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Comunicación y desarrollo: diálogos de compromiso. Comentarios a una conferencia de Manuel Chaparro en la Universidad Austral de Chile

Enviado por Víctor Godoi Millán

    INTRODUCCIÓN

    Este trabajo es fruto de un diálogo entre experiencias distantes en lo físico y hermanas en lo social y político. El encuentro se desarrolló entre el Área Radiofónica del Instituto de Comunicación Social de la Universidad Austral de Chile y la Red de Emisoras Municipales y Comunitarias de Andalucía de Radio y Televisión, con la gestión de la ONG ECO, Educación y Comunicaciones de Santiago de Chile.[1] Presentamos en principio la exposición de Manuel Chaparro en cuatro acápites: Desarrollo sostenible, Derecho a la Comunicación, Democracia Participativa, y Consecuencias Prácticas. En ellas se trabaja la vinculación de los conceptos de comunicación y desarrollo desde la experiencia del equipo que lidera la red EMA–RTV de Andalucía.

    La Asociación de Emisoras Municipales y Comunitarias de Andalucía de Radio y Televisión, EMA RTV, fue creada en 1984 y hoy posee más de cien estaciones conectadas que comparten programación e intercambian contenidos, generando un conocimiento y vínculo entre las zonas de Almería, Cádiz, Córdoba, granada, Huelva, Jaén, Málaga, Sevilla y una emisora en Barcelona. Además trabajan vinculados con estaciones, organizaciones, movimientos de Bolivia, El Salvador, Guatemala y Argentina (web: emartv.com) Manuel Chaparro Escudero, es uno de los fundadores de EMAR TV en 1984. es periodista y profesor de la Facultad de CCC.II. de la Universidad de Málaga. Es autor de los libros Radio Pública Local y editor de Radiotelevisión Pública Local y Alternativa. También editó La Democratización de los Medios que recoge los resultados del II Congreso de Radios y Televisiones Locales Públicas y Alternativas celebrado en Sevilla en 1998.

    La segunda parte de este artículo, el apartado II, presenta una serie de antecedentes que explican cómo esta relación ha nacido desde Latinoamérica en el último medio siglo y se sigue manifestando como parte esencial de la reflexión en comunicación. No se trata de un compromiso con una región o una comunidad específica, sino con el sujeto de las relaciones sociales, con la expresión de los sujetos que definen sus necesidades comunicativas y las incorporan en su plan de vida como logro, conquista o lucha.

    De allí que sea esencialmente un encuentro, un diálogo entre conocidos que ocupó largas horas en pocos días, largas declaraciones de sueños y principios no abandonados. Por ello, es que en el apartado I, es Manuel quien toma la palabra ante una sala repleta de rostros en su mayoría de estudiantes de comunicación y de educación.

    I. Charla "Política informativa y construcción de la realidad". Por Manuel Chaparro[2]

    Comunicación: tam, tam, tan–tan. Tarratatan. Tom tom trorroton ton ton. Modalidad de intercambio solo al alcance de seres inteligentes, comprensivos y algo noctámbulos. (Manuel Chaparro)

    I.1 Desarrollo sostenible

    Nuestro mundo, mal llamado desarrollado, ha hecho una mera y simple apuesta por considerar al desarrollo como un proceso económico y no otra cosa. A partir de aquí debemos hacer una búsqueda intensa, muy consciente, para recuperar los valores humanos del desarrollo y considerar que primero está la persona, y que si el ser humano no es quien se desarrolla jamás podremos hablar de un desarrollo humano integral.

    Sin embargo, son las sociedades que supuestamente necesitan saltar a ese mal llamado "desarrollo", las que están potencialmente más favorecidas para tratar de corregir esas perversiones en torno al concepto y el modelo social.

    Ayer, lo veíamos en un ejemplo. No sé si habréis trabajado con el concepto de "huella ecológica", que viene a definir cuál es el impacto del ser humano en la naturaleza. Es un concepto surgido en algunas universidades de Estados Unidos, que dice mucho de lo que es el concepto de Desarrollo y cuán equivocados estamos si pensamos que el modelo occidental de desarrollo es exportable.

    Si buscáramos unos países paradigmas del desarrollo, como Suecia o Alemania, donde han conseguido un estado de bienestar de alto nivel y donde las necesidades están en general, atendidas y sus infraestructuras ampliamente desarrolladas; y trasladáramos éste al resto de los países del mundo no "desarrollados".

    ¿Qué ocurre si este modelo lo trasladamos a un país mal llamado "subdesarrollado", que necesita ese desarrollo para equilibrar desniveles? Por ejemplo, en un país como la India, el modelo sueco o alemán de bienestar significaría que la huella ecológica de un ciudadano indio se multiplicaría siendo el tamaño de su huella equivalente 19 mil millones de habitantes. Tenemos que considerar si el planeta está capacitado para aguantar tamaño esfuerzo ecológico en la explotación de los recursos naturales. Y hablamos de un país que actualmente tiene casi mil millones habitantes y deberíamos incluir también a toda África, China, Latinoamérica, los países del este europeo y gran parte de Asia, cuatro quintas partes del mundo. El modelo actual de desarrollo de los países occidentales o del norte, no es exportable.

    Europa es el primero que tiene que cambiar de mentalidad, porque la riqueza de los países occidentales, evidentemente se nutre de la pobreza de los otros. Es decir, Europa y los países ricos, lo son porque el resto de los países es pobre.

    El modelo de desarrollo que los Estados Unidos comenzaron a exportar, no puede ser válido para todo el mundo.

    Estamos jugando con una mentalidad hipócrita, diciendo al mundo subdesarrollado "haz como nosotros", cuando sabemos matemáticamente que no es posible, que jamás alcanzará un estado de bienestar por la vía que nosotros la hemos alcanzado. Es un desarrollo falso, meramente económico, que no toma en cuenta que somos parte de la naturaleza, que estamos insertos en ella y que si no aprendemos a convivir con ella vamos a colapsar el planeta. Tenemos que empezar a romper esos esquemas para descubrir cuáles son las claves del desarrollo.

    Durante la edad media europea éramos simples esclavos. La información la dominaba una cierta clase social que imponía su verdad al pueblo, que eran los esclavos. La Revolución Francesa es un salto fundamental, nos transforma de siervos en ciudadanos. Y resulta que la entrada del capitalismo, en vez de hacernos crecer como ciudadano nos transforma simplemente en consumidores, dando un paso atrás gigantesco. Luego, o empezamos a construir otra vez ciudadanos o no vamos a ser capaces de salir del estadio en que hemos quedado actualmente.

    Solamente reconocemos la sociedad occidental, la sociedad dominante, la sociedad colonial. No hemos sido capaces de entender que en el ecosistema global hay otras culturas que tienen que aportar al conocimiento y que son tremendamente válidas.

    Nuestros discursos tienen que empezar a ser multiculturales y multiétnicos. Mientras no nos reconozcamos en esas diferencias, no seremos capaces de definir ni siquiera nuestra propia cultura.

    Qué es cultura: ¿dominar las artes clásicas, conocer a los clásicos griegos? ¿Eso es cultura? Saber leer y escribir, ¿es cultura? Reconocer si una catedral es gótica o barroca, ¿es cultura? ¿O tener conocimiento de mecánica? Con ese gran conocimiento cultural, si me meten en medio del desierto de Kalahari donde viven los bosquimanos, yo aseguro que no sobrevivo ni una hora: me muero de sed, me muerde una serpiente, o hago lo que no tengo que hacer. Entonces para qué me sirve esa cultura, para nada.

    Cuál es el concepto real de culturas: el reconocimiento de la multiculturalidad y multietnicidad. ¿Reconozco todos los ecosistemas que hay en el mundo y los comparto y los respeto, o actúo como un perfecto imbécil al imponer mi realidad a los otros? Luego, estaremos hablando en un contexto global de respeto humano.

    A nosotros el concepto de desarrollo es algo que se nos impone. Quién define lo que es desarrollo, quién definió subdesarrollo: hay un discurso de Harry Truman al término de la II Guerra Mundial en que se dirige a la nación (EE.UU.), que es como dirigirse al mundo. En esa intervención se acuña por primera vez la palabra subdesarrollo con el sentido que hoy le damos. Cuando él dice que Estados Unidos le ha dado una gran lección al mundo, de lo que es un país desarrollado está imponiendo el modelo que todos los países deben seguir sin tener en cuenta las diferencias culturales, los diferentes contextos culturales y las necesidades reales de cada nación.

    ¿Por qué cada uno no puede construir su modelo de acuerdo a su esencia? Por qué, a partir de ese momento hay que tener los mismos tractores que tenían ellos para trabajar el campo, los mismos coches, etc. y reproducir un esquema en lo bueno y en lo malo, agricultura intensiva, abonos químicos, herbicidas, industrias contaminantes, etc. El discurso de Truman inventó a dos mil millones de seres humanos subdesarrollados que antes no existían, a los que hay que vender el modelo del norte, para que se homologuen. El fin no es otro sino hacerlos demandantes de nuestras patentes y productos manufacturados. Es un falso desarrollo, un desarrollo impuesto desde prácticas coloniales.

    Tenemos que empezar a redefinir ese sentido de la multiculturalidad para crecer. Tenemos que empezar a hablar de desarrollo sostenido, un concepto básico para evitar que nuestra huella ecológica sobrepase las posibilidades de supervivencia del planeta. Si el desarrollo que estamos provocando fuera sostenido, estaríamos pensando en todos los seres humanos que habitan la tierra. Si no pensamos en desarrollo sostenible estaríamos solamente jugando a que sólo una quinta parte de la humanidad viva rica a costa de la pobreza del resto.

    Mientras nuestras universidades se nieguen a pensar en estos conceptos, no estaremos haciendo nada. Tenemos que aprender prácticas y ponerlas en marcha lo antes posible. El desarrollo sostenible es urgente cada vez más.

    I.2 Derecho a la Comunicación

    Pienso que en la Comunicación reside en gran parte la clave para que comencemos a cambiar estas estrategias. Nosotros, como comunicadores, tenemos que empezar a fabricar nuevos mensajes. Desde otra óptica. Tenemos que trasladar esa conciencia a la ciudadanía y dejar las rutinas que no nos dan la clave del futuro. Hay que empezar a considerarnos no solamente asalariados de los medios de comunicación, fabricantes de contenidos, que venimos a la universidad para aprender cómo se hace una noticia en radio, prensa escrita o televisión. Tenemos que empezar a desarrollar proyectos desde otra conciencia social, que incida en este cambio de mentalidad necesario.

    Considero que en el desarrollo del concepto de ciudadanía está la apuesta de este mundo de la comunicación. ¿Cómo la ciudadanía debe apostar por una comunicación humana y cómo debemos darle participación a la sociedad civil para que manifieste sus inquietudes?

    El problema básico es que hoy el poder político puede muy fácilmente dictarle a los ciudadanos cómo deben comportarse, igual que lo hace el poder económico. Sin embargo, nosotros que somos los ciudadanos, los que administramos la fuerza de trabajo, los que de verdad queremos progresar, no tenemos los medios de comunicación a nuestra disposición para decirle a quienes nos gobiernan y tienen el poder económico cómo queremos que se hagan las cosas, simplemente porque no tenemos tribuna, ni el aparato adecuado. Son ellos quienes día a día nos van haciendo el dictado y nos trasmiten su realidad como si fuera la nuestra. Desgraciadamente los ciudadanos, como en ese rebaño desconcertado que creo Walter Lipman en su política de propaganda, socializa el discurso de los medios como parte de su realidad y de sus problemas.

    Hay un principio básico, que es la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo artículo diecinueve, está recogido en casi todas las Constituciones democráticas que conocemos. En su parte final dice que no solamente tenemos el derecho a la libertad de opinión y expresión, sino que también tenemos el derecho a difundirlas por cualquier medio. Los ciudadanos no solamente tenemos derecho a leer un libro o un periódico, ya somos una sociedad instruida, capaz de pensar y fundamentalmente capaz de emitir mensajes. A partir de ahí, también tenemos que tener tribunas y medios de comunicación que faciliten lanzar nuestra opinión, y confrontarla con otros, y hacerla llegar a quien le interesa. Este principio básico y universal no se está aplicando y constituye uno de los principales déficit de nuestra democracia.

    Muy pocos países aplican una lógica de rentabilidad humana para política de medios. Muy pocos países tienen una política pública de comunicación que sirva a los intereses del ciudadano. Lo que domina es la llamada lógica de la rentabilidad, en la el Segundo Sector, los medios comerciales, buscan obtener una rentabilidad económica a través de sus mensajes.

    Hay un Primer Sector formado por los medios públicos, situación que es más tradicional en Europa, y que buscan no tanto dar el discurso del poder, no solamente la propaganda política, sino que tratan de socializar el ejercicio y la práctica del poder. Es decir, se socializan las estrategias del poder para buscar una incidencia social en defensa de intereses muchas veces espurios.

    Por último, está el Tercer Sector, los medios privados de carácter asociativo y comunitario que quieren trabajar desde la óptica de la rentabilidad social.

    De manera que tendríamos un escenario con un primer sector que es el de los medios públicos, un segundo sector de los medios privados comerciales, y un tercer sector que es el que busca esa rentabilidad social necesaria.

    Esta tesis la argumenta Rafael Roncagliolo, que nos dice que en la lógica de estas tres rentabilidades se busca legitimar modelos. Pero, entre esos tres actores debe haber un equilibrio. No puede ser que los medios públicos estén por encima de los medios privados comerciales y que el tercer sector, el de los medios comunitarios, ocupe el último peldaño, la expresión mínima de esta sociedad.

    Un equilibrio perfecto entre esos tres actores supondría que sus discursos están al mismo nivel. Defender la legitimidad de la existencia de los tres actores en condiciones de igualdad. Tenemos que contar con los mismos aportes y apoyos tecnológicos para que las tribunas sean equilibradas. Eso significa que los medios del Tercer Sector tienen derecho a una igualdad en las condiciones de explotación de los recursos de los medios y en el acceso a las frecuencias, al espectro radioeléctrico. No vale que el poder político se las apropie para sus medios de comunicación públicos. No vale que todo el dominio del espectro quede solamente para la radio comercial y que a la sociedad civil no se le dé acceso; o se le dejen solamente residuos de un bien que es propiedad de todos los ciudadanos, el espectro radioeléctrico es un dominio público que nos pertenece a todos.

    Hay que tener un equilibrio e igualdad en el acceso a las frecuencias y lógicamente no solamente es un derecho. Ningún derecho puede ser ejercido si no tiene, como contrapartida, apoyo financiero; si no tenemos un sustento que nos permita hacerlo es imposible aplicarlo. Por ejemplo, tenemos derecho a la educación, pero si el estado no construye universidades o si no hay opciones para que vayamos a las universidades o colegios, ese derecho queda en nada.

    Tiene que haber recursos financieros y técnicos en los tres niveles. Y cuando hablamos de sociedad civil y de ciudadanía, debemos decir que es la que aporta sus impuestos para el funcionamiento de la maquinaria del Estado, por tanto es lícito pedir que los recursos se inviertan en los intereses ciudadanos. La ley tiene que tener un sustento económico para facilitar su aplicación y esa es la base fundamental del equilibrio social y de la justicia social.

    En la lógica de la razón, diríamos que partiendo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, estamos ante un principio de libertad de expresión que consideramos que es un derecho legítimo y a partir de ello construimos un marco legal que lo respalde, que es el que arbitra el funcionamiento de todo. Todo marco legítimo tiene que tener su marco legal.

    En la lógica del poder la diferencia es abismal. La lógica del poder dice: vamos a crear un marco legal para ver cómo definimos lo que es libertad de expresión y legitimarla. Se trabaja a la inversa. El principio dominante es otro, claramente. Pongo por caso un ejemplo de España, donde la normativa que decía que ninguna empresa podía tener más del 25% de las acciones de una cadena de televisión, que tenía que ser de dominio compartido para evitar que una sola persona o un solo grupo empresarial se convirtiera en dominante, no ya varios canales sino en un solo canal fue violentada para acomodarla a los intereses de los grupos ante hechos consumados de incumplimiento legal. El gobierno del PP consintió, no impidió la compra por Telefónica del 49% de Antena 3, una de las cadenas privadas de televisión más importante del país en Madrid. A los pocos días el gobierno respaldo la operación de Telefónica modificando la norma, construyó un nuevo marco legal para definir lo que era libertad de expresión, para definir un nuevo marco de legitimidad sobre la base de los intereses del grupo incumplidor, de manera que el capital máximo que una empresa puede tener en un canal de televisión nacional pasó del 25 al 49%. En la lógica del poder económico y en su permeabiliad con el poder económico existe esta violentación continua de los consensos democráticos y del marco de legitmidades.

    Vamos a la lógica de la razón. Decimos que el principio de libertad de expresión es un derecho legítimo y que necesita construir su marco legal, desde el consenso de los ciudadanos. En la lógica del poder, el marco legal fabrica el concepto de libertad de expresión y el que construye el marco de legitimidad. No me parece que eso sea lo más democrático y es, sin embargo, lo que está ocurriendo en la mayoría de las sociedades.

    Esto nos lleva a un principio que podemos calificar como principio de deslegitimación. El sistema se deslegitima a sí mismo cuando aplica este posicionamiento, porque lo que estamos descubriendo es que el poder económico fabrica el marco de legalidad, ni siquiera es el poder político, sino que es el poder empresarial quien dicta al poder político. ¿Cómo logran definir libertad de expresión? Pues muy fácil: porque la libertad de expresión no sirve de nada si no la homologamos a la libertad de empresa; y libertad de empresa, es sólo para quienes puedan trabajar en la lógica de la rentabilidad empresarial cuya maximalización de los beneficios repercute en un nivel micro social.

    ¿Dónde está entonces la auténtica libertad del ciudadano? La lógica del liberalismo económico, de este sistema que hemos ido creando, solamente permite que sobre la base del derecho de una empresa uno pueda apropiarse de lo que es el dominio público, de lo que es el discurso que a todos nos pertenece y lógicamente, el marco de legalidad que se construye no es igual al marco legítimo. Esos son los argumentos que tenemos que tener claro a la hora de denunciar el actual sistema que estamos viviendo, con modelos audiovisuales que se están exportando desde occidente y que a ninguno nos sirve.

    Todo el mundo parece tener claro que la libertad de empresa es un principio, pero que cuando la aplicamos a los medios de comunicación parece que si esto no se compagina con libertad de expresión no nos afecta. Es preocupante esta escala de valores.

    Asistimos a un posicionamiento del poder económico que está condicionando el acceso. Es como si nos dijeran que la playa que es también dominio público se privatiza, y a cambio se nos deja una parcelita de libre acceso para justificar nuestro acceso. En comunicación, lo que estamos privatizando es un espacio esencial para el intercambio, para la comunicación, que es la base del desarrollo.

    Los pueblos de África hasta el siglo XIX, no habían tenido conocimiento de la rueda, lo que los aislaba como tribu o etnia dentro del continente, porque era esencial para el transporte y el transporte qué significa: comunicación, integración.

    Significa que las sabidurías de unos y de otros se ponen en común y si aquí estamos dejando que no se nos permita acceder a la frecuencia, acceder a los sistemas de comunicación democráticos, pues se nos está limitando a la posibilidad de crecer en conocimiento.

    I.3 Democracia Participativa

    Esta situación desgraciadamente se está dando en la mayoría de los países del mundo y es un problema de redefinición de unas democracias que nacieron en el siglo XIX y que no han evolucionado desde entonces. Ahí se han quedado. Son democracias que buscan representar nuestros intereses y eso solamente, no es democracia. Ir cada cuatro años a introducir un papel en una urna y decir "tú vas a representar mis intereses en el parlamento"; o, "si dentro de cuatro años no me ha gustado cómo lo has hecho, cambio el voto", no es participar, no es democracia participativa, es democracia meramente representativa. Y el nuevo paradigma dice que a lo que tenemos que ir es claramente hacia una democracia participativa. El gesto del voto cada cuatro años tiene que ser todos los días, tiene que ser diario; si no, no estamos construyendo absolutamente nada. Estamos depositando todos nuestros intereses y toda nuestra legitimidad en manos de otros, admitimos una usurpación de nuestros derechos y que encima nos van a querer decir todos los días cómo tenemos que comportarnos y qué tenemos que hacer. Eso nadie lo aguanta.

    A partir de esa lógica, tenemos que apropiarnos del discurso, tenemos que apropiarnos de los medios de comunicación en un sistema de convivencia justa con los otros sectores. Tenemos que trabajar la apropiación tecnológica, tenemos que capacitarnos, tenemos que cualificarnos y tenemos que empezar a crear nuestras propias tribunas, para equilibrar este sistema de medios.

    ¿Por qué articularnos a través de los medios asociativos, comunicativos, populares, libres… o como los queramos llamar?

    Básicamente, porque ahí debe estar presente la generación colectiva del discurso, y es la defensa de la sociedad civil frente al resto de poderes.

    En esto, lógicamente estamos buscando el reconocimiento del quinto poder. ¿Quién es el quinto poder? Ya que parece que todo el mundo acepta, de común acuerdo, que las democracias se constituyen en tres poderes: el legislativo, ejecutivo y judicial; que vienen a mantener un sistema de equilibrio. De pronto aparece ese cuarto poder que es el poder mediático que para algunos no es el cuarto, sino el primero, porque es el que condiciona realmente a los otros tres.

    Dónde queda la sociedad civil, dónde queda el garante de todos esos derechos, dónde queda el quinto poder que somos nosotros. No estamos representados en los medios. Lo lógico es que estemos representados y que ocupemos nuestro espacio. ¿Cómo? En la disponibilidad del espacio radioeléctrico para la sociedad civil, no en función solamente del poder económico que se tenga o del ejercicio de representación del poder político.

    Por ejemplo en un país como Francia, que a mí me parece el que mejor ha sabido construir un espacio participativo sin ser ni mucho menos perfecto, existen distintas categorías de medios de comunicación. Por ejemplo la radio se clasifican en tres categorías, la A, la B y la C. La categoría A, son los medios de la sociedad civil.

    En esa lógica tendríamos que empezar a trabajar y respetando los derechos de los ciudadanos, que somos los que sustentamos la democracia, los beneficiarios del sistema de derecho. Luego que vengan los otros como un añadido, que en el paisaje que se pinta en la actualidad es todo lo opuesto, es un paisaje en el que el sector audiovisual, está representado por una oligarquía.

    El riesgo actual es el de ir transformando nuestras democracias en mediocracias, un sistema político controlado por y desde los medios. Un magnate o un grupo que tiene en sus manos todo un sistema de cadenas de radios, de cadenas de televisión del país y que ahora, como es representante del poder político, controla también los medios públicos. Es el caso de Berlusconi en Italia. Quién desaloja a ese individuo del poder, si está fabricando el mensaje día a día, si nos está construyendo la realidad virtual que él quiere. Dónde está el equilibrio democrático, si estamos ante una de esas democracias obsoletas que no sirven absolutamente para nada.

    La ausencia de reconocimiento legal del Tercer Sector conduce a este paisaje, con democracias cada vez más débiles, cada vez más dominadas por una colonización cultural, porque cada vez los capitales son más transnacionales y los intereses más personalizados en una élite que se beneficia del sistema.

    Hay cuatro o cinco grandes corporaciones mundiales de interés audiovisual que están presentes en todos los países del mundo, y esa es una colonización cultural que impide que nuestra propia industria cultural, la propia, se deje ver en el paisaje y finalmente nosotros nos hagamos visibles, en esta corporación global también tenemos que participar como quinto poder.

    La ciudadanía no está suficientemente representada y hemos llegado a un escenario que se puede definir como sociedad de consumo. Es una sociedad libre para el mercado, libre para el consumo, no para el ejercicio de otros derechos.

    Cuando uno piensa en los grandes escenarios de las manifestaciones civiles, podemos mencionar la de la guerra de Irak, que ha movilizado a muchas personas, durante un día, dos días, cuatro días…, y ante el discurso de los medios y la ausencia de tribunas libres en poco tiempo se produce una deserción general, un cansancio general ante la sordera del poder. La gente acaba por perder la memoria, no se acuerda, tienes el bombardeo en la televisión y aquellas manifestaciones se olvidaron. Y qué curioso es que, en el día a día, las grandes movilizaciones de masas se produzcan en torno al consumo. En cualquiera de estos países desarrollados te encuentras miles y miles de personas que están comprando y que se están manifestando en la sociedad a través del consumo, pura y simplemente. Hay más gente allí que en cualquier manifestación necesaria en defensa de los intereses ciudadanos.

    I.4 Consecuencias prácticas

    En la práctica, cómo empezamos a cambiar esto. Yo vengo de Andalucía, una región al sur de España que tiene frontera marítima con Marruecos, donde todos los días hay intentos de inmigrantes (que la prensa llama "ilegales", como si una persona pudiera ser ilegal), por entrar, buscando riqueza, bienestar en Europa. Esto, aunque Andalucía es una de las regiones históricamente mas desfavorecidas en Europa, que tiene grandes déficit estructurales como otras naciones, pese a estar en Europa.

    Nosotros hemos considerado que el elemento de la comunicación es esencial para integrar a todos los ciudadanos de una comunidad autónoma de ocho millones de habitantes, en un proceso de desarrollo de concienciación. Si nosotros no nos posicionamos como ciudadanos siempre vamos a seguir en ese estado de déficit estructural, aunque nos lleguen todos los fondos que queramos. Porque los fondos nos van a dar la autopista pero no vamos a saber cómo aprovecharla, ni vamos a saber para qué. No sé cuantos miles de millones de dólares o de euros llegan a los países subdesarrollados sin que solucionen absolutamente nada, sin que cambie estructuralmente nada. Pues porque son modelos impuestos, no son modelos nativos socialmente, no responden a necesidades reales.

    ¿Qué papel juegan ahí los medios de comunicación? Nosotros empezamos a considerar que podíamos instalar en toda la geografía andaluza una red de medios, más que comunitarios, ciudadanos, en el que éste estuviera presente y participara. Así podíamos empezar a concebir las claves básicas para reinterpretar el mundo, para tratar de cambiar los hábitos, las costumbres y los modelos sociales.

    A partir de la creación de un sistema de radios ciudadanas de Andalucía, empezamos a generar una red de medios que trataba y que trata de impactar con una agenda política y social directamente sobre la clase política y sobre el poder económico, para tratar de decirle qué tipo de sociedad queremos y cómo queremos construirla. La noticia no es solamente el atropello de un niño por un coche que pasaba por la calle, no solamente es si llueve o no llueve. Que los valores bursátiles suban o bajen, puede ser una noticia, pero me están vendiendo que si la bolsa sube a mí me va a ir mejor. A mí no. A mí seguramente la vida no me cambia y si baja me la hacen imposible.

    ¿Cuál es la noticia real? La noticia real en la bolsa sería que me contaran quiénes han especulado para hacerme la vida imposible. Esa es la perspectiva de la noticia real. Pero nos informan de tal forma en la que encima somos culpables nosotros porque somos malos consumidores, consumidores inflacionistas o poco activos en la economía porque ahorramos mucho. Si miramos desde esa óptica la noticia y pensamos, descubriremos que no hemos hecho nada para alterar el orden de la economía del mundo, simplemente levantarnos cada mañana. No me suban los impuestos para sanear la economía cuando yo no he sido quien ha manejado la plata, ni he podido decir cómo quería que manejaran la plata.

    Hay que tratar de apropiarse del medio y configurar una nueva agenda informativa para contar realmente lo que está ocurriendo en el mundo. Y si nosotros tenemos la capacidad de empezar a fabricar mensajes, a tener otra mentalidad, podemos empezar a modificar este estado de cosas. Si seguimos saliendo de las universidades con el objetivo básico de instalarnos en una radio, en un periódico, o televisión para ganar un mero salario, sólo estaremos garantizando el corto plazo de una etapa, no sembrando el futuro desde la construcción de un nuevo discurso.

    Yo he trabajado en radio, en televisión, en cadenas y en medios comunitarios, en medios dignos e indignos. Y finalmente después de todas esas experiencias he podido optar por lo que siempre había soñado o querido, que era trabajar en un colectivo que ha puesto en marcha toda una dinámica, con 104 emisoras de radio y 30 de televisión con las que estamos consiguiendo impactar en un territorio con el apoyo de muchos municipios que han aportado sus recursos.

    Lo peor que nos decían cuando empezamos es que éramos unos utópicos, pero la superación de la pobreza está en la utopía: ¿es que ahora resulta que ser utópico no está en la esencia del desarrollo?

    Resulta que aquellos que éramos tratados como utópicos, hoy somos reclamados por el gobierno para colaborar con ellos:

    "Oye, podéis hacer esto para que este mensaje llegue… podéis ayudarnos porque no conseguimos que nuestra campaña de respeto al medio ambiente impacte en la sociedad…".

    Pero cómo vas a hacer una campaña de respeto al medio ambiente si por otro lado estás subvencionando industrias contaminantes. Cómo le vas a pedir respeto al ciudadano cuando haces todo lo contrario.

    La práctica nos ha demostrado que esta utopía es posible y que estamos en el camino esencial que debe demarcar lo que es la lógica de una comunicación local, que nos instale en unos nuevos estadios de progreso humano y ciudadano. Y lógicamente estamos hablando de agendas locales, de medios de proximidad, de medios muy epidérmicos, que están en contacto diario con el ciudadano, que a la hora de tratar, de impactar de manera global, trabajan en red, juntan sus intereses informativos y producen impacto nacional.

    Defendemos lo que es este sistema de medios del Tercer Sector y lo hacemos desde la óptica de que la comunicación es la esencia del desarrollo. Esto seguro lo habéis estudiado o trabajado lo suficiente en vuestras facultades porque es un concepto que nace aquí, nace de Latinoamérica. Nace del ejemplo de la práctica de la comunicación en Latinoamérica y así hay que reivindicarlo y hacérselo ver a la clase dirigente y política. La comunicación es la esencia del desarrollo. La transversalidad en el discurso, en el intercambio, es la esencia del desarrollo.

    II. Raíces de un Diálogo de Compromiso

    A partir del contenido de la Charla de Manuel Chaparro se exponen aquí algunos de los momentos que explican una constelación determinada de conceptos de Comunicación y Desarrollo en Latinoamérica. Nuestro afán es destacar algunos datos trascendentes en esta formación conceptual, su relación con las prácticas de la comunicación y la clave de la reflexión propia de nuestro continente. Para ello se consultan algunos de los autores de mayor impacto en el escenario de la docencia que nos ha tocado desempeñar en los últimos años y de la que forman parte esencial compañeros alumnos y colegas de las ciudades del sur de Chile.

    Latinoamérica desde siempre ha sido un hervidero de ideas, de matices, de colores, de mitos creadores. Desde los dioses mayas hasta los guaraníes concibieron su creación en parte importante, a partir del lenguaje, o sea, a partir de la comunicación.[3] No basta entonces un simple resumen de algunos hitos en el pensamiento latinoamericano, especialmente cuando la valoración de los procesos comunicacionales nos han acompañado desde nuestra propia creación. Lo que podemos hacer al relevar algunos de estos hitos es sólo entender que la trayectoria de nuestros investigadores más importantes, de nuestros compañeros en esta ruta, es de las más creativas y profundas que se puedan conocer.

    Aquí no podríamos pretender alcanzar todas las cumbres, esto es como los Andes, se ven las cumbres, se siente el aire, se aprecia la grandeza, aunque no seamos los andinistas más experimentados. Servirán para ubicarse, para saber que habitamos Latinoamérica y que por aquí se han levantado varias de las formaciones que Manuel reclama en la charla, cuando nos recuerda que hablamos de ‘un concepto que nace aquí’. ¿Cómo nace? ¿Con quienes? ¿Cuál es la formación montañosa que contextualiza las cumbres? Aquí tratamos de acercarnos a tales cartografías.

    El vínculo se ha multiplicado en sus maneras, han sostenido distintos autores, tratando de hacer algún tipo de clasificación. Un detalle de tales conexiones que abre la puerta del siglo actual es la revisión que hace Luis Ramiro Beltrán, en la inauguración de la IV Mesa Redonda sobre Comunicación y Desarrollo organizada por el Instituto para América Latina (IPAL) en Lima, Perú, entre el 23 y el 26 de febrero de 1993.[4] La explicitación del concepto surgiría como comunicación alternativa para el desarrollo democrático. No por casualidad, tanto en lo masivo como en la comunicación interpersonal, el valor de la expresión permitiría no sólo un nivel material de beneficios, sino que fines tales como la justicia social, la libertad para todos y el gobierno de la mayoría.

    Las primeras experiencias, como la Radio para los campesinos en Colombia, la red de radios mineras de Bolivia, extensión agrícola y educación audiovisual, recordadas por Beltrán, además, refieren a la tradición de los medios comunitarios. Nos recuerda así, que "se empezó a utilizar la comunicación para el desarrollo mucho antes de que se hubieran propuesto teorías para ello e incluso cuando la denominación misma no existía aún".

    En lo comunitario podíamos comenzar a encontrar parte de las raíces de lo que llamamos comunicación y desarrollo, especialmente por la capacidad de esos proyectos de enlazarse con objetivos sociales mayores, por constituir equipos de trabajo que luego fueron derivando a la reflexión. Rafael Roncagliolo es un ejemplo de ello, ya citado por Manuel en su conferencia. Fenómenos como la idea o filosofía del servicio público, de la rentabilidad cultural, dice Roncagliolo, surgen en Latinoamérica con los medios comunitarios.[5] Uno de los textos dedicados a recopilar la historia de las prácticas comunitarias asociadas a la comunicación es el editado en el 2001 por la Fundación Rockefeller a partir del trabajo de Alfonso Gumucio: Haciendo Olas. Historias de Comunicación Participativa para el Cambio Social. Allí se ordenan temporalmente proyectos como el de Radio Sutatenza de Colombia en 1947 en Colombia hasta las redes de medios comunitarios, telecentros, y medios en línea. Sin embargo se extrañan las experiencias de las comunidades que sostuvieron esos esfuerzos.

    La introducción declara la preocupación que motiva el texto: "el conocimiento propio de las comunidades se percibe en el mejor de los casos como una reivindicación, pero casi nunca como uno de los principales componentes –todavía ausente en el proceso de desarrollo". (Gumucio:10) Cabe la duda. Cada vez que se intenta expresar una propuesta comunicacional distinta, que promueve la expresión comunitaria, que permite un ejercicio de técnicas para el desarrollo o la emancipación, y que además incorpora la educación para promoverla en un proceso de intervención social, se expresa a partir de los productos o de los instrumentos. Se construye como demanda por una estrategia que funcione mejor que lo que hay.

    Las radios comunitarias tienen medio siglo, desde 1948 con la mencionada Radio Sutatenza en Colombia, del padre Salcedo y el grupo de Acción Cultural Popular. Luego estaría el modelo de las radios mineras de Bolivia, en gran parte gestores de la revolución del 52 y por ende, la nacionalización del estaño en ese país. Los modelos reflejan la opción por la comunidad local en la primera, y la influencia en el discurso político nacional en la segunda. De esta experiencia surgen otros modelos que han cruzado el siglo y siguen vigentes como proyectos, las radios escolares, las radios rebeldes de las resistencias antidictatoriales, la radio educativa inspirada por Paulo Freire o los programas como Jurado 13 de Mario Kaplún. Más recientes, las propuestas ciudadanas, barriales, y sus asociaciones siguen extendidas por Latinoamérica.

    En tanto, el video sirvió como vehículo de análisis político, de denuncia, de vínculo entre comunidades, de expresión de creatividad popular y más tarde como instrumento educativo aplicado a realidades de comunidades con apoyo de profesionales.

    Es el tiempo en que se inician investigadores de la calidad de Guillermo Orozco, quien reconoce sus primeros pasos en los trabajos de campo en comunidades periféricas, mientras estudiaba su licenciatura en el ITESO de Guadalajara.

    "Ahí fue donde me di cuenta de que no podemos utilizar los medios sólo para mostrar o ilustrar el lenguaje oral escrito, sino que había que hacer un trabajo mucho más fino para usar el lenguaje de la imagen por sí mismo, como un lenguaje que no sólo transmite sino que expresa y forma. Me pareció que el problema era pedagógico". (Guillermo Orozco Gómez. Entrevista por Marta Rizo García, Coordinadora Técnica Cátedra UNESCO de Comunicación. Instituto de la Comunicación (InCom) Universidad Autónoma de Barcelona. 2001).

    La impronta educativa los llevaba a estudiar y perfeccionarse en el campo de los conceptos. Mientras tanto, la praxis comunitaria alcanzó niveles continentales y el tema de la comunicación pasó a ser relevante en las estrategias de UNESCO por ejemplo a partir del trabajo de Manuel Calvelo. La segunda mitad de la década de los sesenta Calvelo fue Director del Proyecto de Pedagogía Audiovisual realizado por la Ford Foundation para el Centro de Perfeccionamiento e Investigación Docente del Ministerio de Educación de Chile. Luego se proyectaría en Televisión Nacional de Chile y un Proyecto entre PNUD–ICIRA–FAO para el Ministerio de Agricultura de Chile. Entre 1974 y 1975 pasa a Perú como experto en Comunicación Audiovisual de un proyecto similar en el Perú.

    Sus logros en Chile y Perú son pioneros en el uso del video en educación no formal en Latinoamérica. Sin muchas armas conceptuales, él mismo reconoce que los inicios fueron de búsqueda intensa.

    "Cuando iniciamos nuestro trabajo de comunicación para el desarrollo no disponíamos más que del modelo citado: E–MR. Y, por lo tanto, lo aplicamos sin pensar mucho ni en su origen ni en las consecuencias de su utilización. Y comenzaron a surgir los problemas. En los procesos de formación de comunicadores, nos descubrimos enseñándoles lo que a nosotros nos preocupaba e interesaba, pero no lo que ellos necesitaban aprender para realizar bien su tarea". (Manuel Calvelo. Los modelos de Información y de Comunicación. El modelo de Interlocución: un nuevo paradigma de comunicación. Publicado en Internet: http://www.fao.org/waicent/faoinfo/sustdev/SPdirect/CDan0022.htm )

    El Chile de los sesenta y principios de los setenta, antes de la dictadura de Pinochet, concentró a una serie inédita de los mejores comunicólogos del momento que descubrieron en los hechos los límites de los esquemas abstractos.

    En una entrevista sostenida por Mario Kaplún, Michéle Mattelart y Armand Mattelart en Cuba en 1988[6], encontramos un testimonio de la potencia de las ideas latinoamericanas. Michéle declara comenzada la entrevista que fue en el Chile de 1972 en que percibió algo que cambiaría su forma de entender los actores en el proceso de comunicación y sus relaciones. Se trataba de un estudio sobre audiencias populares de los mensajes de la comunicación de masas[7]. Para tal investigación reconoce que debieron improvisar una metodología con precarios instrumentos. Lo relevante es que descubrieron la necesidad de reconocer al receptor como productor de sentido.

    "Siento que fue algo capital, la piedra angular que después me ayudó y preparó para captar mejor los cambios que se dieron al interior de la teoría de la comunicación masiva. En aquel momento tuve intuiciones que no pude formular y que debía esperar a todo lo largo de la década de los 70 para poder precisarlas". (Michéle Mattelart. Los Mattelart hoy: Entre la continuidad y la ruptura. Una visión desmitificadora de los ‘nuevos paradigmas’ ". Publicado en http://www.felafacs.org/dialogos/pdf21/kaplun.pdf )

    El mismo estudio, también es recordado por Armand Mattelart en el año 1989, como un "estudio pionero" en considerar a los públicos como productores de sentido[8]. Es la época en que Armand Mattelart comienza sus estudios de los procesos comunicacionales al interior de los cordones industriales, especialmente sobre su distancia de los medios masivos y su concentración en la producción de micromedios. El mismo Mattelart declara que tales trabajos, nunca estuvieron inspirados como algunas veces se cree en la Teoría de la dependencia, desde la crítica al imperialismo cultural, sino que estuvo concentrada en el análisis de la producción comunicacional local.

    No es casual que los Mattelart, en un momento clave de la historia reciente reconozcan el valor de su trabajo en Latinoamérica. Ya en 1963 se inauguran las publicaciones que promueven una investigación en comunicación que permita una relectura de la realidad de la región, con el texto de Antonio Pasquali, pionero en el pensamiento crítico latinoamericano sobre comunicación, al decir de Mario Kaplún[9].

    Aquella obra inicial es también recordada por Luis Ramiro Beltrán como "un penetrante libro que hacía críticas a la comunicación comercial masiva en Latinoamérica y recomendaba cambios para reformularla de modo que contribuyera al desarrollo nacional democrático".

    Desde allí hasta los inicios de los 70, se había producido gran parte de las ideas fundamentales que permitían redimensionar la comunicación para Latinoamérica. Para Beltrán este es el viaje hacia unos modelos de comunicación democráticos en los cuales la cuña definitiva, el salto cualitativo lo habría dado el más original de los pensadores latinoamericanos de la comunicación.

    Paulo Freire llegó a Chile luego del golpe militar de 1964 en Brasil, tras un corto paso por Bolivia. Fruto de esos años es su obra "La educación como práctica de la libertad" (1967) y "La Pedagogía del Oprimido" (1969). Ese año, fue nombrado como "Experto de la UNESCO". Su estrategia educativa de las palabras generadoras ya habían marcado hitos alfabetizadores en Brasil, mientras que su proceso de concientización del educando desde la pertinencia de su entorno, le había valido cárcel en el inicio de la dictadura militar.

    Su concepción dialógica del proceso educativo, su potenciación de la construcción de saberes desde la práctica del lenguaje, redimensionó la reflexión del pensamiento latinoamericano. El valor comunicacional de la tarea que asume Freire, está en su base filosófica, no es un artefacto, está en la esencia de su planteamiento.

    Freire propone una concepción de la educación como un insertarse en el proceso de rehacer el mundo, dialógicamente, según lo explica en Política y Educación:

    "Lo imposible habría sido ser un ser así y al mismo tiempo no hallarse buscando y siendo a veces impedido de hacerlo y otras estimulado a hacerlo. Lo imposible sería, también, estar siendo un ser así, en búsqueda, sin, en la propia y necesaria búsqueda, insertarse en el proceso de rehacer el mundo, de decir el mundo" (Freire 1996:22) Esto constituye lo que ya hemos llamado antes[10] el Paradigma Dialógico de la Educación que ha cobrado relieve en los últimos años a partir de las reformas educativas en el mundo y de una serie de ensayos comunicacionales como talleres y unidades curriculares en la educación básica y media.

    Coincidentemente para Beltrán, Paulo Freire, logró provocar la revisión del modelo clásico de comunicación. Esto en la medida en que demostró la aplicabilidad de una dimensión liberadora de la educación, pasando por estrategias que potencian la expresión. Entre otros autores, Beltrán nombra a Frank Gerace (EE.UU.), trabajando desde Bolivia y Perú, Juan Díaz Bordenave, Joao Bosco Pinto y Francisco Gutiérrez, como los primeros que se asumen el perfil freiriano para redimensionar sus estudios de comunicación.

    Gutiérrez, más tarde converge con Daniel Prieto Castillo en el concepto de mediación pedagógica que se explica bajo la idea de contextualización en una situación de comunicación, en emisión y recepción permanentes, con percepción y apropiación cultural y en la construcción de textos sociales.[11] Este es sólo un ejemplo de cómo se ha podido entrelazar y cimentar la relación educación–comunicación en Latinoamérica, sobre la base de esta corriente que atravesó las últimas décadas.

    El hito de la educomunicación de Mario Kaplún ha sido el más influyente de estos años entre quienes nos acercamos como estudiantes a la tradición del desarrollo y la comunicación. No es simple el paso por todos estos autores y muchos otros que faltan. La vida de Mario Kaplún resultó ser un ejemplo de dignidad y de entrega al trabajo en comunicación.

    Desde sus textos para radio, hasta sus explicaciones de la necesidad de hacer un uso liberador de las nuevas tecnologías de la información, permiten entender las continuidades entre praxis, conceptos, e investigación en comunicación para Latinoamérica.

    Tanto los conceptos de prealimentación y educomunicación relacionados por Kaplún, el modelo Interlocutor–Medio– Interlocutor de Calvelo, la Mediación Pedagógica de Prieto y Gutiérrez, así como las reflexiones de autores como Michélle y Armand Mattelart, se refunden en un concepto amplio liderado por el pensamiento freiriano, aquella propuesta que busca reconstruir en nuestro mundo la noción de emancipación, desde los usos cotidianos, desde la expresión, la intersubjetividad y la capacidad de transformar la historia:

    "Las tácticas son históricas, el testigo es histórico y yo sigo acreditando que la historia está ahí, no muere, es un contexto sin el cual no somos y no vamos a acabar por culpa de Margaret Thatcher, de Pinochet, de Reagan, de Bush, de Collor o de Gorbachev". (Paulo Freire En Chile, Conversaciones, Conferencias Y Entrevistas. Centro El Canelo De Nos, Chile Nov. 1991)

    Se propone un sujeto que toma la historia y la construye con otros. El necesario retorno del sujeto, es algo que Freire describió en Chile, en la primavera de 1965 mientras hacia la introducción de La Educación como Práctica de la Libertad:

    "Todo el empeño del autor (Freire) se basó en la búsqueda de ese hombre–sujeto que necesariamente implicaría una sociedad también sujeto" (FREIRE 2004:26).

    Se hace cargo así, de la vida cotidiana, de la actualidad, en tanto proceso dialéctico, proceso histórico y no como sumatoria de información. Henry Giroux, al prologar el libro de Freire "La Naturaleza Política de la educación, destaca el concepto de inserción histórica de este autor. Según Giroux, Freire utiliza la noción de historia en dos vertientes. Por un lado en el establecimiento de las instituciones y relaciones sociales que contextualizan nuestro vivir. Por otro lado, la historia como las formas culturales que dan sentido a como nos relacionamos. Es una concepción dialéctica en tanto entiende el presente como dado y algo que a su vez contiene la posibilidad de su transformación.

    La búsqueda de Paulo Freire, entonces, va dirigida hacia la posibilidad de constitución de este sujeto inserto históricamente en tanto se encuentra con otros.

    Recientemente el concepto freiriano de Comunicación se ha metido en voz de la teoría freiriana en los autores latinoamericanos que dan continuidad a las ideas de los sesenta pero con sueños del nuevo siglo que ha comenzado.

    Un ejemplo claro, es cuando Jesús Martín Barbero, en su texto La educación desde la Comunicación, recuerda el concepto de mediación sobre el que ha trabajado desde los años ochenta. Destaca su reflexión sobre el concepto de mediación "de cuyo origen en mi pensamiento no tenía una clara conciencia". Seguidamente explica que encontró en su tesis de doctorado las citas que le permitían afirmar con claridad que "la lectura de los textos de Freire… constituyó una de las bases de mi tesis". En general el trabajo de los investigadores en comunicación de Latinoamérica han usado estas categorías en tanto permiten realizar lecturas asociadas a las prácticas de los sujetos y su especial forma de construir y significar mensajes. Especialmente debiéramos poner los ojos en la corriente de medios comunitarios que buscan un lugar más amplio en lo público[12], apoyados en una inserción histórica y en sujetos reales que permiten seguir avanzando. Las cumbres observadas en este periplo demandan un esfuerzo especial:

    "Reunir lo mejor de la comunicación de apoyo al desarrollo, con la comunicación alternativa; no considerarlas islas grandemente separadas. Conjugar la conciencia social con la pasión por el planeamiento. Combinar las aptitudes técnicas y las percepciones políticas". (Luis Ramiro Beltrán. Comunicación para el desarrollo en Latinoamérica. Una evaluación sucinta al cabo de cuarenta años. Publicado en Iniciativa para la Comunicación. http://www.comminit.com/la/pensamientoestrategico/lasth/lasld–754.html

    Tal es la demanda inicial desde la que pueden partir estudiantes y jóvenes investigadores de comunicación que adhieran al compromiso del que compartimos estrategias en estos textos con Manuel Chaparro, quien nos ha provocado estos relatos. Nos lo dejó también Paulo Freire en su regreso a Chile en 1991. Allí en El Canelo de Nos, recordó su autorretrato que bien puede ser el de Latinoamérica:

    "No soy sólo mente. Yo soy pasión, soy sentimiento, soy miedos, soy reticencia. Yo soy preguntas, dudas, deseos, soy utopías… yo soy proyecto".

    Miércoles 3 de agosto de 2005.

    BIBLIOGRAFÍA

    • BELTRAN, Luis Ramiro. Comunicación para el desarrollo en Latinoamérica Una evaluación sucinta al cabo de cuarenta años. Disponible En Línea, En Iniciativa Para La Comunicación. http://www.comminit.com/la/pensamientoestrategico/lasth/lasld–754.html
    • CARCAMO, Luis; GODOI, Víctor 1998 "Voces que construirán un Mundo Mejor". Tesis para optar al grado de Licenciado en comunicación Social y título de Periodismo. Universidad Austral de Chile. Valdivia.
    • CHAPARRO, Manuel. 1999 La Democratización De Los Medios. (Ed.). EMA–RTV. Sevilla.
    • EL CANELO DE NOS, Centro. 1991 Paulo Freire en Chile, conversaciones, conferencias y entrevistas. Centro el Canelo de Nos, Santiago de Chile.
    • FREIRE, Paulo: 1990 La naturaleza política de la educación. Cultura, poder y liberación. Paidos. Barcelona FREIRE, Paulo: 1996 Política y Educación. Siglo XXI. México.
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    • KAPLÚN, Mario. Una Pedagogía De La Comunicación: Ediciones De La Torre, Madrid 1998.
    • MATTELART, Armand y Michélle "Nuevos Paradigmas", en la sección Democracia y Comunicación de la Revista Opciones, del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, de la Academia de Humanismo Cristiano. Enero–abril 1989. SIN 0716–4513. Chile.
    • MARTÍN–BARBERO, Jesús. (2003): La Educación desde la Comunicación. Colombia, Norma.
    • OROZCO GÓMEZ, Guillermo. La Investigación En Comunicación Desde La Perspectiva Cualitativa, Facultad De Periodismo Y Comunicación Social, Universidad De La Plata. Instituto Mexicano Para El Desarrollo Comunitario, A.C.
    • Guadalajara, Jalisco, México 1997.
    • OROZCO GÓMEZ, Guillermo. "Se debe investigar para intervenir en los procesos de interacción de los receptores con los medios para que éstos resulten educativamente provechosos". Entrevista por Marta Rizo García, Coordinadora Técnica Cátedra UNESCO de Comunicación. Instituto de la Comunicación (InCom) Universidad Autónoma de Barcelona. 2001.
    • PRIETO, Daniel. 1994 La Vida Cotidiana, fuente de producción radiofónica. UNDA–AL, Quito, Ecuador.

    Notas

    [1] El vínculo contempló la reunión, durante dos días de septiembre de 2004 en Valdivia, entre Manuel Chaparro (EMARTV), Óscar Aguilera (ECO Educación y Comunicaciones), y alumnos y profesores del Instituto de Comunicación Social de la Universidad Austral de Chile.

    [2] La Charla: "Política informativa y construcción de la realidad" se desarrolló el miércoles 15 de septiembre de 2004 en la Sala Humanidades de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile. Sólo se han realizado algunas modificaciones de edición para facilitar el seguimiento del lector, pero no se interrumpe la exposición para potenciar la claridad en este diálogo que abre el profesor Manuel Chaparro.

    [3] Eduardo Galeano, relata el mito de la creación del lenguaje, por parte del padre primero de los guaraníes. El creo cuatro cosas, a saber, el fuego, la tenue neblina, el amor y el lenguaje. Luego creo a los dioses y les encomendó la creación del mundo como lo conocemos. Cuando estos nos crearon a mujeres y hombres, sucedió que el amor se hizo comunión, el lenguaje cobró vida y el Padre primero por fin pudo redimir su soledad infinita. (100 Relatos breves. LOM 1997).

    [4] Disponible en línea, en Iniciativa para la Comunicación. http://www.comminit.com/la/pensamientoestrategico/lasth/lasld–754.html

    [5] La democratización de los Medios. Manuel Chaparro (ed.). EMA–RTV. 1999

    [6] Los Mattelart hoy: Entre la continuidad y la ruptura. Una visión desmitificadora de los ‘nuevos paradigmas’ ". (Michéle Mattelart. Los Mattelart hoy: Entre la continuidad y la ruptura. Una visión desmitificadora de los ‘nuevos paradigmas’ ". Publicado en http://www.felafacs.org/dialogos/pdf21/kaplun.pdf )

    [7] Mario Kaplún apunta que tal estudio fue publicado en Buenos Aires a inicios de 1974. Michéle Mattelart y Mable Piccini, "La televisión y los sectores populares". Comunicación y Cultura nº2, Buenos Aires, marzo 1974, págs 3 y ss.

    [8] El artículo Nuevos Paradigmas es firmado por Armand y Michéle Mattelart en la sección Democracia y Comunicación de la Revista Opciones, del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, de la Academia de Humanismo Cristiano. Enero–abril 1989. SIN 0716–4513. Chile.

    [9] Mario Kaplún comenta en la entrevista citada que la edición original de Comunicación y cultura de masas de Antonio Pasquali fue publicada en caracas por la Universidad Central de Venezuela a fines de 1963, bajo el título "La masificación de la cultura por medios audiovisuales en las regiones subdesarrolladas. Estudio sociológico y comunicacional".

    [10] "Se trata en definitiva de plasmar el sentido de una educación que en espíritu nunca ha abandonado la opción liberadora: socialización sin represión. La construcción y vivencia de los valores, lograda a través de la intersubjetividad supone un entendimiento no coactivo entre los sujetos y un sujeto capaz de entenderse consigo mismo sin tales coacciones". (CARCAMO, Luis; GODOI, Víctor. 1998. "Voces que construirán un mundo mejor". Tesis para optar al grado de licenciado en Comunicación y el título de Periodista. Universidad Austral de Chile.

    [11] La Vida Cotidiana, fuente de producción radiofónica. UNDA–AL 1994, Quito, Ecuador.

    [12] El día 13 de septiembre de 2004 se realizó una mesa de trabajo en el Palacio Presidencial de la Moneda acerca de las radios comunitarias y su inserción en un nivel de lo público que modifique la actual legislación chilena. En el estuvieron dirigentes de la Asociación de radios Comunitarias de Chile ANARCICH, además de Manuel Chaparro; Gustavo Gómez, Director Programa de Legislaciones y Derecho a la Comunicación de AMARC; representantes de AMARC América Latina y el Caribe, Ong ECO y Universidades chilenas además de representantes de diversos Ministerios. En tal encuentro se compartió la necesidad de cambiar la legislación chilena de manera de ampliar las libertades de expresión y de emisión de mensajes por parte de los sujetos organizados.

    Víctor Godoi Millán // Universidad Austral de Chile