Descargar

La triple frontera (Brasil, Argentina y Paraguay) ¿Terrorismo o criminalidad?


Partes: 1, 2
Monografía destacada

    La región de la Triple Frontera, también conocida como Triplice Fronteira (portugués) , es la zona comprendida principalmente por las ciudades de Foz de Iguazú (Brasil), Ciudad del Este (Paraguay) y Puerto Iguazú (Argentina), cuya superficie es de aproximadamente 2500 Km2.

    La población es casi de 700 mil habitantes, numero considerable si se tiene en cuenta que en 1961 era de 60 mil habitantes. El aumento de población se debió a que la construcción de la represa de Itaipú que proporcionaba energía barata para los comercios de la región, a la vez que generó fuentes de trabajo.

    Es una zona donde convergen diferentes culturas: argentinos, brasileros, paraguayos, árabes, chinos, coreanos, descendientes de italianos, alemanes etc. Esta conjunción de culturas le da un color propio a un área en permanente trasformación sociocultural que refleja un verdadero crisol de etnias.

    A pesar de lo anterior, es imposible disociar la región de la Triple Frontera de su fama con respecto a actividades ilícitas que allí se desarrollan. Ciudad del Este sería el epicentro de estas actividades.

    La principal actividad delictiva se basa en la falsificación y contrabando de diferentes mercaderías (cigarrillos, electrónica, drogas y armas). Lo particular de este fenómeno, es la magnitud de intercambio de bienes que allí existe.

    Este tráfico ilegal de artículos configura una zona en donde se ha vuelto muy difícil cualquier control, al mismo tiempo que se ha instalado en el imaginario colectivo de los habitantes del cono sur, la existencia de una zona (Ciudad del Este) en donde, por ejemplo, se puede obtener productos electrónicos a un costo más baja que el mercado interno. Es decir que no se trata de una zona oculta o exclusiva para quienes sólo desarrollan el comercio ilegal a gran escala, sino también para cualquier turista que deseo obtener dichos bienes.

    La piratería y comercialización de mercadería de contrabando en Ciudad del Este se ve facilitada por la legislación paraguaya, que permite el patentado en el Registro Nacional de Marcas internacionales de empresas que no están asentadas en el país.

    La Triple Frontera también es una zona conocida popularmente por su fama de recibir los autos robados de los centros urbanos como Buenos Aires, para ser vendidos posteriormente en Brasil, Paraguay y Bolivia.

    El contrabando fluvial hacia Argentina y Brasil desde Ciudad del Este, y más genéricamente desde la zona sudoriental paraguaya, suele tener lugar a través del río Paraná y, respecto a Brasil, por el lago artificial formado por la represa de Itaipú.

    Aclarando la confusión que suscita, un negocio ilícito no es necesariamente crimen organizado, a su vez las dinámicas y las estructuras organizacionales de los grupos criminales superan a veces a las desarrolladas por empresas de primera línea.

    La Triple Frontera, es hoy un espacio pluriétnico en donde se ha conformado una idiosincrasia propia que alberga a diversas culturas. Al mismo tiempo y a velocidad que el turismo aumenta, el comercio de bienes (legal e ilegal) conforma un fenómeno único en la región que simboliza lo inmanente de la historia de la zona.

    Si se vuelve en el tiempo, se puede contrastar el auge del comercio, que había en épocas del virreinato del Perú en Buenos Aires. La propagación de comercios a base del contrabando fue generado por la ineficacia del sistema de comercio monopólico con la metrópolis y el crecimiento de una ciudad, producto de este comercio ilegal que trajo como consecuencia la fundación del Virreinato del Río de la Plata ya que la ciudad de Buenos Aires había aumentado su tamaño hasta convertirse en rival de Lima.

    Esta analogía pretende demostrar que el crecimiento urbano que genera el comercio ilegal no siempre es tenido en cuenta a la hora de planificar políticas de población o migración, lo cual se traduce en crecimiento numérico, que puede ser foco de conflictos.

    Para la Dirección Nacional de Aduanas de la Argentina el contrabando y la mercadería falsificada en la Triple Frontera además de tener como resultado un considerable daño económico, produce activos que pueden servir para financiar actividades terroristas.

    La importancia de esta clase de ilícitos no estaría solo en los altos montos que hacen que se escape de las manos del fisco y de las empresas a las cuales se les falsifica la marca, sino en que estos capitales ilícitos pueden ser utilizados para servir de logística a otro tipo de delitos mas peligrosos y complejos como son el narcotráfico, el financiamiento del terrorismo y el crimen organizado.

    En cuanto a otras formas de delitos, la Triple Frontera está sospechada de ser un centro de explotación sexual. Un informe realizado por el gobierno de Argentina advierte sobre la gravedad del problema de la explotación sexual en la zona que limita con Brasil y Paraguay. El informe estuvo a cargo del Consejo de Niñez, Adolescencia y Familia y forma parte de un estudio más amplio impulsado por el Instituto Americano del Niño en otros cinco países de la región. Se estima que en la zona de la Triple Frontera existen más de 3500 menores de 18 años que sufren algún tipo de violencia sexual.

    Por su parte los Servicios de Seguridad e Inteligencia de los tres países que conforman la región, integrados en el Comando Tripartito creado en 1996, han incrementado paulatinamente los controles al transporte, las mercaderías y las personas. Este comando es el que da las pautas de control que se deben seguir, pero asesorado por el Departamento de Estado de los EE. UU., el que a su vez ejerce presión sobre los distintos gobiernos fronterizos de la zona por el supuesto vinculo que esta tiene con el terrorismo internacional, el narcotráfico y el crimen organizado.

    La hipótesis de que en la zona se encuentran células terroristas ?dormidas?, tanto de origen islámico como de la guerrilla colombiana, se ha hecho notar con mayor fuerza desde los atentados del 11-S en territorio estadounidense.

     

    Partes: 1, 2
    Página siguiente