"Los hispanos tienen muchas dificultades en "navegar" el sistema y lograr que sus chicos se inserten y saquen beneficios. Algunos tienen que desvivirse por llevar comida a la mesa cada día, ¿cómo van a estar pendientes de cosas de la escuela?", señala Mike Ogas, director de un instituto en Los Lunas, muy cerca del Cerro.
Así, las estadísticas: más del 57% de los estudiantes de Nuevo México no alcanzó los niveles establecidos oficialmente para mostrar avances de aprendizaje (medido mediante el "Adequate Yearly Progress", AYP) en los últimos años.
La crisis en cifras
Hay 50,5 millones de hispanos en Estados Unidos, según el censo nacional de 2010.
Entre 2000 y 2010 la población latina creció 15,3 millones, la de mayor expansión entre todos los grupos étnicos de Estados Unidos.
La población latina es mucho más joven que la blanca no hispana: hay 17,1 millones de hispanos menores de 17 años, lo que equivale a 23% de la población en ese rango de edad.
Casi 22% de los inscritos en las escuelas públicas estadounidenses es latino: uno de cada cinco alumnos entre preescolar y 12 años.
Sólo la mitad de los estudiantes latinos consigue su diploma en el tiempo estipulado; de aquellos que se gradúan en secundaria, sólo la mitad está preparado para estudios terciarios.
Sólo 13% de los hispanos tiene título universitario y menos de 4% consigue títulos superiores.
En general, los latinos tienen el menor nivel de éxito en la educación de todos los grupos étnicos de EEUU.
Fuente: Departamento de Educación de EEUU
Catalina Trujillo, nacida en Nuevo México de padres mexicanos, lo logró para su hija Juanita. Pero sabe que es una de pocas.
"Me llevó una lucha constante con maestros y directores. Querían ponerla en el aula de educación especial y nosotros sabíamos que ella no tenía que ir allí. Muchas veces estuvo por rendirse, pero nosotros la empujamos", dice.
Jesús García no corrió igual suerte: expulsado de la escuela por presunta participación en una pandilla, a los 18 años no tiene empleo ni título ni miras de conseguirlo.
"Es malo, yo quería terminar pero ahora no tengo muchas oportunidades. Igual tengo muchos amigos que dejaron (la escuela) por estar en pandillas y drogas. Cuando voy a buscar trabajo no me dan, ni en McDonald"s me dan", asegura.
Desde temprano
Para paliar la crisis de escolarización, los expertos que trabajan con comunidades hispanas intentan crear conciencia sobre una receta que está al alcance de la mano: el preescolar.
Según el Departamento de Educación estadounidense, las familias latinas son las menos proclives, entre todos los grupos étnicos, a anotar a sus hijos en programas de educación temprana. Así, a la edad de tres años los niños hispanos tienen un 50% más de probabilidades de tener "habilidades de vocabulario expresivas limitadas", en comparación con los no hispanos.
"Muchos padres no quieren que a sus hijos se les enseñe español, creen que van a ser más exitosos si se les enseña en inglés. Por eso creemos en la intervención temprana: para cuidar la transición de una lengua a otra", señala la educadora Teresa Ogas, quien trabaja en un programa de apoyo escolar donde el 75% de los beneficiarios son de origen latino.
El gobierno de Barack Obama, en el documento "Mejorando la educación para la comunidad latina" de abril pasado, reconoció la crisis educativa y dio la voz de alerta: los estudiantes hispanos, dijeron, resultarán clave para alcanzar la meta autoimpuesta de convertirse en el país con el mayor porcentaje de graduados del mundo antes de 2020.
Sin embargo, las administraciones estatales tienen bajo su órbita la implementación de políticas educativas y no todas coinciden en qué camino seguir.
En Nuevo México, el gobierno demócrata que terminó en 2010 había establecido un comité especial para asesorar sobre educación hispana, pero luego, tras la llegada al poder de la republicana Susana Martínez, la estrategia ha cambiado:
"Mi intención es que nos concentremos en el 25% de la clase que muestra peor desempeño, independientemente del grupo racial al que pertenezca. No podemos focalizarnos en los niños hispanos a expensas de los estadounidenses (blancos)", afirmó la gobernadora a BBC Mundo.
Los resultados de las políticas de educación los verá esta generación de alumnos cuando le toque pasar a la vida económicamente activa. Lo que está en juego, alertan muchos, es el futuro económico de un país entero, en el que los hispanos -graduados o no- tendrán cada vez más importancia.
La crisis "subprime" de los estudiantes norteamericanos
"Los profesionales americanos esperan un mayor número de impagos en casi todos los tipos de préstamos y en tarjetas de crédito, a la vez que observan una presión creciente sobre la economía nacional. Con una cifra superior a los 750.000 millones de dólares, la deuda en créditos a estudiantes es ahora mismo, aún mayor que la deuda sobre tarjetas de crédito, según el informe trimestral sobre riesgos que realiza FICO en colaboración con la Asociación Internacional de Directores de Riesgo Profesionales (PRMIA)"… Los impagos de estudiantes lastran el futuro de la economía americana (El Confidencial – 13/2/12)
Además, en el estudio de FICO, el 67% de los profesionales de riesgo considera que esa deuda crecerá en los próximos meses (un 19% más que en el último estudio trimestral). Sólo el 8% espera que la deuda se reduzca. "Estamos observando que es probable que la próxima mayor preocupación de los bancos y entidades de crédito sean los estudiantes", afirma Andrew Jennings, director de analítica de FICO y responsable de FICO Labs. "Con un incremento tan importante en los impagos, los créditos a estudiantes pueden causar un tremendo impacto en los bancos".
Los profesionales que han respondido a la encuesta consideran también que la crisis de deuda en la Eurozona está afectando a la economía estadounidense (38,8%) y que las políticas económicas del gobierno de Obama no están ayudando a salir de la actual coyuntura económica (38,4%). El 19% considera que la falta de gasto e inversión por parte de las empresas nacionales es la gran lastra de la situación actual.
En lo que se refiere a crédito interno, el 47% de los que respondieron al estudio cree que los impagos en hipotecas crecerán en los próximos meses. Sólo el 13% considera que decrecerán, lo que muestra un ligero pesimismo frente al estudio realizado hace tres meses.
Para el 45%, los impagos en tarjetas de crédito aumentarán mientras que el 21% cree que se reducirá, lo que muestra, de nuevo, una confianza cada vez más deteriorada entre los responsables de los bancos. Sin embargo, el 54% piensa que los saldos de las tarjetas aumentarán en los próximos meses, ya sea por incrementos en el consumo de algunos ciudadanos o por la necesidad de pagos de otros.
La "burbuja" de los créditos estudiantiles en EEUU
"Mientras recientes cifras económicas le permiten al presidente estadounidense Barack Obama defender la recuperación económica de su país, algunos expertos señalan que las condiciones para una nueva crisis se pueden estar gestando en un inesperado flanco: los créditos estudiantiles"… Los créditos estudiantiles en EEUU.: ¿la próxima burbuja? (BBCMundo – 13/3/12)
El problema es una mezcla de ingredientes potencialmente explosivos: costos de la educación que crecen más que los salarios, más necesidad de ayuda monetaria externa y tasas preocupantes de desempleo juvenil. Y a medida que las deudas incrementan y se dificulta el pago del dinero pendiente, también crece el riesgo tanto para el prestatario como para la economía en general.
Para cubrir las matrículas educativas, los estadounidenses están recurriendo cada vez más al financiamiento externo, hasta el punto que hoy deben más dinero por cuenta de los préstamos para financiar programas educativos que por los gastos en sus tarjetas de crédito, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y el Departamento de Educación de EEUU.
Y eso puede traer problemas, especialmente en una época en la que la tasa de desempleo para los jóvenes entre 25 y 34 años es mayor que el promedio para todos los adultos (8,7% versus 8,3% en febrero de 2012, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos).
"Gracias a que la deuda por préstamos estudiantiles es mayor que la deuda por tarjetas de crédito en Estados Unidos, y que los prestatarios afligidos tienen pocas posibilidades o ninguna, Estados Unidos enfrenta la posibilidad muy real de otra amenaza económica importante a la par de la devastadora crisis de las hipotecas", señaló un informe de febrero producido por la Asociación Nacional de Abogados de Bancarrota Personal (Nacba, por sus siglas en inglés).
Según estadísticas reveladas en 2011, el número de préstamos estudiantiles otorgados en 2010 superó la marca simbólica de los US$ 100.000 millones. Además, en ese momento se informó que el total de deudas pendientes pasaría la barrera de US$ 1 billón por primera vez.
El aumento en el número de préstamos va de la mano con otra cifra que el departamento de Educación de Estados Unidos presentó en septiembre y que indica que la tasa de mora para quienes tienen un préstamo educativo pasó de 7% en el año fiscal de 2008 a 8,8% en 2009, la cifra más alta desde 1997.
En otras palabras, de los 3,6 millones de personas que empezaron a pagar sus préstamos entre septiembre de 2008 y septiembre de 2009, unas 320.000 entraron en cesación de pagos el 30 de septiembre de 2010.
En ese sentido, el informe de la Nacba mostró que el 81% de los abogados de bancarrota cree que los clientes potenciales con deudas por préstamos estudiantiles aumentaron "significativamente" o "algo" en los últimos tres o cuatro años.
Pero no todos están de acuerdo con que se esté hablando de una eventual crisis al estilo de la burbuja inmobiliaria.
Mark Kantrowitz, autor de tres libros sobre ayuda financiera para estudiantes, explica que él no cree que estemos cerca de una burbuja de deuda estudiantil y califica la encuesta de Nacba como una serie de "afirmaciones aproximadas" e "impresiones".
En diálogo con BBC Mundo, Kantrowitz dice que lo que sí cree que estamos viendo es "un periodo de una caída severa en la asequibilidad estudiantil".
Según el centro Pew, una cifra récord de estudiantes está saliendo de la universidad con una deuda significativa.
Para argumentar su posición, el escritor explica que la gran mayoría de los préstamos estudiantiles están garantizados federalmente y que sólo un porcentaje pequeño de los estudiantes no puede pagar sus préstamos.
La probabilidad de una crisis similar a la de las hipotecas se reduce si se tiene en cuenta, además, que el mercado de préstamos estudiantiles es diez veces más pequeño que el mercado de hipotecas residenciales.
Pero Kantrowitz no descarta del todo que el panorama actual pueda desencadenar a largo plazo una crisis de mayores proporciones.
"Si continúan las tendencias actuales en la misma dirección en que se dirigen desde hace cuatro décadas, entonces probablemente entre 2020 y 2030 podremos hablar más de una crisis".
"Ahora no hay una burbuja universal de los préstamos estudiantiles. Puede haber microburbujas en instituciones particulares o áreas de estudio. Pero todavía no es una situación penetrante", dice.
"Tendrán que pasar décadas antes de que se vuelva penetrante, pero siempre y cuando se reduzca el crecimiento anémico actual de las becas y continúen aumentando los costos", concluye.
¿Una buena inversión?
En mayo del año pasado, el centro de investigación Pew realizó una encuesta entre 2.142 adultos para encontrar tendencias que ayuden a responder esa pregunta. Estos fueron algunos de los hallazgos:
•El 57% de los encuestados cree que el sistema de educación superior en Estados Unidos no representa una buena relación calidad–precio.
•El 75% dice que la universidad es demasiado costosa para la mayoría de estadounidenses.
•Pero, al mismo tiempo, el 86% de los graduados de universidad dicen que haber estudiado fue una buena inversión personal.
•Un porcentaje récord de estudiantes está saliendo de la universidad con una deuda significativa. Entre los que tienen una deuda, el 48% dijo que pagarla generó problemas para saldar otras cuentas.
•Los adultos que concluyeron un curso universitario de cuatro años consideran que, en promedio, están ganando US$ 20.000 más al año gracias a ese diploma.
Fuente: Tendencias sociales y demográficas del Centro de investigación Pew.
Buscando el trampolín a cualquier precio
""Parece que esto también es demasiado grande para caer". Lo advierte la Agencia Federal de Protección de los Consumidores en Estados Unidos, y no se refiere a las hipotecas ni a ninguna institución financiera, sino a un nuevo integrante del club: "del mercado de préstamos a los estudiantes para que puedan pagar una carrera universitaria""… La nueva burbuja del crédito en Estados Unidos está en las aulas de las universidades (El Confidencial – 1/4/12)
Los últimos cálculos destinados a hacerse una idea del tamaño de la deuda privada de los alumnos universitarios han desvelado que hace unos meses alcanzó la escalofriante cifra de un billón de dólares (es decir, un millón de millones, que en términos americanos sería un trillón). Una cantidad que se ha doblado en los últimos cinco años y que ha superado ya al total de las deudas por tarjetas de crédito en el país.
Lo más preocupante es que, a diferencia de lo ocurrido desde el inicio de la crisis con otros productos de crédito, la deuda de los estudiantes sigue aumentando de forma regular. Y no solo por los jóvenes que acceden a la universidad: cada vez son más los que terminaron los estudios hace tiempos pero son incapaces de pagar los crecientes intereses.
En los últimos meses se han multiplicado las voces que alertan del excesivo riesgo que está asumiendo toda una generación de jóvenes, muchos de los cuales ya se encuentran agobiados por la situación económica general. Mientras se reducen las inversiones públicas en educación y las familias reducen los gastos al mínimo, los estudiantes se ven abocados a soportar un castigo en forma de facturas por haber hecho lo que les dijeron que sería la llave a una vida mejor.
Pero no son los universitarios los únicos que deben preocuparse. La agencia federal alerta de que un exceso de deuda puede ralentizar la recuperación de, entre otros, el mercado inmobiliario. Y es que si los jóvenes dedican gran parte de sus ingresos mensuales a devolver sus préstamos, retrasan notablemente la adquisición de su primera casa o de su primer coche, además de otros eventos vitales como casarse o tener hijos.
En Estados Unidos existen dos tipos de préstamos a los que acudir para financiarse los estudios: los federales y los privados. Los primeros ofrecen una serie de facilidades de las que los segundos carecen, como que la cantidad a devolver cada mes vaya en función de los ingresos o diversas opciones de aplazamiento de los pagos.
No obstante, las universidades a menudo presionan a los estudiantes para que adquieran préstamos privados de alto coste, incluso cuando reúnen las condiciones para optar a los préstamos federales. Las sospechas de pactos entre las entidades de crédito y los centros educativos provocaron que en el año 2007, el entonces Fiscal General de Nueva York y actual Gobernador del estado, Andrew Cuomo, iniciara una investigación, en el transcurso de la cual declaró: "Hay entidades que no pueden entrar al mercado de préstamos. Puedes tener un mejor producto pero no puedes llegar a los estudiantes, porque ese acceso está controlado por las universidades. La corrupción está muy extendida, el 90% de las universidades tienen un prestamista preferente". La investigación acabó obligando a muchos centros educativos a cambiar su política de préstamos y algunos incluso debieron devolver dinero a los estudiantes por haber inflado los precios.
Este tipo de prácticas que atentaban contra la libre competencia parecen haberse reducido, pero, la cultura del endeudamiento a largo plazo sigue gozando de la mejor salud entre los estudiantes norteamericanos, inflando la burbuja del crédito hasta extremos que van más allá de lo recomendable.
Como señaló en su blog Nick Pardini, estudiante de economía en la universidad de Vilanova, "estamos creando una generación que serán esclavos de sus deudas durante años". Y añade una última advertencia: "Cuando estalle esta burbuja, los que perderán no serán los que prestaron, sino los que pidieron".
Adictos al crédito: endeudados desde la guardería (los subprime con chupete)
"La vieja costumbre de las familias estadounidenses de ahorrar para pagar la universidad de sus hijos pertenece ya al pasado. No solo porque del ahorro se haya pasado a los préstamos (la deuda privada de los estudiantes universitarios supera ya el billón de dólares) sino porque la tendencia actual es comenzar a buscar financiación para pagar los estudios de los chicos mucho antes de que lleguen a la educación superior. Antes incluso de que sepan leer"… La fiebre de los préstamos para estudiantes en EEUU llega hasta la guardería (El Confidencial – 7/4/12)
Según recoge SmartMoney, la revista mensual del "Wall Street Journal", cada vez más familias piden créditos para pagar la educación de sus hijos durante el llamado K-12, el periodo que va desde la guardería (kindergarten) al duodécimo curso, el último del instituto. La consecuencia es que el mercado de préstamos para la educación básica vive una floreciente expansión: "Your Tuition Solution" (Tu solución para la matrícula), uno de los más importantes prestamistas de este tipo, asegura que la demanda no deja de crecer y que este mes han experimentado un aumento del 10% respecto a marzo de 2011. Otras entidades de crédito están intentando subirse a la ola, como First Marblehead, que abandonó este mercado en 2008 y ha vuelto a incorporarse recientemente al percibir la tendencia. Incluso los colegios han comenzado a ofrecer sus propios créditos.
¿Quién está pidiendo estos préstamos, inconcebibles hace pocos años? Principalmente, familias de clase media-alta que no pueden optar a becas o ayudas pero desean que sus hijos se eduquen al más alto nivel desde la cuna. El aumento de la demanda coincide con una subida generalizada del precio de las matrículas que ha llevado a algunos institutos privados a pedir hasta 40.000 euros anuales para obtener una plaza en sus aulas.
Ningún padre quiere poner precio al futuro de sus hijos, pero pagar más de lo que la economía familiar puede permitirse entraña riesgos muy altos, dado que los préstamos son caros (los intereses pueden ir del 4% al 20%) y pueden ser necesarios muchos años para devolverlos. Comenzar a endeudarse a etapas tan tempranas implica que muchos padres no podrán ahorrar para pagar la universidad de sus hijos o para su propia jubilación. Si se juntan las cuotas de la educación básica con las de la universidad mientras se sigue pagando la hipoteca o el coche, muchas familias podrían asestarse una herida mortal a pesar de tener las mejores intenciones. Por no hablar de la presión que se pone sobre niños o adolescentes que no están preparados para asumir esa responsabilidad.
En declaraciones a la revista "Forbes", Kevin Worthley, asesor financiero en Retirement Planning Company afirma: "Ya sabemos que la gente no quiere ser menos que sus vecinos. El problema es que si están pidiendo 20.000 dólares al año para educación primaria, ¿cómo van a ser capaces de afrontar sumas mayores cuando sus hijos tengan que ir a la universidad? Es más, si llevan a los niños a los mejores colegios privados, entonces también querrán las universidades privadas más caras. Pueden seguir pagando estos préstamos a la vez que los de la universidad, mucho después de que los chicos hayan acabado la carrera".
Los padres que se embarcan en este tipo de aventuras financieras lo hacen con el convencimiento de que es necesario empezar desde lo mejor para garantizarse un futuro de excelencia, pero la admisión en las universidades de élite depende de muchos factores. Los institutos privados más prestigiosos son considerados un trampolín para las mejores universidades pero esta asociación no siempre es automática. Por ejemplo, la Dalton School, paradigma de escuela prestigiosa, perteneciente a la "Ivy League" y situada en el exclusivo Upper East Side de Manhattan, ha tenido años en los que ninguno de sus alumnos fue admitido en Harvard.
Maura Kastberg, directora ejecutiva de "RSC: Your College Prep Expert", compañía que asesora a estudiantes, desaconseja el endeudamiento y señala: "Ir a un colegio privado no garantiza la aceptación en una universidad de élite. Las universidades buscan estudiantes que estén dispuestos a esforzarse para tener éxito y superar desafíos. Ir a un colegio privado es una forma de aumentar tus posibilidades, pero el trabajo duro, la capacidad de liderazgo y la pasión por lo que haces también pueden llevarte allí".
El problema es que ninguna de esas cualidades se puede comprar, al contrario que una plaza en un colegio privado. Si bien el precio a pagar puede acabar siendo mucho mayor de lo imaginado.
Comparemos: las razones detrás del éxito de los estudiantes de China, Corea y Singapur
"A los 15 años, un estudiante de Shanghái está de media casi tres años por delante de un alumno de la Unión Europea en matemáticas. Y un niño coreano suele estar un año más avanzado que un europeo en comprensión de lectura. Estos son los datos de un informe del centro de estudios Grattam Institute (organización financiada por el Gobierno australiano), que explora las razones del éxito de los sistemas de enseñanza asiáticos"… ¿Por qué las escuelas asiáticas son mejores? (Expansión – 27/2/12)
Grattan Institute parte de los excelentes resultados de Shanghái, Corea, Hong Kong y Singapur en el ranking PISA elaborado por la OCDE, que evalúa el rendimiento de estudiantes de 15 años de gran parte del mundo. Dichos sistemas educativos asiáticos ocupan cuatro de los primeros cinco puestos de la clasificación de 2009 (la última disponible); en Europa, solo Finlandia mantiene el paso con Oriente, con un meritorio tercer puesto.
Pues bien, ¿cuál es el secreto? El informe identifica ciertos factores comunes que están impulsando los excelentes resultados de los asiáticos.
El primero es el acento en la formación de los profesores y los incentivos para contratar a los mejores. Esto es así hasta el punto de que en Singapur los docentes son considerados funcionarios desde el primer año de formación y cobran en consonancia con dicha responsabilidad.
El segundo es la supervisión. En Shanghái, por ejemplo, cada nuevo profesor cuenta con dos tutores, docentes también, que presencian y evalúan regularmente sus clases, y le indican cómo tratar de mejorar.
El tercero son los incentivos a la investigación de los docentes acerca de nuevas y más efectivas técnicas pedagógicas.
El que los profesores encuentren tiempo para mejorar y evaluarse depende, por supuesto, del número de horas lectivas. A ojos de los autores del informe, los sistemas asiáticos han comprendido la necesidad de encontrar un compromiso y han optado por clases mucho más grandes, pero menos horas lectivas.
Así, un profesor de Shanghái enseña en aulas de 40 alumnos, aunque sólo 12 horas a la semana. En cambio, los cursos de un profesor estadounidense tienen unos 23 niños, pero debe dar 30 horas de clase a la semana.
El éxito de estos cuatro sistemas educativos se ha conseguido, además combinando este rendimiento espectacular con unos niveles de equidad muy superiores a los de la mayoría de los países occidentales. "En comparación con la mayoría de países de la OCDE, un niño pobre tiene menos posibilidades de quedarse atrás o abandonar la escuela en estos sistemas", se lee en el informe.
Por otro lado, la diferencia entre los mejores y los peores estudiantes son más pequeñas que en Europa o Estados Unidos.
El informe destruye también algunos de los mitos con los que habitualmente se trata de explicar el alto rendimiento de los alumnos asiáticos. El primero, es la influencia cultural, el legado del confucianismo en los países de la órbita cultural china. Estas naciones tenían el mismo sustrato cultural hace diez años, cuando sus resultados eran mucho más pobres. Lo que ha cambiado son las políticas.
El segundo es el dinero, la asunción de que más financiación implica necesariamente una mejora del nivel educativo. Corea, por ejemplo, gasta menos que la media de la OCDE en sus alumnos y, sin embargo, sus resultados son excelentes.
A raíz del informe de Grattan, el Wall Street Journal se preguntaba si no merecía la pena empezar a pensar en mandar a los niños a Asia para ir a la escuela.
Lo curioso es que en China existe un importante debate acerca de cómo mejorar la educación del país, tomando como ejemplo algunos rasgos de Occidente. Para mucha gente, el sistema educativo local desincentiva por completo la creatividad y la capacidad de innovación de los jóvenes, facetas imprescindibles para desarrollar una economía basada en el conocimiento.
Hace unos días, Zhong Daoran, autor del libro No perdono, en el que critica el sistema educativo local, decía en una entrevista que la educación china "destruye la creatividad y hace que la gente no tenga opiniones propias y no pueda seguir su propio camino".
Un libro de Daniel Méndez, autor de la web ZaiChina, explora precisamente las contradicciones del sistema educativo chino y el intenso debate acerca de sus debilidades desde la perspectiva de un estudiante español en una de las mejores universidades del país.
"Si te esfuerzas en la escuela, podrás estudiar una buena carrera y tendrás el trabajo asegurado", así decía mi padre, hace más de medio siglo… ¿Nos equivocamos los dos?
– Cinco claves para cambiar un sistema educativo agotado (El Confidencial – 15/3/12)
(Por Miguel Ayuso) Lectura recomendada
"Si te esfuerzas en la escuela, podrás estudiar una buena carrera y tendrás el trabajo asegurado". La frase, que hasta bien poco era el dogma de las escuelas, se ha convertido en una afirmación que pocos se atreven ya a pronunciar. El debate educativo ha sido una constante en la historia de la democracia, pero parece que estamos viviendo un punto de inflexión con motivo de la crisis.
Sir Ken Robinson, escritor y conferenciante británico y uno de los mayores expertos mundiales sobre temas educativos, planteó en una charla dada en la Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce de Gran Bretaña, la necesidad de una transformación de fondo en el modelo educativo occidental que, asegura, no ha cambiado gran cosa desde su invención en el siglo XIX. La charla, convertida en animación por un ilustrador, está dando la vuelta al mundo a través de Youtube, y sus reflexiones no han pasado desapercibidas.
1. Una reforma necesaria
Todas las naciones del mundo están reformando la educación pública. Hay dos razones para ello: una económica -¿Cómo podemos educar a nuestros hijos para que encuentren su sitio en las economías del siglo XXI, si ni siquiera sabemos cuál va a ser el estado de la economía al finalizar la semana?-, y otra cultural -¿cómo educamos a nuestros hijos en un mundo globalizado sin que pierdan su identidad cultural?-.
El problema, explica Robinson, es que estamos construyendo el futuro haciendo lo mismo que hicimos en el pasado y mientras, estamos alienando a millones de niños que no ven ningún futuro yendo a la escuela.
Cuando vamos a la escuela nos trasmiten la idea de que "si te esfuerzas podrás estudiar una buena carrera y tendrás el trabajo asegurado". Los niños ya no se creen esto y no les falta razón. Es mejor tener una carrera que no tenerla, pero ya nada te asegura que vas a encontrar un trabajo digno, particularmente si la ruta para conseguirlo pasa por renunciar a muchas de las cosas que uno considera importantes acerca de sí mismo. Elevar los estándares educativos, una de las propuestas más frecuentes para solucionar un problema, no arreglaría nada, pues no apunta a la médula del problema.
2. Un sistema caduco
El meollo de la cuestión es que el actual sistema educativo fue diseñado, concebido y estructurado para una época distinta. Se concibió en la Ilustración y en el entorno económico de la revolución industrial. Antes de esto no había sistemas de educación pública; sólo podías ir a colegios de Jesuitas si tenías el dinero para pagarlos. La educación pública, pagada mediante impuestos, obligatoria para todos y gratuita, era una idea revolucionaria. Mucha gente se opuso a ella. Pensaban que no era viable que los chicos de las calles y los hijos de los obreros se beneficiaran de la educación pública, pues iban a ser incapaces de aprender a leer y escribir.
El cambio fue capitaneado por el imperativo económico de la época, pero detrás de este había un modelo intelectual asumido: la esencia del pensamiento ilustrado, que se basaba en el razonamiento deductivo y, originalmente, en el conocimiento de los clásicos. Esto configuraba "la mentalidad académica". Este modelo intelectual está en los genes mismos del sistema de educación pública que divide a las personas en dos tipos: los "académicos" (gente inteligente) y los "no académicos" (no inteligentes). La consecuencia de esto es que mucha gente brillante cree que no lo es, porque han sido juzgados mediante la óptica de un pensamiento concreto, el de la Ilustración.
Robinson tiene claro que el modelo de educación pública –sustentado por dos pilares: el económico y el intelectual– ha causado el caos en la vida de muchas personas.
3. El TDAH, una epidemia ficticia.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es considerado una epidemia moderna, que se atribuye a entre un 5% y un 10% de todos los niños en edad escolar. Para Robinson esta epidemia es "tan equivocada como ficticia": "Los niños afectados están siendo medicados de forma rutinaria. Se trata de una moda médica. Vivimos en el periodo más estimulante de la historia de la tierra. Están sobrecargados de información y pueden centrar su atención en cualquier cosa: ordenadores, móviles, la publicidad, la televisión… Los regañamos por distraerse y queremos que se concentren en cosas aburridas, como la mayor parte de lo que se enseña en la escuela. Creo que no es una coincidencia que el TDAH haya aumentado a la par que los test estandarizados. A estos niños les están dando Ritalin y otro tipo de drogas con frecuencia peligrosas para que se centren y se calmen".
4. Una educación estandarizada
Tenemos un sistema educativo modelado según los intereses de la Industrialización, que es la época en la que se creó. Las escuelas están organizadas como fábricas: tienen timbres, instalaciones y materias diferenciadas, se educa a los niños en lotes por edades… Robinson se pregunta ¿por qué hacemos eso? ¿Es la edad lo más importante que tienen los niños en común? ¿Es la fecha de fabricación lo más importante?: "Conozco a niños mucho mejores que otros de su edad en distintas disciplinas, o niños que rinden más a distintas horas del día, o que son mejores en pequeños grupos, o en grandes, o solos…"
Si estamos interesados en cambiar el modelo educativo no deberíamos perpetuar la mentalidad industrial, la estandarización. Robinson propone ir exactamente en la dirección contraria.
5. El pensamiento divergente
Robinson cree que debemos fomentar el pensamiento divergente. No es lo mismo que la creatividad, que se define como el proceso para tener ideas originales que son valiosas, pero sí es una condición esencial de ésta. Es la capacidad para ver muchas respuestas posibles a una pregunta, o muchas formas de interpretarla; para tener pensamientos laterales -tal como los definió Edward De Bono-, no sólo lineales o convergentes; en definitiva, la capacidad para saber que no sólo hay una respuesta correcta.
Según un estudio, reflejado por George Land y Beth Jarman en su libro Breakpoint and Beyond: Mastering the Future Today, el pensamiento divergente disminuye a medida que los niños crecen. Esta capacidad debería ir mejorando con el tiempo, pero ocurre justo lo contrario. Todos la tenemos desde la infancia, pero se deteriora. Tal como explica Robinson, "los niños crecen en un sistema educativo, durante 10 años, en el que saben que hay una respuesta distinta, pero no se les permite utilizarla. No se puede mirar a los compañeros, ni copiarles, algo que fuera de la escuela se conoce como colaboración".
Según el escritor británico, "esto no sucede porque los profesores lo quieran, sino porque el sistema funciona así, porque está en los genes de la educación. Debemos pensar diferente sobre las capacidades humanas, debemos sobrepasar las antiguas concepciones que dividen todo entre académico y no académico, abstracto o teórico… Hay que verlo como lo que es: un mito. Debemos entender que gran parte del proceso cognitivo ocurre en grupo y que la colaboración es parte del crecimiento. Si separamos a los niños, y les juzgamos de forma distinta, les apartamos de lo que debería ser el proceso natural de aprendizaje: en grupo. Desafortunadamente esto está en los hábitos de las instituciones y el hábitat de aquellos que las ocupan".
No todo es cuestión de dinero (el gasto y los resultados educativos)
"Los estudios internacionales resaltan que, a partir de un nivel mínimo, el gasto no tiene demasiado peso en los resultados educativos"… España gasta más en educación que sus vecinos y saca peores resultados (Libertad Digital – 12/4/12)
En lo que se refiere al gasto público en escuelas y universidades, la argumentación podría llegar a ser: "La educación es una inversión de futuro. Recortar el gasto supondrá una merma en la calidad de la enseñanza, algo que influirá decisivamente en la preparación de los jóvenes. Por lo tanto, cualquier recorte no sólo tendrá consecuencias en las escuelas, sino que también tendrá su reflejo en el futuro de la economía". Este tipo de razonamientos tiene algo de absurdo. Exagerando un poco, podríamos preguntarnos: si se estuviera gastando diez veces más que ahora, ¿también sería imposible hacer ningún recorte sin que la calidad cayera?
Para tratar un tema que desata tantas pasiones, quizás lo mejor sea acudir a las cifras de los más conocidos estudios sobre la materia. El Informe PISA, que elabora la OCDE y que mide el resultado de los alumnos de secundaria de las principales economías del mundo, destaca que "existe una débil relación entre recursos educacionales y rendimiento de los estudiantes". Andreas Schleicher, jefe de analistas de PISA, atribuye sólo un 10% del total de la variación en las notas al dinero gastado por las autoridades.
La conclusión que se saca es que un nivel mínimo de gasto es imprescindible. Evidentemente, es muy difícil dar una educación de calidad con 200 euros al año por alumno. Pero una vez alcanzado ese mínimo (algo que todos los países europeos han conseguido), los incrementos del presupuesto no tienen por qué ser buenos. Lo importante sería dónde poner el dinero y no el gasto total.
En España, Antonio Cabrales y Florentino Felgueroso, dos de los mayores expertos en economía de la educación, recordaban (hace unos meses) que no existe correlación entre gasto educativo y rendimiento de los alumnos. En el siguiente gráfico, puede verse como países con un enorme gasto por alumno, como Luxemburgo o Noruega, sacan peores notas que Finlandia, Corea o Estonia, que soportan un coste muy inferior. España, mientras, tiene un gasto similar al de la mayoría de los países de su entorno (algo mayor que Francia o Alemania, por ejemplo), pero está en los últimos puestos en cuanto a resultados.
Según los últimos datos disponibles a nivel europeo, de 2007, el gasto por alumno en la UE-27 era de 6.251 euros de media al año. España superaba ampliamente esa cifra, con 6.773 euros. Alemania o Finlandia, dos países mucho más ricos y con resultados sensiblemente superiores en PISA, gastaban 6.752 y 6,682 euros respectivamente. Y Estonia, el país del este más exitoso en el examen de la OCDE, apenas llegaba a los 3.675 euros (aunque los utilizaba mejor que España).
Gasto por alumno 2007
Cuando se habla del gasto en educación, una variable que se maneja habitualmente es la de alumnos por clase y por profesor. También aquí España presenta cifras similares a las de los países de la UE. En los colegios públicos de primaria, por ejemplo, el número de niños por clase es de 19,8, frente al 21,7 de Alemania o los 28 de Japón (uno de los grandes triunfadores de PISA). Y en los institutos, la cifra de 23,5 es también inferior a la de estos dos países (24,6 para el europeo y 32,9 para el asiático).
Esta tendencia se mantiene en el ratio alumnos por profesor. En esta cuestión, por ejemplo, España tiene una cifra sensiblemente inferior a la de Finlandia, el mejor país europeo para PISA. En educación secundaria, la relación en las escuelas hispanas es de 9,3 alumnos por maestro, mientras que la media de la OCDE es de 13,5 y la de los institutos finlandeses es de 16,6.
Alumnos por clase
¿Y entonces qué?
Llegados a este punto, puede que muchos políticos estén preguntándose qué pueden hacer. En muchas ocasiones, su única respuesta es un aumento del gasto o anunciar una nueva partida o la construcción de una flamante escuela.
En realidad, PISA destaca que lo más importante es el sistema educativo y resalta algunas cuestiones que funcionan allí donde se aplican, como aumentar la autonomía de las escuelas (en detrimento de los políticos, no lo olvidemos), incrementar la disciplina o realizar exámenes externos a los centros para evaluar quién lo está haciendo bien y quién no. En la misma línea se manifiestan Cabrales y Felgueroso en su artículo.
Los sueldos de los profesores
Sin embargo, sí que existe una variable que depende en gran parte del gasto y que tiene una influencia directa en los resultados de los alumnos. Todos los informes internacionales coinciden en que la calidad del profesorado es clave para mejorar el conjunto del sistema educativo. Es más, muchos autores defienden que es la variable más importante. El problema es que, de nuevo, en esta cuestión no es relevante sólo el cuánto, sino el cómo.
De hecho, en la cuestión de cómo se paga al profesorado, España vuelve a presentar unas buenas cifras, en relación a los países de su entorno. Para empezar, la proporción del gasto en educación destinado a los sueldos de los maestros es muy elevada. De cada cien euros que aparecen bajo la rúbrica de "educación" en los presupuestos públicos, 73,3 van destinados a pagar a los profesores. En la OCDE, la media es del 63%.
¿Y esto qué supone? Pues que la retribución de los maestros en España sea relativamente elevada en comparación con sus colegas europeos.
• La paga inicial para un profesor de secundaria es de 40.923 euros (en miles de euros convertidos mediante paridad del poder adquisitivo; es decir, ajustando en función del PIB per cápita de cada país). Mientras, la media de la OCDE es de 29.472 euros (en Finlandia, por ejemplo, este sueldo es de 31.382 euros).
• El sueldo máximo (según la escala del informe) es de 57.304 euros, frente a los 47.470 de media de la OCDE (en Finlandia es de 53.636 euros).
Retribución profesores en 2009 (en euros convertidos según Paridad Poder Adquisitivo)
La fotografía resultante es la de un país que gasta en educación más que sus vecinos y que además retribuye a sus maestros con generosidad, pero a pesar de todo no consigue los resultados buscados. ¿Por qué? Quizás porque gasta mal o no se centra en aquellas cuestiones que sí son importantes.
En la cuestión del salario de los profesores, todo esto queda en evidencia. Como destacaba hace unos meses Antonio Cabrales: "No puede ser que los profesores que trabajan bien ganen lo mismo que los vagos".
Los estudios internacionales destacan que para mejorar la actitud de los profesores es fundamental asociar su remuneración a su rendimiento. Esto es algo lógico y que se cumple en casi todas las profesiones: si el sueldo depende de las ventas, la satisfacción del cliente o cualquier otro resultado, lo normal es que el trabajador se esfuerce más. Sin embargo, en España los profesores son funcionarios y su salario depende de la antigüedad, no de su desempeño. Es uno de los países en los que se da esta circunstancia de forma más clara.
Cabrales y Felgueroso apuestan por aumentar la autonomía de los colegios en la contratación del profesorado, con el objetivo de conseguir que sean siempre los mejores los que acaban en las aulas. Además, piden que se monte algún tipo de sistema de incentivos, en función de su productividad. Esto no tiene por qué ser más caro: se trata de pagar más a los que se lo merezcan y menos a los que no se esfuercen tanto. Hay varios sistemas para conseguirlo: bonus en función de las notas de los alumnos en exámenes estandarizados, o beneficios para los colegios excelentes o para los que reduzcan las cifras de abandono escolar, etc… La cuestión es primar la excelencia frente al acomodo.
Qué proponen los que saben (el modelo "sin excusas")
– ¿Cómo hacer una escuela efectiva? Sin excusas (Fedea – 23/4/12)
(Por Antonio Cabrales) Lectura recomendada
Esto de sin excusas parece el título de una película de Clint Eastwood. Y en alguna medida se trata de esto. Leyendo una investigación reciente de Dobbie y Fryer parece que conseguir que una escuela funcione requiere una filosofía no muy lejana a la de tantos personajes inolvidables de Eastwood como director. En resumen: altas expectativas, más tiempo de clase, altas dosis de tutoría, información frecuente del profesor y el uso de datos para guiar la formación explican el cincuenta por ciento de la variación en los resultados de las escuelas investigadas. En otras palabras, trabajo duro y serio por parte de todos los implicados, ese es el modelo sin excusas.
Una de las dificultades más serias para desentrañar lo que hay detrás de la función de producción educativa viene de que este servicio es realmente complejo. Hay muchos factores implicados y hasta ahora ha sido difícil de lograr evidencia de muchos de ellos. Aquí hemos hablado del número de estudiantes, de los ordenadores, o del gasto por estudiante, pero el proceso educativo implica a muchos más factores y es difícil investigar su efecto. Por ejemplo, hay escuelas que ponen mucho énfasis en la instrucción artística porque aparte de su valor intrínseco piensan que esto mejora la creatividad y estimulan el desarrollo académico. En otros lugares pasa algo similar con el deporte, o el ajedrez.
Y hay estrategias sustitutivas entre sí cuyos impactos no conocemos bien: ¿qué pasa si aumentamos el tamaño de clase a cambio de aumentar las horas de instrucción? Esto se puede hacer sin tocar las horas de trabajo de los profesores y por tanto puede ser neutral en términos de coste. Otro ejemplo: se puede aumentar el tamaño de la clase, pero usar los recursos ahorrados para dar más tutorías individuales o en pequeños grupos. Contestar este tipo de preguntas es lo que puede hacerse con el tipo de datos que han recogido Dobbie y Fryer.
Los datos vienen de las "charter schools" de Nueva York. Estas son escuelas de titularidad privada y financiación pública. En eso se parecen a nuestras escuelas concertadas, pero la financiación por alumno es igual a la de la escuela pública, y en consecuencia no hay ningún copago de los padres. La ventaja de usar estas escuelas es que se introdujeron justamente para tener más libertad en las prácticas académicas (no así de admisión, ya que no pueden seleccionar a sus estudiantes, si hay exceso de demanda de plazas, se hace un sorteo para decidir quién entra). La idea era justamente que esta libertad generara variación y permitiera ver cuáles eran las mejores prácticas docentes. De las 48 escuelas elementales (de infantil a cuarto) y 37 de grado medio (de quinto a octavo) elegibles, participaron 22 elementales y 13 de grado medio.
Los datos recogidos de cada escuela fueron muchos y muy detallados. Varias entrevistas con el director aportaron información sobre: la formación continua de profesores, tiempo de clase, uso de datos para la instrucción, información e implicación de los padres, y cultura de la escuela. La información sobre el rigor curricular se obtuvo de los planes docentes para cada curso en matemáticas y lengua. También se obtuvo información sobre la cultura y las prácticas mediante visitas de día completo a las escuelas. Las visitas incluían observación y grabaciones de al menos una clase de matemáticas y una de lengua, así como entrevistas de profesores y alumnos escogidos al azar.
A la hora de mirar los resultados, lo primero es ver si ir a estas escuelas sirve para algo. Y como se pueden imaginar (porque si no, no habría escrito esta entrada) la respuesta es que sí. En la tabla que tienen a continuación se pueden ver estos efectos para los exámenes de lengua y matemáticas y cada columna representa distintos métodos de estimación y muestras. Las dos primeras filas se refieren a las escuelas elementales y las dos segundas a las escuelas medias. Para un vistazo rápido, la columna más importante es la tercera, que recoge el verdadero impacto causal de estas escuelas, utilizando el hecho de que un buen número de ellas tienen exceso de demanda de plazas que se resuelve con una lotería. Como es habitual el efecto se mide a desviaciones estándar, y los efectos que se ven aquí son parecidos a los encontrados en otros trabajos.
La cuestión más novedosa de este artículo en particular es averiguar las razones por las que estas escuelas son más efectivas. Para esto se recopilaron los datos de los que hablamos antes. El procedimiento utilizado es hacer regresiones que expliquen el efecto estimado de cada escuela en las regresiones anteriores con algunas variables. La principal precaución con estos resultados es que no se pueden interpretar de manera causal, son correlaciones nada más y podría haber factores omitidos importantes. Pero son muy informativas, y en algún caso coinciden con lo que ya sabemos con metodologías estadísticamente más potentes.
Por ejemplo, ni el tamaño de clase, ni el gasto por alumno, ni el hecho de que el profesor tenga un máster parece ser importante. De hecho, como ven en la siguiente tabla, como mucho parecen tener una correlación negativa si se ponen todas juntas. Esto ya lo sabemos por otras vías.
En cambio, el efecto de las cinco políticas que expresé en la introducción: altas expectativas, más tiempo de clase, altas dosis de tutoría, información frecuente del profesor y el uso de datos para guiar la formación, explican el cincuenta por ciento de la variación en los resultados de las escuelas investigadas. Y no solamente esto, en una regresión del efecto de la escuela con un índice y cada una de las variables por separado, cuatro de las cinco estrategias (todas menos las altas expectativas) retienen valor explicativo.
La última parte del artículo se dedica a verificar, de una manera muy parcial, claro, algunas teorías sobre lo que hace una escuela efectiva.
Una de ellas es la teoría de la "escuela de servicios" en la cual el objetivo no son solamente los conocimientos sino el "bienestar global" del chico. Para comprobarla crean varios indicadores que son iguales a uno si la escuela tiene un trabajador social, servicios de salud, servicios "holísticos" o si el ideario escolar habla de proveer una "aproximación comprensiva al bienestar del estudiante". Con esto se genera un índice global que promedia estos 4. Otra teoría es la que se centra en la contratación y retención de los mejores profesores. Para probar esta teoría se crea un índice que promedia indicadores sobre si la escuela tiene un mayor número de requisitos para contratar que la media, si paga un salario superior a la media, si tiene una tasa de rotación mayor a la media y si ofrece bonos por rendimiento a los profesores. El último modelo comprobado es el modelo "sin excusas", una filosofía que se centra en más tiempo en la escuela, disciplina estricta y un mayor enfoque en habilidades lingüísticas y matemáticas básicas.
Las columnas 1, 3 y 5 de la siguiente tabla comprueban la correlación de estas teorías con el rendimiento de las escuelas. Claramente la "escuela de servicios" parece no ser muy relevante. Tanto la búsqueda de buenos profesores, como la filosofía "sin excusas" están relacionadas con el rendimiento. Las columnas 2, 4 y 6 miran lo que sucede cuando se añade el índice de las cinco políticas básicas analizado antes. Para las dos primeras estrategias, escuela de servicios y contratación de buenos profesores, no hay cambios importantes. Pero para la filosofía "sin excusas" la introducción de esta variable es importante. Lo que quiere decir probablemente es que estas políticas están muy relacionadas con la filosofía.
Voy a terminar reconociendo la frustración que deben sentir algunos lectores después de leer el artículo. Se han pasado un cuarto de hora conmigo para que les diga que si profesores y estudiantes trabajan duro, mejorarán los resultados escolares. Ya lo sé, a veces es molesto repetir lo obvio, pero hemos llegado a un punto en el que es necesario insistir en lo evidente. Todos ponemos poner excusas para nuestro fracaso. Los árbitros nos anulan los goles, los periódicos nos ignoran, no interesamos a las televisiones. Y muchas de estas quejas están fundamentadas. Pero como dijo el gran filósofo serbio: fútbol es fútbol, goles son goles. A trabajar.
La burbuja del crédito universitario en EEUU ha acabado llegando hasta el Congreso
"Con las últimas estimaciones cifrando la deuda de los estudiantes en más de un billón de dólares (es decir, un millón de millones, que en términos americanos sería un trillón), la clase política no ha podido seguir ignorando un problema que amenaza con hipotecar el futuro de una generación"… EEUU ya se plantea la bancarrota de los estudiantes como un mal menor (El Confidencial – 6/5/12)
En el año 2005, el Congreso estableció la prohibición de cancelar la deuda de los estudiantes mediante el procedimiento de bancarrota para evitar las tentaciones de impago por parte de jóvenes graduados sin apenas bienes a su nombre. Sin embargo, con un creciente número de estadounidenses hipotecando su futuro y una fiebre del crédito que ya llega hasta la educación primaria, algunos legisladores piensan que es el momento de levantar esa restricción antes de que miles de jóvenes acaben enterrados durante décadas bajo una montaña de intereses inabordables.
En los últimos años, la deuda de los estudiantes se ha mantenido al margen de la caída de otros productos de crédito causada por la crisis, y la tendencia hace mucho que superó la barrera de lo preocupante: la cantidad se ha doblado en los últimos cinco años y supera ya al total de las deudas por tarjetas de crédito en el país. Un aumento en la concesión de créditos que no se debe precisamente a las mejores expectativas de devolución al salir de la universidad, ya que en la primera década del siglo los ingresos medios de los licenciados entre 25 y 34 años cayeron un 15%.
Ante la aparición en los medios de diversos casos de personas atrapadas en una red de deudas imposibles de devolver, el senador Dick Durbin ha abogado por facilitar a los prestatarios la posibilidad de liberarse de sus obligaciones con entidades privadas, mientras que tanto Barack Obama como el candidato republicano Mitt Romney han pedido al Congreso que prolongue la congelación de la tasa de interés del 3,4% para los préstamos que concede el Gobierno. De no ser así, la tasa se doblará a partir del 1 de julio.
La diferenciación entre préstamos públicos y privados es clave, puesto que los primeros representan más del 90%, aunque los límites que se establecen han llevado a muchos estudiantes a realizar combinaciones acudiendo a ambas fuentes de financiación para costear su educación.
En el lado de los que apoyan la vuelta de la posibilidad de declararse en bancarrota se encuentran asociaciones de consumidores, representantes de las universidades y abogados especializados, aunque por razones distintas. Mientras los primeros argumentan que la amenaza del impago llevará a las entidades a ofrecer condiciones más justas, los últimos ven una nueva oportunidad de negocio.
En el extremo opuesto, los "lobbies" bancarios, que aseguran en una carta enviada al Senado que "el sistema de bancarrota supone abrir la puerta al abuso". Además, los críticos con la propuesta del senador Durbin advierten que los prestatarios aumentarían la cuantía de los intereses para compensar el mayor riesgo de pérdidas. En lo referente a los préstamos públicos la cuestión de la bancarrota es aún más delicada desde el punto de vista político, puesto que implicaría que fuese el erario público el que corriese con los gastos.
Aún está por ver la acogida que recibe la propuesta del senador Durbin, pero los legisladores estadounidenses parecen haber adquirido conciencia de la necesidad de actuar rápido, puesto que un 27% de los estudiantes endeudados ya está retrasado en al menos uno de sus pagos. Esto supone que, técnicamente, uno de cada cuatro ya puede ser calificado como "delincuente".
La falta de excelencia: causas y efectos (el caso español)
– Manifiesto para mejorar el rendimiento del sector educativo en España (Fedea – 21/5/12)
(Por Antonio Cabrales) Lectura recomendada
Diagnóstico
Como ya hemos explicado bastantes veces, España tiene dos problemas educativos muy importantes. Por un lado, la escasez de alumnos con muy buenos resultados, algo que no puede achacarse por desgracia al diferente estatus socioeconómico de nuestra población, porque España está por debajo de la media significativamente para alumnos con padres de mayor nivel educativo y económico como pueden ver en el siguiente gráfico.
Por otro lado el problema está en las pocas personas que obtienen formación después de la enseñanza obligatoria (lo que suele llamarse el "fracaso escolar".
Todo esto es muy importante porque como hemos repetido en algunas ocasiones, la educación es crucial para el crecimiento. Y no sólo la cantidad (el número de años que uno se educa) sino también la calidad. Los periodistas, de manera inteligente, se aferraron al número: 100 puntos de PISA equivalen a un 2% extra de crecimiento anual, lo cual en cuarenta años dobla la renta.
Y ¿qué proponemos?
1. Educación preescolar: Importancia de las habilidades no cognitivas
La evidencia es concluyente acerca de la importancia de la motivación temprana -entre 1 y 3 años- y el desarrollo de las habilidades no cognitivas, de manera muy especial en los estratos menos favorecidos de la sociedad. Esta inversión es además extremadamente rentable y debe mantenerse para estos grupos sociales.
2. Una carrera profesional de los enseñantes basada en los resultados
La investigación económica demuestra, que los profesores son cruciales para los resultados de sus alumnos pero también que es prácticamente imposible saber si un profesor consigue buenos resultados sólo por sus títulos o sus notas. Por tanto es importante que tras una acreditación que se base en requisitos académicos, la consolidación y el progreso profesional se base en los resultados de los alumnos. Pero cuando hablamos de resultados es importante no premiar a los profesionales simplemente por tener la suerte de gestionar buenos estudiantes: la medición de los resultados obtenidos debe centrarse en el valor añadido del profesor.
3. Atención a las necesidades específicas
Tenemos tasas de repetidores muy elevadas, con el consiguiente coste, desmotivación y desmoralización de los estudiantes (en la enseñanza secundaria la repetición es del 36,6% frente a un 17,4% en la OCDE). Hay que corregir estas deficiencias, sin que ello se traduzca en dejar pasar de curso a los alumnos para "mejorar" una estadística. Al mismo tiempo, como hemos dicho, no hay suficientes estudiantes con un desempeño brillante. Nuestra propuesta de mejora en este ámbito pasa por limitar la rigidez del sistema educativo. Por ejemplo, es probable que no todos los niños tengan que comenzar la educación primaria a la misma edad, como ya hemos dicho aquí. También sería deseable que puedan avanzar a diferentes velocidades dentro de la misma aula o del mismo curso. Esto requiere mantener los refuerzos actualmente existentes para alumnos con necesidades especiales y desarrollar programas similares de refuerzo para los alumnos más brillantes. Es importante que los alumnos tengan siempre vías para permanecer escolarizados (los programa de Cualificación Profesional Inicial, PCPI, podrían ser una buena idea) y mantener pasarelas de acceso a la educación secundaria post-obligatoria.
4. Autonomía, flexibilidad interna y rendición de cuentas
La flexibilidad que pedimos en la propuesta anterior es impracticable sin más autonomía curricular y de recursos humanos en los centros. Alumnos diferentes requieren tratamientos diferentes, pero como verán en los siguientes gráficos, los centros no tienen posibilidad de adaptarse a nada en la actualidad.
Pero como se ve en el siguiente gráfico, el peor de los mundos es aquel en el que hay autonomía pero no hay rendición de cuentas (como pasa en la universidad, vaya). Y también se puede ver que la autonomía es magnífica si al mismo tiempo hay formas de ver si los centros dan valor añadido.
Una vez que la autonomía da resultados, veremos que los centros se diferencian entre sí (unos preferirán especializarse en unas cosas y otros en otras). Esto inevitablemente llevará a que necesitemos un sistema de emparejamiento ("matching") menos dependiente de la proximidad geográfica que el actual. La investigación económica ha hecho muchos avances en este asunto, que deberían aprovecharse.
5. Esfuerzo y comportamiento adecuado
Otra de nuestras obsesiones es concienciar a los alumnos y familias de que nada, absolutamente nada, va a sustituir al esfuerzo personal y al comportamiento adecuado (en el que España deja mucho que desear). Muchos condicionantes personales y sociales son relevantes pero las posibilidades de mejora son escasas sin el esfuerzo del alumno. Simplemente no debe haber excusas para el fracaso. Y pensamos que para incentivar al esfuerzo, los resultados y rendimientos deben tener consecuencias. Al final de la educación primaria y secundaria deberían existir pruebas estandarizadas cuyos resultados tengan consecuencias académicas (por ejemplo, mayores posibilidades de elección de centros, acceso a programas especiales). Y debe proporcionarse a los profesores herramientas de autoridad que sean rápidas, eficaces y con escaso coste administrativo para gestionar los conflictos (por ejemplo, labores de trabajo social para los más conflictivos).
6. La formación profesional
Ya saben nuestros lectores que la formación profesional nos parece un aspecto crucial, y descuidado, del sector educativo. Tenemos un porcentaje de estudiantes muy inferior al de otros países europeos. Parte del problema está, según hemos mostrado alguna vez en que la financiación de la formación profesional es insuficiente. Pero también nos parece que es importante mejorar la conexión de la formación profesional con el mundo empresarial.
7. Universidad: autonomía y competencia
Para mejora de manera sustancial los resultados de las universidades es importante que sean independientes tanto en sus políticas de gestión del capital humano (no sólo en contratación, como ahora, también en condiciones laborales) como en su configuración investigadora y docente. Pero como ya hemos dicho antes, esto solamente funciona con una financiación competitiva basada en una evaluación seria y uniforme de los resultados en docencia e investigación. Esto es mucho mejor que micro-gestionar infinidad de titulaciones y planes de estudio, o condiciones laborales de los profesores. Pero esta estrategia debe venir asociada a una reforma del gobierno de las universidades para que rindan cuentas de manera más directa a la sociedad que las financia.
8. Evaluación rigurosa
En España se han introducido numerosas reformas globales del sistema educativo e innumerables programas concretos sin una evaluación rigurosa. Esta situación debe cambiar radicalmente, las reformas deben introducirse de forma que puedan ser evaluadas con rigor. Esto requiere, entre otras cosas, que sean evaluadas de manera independiente y que los datos necesarios para la evaluación estén disponibles para la comunidad investigadora, como lo están por ejemplo los datos de la prueba de PISA y otras similares.
Conclusión
Resumiendo, España puede mejorar mucho en educación. Si lo hacemos tendremos buenos resultados a largo plazo, y a corto plazo generaremos ilusión y confianza, algo de lo que no andamos muy sobrados estos días. Y las recetas no son complicadas, ni caras en general, aunque a veces sí que hace falta gastar. Pero hay que gastar en lo que es útil y da resultados. Ahora, a trabajar.
EEUU: el resultado educativo de los hijos de inmigrantes y su futuro laboral
"La educación, salud y posición socioeconómica de los hijos de inmigrantes en Estados Unidos, el grupo de mayor crecimiento en ese país, han aumentado la preocupación sobre cómo será su desempeño cuando se incorporen a la fuerza laboral"… Los hijos de inmigrantes en EEUU se rezagan en educación (The Wall Street Journal – 13/6/12)
Muchos de los padres son hispanos y hablan poco o nada de inglés. Y aunque la historia de EEUU tiene muchos ejemplos de hijos de inmigrantes que han asimilado la cultura, algunos investigadores se preocupan de los prospectos de esta generación. Su desempeño, aseguran, podría socavar la economía estadounidense, afectando aspectos que van desde los servicios médicos para los ancianos hasta los precios de las casas.
"La generación de la posguerra… dependerá cada vez más de los hijos de los inmigrantes para asegurar que la economía sea productiva", asegura Donald Hernández, profesor de sociología de Hunter College, quien escribió un informe sobre los hijos de inmigrantes.
El informe, publicado a principios de junio (2012), fue financiado por la Fundación para el Desarrollo de la Niñez, un grupo filantrópico estadounidense que patrocina investigaciones sobre el bienestar de la niñez. El estudio analizó cifras oficiales de demografía, educación y salud recolectadas entre 1994 y 2010.
"Necesitamos trabajadores educados debido a que la economía moderna es cada vez más dependiente del conocimiento", dijo Randy Johnson, vicepresidente de la Cámara de Comercio de EEUU. "Es claro que la gente que no termina la secundaria enfrenta grandes barreras en esta economía y eso no es bueno para el país porque ellos no tienen las habilidades para obtener empleos con buenos salarios".
Johnson dijo que la tasa de desempleo es sustancialmente más alta para aquellos que son menos educados, señalando que es de 13% para aquellos que no tienen un diploma de secundaria y 4% para aquellos con al menos un título universitario.
Muchos de los inmigrantes en mayor desventaja son hispanos, según el estudio, el cual encontró que los hijos de padres asiáticos tuvieron un mejor desempeño en términos educativos.
Marguerite Roza, profesora de la Universidad de Washington especializada en productividad educacional, asegura que mejorar los prospectos de los estudiantes latinos y otros en desventaja en momentos en que los presupuestos son limitados requiere "enfoques innovadores como el uso de tecnologías informáticas a la par con la enseñanza tradicional".
La inmigración proveniente de Latinoamérica y Asia se disparó en la década de los 80. Actualmente, un cuarto de todos los niños en EEUU tienen al menos un padre oriundo de otro país. 90% de esos 18 millones de niños son ciudadanos estadounidenses que comenzarán a llegar a la mayoría de edad el próximo año.
Muchos de los hijos de inmigrantes comienzan su vida con ventajas que los hijos de los estadounidenses no tienen, según el estudio. Cerca de tres cuartos de los niños de inmigrantes vivían con ambos padres en 2010, según el estudio, frente a 70% de los niños de estadounidenses. Al menos uno de los padres tenía un empleo a tiempo completo para casi dos tercios de cada grupo. Los hijos de inmigrantes son menos propensos a tener un bajo peso al nacer y tienen tasas bajas de mortalidad infantil, una ventaja conocida como la "paradoja de los inmigrantes" debido a que va en contra de las expectativas.
No obstante, a medida que crecen, los hijos de inmigrantes se rezagan a medida que los obstáculos causados por nacer en la pobreza se agudizan.
Las generaciones anteriores de inmigrantes llegaron durante la era de manufactura cuando era posible conseguir un avance social al adquirir más habilidades en el trabajo. Ahora, en esta economía de servicios "las escaleras laborales que conectaban a los empleos de bajos salarios con los de altos salarios han desaparecido", dijo Daniel Cornfield, profesor de sociología de la Universidad Vanderbilt, quien estudia inmigración y tendencias laborales. "Uno tiene que acumular mucha educación antes de entrar a la fuerza laboral para avanzar".
El difícil futuro de los "hijos de un dios menor": heredaran la pobreza y la ignorancia
– La inteligencia se hereda, siempre y cuando la familia no sea pobre (The Wall Street Journal – 1/7/12)
(Por Matt Ridley) Lectura recomendada
Actualmente, no hay duda de que la inteligencia se hereda: es más probable que los adultos inteligentes tengan hijos inteligentes. Sin embargo, en los años 70, sugerir que el coeficiente intelectual (CI) podía heredarse era una herejía intelectual, que podía castigarse con el equivalente a la hoguera.
Más que cualquier otra evidencia, fue el estudio de gemelos lo que produjo el cambio. Born together-Reared Apart (algo así como Nacidos juntos, criados por separado), un nuevo libro de Nancy L. Segal sobre el Estudio Minnesota de Gemelos Criados por Separado (Mistra, por sus siglas en inglés), narra la historia del cambio. En 1979, Thomas Bouchard de la Universidad de Minnesota leyó un informe en un periódico sobre gemelos del estado de Ohio, que tras ser separados al nacer habían sido reunidos. Resultó que ambos poseían hábitos misteriosamente similares. Bouchard comenzó a reunir historias clínicas de gemelos criados por separado y a invitarlos a Minneapolis para estudiarlos.
Para 1990, Segal y otros médicos estaban listos para publicar sus resultados en la revista Science. Para entonces habían medido el CI de 48 pares de mellizos o gemelos criados por separado y 40 pares de mellizos o gemelos criados juntos. Los primeros eran 69% similares en CI, comparado con 88% en el caso de los segundos, en ambos casos una semejanza mucho mayor que para cualquier otro par de individuos, incluso hermanos. Otras variables además de la genética, como posesiones materiales en el hogar, tenían poca influencia, y tampoco importaba el grado de contacto social entre los hermanos en cada par asociado con su similitud en CI.
El ensayo atrajo abundantes críticas, y durante años hubo una silenciosa campaña para desacreditar el estudio Mistra al afirmar que se basaba en anécdotas, que subestimaba el contacto entre gemelos, que no tomaba en cuenta una tendencia que tienen los mellizos reunidos a exagerar sus similitudes o asumía muy poca semejanza entre las familias que adoptaron a los gemelos.
Sin embargo, como afirma Segal, los científicos del Mistra fueron meticulosos al abordar estos y otros puntos.
Hoy, un tercio de un siglo después de que comenzara el estudio y cuando otras investigaciones de gemelos reunidos llegaron a la misma conclusión, las cifras son sorprendentes. Los gemelos idénticos criados por separado son más similares en CI (74%) que los gemelos no idénticos criados juntos (60%) y mucho más que pares de padres e hijos (42%); medio hermanos (31%); hermanos adoptivos (29%-34%); gemelos virtuales, o niños de edad similar pero sin relación familiar que fueron criados juntos (28%); pares de padres e hijos adoptivos (19%), y primos (15%). Nada más que los genes puede explicar esta jerarquía.
Pero, como aceptan tanto Bouchard y Segal, la alta incidencia en la inteligencia heredada se aplica principalmente a familias no pobres. Críe a un niño hambriento o enfermo y el ambiente sí afecta el CI.
Algunas historias de éxitos y fracasos (mirando un poco lo que ocurre fuera de Europa)
– Washington pagará a los peores para que estudien en verano (Gaceta.es – 2/8/12)
El programa puede ampliarse un año si los resultados son positivos.
El Distrito de Columbia (Washington) está pagando a 305 estudiantes con rendimiento académico bajo por asistir a la escuela de verano, según "The Washington Examiner".
Los chicos que pasan a noveno grado están ganando 5,25 dólares la hora por participar en el programa "Summer Bridge" que va dirigido a los estudiantes menos aplicados de las Escuelas Públicas del Distrito de Columbia (EPDC). Los 95 estudiantes que se inscribieron voluntariamente en el programa recibirán la mitad de un crédito electivo. Pero para completar los 400 puestos vacantes con estudiantes en situación de riesgo académico, las EPDC se dirigieron al Departamento de Servicios de Empleo, de donde sacaron a 305 jóvenes que se habían inscrito para el Programa de Empleo de Verano.
Escogieron a los chicos con bajas calificaciones y les dijeron que "estudiar sería su trabajo". Melissa Salmanowitz, una portavoz de la canciller Kaya Henderson, dijo que los funcionarios de DCPS estudiarán los resultados de este año con la intención de ampliar el programa el próximo verano. Salmanowitz describió el programa "Summer Bridge" como "un modelo completamente diferente".
Los estudiantes no se limitan a pasar los cursos, sino que también hacen simulaciones de los lugares de trabajo. Así, en un escenario los estudiantes usan las matemáticas y las destrezas de alfabetización para resolver problemas mientras fingen ser ejecutivos de una cadena de televisión deportiva, explica Salmanowitz. Sin embargo, hay quien ya le ve el lado negativo a esta medida. La entrega de cheques de pago a los estudiantes para el aprendizaje podría ser una "pendiente resbaladiza", asegura Chuck Thies, un político local de consultoría. "Es muy importante que lleguemos a estudiantes en riesgo y de bajo rendimiento, pero no creo que incentivar con dinero envíe el mensaje correcto", subraya Thies.
– Así arruinaron los japoneses la educación: un modelo a olvidar (El Confidencial – 1/10/12)
Hace veinte años, el sistema educativo japonés era un ejemplo para el mundo. La estrecha relación entre empresas y universidades había hecho que los estudiantes japoneses tuvieran asegurado un puesto de trabajo nada más finalizar sus estudios, e incluso antes. El país no conocía el paro, las escuelas y universidades eran muy exigentes y el fracaso escolar era prácticamente inexistente. Hoy poco queda del milagro educativo japonés. Las aulas están vacías, debido al frenazo de la natalidad, y todos los años cierran un puñado de universidades, porque son incapaces de atraer estudiantes.
A este contexto nada halagüeño se añade un problema que, muchos consideran, es pilar en el fracaso del sistema: Japón se encuentra en la cola de la enseñanza de idiomas. Hasta el año 2000, cuando se cambió la ley educativa, el sistema no contemplaba la enseñanza de inglés hasta la escuela secundaria, entre los 13 y los 15 años. Y ahora que se empieza a impartir desde primaria faltan profesores con un nivel adecuado.
Ante este panorama cobró gran importancia la acreditación externa de las habilidades lingüísticas, y particularmente la pruebas de inglés TOEIC (Test of English for International Communication) -la versión para entornos empresariales del TOEFL (Test of English as a Foreign Language) que se diseñó ex profeso pensando en el entorno japonés- que las empresas empezaron a exigir a medida que se hizo necesaria una mayor apertura hacia mercados internacionales. Ayer visitaron Madrid los más altos responsables de la organización sin ánimo de lucro que imparte estos exámenes en el país nipón, The Institute for International Business Communication (IIBC). Su cometido: explicar a los responsables de estas pruebas en España, la consultoría Capman, cómo estos test se abrieron paso tan rápidamente en Japón, y qué importancia tiene la implantación de un sistema de acreditación unificado que mida las competencias lingüísticas.
La revolución de los estudiantes mediocres
Aprovechando esta visita, Naotomi Umezawa, director ejecutivo del IIBC, ha explicado a El Confidencial las particularidades del sistema educativo japonés y por qué razón se ha quedado estancado. Basta analizar un dato para darse cuenta de que algo no funciona. El 45% de los trabajadores japoneses tiene un título universitario -es el tercer país del mundo con mayor número de licenciados- pero las tasas de desempleo de estos es muy alta, de un 15%. Las universidades japonesas, además, no dejan de bajar en los rankings internacionales. La universidad de Tokio, la más prestigiosa del país, no aparece en la mayoría de listas hasta la posición 30.
Umezawa es claro al respecto, el nivel educativo de Japón está en franco declive: "El nivel del sistema universitario no ha dejado de bajar y bajar. En el pasado era muy importante para los estudiantes entrar en las mejores universidades. Una vez que entrabas, tu futuro estaba asegurado. Si lograbas entrar no hacía falta ni siquiera estudiar mucho, sólo esperar, automáticamente tenías un trabajo".
El sistema se centró entonces en preparar a los estudiantes para superar la selectividad del país nipón, quizás el examen de acceso a la universidad más duro del mundo, al que los estudiantes dedicaban todo su esfuerzo. Una vez superado esto, todo era un camino de rosas, tal como cuenta Umezawa. Las universidades se hicieron cada vez menos exigentes: "Cuando los estudiantes llegan a la universidad están tan cansados, han estudiado tan duro, que no se esfuerzan mucho, no les quedan fuerzas". El problema es que ahora, con la mediocridad campando a sus anchas, tal como cuenta el directivo japonés, ya no basta con llegar a la universidad, "una vez que llegas, aunque sea el centro más prestigioso, es muy difícil tener un trabajo asegurado. Hay que estudiar mucho".
"Las compañías se van a globalizar, y lo van a hacer a la fuerza"
Japón es una sociedad muy conservadora, con unos valores tradicionales muy respetados pero que, de un tiempo a esta parte, parecen estar volviéndose en contra del progreso del país. Umezawa cree que los japoneses han vivido demasiado tiempo mirándose al ombligo y ahora tienen dificultades para abrirse al mundo: "Muchos estudiantes dicen que no quieren ir al extranjero, no quieren estudiar fuera, quieren quedarse en Japón porque si se van fuera unos años, piensan que cuando vuelvan no van a encontrar trabajo. Esto puede ser un problema. Por ejemplo, en Corea la gente es más abierta y se preocupa por tener presencia internacional. Hay muchos coreanos y chinos en la ONU, en posiciones muy importantes, y no hay un solo japonés. Creo que los japoneses deberían salir fuera y trabajar en empresas extranjeras. Pero no ocurre. Somos muy conservadores, no queremos salir fuera y ver que hay gente mejor que nosotros. Además en Japón es más difícil emigrar, en Europa os movéis más, podéis ir a cualquier país".
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