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La guerra de las divisas… (Primera parte) (página 5)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11

Miembros del FOMC ya han señalado su intención de enviar un mensaje diferente. Eso implica un comunicado contundente que deje claro que se va a mantener una política monetaria muy acomodaticia incluso cuando comience la recuperación.

Abundando en lo anterior: así hacía Greenspan (¿el Maestro?)… y así nos fue

"Panicos Demetriades, gobernador del Banco Central de Chipre y, por lo tanto, miembro del Banco Central Europeo (BCE), ha asegurado hoy en una entrevista con Bloomberg que podría no ser necesario activar el programa de compra de bonos presentado por Mario Draghi la semana pasada"… Un miembro del BCE ve posible no tener que comprar bonos: nadie apostará contra su poder (El Economista – 13/9/12)

Demetriades ha defendido que nadie apostará contra el poder ilimitado de la institución, y que por lo tanto "al final, la acción no sea necesaria".

"Nadie va a especular contra el poder de fuego ilimitado de un banco central. Esto es lo que estabiliza las monedas de países donde los inversores saben esto. Uno no apostaría contra la Reserva Federal, por ejemplo", añadió el banquero.

Demetriades insistió en que "un banco central tiene esta maravillosa capacidad que no tiene ningún otro jugador en el mercado cuando dice "Voy a hacer lo que sea necesario" y todo el mundo le cree. Al final, pueden no hacer nada".

Demetriades se unió al Consejo de Gobierno del BCE este mayo (2012) cuando sustituyó a Athanasios Orphanides al frente del Banco de Chipre, la tercera economía más pequeña de la Eurozona. Chipre pidió el rescate a la Unión Europea en junio. Sobre otras medidas que podría tomar el BCE, Demetriades indicó que la institución podría no estar preparada para llevar la facilidad de depósitos a territorio negativo.

"Por supuesto que hay riesgos ahora, y cuando llegue el momento de decidir el mes que viene tendremos en cuenta todos los acontecimientos y decidiremos en consonancia", añadió. "No creo estemos técnicamente preparados para tasa de depósitos negativas, pero no veo eso, en teoría al menos, como un obstáculo".

Demetriades, antiguo miembro del Banco Mundial que trabajó junto al Nobel Joseph Stiglitz en la crisis financiera asiática de los 90, también dijo que Europa debe repensar su enfoque sobre la consolidación fiscal.

"Necesitamos cambiar hacia programas que enfaticen un mayor crecimiento. La consolidación fiscal es más exitosa si no dificulta el crecimiento".

Sobre la banca, insistió en que se debe romper el círculo vicioso que une riesgo bancario y riesgo soberano, lo que es particularmente importante para países con grandes sistemas financieros.

La Fed vuelve a inyectar más dinero para monetizar la deuda (un QE "ilimitado")

La Fed actúa con fuerza para estimular el crecimiento (The Wall Street Journal – 13/9/12)

(Por Kristina Peterson, Jon Hilsenrath y Michael S. Derby) Lectura recomendada

La Reserva Federal de Estados Unidos anunció el jueves que lanzará una importante nueva ronda de compra de bonos, con lo que extiende la batería de medidas poco convencionales que ha desplegado desde la crisis financiera para apuntalar la precaria recuperación económica.

Tras meses de cuidadosas señales, el Comité de Mercado Abierto de la Fed dijo el jueves que comprará US$ 40.000 millones al mes en títulos respaldados por hipotecas de manera indefinida, y agregó que podría extender esas compras y adquirir activos adicionales, si el mercado laboral no mejora.

"Si el panorama del mercado laboral no mejora en forma sustancial, el Comité continuará con sus compras de valores respaldados por hipotecas, efectuará compras adicionales de activos y empleará sus otras herramientas de política según corresponda hasta que se logre tal mejora", dijo el FOMC en una declaración emitida al término de su reunión de dos días.

La Fed agregó que continuará con el programa conocido como "Operación Twist", a través del cual el banco central vende bonos a corto plazo y usa los fondos para comprar bonos a largo plazo en un esfuerzo por reducir las tasas a largo plazo.

En conjunto, la Fed comprará US$ 85.000 millones al mes en valores a largo plazo hasta fin de año, un aumento frente a los US$ 45.000 millones en bonos a largo plazo que compra todos los meses en la actualidad bajo la Operación Twist. También imprimirá más dinero para financiar sus compras de bonos respaldados por hipotecas, expandiendo el tamaño de su balance, que asciende a US$ 2,8 billones.

Las compras apuntan a reducir las tasas de interés a largo plazo -especialmente para las hipotecas- y empujar al alza el valor de activos como acciones y viviendas. La Fed espera que el estímulo financiero dé impulso al alicaído mercado inmobiliario y estimule el gasto y la inversión.

"Al comité le preocupa que, sin una acomodación adicional de la política monetaria, el crecimiento económico no sea lo suficientemente fuerte para generar una mejora sostenida en las condiciones del mercado laboral", según el comunicado.

Además de tratar de influenciar las tasas de interés a largo plazo con compras de bonos, la Fed entró en terreno nuevo respecto de las tasas de interés a corto plazo. Los miembros del FOMC dijeron que esperan mantener las tasas de interés a corto plazo cerca de cero al menos hasta mediados de 2015, lo que se compara con su estimación previa de fines de 2014.

Asimismo, en un aparente esfuerzo por demostrar su compromiso por impulsar una recuperación más sólida -y demostrar al público que no se alejarán de sus políticas de dinero fácil apresuradamente- los encargados de política dijeron que una "postura altamente acomodaticia de política monetaria seguirá siendo apropiada por un período de tiempo considerable después que se fortalezca la recuperación económica".

Es poco probable que el banco central tome más medidas adicionales antes de la elección presidencial en noviembre. La próxima reunión de política de la Fed se celebrará el 23 y 24 de octubre, pero las medidas anunciadas el jueves se extienden hasta después de esa fecha.

Once de los 12 miembros de la Fed votaron el jueves a favor de iniciar una nueva ronda de compra de activos y mantener las tasas de interés cercanas a cero.

El presidente del Banco de la Reserva Federal de Richmond, Jeffrey Lacker, votó en contra de la medida porque "se opuso a compras de activos adicionales y prefirió omitir la descripción del período de tiempo" para mantener las tasas de interés cercanas a cero. Lacker ha disentido en las seis reuniones del FOMC de este año.

Medidas de alivio de la Fed: ¿estimular la economía o la especulación financiera?

"Las acciones líderes de Estados Unidos subieron más de 200 puntos después de que la Reserva Federal anunciara un esperado plan para ayudar a la economía estadounidense. La noticia generó un repunte similar en el oro, mientras que agitó a los mercados de monedas y renta fija"… La Fed impulsa las acciones en EEUU (The Wall Street Journal – 13/9/12)

El Promedio Industrial Dow Jones ganó 206,51 puntos, o 1,55%, a 13.539,86. La escalada de las acciones líderes cobró fuerza a media sesión, cuando el presidente de la Fed, Ben Bernanke, detalló los planes del banco central para estimular la economía del país.

El índice Standard & Poor's ascendió 23,43 puntos, o 1,63%, a 1459,99 y el índice Compuesto Nasdaq avanzó 41,52 puntos, o 1,33%, a 3155,83. Las acciones de compañías de materias primas y financieras registraron fuertes alzas. Los tres principales índices alcanzaron máximos de varios años.

"Los pesimistas probablemente no están tan felices con esto", dijo Michael Strauss, estratega jefe de inversiones de Commonfund, que administra más de US$ 25.000 millones. "¿Hará crecer la economía un 4%? No. Pero proporciona más municiones y eso es mejor de lo que anticipaba el mercado".

"Hay que quitarse el sombrero ante Bernanke (hoy). Tenía que decir algo que diera confianza a los mercados y definitivamente hizo eso", dijo J.J. Kinahan, estratega jefe de derivados de TD Ameritrade.

Los precios de los títulos del Tesoro repuntaron tras la liquidación que registraron inmediatamente después del anuncio, lo que hizo que el rendimiento de la nota a 10 años cayera a 1,737%. Los precios del oro se dispararon 2,2%, para cerrar en US$ 1.769,10 la onza, un máximo de seis meses. El oro en general es considerado una protección contra la inflación, lo que suele ser una preocupación cuando la Fed inyecta más dinero en la economía. Los precios del crudo ascendieron 1,3%, para cerrar en US$ 98,31.

Jugar con fuego (Project Syndicate – 13/9/12)

(Por Nouriel Roubini) Lectura recomendada

París.- Los mercados financieros se animaron a partir de julio con la esperanza de que las perspectivas económicas y geopolíticas mundiales no empeoraran o, si lo hiciesen, los bancos centrales estuvieran preparados para respaldar las economías y los mercados con nuevas rondas de facilitación de liquidez y de relajación cuantitativa. Así, pues, no sólo las noticias buenas -o mejores de lo esperado- impulsaron a los mercados, sino que, además, incluso las malas noticias han sido buenas, porque aumentan la probabilidad de que bomberos de los bancos centrales como el Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Ben Bernanke, y el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, apaguen el fuego con cubos de efectivo.

Pero los mercados que suben con las buenas noticias y con las malas no son estables. Si las noticias económicas empeoran y disminuye la confianza en la eficacia de las autoridades, es probable que vuelvan a producirse episodios de pesimismo, en los que la impresión de los inversores se agría.

En la zona del euro, la euforia siguió a la decisión del BCE de prestar apoyo con compras potencialmente ilimitadas de bonos de países con dificultades, pero esa medida no supone un cambio en las reglas del juego; se limita a ganar tiempo para que las autoridades apliquen las contundentes medidas necesarias para resolver la crisis. Y las dificultades son ingentes: la recesión de la zona del euro está intensificándose a medida que continúan la severa y concentrada consolidación fiscal y el profundo racionamiento del crédito. Y, a medida que los bancos y los mercados de deuda pública de la zona del euro se van balcanizando cada vez más, la creación de una unión bancaria, una unión fiscal y una unión económica, mientras se apliquen políticas macroeconómicas que restablezcan el crecimiento, el equilibrio exterior y la competitividad, resultarán extraordinariamente difíciles.

Ni siquiera el apoyo del BCE es evidente. Los halcones monetarios -el Bundesbank y varios otros bancos centrales principales- preocupados por un nuevo mandato sin límite del BCE reclamaron con éxito una condicionalidad estricta y eficaz para los países beneficiarios de las compras de bonos. A consecuencia de ello, si no se cumplen sus estrictos criterios, pueden dejar de prestar apoyo a ese programa.

Además, Grecia podría salir de la zona del euro en 2013, antes de que España e Italia se hayan salvado del todo; España -como Grecia- está hundiéndose vertiginosamente en la depresión y podría necesitar un rescate en gran escala de la "troika" (el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional). Entretanto, el cansancio de la austeridad en la periferia de la zona del euro choca cada vez más con el cansancio de los rescates en el centro.

No es de extrañar, pues, que Alemania, que políticamente no puede votar a favor de aportar más recursos para rescates, haya externalizado esa tarea en el BCE, la única institución que puede sortear los parlamentos democráticamente elegidos, pero una vez más la aportación de liquidez por sí sola -sin políticas encaminadas a restablecer pronto el crecimiento- sólo retrasaría -pero no impediría- la ruptura de la unión monetaria, lo que acabaría desmontando la unión económico-comercial y propiciaría la destrucción del mercado único.

En los Estados Unidos, los últimos datos económicos -incluido un mercado laboral débil- confirman que el crecimiento es anémico y no es probable que la producción en la segunda mitad de 2012 sea mucho mayor del 1,6 por ciento de aumento anual registrado en el período de enero a junio y, dada la polarización política y la paralización normativa de los Estados Unidos, podemos esperarnos más controversias sobre el presupuesto y el límite máximo de deuda, otra bajada de la calificación crediticia y ningún acuerdo sobre una vía hacia la consolidación y la sostenibilidad a medio plazo, independientemente de si el Presidente Barack Obama resulta elegido o no en noviembre. Al contrario, debemos esperar un acuerdo sólo sobre la vía de la menor resistencia política: rehuir las opciones fiscales duras hasta que los vigilantes de los bonos despierten por fin, disparen los tipos a largo plazo e impongan el ajuste fiscal al sistema político.

En China, un aterrizaje forzoso resulta cada vez más probable, al desinflarse la burbuja de la inversión y disminuir las exportaciones netas. Entretanto, se están retrasando las reformas necesarias para reducir los ahorros y aumentar el consumo privado. Como en Europa y en los EEUU, en 2012 sólo se evitará lo peor retrasándolo con más estímulo monetario, fiscal y crediticio.

Pero un aterrizaje forzoso resulta más probable en 2013, cuando se disipe el estímulo, aumenten los créditos morosos, se acelere la reducción de las inversiones y ya no se puedan poner parches ante el problema de refinanciación de las deudas de las administraciones provinciales y sus instrumentos especiales de inversión y, con la prudencia de unos nuevos dirigentes, mientras afiancen su poder, las reformas se producirán a paso de tortuga, con lo que es probable que aumente el malestar social y político.

Entretanto, el Brasil, la India, Rusia y otras economías en ascenso, están dedicadas al mismo juego. Muchas no han hecho un ajuste cuando la debilidad de las economías avanzadas ha reducido el margen de crecimiento impulsado por las exportaciones y muchas retrasaron las reformas estructurales necesarias para impulsar el desarrollo del sector privado y el aumento de la productividad, al tiempo que adoptaban un modelo del capitalismo de Estado, que no tardará en revelar sus límites. Así, pues, la reciente desaceleración del crecimiento en los mercados en ascenso no es simplemente cíclica, debida a un crecimiento débil o a una recesión declarada en las economías avanzadas, sino estructural.

Semejantes vacilaciones resultan patentes también en el nivel geopolítico. Las más importantes potencias mundiales siguen probando con negociaciones y sanciones a fin de inducir al Irán a abandonar sus medidas para fabricar armas nucleares, pero este país procura ganar tiempo con la esperanza de alcanzar una zona de inmunidad. En 2013, un Israel que -con razón o sin ella- siente que el programa nuclear de Irán es una amenaza existencial o unos Estados Unidos que han rechazado la contención de un Irán nuclear o los dos juntos pueden decidir atacar, lo que provocaría una guerra y una brusca y gran subida de los precios del petróleo.

Unos gobiernos ineficaces con escasa capacidad de dirección son la causa del problema. En las democracias, las sucesivas elecciones propician opciones a corto plazo. En autocracias como China y Rusia, los dirigentes oponen resistencia a las reformas radicales que reducirían el poder de los grupos de interés arraigados, con lo que alimentarán el malestar social a medida que el resentimiento contra la corrupción y la captación de rentas estalle en protestas.

Pero, como todo el mundo está aplazando la adopción de las medidas necesarias, el problema se va agravando y, tanto en los más importantes mercados en ascenso como en las economías avanzadas, está acercándose a un muro de ladrillo. Las autoridades pueden chocar contra él o dar muestras de la capacidad de dirección y la lucidez necesarias para desmantelarlo con seguridad.

(Nouriel Roubini, a professor at NYU"s Stern School of Business and Chairman of Roubini Global Economics, was one of the few economists to predict the recent global financial crisis. One of the world"s most sought-after voices on its causes and consequences, he previously served in the Clinton administration as Senior Economist for the President"s Council of Economic Advisers, and has worked for the International Monetary Fund, the US Federal Reserve, and the World Bank)

La Fed lanza una nueva ronda de estímulo para la economía de EEUU (The Wall Street Journal – 14/9/12)

(Por Jon Hilsenrath y Kristina Peterson) Lectura recomendada

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), frustrada por la alta tasa de desempleo y la débil recuperación económica, puso en marcha un enérgico paquete de estímulo monetario que incluye la compra de valores hipotecarios y promete mantener bajas las tasas de interés durante varios años.

"Queremos ver más empleos", reconoció el jueves Ben Bernanke, presidente de la Fed, en una conferencia de prensa tras el anuncio del plan. "Queremos ver un desempleo más bajo. Queremos ver una economía más vigorosa que genere una mejora sostenible".

El anuncio del banco central fue un tónico para los mercados y los inversionistas se abalanzaron sobre las acciones, materias primas como el oro, el euro y otros activos que se podrían beneficiar de la inyección de liquidez.

El Promedio Industrial Dow Jones trepó 206,51 puntos, un alza de 1,6%, para quedar en 13.539,86 unidades, su mayor nivel desde diciembre de 2007. Los precios del petróleo y otros commodities también subieron.

edu.red

Bernanke, consciente de la controversia que podría surgir al emprender un paquete de estímulo tan cerca de una elección presidencial, trabajó durante semanas para abonar el terreno para el nuevo programa, explicando lo que vendría y las razones que lo justifican.

La parte más importante del programa de la Fed es la compra de US$ 40.000 millones en valores respaldados por hipotecas al mes, una medida que estará en vigencia hasta que repunte el mercado laboral, un compromiso inusualmente firme de parte de un banco central.

La compra de bonos busca reducir las tasas de interés a largo plazo e incentivar a los inversionistas a optar por activos de mayor rendimiento como las acciones. También se espera un debilitamiento del dólar, en parte debido a que la Fed está imprimiendo dinero para financiar las compras de activos. En ocasiones anteriores, algunos países emergentes han acusado a la Fed de contribuir a inflar el valor de las monedas locales, lo que dificulta el manejo de la política cambiaria y encarece las exportaciones.

Bernanke ha argumentado que la compra de valores hipotecarios debería estimular el gasto, la inversión y las exportaciones, aunque los economistas de la propia entidad discrepan sobre la magnitud de tales beneficios.

Mediante la compra de bonos hipotecarios, la Fed busca apuntalar en particular el alicaído mercado inmobiliario de EEUU, que está mostrando señales de estabilización. Las tasas hipotecarias fijas a 30 años promediaron 3,55% el miércoles, frente al 4,09% de hace un año, según los datos de Freddie Mac.

Los US$ 40.000 millones al mes que cuesta el programa de compra de bonos suena como un precio relativamente modesto en comparación con el plan de US$1,25 billones (millones de millones) lanzado por la Fed en marzo de 2009 y el de US$600.000 millones iniciado en noviembre de 2010. No obstante, la nueva iniciativa podría llegar a ser muy grande y la Fed indicó que podría incrementarse.

"Si las perspectivas para el mercado laboral no mejoran sustancialmente, la Fed continuará sus compras de valores de agencia respaldados por hipotecas, emprenderá compras adicionales de activos y empleará otras herramientas de política según estime conveniente hasta que esa mejoría sea alcanzada en un contexto de estabilidad de precios", manifestó el banco central en un comunicado difundido tras una reunión que duró dos días.

El comunicado marcó un importante giro táctico para el banco central, que vinculó de una manera explícita sus decisiones a mejoras en el mercado laboral.

La Fed tiene un doble mandato impuesto por el Congreso para maximizar el empleo y mantener la estabilidad de precios.

Las autoridades creen que la inflación en EEUU se mantendrá en torno a 2% en los próximos años y, por lo tanto, tienen el margen de maniobra que necesitan para tratar de estimular la economía de un modo más agresivo.

A la Fed le preocupa en especial casos como el de Jean O'Connell, de 49 años, que ha estado desempleada durante 20 meses.

O'Connell fue despedida de su trabajo gestionando dos centros de compras de oro y diamantes después de pasar unos siete años en la industria.

O'Connell dijo que le preocupa que sus 20 meses desempleada le hagan más difícil volver a encontrar un trabajo. "Me han planteado esa pregunta en varias entrevistas: ¿Qué has estado haciendo con tu tiempo? Es algo negativo", observa.

Bernanke reiteró el jueves que cuanto más avanzada es la edad de las personas que son excluidas del mercado de trabajo, más difícil es su reincorporación.

¿Resultado?(I): de relajamiento en relajamiento y la economía sigue sin resucitar

Dudas sobre la eficacia de la expansión cuantitativa – Estados Unidos: tres "QE" y un "Twist" para una economía que avanza con muletas (Expansión – 14/9/12)

(Por J. Díaz) Lectura recomendada

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, anunció ayer un nuevo programa de compra masiva de deuda, el tercero desde 2008, en un intento de frenar la desaceleración de su economía e impulsar la creación de empleo. ¿Pero es el QE3 la solución a sus problemas?

Las situaciones excepcionales requieren medidas igualmente inusuales. Es la máxima que la Reserva Federal de EEUU viene aplicando desde prácticamente el inicio de la crisis, recurriendo masivamente al uso de instrumentos de política monetaria no convencionales.

¿El resultado? Una economía sostenida artificialmente, que avanza renqueante gracias sólo a las muletas proporcionadas por dos macroprogramas de expansión cuantitativa (QE), a los que desde ayer se une un tercero, y una operación Twist, una herramienta recuperada de la década de los 60, pero que adolece de una estrategia fiscal para reducir su déficit público y poner freno a su astronómica y creciente deuda.

Si hay algo que no se le puede negar a la Fed estadounidense es su determinación y agresividad a la hora de combatir la crisis. Desde el terremoto subprime en verano de 2007 y la posterior entrada en recesión, el banco central de EEUU se ha empleado a fondo y sin reservas para insuflar aliento a su maltrecha economía.

En aquellas fechas, el precio oficial del dinero se encontraba en el 5,25%. En la actualidad, y desde hace casi cuatro años, los tipos son virtualmente nulos (fluctúan entre el 0% y el 0,25%). En plena borrasca financiera, EEUU adoptó a finales de 2008 sus primeras medidas no convencionales de política monetaria. Nacía el QE1 (primer programa de expansión cuantitativa), mediante el cual inyectó recursos en la economía a través de la compra de deuda pública e hipotecaria.

Compras masivas de deuda

Se calcula que dicho programa, que se vería reforzado en 2009 y 2010, supuso la compra por parte de la Fed de alrededor de 1,25 billones de dólares en activos respaldados por hipotecas, 175.000 millones en títulos de deuda de agencias, y cerca de 300.000 millones en bonos del Tesoro. La segunda ronda de expansión cuantitativa comenzaría a finales de 2010 con el anuncio de nuevas compras de deuda por importe de otros 600.000 millones de dólares hasta mediados de 2011.

A los dos primeros programas de relajación cuantitativa, que se revelaron insuficientes para propiciar una reactivación económica sólida y sostenida, le sucedió en septiembre de 2011 la llamada operación Twist, una herramienta que la Fed desempolvó de la década de los 60, consistente en el canje de bonos a corto plazo por otros a medio y largo con el que, sin recurrir en esta ocasión a la máquina de imprimir billetes (como había hecho con el QE1 y el QE2), intentaba estimular el consumo privado por la vía de una reducción de los costes de financiación de la economía estadounidense que trajera consigo, a su vez, una mejora de la confianza de las familias. Un programa al que hasta junio pasado había destinado alrededor de 400.000 millones de dólares.

Ayer fue anunciado el QE3, que implicará la compra de 40.000 millones de dólares mensuales en titulizaciones hipotecarias sin un plazo determinado y cuya duración se ha vinculado expresamente a la mejora de la tasa de desempleo.

Efectos de la terapia de choque

A expensas de lo que pueda deparar esa tercera vuelta de tuerca de la expansión cuantitativa, el resultado de ese cóctel de medidas, según desgranó a finales de agosto el presidente de la Fed, Ben Bernanke, durante la tradicional conferencia de banqueros centrales de Jackson Hole, fueron la relajación de los tipos de interés a largo plazo (de hasta 2,7 puntos en algunos casos), la creación de dos millones de empleos y el impulso, según algunos estudios, de hasta tres puntos en el PIB

Los expertos tomaron con cautela estos cálculos, alegando la dificultad de demostrar empíricamente el alcance de esas aportaciones, al tiempo que advertían de la distorsión provocada por las macroinyecciones en los precios de los activos con riesgo, al ser mantenidos sobrevalorados debido, precisamente, al efecto de esas políticas expansivas.

Lo cierto es que casi cinco años después del inicio de la ofensiva monetaria de la Fed, la realidad muestra una trayectoria endeble de la economía estadounidense: la tasa de paro sigue por encima del 8% desde hace tres años y medio y el PIB norteamericano ha constatado su desaceleración, al crecer durante el segundo trimestre de este año a un ritmo anual del 1,7%.

¿Hacia una política fiscal?

Por eso, más allá del anuncio de ayer de Bernanke, el desencanto hacia la eficacia de la política monetaria no tradicional de la Fed empieza a hacer mella entre los agentes del mercado, muchos de los cuales creen que en poco puede ayudar ya a la economía, amén de entrañar riesgos para la estabilidad de los precios a medio plazo.

En este sentido, consideran llegada la hora de que la política fiscal tome el relevo de la monetaria y de que la Administración estadounidense ponga el acento en el control de su déficit público, que lleva camino de representar el 10% del PIB, según las previsiones del FMI, y en la reducción de su estratosférica deuda pública, que ha rebasado los 16 billones de dólares.

El propio Bernanke ha reconocido que la política monetaria no es la "panacea". El problema es que la implementación de una política fiscal eficaz no se antoja fácil a corto y medio plazo. Primero, porque demócratas y republicanos no han sido capaces de consensuar un programa de recortes de gasto que ayude a corregir sus desequilibrios presupuestarios. Y segundo, porque la persistencia de medidas expansivas puede diluir aún más la presión para acometer los ajustes necesarios.

¿Resultado?(II): más "pólvora" para la guerra de divisas (¿o efecto colateral?)

"El anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos de una tercera ronda de flexibilización cuantitativa para estimular la economía prepara el camino para una fuerte apreciación de las monedas de mercados emergentes, similar a la de inicios de 2012, señalaron el viernes estrategas de Societe Generale"… Afirman que la Fed causará otra apreciación de monedas de mercados emergentes (The Wall Street Journal – 14/9/12)

En una nota a clientes, indicaron que hay potencial para igualar los fuertes avances registrados luego que el Banco Central Europeo inyectara cientos de miles de millones de euros al sistema bancario de la eurozona mediante la primera de dos operaciones de refinanciamiento a largo plazo.

Las monedas de países en desarrollo registraron su mejor inicio de año en más de dos décadas luego que el BCE apuntalara a sus bancos al ofrecer créditos baratos y sin límites.

De acuerdo a Societe Generale, el peso mexicano tuvo su mejor inicio de año desde 1991, con un avance de más de 6% frente al dólar en enero. En tanto, el real brasileño y el peso colombiano tuvieron su mejor enero en 19 años.

Más de lo mismo podría ocurrir ahora que la Fed anunció que mantendría las tasas de interés en cerca de cero hasta mediados de 2015 y que compraría más activos para estimular la economía estadounidense, según Societe Generale.

Dado que las preocupaciones sobre la eurozona también han cedido luego que el BCE accediera la semana pasada, con condiciones, a comprar deuda de países miembros con fragilidad fiscal, las monedas de mercados emergentes podrían situarse entre las más beneficiadas dado que crece la confianza y los inversionistas están motivados para asumir riesgos al buscar mejores rendimientos.

Hasta el momento, son las monedas de América Latina las que marcan el paso, y el peso mexicano llega el viernes a su mayor nivel frente al dólar en más de cinco meses, mientras que el peso chileno se aprecia 1% a un nuevo máximo de un año frente al dólar.

Algunas reflexiones sobre la creación de dinero de la nada (y sus consecuencias)

¿El timo de la estampita? Fed, QE3 y expansión monetaria ilimitada (El Confidencial – 15/9/12)

(Por Daniel Lacalle) Lectura recomendada

"Paper Money eventually returns to its intrinsic value – zero" Voltaire

¿Han visto las bolsas? ¿Y las materias primas? ¿Los malvados especuladores? Ah, me había olvidado que los especuladores son solo a la baja, al alza somos inversores. ¿O tal vez ese dinero invertido en activos de riesgo sea consecuencia del efecto llamada, creado por la destrucción masiva de dinero, por la actividad concertada de los bancos centrales que afecta a alimentos, materias primas y genera burbujas bajando el coste de capital artificialmente? Inyectar 9 billones de dólares en las economías globales para generar cero aumento marginal de PIB o empleo, comparado con las expectativas iniciales es el gran "éxito" del plan de expansión eterna de los bancos centrales. Crear dinero de la nada, no justificado por la actividad económica real.

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"We are creating money out of thin air, we"ve lost control" Ron Paul.

Eso sí, repiten una y otra vez que "hubiera sido peor". Y repiten. Total, se equivocan en un 35-40% en sus expectativas y repiten, this time it"s different. El dinero de los demás es gratis.

Pero esta vez tenemos varios problemas adicionales para que este nuevo intento funcione:

– La liquidez adicional tiene muy poco efecto cuando la confianza de empresas y consumidores se desvanece.

– La expansión monetaria se lleva a cabo con China y los mercados emergentes en contracción de sus índices industriales.

– Al revés que la expansión de 2009, no va acompañada de un fuerte impulso inversor industrial. El 100% de las empresas industriales que hemos visto esta semana están reduciendo sus inversiones globales.

– Este tercer ataque monetario por parte de la Fed no viene acompañado de enormes posibilidades de recortes de costes como en 2008. Esa menor capacidad de generar beneficios por reducción de costes se ha visto reflejada en el deterioro de los resultados de las empresas del S&P 500 ex financieras (-1.5% año con año).

Estamos intentando recrear la misma burbuja que nos llevó a esta crisis

Si hay algo que me sorprende cada día es que se aplauda y celebre la expansión monetaria salvaje como algo bueno, cuando solo beneficia a las bolsas y a la inflación, especialmente en materias primas y oro. Luego la prensa buscará un culpable malvado en la OPEP o los especuladores o cualquier otro, pero el mercado a lo que se lanza es a protegerse de la destrucción del dinero por impresión masiva, el expolio a los ahorradores que supone mantener los tipos a mínimos históricos y el riesgo de inflación. Estamos viviendo un proceso de intentar reconstruir burbujas, sea en los mercados financieros -burbuja bursátil- o con los activos inmobiliarios -a través de bancos malos, bonos y paquetes hipotecarios (mortgage backed securities), etc.-.

Mientras la gente ve su renta disponible desaparecer, cuando comprobamos que la política monetaria indiscriminada no funciona, aceptamos el engaño con la justificación de que "hubiera sido peor" si no se hubiera puesto en marcha. Y a la vez nos preguntamos por qué no llegamos a fin de mes y nos decimos que todo que cuesta mucho más mientras la "inflación oficial" es supuestamente "muy baja".

Pues bien, como cantaban The Kinks "Give The People What They Want". Lo pedían, y lo han recibido. Tras la conferencia del BCE, la Fed -como en un duelo entre sheriffs– saca la máquina de imprimir y la gente no solo lo celebra, sino que exige lo mismo en Europa. Olvidamos que Estados Unidos, dado que el dólar se utiliza en el 75% de las transacciones mundiales, exporta inflación, mientras que el euro solo se usa entre los países de la unión monetaria, con lo cual importamos inflación y nos vamos a comer nuestros euros con patatas.

Tras el anuncio del BCE de compra "ilimitada" de bonos, la Fed anuncia otra ronda de expansión monetaria. Ilimitada también. 40.000 millones de dólares más al mes bajo el pretexto, siempre altruista, del "desempleo".

Los riesgos de la inyección monetaria

Comentaba el jueves con nuestro amigo Yosi Truzman que lo que más nos había sorprendido de la conferencia de Bernanke es que haya copiado la política de secretismo del BCE. Comprará hasta que la tasa de empleo se estabilice… y eso, ¿Cuánto es? ¿Cuándo es?

Es fácil olvidarlo, pero estamos en el periodo más agresivo de impresión de dinero -creación de papel moneda, dinero fiduciario- de la historia. En tres años, la magnitud de estímulos monetarios creados artificialmente por los bancos centrales mundiales ya alcanza la cifra de 9 billones de dólares (trillones americanos), más deuda, con un impacto sobre el crecimiento y el empleo inapreciable. Pero, eso sí, "hubiera sido peor".

Pero merece la pena repasar los riesgos de la expansión monetaria (QE) apoyándonos, entre otros, en Credit Suisse y Boenning & Scattergood que analizan maravillosamente los riesgos que se están acumulando.

Genera inflación de materias primas -sobre todo agrícolas y energéticas- y, aunque suben las bolsas, los resultados operativos de las empresas y sus beneficios ordinarios siguen empobreciéndose porque el crecimiento se deteriora. Es decir, no se genera riqueza empresarial y empleos, solo inflación de activos y bursátil.

La riqueza se transfiere -endeudando al sistema- de las actividades productivas a los gestores y operadores financieros. Según tres estudios distintos (D"Amico & King, Yellen y Gagnon) las dos inyecciones monetarias previas, llamados QE1 y QE2, generaron entre 0.90% y 1.10% de inflación anual adicional al sistema. Por supuesto, hay que analizar la inflación real, no la oficial, como explica este artículo: Why the Fed's Core Inflation Method Is Not an Accurate Indicator.

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No crea empleo. Una de las falacias de la expansión monetaria es decir que los "sucesivos QE han generado dos millones de empleos". No es cierto, ya que la enorme mayoría de los empleos en EEUU se crearon fuera de los programas de expansión monetaria, en el sector de petróleo (por la revolución del shale gas-oil) y el sector sanitario. Y hasta se puede afirmar que se han creado a pesar de la política anti-industria energética de la administración. Pero, si incluso pensáramos que la cifra es cierta, el fracaso de las políticas es espectacular si se han creado dos millones de puestos de trabajo, el paro se ha mantenido y para ello se han invertido 2 billones de dólares, un coste de 1 millón de dólares en deuda por trabajo "creado".

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No genera el famoso "efecto riqueza". Una de las falacias de la expansión crediticia es decir que, al subir las bolsas y mantenerse el precio de las casas, se crea un efecto "percepción de riqueza" que lleva a la población a consumir. Sin embargo, eso no es cierto. Una vez que la gente ha perdido la confianza en el sistema institucional y político y ve que los movimientos inflacionistas no se corresponden con la economía real, no se lanza a consumir. Y aún les queda por ver la factura de este endeudamiento colosal.

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No apoya al crecimiento económico. Se ha demostrado que estas políticas no generan mejora de la actividad industrial o manufacturera. No hay más que ver el grafico inferior:

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Como todo enfermo, las inyecciones de adrenalina cada vez hacen menos efecto. Y es que otro problema es que, como el crack al drogadicto, el rendimiento marginal de políticas expansivas, que deberían ser "excepcionales" y se han convertido en habituales, cada vez hace menos efecto y se necesita más estímulo. Esta es la primera vez que la Fed ni habla de esterilización de activos -es decir, que en vez de vender tanto como compra se endeudará aún más- hasta que "mejore el entorno de desempleo".

El impacto sobre las materias primas es obvio. Sobre el oro y el petróleo, como refugio contra la inflación y pérdida de valor de las monedas en la carrera a ver quién imprime más y peor, y sobre las materias primas "blandas" (alimentarias) por el efecto multiplicador de la inflación exportada y, con la pérdida de valor del dólar, el empobrecimiento de los países productores.

– Sobre renta fija, incentiva la burbuja en los bonos "basura" (alto rendimiento) porque los bonos estatales de los países de bajo riesgo se venden con rentabilidad real casi negativa.

– El impacto sobre las acciones -renta variable- es doble:

o Por un lado, hace más agresivo el "flight to shit", es decir, comprar los valores más endeudados y con peores fundamentales. Es lógico, porque son valores donde una mejora del coste de capital -su tasa de descuento- es mucho más importante para el precio de la acción que el deterioro de sus beneficios, que, no lo olviden, continuará.

o Por otro lado, lleva a los valores más expuestos en sus ingresos a un entorno inflacionario a cotizar con múltiplos más atractivos y caros.

Obama o Romney contra el precipicio fiscal

Lo que me temo de todo esto es que la Fed busca mitigar a corto plazo los posibles problemas que se generen de la espada de Damocles de América: con un déficit de 1.5 billones de dólares (trillones americanos) anuales, el precipicio fiscal a fin de año que se teme generar. Si gana Obama, no se renovarían los incentivos fiscales de Bush a su vencimiento en diciembre, aumentando impuestos (IRPF) hasta 39% para rentas altas.

Pero, además, el precipicio fiscal requiere imponer drásticas medidas de recorte de gasto que serían muy difíciles bajo un nuevo mandato de la administración Obama. Por el lado contrario, Mitt Romney busca bajar los impuestos -IRPF y capital- compensado con la reducción de las deducciones fiscales, mientras que busca recortar un billón de dólares (trillón americano) en gasto público y reducir el Estado a un 16% del PIB en diez años. No les tengo que decir qué plan me suena mejor.

Ese impacto, subida de impuestos y no recortar gastos, según Credit Suisse puede generar una caída del 2,2% del PIB durante el periodo desde el tercer trimestre de 2012 a final de 2013, con un aumento del desempleo a 10% desde el 8,3% actual. No veo más que un efecto cosmético en toda esta inyección de liquidez de cara al precipicio fiscal de diciembre y, desde mi punto de vista, puede ser mucho peor si se llevan a cabo medidas de aumento de impuestos y que han demostrado ser tan ineficaces en Europa.

En general, el problema de las políticas de expansión monetaria es muy simple. De donde no hay no se puede sacar, y cuando el enfermo, la economía global, está exhausto, las inyecciones de adrenalina no hacen nada más que provocar espasmos. Pero esas inyecciones de adrenalina cuestan cientos de miles de millones a los ciudadanos -a las generaciones futuras- en deuda. Y las unidades adicionales de deuda en el sistema, llevo escribiendo de ello desde hace años, ya no producen efectos marginales positivos. Estados Unidos, como Europa, necesita menos endeudamiento, austeridad, menos intervención, y más inversión privada, que es la que genera empleos.

BCE: mentiras y fracaso de la ortodoxia económica (Vozpópuli – 15/9/12)

(Por Juan Laborda) Lectura recomendada

Hace varios años diversos economistas avisamos que lo más urgente para una reactivación económica en el largo plazo pasaba por una reordenación y reducción del tamaño del sistema bancario mundial, que además conllevara una disminución de la deuda privada y pública existente, y donde los acreedores sufrieran la correspondiente quita. Sin embargo, salvo honrosas excepciones como Islandia, tristemente, aún no se ha hecho nada en este sentido. El pequeño país vikingo desde 2011 ya registra tasas de crecimiento económico positivas, en la actualidad próxima al 4%.

La misma "ortodoxia económica" dominante que fue incapaz de prever la actual crisis económica y financiera, básicamente porque invalidaría los principios esenciales bajo la cual se han educado, forzó su receta para salir de la crisis. Para ello propuso una combinación de política fiscal restrictiva, política monetaria expansiva (ampliación de los balances de la FED o del BCE), y deflación de salarios.

Después de cuatro años de rotundo fracaso, atacan de nuevo. La FED y el BCE desde 2007 han triplicado el tamaño de sus balances, sin que haya supuesto ello ningún revulsivo para la economía europea, ya en recesión, y la estadounidense, a punto de entrar en ella. Las expansiones cuantitativas de los Bancos Centrales, en plena trampa de la liquidez, sólo sirven para generar inflaciones o burbujas de activos.

En realidad la economía norteamericana ha evitado tasas de crecimiento negativas en su PIB a través de una expansión fiscal donde se inyectaba directamente dinero en vena a las familias. Por lo menos la administración Obama sí que ha entendido lo que es una recesión de balances, no como Rajoy y sus chicos, imbuidos por una rancia ideología.

El BCE ha expandido su balance igual que la FED

Llama la atención el absoluto desconocimiento por parte de los distintos medios de comunicación y analistas sobre la actuación del BCE y de la FED, vamos que no se han leído los balances respectivos. El BCE ¡casi ha triplicado desde 2007 el tamaño de su balance, al igual que la FED! Otra cosa es que sí que hay profundas diferencias en dicha ampliación.

Mientras que en el caso de la FED se ha centrado en la compra de activos con la intención de disminuir los tipos de interés a largo plazo y reducir los diferenciales de crédito entre los sectores privados y público, en Europa el BCE, además de comprar deuda periférica, ha aumentado su balance especialmente mediante la concesión de préstamos a una banca europea insolvente. Obviamente entre ambas posiciones es preferible la de la FED. El BCE simplemente ha mantenido el statu quo de aquellos que nos han llevado a la situación actual.

El balance del BCE se ha incrementado desde los 1,16 billones de euros a principios de 2007, hasta los actuales 3,08 billones, según cifras de 31 de agosto de 2012. Por lo tanto, el crecimiento del tamaño del balance es del 166%. El nivel de apalancamiento, es decir, la proporción de la deuda del BCE respecto a sus fondos propios ha pasado de 17 veces a 36 veces. Desde el lado del activo las dos partidas que más han aumentado son la compra de deuda soberana desde los 80.000 millones a los 600.000 actuales, y, sobre todo los préstamos a la banca desde los 450.000 millones hasta los 1.210.000 actuales.

El balance de la FED también se ha expandido fuertemente en ese mismo período, pasando de los 911.198 millones de dólares a principios de 2007 a los 2,87 billones actuales, según cifras del 5 de septiembre de 2012. Es decir, el crecimiento del tamaño del balance ha sido del 215%. El nivel de apalancamiento ha pasado de 24 veces a 43 veces. Desde el lado del activo las dos partidas que más han aumentado son la compra de deuda soberana, cuyo volumen se ha incrementado en 853.118 millones de dólares, y deuda privada, cuya partida ha aumentado en 843.687 millones de dólares. Mientras los préstamos a la banca apenas han crecido en 2.000 millones de dólares, alcanzando la cifra actual de 2.435 millones de dólares, nada que ve con el más de 1 billón de euros del BCE.

Fracaso de la política monetaria

Las expansiones de los balances de la FED o del BCE han generado un aumento de la propensión al riesgo, inflando los mercados financieros, sin que ello se traduzca en un aumento de la renta del país. La justificación académica de las expansiones cuantitativas de los Bancos Centrales está soportada académicamente por Ben Bernanke, bajo la idea de que la generación de nuevas burbujas de activos puede reactivar la economía. Sin embargo, este planteamiento económico se olvida de que la riqueza en relación al PIB es constante, de manera que si la riqueza crece muy por encima de las rentas se producirá una reversión a la media mediante un descenso del precio de los activos.

Pero es que además, en el actual contexto de sobreendeudamiento, la política monetaria es mucho menos eficaz a la hora de afectar a la actividad económica de lo que los inversores piensan. Así, por ejemplo, el principal efecto de un cambio en la base monetaria, como consecuencia de la expansión cuantitativa de la FED o del BCE, es cambiar la velocidad monetaria y los tipos de interés a corto plazo. Sin embargo, una vez que los tipos de interés a corto plazo caen a cero, las expansiones adicionales en la base monetaria simplemente inducen un colapso proporcional en la velocidad de circulación del dinero, y la economía entra en la trampa de la liquidez.

Esta política monetaria, a su vez, es tremendamente injusta, ya que de la generación de burbujas o creación temporal de riqueza sólo se benefician las clases de renta más alta, abriéndose aún más la brecha entre ricos y pobres.

Nuevas expansiones cuantitativas tendrán efectos muy limitados

Es interesante observar que la primera expansión cuantitativa de la FED tuvo éxito porque las valoraciones bursátiles y de los distintos activos de riesgo a cierre de 2008 eran muy atractivas, los activos de riesgo estaban infravalorados. Ahora sin embargo estamos en la situación contraria, las bolsas están caras, especialmente la americana, de manera que a los precios actuales en el medio plazo darán rentabilidades negativas, según nuestras estimaciones.

Por lo tanto, si la riqueza vuelve a caer con fuerza, como prevemos, y estamos en la trampa de liquidez, la combinación de políticas de deflación de precios y salarios, junto con políticas de restricción fiscal, acaban provocando una fuerte contracción económica global. La economía global se aproxima a finales de 2012 de nuevo a la recesión.

La solución heterodoxa de Islandia

Islandia tiene algunas lecciones clave para los países que tratan de sobrevivir a rescates una vez que su alternativa derivara, según la jefa de la misión del FMI en "una recuperación de una fuerza sorprendente".

Los ciudadanos de Islandia en 2008 decidieron democráticamente no sufragar las monstruosas pérdidas del otrora admirado sistema financiero islandés. Ya está creciendo por encima del 4%. Además de aplicar una quita a los acreedores extranjeros, que asumieron un riesgo excesivo, en este pequeño país vikingo el nuevo gobierno promovió medidas encaminadas a reestructurar la deuda hipotecaria de miles de familias, con el fin de evitar ejecuciones de hipotecas. Para rematar la faena, se incrementó fuertemente el gasto social. ¡Menos Ben Bernanke y Milton Friedman, y más Irving Fisher! Eso sí, no el Fisher monetarista que se arruinó en bolsa, sino el de la deflación por endeudamiento.

"Donde van los que tienen perdida la Fe(d)": (la "tanguedia" de la globalización)

"Los gobiernos occidentales, que alguna vez fueron sólidos como una roca, corrompieron las viejas y nobles monedas y calificaciones crediticias al enfrentar enormes deudas. Entonces, no es sorprendente que el último refugio de los aterrorizados inversionistas se haya abarrotado inexorablemente, y podría recibir más refugiados. El precio del oro ha ascendido desde el nivel de alrededor de US$ 600 la onza a comienzos de 2007, hasta más allá de los US$ 1.800 la onza"… La Fed encamina el oro y el dólar en rumbos diferentes (The Wall Street Journal – 17/9/12)

A mediados de septiembre de 2012 ronda los US$ 1.768, pero sigue coqueteando con un máximo de siete meses gracias a la última incursión de la Reserva Federal de Estados Unidos en la ruleta de la política monetaria.

En la primera semana de septiembre (2012) conocimos su plan para comprar mensualmente valores respaldados por hipotecas hasta que mejore el atribulado mercado laboral estadounidense. Lo que sucederá ¿cierto?

Bien, esa es la esperanza, aunque ninguna otra cosa ha funcionado. Pero, en cualquier caso, ayudado por Bernanke y compañía, el oro para entrega inmediata acaba de protagonizar una racha alcista de cuatro semanas consecutivas, algo que no se había visto desde inicios de junio (2012).

La depreciación del dólar que acompañó este ascenso también significó una correlación inversa más fuerte entre el oro y el índice del dólar en las últimas semanas. Ahora se ubica en -0,79 (basado en los promedios móviles de cuatro semanas), y es la más extrema en lo que va del año, según FX Pro.

"La opinión está ganando adeptos que los renovados esfuerzos de flexibilización cuantitativa de la Fed, junto con los últimos esfuerzos del Banco Central Europeo y, posiblemente, mayores esfuerzos de Japón en lo inmediato, causarán un deterioro de la confianza en las monedas de papel", escribieron analistas de la firma.

De manera que hay grandes factores positivos en potencia para el oro. El área de US$ 1.790-US$ 1.803 sigue siendo clave para el alza, debido a que ésta ha proporcionado una severa resistencia en un par de oportunidades durante los últimos meses. Si puede traspasarla, los gráficos de FX Pro aparentemente lucirán mucho más positivos para los alcistas en el oro a medida que finaliza el año (2012).

No obstante, un precio del oro recientemente revigorizado podría ser una muy mala noticia para las autoridades monetarias mundiales. Los niveles ya dicen mucho sobre la falta de confianza de los inversionistas en ellos. Una vez que comencemos a coquetear con US$ 2.000, ¿cuál será el punto en que ellos siquiera traten?

Un regreso al lejano Oeste americano (¿y por qué no, a la Edad Media europea?)

"Desde Minnesota a Georgia, legisladores preocupados por la crisis fiscal, las políticas de la Reserva Federal y la debilidad del dólar, han presentado proyectos de ley que le permiten a los ciudadanos usar metales preciosos como el oro para declarar impuestos y hacer negocios"… El oro amenaza al dólar en su propio país (BBCMundo – 18/9/12)

La Constitución de EEUU prohíbe a los estados imprimir sus propios billetes y emitir su propia moneda, pero tiene una cláusula antigua que sí permite que acepten monedas de oro y plata como pago si así lo deciden.

Recientemente, Utah se convirtió en el primer estado en aprobar una ley que reconoce las monedas de oro y plata como método de pago para transacciones comerciales.

"Miren lo que está pasando con nuestra economía. Tendencias preocupantes afectan nuestra prosperidad. Muchos ahora reconocen que una de las amenazas más graves es la condición precaria del dólar", afirma Brad Gálvez, el legislador republicano de Utah patrocinador de la medida.

Según Gálvez, aunque esta nueva ley no obliga a nadie a utilizar monedas de oro, lo que busca es crear un sistema alternativo al dólar y hacer más fáciles este tipo de intercambios monetarios.

Tarjeta bancaria "de oro"

A los pocos meses de aprobada la legislación, el Utah Gold and Silver Depository, lanzó un servicio mediante el cual se puede obtener una tarjeta de débito ligada directamente a depósitos en oro para transacciones comerciales básicas.

Esto evita tener que cargar lingotes de oro en el bolsillo cada vez que se quiera hacer una compra. Por ejemplo un auto que vale US$ 17.000, se puede comprar con aproximadamente 10 onzas de oro, siempre y cuando el dueño del carro acepte el pago de este tipo de tarjeta.

Siguiendo el ejemplo de Utah, Carolina del Sur aprobó una medida similar, y más de 13 estados más, como Virginia, Iowa y Colorado estudian propuestas parecidas.

"Si se da una hiperinflación, depresión u otra calamidad económica relacionada a la Reserva Federal, se generaría un caos en las finanzas de los gobiernos locales y la economía privada", estima por su parte el legislador Glen Bradley, republicano de Carolina del Norte quien patrocinó una medida similar en su estado. La propuesta de Bradley, que no fue aprobada, permitiría a los residentes de su estado pagar en oro impuestos y multas.

La idea de implementar alternativas al dólar también tiene cierta acogida nacional.

El excandidato presidencial republicano Ron Paul de Texas y el senador Jim DeMint de Carolina del Sur, presentaron este año una propuesta de ley federal que permitiría que los estados emitan su propia moneda.

Y la popularidad del oro también se hizo sentir en la Convención Nacional Republicana, donde los delegados aprobaron una plataforma política que incluye una comisión para estudiar volver a ligar el dólar a este metal. Estados Unidos dejó de respaldar su moneda a las reservas de oro en 1933, como medida para controlar la depresión que azotaba el país.

¿Propuesta económica o protesta política?

Según Larry White, profesor de economía de la George Mason University, estas propuestas surgen por la incertidumbre económica que rodea el dólar, la escalada en el precio del oro y el descontento de muchos con las políticas de la Reserva Federal.

White, autor de varios libros de política monetaria, explica que la mayoría de estas iniciativas son simbólicas y con el objetivo de sentar una protesta contra el sistema fiscal promovido por Washington.

El académico agrega que aunque estas ideas son llamativas a pequeña escala, es prácticamente imposible implementar un sistema alternativo en una economía que mueve miles de millones de dólares al día.

White indica que aunque el oro tenga más valor que el dólar, casi nadie va a querer que le paguen en oro, si luego no tiene como gastar, depositar o utilizar ese oro.

"Es muy difícil competir con una moneda oficial, porque esta tiene toda la red de transacciones a su favor y todo el mundo la reconoce", explicó White en una entrevista con BBC Mundo. "No creo que estos proyectos lleguen a mucho", concluyó.

La teoría de la flexibilización continua (¿será el Consenso de Jackson Hole?)

A futuro, la flexibilización no necesitaría explicaciones (The Wall Street Journal – 18/9/12)

(Por Kathleen Madigan) Lectura recomendada

Al hacer sus estimaciones, los economistas siguen la regla de "entregar un número o una fecha, pero no ambas". La Reserva Federal de Estados Unidos parece seguir ese dictamen al tiempo que se acerca a su tercera flexibilización cuantitativa, o QE3.

El comunicado de política de la Fed publicado el jueves pasado se aseguró de dejar todas las opciones sobre la mesa. La Fed entregó una fecha cuando dijo que la tasa interbancaria federal se mantendría cerca de cero "al menos hasta mediados de 2015", con el objetivo de "dar apoyo al continuo avance hacia el máximo empleo y la estabilidad de precios". Pero los miembros del banco central no dieron a conocer metas para la tasa de desempleo o la alta inflación.

La Fed también dio una cifra para el valor de los instrumentos a largo plazo que comprará (US$ 85.000 millones en total), pero esta ronda de QE no tiene una fecha de "vender hasta". En cambio, el cronograma es una meta móvil de "mejoría sostenida" en los mercados laborales, mejores mercados hipotecarios y condiciones financieras generales más acomodaticias.

En general, los economistas alabaron que la QE3 fuera por un período indefinido. Sin embargo, la falta de límites y los criterios de metas móviles podrían contrarrestar parte de la transparencia que le encanta al titular de la Fed, Ben Bernanke.

Ello porque el actual lenguaje permite a los encargados de política cambiar sus metas sin tener que mostrar sus cartas colectivas si lo prefieren.

¿Sería una tasa de desempleo de 7% una "mejora sostenida" o la tasa tiene que caer a 6%? ¿Sería una inflación de 2,5% tolerable? Quién sabe y la Fed no tiene que decírselo al público a menos que y hasta que la mayoría de sus miembros se sienta cómodo diciéndolo.

(Tenga en mente que alcanzar un consenso podría ser difícil dado el período extendido de la QE3. Ello porque los presidentes regionales de la Fed rotan en su calidad de miembros con derecho a voto en el Comité de Mercados Abiertos. Los encargados de política de la Fed podrían avanzar hacia un consenso en diciembre, solo para tener un cambio en la votación de mayoría en enero).

Si bien Bernanke acoge que la Fed sea más abierta, una menor transparencia no necesariamente es un acontecimiento negativo. La política monetaria y la recuperación siguen en terreno desconocido. Los miembros del banco central deberían tener espacio para moverse sin tener que someterse a las expectativas de los mercados financieros generadas por un discurso o un comunicado de política.

Dado que la política fiscal todavía no está a la vista, la Fed necesita todas las opciones que pueda conseguir. Pero eso no implica que deba hablar sobre todas ellas.

"A mí me pasa lo mismo que a usted": todos al helicóptero

"El Banco de Japón (BOJ) decidió hoy ampliar su programa de compra de activos en 10 billones de yenes (unos 97.200 millones de euros), hasta 80 billones de yenes (778.000 millones de euros), para inyectar liquidez al sistema financiero"… El Banco de Japón amplía programa de compra de activos para inyectar liquidez (Cinco Días – 18/9/12)

La junta de política monetaria del BOJ también decidió mantener los tipos de interés en el bajísimo nivel de entre el 0% y el 0,1% en que se encuentran desde octubre de 2010 para impulsar la economía, según un comunicado emitido al término de su reunión mensual de dos días (septiembre 2012). La decisión del BOJ se produjo casi una semana después de que la Reserva Federal de EEUU adoptara una nueva ronda de estímulo económico, la tercera desde el estallido de la crisis en 2008, con una masiva inyección de liquidez. El BCE, por su parte, también ha lanzado un plan de compra de deuda, si bien está condicionada a que los países se acojan a un rescate y siempre esterilizando el dinero.

Bernanke y su drug money (¿producción, distribución o consumo compulsivo?)

El plan de Bernanke: más droga para el drogadicto (El Confidencial – 21/9/12)

(Por Ignacio Moncada) Lectura recomendada

Si un helicóptero arrojara sobre una isla tantos sacos de dinero como para que se doblara la masa monetaria, ¿se volvería ésta el doble de rica? Éste fue el gráfico ejemplo utilizado por el economista americano Milton Friedman en su libro Money Mischief para ilustrar los efectos de la expansión monetaria. La conclusión fue que la isla no doblaría su riqueza. Seguirían produciendo lo mismo y su capacidad de consumo e inversión serían las mismas en términos reales. El valor de la moneda simplemente pasaría a ser la mitad, haciendo que los precios suban hasta reequilibrar los precios relativos.

Ben Bernanke, actual presidente de la Reserva Federal, se ganó el apodo de "Helicopter Ben" tras utilizar este ejemplo en un discurso contra la deflación en 2002. Hay que decir que desde que en 2006 ocupó su cargo se ha hecho merecedor de tal nombre: la oferta de dinero (M2) ha crecido desde los aproximadamente 6.500 billones de dólares en 2006 hasta los más de 10.000 billones en diversos planes de expansión monetaria. Y su intención es la de seguir por la misma senda. Ahora, sin ir más lejos, se ha vuelto a subir al helicóptero y ha anunciado que continuará arrojando dinero sobre la economía americana hasta que considere que está totalmente sana.

El plan recién aprobado por la Fed, bautizado como Quantitative Easing 3, no es tan simple como imprimir y arrojar dinero desde el cielo. Pero los efectos económicos son similares. Desde el punto de vista técnico, se inyecta dinero mediante la compra masiva de titulizaciones hipotecarias denominadas Mortgage-Backed Securities (MBS). Éstas no son otra cosa que bonos que se emitieron en la época de la burbuja crediticia para financiar grandes paquetes de hipotecas, liberando así los balances de los bancos. Pero no merece la pena perderse en el procedimiento técnico.

Lo que busca la Fed no es un impacto directo sobre el activo comprado, como hace el BCE al comprar deuda soberana periférica. Podría comprar deuda pública, bonos de los grandes fabricantes de automóviles o créditos a estudiantes, cosas que ya ha hecho de forma masiva. Lo que Bernanke busca es estimular el crecimiento y la creación de empleo en toda la economía, y cualquier deuda a largo plazo le sirve. Confía en este chute monetario para lograrlo.

Es cierto que una expansión monetaria provoca un efecto de euforia en el corto plazo. Volviendo al ejemplo de la isla de Friedman, los primeros individuos que recogen los billetes llovidos del cielo se ven con mayor saldo monetario y, como al principio los precios no han cambiado, ven aumentado su poder adquisitivo. Éstos se lanzan a comprar y a invertir de inmediato, y es entonces cuando empiezan a subir los precios hasta volver al equilibrio de precios relativos. Según la teoría de Friedman, este es un proceso de suma cero que enriquece a los primeros a los que llega el nuevo dinero y empobrece a los últimos en recibirlo, al tiempo que provoca un aumento generalizado de precios.

Pero el proceso tiene más inconvenientes. Los economistas de la Escuela Austriaca, como Friedrich A. Hayek, denunciaron que la subida de precios no es el peor de los efectos que provoca la expansión monetaria. En la práctica el dinero no llueve del cielo ni se gasta de manera homogénea. El dinero nuevo entra por determinados canales y afecta a unos pocos sectores en primera instancia, antes de filtrarse hacia el resto de la economía. Estos sectores sufren lo que se conoce como una burbuja: una distorsión al alza de precios relativos y rentabilidades, que generan de manera artificial un efecto llamada de la inversión privada. Es como una especie de euforia inversora en la que el tipo de interés baja, el crédito se expande y la bolsa sube.  Pero a la larga, cuando los precios relativos se reajustan, se pone de manifiesto que no hay demanda para sostener esas inversiones estimuladas artificialmente. Esos sectores afectados se tendrán que someter a una reestructuración y liquidar las malas inversiones. Este proceso suele ponerse de manifiesto en forma de recesión económica.

Cuando Bernanke propone estimular la economía mediante una expansión monetaria, es como tratar de curar a un drogadicto con sucesivos aumentos de su dosis habitual de droga. Tras cada inyección, a corto plazo hay una fase de euforia, pero a la larga el paciente empeora. Lo mismo pasa con la economía. Tras el estallido de la gran burbuja entre 2007 y 2008 no se ha hecho más que inyectar masivamente dinero, dificultando la reestructuración del sistema productivo y el desapalancamiento de los agentes económicos. Entorpeciendo, en definitiva, lo que necesita la economía americana para poder crecer y crear empleo de manera sostenible. Los atajos monetarios no provocarán más que recaídas en el largo plazo e inflación. No harán sino alejar el momento de la recuperación.

Lo que está claro es que Bernanke no ha lanzado este plan de estímulo en un momento cualquiera. Lo hace a mes y medio de las elecciones. Y hay dos cosas que tiene claras. La primera es que Mitt Romney, el candidato republicano, ya ha dicho que no cuenta con él en el caso de que llegue a la Casa Blanca. La segunda es que las elecciones se decidirán a favor de Obama si los votantes perciben que la economía va razonablemente bien. Así que no lo ha dudado. Ha puesto en marcha la imprenta para  que la economía llegue hiperactiva a las elecciones. Lo que no ha explicado son los efectos perversos que esta política genera en el largo plazo. No es algo que, al parecer, preocupe a "Helicopter Ben". Como ya dijo Lord Keynes, mentor de su política monetaria, no hay que preocuparse por el largo plazo, pues todos estaremos muertos.

(Ignacio Moncada es ingeniero industrial por ICAI y colaborador del Instituto Juan de Mariana)

El "speakers" corner" de Guido Mantega (dos años clamando en el desierto)

"Guido Mantega, ministro de Finanzas brasileño, ha advertido hoy de que el nuevo programa de estímulo de la Reserva Federal es "proteccionista" va a volver a provocar una guerra de divisas con consecuencias potencialmente drásticas para el resto del mundo"… Brasil alerta de nuevo: el mundo va a entrar en una "guerra de divisas" (El Economista – 21/9/12)

"Tiene que entenderse que hay consecuencias", aseguró Mantega en una entrevista. El programa de la Fed "solo tendrá un beneficio marginal en EEUU ya que no hay falta de liquidez… y la liquidez no va a la producción".

En su lugar, acusó a EEUU de que el movimiento busca deprimir el dólar e impulsar de esta manera las exportaciones del país.

Mantega, que ha sido ministro de Finanzas tanto con Dilma Rouseff como con Lula da Silva, ha dirigido la economía del país, que en pocos años ha pasado desde un boom confiado a un estancamiento este año.

Para ilustrar su idea, citó el movimiento de Japón del 18/9, cuando expandió su propio programa de estímulo en casi 100.000 millones de euros, como una evidencia de las crecientes tensiones globales. "Eso es una guerra de divisas".

Mantega ya utilizó esta expresión hace dos años, justo cuando la Fed lanzó su segundo quantitative easing (QE), lo que provocó una fuerte revaluación de muchas monedas, incluido el real brasileño.

Mantega añadió que Brasil hasta ahora "solo ha sufrido las consecuencias del cambio en las expectativas", ya que los recursos del QE3 todavía no se han lanzado. Pero ha advertido que esta política va a perjudicar a todo el mundo, desde las economías emergentes a exportadores desarrollados como Japón y Alemania.

"Las compañías japonesas ya se están quejando del fuerte tupo de cambio. Si un dólar débil eleva la competencia en el comercio internacional, esto forzará a Brasil a adoptar medidas para frenar una subida del real", añadió, aunque no especificó qué tipos de medidas tomaría.

Además, se defendió de las críticas de que Brasil es proteccionista y aseguró que eso es un "mito" y explicó que la reducción de la cuota de importaciones de coches mejicanos era una "medida defensiva comercial" legítima. "EEUU, Europa y Reino Unido son más proteccionistas que Brasil".

Desde la "Factoría de Ficciones" (Fed): "NGDP targeting" by Bernie Production

Objetivo PIB nominal, ¿locura o genialidad de Bernanke? (El Confidencial – 24/9/12)

(Por Kike Vázquez) Lectura recomendada

El "QE3" aprobado por la Reserva Federal de Estados Unidos parece un programa de estímulo más, un "quantitative easing" al que se le añade un número superior, el 3, y todo queda como estaba, pero no es así. Existe un pequeño factor que lo cambia todo y es el hecho de no tener un final; habrá "easing" hasta que el desempleo baje o la inflación subyacente se dispare, lo que se traduce en un cambio de paradigma con respecto a lo anteriormente implementado. Bernanke ha virado el timón, y lo ha hecho hacia una estancia mucho más agresiva. ¿Es posible que ese pequeño detalle signifique tanto? Significa eso y más, a continuación veremos el motivo.

 

El "QE" anterior se centraba en los precios, cuando la Reserva Federal veía que las expectativas inflacionarias tornaban en deflacionarias actuaba volviendo a subirlas. Un efecto lógico ya que, al contrario que el BCE, la FED no esteriliza sus compras. Con ello defiende una variable clave para una economía de mercado como es mantener los precios en un rango "saludable", y lo que es más importante, evita la espiral destructiva que según muchos economistas podría aparecer de entrar en deflación.

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Existe mucha controversia sobre qué es inflación o sobre los efectos colaterales de las políticas de Bernanke, pero tomando datos y definiciones oficiales podemos comprobar que el objetivo se ha cumplido. En esta gráfica de la FED de St. Louis podemos ver la tendencia seguida en los precios desde 1995 y su excelente trazado si lo comparamos con una línea imaginaria que avanza un 2% al año. Una crisis financiera que podría acabar en depresión no ha conseguido tener el más mínimo efecto en la inflación vista a largo plazo… well done, Mr. Bernanke!

 En cualquier caso la inflación es solo uno de los mandatos de la FED, el otro es el desempleo y he ahí la nueva "bomba": el nuevo QE se centrará menos en la estabilidad de precios y más en la economía y el empleo. Eso dicen. O lo que es lo mismo, cambio de plan, "el Rey ha muerto, ¡Viva el Rey!", adiós QE2, hola QE3. ¿Cómo lo hará? La agresividad en el discurso parece indicar que Bernanke se siente atraído por una teoría llamada  "NGDP targeting" o también "NGDPLT" ("Nominal GDP level targeting") para conseguir objetivos más allá de la estabilización de precios, puesto que de ser así seguirían como hasta ahora, actuando si es necesario cuando las expectativas de inflación bajan.

 El NGDPLT es una teoría según la cual el Banco Central debería prefijar un crecimiento nominal del PIB en lugar de centrarse en los precios (limitados indirectamente pues crecimiento nominal = crecimiento real + inflación), un ejemplo, en lugar de asegurarse de que la inflación sea del 2% se aseguraría de que el crecimiento nominal sea del 5%, de forma real o bien creando inflación. 

 ¿Qué diferencia existe entre esto y "Weimar"? Básicamente que en el NGDPLT existe un objetivo, unas reglas, y en Weimar se imprimía sin control. Al final el objetivo del 2% de inflación es arbitrario, nadie sabe si lo correcto es un 2%, un 3% o un 1%… por lo que cambiar la cifra por un rango, pero igualmente limitado, parece conceptualmente válido. Además sus defensores creen que el sistema NGDPLT maneja mejor las expectativas de los agentes privados, ya que no existiría incertidumbre sobre cómo va a actuar un Banco Central o cuándo va a hacerlo. A su vez, dado que los precios tienden a ajustarse a una velocidad más lenta de la que se produce el "shock", se permitiría una actuación mucho más temprana. Un Banco Central normal esperaría a ver los efectos en los precios, con el NGDP se actuaría en los primeros síntomas.

 Y por supuesto, y aunque se diga con la boca pequeña, no nos olvidemos de lo más importante: establecer un objetivo de crecimiento nominal tendría un efecto brutal sobre las deudas, facilitando el desapalancamiento. Ejemplo: Un país con una deuda del 120% sobre el PIB y coste medio de la misma del 6% que se encuentra estancado y crece al 0% nominalmente, necesita un 7,2% sobre el PIB de superávit primario simplemente para mantener el ratio de deuda estable. Si por la contra el coste es bajo, del 1%, y el crecimiento nominal alto, del 5%, dicho país podría tener un déficit fiscal del 4,8% o bien ver reducirse la deuda de ser menor. Si pensamos en los números de EEUU o Reino Unido vemos que el NGDPLT resulta MUY jugoso, de hecho la alta inflación de Reino Unido resulta sospechosa.

 Pero, ¿realmente todo son ventajas? ¿Sacrificando un objetivo fijo de inflación por uno establecido por un rango conseguimos desapalancamiento, mayor estabilidad macroeconómica y menor "sufrimiento" en el ajuste? El debate está abierto, hay quien cree que sí y hay quien cree que no. En general vemos que poco a poco el debate se está decantando por el sí, si bien hay opiniones argumentadas muy interesantes en contra (algo poco habitual en la política monetaria donde todo se polariza). Me gustaría presentarles una, de James Bullard, Presidente de la Fed de St. Louis, quien afirma que debido al "Reinhart-Rogoff effect" las economías no crecen igual antes que después de un "shock financiero".

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 En la gráfica podemos ver el PIB real y nominal de EEUU, donde observamos que tras la crisis se pierde la tendencia de crecimiento pasada. Parece lógico puesto que antes del "crash" el PIB crece por encima de lo que sería sostenible en el largo plazo, la deuda y las burbujas provocan que una parte del crecimiento sea irreal. Tras el "shock" la recuperación vuelve, pero la tendencia de crecimiento es menor, ya no contamos con el empujón de la burbuja. Dicho comportamiento se repite también en el empleo, tanto en EEUU como en Suecia. El Sr. Bullard le llama a esto el "Reinhart-Rogoff effect".

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 ¿Qué importancia tiene esto? Pues que si este comportamiento es algo normal e inherente en la economía, entonces no es cierto que la política monetaria deba ser más laxa, puesto que el crecimiento nominal está donde debe estar aplicando el efecto "Reinhart-Rogoff". De hecho pone como ejemplo la crisis de los años 70, donde afirma se produjo un frenazo en la productividad que no fue reconocida por los "policymakers". En respuesta aplicaron una política demasiado laxa y el resultado fue doble dígito en inflación y doble dígito en desempleo, al mismo tiempo.

 Si bien las comparaciones entre crisis son muy delicadas, sí es cierto que provocar estímulos a una economía que se comporta por parámetros normales según el mencionado efecto, podría significar que todo lo que se consigue es inflación y en palabras del Sr. Bullard "could be a policy disaster". De ser así podríamos concluir que el mejor método para combatir una crisis es la estabilidad de precios, con o sin medidas cuantitativas, pero no forzar el crecimiento a algo que quizá no pueda conseguirse, pues el resultado sería totalmente negativo. Extrapolando más, cuando una economía pierde su tendencia a largo plazo de inflación, es cuando existe riesgo de década pérdida. Véase la gráfica de Japón que finaliza este artículo. Quizá por eso Ray Dalio nos augura entre 10 y 15 años de sufrimientos, aunque al menos apunta a que la Eurozona permanecerá unida. Algo es algo. 

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¿Acción concertada de los bancos centrales, o sólo es una estampida desesperada?

¿Los bancos centrales a la ofensiva? (Project Syndicate – 25/9/12)

(Por Jean Pisani-Ferry) Lectura recomendada

Frankfort.- Da la impresión de que se trata de una ofensiva coordinada: el 6 de septiembre, el Banco Central Europeo delineó un nuevo programa de compra de bonos, dejándoles saber a los mercados que no había límites preestablecidos para sus compras. El 13 de septiembre, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció que en los próximos meses compraría títulos a largo plazo por 85.000 millones de dólares por mes, con el objetivo de reducir la presión sobre las tasas de interés a largo plazo y respaldar el crecimiento. Finalmente, el 19 de septiembre, el Banco de Japón declaró que iba a agregar otros 10 billones de yenes (128.000 millones de dólares) a su programa de compra de títulos del gobierno, y que esperaba que sus tenencias totales de estos títulos alcanzaran aproximadamente 1 billón de dólares para fines de 2013.

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