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Modos de producción y relación entre los guaraníes

Enviado por edgaramado


    1. Formas de trabajo y de relación entre los Guaraníes y su proyección en el campesinado paraguayo
    2. Los trabajos del guaraní
    3. Modos de relación y de producción entre los Guaraní
    4. El trabajo Guaraní en los distintos períodos
    5. Reciprocidad
    6. El campesinado paraguayo
    7. Conclusión
    8. Bibliografía

    Introducción

    Para Marvin Harris, los modos de producción se caracterizan por la manera en que una tecnología determinada se aplica a un medio ambiente específico para producir la energía de la que dependa la vida social. Los rasgos de la economía de naturaleza organizativa, incluyendo cuestiones tales como el intercambio y consumo de productos y servicios, la propiedad o control diferencial del trabajo y el acceso a la tecnología y los recursos naturales y la división del trabajo, es denominado "relaciones de producción"

    El presente trabajo de investigación bibliográfica reúne datos muy importantes sobre el modo de producción y de relación de los Guaraní, e intenta encontrar una conexión con la modos de relación del paraguayo contemporáneo, quien tiene muchos elementos de la cultura guaraní en su cotidiano vivir que no siempre son tenidos en cuenta. Generalmente no nos preguntamos por qué hacemos las cosas de este modo y no de otro; por qué utilizamos este método para la agricultura y no otro, dónde aprendimos a cazar animales o pescar de esta forma y no de otra.

    Cualquier observador que sale a recorrer el país se encontrará con características del campesino paraguayo y su modo de hacer las cosas que le hará plantearse las cuestiones mencionadas más arriba y aún muchas más.

    EL trabajo presenta en un primer momento una descripción de la forma de producción de los guaraníes (primitiva, colonial-reducido, moderna) con palabras claves en guaraní que permiten captar más hondamente el significado de las cosas. Al final se plantea la pregunta ¿Quién es el campesino paraguayo. Pues necesitamos responder esta pregunta para poder encontrar una explicación y encontrar si hay o no conexión o continuidad del modo de producción y de relación de los Guaraní con los paraguayos campesinos.

    Formas de trabajo y de relación entre los Guaraníes antiguos, los "reducidos" y los modernos.

    Melià utiliza los términos prehistoria, historia y modernidad, en forma convencional para referirse a la historia de los Guaraníes. Con ellos se puede construir con relativa facilidad un modelo tridimensional que ensambla en el mismo conjunto, los períodos de la historia Guaraní.

    A continuación presentaremos en una apretada síntesis sobre el modo denominado "potirõ"

      1. "Ahí nos dio Dios el Todopoderoso su gracia divinal que entre los susodichos Carios o Guaranís hallamos trigo turco o maíz y madiotín, batatas, mandioca-pepirà, maní, bocajà y otros alimentos más, también pescado y carne, venados, puercos del monte, avestruces, ovejas indias, conejos, gallinas y gansos y otras salvajinas las que no puedo describir todas es esta vez. También hay en divina abundancia la miel de la cual se hace el vino; tienen también muchísimo algodón en la tierra"

        En un momento en que todavía no está en vista la apropiación del trabajo de las mujeres, se describen preferentemente las actividades productivas del hombre. Las descripciones de Schmidl y de Cabeza de Vaca nos dan sobre todo la extensión de las actividades del trabajo de los guaraníes: agricultura, caza, recolección de miel, así como pesca y alguna cría de animales.

        Es la división de de actividades económicas que ha permanecido entre los Guaraníes actuales.

        Lo que ciertamente no informan los documentos de la época, es la intensidad de trabajo, precisamente el factor que para el encomendero y el misionero más determinaría el concepto de ser mucho o poco trabajador. La colonia mide preferentemente el trabajo en tiempo e intensidad, como si la productividad derivara exclusivamente de este factor.

      2. Divina abundancia: Las noticias directas o indirectas sobre la forma guaraní del trabajo aparecen ya desde la primera documentación relativa a los Guaraníes. Reiterados son los testimonios históricos que hablan de la abundancia de alimentos en las aldeas guaraníes.
      3. Dados a la agricultura

      Según los estudios, es la documentación jesuítica la que concentra más su interés sobre la agricultura, que debía ser incrementada e incentivada. Además ofrece indicaciones sobre el modo guaraní de trabajar. Veamos un ejemplo:

      "es gente labradora, siempre siembran en montes y cada tres años, por lo menos mudan chácara: el modo de hacer sus sementeras es: primero arrancan y cortan los árboles pequeños y después cortan los grandes, y ya cerca de la sementera como están secos los árboles pequeños (aunque los grandes no lo están mucho) les pegan fuego y se abrasa todo lo que han cortado y como es tan grande el fuego quedan quemadas las raíces, la tierra hueca y fertilizada con la ceniza y al primer aguacero la siembran de maíz, mandioca, y otras muchas raíces y legumbres que ellos tienen muy buenos: base todos con grande abundancia"

      El conjunto de la información jesuítica de la época fundacional no da la impresión de que se las tengan que ver con un pueblo perezoso ni con incapaces. Todo lo contrario. Si la agricultura ha podido florecer en las reducciones es gracias a la capacidad agrícola de los Guaraní y una técnica muy adecuada al ambiente que las herramientas de hierro potenciaron y desarrollaron.

      El trabajo de los Guaraní, especialmente de los hombres, no se reducía a plantar, cazar y pescar, sino también a un artesanado cuyo fin no es sino la belleza en sí, la belleza del cuerpo: un trabajo en que las manos se ejercitan como un juego de creación de formas y colores.

    1. Grandes labradores

      Con algunos ejemplos extraídos del "Tesoro y Vocabulario" del P. Montoya tenemos las convencionales divisiones según actividades económicas.

      1. Caza y pesca: Hay dos tipos principales de caza que requieren modos y métodos diferentes: caza de animales y caza de aves.
    2. Los trabajos del Guaraní.

    La caza de animales viene designada por dos modos de obtener una producto genérico: heva’e (lo sabroso por antonomsia) y so’o: carne, pulpa, bestias, meollo.

    La caza de aves se practica de manera diferente; veamos las palabras empleadas para ello.

    Probablemente era la caza para los Guaraníes históricos como lo es todavía para los modernos como los "Pái Tavyterá", un modo de estar en el monte, la ocasión de correrías y de aventuras, más que una actividad productora que se midiera por la cantidad de lo cazado y su real dimensión como fuente alimenticia.

    La pesca se realiza de tres modos principales:

    1. Agricultura: Más que cazador o pesador, el Guaraní era agricultor.

    La lengua de la agricultura especifica de hecho, diversos trabajos relacionados con esta actividad en sus varios aspectos. El trabajo agrícola se distribuye a lo largo de una calendario astronómico y estacional, en el cual la aparición de las Pléyades o Siete Cabrillas, Eichú (las abejitas) y los fríos (ro’y) así como el largo sol del verano (Kuarahy poku) indican la sucesión de los años.

    Los Guaraníes mostraban gran precisión en la determinación de los varios tipos de suelos y características ecológicas del monte; como se puede apreciar en las palabras ka’a e yvy.

    El primero de estos trabajos es el rozado con sus diversas técnicas definidas por los modos de cortar.

    En la preparación de la chacra:

    Generalmente rozar es designado como akopi.

    En invierno cuando los árboles derribados empezaban a estar suficientemente secos, se les prendía fuego (ahapy) Práctica adaptada para limpiar los campos (añurapy) guitekóvo) ando quemando campos. Hasta aquí los trabajos de agricultura son ejecutados casi exclusivamente por los hombres.

    Al final de las heladas comenzaban los trabajos de plantío y siembra (ñemity) empezando por la siembra del maíz blanco.

    Esta actividad se distribuía entre hombres y mujeres según ciertas preferencias. El trabajo del P. Müller ofrece datos de gran valor al respecto.

    La plantación de mandioca y tabaco era de los hombres. La del maíz, las batatas, la xiquimia, el magaro y el tajao (coles de tierra) y las varias especies de calabazas: kurapepe, andai, timbyky, hy’a (usada como recipiente después de secar)

    La del poroto era indistintamente hecho por varones o mujeres. Según Melià y Temple, habrá sido más propio de las mujeres el conservar limpias las rozas, pues ellas las visitaban con mayor frecuencia. Se ocupaban también de la cosecha y transporte de los productos de la chacra a la aldea.

    1. Otros trabajos

    Ellos mismos también se ocupaban de hacer sus casas, sus propios instrumentos de trabajo, sus armas, sus adornos, los utensilios del hogar, mobiliario, cerámica y cestería. Productos deleznables, la mayoría de ellos no dejaron restos.

    Contra la tesis de que el Guaraní es haragán, holgazán o cosa por estilo, Melià y Temple afirman que la diversidad de trabajos indica tendencias de ocupación que de hecho irían realizando con ritmo sostenido. Difícilmente podría estar desocupado, en puro "tekorei".

    Otro aporte más nos da el diccionario del P. Montoya con frases que indican la laboriosidad o asiduidad en el trabajo.

    No debía ser tan raro en un Guaraní decir: "che popirua cheporavykyrehe". Por ultimo, para recargar más la tinta en contra de los prejuicios, Montoya en su libro "Conquista" escribe:

    "son en las cosas mecánicas muy hábiles, hay muy buenos carpinteros, herreros, sastres, tejedores y zapateros"

    1. Modos de relación de producción entre los Guaraníes
      1. Potirõ: trabajo en común.

    Para el Guaraní ciertas actividades son impensables si no es en forma de colaboración común. En los "Tratados da terra e gente do Brasil" se puede leer:

    "Esta nação não tem dinhero com que possão satisfazer aos serviços que lhes fazem, mas vien conmutatione rerum e principalmente a troco de vinho fazem quanto querem (…) Lhes rogão os queirão ajudar em suas roças, o que fazem de boa vontade…"

    Esta es una descripción que se aplica perfectamente a la etnografía guaraní. Según Montoya, la palabra que significa esta forma de trabajo cooperativo es "potirõ" (poner manos a la obra) deriva de "po" y su etimología sería "todas las manos"

    Otra noción que está en relación con esta forma de cooperación que para el Guaraní es mucho más cojunción de fuerzas físicas, es la designada como "pepy"

    El potirõ y el pepy se estructuran en una forma económica más amplia que determina el modo de ser guaraní, que es el jopói. Esto no es sino la reciprocidad que menciona M. Harris y otros antropólogos, como uno de los tipos de relación.

    Es interesante el estudio lingüístico para este caso. Siguiendo a Montoya tenemos que "jo" es el morfema que significa el recíproco mutuo. Algunos ejemplos sugerentes son:

    El proceso de trabajo y de producción está no sólo condicionado, sino esencialmente determinado a reproducir el don; en otras palabras, tiene en la reciprocidad, en el jopói, su razón práctica económica. Sin reciprocidad no se entiende el trabajo Guaraní, ni siquiera el individual.

    Potirõ, pepy, jopói son apenas momentos de un mismo movimiento en el que el "modo de ser guaraní" se hace ideal y formalmente, pero no abstracto, sino en lo concreto de su producción. El trabajo, en última instancia, es una forma de reproducir el don y es historia social, memoria y futuro.

    1. El trabajo Guaraní en los distintos períodos.
      1. Encomendado: el trabajo indígena sufrió rápidamente un proceso de enajenación a través de la "encomienda" del que los propios guaraníes se quejarán amargamente. El trabajo indígena convertido en "servicio personal" se desvirtúa profundamente; el Guaraní ya no trabaja más como Guaraní. Ejemplo de esta trasformación tenemos que ellos mismos exponen en la asamblea que realizaron en 1630 donde el trabajo no es otra cosa sino "kane’õ" o cansancio inútil, mientras el guaraní se queda sin chacra, sin familia, ni allegados, una desnaturalización que lo lleva a la muerte. Se vuelve "trabajo de indio"

        Según Ramón Fogel, "los jesuitas hasta 1768, buscaron cambiar la identidad de unos 200.000 indígenas guaraní, concentrándolos en aglomeraciones numerosas, sometidas a sistemas rígidos de trabajo colectivo, en escala hasta entonces desconocida por los guaraníes.

        Para los nativos, que valoraban altamente la vida libre, sin sujeciones a grupos externos y el pensamiento autónomo, resultaba inaceptable la situación opresiva de las reducciones que comportaba el empleo de medidas coercitivas que incluían los azotes y la burla pública. Lógicamente se dio la reacción articulada por los "Carai" que generó la larga guerra entre chamanes nativos y europeos.

        Esto se dio desde el comienzo mismo de las fundaciones, porque los Guaraní conocían el orden colonial y habían huido del sistema".

        Melià sostiene que así como el trabajo encomendado y su fase previa de trabajo a favor de "parientes" "tovaja" tiene como referencia principal la labor femenina, el trabajo en reducción parece girar más en torno al trabajo masculino. Las alusiones documentales dicen más bien relación a este trabajo de hombres, lo que mostraría que en el sistema colonial el trabajo del indio quedó caracterizado según los intereses propios de los subsistemas coloniales desarrollados: yanaconazgo, encomienda, reducción…

        La Dra. Sofía Suárez en su tesis "El fenómeno social del trabajo industrial en las Misiones jesuíticas" (Bs. As. 1920) persiste en la idea que a los Guaraní "la indolencia les era innata" (p. 241)

      2. Reducido: paradójicamente, la reducción, con sus nuevas expectativas, habría dado como resultado la pereza, y quien había sido maestro en hacer rozas en un ambiente tropical era ahora un desaventajado discípulo, que mal que mal cumplía sus obligaciones y lograba subsistir apenas.
      3. Los Guaraní modernos o contemporáneos: la etnografía actual del potirõ y del pepy tal como se da en sociedades guaraní contemporáneas y sociedades rurales paraguayas y brasileñas por ejemplo, vienen a confirmar y revivir la generalidad de las locuciones del diccionario:

      "La institución del trabajo colectivo y festivo no remunerado, mba’e pepy, es expresión de la solidaridad comunal y se basa en el principio de reciprocidad. Su equivalente criollo de origen guaraní es la minga (denominación quechua) en el Brasil conocido como "puxirão" o "mutirão".

      Me parece muy ilustrativo el texto de Melía y Grümberg que dice:

      Óga jára omondo jovía mba’e para un determinado trabajo: tape kopi pepy, jahape pepy, óy pepy, kopi pepy o simplemente mba’e pepy. Como es Tupã reko, el invitado está moralmente obligado a irse, generalmente sábado bien temprano y trabajar con intensidad y alegría hasta el medio día. Después comienza la parte festiva, porque el pepy járy omongaru, oponga’u génte-pe; kóa ipepy (cf. Melià-Grümberg 1979, p. 213)

      Si el potirõ es económicamente trabajo en común, socialmente es pepy, convite.

    2. RECIPROCIDAD

    Al hablar de reciprocidad tenemos que buscar su fundamento en la creencia misma de los Guaraní referente a la Palabra, el Don, Ñandú Ru Vusú y Ñamandú, etc., para poder tener un poco más de comprensión, de lo contrario corremos el riesgo de hablar de las pulgas de Marte. Pero por motivos estrictamente prácticos me atendré a las conclusiones extraídas de los antropólogos que dedicaron su vida al estudio de los mismos.

    La unidad y totalidad de la comunidad se manifiesta por y en las fiestas, esta no es fiesta de consumo, sino parte de la fiesta. En la reciprocidad generalizada se puede distinguir dos formas:

    1. Uno da un segundo quien da a un tercero y este al siguiente.
    2. Todos da a un intermediario común (centralizada).
      1. Reciprocidad ternaria unilateral: un primero le da a un segundo quien da a un tercero y éste al primero.
      2. Reciprocidad ternaria bilateral: el don va y viene por el mismo camino. Uno recibe de la derecha y da por la izquierda y luego recibe de la izquierda y da al primero por la derecha. Es ternaria pero también bilateral; lo que introduce nuevos valores. La responsabilidad del intermediario tiene que equiparar los dones entres sus compañeros, lo que genera el sentimiento de justicia.

      En esta estructura, el sentimiento de justicia da al sentimiento de amistad un alcance universal por el hecho que permite la equivalencia entre una amistad entre dos amigos y el sentimiento de justicia que prevalece cuado uno tiene que ser la autoridad de referencia par el bien de los otros.

    1. Reciprocidad ternaria:
    2. Reciprocidad vertical (centralizada): se desarrollan dos niveles jerárquicos y nuevas ramas del sentimiento humano. La totalidad de la comunidad se concentra en un centro permanente y fijo. La responsabilidad de quien está ocupando este papel es la autoridad del grupo; viene a ser el centro de redistribución que viene a ser una fase de la reciprocidad, la del don que llama a la reciprocidad del don. La reciprocidad se convierte en parte productiva del proceso de redistribución. Genera valores como la fe y la gracia religiosa.

    Cómo sintetizar y resumir los puntos tratados hasta aquí?

    Recurro al texto de Melià, quien afirma que desde los trabajos del Bronislav Malinowski y de Marcel Mauss, sabemos que todas las sociedades humanas conocen la reciprocidad y después de ellos, desde Claude Levi-Satruss, que las estructuras elementales de parentesco están regidas por el principio de reciprocidad.

    Los antropólogos intentaron colocar la reciprocidad como una forma arcaica de intercambio y el intercambio económico como la forma más desarrollada de una evolución universal.

    Hoy en día parece que hay otro modo de proceder: el de distinguir lo primitivo de lo primordial y mostrar que si numerosas estructuras de reciprocidad que en el pasado han tenido su expresión en las condiciones primitivas, pueden muy bien desprenderse de esas condiciones y jugar su rol que siempre y en cualquier lugar, continuaría siendo el de engendrar valores humanos.

    1. ¿Quién es el campesino paraguayo? Melià sostiene que la invención del campesinado paraguayo no comenzó en el último cuarto del S. XVIII. El campesinado paraguayo se habría formado desde mismo comienzo de la colonia, como fenómeno periférico de las minúsculas ciudades de españoles.

      Esta periferia crece en la pobreza y la precariedad de medios ¿sin mestizos? No necesariamente.

      Se trata de un tipo de poblador que social y políticamente se considera español, pero sin encomienda y pobre; lingüísticamente es guaraní. En este escenario jugaría su papel la ambigüedad cultural –o si se quiere la novedad cultural- de este campesino. Según los documentos de la época –no se menciona a qué documento se refiere- no se definía al campesino paraguayo por sus características biológicas de ser mestizo o pertenecer a una "casta", sino por un estilo de vida y un modo de ser "ñandereko"

      1. El modo de producción Koygua y la propiedad.

      Chase-Sardi dice que la horticultura guaraní como en los tiempos precolombinos, sigue siendo de roza. Los grandes árboles son volteados por los hombres, de tal manera que en su caída arrastren a los de menor tamaño. En el corte de las ramas, las mujeres ayudan a los hombres. Una vez seco, se le prende fuego a la maleza. Después de terminado el fuego, con la ayuda de un palo puntiagudo (…) se hacían los hoyos entre las cenizas, en los cuales se depositaban las semillas.

      Como vemos en la agricultura campesina paraguaya, lo único que se ha agregado es el arado, a cambio del "yvyra hakua". Esto por supuesto, hasta la década de los años 50 y 60, en que entró el monocultivo con uso de maquinarias y agroquímicos que evidentemente no están al alcance de los campesinos pobres, sino de los grandes terratenientes y trasnacionales.

      También hay que advertir que se produjeron grandes cambios durante el transcurso de los ’80, dejándose de lado, por la propaganda y la imposición oficial, los cultivos de substancia para dedicarse casi plenamente a los comerciales.

      La horticultura entre los Pãi Tavyterã, suministra el 80 % de la alimentación. Melià y Grümberg dan un esquema bastante util para comprender el calendario hortícola indígena,q ue se asemeja bastante al agrícola campesino.

      Grüumberg dice que podemos constatar que el caso de los campesinos paraguayos criollos (koygua) se trata de una economía de subsistencia en un…régimen en el cual las unidades de producción y consumo mayormente son idénticas y la circulación es mercantil; en cambio entre los Pái Tavyterã, en su forma tradicional, se trata también de una economía de subsistencia, pero en la cual las unidades de producción y consumo son idénticas y parcialmente colectivas y con una circulación mercantil muy reducida. La diferencia entre ambos modelos no existe en los medios de producción (tierra, herramientas) en al división del trabajo, en las formas de cooperación (minga, mba’e pepy, jopói) o en las relaciones de intercambio externo de los productos y servicios (changa), sino en los conceptos de propiedad y relaciones de poder distintas.

      Llama "koygua" o campesino al modo de producción del paraguayo en comparación con la producción tradicional tal como se presentaba entre los Pãi Tavyterã.

    2. EL campesinado paraguayo
    3. CONCLUSION

    Hasta aquí, está más que suficientemente refutada la idea de Julián Steward (1956,90) que afirmaba en la introducción al libro de los esposos Service, "Tobai: Paraguayan Town", que el pueblo paraguayo (…) es enteramente hispánico en cultura, a pesar del uso prevalerte del guaraní. La cultura de los agricultores campesinos no es guaraní; tampoco lo es la raza del pueblo. Un observador despierto no puede tragarse semejante disparate.

    La afirmación de R. Fogel parece oportuna para el caso: "de hecho, el desarrollo de estrategias adaptativas a nuevos contextos, orientadas a la defensa del modo de ser, comporta la incorporación de nuevos elementos"

    ¿Qué nos queda por hacer, entonces? Debemos desconfiar de una alternativa demasiado tajante entre organización comunitaria tradicional y economía capitalista del provecho egoísta, pues opone un sistema de reciprocidad de una época antigua con un sistema capitalista contemporánea. Más realista es oponer al capitalismo moderno, una economía de reciprocidad tal como se puede practicar hoy, no necesariamente como se practicaba ayer.

    En un artículo aparecido en Acción, Quintín Riquelme (1996) recuerda que la sociedad no se vive solamente de la economía de libre cambio y que si lo utiliza para llegar a ciertos objetivos, recurre a la economía de reciprocidad para realizar otros, tal vez más importantes y generalizados. En el Paraguay, la economía de reciprocidad es la dominante en el nivel de vida familiar y de la tradición, mientras que las relaciones de libre mercado rige más bien las relaciones exteriores.

    ¿No estaría llamada la reciprocidad a jugar un papel más importante en el nivel de las relaciones sociales internacionales y mundiales como base de un desarrollo económico y político humano estable y sostenible? –es la pregunta que se plantea.

    En la rueda del tereré nace la confianza, quizá la amistad y decía Lévi-Strauss, rápidamente la cosa salta a otro nivel, como si la reciprocidad en lo real fuera una mediación para la reciprocidad de palabra. Quien no es capaz de ofrecer el tereré, pierde la cara, es un descarado; los paraguayos no estamos del todo ajenos a la reciprocidad, porque esta matriz del ser nacional está vigente y en todas partes con la práctica del tereré y la conversación.

    BIBLIOGRAFIA

    Edgar Amado D. Toledo Ledezma, OP

    Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos

    ISEHF

    Antropologia Cultural

    Trabajo Individual – Tercer Curso

    Asunción – Paraguay

    Año 2005