- Concepto de inmigración
- Causas de las migraciones recientes en Argentina y hacia Argentina
- La herencia, el pasado o el olvido
- Los inmigrantes en Argentina
- Los migrantes modernos
- Las migraciones limítrofes y el mercado laboral
- La situación entre Argentina y España
- Innovación social y migraciones: los argentinos en España (resumen)
- Conclusión
- Bibliografía
Argentina siempre ha sido un país receptor de migración de todo tipo y de cualquier país.
Antiguamente esta situación era aceptada plenamente por la sociedad; pero en la actualidad parece ser que este hecho se esta revirtiendo.
Muchas personas culpan a los inmigrantes por la falta de trabajo; y otros simplemente los discriminan; ¿será esta una forma de ocultar o no querer ver que el problema reside en nuestro país? ¿O quizá será más fácil culpar a los demás antes de mirarnos a nosotros mismos?
En el presente informe se trata de explicar cuales fueron las principales corrientes migratorias que llegaron al país, como se las recibió y cual es la condición actual de las nuevas corrientes migratorias llamadas "migrantes limítrofes".
Además se presenta un análisis en como cambió la funcionalidad del país, de ser un país que atraía población a ser un país expulsador de la misma, mostrando la relación con su progenitor (España), las causas que llevan al éxodo de la población y como influye la crisis económica en los cambios de hábitos de las personas.
Llegada a un país de personas extranjeras con el propósito de establecerse en él como residentes permanentes. La inmigración es un fenómeno que se ha dado a lo largo de toda la historia de la humanidad, de ahí que pueda decirse que el ser humano es una especie migratoria, sin embargo, hay determinados periodos en los que dichos movimientos se intensifican y adquieren gran importancia por razones económicas, políticas, demográficas, de índole religioso, social o las motivadas por catástrofes naturales. La inmigración constituye una de las primeras preocupaciones a escala mundial, tanto en el contexto de los países de origen como en los países de destino.
En los últimos años la inmigración se ha convertido en un problema social y político muy delicado, creándose en muchas ocasiones un sentimiento de "psicosis migratoria" que ha derivado en numerosas ocasiones en lamentables manifestaciones de rechazo y xenofobia. Unas 120 millones de personas viven fuera de su país de origen.
Migrar viene del indoeuropeo meigw, que significaba cambiar, moverse, ir. De allí pasó al latín migrare, con el significado de cambio de domicilio; por extensión, se aplica el término a los traslados de poblaciones.
Nómada es una palabra griega que significa pastor. Pastores o nómades, migran detrás de sus animales.
La noción exacta y actual de emigración, en general, tiene dos referentes direccionales:
– Emigración en sentido estricto, cuando se busca significar la salida de personas o grupos de un país o región.
– Inmigración, noción relacionada con la recepción de población externa en un país o región determinado.
Ambas tienen su origen en el régimen de libertad instaurado a partir de la revolución francesa, con el reconocimiento de los derechos del hombre y del ciudadano y entre ellos el de emigrar, consagrados en la constitución del 31 – X – 1791.
Con anterioridad, no se podía hablar de las formas modernas de emigración, que requieren como notas definitorias para la existencia plena del fenómeno, estar en un marco aunque sea imperfecto de libertad.
En la Conferencia Internacional de Emigración, celebrada en Roma en el año 1924, se definió al emigrante como "todo ciudadano que se expatria por razones de trabajo, o acompaña, o va a unirse con familiares ya emigrados, o el emigrado que retorna a la nueva condición en el país extranjero al que había antes migrado…" y como inmigrante a "alguien extranjero que arriba a un país buscando trabajo y con la intención de establecerse en él, presumiblemente, en forma permanente.
– Migraciones golondrinas, fue la forma popular como se ha designado a las migraciones temporarias. Posiblemente fue el escritor Victor Gálvez, el que les dio el apelativo, pues decía en 1888, "Hay extranjeros que se asemejan a las golondrinas, son aves de paso, vienen cuando el invierno está en sus bolsillos y han cosechado frutos en formas de pesos o especulaciones o concesiones…"
Migrar no es una especialización tardía en la evolución humana, como pudo ser la posición erguida, sino, por el contrario, está profundamente vinculada al instinto animal, grupo biológico al que pertenecemos, y es por ello que todos los animales de distintas maneras y formas, en todos los tiempos, han migrado y lo siguen haciendo, especialmente las aves, por la libertad que les otorga la capacidad de volar, que nosotros poseemos, pero sólo en orden al pensamiento o al espíritu…
CAUSAS DE LAS MIGRACIONES RECIENTES EN ARGENTINA Y HACIA ARGENTINA:
Dentro de los movimientos migratorios mas recientes destacamos que se sucedieron por razones vinculadas a las transformaciones económicas del país y la crisis recesiva que afecta a la economía en su conjunto; lo cual implica movilidades a distancias mas cortas (migraciones limítrofes); donde los factores de tal comportamiento tienen que ver con una función netamente material (ingresos); aceptación social, conducta cultural, idioma, etc.
Aunque también y en su mayor parte los migrantes argentinos se dirigen hacia países mas desarrollados; es decir países centrales (Europa; USA)
Los factores económicos mas directos son la devaluación; la apertura de ciertos mercados; el crecimiento de flujos migratorios transfronterizos y con el, el fácil contrabando.
LA HERENCIA, EL PASADO O EL OLVIDO:
La Argentina, país de inmigrantes, que vinieron escapando del hambre, la miseria y la persecución, migraciones producto de la violencia social. Violencias muchas veces acalladas, no pensables, no pensadas e inducidas a ser olvidadas.
Se ha hablado de este fenómeno como "inmigración de retorno" para aquellos que emigran a los países de origen de sus antepasados. Esta emigración evoca aquella otra, emigración que puede ser potencialmente enriquecedora y siempre constituye una experiencia potencialmente traumática.
La migración implica un proceso de duelo que se apuntala en la manera como se transitaron los duelos en los antepasados. En la cadena transgeneracional lo no pensable, los eslabones faltantes se presentan como fantasmas que re-surgen y dan cuenta de lo "olvidado".
Una migración tendrá más posibilidades de ser enriquecedora si el emigrante no "olvida" la pertenencia e identidad que recibió de sus ancestros.
En los últimos años, a partir del ’80 ha tenido lugar una corriente migratoria considerable de Argentina a distintos países de Europa, Israel, USA. etc. Esta emigración presenta características diferentes a las de la década anterior, presentada en su mayoría por motivos políticos. En democracia, coincidiendo con una profundización de la crisis económica general, donde en particular la clase media es la que emigra.
Antiguamente, se hablaba de una migración que era plenamente recibida proveniente de países centrales; desarrollados; y con un alto nivel cultural. En la actualidad esta situación está totalmente revertida; los migrantes provienen en su mayoría de países subdesarrollados formando parte de una migración no deseada.
En la actualidad la migración se produce en función del disbalance entre países de origen y receptores; proviene de países con economías en recesión y posee, básicamente las características de mano de obra de baja calificación.
La migración reciente está formada básicamente por migrantes limítrofes o latinoamericanos; que parte de un fenómeno social vinculado a la pobreza.
La Argentina ha sido tradicionalmente un país receptor de población migrante. Tanto las poblaciones que provenían de Europa, como las latinoamericanas representaron siempre una contribución positiva para superar los cíclicos desajustes del mercado de trabajo.
Pero en la actualidad cabe plantearse una pregunta: ¿Los argentinos somos racistas? Los reiterados ataques a miembros de la comunidad boliviana pusieron sobre el tapete el tema de la xenofobia en la sociedad Argentina.
Una posible respuesta a ese interrogante la dio Raúl Zaffaroni, interventor del Instituto Argentino contra la Xenofobia y la Discriminación (INADI), cuando se reunió con 300 familias de bolivianos que trabajan en quintas del Gran Buenos Aires para escuchar sus reclamos.
En esa oportunidad, y frente a relatos escalofriantes que dan cuenta de una realidad que incluye desde insultos hasta torturas, el funcionario dijo que tenía "una enorme carga de vergüenza" por los hechos y les aseguró que "no todos los argentinos somos así".
La reiteración de estos casos ya provocó la reacción de la comunidad de quinteros bolivianos, cuyos miembros decidieron armarse para enfrentar la ola de ataques racistas que vienen sufriendo. Esto pone en evidencia que muchas veces la sociedad no termina de adaptarse a la migración reciente y que tampoco puede aceptar plenamente a estas sociedades.
Finalizando el siglo XX Argentina comenzó a mirar a los "nuevos" como una desgracia no merecida. Al punto que algunos políticos en busca del voto del resentimiento, alguna organización gremial y funcionarios ligados al negocio de la inmigración se ocuparon durante los últimos años de generar una visión negativa de la inmigración, pese a que si hay una Nación que mucho le debe a ella es precisamente Argentina. Según aquella perspectiva, los migrantes serían los responsables del desempleo, de la carencia de servicios de salud o incluso de inseguridad publica, lo que no es cierto.
También en lo atinente al grado de alfabetización de los que recién llegan, los estudios realizados por la Unión Obrera de la Construcción y la Universidad de Buenos Aires, han valorado positivamente a estos inmigrantes. Su grado de alfabetización puede ser calificado como de superior al que tenían los españoles e italianos de las anteriores migraciones, siendo por ejemplo que los peruanos tienen en el sector de la construcción una valoración social semejante a la que se observa en otras actividades. Ocurre lo propio con la colectividad boliviana, dedicada a la actividad fruti hortícola donde el aporte de su mano de obra en zonas cercanas y de abasto de la Ciudad de Buenos Aires ha sido crucial. Mientras que, entre los migrantes de la Europa del Este, más de la mitad tiene título universitario de grado.
El Censo Nacional, indica la cantidad de población extranjera en Argentina, según sus nacionalidades de origen, que arrojó una población total de 32.615.528 habitantes.
Extranjeros residentes (1991) | |||
Extranjeros totales | 1655473 | ||
América paises limitrofes | 665011 | América paises no limitrofes | 39802 |
Bolivia | 146.460 | Peru | 16.634 |
Brasil | 34.850 | Resto | 23.168 |
Chile | 247.679 | ||
Paraguay | 265.522 | ||
Uruguay | 135.858 | ||
Sin especificar | 46.642 | ||
Resto del Mundo | |||
Europa | 677.223 | Asia | 32.719 |
Alemaña | 15.605 | China | 4.352 |
España | 226.029 | Corea | 10.105 |
Francia | 6.541 | Japón | 5.741 |
Italia | 329.894 | Libano | 3.180 |
Polonia | 28.933 | Siria | 4.827 |
Yugoslavia | 12.958 | Resto | 4.514 |
URSS | 7.443 | Paises s/esp | 84.731 |
Resto | 40.770 | Ignorado | 20.356 |
Africa | 2.193 | Oceania | 729 |
LAS MIGRACIONES LIMÍTROFES Y EL MERCADO LABORAL:
Estudios oficiales demuestran que los inmigrantes no inciden en la desocupación. Son muchos los que aseguran que los inmigrantes de países limítrofes son responsables de la falta de trabajo en el país. Estudios oficiales demuestran que la incidencia de esos grupos en los índices de empleo que brinda el INDEC son mínimos. Por otra parte, el trabajo que realizan es altamente precario y la legislación, puesta en vigencia en la época de la dictadura, los deja claramente desamparados.
Los orígenes de las migraciones hacia la Argentina, fueron en especial la italiana y española. Actualmente se trata la discriminación de los inmigrantes, en parte tratando de cuestionar el mito del crisol de razas. Por la extensión refiere sólo a los modernos migrantes de países vecinos, mientras los argentinos hoy lo hacen hacia Europa y EEUU, en busca de mejor destino.
Se tratan las motivaciones de aquellos, organizaciones, problemas políticos y económicos en los países de origen y de acogida. Para concluir la comunicación con los migrantes modernos, su problemática y posibles soluciones.
Un informe realizado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) destaca que en los últimos años se ha desarrollado en la Argentina un discurso fuertemente "antimigratorio", principalmente promovido desde la esfera del poder estatal. Aunque este discurso no es nuevo, resurge en distintos momentos, cuando el entonces presidente Carlos Menem habló de la "avalancha de inmigrantes de comunidades que vinieron de otros países a trabajar en Argentina y que han quitado lugares de trabajo a los argentinos".
Este tipo de mensajes son recibidos y generalmente aceptados por la opinión pública, aunque recientes investigaciones sobre el mercado laboral y los inmigrantes reflejan la ínfima influencia de los trabajadores migrantes en las tasas de desocupación.
Por otra parte, las provincias con mayor índice de desocupación son aquellas que tienen escasa cantidad de inmigrantes, como Corrientes, Chaco y La Pampa. Asimismo, en provincias como Salta, limítrofe con Bolivia, se observa que la participación de los inmigrantes en el mercado de trabajo es solo del 3,4 por ciento de la población laboral activa.
Una encuesta realizada en 1999 por el Instituto Nacional de Lucha contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI) señala que el 85 por ciento de los entrevistados piensa que los inmigrantes causan desempleo, y solo el 12,5 piensan que no provocan los actuales índices de desocupación. Las cifras reafirman que el discurso político genera una tendencia xenófoba en las clases sociales, en especial en los estratos más bajos de la sociedad.
Según los informes del INDEC para 1999, las ocupaciones que más concentran a los inmigrantes son el servicio doméstico, que ocupa el 60 por ciento de todos los inmigrantes en el mercado laboral, la construcción, que ocupa, a su vez, el 45 por ciento de los trabajadores migrantes, y las industrias manufactureras, que ocupa al 17 por ciento. Estos datos son reveladores para determinar la calidad del empleo al que acceden los inmigrantes y la causa por la cual el índice de desocupación de este grupo es menor que el de los nativos.
Por otra parte, los trabajos a los que acceden los inmigrantes están, en muchos casos, marcados por la explotación laboral y la reducción a servidumbre, facilitada por el desamparo y la discriminación que generan leyes como la de Migraciones. Es claro que los ciudadanos argentinos gozan de una mayor protección frente a este tipo de abusos.
El discurso público irresponsable que inculpa a los inmigrantes como factor determinante del crecimiento de la desocupación produce una modificación en la actitud de la población nativa frente a esos grupos y crea las condiciones para el surgimiento de actitudes xenófobas. Los brutales ataques sufridos por quinteros bolivianos son el resultado vergonzoso de la propagación de ese discurso.
La verdadera situación laboral de los inmigrantes puede observarse claramente en los casos de personas que ofrecen su mano de obra realizan trabajos precarios por sueldos extremadamente bajos y en condiciones infrahumanas y Obviamente, trabajan sin ningún tipo de garantías ni cobertura médica.
Además existen diferencias apreciables según en lo que refiere al nivel educativo, al tipo de ocupación y a la rama de actividad; por ejemplo:
Los uruguayos tienen mayor nivel educativo al de los demás migrantes limítrofes y se destacan en actividades ligadas al comercio o la administración. Los paraguayos, según el sexo se dedican al servicio doméstico o a la construcción.
LA SITUACIÓN ENTRE ARGENTINA Y ESPAÑA :
AYER Y HOY:
Todos nosotros somos, de alguna manera, descendientes de aquellos inmigrantes que un buen día decidieron emprender viaje hacia nuestro país, y sembraron en estas tierras las bases sobre las cuales construyeron sus familias.
Durante cerca de 300 años, lo que constituye al actual territorio Argentino fue una colonia dependiente de España donde Buenos Aires era la sede de actividades de importación y exportación.
Después de la independencia política de España; Argentina paso a depender de las grandes potencias de dominio del mercado mundial.
En el siglo XIX, la creciente demanda externa de producción de agropecuarios produjo la habilitación de todas las tierras aptas para la explotación agrícola – ganadera; simultáneamente se alentó la inmigración externa para cubrir el déficit de mano de obra y se realizaron fuertes inversiones en ferrocarriles; tranvías; gas; electricidad y edificios públicos.
En general, el fuerte impacto inmigratorio que recibió el país entre 1870 y 1930 se asentó en el litoral, especialmente en Buenos Aires. El censo de 1914 muestra que en Buenos Aires (ciudad) tres de cada cuatro residentes varones entre 25 y 29 años eran extranjeros. La inmigración masiva que llegó al país a partir de la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX es uno de los hechos que más incidió en la conformación de la Argentina moderna. Sabido es que esta tierra fue un imán para millones de personas que, provenientes sobre todo del continente europeo, vinieron atraídos por las posibilidades de trabajo y de progreso que ella les brindaba. En tal sentido, Argentina estuvo con Estados Unidos entre los países que más inmigrantes recibió.
Cuando la Argentina comenzó su formidable expansión de 1880 en adelante se había propuesto ser la Europa en América. Pasado casi un siglo y cuarto, han cambiado los sujetos del poder y el contenido de los discursos, empero quien antaño pagó el precio para esa ocupación territorial, los inmigrantes.
Pero actualmente el mundo ha cambiado merced a la globalización y esa Europa de la generación de 1880 es un sueño que se desmorona.
Antiguamente Los inmigrantes trabajaban generalmente en el campo como peones o arrendatarios.
Respecto de la presencia italiana en Argentina Probablemente los genoveses fueron los primeros italianos asentados en Buenos Aires; si nos remontamos a 1810 había 42 de ellos en la ciudad, años después con motivo de las sangrientas revueltas de 1820 y 1821 ya incorporada Génova al Reino de Cerdeña, se asilaron muchos en las Provincias Unidas del Río de la Plata, más precisamente en la Boca del Riachuelo por entonces puerto de ultramar, donde constituyeron una población exclusivamente de ligures. En 1838 cerca de ocho mil poblaban sus costas, tres mil de los cuales se dedicaban a la navegación.
En esa época el puerto de Buenos Aires estaba bloqueado por la flota francesa
De esta forma los genoveses convirtieron al hoy pintoresco barrio de La Boca, en un pequeño puerto italiano, con sus típicas casas de madera y chapa multicolores
Por otra parte, la elite porteña había sufridos cambios importantes merced a la conquista del desierto, hasta los años 1880 en poder del indio, haciendo fortuna los terratenientes.
Para ese entonces la economía de Argentina había caído bajo la influencia de compañías comerciales y de transporte con base en la Gran Bretaña.
Entre 1876 y 1976, hubo un desplazamiento humano increíble, emigrando desde Italia aproximadamente 25 millones de personas, parte de las cuales se radicaron en nuestro país. De esta forma la nación empezaba a crecer de forma tal que produjo un gran entrecruzamiento de razas.
En el periodo 1871-1900 llegaron a la Argentina 2.700.000 inmigrantes, de los cuales se radicaron 1.700.000, pues muchos de ellos eran los denominados golondrinas, que luego de levantar las cosechas, regresaban a sus lugares de origen, convertidos en obreros temporarios. En el periodo 1900-1914 llegaron otros 3.100.000, de los que se radicaron, por la misma causa, sólo la mitad.
En el referido Censo la población de la República era de 7.900.000 habitantes, de los cuales el 43 por ciento eran extranjeros, de ellos el 50,1 por ciento italianos, el 20,2 por ciento españoles, el 9,6 por ciento franceses y el 3,2 ingleses.
Tampoco son ajenas a este fenómeno migratorio las penurias en el campo por la falta de moneda, a punto que con la ganancia de los emigrados se pagaban los arriendos agrícolas.
En síntesis los flujos migratorios pueden ser divididos de la siguiente manera:
- 1857-1874: lento pero ininterrumpido aumento de la inmigración, a excepción de 1871, que correspondió a la epidemia de fiebre amarilla que asoló la Ciudad de Buenos Aires.
- 1875-1880: Se caracteriza por ser un periodo de crisis económica e inestabilidad política por la federalización de la Ciudad de Buenos Aires, con enfrentamientos militares y la campaña al desierto. Hubo un decrecimiento de la tasa migratoria, con 249.090 entradas y 116.348 salidas, de lo que resulta un saldo de 132.742 inmigrantes residentes.
- 1881-1889: Constante aumento de inmigrantes, cuyo total es de 979.256 personas, permaneciendo 824.595. Sólo en el año de 1889 ingresaron 260.909.
- 1890-1903: La crisis económica Argentina de 1990 produce una depresión con 1.369.290 entradas y 842.043 salidas, lo que arroja un saldo de 527.247 inmigrantes radicados en el periodo señalado.
- 1904-1913: Marca el periodo expansivo de los inmigrantes. 2.895.025 entradas contra 1.356.875 salidas, con un saldo de 1.538.240
En 1914, el 10 por ciento de los habitantes (829.701), eran españoles. A partir de la década de 1930 en el Río de la Plata, Buenos Aires y Montevideo, recibían al igual que Brasil, y México, proporciones menores de emigrantes hispanos.
Después de 1930, prácticamente cesó la inmigración Europea y se acentuó la inmigración interna.
La Dirección Nacional de Migraciones determinaba que La llegada de inmigrantes a la Argentina, desde fines del siglo XIX, consignó dos tipos de registros oficiales: libros de desembarco y expedientes, a partir de los cuales se elaboraron oficialmente las estadísticas, proyecciones y estrategias de las sucesivas políticas migratorias durante el período de la inmigración masiva.
Estos documentos constituyen el patrimonio histórico de la Dirección Nacional de Migraciones, cuya organización, conservación y difusión es prioritaria dentro de las actividades que desarrolla el Museo Hotel de Inmigrantes.
Las primeras listas de pasajeros conservadas en la Dirección Nacional de Migraciones son los "Registros General de los Inmigrantes", confeccionados por los empleados de la Dirección General de Inmigración.
A partir de 1888 se coleccionan las listas de pasajeros confeccionadas a bordo por el capitán del buque, en planillas que deben responder a los requerimientos de la autoridad Argentina, con mención expresa de la ley de inmigración.
Los datos de los pasajeros que se consignan en estas planillas son: apellido, nombre, clase en que viaja, sexo, edad, estado civil, ocupación, religión, instrucción (si sabe leer y escribir), nacionalidad.
A partir de 1923, las listas incluyen la provincia o comuna de residencia, información sobre los idiomas que habla el inmigrante, su estado físico, y eventuales permanencias anteriores en la Argentina.
Los expedientes, cuyo origen data de 1900, están conformados por una serie de documentos, referidos a cada uno de los barcos que arribaba al país, cuya confección se iniciaba desde el puerto de embarque.
La documentación que contienen es la siguiente:
- Partes consulares: documento expedido por el cónsul argentino en el puerto de embarque, en el que certifica que el barco se encuentra en condiciones de zarpar, o proseguir, rumbo a la Argentina.
- Declaración jurada del capitán del barco: en la que declara conocer la ley de inmigración argentina y sus prescripciones.
- Listas de pasajeros
- Acta de visita e inspección marítima
Allí se dejaba constancia de que tanto el barco como los pasajeros cumplían con las prescripciones de la ley argentina
Permisos especiales, infracciones a la ley de inmigración u otras novedades: Son documentos que llevan la firma del respectivo director o encargado de inmigración, que registran casos particulares tales como permisos de desembarco a sexagenario o mujeres solas, captura de rufianes, barcos infractores, etc.
Luego las condiciones de migración con España fueron más flexibles en donde se firmaron con el correr de los años una serie de acuerdos y tratados que garantizaban el libre paso de personas sin necesidad de visas.
Esa historia hizo que en el año 2000 residieran en la Argentina 254.073 españoles, según datos de la Dirección General de Ordenación de las Migraciones, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales del Reino de España.
Hoy en día la situación de agrava debido a la gran cantidad de migrantes Argentinos escapando de la crisis económica . En los últimos meses, y a pesar del acuerdo sobre supresión de visados de entrada entre ambos países, funcionarios policiales españoles, en forma arbitraria, vienen impidiendo la entrada de un número creciente de ciudadanos argentinos y los devuelven a nuestro país, sin posibilidad de recurso ni defensa alguna.
La situación descripta no sólo constituye una afrenta a los tradicionales lazos de amistad entre ambas naciones. Vulnera también acuerdos bilaterales suscriptos a lo largo de más de un siglo.
Ellos son:
- El Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad, del 21 de septiembre de 1863
- El Convenio de Emigración del 18 de octubre de 1948
- El Convenio de Doble Nacionalidad, del 14 de abril de 1969
- Y, finalmente, el Tratado General de Cooperación y Amistad entre el Reino de España y la República Argentina, del 3 de junio de 1988
Todos ellos obligatorios para los dos estados. Como es obvio, ninguno de ellos prevé que su cumplimiento estará sujeto a la voluntad del gobierno de turno. En líneas generales, esos tratados establecen los principios de cláusula de nación más favorecida, libre emigración, vigencia de derechos preexistentes y criterio de reciprocidad, en orden a facilitar la realización de actividades económicas por cuenta propia o ajena en pie de igualdad con los nacionales del Estado de acogida. Y obligan a los gobiernos de uno y otro país a facilitar el establecimiento y el trabajo de los nacionales del otro país
El más reciente, suscripto en 1988, determina en su artículo 8 que "cada parte otorgará a los nacionales de la otra facilidades para la realización de actividades lucrativas, laborales o profesionales, por cuenta propia o ajena, en pie de igualdad con los nacionales del Estado de residencia, siempre que se hubieran concedido los permisos de trabajo o residencia necesarios para el ejercicio de dichas actividades. La expedición de los permisos de trabajo será gratuita".
Las restricciones y la discriminación que pesan sobre los argentinos tienen, entonces, una fuerte carga simbólica. Y nos agravian, porque la inmigración española es indisociable de la construcción de la ciudadanía Argentina. El control migratorio empezó a endurecerse a principios de septiembre.
Este es un endurecimiento muy grave en la actitud de las autoridades para aplicar los controles cada vez más estrictos contra los inmigrantes
La tolerancia con que se trataba a los argentinos parece haber llegado a su fin. "La grave crisis económica está empujando a miles de personas a emigrar y además hay que tener en cuenta que los trámites legales para conseguir permisos de trabajo y residencia se dilatan durante muchos meses.
Fuentes oficiales especulan con que el año pasado entraron 150.000 argentinos a España por el aeropuerto de Madrid. ¿Cuántos volvieron? ¿Cuántos se quedaron como turistas hasta que a los 90 días se les venció la autorización y ahora son clandestinos, "sin papeles"? Hay millares de argentinos en esa situación, atrapados en el corralito de la Ley de Extranjería y los rigores del gobierno español contra los inmigrantes. Y siguen llegando todos los días.
MIGRAR DE LA ARGENTINA HOY:
Miles de personas hacen cola ante los consulados de España en Argentina, pero también en los de Italia y México, para escapar de un país sacudido por una grave crisis económica. Las encuestas muestran que el 30% de los argentinos se marcharía si pudiera de un país golpeado por una tasa de paro del 16%.
Hacerse con un pasaporte europeo es la mejor vía de escape para los descendientes de los emigrantes que llegaron a principios de siglo a una tierra promisoria para huir del hambre. La diáspora económica afecta también a otros países de América Latina, como Colombia, Venezuela y Ecuador. En este último país han emigrado en los últimos cuatro años medio millón de personas.
Unas 1.000 personas acuden diariamente al consulado para tramitar la nacionalidad española, obtener un visado o pedir información para desplazarse a la tierra de sus progenitores. Pasados los tiempos de dictadura e hiperinflación que provocaron el último éxodo, el modelo económico imperante alimenta una nueva oleada migratoria
Las encuestas apuntan que el 30% de los argentinos se iría del país si pudiera.
De 10.600 pasaportes concedidos en 1998 se ha pasado a cerca de 20.000para fines del 2000, según las últimas estimaciones. Sólo en noviembre (2000) se entregaron 1.718 documentos.
Las estadísticas de los visados expedidos en el mismo periodo muestran un incremento del 77%: de 1114 a 1971 entre los años 1998 y 2000. El promedio actual es de 60 visados al día.
España es hoy, para muchos argentinos, sinónimo de prosperidad y trabajo, frente a las estrecheces y dificultades que padece un gran número de argentinos como consecuencia de la peor recesión de la última década. Las cifras hablan por sí solas: 2,1 millones de desempleados -cerca del 16% de la población activa- y un aumento de la pobreza después de 10 años de fiebre privatizadora que ha modernizado el país al elevado precio de eliminar miles de puestos de trabajo.
Argentina fue, a principios del siglo XX, la tierra promisoria para decenas de miles de emigrantes españoles e italianos. Hoy vive una increíble paradoja: es una nación que dispone de recursos naturales interminables, que atrae la confianza de las mayores empresas españolas, que han invertido miles de millones de dólares, y, sin embargo, para muchos ciudadanos, no hay futuro donde la situación en Argentina es fatal: no hay trabajo, los chicos no tienen ningún futuro. A veces suelen preguntarse ¿Hay Posibilidades de mejora? Y la mayor parte de las respuestas concluyen en que si mejora, pasarán unos cuantos años. Otra pregunta frecuente es creer en el futuro de un país que ha pasado por tantas situaciones malas donde es muy difícil recuperarse y por sobre todas las cosas volver a confiar en un gobierno benigno .
Lo que se está viviendo podría llegar a ser un éxodo en toda regla. Aunque en Argentina hay 253.000 ciudadanos con pasaporte español, pero no son todos los que están. Las autoridades consulares aseguran que otros 250.000 al menos podrían recuperar la nacionalidad española por ser hijos, nietos o bisnietos de españoles.
Ante tantas palabras desalentadoras todavía algunos piensan que tarde o temprano, uno vuelve donde están sus raíces.
Pero siendo objetivos hay que tener en cuenta que la expedición de pasaportes ha aumentado en un 15% respecto del año pasado.
En Argentina hay 600.000 ciudadanos con pasaporte italiano; casi la mitad, en Buenos Aires.
El cónsul Palladino estima que, más que de un éxodo real, hay que hablar "de un éxodo virtual, mental más que físico, porque, al fin y al cabo, no sabemos cuántos son los que finalmente se van".
Las consultas para emigrar también han aumentado en el consulado de México.
su verdadero objetivo es ir a Estados Unidos, y México es tan sólo un punto de tránsito. Toda América Latina nos utiliza como puente, lo que genera una corriente de emigración muy fuerte".
INNOVACIÓN SOCIAL Y MIGRACIONES: LOS ARGENTINOS EN ESPAÑA (RESUMEN)
Las migraciones provocan innovaciones en variados aspectos, grupos, comunidades, valores
En muchos de estos casos, esta transformación se ha debido a la corriente del multiculturalismo que propone otra forma de entender la convivencia de los grupos diferentes.
Los inmigrantes argentinos que se instalaron en los países de la Unión Europea han promovido cambios sociales por la necesaria interacción con los grupos sociales. La innovación tiene otra doble lectura posible, los cambios sociales en los otros y los cambios que se producen en el individuo y en su comunidad. No es una parte la que cambia, sino todas las que conviven en interacción
En un estudio comparativo o por contraste con otros colectivos de migrantes extra-europeos, los argentinos se caracterizan por pasar desapercibidos.
La innovación se produce en todos los sentidos y afecta a todas las personas que conviven en espacios determinados.
CARACTERÍSTICAS DE LOS INMIGRANTES ARGENTINOS:
Se ha insistido en las diferencias entre colectivos de inmigrantes según diversos orígenes o según el sexo mayoritario.
Estas diferencias no sólo residen en la antigüedad de la migración, sino también en aspectos socio-profesionales o demográficos que distinguen a los colectivos según lugar de origen. Las características destacadas de los inmigrantes argentinos que han residido o todavía lo hacen en países de la Unión Europea, se basan en su ascendencia europea, su situación legal y relaciones con la administración y a una visión de pertenencia de clase, diferente a otros colectivos.
Caracterizar a los argentinos como grupo significa distinguirlos por aquellos aspectos que no se asemejan al conjunto de extranjeros y, en este caso, condicionan las innovaciones que, como colectivo, pueden promover.
En primer lugar, los argentinos que fueron entrevistados descendían todos de migrantes europeos
Tampoco hay que olvidar la importancia de las redes migratorias, tanto en el pasado como en el presente, incluso por encima de consideraciones estrictamente económicas.
Los argentinos que venían a Europa tenían contactos familiares, personales o profesionales de gente que los podía ayudar, sobre todo en el momento de la llegada.
En trabajos sobre migraciones, se destaca la mayor calificación de muchos migrantes respecto a los puestos que ocupan en el país de destino.
En el caso de los argentinos entrevistados, todos tenían instrucción universitaria, incompleta o completa, de primero o segundo ciclo. Eso los sitúa en puestos cualificados, fuera del sector agrario o del servicio doméstico, ocupación mayoritaria de otros colectivos.
En esta medida, los argentinos no vienen a ocupar los empleos de la base que son abandonados por la población local debido a su mayor capacitación, sino que tienen un perfil similar y por eso, pueden competir con ella.
En resumen, como perfil de los argentinos residentes en España se pueden destacar varias características que los distinguen de los otros colectivos de inmigrantes extra-europeos.
En primer lugar, sus orígenes están en Europa, por lo que por su aspecto no se los distingue de los locales.
En segundo lugar y derivada de la anterior, su situación legal, en general depende de sus orígenes, por lo que resultan privilegiados respecto de otros colectivos.
En tercer lugar, existieron variadas situaciones con la administración, pero no problemas o situaciones de enfrentamiento con las autoridades, debido sobre todo, a que pasaban desapercibidos. En cuarto lugar, su educación, su aspecto, eran signos de clases más favorecidas que otros colectivos, por lo que recibieron un trato preferencial o al menos considerado, lo que contribuyó a evitar problemas o conflictos.
Se ha dicho desde el inicio, que las características del colectivo argentino en España, de perfil diferente al conjunto de latinoamericanos y de los inmigrantes extra-europeos, deben promover una interacción diferente en una sociedad que hasta hacía poco expulsaba población y que por esa razón tenía lazos con personas españolas radicadas en la Argentina.
Con Latinoamérica se produce una relación de ida y vuelta, en mayor o menor grado, pero que casi no ocurre con personas de otros continentes
Se podría decir que los argentinos que residen en España promovieron el trato con personas de cultura diversa, en la medida en que estaban relativamente habituados a tratar con personas de diversos orígenes, aunque casi todos europeos. En segundo lugar, el logro de su aceptación, también implica la promoción en la aceptación de los otros, que vienen después, aunque en una medida reducida.
Según declaraciones propias, los argentinos que vivieron en países de la Unión Europea se vieron sorprendidos por una relativa uniformidad de las sociedades. Acostumbrados a una experiencia más variada y a un país en el que conviven personas de distintos orígenes, las sociedades europeas les parecieron relativamente homogéneas, sobre todo en lo que se refiere a la población del país. Reconocieron las culturas locales, del pequeño país y no del estado donde habitaban. Pero la percepción provenía de la falta de mezcla de la población local o del contraste que ofrecían respecto a la sociedad de donde provenían.
Eso los lleva a familiarizarse y relacionarse con personas de muy diversos orígenes.
La experiencia de la diversidad y del intercambio promueve la repetición o reedición de algunos aspectos de la sociedad argentina. Por una parte, los argentinos se relacionan en el trabajo y en la esfera pública con la población local. Por la otra, en la esfera privada, tienen amigos y frecuentan personas tanto de la sociedad de acogida, como extranjeros.
El hecho de que el entorno social valore o no una profesión, puede influir en la decisión de las personas de permanecer o partir. Si se proviene de una sociedad donde la actividad profesional que se ejerce está valorada positivamente y se habita una en que no lo está, la decisión de quedarse
Las aportaciones de los psicólogos y psiquiatras argentinos en España, provienen de una primera oleada migratoria, por el deterioro de su situación profesional en la Argentina
Las migraciones argentinas más tempranas se inician en la década del setenta, cuando los otros colectivos de sudamericanos o de África del Norte no presentaban flujos importantes en el sur. Los argentinos llegaron a representar a uno de cada tres sudamericanos en España, en la década de los ochenta, aproximadamente. Sin embargo, frente a los europeos, principales y primeros inmigrantes extranjeros residentes en España, nunca tuvieron suficiente peso.
Otros contingentes de latinoamericanos, también han tendido a diferenciarse de colectivos no muy bien valorados por la sociedad y a construir una imagen propia de perseverancia y trabajo
Hay tantas migraciones como razones para migrar. Existen razones políticas y razones económicas; razones personales, afectivas o familiares. Dentro de estas últimas, las de promoción profesional identifican a muchos migrantes de países centrales, sobre todo europeos dentro del continente, cualquiera fuera el destino, como no migrantes .
Se dice que migran los pobres, pero también hay migraciones de personas cualificadas, de profesionales y directivos o personal de empresa que eligen el cambio de residencia como un sistema de promoción, dentro de una empresa o con el objetivo de mejorar su trayectoria personal. Ellos también son migrantes económicos, aunque el imaginario colectivo difícilmente tienda a identificarlos como tales.
Algunas migraciones son definitivas; otras transitorias.
Pueden ser también internas o externas, pero siempre suponen un cambio de residencia; un cambio de hábito; de costumbres; requiere una adaptabilidad social y supone cambios en el migrante tanto personales como familiares.
En Argentina las migraciones más recientes se produjeron por la crisis económica; la inestabilidad social, la reseción y la falta de oportunidades dentro del mercado laboral Nacional.
Muchos argentinos buscan en la migración nuevos horizontes; mejores condiciones de vida; acceso al mercado laboral y mejores condiciones para su familia.
Muchos, quizá intentan escapar de la crisis con la esperanza de encontrar en otro país mejores oportunidades o quizá hallar en el lo que su país natal no le puede brindar; aunque en algunos casos estas ilusiones no siempre se cumplen y tienen que vivir en malas condiciones hasta poder adaptarse socialmente y conseguir un trabajo fijo.
Generalmente los primeros en partir son los hombres en busca de trabajo y un lugar digno en donde alojar a su familia; aunque muchos también son jóvenes que no tienen posibilidades laborales dentro de su país natal; esperando una oferta y oportunidades de trabajo y con la ilusión de regresar a ver a su familia.
Muchos de ellos o la gran mayoría no regresa, o por lo menos no lo hace de inmediato; ya que por mas que consigan trabajo ; los salarios no le alcanzan para comprar el pasaje de avión; o bien se les hace muy difícil pedir licencias laborales a poco tiempo de estar empleados.
Muchas veces irse de su país natal en una decisión difícil para muchos y hasta llega a ser doloroso; porque implica desvincularse por completo de sus afectos mas allegados.
Pero sin embargo Los movimientos migratorios sucedieron y se seguirán dando con el correr de los años.
- Aranovich y Quitarra de Maguitman. Concentración urbana y macrocefalismo Argentino. pp233-241
- Roberto Tenencia. 1999. Formas tradicionales y novedosas en la migración limítrofe reciente hacia la Argentina; Población y sociedad. pp. 143-196
- www.clarin.com (2/11/2002)
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- www.ub.es/geocrit/sn-94-31.htm
- www.ub.es/geocrit/sn-69-46.htm
Autor:
Méndez, Maria de los A.
2003
Departamento de Geografía y Turismo
Universidad Nacional del Sur