Habilitaciones para shoppings, venta de bienes públicos, autorización para tomar deuda externa muy cara y cesión de tierras del Estado para desarrollar negocios inmobiliarios de firmas particulares. El acelerado proceso de especulación inmobiliaria y construcción desenfrenada que ocurre en las grandes ciudades del mundo (al que Buenos Aires no es ajeno) lleva a las grandes empresas a "asociarse" con el Estado para apropiarse de lo público.
Ahora los Gobiernos pactan con las constructoras más importantes para facilitarles la privatización de grandes áreas urbanas. Si uno mira el mapa de Buenos Aires y el conurbano costero verá que sobre la ribera del Río de la Plata se está levantando una muralla de rascacielos, planificados y ejecutados por cerebros de la actividad privada:
En Bernal, Avellaneda y Quilmes, se quieren derogar ordenanzas que declaran reservas ecológicas para que Techint pueda construir "Nueva Costa del Plata", una suerte de Puerto Madero II, a pocos kilómetros del centro de Buenos Aires.
Para poder realizarlo es necesario elevar la cota de la costa a seis metros de altura, lo cual implica la destrucción del humedal y de la selva marginal: la devastación de un espacio público de bosques nativos que brinda un servicio ambiental esencial a la comunidad, y cuya función sería comparable a la de los riñones en el cuerpo humano (reteniendo las crecientes, mitigando inundaciones y filtrando la contaminación del Río de La Plata, el Polo industrial Dock Sud y los rellenos sanitarios del CEAMSE).
En la desembocadura del Riachuelo, el kirchnerismo ya anunció el "edificio más alto de Sudamérica", en la Isla Demarchi.
Se trata de un supuesto centro para la industria fílmica, que ya fue adjudicado a la empresa Riva, y que debería ser elevado y pagado por el próximo Gobierno nacional.
A su lado, es probable que antes de finalizar el 2015 el macrismo logre aprobar otra alucinación faraónica llamada "Solares Santa María", que administraría la empresa Irsa en terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors. Serían varias torres de lujo de treinta y cuarenta pisos de altura.
Cruzando el extremo Norte de la ciudad, en Vicente López, la compañía inmobiliaria Ribera Desarrollos edificó sus primeras torres de más de veinticinco pisos del complejo "Al río".
Los flamantes pisos se vendieron a precios que oscilaban entre cuatro mil y seis mil dólares por metro cuadrado. Los edificios están unidos a través de puentes de veinte metros de largo que, a la vez, funcionan como viviendas.
Resumiendo, en poco tiempo, podrían existir: un Puerto Madero en zona Sur, otro en zona Norte, el original que inició el menemismo en los años noventa, el polo audiovisual kirchnerista, la "Dubái de Elsztain". Es posible que semejante empalizada de hierro, cemento y vidrio obligue a cambiarle el nombre a la ciudad capital, que podría pasar a llamarse "Pocos Aires", ya que los vientos y las brisas chocarán a diario contra este bloque casi monolítico.
EL MEGACANJE PRO-K EN UNA SOLA SESIÓN Los legisladores de la oposición no kirchnerista en la Legislatura porteña no lo podían creer. Repentinamente, se habían transformado en verdaderos "convidados de piedra" dentro del recinto, ya que el Pro y el FPV llegaban a él con un armado previo de proyectos de ley en el que sólo habían participado altos funcionarios del Gobierno de Cristina y de Macri.
En efecto, Diego Bossio (titular de Anses) y Axel Kiciloff (ministro de Economía de la Nación) cruzaron la Plaza de Mayo para negociar en persona con los popes mayores macristas un paquete más que voluminoso.
Por éste, la Casa Rosada desafectaba extensos y estratégicos predios del ferrocarril en distintos barrios de la ciudad capital, para que pasaran a depender de Macri, quien debía recategorizarlos y disponerlos para su "uso social".
Se decía que, de esta manera, las clases menos pudientes de la Reina del Plata podrían acceder a terrenos donde se iban a erigir construcciones del plan Pro.Cre.Ar. La movida, en apariencia altruista, fue apenas la "carnada" que escondía otras intenciones contenidas en el acuerdo cuasi secreto. Los diputados ultra-K, demostrando un estómago de acero, se tragaron varios batracios en fila:
el macrismo logró la construcción de un Centro Logístico de Cargas en Liniers, la creación de un Distrito de las Artes en La Boca, una playa para camiones en el Parque Roca, la autorización del bono de doscientos cincuenta millones de dólares para comenzar una serie de obras anti inundaciones en el arroyo Vega, la venta del simbólico Edific io del Plata, de Carlos Pellegrini al 200, frente al Obelisco, cuyo producto se usará para financiar el traslado de la Jefatura de Gobierno hasta Parque Patricios.
En el momento decisivo, el bloque del Pro sumó cuarenta adhesiones con el apoyo de doce de los catorce diputados del interbloque K.
Antes de pasar a la votación, los representantes de la Coalición Cívica, Proyecto Sur y el Frente Amplio Progresista se retiraron del recinto para no presenciar un pacto al que calificaron como "pornografía legislativa".
A cambio, la Casa Rosada obtuvo autorización de la Legislatura para implementar el plan de viviendas Pro.Cre.Ar en la Ciudad, en terrenos ferroviarios de Barracas, Palermo, Caballito y Liniers, que pertenec ían a la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).
Ante la falta de crédito hipotecario por culpa del cepo al dólar, que comenzó a fines de 2011, y también de la estampida inflacionaria de 2012, 2013 y 2014, la clase media ya no podía acceder a nuevas viviendas en los principales conglomerados urbanos de la Argentina.
Por ello, esta hipotética solución que brindaría el programa creado por CFK con dinero de la Anses aparecía como un paliativo muy interesante.
¿Cuál fue el resultado de la iniciativa?
Solamente en la zona de Barracas, en ex terrenos del ferrocarril Belgrano Sur, se levantarían cuatro mil trescientas unidades (que luego fueron tres mil cien y, por último, apenas unos pocos carteles de anuncio).
Eran predios que había reclamado muchas veces el conocido cura villero Padre Pepe (José María Di Paola), para urbanizar la complicada y violenta villa 21 que se levanta detrás del estadio Tomás Adolfo Ducó, del Club Huracán.
Hasta el primer semestre de 2015, no se materializó ni una sola vivienda social, a pesar del encomiable interés de ambas administraciones por "ayudar a los que más lo necesitan". Las nuevas normas, además, dejaron abierta la puerta para que los espacios transferidos sean destinados a otros fines, como la instalación de centros comerciales y viviendas de alto costo. En la práctica, se trató de la legitimación de shoppings como el de Palermo, cerca de Pacífico (avenida Santa Fe y Godoy Cruz/Juan B Justo), que llevaba ya un año de trabajos previos al momento de lograr su autorización.
El denominado "Arcos Gourmet" no fue presentado ni discutido en audiencia pública, pero la Autoridad de Protección del Ambiente de Buenos Aires, ente autárquico, les dio la aprobación, a pesar de tratarse de una de las zonas que tradicionalmente más se inundaba.
El bloque de diputados kirchneristas acompañó sin objeciones el clave anexo cuatro de esta movida.
Mientras tanto, en Caballito, en un predio de cuatro hectáreas que compró IRSA a la quiebra de Ferro Carril Oeste, la nueva normativa lo habilita para hacer un shopping y tres torres de trece pisos cada una. Como "regalo", la firma haría un puente a una cuadra (que terminaría beneficiando al propio conglomerado de negocios).
En general, en el mundo, los llamados malls no se meten en el entramado urbano, que es para el comercio de baja escala. Se ubican en las afueras, para el comprador que quiere llegar hasta allí en su auto particular.
Cabe aclarar que, tanto en Caballito como en Palermo, en los terrenos cedidos se van a levantar las grandes obras mencionadas en contra de la voluntad de los propios vecinos, quienes habían presentado proyectos en la Legislatura para un "Parque del Bicentenario" y un lago aliviador con espacios verdes.
Enrique Olivera, ex jefe de Gobierno de Buenos Aires, había propuesto también armar un gran "corredor verde" cuando se soterrara el ferrocarril Sarmiento entre las estaciones de Caballito y Liniers.
Eso le daría cientos y cientos de hectáreas de plantas y nuevos parques a una ciudad que apenas tiene 1,2 metros de césped por cada habitante (el 10% de lo que disfrutaba hace un siglo).
La gran pregunta es: la Ciudad, que tiene una población estable de tres millones de habitantes, ¿Necesita construir más departamentos para los sectores de mayores ingresos?
En la última década se sumaron al cemento porteño nada menos que veinte millones de metros cuadrados para residencias y locales comerciales. Según el último Censo Nacional de Población y Vivienda (realizado en octubre de 2010), casi la cuarta parte de las casas en la Reina del Plata están vacías.
Los distritos residenciales más tradicionales, como Recoleta (34,50%), Palermo (29,47%), San Cristóbal y Balvanera (25,20%) encabezan ese altísimo registro. Lo mismo ocurre en Belgrano, Colegiales y Núñez (24,58%), y en Caballito (21,85%).
Resumiendo: en la CABA, de 1.425.840 viviendas censadas, hay 340.975 vacías. Mientras las villas de emergencia y los asentamientos se duplicaron durante la "década ganada" (ver capítulo siguiente), cada vez existe mayor cantidad de unidades sin ocupar destinadas a los sectores premium. Quizás sea un reservorio de inversión a utilizar cuando los barrios privados no puedan soportar la escalada de robos y violencia que está por venir En lugar de tratar de corregir este desfasaje, como ocurre en España, donde desgravan casi por completo los edificios destinados a los más jóvenes, el macrismo y el cristinismo se dedicaron a aumentar aún más la dimensión de una esfera especulativa, que sólo contribuye a expulsar a las clases medias más allá de la General Paz y del Riachuelo.
SOCIOS PARA LA VENTA DE CATALINAS NORTE El "macristinismo" que gobierna desde la Legislatura porteña aprobó el remate de los predios de Catalinas Norte, ubicado en la súper privilegiada zona de Avenida Córdoba y Alem. Se trata de quince mil metros cuadrados, que conformaban una oportunidad única, irrepetible. Allí se construyó un monstruo de más de cuarenta pisos, que contribuyó a completar un verdadero "telón" de megatorres junto a las que ostenta Puerto Madero. La venta de Catalinas Norte se ubicó en torno a los ochenta millones de dólares, a pesar de que estudios inmobiliarios indicaban que el predio podía costar varias veces más.
La ley dictada preveía que los recursos que se iban recaudar con el remate de esas tierras se destinarían a la "compra y a la reparación de escuelas". Sin embargo, nunca se supo exactamente qué obras se culminaron, ya que el presupuesto porteño no registró un crecimiento específico en materia de "infraestructura escolar".
Eso significa que el aporte por la venta de estos terrenos fue precedido por una reducción de los recursos presupuestarios. En criollo, un "engaña pichanga", un "pase de manos", que aún hoy es materia de investigaciones.
SOCIOS EN EL TRASLADO DEL MONUMENTO A COLÓN Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri acordaron el traslado de la estatua de Cristóbal Colón, que se encontraba ubicada en el parque homónimo, detrás de la Casa Rosada.
El monumento fue un obsequio de la colectividad italiana que reside en la Argentina, con motivo de las fiestas del Centenario de la Revolución de Mayo. Muchos inmigrantes peninsulares hicieron ingentes aportes de dinero hace más de un siglo para alcanzar el cometido.
En marzo de 2013, el Poder Ejecutivo Nacional comunicó sorpresivamente que el monumento sería reemplazado en su ubicación por una estatua de Juana Azurduy de Padilla. La creación en honor de la luchadora por la independencia sub-continental sería financiada a través del Gobierno de Bolivia, gracias a la donación de más de un millón de dólares efectuada por su presidente, Evo Morales.
Sin embargo, quienes se oponían al "cambio de figuras" sostenían que la estructura de mármol de Carrara estaba ya deteriorada, producto de erosiones, y que podía romperse antes de ser llevada a su nuevo emplazamiento, algo que finalmente ocurrió.
Luego de defender en público la misma posición de la colectividad italiana porteña (que se oponía firmemente a la decisión de Cristina Kirchner), Macri dio un triple salto mortal y aceptó la mudanza hasta la Costanera Norte. ¿Qué obtuvo la Ciudad a cambio de esta claudicación? Luego de casi diez años de inacción, el Gobierno nacional aceptó correr unos quince metros un alambrado del Aeroparque y desplazar también dos metros las vías del Ferrocarril Belgrano, para que se pudiera completar la traza de la autopista Illia, en forma paralela a Avenida Lugones, a lo largo de tres escasos kilómetros. El 3 de junio de 2014 fue inaugurada la prolongación con la feliz presencia del Jefe de Gobierno local y de la Presidenta de la Nación, quien tenía la extraña obsesión de desprenderse de la figura del genovés, luego de una recomendación en ese sentido formulada por el ex presidente venezolano Hugo Chávez. El comandante caribeño consideraba al hombre que contribuyó a poner fin a la Edad Media como "un genocida".
Difícilmente estemos frente a un capítulo cerrado, ya que los "paisanos" de Franco, el capo del clan familiar Macri, tampoco se caracterizan por ser gente que olvide las afrentas con mucha facilidad, según demuestra la historia de los últimos siglos. Macri no mostró ninguna preocupación por proteger el patrimonio cultural y preservar la historia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se volvió cómplice de la Jefa de Estado, y quedó atrapado en el relato de un Gobierno que llegó a reescribir el prólogo del l ibro Nunca más sin el más mínimo respeto por una obra que ni siquiera era propia.
La misma administración que equiparó a Néstor Kirchner con San Martín (nacieron el mismo día y con eso alcanza, porque el primero no tiene nada de Libertador) encasilló al genovés entre los peores imperialistas de la historia.
SOCIOS PARA DEFENDER A AMADO BOUDOU Tras los múltiples procesamientos en su contra, el Vicepresidente de la Nación se había tornado cada vez más vulnerable a los pedidos de juicio político por parte de las distintas bancadas opositoras.
El intento de desplazar a Amado Boudou de su sitial privilegiado en la Cámara Alta chocó contra la negativa del Pro, agrupación política que no se prestó a la movida destituyente, otorgándole un poco más de aire al casi exánime compañero de fórmula de Cristina Kirchner.
Concretamente, Mauricio Macri, Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta evitaron pedir que el ex disc-jockey marplatense se tomara una licencia mientras se lo investigaba por las graves irregularid ades en la venta de la ex imprenta Ciccone.
Las principales espadas del Pro sostuvieron que no estaban de acuerdo con que el Vicepresidente se apartara de su cargo por los distintos llamados a indagatoria. La nueva socia del macrismo, Elisa Carrió, por su parte, exigió siempre lisa y llanamente la destitución de Boudou mediante un juicio político.
Es más, uno de los puntos principales del "Acuerdo de San Nicolás", que Lilita firmó junto al resto de los candidatos presidenciales de UNEN (Ernesto Sanz, Hermes Binner y Julio Cobos), señala con claridad: "Los delitos cometidos por los saqueadores de la Argentina deben ser declarados no prescribibles y fijarse como prioridad la recuperación del dinero de la corrupción para destinarlo a las deudas sociales".
Los desgraciados sucesos de enero de 2015 (sincericidio de Nisman), en la Argentina, marcaron una agenda completamente diferente a la del 2014 y postergaron el debate sobre el futuro del Vicepresidente.
Sin embargo, la grieta entre ambas posturas dentro de la flamante coalición será casi imposible de disimular y quedará al descubierto en la dura campaña previa a las PASO del mes de agosto. Para luego diluirse con el triunfo de Macri. Sanz no participará del gabinete nacional y Carrio se toma el palo al exterior SOCIOS PARA ESTATIZAR LA UNIVERSIDAD DE LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO La estatización de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo generó un escándalo entre los senadores nacionales del radicalismo y la aspirante a jefa de Gobierno porteño Gabriela Michetti. La UCR acusó al Pro de haberle facilitado al kirchnerismo la firma del dictamen en comisiones. El FPV había fracasado con esta intentona en dos oportunidades, debido a la falta de quórum. Sorpresivamente, el 13 de mayo de 2014, la citada senadora macrista renunció a la Comisión de Derechos y Garantías y permitió con su ausencia el ingreso de la senadora ultra-K Hilda Aguirre de Soria.
Tras la partida de Michetti, el oficialismo consiguió el postergado dictamen en la comisión de Derechos y Garantías para que el proyecto de estatización contara con luz verde.
El senador nacional Gerardo Morales denunció la existencia de "un acuerdo del Pro con el Gobierno nacional para aprobar un tema sumamente delicado". Michetti estalló y, al borde del llanto, sostuvo que la acusación del jujeño era "una barbaridad". El hoy gobernador de Jujuy transó con Macri su apoyo a la presidencia y viceversa Como "todo tiene que ver con todo", durante ese mismo mes de mayo de 2014 el FPV, con el disciplinado acompañamiento de La Cámpora, le votó a Macri en la Legislatura porteña una ley para que se pudieran construir quince plantas de residuos.
Distintos senadores opositores habían advertido que el proyecto del kirchnerismo, que beneficiaba claramente a la entidad que preside Hebe de Bonafini, era "una vergüenza", porque suponía avalar una serie de irregularidades administrativas internas y serios delitos de malversación de fondos.
"Se estatiza lo que hasta hoy es un instituto de formación privada, ya que ni siquiera es una Universidad. Al estatizarla, todos los argentinos nos hacemos cargo del plantel de profesores y también de un pasivo superior a los doscientos millones de pesos", criticó el senador mendocino Ernesto Sanz.
La ley logró que se ocultaran los comprometedores rastros del escándalo por la construcción de viviendas populares de la Fundación Sueños Compartidos, cuyo representante jurídico era nada menos que el parricida Sergio Schoklender.
¿Existen antecedentes de que un senador renuncie de esta forma a una comisión tan estratégica sin motivo aparente, y que su lugar sea ocupado por un legislador de una corriente antagónica? Prácticamente, en los últimos treinta y dos años de democracia esto no sucedió jamás, ya que los reemplazantes que se ubican respondieron invariablemente a la misma corriente política.
Los jefes del radicalismo aseguraron con convicción que ningún representante de la oposición en la Cámara Alta recibió un llamado de Gabriela para avisar sobre su extraña partida.
Eso les impidió reclamar el asiento en tiempo y forma. En términos futboleros es como si, en un superclásico, un jugador de Boca Juniors dejara la cancha y fuera reemplazado por uno de River Plate, equipo que pasaría a tener doce profesionales millonarios dentro del terreno de juego.
SOCIOS PARA APROBAR EL NUEVO CÓDIGO PENAL DE ZAFFARONI A principios de 2014, el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Zaffaroni buscó crear un nuevo Código Penal, y logró para ello un consenso impensado de casi todas las fuerzas políticas de la Argentina, ya que lo apoyaron hasta grupos supuestamente opuestos a sus polémicas posturas doctrinarias.
Por ejemplo, el Pro, a través del diputado nacional Federico Pinedo, suscribió en general las cuatrocientas cuarenta y seis páginas y casi trescientos artículos, que oscilaban entre el garantismo y el abolicionismo penal. El nuevo cuerpo constituiría, con seguridad, el mayor triunfo personal del mencionado jurisconsulto en su dilatada carrera de más de medio siglo con las leyes. Zaffaroni alcanzaría el sueño de convertir su doctrina de pensamiento en un Código de rito.
Ahora, el ex ministro de la Corte podría probar en la práctica lo que en muchos casos habían resultado meros ensayos de laboratorio. Conseguiría, por fin, convertirnos en cuarenta millones de conejillos de indias de sus controvertidos postulados. Sin embargo, cuando el "paquete" estaba envuelto para regalo y anudado, representantes del massismo se pusieron en la vereda de enfrente y sostuvieron que con el nuevo Código se reducirían las penas de veinte de los delitos más graves.
También, muchos de los ilícitos más graves se tornarían excarcelables. Ante las reacciones negativas de la sociedad recogidas en múltiples muestreos de opinión, el "bebé de Zaffaroni" debió ser postergado y, por el momento, se encuentra congelado.
De todas formas, el kirchnerismo amaga cada tanto con darle un tratamiento exprés y ponerlo en práctica, tal como hizo casi sin debates con los Códigos Civil y Procesal Penal. La actitud de Pinedo, quien puso algunas objeciones en minoría a los textos, es similar a la que tienen los bloques opositores que le dan quórum al FPVy luego hacen discursos donde critican las posturas kirchneristas. En términos parlamentarios, se los conoce como "funcionales" o, simplemente, "oposición de juguete".
Mauricio Macri expresó una y otra vez que: "las cosas que plantea Eugenio Zaffaroni nos han hecho mucho daño. Esa ideología que tiene no conduce a nada", pero luego su jefe de bancada en diputados acompañó a la comisión encargada de dar a luz semejante "criatura".
SOCIOS PARA CENSURAR A LA OPOSICIÓN Por iniciativa de la legisladora y periodista K Gabriela Cerruti, se anularon en la Legislatura porteña las llamadas "manifestaciones espontáneas" previas en las sesiones. Se trataba de un espacio de cinco minutos que era dispuesto por cada diputado para instalar en el recinto problemas de coyuntura. Gracias a una alianza entre el Pro y el FPV, aquéllas pasaron para después de los debates, lo que significa una anulación de hecho.
La responsable del proyecto, a pesar de ser la autora de una dura biografía sobre Mauricio Macri, titulada El pibe, terminó siendo muy elogiada por sus pares del Pro e insultada por algunos de sus propios compañeros de bancada.
Balcarce 50 y Bolívar 1 pactaron para no permitir que los medios transmitieran en vivo o en forma grabada las lluvias de críticas que caían cada semana sobre las administraciones de Mauricio y Cristina.
El temor a las "espontáneas" era tan importante en el recinto que, en momentos de mucha tensión política, se llegó a suspender sesiones completas para no darles "pasto a las fieras". Los legisladores del resto de los bloques del Parlamento de la Ciudad denunciaron censura, ya que una vez que se votan las leyes más importantes, los K y los Pro se retiran satisfechos a la madrugada y le dejan la tribuna vacía a los que quieran "tirarle piedras a la luna". Hicieron un pacto para no escuchar a los que los denuncian por pactar. Y los medios de prensa no se hacen eco de estos temas wue nos interesan a todos, po el simple echo de que si lo publican dejan de recibir publicidad de ambas gobiernos.
SOCIOS EN EL TRASPASO DE LA ESMA y DE LOS INSTITUTOS DE LA MEMORIA La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó el traspaso de la ex Escuela de Mecánica de la Armada y de otros centros de detención clandestinos durante la última dictadura desde la Ciudad a la órbita nacional, gracias a los votos pactados entre el FPVy el Pro. Al mismo tiempo, se dispuso la disolución del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) como ente autárquico del Gobierno porteño. Tanto el Gobierno nacional como el porteño se mostraron satisfechos con el "toma y daca", porque los K pudieron tomar el control efectivo de sitios manejados abiertamente por sus militantes, y el Pro se sacó de encima un tema que no le interesaba demasiado, además de olvidarse para siempre de una partida que, por lo general, entregaba a cuentagotas a los organismos defensores de los DD. HH.
En el IEM no sólo había kirchneristas, sino que también estaban representadas todas las víctimas del terrorismo de Estado. Su carácter autárquico, sumado a la integración de su Consejo Directivo por personalidades de reconocida trayectoria, lo constituyeron en un valioso ámbito para el diseño y la implementación de políticas de memoria.
Al FPV nunca le agradó semejante amplitud de criterio, como tampoco a los Kirchner les importaron demasiado estas temáticas, a tal punto que jamás en Santa Cruz participaron efectiva o simbólicamente de este tipo de luchas. Es más, a pesar de que ambos eran abogados y de que el Centro de Estudios Legales y Sociales, a través del ex diputado nacional Rafael Flores, les pidió concretamente que representaran a detenidos en la chubutense cárcel de Trelew, no se recuerda ni un sólo hábeas corpus presentado por Néstor o por Cristina durante los largos "años de plomo".
¿Qué establece la ley aprobada por los pactistas?
La Ciudad de Buenos Aires le cedió a la Nación por treinta años el usufructo del predio de la ex ESMA y de los ex centros Virrey Cevallos, Atlético, Olimpo y Automotores Orletti.
La situación más desagradable, previa a la votación clave, se vivió cuando tanto macristas como kirchneristas le negaron la palabra nada menos que a Nora Cortiñas, titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y luego hicieron lo propio con el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Pero existe algo aún más preocupante. En la parte posterior de la ex ESMA, sobre el comienzo de avenida Lugones, se está construyendo con fondos del Gobierno nacional el futuro Museo de Malvinas.
La empresa adjudicataria pertenece nada menos que a Nicolás Caputo, amigo de la infancia, compañero de estudios secundarios en el exclusivo Colegio Newman, testigo de casamiento y ex socio de Mauricio Macri. "Nicky", con sigilo, logró superar a cuatro firmas adversarias y quedarse con un presupuesto superior a los noventa millones de pesos. Para cuidar las formas, no existen carteles que anuncien cuál es la constructora que lleva adelante tan importante realización en uno de los sitios más transitados de toda la Capital Federal.
Nadie quiere que se sospeche que el álter ego de Mauricio, y miembro de la mesa chica del Pro, era el "caballo del comisario" en esa licitación.
SOCIOS PARA REPARTIR PUESTOS DEL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA Luego de un nuevo acuerdo entre el macrismo y el kirchnerismo porteño, fueron elegidos Juan Manuel Olmos, por el FPV, y Sebastián De Stéfano y Laura Grindetti por el macrismo, para integrar el Consejo de la Magistratura local, que elige y controla a los jueces capitalinos.
El gran perdedor de la votación fue Proyecto Sur, que no logró ubicar a su consejero ya que, por primera vez, el kirchnerismo pudo imponerse gracias al Pro, y le arrebató el lugar a pesar de siete impugnaciones que establecían que ese espacio le correspondía a un representante del partido fundado por Pino Solanas.
Los acuerdos dejaron sin posibilidad al candidato Beinuz Smucler. "Se pelean ante las cámaras pero después se reparten el negocio", señalaron con pesar desde la bancada más afectada.
SOCIOS PARA APROBAR LA MODIFICACIÓN A LAS ART En el Congreso Nacional también se replicaron, en número, las ocasiones los entendimientos entre la Casa Rosada y la Jefatura de Gobierno porteña.
Por ejemplo, el kirchnerismo logró el quórum justo para empezar la sesión que planteaba la modificación de la ley de las Asociaciones de Riegos de Trabajo (ART). Al momento de una ajustada votación, aparecieron los salvadores diputados del Pro para apoyar a los K, quienes estaban en completa soledad y necesitaban imperios amente de un puñado de voluntades ajenas.
La CGT y la CTA disidentes se habían manifestado abiertamente en contra de los cambios K a la ley, y llegaron a comparar al ministro de Trabajo Carlos Tomada con el controvertido ex jefe de gabinete de Fernando de la Rúa, Alberto Flamarique, a quien se acusó de haber recurrido al soborno para conseguir la aprobación de leyes de flexibilización laboral en época de la Alianza. Con la nueva norma, los indemnizados por accidentes laborales no podrán ir ya a la justicia en lo que se denominaba como la "doble vía". Resumiendo, si un trabajador acepta el pago de la ART, no puede luego hacer juicios.
La ley fue sancionada con ciento treinta y nueve votos a favor, ochenta y dos en contra y sólo dos abstenciones. "Esto es lo mismo que la ley Banelco. Es una norma que va en contra de la salud de los trabajadores", denunció el líder camionero Hugo Moyano. El partido de Mauricio Macri se limitó a proponer modificaciones que, como todas las que hubo, no fueron aceptadas. "Fulbito para la tribuna", dicen en el barrio.
SOCIOS PARA APROBAR LOS PRESUPUESTOS NACIONALES K Luego de la derrota del FPV en los comicios parlamentarios de 2009 (cuando una lista encabezada por Néstor Kirchner fue superada por Francisco de Narváez), la Casa Rosada perdió el quórum propio en la Cámara de Diputados y quedó a merced del llamado "grupo A", que nucleaba a casi todos los legisladores de la oposición. Uno de los desafíos de esta entente era frenar el Presupuesto Nacional de 2011, al que consideraban como inconsistente, ya que los números de inflación y crecimiento económico aparecían como fantasiosos, irreales. Si se mantenían unidos de manera monolítica, podían obligar a los K a reformular su dibujo inicial, algo inédito en el parlamento de los últimos ejercicios. Sin embargo, a la hora de la crucial votación, varios diputados del Pro se ausentaron del recinto, "desobedeciendo" órdenes en contrario de Federico Pinedo.
En efecto, los macristas Soledad Martínez, Laura Alonso, Christian Gribaudo y Silvia Majdalani no dieron el presente, y obligaron al jefe de esa bancada a decir: "Hay ausencias que no puedo explicar".
En declaraciones públicas, Alonso, cara visible durante años de la ONG Poder Ciudadano, justificó su faltazo de manera increíble: "Me fui porque quería votar a favor del Presupuesto".
En su propio blog, por entonces, escribía que la presidenta Cristina Kirchner era una mujer fuerte, inteligente y astuta. El supuesto "escándalo" motivó la intervención del mismísimo Mauricio Macri, quien convocó a los díscolos a Bolívar 1 para "llamarles la atención". Luego de la reprimenda, salieron todos juntos a destapar alcantarillas para ver si encontraban tortugas Ninjas en el centro de Buenos Aires. Seguramente con Macri en la presidencia volverán a "negociar en Diputados y Senadores el necesario consenso" CAPÍTULO TRES
SOCIOS EN LA "FAVELIZACIÓN" DE BUENOS AIRES
Cuando Macri inició en 2007 su segunda campaña para ganar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ya había aprendido de los errores cometidos cuatro años antes, cuando fuera derrotado en el balotaje por el flamante kirchnerista Aníbal Ibarra.
Mauricio se dio cuenta de que el Pro tenía que prometer mucho más. Sin dudarlo, armó una plataforma electoral muy interesante para los sectores medios y bajos, cuyo cumplimiento era poco menos que imposible: diez kilómetros de subte por año y diez mil viviendas sociales cada doce meses, lo que permitiría terminar con las villas de emergencia en un par de mandatos.
El FPV, por su parte, había proclamado que urbanizaría, junto a Daniel Scioli y el líder del Pro, un millar de asentamientos en la Capital y en el conurbano. Como veremos, no solamente nada de esto ocurrió, sino que, muy por el contrario, la "ciudad de todos los argentinos" tuvo una explosión villera, debido a que los habitantes de ese tipo de construcciones precarias (quienes sobreviven sin los más elementales servicios energéticos y sanitarios) aumentaron más del 150% en los últimos doce años.
Cuando el autor de la presente publicación visitó Río Gallegos en 2003, en momentos en que aún Néstor Kirchner era gobernador de Santa Cruz, se vio sorprendido por un mandatario provincial, que teniendo más de quinientos millones de dólares fuera del país (producto de las regalías petroleras mal liquidadas y desaparecidas), no hacía prácticamente nada para erradicar las tres villas principales de la ciudad capital. En San Benito, cerca de la terminal de colectivos; en Vaciadero, zona del ex vaciadero municipal de residuos y en La Marina, enclavada en terrenos de las Fuerzas Armadas, los vecinos trataban de guarecerse con chapas y cartones contra un clima extremo, que alcanzaba los diez, doce y hasta quince grados bajo cero en invierno, debido a un viento que llegaba a soplar a ochenta y noventa kilómetros por hora. La increíble situación revelaba una mezcla de desapego, indolencia y desaprensión muy difíciles de comprender para un sujeto como el "Lupo", quien aspiraba a ser presidente de la Nación. ¿Cómo un gobernante podía salir a diario de su mansión (comprada en una operación súper cuestionada a un contratista del Estado santacruceño) e ir a trabajar todos los días a la sede de Gobierno sin que le preocuparan las condiciones infrahumanas de un sector marginal al que podría sacar de su calvario con una simple disposición administrativa, ya que el dinero le sobraba?
En el caso de Macri, sucede algo similar. ¿Cómo alguien puede ir desde su cómoda casa de Barrio Parque hasta la Plaza de Mayo y no se conmueve con el crecimiento explosivo de las villas 31 y 31 bis de Retiro?
En la Reina del Plata existen un total de quince villas, veinticuatro asentamientos y dos núcleos transitorios. En 2001, el censo indicó que existían poco más de cien mil personas que habitaban en condiciones tan precarias, aunque los cálculos privados hablaban de ciento cincuenta mil.
En 2015, se cree que ya hay más de trescientas mil personas en estas barriadas de emergencia, otras cincuenta mil que viven en casas usurpadas y unas dos mil en situación de calle, el doble que cuando Mauricio Macri y Cristina Fernández llegaron al poder. Además, existen ciento setenta y dos inmuebles tomados, decenas de conventillos, más de diez mil personas en hoteles familiares que paga la Ciudad, y cuatro hogares de tránsito a todas luces insuficientes.
Las villas ocupan unas doscientas sesenta hectáreas, y las que más crecieron fueron la Rodrigo Bueno (junto a Puerto Madero), las nombradas de Retiro, la 1-11-14 en el Bajo Flores y la 21, en Barracas (la más populosa, con setenta mil habitantes).
El Presupuesto Nacional y local para terminar con este drama social y sanitario fue bajando año tras año, y en la mayoría de los casos no se llega siquiera a ejecutar en un cien por ciento las magras partidas al finalizar cada ejercicio. Del dinero que figura en el Presupuesto para los asentamientos apenas la mitad va a obras, ya que la mayor parte de esos fondos se dedica a gastos administrativos y a servicios. Cuatro de cada diez de los ocupantes de estas barriadas llegaron desde el extranjero, y esto fue la consecuencia de una transformación demográfica brutal que sobrevino con la llegada al poder del kirchnerismo.
En diferentes partes del mundo se encontró una manera elegante de etiquetar a lo que en realidad es una verdadera explotación y trata de personas. Se lo denomina método del in-sourcing.
Mientas el out-sourcing consiste en "deslocalizar" fábricas de países centrales y llevárselas al exterior, para aprovechar la mano de obra barata del tercer mundo, el insourcing significa el proceso inverso.
Consiste en traer masivamente a un país como la Argentina gente de otras nacionalidades, para reducirlos a la servidumbre bajo un régimen de trata de personas que les quita su dignidad por salarios ilegales e irrisorios. Desde hace décadas este régimen lo practica Estados Unidos con los mexicanos y con otros hermanos hispanos.
También lo utiliza España con ciudadanos marroquíes y argelinos, y hace lo propio la península itálica, que no escapa a esta nueva forma de esclavitud del siglo XXI, ya que allí se desempeñan fuera de todo convenio refugiados asiáticos escapados del Este europeo, y polizones del Norte de África.
Bajo un supuesto progresismo, y en aras de consolidar la denominada "Patria Grande", en los últimos doce años el FPV practicó con salvajismo esta filosofía, captando a miles de ciudadanos extranjeros que migraron hasta nuestro país con un sueño completamente diferente.
En la "década ganada", sumando todo el país, vemos que se triplicaron los prostíbulos, que actualmente llegan a los ocho mil "departamentos privados", donde trabajan miles de extranjeras y extranjeros. Asimismo, se multiplicó por tres la venta ambulante, y se pasó, según CAME, de diez mil a más de treinta mil puestos de venta ambulante en toda la geografía nacional.
Además, se multiplicaron los talleres clandestinos de fabricación de indumentaria, razón por la cual nuestro país tiene hoy el extraño récord de contar, según la Comunidad Económica Europea, con el mayor centro de falsificación de marcas del mundo: La Salada.
La adulteración de marcas ya representa el siete por ciento de la economía mundial, pero en nuestro país ese porcentaje alcanza con comodidad los dos dígitos. El avance tecnológico potenció de forma increíble la delincuencia. Los filmes de Hollywood, que se copiaban de forma analógica y lenta, hoy se hacen de manera digital, lo que abarata y acelera el proceso sustancialmente. Lo mismo ocurre con los juegos para las consolas de videos y los compactos musicales. Las impresiones láser, por ejemplo, posibilitan que la indumentaria apócrifa tenga una terminación muy similar al original. Como si todo esto fuera poco, las impresoras 3D amenazan con cambiar para siempre el mercado de la ilegalidad, ya que son capaces de copiar con exactitud cualquier tipo de matriz.
De acuerdo a datos del propio Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en la Argentina viven actualmente dos millones de extranjeros, y el 30% de ellos se radicó durante la gestión kirchnerista.
El censo 2010 reveló que, por primera vez desde 1914, creció el porcentaje de extranjeros en la población. Hoy están por encima del 4,5%; la comunidad paraguaya es la más numerosa con casi seiscientos mil migrantes, de los cuales un cuarto de millón llegó a partir de 2003. La mitad de los residentes de la cada vez más populosa villa 31 del barrio de Retiro tiene ese origen.
Los bolivianos ya suman casi cuatrocientos mil, y constituyen la segunda comunidad extranjera más importante.
Más de doscientos cincuenta mil personas llegaron durante los años K. En la Villa 1-11-14, del Bajo Flores, casi el 50% de los pobladores arribaron desde el país que conduce Evo Morales.
La inmigración peruana, por su parte, tuvo un 50% de incremento en los años de Néstor y Cristina. Según datos oficiales ocupa, con casi doscientas mil personas, el cuarto lugar detrás de la chilena, que reúne a más de doscientos veinte mil habitantes, y se ganó el último escalón del podio.
Sin embargo, el dirigente Carlos Arellano, de la Asociación Latina para el Análisis de los Sistemas de Salud, cree que los peruanos radicados en el país son muchísimos más de los que aceptan los datos oficiales. "Nuestros números muestran que ya somos unos 350.000, porque hay que tener en cuenta que una importante cantidad de nuestra gente no ha sido censada. Miles de compatriotas que antes llegaban obtenían un trabajo y enviaban dinero a sus familiares al Perú, ahora traen a toda su familia a vivir aquí porque les conviene más", señaló.
La implementación del plan denominado Patria Grande, que regularizó la documentación de los extranjeros, incentivando a los ciudadanos de países vecinos a venir a probar suerte, generó un efecto dominó pocas veces visto. Se inscribieron, de un plumazo, más de medio millón de personas, pero luego el drenaje continuo hizo subir muchísimo más esa cifra inicial.
Para regularizar su situación migratoria, los aspirantes interesados solamente debían presentarse ante la autoridad competente del municipio local en el que vivían con su cédula de identidad, pasaporte o certificado de nacionalidad, más dos fotos carnet. Esto les permitía acceder a una credencial de residencia precaria, con la que podían permanecer, salir y reingresar a la Argentina, estudiar y obtener el CUIL provisorio para trabajar de manera legal. Con un permiso transitorio, en apenas una semana, los visitantes tienen hoy en día los papeles listos para poder comenzar a trabajar.
Buena parte del boom inmobiliario que sobrevino tras la devaluación de 2002 se cimentó en el trabajo por migajas que llevaron adelante los "recién llegados". La política migratoria vigente en la Argentina no tiene antecedentes en la actualidad en ningún otro país del mundo.
El "modelo" K-Pro entró en desgracia sobre fines de 2010, cuando miles de extranjeros, cansados de las falsas promesas sobre habitar el "sueño argentino", decidieron ocupar el predio del Parque Indoamericano, desatando una tragedia que se cobró la vida de dos personas (una de ellas paraguaya y otra boliviana).
El escándalo se resolvió en plena madrugada en la mismísima Casa Rosada, con la presencia del propio Macri y del ministro responsable en la práctica de las fuerzas de seguridad, Aníbal Fernández (que pagó con su cabeza el desastre). Para el asombro general, en pocas horas, las miles de familias que habían capturado el extenso predio semi- abandonado (ver capítulo ocho), cesaron en apariencia con todos sus reclamos, retiraron las estructuras precarias que habían desplegado a lo largo de varias semanas y se replegaron hacia los barrios precarios donde habitaban.
Se les hicieron a los invasores todo tipo de promesas sobre construcción de nuevas viviendas sociales, pero un lustro más tarde nada de eso se materializó.
¿Cuántos fondos del total de su presupuesto destina el Gobierno porteño a las casas para carenciados?
En 2014, fue un escaso dos por ciento, cuando la propaganda se lleva año tras año casi un uno por ciento de los fondos recaudados. Aparentemente, con el "relato" o el "verso" alcanza para ganar las elecciones con comodidad.
El Pro se dedicó a enviar al parlamento local proyectos de zonificación y no de urbanización real.
En la práctica, apenas se buscaba permitir la regularización del dominio, pero se mantenía intacta la precariedad. Según la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) las partidas destinadas a viviendas vienen disminuyendo sistemáticamente desde que Mauricio llegó a Bolívar 1.
En 2008, en el primer presupuesto del macrismo, se invertía 3,8% en nuevas casas, pero en 2013 y 2014 esa cifra cayó hasta el 2,1%. De esa cantidad, la porción dedicada exclusivamente a la erradicación de las villas es de un ínfimo 0,25% del total a gastar.
Un dato alarmante del presupuesto 2015: en la CABA se destina más dinero al pago de los intereses de la deuda (que ya alcanzó un volumen total de dos mil millones de dólares) que a crear nuevos hogares.
En total, serán 2795 millones de pesos para los acreedores y 2055 millones de pesos para quienes viven en el más completo olvido.
Siempre ha sido molesto hacer comparaciones, pero hablando de explosión productiva, como China en los últimos treinta años no hay; creo que es comparable a Inglaterra a finales de 1800. En este pais asiático el crecimiento de la producción y sus efectos sociológicos es y será problemático, pues su población tiene expectativas de mercado que difícilmente puedan superarse sin grandes problemas en los próximos años. Pero su gobierno, lejos de lavarse las manos, ha implementado políticas de control sobre los industriales radicados en sus ciudades; como por ej. Exigirles que los trabajadores tengan viviendas cercanas a las unidades productivas. Claro que es inhumano vivir al lado del lugar de trabajo, pues implica esclavitud virtual y real, pero lo menos no se hacinan en villas de emergencias.
En el caso de Argentina, la mayoría de los políticos se lavan las manos al momento de cumplir promesas relacionadas con los industriales o "empresarios" (hoy en día se le dice así incluso a los usureros), porque la mayoría de ellos aporta para sus campañas políticas. Por lo tanto jamás los van a "apretar" con tonterías como hacerles construir viviendas para sus operarios. Pero, en el caso de un nuevo gobierno como el de Macri presidente, él como empresario poderoso puede hacer algo al respecto con estos "empresarios" que producen mercadería ilícita con operarios extranjeros a los cuales nadie quiere invertir un peso y cumplir promesas de campaña, obligándolos con la ley penal tributaria a erradicar las villas de emergencia en las que viven sus operarios. Así se dejarían de rasgarse las vestiduras y enfrentar el problema que sería bien visto por el resto de los empresarios productivos.
SOCIOS EN LOS "MODELOS" VILLEROS (SUBT)
En mayo de 2010, la Presidenta argentina sorprendió a todos durante un discurso brindado en la villa 31, que ya alberga a cincuenta mil personas que viven sin cloacas y "colgados" a la mayoría de servicios públicos básicos.
"La transformación que ha experimentado este espacio, que se traduce en ladrillos, en construcción de mampostería, en chapas, implica y expresa la profunda transformación que ha tenido el país en estos años", sostuvo la Jefa de Estado. Cristina contó que cuando circulaba por allí, hace quince años, sólo veía unas pocas casas. "Pasaba todas las semanas por este lugar y esto era un conjunto apenas de cartones y de chapas, de aglomerados" dijo orgullosa. Lo que no sabe o no cuenta la Jefa de Estado es que se trata de uno de los mayores fracasos socioeconómicos de la historia Argentina, ya que ese asentamiento se formó a principio de 1930 cuando la crisis mundial produjo un parate, que dejó sin trabajo a los estibadores del aledaño puerto de Buenos Aires.
Cansados de intentar de manera infructuosa conseguir una carga, los trabajadores armaron ranchos precarios en la zona de Retiro, y la llamaron "villa desocupación". Lo mismo ocurrió, en esa época, en el Central Park neoyorquino, aunque nadie imagina que, ochenta y cinco años más tarde, ese bellísimo predio de Manhattan pudiera continuar intrusado, luego de que el padre de JFK fuera ministro de justica de EE.UU. y les "contara las costillas" a todo el empresariado de ese país. Las villas 31 y 31 bis representan uno de los mayores emblemas de la desigualdad de nuestro país. Su pobreza contrasta de forma cruel con las exclusivas zonas vecinas, como la avenida del Libertador, las cadenas de hoteles cinco estrellas, el ostentoso Puerto Madero y el "europeo" micro centro porteño.
En diciembre de 2009, la Legislatura de la Ciudad aprobó una ley que imponía la urbanización de todo el irregular complejo habitacional, según un proyecto elaborado por la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
Sin embargo, el Pro y el kirchnerismo, que rápidamente se pusieron de acuerdo para vender más de ciento cincuenta terrenos de Puerto Madero (zona que administran en conjunto a través de una corporación mixta), jamás pudieron avanzar para terminar con el drama de estos asentamientos.
La Ciudad culpa a la Nación por no cederle los terrenos, y desde Balcarce 50 sostienen que el Pro sólo busca un negocio inmobiliario. Conclusión: mientras los rascacielos de diez mil dólares el metro cuadrado siguen floreciendo, a escasas diez cuadras se elevan hasta los seis y siete pisos estructuras sin ningún cimiento, sin bases sólidas y sin ningún arquitecto o ingeniero que supervise la calidad y la sustentabilidad de las obras. Se trata de verdaderos castillos de naipes amenazados a diario por el tembladeral que produce el circular de cientos de grandes camiones, colectivos y trenes, ya que precisamente allí se registra el mayor volumen de tránsito automotor, de cargas y ferroviario de toda la Argentina.
El último censo demográfico demostró que más del 50% de los residentes son extranjeros: el 25% son paraguayos, el 17%, bolivianos y el 10%, peruanos. La solución "macristinista" para el lugar fue el embellecimiento: pintar los frentes, armar plazas con juegos, diagramar canchitas de fútbol y colocar ornamentaciones. Cabe destacar que los trescientos mil villeros, entre los cuales hay una cantidad importantísima de niños, tienen un solo establecimiento escolar en la Villa 31.
Mientras tanto: ¿cuál es el "modelo" que sostiene Mauricio?
La administración macrista cree que está haciendo un "gran trabajo" en el barrio Los Piletones, de Villa Soldatti, donde desde hace años Margarita Barrientos atiende a cientos de mayores y niños en su comedor comunitario. Allí se construyeron algunos pocos edificios, pero la comunidad no deja de crecer y ya llega a diez mil personas. Concretamente, a pesar de las nuevas unidades erigidas, cada año el déficit habitacional es más alto.
Cerca del cruce de Avenida Cruz y Lacarra, el asentamiento se levanta a menos de quince minutos del centro de la Ciudad. Se trata de un predio de cien hectáreas frente al Parque Indoamericano. En Los Piletones no hay veredas ni cordones. Las calles son en su mayoría de tierra o mejorado, y presentan trazados a menudo serpenteantes y angostos.
El estado local se mezcla con la actividad partidaria ya que frente al local de Margarita el Pro tiene un centro partidario. No existe ninguna solución integral para los marginados que sobreviven aquí: falta la infraestructura más vital y los planes de viviendas se dan en cuentagotas. Sin embargo, desde las autopistas, a gran distancia luce "ordenado", ya que aquí también se les regala a los moradores pintura para las paredes externas, se construyeron polideportivos, plazas de juegos integradoras y delegaciones del Banco de la Ciudad. El resto de los asentamientos porteños siguen esperando una solución, mientras ven crecer en altura, población y extensión sus propias geografías.
Convengamos que ningún gobierno, sea de uno u otro color político, le va a construir viviendas a trabajadores extranjeros, a lo sumo hará lo que se ha expresado en los párrafos anteriores, pues sino la soc iedad de nativos argentinos jamás se lo perdonaría en las urnas.
No hay que ser ilustrado para discernir que los dineros invertidos en los grandes emprendimientos inmobiliarios provienen de actos ilegales (entiéndase: drogas, trata, contrabando, etc.) en su mayor parte, ya que invierten y no esperan una rentabilidad inmediata, no estamos hablando de "tontos" que no saben lo que hacen. Massa se vanagloria de sus éxitos como Intendente de Tigre, pero habrá que ver de dónde provienen los dineros invertidos.
LAS NUEVAS TOMAS Desde hace una década existe una ley para construir mil seiscientas casas destinadas a erradicar por completo la villa 20, cerca del ex Parque de la Ciudad. Nada de eso se concretó y, en 2014 sus habitantes ocuparon por la fuerza un predio lindero, frente a un gigantesco supermercado. Llamaron al nuevo barrio "Papa Francisco", esperando que ese título les diera algún tipo de protección o inmunidad.
Todo terminó en un nuevo y escandaloso desalojo, tras un par de muertes producto de la inseguridad registrada en adyacencias del flamante asentamiento. El CELADE (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía) demostró que actualmente el 10% de los habitantes de CABA vive hacinado en sitios de extrema fragilidad edilicia, pero en lugares como Villa Soldatti, Villa Lugano y Villa Riachuelo ese porcentaje se extiende hasta el 23%. Lo más desconcertante es que, mientras faltan entre setenta y ochenta mil departamentos para terminar con la precariedad (especialmente en la citada zona Sur), sobran más de trescientos mil unidades vacías (especialmente en la opuesta zona Norte) producto de la especulación de mercado de unos pocos que le participan sus negocios a la mayoría de los políticos.
Teniendo en cuenta este desfasaje, uno se puede preguntar: ¿dónde se estarán construyendo los nuevos emprendimientos inmobiliarios? En la última década, más del 50% de las unidades nuevas de Buenos Aires se concentraron una vez más en las zonas menos necesitadas: Palermo, Belgrano, Villa Urquiza, Colegiales y Caballito. Se llega al extremo de que la expectativa de vida en los barrios del Norte sea de diez años más que en Villa Soldatti (zona sur).
El sector más privilegiado tiene tasas de mortalidad europea, al tiempo que en el Sur estos guarismos se triplican, y los vecinos siguen esperando en vano que algún día un gobernante reactive el gigantesco hospital que iba a funcionar en el Elefante Blanco de Villa Lugano (ver capítulo siguiente).
SOCIOS PARA NO AVANZAR CON UNA SOLUCIÓN PARA LOS SIN TECHO Ni el Gobierno nacional ni el de la Ciudad de Buenos Aires, tienen una política efectiva para solucionar el grave problema de la gente que se encuentra en "situación de calle". En la última década, se duplicó la cantidad de gente que duerme a la intemperie, pasando de mil a dos mil casos, de acuerdo a una serie de datos oficiales que son abiertamente optimistas.
La Ciudad sólo tiene mil setecientas camas para atender una demanda que es cada vez más sostenida.
Sin embargo, "Médicos del Mundo" relevó que son unas quince mil personas las que pernoctan en las aceras, tomando en cuenta que en 2014 murieron más de un centenar de homeless por falta de asistencia sanitaria o de frío. Sobre ese total escalofriante, la ONG internacional estimó que, dentro de los quince mil, cuatro mil quinientos son niños, y dos mil, adultos mayores.
Los cuadros más dramáticos se viven en las plazas, en las guardias de los hospitales públicos y en cualquier ingreso a edificios que les propongan a los desamparados una pequeña porción de techo para guarecerse.
En 2011, el entonces cardenal Jorge Bergoglio clamaba desde sus homilías por una solución definitiva, ya que eran claramente insuficientes los centros de atención porteños. "El que duerme en la calle no se ve como persona, sino como parte de la suciedad y el abandono del paisaje urbano, de la cultura del descarte, del volquete" señalaba el jefe espiritual, que se convertiría un par de años más tarde en Francisco.
Una vez arribado al Vaticano, el sorprendente Sumo Pontífice mantuvo su vocación de ayudar a los más desprotegidos, y distribuyó cientos de sacos de dormir con el emblema papal para las personas sin hogar de Roma. Un mito recorre las calles del Estado más pequeño del mundo:
dice que el actual ocupante del trono de Pedro, con casi ochenta años, recorre, vistiendo ropajes de sacerdote común, las arterias de la capital italiana para asistir personalmente a los indigentes.
¿De dónde habrá sacado esa idea Bergoglio? Simplemente era lo que hacía a menudo como arzobispo de su ciudad natal cuando, atribulado por la cantidad de gente que dormía en la entrada de la Catedral Metropolitana y en las adyacencias de Plaza de Mayo, salía cada noche de forma silenciosa a repartir cobijas y comida.
SOCIOS EN EXPULSAR A LOS INQUILINOS DE LA CAPITAL FEDERAL Todos los planes nacionales kirchneristas destinados a que quienes no eran dueños de una propiedad pudieran comprar una unidad inmueble, pagando el mismo dinero que abonaban en forma de alquiler, quedaron en el ridículo total. Nada de eso jamás funcionó.
El Banco Ciudad intentó, por su parte, dar créditos hipotecarios, para alquilar, durante algún tiempo, pero quedó preso del cepo cambiario a fines de 2011. Las actuales condiciones que fija la entidad estatal en un país con casi 40% de inflación anual son de cumplimiento imposible para la enorme mayoría de la clase media asalariada.
El mercado de las más de trescientas mil viviendas vacías que tiene la Ciudad está completamente desregulado, a pesar de múltiples proyectos de ley en la Legislatura y en el Congreso Nacional para darles una afectación social. Las inmobiliarias privadas someten a un pago tan elevado a quienes quieren ingresar a un departamento en Capital Federal (dos meses adelantados, además de un tercer mes de depósito), que a diario se frustran cientos de operaciones por este problema insoluble.
El Parlamento argentino es el que debería regular la relación entre inquilinos y locatarios, pero casi todos los proyectos en defensa de los más débiles están aún muy verdes.
Se meneó la idea de colocar un impuesto a la vivienda ociosa, se aseguró que el Estado iba a salir como garante de los que no podían conseguir un aval propietario y hasta se intentó desgravar a quienes ponían sus propiedades a disposición de inquilinos. Invariablemente, todo quedó en mera pirotecnia preelectoral, que nunca terminó por materializarse de manera práctica.
El Gobierno de la Ciudad podría haber contribuido con medidas tales como: crear un registro de inquilinos; otorgar exenciones para que los propietarios alquilen sus casas; generar excepciones al Código de Edificación si el dueño se comprometiera a brindar un alquiler por diez años; Pero, el Pro optó por el camino más corto y encontró un atajo. En un universo de setecientos mil inquilinos, su propuesta para enfrentar la grave situación supone entregar trescientos beneficios por mes a menores de treinta y cinco años.
Claramente, una consigna al mejor estilo kirchnerista, ya que permite hacer una importante propaganda sobre un paliativo ínfimo. Una aspirina para una enfermedad grave y crónica que llega a comprometer hasta el 50% de grupos familiares que ya viven pauperizados por la inflación, la recesión y la desocupación.
¿Se podrían haber copiado soluciones de otras megalópolis como Buenos Aires, con el fin de aprovechar la experiencia de los países más avanzados? El Alcalde de la Ciudad de Nueva York, donde el metro cuadrado construido es en dólares tres, cuatro o cinco veces más caro que la Capital Argentina, anunció hace pocos meses un proyecto integral de acceso a la vivienda conocido como "cinco barrios, diez años". Los cinco grandes distritos en discusión para un megaplan de viviendas son: Manhattan (el más caro), Staten Island, Brooklyn, Bronx y Queens. Veamos tres grandes diferencias de la Gran Manzana con la Reina del Plata.
En la capital mundial del liberalismo económico, un jefe comunal demócrata (luego de los cuatro mandatos republicanos repartidos entre Rudolph Giuliani y Michael Bloomberg) logró detener la expulsión de las capas medias duplicando los dineros oficiales destinados a la creación de nuevas unidades habitacionales. El plan dispone que los inmuebles públicos ociosos sean destinados a la construcción de doscientas mil viviendas sociales.
En otras palabras, proponen hacer lo que los Pro y los K prometieron en Buenos Aires cuando desafectaron tierras ferroviarias para un hipotético plan Pro.Cre.Ar que nunca llegó.
A diferencia de la "revolucionaria Argentina K", donde los propietarios imponen a los inquilinos los reajustes que se les da la gana basándose en la explosión inflacionaria, en Nueva York unos quinientos mil departamentos de clase media y clase media baja tienen precios de renta "estabilizados". Los inquilinos están protegidos de aumentos bruscos, y tienen derecho a renovar el contrato sin ajustes salvajes, como ocurre en nuestro país.
Cuando un inquilino no tiene dinero para pagar lo que le piden, el Estado le solicita que abone el 30% de lo que gana mensualmente y, desde las oficinas públicas, le completan el resto de la renta.
SOCIOS EN LA INSEGURIDAD PORTEÑA Desde hace más de un lustro, el Ministerio de Justicia de la Nación discontinuó los datos sobre cantidad de homicidios cada cien mil habitantes que se registran en todo el país.
Nadie sabe qué es lo que ocurre y, como cuando se rompen los termómetros, todo queda en una cuestión subjetiva donde algunos sienten un poco de frío, otros perciben un clima templado y los restantes se sienten sofocados.
Hasta el propio ex jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, reconoce que el país tiene "la peor tasa de crímenes de los últimos veinte años, aunque el Gobierno nacional se esfuerce por tapar todo y no dé datos". Ciudad Evita, en el partido de La Matanza, encabeza el ranking argentino, con veintiocho homicidios cada cien mil habitantes. En un alarde de "contabilidad creativa", el ex ministro de la Corte Suprema, el ultra-kirchnerista Eugenio Zaffaroni, propuso desagregar el dato de la violencia en las villas de emergencia porteñas para demostrar que los números de la CABA son similares a los de Europa (cinco muertos cada cien mil habitantes).
Desde el mundial de 1978, cuando los militares dispusieron construir paredones para que no se viera Ciudad Oculta, en Villa Lugano, no existió un aporte tan significativo a la estupidez humana.
Vale recordar que Don Eugenio no sólo fue juez designado por esa atroz dictadura y juró por los Estatutos del "Proceso de Reorganización Nacional", sino que antes también había hecho lo propio con los Gobiernos autocráticos de los tenientes generales Juan Carlos Onganía y Alejandro Agustín Lanusse.
Lo concreto es que no hay datos oficiales y científicos sobre lo que ocurre con la inseguridad en la Reina del Plata. En 2004, cuando cientos de miles de personas se manifestaron en todo el país tras la muerte de Axel Blumberg, el Gobierno nacional prometió confeccionar el "mapa del delito", para saber cuántos crímenes soportamos, de qué tipo son y qué sitios son los más afectados.
No lo hizo el kirchnerismo y tampoco lo instrumentó el macrismo en el propio conglomerado urbano que gobierna. La "favelización" de la ciudad capital complicó todo aún más, ya que los uniformados solían conocer a los delincuentes de cada barrio y "regulaban" el delito. Actualmente, lo que ocurre tras los muros de las villas de emergencia es en buena medida desconocido por la Policía Federal y la Metropolitana, cuyos efectivos cuentan con ingresos suficientes como para poder vivir fuera de ese tipo de asentamientos de mayormente extranjeros.
Cuando el Estado no controla, nacen otro tipo de organizaciones que lo reemplazan y lo sustituyen que básicamente lo manejan los narcos y mafiosos. Para colmo, la actual gestión no tuvo mejor idea que no efectuar más la encuesta de victimización, con lo cual ya no tenemos siquiera esos números de inseguridad para saber dónde hay que actuar.
¿Qué le hace una raya más (o un pacto más) a este "tigre de papel"?
SOCIOS EN LIBERAR ZONAS PARA LA POLICÍA FEDERAL La Policía Metropolitana no se mete con las grandes "cajas de dineros" de la Polic ía Federal. Gracias a esos dineros non sanctos, se financia buena parte de la política de la Ciudad y de toda la Argentina. Ambas fuerzas comparten territorio en los barrios de Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Nueva Pompeya, Parque Patricios, Barracas, La Boca, Agronomía, Chacarita, Villa Crespo, Paternal y Villa Ortúzar. Como vemos, ninguno se encuentra en la zona céntrica, donde los "azules" tienen sus grandes centros de recaudación clandestina.
Mientras tanto, el Micro centro, Barrio Norte, Once, Flores y los sectores más estratégicos para las actividades ilegales de la trata, la venta de mercadería apócrifa y la comercialización de drogas siguen en manos de los uniformados que responden a las directivas de la Casa Rosada.
Al no efectuarse el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad, la Metropolitana quedó como mera institución dedicada a lo contravencional, ya que los verdaderos auxiliares de los jueces de instrucción y los correccionales siguen siendo los de siempre.
Nunca se cumplió con la promesa de generar una fuerza completamente nueva, ya que más de la mitad de los integrantes de la Metropolitana provienen de la Federal y la bonaerense. Tampoco se alcanzó jamás la cifra prometida de quince mil uniformados. La elección del primer jefe no pudo ser más desacertada: Macri eligió a Jorge "Fino" Palacios, un cuadro que estaba siendo investigado por la represión mortal de diciembre de 2001 y por el encubrimiento del atentado a la AMIA.
¿Por qué habrán obligado a Macri a hacerse cargo del subte a las apuradas, y los K nunca quisieron transferirle esa fuerza tan controvertida al Pro?
La forma en la que funciona el sistema para reunir fondos de manera centralizada es por demás conocida. La llamada "recaudación" nació con la Policía misma. Es mensual y asciende en forma piramidal.
En la base están los destacamentos, las sub-comisarías y las comisarías. Las dependencias tienen estipulado por el Estado Mayor Policial cuánto deben tributar, de acuerdo a sus "posibilidades".
La forma en la cual se hacen del efectivo es un problema del propio comisario, pero si el jefe no consigue dinero suficiente para el "alquiler mensual" de la taquería, sabrá a qué atenerse cuando se decida su continuidad o no en el puesto. Una vez que consiguen la burra, las dependencias inferiores retienen un porcentaje menor para sí y elevan cerca del 90% a las distintas jefaturas. Éstas, a su vez, repiten el mecanismo y mandan hacia arriba lo que "no les corresponde".
El taquero es el que se lleva la parte más grande, si supo hacer bien su trabajo. El jefe de calle y el recaudador, junto con el subcomisario, son los que quedan en segundo lugar. La única función del tipo que reúne el dinero es hacer la ronda y cobrar. No debe patrullar ni hacer investigaciones, ya que tiene otro tipo de "especialidad". La gorra tiene una gran precisión para esta tarea y, desde la llegada del kirchnerismo, los que eran pequeños "kioscos" personales se fueron transformando en grandes shoppings, gracias a la obscena proliferación de la trata de personas, la venta ambulante, la mercadería trucha y la comercialización de estupefacientes.
No todos los ingresos netos van al bolsillo de los efectivos, ya que a menudo el jefe invierte en buchones para "hacer estadística" y demostrar que están trabajando contra el delito.
Cuanto más relevante es el "dato" que trae el soplón, más cobra por sus servicios. La "inteligencia" policial suele quedar en manos de estos tipos marginales. Narcos, fiolos, desarmadores de autos y organizadores de manteros tienen que poner la cuota cada treinta días en forma religiosa.
La relación con la justicia es muy desigual, ya que los fiscales suelen ser tipos con poca calle, y cualquier oficial principal los "pasa para el cuarto" o, como dicen en la propia jerga, "se los comen como un pancho".
SOCIOS EN LA ADMINISTRACIÓN DEL DELITO: "SOMOS LOS PIRATAS" El circuito ilegal de venta de mercaderías que permiten o auspician desde el kirchnerismo y el macrismo no tiene precedentes. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa y la Cámara Argentina de Comercio denunciaron que en 2015 Buenos Aires ya tiene cuatro nuevas Saladitas, con lo cual suman ciento veinte en total, cuando hasta hace apenas un lustro eran "solamente" cuarenta.
El Pro intentó desmarcarse del fenómeno y mandó a sacar los puestos ilegales de venta en Constitución y Retiro, pero al mismo tiempo permitió que el comercio callejero se duplicara en los lugares más codiciados, donde se reciben clientes de todo el país y del exterior: Once, Flores, Liniers y San Telmo.
En resumen, los manteros son el doble de los que existían cuando Mauricio Macri llegó a la Jefatura de Gobierno local en 2007. ¿Qué hace falta para que esta maquinaria funcione?
Permitir que llegue desde el extranjero mano de obra casi esclava para los talleres clandestinos y para la venta ambulante. Los recién llegados terminarán engrosando las villas y los asentamientos precarios por promesas de trabajo casi siempre engañosas.
Las ropas y los productos surgidos de los talleres clandestinos y de los centros de explotación se comercializan luego en puestos callejeros que carecen de todo control por parte del Estado. Como la AFIP no pudiera hacer el control efectivo de los mismos. Con una orden de Cristina, lo desmantelan de cinco minutos.
Todo es "en negro", el dinero jamás tributa impuestos ni puede ser auditado. ¿Se imaginan si, de la noche a la mañana, alguien pudiera disponer y apropiarse de cientos de miles de metros cuadrados para la venta ilegal de productos en los sitios públicos más privilegiados de la capital del país? Pues existe!
¿Cuánto dinero significaría tener gratis miles y miles de puntos de venta, que son visitados por millones de transeúntes cada jornada? Detrás de cada puesto existe una organización con sincronizada logística, ya que se les otorga protección, se los traslada hasta sus lugares de "trabajo" y se les lleva puntualmente un catering caliente cada mediodía y una merienda por la tarde. Las ganancias son multimillonarias.
Las mercaderías suelen ser muy diversas, y van desde comidas ofrecidas a cielo abierto, en medio de calles llenas de smog, hasta medicamentos de dudoso origen; ropa a menudo apócrifa y productos electrónicos que se consiguen a precios tan bajos que hacen dudar de su real procedencia.
Antes de la "década ganada", el 70% de las prendas falsificadas provenían de China, y entraban por Paraguay a través de la Triple Frontera. Ahora, casi el total de la falsificación textil, se produce en nuestro propio país, en máquinas operadas por extranjeros.
Casi la mitad de la ropa que se comercializa en nuestro territorio es de origen ilegal o falsa, según la propia Cámara de la Indumentaria. Para la Unión de Trabajadores Costureros de Buenos Aires, hay más de cuatro mil talleres clandestinos entre la ciudad capital y el conurbano.
Por su parte, quienes pertenecen a la Unión de Trabajadores de Sociedades de Autores y Afines (UTSA) y a la Unión Argentina de Video editores (UAV) protestaron varias veces en vano frente a la puerta del Gobierno porteño pidiendo que se frenara la venta callejera de películas y de CD truchos.
Las ventas se llevan adelante con total impunidad en ferias y puestos callejeros, sin que el Pro, la Policía Federal, la AFIP muevan un dedo para frenar el avance de las copias piratas.
Entre manteros y saladitas, ya existen trece mil puestos ilegales que recaudan unos cuatrocientos millones de pesos por mes, si contamos una recaudación promedio de mil pesos diarios. Cada año suman casi cinco mil millones de pesos, o bien casi cuatrocientos millones de dólares una caja tan suculenta que es capaz de dejar a todos contentos.
SOCIOS PARA NO COMBATIR LA PROSTITUCIÓN Nunca hubo semejante cantidad de departamentos "privados" en la Ciudad de Buenos Aires. Las ONG que luchan contra la trata denunciaron ante la justicia a centenares de ellos.
¿Cómo llegaron a descubrirlos? Muy fácil: les bastaba con llamar a las direcciones consignadas en millones de volantitos que se colocaban en la vía pública cada jornada. No existe ciudad importante del mundo que tenga una oferta de sexo tan agresiva como Buenos Aires.
Durante una homilía pronunciada en Plaza Constitución, en septiembre de 2011, el cardenal Jorge Bergoglio habló con gran dolor sobre la situación que veía a diario. "En esta ciudad la esclavitud no está abolida, está a la orden del día y bajo diversas formas. En esta ciudad se explota a trabajadores en talleres clandestinos. En esta ciudad se rapta a las mujeres y a las chicas y se las somete al uso y al abuso de su cuerpo. Se las destruye en su dignidad", denunció en vano, ya que, cuatro años más tarde, la situación se agravó de manera notoria. El propio Macri fue acusado por la ONG La Alameda por recibir financiamiento de parte del proxeneta Raúl Martins, con quien Mauricio se fotografió en un viaje a México.
El escándalo fue expuesto por Lorena, la propia hija de Martins, que era un ex agente de la SIDE y dueño del prostíbulo Black. La mujer denunció también a funcionarios del Gobierno de la Ciudad, en 2011, por habilitaciones truchas. Apenas consiguió que se cerrara un prostíbulo en forma defintiva, a pesar de haber denunciado muchísimos más. Esto se resaltó en la investigación del caso Nisman, cuando se descubrieron fotos y videos donde aparece el ex fiscal con todos estos personajes mafiosos. Como diría el ex manager de Maradonna, Coppola: "Alberto iba siempre y llevaba muy buenos bombones para compartir".
Durante la década K se duplicaron los establecimientos de trata, y en la actualidad llegaron a más de ocho mil en el país, con unas sesenta mil mujeres afectadas de distintas nacionalidades. La ONG La Alameda, de estrecha relación y muy buena sintonía con el papa Francisco, estima que los "privados" en la Capital Federal superan actualmente el millar de departamentos. Seguramente, algún día también descubrirán las "Fábricas de bebes" que son consecuencias de las violaciones de mujeres raptadas o de inseminaciones artificiales para los que "exigen bebes con determinadas características".
CAPÍTULO CUATRO
El despliegue de casinos en zonas turísticas fue implementado por el ex presidente Juan Domingo Perón, basándose en experiencias europeas como las del principado de Montecarlo y el no menos lujoso centro de apuestas de Baden-Baden, en la selva negra alemana.
El fundador del justicialismo pensó en una diversión nocturna para los turistas de la costa atlántica vernácula o las sierras cordobesas. Sin embargo, algunos de sus discípulos (veinte años después de su muerte) reinterpretaron lo que significaba el "impuesto al bobo" y desplegaron bingos y tragamonedas por los cuatro puntos cardinales de la Argentina. Comenzó tímidamente el ex gobernador de Buenos Aires Eduardo Duhalde con los bingos, donde se apostaba con cartoncitos.
Sin embargo, tras la irrupción de los modernos "slots" este planeta dio un giro irreversible. A las salas tradicionales había que ir en los setenta y principios de los ochenta con saco y una buena cantidad de efectivo, ya que para "pedir color" en la ruleta, por ejemplo, uno debía adquirir por lo menos 20 fichas iniciales. Hoy en día todo ha cambiado y uno puede jugar aunque tenga un billete de mínima denominación, ya que no hay croupiers, ni jefes de mesa: solamente está la máquina contra el apostador.
Se ha llegado a la locura de que pueblos que no alcanzan los diez mil habitantes tengan hasta tres sitios dedicados a las "tragaperras". No existe sociedad en el mundo que haya impulsado la ludopatía hasta el nivel obsceno que experimenta hoy nuestro país. A excepción claro de Las Vegas en EE.UU. ¿Cómo empezó todo en Buenos Aires?
La Ciudad de Buenos Aires se declaró autónoma en 1996, y determinó su potestad para manejar la explotación y la administración de todos los juegos de azar en su territorio. Dos meses antes de su salida del poder, en octubre de 1999, Carlos Menem inauguró el primer casino de la Capital Federal.
Estaba sobre un barco, en aguas federales, junto a Puerto Madero. Los adjudicatarios fueron los miembros de la empresa de capitales españoles CIRSA, de muy buena sintonía con el caudillo riojano.
Ocho años más tarde, CIRSA sufrió el acoso feroz de sindicatos kirchneristas y soportó causas judiciales por lavado de dinero. Lograron frenar ambas embestidas de manera casi inmediata, luego de que le vendieran la mitad de su negocio flotante al empresario ultra-k Cristóbal López y a sus socios. También resignaron el 50% de los ingresos del casino de Rosario. Es sabido que una manera muy simple de "lavar dinero proveniente de actos ilícitos es a través de dos personas. Una pierde mucho dinero en las mesas de juego y otra gana mucho dinero dos o tres días después; y listo, el dinero es legal y con una parte para el Estado.
La segunda sala de apuestas de la ciudad capital está en el Hipódromo de Palermo, y también es regenteada por la gente de Cristóbal López. En una construcción subterránea de más de trescientos metros de extensión, se distribuyen más de cuatro mil slots, lo que supone una marca sólo comparable con los hoteles más grandes del mundo, como el MGM de Las Vegas.
Al igual que Menem, Néstor Kirchner también les hizo a los centros de apuestas porteños un "regalito" cuando ya estaba subido al estribo del poder, a punto de dejarlo. Cinco días antes de su partida de la Casa Rosada, el santacruceño le concedió una extensión de un cuarto de siglo a López en el más tradicional hipódromo argentino. Fue llamativo el apuro y la magnanimidad extrema del "Lupo", ya que la concesión palermitana vencía diez años después de su obsequio, en 2017.
Como si todo esto fuera poco, "obligó" a López a colocar un 40% más de tragamonedas para que todo el mundo pudiera jugar sin contratiempos. En 2007, tras el primer triunfo del Pro en Buenos Aires, un empresario del negocio del turismo y los casinos de la provincia de Mendoza trató de "avivar" a quien luego sería ministro de Hacienda de Mauricio Macri sobre la cantidad de dinero que estaba perdiendo la Ciudad por no reclamarles a López y a sus socios lo que le correspondía. Tanto Aníbal Ibarra como Jorge Telerman habían sido, entre 2003 y 2007, absolutamente funcionales al empresario oriundo de Chubut. El hotelero que le explicó a Grindetti cómo se manejaba un negocio tan poco transparente, le aseguró que la Ciudad estaría en condiciones de recaudar cientos de millones de dólares más por año si echaba a Cristóbal de su sitial. Una vez convertido en funcionario, Grindetti, quien había manifestado gran interés durante el primer cónclave, tuvo que reconocerle al cuyano que había consultado "arriba", y que le contestaron que se trataba de una "cuestión política" que lo excedía.
Macri contó ya con dos oportunidades para terminar con el contrato que une a la Ciudad con el controvertido "zar del juego". Sin embargo, Mauricio prefirió dejarlas pasar, convirtiendo a la CABA en el único Estado autónomo en la Argentina que no reclama la potestad para quedarse con las regalías de una actividad sumamente lucrativa. Es difícil de entender semejante postura, ya que se supone que el ex presidente de Boca Juniors es un experto en generar negocios y recursos.
De acuerdo con el artículo 50 de la Constitución porteña, el Jefe de Gobierno podría reclamar la exclusividad de los ingresos que deja el juego en su distrito en el mes de agosto de 2015, en plena definición de la campaña presidencial. ¿Se animará Mauricio a mandar la simple carta que se necesita para recuperar semejante montaña de recursos? Hagan sus apuestas. El que dijo si, perdió.
El convenio ley 1182 entre la ciudad y Lotería Nacional establece, en su cláusula segunda, que si se da de baja a toda la ciudad puede cobrar cien por ciento del impuesto, ya que hoy Lotería le da a la ciudad apenas el treinta y cinco por ciento de lo que paga López.
Vale recordar que, en 2013, en menos de quince minutos, un polémico nuevo convenio le perdonó al "zar del juego" una deuda estimada entre mil quinientos y dos mil millones de pesos en concepto de ingresos brutos no tributados. En el acuerdo de 2013 suscripto por el Pro y el FPV en la Legislatura (que no fue defendido de manera oral en el recinto por ningún legislador del macrismo y del kirchnerismo) se convalidaron también las mencionadas prebendas de Kirchner a López, extendiendo los beneficios a los concesionarios hasta después de 2030. Simplemente, se valieron de la mayoría que conformaban, y rubricaron un nuevo pacto que, en teoría, le garantizaría al Gobierno local unos trescientos millones de pesos extra de canon por año.
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