Violación de los derechos civiles y políticos durante las dictaduras de Pinochet y Fidel Castro (página 2)
Enviado por Luis Oswaldo Bernal Correa
Estas cuestiones que son sencillas en su enunciación apuntan a una de las realidades más complicadas a las que se ha visto abocada la humanidad, esto es, que los esfuerzos por mejorar las condiciones legales de la humanidad con miras a la protección de la misma encuentran un espíritu contrario en muchos lugares y épocas concretas que impiden que los derechos sean una realidad. En esta medida hablar del terror revolucionario y compararlo con los derechos expuestos en la declaración, no sólo evidencia una contradicción entre intenciones y actos, sino que re-actualizan la realidad, en la medida en la que pone ante los ojos de todos, que los derechos exigen acciones concretas y fuerzas políticas y civiles que hagan posible su realidad.
Ahora bien, el mundo nuevamente se vio convulsionado en lo más profundo cuando en el siglo XX estalló la segunda guerra mundial, y con ella se evidenciaba nuevamente otra forma en la que los actos pasaban por encima de los derechos, y para el caso, los ultrajes cometidos por los Alemanes contra el resto del mundo, especialmente contra los judíos, polacos, eslavos, homosexuales, entre otros grupos, fue pasar por encima de ellos en términos no solo físico sino conceptuales y espirituales al negarles su condición de personas, por lo que los derechos del hombre y del ciudadano no aplicaban para ellos, según la perspectiva de superioridad sostenida por los Nazis, y por ende los Alemanes no estaban obligados a respetar ninguno de los derechos de la declaración, entre ellos el derecho a la vida.
Es así como tras los horrores de la segunda guerra mundial la ONU hace la declaración universal de los derechos humanos con el fin de evitar que atrocidades como las vividas se repitieran, aunque de hecho se repitieron y se repiten. En este sentido la nueva declaración de los derechos humanos, ya no del hombre sino de la humanidad entera, dice: "El desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad"[2] razón por la que en su artículo primero manifiesta: "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros", y en su artículo 3 dirá: "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Manifestando claramente que no existe razón alguna por la que la vida de una persona pueda ser eliminada.
En esta misma línea de acciones legales, la ONU realiza varios pactos en los que inicialmente los países miembros de la organización –posteriormente se adherirán otros países- se comprometen a internalizar en las normas jurídicas de cada Estado dichos pactos internacionales con el fin de hacer una realidad el cumplimiento de los DDHH. Así fue como entró en vigor el 23 de marzo de 1976 el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (DCP), el cual había sido adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la asamblea general de la ONU en su resolución 2200 A (XXI) de 16 de diciembre de 1966. En este documento se ampliaban las consideraciones sobre algunos de los derechos expuestos en la Declaración de 1948 y se enfatiza de manera especial en los principios de libertad, justicia y paz que orientan dichas normas cuando dice el preámbulo del pacto:
Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables,
Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la persona humana,
Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano libre en el disfrute de las libertades civiles y políticas y liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto como de sus derechos económicos, sociales y culturales.
En este sentido uno de los elementos insoslayables del pacto de los DCP es reconocer que la dignidad humana necesita de condiciones para que pueda darse la plena realización de la persona. Y precisamente es desde esta perspectiva como veremos que en las dictaduras de Chile y Cuba tales condiciones fueron negadas profundamente, aunque el discurso que acompañara estos actos de negación fuera de un talante distinto, incluso a favor de la dignidad que estaba siendo cercenada.
Ahora bien, para una comprensión adecuada de la dimensión de los DCP y de las violaciones a los mismos, hemos de anotar un par de características que resultan de absoluta importancia en la definición de los mismos. Así hay quienes erróneamente consideran que los derechos han nacido por generaciones, es decir, que primero nacieron el derecho a la vida y los derechos políticos y luego los demás, otorgando por esta vía mayor importancia al derecho a la vida, a la integridad y a la libertad y dejando en segundo lugar a los demás, considerándolos como expectativas o necesidades que cada persona debe resolver y frente a las cuales las obligaciones del Estado no son absolutas sino que dependen de los recursos con que cuente. Contra esta consideración aparecen los criterios de interdependencia e indivisibilidad, según los cuales los derechos humanos conforman un todo o una integralidad de manera que la vida no puede realizarse si hace falta uno solo de ellos. Así a una persona se le estarían negando o violando sus derechos humanos si se le garantiza su derecho a la salud pero por otra parte se le niega el derecho a expresarse.
Desde este marco histórico y contextual nos acercaremos al examen de cómo fueron violados los derechos civiles y políticos en las dictaduras mencionadas con miras a poder establecer algunas comparaciones y relaciones entre ellas.
Violación de los Derechos Civiles y políticos en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet
En el artículo "La violación generalizada de los derechos humanos como política de gobierno: notas sobre el caso latinoamericano" aparecido en 1984 en la revista Mexicana de Sociología, Mariclaire Acosta hace un diagnóstico claro de la situación latinoamericana en la que, para el caso que nos atañe, aparecieron las dictaduras a las que hacemos referencia:
"La situación de los derechos humanos en América latina puede calificarse, sin temor a la exageración, como desastrosa, en particular en la última década y media ha sufrido un franco deterioro. El desempleo, la pobreza extrema, el analfabetismo, la enfermedad, los altos niveles de mortalidad infantil, el hambre y la desnutrición han sido males endémicos en la región -con notables excepciones- desde mucho tiempo atrás. A esta situación inicial habría que añadir un nuevo fenómeno: la aparición ( y en algunos casos posterior descomposición) de regímenes militares de corte diferente de los tradicionales en numeroso países de la región; en especial brasil, los del cono sur, Bolivia, Colombia, Guatemala, El salvador y Honduras.(.) En cada uno de los casos mencionados, los militares tomaron el poder apoyados por sectores tradicionales de las oligarquías y las clases medias, con el designio explicito de "restablecer el orden" y combatir a una oposición política populista o directamente revolucionaria, a la que consideraban como la causa de todos los males que aquejaban a la sociedad."[3]
En este marco explicitado por Acosta resulta claro que los regímenes militares que en caso de chile y cuba son dictatoriales[4]insertan una serie de violaciones a los derechos humanos y concretamente a los derechos civiles y políticos por lo que es necesario no sólo decir qué derechos se violaron sino sobre todo mostrar cómo se violaron tales derechos.
No es fácil comprender cómo en un país que llevaba un proceso democrático cada vez mayor en el que el pueblo tomaba parte activa de las decisiones, una de las cuales fue la elección del presidente Salvador Allende por amplia mayoría, llegase a tener una dictadura militar cruel y sangrienta por 17 años, tras la cual las heridas aún no cierran 17 años después del fin de la dictadura.
Algunas de las acciones que se llevaron a cabo durante los años 50 a 80 en Latinoamérica están enmarcadas en la conocida "guerra fría", aquella oposición geopoítico-militar en la que las dos superpotencias del mundo (U.S.A. Vs. U.R.S.S.) luchaban por ejercer presión la una sobre la otra, y en esta medida buscaban influenciar a los países que no estaban encaminados aún en algunas de las líneas de las superpotencias. Por esta razón, el mundo en el siglo XX luego de la Segunda Guerra Mundial lejos de encarrilarse por el sendero de la paz como fue el objetivo de la declaración Universal de los DDHH, cayó en una lucha maniqueísta en la que todo se interpretaba en términos de capitalismo o comunismo. Así fue como América latina entre los años arriba señalados fue un campo de experimentación de poderes de las mencionadas superpotencias como se mostrará.
Tratando pues de responder a la cuestión de cómo aparece esta dictadura en chile hemos de anotar algunos datos que pueden orientarnos definitivamente.
"Una comisión del congreso de USA fue designada para estudiar las operaciones encubiertas de los Estados Unidos en Chile, entre 1963 y 1973. Dicha comisión compuesta por 15 congresistas presidida por el senador Franck Church, rindió su informe el 18 de diciembre de 1975.
En su informe, la "comisión church" afirma que chile había sido escogida por USA como una vitrina de la "Alianza para el progreso"[5] y que interesó mucho a los gobiernos norteamericanos por su amplia burocracia y por sus coqueteos con el socialismo y el comunismo."[6]
La injerencia de USA fue, por un lado, directa en tanto giró dinero a candidatos y a políticas del gobierno pero, por otro lado, los USA intensificaron su acción encubierta:
"Los métodos son crudamente descritos en el informe Church: pago de informantes, mantenimiento de contactos con grupos de derecha; infiltración de los medios de comunicación donde se pagaba la publicación de artículos favorables a los Estados Unidos o los que desprestigiaran a la Unión soviética o criticaran a la izquierda chilena, a la vez que por eliminar o bloquear los artículos desfavorables a Norteamérica. El diario El Mercurio, por ejemplo, que cumplió un importante papel en el golpe de Estado contra Allende, recibió en septiembre de 1971 700.000 dólares, autorizados por el gobierno estadounidense, y en abril de 1972 otros 950.000. Entre 1965 y 1971 fueron financiados cinco periodistas para infiltrarse en los principales medios."[7]
La presencia directa de los Estados Unidos en los acontecimientos que hicieron posible el golpe de Estado contra Allende, se evidenció aún más cuando "la CIA intensificó su accionar sobre todo para producirán boicot a la economía, en apoyo a las fuerzas de oposición, en compra de emisoras radiales y periódicos, en apoyo a grupos paramilitares como el de "Patria Y Libertad", pero sobre todo pagando informante para recopilar información operacional con miras al Golpe de Estado: fueron elaborando listas de quiénes deberían ser arrestados, de instalaciones civiles claves y de personal que podría necesitar protección"[8].Este es el germen que dio origen a DINA y a la CNI, de las que trataremos más adelante.
Sin duda alguna una de las razones más importantes que llevó a Estados Unidos a intervenir de tal manera en Chile fue la necesidad de hacer realidad el proyecto económico que Estados Unidos tenía previsto para Latinoamérica. De allí que Apolinar Díaz-callejas en su intervención en el seminario internacional "Los derechos humanos en América Latina" llevado acabo en Quito, el 21 de noviembre de 1979 dijera acertadamente que
"es fácil en un momento dado señalar que el fenómeno de las dictaduras, el fenómeno de la violación de los derechos humanos, depende de un presidente de la república o de un general del ejercito, exclusivamente. (.) Pero es que detrás de estas actitudes individuales hay fenómenos económicos, sociales y políticos que vale la pena esclarecer un poco. (.) [Esto se explica si tenemos presente que] el modelo de desarrollo económico, el modelo neoliberal de la escuela de Chicago del señor Friedman, representa, de inmediato, aún donde se preservan formas democráticas, el desarrollo de modalidades represivas que se expresan a través de distintos mecanismos"[9].
Así que Diaz-callejas afirma la necesaria relación entre el modelo económico que exporta para América latina los Estados Unidos y la violación de los derechos humanos. No en vano cita las palabras del entonces secretario de defensa de los Estados Unidos Harold Brown en el informe al senado sobre el presupuesto para 1979, cuando éste se refiere al papel de las fuerzas armadas de los países latinoamericanos en ese momento: "las tropas indígenas de la América latina, con su política del control de la subversión, permiten garantizar el acceso de los Estados Unidos a las materias primas básicas que hay en América latina"[10].
Esta interpretación de los hechos ocurridos bajo las dictaduras y su relación con el proyecto económico de la USA lo expresa Acosta al afirmar que:
"A fin de cumplir con sus objetivos, los regímenes militares se han propuesto, en mayor o menor medida, la reestructuración completa de la sociedad mediante la aplicación de varias medidas económicas que sirven sobretodo a los intereses de las fracciones altamente oligopolizadas y transnacionalizadas de las burguesías locales y de los países centrales. (.)
La racionalidad subyacente a este tipo de comportamiento económico, aunada al proyecto ideológico de los militares, conduce necesariamente a la represión política. En tanto se plantea como necesaria la remodelación de la sociedad entera, mediante la exclusión de cualquier posibilidad de participación de los sectores populares y productivos, privilegiando el gran capital financiero y comercial, se lega necesariamente a la negación de los derechos humanos, comenzando por los tradicionales, que son vistos como un impedimento para la liberación de las fuerzas del mercado."[11]
Aunado a esta perspectiva económica Acosta enuncia otro elemento fundamental en la configuración del inicio de la dictadura en Chile cuando dice que hay un "proyecto ideológico de los militares que conduce necesariamente a la represión política". Giraldo expondrá en qué consistió parte importante de la formación de esa ideología al narrar la historia de Hugo Nuttini:
"En diciembre de 1964, un ex atleta chileno de los años cincuenta, Hugo Nuttini, regresó a chile con título de antropología por la Universidad de Pittsburgh y con un proyecto investigativo aparentemente financiado por la nacional science foundation y patrocinado por la universidad de Washington, pero pronto se sabría que su diseño y financiación se originaron en el Departamento de defensa de USA. Se llamaba el "Plan camelot".
Bajo el concepto de "guerra interna", el plan camelot se proponía investigar los sistemas de tensiones existentes en una sociedad en desarrollo, que pudiera impulsar situaciones revolucionarias. El plan contemplaba investigaciones exhaustivas desde la historia de chile, pasando por análisis de todas las corrientes y proyectos políticos, capas y estamentos sociales, hasta los aspectos culturales como el cine, la literatura, la poesía, el teatro y el folklore que tenían influjo preferencial en las diversas capas de la sociedad chilena, todo con el fin de detectar niveles de aspiraciones, esperanzas, percepciones, creencias, intereses y valores."[12]
Este plan pese a ser descubierto no fue en modo alguno detenido, y no fue dimensionado en su totalidad para el momento en el que se conoció en la sociedad chilena. Tan fue así que la intervención estadounidense tuvo su mayor expresión en las palabras puestas por el asesor presidencial de Nixon, el señor Kissinger quien en un memorando interno de la CIA y publicado por Christopher Hitchens en el País de Madrid el 4 de marzo de 2001, se expresa así:
"la política establecida y continuada es que Allende sea derrocado mediante un golpe. Sería preferible que esto ocurriera antes del 24 de octubre, pero los esfuerzos para lograrlo continúan pasada esa fecha. Seguiremos ejerciendo las máximas presiones y utilizando todos los recursos apropiados para alcanzar el objetivo. Es imperativo que esas acciones se leven a cabo de forma clandestina y segura, para que el USG (Gobierno de los Estados Unidos) y los norteamericanos queden a resguardo."
Y efectivamente esa carta de navegación propuesta en el anterior memorando se llevó a cabalidad el 11 de septiembre de 1973 a la cabeza de Augusto Pinochet Ugarte, comandante en jefe del ejercito, cuando se perpetró el golpe de Estado en contra del presidente constitucional Salvador Allende, quien a la 8.20 horas se le exigió la entrega del mando a la autoproclamada "junta de comandantes en jefe de las fuerzas armadas del orden". "Ante la negativa del jefe de Estado asaltan el palacio de la moneda –sede de la presidencia de la república– mediante bombardeo de artillería y aviación, y, hacia las 13:45 horas entra la infantería hallando al presidente muerto. Ese mismo día por la noche se constituye la "junta de gobierno de comandantes en jefe de las fuerzas armadas y del orden" que se plasma en el decreto ley 1/1973 de fecha 11.9.73"[13].
Este hecho que sin duda es la puerta a una serie de atrocidades posteriores al 11 de septiembre de 1973, fue justificado una vez se realizó el golpe de Estado al señalar que existía un "plan Z" en el que fuerzas paramilitares del Gobierno de Allende tomarían control de las fuerzas armadas. Posteriormente Pinochet afirmaría que se encontró un gran arsenal para dicho plan pero según los cálculos era imposible de mover a menos de que se realizaran por lo menos 400 vuelos en un avión DC-3, y dichas armas corresponderían a un ejercito que triplicaba en número las fuerzas armadas chilenas[14]En todo caso, el golpe fue perpetrado con éxito. Desde este momento se siguieron uno tras otro actos que violaron sistemáticamente los derechos civiles y políticos de un ochenta por ciento de la población, dado que algunas actividades ejecutadas por el gobierno estaban dirigidas a la población entera y otras estaban orientadas a ciertos grupos sociales, políticos y cívicos.
Lo primero que ha de decirse es que una vez subió la junta militar al poder empezaron detenciones, torturas, desapariciones y ejecuciones selectivas de personas allegadas al gobierno, aunque posteriormente como se verá el rango de señalamientos y causas por las que podía ser condenada o acusada una persona se amplio notablemente. Este ataque selectivo de personas fue fruto indudable de la acción antes señalada de los Estados Unidos previa al golpe de Estado.
La narración que nos da el proceso en contra de Pinochet cuenta cómo "el día 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet, junto con otros querellados y para dar comienzo al plan trazado, cuyo primer paso se cumple con el levantamiento militar, ordena la detención y posterior desaparición- que permanece hasta el día de hoy-, de las siguientes personas del presidente Allende, que son sacados del palacio de la moneda y conducidos al regimiento Tacna donde son torturados y posteriormente extraídos, previsiblemente para ser ejecutados."[15] La lista de personas comienza con el nombre de Jaime Barrios Meza, Gerente general del Banco Central, y tras 39 nombres termina en Héctor Daniel Urrutia Molina. Estas son solo las personas que se encontraban en el palacio presidencial, a lo que ha de agregársele por un lado 218 hojas llenas de nombres de personas desaparecidas, torturadas y asesinadas durante el tiempo en el que Pinochet estuvo al frente de Chile, que corresponden a las cifras y casos adjuntos al proceso que se llevó contra Pinochet, no obstante, las cifras no oficiales y de organizaciones eclesiales y ONG, superan en mucho la oficialidad.
A continuación quiero mostrar cómo se violaron sistemáticamente los derechos de las personas bajo el gobierno de Pinochet, y sin temor a equivocarme hablar de "violación de los derechos" no se compadece en nada con el dolor y el sufrimiento que ellos y ellas pudieron sentir.
La barbarie bajo la que se consumió chile es tal que no fue obra de una sola persona o de un grupo de inconformes -como lo señalaba Diaz-Callejas-, fue toda una estructura que estaba cimentada y funcionando como una gran maquinaria de la muerte tan efectiva que aún hoy no se saben con certeza todos los horrores que ésta cometió.
Los lineamientos que orientaba el accionar de la junta de gobierno se divulgan el 11 de marzo de 1974 manifestando que la junta entiende
"la unidad nacional como su objetivo más preciado, rechazando toda concepción que suponga y fomente un antagonismo irreductible entre clases sociales. El gobierno ejercerá con energía el principio de la autoridad, sancionando drásticamente todo brote de indisciplina o anarquía. (.) [se crea la DINA – Dirección de Inteligencia Nacional, el 14 de junio de 1974 y que es continuadora de la comisión cuyas siglas eran las mismas y que funcionaba en 1973]. Esta es un organismo militar de carácter técnico-profesional, dependiente directamente de la junta de gobierno, y cuya misión será la de reunir toda la información a nivel nacional, proveniente de los diferentes campos de acción, con el propósito de producir la inteligación que se requiera para la formación de políticas, planificación y para la adopción de medidas que procuran el resguardo de la seguridad nacional y el desarrollo del país"[16]
Este organismo será el encargado de la mayoría de desapariciones forzadas y selectivas y las correspondientes torturas y muertes de muchos de los objetivos políticos de la dictadura, en esa medida coordinaría los demás destacamentos militares de la infantería, la fuerza aérea y la naval, junto con los carabineros quines replicarían todos los métodos y practicas dictadas desde la DINA, la que siempre estuvo supeditada a las ordenes directas de Pinochet.
El funcionamiento de la DINA era particular en la medida en que los agentes de dicha organización vestían de civil, eran seleccionados de las fuerzas armadas pero al contrario de estas no obedecían la estructura de mando de las fuerzas armadas. En esta línea argumentativa, éste era un claro cuerpo de exterminio de personas que resultaban peligrosas para el régimen, estos son, personas con liderazgo en lo político, religioso, cultural, militar, profesional, etc.
Este atroz organismo es disuelto en agosto de 1977 y se sustituye por la CNI – Central Nacional de Informaciones que pese a ser "otro" organismo sigue funcionando bajo el mismo sistema y en su gran mayoría con las mismas personas. Paralelo al funcionamiento en Chile de la DINA, actúa en conexión con ella el comando conjunto – C.C.- que posibilita con las fuerzas armadas la perpetuación varios de los crímenes a lo largo del país.
Esta conexión entre organizaciones tuvo su máxima expresión en el "Plan Cóndor" que era un plan ejecutado por diferentes agencias de exterminio de varios países entre ellos Argentina, con el objetivo de perseguir, capturar o desaparecer a quienes eran contrarios al régimen Pinochetista, lo que nos remite al asesinato más renombrado al respecto, el del canciller Orlando Letelier en Washington.
Desde esta perspectiva estructural, la violación infame de los derechos humanos y específicamente los derechos Civiles y políticos en Chile, va desde la junta de Gobierno, y el posterior presidente Pinochet hasta las ejecuciones por parte de los mandos bajos de atrocidades innombrable. Así Giraldo nos lista algunos de los decretos ley que violaron directamente los derechos humanos una vez sucedió el golpe de Estado:
"la junta asumió el poder constituyente, el legislativo y el ejecutivo (Decreto ley, DL 128,16.11.73). Incluso con carácter retroactivo, declaró en el Decreto 788 (04.12.74) que todo en lo que sus decretos se opusiera a la constitución era, de suyo modificatorio de la misma. En menos de cuatro meses legisló emitiendo 250-decretos leyes. Con ellos disolvió el congreso y el tribunal constitucional (DL27); disolvió y prohibió los partidos políticos de izquierda y declaró en receso los demás (DL, 77); ordenó incinerar los registros electorales (DL 1); hizo cesar en funciones a alcaldes y regidores, designando en su reemplazo a los de su estricta confianza (DL 25); dejó en interinidad toda la administración pública, excepto el poder judicial y la contraloría (DL 6); suprimió las libertades personales decretando estado de guerra y poniendo en vigencia el código de justicia Militar para esos efectos, adicionándole más normas, incluso algunas que contemplaban la pena de muerte (DD LL 3,4, 5 y 8); restringió la actividad sindical a solo asambleas informativas(D L 198) designó rectores en las universidades dándoles plenitud de atribuciones (DL 50), entre otras muchas medidas."[17]
Estos decretos leyes solo fueron el marco constitucional y legal que permitiría muchos de los casos más graves en contra de personas como los que siguen:
"El Sacerdote católico británico D. Michael WOODWARD. El martirio del padre Woodward es sintetizado por el diario The Observer, en un artículo de Jo Beresford de día 16 de febrero de 1975, de una forma que se ajusta altamente a la verdad, según el relato de claudio Herrera, refugiado en Inglaterra, y que estuvo detenido con el sacerdote. De los 800 presos que había en el barco, una docena de ellos eran curas. Miguel Woodward era considerado por los oficiales de la marina como el más peligroso de los presos. Había pertenecido a un grupo llamado cristianos por el socialismo y había trabajado durante más de diez años en las zonas más pobres de Valparaíso [ciudad natal de Pinochet], ayudando a la gente a conseguir trabajo y organizando clases para los niños. Los presos eran torturados en grupos. Las sesiones siempre empezaban con una ducha para los presos. Entonces, mientras aún permanecían mojados, les sujetaban electrodos a diferentes partes del cuerpo y les daban descargas eléctricas. Luego tiraban los cuerpos contra mesas y los apaleaban. Los brazos del P. Woodward fueron rotos en dos partes con un martillo, y le apaleaban el cuerpo hasta que estaba negro por todas partes. No había comida en el barco durante días, aunque a veces se alimentaban con judías infectadas de lombrices. Los brazos y costillas rotas del P. Woodward quedaron sin atender, y delante de los demás presos, él y los otros curas fueron acusados de acostarse con mujeres. Deambuló con su cuerpo roto por dentro y finalmente murió. (.)
Gladys Nélida Díaz Armijo. En 1973 presidenta del sindicato de periodistas de Santiago. Fue detenida el 20 de febrero de 1975 junto con Juan Carlos Parelman, desaparecido desde ese día. Fue llevada a Villa Grimaldi, también conocida como Terranova,- por el que pasan aproximadamente 3000 personas y del que desaparecen unas 800-. En ese centro, la señora Díaz permanece detenida tres meses. Durante los primeros tres meses fue sometida a sesiones de descargas eléctricas de tres o cuatro horas con intervalos de una o dos horas tumbada y amarrada sobre una parrilla metálica. Durante los tres primeros días no recibía alimento ni bebida. Luego, una karateka la golpea y le parte cuatro costillas, le rompe un tímpano y le produce hemorragias internas y externas. Durante tres días agoniza, aunque se recupera lo suficiente para ser nuevamente torturada colgándola del techo por las manos durante día y medio a la vez que le proporcionan descargas eléctricas. Con posterioridad le inyectan drogas, pentotal y curare durante tres meses; alternando las descargas eléctricas, los interrogatorios y el suministro de droga, llegando a tener dos paros respiratorios. Todas las sesiones son supervisadas por personal médicos para calcular la cantidad de electricidad que puede soportar. Como consecuencia de las torturas pierde 15 kilogramos de peso. Durante los tres meses tan solo le permiten dormir una noche, y el resto, como máximo dos horas. Tampoco le permitieron lavarse ni atender su menstruación, encerrándola en la torre, en donde tenía que entrar reptando como un animal con los ojos vendados y encadenada de pies y esposada de manos."[18]
La llamada torre donde estuvo recluida la señora Díaz es descrita en el mismo Sumario de la siguiente forma: "en este centro de detención había una zona conocida como la torre, en cuyo interior se construyeron unos diez compartimentos de 70 x 70 centímetros y dos metros de alto, por una puerta baja por la que se tenía que entrar de rodillas"[19].
Estas situaciones contrario a lo que se pensaría tendieron a aumentar y a empeorar, para el año de "1984, y especialmente luego de la dictación, el 6 de noviembre, del estado de sitio, vino [una radical] censura de prensa y persecución a los organismo de Derechos humanos que se ocupan de la denuncia."[20] El documento de la Asociación Latinoamericana para los derechos humanos. (ALDHU) presenta una lista de delitos a los que me referiré a continuación.
Para el año de 1984 se hizo común una practica repudiable, esto era que a los presos o detenidos se les torturaba con el fin de sacar información acerca de los movimiento en contra del régimen, pero no contentos con esto los gendarmes posteriormente volvían a secuestrar a quienes ya habían torturado de modo que la re-tortura, se volvió una practica destinada a generar un desequilibrio emocional y mental en toda la población, ya que ni siquiera si habías sido torturado estabas libre de caer nuevamente en este tipo de practicas. En muchos casos como desde el inicio de la dictadura, se siguieron manteniendo los centros de reclusión especial que no eran otra cosa que campos de concentración a lo largo de todo el país. Sumado a que ahora en el estado de sitio era legal trasladar a un recluso, sin aviso alguno a la familia, con destino a otro centro de reclusión, esto acrecentaba el terror en la población, lo cual era exacerbado toda vez que la prensa estaba restringida y era manipulada por los medios del gobierno, de modo que, ante algún hecho cometido por parte de los agentes de CNI o el CC o las fuerzas armadas, los periódicos y demás medios no hacían mención alguna, por el contrario cualquier incidente que sirviera de lección para el resto de población era publicitado al máximo, sobre todo en caso de que el personaje en cuestión fuera un dirigente anti-régimen. "En un caso (Aguirre Ballesteros) el cuerpo destrozado del desaparecido, sin cabeza y sin extremidades, fue encontrado en un río al cabo de 50 días de haber sido detenido por los carabineros"[21]. Este fue uno de los casos más publicitados para esta época.
Poco a poco la tortura dejó de ser secreta ya que los torturadores no se preocupaban ya por no dejar marcas, al contrario este régimen del terror se alimentaba de este tipo de actos. Este tipo de publicidad fue llamado la cultura de la muerte. Poco a poco la tortura además de dejar de ser oculta, dejó de ser especializada y controlada, ya que si antes eran médicos y "torturadores" especiales quienes se encargaban de esto, lo carabineros que era la gendarmería, incurrió en este tipo de prácticas en todo tipo de lugares, casas, oficinas, bodegas; ya no se hizo necesario volver a los centros especializados para la tortura.
Se incrementó también la restricción de la movilidad dentro del territorio nacional de Chile a ciertas personas las que eran obligadas a estar en determinados linderos, bien una ciudad, bien una zona más amplia, esto que hoy recibe el nombre de desplazamiento forzoso. En esta época el caso de los presos políticos adquirió una dimensión antes no vista porque estaban a merced de los otros presos quienes en ocasiones les pagaban para que golpearan e incluso asesinaran a ciertos presos políticos todo en el contexto de hacinamiento y terror, a esto debe sumársele cómo mediante los falso fusilamientos se estimuló más el miedo. Ahora la familia era sometida a una tortura psicológica no solo por no saber dónde esta su ser querido, sino porque cada vez que había noticias estas eran calumnias estratégicamente diseñadas para reducir a nada la esperanza de las personas. Finalmente este estado de cosas, volvió a expresarse en la ley:
"las acciones llevadas a cabo bajo el estado de sitio resultaron en serias violaciones del derecho a un juicio público justo. El respeto a los derechos individuales y libertades civiles están garantizados por la constitución de 1980 pero están restringidos en grados variables por poderes de emergencia sancionados constitucionalmente. En 1984, el gobierno chileno usó sus poderes extraordinarios bajo el artículo transitorio 24 para anular efectivamente, en algunos casos, el proceso correcto de la ley. Se crearon leyes especiales o decretos administrativos para impedir o revisar decisiones dadas por el sistema judicial."
Parecería que en este contexto señalar cuáles fueron los Derechos civiles y políticos que se violaron es innecesario, no obstante, a continuación está la lista de los derechos que se violaron de manera más clara, (para ver el pacto completo de los derechos civiles y políticos ver anexo):
Se violan claramente los compromisos asumidos por el Estado en cuanto a protección de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos. Ejerciendo practicas discriminatorias de diversa índole.(Ver: Art.2,9)
Se niega la posibilidad de un juicio justo y de toda posible acción judicial dado que la autoridad judicial no es independiente de los ordenamientos de régimen.(ver Art. 2, 9,14,15,16, 26)
Se viola flagrantemente el derecho a la vida y todo lo que ello conlleva, en síntesis se atenta contra la dignidad humana. (Art.6,10)
Se ejerce la tortura.( Art.7, 8)
Se realizan detenciones arbitrarias y posterior desaparición. (Art.9,10)
Los centros carcelarios son centros de tortura y su fin es el daño directo contra los presos (Art. 10)
Se prohíbe la libre circulación en el país, y se atenta contra extranjeros (Art.12,13)
Se viola el derecho a la libertad de expresión, a la libertad de prensa y la libertad de conciencia a no ser discriminados (Art.14,18,19, 20,24, 26, 27)
Se viola la privacidad de las personas (Art.17,19)
Se prohíbe la libre asociación (Art.21)
Se destruye la unidad de la sociedad: la familia (Art. 23,24)
Se elimina toda posibilidad de participación en los espacios democráticos del Estado( Art.25)
4. Violación de los Derechos Civiles y políticos en Cuba durante la dictadura de Fidel Castro
Bajo la idea de dictadura que nos presenta Pratt Fairchild (ver nota 4) cae sin duda alguna todo el ambiente y lo sucedido en chile durante el mando de Pinochet. Pero no es así de fácil con el caso cubano como veremos, pues todo depende de la perspectiva que se asuma.
Cuba entra al mundo por vía de la colonización en 1512 y en ella no serán menos los vejámenes ni menos intensas las luchas entre los españoles y los aborígenes que en resto de América. Pese haber compartido con el resto de América latina un destino común debido a la influencia española, será cuba el último de los países en liberarse de la influencia española, lo que marcará un destino lleno de luchas y revoluciones. Para la segunda mitad de 1800 Estados Unidos había hecho varias ofertas al gobierno español para comprar la isla de Cuba, encontrando siempre una negativa por parte del gobierno peninsular.
En este contexto de ofertas, de crisis al interior de la isla poco a poco debido a continuas represiones, el gobierno español ve cómo surge un movimiento independentista que amenaza seriamente la estabilidad del último fortín español. Este movimiento, si bien tuvo momentos de auge como con José Martí, es verdad también que recibió la importante ayuda del gobierno de los Estados Unidos, cuando en abril de 1898 intervino en favor de los independentistas, provocando el inicio de la guerra Hispano-estadounidense. El 10 de diciembre del mismo año culminó este enfrentamiento con la firma del Tratado de París, en el que España renuncia a la soberanía sobre Cuba.
Posteriormente se establecerá un gobierno militar por parte de los Estados Unidos que administraría la isla hasta el 20 de mayo de 1902, en esta féchale gobierno pasará a manos del presidente Tomás Estrada Palma. La Constitución cubana de 1901 incorporó algunas condiciones que reglamentaban la intervención militar de Estados Unidos en Cuba cuando lo considerara conveniente, así mismo permitían el control estadounidense de la política exterior de la isla y la instalación de bases navales en la bahía de Guantánamo, esto debido a la enmienda Platt.
Este marco será absolutamente determinante para el posterior desarrollo histórico de la isla toda vez que existen dos actores fundamentales, por un lado los Estados Unidos, y por otro lado, el pueblo cubano. Sin duda alguna, la colaboración hecha por los Estados Unidos a Cuba no fue para nada gratuita, ya que como mencionamos las ganancias fueron considerables, a demás de tener prebendas en términos económicos para la explotación y extracción de materia prima sin restricción alguna. Así es como logramos entender por qué aún hoy cuando las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos son tan frágiles y hostiles, sigue enclavada en la isla la base Naval de Guantánamo.
A la independencia lograda gracias al apoyo norteamericano, seguirán algunos gobiernos que no serán del todo exitosos y que poco a poco servirán de ambiente propicio para el surgimiento de movimientos revolucionarios. No cesarán las protestas en contra de la intervención del gobierno Norteamericano en el manejo de parte importante de la industria azucarera; no cesarán de escucharse protestas, huelgas e insurrecciones que obligarán a un movimiento electoral que va de la elección de presidentes conservadores a presidentes liberales sin que logre hallársele una salida a las tensiones que fueron creciendo más y más, dado que Cuba intervino en la primera Guerra mundial a favor de los aliados. Entonces, los Estados Unidos cesarán sus intervenciones en algunos aspectos, y se eliminarán consecuentemente los privilegios constitucionales que mantenía Cuba hacia Estados Unidos desde 1901 al derogarse la enmienda Platt. En diciembre de 1941 el gobierno cubano declaró la guerra a Alemania, Japón e Italia; posteriormente, en 1945 se convirtió en uno de los miembros fundadores de la Organización de las Naciones Unidas y en 1948 se integrará a la Organización de Estados Americanos.
La crisis económica aunada a una crisis política que volvía a crecer, permitió que en 1952 el ex presidente Fulgencio Batista mediante un golpe de Estado tomara el poder y lograra disolver el congreso; prometiendo estabilidad al país y prontas elecciones que finalmente ser realizarían en 1954, en las que a falta de opositor fue elegido para el siguiente periodo presidencial. En este decurso de años, el 26 de julio de 1953 a órdenes de Fidel Castro se realiza un ataque al cuartel de Moncada, en el que los revolucionarios fracasan.
Fidel Castro fue liberado como un gesto generoso por parte del gobierno de Batista, y sería gracias a este gesto que el mismo Batista se vería fuera del gobierno pocos años después, cuando un grupo de 80 revolucionarios, entre ellos el "che" Guevara, desembarcaran del "Granma" el 2 de diciembre de 1956 y formaran el "movimiento 26 de julio" que generó una guerra de guerrillas con la que en 1958 derrocarían con apoyo del pueblo cubano a Batista. Este movimiento revolucionario prometía en medio de una crisis casi institucionalizada una salida a los diversos conflictos que se vivían en Cuba.
Pero el significado de esta revolución era mayor, y tal como en el caso de Chile, las consecuencia se plasmaron en el enfrentamiento entre las potencias económicas que se encontraban en lucha: la U.R.S.S. y U.S.A. Para Estados Unidos fue sin duda alguna uno de los más duros golpes que daba el Comunismo al Capitalismo, rompiendo lo que se llamó el determinismo geográfico o geopolítico, según el cual la influencia de las potencias económicas se plasmaría de un modo claro en los países de la región más cercana a la potencia, pero resultaba más significativa toda vez que la independencia de Cuba se había logrado gracias a la intervención de los Estados Unidos, lo que pudo haberse interpretado como un punto de no regreso para Cuba a favor de los Estados Unidos.
El ascenso de Fidel Castro al poder ocurrido poco tiempo después de la revolución cubana, puso en una situación difícil a Cuba; situación de la que no ha salido aunque la ha sabido sortear. Esta situación es particular si contamos con la ubicación geográfica de Cuba que aunque cerca de Estados Unidos, es a su vez un lugar apartado dada su condición de isla. En este sentido la situación que Cuba vive es claramente determinada por su postura política, pues se declara un Estado socialista de trabajadores que funciona bajo la figura de república unitaria y democrática, y cuyo único partido legalizado es el Partido Comunista de Cuba (PCC) -esto desde la constitución de 1976-. Esto es visto sin más como una contradicción y un atentado contra la libertad política de los ciudadanos cubanos. Pero la consecuencia más conocida de esta postura ha sido la respuesta del gobierno norteamericano ante la nacionalización de varias de sus industrias y propiedades que desde 1901 habían sido concedidas legalmente a los Estados Unidos, máxime si tenemos presente que la propuesta neoliberal de Estados Unidos va en franca oposición al modelo socialista que se realiza en Cuba. Así es como en 1961 Estados Unidos impone el embargo económico a la Isla, lo que sería solo la primera acción directa de los Estados Unidos en términos económicos que sería reforzada por una serie de acciones de presión legal en organismos como la OEA que en 1962 expulsaría a Cuba de la organización.
En este marco de presiones y relaciones tensas entre los gobiernos ya mencionados, Cuba pudo sobrevivir al embargo gracias al apoyo económico, logístico y profesional que desde la U.R.S.S. se enviaba a la isla. Debido a este apoyo en el año 1962 se presentó "la crisis de los misiles", al descubrir Estados Unidos la presencia de dichos misiles procedentes de la U.R.S.S en cuba, y el inminente riesgo que esto representaba. Así fue como se apoyo decididamente el desembarco en la bahía de cochinillos en la cubanos anticastristas provenientes de Miami fueron apoyados por el gobierno norteamericano con el fin de dar un golpe de Estado a la dictadura de castro. Este intentó fracasó, y la tensión aumentó entre Cuba y Norteamérica.
Tras algunos acercamientos se lograron algunos acuerdo a como los que permitían la salida de Cuba de personas que no estuvieran de acuerdo con el régimen. En fechas más recientes se ha intensificado las restricciones a la isla por parte del gobierno norteamericano, mientras la ONU ha denunciado y pedido el cese a la restricción económica. En la actualidad la crisis está dada por el caso de los balseros que queriendo salir de Cuba arriesgan sus vidas debido a que la salida de la isla está condicionada por varias leyes que hacen de este intento algo sumamente complicado.
Este marco histórico nos dota de algunos elementos de juicio mediante los cuales podremos comprender cómo comparar la violación de los Derechos humanos y los derechos civiles y políticos en las dictaduras de Chile y Cuba resulta en alto grado difícil.
Lo primero que hemos de considerar es que según la perspectiva que se asuma, en Cuba puede verse un gobierno socialista como el que proclama la constitución cubana, o bien, puede verse una dictadura en la que el poder de represión llega a tal grado y es tan difundido que al parecer se hace imposible después de casi 50 años cambiar el régimen existente. En chile como se mostró, el golpe de Estado se convirtió en la puerta de entrada para los hechos ya descritos, y en cuba por su parte, la institucionalidad suele referirse a lo ocurrido en 1959 como la "revolución cubana", debido a la perspectiva comunista desde la que se realizó la toma del poder; no obstante, es un golpe de Estado con la diferencia sustancial de que tal golpe no contó con el elemento tradicional de apoyarse en las fuerzas militares o en los medios de comunicación, sino que fue una fuerza externa la que se tomó el poder, una fuerza que durante varios años instauró, tal como se mencionó, una lucha guerrillera que devino en el derrocamiento de Batista, no fue entonces un golpe de Estado sorpresivo sino progresivo.
Pero además de mostrar cómo existen algunas sutiles diferencias en cómo se llegó al poder, lo que de este hecho se produjo tras 1959 entra en discusión debido a que retomando a Pratt Fairchild Cuba puede catalogarse como una dictadura pues hay un "sistema político en el que una persona [Fidel Castro], o un pequeño grupo de personas [el consejo de ministros y los vicepresidentes], tiene autoridad completa sobre las vidas y personas de todas las demás de un país determinado". No obstante, la perspectiva socialista contempla un poder centralizado en el Estado que permite el completo manejo de los medios de producción y de las instituciones lo que nos pone ante la difícil tarea de examinar si es o no una dictadura, sin olvidar que, por el hecho de que haya un proyecto socialista que avale un sistema político como el cubano ello no implica que este sistema no sea una dictadura.
A estas consideraciones hemos de citar nuevamente la diferencia entre Chile y Cuba en el sentido de ser el primero un modelo orientado hacia la derecha política, y ser Cuba un modelo orientado a la izquierda política. Estas orientaciones que no pasarían de ser un dato histórico adquieren un peso inusitado si recordamos cómo en el caso chileno y cubano, Estados Unidos ha sido parte fundamental en el desarrollo de estos modelos económicos y políticos, bien a favor, o bien, en contra. Pero aún más debemos contemplar el innegable hecho de que la dictadura en Chile, pese a las limitantes que pueden existir tras un régimen de terror como el vivido, nos dota tras 17 años del final de la misma, de muchos testimonios y documentos que ayudan a quien quiera conocer lo sucedido. No así con Cuba, en la medida en que en la isla se vive aún el modelo político-económico y las situaciones a las que queremos acercarnos.
Teniendo presente que queremos examinar las violaciones de los Derechos políticos y civiles en Cuba, nos hallamos en un mar de información en el que no hay versiones oficiales; por el contrario, existen posturas a favor del régimen y cómo éste se dedica a hacer valer los Derechos humanos, frente a posturas que denuncian la violación sistemática de los mismos en la isla.
En un artículo de reciente publicación en el diario El país de Madrid titulado "Cuba, triste asignatura pendiente", Pilar Róala, quien se confiesa izquierdista, dice acerca de las palabras usadas por el secretario general del grupo socialista en el congreso español, el señor Julio Villarrubia lo siguiente:
"usó todos los eufemismos del diccionario para no utilizar la palabra dictadura, y sus dos frases más memorables fueron éstas: "En Cuba hay una situación especial, complicada y difícil" y "el Gobierno afronta las relaciones con la isla con el objetivo de ayudar a que el pueblo cubano se vaya abriendo y tenga una democracia más consolidada en el futuro". Es decir, para el líder socialista, existe democracia en Cuba, el atropello de las libertades fundamentales sólo es una situación "especial" y darle la manita a Raúl Castro y al resto de la nomenclatura, es ayudar al pueblo cubano."[22]
Estas palabras de Rahola confirman la perspectiva crítica que del gobierno cubano se mantiene, más cuando ella misma enumera algunos de los hechos violatorios de los derechos civiles y políticos:
"Sin embargo, retóricas al margen, lo de Cuba no es entrañable. Lo de Cuba no es "especial". Lo de Cuba no es comprensible y, sobre todo, lo de Cuba no tiene nada que ver con la democracia. El hecho de que sea un régimen de izquierdas, nacido al albur de ideas transformadoras que, en su momento, querían cambiar la injusta realidad, no implica que años después, con sus cárceles, sus represaliados políticos, sus condenas a muerte, su corrupción estructural y su falta asfixiante de libertad, se haya convertido en el ejemplo más rastrero de una dictadura caduca, impermeable a los derechos fundamentales. Desde una perspectiva de radical compromiso con la Carta Internacional de Derechos Humanos -catecismo básico para poder ir honestamente por el mundo-, Cuba no se aguanta por ningún lado. (.)Cuba no es un mito adolescente. Cuba es una dura realidad que reprime personas, destruye derechos, consagra élites corruptas, y envía las viejas utopías al infierno de las buenas intenciones. Cuba es una vergüenza."[23]
Cuba ha cambiado, ya no es -como afirma Rahola- un mito, es una realidad a la que hay que examinar cuidadosamente, porque el hecho de que en chile se hayan cometido atrocidades inimaginables no es paliativo a la hora de reconocer los problemas en cuba, porque los derechos Humanos no tienen grados, ni escala de prioridad, unos implican a otros, y una violación de a los derechos Humanos es una violación independientemente de cómo se lleve a cabo.
Actualmente Cuba vive una crisis interna en términos sociales como lo muestra Pablo Alfonso en su artículo titulado "De la pugna entre los trabajadores y la dictadura cubana". Alfonso dice que: "Los trabajadores cubanos están retando a la dictadura castrista. Sin protestas públicas, declaraciones a la prensa ni cabezas dirigentes visibles, el movimiento obrero cubano está dando claras señales de inconformidad. Y el aparato de inteligencia del régimen está atento y preocupado por esas señales"[24]. La situación se debe a la resolución 187 y 188 emitida por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS),en los que se estipulan unas multas por llegar tarde al trabajo, y se estipulan sanciones más fuertes por incumplir con la jornada de trabajo. Ante estas resoluciones los trabajadores han puesto el dedo en la llaga en la medida en que éstos justifican su impuntualidad e inasistencias, mostrando cómo no faltan por voluntad propia sino por el pésimo servicio de transporte el cual en muchas ocasiones a demás de llegar tarde a las estaciones para recoger a los pasajeros en múltiples ocasiones no han llegado, lo que resulta preocupante. Pero no más preocupante resulta, como afirma Alfonso, que una persona tenga que salir de su trabajo para cumplir con sus obligaciones dado que no hay otro momento para hacerlo:
"Si el comercio del sector de servicios permanece cerrado los sábados y domingos, y su jornada laboral diaria, coincide con la del resto de los centros de trabajo, ¿en qué momento se pueden resolver los mil y un problemas domésticos que enfrentan las familias trabajadoras? Muchos trabajadores abandonan su puesto de trabajo para solucionar, en medio de su jornada laboral, los problemas domésticos. Desde mandar a remendar un par de zapatos hasta arreglar un electrodoméstico."[25]
Aquí lo que está en juego, y lo que se evidencia es que existe un ambiente anómalo en el que un sistema político-económico como el cubano ha hecho de la violación de ciertas libertades un diario vivir, porque resulta justificado desde la perspectiva del modelo socialista. No hay tiempo libre fuera del establecido por la jornada laboral, entonces, uno se pregunta ¿En qué consiste vivir? ¿Cómo es posible vivir en Cuba sin los mínimos derechos?
A esto ha de sumársele que la economía cubana no está en ascenso, por el contrario, los pesos cubanos están cada día más desvalorizados y para lograr vivir muchos ciudadanos deben ir al mercado negro para lograr satisfacer sus necesidades básicas:
"Hay que acudir al mercado negro, como negociante y como consumidor para poder sobrevivir. Muy pocos trabajadores cubanos reciben parte de su salario en los llamados "chavitos" o pesos convertibles, con los cuales se pueden comprar mejores productos en las tiendas de divisas.
Quienes no reciben remesas del exterior ni tienen acceso al "chavito", sólo tienen la opción de la "economía informal" para sobrevivir. Y arriesgar su libertad en el empeño, porque las prohibiciones legales del castrismo, convierten en delito lo que, en cualquier otro país del mundo, sería una mera actividad comercial."[26]
Si bien puede afirmarse que parte de la responsabilidad de este estado de cosas es e embargo económico que existe sobre cuba, no impide reconocer esto la violación de los derechos en la Isla.
Este ambiente interno al que nos hemos acercado debe complementarse con la situación vivida por los presos políticos que están en condiciones evidentes de violación de los Derechos Humanos. Amnistía internacional en Argentina ha denunciado por diversos medios, el caso de Cecilio Monteagudo, y lo expresa en los siguientes términos:
Cecilio Monteagudo Sánchez, miembro del no-oficial Partido de Solidaridad Democrático, fue detenido el 15 de septiembre de 1997 en su casa en Camajuaní, Provincia de Villa Clara. Fue juzgado en el caso Nº 3/97 en el Tribunal Popular de Villa Clara del 3-6 febrero 1998. El 13 de febrero de 1998 fue sentenciado con el cargo de "Propaganda enemiga" (artículo 103 del Código Penal Cubano) a 4 años de cárcel. Los cargos se basaron en el hecho de que él había escrito un panfleto llamando a la gente a no votar en las elecciones locales que fueron llevadas a cabo en octubre de 1997 (Acorde con la Constitución. Los ciudadanos cubanos tienen el derecho a votar pero no están obligados a ello). El panfleto nunca fue impreso ni distribuido. Estuvo en un principio en la Prisión Provincial de Villa Clara (conocida como "El Pre", Santa Clara, Provincia de Villa Clara, adonde fue llevado previamente al juicio. Posteriormente fue trasladado a la Prisión de Guamajal en Santa Clara, Pcia. de Villa Clara. Tuvo un altercado verbal con su reeducador por haber reclamado medicina para un compañero de prisión, como consecuencia de este pedido actualmente se encuentra en una celda de aislamiento, también se le ha suspendido la java de alimentos por 21 días y las visitas de sus familiares.
Hace ya varias semanas Cecilio Monteagudo fue despertado en horas de la madrugada por el llamado reeducador José Ruiz Collado, que atiende en el Destacamento 3, con el objetivo de amenazarlo. El carcelero le dijo que de continuar trabajando a favor de la difusión de la Declaración de los Derechos Humanos y otros temas afines entre los reos, iba a enfrentar serias dificultades con los presos comunes.
El opositor pacífico Cecilio Monteagudo Sánchez ha sido víctima de reiterados hostigamientos y de aplicación de severas medidas por parte de los gendarmes de este penal, quienes lo han amenazado con ser golpeado por los presos comunes y trasladarlo al Área Nº 3 donde se encuentran presidiarios con alta peligrosidad.[27]
Esta situación no se aleja mucho de lo ocurrida en Chile, y nos muestra cómo se violan claramente varios de los derechos civiles y políticos, pues desde la constitución misma se prohíbe la creación de cualquier otro tipo de partido político contrariando claramente el artículo 21 del pacto de los DCP cuando dice que "se reconoce el derecho de reunión pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden público, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás. Y a demás el artículo 22 dice que "toda persona tiene derecho a asociarse libremente con otras, incluso el derecho a fundar sindicatos y afiliarse a ellos para la protección de sus intereses". Entonces es claro que existe una violación desde la ley porque el marco de excepción que se estipula en el artículo 21 no justifica el eliminar toda posibilidad de oposición organizada.
Frente a este hecho el gobierno cubano dice que el partido comunista de cuba (PCC) "no es un partido político a la usanza tradicional de la llamada democracia liberal burguesa. No es un partido electoral. (.)[tiene] un papel de orientación, supervisión y garante de la democracia participativa y de un desarrollo sostenible con equidad y justicia social en la sociedad socialista cubana. El partido desarrolla su labor mediante la persuasión, el convencimiento y en estrecha y permanente vinculación con los ciudadanos"[28].
A lo que hay que sumarle la violación explicita al artículo 18 pues "toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión".Y la correspondiente violación del artículo 19 pues: Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección".
Ahora bien, respecto a las condiciones en las que se encuentra hemos de revisar el artículo 10 que expresa: "toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano." Además "los procesados estarán separados de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento distinto, adecuado a su condición de personas no condenadas".
Este caso no es el único, es tan solo una expresión de una situación que como hemos venido refiriendo es mucho más amplia, al constatar por diversos medios que resulta ser una política estatal la violación al artículo 12: "Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a circular libremente por él y a escoger libremente en él su residencia. Toda persona tendrá derecho a salir libremente de cualquier país, incluso del propio. Los derechos antes mencionados no podrán ser objeto de restricciones salvo cuando éstas se hallen previstas en la ley, sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de terceros, y sean compatibles con los demás derechos reconocidos en el presente Pacto. Nadie podrá ser arbitrariamente privado del derecho a entrar en su propio país." Desde esta perspectiva el caso de los "balseros" que tratan de salir de Cuba es más que evidente como una violación a los derechos ya enunciados.
La mayor dificultad que nos presenta el régimen cubano es la imposibilidad de saber cuál es el sentir y la situación real de los habitantes de la isla, pues la oposición como ya vimos es bastante difícil en cuba, lo que no ha impedido en modo alguno que esta se ejerza y no todas las veces al margen de la ley como lo confirma el documento "unidad por la libertad" que es reseñado por Noticias de cuba News service:
Dirigentes de la oposición cubana suscribieron un documento titulado "Unidad por la Libertad, en el que proclaman su unidad en la defensa de objetivos comunes desde la diversidad de los proyectos que cada uno encabeza. "La unidad por la libertad, existe entre nosotros, pero no necesariamente se expresa en un pacto, o en la formulación de una alianza estructurada en un bloque único. Los que integramos la posición democrática pacífica, trabajaremos, responsablemente, en la formación de un bloque unitario, si las circunstancias aconsejan que ese paso es necesario y el mas conveniente para lograr los cambios hacia la democracia en Cuba, que es nuestro objetivo y la razón de ser de la oposición cubana", expresa el documento que fue difundido a través de medios internacionales de prensa y otros medios independientes en la isla.[29]
Queda clara la violación de los derechos civiles y políticos en Cuba por más que Cuba siga afirmando las misma palabras que dijera Castro en la celebración de XXX aniversario de ataque al cuartel de Moncada:
"Nos adelantamos muchos años al resto de los países de América latina, lo que algún día será considerado como un enorme mérito histórico de nuestra patria. Lo que nosotros hemos alcanzado en 25 años, y hemos alcanzado más que ningún otro pueblo hermano en este continente, no lo habríamos alcanzado jamás bajo el capitalismo. Ya en los primeros años de este breve periodo histórico logramos erradicar el desempleo, el analfabetismo, la mendicidad, la discriminación racial, el juego, la prostitución y las drogas"[30]
La pregunta que nos debemos hacer es por el límite de los derechos humanos, es decir, hasta qué punto los derechos civiles y políticos son condicionables por un gobierno que al parecer institucionaliza normas contrarias y restrictivas respecto a los mencionados derechos. ¿Cómo vamos a entender cuáles son las acciones que desde el gobierno cubano se perciben como contrarias a la nación, al orden y la moral del pueblo cubano? ¿Serán acaso consideradas las libertades expresadas en los DCP como libertades que atentan en todo momento al Estado cubano?
Cuba, no obstante, este panorama en el 2004 publicó un documento titulado "cuba y su defensa de todos los derechos humanos para todos" en el que afirma lo siguiente:
Uno de los presupuestos básicos de la campaña anticubana en materia de derechos humanos, ha sido imponer una división falsa y artificial en el disfrute de los derechos humanos del pueblo cubano. A partir de la negación de la indivisibilidad e interdependencia de todas las categorías de derechos humanos consagradas en la declaración de Viena, los ideólogos de la campaña anticubana reconocen lo que las estadísticas no les permite ocultar, los logros inobjetables de la revolución cubana en el disfrute de los derechos sociales y culturales de los cubanos. Sin embargo, y como si fuera posible avanzar en materia de educación y cultura a contrapelo de la realización de los derechos civiles y políticos, tratan de fabricar la falsa tesis de que el sistema político cubano es incompatible con el disfrute de los derechos civiles y políticos y las libertades fundamentales.[31]
Estas afirmaciones concuerdan con el difícil análisis que se ha mostrado, pero como ya se había anotado en la primera parte de este documento y a propósito de la nota anterior, resulta replicable lo dicho por cuba en la medida en que si se cumplen algunos derechos ello implicaría que otros se cumplan, lo que significa que si se violan algunos derechos esto implica la violación de otros, por lo que uno se pregunta ¿cuáles serán los derechos que el gobierno de Cuba reconocerá que ha violado?
5. Conclusiones
El análisis de la situación que vivió Chile y que vive Cuba, nos pone en un panorama de escepticismo respecto al futuro de Latinoamérica y del mundo entero, debido a que no por el hecho de que una dictadura como la de Chile haya acabado, o que la situación que se vive en Cuba, por el hecho de presentar constantes visos de crisis -sobre todo desde el deterioro de la salud de Fidel Castro, y los evidentes cambios (¿A favor? ¿En contra?) que implica la llegada al poder de su hermano Raúl Castro a inicios del 2008-, quiere decir que estos horrores no se repitan. Hemos de recordar con dolor en este momento lo acontecido con muchos opositores y personas que no encajaron en el programa del nacional socialismo de la Alemania de la segunda guerra mundial, acaso los innumerables muertos y el incalculable dolor no sólo de pueblo judío sino de muchos pueblos, pues el dolor no se mide por la cantidad de los muertos. Hemos también de recordar cómo la justicia internacional llevó a cabo en 1945 los juicios de Nuremberg y que posteriormente redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos con el fin de que el mundo entero supiera cuáles habían sido los excesos que se cometieron y cuáles por ende los que debían evitarse, pero que por desgracia no se evitaron, y aún no parece posible evitarlos.
La guerra entre las etnias hutu y tutsi, los casos de Yugoslavia, los enfrentamientos religioso-políticos en irlanda del norte, la presencia de ETA en España, el conflicto interno en Colombia, la guerra en Afganistán, el conflicto palestino-Israel, la guerra en Irak y la violación de los derechos humanos en cada uno de estos casos ponen ante nuestros ojos lo inimaginable, porque al parecer no aprendemos de la historia.
Estos hechos quizás si son vistos independientemente resulten ser situaciones focalizadas que no ponen en riesgo al mundo entero, porque la guerrilla está solo en Colombia, ETA en España, la guerra de Irak está en Irak. Pero más allá de una visión tan reduccionista y sin querer llegar a un extremo de alarma, Dominique Moïsi abre una ventana al mundo que quizás no queremos ver, reivindicando la visión de Samuel Huntington quien sostuvo hace trece años que un "choque de civilizaciones" estaba a punto de dominar en la política mundial, y la cultura, junto con los intereses nacionales y la ideología política, se convertirían en una especie de falla geopolítica. En un artículo titulado "El choque de las emociones", publicado recientemente en Foreign Affaire señala Moïsi cómo el mundo en este preciso momento esta en una disyuntiva múltiple, que la expresa mediante el reconocimiento de lo que denomina tres culturas: La cultura del miedo, la cultura de la humillación y la cultura de la esperanza.
La cultura del miedo que divide a sus integrantes: "Estados Unidos y Europa están divididos por una cultura común del miedo. En ambos lados, uno encuentra, en diversos grados, un miedo del otro, un miedo del futuro y una ansiedad fundamental acerca de la pérdida de identidad en un mundo cada vez más complejo"[32]. La cultura de la Humillación o la cultura del odio que no es más que el resultado de los profundos y continuos ataques directos e indirectos que occidente ha llevado a cabo contra los pueblos de oriente próximo sobre todo contra los musulmanes. Este fruto resultante es la unión de estos pueblos en contra de occidente y su imagen de libertador impositivo que ve en los otros solo formas anacrónicas de vivir sin tomarse un minuto en serio para comprender lo que significa la diferencia. Y finalmente la cultura de la esperanza que la ve reflejarse en lejano oriente, en china, Japón, Corea del sur, Corea del norte, e india.
"Mientras las cornamentas de Occidente y Medio Oriente permanecen enganchadas entre sí, la confianza en el progreso se ha ido moviendo hacia el este. Una exposición de arte exhibida en 2005-2006 en la Royal Academy of Arts, en Londres, titulada "China: Los Tres Emperadores, 1662-1795", resumió la nueva psicología de China. El mensaje explícito de la exposición, patrocinada por Beijing, era claro: China está de regreso. La pieza central de la exposición era una enorme pintura del siglo XVIII, en el estilo jesuita europeo, que mostraba a los enviados de Occidente pagando tributo al emperador chino. Después de dos siglos de relativo declive, China está recuperando progresivamente su legítima ubicación internacional. Su política de concentrarse en el desarrollo económico y evitar conflictos parece estar funcionando, y con ello Beijing está ganando beneficios materiales y el respeto internacional."[33]
Es aquí donde adquiere valor un análisis como el anterior, es aquí donde las preguntas tienen sentido: ¿cómo lograremos un mínimo estado de justicia en el mundo sin que implique la muerte de un ser humano? ¿Cómo lograremos defender de nosotros mismos a la dignidad humana? ¿Cuál será el lugar de América latina en este reordenamiento geopolítico?
Recuerde, es libre de citar partes de este Ensayo, no obstante, está en la obligación de citar el nombre del autor.
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Moïsi, Dominique. El choque de emociones. En: Foreign Affaires en Español, Abril-Junio 2007. Tomado de: http://www.foreignaffairs-esp.org/20070401faenespessay070218-p0/dominique-moisi/el-choque-de-emociones.html Recuperado el 20 de abril de 2007
"Opositores cubanos firman documento de unidad". Noticias de Cuba News service. Tomado de: http://www.cubapordentro.com/Archivo-2007-04/not-2007-04-21-b.htm. Recuperado el 20 de abril de 2007
Rahola, Pilar. Cuba, Triste asignatura pendiente .9 de abril de 2007. Tomado de: http://www.cadal.org/articulos/nota.asp?id_nota=1737. Recuperado el 20 de abril de 2007.
8. ANEXO
PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS
(En el siguiente texto no aparecen los artículos 28 al 53 por corresponder a la organización del comité de derechos humanos y referirse más al Protocolo facultativo del pacto internacional de derechos civiles y políticos)
Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966
Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el artículo 49
Preámbulo
Los Estados Partes en el presente Pacto,
Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables,
Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la persona humana,
Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano libre en el disfrute de las libertades civiles y políticas y liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto como de sus derechos económicos, sociales y culturales,
Considerando que la Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades humanos,
Comprendiendo que el individuo, por tener deberes respecto de otros individuos y de la comunidad a que pertenece, tiene la obligación de esforzarse por la consecución y la observancia de los derechos reconocidos en este Pacto,
Convienen en los artículos siguientes:
Parte I
Artículo 1
1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.
2. Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de la cooperación económica internacional basada en el principio del beneficio recíproco, así como del derecho internacional. En ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia.
3. Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso los que tienen la responsabilidad de administrar territorios no autónomos y territorios en fideicomiso, promoverán el ejercicio del derecho de libre determinación, y respetarán este derecho de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.
Parte II
Artículo 2
1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados por disposiciones legislativas o de otro carácter.
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