la nación Juan D. Perón.

La política económica continuó los objetivos del gobierno anterior trazados en el plan trienal y el pacto social. Estos eran mejorar la distribución y la inversión, aumentar el nivel de demanda y disminuir el proceso inflacionario. El ministro encargado de conducir esta etapa fue Gelbard.

El Pacto Social entre trabajadores, empresarios y el estado permitió fijar precios máximos pero esto resulto ineficaz ya que continuó el proceso inflacionario con la secuela de desabastecimiento y mercado negro. Estallaron así varios conflictos por lo que perón decidió convocar a una paritaria nacional, pero tampoco esto fue una solución. Se decidió entonces dar un aumento salarial del 13%, se elevó el salario mínimo y se creó el seguro de vida obligatorio aunque se permitió a los empresarios el traslado a los precios del aumento con algunas restricciones. El proceso inflacionario siguió su curso.

La situación laboral se desarrollo en este complicado marco. La CGT estaba dividida en dos líneas irreconciliables. Una liberada por la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) era partidaria de llamar a convenciones colectivas de trabajo y de liberar los precios, la otra controlada por los textiles planteaba un aumento igualitario a todos los gremios. Se desarrollaron entonces varias huelgas que pusieron de manifiesto el fracaso del plan económico y el pacto social.

En materia de política internacional se recibió la visita del presidente de Bolivia, Hugo Banzer en noviembre de 1973. Perón realizó una visita la Uruguay donde se firmó un tratado sobre límites y se realizó un convenio con el presidente Bordaverry para construir la represa de Salto Grande. En diciembre la vicepresidencia viajó al Paraguay donde firmó un tratado para la construcción de la represa de Yaciretá Apipé. También se firmaron una serie de acuerdos comerciales con países del bloque socialista como Cuba, Polonia y la Unión Soviética.

Gobierno de María Estela Martinez de Perón: 1 de julio de 1974 al 23 de marzo de 1976

María Estela Martínez de Perón había ocupado hasta la muerte de su esposo el cargo de vicepresidente, al fallecer este accedió a la primera magistratura.

En materia económica el lopezrreguismo se planteó someter al Ministro de Economía José Ber Gelbard, quién continuaba en su cargo. Para ello contó con el apoyo del sindicalismo ortodoxo, interesado en la renuncia del ministro con quién habían firmado el "Pacto Social" y que por lo tanto limitaba el pedido de aumentos salariales. Iniciaron un boicot a su proyecto de ley agraria asociados con entidades empresarias rurales; provocaron así su renuncia en octubre de 1974. Lo sucedido el economista Gómez Morales, quién no pudo detener el proceso inflacionario y la desinversión empresaria.

A comienzos de 1975 se produjo un agravamiento de la situación económica exterior causada por la suspensión en el Mercado Común Europeo de la compra de carnes argentinas, es acompañada por la devaluación del peso y aumento de los reclamos sindicales. Esto ocasionó la renuncia de Gómez Morales y la designación en un reemplazo de Celestino Rodríguez. A este se le encargó instrumentar el cumplimiento del plan económico del lopezrreguismo. Las medidas incluyeron una devaluación superior al 100%, el aumento de los precios del combustible del 175%, de las tarifas eléctricas el 75% y de otros servicios públicos. Era necesario también someter a los dirigentes sindicales más contestatarios y designar una cúpula sindical obediente.

Las medidas económicas impulsadas disminuían los salarios reales de los trabajadores y apuntaban así al desprestigio de los sindicalistas. La consecuencia de esto fue el nombramiento en esos lugares de hombres afines del gobierno. Fueron desplazados dirigentes como Tosco del gremio metalúrgico, Salamanca de los mecánicos y Óngaro del gremio gráfico.

Las medidas tomadas por el nuevo ministro, conocidas como 'el rodrigazo' generaron muchas protestas obreras ya que el ministro se negaba a dar aumentos superiores al 38%, por lo que la CGT anunció un plan de lucha consistente en huelgas generales, movilizaciones y reclamos saláriales exorbitantes para desestabilizar al gobierno. El plan resultó exitoso y precipitó la caída de López Rega, quién fue destituido en julio de 1975.

La presidente aceptó los aumentos saláriales y ratificó las paritarias. La Cámara de Senadores nombró presidente del cuerpo a Italo A. Luder, con esta designación el titular de la Cámara de diputados, Raúl Lastri, lopezrreguista, perdía su puesto en la sucesión presidencial.

Rodrigo fue remplazado en economía por Antonio Cafiero quién tampoco consiguió un plan general de indexación mejorar la situación económica del país.

Gobierno Provisional de Italo A. Luder

Asume el cargo de presidente provisional durante el período en que la presidente María Estela Martínez de Perón pidió licencia por razones de salud desde el 13 de septiembre de 1975 hasta el 6 de noviembre de 1975.

Reemplazó al ministro del Interior Damasco por Ángel F. Robledo y procuró ganar el apoyo de las Fuerzas Armadas. Envió para ello al congreso el proyecto de creación del Consejo de Defensa nacional y de Seguridad Interior que entregaba a los militares la responsabilidad total de la lucha contra la subversión.

El Golpe Militar del 24 de marzo de 1976 (Gobierno de J. R. Videla) :

La presidente reasumió la presidencia el 6 de noviembre contrariando a la opinión pública que confiaba en su renuncia.

La pérdida de autoridad del gobierno, la conducta de los sectores sociales y el aumento de los precios crearon una sensación de desorden generalizado. El clima político era propicio a un golpe militar, que se produjo el 24 de marzo de 1976.

Los tres comandantes en jefe, Emilio Massera, Jorge Rafael Videla y Orlando Ramón Agosti se hacen cargo del poder, se inicia así el llamado "Proceso de Reorganización Militar".

  • La política económica liberal de Martínez de Hoz

Videla nombró ministro de economía al Dr. José Alfredo Martínez de Hoz, abogado de larga trayectoria en el estado y en empresas privadas.

El programa económico del gobierno tenía como objetivos reducir la inflación que, entre marzo de 1975 y el mismo mes de 1976, había pasado de 500%; aumentar los ingresos en materia tributaria; bajar el gasto público; promover las exportaciones; restablecer el nivel de reservas monetarias acudiendo, incluso, al crédito internacional. Se hablaba también de aumentar la productividad en los servicios públicos y de posibles privatizaciones.

El programa se completó con otras medidas como la prohibición de las huelgas, control de los salarios, aumento de los impuestos, descenso del gasto público en materia social y educación y ayuda a las provincias.

El país recibió del Fondo Monetario Internacional (F.M.I) alrededor de 1.300 millones de dólares en créditos de varios tipos con el propósito declarado de pagar la deuda externa.

La inflación bajó en 1977 al 150% y, por una buena combinación de aumentos de la producción agropecuaria y una cierta apertura del Mercado Común Europeo, las exportaciones aumentaron ese año casi un 100%.

En junio de 1977 el gobierno inició una "reforma financiera" que eliminó las restricciones del Banco Central sobre las tasas de interés y las limitaciones que impedían el endeuda miento en el exterior de las empresas, tanto públicas como privadas. De esta manera muchas empresas aprovecharon la alta liquidez en los mercados internacionales para contraer tantos préstamos como quisieron. Sin embargo en el sector privado descendió a niveles inferiores a los de 1971.

En su lucha contra la inflación el gobierno inició una nueva etapa en 1979. La idea central residía en que para que las empresas supieran a qué atenerse en materia inflacionaria se elaboraría un plan de devaluaciones decrecientes que serían anticipadas en un esquema temporal conocido como "La Tablita". Las devaluaciones se irían escalonando desde el 5% mensual en enero de 1979 hasta 3% a fines de ese año. Paralelamente se rebajaron los derechos aduaneros y se dispuso qué precios y salarios del sector público siguieran una pauta de aumentos del 4% mensual, lo mismo que las tasas de los créditos internos.

Las altas tasas de interés atrajeron capitales externos que obtenían en poco tiempo altísimos rendimientos en moneda extranjera.

A fines de 1979 ingresaron nuevas importaciones que compitieron con la producción interna cuyos precios seguían creciendo.

Con el peso sobrevaluado todo lo que se importaba resultaba barato y lo que se exportaba era caro en los mercados competitivos del exterior. Los viajes al extranjero se convirtieron en algo accesible para la clase media Argentina. Los turistas volvían al país cargados de artículos de consumo que adquirían a precios "irrisorios". Era la época de la "plata dulce".

La crisis industrial llegó en 1980 con una larga serie de quiebras y cierres de establecimientos.

El aumento del petróleo en el mercado internacional en 1979/80 agravó la situación. La inflación mundial creció, los países importadores sintieron el efecto y comenzó una etapa recesiva. El comercio internacional tendió a contraerse, descendieron los precios de los productos básicos y aumentaron considerablemente las tasas de interés.

Cuando en 1981, bajo el gobierno de Ronald Reagan, las tasas de interés reales en Estados Unidos pasaron de alrededor de cero al 8% la deuda externa de países como la Argentina creció enormemente en pocos años. Por ejemplo, en nuestro país aumentó unos 6 mil millones de dólares anuales entre 1978 y 1982.

El cambio de presidente (Videla sería reemplazado por Viola) aumentó la incertidumbre y el ministro de economía presentó su renuncia.

Gobierno de Roberto Viola: 1981

Designado Presidente por la Junta Militar, Viola asumió el cargo el 29 de marzo de 1981.

Durante su mandato la situación económica se agravó, la especulación resultaba más rentable que las inversiones productivas.

En el mes de noviembre la Junta fue renovada por segunda vez, conformada entonces por el Teniente General Leopoldo Galtieri, el Almirante Jorge Anaya y el Brigadier General Basilio Lami Dozo.

El Presidente Roberto Viola inició cierta "apertura" que se manifestó en una mayor participación de los civiles en el gobierno y mayores posibilidades de asociación.

Fueron designados como interventores municipales algunos políticos y en los ministerios se dió espacio a civiles vinculados a sectores económicos.

El sindicalismo aprovechó para reorganizarse y hacer sentir su protesta. A fines de 1980, a pesar de la prohibición legal, la C.G.T. se organizó bajo la dirección de Saúl Ubaldini; distinguiéndose de otro sector más participacionista con el gobierno militar. En julio del año siguiente declaró una movilización. A causa de la relativa flexibilización emprendida por Viola, su relación con la Junta militar fué dificultosa.

A fines de diciembre de 1981 el presidente fue obligado a renuncias, reemplazado por Leopoldo Galtieri, partidario de una línea más dura.

Gobierno de Leopoldo F. Galtieri: (1981 – 1982)

En diciembre de 1981 se hizo cargo de la Presidencia de la Nación Leopoldo F. Galtieri en reemplazo de Roberto Viola.

La crítica situación económica y el descontento social parecían ya incontrolables. A fines de marzo de 1982 una movilización popular, hizo sentir su fuerza y la policía respondió reprimiendo.

Los grupos de derechos humanos y las "Madres de Plaza de Mayo", con sus denuncias y reclamos de justicia, tuvieron cada vez más eco en la opinión pública.

Frente a esta situación del gobierno de Galtieri necesitaba descomprimir la tensión interna y lograr consenso.

En 1978 el conflicto con Chile fue utilizado para neutralizar las resistencias al "Proceso" iniciado en el 76 y así cohesionar contra un "enemigo en común".

Del mismo modo Galtieri recurrió, en 1982, al proyecto de recuperación de las Islas Malvinas para restablecer la firmeza que el régimen estaba perdiendo.

La derrota argentina aceleró la crisis política y Galtieri tuvo que renunciar el 17 de junio de 1982.

El 30 de octubre, con gran entusiasmo popular, se concretaron las elecciones. Alfonsín, líder de la U.C.R., resultó electo Presidente de la Nación con el 52% de los votos contra el candidato peronista Italo Luder que obtuvo el 40%.

El radicalismo consiguió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y la minoría en el Senado.

Gobierno de R. Alfonsín: (1983-1989)

El gobierno de Alfonsín heredó una crítica situación económica: una abultada deuda externa y una inflación de más del 20% mensual.

El 24 de enero de 1984 el Ministro de Economía, Bernardo Grinspun, difundió un documento en el que se brindaban datos sobre los desajustes en el sistema financiero y del sector público.

El Ministro comenzó a renegociar la deuda externa de 43.000 millones de dólares y en septiembre se llegó a un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por el pago de la misma.

En 1985 fue reemplazo el titular de Economía por Juan Vital SOURRUILLE quien preparó un shock anti-inflacionario: EL PLAN AUSTRAL. Su anuncio se hizo el 14 de junio, se congelaron los precios, los salarios (después de aplicar el 22,6% correspondiente a junio), las tarifas y combustibles; se aplicó el tipo de cambio fijo y controlado.

El valor de la nueva moneda, EL AUSTRAL, representaba 1.000 pesos argentinos.

En enero del año siguiente se logró contener la inflación a cifras de un dígito. La confianza de la población se reflejó en los comicios de ese año.

En 1987 el Plan dio signos de agotamiento, la inflación se aceleró y se agravaron los conflictos sociales. Los comicios de esa fecha mostraron la decepción.

Ante la dificultad de encontrar una solución, Raúl Alfonsín adelantó cinco meses la entrega del mando al nuevo Presidente electo, el Dr. Carlos S. Menem, quien asumió el 9 de julio de 1989.

Gobierno de Carlos Saúl Menem.(1989 – 1995)

El nuevo mandatario llevó a cabo un cambio sustancial en las alianzas socioeconómicas del peronismo histórico. Su modelo económico se orientó hacia el liberalismo y muchos exponentes de partidos políticos de esa tendencia ocuparon cargos en su gabinete. El poder sindical, en cambio, pasó a segundo plano.

En política exterior se reforzó el vínculo con los Estados Unidos y otros países del mundo occidental. Argentina reanudó sus relaciones diplomáticas con Gran Bretaña postergando la discusión de la soberanía sobre las Islas Malvinas. Sin renunciar a nuestros derechos, las negociaciones con Gran Bretaña se centraron en el aspecto económico y en las posibilidades de intercambio tecnológico en esta zona tan conflictiva del Atlántico Sur.

En virtud de este nuevo rol internacional nuestro país participó en misiones de paz de los cascos azules de las Naciones Unidas en la Guerra del Golfo y en el conflicto en la ex-Yugoslavia.

  • Plan Bonex de Erman González.

El 1 de enero de 1990, Erman González, flamante ministro de Economía del gobierno de Carlos Menem, anuncia el Plan Bonex. El mismo establece que los depósitos a plazo fijo y en caja de ahorro especial serán reintegrados a sus propietarios en Bonos Externos (Bonex). Como medida complementaria se suspenden transitoriamente las operaciones bancarias a plazo fijo. Se llega a esta situación después de que el 28 de diciembre de 1989, último día hábil del año anterior, el dólar cerrara su cotización a 2.000 australes y las tasas de interés treparan al 600 % mensual. En esta situación hiperinflacionaria se esperaba que el 2 de enero, al reabrirse los mercados, la cotización de la divisa estadounidense alcanzaría los 4.000 australes. Con la aplicación del paquete de medidas implementadas por González se reduce significativamente el volumen de recursos monetarios en manos del público y se elimina casi en su totalidad la carga de intereses a corto plazo de la deuda pública interna. El Estado queda prácticamente como el único demandante de divisas. Se produce una fuerte caída de la liquidez que reduce el valor de la moneda estadounidense. La inflación en enero, sin embargo, pese al contexto recesivo generado por las medidas, llega al 80 %, duplicando el porcentaje que alcanzó en diciembre de 1989. Las tarifas públicas, que no se modifican desde la asunción del ministro, muestran un serio deterioro. En febrero se decide un aumento que duplica los valores de los servicios públicos. Esta alza, unida a la creciente devaluación, acelera el ritmo del aumento de precios que en abril alcanza un incremento superior al 200 %. En marzo, Economía se hace cargo del control de la empresas del Estado y le prohíbe al Banco Central financiar el déficit del Tesoro. La confianza en la nueva gestión se recupera de a poco y la inflación cede paulatinamente. Hasta el último trimestre del año se alcanza una relativa estabilidad que desaparece en diciembre cuando las contradicciones del esquema llevado adelante por el ministro Erman González hacen imposible su continuidad.

  • La Convertibilidad

En 1991 lo precede Domingo Cavallo quien aplicó el Plan de Convertibilidad que estableció una paridad fija entre el peso y el dólar y redujo la inflación. El Ministerio de Economía a cargo de Domingo Cavallo levantó las restricciones a las importaciones lo que obligó a las empresas argentinas a competir en precio y calidad con los productos extranjeros.

Uno de los objetivos del nuevo plan económico fue eliminar la enorme evasión impositiva que tradicionalmente tenía la Argentina. Para lograrlo se implementaron estrictas medidas de control por parte de la Secretaría de Ingresos Públicos a cargo de Carlos Tacchi. La D.G.I. trabaja a toda máquina persiguiendo evasores "ricos y famosos" como forma de crear conciencia pública de que la evasión es un delito que será reprimido. Se generaliza el uso de las facturas y la Clave Única de Identificación Tributaria (C.U.I.T).

El cierre de industrias y comercios elevó el índice de desocupación. Como paliativo se creó el Seguro de Desempleo.

Se aprobó la Ley de Reforma del estado que incluyó la privatización de empresas de producción y de servicios como ENTEL, Ferrocarriles Argentinos, YPF, SOMISA, SEGBA, Gas del Estado, Subterráneos de Buenos Aires, Fábrica de Aviones de Córdoba, puertos, canales de televisión y estaciones de radio. Se estableció la jubilación privada con carácter voluntario. Se eliminó la Junta Nacional de Carnes y la de Granos. Se reformó la Ley de Coparticipación Federal.

En el aspecto interno se inició un programa de reestructuración del Estado, de estabilidad monetaria y desregulación de la economía.

El 26 de marzo de 1991,los presidentes de Argentina (Menem), Brasil (Collor), Paraguay (Rodriguez) y Uruguay (Lacalle) suscribieron el Tratado de Asunción, base para la constitución de un Mercado Común del Sur (MERCOSUR). El mismo entró en vigencia en 1995 y significó la creación de un espacio de 190 millones de habitantes donde dentro de poco tiempo circularán libremente personas, capitales, bienes y servicios.

La reforma constitucional de 1994 le permitió a Carlos S. Menem presentar su candidatura para las elecciones de 1995.

Reelección presidencial de Menem (1995 –1999).

En las elecciones presidenciales del 14 de mayo de 1995, la fórmula justicialista integrada por Carlos Menem y Carlos Ruckauf, logró 8.697.927 votos, o sea el 47,87 por ciento del total. La magnitud del respaldo superó el 45 por ciento establecido en la flamante Constitución como una de las condiciones para acceder a la presidencia de la Nación.

  • Cavallo deja el ministerio de Economía.

La imagen del titular de la cartera económica pierde peso en los primeros meses de 1996 debido a las fisuras que presenta su plan económico. La recesión no cesa, persiste el nivel de desempleo llegando el 17,1 %, y por último el déficit fiscal, cercano a los 6.000 millones, es muy superior al pactado con el Fondo Monetario Internacional. Todo esto, sumado al limitado consenso social que logra la gestión económica, deciden a Menem a pedirle la renuncia a Cavallo. El nuevo ministro, Roque Fernández, inaugura sus funciones con otro paquete fiscal. Aumenta el impuesto al gasoil y el gravamen a las naftas que derivan en fuertes subas en las tarifas del transporte y en el precio de los combustibles. También redacta varios decretos que barren con la serie de incentivos que creó su antecesor para las exportaciones y algunas producciones sectoriales. El argumento del ministro para este ajuste es reducir el déficit fiscal que avanza a los 6.600 millones. Los indicadores de la economía durante el año dan los siguientes resultados: el producto bruto interno sube un 4,4 %, la deuda externa ronda los 100.000 millones de pesos, la inflación es del 0,1 % y la desocupación, a fin de año alcanza el 18,4 %.

  • "Brasildependencia".

A mitad de 1997 se empieza a gestar una crisis en las economías del sudeste asiático. En octubre se produce una caída bursátil en Hong Kong y Corea que se esparce rápidamente por el resto de las bolsas importantes del mundo y repercute fuertemente en las economías de Argentina y Brasil. Queda al descubierto con este episodio la dependencia que tiene la economía Argentina con el país vecino. Argentina coloca en Brasil más del 30 % de sus exportaciones, equivalentes a 7.000 millones de dólares anuales. Además esas ventas están concentradas en muy pocos rubros. Más del 43 % de la producción exportada durante este año a Brasil corresponde a las ventas de petróleo, automóviles, trigo, algodón y utilitarios. Debido a esta situación, Argentina realiza enérgicas protestas cuando Brasil decide incluir a sus socios del MERCOSUR en la restricción a los subsidios que aplica a sus importaciones y logra atenuar esta medida. El peligro que se teme es que el vecino país entre en recesión y no pueda mantener el Plan Real. Lo que preocupa a economistas y especuladores es la magnitud del desequilibrio externo brasileño que alcanza los 35.000 millones de dólares. Quienes creen que el vecino país puede mantenerse sin devaluar su moneda sostienen que el socio mayor del MERCOSUR tiene un amplio plan de privatizaciones que le debe reportar unos 100.000 millones de dólares. Sin embargo este argumento no tiene en cuenta que esa inyección de moneda estadounidense valoriza el real con lo que se desalientan las exportaciones y se abaratan las importaciones, con el resultado de una profundización del desequilibrio comercial.

En 1998 el balance del año, igualmente, se refleja que el Ministro de Economía no solo tiene problemas para mantener encarrilados a los otros ministros. El déficit comercial del periodo llega a 3.000 millones, la deuda externa sube a 140.000 millones. El Producto Bruto Interno sufre una fuerte caída durante la segunda mitad del año. Y la desocupación se mantiene en un 13,2% (en 1996 había trepado al 18,4%), pero aumenta la subocupación.

Repsol compra YPF.

En 1999, la Petrolera española Repsol adquiere el 98,02 por ciento de las acciones de la compañía YPF, desembolsando para ello la suma de15.000.000 de dólares. Esta cifra es el mayor precio pagado por una firma con sede en la Argentina. El Gobierno fue el principal sponsor de esta transferencia. La administración de Carlos Menem le allanó el camino a los españoles frente a la resistencia de grandes accionistas y directivos de la anteriormente petrolera local. Antes de YPF, Repsol ya sumaba participaciones en 24 empresas y sociedades de energía en la Argentina. Entre ellas el 66 por ciento de Astra. Con YPF entre sus activos, Repsol consigue el dominio de cada eslabón de la cadena petrolera y de gas. Desde la búsqueda hasta la producción y el proceso de enriquecimiento y refinado. El beneficio que le trajo la venta a YPF es el poder seguir operando entre un grupo de empresas cada vez más concentradas y con acceso más barato al capital. Antes de la transferencia, YPF conseguía dinero para financiarse pagando tasas entre el 10 y el 12 por ciento, mientras que Repsol consigue dinero al 2,75 por ciento anual. Las críticas hacia la operación efectuada apuntan a razones estratégicas.

CONCLUSIÓN:

En la historia de nuestro país se han adoptado diferentes políticas económicas, que en vez de favorecer el crecimiento y desarrollo, solamente provocaron estancamiento y un retraso indudable, ya que favorecían a los capitales extranjeros, y no se adaptan a la realidad del pueblo argentino.

Consideramos que se debe tomar conciencia al respecto, educarnos, y comprender que de sólo con el apoyo de toda la población junta se podrá salir de esta crisis, que perjudica a cada uno de nosotros, porque el desempleo, la pobreza, la desigualdad y los bajos niveles de vida son problemas cotidianos.

En el siglo XIX las comunicaciones registraron el turbulento impacto del telégrafo y de los cables submarinos, lo que permitió la labor de espacios abiertos.

La transnacionalización ha significado la generación de empresas que controlan la producción y la economía, pero no garantiza la protección mínima a los trabajadores. Las firmas internacionales son quienes establecen las reglas del juego y, en consecuencia el Estado tiene mayor dificultad para tomar parte activa y dirigir las cuestiones sociales, las prestaciones de servicios y el mantenimiento de los derechos. Como una alternativa surge el Internacionalismo, entendiéndose como tal, la unión de fuerzas de aquellos que no son los dueños del capital y que se ven enfrentados a sus abusos.

La Argentina fue el modelo del FMI de la apertura económica, sin embargo hoy se encuentra hundido en una crisis económica- política- social severa, debido a la dependencia política con respecto a las grandes potencias mundiales.

La corrupción fue un emblema nacional, dejando al derecho en un segundo plano. La necesidad de una democracia directa es urgente.

Pensamos que la causa de la dependencia que sufre nuestro país es que nunca se ha llevado a cabo una política que incentive la industria pesada, para así dejar de importar manufacturas de precios superiores de nuestras exportaciones.

Concluímos el mismo que ellas describen rotundamente la realidad económica que cruza nuestro país.

El creciente proceso de la liberalización de las economías y su consecuente mundialización está entrando en un escalón más alto; con el fin de regular las crecientes relaciones comerciales, generaron una estrategia económica y política de liberar todas las barreras al libre comercio, producto de ello fue la creación de los tres actores internacionales: la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. El comercio internacional e Internet están transformando la forma en que los países y las sociedades interactúan, muchos temen que este nuevo orden económico mundial amplíe la brecha entre los que tienen y los que no tienen, y ahora entre los que saben y los que no saben.

La globalización le da a los países extremadamente ricos nuevas oportunidades para ganar dinero en forma más rápida. Beneficia mucho a muy pocos a la vez que excluye o margina a dos tercios de la población mundial. Lo que para algunos constituye un proceso de integración, para otros puede significar la desestructuración y desintegración de sus identidades.

La Argentina fue el modelo del FMI de la apertura económica, sin embargo hoy se encuentra inmerso en una crisis económica- política- social severa, debido a la dependencia política con respecto a las grandes potencias mundiales. Las mismas son las que imponen a nuestro país las políticas que debe adoptar, como por ejemplo los ajustes que se realizan continuamente para poder pagar solamente los elevados intereses de la deuda.

Argentina con la apertura económica se vio invadida de capital fresco de grandes transnacionales. El MERCOSUR fue muy productivo para su economía pero los costos para su concreción fueron elevados. Se sacrificaron la democracia y el derecho.

La corrupción fue un emblema nacional, dejando al derecho en un segundo plano. La necesidad de una democracia directa es urgente.

Se ha definido que las Políticas Sociales gubernamentales deben restringirse a las reformas de mercado, mientras que otras tareas podrían privatizarse. Esa postura apuesta a que las fuerzas libres del mercado dispararían el crecimiento económico el que, a la larga resolvería la pobreza, de donde no se necesitaría el apoyo del Estado.

Cada vez son más quienes se ven afectados como consecuencia de la globalización, en particular, los pobres.

La creación de nuevas instituciones consolida el poder de los ya privilegiados. La convergencia de esos factores ha agravado la situación de los pobres, que constituyen la gran mayoría de la población mundial.

Ahora bien, la desigualdad en la distribución del poder y la riqueza, de la pobreza y la exclusión es una realidad que se contrapone a la idea de una única comunidad mundial. Justamente lo que falta hoy en día es sentido de comunidad, pertenencia y responsabilidad mutua. Por eso, las tendencias futuras de la globalización dependerán de los modos de recambiar lo propio y lo ajeno, lo económico, lo político, lo ético, lo igual y lo diferente, en definitiva, dependerá de los modos concretos y específicos en que los individuos y grupos interactúen.

La vida de las personas está cada vez más expuesta a la inseguridad. El número de emigrantes que buscan desesperadamente trabajo y un hogar para sus familias ha aumentado drásticamente. La globalización es una fiesta a la que no todos están invitados, pero que todos quisieran asistir.

La globalización actual del capital obviamente no es un campo de oportunidades para todos. Se puede entender entonces que hay una tendencia cada vez mayor a la concentración de la riqueza. Las entidades financieras internacionales, como es ya muy conocido, imponen condiciones a los gobiernos para preparar la disposición para la globalización y evitar la oposición a este proceso.

En la nueva historia económica que se quiere escribir, se quiere dar ahora el papel protagonista al mercado, dejando atrás el poder estatal.

Cuando avanza el proceso de privatización hay un mayor convencimiento de que el cambio de manos de las instituciones estatales es el fin en sí, y no un medio para lograr objetivos como empleos, salud, estabilidad, eficiencia de la gestión, crecimiento sostenido, educación o cualquier otra forma de inversión social. Los desequilibrios en el área social son graves y de línea cada vez más acentuada, y sobre esto la privatización no ha logrado mayores superaciones en ningún país, salvo algunas externalidades que se han exagerado para apoyar la privatización.

Pensamos que la causa de la dependencia que sufre nuestro país es que nunca se ha llevado a cabo una política que incentive la industria pesada, para así dejar de importar manufacturas de precios superiores de nuestras exportaciones.

Retomando las tesis mencionadas al principio del trabajo concluímos el mismo que ellas describen claramente la situación económica que atraviesa nuestro país.

APÉNDICE

Censo Nacional de 1895

1869 1895

Total de la población censada 1.737.076 3.954.911

Población no censada 60.000?

Población india 93.138 30.000

Población del territorio 1.830.214 4.044.911

Argentinos en el extranjero 47.276 50.000

Total general de la población Argentina 1.877.490 4.094.911

En la población de 1869 se han omitido 2.760 habitantes de Belgrano y 6.579 de Flores, que actualmente forman parte de la Capital.

Evolución del costo de vida de 1910 a 1918

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El aumento del costo de vida se agravó con el estallido de la guerra.

Promedio del Salario Diario de Varones y Mujeres ( 1914 – 1917)

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Fuente: Crónica Mensual del Departamento Nacional del Trabajo.

Año I. N° 7, julio 1918, p. 99.

La diferencia salarial entre varones y mujeres

fue característica del mercado de trabajo de este período.

CARICATURA DE LA EPOCA DEL TRATADO ROCA- RUCIMAN

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Justo: Sírvase están muy bien adobados.

Pueblo: Por eso precisamente les tengo miedo.

Evolución de Algunas Industrias (1930- 1943)

Años Importación Producción

Aceites comestibles en toneladas

1925 – 29 39.000 19.000

1930 – 34 35.000 29.000

1933 33.500 34.500

1934 – 36 18.000 49.000

Cemento en toneladas

1926 – 30 430.000 270.000

1931 – 35 65.000 560.000

1935 – 36 22.000 780.000

Lámparas Eléctricas (en unidades)

1934 12.700.000 50.000

1935 12.400.000 120.000

1936 9.000.000 500.000

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  • Los Planes Quinquenales. Evolución de la superficie cultivada

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El cuadro demuestra los cambios producidos en el campo: los cereales tradicionales ocuparon cada año menor superficie. Aunque algunas tierras se pasaron a otros cultivos, el sector cerealero cayó en una grave crisis.

Medidas de Gobierno de J.C. Onganía Mercados de exportación de carne, (1966 – 1968)

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Fuente: República Argentina, Presidencia de la Nación,

Secretaría del Consejo Nacional de Desarrollo, Plan Nacional de desarrollo, 1970-1974 (Buenos Aires, 1970).

Empresas argentinas vendidas

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Fuente: Primera Plana, N° 297, 3 de septiembre de 1968.

Censo de Población y Vivienda de 1980

Origen de la población por jurisdicciones

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La inflación

Índice de Precios al Consumidor

Base año 1988 = 100

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Fuente: INDEC

Nota: La inflación acumulada muestra niveles comparables con los países del primer mundo e incluso

se puede observar una tendencia descendente en la evolución del 1.5% registrado en los primeros 7 meses del año.

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BIBLIOGRAFIA:

ABAD DE SANTILLAN, DIEGO. Historia Argentina. TEA. Bs. As., 1965

CASTELLO, ANTONIO EMILIO. La Democracia Inestable (1962-1966) Memorial de la Patria. Ed. La Bastilla. Bs. As., 1986

DORFMAN, ADOLFO. Historia de la industria Argentina. Ediciones Solar, Bs. As., 1982

LUNA, FELIX. Perón y su tiempo. La Argentina era una fiesta 1946-1949. Ed. Sudamericana. Bs. As. 1984

MOLINARI, RICARDO LUIS. Buenos Aires, 4 siglos. Bs. As. TEA, 1980

Historia General del Arte en la Argentina. Academia Nacional de Bellas Artes. Bs. As. 1984

RAPOPORT, MARIO. De Pellegrini a Martínez de Hoz: el modelo liberal.

Biblioteca Política Argentina. CEAL. Bs. As. 1982

VAZQUEZ PRESEDO, VICENTE. Auge y decadencia de la economía Argentina desde 1776. Academia Nacional de Ciencias Económicas. Instituto de Economía Aplicada. Bs. As., 1992

REVISTAS:

COLECCION CLARÍN 1930-2000

COLECCIÓN DIARIO LA NACIÓN "ARGENTINA EN EL SIGLO XX"

 

Realizado por:

Manuel Antonio Rimondotto

Estudiante de Abogacía

Partes: 1, 2
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