1. La Dimensión: es decir, el tamaño de la empresa multinacional. Es indudable que casi todas las multinacionales son grandes empresas, ello no tiene que ser necesariamente así desde el punto de vista jurídico. Jurídicamente nada impide que una pequeña o mediana empresa instale un establecimiento en el extranjero, cosa que, si bien excepcionalmente, a veces se da en la realidad fáctica, en las zonas fronterizas. Por otra parte, examinados los criterios cuantitativos que se han propuesto para caracterizar a las empresas multinacionales, éstos se revelan engañosos para el jurista, en cuanto resultan a veces vagos, otras veces demasiado rígidos, a menudo contradictorios y siempre arbitrarios y poco pasibles de ser traducidos jurídicamente.
2. El fin de lucro: es decir, el desarrollar la actividad comercial o industrial a la obtención de ganancias, lo que se traduce en un carácter esencial a la noción de grupo de empresas, y consecuentemente, al concepto de empresa multinacional. Sin embargo gracias a la previsiones tales o cuales del derecho positivo, se ha reconocido que puede perfectamente, considerarse que sólo la empresa comercial o industrial de fines lucrativos puede constituir un conjunto económico o grupo empresario. Este concepto amplio no atiende a la finalidad lucrativa o no de la empresa, lo que interesa es, es carácter de empleador de la empresa o grupo.
3. Los vínculos con sus modalidades operativas, entre las cuales se destacan la estrategia global, la diversificación y el comercio cautivo, lo que incluye la sobrefacturación, la subfacturación y algunas particularidades de la transferencia de tecnología.
4. Naturaleza jurídica de las multinacionales: En relación al impacto de la inversión extranjera en los países receptores de la misma se ha generado un importante debate en el cual se han encontrado las más variadas posiciones. El conflicto se concentra básicamente entre dos posiciones extremas que se encuentran representadas por la teoría clásica que considera a la inversión extranjera totalmente beneficiosa para los países que la reciben, mientras que la otra mantiene que al menos que el Estado receptor pueda escapar de la creación de una relación de dependencia, será imposible para éste alcanzar el objetivo de desarrollo económico por este medio.
Teoría clásica:
La teoría económica clásica toma la posición de la total conveniencia para el país receptor de la inversión extranjera. Los partidarios de esta posición explican el hecho de que el ingreso de capital extranjero permite la disponibilidad de capital domestico para ser orientado hacia otras tareas necesarias para el beneficio del público. El inversionista extranjero coloca en el estado receptor no tan solo el capital, sino también nuevas tecnologías; al tiempo que crea nuevas fuentes de empleo que son adiestradas en nuevas técnicas y habilidades, a los fines de facilitar un mayor flujo de capitales desde de los países desarrollados hacía los países menos desarrollados o en desarrollo.
Estas ventajas son negadas por quienes sostienen que la inversión extranjera representa un importante obstáculo para las inversiones nacionales, las cuales ven reducido el campo de oportunidades donde sea posible competir. Asimismo, argumentan que el capital exportado a través de la repatriación de utilidades es mucho mayor que el inicialmente invertido. Se señala que la tecnología importada se encuentra por lo general desactualizada. En relación a las nuevas habilidades y técnicas adquiridas por el personal contratado en el país receptor, lo consideran como una creencia enteramente ilusoria, debido a que el entrenamiento que se considera de cierto valor estratégico para la empresa es reservado a ciertos niveles donde la confidencia debe ser garantizada. Estas, entre otras afirmaciones como las relacionadas con una pobre distribución de los beneficios de la inversión foránea que son tan solo alcanzados por una pequeña élite del estado receptor, han servido para sostener que los beneficios generalmente atribuidos a la inversión extranjera están fundamentados en asunciones totalmente refutables.
Teoría de la dependencia:
Esta posición considera que la inversión extranjera no puede ser considerada como originadora de un significativo proceso de desarrollo económico en ningún país. Esta posición se fundamenta en el hecho de que la mayor parte de las inversiones de origen foráneo son realizadas por corporaciones multilaterales, las cuales tienen sus centros de decisión localizados en países desarrollados y operan a través de subsidiarias en los países en desarrollo, lo cual acarrea como resultado el que toda la estructura de la corporación, este orientada a servir a los intereses de sus accionistas. Bajo este esquema, los países desarrollados constituyen lo que se ha definido como las economías centrales del mundo, mientras que los países en desarrollo viene a ser lo que se ha denominado como economías periféricas, las cuales sirven a los intereses de las economías centrales de los países de origen de estas multinacionales. Asimismo, se sostiene que en este esquema el desarrollo de las economías periféricas es imposible al menos que se logre romper la relación de dependencia existente con las economías centrales a través de la inversión extranjera. En esta posición el desarrollo económico es entendido no como el ingreso de recursos, sino más bien en términos de la distribución de la riqueza entre los nacionales del estado receptor. El desarrollo es entendido más como un derecho de la gente, no del estado.
Teoría ecléctica:
En el momento actual la economía de mercado se impone mediante el proceso de apertura y globalización económica, las teorías contrarias a la iniciativa privada y el libre flujo de inversionistas han ido también perdiendo presencia en el contexto actual. Con el creciente proceso de privatización de las compañías estatales en los países desarrollados, y la necesidad de implementar este mismo proceso en los países en desarrollo, se ha venido originando un profundo cambio ideológico en el tratamiento a la inversión extranjera. La comisión de las Naciones Unidas sobre Corporaciones Transnacionales ha producido una serie de estudios que demuestran que las corporaciones multinacionales pueden ser importantes motores para el desarrollo, pero así mismo han establecido la posibilidad de que estas produzcan resultados indeseables bajo ciertas circunstancias.
Los efectos positivos identificados eran similares a aquellos que soportaban a la teoría clásica sobre la inversión extranjera. Al mismo tiempo estos estudios identificaban una serie de efectos indeseables a la inversión extranjera, realizándose un serio esfuerzo para identificar de forma precisa aquellos tipos de actividades desarrolladas por las corporaciones multilaterales que podían ser perjudiciales para la economía de los países receptores de inversión.
La identificación de estas variables tuvo como resultado un importante esfuerzo destinado a la creación de los códigos de conducta para las corporaciones multinacionales, los cuales no han sido generalmente aceptados como principios de derecho internacional. Algunos de los efectos indeseables de la inversión extranjera que estos estudiosos han identificado incluyen prácticas asociadas con la transferencia de tecnología y a la naturaleza de las tecnologías exportadas tras haber sido consideradas peligrosas o en desuso.
La influencia que esta teoría ecléctica tiene sobre los actuales sistemas de regulación de la inversión extranjera es significativa. Muchos países desarrollados han establecido en forma creciente marcos regulatorios dirigidos a excluir aquellas inversiones extranjeras percibidas como indeseables. Es posible decir que el efecto más importante de esta nueva teoría es el hecho de considerar a la inversión extranjera como una materia que debe ser protegida sobre las base selectiva que dependen del beneficio que esta sea capaz de brindar a los estados receptores en la promoción de sus propios objetivos económicos, lo cual ha permitido a su vez una aproximación más pragmática a la inversión extranjera.
Ante el actual proceso de apertura y globalización de la economía, se hace cada vez más evidente un paradigma que si bien nunca dejó de ser cierto, en algún momento fue ampliamente discutido: el mundo es económicamente interdependiente. La independencia y el aislacionismo económico constituyen posturas descaradas en el actual contexto de la calidad internacional. El paradigma de la interdependencia económica se ha impuesto como una necesidad afin de constituir una nueva realidad más justa y más humana, en el mundo cada vez más pequeño.
Esta es una realidad en la cual están conscientes los tratadistas que escriben desde países pobres o en vías de desarrollo como los que lo hacen desde de la perspectivas de economías desarrolladas como la de los Estados Unidos de América.
5. Principios generales de las multinacionales
Conseguir una posición que consagre los principios únicos de las inversiones extrajeras, es de arduo trabajo pues son muchos los principios que se contemplan; en los tratados bilaterales de inversión se establece como principio general la NO DISCRIMINACIÓN: en casi todos los tratados multilaterales o bilaterales de inversión se encuentra presente el principio de "no discriminación" a favor de los inversionistas de la otra parte Contratante. Este principio tiene como finalidad evitar toda medida que impida la administración, mantenimiento, uso disfrute o la disposición de las inversiones realizadas por los inversionistas de una de las Partes Contratantes. Como ha sido señalado anteriormente, un tratamiento diferenciado entre inversionistas nacionales y extranjeros o entre inversionistas extranjeros provenientes de diferentes Estados, no constituye por sí mismo actuación violatoria de principio alguno del Derecho Internacional. Para que un tratamiento dado a un inversionista extranjero sea considerado como un acto discriminatorio deben producirse dos condiciones básicas fundamentadas: el resultado del acto y la intención de alcanzar tal resultado, o sea, la primera, se refiere a que el acto en sí mismo tenga como resultado un daño al inversionista extranjero; y la segunda se refiere a que el acto debe ser ejecutado con la intención de infligir tal daño al inversionista. En este sentido, se constituiría como una medida discriminatoria, por ejemplo, aquella dirigida a reducir o socavar las condiciones bajo las cuales es tratada la inversión de un inversionista o un grupo de inversionistas en razón de su nacionalidad.
En algunos tratados, como es el caso de los celebrados por los Estados Unidos, es común combinar el principio de no discriminación con el del trato justo y equitativo en una misma cláusula.
En el caso de los TBI celebrados por Venezuela el trato no discriminatorio es incluido en la cláusula relacionada con la Promoción y Protección de Inversiones, el cual expresa: "Las inversiones de nacionales o sociedades de cada parte contratante deberán, en todo caso, recibir un trato justo y equitativo en concordancia con las reglas y principios del Derecho Internacional y deberán gozar de protección y seguridad plenas en el territorio de la otra parte contratante. Ninguna parte contratante obstaculizará en modo alguno, con medidas arbitrarias o discriminatorias, la administración, el mantenimiento, el uso, el goce o la disposición de la inversiones en su territorio de nacionales o sociedades de la otra parte contratante, Cada parte contratante observará cualquier obligación que haya asumido respecto del trato de inversiones de nacionales o sociedades de la otra parte contratante".
El desarrollo de esta cláusula contiene en si el establecimiento de los principios de los principios de la aplicación de un trato justo y equitativo, la protección y seguridad plena, la prohibición del trato arbitrario o discriminatorio dirigido al limitar los derechos de los inversionistas de la otra parte contratante.
Otros de los derechos que consagra los tratados bilaterales de inversión es el principio de TRATO NACIONAL: este principio es recogido por todos los TBI y casi todos los tratados multilaterales de inversión, siendo el tratado de la comunidad del Caribe conocido también como CARICOM, la única excepción es esta materia al reconocer un trato preferencial para las inversiones de sus nacionales. Este principio esta prescrito por aquella parte de los acuerdos de inversión que establece la necesidad de cada estado contratante conceda un tratamiento no menos favorable que el que concede a las inversiones de sus propios nacionales.
En el caso de Venezuela, este principio es recogido por todos los Tratados Bilaterales de Inversión hasta ahora celebrados, siendo comúnmente combinado en una misma cláusula con el principio DE LA NACIÓN MÁS FAVORECIDA. En estos tratados estos principios abarca tanto el tratamiento a las inversiones o rendimientos de nacionales o sociedades de la otra parte contratante, así como el tratamiento que debe otorgarse en relación a la administración, mantenimiento, uso goce o disposición de sus inversiones. Por el contrario la nueva constitución de 1999 establece un principio de tratamiento distinto al hasta ahora reconocido por los compromisos internacionales celebrados por el país, en el sentido de hacer del trato nacional el techo o máximo posible para las inversiones e inversionistas extranjero, abandonándose su concepción como estándar mínimo de tratamiento de acuerdo a lo establecido tanto en los tratados multilaterales como bilaterales vigentes para el país.
Como sucede con potros aspectos de los TBI es común encontrar distintas formas de interpretación para este principio, así también son comunes sus limitaciones. Es así como distintos tratados establecen que el principio del trato nacional será aplicado cuando el inversionista extranjero y nacional se encuentren en idéntica o similar situación o en tales situaciones, asimismo, se emplean condicionantes tales como aquellas dirigidas a limitar su aplicación a inversiones similares o a inversionistas son similares actividades económicas, lo que va limitando y haciendo cada vez más difícil la aplicación de la cláusula.
Cabe destacar que entre el nuevo marco del derecho sobre inversiones en Venezuela, específicamente en el Decreto con Rango y Fuerza de Ley de Promoción y protección de Inversiones, mejor conocido como el Decreto 356, en concordancia con los acuerdos bilaterales sobre inversión vigentes en Venezuela, reconoce una serie de principios de tratamiento a las inversiones, entre los cuales:
Ø Trato justo y equitativo: establecido en el articulo 6, en el sentido de que ninguna inversión o inversionista internacional puede ser objeto de medidas arbitrarias o discriminatorias que obstaculicen su mantenimiento, gestión, utilización, ampliación, venta o liquidación, todo ello de acuerdo a las normas y criterios del derecho internacional.
Ø Trato nacional: establece que las inversiones y los inversionistas internacionales tienen los mismo derechos y obligaciones a las que se sujetan las inversiones e inversionistas nacionales en circunstancias similares, lo que acarrea las mismas dificultades para su interpretación que han sido comentadas en el capitulo correspondiente a los tratados bilaterales sobre inversión. Asimismo, es importante destacar que en el mismo artículo se considera la posibilidad de establecer excepciones al principio del trato nacional, bien sea a través del articulado de este decreto o por otras leyes especiales.
Ø Trato más favorable: los inversionistas internacionales tienen derecho a recibir un trato tan favorable como el otorgado a cualquier inversionista, siempre y cuando este trato más favorable no se corresponda con la reserva de determinados sectores al estado o a inversionistas nacionales, o a un tratamiento más favorable derivado de acuerdos de integración económica, sobre doble tributación u otras cuestiones de naturaleza impositiva.
Clasificación de las multinacionales:
En atención a la actividad desarrollada por la empresa:
Primera clasificación:
1. Multinacionales Extractivas: aquellas que se dedican a la extracción y posterior procesamiento y comercialización de materias primas ubicadas fuera del territorio de origen. Son empresas naturalmente multinacionales porque su actividad se orienta a abastecer el mercado metropolitano y luego, a reexportar el producto elaborado.
2. Multinacionales Manufactureras: aquellas que producen e industrializa, en el país receptor. Orientan su actividad al abastecimiento del mercado del país de acogida, lo que explica su preferencia por los países de ingreso más alto. Estas son las que producen mayores efectos sobre el empleo de mano de obra.
3. Multinacionales financieras y de servicio: las cuales son formas poco mencionadas porque existe una tendencia a exigir como requisito esencial del concepto de empresa multinacional, la producción industrial en el extranjero, la instalación de fábricas en el extranjero. Segunda clasificación:
1. Multinacionales por naturaleza: coinciden con las empresas extractivas.
2. Multinacionales por Vocación: aquellas que explotan una ventaja tecnológica y/o obtenida en el mercado externo por la estandarización de sus productos, lo que se da especialmente en el mercado de los productos de alimentación.
3. Multinacionales por Especialización: explotan una ventaja obtenida en la demanda, una vez que el producto introducido por otra empresa, alcanza su fase de estandarización.
4. Multinacionales por Accidente: que no explotan una ventaja muy precisa, dado que su diversificación y multinacionalización han llegado a tal grado que resulta imposible categorizarla en una sola determinante.
En función de la estructura de las empresas multinacionales: Primera clasificación:
1. Por Integración Vertical: aquellas empresas multinacionales que tratan de cubrir todas las etapas de producción y comercialización, esto es, extracción, industrialización, distribución y comercialización. 2. Por Integración Horizontal: aquellas multinacionales que sacando partido de su especialización y de su adelanto tecnológico, procuran imponerse como únicas o principales proveedores en determinada rama de actividad, cubriendo todo un mercado con sus productos.
Segunda clasificación:
1. Grupos Estructurados en Cadena: donde la unidad central se vincula con una segunda unidad que a su vez se comunica con una tercera y así sucesivamente; de tal manera, la primera unidad logra dominar las otras mediatamente. 2. Grupos Estructurados en Estrella o en Abanico: aquí cada una de las unidades se vincula directamente con la unidad central. Este tipo de estructura se refiere específicamente a empresas matrices y a filiales o subsidiarias. Esta corresponde a los grupos por subordinación, mientras que la estructura en cadena puede darse tanto en éstos, como en los grupos por coordinación.
Tercera Clasificación:
1. Por Subordinación: supone una unidad de comando y otra u otras controladas (una dominante y una o varias dependientes) las que son denominadas filiales o subsidiarias.
2. Por Coordinación: Supone varias unidades en pie de igualdad. Si bien la idea de coordinación excluye la noción de dominación de una unidad sobre otra, implica la de que tales unidades están sujetas a interferencias recíprocas, reveladoras de colaboración.
La importancia de esta clasificación está dada, fundamentalmente, porque en aquellos grupos donde no hay subordinación, puede ser más dificultosa la apreciación del conjunto como unidad.
Cuarta clasificación:
1. Grupos de Derecho: aquellos previstos y regulados por el orden jurídico, y están constituidos por sociedades y por subordinación.
2. Grupos de Hecho: aquellos no provistos por el ordenamiento jurídico, constituidos por coordinación y están formados o estructurados por otro tipo de unidades, o en base a otro tipo de vínculos.
Quinta clasificación:
1. De estructura Societaria: constituida en diversos países, dominadas por una de ellas o interrelacionada entre sí.
2. De estructura Contractual: El grupo multinacional está formado, bien por una empresas que instala sucursales en el extranjero, bien por una empresa que domina o se coordina con otras unidades ubicadas en el extranjero, a través de contratos de suministro, de transferencia de tecnología, de nominación de autoridades, etc… siempre que estos vínculos sean lo suficientemente estables y poderosos como para generar, a su través, una unidad.
Sexta clasificación:
1. Multinacional Permanente (la más o menos típica).
2. Multinacional constituida para una Obra Determinada: implica la asociación de varias empresas (pueden ser a su vez multinacionales) para la realización de determinada obra o para una tarea temporaria.
Según el funcionamiento de las empresas multinacionales: 1. Una primera clasificación atiende a la actitud de los dirigentes.
A) El Etnocentrismo, sería una característica de las empresas administradas desde la sede central hacia las filiales;
B) El policentrismo: constituiría la nota de las empresas dotadas de subsidiarias descentralizadas (aunque con bajo control central) que reciben la influencia de los países anfitriones;
C) El geocentrismo: sería propio de las sociedades cuyos accionistas pertenecerían a diversas nacionalidades y cuyos directores de sucursales contaran con amplia libertad de iniciativa, manejándose el conjunto con una visión global o mundial, independientemente de intereses o influencias nacionales. 2. Una segunda clasificación viene dada por Richard Robinson, quien distingue en:
a) Empresa internacional: la empresa que centraliza en la oficina de su país de origen, la dirección de todas sus operaciones en el extranjero y que en materia de política empresarial, está dispuesta a encarar todas las estrategias posibles con vista a la penetración de los mercados internacionales, llegando a la inversión directa.
b) Empresa multinacional o plurinacional: cuyas operaciones en el extranjero igualan a las operaciones nacionales, pero cuyas decisiones permanecen sometidas a influencias nacionales, por cuanto la propiedad y las direcciones centrales siguen siendo uninacionales.
c) Empresa transnacional: es la empresa multinacional administrativa y poseída por personas de diferentes nacionales, razón por la cual sus decisiones transcienden la óptica nacional.
d) Empresa supranacional: la empresa transnacional jurídicamente desnacionalizada, en cuanto está regulada por un organismo internacional que la controla y ante el cual paga sus impuestos.
3. Una tercera y pequeña clasificación distingue entre:
a) Empresas nacionales con operación en el extranjero
b) Empresas en orientación internacional y
c) Empresas multinacionales, en tres fases de internacionalización.
Clasificación en función de las características de sus titulares o componentes:
1. La primera clasificación atiende a la Naturaleza pública y privada de los titulares o componentes de la multinacional. A) Multinacionales Privadas: aquellas que integran intereses de empresarios particulares; B) Multinacionales Públicas: aquellas formadas exclusivamente por estados, constituidas generalmente para instalar y administrar complejos industriales o administrativos que revisten caracteres de servicios públicos, o de servicios financieros, y C) Multinacionales Mixtas: aquellas multinacionales en que coexisten intereses privados y estatales.
2. Otra clasificación que atiende a las características de los titulares de la empresa, es la que toma en cuenta la nacionalidad de la casa matriz, es decir el país de origen de la multinacional.
3. También se ha distinguido entre:
a) Empresas multinacionales regionales; que estarían referidas a una determinada zona.
Pero corresponde aclarar que esta expresión puede contener dos contenidos diversos: Por un lado, el calificativo regional, que puede estar referido al ámbito de actuación de la empresa, una determinada región o continente; por otro lado, con la expresión regional, donde se puede estar haciendo referencia a las características de los titulares y componentes de la empresa.
b) Empresa Multinacional Global: (o típica) que no hace referencia a ninguna región predeterminada
Multinacional
Restaurante McDonalds en Guantánamo, CubaEj. Multinacional integrada horizontalmente.Abajo, expansión cronológica de McDonalds:
Anuncio de Coca-Cola con soldados, Panamá.Ej. Multinacional integrada verticalmente.
Abajo, consumo de Coca-Cola anual:
Las empresas multinacionales son las que no sólo están establecidas en su país de origen, sino que también se constituyen en otros países, para realizar sus actividades mercantiles tanto de venta y compra como de producción en los países donde se han establecido.
Las multinacionales están en capacidad de expandir la producción y otras operaciones alrededor del mundo, así como de movilizar plantas industriales de un país a otro. Su poder de negociación es muy fuerte y su importancia en la economía mundial se ha incrementado con el proceso de reestructuración económica y globalización.
Su filosofía tiene un concepto global, mantienen un punto de vista mundial en sus negocios sobre los mercados (clientes), servicios y productos, bajo el cual conciben al mundo entero como su mercado objetivo. Estas empresas se caracterizan por el empleo de trabajadores tanto del país de origen como del país en el que se establecieron.
Origen y características de las multinacionales
El comentador más conocido acerca del origen y consecuencias de las multinacionales es John Kenneth Galbraith, quien desde 1967. proclamó que la elevación a la primacía de este tipos de empresas a partir de las Segunda Guerra Mundial tiene profundas implicaciones económicas, sociales y políticas.
Entre tanto, otras el postula que ellas superan el problema del riesgo, central a las empresas tradicionales, lo que lograrían principalmente debido a las ventajas que poseen por un lado al estar en posición de obtener contratos de largo plazo en el área tanto de compra venta (incluidos con sindicatos) como de relaciones con países y por el otro a la expansión de sus actividades al sector financiero.
A consecuencia de lo anterior, la libre competencia tal como se concibe en las concepciones clásicas deja de existir y se transforma en una situación de, a lo mejor, competencia imperfecta. Por ejemplo, una condición de la competencia verdadera es la información adecuada e independiente. Pero las empresas multinacionales distorsionan esa información a través del control de la publicidad, que se extiende ahora a la producción de líneas completas de revistas o periódicos.
Sin duda algunas de esas empresas llegaron a ser muy grandes y se extendieron a diversos países o regiones, pero en la empresas clásicas de los Rockefellers; Vanderbilts; Carnegies; o Rothschild el propietario era quien tomaba las decisiones. Esa situación empieza a cambiar en las dos primeras décadas del siglo veinte. Ya en 1911 Schumpeter hace referencias a la importancia que asume lo que se podría llamar el "empresario profesional" (entrepreneur) quien es (en las palabras de Schumpeter) "el individuo que asume riesgos económicos no personales".
Adam Smith tenía una visión muy crítica de tal situación. Para él, el riesgo y la recompensa era una cuestión entre individuos que se encuentran en el libre mercado. ¿Como podrían esos individuos competir libremente si delegan su representación a otros? en realidad, ¿como puede haber libre competencia si los propietarios de algún bien o servicio (desde el trabajo al capital) se agrupan a fin de compartir o disminuir el riesgo? esa situación simplemente es una distorsión del mercado.
Galbraith apunta otra consecuencia del surgimiento del empresariado profesional, consecuencia que sigue directamente de la percepción clásica del comportamiento económico de los individuos. Ese empresariado procederá inevitablemente a la persecución de sus intereses -tanto como individuos como grupo- De la misma manera que otros individuos o grupos buscan manipular el mercado a fin de beneficiarse, estos empresarios buscaran hacerlo. Smith mismo previo la situación: los accionistas -que son los que en términos de Smith asumen el riesgo económico- solo recibirán "lo que los directores consideren apropiado darles" Acerca de "los directores" dice que "sin un privilegio de exclusividad… han generalmente mal manejado la empresa. Y con ese privilegio, la han tanto manejado mal como la han restringido"
Mucho se ha escrito sobre el carácter y papel del "entrepeneur". En general aquellos que se consideran partidarios del capitalismo y liberalismo (en sus versiones clásicas o neo) olvidan ese aspecto de la posición tanto de Smith, Schumpeter y otros para concentrarse en otra parte del análisis schumpeteriano: el entrepreneur como innovador (ver emprendedor). Mientras es cierto que Schumpeter identifica ese gerente profesional como un innovador, no es menos cierto que esa innovación no es necesariamente favorable a los inversionistas o a la sociedad en general porque, como Galbraith apunta, no esta ni puede estar motivada por el mejor deseo por otros, sino el personal. En una sociedad donde todos persiguen el interés personal, no se puede esperar que aquellos que controlan las empresas sean la excepción, sean los que están motivados por el bien de otros.
Que el empresariado profesional manipule las empresas y el mercado para ganancia personal no es solo una cuestión moral o legal. Más allá de casos extremos -como el de ENRON – el problema se centra en la percepción Smithiana de mal manejo y restricción de la empresa. En ese sentido es ejemplario el caso de IBM, una de las primeras multinacionales modernas, la cual partiendo de una fuerte posición en el mercado llego casi a la bancarrota a los fines del siglo XX (en 1993 IBM anuncio lo que era perdida más grande en la historia de ese país hasta esa fecha: US$ 4.97 mil millones en el 92), situación que se debió al fenómeno previsto por Galbraith: proliferación de la burocracia en la forma de más y más capas de gerentes: se dice que IBM llego a tener más de diez gerentes por empleado que trabajaba, Al mismo tiempo, esas capas se transformaron en un verdadero freno a la innovación: cada capa necesitaba hacer un análisis antes de recomendar una acción al nivel superior. El resultado fue que meses pasaban antes que una propuesta llegara al nivel que realmente podía decidir. Y cuando se llagaba a ese nivel, sucedía que empresas competidoras ya habían implementado o incluso superado la innovación.
Sin embargo no se puede negar que una característica central a toda empresa -desde el periodo clásico en adelante- es la planificación de la producción presente en relación al mercado futuro. Es esa planificación, complementada por su control del mercado, la que en gran medida ha estado detrás del éxito y auge de las internacionales y que esa planificación se ha beneficiado enormemente de la introducción de un sistema de gerencia profesional.
En ese sentido, y considerando quizá la experiencia de su empresa, es que Sam Palmisano, actual Gerente General de IBM ha propuesto que el desarrollo lógico (facilitado por la tecnología) seria una "Empresa Integrada a Nivel Mundial", En esta visión, los servicios de Back office (administración y gerencia, etc) podrían estar ubicados en cualquier lugar en el que sea conveniente. Aquellos servicios o funciones que no pueden ser centralizados pueden ser subcontratadas o 'externalizadas', por ejemplo, IBM en lugar de tener una serie de sistemas de transporte (por región, área de producción, etc) tiene ahora un solo sistema, traspasando mucha de la actividad anterior a empresas que se especializan en el transporte.
De llegar tales Empresas Integradas Mundialmente a hacerse una realidad, significaría quizá el corte final de la relación de una empresa a un país determinado: los centros administrativos y de producción podrían situarse donde sea que tales servicios sean "más económicos" (o crecientemente, a ser "externalizados" a otras empresas, multinacionales o no, especializadas en proveerlos) Las investigaciones y desarrollos podrían ser llevadas a cabo en universidades y otros centros intelectuales dispersados a través del mundo y el "centro ejecutivo" para propósito de ingresos e impuestos podría estar en un paraíso fiscal mientras los gerentes podrían vivir donde les guste y "reunirse" a través de la internet. etc.
Eso nos deja con el aspecto de la propiedad de la empresa. Y en relación a esto hay otro aspecto del cambio que no se ha considerado a menudo, el desarrollo que está significando que "el capitalista" clásico se transforme cada día mas en una especie en peligro de extinción. Por ejemplo, China anunció recientemente un fondo de inversiones "soberano" (es decir, del estado) que consiste de entre 200 y 300 mil millones de dólares americanos. Mientras ese es el más reciente de los grandes, no es el mayor, otros "Fondo Soberano de InversiónFondo Soberano de Inversión" (Sovereign Funds en Inglés) lo superan ampliamente: el de los Emiratos Árabes Unidos tiene 675 mil millones de dólares. Uno de los de Singapore consiste de 330 mil millones de dólares, el de Arabia Saudita y el de Noruega 300 mil millones cada uno, etc. Se calcula que para el 2010, esos fondos tendrán en conjunto 17 billones hispanos (trillones en el sistema de EEUU) de dólares, lo suficiente como para comprar todas las empresas de EEUU en existencia.
El fondo de Noruega hace otro punto interesante. Se llama "Goverment Pension Fund" y nos recuerda que en estos momentos los inversionistas privados más numerosos y poderosos son los trabajadores y sus fondos de jubilación, ya sea administrados por el Estado (como en el caso de Noruega) o por ellos mismos o a través de empresas privadas. Esos "fondos de jubilación" poseían en común, un poco antes del 2005, la cifra de seis trillones americanos de dólares (millones de millones, o billones hispanos)9
Mirando a lo anterior se podría quizá concluir que el llamado de Marx a que los trabajadores controlen los medios de producción (a través del Estado como una primera fase) se esta transformando en realidad de una manera imprevista no solo por sus seguidores. Igualmente sorprendente es el aparente entusiasmo con que los "emprendedores" o los que consideran sus representantes por excelencia abrazan o por lo menos no rechazan esta "intervención estatal". Pero es aquí que la observación de Galbraith acerca de la importancia de la nueva diferencia entre accionistas y gerencia se percibe en su totalidad. No es solo que estos nuevos administradores manipulen los mercados y decidan por si mismos si es que y cual será la recompensa que otorgaran a los que asumen el riesgo, es que junto a ese control de la empresas adquieren la influencia y poder político que antiguamente poseían los propietarios del capital. Donde anteriormente la empresa capitalista oprimía al proletariado, hoy la multinacional, sugiere Galbraith, oprime a todos los habitantes, en sus roles de trabajadores, consumidores, accionistas y, crecientemente, como ciudadanos
Datos
A pesar de ello, resulta difícil apreciar cuánto poder manejan las empresas transnacionales (o multinacionales). Por su puro tamaño se han convertido en un elemento crucial del mercado global y en importantes actores mundiales que, cada vez más, se sitúan por encima de muchos países. Ejemplos no faltan: las ventas de la corporación japonesa Itochu exceden el Producto Interior Bruto de Austria, mientras que las de Mitsui, General Motors e IBM superan el PIB de toda África subsahariana. Las transnacionales suponen un gigantesco negocio, tan enorme, que les ha conferido un considerable poder.
Clasificación
De acuerdo a su estructura, las empresas multinacionales pueden ser clasificadas en:
Corporaciones integradas horizontalmente
Tienen bases de producción en diferentes países pero producen el mismo o muy similar producto. (ejemplos McDonald's, United Fruit Company y BHP Billiton).
Corporaciones integradas verticalmente
Principalmente producen en ciertos países bienes intermedios, que sirven de abastecimiento para la producción final en otros países (ejemplo: Timex, General Motors y Adidas).
Corporaciones diversificadas
Producen diferentes bienes o servicios en diferentes centros de producción a nivel internacional. Por ejemplo, Alstom; Altria Group; Novartis (productora de medicinas y otros productos químicos, alimentos, pesticidas, semillas, etc) y Samsung (no solo productos electrónicos pero también industria pesada, entretenimientos, servicios comerciales y financieros, venta al público, etc).
Defensores
Los seguidores de este tipo de compañías argumentan que el establecimiento de éstas en un país determinado contribuye con la ocupación de personas del país en el cual se establecen; es decir, generan empleo para muchos trabajadores de este lugar.
De la misma forma, estas empresas multinacionales también deben enfrentar la competencia de otras multinacionales o de empresas locales fuertes en los mercados en los cuales venden sus productos. Esta competencia requiere que estas compañías respondan a las necesidades y exigencias de los mercados locales sin perder eficiencia a nivel mundial, haciendo que inviertan recursos en investigación y busquen avances tecnológicos, administrativos y productivos con los cuales puedan obtener beneficios. Al aplicar estas tecnologías y conocimientos, se produce una transferencia de éstos a los países en los cuales hacen presencia tales empresas.
Crítica
Arco de McDonalds caído al suelo.
Los críticos de las compañías multinacionales, por su parte, argumentan que estas compañías se convierten, en algunos casos, en explotadoras de los países en los que se establecen pues éstas muchas veces se ubican en países en los cuales los salarios de los trabajadores son bajos, lo que hace que los costos de los productos sean menores.
Mientras que los defensores argumentan que las transnacionales son la auténtica esencia de la economía global y que son cruciales para el progreso de las poblaciones del mundo en desarrollo (ver Consenso de Washington), los críticos piensan que la realidad es muy diferente (ver globalización)
Las empresas transnacionales emplean sólo un 3% de la fuerza de trabajo mundial (y menos de la mitad de estos empleados está en el Sur). En aquellos sitios en los que son contratados, la contienda entre gobiernos para atraer las inversiones de las transnacionales ha provocado una caída espectacular de las condiciones laborales, dando paso a una precariedad que ha perjudicado los derechos de los trabajadores. Y mientras que las grandes corporaciones utilizan su inmenso poder de compra y de acción para coger las riendas de los mercados locales, las compañías locales son literalmente barridas de la escena.
De la misma forma, explotan los recursos existentes en los países (recursos naturales, por ejemplo) sin que, posteriormente, las ganancias que obtienen de tales explotaciones sean reinvertidas en el país sino que son enviadas a la compañía principal ubicada en el país de origen, lo que produce una fuga de dinero hacia otros países que no contribuye a la economía nacional.
Algunos ejemplos de esta explotación es la destrucción de ecosistemas completos por parte de grandes corporaciones mineras y petroleras, los miles de personas muertas en desastres como el de Bhopal, en India.
Diversas organizaciones, sindicatos, partidos y ONG llevan a cabo diferentes campañas contra los abusos de esas corporaciones industriales. En Internet destaca como modo de acción el ciberactivismo.
Estos son algunos de los pros y los contras de las empresas multinacionales, las cuales, a pesar de las grandes críticas, son un fenómeno que se hace cada vez más fuerte a nivel mundial
UNIDAD IV
SISTEMAS Y MERCADOS FINANCIEROS
DIAGRAMA DE CONTENIDOS UNIDAD IV
IV.SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL
El Sistema Monetario Internacional (SMI) es un conjunto de organizaciones, normas, reglas, acuerdos e instrumentos, que está estructurado para facilitar las relaciones monetarias entre países; es decir, los pagos y cobros derivados de las transacciones económicas internacionales. Su objetivo principal es generar la liquidez monetaria (mediante reserva de oro, materias primas, activos financieros de algún país, activos financieros supranacionales, etc.,) para que los negocios internacionales, y por tanto las contrapartidas de pagos y cobros en distintas monedas nacionales o divisas, se desarrollen en forma fluida.
Estructuras del Sistema Monetario
Las principales funciones de todo sistema monetario internacional son:
Ajuste (corregir los desequilibrios reales medidos por las balanzas de pagos que afectan a las relaciones entre las divisas)
Liquidez (decidir los productos de reserva, formas de crearlos y posibilidad de cubrir con ellos los desequilibrios en una balanza de pagos)
Gestión (repartir y atender competencias, más o menos centralizadas en organizaciones como el actual Fondo Monetario Internacional y los bancos centrales de cada país)
Generar con las tres anteriores confianza en la estabilidad del sistema.
Las funciones derivadas o secundarias de todo sistema son:
Asignar el señoriaje de las divisas (las ganancias por la emisión de dinero o diferencias entre el coste de emisión y el valor del dinero
Acordar los regímenes de tipo de cambio.
Esta última función (los mecanismos por medio de los cuales se fijan los tipos de cambio) es el factor más discutido y variable; concretamente, en las últimas décadas se ha discutido en torno a tres modelos: un sistema de tipos de cambio flexibles, en el que los precios de cada divisa son determinados por las fuerzas del mercado, un sistema de tipos de cambio fijos, y otro sistema mixto de tipos de cambio 'dirigidos', en el que el valor de algunas monedas fluctúa libremente, el valor de otras es el resultado de la intervención del Estado y del mercado y el de otras es fijo con respecto a una moneda o a un grupo de monedas.
Los Principios del Sistema Monetario Internacional
Empieza a existir un Sistema Monetario Internacional cuando se pasa de relaciones económicas bilaterales a una estructura que, además de reunir el carácter de internacional, es susceptible de acuerdos o imposiciones más o menos multilaterales. De ahí que todos los imperios hayan tenido un SMI incipiente, e incluso que algunos emperadores antiguos concibieran como resultado la idea de una moneda única e incluso mundial l. Carlomagno, cuando introdujo el nuevo sistema monetario (libra, sueldo y dinero) en su Imperio (hacia el año 800 D.C.) albergara la posibilidad de ir extendiéndolo a otros países. Lo mismo le había sucedido al Emperador Diocleciano, en el siglo de III, cuyo modelo inspiró el carolingio. Pero las únicas divisas que se han aproximado a ese objetivo antes del actual dólar norteamericano han sido el real de a ocho de la plata española y la libra esterlina durante todo el tiempo del patrón oro, desde mediados del siglo XIX hasta 1931, año en que Londres abandonó definitivamente el sistema moneda mundial.
La necesidad de un SMI se deriva de que las transacciones internacionales (comercio, transferencias, inversiones, etc.) se realizan con diferentes monedas nacionales, ligadas por tanto a la realidad económica de cada país y a la confianza que ello genera en los demás, cuyas medidas son los precios relativos o tipos de cambio de cada moneda. Las operaciones entre las monedas que se utilizan como contrapartida de dichas transacciones reales o financieras se realizan en el mercado de cambios. Los diferentes tipos dependen de la oferta y de la demanda de cada moneda, reguladas a su vez por las intervenciones de los diversos bancos centrales que controlan las fluctuaciones de cada divisa. La demanda de cada moneda depende de los extranjeros que desean usarla para comprar o invertir en la economía donde se utilice, mientras que la oferta procede de los agentes nacionales que quieren operar en el exterior. Un descenso del precio de mercado de una moneda es una depreciación; un aumento una apreciación, aunque en una economía o subsistema donde existen tipos de cambio oficiales (es el caso en un régimen de cambios fijos), una bajada se denomina devaluación, mientras la subida se llama reevaluación.
Por tanto, y al margen de algunos antecedentes más teóricos que prácticos como los comentados durante el imperio romano, el carolingio o el español (baste recordar que en su momento de máximo apogeo la economía y las exportaciones españolas no llegaron a representar durante su imperio ni siquiera el 2% al que se aproximan actualmente), la necesidad de un SMI sólo se hizo realmente evidente cuando se empezaron a dar dos condiciones: un elevado grado de internacionalización de la economía y la aparición del papel moneda como medio de pago. Ambas se manifiestan ya con claridad hacia 1870, momento en que se empieza a desechar como medio de pago el uso de los bienes y a generalizar la utilización del papel moneda. Es entonces cuando se extiende la idea de que resulta indispensable contar con unas reglas de valoración de las distintas monedas, e incluso cuando empiezan a independizarse las decisiones gubernamentales que en siglos pasados configuraban los sistemas monetarios nacionales y el funcionamiento de un sistema monetario realmente internacional.
Historia del Sistema Monetario Internacional
Desde 1870 hasta la actualidad, se han utilizado diversos esquemas organizativos del SMI a partir de las seis funciones definidas en el segundo párrafo de este artículo. Los tipos de SMI resultante han sido básicamente tres, habiéndose reimplantado elementos de los tres para un segundo periodo : el patrón oro entre 1880 y 1914 y entre 1925 y 1931; el régimen de flotación dirigida entre 1918 y 1925, y nuevamente desde 1973 hasta la actualidad; y el sistema de Bretton Woods, articulado institucionalmente en torno al FMI y operativo desde 1946 hasta 1973, aunque sus principales instituciones y algunas de sus normas perviven en la actualidad. Los principales rasgos diferenciadores de cada modelo radican en la mayor o menor flexibilidad de los tipos de cambio resultantes, así como en el mecanismo de ajuste asociado a cada uno y en el funcionamiento de las instituciones de decisión y supervisión.
El patrón oro
En los años del patrón oro (1870-1914 y 1925-1931), la clave del SMI radica en el uso de las monedas de oro como medio de cambio, unidad de cuenta y depósito de valor. Los bancos centrales nacionales emitían moneda en función de sus reservas de oro, a un tipo de cambio fijo, pues expresaban su moneda en una cantidad fija de oro, aunque a su vez pudieran establecer cambios con la plata o algún otro metal. Esto estimulaba el desequilibrio inicial entre países que tenían oro y los que no lo tenían; aunque con el tiempo el sistema tendió a ajustarse. La cantidad de dinero en circulación estaba limitada por la cantidad de oro existente. En un principio, el sistema funcionaba: la masa monetaria era suficiente para pagar las transacciones internacionales, pero a medida que el comercio y las economías nacionales se fueron desarrollando, se volvió insuficiente para hacer frente a los cobros y pagos. Si las exportaciones de un país eran superiores a sus importaciones, recibía oro (o divisas convertibles en oro) como pago, y sus reservas aumentaban provocando a la vez la expansión de la base monetaria. El aumento de la cantidad de dinero en circulación corregía automáticamente el desequilibrio haciendo crecer la demanda de productos importados y provocando inflación, lo que encarecía los productos nacionales reduciendo sus exportaciones. Si el comercio exterior del país era deficitario, la disminución de las reservas de oro provocaba contracción de la masa monetaria, reduciendo la demanda interior de bienes importados y abaratando los productos nacionales en el exterior. Pero el sistema tenía también serios inconvenientes. El país cuyo déficit exterior provocaba contracción de la masa monetaria sufría una fuerte reducción de su actividad económica, generalizándose el desempleo. Los países con superávit podían prolongar su privilegiada situación "esterilizando el oro", impidiendo que el aumento en sus reservas provocase crecimiento en la circulación monetaria e inflación. De ahí que los principales países abandonaron el patrón oro durante la primera Guerra Mundial, para financiar parte de sus gastos militares imprimiendo dinero. A consecuencia de la guerra, la fuerza de trabajo y la capacidad productiva se redujeron considerablemente, lo que hizo subir los precios. El recurso generalizado al gasto público para financiar la reconstrucción provocó procesos inflacionistas, agravados por aumentos de la oferta monetaria. La vuelta al patrón oro tras la guerra agravó la situación de recesión mundial, aunque en el periodo de entreguerras, por la aparición relativa de la potencia americana, tras 1922 se otorgó junto al oro un papel importante tanto a la libra como al dólar, consagradas como instrumentos de reserva internacional, si bien las devaluaciones de ambas y el retorno al proteccionismo impidieron que el patrón resistiera. Los resultados se habían manifestaron en inestabilidad financiera, desempleo y desintegración económica internacional. Ya en 1931, como moneda convertible en oro a efectos de transacciones entre los Bancos centrales, sólo quedó el dólar.
El sistema de Bretton Woods
En 1944, al crearse en Bretton Woods el Fondo Monetario Internacional, se estableció un patrón de cambios dólar oro, que funcionó hasta 1972 como casi verdadera moneda universal. Así lo previó de hecho Mr. White, el delegado norteamericano en Bretton Woods, cuando John Maynard Keynes, como delegado británico, preconizó la idea de un Banco Mundial de emisión (que habría sido el propio Fondo Monetario Internacional), y una moneda igualmente universal, a la que incluso puso como nombre: Bancor. La respuesta de Mr. White fue drástica: "¿Para qué crear una nueva moneda mundial si ya tenemos el dólar; y para qué un Banco Mundial si ahí está el Sistema de la Reserva Federal?". Pero allí se crearon el FMI y el Banco Mundial, el primero para coordinar y controlar el SMI, y el segundo para facilitar financiación para el desarrollo. Sus objetivos eran diseñar un SMI que pudiera promover el pleno empleo y la estabilidad de precios de los países (equilibrio interior y exterior) sin perjudicar el comercio exterior. Surgió así un sistema de tipos de cambio fijos pero ajustables, con el dólar como eje central y con la referencia del oro, de modo que los países quedaban obligados a mantener el tipo de cambio, aunque la paridad se podía modificar hasta un 10% sin que el FMI pidiera explicaciones o pusiera objeciones. Los Estados Unidos, que fijaban el precio del oro en dólares, se comprometían a comprar y vender el oro que se le ofreciese o demandase a ese precio. Las demás monedas fijaban sus tipos de cambio con respecto al dólar. Los bancos centrales nacionales que se sumaron a los 44 iniciales se comprometían a intervenir en los mercados de divisas para mantener el tipo de cambio de su moneda. Si las compras de mercancías de su país eran superiores a las ventas, esa economía demandaba más divisas que la cantidad de moneda nacional demandada por los extranjeros. Eso presionaba hacia la depreciación de la respectiva divisa, y el banco central debía intervenir para evitar la fluctuación en los tipos de cambio, vendiendo divisas de sus reservas a cambio de su moneda. La solución era sólo válida a corto plazo, porque las reservas de divisas eran limitadas. Si las causas del déficit por cuenta corriente permanecían a largo plazo, el país debía devaluar. Cuando las dudas sobre la estabilidad de una moneda generaban expectativas de devaluación (o reevaluación), la oferta (o la demanda) de esa moneda en los mercados de divisas presionaba con tanta fuerza que obligaba al reajuste. Y al confirmarse las expectativas, los especuladores obtenían pringues beneficios, por lo que el sistema incentivaba la especulación. Pero el problema más grave fue que la expansión del comercio internacional requería una gran liquidez que no podía seguir dependiendo de los Estados Unidos.
El fin del régimen de cambios fijos
En efecto, como el dólar era el mayor instrumento de la liquidez internacional, ya desde los años cincuenta y en el transcurso de la década de los sesenta aparecieron los problemas de liquidez que hicieron necesario crear como nuevo instrumento de reserva a partir de 1969: los Derechos Especiales de Giro emitidos por el FMI. Pero el problema paso a ser que no todos los países tenían igualdad de derechos y obligaciones, lo que unido a los propios problemas norteamericanos (malas cosechas, efectos inflacionistas de la guerra de Vietnam, necesidad de devaluar el dólar, etc.) llevó a los EEUU a suspender en 1971 la convertibilidad del dólar en oro, dando lugar a ajustes cambiarios que llevaron a la ruptura de uno de los principales pilares del SMI surgido en Bretton Woods, a consecuencia de la falta de liquidez y de confianza, así como de la necesidad de un ajuste cambiario. Durante un par de años más el SMI siguió teniendo formalmente al dólar como patrón, hasta que en 1973 se decidió permitir la libre flotación de las monedas en los mercados de divisas. La situación no ha cambiado desde entonces. Lo ocurrido en las más de tres décadas posteriores confirma que era inevitable la pérdida de referencia del oro y del dólar, pues los EEUU han incurrido en persistentes déficit por cuenta corriente, hasta el punto de convertirse en mayor deudor mundial que la suma de todos los demás países en vías de desarrollo y con problemas de balanza de pagos que les han llevado a incrementar también considerablemente la deuda, lo que ha causado desde principios de los años ochenta periódicos episodios de suspensiones de pagos y consiguientes renegociaciones e impagos de la deuda. Pero el sistema ha sobrevivido gracias a las sucesivas reformas del FMI y, sobre todo, a que EEUU ha encontrado siempre crédito para mantener su hegemonía económica, tecnológica, cultural, militar y incluso política, primero con los superávit europeos (sobre todo alemanes), luego con los de Japón, y desde los años noventa en que ambas economías han atravesado también problemas con otros países asiáticos, tarea financiadora a la que en los últimos años se han sumado China (suyas reservas rondan los 800.000 millones de dólares) e incluso recientemente la India (cuyas reservas llevan camino de los 200.000 millones de dólares). Por eso el euro, el yen, el yuan (cuya revaluación reclaman desde hace años sin éxito los EEUU),y ahora la rupia india, han erosionado la hegemonía del dólar.
El régimen de flotación
Entre tanto, e instalado el mundo desde los años setenta en un patrón fiduciario, las reformas instrumentadas en el SMI desde e FMI no acabarían en la de los DEG de 1969 para mantener tipos fijos. En 1975 hubo acuerdos para el aumento de las cuotas del FMI un 32,5%, abolición del precio del oro y reajuste de las reservas de oro. En 1978 hubo que pasar de tipos de tipos de cambio fijos a flexibles o múltiples, con el fin de desmonetizar el oro, que desaparece como activo de reserva, mientras que en 1992 el FMI se dota del poder de suspender los DEG a los países que no cumplen sus obligaciones. De ahí que el FMI, surgido con los objetivos centrales de regular el funcionamiento del SMI y ayudar a los países pobres con problemas en balanza de pagos, haya tenido que reajustarse en función de los problemas de cada etapa, para encajar los desafíos del derrumbe del sistema de paridades de Bretton Woods, las crisis del petróleo en los setenta, la crisis de la deuda de los años ochenta y las perturbaciones de los mercados asiáticos emergentes en la década de 1990, el colapso de las economías estatistas de Europa oriental y ahora los problemas de los países pobres muy endeudados (FMI, Libro 45 de Organización y operaciones financieras del FMI, Fondo Monetario Internacional, 2001). Hoy lo integran 184 países con cuotas por valor de 312.000 millones de dólares (al 31 de agosto de 2005) y préstamos pendientes de reembolso por 71.000 millones a favor de 82 países, de los cuales 59 reciben préstamos por 10.000 millones en condiciones concesionarias. Mientras que algunas voces claman por su desaparición, siguen siendo necesarias funciones que se le atribuyeron al nacer como fomentar la cooperación monetaria internacional, facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional, fomentar la estabilidad cambiaria, coadyuvar a establecer un sistema multilateral de pagos y poner a disposición de los países miembros con dificultades de balanza de pagos (con las garantías adecuadas) los recursos de la institución. El penúltimo presidente, el español Rodrigo Rato, ha propuesto algunas reformas para atender la necesidad de dar una nueva orientación al asesoramiento que a sus miembros, nuevos rumbos en sus tareas de supervisión para corregir desequilibrios, la mejora de su función en las economías emergentes (prevención de las crisis y respuesta a las mismas), más eficaz participación en los países de bajo ingreso; y, la actualización del propio Gobierno del FMI, sin olvidar el Fortalecimiento de las capacidades.
El SMI hoy y en el futuro
Las dudas sobre si esto será suficiente permanecen, mientras el valor de los intercambios diarios de divisas, multiplicado por cien en quince años, será al menos trescientas veces mayor que el del comercio mundial en el espacio de 30 años. Igualmente, los intercambios de activos financieros, que habrán pasado de cinco billones de dólares en 1980 a 83 billones hacia el año 2000 (tres veces el PIB de la OCDE), aumentarán todavía más. Las transacciones en bonos del Estado habrán pasado en el mismo intervalo de 30.000 millones a ocho billones de dólares, y los créditos bancarios internacionales de 24 billones de dólares a 50 billones hacia el año 2005. En conclusión, sin una moneda universal cuyo advenimiento aporte soluciones duraderas a la actual economía de casino, en cualquier momento puede aparecer una enorme crisis financiera que mine el crecimiento mundial mucho más de lo que lo hizo en etapas pasadas. Ya en 1987 The Economist planteó que, hacía el año 2017, debería haber una moneda mundial, el Fénix (ave mitológica que siempre renace de sus cenizas), pasando por un período de zonas meta, con tipos de cambio en una banda estrecha para estabilizar los cambios entre las cinco divisas que en las próximas décadas tendrán economías con cuotas similares y podrán disputarse la hegemonía del SMI: dólar, euro,yen, yuan y rupia.
EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL
El Fondo Monetario Internacional o FMI (en inglés: International Monetary Fund, IMF) como idea fue planteado el 22 de julio de 1944 durante una convención de la ONU en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos; y su creación como tal fue en 1945. Sus estatutos declaran como objetivos principales la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza.
Cabe destacar, además de las diferentes políticas reguladoras y conciliadoras a nivel internacional, el establecimiento del patrón oro/dólar. Dicho patrón equiparaba el valor de las divisas a una cierta cantidad de dólares (tal y como se hace en la actualidad) pero siempre a un tipo fijo (es decir, en aquellos años no había variaciones en este aspecto entre los países regulados por el FMI) Esa medida, que es una de las causas primeras de la creación del FMI, se mantendría en vigor hasta la crisis de 1973; cuando fue derogada la cláusula que regía las regulaciones monetarias en ese aspecto.
Forma parte de los organismos especializados de las Naciones Unidas, siendo una organización intergubernamental que cuenta con 185 miembros. Actualmente tiene su sede en Washington, D.C. y su actual Director Gerente es el francés Dominique Strauss-Kahn, desde el 28 de septiembre de 2007, año en que sustituyó al español Rodrigo Rato.
Objetivo
Su propósito declarado es evitar las crisis en los sistemas monetarios, alentando a los países a adoptar medidas de política económica; como su nombre indica, la institución es también un fondo al que los países miembros que necesiten financiamiento temporal pueden recurrir para superar los problemas de balanza de pagos. Otro objetivo es promover la cooperación internacional en temas monetarios internacionales y facilitar el movimiento del comercio a través de la capacidad productiva.
Desde su fundación promueve la estabilidad cambiaria y regímenes de cambio ordenados a fin de evitar depreciaciones cambiarias competitivas, facilita un sistema multilateral de pagos y de transferencias para las transacciones, tratando de eliminar las restricciones que dificultan la expansión del comercio mundial. Asimismo, asesora a los gobiernos y a los bancos centrales en el desarrollo de sistemas de contabilidad pública.
En resumen:
Promover la cooperación monetaria internacional.
Facilitar la expansión y crecimiento equilibrado del comercio internacional.
Promover la estabilidad en los intercambios de divisas.
Facilitar el establecimiento de un sistema multilateral de pagos.
Realizar préstamos ocasionales a los miembros que tengan dificultades en su balanza de pagos.
Acortar la duración y disminuir el grado de desequilibrio en las balanzas de pagos de los miembros.
Aunque en la práctica, ninguna de sus funciones se ha podido palpar en la realidad, su inclinación a favorecer las privatizaciones, reducir el gasto del gobierno (sobre todo el social) e imponer el conocido como consenso de Washington le ha fraguado no pocas críticas y antipatías por parte de países severamente afectados por la imposición de sus políticas neoliberales.
Otorgamiento de recursos financieros
Otorga temporalmente aquellos recursos financieros a los miembros que experimentan problemas en su balanza de pagos.
Un país miembro tiene acceso automático al 25% de su cuota si experimenta dificultades de balanza de pagos. Si necesita más fondos (casi siempre ocurre), tiene que negociar un plan de estabilización. Se aspira a que cualquier miembro que reciba un préstamo lo pague lo antes posible para no limitar el acceso de crédito a otros países. Antes de que esto suceda, el país solicitante del crédito debe indicar en qué forma se propone resolver los problemas de su balanza de pagos de manera que le sea posible rembolsar el dinero en un período de amortización de tres a cinco años, aunque a veces alcanza los 15 años.
Directores Gerentes del FMI
Camille Gutt (Bélgica, 1946-1951).
Ivar Rooth (Suecia, 1951-1956).
Per Jacobsson (Suecia, 1956-1963).
Pierre-Paul Schweitzer (Francia, 1963-1973).
H. Johannes Witterveen (Países Bajos, 1973-1978).
Jacques de Larosière (Francia, 1978-1987).
Michel Camdessus (Francia, 1987-2000).
Horst Köhler (Alemania, 2000-2004).
Rodrigo de Rato Figaredo (España, 2004-2007 )
Dominique Strauss-Kahn (Francia, 2007-… )
Resurgimiento
En la cumbre de G20 de 2 009, el FMI cuadriplicó su capacidad financiera a $1 billón de dólares. Además se le encargó supervisar si los países están estimulando suficientemente a sus economías y si están reformando sus sistemas regulatorios, además de alertar sobre problemas financieros. Cerca de US$500.000 millones serán destinados para rescatar a las economías en problemas y el organismo dispone de una línea de crédito que no les exige a los deudores llevar a cabo reformas económicas no populares, como la reducción del gasto fiscal, aunque sólo algunos países califican para ese tipo de crédito.
Para los otros países, el fondo obligará que se reduzcan los gastos fiscales o se eleven las tasas de interés aunque se tratará de proteger los programas para los más pobres.
En marzo de 2008 las acciones con derecho a voto de los países en desarrollo en el FMI crecerían en 5,4 puntos porcentuales.
Para Brasil, eso significa un 1,7%. La participación de China es de 3,8%. Estos aumentos marginales aún no entran en efecto.
Durante la reunión del FMI en abril, los países le encargaron la misión de combatir la actual recesión global e impedir que se produzcan nuevas recesiones. Para esto último, está llevando a cabo una prueba del sistema de advertencia temprana, dando advertencias y dictando políticas a los países de manera privada.
Modernizar la condicionalidad: las condiciones de los préstamos serán de objetivos precisos y los criterios de ejecución estructural se eliminarán de todos los programas.
Línea de Crédito Flexible: para países con fundamentos políticos y económicos sólidos. No están sujetos a los objetivos de políticas acordados por el país, sus plazos de reembolso de 3 años y medio a 5, de ser renovable y para uso de balanza de pagos y contingentes.
Fortalecer los acuerdos stand-by: con mayor flexibilidad.
Duplicación de los límites del acceso al financiamiento: los nuevos límites anual y acumulativo de acceso al financiamiento no concesionario del FMI son de 200% y 600% de la cuota, respectivamente.
Simplificar los costos y vencimientos
Simplificar los servicios: se eliminarán los servicios poco usados que serán incluidos en las LCF -líneas de crédito flexible-.
Reforma de los servicios para los países de bajo ingresos.
Críticas a la acción del FMI
Sin embargo, sus políticas (especialmente, los condicionamientos que impone a los países en vías de desarrollo para el pago de su deuda o en otorgar nuevos préstamos) han sido severamente cuestionadas como causantes de regresiones en la distribución del ingreso y perjuicios a las políticas sociales. Algunas de las críticas más intensas han partido de Joseph Stiglitz, ex-Economista Jefe del Banco Mundial y Premio Nobel de Economía 2001.
Algunas de las políticas criticadas son:
Saneamiento del presupuesto público a expensas del gasto social. El FMI apunta que el Estado no debe otorgar subsidios o asumir gastos de grupos que pueden pagar por sus prestaciones, aunque en la práctica esto ha resultado en la disminución de servicios sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos.
Generación de superávit fiscal primario suficiente para cubrir los compromisos de deuda externa.
Eliminación de subsidios, tanto en la actividad productiva como en los servicios sociales, junto con la reducción de los aranceles.
Reestructuración del sistema impositivo. Con el fin de incrementar la recaudación fiscal, ha impulsado generalmente la implantación de impuestos regresivos de fácil percepción (como el Impuesto al Valor Agregado)
Eliminación de barreras cambiarias. El FMI en este punto es partidario de la libre flotación de las divisas y de un mercado abierto.
Implementación de una estructura de libre mercado en prácticamente todos los sectores de bienes y servicios, sin intervención del Estado, que sólo debe asumir un rol regulador cuando se requiera.
El concepto de servicios, en la interpretación del FMI, se extiende hasta comprender áreas que tradicionalmente se interpretan como estructuras de aseguramiento de derechos fundamentales, como la educación, la salud o la previsión social.
Políticas de flexibilidad laboral, entendido como la desregulación del mercado de trabajo.
Estos puntos fueron centrales en las negociaciones del FMI en Latinoamérica como condicionantes del acceso de los países de la región al crédito, en la década de 1980. Sus consecuencias fueron una desaceleración de la industrialización, o desindustrialización en la mayoría de los casos. Con ellos se volvía a economías exportadoras de materias primas. Las medidas aplicadas generaron fuertes diferencias en la distribución del ingreso y un aumento de la desigualdad, junto con la desaparición o restricción de las redes sociales de apoyo otorgadas anteriormente por el Estado. Aunque ya existían desigualdades sociales anteriormente, las medidas las exacerbaron. En muchos países en desarrollo de Latinoamérica y África, la aplicación de esas medidas fue llevada a cabo por gobiernos dictatoriales, y significaron una integración desequilibrada a la economía mundial.
Es de notar, por otra parte, que los modelos de política de industrialización por sustitución de importaciones de algunos países en desarrollo presentaban ya anomalías al subsidiarse costos de manufactura y ventas más caros internamente, por medio de mercados cautivos, en relación a los costos y precios externos.
Las recesiones en varios países latinoamericanos a fines de la década del noventa y crisis financieras como la de Argentina a finales de 2001, son presentadas como pruebas del fracaso de las "recetas" del Fondo Monetario Internacional, por cuanto esos países determinaron su política económica bajo las recomendaciones del organismo.
BANCO MUNDIAL
El Banco Mundial, abreviado como BM (en inglés: WBG World Bank Group) es uno de los organismos especializados de las Naciones Unidas. Su propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo. Está integrado por 185 países miembros. Fue creado en 1944 y tiene su sede en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
En 1944, en el marco de las negociaciones previas al término de la Segunda Guerra Mundial, nace lo que a la fecha se conocería como el sistema financiero de Bretton Woods (llamado así por el nombre de la ciudad en New Hampshire, sede de la conferencia donde fue concebido) integrado por dos instituciones, fundamentales para entender las políticas de desarrollo que tuvieron lugar a partir de la segunda mitad del siglo XX: el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Concebido el primero, en un principio, con el fin de ayudar a las naciones europeas en la reconstrucción de las ciudades durante la posguerra, poco a poco fue ampliando sus funciones, creándose más organismos que funcionarían paralelamente a este, integrando lo que hoy conocemos como el Grupo del Banco Mundial (GBM).
Estructura del Banco Mundial
La organización tiene oficinas en 109 países y más de 10.000 empleados en nómina (entendidos como personal "staff", y aproximadamente otros 5000 que sirven de manera temporal o como consultores) El monto de la asistencia del Banco Mundial a los países en desarrollo para el año 2002 fue de 8.100 millones de dólares estadounidenses y 11.500 millones adicionales en créditos otorgados para un período de 35 a 40 años, con 10 años adicionales de gracia.
El Grupo del Banco Mundial está integrado por:
El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF, 185 países miembros). Creado en 1945, tiene como objetivo lograr la reducción de la pobreza en los países en vías de desarrollo y de mediano ingreso con capacidad crediticia, brindándoles asesoría financiera en materia de gestión económica. Sin duda alguna es la principal rama del GBM, debiéndose pertenecer a él para poder ser miembro de cualquiera de los siguientes organismos.
La Asociación Internacional de Fomento (AIF, 166 países miembros). Creada en 1960, sus miembros son quienes realizan aportaciones que permiten que el Banco Mundial (BM) proporcione entre 6,000 y 7,000 mdd anuales en crédito, casi sin intereses, a los 78 países considerados más pobres. La AIF juega un papel importante porque muchos países, llamados "en vías de desarrollo", no pueden recibir financiamientos en condiciones de mercado. Esta proporciona dinero para la construcción de servicios básicos (educación, vivienda, agua potable, saneamiento), impulsando reformas e inversiones destinadas al fomentar el aumento de la productividad y el empleo.
La Corporación Financiera Internacional (CFI, 179 países miembros). Creada en 1956, esta corporación esta encargada de promover el desarrollo económico de los países a través del sector privado. Los socios comerciales invierten capital por medio de empresas privadas en los países en desarrollo. Dentro de sus funciones se encuentra el otorgar préstamos a largo plazo, así como dar garantías y servicios de gestión de riesgos para sus clientes e inversionistas.
El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI, 171 países miembros). Creado en 1988, este organismo tiene como meta promover la inversión extranjera en países subdesarrollados, encargándose de otorgar garantía a los inversionistas contra pérdidas ocasionadas por riesgos no comerciales como: expropiación, inconvertibilidad de moneda, restricciones de transferencias, guerras o disturbios.
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI, 143 países miembros). Creado en 1966. El CIADI tiene como meta principal cuidar la inversión extranjera en los países, al proporcionar servicios internacionales de conciliación y arbitraje de diferencias, relativas ese rubro. Esta institución cuenta con una fuerte área de investigación que publica temas sobre legislación internacional y nacional (de acuerdo al país), en materia de inversiones.
La CFI y el OMGI, cuentan a su vez con la Oficina del Ombudsman y Asesor (CAO) que tiene funciones de asesoría independiente y de atención de las reclamaciones formuladas por comunidades afectadas.
Junta de gobernadores
Cada país miembro esta representado en la Junta de Gobernadores, ellos tienen la facultad para tomar las de decisiones finales del Banco. Dentro de sus funciones se encuentra admitir o suspender a países miembros, hacer autorizaciones financieras y presupuestos, así como determinar la distribución de los ingresos del BIRF.
Los gobernadores se reúnen anualmente o cuando una mayoría representante, por lo menos dos tercios de los votos totales, lo requiera. La duración de su cargo se estipula por cinco años con derecho a la reelección. La Junta participa junto con los Directores Ejecutivos en la elección del presidente del Banco.
La Junta de Gobernadores delega la responsabilidad de proyectos y decisiones a los Directores Ejecutivos con excepción de: admitir nuevos miembros, aumentar o disminuir el capital por acciones del Banco, suspender a un miembro, y determinar la distribución de las entradas netas al Banco.
Directorio Ejecutivo
Los Directores Ejecutivos tienen como meta desarrollar los proyectos y llevar a cabo la operación y conducción del Banco. El Directorio esta constituido por 12 Directores Ejecutivos titulares y 12 suplentes (estos últimos participan en la toma de decisiones, pero no tienen derecho a voto), su elección se da cada dos años.
Cinco Directores son designados por los cinco países miembros que tienen mucho mayor número de acciones. Siete Directores son elegidos por la Junta de Gobernadores.
Presidente
El presidente del BM es elegido por el Directorio Ejecutivo, y preside al mismo, pero sin derecho a voto. Dentro de sus funciones se encuentra conducir los negocios, organizar, nombrar y remocionar a funcionarios y empleados del Banco, jugando un papel de jefe de personal.
Consejo Consultivo
Dentro de la estructura del Banco se encuentra el Consejo Consultivo integrado por un mínimo de siete personas nombradas por la Junta de Gobernadores. A este se integran intereses bancarios, comerciales, industriales, agrícolas y del trabajo con el fin de asesorar al Banco en asuntos de política general. Estos consejeros mantienen el cargo durante dos años con derecho a reelección.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |