El Consenso de post Washington fue motivo de análisis por Stiglitz , del cual ponemos los conceptos más relevantes a continuación:
El consenso de Washington sostuvo que el logro de buenos resultados económicos requería de la liberalización comercial, de la estabilidad macroeconómica y de la correcta determinación de precios.
Estas cuestiones son importantes para que los mercados funcionen bien. Los inversores no pueden tomar decisiones correctas si la inflación gira en el entorno del 100%.
Hacer funcionar bien los mercados requiere algo más que una baja inflación; requiere regulación fiscal, políticas para la competencia, políticas que faciliten la transmisión de tecnología y promuevan la transparencia, por citar algunos aspectos no tratados en el consenso de Washington.
Se deben incluir otras metas distintas del crecimiento, tales como el desarrollo sostenible, el desarrollo equitativo y el desarrollo democrático.
Hoy en día, una parte muy importante del desarrollo consiste en buscar estrategias complementarias, que sirvan para avanzar en todas estas metas simultáneamente.
Algunas lecciones de la crisis financiera de Asia.
Como introducción se debe anunciar que los países del Este Asiático no habían seguido estrictamente las recetas dictadas por el Consenso.
La política industrial de estos países, diseñada para acercarse tecnológicamente a los países más avanzados, era, de hecho, contraria al espíritu del Consenso.
Algunos ideólogos han aprovechado la coyuntura para sugerir que la raíz del problema (crisis financiera del Sudeste asiático) radicaba en el sistema de intervención estatal activa.
Sin embargo, los logros, que no solo incluyen aumentos del PBI per capita, sino también incrementos en la esperanza de vida, en el nivel de educación y en una gran reducción de la pobreza, son mejoras reales y más duraderas que la crisis financiera sufrida.
Uno de los errores cometidos por Corea, proveniente del ámbito financiero, fue el préstamo en exceso a compañías con altos niveles de riesgo y débil gobierno corporativo. Pero el error no estuvo en que el gobierno dirigiera equivocadamente el crédito – el hecho de que la crisis fuera causada por créditos de EEUU, europeos y japoneses sugiere que las entidades de mercado también pueden dirigir equivocadamente su crédito. El verdadero problema fue la falta de intervención estatal, la subvaloración por el gobierno de la regulación financiera y de la gobernabilidad corporativa.
Haciendo que los mercados funcionen mejor.
El Consenso se basó en la experiencia latino americana de los años 80. Las políticas públicas disfuncionales hicieron que el PBI bajara 3 años consecutivos.
El déficit del presupuesto fue elevado ( entre 5% y 10% del PBI) y el gasto que lo causaba era utilizado no tanto para realizar inversiones productivas como para subsidiar al enorme e ineficiente sector público.
En un principio el déficit fue financiado con préstamos (incluidos importantes préstamos externos).
Con fuertes restricciones sobre las importaciones y sin incentivos para las exportaciones, ni elevar su eficiencia o standars de calidad.
Después de 1980, el aumento de la tasa de interés de EEUU restringió la oferta de préstamos y elevó la carga por pago de intereses, forzando a muchos países a recurrir al señoreaje (emisión dinero espurio, sin respaldo) para financiar la brecha entre el continuado nivel de gasto público y la menguante base fiscal (recaudación impositiva en declive por baja de actividad).
El resultado fue una alta inflación y sumamente variable.
La Argentina y el Brasil alcanzaron estabilizaciones exitosas. Los desafíos que seguidamente debían enfrentar eran los propios del diseño de una segunda generación de reformas.
Dichos ajustes no fueron realizados a partir de 1995, que fue el momento apropiado y además recomendado por los organismos internacionales, y que propició la salida de Cavallo del Ministerio de Economía -sin hacer juicios de valor sobre éste-.
Las luchas políticas por la re-elección y la puja entre Menem y Duhalde anularon la posibilidad de entrar en la segunda parte de las reformas.
El énfasis en la inflación (principal padecimiento de los latino-americanos, que dio lugar al Consenso) ha distraído la atención de otras fuentes de macro-inestabilidad, principalmente la debilidad del sistema financiero.
La focalización de la liberación de los mercados puede tener el efecto perverso de contribuir a la inestabilidad macroeconómica través del debilitamiento del sector financiero.
El Consenso también olvidó o subestimó la educación y las mejoras en tecnología, bases del desarrollo sostenible.
El éxito del Consenso como doctrina intelectual se basa en su simplicidad: las políticas se basan en unos pocos indicadores económicos, tales como: inflación, crecimiento de la oferta de dinero, tasas de interés, déficit presupuestario y comercial, que sirven de base para efectuar recomendaciones generales de política económica, pero insuficientes.
No son desdeñables los consejos, porque tienden a lograr un equilibrio macroeconómico fundamental, pero insuficientes, y en algunos casos erróneas.
Luego, son insuficientes en lo que se refiere a limitarse a establecer sólo los pre-requisitos para el desarrollo.
El proceso político puede tener un importante papel en la elección de una dirección económica.
Por lo tanto, la estabilidad macroeconómica y la liberación comercial, como la reforma del sistema financiero, el papel del gobierno como complementador del sector privado y la mejora de la efectividad estatal son aspectos importantes no tratados por el Consenso.
La liberalización comercial y la privatización son aspectos claves de toda política macroeconómica sana, pero no son fines en si mismos.
Solo son medios para alcanzar un mercado menos distorsionado, más competitivo y más eficiente y deben ser complementados por regulaciones efectivas y por políticas de competencia.
El control de la inflación
Probablemente la receta más importante del Consenso dentro del paquete de medidas de estabilización sea el control de la inflación.
El argumento para la lucha del flagelo se basa en tres premisas:
- la más esencial es que la inflación es costosa y por lo tanto debe ser eliminada o reducida.
- Una vez que la inflación comienza a crecer tiende a acelerarse y a quedar fuera de control. Esta creencia proporciona una fuerte motivación para combatirla, por lo cual el riesgo de incremento de la inflación termina pesando mucho más fuertemente que el riesgo de los efectos adversos sobre el producto y el empleo.
- La tercer premisa sostiene que los efectos de la inflación son muy costosos de revertir. Esta línea de pensamiento implica que aún si mantener bajo el desempleo fuera más valorado que el mantener una baja inflación, deberían tomarse medidas para impedir que crezca la inflación, a fin de evitar tener que inducir más tarde grandes recesiones a los efectos de reducirla.
Estas tres premisas pueden ser verificadas empíricamente.
Pero dicha verificación únicamente demuestra que la alta inflación es costosa. Cuando los países superan la tasa del 40% anual caen en la trampa de la alta inflación y el bajo crecimiento.
Recientes investigaciones sugieren que bajos niveles de inflación pueden incluso mejorar los resultados económicos con relación a los que se obtendrían con tasas de inflación nula.
Desde el punto de vista de Stiglitz, la conclusión a que se deriva de estas investigaciones es que el control de la inflación elevada o media debería ser una prioridad política fundamental, pero que llevar la ya baja inflación a niveles aún más bajos probablemente no hará mejorar el funcionamiento de los mercados.
El déficit presupuestario y de cuenta corriente.
Un segundo componente de la estabilidad macroeconómica ha sido la reducción del tamaño del gobierno, del déficit del presupuesto y de la cuenta corriente (llamados déficit gemelos)
Numerosas evidencias muestran que altos y sostenidos déficit presupuestarios resultan deletéreos para el desempeño económico.
El nivel óptimo del presupuesto no puede determinarse fácilmente. El déficit sostenible depende circunstancias que incluyen el estado cíclico de la economía – No acepta reglas fijas como los monetaristas extremos, sino políticas de regulación- las perspectivas de crecimiento económico, la utilización del gasto gubernamental, la envergadura de los estados financieros y los niveles de inversión y ahorro nacionales.
También el nivel óptimo del déficit de la cuenta corriente es difícil de determinar.
Tal déficit proviene cuando un país invierte más de lo que ahorra.
En muchos países la tasa de retorno de la inversión sobrepasa largamente el costo del capital internacional y en dicha coyuntura los déficit son sostenibles.
La forma de financiación también es importante. La ventaja de la inversión extranjera directa no sólo reside en el capital y el conocimiento que provee sino en el hecho de que tiene a ser muy inestable, en tanto que las condiciones políticas y la seguridad jurídica lo sean. En tanto la inversión tenga rentabilidad y no pérdidas las mismas se mantendrán)
Promover el crecimiento a largo plazo
Una de las mayores metas de la política debería ser minimizar o evitar las contracciones económicas.
Los costos económicos de las recesiones pueden ser devastadores para la sociedad provocando tensiones sociales y políticas.
La dificultad de endeudarse para financiar investigación y desarrollo significa que las empresas necesitarán reducir drásticamente sus gastos en I+D cuando su flujo de caja decrece en situaciones recesivas.
El resultado será un crecimiento más lento de la productividad de todos los factores.
En general, puede casi asegurarse que la inestabilidad del crecimiento provoca incertidumbre y desincentiva por tanto la inversión.
La estabilidad macroeconómica es una buena política macroeconómica, que incluya una política monetaria anticíclica (stocks de intervención o fondos anticíclicos monetarios) y una política fiscal que permita operar a los estabilizadores automáticos.
Hay abundante literatura que apoya la importancia de la microeconomía como sostén de la estabilidad macroeconómica.
Dicha literatura enfatiza la importancia de los mercados financieros y explica las recesiones a través de mecanismos tales como la racionalización del crédito y las quiebras en la banca y las empresas.
En el siglo XIX la mayoría de las recesiones se dieron como resultado de pánicos financieros. Que conducía a caídas de los precios de los activos y quiebras generalizadas del sistema bancario.
La cuestión clave no debería ser la liberalización o desregulación sino la construcción del marco regulatorio que asegure un sistema financiero efectivo.
En muchos países cabría la eliminación de marcos restrictivos de la competencia financiera, pero acompañando estos cambios con regulaciones crecientes que garanticen la competencia y el comportamiento prudente, para que los bancos posean los incentivos adecuados.
Una vez se ha puesto el diseño adecuado, deberá hacerse la transición con sumo cuidado y prudencia,.
Todos los países tienen un objetivo primario de la regulación, que debería ser asegurar que los participantes enfrenten el tipo de incentivos correctos; el gobierno no puede y no debería implicarse en el monitoreo de cada transacción, para evitar agrandar controles sino focalizarlos. El aforismo aplicable sería que el que mucho abarca poco aprieta.
Los desórdenes monetarios bancarios no se solucionan con incremento de las tasas de interés (para elevar la calificación de los requirentes y sacar a los que no pueden tomar los créditos a ese precio). Por el contrario es contraproducente y como resultado del incremento de la tasa de interés conduce a reducciones sustanciales del patrimonio de los bancos, exacerbando las crisis bancarias.
Las crisis bancarias (según datos empíricos) tienen severas consecuencias macroeconómicas, afectando el crecimiento durante los siguientes 5 años.
El proceso de reforma financiera
La importancia de crear un sólido sistema financiero va mas allá de prevenir simplemente las crisis económicas.
El sistema financiero puede asimilarse al cerebro de la economía.
Juega un importante papel en la captación y agregación de los ahorros de los agentes que disponen momentáneamente de un exceso de recursos.
Estos son reasignados a otros que pueden darles uso.
Los mercados financieros que funcionan, bien hacen un buen trabajo a la hora de seleccionar los receptores más productivos de esos recursos.
En contraste los mercados financieros que funcionan pobremente los asignan frecuentemente a sectores de baja productividad.
Seleccionar proyectos es el primer paso.
El sistema financiero debe seguir monitoreando el uso de los fondos asegurándose que sean utilizados productivamente.
En este proceso los mercados financieros cumplen muchas otras funciones, incluyendo la reducción del riesgo, el incremento de la liquidez y la trasmisión de información.
Todas estas otras funciones son esenciales tanto para el crecimiento del capital como de la productividad de todos los factores.
La regulación en los mercados financieros exitosos está al servicio de 4 propósitos:
- mantener la seguridad y solidez (regulación preventiva).
- promover la competencia
- proteger a los consumidores
- asegurar que los grupos menos favorecidos tengan algún acceso al capital.
En muchos casos la búsqueda de objetivos sociales, como asegurar que las minorías y las comunidades pobres reciban fondos (como lo hace la Community Reinvestment Act en EEUU o garantizar préstamos hipotecarios, misión esencial de la Federal Nacional Mortgage Assoc), puede, si se hace bien, fortalecer los objetivos económicos.
Por supuesto, si una economía está haciendo frente a altos niveles de inflación provocados por excesos de demanda agregada, el incremento de la tasa de interés -por ej. Por la vía de encajes mínimos- debe ser visto como un fortalecimiento de los economic fundamentals en la medida que restablecen la estabilidad macroeconómica, reiterando la importancia de los fondos anticíclicos.
Estimulando la competencia:
El Consenso no es suficiente para garantizar la estabilidad macroeconómica o el desarrollo alargo plazo.
Ambas cuestiones requieren mercados financieros adecuados.
Pero sin confundir medios con fines. El rediseño del sistema regulatorio y no la liberalización financiera debería ser la cuestión.
La competencia es central para el éxito de una economía de mercado.
Los teoremas fundamentales de la Economía del Bienestar, esto es, los resultados que establecen la eficiencia de una economía de mercado, supone la existencia, tanto de la propiedad privada como de mercados competitivos.
Los países en economía de transición y en desarrollo carecen de ellos.
La sustitución de importaciones demostró ser una estrategia de desarrollo altamente inefectiva, dejando obsoleto el paradigma del deterioro de los términos del intercambio introducido por Prebisch, neo-estructuralista de amplia repercusión en Latinoamérica y Argentina, en la década de los ´60.
En muchos países la producción industrial tenía valor agregado negativo y su capacidad de innovación había sido sofocada.
Los gobiernos podrían haber creado competencia entre las empresas domésticas, lo que hubiera provocado incentivos para importar nueva tecnología.
En verdad, fue el fracaso en la creación de competencia interna más que la protección del exterior lo que produjo el estancamiento
Tan importante al menos como crear competencia en el sector anteriormente protegido frente a las importaciones resulta hacerlo en el sector exportador, para mejorar el Sector Externo, fuente de divisas genuinas.
El modelo estándar de teorías económicas predice que los países cambiarán inter-sectorialmente, moviéndose a lo largo de su frontera de producción potencial produciendo más de aquello en lo que son mejores y comprando más de aquello en lo que son peores-ventajas comparativas, entendiéndose como frontera de producción que no se puede producir un bien adicional sin disminuir la producción de otro a la capacidad máxima de producción.
En cierto sentido era natural que el Consenso se centrara más en la privatización que en la competencia.
No solo eran ineficientes las empresas estatales; sus pérdidas contribuían además al déficit del presupuesto, cubriendo los mismos con préstamos externos y reforzando el desequilibrio del sector externo, influyendo negativamente en la economía.
La privatización mataba dos pájaros de un tiro al mejorar la eficiencia económica y reducir el déficit fiscal.
La idea era que si podían crearse derechos de propiedad, el comportamiento maximizador de beneficios de los propietarios eliminaría el derroche y la ineficiencia. Al mismo tiempo la venta de las empresas produciría ingresos fiscales muy elevados y/o reducción de la deuda externa por compensación.
Pero las privatizaciones fueron defectuosas.. la mayoría hubiera querido una reestructuración más ordenada y el establecimiento de una estructura legal más efectiva.
En esos momentos, privatizar rápida y ampliamente -postergando los problemas para el futuro- parecía ser un juego razonable.
Considerado desde el presente, los partidarios de la privatización pueden haber sobreestimado los beneficios y subestimado los costos de la privatización; particularmente los costos políticos del propio proceso y los impedimentos que han supuesto para futuras reformas. Hoy dicho juego parece ser mucho menos justificado.
Muchos alertamos sobre el peligro de privatizaciones precipitadas sin crear la necesaria infraestructura institucional, incluyendo mercados competitivos y cuerpos reguladores.
Si falta competencia, la creación de un monopolio privado no regulado, resultará probablemente en precios incluso más altos para los consumidores (Nota: telefonía y telefonía móvil en sus inicios).
Hay alguna evidencia de que sin competencia, los monopolios privados pueden sufrir diversas formas de ineficiencia y pueden ser muy poco innovadores.
La experiencia de las economías China y Rusa demuestran que es más importante la competencia que la propiedad privada o gubernamental de las empresas de servicios u otras.
Asimismo hay que dejar nota que ha sido difícil prevenir la corrupción y otros problemas en la privatización de los monopolios.
Privatizar un monopolio puede crear un poderoso entramado de intereses que obstaculiza la posibilidad de regulación o competencia en el futuro.
Estableciendo la regulación:
La competencia es un ingrediente esencial de toda economía exitosa.
Pero no es viable en los monopolios naturales.
Las nuevas tecnologías han expandido el ámbito para la competencia en muchos sectores que históricamente han estado fuertemente regulados, como las comunicaciones y la energía eléctrica.
Permitir a una empresa con poder de mercado en una parte de la industria regulada ganar una posición de completa dominación sobre las otras partes de esa industria comprometerá seriamente la eficiencia económica.
Forjando políticas de competencia.
Aunque el ámbito de competencia posible se ha expandido, ésta es normalmente imperfecta, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
La competencia puede ser suprimida de varias maneras que incluyen la colusión implícita y los precios predatorios.
El establecimiento de leyes antimonopolios para los países en desarrollo es un tema que no ha sido examinado cuidadosamente. Los países deben elaborar sus propias normas y no tomarlas textuales de normativas más sofisticadas como las de EEUU.
La mejor manera de neutralizar estos abusos sería elaborar leyes de juego limpio para el comercio y la competencia a partir del conocimiento más profundo sobre la naturaleza de la competencia, que ha sido elaborada a lo largo del siglo XX por las autoridades antimonopolios y los economistas de la organización industrial.
El gobierno como complementador de los mercados.
Las políticas del Consenso se basaban en el rechazo del papel activista del Estado con una posición antikeynesiana y en la promoción de un estado minimalista y no intervencionista. La premisa implícita era que los gobiernos son peores que los mercados. Por consiguiente cuanto menor el tamaño del Estado era mejor.
Conseguir que el gobierno se centre en las cuestiones fundamentales -políticas económicas, educación básica, salud, caminos, ley y orden- constituye un objetivo básico.
Pero centrarse en lo fundamental en absoluto equivale a recetar un gobierno minimalista.
El estado tiene un rol importante que jugar en la producción de regulaciones apropiadas, la protección y el bienestar social. El estado debe implicarse más allá de su tamaño.
El gobierno debe servir como complemento de los mercados emprendiendo acciones que hagan que estos funcionen mejor y corrigiendo fallas del mercado, haciendo de catalizador de tales baches. Luego de desarrollado su rol catalítico el estado debe retirarse.
Formando recursos humanos
El papel de los recursos humanos en el crecimiento económico viene siendo apreciado desde hace tiempo.
La contabilidad del crecimiento también atribuye una porción sustancial del crecimiento producido en los países en desarrollo a la acumulación de recursos humanos.
Las economías asiáticas enfatizaron el rol del gobierno en la provisión de educación universal, lo que constituía una parte necesaria de su rápida transición desde una enorme economía agraria (Nota: casi de subsistencia) a otra industrial.
Librado a sí mismo, el mercado generará una oferta insuficiente de recursos humanos. Es muy difícil tomar prestado contra ingresos futuros , pues el capital humano no puede ser constituido en garantía. Estas dificultades resultan especialmente severas para las familias más pobres. Los gobiernos tienen que jugar entonces un papel importante en la provisión de educación pública, contribuyendo a facilitarla y fortaleciendo el acceso al financiamiento.
Transfiriendo tecnología
La contabilidad del crecimiento atribuye la mayoría de los aumentos registrados en el ingreso per capita al mejoramiento de la productividad total de los factores, que proviene del incremento de la cantidad de producto por unidad de insumo- valor agregado-, lo que se debe en parte al mejoramiento de la tecnología.
Los beneficios derivados para la sociedad de un aumento de la inversión en tecnología sobrepasan de lejos los beneficios obtenidos por los empresarios individuales.
Sin la acción del gobierno habrá demasiada poca inversión en la producción y adopción de nuevas tecnologías.
Para la mayoría de los países que no se encuentran en la frontera tecnológica o sea al límite máximo de tecnología, donde los beneficios asociados con la facilitación de la transferencia de tecnología son mucho mayores que los derivados de la inversión en I+D original . Es decir dar el salto tecnológico el salto tecnológico, superando estados intermedios.
Las políticas para facilitar la transferencia de tecnología constituyen, pues la clave del desarrollo.
Otra política que puede promover la transferencia de tecnología es la inversión extranjera directa, que llega cuando hay seguridad jurídica y perspectivas de rentabilidad, inexorablemente.
Es posible que surja una tensión entre los incentivos para producir conocimiento y los beneficios derivados de su mayor diseminación.
Un mecanismo probable a adoptar para ello es el sistema acumulativo de la secuencia: copiar-adaptar-innovar-difundir de los países asiáticos. Y formar el Triángulo de Sábato, es decir: la tríada empresa-gobierno-sistema de ciencia y tecnología.
Haciendo más efectivos a los gobiernos
Cómo pueden diseñarse políticas que incrementen la productividad de la economía?
Utilizando datos de 94 países a lo largo de tres décadas, el estudio muestra que no son sólo las políticas económicas y el capital humano sino la calidad de las instituciones de un país lo que determinan los resultados económicos.
Dichas instituciones determinan, en efecto, el entorno en que operan los mercados Un entorno débil permite mayor arbitrariedad por parte de las agencias estatales y los funcionarios públicos.
El Estado debe ajustar los roles a sus capacidades.
Pero la capacidad actualmente disponible no es un destino.
Los estados pueden mejorar sus capacidades fortaleciendo sus instituciones. Esto significa no sólo construir capacidades administrativas o técnicas sino instituir reglas y normas que provean a los funcionarios de los incentivos para actuar en interés de la colectividad, restringiendo a la vez la acción arbitraria y la corrupción.
Un Poder Judicial independiente, frenos y contrapesos institucionales a través de la división efectiva de poderes y un control efectivo pueden restringir la acción arbitraria del estado y la corrupción. Salarios competitivos para los funcionarios públicos pueden atraer gente más preparada e incrementar el profesionalismo y la integridad.
El Estado puede: p.ej. abrir licitaciones y concursos para comprar bienes y servicios profesionales como para asignar recursos públicos. B) puede contratar agentes externos c)puede utilizar contratos basados en el desempeño -por resultados-.
A su vez los gobiernos son más efectivos cuando responden a las necesidades e intereses de los ciudadanos dándoles sentido de pertenencia y de implicación en las políticas en forma consensuada.
Ampliando las metas del desarrollo
El Consenso de Washington abogó por el uso de una pequeña serie de instrumentos (que incluían la estabilidad macroeconómica, la liberalización comercial y las privatizaciones) para alcanzar una meta limitada: el crecimiento económico.
El consenso post Washington reconoce que es necesario tener un conjunto más amplio de instrumentos.
Incrementos en los niveles de vida, incluyendo mejor educación y salud y no sólo aumentos del PBI. Buscamos desarrollo sostenible.
Pretendemos desarrollo equitativo y que asegure a todos los grupos de la sociedad y no sólo una élite gocen los frutos del desarrollo.
Y perseguimos desarrollo democrático para que todos los ciudadanos participen por múltiples vías en las decisiones que afectan a sus vidas, reconociéndose que el incremento en tecnología provoca inicialmente un incremento en la desigualdad, por la expulsión de mano de obra no calificada.
El incremento posterior será beneficioso, pero los resultados no son rápidos ni de alcance universal.
Observaciones finales.
El objetivo del Consenso de Washington se basó en el deseo de evitar los peores desastres. Aportó algunos de los fundamentos para el buen funcionamiento de los mercados, pero en forma incompleta y en algunos casos induciendo a errores ( que son corregibles ampliando las políticas)
El éxito de las economías asiáticas dependió de muchas más cosas que la estabilidad macro o las privatizaciones.
Sin un sistema financiero sólido – en cuya creación de reglas intervenga el gobierno- resulta muy difícil movilizar el ahorro o asignar eficientemente el capital.
Si la inversión pública en recursos humanos y transferencia de tecnología es insuficiente, el mercado por sí solo no llenará la brecha.
Estas son las ideas emergentes del Consenso de Washington, y mejoradoras del mismo, reconociendo con humildad su autor, que no tiene todas las respuestas.
En la actualidad las explicaciones sobre el crecimiento económico coinciden en la importancia del aumento de la productividad y fundamentalmente del progreso tecnológico. Pero la perspectiva para el siglo XXI y las deducciones sobre las causas reales del crecimiento económico generaron una revisión acerca de la sostenibilidad de altas tasas de crecimiento en el largo plazo y la participación fundamental del Estado en el pasado y hacia el futuro.
Además de considerar la intensificación del capital, también debemos tener en cuenta los avances tecnológicos. La suma de ambos factores provoca un aumento de la producción por trabajador.
Con los avances logrados en los procesos de producción, los nuevos productos como la electrónica, los avances en la metalurgia, las mejoras en el sector servicios, da lugar a asentarse en una situación estable; la economía disfruta de una creciente producción por trabajador, una suba de los salarios y una mejora en el nivel de vida.
En resumen, el cambio tecnológico, que aumenta la producción obtenida con un conjunto dado de factores, es un ingrediente fundamental del crecimiento de los países, y las diferencias tecnológicas constituyen la principal causa de las diferencias entre los niveles de vida de ellos.
La influencia de Schumpeter -el adalid de la innovación- es notoria.
Con ello arribamos al Modelo de Main Steet donde la premisa fundamental es el avance tecnológico, estimulado por la promesa del uso rentable de la innovación mediante la protección del invento a través de derechos de propiedad, licencias y patentes.
Pero el cambio tecnológico responde a los incentivos del mercado, por lo que, si las expectativas sobre el crecimiento son negativas los empresarios reducen la inversión en investigación.
Es decir que, el beneficio potencial que estimula el avance tecnológico depende de las expectativas sobre el aumento de la demanda agregada, que se logra a través de salarios altos que estimulan el consumo y que son financiados por el aumento de la productividad y la promoción estatal de cambio tecnológico y la inversión pública.
El modelo puede resumirse en cuatro supuestos:
1. El crecimiento se basa en el cambio tecnológico
2. La innovación tecnológica es una función del beneficio potencial.
3. El beneficio potencial es una función del aumento previsto de la demanda, es decir, de las expectativas de crecimiento que generan mejores beneficios esperados.
4. Por lo tanto, el crecimiento es una función el aumento previsto de la demanda.
En síntesis, el modelo de Main Street dice que únicamente la innovación es insuficiente para generar crecimiento si no hay expectativas favorables.
Por ello, el Estado, como agente activo y para lograr esos fines debe promocionar la tecnología y el bienestar, como políticas de estado, utilizando todos los instrumentos a su alcance.
Modelo de Main Street |
Invertir en investigación y desarrollo, infraestructura y capital humano. |
Establecer un comercio libre basado en los derechos y las normas laborales. |
Impulsar salarios más altos. |
Mejorar la seguridad del empleo. |
Crear incentivos para favorecer las mejores prácticas empresariales. |
Permitir una política monetaria expansiva. |
Regular la especulación mundial. |
El modelo de Main Street, aplicado con matices por el anterior Gobierno, y que presumimos seguirá con el sucesor ha tenido hasta el momento notorio éxito.
La producción de bienes y servicios por quinto año consecutivo ha tenido un crecimiento superior al 8%, triplicando la tasa promedio de crecimiento de nuestra economía de las últimas décadas.
Las consecuencias fueron la disminución paulatina de la tasa de desempleo, incremento de la capacidad de consumo de los trabajadores, mejoramiento de la rentabilidad empresaria, superávit de las cuentas fiscales y del saldo comercial de la balanza de pagos y reconstitución de las reservas.
Reconoce Arriazu que este proceso está generando una incipiente puja distributiva sectorial salarios/precios, que se reconoce como una de las fuentes de inflación. Asimismo las retenciones a los productos exportables dan pie al descontento de los sectores involucrados. Luego, puede esperarse un recrudecimiento de los conflictos si no se armoniza el comportamiento de las principales variables económicas, políticas y sociales, y se logra un balance entre objetivos de corto y largo plazo.
El autor menciona varios comportamientos que deberían adoptarse, de manera ejemplificativa no taxativa, entre ellos: disminución del empleo público, educación y entrenamiento a los sectores sociales marginados que forman el núcleo duro de la desocupación, permitir en la medida de lo necesario una inflación moderada emergente dado un crecimiento superior del PBI con respecto al PBI promedio mundial, sin por ello perder productividad; atracción de capitales argentinos radicados en el exterior confiados en el recupero y sostenibilidad del crecimiento, a lo cual agregamos seguridad jurídica, tantas veces soliviantada y origen de la desconfianza arraigada en los potenciales inversores.
El autor hace hincapié en que la atenuación de las pujas distributivas es un componente esencial de esta dinámica, puesto que la experiencia histórica muestra con claridad como estas luchas intersectoriales han malogrado incipientes procesos de desarrollo.
El análisis de la experiencia de los países con economías emergentes, que recibieron ingentes inversiones privadas en la década de 1990, muestran que algunos estaban más preparados que otros para la administración de esos flujos de capital.
Las características que sostienen al sistema económico de los países destinatarios de esas inversiones fueron, entre otras, evitar el ingreso de fondos "golondrinas", que se revierten rápidamente luego de obtenido una "plusrenta"; la instauración de políticas de Estado que por definición son de largo plazo; evitación de la sobrevaluación de la moneda del tipo de cambio real por períodos prolongados (en Argentina el ejemplo es la Ley de Convertibilidad), constitución de colchón alto de ahorros internos que se deriven a la inversión por los intermediarios financieros; orientación del crédito a industrias del sector de bienes exportables, superávit gemelos fiscales y comerciales o con déficit acotados. Los países que no han tenido en cuenta las reglas expuestas (v.gr. Argentina), han sufrido profundos sobresaltos en su economía ante cambios en el ambiente macroeconómico.
El uso del anclaje del peso al dólar fue un recurso exitoso en el programa de estabilización emprendido para frenar la hiperinflación instalada.
En rigor de verdad, la liberalización comercial indicaría como más propicio, una vez arraigada la estabilidad monetaria a la depreciación, que a la revaluación.
Los países del Extremo Oriente tuvieron revaluaciones moderadas o depreciaciones importantes, que junto al ahorro interno alto compensaron los excesos de demanda y las presiones inflacionarias por el ingreso de flujos de capitales importantes.
La revaluación de la moneda como instrumento de estabilización tiene en definitiva efectos no deseados, entre ellos la falta de competitividad en los precios frente a la oferta instalada en los mercados externos. La persistencia recalcitrante en el uso ad infinitum de tal recurso conducen al definitivo deterioro de la competitividad externa.
De ahí la resistencia de China para apreciar el yuan. El secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson viajó en julio de 2007 a China, para discutir con sus autoridades sobre el diálogo entre los dos países, en un momento que se hacen sentir los reclamos del Congreso para exigir una revaluación del yuan.
La posición cada vez más dura de los congresales se estrella ante los oídos sordos de las autoridades responsables de China. Los congresales de EEUU aprobaron un proyecto de ley que pide al Tesoro que identifique taxativamente a aquellos países cuyas divisas están "fundamentalmente desequilibradas", abriendo así la posibilidad de imponer eventuales sanciones económicas.
El último ajuste del yuan fue del 2,1% en julio de 2005, utilizando a partir de ahí una flotación sucia, que mantiene la cotización dentro de una fluctuación relativamente estrecha. Las negociaciones siguen en pie, pero China se mantiene en su posición.
Como mencionamos en otra parte de este capítulo, nuestro socio del Mercosur procedió en 1999 a la devaluación del real con consecuencias importantes para Argentina.
El uso inadecuado de los flujos de capital, como fue el caso de Argentina, donde sirvió para compensar los déficits fiscales y comerciales al costo del incremento de la deuda pública; además no se reflejó en un aumento de la producción de bienes exportables.
La orientación hacia el consumo y una baja tasa de ahorro interno hicieron el resto.
Asimismo, el cortoplacismo de los préstamos es útil para la recomposición del capital de trabajo o para la financiación comercial, pero no adecuada a proyectos de largo plazo donde los tomadores están sujetos a tener que refinanciar habitualmente los préstamos, sujetos a variaciones de tasas, cuando no al desinterés en el mantenimiento de los créditos por aparición en otros mercados de oportunidades más beneficiosas.
En tal caso, los tomadores fuertemente endeudados están en inferioridad de condiciones para la cancelación de sus préstamos por la vía de obtención de fondos a tasas espurias.
El fenómeno de la expansión de las corporaciones capitalistas hemos visto que no es nuevo.
El juez Losada , protagonista esencial en el affaire Swift- Grupo Deltec (Frigorífico Swift de La Plata S.A. s/ Concurso preventivo de acreedores), referencia el dato histórico de la irrupción de esas empresas en el mercado internacional desde el siglo XIX, agregando significativamente que las empresas multinacionales se han tornado en protagonistas centrales de la economía contemporánea. Y lo escribe en 1973.
No deja el autor de prever, citando a Kahn y Riggs que las transnacionales "son el mejor instrumento para crear una economía auténticamente internacional o global".
El proceso de industrialización seguido a partir de 1958 en Argentina con la radicación de transnacionales en sectores claves de la economía conlleva un creciente control de la economía nacional por empresas extranjeras debido a que las estrategias de las casas matrices pueden o no coincidir con la estrategia local, reduciendo las posibilidades de una coordinación efectiva de las decisiones estratégicas, concepto que ha desarrollado ampliamente Furtado.
Agrega Losada, citando a Vernon que sus estrategias "no se reducen a las grandes empresas extractivas de materias primas y de producción de energía, sino que se encuentran expandidas en la totalidad de los sectores económicos, especialmente en aquellos más dinámicos: aquellos que suponen el condicionamientos de las restantes empresas".
Según un trabajo actual de las Naciones Unidas se concluye que Argentina tiene un grado de transnacionalización mayor que el de Brasil, México, China, India y otros países periféricos de desarrollo intermedio.
Según la UNCTAD la participación de las filiales de empresas transnacionales en el total de la producción minera argentina en 2006 es del 100%, una cifra que sólo se encuentra en países africanos como Gabón, Ghana, Guinea, Mali y en algunos países asiáticos periféricos.
En petróleo y gas las transnacionales participan con un 81% en Argentina y 2% en Brasil. En promedio la participación en el rubro es: en el mundo en desarrollo 18,9%; en el desarrollado 36% y el mundial del 22,4%. El grado de extranjerización del aparato productivo argentino medido por el INDEC nos dice que en el pasado Gobierno se vendieron más de 490 empresas y que el 72% de las 500 compañías líderes del país son extranjeras.
Los ingresos por las ventas de las compañías a los empresarios argentinos, presumimos que en buena medida engrosaron la fuga de capitales, en los momentos previos a que la economía argentina se hundiera en la debacle de diciembre de 2001.
Cuando no hay estímulos para invertir y el mercado está convulsionado el atesoramiento en monedas duras o en oro, o la constitución de imposiciones a baja tasa pero ínfimo riesgo es la decisión natural de los agentes económicos.
El crecimiento de la inversión en Latinoamérica durante 2006 duplicó los ingresos de 2005, con cifras aproximadas a los 102.600 millones de dólares, conforme lo manifiesta el informe "Transacciones más allá de las fronteras" de Ernst&Young.
La región se ubicó en el segundo puesto mundial después de China. Hubo 645 adquisiciones y fusiones, contra el líder del ranking con 1711 operaciones de ese tipo.
El tercer lugar fue para India con 521 negocios. No es menos elocuente decir, que el monto para América Latina es superior al de China e India unidos.
La consultora opina que las razones del fenómeno se fundan en el mayor consumo en productos de mayor valor agregado, en especial servicios, una actitud favorable de los gobiernos a recibir inversiones, bajos costos, abundancia de materia prima -la niña bonita del momento- todo ello como consecuencia de su crecimiento económico.
Por ello es que Argentina trata de seducir a los capitales nacionales expatriados, mostrando los logros de casi cinco años de crecimiento continuo de su PBI y el estado inédito de equilibrio de su economía.
No es necesario aclarar porque es obvio, que las casas matrices, que diseñan las estrategias globales se encuentran en los países centrales, sea EEUU los países de la órbita de la Unión Europea u otros.
De estos conceptos podemos iniciar el acercamiento a una de nuestras ideas esenciales que motivan este trabajo, que es la influencia de decisiones ajenas, extraterritoriales, no controlables por gobiernos débiles, como lo son de facto, los de los países emergentes.
La existencia misma de la empresa transnacional afecta a las decisiones de política económica del Gobierno, por la dicotomía, o en su caso el antagonismo, de las decisiones globales en contra de las decisiones locales.
Por lo tanto, adoptar una planificación nacional, con cierto grado de centralización implica ejercer un genuino poder de decisión, que no siempre está en las manos de los gobiernos.
Cualquier accionar en contra de los intereses privados tiene como contrapartida la inseguridad jurídica ante situaciones de hecho y de derecho que fundamentan el legal accionar de las compañías transnacionales. Lo cual no quiere decir que el gobierno no disponga del poder de contralor y regulación de la economía, utilizando los legítimos derechos que le corresponden, en aras de subordinarlos a objetivos de interés público en la medida que lo permite el orden jurídico vigente.
Creemos interesante insertar los comentarios ad hoc de la entrevista realizada por Seminario al Dipesh Chakrabarty, físico y Dr. en Historia, hoy profesor de la Universidad de Chicago, investigador relevante en el área de la historiografía.
El autor dice sobre el entrevistado: "Desde un punto de vista europeo u occidental, podría decirse que Dipesh Chakrabarty desarrolló una interpretación de la historia desde los márgenes de la historia. Pero ocurre que el legado poscolonial de ese eurocentrismo que este académico indio juzga a la vez necesario e insuficiente para explicar los procesos históricos del mundo en desarrollo – y de la India en particular- es justamente lo que él mismo convirtió en su objeto de estudio".
En una apretada síntesis de las respuestas dadas por Chakrabarty, extraemos su visión de que las mismas palabras, como derechos, igualdad y democracia, que de algún modo son parte de la expansión europea y la dominación, si bien conceptualmente significan lo mismo en todas partes, en la práctica expresan cosas distintas.
También está convencido que "el capitalismo no necesariamente homogeneiza el mundo". La globalización en la India, afirma, beneficia a un 30% de sus habitantes, es decir que excluye a una mayoría del 70% . Hay un legado de colonialismo aún en la globalización y que el temor de India hacia este "neo-colonialismo" es parte del propio legado colonial, en el que Occidente es, en su conjunto, una potencia depredadora".
Interesantes conceptos, matices a incorporar en cuanto se desee reflexionar sobre los beneficios y perjuicios de la globalización, y en especial determinar en suma, si el saldo en superavitario o no.
Clamar acríticamente por las ventajas de la globalización es tan malo como denostarlas con igual actitud.
No deja de ser cierto que en los últimos diez años y hasta fines de 2007 el PBI mundial creció a una tasa promedio anual del 4,8% superior a la media histórica del 3%.
La contribución de China en alcanzar estas magnitudes es significativa, y lo hizo a través de la exportación de productos y servicios basados en uso de capital intensivo y mano de obra barata (us$ 1,00 la hora vs us$ 18,00 la hora en EEUU).
Las exportaciones de China fueron durante 2006 de us$ 970 billones, desplazando del primer lugar como exportador a Alemania. Todo ello en un contexto de aumento del petróleo inédito en la historia.
Asimismo y para destacar el grado de independencia logrado por China debemos observar la falta de impacto de la crisis de liquidez desatada por el affaire de las hipotecas con créditos sub prime en EEUU.
Tanto la UE como EEUU acudieron a la aplicación de medidas monetaristas ortodoxas iniciando la basa de tasas y la inyección de ingentes masas de liquidez.
En su lugar, China hizo exactamente lo contrario, intentando enfriar su economía, recalentada por años y años de crecimiento sostenido y acumulativo anual de más del 9% del PBI. Lo cual abona la tesis de que una economía fuerte, con una unidad de mando que tiene políticas de Estado basadas en la planificación, puede -y debe- tener autonomía para adoptar las medidas que beneficien a su mercado. Sin que por ello esto signifique estar de acuerdo con el status quo político de China, esbozado en la frase "Un país, dos sistemas", uno para la política, otro para la economía,
Algunos autores, como Palma Cané creen que China no se encuentra integrada a la globalización financiera, y que su futura inclusión hará sentir sus efectos mejorando significativamente la economía mundial.
Modestamente, nosotros disentimos con la destacada opinión precedente, pues creemos que China ya es sostén del equilibrio financiero global como lo demostraremos en otro lugar de este mismo trabajo.
En una rápida síntesis y a tipo de conclusión del presente capítulo, hemos visto que la globalización no es un fenómeno actual ni una moda posmoderna, sino que tiene antecedentes desde el siglo XV. La intensificación de las comunicaciones y la información gracias a las herramientas computacionales, hacen que desde aproximadamente quince años, esos lazos se intensificaran en grado sumo.
Hemos visto las ventajas de pertenecer, pero también las profundas distorsiones que afectan, en especial a los países en desarrollo y como de alguna manera las crisis, tienen repercusión mundial por la propagación a que son afectas. Las remezones por las crisis mexicana, rusa, brasileña, oriental y argentina han tenido repercusiones en los centros mundiales de poder, en mayor o menor medida.
Aún vemos las dificultades para liberar una corriente de inversiones hacia Argentina, debido al escaso avance las negociaciones con el Club de París, debido a la negativa argentina de reconsiderar la deuda "defaulteada" con los inversores que no se presentaron al canje de los bonos. La necesidad de contar con un waiver DEL Fondo Monetario Internacional al respecto, agravia el avance de las negociaciones.
Hemos podido observar la influencia de las multinacionales primero y de las transnacionales globalizadas después, sobre las economías de los países en desarrollo, como asimismo las dificultades para poder escapar a esa influencia negativa , aprovechando solamente las ventajas que la globalización suministra.
Pertenecer tiene su beneficio, pero implica aceptar los perjuicios. A pesar de ello, y contra el discurso del uso de políticas soberanas en la economía, hemos podido observar el alto grado de transnacionalización de la economía doméstica, iniciada fundamentalmente durante el gobierno de Menem,
La ideología monetarista y neoliberal, que con sus instrumentos permitió derrotar la hiperinflación y modernizar la infraestructura obsoleta de las empresas públicas, fue mantenida como solución permanente, concluyendo en una recesión prolongada e inédita en Argentina junto con distorsiones en el aparato productivo.
Los mercados ajustaron finalmente, por el airado reclamo de las clases medias perjudicadas, que vieron conculcados sus depósitos, aunado a la presión contra la moneda local, sobrevaluada, que impedía tener una ventaja competitiva contra los productos importados.
También plasmamos resumidamente el pensamiento de Ferrer sobre las inconsistencias de las política neoliberales como por las falencias estructurales de Argentina; la falta de liderazgo empresario no es un dato menor.
Y seguidamente, utilizamos a Stiglitz para que nos pusiera en tema con respecto al Consenso de Washington y el post-Consenso, las implicancias de las políticas sugeridas a escala planetaria, con ejemplos de países de Oriente, tal el caso de Corea.
Hemos podido dar un esbozo de las hipótesis del monetarismo y del neokeynesianismo, a través de los Modelos de Wall Street y Main Street y la utilización sucesiva de dichos instrumentos sobre la economía argentina, y sus resultados. Las políticas actuales han dado un crecimiento inédito e ininterrumpido durante cinco años, pero aún se espera conocer políticas de Estado sobre muchos rubros de la economía.
La inflación, ese fantasma que siempre ronda en el país se muestra esquivo en sus magnitudes, por las correcciones ad hoc, ocultamientos o presunciones de manipulación de los índices que la miden, debido a la irrupción grosera de funcionarios dispuestos a volver a escribir el diario de Yrigoyen, si aporta a sus decisiones.
Esa espera cautelosa y desconfiada se extiende al sector energético, donde la escasez de generación está a la vuelta de la esquina. Y por último, la esperanza de que la crisis norteamericana derivada de las hipotecas subprime, sumado a sus crónicos deficit en sus cuentas externas no terminen afectando el valor de los commodities agropecuarios, importante sostén , vía retenciones, de las cuentas fiscales.
Como sostienen los orientales, las crisis pasan a ser oportunidades.
China, país atrasado y semicolonial, que había tenido un pasado de esplendor, supo superar con el esfuerzo, con el sacrificio de su pueblo, que no escatimó muertes, ni errores ni excesos va por más, y con políticas heterodoxas lidera la locomotora del comercio mundial. Argentina es su proveedor de materias primas, pero sus crisis también han hecho crecer sectores que aprovechan la demanda mundial, tales como la incipiente biotecnología y los servicios mercerizados de software, junto con la industria de la hospitalidad, el turismo internacional, que ha crecido a pasos agigantados.
Seguimos firmes con el planteo manifestado en el prólogo y nos vamos a analizar otra pieza de este gigantesco puzzle.
DE LO QUE TODOS HABLAN: ECONOMÍA y FINANZAS
Introducción
Rodrik, reputado economista de la Universidad de Harvard se ha unido a los cuestionamientos del Consenso de Washington, y lo ha hecho a través de la publicación de un libro titulado sugestivamente "Una sola economía y muchas recetas. Mundialización, instituciones y crecimiento económico".
Sin cuestionar los méritos e intelectualidad del mencionado, éste afirma una verdad de Perogrullo, que la economía es una sola pero hay muy variados métodos de aplicación.
Cada país tiene una cultura y condiciones locales características y no es irrazonable que a la economía le de diferentes orientaciones según sus particulares necesidades.
En el capítulo en que hemos incursionado en la globalización, esbozamos los modelos de Wall Stret y de Main Street, donde muestran cada uno de ellos como debe desarrollarse un país.
Para no repetirnos en esos conceptos, sino tomar lo atinente, podemos decir que la Argentina de 2008 tiene superávits gemelos (fiscal y comercial) y reservas, lo que da como resultado el alejamiento, al menos parcialmente, de la crisis financiera de EEUU. Creemos que lo apuntado es un buen ejemplo sobre el beneficio, en este caso, del apartamiento de las recetas típicas del Fondo Monetario Internacional o de varias de las consignas apuntadas por el Consenso de Washington.
Pero hete aquí, que hay muchas discrepancias sobre la sugerencia de que exista una sola economía, que vendría a ser la neoclásica.
La existencia de una economía de mercado con competencia perfecta creemos que es un mito…o una patraña.
La Escuela de Chicago, monetarista en esencia, donde se enrolan economistas como Milton Friedman y George Stigler, sostienen que las economías de mercado se autorregulan sin la necesidad de existencia de un Estado que asuma ese papel.
Esto lleva a que los economistas de esa escuela de pensamiento consideren que la falta de equidad es un axioma y es aceptable, ya que el costo de modificar tal status quo es ineficiente porque los costos serían mayores que las utilidades.
Vendrían a aceptar la inequidad como un designio divino.
La otra escuela es la del MIT, que incluye a figuras como Paul Samuelson, Paul Krugman, Joseph Stiglitz y Larry Summers.
Esta Escuela opina que las economías de los países se ven perjudicadas por las fallas del mercado, tales como competencia imperfecta, los monopolios, y externalidades como las crisis de las cuales hemos hecho mención repetidamente y de la cual hoy tenemos un vasto ejemplo en la crisis norteamericana iniciada por la especulación en el mercado hipotecario. Por ello la Escuela del MIT es proclive a aceptar la intervención de los Estados para paliar dichas fallas de mercado.
Admiten, a su vez, a la inequidad la reputan de inaceptable y para nada evitable, si se hace uso de las herramientas regulatorias de los Estados.
Aparece luego la Escuela heterodoxa, incompatible con la teoría neoclásica y sus cultores son Schumpeter y Heilbronner discípulo de aquél, que incluyen la inequidad como consecuencia de la mala distribución del ingreso y la necesidad de la tecnología y el concepto de innovación como prerrequisito para el desarrollo de las economías.
Los pocos intelectuales que hemos mencionado, sin embargo comparten algo y es la adscripción a los valores occidentales, caracterizados en su mayoría por ser democráticos.
Un Estado como la República Popular China desvirtúa todos sus postulados, pues aún es difícil concebir e interpretar la frase : Un país, dos sistemas.
La planificación económica entremezclada con el capitalismo salvaje de libre mercado con un férreo control político es un nuevo, insólito y novedoso paradigma, que sin embargo y contrario sensu a lo pensado, ha dado más que buenos resultados: China está a un paso de ser la tercer economía del mundo. Y veremos porqué.
EEUU alimentada por burbujas y sus consecuencias mundiales
La economía de Estados Unidos hasta 1980 estaba fundada en el aumento del salario como consecuencia del aumento de la productividad. Esos salarios crecientes tiraban de la demanda y alentaban la inversión para seguir haciendo crecer la producción.
Posteriormente a esa fecha hay un cambio de actitud hacia los déficits comerciales del sector externo como una herramienta de control de la inflación a través de la compra de productos importados a precios más baratos, que los de producción propia.
El salario real se estanca y deja de ser motivo de miradas, que se centran en los precios de los activos. Pareciere que ahora la economía de EEUU es dependiente de la inflación, por lo que propicia la importación de manufacturas más baratas, muchas de ellas de China. Por ello incrementa su déficit comercial de balanza de pagos y "compensa"con la inflación de los precios de los activos, fomentando burbujas por medio de la expansión financiera para mantener el crecimiento de la economía.
Ello también tiene origen en la desaprensiva política de bajas de las tasas de interés desde 2000 hasta 2007 y una expansión desusada del gasto
La Reserva Federal (FED) mantuvo las tasas de interés a niveles históricamente bajos durante un prolongado período de tiempo, lo que provoca la expansión mediante una burbuja de precios de las viviendas, que provoca un auge de la construcción.
La FED contribuye de ese modo a crear la crisis de las hipotecas de alto riesgo.
Mucho se ha hablado de la crisis por las hipotecas sub-prime por lo que nos preguntamos porqué nosotros no podemos hacerlo; y explicarlo?
Pero antes queremos hacer nuestras unas palabras de Paul Samuelson, que teme haber contribuido a crear un Frankestein con sus clases en el MIT a ingenieros financieros y sus consejos en la revista Newsweek para que los países extranjeros invirtieran en carteras internacionales. Acepta que ayudó a crear un monstruo.
La moderna ingeniería financiera se trata de los nuevos derivados financieros, que son operaciones de cobertura de riesgo o especulativas, sobre bienes subyacentes, a determinado plazo para comprar ("calls" opciones de compra) o vender ( "puts" opciones de venta) mediante el pago de una "prima" o fondo de garantía.
Sin pretender dar un diccionario financiero, pero con el interés que nos mueve para algún lector de este ensayo y de las fuentes mencionadas les definimos los distintos derivados o derivativos según el bien sobre el que se trate: sobre acciones o Bonos son Opciones; sobre Commodities son "forward"; sobre Monedas son Futuros y por último, sobre Tasas de Interés son swaps.
Es interesante destacar que los derivados sobre commodities ante la crisis de los mercados de valores, son los que estimulan, en parte, al alza de los precios de los granos, como la soja o los cereales en los mercados mundiales, tema del cual nos ocuparemos oportunamente.
Otro de los instrumentos que ha provocado la expansión a números inusitados en el mercado financiero es el apalancamiento (leverage effects) que podemos definir así: cuando un jugador o inversor emplea fondos ajenos, que devengan interés y la tasa de interés es inferior a la rentabilidad corriente que obtiene de la inversión, conviene seguir tomando fondos ajenos, que apalancan a la rentabilidad corriente. Sobre esto Samuelson ha dicho: "Pero sin transparencia y una comprensión adecuada de la aritmética del cáncer del apalancamiento, puede que esté llevando a las finanzas modernas a un nuevo tipo de fragilidad".
Vayamos ahora a la formación de la burbuja de las sub-prime en EEUU.
Hemos dicho supra que las tasas de interés eran excepcionalmente bajas, lo cual impactaba sobre la rentabilidad de los Bancos, por lo cual a éstos se les hizo necesario inventar un nuevo negocio dando préstamos más arriesgados pero a tasas superiores.
Comenzó el ofrecimiento de créditos hipotecarios a los clientes ninjas ( no income, no job, no assets; o sea personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades) con una tasa mayor para acotar el riesgo aprovechando el boom del mercado inmobiliario y hasta por valores superiores, dado que se esperaba un aumento del precio de los inmuebles, que garantizaban en última instancia al crédito a otorgarse.
Estos créditos hipotecarios son las llamadas "hipotecas sub-prime".
La tremenda expansión de la demanda de créditos obligó a los Bancos locales a fondearse en Bancos extranjeros (hemos visto que Samuelson instaba a la internacionalización de las carteras), que para eso está la globalización.
Cuando el Banco otorgante de hipotecas ve que sus relaciones técnicas van mermando en cuanto a que está excediendo los porcentajes exigidos por las Normas de Basilea, busca una salida a ese escollo e inventa la Titulización a través de los MBS (Mortgage Backed Securities) o sea Obligaciones garantizadas por hipotecas, que son paquetes donde se mezclan hipotecas prime y sub-prime (buenas y malas).
Los compradores de esos paquetes o MBS son fondos o trust vinculados (conduits) o no al Banco otorgante o de primera instancia, quienes pueden lavar así la cara de sus posiciones financieras.
Los conduits no consolidan balances con el banco y son trust o fondos de inversión, que obtienen los fondos para su accionar: a través de la venta de los MBS a Bancos de Inversión que las ofrecen y negocian al público, a Fondos Comunes de Inversión, Aseguradoras Financieras, etc.
Debido a la complicidad o falta de idoneidad u otros factores las Calificadoras de Riesgo fueron tibias al momento de calificar los MBS, o hasta modificaron el rating o calificación ,aumentándolo, a pedido de los Bancos de Inversión a AAA
Pero de cualquier manera, a los efectos de hacer viables esos paquetes titulizados se procedió al invento de los tranches , que es ni más ni menos que la reestructuración de los paquetes, donde se entregan hipotecas buenas, regulares y malas, menguando parcialmente el riesgo y siempre superando cualquier apalancamiento razonable.
Como había que bautizar a estos MBS ordenados en tranches le pusieron el bonito nombre de CDO ( Collateralized Debts Obligations o sea Obligaciones de Deudas Colaterizadas).
Como si esto fuera poco, también se inventaron los CDS (crédito Default Swaps) por el cual el adquirente pagaba una prima para cobrar más intereses si había un default en el pago de la deuda.
Pero como no hay dos sin tres hubo un Synthetic CDO, pero ya es suficiente con lo anterior para darnos cuenta que la imaginación de traders y brokers supera a cualquier gurú del marketing, y que el afán por obtener el bonus de fin de año es un excelente acicate a la hora de inventar e inflar burbujas.
Porque todo ese andamiaje se sostenía en que los ninjas siguieran pagando y los precios de los inmuebles siguieran subiendo…pero no sucedió así. A principios de 2007 los precios de la vivienda comenzaron a desplomarse y los ninjas no pudieron o no quisieron pagar sus mensualidades, y entonces todos esos MBS, CDO, CDS y demás dejaron de ser demandados por los inversores; y los que los tenían no pudieron venderlos y todo se derrumbó y los papeles perdieron la mayor parte de su valor.
Aún se desconoce la magnitud del problema y las cifras varían entre los 100.000 á 500.000 millones de dólares estadounidenses y la FED ha inyectado masivas cantidades de billetes al mercado para impedir una corrida bancaria que terminase en un crack.
Ben Bernanke, gobernador de la FED admite hoy que ni siquiera él es capaz de conjeturar cuán cerca de la quiebra podrían estar los grandes Bancos de Nueva York, Londres, Frankfurt y Tokio como resultado de la crisis inmobiliaria.
A ritmo anual las ventas de propiedades cayeron el 34,4% en noviembre de 2007 y el stock de propiedades nuevas en venta cayeron en 1,8%.
Los temores se basan en que una caída pronunciada podría tener influencia sobre el consumo, que es el principal motor de la economía.
Esta caída de la economía estadounidense, que tiene repercusiones en lo inmediato como el menor valor del dólar, y a futuro como es la recesión, todo atado con la falta de confianza hacia ese país, sus instituciones bancarias no obsta para reconocer que EEUU seguirá siendo por algunos años la principal potencia mundial, por su relevancia estratégica y referente obligado en este aspecto de todas las naciones; su preeminencia económica, dado que crea el 25% del producto bruto mundial; su poderío militar, su liderazgo en los campos científicos y tecnológicos y la calidad de sus instituciones.
Lo que es realmente sorprendente es que el colapso era tan predecible como anunciado. Dice Paul Krugman en agosto de 2005 "Estos días los norteamericanos se ganan la vida vendiéndose casas unos a otros mediante préstamos de los chinos. De alguna manera esto no parece ser un modo de vida duradero". No lo era.
De cualquier manera los traders y brookers de Wall Street cobraron sus suculentos bonus con esa operatoria, y han quedado marginados de los efectos colaterales de esta crisis actual, como la restricción del crédito y la pérdida de confianza sobre el dólar como divisa de resguardo.
Las enormes gratificaciones de los especuladores profesionales amén de ser injustas, incitan a que se continúen con los riesgos extremos e inclusive con los fraudes.
El broker Jerôme Kerviel acaba de hacerle perder al banco Société Générale 4,9 mil millones de euros ya es una celebridad en la web . Las camisetas con su rostro estampado se venden a us$ 16 y ha recogido en los foros on line citas tales como : "Bravo Jerôme : has demostrado lo ridículo del sistema capitalista".
No es el primer caso de estos vastos fraudes ya que existe el antecedente de 1995 con Nick Leeson, el broker inglés que hizo quebrar a la Banca Baring Brothers o John Rusnak que perdió 691 millones de dólares del Allied Irish Banks en 2001.
Algunos comentaristas se animan a tirar palabras consoladoras como explica Carlos Maslatón, analista de mercados y trader argentino quien explica que el caso Kerviel "trata sobre mercados de futuros, que funcionan en un sistema cerrado -lo que unos pierden, otros ganan- el efecto macroeconómico fue contenido, algo que hubiera sido muy distinto de tratarse de una Bolsa de Acciones"
Es más, en el artículo citado se menciona que si Kerviel la hubiera "pegado" (acertado) con su apuesta hoy le tirarían pétalos de rosa por los pasillos del banco. En realidad se refieren a un gran bono y un gran ascenso. Tan elocuente que huelgan los comentarios.
El presidente Bush admitió en una gira que hay síntomas serios de que la economía estadounidense se está debilitando y calificó de preocupante la pérdida de 17 mil puestos de trabajo no agrícolas contra las proyecciones de los analistas que estimaban, por el contrario, un crecimiento de alrededor de 80 mil puestos de trabajo.
A colación de ello y reconociendo la irrupción de un "período desafiante" el 18 de enero del corriente año pidió al Congreso, que aprobara un paquete de medidas por us$ 145 mil millones dirigido a estimular el mercado interno y evitar que el cuadro actual desemboque en una recesión. El núcleo del paquete estriba en reducciones impositivas a los contribuyentes , como explicamos seguidamente.
La tasa de desempleo se encuentra cercana al 5%, que se considera un punto de bisagra desde un punto de expansión a uno de desaceleración o cuasi recesión de la economía, cuestión sobre la cual difieren los confundidos economistas.
El Congreso debate medidas intentando armar un paquete bipartidario de medidas para alentar la alicaída economía y volvieron sus miradas a un conjunto de medidas impositivas e iniciativas de gastos, incluyendo una devolución de impuestos a las rentas personales y un incentivo impositivo para el año siguiente, repitiendo viejas medidas adoptadas en 2001 y 2002, con el objeto de alentar a las empresas a invertir en la renovación de plantas y equipos.
Por otro lado todos los ojos apuntan a la Fed, para avizorar las partidas de liquidez que inyectará al sistema y la rebaja de tasas de interés para apuntalar la inversión.
Las medidas son en alguna medida contradictorias, puesto que estimular el consumo en el mercado interno y por el otro lado desestimar el ahorro que es la contratara de la inversión no tiene mucho asidero lógico.
El fantasma de la inflación aparece, ya que la tasa de 2007 fue la más alta de los últimos 26 años, aunque, obviamente, si las comparamos con la tasa argentina es maravillosa.
La celeridad de los cambios entre fines de 2007 y principios de 2008 nos lleva a leer artículos que han quedado obsoletos. Se leía para diciembre de 2007 que EEUU temía una recesión y la caída del dólar podría quedar fuera de control. Así decía The Economist para La Nación el 1º de diciembre. Anunciaba que el euro seguiría encareciéndose lo que afectaría el crecimiento europeo y que el dólar retrocedería como reserva monetaria, inclinándose los países a una canasta de monedas donde el euro tuviera preponderancia.
Ya en marzo de 2008 podemos observar que el dólar sigue cayendo, batiendo todos los records contra el euro y atravesó el umbral de los 100 yenes, y se cotizó por primera vez a menos de un franco suizo.
"No está claro que sepamos cómo salir de esto"dice Edwin Truman ex jefe de la división finanzas internacionales de la Reserva Federal.
El declive del dólar contribuye al aumento de las materias primas y el barril de crudo superó los us$ 111, el barril, lo cual alienta una inflación que puede restar capacidad a la Fed para bajar las tasas de interés propiciando el estímulo de la economía.
Este huracán financiero llevó a desplomar al Bear Stearns, uno de los cinco grandes bancos de inversión de Nueva York, y si nos remitimos a las palabras de Bernanke, habrá que esperar cuáles otros seguirán su camino.
Para dar por finalizado este punto e internarnos en las consecuencias de la presunta recesión y del ineludible caos financiero y baja de la moneda americana agregaremos el último comentario, y es sobre los controles.
Luego de haber discurrido sobre hechos y teorías, sobre decisiones y acciones, sobre economistas de libre mercado y de mercado controlado o regulado podemos concluir que todos los controles han fallado, que todas las instituciones han claudicado a mano de los magos financieros de Wall Street y otras plazas, que han rebasado cuanta regulación protectiva hubiera y se internaron en el riesgo impulsados por la codicia.
Soros, inversor multimillonario pide a gritos "un nuevo alguacil" para las finanzas globales, luego de haber ganado fortunas apostando contra las hipotecas sub prime. Y a medida que la crisis avanza el clamor por la reforma financiera internacional aumenta. Las preocupaciones giran alrededor de la contradicción entre los mercados de capital internacionalizados y las normas de control propias de cada país.
Pero el tema es quiénes serán los que sufrirán estos males. Es indudable que los habitantes de EEUU, pero la expansión de la crisis a terceros países, y en especial aquellos emergentes que no estén blindados ante el estropicio generado por los países centrales.
Ello nos lleva al desacople de EEUU por Argentina y por China, que es nuestro próximo tema.
Discusiones sobre el "desacople"
Lo que comenzó con un problema financiero con arraigo en el negocio inmobiliario, generada por el empaquetamiento en CDO´s con hipotecas sub prime incorporadas en la titulización terminó en una crisis crediticia de proporciones, que se presume tendrá su epifanía con una recesión de alcances aún indefinidos, rompiendo con el círculo virtuoso de crecimiento mundial de los últimos seis años.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |