NO busque información o permita que ningún espíritu maligno le dé voluntariamente información que usted no está buscando. Su comunicación con ellos tiene el Unico propósito de romper su poder y ordenarles salir. Cualquier otra comunicación raya en lo que es condenado en las Escrituras como espiritismo. NO crea lo que el espíritu maligno dice a menos que usted lo compruebe. Son mentirosos empedernidos como su líder.
Ordenen que le respondan de dónde viene esa información: "¿Permanecerá esa respuesta como verdad ante el trono del Dios vivo y verdadero?" NO tenga miedo de que les amenace con hacer daño a usted o a su familia. Es bueno usar 1Jn. 5:10b "Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca". A menudo les amenazará con matarle a usted o destruir a sus seres queridos. Nuestra protección es el Señor y ellos no pueden hacernos daño cuando nuestro Señor nos está protegiendo. NO asuma que una victoria es el fin de la lucha. Aquellos que son atormentados por intensas luchas con las tinieblas encuentran necesario mantener un caminar estrecho con el Señor Jesús. Si una jerarquía no tiene poder contra usted, porque haya sido rota, otra que no tenga relación alguna con la primera manifestarse. NO confíe en que un enfrentamiento audaz sea el camino principal para conseguir victoria sobre el enemigo. Una aplicación positiva de la doctrina, oración combativa, memorización de las escrituras, y un caminar de alabanza hacia Dios son esenciales.
TOME diariamente la armadura de Dios, reclame su unión con Cristo y camine en la plenitud del Espíritu Santo. VUELVA A TOMAR cualquier terreno que haya cedido a Satanás por pecados carnales voluntarios cometidos despreocupadamente. ATE todos los poderes de las tinieblas que obren bajo el mando de cualquier espíritu maligno a este último, ordenándoles salir cuándo él lo haga. FUERCE al espíritu maligno a aceptar esto porque usted está sentado con Cristo sobre todos los principados y poderes (Ef.1:21;2:6) y tiene una autoridad plena sobre ellos. Estos poderes odian admitir esto porque ello debilita su influencia, pero e insista en ello por causa de la palabra de Dios. FUERCELES a aceptar que cuando usted les ordena que salgan, tienen que ir donde Cristo les envía. EXIJA que el poder maligno se una en un solo espíritu si es que se ha dividido en varias parees. ESTE PREPARADO porque el poder maligno puede intentar hacer daño de alguna forma a la persona con al que usted está trabajando. Dolores repentinos del cuerpo, un agudo dolor de cabeza, sensación de asfixia, y cosas como éstas son utilizadas muy a menudo. Nombrando el síntoma, ordene al espíritu en el nombre del Señor Jesucristo que libere a la persona de su dominio inmediatamente.
FORMAS DE GUERRA
GUERRA ESPIRITUAL A NIVEL MINISTRACIÓN O "A RAS DEL SUELO"
Se trata del ministerio de echar fuera demonios. La primera vez que Jesús envió a sus doce discípulos, "les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera" (Mt. 10.1). Cuando los setenta a quienes el Señor mandó en Lucas 10, volvieron de su misión, le dijeron con gran gozo: "Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre" (Lc. 10:7). Cuando Felipe evangelizó Samaria "de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces" (Hch. 8:7). Todos estos son casos de guerra espiritual a ras del suelo. Esta clase de guerra espiritual es la variedad más corriente que encontramos en el Nuevo Testamento y la más comúnmente practicada por los cristianos en el día de hoy. Es la guerra que lucha por recuperar a una persona para Dios. Una lucha contra las "huestes" o demonios de menor rango. 2. Guerra Espiritual en El Nivel Del Ocultismo Parece evidente que hay un cierto tipo de poder demoníaco que obra a través de los chamanes, los canalizadores de la Nueva Era, los curanderos, las brujas y los magos, los sacerdotes satanistas, los llamados adivinadores, etc. Dicho poder es substancialmente distinto de los demonios ordinarios que pueden causar dolores de cabeza, disputas matrimoniales, ebriedad o escoliosis. Cuando el apóstol Pablo estaba en Filipos, una adivinadora le importuno durante varios días hasta que por fin echo fuera de ella al espíritu. Aparentemente esto era algo diferente a los demonios corrientes ya que aquello causó tal conmoción que los misioneros fueron encarcelados.
GUERRA ESPIRITUAL A NIVEL ESTRATÉGICO
En este nivel nos enfrentamos a una concentración todavía más siniestra de poder demoníaco: los espíritus territoriales. En la epístola a los Efesios, Pablo nos rebela que hay ciertos grados o categorías en el reino de Satanás. Uno de ellos son los principados, a estos los llamamos espíritus territoriales. Un relato bíblico de guerra espiritual a nivel estratégico lo tenemos en Apocalipsis 12, donde se nos dice: "Hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; luchaban y el dragón y sus ángeles" (v. 7) Esto es algo bastante diferente a tratar con el ocultismo o echar fuera un demonio de lujuria.
COMO SABER SI ES UN MAL ESPÍRITU
– Considere sus áreas de conflicto más común, como un simple pecado y vea que ocurre. – Confiéselos, pida perdón, y crea que Dios le ha perdonado. Después ejercite su voluntad, disciplínese y ore en cuanto a esas costumbres arraigadas. Toda vez que reaparezcan póngalas "en la cruz de Jesús" en la seguridad de que el es poderoso donde usted no tiene poder. – Si pone en práctica lo anterior y con todo no tiene victoria, es muy posible que su problema tenga raíces en un demonio y por lo tanto necesita buscar liberación. – Siempre las "ataduras" describen una actividad demoniaca. Algunas preguntas interesantes son: ¿Cómo esta nuestro desarrollo espiritual? ¿Esta estancado en algún punto? ¿El problema esta sujeto a la oración y la obediencia? – Si en alguna oportunidad nos sentimos impelidos a actuar en forma destructiva, puede ser que este operando un espíritu malo. – Cuando tenemos una actitud negativa hacia la liberación, debemos preguntarnos de donde procede esta actitud. Es muy cierto que hay objeciones realistas a este ministerio, pero, cuanto de lo que sentimos es verdad. ¿Se basa nuestra aversión en la realidad o provienen de otra fuente?
¿COMO ENTRAN?
· Cuando deliberadamente introducimos objetos "contaminados" a nuestra casa o los usamos en nuestras prendas personales. Jos. 7 · Los espíritus nos invaden cuando en nuestra defensa natural se producen fisuras causadas por experiencias traumáticas severas, experiencias de temor, tristeza o desesperación. · Cuando tenemos prácticas pecaminosas constantes, que con el tiempo se van transformando en ataduras que impiden un comportamiento libre. Ga. 5:19-21 · Cuando de manera descontrolada se satisfacen nuestros deseos carnales con exceso. · Cuando hay práctica de actividades ocultistas. Lv. 20:6 · Por pecados heredados o generacionales. Ex. 20:4-5
¿QUIÉNES PUEDEN NECESITAR LIBERACIÓN?
Sin intentar hacer una lista completa (cosa que literalmente es imposible) podemos dar una pauta de los indicadores más cercanos a la necesidad de una liberación. Es recomendable que se evalué un determinado síntoma bajo oración y con la guía del Espíritu Santo. Por otro lado es muy probable la presencia de mas de una señal. A continuación expones una lista referencial de casos con una justificación.
Caso 1: Si hubo concepción en fornicación o en adulterio. Justificación: Hay espíritus de depresión y muerte que operan durante el embarazo. También hay condenación, acusación y una pérdida gradual de autoestima.
Caso 2: Si el bebé no fue deseado durante su concepción o mientras su madre estaba embarazada de él.
Justificación: Está probado científicamente que los niños pueden percibir emociones tanto externas como de la madre y que éstas pueden afectarlo severamente. Un espíritu de muerte estará acechando al bebé y con el tiempo puede generar un espíritu de rechazo.
Caso 3: Si su madre tuvo un embarazo difícil o con complicaciones. Justificación: Por experiencia cercana a la muerte o por experiencia traumática. Debe ser ministrada tanto la madre como el bebé.
Caso 4: Si su madre pasó por etapas de depresión o problemas dolorosos durante el embarazo. Justificación: Se debe entender que la depresión puede ser orgánica o espiritual. Si es de este segundo grupo estamos hablando de un demonio de depresión; él va a trabajar sobre el bebé y la madre.
Caso 5: Si su madre murió al darle a luz, o si alguno de sus padres murió en los primeros años de su vida.
Justificación: Igual que en el caso 3 hay espíritus de muerte que van a afectar especialmente si el niño está en etapa de entender lo que ha pasado; es decir de los tres años para adelante.
Caso 6: Si en el momento del parto peligró la vida del bebé. Justificación: Justificación: Por experiencia cercana a la muerte o por experiencia traumática. Debe ser ministrada tanto la madre como el bebé..
Caso 7: Si hubo separación de los padres o divorcio antes de que el niño llegue a la edad adulta. Justificación: El niño no tiene la capacidad de comprender la separación de sus padres. Normalmente puede llegar a pensar que él es el culpable o que no lo aceptan como es. Con absoluta seguridad hay la presencia de un espíritu de rechazo obrando sobre la persona.
Caso 8: Si un niño pasó por una infancia con invalidez o defectos. Justificación: Esta presente rechazo, depresión, tendencia suicida y una pérdida de autoestima. También es probable que exista juicio contra sus padres y contra Dios.
Caso 9: Si un niño crece huérfano o sufre el abandono de sus padres. Justificación: Justificación: El niño no tiene la capacidad de comprender la separación de sus padres. Normalmente puede llegar a pensar que él es el culpable o que no lo aceptan como es. Con absoluta seguridad hay la presencia de un espíritu de rechazo obrando sobre la persona. Esta presente rechazo, depresión, tendencia suicida y una pérdida de autoestima. También es probable que exista juicio contra sus padres y contra Dios.
Caso 10: Si hubo maltrato infantil en cualquiera de sus formas. Justificación: Si hubo maltrato físico con toda seguridad hay violencia y rechazo. También se manifiestan demonios menores de ira, falta de perdón, resentimiento y juicio. Si el maltrato fue psicológico con toda seguridad que vamos a encontrar rechazo, falta de perdón, depresión e inseguridad para el futuro. Para el maltrato sexual es probable encontrar demonios de ira, muerte, con seguridad lascivia e inestabilidad emocional. Está presente en todos los casos rechazo. Con el maltrato ritual o religioso lo que más se teme es de que el espíritu esté contaminado lo que implicará un proceso de recuperación bastante largo. Entre los demonios menores está violencia, ira y rechazo a Dios.
Caso 11: Si una persona tiene recuerdos dolorosos o el deseo de nunca haber nacido. Justificación: El origen de este problema está en la infancia temprana, se recomienda revisar el caso 10. También es posible que se haya presentado abandono hacia el afectado. El espíritu mayor aparentemente es muerte y rechazo.
Caso 12: Si en una familia hay antecedentes de enfermedades congénitas. Justificación: Como se revisó en el capítulo correspondiente, las enfermedades congénitas pueden obedecer a pecados generacionales o a maldiciones ancestrales. El camino recomendable es romper todo yugo con ellas.
Caso 13: Si existe un hábito incontrolable y a pesar de ejercicios espirituales no hay éxito. Justificación: Claramente se percibe la existencia de una atadura espiritual que opera sobre la voluntad.
Caso 14: Si hay pensamientos recurrentes. Justificación: El problema en este caso es encontrar el origen de estos pensamientos. En muchos casos en etapas tempranas de la infancia se han acentuado experiencias traumáticas que pueden haber sido generadas por los propios padres. Expresiones de rechazo como: "no sirves para nada", son pensamientos que van a volver repetidamente sobre los afectados.
Caso 15: Si hay algún miedo persistente o incontrolable. Justificación: Como en el caso anterior las raíces del problema están en la infancia. Es evidente la operación de un espíritu de temor que anula la capacidad de respuesta en la persona. Se recomienda que a través de oración se encuentre la causa real del problema y se reprenda al espíritu gobernante.
Caso 16: Si hay pensamientos suicidas. Justificación: Presencia de un espíritu de muerte. Etapa final de un proceso de rechazo persistente.
Caso 17: Si hay un deseo constante de ser abrazado. Justificación: Síntoma claro de un espíritu de rechazo.
Caso 18: Si una persona escapa de cualquier tipo de roce físico. Justificación: Evidencia probable de abuso sexual.
Caso 19: Si hay obsesión por deseos sexuales o por el otro lado no hay ninguna respuesta sexual. Justificación: Como en el caso 18 es muy probable la existencia de abuso sexual temprano.
Caso 20: Si alguien tiene un rechazo obsesivo por el sexo opuesto o su propio sexo. Justificación: Probablemente la persona ha sufrido alguna forma de maltrato infantil o a presenciado formas de violencia en su infancia. Es importante el perdón, la restauración de la confianza y renunciar a toda aversión.
Caso 21: Si hay pensamientos de culpa o condenación constantes. Justificación: Justificación: El problema en este caso es encontrar el origen de estos pensamientos. En muchos casos en etapas tempranas de la infancia se han acentuado experiencias traumáticas que pueden haber sido generadas por los propios padres. Expresiones de rechazo como: "no sirves para nada", son pensamientos que van a volver repetidamente sobre los afectados.
Caso 22: Si es difícil expresar perdón a alguien. Justificación: Una forma sutil de orgullo y raíces de amargura probablemente desde la infancia. Es imprescindible la humillación, el reprender el orgullo y expresar perdón verbalmente a la persona afectada.
Caso 23: Si se presenciaron muertes cercanas o actos de violencia. Justificación: Justificación: Está probado científicamente que los niños pueden percibir emociones tanto externas como de la madre y que éstas pueden afectarlo severamente. Un espíritu de muerte estará acechando al bebé y con el tiempo puede generar un espíritu de rechazo.
Caso 24: Si hay enojo, timidez o vergüenza constante. Justificación: Síntomas claros de un problema de rechazo. Debe ser tratado como tal.
Caso 25: Si hay un rechazo o temor por el ministerio de liberación. Justificación: Estos sentimientos pueden ser provocados por una gran variedad de demonios. Es casi segura la presencia en medio de ellos de un demonio religioso.
Caso 26: Si hay cualquier tipo de desviación sexual. Justificación: Obedece a las siguientes causas: Espíritus heredados; abuso sexual en la infancia, contaminación con pornografía a nivel de atadura y posible relación con espíritus de satanismo.
Caso 27: Si en algún momento ha habido relación con el ocultismo (astrología, adivinación, cartas del tarot, tabla ouija, etc.) Justificación: Contaminación por práctica. No es necesario que haya recurrencia a la práctica en concreto. Todo contacto con el ocultismo por más leve que sea provoca contaminación.
Caso 28: Si ha habido alguna práctica de estados alterados de conciencia (meditación, yoga, hipnotismo, etc.) Justificación: Todo tipo de disciplinas que juegan con la mente son una forma de ocultismo se recomienda ver el caso anterior.
Caso 29: Si ha habido práctica de disciplinas orientales (karate, kung fu, etc.) Justificación: Justificación: Contaminación por práctica. No es necesario que haya recurrencia a la práctica en concreto. Todo contacto con el ocultismo por más leve que sea provoca contaminación. Todo tipo de disciplinas que juegan con la mente son una forma de ocultismo se recomienda ver el caso anterior.
Caso 30: Si hubo algún tipo de relación con sectas religiosas o religiones falsas. Justificación: Según la Palabra las herejías tiene origen demoniaco, son instigados y dispersadas por espíritus engañadores. Es cierto que entre ellas hay diferentes grupos que varían su contaminación por el grado de error que practican. Se debe buscar la renuncia al grupo, la destrucción de todo material proporcionado por el mismo, la expulsión de todo demonio religioso y buscar una comunión constante con el Espíritu Santo.
Caso 31: Si alguna vez una persona ha participado en abortos. Justificación: Justificación: Está probado científicamente que los niños pueden percibir emociones tanto externas como de la madre y que éstas pueden afectarlo severamente. Un espíritu de muerte estará acechando al bebé y con el tiempo puede generar un espíritu de rechazo.
Se recuerda que el aborto es una forma de homicidio.
Caso 32: Si una persona ha presenciado películas que han despertado lujuria, temor, etc. Justificación: Dependiendo el caso la contaminación puede ser en el área sexual, en el área de mente y la voluntad o en la propia manera de apreciarse a sí mismo. El presenciar material inadecuado abre puertas para que espíritus inmundos contaminen diferentes áreas del alma. Es frecuente en estos casos un espíritu de adicción.
Caso 33: Si un cristiano se ha estacionado en algún punto de su vida espiritual. Justificación: El síntoma de la vida cristiana normal se puede definir como un constante crecimiento en todas las áreas de la vida del creyente. La Palabra nos exhorta a dar fruto. Si a pesar del tiempo y la perseverancia se puede notar la ausencia de estos frutos o de la dificultad para las prácticas piadosas tales como la oración o la lectura de la Palabra, es bueno considerar la posibilidad de una maldición ancestral.
Caso 34: Si un persona tiene una fuerza que lo controla y que le hace sentir extraño. Justificación: El mejor indicador para esto es el Espíritu Santo, El puede mostrarnos en la justa dimensión si la opresión, o la "fuerza" es nuestra propia sugestión o es una fuerza extraña. Es bueno recordar que la característica del Espíritu Santo es la gentileza y delicadeza para tratar con los creyentes, característica opuesta a la de los demonios.
Caso 35: Si hay constantes pesadillas o sueños que se realizan. Justificación: Es probable la existencia de experiencias traumáticas. No debemos permitir que nuestra mente quede sin protección durante el sueño. Cuando eso se produce es indicación de que hay alguna base legal operando.
Caso 36: Cuando hay un rechazo por la presencia de Dios. Justificación: Una de las características del orgullo es que Dios mismo lo rechaza, cuando uno siente rechazo hacia Dios probablemente es que Dios mismo lo está rechazando. También es frecuente en estos casos la existencia de una muy mala imagen paterna, que desvirtúa la manera correcta de ver a Dios. Se recomienda también ver la posibilidad de rechazo.
Caso 37: Cuando hay sentimientos profundos de amargura, odio o rechazo hacia algunas personas o grupos sin razón alguna. Justificación: Cuando los sentimientos son inexplicables se debe pensar en la influencia de espíritus heredados.
Caso 38: Si a una persona le es difícil perdonar sus propios errores y pecados aún después de confesarlos a Dios. Justificación: Forma muy sutil de orgullo.
Caso 39: Cuando síntomas aparecen repentinamente y sin causa lógica, especialmente en momentos de crecimiento espiritual o de prácticas espirituales (orar, leer la Biblia) Justificación: Estos son indicadores claros de espíritus de ocultismo en cualquiera de sus formas. Se debe recordar que este género de demonios también se mueven a través de la herencia, esto quiere decir, que es probable que uno no encuentre ninguna relación con el ocultismo a nivel personal, pero que sí existe por los antepasados.
Caso 40: Cuando a una persona le es difícil leer la Biblia, entenderla o siente malestar al hacerlo. Justificación: Justificación: Estos son indicadores claros de espíritus de ocultismo en cualquiera de sus formas. Se debe recordar que este género de demonios también se mueven a través de la herencia, esto quiere decir, que es probable que uno no encuentre ninguna relación con el ocultismo a nivel personal, pero que sí existe por los antepasados.
Caso 41: Si hay presencia de temores, pánicos o miedos anormales. Justificación: El problema en este caso es encontrar el origen de estos pensamientos. En muchos casos en etapas tempranas de la infancia se han acentuado experiencias traumáticas que pueden haber sido generadas por los propios padres. Expresiones de rechazo como: "no sirves para nada", son pensamientos que van a volver repetidamente sobre los afectados. Como en el caso anterior las raíces del problema están en la infancia. Es evidente la operación de un espíritu de temor que anula la capacidad de respuesta en la persona. Se recomienda que a través de oración se encuentre la causa real del problema y se reprenda al espíritu gobernante.
Caso 42: Si hay depresiones constantes. Justificación: Síntoma claro de rechazo.
REQUISITOS PARA SER LIBERADO
1. La persona debe ser creyente sincera.
2. La persona debe querer ser liberada.
3. La persona tiene que estar dispuesta a reconocer que tiene un demonio.
4. La persona debe entender que es posible que deba destruir algún objeto.
5. Los que ministran liberación deben estar dispuestos a tomar autoridad en el nombre de Jesús.
6. Es de ayuda que el demonio se identifique.
7. La persona debe estar dispuesta a perdonar.
8. La persona ministrada debe estar dispuesta a renunciar al demonio.
SEÑALES VISIBLES DE MANIFESTACIONES DEMONIACAS DURANTE LA LIBERACIÓN
1. Mirada vidriosa, muestra ocultismo o influencia demoníaca.
2. Mirada furtiva, donde la persona encuentra difícil aún abrir los ojos, puede indicar un espíritu de lujuria o pornografía.
3. Goteo en la nariz, normalmente indica un espíritu de lujuria.
4. Ojos que dan vueltas dentro de sus órbitas, normalmente indica alguna forma de ocultismo o brujería.
5. Manos cerradas en forma de puño, casi siempre revela espíritus de violencia, ira, falta de perdón, aún muerte.
6. Rigidez en manos, dedos o piernas, posiblemente espíritu de masturbación.
7. Lengua que entra y sale de la boca, muy probablemente homosexualismo, lesvianismo, depravación.
8. Movimiento incontrolable en las caderas, casi siempre revela violación o abuso sexual.
9. Pérdida de la conciencia o desmayo, espíritus de control mental.
10. Risas o burla en los labios, espíritus burlones.
11. Llanto incontrolable, espíritus de depresión, rechazo o muerte
OTRAS SEÑALES
Gritos · Temblores · Convulsiones · Llanto · Risa histérica · Contorciones · Desmayos · Suspiros · Quejas · Asfixia · Bostezos · Náuseas · Arcadas · Vómitos · Tos · Movimientos involuntarios del cuerpo · Pesadez en la cabeza (precisamente al orar) · Dolor focalizado en algún área del cuerpo (precisamente al orar).
GLOSARIO DE TÉRMINOS BIBLICOS
Adulterio (Mt.15:19; Mr.7:21). Esto se refiere a pensamientos o actos de inmoralidad de forma eventual después de haber contraído matrimonio. El adulterio procede del deseo carnal y egoísta de satisfacción física sin responsabilidad posterior. El adulterio manifiesta la rebelión de la carne contra el mandamiento de la pureza y ataca la inviolabilidad del matrimonio (He.13:4).
Alma La palabra hebrea «nefesh», (que es uno de los vocablos traducidos generalmente en castellano por «alma») aparece 754 veces en el Antiguo Testamento. Como puede verse en la primera cita bíblica al respecto, significa «lo que tiene vida» (Gn. 2:7), y se aplica tanto al hombre como a los demás seres vivientes (Gn. 1:20, 24, 30; 9:12, 15, 16; Ez. 17:9). Muchas veces se identifica con la sangre, como algo que es esencial para tener aliento y animación (Gn. 9:4; Lv. 17:10-14; Dt. 12:22-24), y en el hombre es su principal característica que lo distingue de los seres irracionales (Gn. 1:26). La primera función del alma es la de dar vida al cuerpo, y como la respiración es el signo principal de la vida física, de ahí que en hebreo, como en la mayoría de las lenguas, se designe con términos que se relacionan más o menos con la imagen del aliento. Este principio es la base donde radican los sentimientos, las pasiones, la ciencia, la voluntad (Gn. 28:8; 34:3; Éx. 23:9; 1 S. 1:15; Sal. 6:4; 57:2; 84:3; 139:14; 143:8; Cnt. 1:6; Pr. 19:2; Is. 15:4, etc.). El alma expresa al hombre entero, a su total personalidad en muchas de las ocasiones en las que aparece en la Biblia. Toda esta concepción del alma se basa en la observación concreta del hombre. Así, estar en vida es todavía tener aliento (2 S. 1:9; Hch. 20:10); cuando el hombre muere sale el alma (Gn. 35:18), es exhalada (Jer. 15:9), y si resucita vuelve el alma a él (1 R. 17:21). Para el pensamiento hebreo el alma es inseparable del hombre total, es decir, que el alma expresa los hombres vivientes. Tal vez aquí radica el origen de la identificación del alma con la sangre (Sal. 72:14); el alma está en la sangre (Lv. 17:10 s), y a veces se dice metafóricamente (?) que la sangre es la vida misma (Lv. 17:14; Dt. 12:23). De todos estos pasajes se puede deducir que la «nefesh» es el principio de vida vegetativa que se considera ligada a la sangre del ser vivo (Gn. 9:4-5; etc.). Hay en hebreo además otras palabras que tienen casi el mismo significado, como «nesamah», que expresa un soplo divino vivificante (Zac. 12:1; Jb. 12:10) que es principio de vida racional, sensitiva e intelectual (Ez. 11:5; Is. 26:9; 66:2; Pr. 15:13; 29:23; Sal. 51:14). Otro término casi equivalente es «ruah», que designa un soplo vital, el principio de la vida y de los sentimientos (Pr. 20:27).
Borracheras Este pecado carnal incluye el confiar en toda clase de tóxicos, tales como el alcohol y las drogas para producir una vía de escape artificial para no afrontar nuestros pecados y responsabilidades. Esta carnalidad se rebela contra la obra del Espíritu Santo que convence al hombre de sus pecados y que crea culpabilidad y convicción designados para conducir al hombre hacia la fe y el arrepentimiento. Las borracheras buscan una estimulación carnal para producir un estado de bienestar que en verdad sólo puede ser producido permanentemente por la plenitud del Espíritu Santo (Ef.5:18).
Carne La palabra hebrea «basar», en su sentido físico, designa el cuerpo, sea humano (Gn. 40:19) o animal (Lv. 6:27). Significa lo exterior del hombre (Gn. 2:21; Éx. 4:7; Lc. 24:39; 1 Co. 15:39); su naturaleza humana, que puede, a veces, dominarle con gran perjuicio del amor, y por ello responde por cuerpo, vitalidad (1 Co. 5:5, 7:28; 2 Co. 12:7; también en relación con la redención; Col. 1:22; Ro. 2:28 s; Gá. 6:12 s; Jn. 6:51-56); designa la persona humana (Jn. 1:14; 1 Ti. 3:16; 1 Jn. 4:2). La expresión «carne», en sentido moral, significa la oposición a Dios. «Carne» designa a aquel que quiere obrar su salvación solo, por sí mismo, sin Dios, aunque hable mucho de Él; que pone su esperanza en ventajas terrenas (2 Co. 11:18), en su propia ascesis (Col. 2:18, 23); que cae en pecado en el momento menos pensado (Ro. 7:14), en enemistad con Dios (Ro. 8:7), en toda forma posible de fracaso (Gá. 5:19 ss).
Celos Esta es la manifestación de sentimientos de resentimiento porque alguien es o tiene lo que nosotros queremos. La envidia brota del deseo de la carne de ser el centro de atención por encima del interés en otros. También manifiesta una falta de autoaceptación y gratitud a Dios porque El nos hizo exactamente como El nos quiere.
Concupiscencia Apetito desordenado de placeres. Dios aborrece ese pecado, y es razón de nuestras tentaciones: Mt.5:28, Mr.4:19, Lc.4:38, St.1:14, Ro.6:12, 1 Ts.4; 5, Tit.3:3.
Contiendas La contienda es una rivalidad egoísta. Surge del deseo interesado de derribar a otros que de alguna forma constituyen una amenaza para nosotros. Se contrapone al amor de Dios por todos los hombres; un amor tan grande que "siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros"(Ro.5:8).
Convicción de pecado. Según el Señor Jesús, la primera obra del Espíritu en el hombre es la de convencerle de pecado (Jn. 16:8, 11). Sin esta convicción, nadie puede sentir la necesidad de un Salvador; y el pecado que el Espíritu destaca es precisamente el de no haber creído todavía en Cristo. En efecto, los hombres están perdidos no por ser pecadores, sino porque siendo pecadores no reciben al Salvador (Jn. 3:18, 36). La blasfemia contra el Espíritu Santo es la atribución de las obras y testimonio del Espíritu Santo a Satanás con contumacia, cuando es innegable y totalmente evidente que la obra de testimonio es de Dios. Es este estado en el que el hombre se cierra ante toda la luz posible, ante la misma manifestación plena del poder de Dios en gracia, la Palabra se manifiesta de un modo inexorable (Mt. 12:31-32; Lc. 12:10; Jn. 12:37-40). Este pecado involucra un corazón lleno de odio hacia la verdad y hacia la luz de Dios, y lleva a la perdición, por cuanto encierra al hombre en una actitud totalmente aberrante en contra de Dios y de su testimonio. Se hace así absolutamente incapaz e indispuesto a creer. Entonces se hace imposible el arrepentimiento y el perdón (Mr. 3:29; He. 10:26-27).
Corazón El corazón es a menudo mencionado en las Escrituras como el asiento de los afectos y de las pasiones, y también de la sabiduría y del entendimiento. De ahí que se lea de «el sabio de corazón» (Pr. 16:21); también, el Señor dio a Salomón «un corazón sabio y entendido» (1 R. 3:12). Es el centro del ser del hombre. Pero antes del diluvio el veredicto pasado por Dios sobre el hombre fue que los pensamientos del corazón de ellos eran hacia el mal (Gn. 6:5). Un veredicto similar es el que se halla en Gn. 8:21, después que Noé saliera del arca. El Señor Jesús añade que del corazón del hombre proceden los malos pensamientos y toda forma de maldad (Mr. 7:21). La ley exigía al hombre que amara a Dios con todo su corazón. La aceptación del evangelio tiene que ser en el corazón (Ro. 10:9), y Dios da la capacidad al oyente de recibir las buenas nuevas con un «corazón bueno y recto», lo cual da fruto (Lc. 8:15). En la nueva creación hay un «puro corazón», siendo conducido el cristiano por el Espíritu Santo (1 Ti. 1:5; 2 Ti. 2:22; 1 P. 1:22).
Deseo Traducción de varios términos hebreos y griegos. En el NT generalmente del gr. epithunila, que se usa tanto en sentido positivo (Lc. 22:15; Fil. 1:23; 1 Ts. 2:17) como en sentido negativo (Jn. 8:44; Ro. 13:14; etc.); el contexto aclara en qué sentido se usa. A menudo epithuía se traduce por "concupiscencia", evidentemente una pasión carnal y mala, como suele quedar claro por el contexto.
Disensiones Esta palabra significa, literalmente, dividir, rasgar en dos partes. Otra buena traducción es sectarismo. Este pecado surge del deseo egoísta de identificarse con un grupo que apoyaría mis intereses egocéntricos. Esta indulgencia carnal es lo que causa división en la iglesia y discordias entre creyentes. El espíritu de sedición ataca a la unidad esencial del Cuerpo de Cristo y divide lo que por la obra de Cristo y la gracia de Dios es uno.
Don y recepción del Espíritu. El Espíritu mora en el corazón del creyente (Jn. 14:16-17, 23; 1 Co. 6:19; Ro. 8:9, 11; 2 Ti. 1:14; 1 Jn. 4:4, 13; Stg. 4:5). Su deseo es el comunicarnos la vida y el poder del Señor (Hch. 1:8; Lc. 4:14, etc.). Podemos contristar al Espíritu Santo al resistirle, al entregarnos al pecado (Ef. 4:30; cp. 1 Ts. 5:19; Hch. 7:51). El Espíritu, que mora en nosotros eternamente, no nos abandona (Jn. 14:16); pero deja de manifestar su poder, y nos comunica su tristeza y nos convence de pecado. Muchos creyentes, al abandonar su primer amor (Ap. 2:4), han perdido precisamente esta plenitud que hacía rebosar su corazón en el momento de su conversión.
El nuevo hombre. Se trata de una expresión descriptiva de una condición moral u orden del hombre que ha llegado a hacerse realidad en Jesucristo (Ef. 4:21) y cuyo carácter es descrito en lo que es creación de Dios en justicia, santidad y verdad. En su muerte Cristo destruyó la pared intermedia de separación entre judíos y gentiles, para crear en Sí mismo de los dos «un solo y nuevo hombre», reconciliando a ambos con Dios en su cuerpo mediante la Cruz (cfr. Ef. 2:14-16), con lo que de esta manera el que es objeto de la reconciliación no está ante Dios como judío o gentil, sino como un hombre perteneciente a un orden enteramente nuevo. «El nuevo hombre» contrasta con el «viejo hombre», que representa el corrompido estado en que se hallan los hijos del primer hombre, Adán. Siendo que el creyente se ha despojado del «viejo hombre», también se ha revestido del «nuevo», del estado propio del creyente, la nueva creación en Cristo. El nuevo hombre creado de esta manera es enteramente nuevo («kainos», Ef. 2:15). En Col. 3:10, los cristianos son considerados como habiéndose despojado del viejo hombre con sus hechos, el cual es reemplazado por el hombre nuevo («neos»), que es renovado («anakainoumenon») hasta el conocimiento pleno. De ahí que Cristo vive en los santos, y sus características morales se desarrollan vitalmente en un cuerpo. Cristo es todo (porque queda excluido el viejo hombre de todo tipo), y está en cada creyente.
Enemistades Este pecado carnal se manifiesta en sentimientos perversos y malos de rencor, desprecio y aversión hacia otras personas. Las enemistades surgen del deseo carnal de establecer la valía de uno fuera del plan de salvación de Dios. Este pecado se contrapone a la demanda de Dios de que nos perdonemos los unos a los otros.
Envidias Este pecado describe un descontento interior cuando miramos el éxito o la superioridad de otro con deseo de estar en su lugar. La envidia proviene de una falta de seguridad interior y de confianza en que Dios nos capacitaría para tener y conseguir justo lo que El quiere que tengamos. La envidia es un rechazo a contentarnos con el don de la gracia de Dios para con nosotros.
Espíritu El hombre está compuesto por cuerpo y alma, aunque en ciertos pasajes se añade «espíritu». Tanto el alma como el espíritu se ponen en contraste con el cuerpo, significando el componente incorpóreo del hombre; sin embargo, hay una distinción entre alma y espíritu. Con frecuencia, se emplea el término alma para expresar la parte inmortal del ser humano, y en ocasiones se usa para denotar la persona, como en el pasaje de Gn. 46:26: «Todas las personas (heb.: «nephesh»: alma) que vinieron con Jacob a Egipto»; «ocho almas» (gr.: «psuchë») fueron salvadas en el arca (1 P. 3:20); «el alma que pecare, esa morirá» (Éx. 18:4, 20). Como ya se ha indicado antes, el término hebreo generalmente traducido como «alma» es «nephesh»; en muchos casos se traduce como «vida», como en Jon. 1:14: «No perezcamos por la vida [alma] de este hombre.» En el NT, el término «psuchë», también mencionado antes, se usa tanto de la vida como del alma. Cp. Mt. 16:25, 26. El alma, cuando es distinguida del espíritu, lo es como el asiento de los apetitos y deseos. El rico dijo: «Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, bebe, regocíjate» (Lc. 12:19). Aquella noche le fue pedida su alma. La salvación del alma no puede ser distinguida de la salvación de la persona. El espíritu es, característicamente, la parte más elevada del hombre, marca la individualidad consciente, y así distingue al hombre de la creación. Dios sopló en la nariz del hombre el aliento de la vida, y por ello el hombre fue puesto en relación con Dios, y no puede realmente ser feliz separado de Él, ni en su existencia presente ni en la eternidad. Los términos usados son, respectivamente, el heb. «ruach» y el gr. «pneuma», y son los mismos que se usan constantemente para denotar el Espíritu de Dios o Espíritu Santo, y los ángeles como espíritus, así como los espíritus malos. La palabra de Dios es cortante y penetra hasta partir el alma y el espíritu del hombre (He. 4:12), aunque pueda no ser fácil para el hombre ver esta división.
Espíritu santo La tercera persona de la Trinidad. Nombres. Principalmente se le llama: el Espíritu de Jehová, el Espíritu del Señor, el Espíritu del Padre, el Espíritu de Jesús (Gn. 6:3; Is. 11:2; 61:1; Mt. 10:20; Hch. 16:18, etc.). Es el Espíritu de verdad, de vida, de fe, de amor, de poder, de sabiduría, de gracia, de gloria (Jn. 14:17; Ro. 8:2; 2 Co. 4:13; 2 Ti. 1:7; He. 10:29; 1 P. 4:14), etc. Personalidad. El Espíritu no es un mero poder ni una expresión figurada de la energía divina, como lo pretenden, por ejemplo, los antitrinitarios. La Escritura le atribuye una personalidad distintiva, como también sucede con el Padre y con el Hijo (Mt. 3:16, 17; 28:19; Jn. 14:16, 17; 15:26). Siempre se emplea en relación con el pronombre personal masculino a pesar de que en gr. el término «Espíritu» sea neutro (Jn. 16:13, 14; Hch. 13:2). El Espíritu piensa, conoce el lenguaje, tiene voluntad (Ro. 8:27; 1 Co. 2:10-13; 12:11). Se le puede tratar como una persona: se le puede mentir, se le puede probar, se le puede resistir, se le puede contristar, se le puede afrentar (Hch. 5:3, 9; 7:51; Ef. 4:30; He. 10:29). Por otra parte también enseña, testifica, convence, conduce, entiende, habla, anuncia (Jn. 14:26; 15:26; 16:8, 13). Divinidad. Los textos que hablan de la personalidad del Espíritu afirman también generalmente su divinidad. Posee los atributos divinos: omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, eternidad (1 Co. 2:10, 11; Sal. 139:7; Zac. 4:6; He. 9:14). Es identificado con Dios, con el Señor (Hch. 5:3, 4). Es la blasfemia contra el Espíritu Santo la que no tiene perdón (Mt. 12:31, 32). El Espíritu Santo en el AT. Obra en la creación (Gn. 1:2). Es Él quien da aliento al hombre y a los animales (Gn. 2:7; 6:3; Jb. 33:4; Sal. 104:29, 30). Esta en medio del pueblo de Dios (Is. 63:11). Capacita a ciertos hombres de cara a una tarea especial (Éx. 31:3; Jue. 6:34; 11:29; 1 S. 16:13).
Fornicación (Mr.7:21). Parecido al anterior con la diferencia de que esta es fruto de una relación frecuente antes de casarse o mientras uno esta casado. La fornicación nace del deseo mundano de satisfacer los apetitos sensuales sin la responsabilidad del matrimonio o la ruptura del principio de fidelidad del matrimonio. No hay lugar o excusa para la fornicación en el plan de Dios. (1Co.6:13, 18).
Hechicerías Este pecado de la carne proviene de nuestro deseo de conectar y tener relación con el espíritu misterioso de este mundo. Con una curiosidad rebelde, deseamos conocer los misterios del mundo invisible de una manera que no es revelada por Dios en su Palabra. Este pecado carnal de hechicería incluye todo el campo del ocultismo. Tablas de Ouija, adivinación, Nueva Era, espiritismo, levitación, astrología, el uso del péndulo, disciplinas de artes marciales, técnicas de control mental o meditación y cosas semejantes son instrumentos de este pecado. Es interesante que la palabra griega para hechicería o brujería sea en nuestros textos la palabra pharmakia, de la cual procede la palabra farmacia, referente a las drogas. El uso de drogas o alucinógenos para conseguir nuevas sensaciones y una expansión de la mente es una forma de brujería. Tomar drogas es un pecado carnal que conduce a una esclavitud más profunda al reino de Satanás.
Herejías Al igual que las disensiones, esta carnalidad es un entusiasmo por enseñanza que aparenta ser bíblica, que divide a los creyentes por cosas no esenciales. Ha sido uno de los pecados carnales por el que muchos líderes de creyentes influyentes han llegado a ser culpables de una forma muy sutil. Este pecado se opone al don de amor de Dios y Su mandamiento de no intervenir en discusiones necias e insensatas, que no producen sino altercados (2Ti.2:23).
Homicidios (Mt.15:19; Mr.7:21). Satanás es un homicida, pero el corazón humano lleno de odio e ira es capaz también de asesinar. El pecado del homicidio manifiesta el deseo rebelde de la carne de quitar de en medio incluso una vida que obstaculiza el camino para conseguir una meta gratificante.
Idolatría Este pecado es la carne revelándose contra la adoración del único Dios vivo y verdadero. La idolatría tiene lugar cuando física o mentalmente ponemos cualquier cosa antes que a Dios. El placer, el dinero, las cosas materiales, nuestro trabajo, incluso nuestras familias pueden llegar a ser ídolos. Este pecado carnal surge de nuestro deseo de elegir al dios que agrada a nuestra carne en vez de postrarnos delante del Dios vivo y verdadero.
Iniquidad (Sinónimo de impiedad.). Significa, literalmente, injusticia, la condición de no ser recto, ya sea en relación con Dios, en base a su norma inamovible de justicia y santidad, o en relación con los hombres, en base a lo que el hombre sabe que es justo por su propia conciencia. En el AT se señala la iniquidad como condición interna del corazón del hombre (Sal. 58:2), aplicándose también el término iniquidad a los actos injustos cometidos (Sal. 36:12). Los miembros del hombre pecador son instrumentos de iniquidad (Ro. 6:13 ss.); está en acción el misterio de la iniquidad que culminará con la llegada de «aquel inicuo» (2 Ts. 2:7-12), que conducirá a un mundo apóstata a una rebelión contra Dios haciéndose pasar por Dios (2 Ts. 2:4; véase ANTICRISTO); el creyente debe apartarse de iniquidad en su vida y relaciones (2 Ti. 2:19), y a seguir «la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor» (2 Ti. 2:22). Mediante el derramamiento de su sangre el Señor Jesús ha puesto en vigor el Nuevo Pacto, en base al cual puede justificar a los que en Él creen (Ro. 3:22-26); así, Dios promete: «nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades». El destino de los no arrepentidos será el castigo eterno (Mt. 13:41).
Inmundicia (Mr.7:21). Este pecado incluye una amplia gama de pecados morales. Pensamientos malos o impuros, los "chistes sucios", deseos lujuriosos; deseos de ver pornografía en todas sus formas. La inmundicia brota del deseo de satisfacer apetitos sensuales a través los pensamientos y palabras en contra de la naturaleza santa de Dios y en contra de la salud espiritual del propio sujeto.
Iras Esto significa mal humor, enojo violento o furioso. El enojo o la ira provienen del deseo de la carne de borrar cualquier cosa que amenace los intereses de uno. El enojo es el intento de la carne de intervenir y tomar venganza fuera de las manos de Dios.
Lascivia (Mr.7:21). Este pecado representa la práctica de hacer despertar deseos que no pueden ser satisfechos dentro de los límites de la aprobación de Dios. Una buena definición podría ser "Amor por la carne". Uno puede ser lascivo en su vestir, su forma de hablar, sus carcajadas, sus sonrisa, sus ojos, sus gestos, su modestia, etc. Este pecado resulta del deseo carnal de atraer la atención hacia uno mismo de una manera que hace ostentación de las normas de la pureza moral de Dios.
Mente: Alma. No es el cerebro, que tiene sus funciones determinadas por zonas y de las que dependen las funciones del cuerpo. La mente es el recipiente del Espíritu, no depende del cerebro, no es temporal, es la esencia que define y caracteriza a cada ser, y lo hace único ante los hombres y ante Dios. …Mas nosotros tenemos la mente de Cristo… 1Corintios 2:16; significa, que aunque Dios nos ha permitido tener nuestra propia personalidad, desde antes del nacimiento, porque dice: nos conoció antes de la fundación del mundo, nosotros debemos no querer seguir siendo independientes del Señor, sino amarle a él y ser un solo espíritu con él. La boda entre la mente del hombre y el Espíritu de Dios, hace que recibamos esa mente de Cristo. Si la mente o alma, ese recipiente hecho para ser el templo de Dios, no se llena de Él, otros espíritus lo llenan, y son del diablo, y la persona, pasa a ser una marioneta de los deseos de la carne y de los del maligno, para que odie el bien, y a su prójimo, y por supuesto a Dios. Pero el hombre es libre de elegir. La mente o alma, que esté sin El Espíritu de Dios, no tiene vida eterna en él. Jeremías 17:10, 31:33, Mateo 22.37, Romanos 1:28, 7:23, 14:5, Efesios 4:17, 4:23, Tito 1:15, Apocalipsis 2:23.
Mundo Sistema de vida de la sociedad de toda época y zona de la Tierra que no conoce a Dios, porque no quiere, por estar dominada por Satanás para la codicia, el poder sobre los otros y el egoísmo. No obstante que Dios entregó el mundo en nuestras manos, de Él es y su plenitud. Salmos 19:4, 50:12, Mateo 5:14, 13:18, Juan 1:10, 8:23, 9:39, 12:25 y 31, 14:17, 15:18 y 19, 17:14 y 21, Santiago 4:4, 1Juan 2:15, 3:13, 4:5, 5:19, Apocalipsis 11:15. En el griego hay tres vocablos que se traducen al castellano por la palabra "mundo". El primero es oikoumene se usa comúnmente para designar a la población o la tierra en la que vivimos. La segunda palabra es aion traducido algunas veces como "mundo", pero debería traducirse más a menudo como "siglo", dando a entender los tiempos en que vivimos (Ro. 12:2;2Co. 4:4; Gá. 1:4). Algunas veces esta palabra empleada para describir la filosofía sistema de pensamiento que caracteriza una era determinada y en cierto sentido es un enemigo al que vencer. La tercera palabra es Kosmos. Este es el principal vocablo griego usado para describir a nuestro enemigo, el mundo. El uso principal de esta palabra describe el orden o sistema espiritual de cosas que se opone a Dios y al Señor Jesucristo. La palabra cosmos es muy compleja y difícil de definir, en Juan 3:16 se declara que Dios am 1Jn 2:15 se les manda a los creyentes no amar al mundo kosmos. En tales casos, el contexto dirá lo que se ha querido decir con el uso de la palabra "mundo o kosmos". A veces puede significar la tierra o el mundo otras veces el mundo de los seres humanos, o más comúnmente el sistema del mundo sobre el que gobierna Satanás (Jn. 12:31; 1Jn. 5:19).
Pecado: Cualquier desviación de la voluntad revelada de Dios: ya sea no hacer lo que él ha ordenado definidamente, o realizar lo que específicamente ha prohibido. Son diversos los términos usados en el AT y en el NT para significar «pecado», «iniquidad», «maldad», etc., con varios matices de significado. (a) Es importante tener en cuenta la definición bíblica de pecado: en gr.: «anomia», desorden en el sentido de rechazo del principio mismo de la Ley o de la voluntad de Dios, iniquidad (1 Jn. 3:4, texto gr.). Es desafortunada la traducción que la mayor parte de las versiones castellanas hacen de este pasaje. Sólo la NIV traduce «el pecado es la verdadera ilegalidad», aunque sería mejor traducir «alegalidad». En efecto, el pecado «no» es la mera infracción de la Ley, según este pasaje, sino el rechazo de la voluntad de Dios, el vivir a espaldas de Dios, la disposición mental que lleva al pecador a hacer la propia voluntad en oposición a la de Dios. De ahí la distinción que se hace entre «pecado» y «transgresión», siendo esto último la infracción de un mandamiento conocido.
Pleitos Este pecado de la carne se manifiesta cuando llegamos a formar parte de la disputa y la discordancia. Nace del deseo carnal de atraer la atención y esforzarse en probar que tenemos razón. Se lo puede llamar también una forma sutil de orgullo.
Satanás: Podemos ver aspectos muy evidentes que muestran rasgos de la manera que podemos entender a este ser espiritual. Muchos de estos aspectos reflejan claramente que el es mas que un ente sin forma o personalidad, sino, todo lo contrario. 1. Tiene aspectos de una personalidad real 1Co.15:39,40 2. Tiene inteligencia (una expresión de elaboración de pensamientos) 2Co.2:11; 11:3 3. Tiene memoria y puede recordar eventos o circunstancias determinadas, Mt.4:6; al.91:11,12 4. Tiene voluntad o manifiesta expresiones de decisión 2Ti.2:26 5. Expresa emociones: · Deseo Lc.22:31 · Orgullo 1Ti.3:6 · Ira Ap.12:12 6. Tiene habilidad para la planificación y organización 1Ti.4:1; Ap.2:9; 2:24
Tentación heb. «massah», gr. «peirasmos»). En las Escrituras se presentan tres caracteres diferentes de tentación: (a) «Dios tentó a Abraham» cuando le ordenó que le ofreciera Isaac (Gn. 22:1). Con ello, puso su fe a prueba. Las revisiones 1960 y 1977 de Reina-Valera traducen «probó» y «puso a prueba», respectivamente. Pablo habla de su aguijón en la carne como su «tentación» («prueba» en las ya citadas revisiones). (b) Los israelitas tentaron a Dios. «Tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto» (Sal. 78:18). Pusieron en duda que Dios pudiera poner mesa para ellos en el desierto. Hubo otras ocasiones en que dijeron: «¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?» (Éx. 17:7). Se tiene que señalar que cuando Israel ponía a Dios a prueba era en realidad que ellos estaban siendo probados por Él: cfr. Sal. 95:9 con Dt. 8:2 y 33:8 (donde el «piadoso» es Israel). El Señor Jesucristo rehusó poner a Dios a prueba cuando fue tentado por Satanás para que se arrojara al vacío a fin de que los ángeles lo preservaran (Mt. 4:5-7, etc.). El pecado de Ananías y Safira fue tentar al Espíritu del Señor (Hch. 5:9). (c) Tentación al mal. Esta tentación asalta al hombre, de una parte, del exterior. Satanás, el Tentador, busca constantemente empujarnos al mal (Mt. 4:3; 1 Co. 7:5; 2 Co. 11:3; 1 Ts. 3:5); el mundo también despliega sus atracciones, intentando alejar al creyente de Dios (1 Jn. 2:15-17). La fuente más poderosa de tentación, sin embargo, es nuestra propia carne: «Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido» (Stg. 1:14). Así, la tentación al mal halla en el hombre caído una adecuada caja de resonancia, aparte de todos los apetitos pecaminosos que surgen de la naturaleza caída del hombre. No es Dios quien nos tienta a pecar (Stg. 1:13).
Glosario de términos psicológicos
Acción. Una acción es toda intervención activa del sujeto que recae sobre objetos del mundo (por ejemplo agarrar el biberón) o sobre otras acciones realizadas por el mismo sujeto (por ejemplo una acción puede compensar o bien anular otra acción anterior),. Con el fin de adaptarse al entorno y organizarse internamente. La acción es un concepto esencial de Piaget por cuanto puede considerársela como la unidad última de análisis del comportamiento inteligente. Hay diversos tipos de acciones, desde las acciones senso-motoras hasta las acciones interiorizadas, destacándose dentro de este último grupo las operaciones, es decir, las acciones intriorizadas reversibles.
Acomodación. En la teoría piagetiana es la modificación de los marcos de referencia o esquemas mentales existentes para tener en consideración nueva información e incluir experiencias nuevas de tal forma que el sujeto se adapte a las realidades que le presente el medio, buscando siempre una equilibración. Proceso en virtud del cual el medio ambiente produce modificaciones en el ser vivo, o bien éste se modifica por influencia del medio ambiente. La esencia de la acomodación "es precisamente este proceso de adaptarse a las variadas demandas o requerimientos que el mundo de los objetos impone al sujeto", definición aplicable específicamente a la acomodación exógena. La acomodación puede ser biológica o cognoscitiva y, según otro criterio, también puede ser exógena o endógena. La acomodación no existe aisladamente: toda conducta implica acomodación y asimilación que son los dos aspectos indisociables de la adaptación.
Actitud. En general es tomado como una disposición para la acción basado en opciones afectivas y cognitivas.
Predisposición de la persona a responder de una manera determinada frente a un estímulo tras evaluarlo positiva o negativamente. Habitualmente se entiende por actitud la tendencia determinante o el modo de proceder habitual ante sucesivas situaciones. Según Allport es "una disposición Psíquica y nerviosa, organizada por la experiencia, que ejerce una influencia orientadora sobre las reacciones del individuo como forma de reacción básica".
Adicción. Toxicomanía, drogodependencia o dependencia de sustancias psicoactivas, necesidad fisiológica y/o psicológica de una sustancia química, que da lugar a la pérdida de control sobre su consumo. La dependencia puede manifestarse por síntomas de tolerancia (preocupación por la obtención y uso de la sustancia; utilización de la sustancia a pesar de la previsión de probables consecuencias adversas; esfuerzos repetidos para abandonar o controlar su consumo) y por síntomas de abstinencia (retirada o supresión cuando deja de administrarse la sustancia).
Adicción psicológica. Patrón de conducta persistente, que se caracteriza por: el deseo o la necesidad de continuar una determinada actividad que se sitúa fuera del control voluntario; una tendencia a incrementar la frecuencia o la cantidad de actividad con el paso del tiempo; la dependencia psicológica de los efectos placenteros de la actividad; y un efecto negativo sobre el individuo y la sociedad. Se han descrito adicciones psicológicas al juego (de apuestas o de azar, videojuegos), al trabajo (workaholics americanos), al sexo (erotismo, pornografía, etc.), a la televisión, a ciertos deportes, etc.
Afectividad. Conjunto de emociones y sentimientos que un individuo puede experimentar a través de las distintas situaciones que vive.
Afectivo, bloqueo. Incapacidad para expresar afectos o emociones, caracterizada a veces por un estado de estupor.
Afecto. Aspecto consciente y subjetivo de la emoción. Patrón de comportamientos observables que es la expresión de sentimientos (emoción) experimentados subjetivamente. Tristeza, alegría y cólera son ejemplos usuales de afecto. Es muy variable su expresión entre culturas diferentes así como en cada una de ellas. Los trastornos del afecto incluyen las siguientes modalidades: Aplanado. Ausencia o casi ausencia de cualquier signo de expresión afectiva. Embotado. Reducción significativa de la intensidad de la expresión emocional. Inapropiado. Discordancia entre la expresión afectiva y el contenido del habla o ideación. Lábil. Variabilidad anormal en el afecto, con cambios repetidos, rápidos y bruscos de la expresión afectiva. Restringido o constreñido. Reducción ligera de la gama y la intensidad de la expresión emocional.
Agitación. Estado de inquietud o de actividad continua no enfocada hacia objetivo alguno.
Agitación psicomotora. Excesiva actividad motora asociada a una sensación de tensión interna. Habitualmente, la actividad no es productiva, tiene carácter repetitivo y consta de comportamientos como caminar velozmente, moverse nerviosamente, retorcer las manos, manosear los vestidos e incapacidad para permanecer sentado.
Aislamiento afectivo. Es la separación por parte del individuo de las ideas y los sentimientos originalmente asociados a ellas. Se aparta del componente afectivo asociado a una idea determinada (p. ej., acontecimiento traumático), pero se mantiene apegado a sus elementos cognoscitivos (p. ej., detalles descriptivos).
Alma. El término griego más común para referirse al alma es "psyché" (se lee "psijé"), de donde vienen nuestras palabras "psicología" y "psíquico". El alma designa el principio de vida gracias al cual los seres vivos tienen funciones vitales, pero también sirve para referirse al principio de racionalidad y al principio que otorga identidad y permanencia a la vida psíquica. Aunque Aristóteles intentó moderar la contraposición alma/cuerpo, defendió, sin embargo la existencia de una parte del alma humana -la parte intelectiva- radicalmente distinta del cuerpo e inmortal. El dualismo antropológico que implica la creencia en el carácter compuesto del hombre (compuesto de alma y cuerpo) alcanzará su expresión más fuerte en Descartes para quien el alma o mente es una cosa con propiedades y modos explicativos radicalmente distintas a las propiedades y modos explicativos de los cuerpos.
Alma Intelectiva. En la psicología aristotélico-tomista, el alma intelectiva es la más perfecta y faculta a los animales que la poseen de entendimiento y voluntad (de psiquismo superior). El alma humana posee las funciones vegetativa, sensitiva y, la típicamente humana, intelectiva o espiritual. Según Aristóteles, si hay algo que no sea corporal en nosotros y dotado de inmortalidad, lo tenemos que situar en el entendimiento o intelecto.
Alma Sensitiva. En la psicología aristotélico-tomista, el alma sensitiva permite las actividades vitales de movimiento local, apetitos inferiores o sensibles y conocimiento sensible o percepción. Los animales tienen un alma vegetativa y sensitiva. El alma sensitiva desaparece con la desaparición del cuerpo, del cual es su forma sustancial y acto primero.
Alma Vegetativa. En la psicología aristotélico-tomista, es el alma que permite realizar las funciones vitales más elementales, como son la reproducción, alimentación y crecimiento. Las plantas tienen alma vegetativa. El alma vegetativa no sobrevive a la muerte del cuerpo pues no es mas que su acto primero o forma sustancial.
Alucinación. Percepción sensorial que tiene el convincente sentido de la realidad de una percepción real, pero que ocurre sin estimulación externa del órgano sensorial implicado. Las alucinaciones deben distinguirse de las ilusiones, en las que un estímulo externo real es percibido o interpretado erróneamente. El sujeto puede tener conciencia o no tenerla de que está experimentando una alucinación. Una persona con alucinaciones auditivas puede reconocer que está teniendo una experiencia sensorial falsa, mientras otra puede estar convencida de que la causa de la experiencia sensorial cuenta con una realidad física independiente. He aquí algunos tipos de alucinaciones:
Auditiva. Alucinación que implica la percepción de sonidos, más frecuentemente de voces. Algunos clínicos e investigadores no incluyen las experiencias que se perciben como originadas dentro de la cabeza y limitan el concepto de alucinaciones auditivas verdaderas a los sonidos cuyo origen sea percibido como externo.
Gustativa. Alucinación que implica la percepción de sabores (habitualmente desagradables).
Olfativa. Alucinación que implica la percepción de olores, por ejemplo, de goma quemada o pescado podrido.
Somática. Alucinación que implica la percepción de una experiencia física localizada en el cuerpo (tal como una sensación de electricidad). Debe distinguirse una alucinación somática de ciertas sensaciones físicas nacidas de una enfermedad médica todavía no diagnosticada, de una preocupación hipocondríaca con sensaciones físicas normales y de una alucinación táctil.
Táctiles. Alucinación que implica la percepción de ser tocado o de tener algo bajo la propia piel. Las alucinaciones táctiles más frecuentes son sensaciones de descargas eléctricas y de hormigueo (la sensación de que algo se mueve o repta bajo la piel).
Visual. Alucinación que implica ver imágenes estructuradas, por ejemplo, unas personas, imágenes informales, por ejemplo, destellos de luz. Las alucinaciones visuales deben distinguirse de las ilusiones, que son percepciones erróneas de estímulos externos reales.
Alucinógenos. Son sustancias capaces de provocar trastornos sensoriales, afectando a las emociones y el pensamiento. Pueden producir ilusiones y alucinaciones (ver o sentir algo que no existe en la realidad).
Ambientalismo. Esta expresión se refiere a toda teoría que da más importancia al ambiente que a lo innato para dar cuenta de las capacidades, facultades y estados de los animales y las personas. Influido por el empirismo, el ambientalismo subraya el papel del aprendizaje y en el caso del hombre la importancia de la sociedad. El conductismo es el paradigma o enfoque más claramente ambientalista en psicología.
Ambivalencia. Conflicto motivacional, que se produce cuando el sujeto es simultáneamente atraído y repelido por la misma meta o deseo.
Amnesia. Pérdida parcial o total de la memoria. Puede deberse a causas emocionales u orgánicas, o a la combinación de ambas. Hay dos tipos de amnesia:
Anterógrada. Pérdida de memoria relativa a hechos que ocurrieron tras la acción del agente etiológico.
Retrógrada. Pérdida de memoria acerca de hechos que ocurrieron antes de la acción del agente etiológico.
Angustia. Un estado de gran activación emocional que contiene un sentimiento de miedo o aprehensión. Clínicamente se define como una reacción de miedo ante un peligro inconcreto y desconocido. Se emplea también como sinónimo de ansiedad o para referirse a la expresión más extrema de ésta.
Ansiedad. La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. Habría que diferenciar entre miedo (el sujeto conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza interna y existiendo una dificultad en la elaboración de la respuesta). La ansiedad es anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo desencadenante.
Ansiedad ante los extraños. Es una cierta precaución que alguien tiene frente a otro alguien que no conoce o en una situación desconocida para él. Se presenta aproximadamente a los 8 meses y hasta los 12, se relaciona con la calidad de vínculo que tenga el niño con aquellos que le cuidan. Este evento y la Ansiedad de Separación pueden ser provocados por habilidades cognitivas que permiten recuperar información almacenada en la memoria. Refleja cierto grado de representación del núcleo familiar y por tanto un avance en el desarrollo cognitivo.
Ansiedad de ejecución. Ansiedad causada por la expectativa de ansiedad o pánico hacia una situación en particular.
Ansiedad de separación. Es la angustia generada en el bebé cuando aquel que le cuida, le deja solo. Se presenta generalmente a los 8 meses cuando la noción de permanencia de los objetos está ya conformada, se relaciona con la calidad de vínculo que tenga el niño con aquellos que le cuidan.
Ansiedad Endógena. Ansiedad producida por estrés interno, y que generalmente es el resultado de un trastorno de ansiedad quizás ocasionado por la deficiencia de una hormona o neurotransmisor.
Ansiedad Exógena. Ansiedad causada por estrés externo. Generalmente, dicha ansiedad es una respuesta saludable y una reacción normal hacia el ambiente en que se viva. Sin embargo, cuando dicha ansiedad es excesiva, puede deberse a un trastorno de ansiedad.
Ansiogénico. Término usado para describir cualquier cosa o situación que cause ansiedad.
Ansiógeno. Factor que genera ansiedad.
Anticipación. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo experimentando reacciones emocionales antes de que ambos se produzcan o bien anticipando sus consecuencias, posibles acontecimientos futuros, y considerando de forma realista respuestas o soluciones alternativas.
Apatía. Impasibilidad del ánimo. Estado en el que el sujeto permanece indiferente, y presenta una incapacidad para reaccionar ante situaciones que deberían suscitar emociones o intereses.
Apatía del espectador. Es un fenómeno del comportamiento social por el cual el observador de una situación en que una persona se ve en dificultades, muestra poco o ningún interés por ayudarla.
Apego. Vínculo socioemocional que puede ser establecido entre los individuos, se considera como de gran importancia e influencia en el desarrollo infantil.
Apercepción La noción de apercepción es común a la filosofía racionalista alemana (Leibniz, fundamentalmente) y a Kant. Con esta noción, quisieron destacar el carácter activo de la mente; para estos filósofos, la mente no se limita a recibir los estímulos de la realidad sin transformarlos significativamente, tal y como creían los empiristas. Los actos de apercepción organizan los distintos items informativos con los que trata el sujeto, los reúnen o sintetizan para formar unidades superiores cualitativamente distintas de los elementos que la componen. Wundt se separó de la concepción atomista y asociacionista del empirismo, al aceptar la idea racionalista de la apercepción. La apercepción, según Wundt, es una actividad fundamental y se da en muchas esferas de la vida psíquica: así, por ejemplo, la percepción no es la mera yuxtaposición de sensaciones, sino un nuevo acto que sintetiza, reúne o unifica las sensaciones; como tampoco la comprensión de una serie de letras formando una palabra es la mera percepción sucesiva de cada una de ellas, sino la síntesis de todas ellas en un todo complejo y cualitativamente superior.
A diferencia de los enfoques especulativos de la filosofía, en la escuela de Wundt se intentó un tratamiento científico y experimental de la apercepción, que llevó incluso a intentar medir los tiempos de apercepción.
Apetito Inferior o Apetito Sensible. En la psicología aristotélico-tomista del alma, equivale a la facultad de los actos de querer inferiores: instintos y deseos sensibles o deseos que dependen del cuerpo, como son los sexuales, el hambre y la sed.
Apetito Superior. En la psicología aristotélico-tomista del alma, equivale a la facultad de los actos de querer superiores o voluntad.
Aprendizaje. Cambio en las respuestas, pautas de comportamiento o entidades de orden mental o cognitivo (según el enfoque o paradigma psicológico) como consecuencia del trato que el organismo tiene con el medio. Puede consistir en la adquisición de nuevas respuestas, en la modificación de las existentes o en su desaparición. Este término se opone a "innato" o "heredado". Dado que en el ser humano los instintos son pocos y no establecen con precisión la conducta que debemos emplear para satisfacer nuestras necesidades, el aprendizaje es una función mucho más importante que en los animales. El paradigma de psicología que más se ha preocupado por estudiar el aprendizaje es el conductismo.
Aprendizaje Cognitivo Social. Albert Bandura comenzó sus estudios del aprendizaje social en el marco del conductismo, pero pronto vio que era necesario referirse a elementos cognitivos (representaciones, estructuras y procesos mentales) para entender este tipo de aprendizaje, prefiriendo finalmente denominarlo aprendizaje cognitivo social, y a su teoría teoría social cognitiva.
Aprendizaje de evitación. Conducta por la que se intenta, mediante una acción preventiva, que cese un estímulo desagradable o doloroso, anunciado por una señal.
Aprendizaje de huida. Conducta por la que un sujeto intenta, a través de una acción, que cese un estímulo desagradable o doloroso.
Aprendizaje incidental. El aprendizaje incidental es el que se produce en forma no deliberada y sin esfuerzo.
Aprendizaje latente. Modificación de la conducta que se produce sin que exista motivo aparente. No se manifiesta en el acto, sino que se deduce por conductas posteriores.
Aprendizaje Mediante Ensayo y Error. Thorndike observó que la conducta casual o aleatoria de un animal podía venir acompañada por respuestas del medio ambiente satisfactorias para el animal. Si esta circunstancia se repite, es muy probable que el animal asocie dicha conducta con la respuesta que tras ella aparece. De ese modo, el animal habrá aprendido una conducta que podrá utilizar siempre que necesite que aparezca la respuesta del medio. Por ejemplo: encerramos a un perro en una caja-problema y situamos fuera de ella comida; el perro se moverá por la caja de forma casual de un lado a otro y puede que con uno de esos movimientos apriete una palanca que sea el dispositivo de salida, y de ese modo obtenga comida; si esta situación se repite, el animal acabará aprendiendo, por tanteo, que para salir de la jaula y obtener comida basta con apretar la palanca. Este tipo de aprendizaje llevó a Thorndike a postular la "ley del efecto". Se suele considerar este tipo de aprendizaje como un modolo afín al estudiado por Skinner con el título de "condicionamiento operante".
Aprendizaje observacional. Aprendizaje basado en la observación de la conducta del otro. La conducta modelada puede presentarse en vivo o en forma simbólica.
Aprendizaje por observación (aprendizaje observacional). Aquel aprendizaje en el cual un organismo copia o imita la conducta de otro. También se denomina modelamiento.
Aprendizaje Social. El aprendizaje social (que también recibe los nombres de aprendizaje vicario, aprendizaje observacional, imitación, modelado, o aprendizaje cognitivo social) es el aprendizaje basado en una situación social en la que, al menos, participan dos personas: el modelo, que realiza una conducta determinada, y el sujeto, que realiza la observación de dicha conducta y cuya observación determina el aprendizaje. A diferencia del aprendizaje por condicionamiento, en el aprendizaje social el que aprende no recibe el refuerzo, sino que éste recae, en todo caso, en el modelo. Aquí el que aprende lo hace imitando la conducta del que recibe el refuerzo. Aunque el aprendizaje social primero se intentó comprender en el marco del conductismo, pronto se vio que éste era inadecuado y se pasó a una concepción más mentalista, como lo muestra la obra de Albert Bandura, el psicólogo que más ha trabajado y sistematizado la teoría del aprendizaje social. Este autor creerá necesario referirse a la existencia de representaciones mentales para comprender la imitación, en particular en la fase de la adquisición de la conducta. Bandura defenderá la existencia de dos fases, divididas cada una de ellas en dos subfases, para explicar este tipo de aprendizaje: la fase de adquisición de la conducta con las subfases de atención y retención, y la fase de la ejecución de la conducta con las subfases de la reproducción motora y de la motivación y refuerzo.
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