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La guerra de las divisas… (Primera parte)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11

  1. Últimos acontecimientos (un aclaratorio sobre): "la guerra que no fue" (26/8/13)
  2. ¿Existe una guerra de divisas? Una respuesta en varios tiempos: creo que no
  3. ¿Existe una guerra de divisas? Una respuesta en varios tiempos: creo que no
  4. Algunas reflexiones sobre la creación de dinero de la nada (y sus consecuencias)
  5. La teoría de la flexibilización continua (¿será el Consenso de Jackson Hole?)
  6. ¿Acción concertada de los bancos centrales, o sólo es una estampida desesperada?
  7. Efectos (¿colaterales?) de las inyecciones monetarias
  8. La guerra de divisas contada por una corresponsal "embedded" en Latinoamérica
  9. NIC: China la mayor economía global para 2030… y EEUU ¿the walking dead?
  10. (2013) Año Nuevo, represión financiera (la carrera a ver quién pierde primero)
  11. El porvenir de una ilusión ("fue bonito mientras duró" ¿o convino, a los "amos del universo"?)
  12. En busca del arca perdida (¿para continuar empujando la soga?)
  13. Esperando a Godot: G-7 (¿y el G-8, G-10?) o G-¡Je!-20 (¿conejos y chisteras?)
  14. El jardín de los senderos que se bifurcan: estamos de acuerdo en el desacuerdo
  15. ¿Brasil ("o mais grande do mondo") se vuelve ortodoxo?: mentira de patas cortas
  16. Soros vs. la libra (volver a empezar): ¿convocará Cameron algún referéndum?
  17. Bernanke disipa todas las dudas de Wall Street: sigue la fiesta del dinero fácil ("minuta" de gol)
  18. Una economía conectada al respirador (tras la máscara): palabras finales
  19. Post data (aclaratorio final) sobre: "la guerra que no fue" (30/8/13)

Últimos acontecimientos (un aclaratorio sobre): "la guerra que no fue" (26/8/13)

El Paper – La guerra de las divisas… fue formulado durante el primer trimestre del año 2013, e incluye información y análisis del período septiembre 2010 a febrero 2013.

("El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos y el amor no lo reflejo, como ayer"…)

Desde el mes de mayo de 2013 en adelante, han ocurrido algunos "sucesos" económicos que hacen aconsejable cierta actualización de la redacción original.

Todos bailando al son de Bernanke: más droga por favor (o al menos, metadona)

"Los mercados de Asia se desplomaron el martes a medida que la anticipación por una reducción de la flexibilización monetaria en Estados Unidos ha puesto en evidencia la desaceleración del crecimiento y el alza de la deuda de la región. Este entorno hizo que las acciones de Indonesia se tambalearan por segundo día y arrastró a la rupia india a un mínimo récord"… El temor al fin del estímulo de la Fed hace tambalear los mercados de Asia (The Wall Street Journal – 20/8/13)

Los movimientos más drásticos se registraron en el sudeste asiático, donde las acciones de Indonesia han perdido 9% en dos días. Desde un máximo de mayo (2013), los títulos acumulan un descenso de 20%. El mercado de Tailandia retrocedió 2% el 2/8, alcanzando su punto más bajo del año (2013). La agitación también afectó el ringgit de Malasia, que tocó un mínimo de tres años. Las bolsas de Japón y Hong Kong registraron caídas importantes.

La venta generalizada en Asia, que ha llevado a que las autoridades de los países más afectados intervengan, se produce cuando los inversionistas esperan ansiosos la publicación de las minutas de la reunión en junio del comité de política de la Reserva Federal de Estados Unidos. Los observadores del mercado están esperando señales de cuán cerca está el banco central de EEUU de reducir su amplio programa de compra de bonos, que ha abastecido a la economía global de dinero barato.

Los problemas en Asia son la señal más reciente de la onda expansiva de ese cambio de dirección contemplado por la Fed, después de casi cinco años de un respaldo excepcional a los mercados financieros.

Durante la era de las tasas bajas que siguió a la recesión global, economías emergentes como India, Indonesia y Tailandia no pasaban apuros para atraer capital para impulsar su crecimiento. Las importaciones aumentaban conforme los consumidores asiáticos pedían dinero prestado para pagar por sus compras.

Pero a medida que sus motores de expansión se han ido enfriando, debido a la desaceleración del crecimiento chino y una demanda inestable en Estados Unidos y Europa, estas economías han empezado a acumular una gran deuda en sus cuentas corrientes, lo que ocurre cuando las importaciones superan a las exportaciones. A medida que los inversionistas exigen mayores retornos por asumir mayores riesgos, los países con grandes desequilibrios económicos son castigados.

Los retornos de los bonos del Tesoro están subiendo en anticipación a las políticas más estrictas por parte de la Fed. Como consecuencia, los inversionistas están huyendo de los mercados emergentes de Asia, una tendencia que ha dejado el índice MSCI Asia (que excluye a Japón) 6% a la baja en lo que va del año.

Al mismo tiempo, crecen las señales de que la economía de la región está perdiendo su brillo. Tailandia dijo a principios de la tercera semana de agosto (2013) que había ingresado en una recesión, mientras que Indonesia reportó que su desequilibrio comercial había empeorado.

"Hay una fuga masiva de fondos de los mercados emergentes" alrededor del mundo, señala Choo Swee Kee, director general de inversión de TA Investment Management, firma que administra el equivalente a US$ 213 millones en activos de Malasia.

Las señales de recuperación en los mercados desarrollados han animado a los inversionistas a sacar el efectivo del mundo emergente, dice Komsorn Prakopphol, analista de Tisco Financial Group.

Las solicitudes de prestaciones de desempleo en EEUU han descendido a sus niveles más bajos en seis años, lo que ha elevado las expectativas de que la Fed empiece a reducir su programa de estímulo relativamente pronto.

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Entre tanto, la economía de Europa, golpeada por crisis fiscales y bancarias durante los últimos cinco años, está empezando a recuperarse.

La venta de activos en los mercados emergentes de Asia se produce después de un período vertiginoso para la región que se intensificó a fines del año 2012. Por ejemplo, el índice de referencia de Tailandia ganó 30% entre mediados de noviembre (2012) y mayo (2013), mientras que las acciones de Indonesia escalaron 20%.

Los gobiernos de Asia están reaccionando. El banco central de Indonesia "continúa en el mercado para estabilizar la tasa de cambio de la rupia indonesia", dijo en un mensaje de texto el vicepresidente del banco, Perry Warjiyo.

Los operadores dijeron que el banco central de Malasia estaba interviniendo en los mercados de divisas para frenar el declive del ringgit. La entidad no comenta sobre intervenciones en el mercado.

Por su parte, India prohibió las importaciones libres de impuestos de televisores en el caso de individuos, en un esfuerzo por reducir el déficit de cuenta corriente del país, que los operadores señalan como la causa de la caída de la rupia, que alcanzó un mínimo récord de 64,11 frente al dólar, pero luego se recuperó conforme algunos bancos indios vendieron dólares. El índice Sensex de la Bolsa de Valores de Bombay cayó hasta 1,9% antes de recuperarse y cerrar 0,3% a la baja.

Con todo, pocos analistas creen que estos nubarrones sobre la región sean un presagio de una auténtica crisis, como la que golpeó a Asia en 1997-98. Eso se debe a que los gobiernos y las empresas tienen ahora deudas externas mucho menores que antes y los países cuentan con mayores reservas de divisas extranjeras.

"Ay Bernie, si tú me dices ven lo dejo todo" (la opinión del "ínclito" Hastings)

– La caída en los mercados emergentes no sorprende (The Wall Street Journal – 20/8/13)

(Por Nicholas Hastings) Lectura recomendada

La fuerza de las monedas de mercados emergentes siempre fue cuestionable.

Y su abrupto giro en las últimas semanas no debería ser una gran sorpresa.

Las escaladas de monedas como el real brasileño, la rupia india, la rupia indonesia, el peso mexicano, el rand sudafricano y, hasta cierto punto, el dólar australiano se basaron en dos factores:

(1) Los enormes flujos de liquidez mundial que inyectaron los principales bancos centrales tras la crisis financiera.

(2) La búsqueda de rendimientos fuera del Grupo de 10 economías desarrolladas, donde los rendimientos reales fueron recortados a cero o incluso menos.

A medida que bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo aumentaban este flujo de fondos una y otra vez, los mercados emergentes se beneficiaban.

Cuando el Banco de Japón salió a la palestra a comienzos de este año prometiendo relajar su política monetaria aún más con el fin de sacar al país de la recesión, el futuro de los mercados emergentes parecía asegurado.

Ciertamente, el interés de los inversionistas en estos mercados de altos rendimientos continuó creciendo incluso cuando la debilidad del dólar socavaba sus posiciones competitivas en una economía mundial en recuperación.

Una vez que retrocedió la amenaza inmediata de un colapso de la eurozona, el apetito de los inversionistas por el riesgo comenzó a recuperarse y los mercados emergentes saltaron al primer lugar de la lista de compras.

No obstante, en el minuto en que la Fed indicó hace un par de meses que la fiesta pronto terminaría, ya que comenzaría a reducir su programa de compra de activos, la suerte estaba echada.

La indicación de que el dinero fácil al que estaban acostumbrados los mercados se iba a acabar significó que los inversionistas volverían a usar el ojo crítico que en algún momento los mantuvo precavidos hacia los mercados emergentes.

Para empeorar las cosas, el aumento de los rendimientos del Tesoro de EEUU, como consecuencia de las expectativas de la reducción de la compra de bonos por parte de la Fed, afectó los precios en todo el mundo; y en mercados de bonos clave, como en la eurozona, los rendimientos también registraban una presión alcista.

Esto no solo ha contribuido a que los mercados del G10 recuperaran su brillo; también significó que las preocupaciones sobre la recuperación mundial han reducido una vez más el apetito de los inversionistas por el riesgo.

La magnitud de este cambio en la percepción se hizo evidente no solo en la caída de los mercados mundiales de acciones, incluidos los de EEUU, sino también en los datos recientes publicados por el Tesoro estadounidense, según los cuales los extranjeros están perdiendo rápidamente el interés por el mercado de bonos soberanos de EEUU.

Las cifras de flujos de capitales internacionales estimaron que los extranjeros vendieron US$ 22.600 millones netos en bonos soberanos de EEUU en cada uno de los últimos tres meses.

"El rechazo de los extranjeros a los bonos del Tesoro, mientras las Fed se prepara a comenzar a reducir su compra de activos en septiembre, también ayudaría a explicar la reciente debilidad del dólar pese a las crecientes expectativas de una reducción de las compras y el alza de los rendimientos en EEUU", dijeron estrategas de Société Générale en su resumen diario sobre monedas.

Esta abrupta caída de la percepción del riesgo tal vez esté ayudando a otras divisas del G10, como la libra, el euro y el franco suizo, a mantenerse firmes frente al dólar por ahora.

Pero esto probablemente significa que la liquidación de monedas de mercados emergentes podría intensificarse si las expectativas de la reducción de la Fed continúan ascendiendo.

Vivíamos mejor cuando estábamos peor… (que vuelvan las "hostilidades", please)

"Las divisas de mercados emergentes, como la rupia india y la lira turca, seguían el jueves bajo presión vendedora tras haber caído a mínimos históricos frente al dólar por las expectativas de que la Reserva Federal comenzará en septiembre a desmantelar las medidas de estímulo de su economía, que, en los últimos cinco años, han contribuido a que entrasen fondos en los países en desarrollo"… Continúa la presión sobre las divisas emergentes (The Wall Street Journal – 22/8/13)

El dólar alcanzó un nuevo máximo histórico frente a la rupia india al cambiarse a 65,55, minutos después de que las actas de la última reunión de la Fed no lograsen disipar las expectativas de que el banco central comenzará el mes que viene a reducir su programa de compras mensuales de deuda por valor de US$ 85.000 millones.

La lira turca también retrocedió a un nuevo mínimo histórico frente al dólar, que llegó a cambiarse por 1,9898 liras, por la preocupación de cómo lidiarán países como Turquía e India -con grandes déficit en su balanza por cuenta corriente que reflejan la dependencia de la entrada de flujos de capital- con la retirada de los estímulos por parte de la Fed.

"La Fed parece comprometida con retirar sus medidas de expansión cuantitativa, y los mercados están adelantando sus expectativas de incrementos en los tipos de interés. Este contexto debería respaldar al dólar, por lo que la debilidad de los mercados emergentes seguramente continuará", afirmó Abi Oladimeji, de Thomas Miller Investment en Londres.

La subida en las rentabilidades de la deuda en Estados Unidos y Europa, que implica mayores costes globales de capital, es especialmente problemática para las economías emergentes que han financiado sus déficit por cuenta corriente mediante carteras de flujos de capital, explicó Paul Lambert, de Insight Investment en Londres. "El resultado es que las divisas se tienen que depreciar para que sea más atractivo el financiar los déficit por cuenta corriente de estas economías", añade.

Estas monedas ya se han depreciado de manera notable. Desde mayo (2013), cuando por primera vez la Fed señaló que podría desmantelar sus estímulos, la rupia india cede un 17% (hasta el 21/8/13). "En términos de políticas de respuesta, creo que no hay mucho que puedan hacer las economías emergentes", advierte Steven Saywell, de BNP Paribas.

La lira turca se deja más de un 2% frente al dólar desde el comienzo de la tercera semana de agosto (2013), a pesar de que el banco central del país elevó el tipo de interés de referencia a un día el 20/8 y ha realizado ventas diarias de divisas extranjeras para respaldar su divisa.

La guerra de Gila: los que luchaban por bajar el techo, ahora luchan por subir el piso

"Los bancos centrales desde Indonesia a Brasil están intensificando sus esfuerzos por combatir las precipitadas caídas en sus monedas y proteger sus vulnerables economías, conforme los inversionistas retiran dinero de los mercados emergentes"… Los mercados emergentes luchan por frenar el declive de sus monedas (The Wall Street Journal – 22/8/13)

El creciente papel que las autoridades de políticas monetarias están ejerciendo en el mercado cambiario aumenta la incertidumbre en los mercados financieros, que ya están teniendo dificultades para asimilar un crecimiento económico volátil y el posible fin de las políticas de estímulo de la Reserva Federal.

El 22/8, el banco central de Turquía subastó US$ 350 millones de sus reservas, cumpliendo así su promesa de realizar ventas diarias para apuntalar la lira. El banco central de Brasil dijo que subastaría US$ 500 millones en swaps cuatro días a la semana hasta fin de año (2013). Se prevé que el presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, anuncie un "paquete de medidas" para estabilizar la economía (22/8).

De estos tres, sólo Brasil ha frenado la depreciación de su moneda, y el real cotiza 0,6% al alza, en 2,4359 frente al dólar, saliendo así de un mínimo de cuatro años. La rupia indonesia se disparó por encima de 11.000 por dólar por primera vez en cuatro años, mientras que la lira turca cayó a un mínimo de 1,9972 frente al dólar, cerrando 0,7% a la baja el 22/8.

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Las rápidas devaluaciones de estas y otras monedas son síntomas de una retirada generalizada de los mercados emergentes, que ha provocado un colapso de los precios de las acciones y los bonos en todo el mundo en desarrollo. Los inversionistas se están desprendiendo de activos que impulsaron los mercados desde la crisis financiera, a medida que las economías desarrolladas repuntan y la expansión de muchas economías emergentes se estanca. Se espera que este giro llegue a un punto crítico tan pronto como septiembre (2013), cuando la Reserva Federal de EEUU podría dictaminar que la economía estadounidense se encuentra suficientemente saludable para comenzar a reducir el programa de ayuda que ha inyectado dinero barato al sistema global financiero durante cuatro años.

La publicación el 21/8 (2013) de las minutas de la última reunión de la Fed no logró cambiar mucho las expectativas de los inversionistas. Las acciones de los mercados emergentes volvieron a hundirse el 22/8. El índice compuesto PSE de Filipinas descendió 6% después de que los mercados abrieron por primera vez desde el pasado 16/8. La bolsa de Indonesia cayó 9% en la tercera semana de agosto y la de Turquía 8%.

Conforme el dinero vuelve a fluir hacia las economías ricas, los países en desarrollo enfrentan la interrogante de cómo seguir financiando su crecimiento económico y pagar sus deudas. Una moneda más débil puede ayudar en ese frente, al estimular las exportaciones. Pero también puede provocar inflación, que ya es considerada demasiado alta en países como Brasil e India.

Algunos países ya han quemado muchas de sus reservas en moneda extranjera con pocos resultados. Turquía ha gastado 15% de sus reservas este año, mientras que las de Indonesia han caído 24% desde su punto máximo. Las reservas en 21 economías emergentes monitoreadas por Nomura han disminuido en US$ 153.000 millones desde su cúspide del segundo trimestre, lo que implica un nivel de gasto que no se había visto desde 2008, señaló el banco.

Los inversionistas dicen que los bancos centrales han tenido más éxito moderando las grandes oscilaciones de las divisas que intentando lograr un determinado tipo de cambio. "No todos los bancos centrales están intentando defender y fortalecer sus monedas activamente", apuntó Yacov Arnopolin, un gestor de portafolio de deuda de mercados emergentes en Goldman Sachs Asset Management, que gestiona US$ 849.000 millones. "Hay bancos centrales que quieren reducir la volatilidad". Arnopolin está apostando que el dólar se fortalecerá frente a la mayoría de las monedas en mercados emergentes.

Los bancos centrales aún tienen algunas herramientas disponibles, indican los inversionistas. El de Turquía es uno de los pocos que elevó las tasas de interés en la tercera semana de agosto y la mayoría ha evitado imponer controles de capital, restricciones que hacen que sea más difícil sacar efectivo del país.

Ambas medidas tienen sus desventajas. Los controles de capital pueden causar enormes fugas cuando son levantados. Las alzas en las tasas de interés pueden poner trabas al crecimiento. Pero la mera amenaza de cualquiera de estas medidas puede ser eficaz, señalaron los inversionistas.

Algunos gestores de fondos ven la oportunidad de volver a invertir en activos de mercados emergentes, que han experimentado muchas ventas, con lo que apuestan que las autoridades monetarias tendrán más éxito cuando se estabilicen los mercados.

Aun así, los expertos dicen que, mientras la Fed no dé el siguiente paso, la trayectoria para la mayoría de las divisas de los mercados emergentes es aún más baja, independientemente de lo que intenten hacer los bancos centrales.

¿Pero qué está sucediendo?

– Esta era de burbujas (El País – 25/8/13) Lectura recomendada

(Por Paul Krugman)

Otro BRIC que se estrella. La verdad es que nunca me ha gustado demasiado el concepto BRIC (Brasil, Rusia, India y China): Rusia, que esencialmente tiene una economía basada en el petróleo, no pertenece a este grupo en absoluto, y existen grandes diferencias entre los otros tres. Así y todo, resulta difícil negar que India, Brasil y varios países más experimentan ahora problemas similares. Y esos problemas compartidos definen la crisis económica del día.

¿Qué está sucediendo? Es una variante de la misma historia de siempre: a los inversores les encantaban esas economías -no sabiamente, pero sí demasiado- y ahora han dado la espalda a los objetos de su anterior afecto. Hace un par de años, los inversores occidentales -desanimados por los bajos rendimientos tanto en Estados Unidos como en las naciones de Europa no en crisis- empezaron a verter grandes cantidades de dinero en los mercados emergentes. Ahora han cambiado de rumbo. Como consecuencia de ello, la rupia de India y el real de Brasil están cayendo en picado, junto con la rupia de Indonesia y el rand de Sudáfrica, la lira turca y otras más.

¿Supone este cambio de fortuna una amenaza importante para la economía mundial? No lo creo (dice con los dedos cruzados ocultando la mano detrás de la espalda). Es cierto que la pérdida de confianza de los inversores y las consiguientes caídas en el valor de las divisas provocaron graves crisis económicas en gran parte de Asia en los años 1997 y 1998. Pero el punto esencial en aquel entonces era que en los países en crisis, muchas empresas tenían grandes deudas en dólares, de modo que la devaluación de las divisas hizo que su deuda se disparara, creando una inquietud financiera generalizada. No es que ese problema esté del todo ausente en esta ocasión, pero parece mucho menos grave.

De hecho, inclúyanme entre aquellos que creen que la mayor amenaza en estos momentos es que la política en los mercados emergentes reaccionará exageradamente, que sus bancos centrales elevarán fuertemente los tipos de interés para tratar de apuntalar su divisa, que no es lo que ellos o el resto del mundo necesitan ahora mismo.

Así y todo, aunque las noticias que nos llegan de India y otros lugares no son apocalípticas, no es el tipo de cosa que queremos oír cuando las economías más sanas del mundo, aunque su situación sea un poco mejor que la de hace unos meses, siguen estando profundamente deprimidas y luchando por recuperarse. Y esta última tormenta financiera plantea un interrogante más general: ¿por qué hemos estado teniendo tantas burbujas?

Y es que ahora está claro que la abundante inversión de dinero en los mercados emergentes -que durante un breve periodo impulsó al alza la divisa de Brasil en casi un 40%, un alza que ahora se ha invertido del todo- fue una más en la larga lista de burbujas financieras a lo largo de la última generación. Tuvimos, cómo no, la burbuja inmobiliaria. Pero antes de esa estuvo la burbuja de las puntocom; y antes de esa, la burbuja asiática de mediados de la década de 1990; y antes de esa, la burbuja de los inmuebles comerciales de la década de los ochenta. Esta última burbuja, por cierto, tuvo un coste enorme para los contribuyentes, que tuvieron que rescatar a las cajas de ahorros en quiebra.

La cosa es que no siempre ha sido así. Los años cincuenta, los sesenta, e incluso los accidentados setenta, no eran ni mucho menos tan propensos a las burbujas. Entonces, ¿qué ha cambiado?

Una respuesta popular es echarle la culpa a la Reserva Federal, a las políticas de relajación monetaria de Ben Bernanke y de su predecesor Alan Greenspan. Y, desde luego, es cierto que en los últimos años la Reserva Federal se ha esforzado por bajar los tipos de interés, tanto a través de políticas convencionales como a través de otras no tan convencionales, como comprar bonos a largo plazo. Las consiguientes bajadas de los tipos sin duda contribuyeron a animar a los inversores a buscar otros lugares en los que invertir su dinero, incluidos los mercados emergentes.

Pero la Reserva Federal solo estaba haciendo su trabajo. Se supone que tiene que bajar los tipos de interés cuando la economía está deprimida y la inflación es baja. ¿Y qué hay de la serie de burbujas anteriores, que a estas alturas se remontan a una generación?

Sé que hay algunos que creen que la Reserva Federal ha mantenido los tipos de interés demasiado bajos y ha imprimido demasiado dinero. Pero el hecho es que los tipos de interés en las décadas de 1980 y 1990 eran elevados si nos regimos por criterios históricos, e incluso durante la burbuja inmobiliaria estaban dentro de las pautas históricas. Además, ¿no se supone que una de las señales de una impresión de dinero excesiva es el aumento de la inflación? Hemos tenido toda una generación de burbujas sucesivas, y la inflación es más baja que al principio.

Vale, el otro culpable evidente es la liberalización financiera, no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo, lo cual incluye la eliminación de la mayoría de los controles al movimiento internacional de capital. El descontrol de los bancos fue el origen de la burbuja de los inmuebles comerciales de la década de 1980 y de la burbuja inmobiliaria que estalló en 2007. Los movimientos transfronterizos de dinero caliente fueron el origen de la crisis asiática de 1997 y 1998 y de la crisis que ahora estalla en los mercados emergentes, y también fueron un factor primordial en la actual crisis en Europa.

En resumen, la principal lección de esta era de burbujas -una lección que India, Brasil y otros están aprendiendo una vez más- es que cuando al sector financiero se le da rienda suelta para dedicarse a lo suyo, sale de una crisis para entrar en otra.

(Paul Krugman, premio Nobel de Economía en 2008, es profesor de la Universidad de Princeton. © New York Times Service 2013)

Están como la Gata Flora, que cuando se la meten chilla y cuando se la sacan llora (la guerra que no fue)

"Los banqueros centrales de todo el mundo están reforzando sus estructuras para afrontar más turbulencias financieras a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para reducir sus políticas de dinero fácil"… Los bancos centrales se protegen contra el fin del estímulo de la Fed (The Wall Street Journal – 25/8/13)

Los mercados globales se han tambaleado desde mayo, cuando la Fed comenzó a dar señales de que podría comenzar a disminuir pronto su programa de compra de bonos de US$ 85.000 millones al mes. Las divisas y acciones en muchas economías en desarrollo han estado cayendo, mientras que las tasas hipotecarias en EEUU han subido. La volatilidad es un "importante recordatorio" de que los efectos de la retirada de la Fed "podrían no ser suaves", señaló Charles Bean, el vicegobernador de política monetaria del banco central británico, en un discurso durante la conferencia organizada por el banco central regional de Kansas City.

En los últimos años, los inversionistas habían inyectado dinero en los mercados emergentes mientras la recuperación en EEUU era débil y las tasas de interés del país estaban en mínimos históricos. En cambio, ahora están retirando ese dinero ante la posibilidad de un alza de las tasas de interés y un fortalecimiento de la economía estadounidense.

La incertidumbre sobre cuándo y cómo la Fed comenzará a reducir sus compras de bonos está agravando la volatilidad. Las autoridades de la Fed estudian la posibilidad de tomar la iniciativa en su próxima reunión, programada para el 17 y 18 de septiembre.

Las compras de bonos tienen el objetivo de apuntalar el crecimiento económico de EEUU al bajar las tasas de interés a largo plazo, lo que puede impulsar el consumo, las contrataciones y la inversión.

Los datos económicos más recientes muestran ambigüedades, dejando a las autoridades divididas sobre qué hacer. Algunos creen que la economía ha mejorado lo suficiente para comenzar en el mes de septiembre (2013) a retirar lentamente las ayudas. Pero como el primer paso podría tener un gran impacto en el mercado, otros creen que es necesario actuar con cautela, lo que significaría esperar un poco más.

En la conferencia de banqueros centrales sobre política monetaria que se celebró el 24 y 25 de agosto (2013) en Jackson Hole, Wyoming (EEUU), varios académicos y políticos presentes señalaron que las economías emergentes deberían tomar medidas para protegerse de los efectos de los planes de la Fed. Recomendaron permitir que sus tipos de cambio se ajusten libremente y fortalecer sus sistemas financieros con herramientas regulatorias, como requerir que instituciones financieras fortalezcan sus reservas de capital y restringir el crecimiento excesivo del crédito en ciertos mercados.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, sostuvo que su país había permitido el ajuste del peso y la acumulación de reservas de efectivo para afrontar grandes entradas de capital, "pero llega un momento en que demasiado es demasiado".

Carstens dijo en una entrevista que México ha salido mejor parada de las recientes turbulencias que otras economías debido a los sólidos fundamentos económicos del país, como una deuda soberana pequeña y un sistema bancario saludable.

El presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, canceló sus planes de asistir a la conferencia a última hora, debido al declive del real. En su lugar, el segundo al mando, Luiz Awazu Pereira da Silva, subió al podio para asegurarle al público que Brasil está en condiciones de lidiar con esta situación. "Nos hemos preparado" para los efectos de las políticas monetarias de crédito fácil empleadas por la Fed y otras economías avanzadas para impulsar un crecimiento más fuerte, dijo. "Creo que ahora también seremos capaces de mitigar los riesgos del desmantelamiento de estas medidas".

Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, advirtió contra los peligros de apresurar una salida de los programas de estímulo, diciendo que las políticas monetarias no convencionales siguen siendo necesarias en todas las economías desarrolladas donde se están utilizando, aunque Japón y Europa podrían necesitarlas durante más tiempo que EEUU.

El fin de los estímulos activa la retirada de capitales

"El anuncio de la Reserva Federal del pasado junio de retirar de forma paulatina su programa de estímulos ha abierto una profunda grieta en la dinámica de los mercados internacionales, acostumbrados ya a la liquidez constante que fluía desde la Fed y que ha alimentado las subidas bursátiles durante crudos años de crisis económica. El efecto beneficioso de la Reserva Federal -que realiza compras mensuales de bonos y activos hipotecarios por 85.000 millones de dólares desde septiembre de 2012- ha tenido la virtud, además de propiciar los récord históricos de Wall Street, de rebajar de forma notable el coste de financiación de la economía de Estados Unidos -el treasury marcó mínimos del 1,38% en julio de 2012, frente a niveles de entre el 4% y 5% previos a la crisis- y de dirigir toda una marea de liquidez inversora hacia los mercados emergentes"… La Fed pincha el paraíso de la inversión en los emergentes (Cinco Días – 25/8/13)

Han sido los grandes beneficiarios de un flujo de capitales que animó a los inversores a acudir a estos mercados en busca de mayores rentabilidades, frente al mínimo rendimiento de la deuda considerada más segura. Y es este mecanismo puesto en marcha por la Fed el que desde el mes de junio (2013) ha comenzado a darse la vuelta, con especial impacto en los mercados emergentes.

"Cuando comenzó a hablarse de la retirada de la relajación cuantitativa vimos que la India e Indonesia eran los dos países asiáticos con mayor riesgo de sufrir fugas de capitales extranjeros", señala Manish Bhatia, gestor de fondos de renta variable india de Schroders. De hecho, la rupia india ha llegado a depreciarse en la tercera semana de agosto (2013) al nivel sin precedentes de las 65 unidades por dólar. La Bolsa de Yakarta ha descendido en esa semana un 9,56% y la rupia indonesia se ha depreciado más allá de las 11.000 unidades por dólar estadounidense, cuando se cotizaba a 9.730 el pasado 1 de mayo (2013). El gobierno indonesio ya avanzó que tomará medidas para activar la economía y retener la inversión (23/8/13).

En Brasil, el Banco Central ha anunciado el lanzamiento de un programa para intervenir en los mercados de divisas mediante la inyección de hasta 60.000 millones de dólares (unos 45.000 millones de euros) en lo que resta de 2013, después de que el real se haya devaluado más de un 15% respecto al dólar este año, hasta situarse en sus niveles más bajos frente al billete verde en cuatro años. Países como India, Indonesia o Turquía -la lira turca se ha depreciado estos días a niveles de 1981-, con fuertes desequilibrios en su balanza por cuenta corriente y muy dependientes de la financiación externa son los más vulnerables ante la nueva política de la Reserva Federal.

Ante este entorno de elevada volatilidad, Barclays apunta que la inversión en países emergentes deberá ser más diversificada y menos apalancada, al tiempo que descarta que la actual situación sea el anticipo de otras crisis vividas en el pasado en los mercados emergentes. Como consecuencia de la venta de activos que propiciará la retirada de liquidez de la Fed, Barclays prevé que el bono estadounidense se estabilizará a niveles más saludables, de entre el 2% y 2,5%, "mientras que otras fuentes de liquidez permanecerán abiertas durante largo tiempo, lo que no forzará a los inversores a retirarse de los países emergentes".

Para Schroders, "la volatilidad seguirá haciendo acto de presencia" y más allá de la tutela de la Fed, la firma mantiene su "compromiso con el crecimiento de los fundamentales a largo plazo de la región".

La previsión de los analistas es que la Fed podría anunciar un primer recorte de estímulos en septiembre (2013), que se ampliaría en diciembre hasta finalizar del todo a mitad de 2014.

El que asó la manteca: ahora descubre que "era para untar", como Maria Schneider en "El último tango en París"

"En años recientes, el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, forjó una reputación con su cruzada contra el plan de estímulo de la Reserva Federal de Estados Unidos, al que equiparó a una "guerra de divisas". El funcionario aseguró que la política de crédito fácil estaba perjudicando a Brasil al hacer que el real se volviese inviablemente fuerte"… Brasil ahora sufre por la debilidad de su moneda (The Wall Street Journal – 25/8/13)

Ahora que el banco central de EEUU ha indicado que empezará a desmantelar el estímulo, los deseos de Mantega se están haciendo realidad. Pero los primeros resultados le han dado a Brasil más de lo que había previsto. Con un mínimo reciente de casi cinco años, el real ha perdido más terreno frente el dólar que otras divisas de mercados emergentes, lo que ha reactivado la posibilidad de un alza en la inflación y ha perjudicado las ganancias de las empresas. Para frenar el declive, el Banco Central de Brasil dijo en la tercera semana de agosto (2013) que proveería al menos US$ 60.000 millones en liquidez de la moneda estadounidense en lo que resta del año.

Después de la intervención, el real se recuperó a 2,37 por dólar. A principios de la tercera semana de agosto (2013), había descendido hasta rozar 2,45 por dólar, una caída de 23% en el año. En una muestra de la preocupación del gobierno, el presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, canceló sus planes de asistir a la reunión anual de la Fed sobre política monetaria en Jackson Hole, Wyoming.

Puede parecer extraño que un país que en su momento se quejó de una moneda demasiado fuerte esté ahora luchando con una muy débil. El rompecabezas brasileño refleja los cambios en el panorama económico global, conforme las tasas de crecimiento en las economías emergentes como Brasil se desaceleran y EEUU se prepara para ajustar su política monetaria.

El gran problema para Brasil es que el real está cayendo más rápido de lo que muchos economistas habían anticipado y no está claro dónde parará. El riesgo ahora es que una moneda más débil avive la inflación y obligue al banco central a subir las tasas de interés, lo que podría frenar aún más el crecimiento. Tras una asombrosa expansión de 7,5% en 2010, Brasil creció apenas 1% el año 2012.

"La depreciación puede significar que la inflación podría volver a ser un problema y las tasas de interés tendrán que subir", dice Ilan Goldfajn, economista jefe del banco brasileño Itaú Unibanco. "Es una espada de doble filo: por un lado hay más inflación y por otro, se podría ganar más competencia y crecimiento".

El declive de la divisa también acarrea riesgos para la presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta elecciones el año 2014. Los brasileños siguen muy de cerca la tasa de cambio del real y una caída podría agravar los problemas de la mandataria. La popularidad de la ex ministra de Energía se precipitó en junio (2013) en medio de multitudinarias protestas contra la ineficiencia del gobierno y otros reclamos.

El descenso ya ha impactado a muchos brasileños que se habían acostumbrado a utilizar su moneda fuerte para ir de compras a ciudades extranjeras como Nueva York y Orlando. En 2011 y 2012, los brasileños gastaron más que otros visitantes internacionales en Nueva York, por ejemplo. La caída se agravó cuando gran parte del país estaba de vacaciones, lo que significa que muchos brasileños están volviendo a casa para encontrarse con facturas de tarjetas de crédito mucho más caras en reales.

La devaluación también está golpeando las ganancias corporativas. Vale SA, el mayor exportador de mineral de hierro del mundo, dijo que su utilidad del segundo trimestre cayó 84% por culpa de pérdidas ligadas al cambio de divisas. Las acciones de la aerolínea brasileña Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA se han precipitado casi 40% debido a que la debilidad del real hace que el combustible de aviones y la deuda denominada en dólares sean más caras.

Ricardo Espirito Santo, presidente ejecutivo de Espirito Santo Investment Bank, aplaudió la iniciativa del banco central, ya que está aliviando la carga de las empresas con deudas denominadas en dólares. "Muchas compañías se endeudaron en moneda extranjera a partir de 2010 y no se protegieron lo suficiente", dijo Espirito Santo.

Aun así, Brasil está consiguiendo lo que quería con una moneda más débil. Mantega y otras autoridades brasileñas han dicho que no están intentando detener la caída del real, sino más bien suavizar la volatilidad conforme baja a un nuevo rango. Al fin de cuentas, un real más débil beneficiará a los exportadores brasileños que han pasado apuros con una moneda fuerte en los últimos años, siempre y cuando la inflación se mantenga bajo control, dice la teoría.

"Esta es la nueva tasa de cambio; dónde terminará, no lo sé", dijo Mantega a mediados del mes de agosto (2013). "El gobierno actúa para asegurarse de que no haya una volatilidad excesiva".

De hecho, Brasil tiene razones para esperar que su moneda se estabilice, aseguran los economistas. El país acumuló US$ 375.000 millones en reservas en los últimos años y sus déficits presupuestario y de cuenta corriente no son tan grandes como los de otras economías emergentes que sufren el debilitamiento de sus divisas.

Mantega baila el "Quadradinho de oito"" (mientras ansía otro "bunga bunga" de Bernie)

"El Banco Central de Brasil lanzará un programa para intervenir en los mercados de divisas mediante la inyección de hasta 60.000 millones de dólares (unos 45.000 millones de euros) en lo que resta de 2013 para frenar la volatilidad de los tipos de cambio"… Medidas inéditas en Brasil para frenar la depreciación del real (Negocios.com – 26/8/13)

Esta decisión se toma después de que el real (moneda brasileña) se haya devaluado más de un 15% respecto al dólar en los primeros ocho meses del año 2013, hasta situarse en sus niveles más bajos frente al billete verde en cuatro años. "Con el objetivo de proporcionar cobertura (protección) cambiaría a los agentes económicos y liquidez al mercado de divisas, el Banco Central de Brasil anunció que ha comenzado desde ayer mismo un programa de subastas de swaps de divisas y de venta de dólares con acuerdo de recompra".

En concreto, el instituto emisor brasileño celebrará los lunes, martes, miércoles y jueves de cada semana hasta el próximo 31 de diciembre subastas de swaps en divisas por importe de hasta 500 millones de dólares diarios, mientras que los viernes venderá hasta 1.000 millones de dólares mediante acuerdos de recompra. No obstante, el Banco Central de Brasil subrayó su disposición a llevar a cabo "operaciones adicionales" si lo considerase necesario. Esta nueva inyección de liquidez se suma a las medidas por un importe aproximado de 45.000 millones de dólares (33.835 millones de euros) adoptadas desde enero (2013) por la institución, principalmente en el mercado de derivados, para defender la cotización del real.

El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, manifestó confianza en que la depreciación de la moneda nacional puede ser revertida, de manera que se impida un mayor impacto sobre los precios de los artículos que dependen de componentes importados y se encarecen junto con el dólar.

Hasta aquí las "actualizaciones": no apague el ordenador, que ahora viene "la guerra de Mantega" (Gila) y otros "mentecatos" (giles)

Como "prueba del algodón" les ofrezco lo actuado por "les anciens combattants" (en su momento) y lo escrito por mí (oportunamente), para que ustedes puedan votar o botar.

El debate que no fue y la guerra que no se declara (invocación al destino)

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