Descargar

Aristeo mercado y el periodismo politico-intelectual de Michoacán (1821-1909) (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

Durante el siglo XIX, el nuevo país se vería con enormes dificultades para consolidar sus estructuras sociales, económicas y políticas, México emergía lentamente de la situación colonial, después de una sangrienta lucha y con una economía en bancarrota para enfrentarse al mundo moderno y progresista; un proceso que le tomaría todo un siglo en el que se vería envuelto en una enorme inestabilidad política, donde los desacuerdos y la anarquía era el contexto social, militar y político, las luchas entre liberales y conservadores acerca de la forma de organizar el gobierno y la clase de sociedad que se debía impulsar en México se vieron reflejadas en muchos aspectos y terrenos, sin embargo, los pensadores de la nueva nación tuvieron en la prensa un medio para legitimar y atacar posiciones ideológicas contrarias o diferentes "Durante este tiempo insurgentes y realistas, republicanos y monarquistas, federales y centralistas, liberales y conservadores, hicieron de la prensa su principal tribuna política para atacar a sus adversarios, propalar sus programas políticos, lograr

consenso social en torno a sus propuestas de desarrollo económico y político, así como difundir las actividades e inquietudes científicas y artísticas, corolario de sus respectivas concepciones tanto de la historia como de la sociedad, la justicia, el arte, en fin, todo aquello que reunía el conocimiento y desarrollo alcanzado por el

hombre".11

De hecho muchos políticos de ambos grupos llegaron a considerar que el consenso político era la base de la formación de un estado moderno, la mayoría de los pensadores tanto liberales como conservadores, trataron de justificar muchas políticas en nombre de la opinión pública, por la razón de poder invocar y utilizarla, como el " voto de la mayoría", o el "concepto del publico", o el "odio publico", o "conocido de todo el publico", estos pensadores convertidos en periodistas se creían la voz de todo el pueblo, cuando no fueron mas que buenos deseos o el convencimiento de unos cuantos que eran los nuevos portavoces de un México, con una opinión publica inexistente. En realidad la nueva prensa mexicana incurrió en muchos errores de percepción sobre lo que consideraban el consenso publico, cuando en verdad solo era una consecuencia de la nueva diversidad y multiplicidad de juicios ante la opinión y la libertad sobre el orden de las cosas.

Así pues se dieron los primeros pasos en el desarrollo de la prensa en nuestro país, la necesidad de expresión hizo

que el periodismo se convirtiera en una actividad común entre los políticos, intelectuales, profesores, estudiantes y artistas, la cual compaginaban con sus actividades propias tanto profesionales como artísticas, todos tenían ánimos periodísticos, y muchas veces improvisaban y cometían errores de juicio, pero todo se debía a un profundo interés de dar a conocer su posición u opinión sobre las discusiones no solo políticas o sobre los ámbitos sociales, sino que poco a poco la actividad y la opinión en los periódicos se extendió a lo artístico, educativo y cultural.

Aunque la actividad periodística se dio en primer lugar en los mas importantes centro urbanos y culturales del país, la misma voluntad de expresarse hizo que en otros lugares del interior se hiciera mas común y numerosa la impresión de periódicos de diversos índole, en los estados, y aun en los poblados del interior de los estados se fue haciendo una actividad común y con un amplio público, puesto que tanto en lo nacional, lo estatal y lo municipal la población quería opinar y enterarse de la situación sobre todo política, pero también social y cultural del nuevo orden del país, así pues "El movimiento periodístico no solo se restringió, por supuesto, únicamente a la ciudad de México(centro económico, social y político del país); en los diferentes departamentos o estados de la republica surgió y proliferó la prensa escrita, a través de la cual tomó cuerpo el pensamiento de diversas corrientes de los grupos en el poder que de una u otra forma se disputaron el control de los órganos de dirección y de gobierno. En Michoacán como en las demás entidades, el periodismo se constituyó en la herramienta fundamental de los grupos dominantes para expresar sus

inquietudes económico sociales, principalmente aquellas de naturaleza polémica que tuvieron como marco de referencia las pugnas existentes, a veces abiertas e incluso veladas, de dos tendencias políticas y sociales que se sucedieron a lo largo del lustro pasado en el aparato de gobierno".12

Con la intención de hacer un recuento de las publicaciones que se editaron en Michoacán que nos muestre un parámetro de cómo se fueron fundando e imprimiendo los primeros diarios en nuestro estado los hemos localizado por su nombre, años de publicación, no con el propósito de hacer una historia cronológica de la prensa del siglo XIX, mucho menos enlistarlos o enumerarlos o en el peor de los casos dividirlos arbritariamente por su inclinación política sin hacer un análisis previo mas profundo de su contenido; mas bien la intención es conocer como se fue dando en las poblaciones el proceso de desarrollo y extensión del establecimiento de publicaciones periódicas y cuales fueron los lugares que mas periódicos tuvieron como una muestra de cómo esta actividad se hacía cada vez mas importante para la expresión de ideas de toda índole y en todos los ámbitos de gobierno y la política y obviamente de acuerdo a como se iban desarrollando los acontecimientos políticos que trascendían en la vida pública nacional y de Michoacán , así pues la actividad periodística en Michoacán el autor nos dice que "El jueves 2 de abril de 1829 apareció El Astro Moreliano el primer periódico publicado en Morelia, fundado por el poeta defensor de la causa liberal. Isidro García de Carrasqueño,

el cual fue impreso en los talleres de José Miguel Oñate, y

duraría hasta el año de 1832. Fue un periódico político, que llevó por lema un pensamiento de Mably: "El amor a la libertad basta para dar nacimiento a una República, pero el amor a las leyes puede conservarla y hacerla rienda a la polémica; en 1831, El Duende. En 1833 La Sombra de Washington y La Bocina del Pueblo periódicos político oficiales. En 1838

El Filógrafo periódico político y el primer independiente de Michoacán."13 Asimismo en "1838 surgió el Amigo del pueblo, órgano político, La voz de Michoacán, órgano oficial del gobierno del estado. En 1845, El Colibrí, primer periódico literario. En 1846 se crearon El Pregonero y El Sentido Común órganos políticos independientes y El Federalista, órgano oficial. En 1849, La Razón, y los independientes La prensa, El anteojo y El Harnero del Tío Juan. En 1850 surgieron El Heraldo Michoacano, publicación política difusor del pensamiento oficial del estado".14

Es lógico que las primeras publicaciones en el estado se dieron en la ciudad de Morelia puesto que era el principal centro urbano, educativo, cultural e intelectual del estado y donde residían los poderes de gobierno y que cuyo corte de publicación era inminentemente político, puesto que por estos años la situación política en el estado de Michoacán al igual que en la República era de profunda inestabilidad y de pugna entre los actores políticos tanto liberales como conservadores del estado que no dejaban de expresar sus opiniones sobre la política y la forma de dirigir la nación y

la sociedad.

En lo que respecta a la situación política del país, las reformas constitucionales de 1836 por parte del presidente liberal Valentín Gómez Farias terminaron por acentuar las diferencias ideológicas y políticas de ambos grupos, las revueltas militares y la inestabilidad política fue común en los 25 años subsecuentes, durante este periodo el poder paso de ambos bandos en constantes ocasiones, donde ambas posturas trataron de imponer sus condiciones políticas. Entre reformas liberales y conservadoras a la constitución del 24 y constantes reelecciones, el país no lograba encaminarse hacia ningún rumbo político y económico fijo lo cual redituó en inestabilidad, enfrentamientos y una dictadura al frente de cual un militar de alto rango Antonio López de Santa Anna ocuparía entre elecciones, invitaciones, entradas y salidas de la presidencia por once ocasiones, donde las imposiciones fiscales y los excesos en la administración personal y pública del dictador rayaron en lo ridículo, pero ante la falta de una cabeza fuerte en el país era un mal necesario.

A la llegada de la mitad del siglo XIX el país se encontraba cada vez peor, el poco control administrativo y fiscal; las deudas y los enfrentamientos civiles y políticos acentuaron la inestabilidad, la inseguridad y la insalubridad que aumentaban de manera alarmante; las fronteras del país no lograban por pacificarse ni atenderse adecuadamente por parte de un gobierno tan centralista como el de Santa Anna y eran constantes los asentamientos de extranjeros en territorio mexicano así como las incursiones de indios y los levantamientos armados en contra de la misma población, este estado de cosas propiciaría la independencia de Texas y la

primera intervención armada del siglo XIX por parte de un país extranjero en 1847, los Estados Unidos de América invadieron y enfrentaron al gobierno y el ejercito de Santa Anna situación que terminaría en la firma de los tratados de Guadalupe Hidalgo donde México perdería la mitad del territorio. Poco cambio la situación del país en los años subsecuentes a la invasión, después de dos gobiernos el de José Joaquín Herrera y Mariano Arista, Santa Anna ocuparía nuevamente el poder y terminó por suprimir los derechos y las libertades individuales, vender otra parte del territorio y seguir con sus lujos y excesos suntuosos.

El descontento contra Santa Anna, por parte del bando liberal no se hizo esperar; no es que no hubiera existido durante ese tiempo una oposición solo que las circunstancias políticas externas e internas los debilitaron políticamente y ante el asentamiento de un dictador conservador poco se podía hacer, fue hasta 1854 que se dio la respuesta de los liberales, un antiguo insurgente Juan Álvarez se levantó en armas y proclamó el Plan de Ayutla, que exigía la renuncia del dictador, así como de un nuevo congreso y una nueva constitución, la Revolución de Ayutla triunfó y llevó al poder a una nueva generación de liberales, que empezaron por promover una serie de 3 leyes que tenían por objetivo preparar el terreno jurídico para la secularización y separación del clero del estado así como la supresión final de fueros y privilegios para la igualdad ante la ley de los ciudadanos mexicanos.

La constitución de 1857 llegó en medio de prolongadas discusiones entre los liberales más radicales y los moderados, siendo estos últimos los que tomaron la delantera y no permitieron reformas de fondo sobre todo en la cuestión del clero y las funciones civiles del estado. Finalmente se promulgó el 5 de febrero de ese año, en esta se declaraba la libertad de enseñanza, de imprenta, de industria, de comercio, de trabajo y de asociación, organizaba al país nuevamente en una República Federal y se incluía todo un capitulo de garantías individuales y se concede el procedimiento jurídico para la protección de los derechos: el amparo, además de que proporcionaba autonomía a municipios.

La constitución del 57 derivaría en nuevas contiendas bélicas entre liberales y conservadores, las discusiones terminaron en una guerra civil, la guerra de reforma en donde dos presidentes gobernaron el país por una parte Benito Juárez sustituto del depuesto Ignacio Comonfort por el bando liberal y Félix Maria Zuloaga por el conservador, la contienda se desarrolló por tres años donde los conservadores tomaron la ventaja militar por el apoyo económico que gozaban, pero finalmente después de un largo peregrinar por el país y el extranjero Juárez con apoyo de importantes militares liberales logran derrotar tras largas batallas al bando conservador, en plena guerra, el núcleo liberal impulsa las leyes de guerra o de reforma que terminaban por separar la iglesia del estado así como la secularización y nacionalización de bienes y funciones de carácter civil como el matrimonio, el registro civil, cementerios, días festivos,

libertad de culto, hospitales y beneficencia y extinción de comunidades religiosas.

En este contexto político inestable se desarrolló la labor periodística en México y Michoacán durante la primera mitad del siglo XIX, hasta el triunfo del movimiento liberal en la guerra de reforma. Será hasta fines de 1861, cuando siendo presidente Don Benito Juárez, que la intervención francesa y la imposición de un emperador austriaco en la figura de Maximiliano, frenaron al proyecto liberal emanado de la constitución de 1857 y las leyes de reforma. "Con la invasión francesa a nuestro país, a partir de 1861, la República se aprestó a defenderse en contiendas bélicas y en la tribuna máxima de libre expresión: la periodística. De acuerdo con esa convicción, la mayoría de los periódicos del centro y de la provincia, se abocaron a analizar la invasión francesa a nuestro país, acontecimiento que agudizo más la critica situación de inestabilidad política y social por la

que atravesaba nuestra nación".15

"Los años correspondientes al periodo de la intervención francesa fueron muy difíciles para la ciudadanía michoacana, sin embargo, la prensa en lugar de interrumpir su labor se vio fuertemente beneficiada por los grupos en pugna quienes de una u otra forma con sus diarios y publicaciones querían deslindar posiciones ante la opinión pública. En el lapso de la intervención, cuando las tropas imperialistas ocuparon la

ciudad de Morelia en 1864, se inició la publicación de varios

periódicos, tales como La Gaceta Imperial y La Bandera Imperial. En 1866, al recuperar el ejército republicano la capital del estado y con ella los poderes del gobierno, se crearon otros periódicos, como el Cinco de Mayo y el Pito Real publicación satírica de Huetamo fundado por Vicente Riva Palacio".16 Benito Juárez y los elementos liberales terminaron por desconocer al emperador y continuaron la lucha armada contra los franceses, para 1867 Napoleón III se retira y

ordena a las tropas francesas retirarse de México, abandonando al Emperador Maximiliano y sus seguidores, quienes terminan por rendirse y son fusilados el 19 de junio del mismo año en la ciudad de Querétaro.

"Las guerras civiles y las intervenciones extranjeras que degeneraron en contiendas fratricidas dejaron al país al regreso a la presidencia de Juárez, con un gran deseo de unificar criterios y apaciguar los ánimos para reconstruir la nación mexicana."17 El triunfo juarista sobre el imperio de Maximiliano fue el hecho histórico que permitió delinear, a partir de concepciones liberales, las estructuras encaminadas a la formación del México de finales de siglo. Quedando en

manos de una minoría intelectual liberal, el camino de la reconstrucción nacional, el diseño del nuevo país, cuyo proyecto de nación se resumía en la aplicación y protección de la Constitución de 1857, donde entre otras cosas se promulgaba las libertades de imprenta, expresión y de

religión.

En este asentamiento político liberal en Michoacán se fundaron "entre 1868 y 1869 El Constitucionalista, periódico que apoyó la candidatura de Justo Mendoza para gobernador y criticaba los revueltas sociales en contra del grupo liberal y el presidente Juárez. Así mismo se publica El Imparcial quien también apoyó a Mendoza en su candidatura, le siguió El Clamor de Michoacán periódico independiente. En la ciudad de Morelia se forma El Michoacano de Mariano de Jesús Torres que independientemente apoyó en 1871 la candidatura de Bruno Patiño y Rafael Carrillo al mismo tiempo. En esos mismos años se edita Los Tornillos periódico satírico y las publicaciones

independientes El Eco de la Montaña y La Oposición."18

"La década de 1870 fue rica en publicaciones periodísticas, en 1871 proliferaron una serie de ediciones cuyo incentivo principal era la contienda electoral, las elecciones de la República estuvieron encarnadas por Benito Juárez quien buscaba la reelección y en oposición a Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, lo cual trajo una fuerte

división en el bando liberal."19 Durante la época de

elecciones en Michoacán, se veía mas patente en la prensa las simpatías sociales hacia los candidatos tanto para la presidencia como la gobernatura del estado, las opiniones políticas en torno a la contienda se reflejaron en una serie de publicaciones; en 1870 se inauguró El Progresista con carácter oficial, que postulaba a Lerdo de Tejada a la

presidencia y Rafael Carrillo para gobernador, y aunque era

oficial y liberal se oponía a la reelección de Juárez para

1871 surge Los Principios, Juarista y a favor de Patiño, del mismo año El Telégrafo, La Época, El sufragio y El Pueblo, en La piedad se lanzo La Unión Progresista en apoyo de un grupo de piadenses a Rafael Carrillo, en Zamora aparece El termómetro y el semanario Don Barbarito.

Realizadas las elecciones Rafael Carrillo fue gobernador y Juárez fue reelecto presidente por tercera vez, fortaleciendo a su grupo en el poder, sin embargo la división del bando liberal terminaría en ocasionar trastornos al gobierno de Juárez, situación que tendría consecuencias sobre todo por los acontecimientos de los años siguientes, es decir, la inesperada muerte de Juárez, el ascenso al poder de Lerdo de Tejada y la rebelión de Díaz en la Noria y Tuxtepec le cambiarían el rostro a la vida interna y pública, social y política de México.

Como lo hemos venido observando en le transcurso del sigo XIX, se fue extendiendo numerosamanete la actividad periodística por el estado, conforme se desarrollaban los cambios políticos y las constantes elecciones que hicieron mas frecuentes los periódicos no únicamente en las principales poblaciones del estado sino como lo hemos visto hasta en los pueblos existía un órgano periodístico, como una muestra de que la situación política nacional y del estado fue un incentivo y germen político y social para la expresión de ideas y posturas periodísticas tanto de grupos como personales. Así, a partir de 1873 se formaron otros periódicos en Michoacán, de ese mismo año es La Bandera de

Ocampo que contó entre sus filas a liberales del partido lerdista como Vicente Moreno, Gabino Ortiz y Manuel Álvarez. Como vocero político religioso en 1873 emergió El Pensamiento Católico periódico clerical que sostuvo polémica con La Bandera de Ocampo sobre todo en el las cuestiones de las leyes de reforma y el movimiento religionario. En 1875 aparece en el escenario católico El Sacristán y El Monaguillo. Siguiéndoles una serie de diarios, gacetas y semanarios literarios, pedagógicos, satírico-políticos como: El Ensayo, La Aurora Literaria, El Pilluelo, El Caniculario, La Escoba, El Amigo de la Infancia, El Átomo, El Pájaro Verde, y El Atalaya. El Chinaco, El Pensamiento y El Derecho del Pueblo que se oponía a Rafael Carrillo. En el distrito de Zamora aparece La Causa del Pueblo, en Indaparapeo El Michoacano y en Cotija El Átomo, así como en Tacambaro aparece La Abeja.

En el ámbito federal el delineamiento liberal y la estabilidad política fortaleció la libertad de expresión y se vio fuertemente favorecida por el régimen liberal, puesto que el gobierno de Juárez hizo que el poder y sus funcionarios cumpliera con la ley de imprenta emanada de la constitución de 1857, dándose en todo el país un impulso a la manifestación de ideas de toda índole, donde sobre todo en lo político, se criticaba y satirizaba hasta al mismo presidente situación que Juárez apoyó y recibió irrestrictamente aunque muchas de esas criticas eran de sus contrarios, sobre todo del grupo de oaxaqueños que encabezaba Porfirio Díaz. "Si algún merito debe de reconocerle a Benito Juárez, es que respetó la libertad de prensa. Durante su mandato reaparecieron en la ciudad de México el Monitor Republicano

de Vicente García Torres, y El Siglo XIX de Ignacio Cumplido, que junto con el diario oficial adoptaron la posición gubernamental, pero en compensación se publicaron al lado de ellos, periódicos de todas las tendencias. En ellos se criticaba la administración y al presidente con artículos, parodias y punzantes caricaturas. La lista fue larga la Revista universal, que fue Lerdista; El Padre Cobos, porfirista, dirigida por Irinéo Paz, La Voz de México, expresión de los católicos; y hasta la Ilustración

Espiritista, que difundía las bondades del espiritismo."20

A la inesperada muerte del presidente Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada le sucedió en el cargo, el periodo lerdista fue difícil sobre todo por la constante amenaza que representaba el general liberal Porfirio Díaz y su gente en Oaxaca, situación que años antes ya había afrontado y sofocado Juárez y sus jefes militares con la rebelión de la Noria de Díaz que le ocasionara graves consecuencias políticas al General, pero muerto su principal enemigo político logró finalmente llevar a cabo sus afanes golpistas con en el Plan de Tuxtepec, expedido el 10 de enero de 1876 que finalmente llevaría al caudillo a la anhelada silla presidencial. "Tan pronto como fue del dominio público que Don Sebastián pretendía reelegirse, comenzó la inquietud a reinar los ánimos levantiscos, y se iniciaron los preparativos para la nueva revuelta. Y esta vez, lo mismo que la pasada, era Oaxaca el teatro verdadero, el foco de la

conspiración."21

El plan estaba en marcha y bajo el lema de no Reelección se lanzaron hacia la capital los seguidores de Díaz, el grupo del general ocupó la ciudad de México y sus jefes militares se encargaron de controlar las regiones del país, el golpe termino de consumarse y Díaz ocupó la presidencia de la República.

Ante la inminente llegada de Díaz a la presidencia, Michoacán se mantuvo fiel al presidente Lerdo de Tejada, tan liberal, juarista y lerdista era Michoacán que el propio gobernador Rafael Carrillo y la plana mayor de políticos michoacanos, que el derrotado presidente don Sebastián Lerdo de Tejada buscó en Michoacán su último refugio antes de salir al extranjero, Lerdo llego a Morelia a finales de noviembre de 1876 en compañía de sus ministros Manuel Romero Rubio y los generales Mariano Escobedo y Francisco Mejía, para finalmente salir de Morelia hacia el puerto de Zihuatanejo y de allí embarcarse a San Francisco California y finalmente morir en Nueva York pocos años después.

II

CONTEXTO ECONOMICO-POLITICO DE LA PRENSA EN EL PORFIRIATO

edu.red

22

Las últimas décadas del siglo XIX fueron decisivas para la transformación económica, política y social de México, el país se vio con enormes dificultades para consolidarse como proyecto de nación, sin embargo el triunfo liberal permitió que paulatinamente a finales de siglo México comenzara a

reactivar la actividad económica, situación que se vio

apoyada por los vertiginosos cambios económicos y políticos en el mundo, especialmente en Europa y los Estados Unidos, "A partir del último tercio del siglo XIX, el imperialismo provocaría cambios profundos en todo el mundo, los países desarrollados de Europa y los Estados Unidos se diferenciaron por sus políticas de exportación de capitales y la consolidación en el poder mundial de la burguesía

financiera."23 Así pues "La política de los países

imperialistas conformó un nuevo orden mundial en donde nuestros países se transformarían en neocolonias, así mismo, se generó un orden político que dio como resultado la conformación de gobiernos dictatoriales sumisos y o dependientes de los gobiernos imperialistas."24" En tal práctica, los países políticamente inestables fueron campo

abierto a la disputa y dominación de las potencias con un

alto grado de desarrollo capitalista."25

El mundo y las naciones con economías en desarrollo se convirtieron en campo fértil de las ambiciones de las potencias imperialistas, "en la época se revelaron claras prácticas geopolíticas, al trazar el mapa mundial las regiones que se encumbraron como vitales para la supremacía de las naciones."26 La situación mundial se convirtió en un mapa de zonas de influencia y de explotación de recursos

naturales y el factor económico fue el que dictaba las

acciones políticas de los países coloniales imperialistas. Las potencias europeas estaban enfrascadas en una competencia por controlar los territorios coloniales. Inglaterra tuvo que competir con Alemania y los Estados Unidos, Francia, Rusia e Italia como potencias mundiales pero industrialmente secundarias. Japón y los Estados Unidos terminarían por rebasar en producción a las potencias europeas. "La actividad económica, como nunca antes, se convirtió en el timón esencial de la vida política. La formación de monopolios fue parte nodal en la tarea de las naciones. A fines de siglo, una quinta parte de la tierra y una décima parte de los habitantes quedaron comprendidos en

los dominios de las naciones europeas".27

Así se crearon las grandes potencias imperialistas, que en su afán de obtener materias primas para sus industrias y mercados donde vender sus productos, se volcaron hacia los países más atrasados económicamente, y empezaron desde entonces a destruir y transformar a su antojo los recursos naturales así como "restringir los cultivos para mantener los precios altos, destruir cantidades de satisfactores alimenticios para mantener precios caros que les suministraban enormes ganancias para amasar fortunas

incalculables, acumuladas en capitales"28 "Profundas

corrientes históricas preparaban, tanto en México como en el resto de occidente, la larga paz porfiriana. El siglo XIX europeo, prodigo en revoluciones liberales, nacionalistas y

socialistas, descansó también en la década de los setenta.

Desde entonces hasta la primera guerra mundial. Europa se dedicó a digerir su enorme botín colonial y a gozar de una expansión material sin precedente."29

Por su parte, los Estados Unidos, pasaban de la guerra de secesión, completan en unos años su marcha hacia el oeste y avanzan a ritmo acelerado hacia otra frontera; la del progreso tecnológico, con inventos como el foco, el fonógrafo, el aeroplano y el automóvil. Aunque no olvidaron la doctrina del Destino Manifiesto que los incitaba a dominar el continente, "durante las últimas tres décadas del siglo XIX, el instinto imperialista estadounidense se mantuvo, en lo anexionista, más o menos quieto. La penetración que entonces buscaban era económica. Así libre ya de la ambición territorial europea y en una situación de armisticio inestable con los Estados Unidos, México podía dejarse llevar también, sin riesgo de existencia, por los vientos del

progreso material que esos mismos países generaban."30 "Al

triunfo en México del grupo encabezado por el General Porfirio Díaz, se dio la oportunidad de llevar a cabo su proyecto de sociedad en un país que se encontraba bajo condiciones económicas maltrechas, y fricciones políticas entre los grandes sectores antagónicos de México, pero sobre todo en un Estado sometido a una enorme inestabilidad

social."31

La administración del general Porfirio Díaz abarcaría desde 1876 hasta 1910 con la excepción del periodo presidencial del General Manuel "Manco" González de 1880-

1884; en total Díaz gobernó por tres décadas la nación Mexicana, tiempo durante el cual consolidó la nación y el Estado Mexicano bajo el esquema del desarrollo económico fundamentado en la vinculación de la producción nacional con la inversión extranjera, como el camino hacia el progreso, ya que ante la falta de capitales nacionales que impulsaran y refaccionaran las actividades económicas, la nación necesitaba crear una base de producción capitalista bajo los fundamentos de la ideología económica liberal, es decir, de puertas abiertas. Abiertas al nuevo orden mundial que compensaran las deficiencias y el atraso del sistema económico nacional, resultado de la poca dinámica económica aplicada en el anárquico siglo XIX, que dejaba una economía sin crédito, sin comercialización, sin fomento, pero sobre todo sin una sana administración publica donde los vestigios del sistema colonial todavía eran patentes aunado a las contiendas bélicas internas y con el extranjero que acentuaron la profunda inestabilidad política del Estado y de la población mexicana.

Después de 1876, para echar a andar su proyecto político, económico y social Díaz y su administración impulsaron nuevas condiciones en la administración interna mediante el saneamiento de las estructuras fiscales y la creación de emprésitos, que permitieran llevar a cabo programas de construcción de un sistema de infraestructura de transporte y comunicación, para atraer el capital del exterior y después la introducción de la inversión extranjera

capitalista que vendría a la explotación de los recursos naturales de México, así como de la manufactura de productos de ganadería y del campo bajo el "sistema de haciendas" en manos de extranjeros y de la oligarquía nacional. Se procuró mejorar las relaciones internacionales de México; disminuir la política y aumentar la administración, acabar con el bandolerismo, los cuartelazos, las incursiones Apaches y rebeliones indígenas, acciones necesarias para atraer el capital extranjero para una agricultura que fuera lucrativa, comercio, industria, es decir, se necesitaba abrir económicamente al exterior a México garantizando el orden y la paz para llevar a la elite económica, social y política hacia el anhelado progreso.

El estado porfirista se preocupó por amortizar la deuda externa, después, sanear las finanzas públicas y lograr la integración económica de México al comercio internacional. Esta política económica permitió que dicho saneamiento diera la certidumbre al país para lograr los grandes emprésitos extranjeros de 1890, 1893, 1904 y 1910. Que generaron un auge en la explotación y los ingresos públicos del estado, y que ya para 1895 las finanzas públicas del Estado mexicano tuvieron como resultado en excedentes sobre el gasto corriente y en los aumentos de ingresos del comercio exterior que le dieron a México la anhelada estabilidad económica. Sin embargo, la mayoría de la población solo seria testigo visual de la bondad y bonanza del sistema capitalista, pues esto solo se reflejó en las grandes fortunas que acumulaban extranjeros, oligarquías nacionales y funcionarios del estado, los dueños del nuevo México. "Así, el gobierno de Porfirio Díaz, ajeno a los intereses sociales y populares, se

convertiría en un gobierno servil que creó una estructura adecuada para el asentamiento del poder extranjero en el territorio mexicano, sentándose las bases para una nueva administración (…). Y una política económica liberal de puertas abiertas a la inversión extranjera, colocados en las distintas ramas y sectores de explotación de recursos y producción, todo esto apoyado por el nuevo orden de

gobierno".32

Las últimas décadas del siglo XIX, lapso en el que se desarrolló la dictadura porfirista, es la época que generalmente han llamado los estudiosos de la historia de México "La época de paz, orden y progreso".33 Porfirio Díaz inauguró una nueva etapa de desarrollo económico, social y político del país, sentando la base firme del moderno Estado Mexicano. "Por lo tanto el porfiriato es, en varios sentidos, la larga época de transición durante la cual se consolidan las estructuras modernizadoras del Estado Mexicano, creándose

las grandes Instituciones, así como el inicio de las prácticas políticas y culturales aun presentes en nuestra vida social. Es el transito accidentado y lento del siglo XIX al XX, de lo rural a lo urbano, de la agricultura a la industria, del aislamiento al desarrollo de las

comunicaciones."34

La construcción de los ferrocarriles, que caracteriza tan elocuentemente los orígenes del capitalismo industrial. Así como las ciudades en la época de la Colonia se fundaron a manera obligada a consecuencia de las necesidades de la minería, el trazo de los ferrocarriles se planteó y realizó en la época porfiriana, tomando en cuenta los intereses de los grandes inversionistas extranjeros. Durante el largo tiempo que duró el gobierno de Díaz se extendieron mas de

20,000 kilómetros de vías férreas, sobre todo las encaminadas a comunicar los mas importantes puertos y fronteras del norte con las zonas productivas del país, lo cual facilitó el intercambio comercial y el flujo de productos y materia prima con los Estados Unidos y con los puertos del golfo de México para los intereses comerciales de Europa, pero sobre todo el tendido de vías férreas permitieron el control interno tanto en lo militar como en lo político.

Para iniciar el análisis de la prensa del periodo porfirista es importante mostrar el aspecto social y cultural en el país, que desde la época colonial y el régimen español se encontraba con enormes diferencias de clase, los cambios políticos del siglo XIX poco habían cambiado esta situación y por el contrario la inestabilidad y anarquía política, así como los antecedentes violentos que derivaron en guerras civiles tenían a la población de México a la llegada del régimen de Díaz con un enorme deseo e interés de consolidar la paz en el país, como ya hemos observado estos intentos de pacificación se vieron patentes desde el último periodo de Juárez, el pueblo mexicano estaba hastiado del desorden y la guerra que perjudicaba su desarrollo y bienestar económico, situación que afectaba a todos los estratos sociales, y como

Díaz se propuso imponer la paz a cualquier precio, la mayoría de la población, sobre todo las pudientes aceptaron la pacificación a cambio del progreso económico y la paz social.

El régimen apoyó a los grupos oligárquicos, sobre todo a los extranjeros quienes se convierten en poco tiempo en el grupo social predominante, desplazando en segundo termino a las oligarquías nacionales, a excepción de la burocracia gubernamental las políticas excluyentes en la sociedad por parte del gobierno de Porfirio Díaz afectaron sobre todo a las clases medias y bajas de la sociedad. Las clases sociales inferiores que eran las más numerosas fueron las más desfavorecidas por este régimen, sobre todo en el aspecto económico y por consecuencia fue patente en el poco interés del gobierno por impulsar la educación en estos estratos.

En muchos aspectos esta política redundó en perjuicio de las grandes masas y grupos sociales, es cierto, se multiplicaron las vías férreas y los telégrafos y se mejoraron y multiplicaron las obras públicas; pero se ejerció en contra del proletariado y del campesinado, no pocas veces, la llamada mano de hierro, la represión cruel y violenta y en contra de todo lo que parecía significar una alteración del orden y de la marcha de la administración.

Los años 1876 a 1911 marcaron una época en la vida del país; época que se caracterizó por la dictadura casi brutal para los mas desprotegidos y encabezada por el General

Porfirio Díaz y sus inversionistas y funcionarios públicos.

Los capitales extranjeros encontraron en México, tierra fértil para satisfacer sus intereses y lo que menos les importó fue la educación del pueblo en general, ésta únicamente se llevaba a cabo en las grandes ciudades; los habitantes de las zonas rurales vivían en constante marginación y opresión. Pese a esto, en la educación hubo hombres que se preocuparon por el bienestar del país como lo fueron Baranda, Sierra y Quintero. Uno de los hechos más importantes en materia de educación en esta época, fue la creación de la Dirección General de Instrucción Primaria en

1900, y el desarrollo de la educación con la fundación de la escuela practica pedagógica.

Por fortuna, hubo durante esta época hombres de estado que mantuvieron por manera resuelta los grandes ideales de la Reforma y heroica actitud, señalaron siempre el camino de las reivindicaciones y de la evolución histórica de México. Pero solo contaron con el instrumento de la educación, y por otra parte, había de compaginarse, en cierto modo, con la política dominante del Porfirismo.

Gracias a la propaganda pedagógica de los congresos nacionales de instrucción, se había ido definiendo y vigorizando la idea de la uniformidad de la enseñanza primaria en la República. Faltaba un organismo administrativo, para asociar los esfuerzos hechos hasta ese momento y darles cohesión, fundirlos en una unidad practica.

Sin embargo, la plena federalización de la enseñanza habría de ser una obra lenta y de convencimiento por parte de los estados federativos. Con todo, se podía y debía iniciar semejante plan de unificación pedagógica en el Distrito Federal y territorios federales.

Fue nombrado Director General de Instrucción Primaria el Dr. Luis E. Ruiz, y Secretario de la misma el Profesor Manuel Cervantes Imaz. De inmediato, "se emprendió la labor, dice el Sr. Ruiz, de recibir las escuelas, darles dentro de la ley, la homogeneidad indispensable, pues los elementos más simbólicos, en todos sentidos, las tendencias mas opuestas, y a veces los hábitos mas perniciosos, era lo que presentaban

los establecimientos que se iban a unir."35

Por prescripción de la propia ley del 3 de junio se ordenó la nacionalización de las escuelas de instrucción primaria de los ayuntamientos del Distrito Federal y territorios federales; la implantación en estas escuelas de otras reformas tales como la enseñanza simultanea, la redacción de programas cíclicos, la incorporación de nuevas asignaturas (trabajos manuales, música coral, etc.). Concluida la reforma de enseñanza normal y de la enseñanza primaria, puso gran empeño en la reforma de la enseñanza

preparatoria.

Al efecto, encargó a Don Ezequiel A. Chávez la redacción de un proyecto, una vez formulado, fue sometido al ilustrado dictamen de un cuerpo colegiado que el propio ministro Baranda tuvo a bien presidir. Discutido, y aprobado casi en todas sus partes, el proyecto dio pie a una nueva ley. "Con la promulgación en 1895, de la ley sobre el magisterio, se dividió a los profesores en instructores de primaria elemental y de educación superior; estos últimos requerían de mayores conocimientos y de materias importantes como: algebra, francés, ingles, música, dibujo; por su parte, a las profesoras se les exigía asignaturas adicionales como educación domestica, costura, corte de ropa y elaboración de

arreglos florales".36

En la lucida reforma campea aun el principio Comtiano (o Spenceriano) del ordenamiento didáctico de los conocimientos; pero, en honor a la verdad, se concibe en él la educación de los adolescentes por manera completa: se trata de formar en ellos, tanto sus capacidades físicas e intelectuales como su conciencia moral y gusto estético."El verdadero cambio radical del porfiriato en el método de enseñanza va ser el que provenía del pedagogo suizo Johann Pestalozzi, donde la instrucción se subordinaba a la educación, en un proceso por el cual no solo se adquieren conocimientos, sino que la verdadera importancia es inspirar en el niño el amor y el saber, y con un orden y método de desarrollo paralelo a la

evolución psíquica y física del hombre. Este método didáctico

se empezó aplicar desde los inicios del porfiriato, aun en la provincia y quedando enteramente prohibido el aprendizaje de memoria de textos y la recomendación de las clases orales para la enseñanza del maestro."37 Sin embargo, el maestro Ezequiel A. Chávez propugnaba una enseñanza experimental, y consecuentemente, la necesidad de crear adecuados laboratorios, inclusive uno de psicología.

Baranda inauguró un nuevo estilo de política educativa. A la luz de ella, pueden explicarse sus éxitos en este ramo de la administración. En su forma de hacerla pueden advertirse lo siguiente, que con respecto a la prensa coincide en la gran importancia de la propaganda, siempre discreta y eficaz, no lucha contra la opinión pública; la instruye. "Durante el porfiriato la enseñanza de la lectura y la escritura fueron simultáneas, donde el auge de las escuelas normales reorientó a la pedagogía nacional de la importante labor del maestro en la educación del niño. Esto trajo como consecuencia la abolición del sistema mutuo(lancasteriano) y la adopción del simultaneo o colectivo donde la enseñanza es homogénea y simultanea en un grupo de menores y bajo la dirección de un maestro y desde el punto de vista pedagógico, el sistema o modo simultaneo era el único dispositivo que lograba atender los dos fines de la enseñanza: el instructivo y el educativo, además, durante el porfiriato se comenzó con la enseñanza del sistema mixto de educación, como una combinación del mutuo y simultaneo, y fue aplicado en las comunidades con pocos recursos e

insuficiencia de maestros."38

Aunque la historia oficial nos señala que durante el porfiriato se hicieron enormes esfuerzos para impulsar la educación pública, para la educación de los niños y que cada vez mayor número de personas tuvieron acceso a la formación profesional, las cifras en los estados nos señalan lo contrario, desde nuestro punto de vista , la clase media de profesionales a la cual la historia oficial le atribuyen al porfiriato se empezó a gestar tiempo atrás de la llegada de Díaz, y ya se manifestaba desde mediados de la dictadura, sin embargo es cierto que culturalmente la paz porfiriana fue provechosa para la fundación de institutos, escuelas, academias, teatros y museos así como de asociaciones artísticas que llevaron entretenimiento y cultura en compañías teatrales, circos, cines improvisados en carpas donde la influencia de la cultura europea sobre todo de Francia se vio manifestada en las distintas expresiones culturales, literarias y de moda así como en la arquitectura de los edificios y monumentos que se construyeron en la época.

Aunque hubo artistas preocupados en recuperar el pasado histórico sobre todo el prehispánico, como la plástica del grabado de José Maria Posadas, además en el porfiriato se llevan a cabo los primeros trabajos arqueológicos de recuperación, como el realizado en Teotihuacan por Leopoldo Batres, Porfirio Díaz y su grupo intelectual en el poder se preocuparon por la reconstrucción cultural de México desde la herencia indígena, como ejemplo se encuentra el monumento a Cuauhtemoc, en la capital del país. Por otra parte las artes

plásticas fueron el medio de plasmar no solo el pasado de México y la cotidianidad de la vida mexicana como los cuadros de Saturnino Herran sino también de manifestar el progreso económico alcanzado por la prosperidad porfiriana, tal es el caso de las obras de José Maria Velasco quien en la lejanía de su obra mural vislumbraba entre la mexicanidad del paisaje el vehículo del progreso: el ferrocarril.

En la música destacan las obras de Juventino Rosas, Ricardo Castro y Felipe Villanueva quienes buscaron crear una música con hondas raíces populares. En la época se escribió la afamada obra "México a Través de los Siglos" por un grupo de historiadores nacionales así como "México y su Evolución Social" con la clara influencia positivista de Comte, en la época se gestó una generación de escritores como el novelista Federico Gamboa, cronistas y cuentistas, como Ángel Campo y poetas de la talla de Amado Nervo, Manuel Gutiérrez Najera, Manuel José Othón, Salvador Díaz Mirón quienes expresaron con hondo sentir sus sentimientos y el folklore de la vida y el entorno mexicano.

2.1-POLÍTICA Y MECANISMOS DE CONTROL

En lo ideológico, pese a que en el país se había desarrollado una conciencia y una ideología nacional, en la base a los fundamentos y lineamientos liberales de la reforma que impulsaron las razones de pertenencia al país, la región y la patria, y que conformaron las estructuras cívicas nacionalistas que dieron cohesión e integraron la

sociedad mexicana; Porfirio Díaz comenzó con una política de control ideológico sustentada en la entrada del positivismo de Comte y defendió bajo cualquier precio su política y fincó su poder a fuerza de ideología positivista y de persecución de sus enemigos políticos.

Años atrás a la llegada de Díaz al poder en la preparatoria Nacional se había logrado una generación de alumnos de Gabino Barreda, maestro mexicano que fue discípulo de Augusto Comte y que impulsó sus ideas entre los intelectuales mexicanos de esa generación.

A la llegada al poder de Díaz muchos de esa generación se adhirieron al gobierno y proyecto político del porfiriato, personajes como Justo y Santiago Sierra empezaron a trabajar en la plataforma ideológica que justificara por medio de la vía periodística en La Libertad, periódico subvencionado por Díaz, la posición positivista se adecuo perfectamente al nuevo régimen, por considerarlo de acuerdo con las ideas y la postura del positivo evolucionismo spencierano y darwinista donde sustentaban la teoría de las etapas sucesivas de evolución social y de progreso del ser humano, consideraban la llegada y consolidación del caudillo en el poder como la cúspide de la evolución política de México.

Políticamente, el régimen del general Díaz, se apoyó por su grupo de ministros conocido como "los científicos", personajes de trascendencia pública y política, quienes

actuaron de acuerdo con el dictador, para instrumentar toda una serie de mecanismos económicos, sociales y políticos al fin de tomar en sus manos las riendas del poder, cimentando su política y el aparato de gobierno en la capacidad de controlar y concentrar el territorio nacional, política y militarmente a las ordenes del General Porfirio Díaz.

Para que el país enfilara hacia el progreso material, no había otro camino -según Díaz- que atender "las muelles, no las leyes". "Toda la experiencia política, militar y administrativa que acumuló en sus mas de 20 años de andanzas guerreras, y toda la sabiduría heredadas de sus teocráticos antepasados las pondría al servicio de una idea: el progreso de la nación y fortalecer su poder personal, instaurar el

reino del orden y la paz."39 Sin embargo pese a esta

aseveración de no atender las leyes el régimen del general Díaz necesito de las mismas para mantenerse en el poder, las reformas legislativo-jurídicas que emprendió serian las que a la postre le darían la permanencia en el poder, la paz, el orden y el progreso, nos referimos por supuesto a las reformas constitucionales para la reelección presidencial y la reforma a la leyes de expresión y de imprenta, dos cuestiones fundamentales en las cuales se sustentaría el control político de la nación.

Para lograr sus propósitos el régimen de Díaz tuvo que imponer su orden en los diferentes aspectos, grupos y poderes de la nación, y esto se resumía en el dominio

simultáneo de lo que el Historiador Enrique Krauze ha llamado las doce riendas:"1-Represión y Pacificación.2-Divide y vencerás con los amigos.3-Control y flexibilidad con los gabinetes y gobernadores.4-Sufragio inefectivo, si reelección.5-Domesticación del poder legislativo.6- Domesticación del poder Judicial.7-"Pan y palo" para el ejército.8-Política de conciliación con la iglesia.9- Gallardía en la política exterior.10-Acoso a la prensa.11-

Domo de intelectuales.12-culto de la personalidad."40

Indudablemente la domesticación del poder legislativo era de fundamental importancia para los planes del nuevo régimen, los propósitos de reelección de Díaz necesitaban de la reforma constitucional, sin embargo esto no lo podría hacer sin la ayuda y control del legislativo, Díaz odiaba la deliberación que la separación de poderes le otorgó al poder legislativo, lo cual les permitía deliberar las iniciativas de ley para darle congruencia y equilibrio al ejecutivo, Porfirio era impaciente para lo cual tuvo que comenzar a incrustar en la cámara a sus amigos e incondicionales, "en los primeros años de su gobierno Díaz eligió convenientemente a sus diputados, y él mismo en persona supervisaba los antecedentes de cada un de los 227 diputados que había en

1886, de los cuales 62 eran paisanos suyos de Oaxaca."41

Para comenzar su plan político Porfirio Díaz necesitó entonces iniciar en sus primeros años en el poder con un control ideológico y utilización de la prensa para que

defendiesen su política, y justificaran sus acciones de control dictatorial, como el hecho de descaudillar al ejército para una nueva organización, y como la secularización de los poderes bélicos no podía hacerla sin peligro, otorgó privilegios y gubernaturas así como de concesiones y olvido de los delitos del pasado, la mayoría de los militares de alto rango aceptaron la propuesta, los que no acataron la disposición de Díaz fueron apresados y fusilados el 25 de junio de 1879 en Veracruz. Porfirio Díaz necesitó de suficiente sangre fría para enviar a Luís de Mier y Terán, gobernador de ese estado, un telegrama bajo la orden

de "Mátalos en caliente".42 Y aunque la noticia de los

lerdistas asesinados provocaron indignación, la prensa a favor de Porfirio Díaz y controlada por el estado completó la obra, nulificó y ensució a los militares y enemigos políticos fusilados.

Pese a estos acontecimientos violentos y sanguinarios en contra de sus adversarios y fieles lerdistas, políticamente Díaz fue un gobernante astuto y premeditado, su enorme experiencia de logros y fracasos en su carrera política, le permitió someter al país a su dominio absoluto, y aunque la represión del régimen hacia los enemigos y sublevados políticos fue violenta, los recursos de Díaz se basaron mas en el manejo y control de los medios e instancias políticas, lo cual le redituaba mayores beneficios, su intención era "Dominar no exterminar". Como lo menciona en

una de sus obras Daniel Cosío Villegas: la de Porfirio Díaz

no fue una dictadura, sino una Dictablanda, claro refiriéndose a los métodos más políticos que violentos de su régimen. "En política, no tengo amores ni odios", era una frase que comúnmente decía Don Porfirio Díaz.

Al consolidarse en la presidencia de la República la dictadura del Gral. Porfirio Díaz, la prensa por ser un actor político, fue factor y testigo del cambio del régimen, así como de las políticas que comenzaron a sustentar el nuevo orden de la nación.

Dentro de este contexto histórico nacional, como vemos la prensa no paso desapercibida, por una parte positiva se significó como uno de los actores y factores participes de la consolidación social y política de la nación, siendo testigo fiel de los cambios sucedidos en las últimas décadas del siglo XIX, tanto en lo político e ideológico como en lo social, sin embargo, por ser un actor político de pugna y de polémica fue un medio susceptible de ser controlado y manipulado, puesto que el régimen legitimó su gobierno, utilizando a la opinión pública, y fundamentó su arribo y permanencia en el poder sobre la base del sustento político e ideológico difundido por la prensa, la cual terminó por someterse casi en su totalidad a la estructura del estado porfirista, quien la patrocinó y subsidió a cambio del silencio y del encubrimiento de sus actos.

2.2- LA LEY MORDAZA

Porfirio Díaz supo que la restricción de la prensa era básica para mantenerse en el poder y conocía el efecto devastador que había tenido la influencia de la prensa durante las presidencias de Juárez y Lerdo, así, de esta manera, conocedor de la situación, Díaz aumentó la subvención a los periódicos oficiales que naturalmente le tenían que manifestar su apoyo, tales fueron los ejemplos de La Libertad, El Monitor Republicano, El Siglo XIX, El Universal y posteriormente El Imparcial caso elocuente de la política de prensa de Díaz. "Mas al fin de ocultar los nuevos procedimientos políticos de represión y no dar a creer que la prensa de México, la prensa del siglo XIX, la prensa liberal de la Reforma había muerto, comenzaría con todos los alcances que los mecanismos del poder le permitían el sostenimiento de todo un aparato de prensa subvencionado y controlado por el mismo, sus ministros y sus gobernadores, y así, cada ministerio daba el dinero para la aparición y el sostenimiento de algún papel impreso, de suerte que el conjunto de todos, produjese el efecto óptico de la pluralidad, y de la mas perfecta libertad de escribir. Entonces y bajo los auspicios, fueron apareciendo (…), y otros muchos diarios o semanarios sin espíritu elevado, sin norte fijo, repudiados por la opinión y de circulación

limitada".43

"Porfirio Díaz se valió de los periodistas para que defendiesen su política, santificasen sus errores, cohonestasen sus atentados, escarneciesen a sus enemigos y entonaron himnos constantes de gloria. En lo personal y de corazón, les profesaba el más profundo desprecio. Juzgabales gente sin pudor ni conciencia, baja y servil, capaz de patrocinar todas las causas y de arrastrarse a los pies de todos los poderosos. Entendía que el único móvil de sus acciones era el sórdido interés y que sus plumas, como los estoques y puñales de los bravi de la edad media, se vendían al mejor postor y estaban al servicio de quien los pagase con

mayor largueza."44 El odio de la dictadura porfiriana contra

la prensa fue lógico porque necesitaba el silencio de las letras para consolidarse y no ser inquietada.

Comenta López Portillo que una tarde al entrar al salón donde le concedió audiencia el caudillo, se cruzó en la puerta con un conocido periodista, a propósito de ese encuentro, hablaron Díaz y el acerca de los redactores de los diarios metropolitanos. "Entónces le dijo que tenia a los periodistas a su servicio como perros dogos, listos para saltar al cuello de la persona que el designara. Los sentimientos del autócrata hacia el gremio plumífero, pueden dividirse en tres clases. El desprecio, para juzgarles vanáles y sin conciencia; el odio cuando se atrevían a atacarle; y el deseo de seducirlos, para que le defendiesen y loasen. Dominado por estos móviles, los compraba, encarcelaba

y utilizaba cada caso lo requería."45

Para el contemporáneo de la época de Díaz, Francisco Bulnes en su libro El verdadero Díaz y la Revolución, nos presenta su clasificación de la prensa durante el porfiriato dividida en cinco departamentos periodísticos, donde el primer departamento era ocupado por una prensa de oposición tolerada y subvencionada por los gobiernos de los estados, quienes se encargaron de ensuciar a todas las personalidades que el gobierno disimuladamente señalara. El segundo departamento que menciona Bulnes correspondía a la llamada guardia negra o prensa de falsa oposición la cual defendió como los mas feroces perros de presa, con una virulencia de influenza española quienes con un lenguaje tabernario calumniaban a los enemigos del régimen y se movían con una absoluta irresponsabilidad legal y moral, su única función era tumbar reputaciones y prestigios políticos y morales obedeciendo siempre las instrucciones secretas o adivinando las victimas de cuyo envilecimiento gustara al dictador. El tercer departamento estaba ocupado por la prensa del exterior, la prensa extranjera, la cual costaba dinero y debía ocuparse "en los juicios imparciales sobre hombres y cosas de México". Siempre teniendo en cuenta de que en México solo existía un hombre: Porfirio Díaz. Esa prensa en el exterior fue la encargada, según Bulnes, de destrozar a los "Hombres de armas" hasta en su vida privada. El cuarto departamento, estaba ocupado por la prensa gobiernista dirigida por los amigos de Díaz, quienes obviamente respondían a los mas oscuros intereses del estado y propagaban los logros del régimen a todas voces, pero sobre todo atacar a todos los antiguos y nuevos enemigos del dictador, donde muchas veces se les pasaba la mano hasta con la gente que respetaba Díaz. En el quinto departamento de la

prensa, funcionaban la mayoría de periódicos gobiernistas no contratados, quienes tenían prohibido defender a los enemigos y victimas del exterminio moral y físico, así mismo, tenían prohibido mencionar a cualquier prócer muerto en la historia de México, finalmente el autor nos dice que a toda esta estructura de prensa instrumentada por el aparato de poder para el control de la prensa ,la reforzaban toda una legión de libros, folletos, poesías, brindis que servían al aplastamiento de todo aquel que llamara la atención de la llamada opinión pública.

Es incuestionable que el dilatado gobierno de Porfirio Díaz, aparentaba legalidad, pero no fue nunca constitucional; si no anduvo fuera de las leyes fundamentales de la constitución de 1857. Por su origen, funcionamiento y naturaleza, fue estrictamente personal, se basó en la política de excepción y se desarrolló por los métodos y persiguió los fines de Díaz. "La labor de los periodistas se vio obstaculizada por las reformas constitucionales que intentaban poner coto y controlar la libertad de expresión. Como todo régimen dictatorial, el gobierno centralizó el poder y controló las practicas periodísticas, conciente de que existían núcleos desafectos a su administración que

usarían impresos como voceros de tal descontento."46

Por otra parte lo primero que tuvo que hacer Díaz y su grupo de ministros y diputados domesticados para lograr el

control de la prensa y los periodistas fue el modificar la constitución, aunque esto significara barrenar uno de los mas grandes principios y preceptos jurídicos de las leyes de reforma. Porfirio Díaz necesitaba el control de la misma para lograr su fin, necesitaba necesariamente el sustento de la ley, como una forma de legitimar sus acciones de represión, por lo que procedió a modificar y reformar los artículos 6° y 7 constitucionales.

La reforma al artículo 7º constitucional llego el 15 de mayo de 1883. "Reforma al Articulo 7º.-Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer previa censura, ni exigir fianza a los autores u impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y la paz pública. Los delitos que se cometan por medio de la imprenta, serán juzgados por los tribunales competentes de la federación, o por los estados, del Distrito Federal o territorio de baja

California conforme su legislación penal.47

El terreno estaba perfectamente preparado para la ley mordaza, y aunque la ley se reformó en el gobierno de González, que permitía a los jueces del orden común conociesen de los delitos de imprenta, atribución que con arreglo del primitivo precepto constitucional de 1857, correspondía a los jurados populares. González mismo que bajo

su gobierno se hizo la enmienda, no llegó a valerse de ella,

y permitió que la prensa dijese cuanto quisiese, sin perseguir a los periodistas; mas restablecido el poder de Díaz, se convirtió aquella disposición en terrible mordaza para los escritores públicos, contra cuales emprendió una cruzada inexorable. "Así los periodistas serian encarcelados y castigados sin que el ejecutivo tuviera algo que ver con

ello; todo seria hecho dentro del orden legal."48

A la reforma al articulo 7º constitucional lo complementó el control total del poder judicial, necesario para mantener callados a los periodistas, el cual obedeció a los intereses del régimen en todos los aspectos de la vida legal del país, pero sirvió a la perfección para la ley mordaza, Díaz eligió como a los diputados, a los jueces y magistrados del poder judicial, siendo común el trafico de influencias, el servilismo y los arreglos en privado para aquellos que gozaran de la simpatía social y económica del dictador y su aparato de poder.

Hubo Jueces y magistrados que se hicieron celebres en el foro por su "profundo empeño" de hacer justicia contra los periodistas y en cuya virtud podía ser acusado y encarcelado el redactor de cualquier periódico por razones ocultas que para ello tuviera un juez, aun cuando su delito apareciese demostrado por pruebas externas. "Bajo este régimen, las puertas de la cárcel estuvieron siempre abiertas para los periodistas, y al menor desliz, el ataque mas insignificante

a cualquier funcionario a sus disposiciones, daban causa de

la detención del inculpado."49 Los periodistas se encontraron ante un nuevo marco jurídico adverso, aquel que se atreviera a levantar la voz contra el régimen podía ser apresado por un crimen psicológico o por una simple denuncia de su "intención", así, en incontables ocasiones el confinamiento carcelario acallo las pocas voces que se atrevieron a disentir del dictador, hombres como Enrique Chavarri que usaba el seudónimo de Juvenal, o Ricardo Ramírez, hijo del Nigromante, ambos editorialistas del gran periódico del siglo XIX, El Monitor Republicano, en cuyas paginas se publicaron, hacia 1885, cosas como esta: "Resulta imposible la operación de envilecer a un pueblo a fin de hacerlo rico y feliz. La democracia será una ficción y la libertad una patraña, pero

sin ellas también lo es la prosperidad nacional."50

La leve hostilidad de una parte de la prensa de México es el único elemento que puede calificarse como oposición nacional, aunque no se debe de exagerar su alcance, ni subestimarlo. "El tiraje de esta prensa, es, en efecto, extremadamente reducido. A principios de los años de 1880, ningún diario sobrepasa los cinco mil ejemplares, y el número de suscriptores del más importante alcanza apenas el

millar."51

Sin embargo, en una parte positiva la prensa contribuyó en la introducción y difusión en los sectores empresariales de los adelantos tecnológicos, tanto en la maquinaria y

elementos capacitados para la producción, adelantos que también beneficiaron la producción periodística, que se empieza a convertir en un gran negocio empresarial, dándose el nacimiento de la moderna prensa informativa importada de los Estados unidos, pero sobre todo, fueron adelantos que maravillaron a la burguesía comercial e industrial de la clase dominante. "Durante la administración de Porfirio Díaz en el país, a pesar del advenimiento y desarrollo de una prensa industrial y especializada, cada vez mas conveniente, madura y abundante que en muchos de los aspectos pudiera pensarse como producto de la apertura de un ambiente político democrático, no fue sino el resultado de un sistema de control ideológico por parte de los grupos inscritos en el poder para imponer y hacer sentir su fuerza a través de las nuevas necesidades sociales que implicaban el desarrollo económico, político y social del

país."52

Frente a la prensa el método de Porfirio era, como en todo, "tirar de la rienda, no reventarla". A un gobernador le escribiría de puño y letra: "mi opinión, que amistosamente le emito, es que daría mejores resultados que algunos de los agraviados lo acusen, y aunque sean dos o tres meses de prisión la pena que se les imponga, como esos escritores, no se pueden callar durante su encierro, se les puede seguir acusando y anexando penas hasta endrogarlos en dos o tres años. La tarea es molesta y le llegara a cansar a usted; pero también es seguro que no será antes de que al procesado." "En

1888 la prensa política mexicana-130 publicaciones- resistían

los tirones de rienda, pero comenzaban a languidecer, no solo debido a los arrestos, las supresiones, las clausuras y los muy excepcionales asesinatos, sino por causas aun mas profundas: la débil opinión pública mexicana se adormecía en los ensueños del bienestar material. Libertad política y

democracia parecían, en efecto, una patraña."53

2.3 SUFRAGIO INEFECTIVO SI REELECCIÓN

edu.red

54

El aspecto en el cual se fundamentó la permanencia en el poder fue el manejo que dio el General Díaz y sus legisladores a la constitución de 1857, la cual fue modificada y adecuada al antojo del dictador y lo cual le garantizara su perpetuidad en la silla presidencial "Como recordamos la constitución de 1857 admitía la reelección y

como lo menciona un autor era una constitución como

instrumento delicado e infalible para forjar dictaduras"55, permitió la reelección de Juárez por varios periodos, sin embargo el manejo político que le dio Díaz a la constitución seria mas astuto, en abril de 1877 después del ascenso al poder por medio del plan de Tuxtepec, Porfirio Díaz elevó a rango constitucional el lema de su revolución: "No Reelección", para darle legitimidad y sustento a su plan permitió un proceso electoral en el cual dejaría el poder en manos de su incondicional amigo y compadre Manuel González en

1880, para pasando este periodo poder reelegirse en 1884, aprobar mediante el legislativo una reelección por un solo periodo, en 1890 se admite finalmente la reelección indefinida, y por fin, en 1892 se eleva a rango constitucional en el texto original la reelección para presidente y para los gobernadores de los estados.

Finalmente completan las reformas en el año de 1886 pues ante la preocupación por la avanzada edad del presidente era necesaria asegurar la continuidad del estado y del régimen, los dirigentes de la política mexicana encontraron la solución: la Cámara de Diputados aprobó el 24 de abril la última reforma del plan político porfirista es decir los artículos 79, 80, 82 y 83 de la constitución, a la vez que se le adicionaba el 72. Por medio de dichas reformas, el Presidente de la República ya no seria sustituido por el Presidente del Senado o de la comisión permanente como antes, sino por el secretario de relaciones y si no la hubiere o estuviese impedido, por el de gobernación. El 6 de

junio del mismo año, se expide una ley que reglamenta los

artículos 104 y 105 de la constitución y que se refería a las responsabilidades y fueros de los altos funcionarios públicos.

Corría el año de 1896, el estado porfirista se encontraba en su apogeo, así mismo era época de elecciones presidenciales y de gobernadores, desde meses antes de las elecciones se preparó el suntuoso teatro político electoral para la reelección de Díaz y de la mayoría de los gobernadores de los estados, diputados y senadores y algunos miembros de la Suprema Corte de Justicia. El contrincante seria el licenciado Nicolás Zúñiga y Miranda el eterno candidato a la presidencia durante el porfiriato. "El circulo nacional porfirista" comenzó con las manifestaciones y mítines a favor y en apoyo al caudillo para el periodo 1896-

1900. Así mismo los altos funcionarios de la banca, la industria y los ferrocarriles le ofrecieron un banquete al general Díaz, el cual no tenia otra finalidad que preparar la próxima reelección. El 7 de junio, los reeleccionistas organizaron y adornaron la ciudad de México para recorrer desde la Alameda Central hasta palacio nacional con bandas y grandes carteles donde los recibió el presidente quien agradeció las muestras de simpatía de sus partidarios.

En el mes de julio de 1896 se realizaron las elecciones y para el 7 de octubre, la Cámara de Diputados constituía el Colegio Electoral, declarando vencedor por "absoluta mayoría" de electores al Presidente de la República General Porfirio Díaz.

El 1 de diciembre de 1896, rindió protesta de ley ante el Congreso de la Unión, siendo brillantes y suntuosas las celebraciones de baile de orquesta en la Escuela de Minería en reunión de gala donde se concentró con todo lujo y pompa la alta sociedad mexicana para felicitar al presidente por su nuevo periodo presidencial. Así mismo el día 25 de diciembre se ofreció en su honor un concierto en el Teatro Nacional donde se presentaron los honores artísticos al dictador.

Al inaugurar su nuevo periodo presidencial, el gabinete de "científicos" de Díaz quedó de la siguiente manera relaciones, licenciado Ignacio Mariscal,; gobernación general Manuel Gonzáles Cosío; comunicaciones, general Francisco Z. Mena; fomento, ingeniero Manuel Fernández Leal; justicia e instrucción pública, licenciado Joaquín Baranda; hacienda y crédito público, licenciado José Ives Limantour; guerra y marina, general Felipe B. Berriozabal; gobernador del Distrito Federal, licenciado Rafael Rebollar.

Así mismo, el 26 de diciembre de 1896, el secretario de gobernación Manuel González Cosío reportaba al presidente de la República: "sin trastornos, sin oposición, ni alteración del orden público, en medio de la paz reinante en la República" se realizaron las elecciones y así mismo le entregó una medalla de "La Paz" costeada por los gobernadores.

Por lo que respecta a la religión, la iglesia católica también participó desde la época de la reforma, en la actividad y la lucha política mediante sus publicaciones, como un medio de defensa contra las leyes anticlericales, y aunque perdió la batalla. Sin embargo y como muestra durante el porfiriato en Michoacán, la iglesia recobró su importancia y poder, proliferaron sus voceros político- religiosos, quienes con un carácter mas conciliador con el gobierno y el estado, no dejaron de opinar y censurar los ataques contra la iglesia o la moral pública, por parte de las publicaciones mas liberales, así como políticas que afectaran sus intereses.

Este tipo de publicaciones religiosas tuvo una amplia aceptación y difusión entre él público femenino, que apoyaba la censura moral de la iglesia contra la perdida de los valores religiosos.

"Tenemos pruebas de que durante el periodo histórico conocido como porfiriato vieron a luz pública 2 579 periódicos: en los estados de la República se editaron

2 003 y las publicaciones impresas de la capital del país

ascendieron a 567. (…).Sin embargo, cuatro quintas partes del quehacer periodístico se produjo en la provincia, lo cual indica que la prensa fue un medio de difusión de espectro nacional."56 Este era pues el contexto económico, político y social en el cual se desarrolló la prensa de

México durante el porfiriato. La intención que tuvimos de

contextualizar al porfiriato es el tener un panorama general de la situación imperante en el país, puesto que todo esto claro, repercutió directamente en los estados de la República, al igual que don Porfirio sus gobernadores se reprodujeron a la mas pura semejanza del Dictador y así mismo las políticas aplicadas por los gobernantes estatales tuvieron su génesis en la política federal y ante la mirada inquisitiva del Gobernante Presidencial, por lo tanto es importante para regionalizar y particularizar el fenómeno de la prensa intelectual de Michoacán partir del concepto metodológico: de lo general a lo particular.

Así pues entremos en detalle al estado de Michoacán durante el gobierno de Aristeo Mercado que es el objeto de estudio que nos atañe y que analizaremos en profundidad el fenómeno del periodismo intelectual y el dictador Michoacano.

III

ARISTEO MERCADO Y EL PERIODISMO POLÍTICO- INTELECTUAL DE MICHOACÁN

En los primeros años del gobierno de Porfirio Díaz, la clase política del estado le fue adversa al caudillo, como lo mencionamos Michoacán siempre fue predominantemente liberal, juarista y en los últimos años y acontecimientos fiel al presidente Lerdo de Tejada, sin embargo, los mecanismos políticos de Díaz le permitieron que en pocos años Michoacán se convirtiera al porfirismo, en los años subsecuentes a la llegada al poder del General Díaz, éste hizo que el puesto de gobernador en el estado, pasara de manos en numerables ocasiones hasta lograr asentar un grupo en la dirección del estado de Michoacán.

Jesús Romero flores en su libro Michoacán Histórico y Legendario nos describe este proceso de consolidación del porfirismo en Michoacán el cual consideramos necesario retomar por ser el antecedente de nuestro periodo de investigación. "De diciembre de 1876 a febrero del año siguiente, Michoacán tuvo siete gobernadores: el licenciado Manuel G. Lama, sucesor del señor licenciado Rafael Carrillo, el general Epitacio Huerta nombrado por los generales tuxtepecanos; el general D. Florencio Antillón y el C. Luis Couto, iglesistas y legitimistas; Lama, nuevamente y los generales Felipe N. Chacón y Manuel González estos dos últimos designados por don Porfirio. Con el gobierno del señor general don Manuel González (compadre del señor General

Díaz) se inició en Michoacán de una manera franca, el régimen porfirista o tuxtepecano. Así fue electo el gobernador licenciado Bruno Patiño en 1877, quien renunció al gobierno un año después (…). La cámara de diputados, que en su mayoría le era hostil, nombró para sucederle al señor doctor Rafael Montaño Ramiro y después al señor Octaviano Fernández. También por elecciones simuladas fue designado el señor general don Manuel González en 1879, el cual por esas fechas era ministro de Guerra (…).Sustituido por Fernández. Al año siguiente fue electo el señor general González Presidente de la República por lo cual renunció al puesto de gobernador, verificándose entonces nuevas elecciones que favorecieron al licenciado Pudenciano Dorantes por el cuatrienio de 1881 a

1885. Ya en la administración del abogado Dorantes la sagaz y hábil política de don Porfirio había logrado borrar las diferencias de lerdistas y tuxtepecanos, individuos de uno y de otro bando hubiesen fundido en uno solo, el porfirista, y apenas si la política había inquietado a algunos pocos contra el señor Dorantes". 57

Ya para terminar el periodo gubernativo del señor Licenciado Dorantes, dos grupos políticos se disputaban la dirección del estado, ambos de filiación porfirista, uno opositor a Dorantes y otro afecto al mismo, ambos grupos pugnaron por imponer a su candidato, el opositor tenía como candidato al Coronel José Vicente Villada, quien no era michoacano pero gozaba de simpatías en el estado. Finalmente Díaz fiel a su política de no dar el triunfo a ningún otro

grupo, dispuso que las elecciones para gobernador del estado

se hicieran a favor del General Mariano Jiménez, "ex gobernador interino de Oaxaca en 1883 y quien había llegado a Michoacán como jefe de armas, que aunque desconocido y sin el requisito de ser michoacano, era, sin embargo, de la confianza del dictador."58

La gestión del general Jiménez dio fin al asentamiento total del régimen en Michoacán, Jiménez se mantuvo fiel a la política de Díaz y cumplió aceptablemente su mandato, históricamente se le reconoce como un buen gobernante, sobre todo por las numerables obras sociales y de infraestructura que llevó a acabo en el estado, el general Jiménez no logró completar su mandato pues falleció, quedando en su lugar interinamente en la dirección del estado Aristeo Mercado.

En los estados, como Michoacán, el régimen de don Porfirio contó con fieles colaboradores como es el caso de los gobernadores que antes mencionamos pero sobre todos destacó el Gobernador, Aristeo Mercado, quien interpretó con todo sentir el programa económico, político y social del dictador, quien le otorgó a este gobernador toda su confianza y libertad de acción, a cambio de su lealtad. Mercado ocupó el gobierno del estado en junio de 1891, en sustitución del recién muerto general Mariano Jiménez, y tras sucesivas

reelecciones duró en el cargo 20 años y 3 meses.

El nuevo gobernador constitucional de Michoacán se convertiría con el tiempo en uno de los hombres de confianza para el dictador y por ende garantizaría los intereses económicos de los inversionistas extranjeros y nacionales en el estado, y políticamente se convirtió en el hombre fuerte que dio la estabilidad y certidumbre política en Michoacán, en otras palabras Mercado sería uno de los caciques políticos regionales dependientes y sumisos del gran caudillo y dictador Mexicano.

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente