Para Amity Shlaes, columnista de Bloomberg y autora de "El hombre olvidado: una nueva historia de la Gran Depresión" (The Forgotten Man: A New History of the Great Depression), este periodo constituye otro punto de referencia en la misma dirección, quizá más importante que el anterior.
De hecho, Shlaes ha llegado a decir que la campaña presidencial en la que Roosevelt salió reelegido en 1936 fue la que inclinó la balanza en favor de Washington y en contra de la descentralización: "El país, a principios de los años 30 pertenecía a los estados… éstos eran dos veces más poderosos que Washington". Sin embargo, en 1936 el gobierno federal ya controlaba más cantidad de presupuesto que todos los estados juntos.
Esto es lo que nos dicen las series históricas de gasto público por niveles de gobierno, que se recogen en el sitio web US Government Spending, basado en las fuentes gubernamentales oficiales. Los siguientes gráficos muestran este cambio tan significativo, que tuvo lugar en menos de una década.
Durante los años en los que EEUU luchó en la Segunda Guerra Mundial (1941-1945), el aumento del gasto federal fue descomunal, mientras que el estatal y local se redujo. En la segunda mitad del siglo XX, el peso del gobierno federal en relación al estatal y local se ha ido reduciendo paulatinamente, hasta igualarse a principios de 2000, como muestra el primer gráfico.
Sin embargo, los estados no han vuelto a tener la influencia que tuvieron antes de 1936, y se puede observar cómo en los últimos años el gobierno federal va avanzando en detrimento de los niveles inferiores, tal y como señala el elipse naranja en la siguiente figura.
Y todo esto ha sucedido en un siglo XX en el que el aumento del gasto gubernamental ha sido casi descontrolado, especialmente y de manera sostenida desde la ruptura del sistema de patrón-oro-dólar de Bretton Woods en 1971.
Un siglo XX que significó cambios dramáticos en la estructura económica del país y, en particular, en la proporción de recursos controlados y manejados por el sector privado y el público. Mientras que en 1929 las administraciones públicas sólo controlaban el 10% de toda la producción del país, en la actualidad supera con creces el 40%, pudiendo alcanzar incluso el nivel del 50% en estos años.
En el siguiente gráfico se muestran estos hechos, describiendo la evolución del gasto público total en miles de millones de dólares (eje izquierda) y la del gasto público total en relación al PIB de EEUU (eje derecha).
"California sigue sin ver la luz al final del túnel. Sin acuerdo parlamentario, el controlador del Estado, se ha visto obligado a imprimir pagarés para afrontar los pagos que adeuda la administración. Ahora, esos bonos son pagarés basura. Los grandes bancos han anunciado que no los aceptan. La agencia de calificación crediticia Fitch Rating ha rebajado la calidad de la deuda a largo plazo de California hasta "BBB" desde "A-". Además, ha dejado los bonos del Estado más poblado de EEUU en perspectiva negativa. Una degradación que llega a penas dos semanas después de que la misma agencia degradara la deuda de California a "A-" desde "A"". Fitch degrada los pagarés de California a bonos basura (Libertad Digital – 8/7/09)
La degradación a BBB está basada en la continua incapacidad del Estado para alcanzar un acuerdo sobre su agujero presupuestario que supera ya los 26.000 millones de dólares. Los continuos intentos de Schwarzenegger para alcanzar acuerdos en la cámara de Sacramento han sido inútiles. Primero intentó sacar adelante importantes subidas de impuestos que frenaron los contribuyentes en las urnas. Después, decretó la liquidación del Estado de Bienestar con recortes de gasto que pueden calificarse como espectaculares. Los demócratas se encargaron de echarle freno en el Congreso.
Así, y tras la negativa de Washington a acudir al rescate con los fondos de adquisición de activos (TARP) del Plan Paulson, California se acercaba sin remedio a la fecha límite en la que el colapso sería la única salida posible. Ya la pasada semana, el controlador general del Estado John Chiang, comenzó a emitir bonos (o pagarés) para satisfacer los pagos a los que tiene que hacer frente el Estado, entre otros, las devoluciones de impuestos.
Con esta nueva degradación y colocación en perspectiva negativa, los bonos que imprime el señor Chiang se han convertido en pagarés basura. Es decir, que estos bonos reflejan un fuerte riesgo a corto plazo. En opinión de Fitch, esto podría agravar la situación económica, los ingresos y los problemas de liquidez del Estado. Precisamente esta forma de pago fue la que propuso el propio Chiang cuando el Estado de California tuvo que reconocer el fuerte problema financiero que tenía al entrar en quiebra técnica un mes antes.
Pero esta degradación de Fitch no ha llegado sola. Con ella, los grandes bancos de EEUU que operan en este Estado han comunicado que no aceptarán pagarés de California.
"Llega el temido efecto dominó al Este de Europa. Al menos, diez gobiernos de la zona están negociando su rescate financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI)". El FMI negocia el rescate de diez países en Europa del Este (Libertad Digital – 10/7/09)
Al menos 10 países del Este de Europa están negociando con el FMI un rescate de miles de millones de dólares para evitar la quiebra. Según recela el diario austríaco Der Standard, el organismo internacional está dispuesto a conceder ayudas dada la gravedad de la situación que atraviesan estas economías, tal y como avanzó LD.
No obstante, cabe recordar que la banca del centro de Europa es la más expuesta a la quiebra de estos países.
Los países que han solicitado ayuda al FMI, por el momento son: Bulgaria, Croacia y Macedonia (solicitan ayuda por primera vez); Ucrania, Serbia, Rumanía, Bielorrusia y Letonia negocian la ampliación de los préstamos del FMI o acelerar su recepción; mientras, Hungría todavía está estudiando la posibilidad de solicitar más dinero del FMI.
Mientras, Bosnia-Herzegovina recibió el jueves 1.570 millones de dólares de la entidad para afrontar la crisis económica. El crédito por un período de tres años le es necesario al país balcánico para atenuar los efectos de la crisis financiera y económica mundial.
"En un reciente artículo, la prestigiosa revista Time se pregunta qué estados corren mayor peligro de seguir la misma suerte que California. Y es que, la inmensa mayoría de los estados han tenido que tomar medidas dolorosas para poder aprobar los nuevos presupuestos, resumidas en subidas de impuestos y recorte de servicios públicos". Y tras California, ¿qué estado será el siguiente en quebrar? (Libertad Digital – 14/7/09)
En este sentido, Business Week se hace eco de un estudio según el cual 47 de los 50 estados se enfrentan a agujeros presupuestarios. Por su parte, Minyanville, web de EEUU especializada en información económica, eleva a 49 los estados que podrán corre la misma suerte que California.
Así por ejemplo, Vermont está cerrando paradas de descanso en las autopistas; en el estado de Washington 40.000 personas perderán el subsidio sobre el seguro sanitario y se prevé que la matrícula de la universidad pública aumenten en un 14%; y en Nueva Jersey suben los impuestos a las rentas altas, a los fumadores y a los consumidores de vino y licores. En Alaska y Nevada se estima que necesitarán gastar un 30% más de lo que los oficiales del estado prevén recaudar en impuestos.
En otros estados, la excesiva dependencia de sus ingresos públicos sobre los impuestos personales está agravando los problemas, dada la alta volatilidad de este tipo de tributos. Una de las economías más débiles, la del estado de Michigan, también ha pedido ayuda a la capital federal. Otra fuente de los problemas financieros de los estados, especialmente en casos como Massachusetts y Nueva Jersey, reside en la necesidad de financiación para seguir pagando las pensiones estatales.
La gravedad de estos descuadres presupuestarios en el futuro próximo dependerá del desempeño de la economía norteamericana y su habilidad para recuperarse pronto. ¿Seguirá aumentando el desempleo a altas tasas? ¿Dejarán de caer los ingresos impositivos para comenzar a repuntar?
"¿Será la marihuana la solución a los problemas de Arnold Schwarzenegger? Al menos así lo cree Marijuana Policy Project, un grupo de activistas en defensa de la legalización del cannabis que se ha propuesto hacerle el trabajo más fácil al Gobernador de California, incapaz de ponerle freno a la crisis presupuestaria del Estado, que acumula una deuda de más de 26.300 millones de dólares".
La asociación, con un amplio respaldo ciudadano y que cuenta con importantes apoyos políticos en el parlamento estatal, acaba de lanzar una polémica campaña televisiva con la que pretenden reabrir el debate en torno a la legalización del cannabis con fines lúdicos.
El spot, de sólo 30 segundos y que se emitirá esta semana en más 200 ocasiones en las televisiones locales y nacionales de California, ha levantado una enorme polvareda, hasta el punto de que algunos canales ya se han negado a reproducirlo, entre ellas KABC-TV de Los Ángeles o la KGO-TV de San Francisco.
"El gobernador ignora a miles de californianos que quieren pagar más tasas. Somos consumidores de marihuana y los impuestos derivados de su legalización podrían pagar el salario de 20.000 profesores", afirma Nadene Herndon, jubilada de 60 años, trabajadora estatal y protagonista del anuncio televisivo más polémico del verano.
Recortes presupuestarios en California
La referencia a la situación del profesorado no es casual. La falta de fondos públicos ha obligado a "governator" Schwarzenegger a tomar las primeras medidas de ahorro, que, de momento, se han cebado con la educación. Los primeros perjudicados, los niños californianos y sus sufridos padres: el año que viene su curso escolar tendrá una semana menos. Con esta impopular decisión el estado espera ahorrar 5.300 millones de dólares en los salarios de los docentes y el mantenimiento de los centros. Si no surte efecto, la sanidad será la siguiente en recibir el tijeretazo.
Para evitar recortes aún más traumáticos, Marijuana Policy Project quiere propone que se grave con 100 dólares la producción de cada dos onzas de marihuana -aproximadamente 60 gramos-, cuyo valor en la calle podría rondar los 800 dólares. "De esta manera, no solo se podrían recaudar más de 1.500 millones de dólares extra cada año, sino que además se ahorrarían los más de 1.000 millones que actualmente se invierten en la lucha contra los pequeños delitos relacionados con la marihuana", explica Tom Ammiano, uno de los políticos regionales que apoya la propuesta.
Hasta el momento, Schwarzenegger simplemente se ha limitado a decir que ve con buenos ojos "que se abra un debate sobre nuevas fórmulas que aporten ingresos adicionales". Sin embargo, parece que los ciudadanos lo tienen claro. Las últimas encuestas publicadas por medios estadounidenses afirman que el 56% de los californianos estaría de acuerdo con la despenalización del consumo de cannabis. Algo que no es de extrañar, si se tiene en cuenta que California es el estado número uno en cuanto a producción de marihuana, con casi 4.000 toneladas (casi el 40% del total del país), que allí reside el 13% de los consumidores habituales de todo el país y que conviven con su uso legal con fines médicos desde 1996.
"California, uno de los principales motores económicos de Estados Unidos, responsable del 13% del producto interior bruto del país, está en crisis. El gobierno del estado se enfrenta a un déficit presupuestario de más de US$ 26.000 millones y los recortes en el gasto público podrían afectar a uno de los símbolos del estado, sus más de 220 parques nacionales". Parques nacionales, ¿cerrado por crisis? (BBCMundo – 20/7/09)
Arnold Schwarzenegger, gobernador republicano del estado, está considerando el cierre de cerca del 80% de las reservas naturales, lugares históricos y zonas recreativas.
"Cerrar los grandes espacios abiertos en un estado que se enorgullece de ello es un movimiento drástico que, según el gobernador, ahorrará US$ 143 millones", apuntó el corresponsal de la BBC de Los Ángeles, Peter Bowes.
Pero ante esta propuesta, pronto se alzaron voces críticas.
"Los críticos dijeron que el cierre de los parques es una medida miope y a corto plazo ya que estos lugares generan millones de dólares de ingresos. Además existen temores de que, si estos lugares se cerrasen, algunas áreas podrían quedar a merced del vandalismo", apuntó el corresponsal de la BBC.
Para el gobierno estatal, sin embargo, ésta es una medida de urgencia para una situación de crisis sin precedentes.
"El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y los legisladores estatales han llegado a un principio de acuerdo para aprobar el presupuesto del próximo año y enfrentarse al déficit presupuestario de este estado (valorado en 26.300 millones de dólares), tras meses de ásperas discusiones". Gobernator saca a California de la bancarrota: préstamos y "trucos contables" (Libertad Digital – 21/7/09)
Según informa la cadena norteamericana CNN Money, este principio de acuerdo establece que el Gobierno recortará su presupuesto en 14.000 millones de dólares en gasto social, algo que supone una importante concesión por parte de los demócratas.
Pero los recortes más importantes llegarán a los servicios que reciben los pobres, los ancianos y los discapacitados. Sin embargo, no se ha reducido el presupuesto de la cobertura sanitaria pública para niños.
Y es que uno de los objetivos de la Administración era el de reducir el desequilibrio con recortes sociales y educativos que afectan, principalmente, a las clases medias y bajas. En junio, el sector público recortó 6.700 puestos de trabajo.
El acuerdo conlleva también un "préstamo forzoso" por parte de las entidades locales por valor de 4.000 millones de dólares, además de varios "trucos contables", para cuadrar las cuentas públicas. En ese sentido, se aumentarán las retenciones fiscales y se retrasará el pago de los salarios de los empleados un día, hasta el 1 de julio del 2010, con el objetivo de que no se contabilice en el próximo año fiscal.
"Hace seis años, en plena marea republicana, con California sumida en una crisis presupuestaria devastadora, Arnold Schwarzenegger se convirtió en gobernador. Carecía de experiencia política, y se había hecho famoso por hacer de robot en el cine. Precisamente por eso, prometió ser "el gobernador del pueblo frente a la política de siempre". Diez meses después de aquella victoria, el gobernador demostraba en la Convención Republicana de Nueva York su carácter de macho, incluso en un terreno tan aburrido como es la política económica, al arengar a los delegados con un muy viril: "No seáis unas nenas económicas" (hay que recordar que el abuso de anabolizantes como el que ha realizado el actor suele conllevar una reducción del tamaño de los testículos, lo que podría explicar esa obsesión con la masculinidad). Los patacones de Arnold Schwarzenegger (El Mundo – 22/7/09)
Cinco años después de aquello, Schwarzenegger no sólo ha doblado la deuda de California. También ha llevado al Estado a una crisis fiscal aún mayor que la que le puso a él en el poder. Ha llegado al extremo de pagar a los contratistas de obra pública y hasta a los hospitales y a las escuelas concertadas de en bonos con un interés anual del 3,75%, que vencerán el 2 de octubre, y que los mayores bancos de EEUU se han negado a aceptar.
Es la versión californiana de los "patacones", los bonos que la provincia de Buenos Aires emitió como moneda en 2002, en pleno colapso de la economía argentina. O como los bonos con los que el conde de Tendilla financió parte de la campaña de Granada de los Reyes Católicos.
Evidentemente, California no está en quiebra, como Argentina en 2002. En realidad, los problemas de California son autoimpuestos: hace 31 años los californianos aprobaron en referéndum la Proposición 13, que establece que la mayor parte de las subidas de impuestos requieren el voto a favor de dos tercios del Congreso. Es una medida que virtualmente liquida la posibilidad de aumentar la presión fiscal, y que pone al Estado al borde de la suspensión de pagos cada vez que hay una crisis.
Con suerte, los patacones californianos dejarán de emitirse mañana (sin embargo, no está claro que los testículos de Schwarzenegger vayan a crecer). Pero a un coste tremendo: una serie de trampas contables y un recorte del gasto público que dejará sin sanidad a decenas de miles de niños y ancianos e incluso obligará a California -el Estado más poblado y económicamente más potente de EEUU- a revisar las condenas de los presos, a ver si se las puede acortar, con lo que éstos dejarán de vivir del Estado en la cárcel.
El gobernador deberá hacer aún más recortes para contrarrestar el déficit.
"En 1998, la economía irlandesa crecía al 8,4%, el parque de viviendas no llegaba a 1,33 millones de unidades, el endeudamiento hipotecario medio de cada irlandés era de 5.632 euros y el crédito al sector privado sumaba 69.095 millones de euros. Diez años después, en 2008, la economía cayó un 3%, había más de 1,93 millones de viviendas, la deuda hipotecaria media se había multiplicado por seis y rozaba los 33.500 euros por persona y el crédito al sector privado ascendía a 395.118 millones de euros. Es lo que se ha llamado la burbuja inmobiliaria irlandesa que, al igual que la española, ha estallado y se ha llevado por delante el milagro económico". Burbujas que salen muy caras (El País – 2/8/09)
Ahora, Irlanda está en crisis. En crisis política, con un Gobierno derrotado clamorosamente en las elecciones europeas y locales de junio pasado. Y en crisis económica, con una recesión que según el banco central contraerá el PIB un 9% este año y un 3,5% en 2010.
A principios de los años noventa el tigre celta transformó su economía gracias a una conjunción quizás irrepetible de circunstancias: la pertenencia a la Unión Europea, la creación del Mercado Interior comunitario, las enormes inversiones en educación gracias a las ayudas europeas al desarrollo -que permitieron mejorar la eficiencia de un mercado laboral que tiene la ventaja de hablar inglés-, la introducción de un ventajosísimo sistema fiscal para las empresas y los pactos sociales Gobierno-sindicatos para fomentar la moderación salarial a cambio de rebajas de impuestos. Esa combinación provocó un boom de la economía con la llegada de grandes conglomerados de EEUU y el continente que cebaron las exportaciones a gran escala.
El aumento del nivel de vida de la población y el largo periodo de bajos tipos de interés y moderada inflación de la economía mundial ha ido cambiando ese modelo. En los últimos años, la demanda interna ha sustituido a las exportaciones como motor económico, sobre todo por la construcción. El ingreso de los países del Este en la UE, con la llegada masiva de mano de obra barata, acabó de calentar una locomotora que estaba ya trabajando a una velocidad demasiado alta.
Ya en 2003, el Instituto de Investigación Económica y Social advirtió de los problemas que podía generar el nuevo modelo, "pero me temo que nadie nos escuchó", se lamenta el profesor John Fitz Gerald, responsable de investigación macroeconómica del instituto. "Sugerimos que el Gobierno tenía que usar en particular la política fiscal frente a la burbuja inmobiliaria para sacar dinero de ese mercado. En una unión monetaria las burbujas inmobiliarias domésticas no pueden ser controladas por el BCE, tienen que ser controladas mediante la política fiscal", añade, aunque admite que el otro factor, la crisis financiera, "no era tan predecible".
"Al igual que Irlanda y España, Reino Unido también ha tenido una burbuja inmobiliaria pero la diferencia es que allí esa burbuja no ha absorbido los recursos del resto de la economía", explica Fitz Gerald. En Irlanda se construyó en 2007 una vivienda por cada 40 habitantes mientras en Alemania, por ejemplo, la proporción fue de una por cada 200.
¿Se arrepiente el Gobierno de no haber intervenido para frenar la burbuja inmobiliaria? "Sí, ahora que sabemos lo que ha ocurrido", admite el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, en un encuentro con periodistas europeos en Dublín. "Pero Kenneth Galbraith ya dijo que era muy difícil saber cuándo se puede reventar una burbuja. No sólo había una burbuja inmobiliaria. También una burbuja bancaria y de dinero. Y no sólo en Irlanda. En muchos países", se defiende.
"Islandia es al mundo lo que Bernard Madoff a Wall Street". El paralelismo de Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano, no está exento de similitudes. Si el que fuera presidente de Nasdaq fue descubierto protagonizando la mayor estafa financiera de la historia, Islandia ha pasado de ser el país en el que mejor se vive del planeta -según la ONU a comienzos de 2008- a convertirse en un estado al borde de la quiebra. La crisis ha devastado la economía del país y hundido al anterior Gobierno. El nuevo Gabinete cree que la solución pasa por entrar en la UE. Será el pueblo quien tenga la última palabra". Islandia busca el abrigo de la UE para superar la crisis (Cinco Días – 4/8/09)
Los 315.000 habitantes de la isla de hielo han visto como el desempleo casi inexistente alcanza el 9%, la inflación roza el 14% y la corona islandesa se deprecia un 60% en cuestión de meses. En consecuencia, el PIB cae al 10%. "Todo ha ocurrido muy rápido. Los islandeses están viviendo una pesadilla", relata con estupor una autóctona afincada en España. Alicia Coronil Jonsson es, además, economista de la Universidad San Pablo CEU y de ESIC. "El país se vio seducido por la sensación de riqueza que ha generado la banca estos años", explica.
La pequeña economía vikinga, que hasta hace poco ostentaba la sexta renta per cápita mundial, se consolidó durante los noventa como protagonista de excepción en el mercado de capitales. La rentabilidad de unos tipos por encima del 15% atrajo a pequeños inversores, grandes multinacionales y administraciones públicas de todo el mundo. El Reino Unido llegó a tener 910 millones de euros en la banca islandesa. Barrios, ayuntamientos y condados enteros depositaron allí sus activos. A su vez, particulares y empresas de Islandia se vieron empujados a solicitar préstamos en países con tipos más bajos. El pasado año, su deuda externa alcanzó el 550% del PIB, que Coface cifró en 19.510 millones de dólares. El estallido de la crisis crediticia y una moneda nacional débil hicieron el resto: los inversores corrieron a retirar sus fondos. Incapaces de hacer frente a unos activos que suponían ya 10 veces el PIB nacional, los tres principales bancos fueron nacionalizados por el Estado. El pánico llevó a Londres a aplicar a uno de esos bancos la ley antiterrorista para congelar los ahorros ingleses.
Desde entonces, los islandeses se han lanzado a la calle para derrocar a un Gobierno, y han logrado la cabeza del gobernador del Banco Central. Rota la coalición entre conservadores y socialdemócratas, estos últimos se aliaron con los verdes para expulsar al Partido por la Independencia, en el poder desde 1991. Su mandato estará marcado por la recuperación de la banca privada y el plan de viabilidad que impone el FMI. El crédito de 7.750 millones de euros que les concedieron les obliga a mantener los tipos al 18% para evitar una súbita salida de capitales.
Hace sólo unos días, el nuevo Parlamento aprobó -con un voto de margen- solicitar la adhesión a la Unión Europea. Cuando la Comisión dé el visto bueno se iniciarán unas negociaciones en las que el reparto de la riqueza pesquera promete ser el plato fuerte. Una vez atado, los islandeses votarán en referéndum si deciden aferrarse al flotador de la UE para escapar de la crisis. En tal caso, Reikiavik podría obtener su ingreso en el año 2012.
"La hiperinflación de Zimbabue empobrece cada día más a sus ciudadanos. Las autoridades del país llevan meses sin ofrecer datos oficiales. Un estudio del Cato Institute la sitúa como la segunda mayor hiperinflación de la historia, tras Hungría en 1946". Zimbabue, la segunda mayor hiperinflación de la historia (Libertad Digital – 20/8/09)
Ahora, gracias a un estudio elaborado por dos economistas del Cato Institute, Steve H. Hanke y Alex K. F. Kwok, y recogido por el blog de Rolfe Winkler en Reuters, podemos conocer la tasa exagerada de inflación alcanzada por este país africano y compararla con las mayores hiperinflaciones de la historia de la humanidad. Según este análisis, Zimbabue ya se ha convertido en la primera y más elevada hiperinflación del siglo XXI, y la segunda más grave de toda la historia.
Por delante de Zimbabue sólo está la hiperinflación registrada en Hungría en julio de 1946, apenas un año después de que finalizase la II Guerra Mundial. Este es el único caso de hiperinflación en la historia que supera la desmesurada espiral hiperinflacionista que sufre Zimbabue, donde el papel moneda carece de valor y obliga a sus habitantes a buscar oro en las orillas de los ríos, comerciar mediante el trueque, o utilizar divisa extranjera.
Según los cálculos de Steve Hanke y Alex Kwok, la mayor tasa mensual de hiperinflación de Zimbabue se registró hacia mediados de noviembre de 2008, con una tasa de 79.600 millones por ciento (79.600.000.000%). En el caso julio de 1946 de Hungría la tasa alcanzaba los 41.900 billones por ciento (46.900.000.000.000.000%). Para el caso de Zimbabue la tasa interanual de inflación para aquel mes de noviembre fue de 89.700 trillones por ciento (89.700.000.000.000.000.000.000%)
Los efectos que produce una hiperinflación tan monstruosa como la de Zimbabue o la de Hungría son llamativos y devastadores. El ritmo de empobrecimiento de la población es tan elevado que el poder adquisitivo de un empleado puede reducirse a la mitad en sólo 15 horas (Hungría de 1946) o en 24 (Zimbabue).
Otra de las grandes hiperinflaciones que se recuerdan es la que sufrió la Alemania de Weimar en octubre de 1923. En cambio, en términos comparativos la dureza de ésta fue mucho menor que el implacable poder destructor de las máquinas de imprimir billetes de Zimbabue. En aquel mes de octubre de 1923, Alemania soportaba una tasa de inflación de 29.500%. En aquel momento, los precios en Alemania tardaban casi cuatro días en doblarse. En Zimbabue, hoy, los precios tardan menos de 24 horas en subir el 100%.
Los analistas Hanke y Kwok llegan a estas cifras mediante el cálculo de la devaluación del dólar zimbabuense respecto al dólar norteamericano. Tras la aplicación de diferentes fórmulas alcanzan la tasa de inflación del país en los diferentes meses. Así, se observa una inflación disparada desde finales de 2007.
"Ya lo advirtió Schwarzenegger, los recortes de gasto público afectarían incluso a los centros penitenciarios. La ley ya ha pasado el filtro del Senado y espera ser ratificada. Después, cerca 40.000 presos saldrán a la calle. El objetivo: ahorrar 1.000 millones de dólares". Adiós al Estado del Bienestar – Schwarzenegger soltará a 37.000 presos para reducir el déficit público (Libertad Digital – 23/8/09)
Al no poder incrementar la recaudación por vía directa mediante el incremento de impuestos, el gobernador trata de sacar adelante diversos paquetes legislativos con el fin de recortar el gasto público en multitud de servicios públicos como centros sanitarios, escuelas e incluso cárceles.
Ya lo advirtió el pasado mes de enero, incluso cuando todavía esperaba poder subir los impuestos. Entonces, advertía de que los hospitales, centros de mayores, escuelas y centros penitenciarios tendrían que contar con menos dinero.
La mala situación económica de California, llegó a amenazar la continuidad de algunos de estos centros penitenciarios. Sin dinero, los funcionarios no acudirían a su trabajo y los presos podrían tomar el control del presidio. Ésta era una posibilidad que barajaban algunos analistas a finales de 2008.
Con el fin de no llegar a estos extremos Governator ha puesto en marcha un proyecto de Ley para reducir las penas a delincuentes comunes, conmutar condenas o liberar a presos mayores de 60 años que ya hayan cumplido la mayor parte de su condena. El objetivo será sacar de sus celdas a 37.000 prisioneros. Según los cálculos de los legisladores, esta medida permitiría ahorrar unos 1.000 millones de dólares.
"Los estados de la eurozona han emitido un importe récord de deuda de más de 560.000 millones en lo que va de año, ante el fuerte deterioro de las cuentas públicas". Los gobiernos cubren el 70% de sus necesidades de financiación de 2009 (Expansión – 25/8/09)
Los gobiernos de la eurozona siguen echando leña a la locomotora de la economía, aunque todavía quedan muchos árboles por cortar para que siga el rumbo correcto. El deterioro económico, que ha dado lugar a la peor recesión desde la II Guerra Mundial, ha disparado las necesidades de financiación de los estados para financiar el déficit público, tras los ambiciosos planes de estímulo fiscal anunciados.
Parte del trabajo ya está hecho. Los gobiernos de la eurozona han cubierto ya el 70% de sus necesidades de financiación para este año, con emisiones por más de 560.000 millones de euros, según datos a 1 de julio recogidos por el equipo de estrategia de renta fija de Merrill Lynch.
Las estimaciones de la firma dejan el importe bruto que se emitirá en 2009 en 864.900 millones, frente a los 623.000 millones del año anterior. En esta cantidad, de los que a España le corresponden 100.000 millones, se excluyen las letras del Tesoro o activos de renta fija con un vencimiento máximo de 18 meses.
Las estrategias de financiación anunciadas por los gobiernos a comienzos de año, en las que se incluyen el importe previsto a emitir, se han quedado cortas, debido a que el comportamiento de la economía ha sido peor de lo esperado. Estas mayores necesidades de apelar al inversor para hacer frente al deterioro de las cuentas públicas, generó incertidumbre sobre si el mercado sería capaz de absorber semejante volumen.
"Estados y ayuntamientos de EEUU suspenden servicios y dejan sin paga a los funcionarios por falta de fondos. Si el presidente Barack Obama quiere saber cómo van las cosas en la economía real, sólo debe pasar por Chicago, la ciudad que le vio crecer como figura política. Allí, los restaurantes de McDonald's ofrecen desayunos por un dólar, unos 70 céntimos de euro, como respuesta al mazazo que está dando la recesión a sus clientes, muchos en paro". Permiso obligado por recesión (El País – 31/8/09)
El pasado 17 de agosto parecía un día festivo en la ciudad a orillas del lago Michigan. Pero en Chicago no están para muchas celebraciones. La metrópolis más rica en el medio oeste no se escapa de la Gran Recesión. Las cuentas no le cuadran, y por eso tuvo que cerrar por un día bibliotecas y las clínicas públicas, y suspendió el servicio de recogida de basuras. Sus funcionarios se quedaron en casa sin paga. La medida se repetirá tres veces este año.
La capital de Illinois ha paralizado obras emblemáticas, como la del arquitecto español Santiago Calatrava, y espera ahorrar 8,3 millones de dólares (5,8 millones de euros). Y Chicago no está sola en la carrera.
El déficit público, que en todo EEUU se acerca a los 1,6 billones de dólares (1,1 billones de euros) cuando se cierre el ejercicio a final de septiembre, es una mancha que cubre todo el país. La recesión está disparando el gasto social por el alza del desempleo y la atención sanitaria a personas sin recursos, mientras se evaporan los ingresos por el desplome del consumo y de la vivienda.
Los analistas estiman que el déficit de los Gobiernos estatales ascenderá a 121.000 millones de dólares (0,9% del PIB) en el ejercicio fiscal 2010, que arrancó el pasado 1 de julio. Ante este panorama, una docena de Estados están recortando servicios, por falta de fondos. Michigan, la más azotada por la crisis en la industria del automóvil, tiene su presupuesto lleno de agujeros. Allí su gobernador tiene previsto seis días sin paga para sus 37.400 empleados públicos, para ahorrar 21,7 millones de dólares antes de que acabe su ejercicio fiscal el 30 de septiembre.
En Pensilvania acaba de mandar cartas de despido a 255 empleados públicos, con tan sólo 10 días de aviso y sin indemnización. Pero sin duda el caso más sonado es el de California, donde Arnold Schwarzenegger fue el primero en colgar el cartel de "cerrado por crisis". Gobernator estudia ahora liberar a 43.000 reos con delitos menores. En Sacramento, la capital del Estado, siguen cortos de dinero y recurren a los conocidos como IOU -siglas en inglés de Yo Te Debo-, una moneda paralela con la que se promete a los contratistas que se les pagará el dinero con intereses.
"Los países de la Unión Europea han acordado incrementar hasta los 125.000 millones de euros su contribución a la financiación del Fondo Monetario Internacional (FMI) ya que ahora ésta es de 75.000 millones. El objetivo de esta medida es reforzar los recursos de la organización para salir al rescate de los países con problemas para financiar su deuda debido a la crisis". El FMI podría disponer de 125.000 millones más (Intereconomia – 2/9/09)
"California no está sola. Otros nueve estados de la primera potencia mundial se enfrentan a una profunda crisis presupuestaria. El déficit público de EEUU aumenta a un ritmo récord. La recaudación fiscal registra un desplome histórico, y la población solicita recortes drásticos en el gasto público". El colapso fiscal de California se extiende a otros 9 estados de EEUU (Libertad Digital – 13/11/09)
El mapa de las cuentas públicas de EEUU presenta su peor imagen desde la II Guerra Mundial. El déficit público ascendió a 176.000 millones de dólares en octubre, casi cuatro veces más que el mes precedente, según el Departamento del Tesoro.
El déficit fiscal de septiembre fue de 46.000 millones de dólares, con lo que EEUU cerró el período fiscal 2009 con un saldo negativo de 1,42 billones de dólares, triplicando así el déficit de 2008 (454.800 millones de dólares), lo que supone casi el 10% del PIB, frente al 3,1% del ejercicio anterior, según el CBO.
A nivel estatal, la situación no mejora. Más bien, todo lo contrario. El colapso presupuestario que ha sufrido California amenaza con extenderse a otros nueve estados del país. A principios de año ya se preveía que un total de 44 estados dispararían su déficit público como consecuencia de la profunda recesión económica que sufría el país. De hecho, Goldman Sachs avanzaba que, al menos, once estaban en riesgo de bancarrota, tal y como sucedió con California.
Diez meses después se confirma el pronóstico. Un estudio divulgado el miércoles advierte de que nueve estados se encaminan hacia un desastre económico similar al de California, que se ha caracterizado por la entrega de pagarés y un déficit presupuestario que carece de precedentes.
Las preocupaciones en torno al presupuesto podrían significar impuestos más altos, así como un aumento de la tasa de desempleo para 2010.
Los afectados son algunos de los estados más poblados de la nación. En concreto, se trata de Arizona, Florida, Illinois, Michigan, Nevada, Nueva Jersey, Oregón, Rhode Island y Wisconsin, según el informe, elaborado por el Centro Pew.
Todos ellos registran déficits públicos de dos dígitos, paro elevado, alta tasa de ejecuciones inmobiliarias e importantes recortes presupuestarios con el fin de frenar la profunda crisis fiscal que padecen sus cuentas públicas. Estos 10 estados concentran a más de una tercera parte de la población de Estados Unidos y generan un tercio de la producción económica del país, según el estudio.
"Aunque California a menudo es la más observada, otros estados están enfrentando dificultades igualmente estremecedoras", indicó la directora del Centro Pew, Susan Urahn, un instituto de investigación con sede en Washington. "Las decisiones que adopten esos estados mientras intentan salir de la recesión tendrán un papel primordial en estimar la capacidad de recuperación de toda la nación", agregó.
¿La causa? Una fuerte caída de los ingresos fiscales a nivel estatal. Así, según un reciente estudio del Rockefeller Institute, los estados de EEUU han registrado un desplome tributario del 16,6% interanual en el segundo trimestre del año. Una caída récord desde que existen mediciones al respecto (1962).
Un total de 49 estados han ingresado menos dinero durante este trimestre y 36 muestran un declive de dos dígitos. A junio de 2009, el conjunto de estados han recaudado 63.000 millones de dólares menos, el doble de lo que habían obtenido de los estímulos fiscales aplicado por el Gobierno federal de Barack Obama.
Además, los indicadores avanzados del tercer trimestre siguen señalando caídas mínimas de un dígito en casi 40 estados. Los ingresos del impuesto sobre la renta han caído un 27,5%, mientras que los tributos sobre las ventas han descendido un 9,5%.
A nivel federal, la recaudación de impuestos experimenta una caída similar:
En este sentido, las últimas encuestas de opinión indican que crece la masa crítica sobre el modo en que Obama está manejando las cuentas públicas del país. El 57% de los estadounidenses desaprueban el aumento del déficit público, mientras que un 62% estaría dispuesto a sufrir una recesión más larga con el fin de evitar un mayor incremento del gasto público federal. Es decir, prefieren recortar déficit frente al plan de estímulo económico puesto en marcha por el Gobierno de EEUU (unos 800.000 millones de dólares).
Sin embargo, según estos mismos informes, tanto el Gobierno federal como los ejecutivos estatales optarán previsiblemente por subir impuestos con el fin de reducir la abultada brecha presupuestaria.
"Después de un período de relativa calma, las preocupaciones acerca de las economías más débiles de Europa parecen haber vuelto a aflorar. Por ejemplo, están subiendo los precios de los llamados seguros de cesación de pago, o CDS por sus siglas en inglés, vinculados a la deuda de Grecia, Irlanda, Portugal e Italia". El deterioro fiscal envía señales de alerta sobre las economías más débiles de la zona euro (The Wall Street Journal – 23/11/09)
Mientras tanto, en el mercado de bonos, el spread o la diferencia entre el rendimiento de los bonos del gobierno griego y la deuda relativamente segura de Alemania, ha aumentado significativamente en los últimos días ya que los inversionistas se han vuelto más reacios a asumir riesgos, especialmente en lo que se refiere a Grecia.
Si bien estas señales no son tan fuertes como las que se veían a principios de año, sugieren que los inversionistas están temerosos acerca de cómo algunos países europeos harán frente al doble desafío de una recuperación económica tibia y el deterioro de las cuentas fiscales en los próximos meses.
"Los miembros más débiles de la Unión Europea siguen siendo vulnerables a la… discrepancia entre las esperanzas económicas de la UE y la política en terreno", dijo Scott McDonald, director de investigación del banco de inversión Aladdin Capital, en un informe reciente. "Los inversionistas deben esperar una mayor volatilidad".
Los precios de los bonos del gobierno griego han sido duramente golpeados últimamente debido a los temores acerca de las finanzas públicas y los bancos.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque, atacó duramente a Grecia este mes por el mal estado de sus finanzas y ordenó al gobierno presentar informes periódicos sobre las mejoras. El mes pasado, el gobierno informó que el déficit fiscal alcanzará un 12,7% del Producto Interno Bruto este año, el porcentaje más alto entre los 16 países que integran la zona euro y el doble de lo previsto hace apenas dos meses.
Mientras tanto, la agencia de calificación de crédito Moody's Investors Service advirtió a los gobiernos de Grecia y Portugal el mes pasado de una posible rebaja de la calificación de su deuda soberana. "El problema en Grecia es la falta de voluntad política para poner en marcha ajustes dolorosos", afirmó MacDonald, de Aladdin.
Desde el 10 de noviembre, el costo de asegurar un bono del gobierno griego contra una cesación de pagos durante cinco años ha aumentado 22%, de 148.000 euros (US$ 219.860) anuales a alrededor de 180.500 euros (US$ 269.000), mientras que el mismo seguro para Irlanda pasó de alrededor de 147.500 euros a cerca de 168.000 euros.
Los precios de los seguros de cesación de pagos de Italia y España, mientras tanto, han subido cerca de 18% durante el mismo período.
El alza en los costos de los seguros en el mercado de derivados es otro indicio de que los inversionistas se han vuelto más reacios al riesgo en las últimas jornadas.
Los mercados bursátiles también han sufrido un poco en los últimos días. El índice paneuropeo Stoxx 600 cayó 0,5% el viernes a 244,20 puntos y acumuló un declive de 1,7% la semana pasada.
– "El peor escenario de deuda" – Société Générale alerta a sus clientes sobre un posible "colapso global" (Libertad Digital – 23/11/09)
La entidad francesa Société Générale (SocGen) informa a sus clientes sobre cómo deben prepararse para un posible "colapso global de la economía" en los próximos dos años, aunque advierte de que éste no es su escenario base.
(Por M. Llamas)
Bajo el título El peor escenario de la deuda, el grupo de analistas de SocGen que dirige Daniel Fermon informa a sus clientes sobre cómo deben prepararse para un posible "colapso global de la economía" en los próximos dos años.
El documento incluye diversos escenarios posibles. El peor, el de "colapso", sería también el menos probable, sin embargo, su difusión ha levantado cierto nerviosismo en el mercado. No obstante, se trata de un informe elaborado por uno de los bancos más importantes de Europa.
El texto indica lo siguiente:
"Se ha escrito mucho sobre la crisis de crédito, las ayudas del gobierno para estimular la economía y las montañas de deuda… pero nadie ha comentado todavía con perspectiva si todo esto ha servido para escapar del colapso económico".
"Tal vez la expresión colapso económico sea demasiado fuerte y se debería decir que hay varios grados de colapso, desde interrupciones severas en la senda del progreso económico hasta el hundimiento completo de la economía, con consecuencias inimaginables. Afortunadamente, estamos siendo muy optimistas, pero al mismo tiempo que pensamos que ya ha pasado el mayor peligro, también deberíamos considerar que el precio de nuestra salvación todavía tiene que ser pagado en su totalidad".
La preocupación de estos analistas estriba en el creciente endeudamiento público en el que han incurrido algunas de las potencias más ricas del planeta con el fin de salvar a la banca. En apenas dos años, y sin hacer ningún plan de estímulo adicional, esta entidad estima que la deuda pública de Reino Unido se disparará hasta el 105% de su PIB, alcanzará el 125% en EEUU y la zona euro, mientras que en Japón llegaría al 270% del PIB.
En total, la deuda pública mundial llegaría a los 45 billones de dólares, un aumento del 250% en la última década, un volumen similar al alcanzado tras la II Guerra Mundial. Si a ello se suma el creciente envejecimiento de la población en los países desarrollados, se corre el riesgo de alcanzar un "punto de no retorno": "La elevada deuda pública será completamente insostenible en el largo plazo".
En tal caso, el precio del oro avanzaría hacia "arriba, arriba, arriba", como único activo refugio para mantener el poder adquisitivo frente al deterioro de la moneda fiduciaria. En este sentido, el oro incluso podría alcanzar los 6.300 dólares en caso de que los bancos centrales pierdan credibilidad, y los inversores comiencen a desconfiar de la solidez de sus balances, según el analista de SocGen, Dylan Grice.
El banco informa, además, de que esta crisis guarda enormes semejanzas con la década perdida de Japón pero, a diferencia de entonces, Japón se mantuvo a flote mientras mantenía un fuerte nivel de exportación al resto de una economía mundial robusta, al mismo tiempo que devaluaba su moneda. El problema es que es imposible que todas las economías desarrolladas puedan seguir esta estrategia al mismo tiempo.
"Una recuperación económica al estilo japonés implica una deuda gubernamental persistente, anemia económica, bajos tipos de interés y mercados de valores débiles. No consideramos que la expansión de la deuda de los diferentes gobiernos sea una burbuja, pero creemos que supone un duro golpe para el crecimiento económico futuro: menor gasto público, mayores impuestos y reducción del consumo. Esto supondrá un periodo inevitablemente lento de desapalancamiento, con PIBs negativos o próximos a cero y elevado desempleo, afectando de forma negativa al rendimiento de los activos. Esta es la tesis que manejamos en nuestro escenario bajista".
En este escenario se manejan las siguientes variables, según recoge rssnews: mayor depreciación del dólar (y de todas las monedas de forma competitiva, aún con previsibles repuntes), vuelta de las bolsas a los mínimos de marzo, mayor depreciación de los activos inmobiliarios y petróleo en torno a los 50 dólares por barril.
Como estrategia de inversión bajista se destacan las materias primas agrarias y metales preciosos, posicionándose en corto sobre valores cíclicos como los tecnológicos, automóviles y todo lo relacionado con los viajes y el turismo, intentando salir de una previsible espiral deflacionista en estos sectores.
"Veinte años después del desplome soviético, las economías del Este siguen soñando en una convergencia con Occidente que no llega / Antes dependían de la Unión Soviética, hoy dependen de las finanzas globales / La banca sueca e italiana se aleja ahora de una zona en la que era hegemónica". Los países del Este pasan de la crisis comunista a la capitalista (La Vanguardia – 29/11/09)
Veinte años después de la caída del muro de Berlín, la dependencia de Europa del Este de la Unión Soviética parece haberse reconvertido en una nueva dependencia, esta vez más precaria e imprevisible, de las inversiones multinacionales y de las finanzas globales. El nuevo ejército de liberación constituido por Unicredito, Erste Bank, Carrefour, Ikea, Mercedes Benz, General Motors, DBP Telekom o General Electric era clave para un crecimiento robusto en los años que precedieron a la actual crisis de los años anteriores a la crisis actual. Pero "tras 15 años de inversión extranjera, las empresas más competitivas son de propiedad extranjera y no nuestras propias pymes", dice Laszlo Matyas, economista de la Universidad de Europa Central en Budapest. Y ahora empiezan a secarse las fuentes de financiación externas. Los bancos italianos, austriacos, suecos o alemanes, dominantes desde el Báltico al Mar Negro, han cerrado el grifo. La huida de capitales ha resultado más suave en Europa del Este que en Rusia o Ucrania. Pero incluso Thomas Mirow, presidente del Banco Europeo de Desarrollo (BERD), reconoce que "las inversiones directas y los flujos de capitales no van a recuperarse en tres o cuatro años al menos, y no merece la pena hablar del futuro más lejano".
Hungría es un caso grave pero la crisis empieza a poner en entredicho la razón de ser de la transición en toda la región: que la financiación externa facilitaría la convergencia hacia los países más ricos del oeste, sueño postergado desde primeros de los setenta cuando la entonces RDA pensó efímeramente que había rebasado el PIB per cápita británico. "Ni la integración financiera ni las inversiones directas (multinacionales) resuelven el problema de financiación para la mayoría de empresas", advierte Slavo Radosevic, especialista en las economías en transición de la Universidad de Londres. Es una cuestión crítica, porque "si tienes enclaves de multinacionales pero no creas una fuente nacional de empleo, te sometes al ciclo exterior y no puedes converger". Los fondos de cohesión de la UE sí deberían ayudar, pero no se han aprovechado, añade.
En los noventa, la promesa de convergencia lo justificaba todo. Privatizaciones que de manera grotesca beneficiaban a una nueva clase capitalista procedente de la vieja nomenklatura. Una apertura relámpago al mercado global que provocó el colapso de las economías poscomunistas con pérdidas de hasta el 40% del PIB y el empobrecimiento de segmentos enteros de la población. Durante cinco o seis años de crecimiento superior a la media europea, el sueño de la convergencia parecía alcanzable. Hoy, en medio de otra crisis que este año restará más de seis puntos de PIB a las economías en transición, un desencanto recorre Budapest, Bucarest y el resto de capitales. Uno de cada dos ciudadanos húngaros cree que no se ha beneficiado de la transición. Incluso en la dinámica República Checa, el 54% de encuestados apoya un mayor papel para el estado en la industria. Sí hay convergencia con Occidente en la desilusión.
"El riesgo de quiebra se extiende a las cuentas públicas de países ricos, tales como Grecia y Reino Unido. El Gobierno griego habla ya abiertamente de evitar la "bancarrota" mediante un plan para recortar el gasto público. Grecia, primer país de la zona euro al borde de la "quiebra" (Libertad Digital – 1/12/09)
Tras la quiebra de Islandia en 2008, la alerta roja de la deuda soberana se ha extendido a otras potencias, tales como California y los países de Europa del Este, que ha recibido Dubái ha protagonizado el último capítulo de default (impago) por parte de estados, disparando nuevamente el temor a un efecto contagio entre las economías emergentes e, incluso, potencias desarrolladas, tales como Grecia, Gran Bretaña, Irlanda o España.
De este modo, la penúltima fase de la crisis subprime -la de la deuda pública- sigue su curso. Por el momento, el Gobierno griego ya ha reconocido la delicada situación de sus cuentas. Tras admitir que su déficit público superará el 12% del PIB en 2009, el recién elegido presidente socialista, George Papandreou, reconocía abiertamente hace escasos días que "necesitamos salvar al país de la quiebra".
No obstante, el Banco central Europeo (BCE) advertía de que algunos países, en referencia directa a Grecia, corrían el riesgo de perder su "credibilidad". Según las últimas estimaciones de Bruselas, la deuda pública griega pasará desde el 99% del PIB en 2008 hasta el 135% en 2011.
A ello se suma la monumental deuda privada que acumula el país helénico como resultado de la expansión crediticia auspiciada por el BCE durante los pasados años del boom. Su déficit por cuenta corriente alcanzó el 14,5% del PIB en 2008, acumulando en total una deuda exterior del 144% del PIB, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿Sus acreedores? Sobre todo, la banca germana, con una exposición próxima a los 200.000 millones de euros.
Pero no es el único país desarrollado con problemas. El Reino Unido corre el riesgo de convertirse en 2010 en la primera economía rica del mundo en sufrir una crisis de su deuda soberana, según un informe elaborado por economistas del banco estadounidense de inversión Morgan Stanley.
"En una situación extrema, una crisis fiscal podría derivar en una salida de parte del capital nacional, una severa debilidad de la libra y la venta generalizada de los bonos del Estado", dice el informe escrito por los economistas Ronan Carr, Teun Draaisma y Graham Secker y recogido diversos los medios británicos. Además, este escenario podría causar un fuerte incremento en las tasas de interés y posponer aún más la esperada recuperación económica.
Esta cadena de condiciones podría aumentar sustancialmente la rentabilidad de los bonos a 10 años del Tesoro británico, lo que implicaría un incremento por encima del 5% de los costes de los préstamos, hasta un nivel parecido al de un país como Grecia y muy por encima de países como Italia, México o Brasil.
De hecho, la pasada semana James Palumbo, un prestigioso banquero de la City londinense, advertía de que Gran Bretaña se enfrenta a la quiebra, una especie de "Armageddon financiero". La crisis avanza así hacia una "espiral de deuda gubernamental" de efectos imprevistos, tal y como advertía el prestigioso gestor de fondos John Mauldin en Investorinsight, todo un referente para los inversores.
España, Irlanda tampoco están exentos del riesgo de quiebra. No obstante, ambos países, junto con Grecia, lideran el déficit público de la zona euro, con tasas próximas al 10% del PIB. Es más. Si se toma como referencia los últimos doce meses, el Gobierno español ha contraído 125.000 millones de euros adicionales de deuda, más de un 12% del PIB, según los últimos datos del Banco de España correspondientes al pasado octubre, recogidos por Random Spaniard.
De hecho, según un informe del banco británico Royal Bank of Scotland (RBS), al que ha tenido acceso este periódico, precisamente, Irlanda, España y Portugal presentan el índice de mayor fragilidad financiera de la Unión Monetaria.
De este modo, la crisis de deuda ya no sólo amenaza a los países bálticos, que han tenido que recurrir a los préstamos de emergencia facilitados por la Comisión Europea (CE) y el FMI. La crisis soberana se extiende ya a economías desarrolladas. Y ello, debido al costoso rescate del sistema financiero a base de deuda pública (con el dinero de los contribuyentes).
Willem Buiter, el nuevo economista jefe de Citigroup a partir del próximo enero, se anticipó correctamente al potencial colapso financiero islandés. Desde entonces, ha llamado la atención sobre las dificultades que travesarían otros países como Irlanda y Dubái.
Sus últimas reflexiones van algo más allá. Así, considera que la independencia monetaria de EEUU y Reino Unido hará que ambas potencias traten de mitigar la carga de la deuda pública haciendo uso de la vía inflacionaria. Sin embargo, en el caso de los países del euro esta devaluación no es posible. Así, según Buiter, "para los pequeños países periféricos de Europa, la amenaza de insolvencia soberana es por tanto un real, a menos que la solidaridad fiscal de la UE puede ser invocada para sacarlos de apuros".
"¿Puede estallar la burbuja del endeudamiento público en algún Estado de la zona del euro? Los analistas del banco suizo UBS no lo descartan. El galopante ritmo de emisión de deuda soberana de algunos países comienza a ser "preocupante", sobre todo en el caso de Grecia, principal candidato a la suspensión o aplazamiento del pago de su deuda". UBS no descarta que España tenga problemas para hacer frente a su deuda (Expansión – 5/12/09)
La huida hacia adelante del país heleno no provocará un default (impago de deuda pública) a corto plazo, pero "es sin duda posible en un horizonte a cinco años". Y España podría seguirle.
Según el informe Europe Outlook 2010 de UBS, el peligro es que si Grecia "entrase en default, entonces el mercado pondría a prueba a otros países: Irlanda, luego Portugal, luego España, luego… Esto podría desencadenar un efecto dominó con efectos potencialmente devastadores". Un escenario escalofriante.
El caso de Grecia, cuya deuda soberana es, sin duda, "la más preocupante" de la eurozona para el banco suizo, está actualmente en la picota. Más aún tras el anuncio de moratoria de pago de su deuda que ha hecho Dubai World, un holding propiedad de la ciudad emiratí.
En este contexto, los otros 15 países de la moneda única miran con temor a Grecia, aunque unos más que otros. El país heleno "es una amenaza para toda la zona euro", admite el nuevo comisario de Competencia, el español Joaquín Almunia.
La probabilidad de que quiebre un país de la eurozona "en el futuro más cercano" es, por tanto, "virtualmente cero" para UBS. Sin embargo, de aquí a 2014 esta probabilidad "sin duda no sería cero". Más aún en el caso de Grecia, "que no ha consolidado sus finanzas públicas por falta de voluntad política".
"El miércoles 25 de noviembre, el Gobierno del emirato de Dubái emitía un comunicado de urgencia a los mercados. Casi al final de su nota anunciaba un aplazamiento en el pago de la deuda de sus dos principales empresas, Dubai World y Nakheel. Como cabía esperar, la noticia provocó un gran nerviosismo entre los inversores de todo el mundo, con caídas generalizadas en las bolsas". A la espera del próximo Dubái (El País – 6/12/09)
Según los datos del Departamento de Asuntos Fiscales del Fondo Monetario Internacional (FMI), sólo la deuda acumulada por los países desarrollados del G-20 alcanzará de media el 118% del PIB en 2014. Si el objetivo fuera reducir la deuda a la mitad, al 60%, para el año 2030, el ajuste fiscal el próximo año debería ser de ocho puntos del PIB, y estabilizarla en esos niveles implicaría que los tipos de interés tendrían que subir dos puntos. Los expertos insisten en que hablamos de niveles de deuda pública no vistos en tiempos de paz y sólo superados por los que se registraron con posterioridad a la II Guerra Mundial.
Un entorno de débil crecimiento y elevados niveles de desempleo, como el que se prevé en el escenario de la recuperación, no permite ser muy optimista sobre la reducción de la deuda pública en los próximos años. La caída de los ingresos fiscales y las presiones al alza sobre los gastos, aunque se empiecen a retirar las medidas temporales de estímulo, impiden abandonar los números rojos. A eso hay que sumar el creciente coste de la financiación de esa deuda. El FMI calcula que el pago de los intereses de la deuda para los países ricos consumía el 1,9% de su PIB en 2007 y pasará al 3,5% en 2014. Los mayores aumentos en términos absolutos los registrarán el Reino Unido y EE UU, donde se prevé que la partida destinada al pago por intereses supere la de los gastos en defensa en apenas cinco años, así como para Italia y Japón, cuya deuda pública se situaba ya antes de la crisis por encima del cien por cien del PIB.
Ese nivel -que la deuda pública consuma los recursos de la producción total de un país en un año- parece el nuevo límite fijado por el mercado para determinar la sostenibilidad o no de las finanzas públicas, como apuntan los economistas de RBC Capital Markets.
Contra lo que solía ser habitual en las crisis, ese miedo a la deuda está golpeando con mayor dureza y de forma más generalizada a los países desarrollados que a los emergentes. De hecho, la deuda calculada por el FMI para los países en desarrollo del G-20 apenas roza el 40%, aunque no se trata de un comportamiento homogéneo. "Ciertamente, hay excepciones, Europa del Este se ve en estos momentos como la Latinoamérica de los años 2000: está endeudada en moneda extranjera, depende del financiamiento externo y será más sensible a la subida de tipos de interés a nivel internacional", admite Eduardo Levy-Yeyati, de Barclays Capital. Es esa región la única que suscita dudas entre los países emergentes.
Lo cierto es que las enormes necesidades de financiación de los países ricos pueden suponer una amenaza para la financiación de los emergentes. En la asamblea anual que el FMI y el Banco Mundial celebraron en Estambul a principios de octubre, el economista jefe del banco, Justin Lin, lanzó la voz de alarma. Los países emergentes afrontan un déficit de financiación de 350.000 millones este año, que se irá reduciendo sólo hasta los 170.000 millones en 2013. "Con los déficit fiscales crecientes en los países ricos y el descenso de los flujos de capital a los países en desarrollo, el coste de financiación para los países emergentes se disparará y eso puede reducir su potencial de crecimiento hasta un ritmo de apenas el 2,7%", explicaba Lin.
Lo que teme el mundo empresarial es la vuelta del efecto crowding out, es decir, que las necesidades de financiación del sector público tan elevadas dejen fuera del mercado a las empresas y no les permita acceder a financiación. De momento, la amenaza no se ha hecho realidad. No porque la banca haya reanudado el crédito empresarial, sino porque está garantizando la colocación de la deuda pública emitida.
La banca ha sido la gran compradora de deuda pública en este último año. Según explica Laurent Fransolet, de Barclays Capital, si contamos la banca de EEUU, Japón, la zona euro y el Reino Unido, el importe de esas compras alcanza los 1,1 billones de dólares, sobre un total de 4,6 billones, lo que supone un 30% más. En un momento de aversión total al riesgo, la deuda de las principales economías mundiales aparecía como la gran salvación para el sector, impulsada, además, por las medidas heterodoxas de los bancos centrales. En la eurozona, por ejemplo, el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto a disposición de la banca fondos ilimitados a un tipo de interés del 1%. Simplemente con invertir ese dinero en bonos públicos tenían un beneficio de un 2% o un 3%. "El BCE calcula que el crédito a empresas y hogares va entre dos y tres trimestres por detrás de la recuperación del PIB. En el caso de EEUU, este retraso puede llegar incluso al año. Con el inicio de la recuperación es más que probable un incremento de los préstamos, pero no de forma notable en los próximos trimestres", sentencia Fransolet. Y mientras eso suceda, los Gobiernos tienen garantizada la colocación de sus emisiones.
Tras Dubái, la pregunta inmediata que surge es quién será el próximo. Es entonces cuando todas las miradas se vuelven hacia Grecia. Distintas fuentes comunitarias descartan esa posibilidad, dicen que la quiebra de Grecia es imposible y que no se contempla la posibilidad de que un país del euro suspenda pagos. Recuerdan que, pese al deterioro de las cuentas públicas -con un déficit superior al 12% y una deuda que ya rebasa el 100% del PIB-, su calificación crediticia todavía permite a los bancos griegos acceder a la financiación del Banco Central Europeo (BCE). Pero es sólo la respuesta oficial.
El director del Centro de Estudios de Política Europea, Daniel Gros, cree que el caso de Dubái ha introducido un cambio estructural en el mercado. "Ha cambiado la percepción que tenían algunos inversores de que los Estados no están necesariamente detrás de las empresas que controlan y eso puede suponer serios problemas de financiación para algunas empresas rusas". Junto a éstas, Gros cita a Ucrania y Portugal como los posibles "volcanes" a punto de estallar.
"Temores sobre las finanzas de los gobiernos del mundo se propagaron a los mercados el martes, a medida que varias reducciones de calificación de riesgo sirvieron para recordar la fragilidad de la recuperación global". La tormenta en Grecia acentúa los temores acerca de activos riesgosos (The Wall Street Journal – 9/12/09)
Fitch Ratings redujo la calificación de riesgo de Grecia al nivel más bajo de los 16 países de la zona euro, lo que causó temores de que el país pueda desatar la peor crisis fiscal jamás vista en los 10 años de la unión monetaria europea. La calificación de compañías estatales de Dubái fue reducida, lo que renueva la preocupación sobre el emirato árabe. Moody's Investors Service también informó que la calificación del Reino Unido corría riesgo si éste no reducía su déficit.
Incluso a medida que se afianza la recuperación, el deterioro de los balances de algunos gobiernos representa un riesgo latente. Para algunos países, como Grecia, estos problemas preceden a la crisis, mientras que para otros, como Estados Unidos y el Reino Unido, son consecuencia directa de sus esfuerzos por combatir la crisis financiera y económica.
La situación de Grecia presenta un dilema para el Banco Central Europeo y la Comisión Europea: ¿deberían rescatar al país o permitir que colapse un miembro de la zona euro? La primera opción podría reducir la presión por disciplina fiscal mientras que la segunda perjudicará la credibilidad del gran experimento europeo de una moneda única.
La prima que los inversionistas piden por tener bonos del gobierno griego a 10 años comparado con los bonos del gobierno alemán, considerados más seguros, alcanzó su punto más alto desde abril. Eso encareció la refinanciación de la deuda para Grecia y aumentó sus problemas fiscales.
Los crecientes problemas de Grecia subrayan el antiguo temor de que la zona euro carece de las herramientas para asegurarse de que las deudas de los países miembros no se descontrolen.
Las instituciones europeas tienen sólo un poder limitado para forzar a Grecia a obedecer las normativas de la Unión Europea sobre el gasto gubernamental. La Comisión Europea, por ejemplo, puede imponer multas pero eso sólo agravaría los problemas financieros de Grecia.
"Zapatero tiene razón en que España lidera la Champions League, pero no la del crecimiento económico, sino la del riesgo financiero: según un análisis de Crédit Suisse, nuestro país es el sexto más peligroso del mundo, por delante de economías tan poco sólidas como Turquía, Ucrania, Bulgaria, Egipto, Indonesia, Colombia o Kazajistán. Además del banco suizo, Deutsche Bank y el propio BCE alertan de que el necesario desapalancamiento (reducción del endeudamiento) de nuestra economía supone un enorme obstáculo para la recuperación". España lidera la "Champions" del riesgo: tiene más peligro financiero que Egipto, Indonesia o Colombia (El Confidencial – 11/12/09)
Este ranking se elabora mediante un indicador sintético que tiene en cuenta el déficit por cuenta corriente (5% en el caso español), el déficit público (11% del PIB estimado al cierre de 2009), la deuda pública (58%), la deuda del sector privado (177%), la deuda exterior (-76%), el crecimiento potencial de la economía (2,1%), el precio del CDS (que el miércoles llegó a 96 puntos básicos) y el rating de cada país. Con más riesgo que España sólo aparecen Islandia, Grecia, Hungría, Rumanía y Lituania.
El informe de Crédit Suisse se muestra durísimo con la economía española, a la que considera en peor situación que la griega en varios aspectos muy relevantes. Por ejemplo, considera que si medimos la paridad de poder de compra (PPP), es decir, lo que se puede comprar con los mismos euros en cada país de la Unión Monetaria, los precios en España están sobrevalorados en un 10% respecto a la media europea (en eso sólo nos gana Islandia).
"Por tanto, ¡la única opción es la deflación!", exclama esta entidad. Algo que choca con la doctrina oficial del Ejecutivo, que considera a la deflación el mayor de los males y está deseando el retorno de la inflación, justo lo contrario de lo que necesitamos según este informe. "Con un crecimiento salarial del 4%, no ha habido todavía ningún ajuste, por lo que es imprescindible una caída del 10% de los precios y los salarios en España". Y no hay que esperar que salgamos de la crisis con mejoras de productividad, después de un crecimiento cero de esta variable en los últimos 20 años.
– La "opción nuclear" cobra fuerza: abandonar el euro para evitar el crack (Libertad Digital – 14/12/09)
Por primera vez desde la creación de la moneda única existe el riesgo de una ruptura de la zona euro. Los inversores ya no descartan un rescate de países por parte de Bruselas e, incluso, el abandono o la expulsión del euro. Por el momento, las dudas acechan a Grecia e Irlanda.
(Por M. Llamas)
La crisis de la deuda pública puede desembocar en la ruptura de la Unión Monetaria. En la actualidad, este es uno de los debates que cobra fuerza entre los inversores. Es la denominada "opción nuclear": expulsión o abandono del euro de países al borde de la quiebra, con todo lo que ello implicaría (devaluación monetaria, impagos masivos de la deuda contraída en euros, ruptura de la zona euro…).
Grecia ocupa el centro de atención, ya que se trata del primer país de la zona euro que se enfrenta al riesgo real de quiebra. Pero no es el único. Grecia e Irlanda presentan una situación económica "insostenible", que puede llegar a desembocar en operaciones de rescate por parte de Bruselas o el Fondo Monetario internacional (FMI) e, incluso, una salida de la zona del euro a finales del próximo año, según el banco británico Standard Bank.
La ausencia de un mecanismo que permita transferencias fiscales entre países miembros de la zona euro podría socavar al sistema cambiario, alerta Steve Barrow, jefe de estrategia de divisas en el banco en Londres.
La creciente desconfianza de los inversores sobre la solvencia de las cuentas públicas griegas podría disparar el diferencial (spread) de los bonos griegos a 10 años con respecto a la deuda alemana desde los 200 puntos básicos de hoy hasta los 400 en 2010 para poder colocarlos en el mercado, según dicha entidad. El diferencial de los bonos irlandeses también puede saltar por los aires. En concreto, desde los 170 puntos actuales hasta un nivel próximo a los 300 puntos respecto al bono alemán.
Ambos aumentos implicarían un encarecimiento muy significativo del servicio de la deuda en ambos países. Es decir, estos gobiernos tendrían que dedicar cada año casi el doble de recursos públicos al pago de intereses. Pese a ello, tanto Irlanda como Grecia insisten en descartar de forma categórica el abandono del euro así como un posible default (suspensión de pagos).
Sin embargo, este debate, impensable hace apenas dos años, constituye hoy en día uno de los centros de atención más importantes de los analistas e inversores. De este modo, el dilema de la UE sigue su curso, esto es rescates o expulsión de países.
Así, la compañía de análisis global Stratford señala que, finalmente, se impondrá el rescate de Grecia con el fin de evitar un efecto dominó que podría arrastrar hacia el crack a otros países miembros. Y es que, el analista de la compañía Peter Zeihan alerta de que si cae Grecia, Italia, España y Portugal irán detrás -el denominado grupo de los PIGS-, al igual que Irlanda.
De una forma similar opina Robert Prechter, probablemente el analista técnico más famoso a nivel mundial, presidente de Elliott Wave International. En concreto, advierte de que los PIGS se enfrentan al crack en el seno de la UE y, por lo tanto, son las "grietas" de la Unión Monetaria.
El problema en este caso son las reticencias por parte de Alemania a un rescate interno de países. Además, un rescate de este estilo se firmaría únicamente bajo duras condiciones: Bruselas pasaría a tomar el control del sistema financiero y presupuestario griego.
Los problemas de Grecia
El problema de Grecia radica en su elevado déficit presupuestario, próximo al 13% del PIB en 2009, a lo largo de los últimos años. Y es que, Grecia presenta el mayor nivel de gasto público de toda la UE: el gasto del Gobierno en programas sociales superó el 20% del PIB en 2008 frente al 13,9% en 1997, por encima de Italia (17,7% del PIB) y Francia (17,5%).
Por si ello fuera poco, según Strataford, el sistema financiero griego está muy expuesto a la crisis del Este de Europa. El problema es que, a diferencia de la banca italiana y austríaca, los bancos griegos no sean capaces de refinanciar estos préstamos o absorber las pérdidas derivadas de sus filiales en el extranjero.
Síntoma inequívoco de esta fragilidad es la demanda de liquidez proveniente del Banco Central Europea (BCE). Los bancos griegos han recibido 40.000 millones de euros del BCE de una cuantía total de 665.000 millones a la banca de la eurozona. Es decir, entre el 6% y el 7% de la financiación extraordinaria concedida por el organismo monetario, cuando su peso económico dentro de la UE es del 2,5%. La banca griega es, junto a la irlandesa, la más dependiente de los préstamos del BCE.
Por ello, Grecia supone todo un "desafió" para la estabilidad de la Unión Monetaria, según indica el analista Ambrose Evans-Pritchard en The Telegraph. Y es que, pese a que el Gobierno heleno ha prometido a Bruselas aplicar un drástico recorte del gasto público en 2010, que incluiría rebaja de salarios a los funcionarios, las revueltas y protestas sociales amenazan con echar por tierra este plan de austeridad.
El primer ministro griego, George Papandreou, parece ahora dar marcha atrás al señalar que "los trabajadores asalariados no pagarán la situación: no vamos a proceder a la congelación ni a recortes salariales. No hemos llegado al poder para echar abajo el estado social".
El nuevo Gobierno socialista griego se enfrenta a una situación similar a la de Argentina en 2001, con protestas sociales de gran calado. Por ello, Evans-Pritchard indica que, en caso de no permitir una dura deflación interna de precios y salarios, la única salida para evitar la bancarrota será abandonar el euro y así poder devaluar su nueva moneda nacional.
"No corresponde a la Unión Europea rescatar a los países miembros con problemas de presupuesto, como Grecia, según indicó el martes un importante portavoz presupuestario del partido Conservador de la canciller alemana Angela Merkel". Alemania avisa: no es trabajo de la UE "rescatar a estados en quiebra" (Libertad Digital – 16/12/09)
Norbert Barthle indicó que Grecia tan sólo es "la punta del iceberg", y señaló a Italia, España, Irlanda, Letonia y Hungría como otros países europeos con problemas, informa Reuters.
"No es el trabajo de la Unión Europea rescatar a los estados en quiebra", dijo Barthle, el portavoz en materia presupuestaria para los Conservadores en el parlamento. "Grecia es el niño problema en este momento, pero no es un caso aislado, es sólo la punta del iceberg".
Barthle añadió que cualquier país que necesite ayuda debería acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), entidad a la que Alemania ha ayudado con fondos adicionales para manejar la crisis financiera. El Gobierno socialista de Atenas anunció el lunes una serie de medidas fiscales, incluyendo recortes en los gastos en seguridad social y un impuesto del 90 por ciento en los bonos a los banqueros.
"El miembro alemán del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark, asegura que la Unión Europea (UE) no ayudará a Grecia a salir de sus problemas fiscales y arrastró al euro a la baja. El FMI, por el contrario, está "preparado" para acudir al rescate si es necesario". El FMI está "listo" para rescatar a Grecia ante la negativa del BCE (Libertad Digital – 6/1/10)
El ministro de Finanzas griego, Giorgos Papaconstantinos, anunció el martes que el Gobierno acelerará el programa para la recuperación económica del país y tratará de reducir el déficit público a menos del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en tres años, en vez de en cuatro. Papaconstantinos calificó los comentarios de Stark innecesarios y que el Gobierno griego no necesita ayuda exterior para reducir su déficit presupuestario.
"No necesitamos esa aclaración. No esperamos ser rescatados por nadie. Está perfectamente claro que hacemos lo necesario para reducir el déficit y controlar la deuda pública", informa Efe.
Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se postula como posible rescatador del Gobierno griego en caso de que sea necesario. En una reciente entrevista publicada por la agencia Reuters, el director del FMI para Europa, Marek Belka, señaló que el Fondo está "listo para ayudar a Grecia" si la UE requiere asistencia financiera, aunque la UE debería crear su "propio mecanismo de ayuda" para rescatar países miembros que atraviesen dificultades similares a las de Grecia.
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