- Introducción:
- Gobierno de J. A. Roca (1880 – 1886)
- Gobierno de Juárez Celman (1886 –1890)
- Gobierno de Carlos Pellegrini (1890 – 1892)
- Gobierno de Luis Sáenz Peña (1892 – 1895)
- Segundo Gobierno de Julio Argentino Roca (1898 – 1904)
- Gobierno de Manuel Quintana (1904 – 1906)
- Gobierno de José Figueroa Alcorta (1906 – 1910)
- Gobierno de Roque Sáenz Peña (1910 – 1914)
- Gobierno de Victorino de la Plaza (1914 –1916)
- Gobierno de Hipólito Irigoyen (1916 – 1922)
- Gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922 – 1928)
- Segundo gobierno de Hipólito Irigoyen (1928 – 1930)
- Gobierno de José Félix Uriburu (1930 – 1932)
- Gobierno de Agustín P. Justo (1932 –1938):
- Gobierno de Roberto M. Ortiz (1938 – 1940)
- Gobierno de Ramón S. Castillo (1940 – 1943)
- Gobierno de Arturo Rawson:( 04 al 07 de Junio de 1943)
- Gobierno de Pedro Pablo Ramírez (1943 – 1944)
- Gobierno de Edelmiro J. Farrel (1944 – 1946)
- Gobierno de Juan D. Perón (1946 – 1952)
- Gobierno del General Eduardo Lonardi (23/09 1955 – 13/11/55)
- Gobierno de Pedro E. Aramburu (1955-1958)
- Gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962)
- Gobierno de José María Guido (1962-1963)
- Gobierno de Arturo U. Illia (1963 –1966)
- Gobierno de J. C. Onganía (1966 / 70)
- Gobierno de Roberto M. Levingston (1970 –1971)
- Gobierno de Alejandro A. Lanusse (1971 – 1973)
- Gobierno de Hector J. Campora (25/05/1973 – 13/ 07/ 1973)
- Tercer Gobierno de Juan D. Perón: 12 de octubre de 1973 al 29 de junio de 1974
- Gobierno de María E. Martinez de Perón: 1 de julio de 1974 al 23 de marzo de 1976
- El Golpe Militar del 24 de marzo de 1976 (Gobierno de J. R. Videla) :
- Gobierno de Leopoldo F. Galtieri: (1981 – 1982)
- Gobierno de R. Alfonsín: (1983-1989)
- Gobierno de Carlos Saúl Menem.(1989 – 1995)
- Conclusión
- Apéndice
- Bibliografía
La Argentina hacia 1870 reorientó decididamente sus economías para responder a las demandas de un mercado mundial en expansión. Estas consistían en la provisión de materias y alimentos para la industria y los habitantes de los países capitalistas. Para satisfacerlas contaron con el aporte de capitales y tecnologías de los países industriales, que se concentró en los sistemas de transporte y comunicación que hicieron viables las exportaciones. También se produjeron grandes avances en la agricultura, y en las tierras de las comunidades campesinas. En algunas regiones del país, se produjo un enorme flujo de inmigrantes.
En pocos años la Argentina se convirtió en uno de los principales exportadores de cereales y carnes, y recibió el mayor porcentajes de las inversiones Inglesas hacia América latina, que se dedicaron a la extensión del ferrocarril, a empréstitos a los gobiernos, y a la instalación de frigoríficos.
Entre 1880 y 1910 se abrió una corriente masiva de extranjeros de los cuales la mayoría de ellos se radicaron en el país.
En la Argentina se manifestó con particularidad nitidez el conflicto entre el régimen oligárquico y las fuerzas reformistas que, después de un cuarto de siglo de enfrentamientos llegaron al gobierno 1916.
En la Argentina, en 1930 se produce el primer golpe de estado que derrocó al gobierno de Yrigoyen que condujo a un intento de restauración del régimen oligárquico. El régimen restaurado coincidía en la necesidad de excluir el radicalismo de cualquier posibilidad de acceder al gobierno. Los medios para lograr este objetivo fueron la proscripción y el fraude electoral. Las tensiones internas del régimen restaurado, agudizadas por la creciente presión de la oposición, condujeron a una crisis política interna que se resolvió cuando un sector del ejército forzó un golpe militar en junio de 1943. Desde una posición dominante dentro del gobierno militar, el coronel Juan Perón consiguió forjar un sólido respaldo de la clase obrera que le abrió el camino a la presidencia en las elecciones de 1946. Después de casi diez años de gobierno el coronel Juan Perón es derrocado por un golpe de estado, en 1955 abriendo una larga etapa de inestabilidad política.
En la Argentina, entre 1966 y 1973, las Fuerzas Armadas ejercieron el poder directamente. En 1973, el peronismo, llego nuevamente al gobierno. Tres años más tardes, el gobierno de Isabel Perón, destruido por violentos conflictos internos, fue derrocado por los militares. El nuevo gobierno militar se propuso reorganizar drásticamente la sociedad Argentina por medio de una trágica combinación de represión brutal y política económica neoliberal.
A comienzos de la década del ’80, la dictadura había perdido el apoyo de los sectores civiles, y el frente militar estaba cruzado por divisiones entre las tres fuerzas y dentro de cada una de ellas. La recuperación de las Islas Malvinas fue entonces el intento de recomponer la autoridad del gobierno y prolongar el dominio militar. La funesta derrota frente a las fuerzas británicas, precipitó la agonía del régimen. Las elecciones de 1983 dieron el triunfo al candidato radical, Raúl Alfonsín, quien, después de un traumático gobierno –asolado por la amenaza del retorno militar y por la crisis económica-, en 1989 entregó el mando al candidato triunfante en las elecciones de junio de ese año, el justicialista Carlos Menem.
Gobierno de J. A. Roca (1880 – 1886)
Durante el gobierno de Julio A. Roca se cumplió una gran actividad legislativa: se creó el Banco Hipotecario Nacional, se dictó la ley de Registro Civil de las Personas (1884), se aprobó la Ley Orgánica de Tribunales, los Código Penal y de Minería y se comenzó la construcción del puerto de Buenos Aires.
El comercio exterior alcanzó cifras no registradas hasta entonces.
La política ferroviaria elevó los 2.315 Km de líneas férreas existentes en 1880 a más del doble en un período de seis años.
La Ley de Territorios Nacionales (1883) incorporó al dominio de la Nación importantes regiones: Misiones, Chaco, Formosa, La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. El gobernador de la provincia de Bs. As. dotó a la misma de una nueva capital.
La libertad de cultos y la igualdad de derechos civiles estimuló la corriente inmigratoria.
La ley de Matrimonio y de Registro Civil y la exclusión de la enseñanza religiosa en las escuelas dividió a la opinión pública en clericales y anticlericales o liberales.
Gobierno de Juárez Celman (1886 –1890):
- La crisis financiera
La prosperidad creciente despertó el afán especulativo de empresarios y particulares atraídos por las concesiones ferroviarias, el alto precio de la tierra y los juegos en la Bolsa de Comercio.
Entre los factores desencadenantes de la crisis debemos mencionar los empréstitos contratados en el exterior con vencimiento a plazo fijo, la emisión descontrolada de papel moneda, la inflación, el alza del gasto público y la deficiente balanza de pagos.
Un punto crítico durante el gobierno de Juárez Celman fue la política ferroviaria. Se autorizaron los servicios desencadenando negociados y corrupción.
El caos político, económico y social provocó la reacción de la sociedad. La agitación obrera fue cada vez más creciente y se produjeron las primeras huelgas por la depreciación de los salarios.
Gobierno de Carlos Pellegrini (1890 – 1892):
En 1890, cuando cayó el gobierno de Juárez Celman, los servicios de la deuda representaban alrededor del 60% de los valores exportados anualmente.
De todas formas el país se recuperó gracias a la venta de excelentes cosechas, carnes congeladas y refrigeradas.
Antes de que estallara la primera Guerra Mundial el oro acumulado en la Caja de Conversión garantizaría la salud monetaria del país.
La obra de gobierno de Pellegrini se orientó al ámbito económico y financiero para superar la aguda crisis que llevó a la quiebra a los bancos oficiales. El "piloto de tormentas", como se lo apodó al nuevo mandatario, reunió a hombres de empresa (estancieros, comerciantes, banqueros) para solicitarles apoyo económico concreto. De esta manera logró obtener un empréstito interno de 15.000.000 de pesos con lo que se pudo pagar un vencimiento externo.
Se creó la Caja de Conversión para afianzar la moneda. Se realizaron gestiones ante la Banca Rotchschild de Londres para que respaldara un empréstito consolidando una moratoria de tres años en favor de nuestro país.
Se reorganizaron los servicios públicos, se dictó la ley orgánica de los ferrocarriles y se nacionalizó obras sanitarias de la Capital.
Gobierno de Luis Sáenz Peña (1892 – 1895):
Luis Sáenz Peña intentó una política independiente y de mayor apertura: colocó en sus ministerios a un Cívico Nacional, Manuel Quintana y más tarde a un radical, Aristóbulo del Valle.
En las provincias se produjeron levantamientos a los que se respondió con las intervenciones federales y a nivel nacional existía la amenaza de una revolución radical. Esta difícil situación acarreó el reemplazo de Quintana por Aristóbulo del Valle como figura central del gabinete, aunque específicamente era el titular de Guerra y Marina.
Gobierno de José E. Uriburu (1895 – 1898 )
Ante la renuncia de Luis Sáenz Peña asumió la Presidencia José Evaristo Uriburu, su Vicepresidente.
En 1898 una Convención Constituyente reformó la Constitución Nacional en los siguientes aspectos:
– Elevó a ocho el número de Ministros del Poder Ejecutivo Nacional.
- La representación de las provincias al Congreso Nacional se estableció en 1 diputado cada 33.000 habitantes y no cada 20.000 como era hasta ese momento. El Congreso determinaría, luego da cada censo, la representación pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada por diputado.
Se realizó el Segundo Censo Nacional el 10 de mayo de 1895 que evidenció un significativo aumento demográfico sobre el de 1869.
Segundo Gobierno de Julio Argentino Roca (1898 – 1904):
Durante su presidencia entró en vigencia la reforma constitucional que elevaba a ocho el número de Ministerios. Se incorporaron los de: Agricultura, Obras Públicas y Marina. El Departamento de Culto que dependía del Ministerio de Justicia fue anexado al de Relaciones Exteriores.
El Poder Ejecutivo presentó un proyecto al Congreso para consolidar la deuda externa. Debido a la variedad de empréstitos obtenidos en diversas condiciones, se pensaba renegociar la deuda por un plazo mayor y con menor interés. Un porcentaje de las rentas de aduana sería la garantía, cuya recaudación se aseguraría una inspección inglesa.
Al crecer la oposición al proyecto, Roca no dudo en retirarlo del Congreso y responsabilizó, para librarse de culpas, a Carlos Pellegrini quien había sido uno de los promotores de la idea (1901).
El aumento del comercio exterior produjo un crecimiento de las rentas fiscales, que en gran parte se destinaron a obras públicas:
-Extensión de vías férreas
-Construcción del Palacio del Congreso Nacional, inaugurado en 1905
-Dragado del Río de la Plata
-Habilitación del puente trasbordador sobre el Riachuelo
También se emprendieron obras en el área educativa. Se construyeron escuelas e institutos regionales de enseñanza.
En diciembre de 1901 se sancionó la ley de Servicio Militar obligatorio por iniciativa del Ministro de Guerra Pablo Ricchieri.
El 25 de julio de 1903 se inaugura el tranvía eléctrico que va desde Plaza de Mayo hasta la Boca. El nuevo medio de transporte que reemplaza a los antiguos carros tirados por caballos resulta más rápido y económico. Cambia la vida de los trabajadores que gracias a él pueden establecer su residencia más lejos del lugar de trabajo. Esto les posibilita adquirir lotes donde el precio de la tierra cuesta menos y construir su casa propia. También transforma el aspecto de la ciudad en la que el tránsito empieza a tener el ritmo y el peligro de las ciudades modernas. Asimismo el tendido de cables eléctricos modifica la fisonomía de la capital. Las cifras del censo económico de 1905 revelará que las ganancias de la compañías dedicadas a esta actividad ascienden a casi a más de 58 millones de pesos anuales. Y su existencia significa una fuente de trabajo para más de 14.000 personas.
Gobierno de Manuel Quintana (1904 – 1906):
En 1904, para dar mayor impulso a la actividad agrícola, el gobierno decide estatizar en su totalidad el paquete accionario del Banco de la Nación Argentina.
- Inmigración y exportaciones.
En 1905, los embarques a Inglaterra de carne producida en los frigoríficos nacionales superan a los de los Estados Unidos. Todos los indicadores económicos revelan que existe en el país una excelente coyuntura económica. La red ferroviaria crece en todo el país, la producción agrícola se desarrolla en forma sostenida, el flujo de inmigrantes no cesa y los resultados de la incorporación de mejoras en la producción ganadera y en el proceso de faenamiento alcanza rápidos resultados exitosos. Las estadísticas reflejan claramente esta consolidación del crecimiento económico del país. Las exportaciones de trigo, que en 1900 llegaban a 1.929 toneladas, alcanzan en 1905 las 2.868 toneladas. Las de maíz pasan de 713 toneladas en 1900, a 2.222 en 1905. Y las de lino, de 223 toneladas en 1900, a 650 en 1905. Otras fuentes estadísticas, registran que las exportaciones de carne, que en 1900 alcanzaron los 2 millones y medio de pesos oro, llegan en 1905 a 15,2 millones medidos en la misma moneda. Las exportaciones totales del país, que en 1900 alcanzaron 49,1 millones de libras, crecen hasta 76,8 millones de libras en el ejercicio de 1905. Mientras tanto, la población aumentó de 4,6 millones de habitantes en 1900 a 5,2 millones en 1905. Y por último, el tendido de vías de la red ferroviaria que alcanzaba 16.767 kilómetros en 1900, llega en 1905 a 19.682 kilómetros.
- Reabre sus puertas el Banco Provincia de Bs. As.
El 1° de junio de 1906 reabre sus puertas el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Esta entidad había dejado de funcionar en 1890, debido a la crisis financiera que se produjo en el país. La entidad se convertirá, en unos años más, en una institución financiera poderosa que se vinculará estrechamente con el desarrollo del comercio, la ganadería y la industria bonaerense. Ejemplo del desarrollo industrial de la zona es el establecimiento, durante este mismo año, de la fábrica de envases Rigolleau en la ciudad de Berazategui, que se instala básicamente para abastecer de botellas de vidrio a la fábrica de cerveza Quilmes, otra industria floreciente del momento.
- Record de inmigrantes:
En 1906 se cuadruplica el número de inmigrantes respecto de los ingresados en 1900. La cifra marca un récord para la década: ingresan en el año un total de 302.000, lo que en el balance general de población deja un saldo de 198.300 nuevos habitantes producto básicamente de la inmigración. Esa es la cifra del record. De los 302.000 recién llegados, los dos sectores más importantes son los 48.000 españoles y los 107.000 italianos. De éstos, la cuarta parte son sicilianos. La población del país, que es de 2.500.000 habitantes en 1881, se eleva a 4.600.000 en 1900. Ya en 1905, es de 5.200.000.
Gobierno de José Figueroa Alcorta (1906 – 1910)
- El país en huelga.
El año 1907 bate el récord de huelgas. La celebración del 1° de mayo es fuertemente reprimida. Y la actividad de socialistas y anarquistas pone a los sectores trabajadores en pie de guerra permanente. Desde el "Régimen" la respuesta es dura. La más llamativa de las huelgas es la que se conocerá para siempre como "huelga de inquilinos" o "huelga de conventillos". De marcada inspiración anarquista, su objetivo fue lograr una rebaja en los alquileres del 30%, además de una serie de mejoras en las condiciones contractuales y de calidad de vida. Los propietarios responden a la falta de pago de alquileres solicitando los desalojos por vía legal.
- Censo industrial y producción récord de trigo.
Los índices del crecimiento económico no cesan de dar valores en aumento. En 1908 la producción nacional de trigo alcanza la cifra récord de 5,2 millones de toneladas, la cual es exportada en un 70 por ciento. También se realiza un censo industrial que arroja signos de expansión en todas las actividades. En todo el país se cuentan 31.966 establecimientos fabriles y manufactureros. La mano de obra en ellos alcanza la cifra de 292.893 obreros. Las fábricas más importantes se encuentran en Buenos Aires y Rosario y predominan los establecimientos de productos alimenticios y bebidas. Empieza a desarrollarse la industria de la confección. En estos rubros, la manufactura nacional prácticamente borra del mercado a los productos importados. La industria vitivinícola cuenta con 3.409 fábricas, la azucarera, con 37 ingenios. La primera ocupa a 45.776 personas y la segunda, a 38.311. Las fábricas de cerveza son 29 y elaboran unos 80 millones de litros anuales . Algunas de ellas, como la Quilmes, figuran entre las más importantes del mundo. Su competidora, la Bieckert, traslada su fábrica a la localidad de Llavallol, al sur de la ciudad de Buenos Aires. Los molinos harineros instalados en el país son 250 y en 1908 producen 700.000 toneladas de harina, de las cuales 128.000 se destinan a la exportación que va en su totalidad al Brasil.
- Expansión ferroviaria
En 1909 se construye el ferrocarril al Paraguay. También se abre el túnel trasandino que une a la Argentina con Chile, por el cual en 1910 pasará el Ferrocarril Pacífico. Con el trazado de estas líneas prácticamente se completa el desarrollo de la red de vías que cubre la mayor parte del territorio nacional. Durante los últimos tres años en que está al frente del gobierno el presidente José Figueroa Alcorta, esta red ferroviaria aumenta en 7.000 km. De los 20.653 km de vías que había tendidos en 1906, se pasa ese año a una extensión de 27.715 km. El capital con el que cuentan las empresas ferroviarias se modifica de 695.301.620 pesos oro en el año en que asumió Figueroa Alcorta a 898.900.000 pesos oro declarados al 30 de junio de 1909. De esta cifra, 799.600.000 pesos oro pertenecen a compañías privadas y 99.300.000 al Estado.
Se calcula en nuestro país una población aproximada de 270 habitantes, por cada kilómetro de vías extendidas, mientras kilómetros de vías extendidas 26.684 pertenecen a líneas de interés general y 454 km son de interés privado. De las primeras, 22.998 km son propiedad de compañías particulares y 3.686 pertenecen al Estado. Ningún otro país de América cuenta en ese momento con una red semejante, que abarca extensiones enormes. Llega hasta La Quiaca, en la frontera con Bolivia, hasta Neuquén en la Patagonia y también a San Rafael, Mendoza y, la construida ese año alcanza la ciudad de Posadas, en Misiones, desde do que Francia cuenta con 850, Alemania con 1.000 y Gran Bretaña con 1.100.
Gobierno de Roque Sáenz Peña (1910 – 1914)
- La Ley Sáenz Peña (1912)
Roque Sáenz Peña ni bien asumió la presidencia, en su primer mensaje ante el Congreso Nacional, manifestó sus ideas sobre el sufragio libre, obra que se proponía concretar.
La Reforma Electoral, requería una Ley de Enrolamiento General de los ciudadanos nativos y naturalizados y la confección de un nuevo padrón electoral.
El proyecto de Ley electoral estuvo listo a fines de 1910 y fue aprobado luego de arduos debates. La Ley Sáenz Peña, puesta en vigencia en 1912, establecía:
– Voto secreto, libre, individual, obligatorio.
– Sistema de lista incompleta: la mayoría obtenía 2/3 de los cargos y el tercio restante lo ocuparía la primera minoría.
Los partidos políticos, como consecuencia de la Ley Sáenz Peña, tuvieron que reorganizarse: revisar sus Cartas Orgánicas, crear centros seccionales o comités, convocar a convenciones o congresos y elaborar plataformas electorales.
- El Grito de Alcorta
El 25 de junio de 1912 la Sociedad Italiana de Alcorta declaró una huelga de arrendatarios que se extendió a la zona sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires.
Se levantaron en defensa de sus intereses ante la baja de los precios de los granos, no pudiendo afrontar los arrendamientos.
Los terratenientes después de un mes y medio cedieron ante la fuerza movilizada por los chacareros.
Gobierno de Victorino de la Plaza (1914 –1916)
Durante el gobierno de Victorino de la Plaza se aprobaron las leyes de: accidentes de trabajo; inembargabilidad de sueldos, jubilaciones y pensiones de empleados ferroviarios y la de creación de la Caja Nacional de Ahorro Postal.
- Argentina y la Primera Guerra Mundial
Con el estallido del conflicto bélico entre las grandes potencias se modifica sustancialmente el panorama económico nacional. La guerra en Europa afecta el desarrollo de todas las actividades y plantea la necesidad de enfrentar situaciones inéditas hasta el momento. Las industrias alimentarías, sobre todo las que se dedican a la manufactura de carnes enlatadas, reciben una gran demanda para abastecer a los soldados en el frente. También, con la merma de productos que antes eran provistos por la industria europea y estadounidense es preciso desarrollar aceleradamente muchas actividades industriales que hasta el momento no se realizaban en el país. De esta manera, la estructura fundamentalmente agropecuaria de la Argentina se ve modificada por un importante aumento del peso de la industria en la estructura económica. Además, el gobierno central crea la Dirección Nacional de Industrias. Otro factor que varía es el flujo de la inmigración, que cesa bruscamente y hasta se revierte, debido a los grandes contingentes de ciudadanos o hijos de ciudadanos de los países en guerra que vuelven a su tierra para combatir en el frente de batalla. Ese año, por primera vez desde 1891, el saldo migratorio resulta negativo. La guerra submarina interrumpe de hecho las comunicaciones comerciales regulares y paraliza el tráfico internacional. Y puesto que el gobierno no puede evitar el retiro masivo de oro hecho por los Estados beligerantes se producen graves problemas fiscales. A este sombrío panorama se suma una mala cosecha que acentúa aún más la crisis. Se deben tomar medidas de urgencia: el gobierno cierra la Caja de Conversión, establece una moratoria para las deudas privadas y prohíbe la exportación de trigo, harina y carbón de piedra.
- Inversiones de Estados Unidos.
En 1915 se acentúa llamativamente la inversión de capitales provenientes de los Estados Unidos. La empresa Armour termina la construcción de su frigorífico en la localidad de Berisso. También se instala en el país Otis Elevator, compañía dedicada a la fabricación de ascensores. También llegan agentes comerciales y de colonización. La Kodak abre filiales y las empresas dedicadas a la industria farmacéutica como los laboratorios Merck y Parke Davis, hacen lo mismo. Esta última rama de la industria encuentra en nuestro país, alejado del flagelo bélico, la posibilidad de establecer una base de operaciones para la fabricación y desarrollo de especialidades medicinales que no es posible elaborar en medio de la contienda mundial. También influye en este proceso el mercado existente que se ve privado de la producción de drogas y productos medicinales que llegan de Europa y que significa una interesante fuente de consumidores. Esta situación genera colateralmente las posibilidades de que productores locales fabriquen algunos medicamentos. Será la base de nuestra futura industria farmacéutica, una de las más desarrolladas de la actividad económica local.
Gobierno de Hipólito Irigoyen (1916 – 1922)
Durante la primera presidencia de Hipólito Irigoyen al final de su mandato (1922) se creó Y.P.F. (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) destinado a promover la explotación petrolera y dependiente del Ministerio de Agricultura, aunque su crecimiento se produjo durante la Presidencia de Alvear.
Las dificultades comerciales generadas por la Primera Guerra Mundial inspiraron un proyecto para crear una Flota Mercante Nacional. Su aprobación se demoró un tiempo porque fue obstaculizada en el Congreso.
Firmó convenios con Inglaterra, Francia e Italia para la comercialización de granos; en aquellos el Estado argentino fijaba los precios de los cereales vendidos.
Se sancionaros leyes laborales sobre: jubilación en empresas privadas, contratos colectivos de trabajos y salarios.
En 1920 comenzó la construcción del Ferrocarril Trasandino que uniría a la Puna con Chile, permitiendo al Noroeste argentino la comunicación con el Pacífico.
- La reactivación de 1917
En 1917 se producen los primeros signos de reactivación tras la crisis económica que se desató en 1913. Esta crisis trajo aparejado un aumento de la desocupación, la baja en las exportaciones y un aumento de la inflación. El alivio se traduce ahora en el crecimiento de las exportaciones. Las encabezan, lógicamente, la producción de carne enlatada para alimentar a los soldados europeos en el frente de la Primera Guerra Mundial. Ocurre lo mismo con los textiles, para la confección de abrigos y frazadas. Esto hace subir la producción de lana y de algodón. La desocupación se retrae debido a la instalación de empresas extranjeras que crean fuentes de trabajo. Entre ellas figuran las estadounidenses International Bank of Boston, National Lead y Ford, cuyo crecimiento vertiginoso en la producción de automotores se dará a partir del 1920. Esta reactivación de la economía, paradójicamente, no trae tranquilidad al gobierno de Hipólito Irigoyen. Al comprobar mejores condiciones en los beneficios de sus empleadores, los obreros reclaman por una porción mayor en el reparto de la riqueza. Una ola de huelgas recorre el país y obliga a Irigoyen a mediar en numerosos conflictos.
- Conflictos sociales:
En esta nueva etapa se produjeron numerosas huelgas, el año 1919 fue muy significativo en este aspecto.
El Presidente desempeñó un rol conciliador ante los conflictos sociales.
Las protestas fueron alentados por la difusión de las ideas socialistas y anarquistas, el mayor desarrollo sindical, la influencia de ciertos hechos internacionales revolucionarios (la Revolución bolchevique en Rusia y la Mexicana) y el aumento del costo de vida como consecuencia de la Primera Guerra Mundial.
- Conflicto en Patagonia
A fines de 1920 se originó una huelga en Río Gallegos (provincia de Santa Cruz) en reclamo de mejoras a las condiciones de trabajador rural.
Se produjeron actos de violencia entre los manifestantes y la policía .
El gobierno nacional envió como mediador al Teniente Coronel Héctor Varela, pero un grupo no aceptó las condiciones y reinició la huelga.
En agosto de 1821 se declaró huelga general en el territorio. Se tomaron rehenes y se incendiaron estancias.
La liga Patriótica Argentina actuó como grupo de choque contra los manifestantes. El gobierno envió nuevamente a Varela, quien realizó una férrea represión.
Gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922 – 1928):
Llegó a la presidencia cuando finalizaba la crisis mundial de posguerra, lo cual le permitió mejorar la economía y las finanzas sin mayores contratiempos.
Impulsó el crecimiento de YPF con el objetivo de alcanzar el auto abastecimiento, vital para el desarrollo autónomo del país y promovió medidas tendientes a disminuir la competencia de empresas extranjeras. En 1924 se promulgaron los primeros decretos que restringían las concesiones de exploración, delimitaban posibles zonas productivas y fijaban los plazos de vencimiento para efectuar exploraciones.
Desde el ministerio de Guerra, al frente del cual estaba el coronel Agustín P. Justo, se renovó el material bélico, se dispuso la creación de la primera fábrica de aviones con sede en Córdoba, se instaló la base de submarinos en Mar del Plata y se renovaron unidades de la flota de guerra.
En materia de obras públicas se inició la construcción de los ministerios de Hacienda, Obras Públicas, Guerra y Marina, el edificio del Banco Nación y las destilerías de petróleo de la Plata.
Durante su presidencia y con motivo de la finalización de la guerra se reactivó el flujo de inmigración hacia nuestro país. Desde 1924 a 1929 entraron al país casi dos millones de personas y quedaron radicados en el país 650.000 inmigrantes.
Se sancionaron leyes de previsión social, ellas fueron: la 11371 (año 1924) que reglamentó el trabajo de menores, la 11278 (1925) que reglamentó el pago de salarios. En 1923 se aprobó la ley 11289, que fue un avance hacia la jubilación universal y obligatoria aunque la Unión Industrial consiguió anularla en 1925 aduciendo lo costoso que resultaría a los industriales su aplicación. El movimiento obrero también renegó de ella, no querían que se descontara de sus salarios el 5% correspondiente a los aportes obreros.
En agosto de 1927 se creó la Caja de Conversión permitiendo la instalación del Patrón de Oro, para beneplácito de las bancas internacionales y de la opinión general.
La balanza comercial fue favorable. No se estimuló el desarrollo industrial aunque aumentaron las inversiones extranjeras, alemanas y norteamericanas estableciéndose la Standard Oíl, Standard Electric, Westinhouse y general Motors entre otras.
Segundo gobierno de Hipólito Irigoyen (1928 – 1930):
- Préstamos para modernizar el agro.
Según los datos estadísticos de 1928, el número de tractores con que se cuenta para las tareas agrícolas supera los 8.000. Fruto de la difusión de la era del petróleo este tipo de maquinarias con motor a explosión se hace cada vez más común en el campo. En lo referente a otro tipo de maquinarias, como las trilladoras y desgranadoras, todavía predomina el uso de las que funcionan a vapor. Estas tienen la ventaja de la economía de combustible, debido a que funcionan con la paja, los marlos y otros residuos de la trilla y el desgrane. La adquisición de maquinaria moderna por parte de los productores se da gracias a la ley 10.676 por la cual se autoriza al Banco Hipotecario Nacional a conceder préstamos a los agricultores por el 80 % del valor de las tierras que trabajan. La preocupación del gobierno durante este período es mantener los índices de exportación agropecuaria que sufre peligro de contraerse. Para ello el 21 de febrero del año próximo, 1929, dictará un decreto por el cual se rebajan las tarifas de embarque de cereales en el puerto de Rosario.
- Crisis económica de 1929:
La crisis económica y financiera se inició con el crack de la Bolsa de Wall Street el 29 de octubre de 1929.
Provocó en Europa y Estados Unidos la quiebra de numerosas entidades financieras. En la Argentina no se llegó a la quiebra de bancos pero sí de numerosos comercios e industrias.
Quiebras (en millones de pesos):
1928………………………………..147.40
1929………………………………..164.90
1930………………………………..226.20
1931………………………………..365.40
1932………………………………..278.00
Fuente: El Cronista Comercial, Anuario de diciembre de 1975.
Se paralizó la construcción, disminuyeron las ventas, bajaron los valores inmobiliarios y aumentó de manera alarmante la desocupación.
Otro elemento que acentuó los efectos en nuestro país fue el deterioro de nuestra balanza comercial. Argentina exportaba exclusivamente productos agropecuarios e importaba manufacturas, mientras los primeros perdían valor los segundos aumentaban vertiginosamente.
La gravedad de la crisis fue tal, que obligó a los países centrales a cambiar las reglas de intercambio. Europa y Estados Unidos impusieron fuertes medidas proteccionistas trabando las exportaciones para estimular así su producción local, evitar la salida de divisas y ocupar más trabajadores. También empezaron a retirar oro y dólares de nuestro país. El método era sencillo, obtenían prestamos bancarios a bajo interés para comprar aquí dólares y oro que luego transferían a Nueva York, salieron así 200 millones de pesos oro (equivalentes a las inversiones norteamericanas durante 1927 y 1928).
Para impedirlo Irigoyen cerró la Caja de Conversión, impidiendo la salida de oro del país. también colocó títulos públicos en el sistema bancario y autorizó el cambio de papeles comerciales por billetes. Esto provocó la crítica de la oposición que consideró excesivas las medidas adoptadas.
A fines de 1929 llegó a Buenos Aires la misión D'Abernon para tramitar la firma de un convenio recíproco de créditos con Gran Bretaña. Ambos países abrieron líneas de créditos por la suma de 100 millones de pesos cada uno durante dos años. Argentina adquirió material ferroviario y Gran Bretaña productos agropecuarios.
En materia de salud pública se creó el Ministerio de Salud Pública, el Instituto de Nutrición y se otorgaron varias subvenciones para investigaciones médicas.
Gobierno de José Félix Uriburu (1930 – 1932)
En el plano económico, su presidencia se caracterizó por una aguda recesión. Los aspectos más acentuados fueron la disminución de los ingresos, la caída del consumo, el crecimiento alarmante de la desocupación y el aumento de la presión fiscal.
Para contrarrestar los efectos de la crisis del 29 de planteó la intervención del gobierno en el área financiera. Creó la Comisión de Control de cambios (10/10/31) para conservar el oro y poder así cumplir con los pagos de empréstitos externos. Se emitieron 300 millones de pesos papel y se tendió a la sobre valuación de la moneda.
Para eliminar el déficit en el presupuesto se crearon nuevos impuestos a las transacciones, a los réditos, se aumentaron los servicios públicos y los aranceles aduaneros.
Con el objeto de abaratar los costos en la producción agrícola, para compensar así la baja de los precios internacionales, se encaró la construcción de elevadores de granos y de nuevos caminos que permitieran reducir el valor de los fletes. La Asociación de Cooperativas Argentinas fue la entidad que más trabajó para impulsar el proyecto de los elevadores. El primero fue inaugurado en la terminal de Rosario (julio 1931).
Para la obtención de fondos en la construcción y reparación de caminos se aumento el precio de la nafta, esta recaudación se enviaba a un ente que lo administraba.
Implanto la ley marcial y restableció la pena de muerte prohibida por el Código Penal Argentino.
Reconoció a la Legión Cívica, organismo formado por civiles uniformados y armados que participaron de la represión política. Todas estas medidas no impidieron que la crisis se profundizara.
- Las nuevas líneas económicas y la inversión privada en petróleo.
En 1931 se realizan dos importantes exposiciones vinculadas al área económica. La primera es la Exposición Británica de Artes e Industrias, que se realiza en Buenos Aires, La otra, la Exposición Nacional de Comercio e Industria, se lleva a cabo en Córdoba. En agosto de este año se concreta también la Conferencia Económica Extraordinaria, que reúne a los miembros de la Confederación Argentina del Comercio, la Industria y la Producción para discutir los problemas derivados de la crisis desatada a partir de 1929. En sus conclusiones, los participantes se declaran en contra de que el Estado maneje empresas industriales. el capítulo dedicado a combustibles nacionales se recomienda estimular el empleo de capitales privados en la exploración y explotación de los yacimientos petrolíferos argentinos, el apoyo de las compañías petroleras extranjeras, se manifiesta diciendo sentirse perjudicadas por la política de monopolio nacionalista en favor de YPF. En la sección de fomento industrial se plantea la conveniencia de desarrollar fábricas para procesar la lana y el algodón producidos en el país y realizar los procesos de hilado y tejeduría en la Argentina. De esta manera se podría atender al mercado sudamericano Finalmente se reclama la urgente necesidad de crear un Ministerio de Industria para impulsar el crédito y revisar los regímenes fiscal y aduanero, de manera tal que permitan el desarrollo de la actividad privada en este ámbito.
Gobierno de Agustín P. Justo (1932 –1938):
- Creación del Impuesto a las Ganancias Personales.
El gobierno de Agustín P. Justo que asume en 1932 debuta con problemas en el área económica. El titular de la cartera de Hacienda, Alberto Hueyo, diseña una política de contención fiscal para paliar los efectos de la crisis que afecta al país desde el año anterior y que se hace sentir duramente en las arcas del Estado y en los bolsillos de la población. Las medidas contemplan un aumento de los impuestos a nivel general y la puesta en marcha de un Empréstito Patriótico. También se crea durante ese año el Impuesto a las Ganancias Personales. La causa de la deteriorada situación que el gobierno de Justo, tiene su raíz en la drástica caída del sistema financiero mundial por el crack de la Bolsa de Nueva York en 1929 y por el consiguiente descenso del comercio exterior y del valor de las exportaciones que durante 1931 alcanzaron un tercio del valor registrado durante el ejercicio anterior.
Las medidas de gobierno de Justo, inspiradas en los principios económicos del inglés John M. Keynes ampliaron las funciones del estado dotándolo de un carácter intervencionista.
En septiembre de 1932 se creó la Dirección Nacional de Vialidad, desde allí se construyó una vasta red caminera, especialmente de Buenos Aires a Córdoba y de Buenos Aires a Mar del Plata.
El estado intervino en el aspecto financiaron mediante la creación del Banco Central de la República Argentina en 1935. Este sustituyó el mecanismo de emisión de la Caja de Conversión, desde ese momento la referencia para emitir papel moneda consideraría la existencia de oro y divisas en el tesoro del Banco. Se constituyó como una sociedad mixta con la estabilidad de la moneda, regular el crédito y ser agente financiero del gobierno en operaciones de crédito externo e interno.
Creó también el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias para eliminar la situación de quiebra de algunos bancos privados por créditos incobrables. El Instituto debía encargarse de esos créditos y pagarlos a los bancos.
Se llevó a cabo una importante reforma del sistema impositivo con el objeto de modernizarlo y reducir el déficit fiscal mediante la percepción de impuestos. Para ello se creó la Dirección General Impositiva, como una entidad autónoma, dotándola de la legislación adecuada. El Congreso aprobó el impuesto a las transacciones comerciales. También se unificaron los impuestos internos, cuya percepción correspondía según la Constitución a las provincias, por medio de esta ley pasaron a formar parte de los recursos nacionales con la condición de ser devueltos con posterioridad en forma de coparticipación federal. Esta medida fue criticada por considerársela violatoria del federalismo económico.
La reforma impositiva implementada en la gestión de Justo fue resistida por comerciantes e industriales, quienes presionaron con huelgas y cierre de negocios durante 1933 y 1934.
A principios de 1933 la recesión en el sector agrícola se hizo sentir especialmente entre los colonos hipotecados y los arrendatarios de la zona de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. Estos iniciaron una amplia movilización de agricultores encabezada por la federación Agraria, dirigida por Esteban Piacenza. Obtuvieron del gobierno la sanción de la ley 11.741 en octubre de 1933 que dispuso la moratoria por tres años de las deudas hipotecarias y la creación de una Junta Central y Juntas locales que revisarían los cánones de arrendamiento. También se reglamentó la instalación y control de la red de elevadores de granos creándose de 1934 la Comisión Nacional de Granos y Elevadores.
Con respecto a la producción se crearon numerosas juntas reguladoras que reglamentaron y controlaron a distintos sectores de la producción, tenían facultades para controlar la elaboración, el expendio y la comercialización, fijar precios, imponer multas, limitar la producción, almacenar y destruir stock. Estas fueron la Junta Reguladora de Granos, la Junta Reguladora de Vinos, la Junta Nacional de Carnes, la Junta Reguladora de la Industria Lechera, la Comisión Reguladora de la Producción y Comercio de la Yerba Mate, la Junta Nacional del Algodón, la Comisión Nacional de coordinación de Transportes, etc.
Se firmaron también varios tratados con Brasil incluyéndose un acuerdo antibélico. Justo visitó Río de Janeiro en 1933 y se presidente Getulio Vargas retribuyó la visita en 1935.
- El Tratado Roca Runciman
Argentina atravesaba una crisis en sus exportaciones debido a la reducción impuesta por Gran Bretaña a la compra de productos agropecuarios, especialmente carne.
La conferencia que la Comunidad británica (Commonwealth) realizó en Ottawa en 1932 agravó la situación. En ella los británicos se comprometieron con los países de su comunidad (Australia, Canadá y la Unión Sudafricana) en dar preferencia a sus carnes reduciendo la compra de otras procedencias.
Como consecuencia de estos tratados las exportaciones de carnes argentinas comenzaron a descender un 5% mensual.
Para encontrar una solución, el gobierno nacional envió a Gran Bretaña una misión encabezada por el vicepresidente Julio A. Roca, quien firmó con el ministro británico Walter Runciman, el 1 de mayo de 1933, el convenio conocido como Roca – Runciman.
El tratado comprendía un documento principal, un protocolo adicional aclaratorio y una convención arancelaria. En él el Reino Unido aseguraba a nuestro país una importación no inferior a 390.000 toneladas de carne enfriada (chilled) la cual podía ser disminuída un 10% hasta llegar al 65% del total. Reservaba a los frigoríficos extranjeros el 85% de la cuota de exportación y el 15% restante a empresas argentinas sin fines de lucro (cooperativas). Los productos debían ser colocados por buques y comerciantes ingleses.
Argentina otorgaba a Gran Bretaña ventajas en materia arancelaria al reducir las que estaban vigentes desde 1930, no reduciría las tarifas ferroviarias, se destinaba a compras británicas la totalidad de las divisas obtenidas por compras inglesas a Argentina, el tipo de cambio sería el mejor de plaza, se dispensaría a las empresas británicas de servicios públicos de ciertos impuestos y se les daría un tratamiento benévolo.
- El Debate de las Carnes
El tratado Roca – Runciman dio protección a los grandes ganaderos e invernadores asociados a los frigoríficos extranjeros en perjuicio de los pequeños productores. Esta situación dio origen al famoso debate parlamentario conocido como "debate de las carnes". Se inició en septiembre de 1934 cuando el senador Lisandro de la Torre propuso la creación de una comisión investigadora para establecer cual era la situación del comercio de exportación de carnes argentinas y verificar si los precios pagados por los frigoríficos a los productores guardaban relación con sus precios de venta en el exterior.
La comisión investigadora presentó dos despachos, uno por mayoría en el que se afirmaba que los precios pagados eran justos y uno por minoría que presentó de la Torre el 18 de junio de 1935. En él probaba que la exportación de carnes argentinas producía ganancias solo a los intermediarios. Los frigoríficos extranjeros evadían impuestos llevando una doble contabilidad (el Anglo) y también evadían los controles cambiarios reservando divisas para negociarlas en el mercado libre, que era más alto que el oficial, con lo cual compensaban las pérdidas producidas en sus dominios. También acusó a los ministros Pinedo y Duhau de tergiversar la información y recibir prebendas.
El debate tuvo un fin trágico cuando el 22 de julio de 1935 el senador electo por Santa Fe, Enzo Bordabehere, amigo de la Torre fue asesinado dentro del recinto parlamentario. Desde ese momento Lisandro de la Torre abandonó la lucha política.
Gobierno de Roberto M. Ortiz (1938 – 1940)
El 20 de febrero de 1938 Ortiz asumió la presidencia de la Nación. Durante su gobierno se realizaron reformas en la administración de justicia y en la enseñanza y cultura en general:
- Informe final sobre la corrupción en el comercio de carnes.
En 1938, la comisión parlamentaria que investiga el comercio de carnes anglo-argentino desde 1935, presenta su informe final. El mismo da cuenta de la existencia de un pool que beneficia al grupo de los ganaderos invernadores que participan en la producción de carne. Este tema había sido puesto en el tapete desde la firma del tratado Roca-Runciman en el cual aparecían indicios de estos privilegios. Por iniciativa del senador Lisandro de la Torre se formó en 1934 una comisión mixta de diputados y senadores para investigar la cuestión. Ese año, durante un allanamiento al buque británico "Anglo", se secuestró importante documentación probatoria sobre los verdaderos precios pagados por Inglaterra al grupo de productores locales beneficiados en la operatoria. Posteriormente los frigoríficos extranjeros se negaron a colaborar con la investigación. Pero ésta continuó. Debido al manejo fraudulento entre los ganaderos y los frigoríficos, el gobierno percibía una cifra menor por impuestos que la establecida por ley. En las conclusiones del informe se recomienda la creación de la Corporación Argentina de Productores de carne (CAP) para controlar ese negocio y evitar el manejo indiscriminado del mismo por parte de los frigoríficos extranjeros.
- La Segunda Guerra Mundial y la economía Argentina.
En 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial. En un primer momento, el conflicto bélico crea graves problemas en la economía de nuestro país, sobre todo en lo que se refiere a insumos y productos industriales de los cuales no hay producción nacional. La falta de transportes afecta las exportaciones y el cese de llegada de maquinarias y repuestos necesarios para la producción local crean innumerables complicaciones. Faltan cubiertas de caucho para los colectivos y en la ciudad de Buenos Aires se experimenta un sistema para hacerlos circular con ruedas de hierro sobre el trazado de la red de tranvías. La falta de combustibles obliga a las usinas generadoras de energía eléctrica a funcionar quemando maíz y leña. Más adelante, la necesidad de autoabastecimiento obligará a desarrollar diversas actividades industriales que no se realizaban en el país. Estas irán creciendo hasta abastecer el consumo interno y en muchos casos generaran saldos exportables. La escasez de bienes importados produce el crecimiento de las manufacturas locales, por mayor consumo del mercado interno y de los países limítrofes.
Gobierno de Ramón S. Castillo (1940 – 1943)
Desde 1940 el presidente Roberto M. Ortiz había delegado el mando en el vicepresidente Ramón S. Castillo por razones de salud. Este ejerció la presidencia en forma provisional hasta 1943.
- Creación de la Flota Mercante del Estado.
En 1941, el vicepresidente Ramón Castillo impulsa la creación de la Flota Mercante del Estado. Esta iniciativa pretende resolver un viejo problema que existe en el área del comercio exterior del país: la excesiva dependencia de potencias extranjeras para el transporte por mar de la producción nacional. Hasta el momento las presiones para mantener aquella situación, que brindaba enormes dividendos a las compañías dedicadas al negocio, son más poderosas que las intenciones de crear una empresa estatal que permita la salida de la producción local al exterior con tarifas más bajas. Las condiciones creadas por la Segunda Guerra Mundial permiten que el gobierno concrete sin resistencias su proyecto. En primer lugar, por temor a los ataques, los buques mercantes de los países participantes de la contienda ven restringidas sus posibilidades de operar normalmente. A esto se suma el aumento de la demanda de exportaciones por parte de los países en guerra, generando la necesidad de una operatoria ágil en los puertos. Con este cuadro de situación, Castillo aprovecha la presencia de varios buques anclados durante meses en el puerto de Buenos Aires. Son naves pertenecientes a las potencias del Eje que temen el ataque de las naves de guerra británicas que controlan el Atlántico sur. La mayoría de estos buques es de bandera italiana, mientras Italia tiene una creciente deuda con nuestro país debido al aumento de la demanda de productos argentinos. El presidente negocia con las compañías propietarias y adquiere las naves en condiciones muy ventajosas para el país, creando con ellas la compañía naviera estatal. La flamante Flota Mercante del Estado llega a contar en pocos meses con una cincuentena de barcos que lideran en poco tiempo la operatoria del comercio ultramarino realizada en nuestros puertos.
- Record de exportaciones industriales.
En 1942, los indicadores muestran un importantísimo crecimiento de las exportaciones industriales. El total supera cuatro veces los porcentajes que se habían alcanzado en el año 1939 cuando se inició la Segunda Guerra Mundial. Las cifras son elocuentes teniendo en cuenta que la infraestructura industrial que posee el país es precaria dada su condición de país agroexportador no industrializado. Los resultados obtenidos son el fruto de la demanda sobre las industrias manufactureras locales, debido a la creciente necesidad del mercado interno, que no consigue abastecerse ante la falta de importaciones producto del conflicto bélico mundial. Gran parte de la industria también está comprometida a exportar, ante la demanda exterior, pidiendo productos necesarios para las tropas movilizadas, especialmente las dedicadas a la fabricación de alimentos y a la industria textil.
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