Indosocialismo y socialismo del siglo XXI en la revolución bolivariana (página 2)
Enviado por Sa�l Rivas-Rivas
Constituyó un reto para los pueblos indígenas el que el Presidente Chávez señalara la base histórica de los socialismos indígenas del pasado y del presente como una de las fuentes irremplazables del nuevo socialismo del siglo XXI. No sólo como raíces, sino también en su presente. Esto fue fundamental para que nuestros pueblos y movimientos específicos de base discutiéramos la forma particular de socialismo inherente a cada pueblo indígena y cómo el mismo puede ser parte de la cultura propia y de la educación propia dentro de la visión de la educación intercultural bilingüe como parte de sistema educativo bolivariano y de la interculturalidad extendida a todo el sistema educativo.
De la misma manera el motor Moral y Luces, presidido por el Ministro del Poder Popular para la Educación Adán Chávez y a través de Relaciones Institucionales ha comenzado a presentar y discutir con todos los empleados y obreros del Ministerio esta ardua temática en la cual participaron los compatriotas Esteban Emilio Mosonyi y Saúl Rivas-Rivas, en la primera exposición del tema.- Al responder a las inquietudes de Moral y Luces, queremos presentar este material para la discusión, más en el momento en que se discute esta problemática en distintas actividades de los movimientos político-sociales y el partido socialista unido de la revolución en todo el país-
Hay quienes todavía no entienden el carácter endógeno de la interculturalidad. No se trata de comenzar la realización del proyecto bolivariano, la reivindicación de los derechos humanos, por las clases o nacionalidades privilegiadas o medianamente privilegiadas. La historia nos demuestra, que todo proyecto histórico auténtico, comienza por reivindicar a los más explotados, marginados y excluidos del sistema dominante. Jesús optó por los pobres y quienes lo seguían debían seguir su ejemplo. Jesús fue acusado de andar con prostitutas y ladrones. Simón Rodríguez fue acusado de querer dedicarse a la educación de indios, putas y ladrones. Miranda y Bolívar optan por afirmar el ser americano y no por afirmar en su momento histórico el ser español. Gandhi opta por los pueblos de la India frente al colonialismo inglés. Marx opta por la clase obrera y no comienza por reivindicar la humanidad de los capitalistas. La reivindicación de la humanidad de todos, -incluyendo a los opresores- en los proyectos de la liberación humana, comienza por la justicia y equidad con los oprimidos, con la construcción de una hegemonía popular contra-hegemónica de los pueblos, culturas y de las clases dominantes. El abanico de la diversidad cultural y humana, de las nacionalidades y de la interculturalidad comienza a abrirse para aquellos pueblos y culturas más antagonizados por el Estado Colonial, por los Estados Nacionales y por las clases más oprimidas por la expansión capitalista neoliberal y globalizadora. La extensión de la interculturalidad a todo el sistema educativo bolivariano, no significa arribar a una "igualdad" general y tramposa, que en el fondo comience por privilegiar a los ya privilegiados por el sistema.
¿Quién se atrevería a acusar hoy a Jesús, a Miranda y Bolívar, a Gandhi o Marx de desconocer por ello la unidad del género humano? Sin embargo, no faltan los que acusen al Presidente Chávez de estar dividiendo al país. Es la misma oligarquía que acusó a Bolívar de crear divisiones entre españoles y americanos en su tiempo. Son los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes e indiodescendientes los más oprimidos ayer y hoy. Son las mismas nacionalidades americanas y no las nacionalidades europeas o las más europeizadas las más negadas en el contexto nacional y continental de lo indoamericano-caribeño. De allí el carácter endógeno de la interculturalidad. De allí el carácter endógeno también del desarrollo sostenible. La inclusión comienza por los pueblos, culturas y clases más excluidos y oprimidos y no al revés. Este es nuestro planteamiento fundamental. No antagonizamos lo exógeno y lo endógeno. Pero en la primera fase de construcción del socialismo, la prioridad comienza por nuestros propios pueblos y culturas y por las clases más marginadas. Vale decir, la resistencia indígena continúa… Si bien no es mecánica la relación entre dominación étnica, sometimiento sociocultural y lingüístico y la opresión de clase, hay una relación indiscutible entre pobreza, exclusión y dominación étnica y de clase.
Debemos dejar claro que al concluir este papel de trabajo para la discusión, todavía no se habían determinado los lineamientos y estructuras del PSUV. Ni tampoco los cinco motores. Los planteamientos generales dan cuenta de su vigencia como puntos para la discusión y sobre todo, para situar los elementos fundamentales del indo-socialismo, tan ridiculizado de paso por el poder mediático del racismo, así como han tratado de hacer lo mismo contra los derechos de los afrodescendientes y de su presencia en la reforma constitucional. América no caminará sin el indio (José Martí)
Patria, socialismo o muerte….Venceremos.
Caracas, 20 de septiembre de 2007
Prof. José Gregorio Díaz Mirabal
Director General de
Educación Intercultural Bilingüe
Con Guaicaipuro, Paramaconi,
con los bravos y desnudos caribes, hemos de estar
y no con las cuerdas que los ataron, ni con los perros que los mordieron,
ni con las espadas que los crucificaron, ni con los caballos que los descuartizaron.
José Martí
Consejo Nacional Indio de Venezuela (CONIVE)
Parlamento Indígena de América
Comisión Permanente de Pueblos Indígenas AN
Proyecto Intercultural Guaicaipuro
Dirección de Educación Intercultural Bilingüe. MPPP la Educación
INDO-SOCIALISMO Y SOCIALISMO DEL SIGLO XXI EN LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
PRIMER PAPEL DE TRABAJO PARA EL PRESIDENTE CHÁVEZ , LA DISCUSIÓN CON LAS ORGANIZACIONES DE BASE DE CONIVE Y TODOS LOS MÚLTIPLES SUJETOS DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA (6 de enero 2007)
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Hacia el intento de una interpretación indígena desde la unidad en la diversidad
Y desde la diversidad en la unidad
"Los pueblos y culturas indígenas constituyen lo más originario, lo más antiguo, lo más constante y específico del país y del continente en todo su devenir histórico" (Placa de Guaicaipuro en el Panteón Nacional. 2001)
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Todas las academias estallaron de espanto, – entre asombro y risa- cuando en 1987 se enteraron que los pueblos minoritarios de este continente estábamos en proceso de construcción de una filosofía, ideología y política de la indianidad. En esas múltiples filosofías vivas, traducidas en modos de vida y modos cosmogónicos de producción colectiva está hoy la clave de una América India, del espíritu indio, de una América Socialista que aún no ha despertado. Pero que ya viene en camino, hacia el rencuentro con nosotros mismos, de nuestra identidad más reprimida y la reconciliación con el universo. Es la América india e indio-descendiente, base histórica y cultural para fundar el indo-socialismo en las perspectivas del socialismo del siglo XXI, que reivindica a indoamérica y afroamérica sin lo cual no se entendería hoy la llamada hispanoamérica, iberoamérica y latinoamérica en su nuevo proceso de emancipación. La ideología de la "raza cósmica" trata de ser una versión racista y perversa de la negación progresiva de la unidad en la diversidad y del reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indios en su plenitud y esplendor del actual presente histórico.
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Ver: Filosofía, Ideología y Política de la Indianidad de los pueblos minoritarios. Noelí Pocaterra, Saúl Rivas-Rivas, Jorge Pocaterra, Angel Lovera. Ponencia de Venezuela. II Seminario Internacional sobre Filosofía, Ideología y Política de la Indianidad. Consejo Indio de Sudamérica. Cosquín. Córdoba Argentina. 1987
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Una vía a la integración por la interculturalidad
-La venezolanidad ha vivido durante el período independentista, el neocolonialismo y la dependencia una dura situación de incertidumbre, presa en las garras de los proyectos históricos de dominación y en la matriz ideológica de la dominación occidental.
-La matriz ideológica de la sociedad envolvente que nos domina ha pretendido que discurramos hasta ahora en dos extremos:
-O la unidad por la fuerza en detrimento de todas nuestras diversidades;
-O las diversidades en la desintegración al margen de todo sentido de unidad real y concreta, que permita asumir los retos históricos y sociales frente a cada imperio de turno, primero Inglaterra y luego Estados Unidos.
-El individuo o la sociedad, la sociedad o el individuo. Olvidando la naturaleza social del hombre, que no hay persona humana sin sociedad y no hay sociedad sin persona humana. Y así, la cultura o la naturaleza, olvidando las relaciones de continuidad entre cultura y naturaleza. El problema no está en diferenciar la cultura de la naturaleza, sino en antagonizar ambas. Hay -dicen las filosofías indias- una relación complementaria entre el microcosmos y el macrocosmos, entre sociedad e individuo, entre cultura –naturaleza. Campo-ciudad, ciudad-campo. Ciudad-comunidad, comunidad y pulmones verdes.
-Ambas posturas extremas han sido incapaces de preservar la unidad y de asumir nuestra diversidad multiétnica y pluricultural de la identidad nacional e indoamericana caribeña.
-Ambas posturas, antidialécticas, son profundamente desintegradoras, excluyentes y contrarias a nuestra identidad de pueblos y culturas. Una desintegra porque rompe la red de la unidad tensando las cuerdas con la fuerza bruta de la represión y el etnogenocidio, el destierro de los pueblos nativos y el ecocidio. La otra, porque convierte la diversidad en una constelación de archipiélagos, sin ningún enlace intercultural y político, que facilita al imperio de turno, desmembrar nuestra unidad político-territorial para convertirnos en pequeños emiratos petroleros.
-Estas posturas extremas, nos llevan a rechazar otras posturas extremas en la misma dirección:
-Los enfoques introvertidos (es decir, ver lo étnico-cultural y lingüístico y la territorialidad interna) al margen del problema de unidad territorial y política concreta del país: se ve el problema del colonialismo interno de las minorías, pero no el problema nacional global con el imperialismo y se les escapa la visión de conjunto de la descolonización. Vale decir, carecen estos enfoques de una aguda óptica política de conjunto, dejando además de lado los factores psico-sociales, en cuyo inconsciente personal y colectivo se aloja y se articula la matriz ideológica del capitalismo y de la occidentalización unilateral. Con lo cual, bajo la máscara de una aparente despolitización del problema, se corre el riesgo de dejar –en ciertas coyunturas críticas- el manejo del problema étnico y étnico-nacional, en manos de cualquier derecha fascista, con fines económicos y políticos inconfesables.
Esta misma posición, por extrema, le hace el juego a posturas sociologizantes, reductoras, unidimensionales, que se desentienden en otros casos de la realidad étnica, cultural y lingüística y reducen la realidad a lo que el antropólogo y poeta Efraín Hurtado llamaba "las expresiones anodinas de masas obreras y campesinas", desconocedora de los pueblos indígenas, de las poblaciones afrodescendientes, criollas, mestizas múltiples, hispanoamericanas y de otras procedencias. Pero también al margen de la conciencia etnohistórica como base de la conciencia de clase de obreros y campesinos. Este atropello y represión política, académica, sociocultural y lingüística existe, incluso con mayor fuerza, en los llamados grandes centros precolombinos de Mesoamérica y los Andes. Esto, para no hablar de lo que pueden esperar las microsociedades caribes, arahuacas, chibchas y de lenguas independientes.
-Los enfoques pragmáticos, predominantemente geopolíticos y altamente politizantes, cívico-militarizantes (ver el problema geopolítico, territorial en general, bajo una óptica exclusivamente política) al margen del problema étnico, eco-político, cultural y lingüístico, donde se implica la identidad más íntima de cada pueblo y se desconoce el espacio vital del nativo; lo cual convertiría y reduciría a los propios pueblos a un problema de seguridad y soberanía de Estado, olvidando la corresponsabilidad constitucional compartida en el resguardo de las mismas. Esta última ha sido la posición represiva dominante y determinante en los enfoques de los Estados Nacionales, desnacionalizados, neocolonizados y practicantes del colonialismo interno. En esta falsa visión de la soberanía han sido adoctrinados nuestros Estados Nacionales, con sus raíces en la colonia, en las dictaduras, con relaciones de continuidad en las democracias formales, tecnoburocráticas, ahistóricas y desarrollistas.
Planteamiento del Consejo Nacional Indio de Venezuela
-Hay que asumir aquí una política pluricultural, intercultural y complementaria, que desmonte progresivamente la matriz ideológica de la occidentalización capitalista, la lógica interna del capital, con sentido de síntesis entre ambos enfoques para la sobrevivencia de la integridad territorial y la unidad nacional, en correspondencia con la diversidad étnica, lingüística y cultural, la identidad y particularmente la sobrevivencia digna y transgeneracional en los propios espacios territoriales de nuestros pueblos, con una democracia participativa y protagónica, de integración continental. En sintonía con un marco amplio de convivencia de las microsociedades y las macrosociedades, dentro de un proyecto histórico socialista y bolivariano frente al discurso único del neoliberalismo.
LA CUESTIÓN ÉTNICA EN LA HISTORIA DE VENEZUELA
-La historia de Venezuela, ha discurrido en el período independentista en estos tipos de respuestas clásicas al problema de la disgregación interna de nuestras naciones y del poder de sus fuerzas unificadoras para la construcción del Estado Nacional:
-El binomio federalismo–caudillismo. El caudillismo histórico, no debe ser confundido con la figura participativa y democrática del cacique y la comunidad indígena y tampoco con liderazgos populares auténticos y sostenidos como el del Comandante Hugo Chávez, de profunda vocación pacifista y democrática, respetuoso de los derechos humanos.
-Tener el caudillismo como un instrumento de integración precaria para crear factores más confiables, supuestamente de integración.
-Un gendarme necesario (tipo Juan Vicente Gómez, Pérez Jiménez) que eliminase los factores políticos de la disgregación, sobre la base de la coherencia y la estabilidad así conseguida para sentar las bases institucionales y materiales de la integración nacional y continental.
-Fracasados los intentos anteriores, las burguesías nacionales desnacionalizadas buscaban el intento de "integrar la nación" mediante una democracia política formal, no participativa, de un "partido – país" de carácter masivo o ante su desgaste, un bi-partidismo producto del pacto de Punto Fijo, como elementos de unificación de las llamadas "fuerzas vivas" o cogollos políticos de Fedecámaras, jerarquías eclesiástica, militar y cultural con los partidos del status, en alianza con el imperialismo y la dependencia neocolonial. Con ello, lo que venía era en el fondo la exclusión masiva de las mayorías y la renuncia expresa a todo proyecto de país y de integración continental, bajo pretexto de "excluir a los comunistas". Las llamadas "fuerzas vivas" se contraponían a las "fuerzas muertas" o desahuciadas de los excluidos. El indio o el afrodescendientes o los indiodescendientes, vistos sólo y exclusivamente como pasado. Y la figura más agresiva en la fase neoliberal fue el proceso de las llamadas privatizaciones o expropiaciones masivas de la población. La amenaza velada de la desintegración de nuestros pueblos y naciones, como pudo verse con el mal manejo de la regionalidad zuliana y hoy en Bolivia con la región de Santa Cruz. Sin embargo, las mentirosas burguesías –y algunas pseudo izquierdas trasnochadas- siempre acusaban a los pueblos indígenas como los enemigos a derrotar para mantener la soberanía y la unidad territorial de sus países. Estas iniciativas secesionistas, estaban lejos de ser indígenas o de carácter popular. Ante cualquier reclamo de tierras, como en el caso de Herman Zingg en Valle de Guanay, la derecha nos acusaba de comunistas y de querer separar el Amazonas de Venezuela o bien acusaban a nuestros territorios de "tierras ociosas", "tierras de nadie", "espacios vacíos" para justificar el colonialismo interno y proyectos privados y de Estado ambientalmente insostenibles.
-Los pueblos indígenas siempre entendieron estos llamados "procesos de integración" interna por parte de las oligarquías nacionales en nuestros países, como sinónimo de desintegración: nos hablaban de integrarnos para desintegrarnos como indígenas, como afrodescendientes, como comunidades y pueblos y para negarle la condición de indio-descendientes a la gran mayoría de la población llamada "criolla". Que conducían a la larga a un proceso de desindianización, desafricanización y des-hispanización progresiva para norteamericanizarnos con la fuerza física, el terror militar y la seducción ideológica y política del poder académico y mediático. Pero como dijo Martí, "América no caminará sin el indio".
Véase: Proyectos históricos de la dominación en Indoamérica y el Caribe.
-El positivismo de los intelectuales, como Vallenilla Lanz sirvió de apoyo a las dictaduras más temibles como la de Juan Vicente Gómez y afianzó la descalificación de nuestros pueblos en dos factores importantes: raza y geografía. El trópico supuestamente era caldo de cultivo para la flojera y la holgazanería, mientras que los climas fríos serían los propicios supuestamente para el "progreso y desarrollo" y la formación de las "razas superiores". De allí los mitos que viajaron entre las posibilidades de "mejorar la raza" con el mestizaje, o poblar de nuevo con "gente –a la que se atribuía mediante el racismo- mejor calidad". De allí, como dice Mosonyi, toda idea de progreso, vendría exclusivamente de Europa o de los Estados Unidos.
-En este sentido, nunca se ensayó con seriedad la implantación de un tipo de democracia, que rompiera con las mentiras del llamado "Estado liberal-democrático" y nos planteara como alternativa la construcción de una democracia bolivariana, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, de vocación intercultural en un proyecto serio de unidad nacional y de integración continental para enfrentar los enemigos comunes a lo interno y a lo externo de nuestros países.
-Este tipo de democracia, de opción necesaria por los excluidos, no es incompatible con la dirección de un líder carismático de la talla del Comandante Chávez y con un partido/movimiento popular unido, socialista, pueblo/pueblo, de liberación nacional y continental que unifique un conjunto significativo de las fuerzas sociales y políticas donde se apoye el proceso revolucionario para la construcción de una alternativa socialista frente al capitalismo. Que supere el populismo y el policlasismo, con una concepción distinta de la pluralidad política y social. De allí la necesidad de la continuidad del proyecto, como garantía para romper con el llamado "Estado liberal-democrático", que ni fue liberal, ni fue democrático. Nuestra tesis es que la interculturalidad puede proporcionar en construcción con los pueblos un marco teórico-metodológico que permita la defensa de la pluralidad cultural y lingüística, la complejidad y pluralidad del pensamiento humano, construyendo una hegemonía popular básicamente contra-hegemónica, frente a la hegemonía de la clase dominante y del imperialismo norteamericano. Pero también frente a la dictadura cultural anti-pluralista de la occidentalización compulsiva y unilateral. Que desconoce –de hecho y por derecho de conquista, justificado hasta hoy- la complejidad de los sistemas sociopolíticos y socioeconómicos, del pensamiento humano y la multilinealidad de la cultura, de la historia, de las sociedades, de las filosofías, las ciencias, las tecnologías, las artes y las religiones o visiones del mundo. Se quedan en un pluralismo político y social-jurídico del Estado dominante, que aniquila el pluralismo real de la existencia humana.
Ejemplo: socialdemocracia, democracia cristiana, inscritos en la dictadura cultural de cierto Occidente racista y colonialista (*)
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(*)-Llama la atención que historiadores como Germán Carrera Damas sostenían hasta hace poco, como consta en muchas de sus conferencias sobre historia de Venezuela, que uno de los grandes errores de las izquierdas consistía en haberse quedado entrampados en las redes del Estado liberal-democrático. Insistiendo que no podrá haber cambios profundos bajo esa concepción. Pero ahora, en su antichavismo y antibolivarianismo, cambió completamente la brújula y se dedicó a dar conferencias sobre Rómulo Betancourt en el seno de las academias. Precísamente para salir en defensa del Estado liberal-democrático, tecnoburocrático, formalista y ahistórico.
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Preámbulo al socialismo del siglo XXI para una Constitución escrita desde la oralidad de los siglos remotos
Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada (la identidad indígena) fulguran todavía algunas claves de otra América posible. Pero América, ciega de racismo, no las ve.
Eduardo Galeano (12 de octubre, nada que celebrar).
*
La frescura y transparencia de esta revolución bolivariana sólo seguirá vibrando en el concierto de una disposición constante a mantener vivas, siempre vivas, las llamas ardientes de todas las fuentes de humus, cosmos y estrellas en que se ha batido su propio barro, su cal de huesos de viejos y nuevos libertadores y las cenizas en el viento de todos los tiempos juntos para recibir un nuevo aliento de vida. En sintonía con el barro bíblico de un Adán y una Eva africanos, comunes a toda la humanidad y el primer Hombre y Mujer renacidos del fruto de la palma del moriche donde ha tomado savia y fuerza este Proyecto después de La Edad de las Aguas y el Regreso de AMALIVACÁ, el Dios de los tamanacos del Orinoco:
¿Encontrará al fin el Pueblo Continente sus múltiples orígenes, por ahora fuera de sí, enajenados, naufragando en la camisa de fuerza de una "unidad mestiza desmestizante", que desconoce las distintas notas de un concierto de pueblos y culturas de lo plenamente vivido?
Y ¿quién se atrevería a sostener que un concierto de pueblos y culturas carece de unidad, consistencia y armonía para la nueva independencia?
Una unidad sin diversidades, sería una caja de resonancia vacía.
PLEGARIA AL LANCERO DE LOS CERROS
Guaica, lanza, ipur, montaña
Símbolo viviente de la Resistencia Indígena
Diestro lancero de la serranía
con tu alianza indomable
de pueblos y Caciques del Centro
Guaicaipuro o Guacaipuro, te llamaron,
los piaches y sabios de tu pueblo
al entregarte la macana de Apoto…
Escúchanos,
Escúchanos ahora,
¡En que clama el planeta por fuentes alternas de energía!,
ahora que las cenizas de Suruapo
desde el Santuario de la Patria Grande
se levantan de nuevo en el cielo azul de los orígenes
en constelaciones de estrellas y luceros
de pueblos y culturas diversos
y otro grito libertario
agita tus banderas
con danzas y tambores
y cantos de retribución a la Madre Naturaleza,
al pie de barbudos bosques milenarios;
dale fuerza en tus venas de bejucos silvestres
a la alianza cívico-militar
y al partido socialista unido de la revolución
y establece en nosotros la prioridad de lo vivido
sobre todo lo concebido:
¡Basta de Colón…Vamos a desCOLONizarnos!
¡Descolonizarnos para ver de nuevo lo que hay en este otro lado del océano!
.
LA GRAN CANOA PARA REFUNDAR A LA HUMANIDAD.
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Aquella Gran Canoa diluviana de nuestro ancestro caribe que ha recibido una Misión de Misiones,
La de refundar la Humanidad,
luz introspectiva y cósmica de los pueblos itinerantes,
alimentando la savia de sus propios territorios en la esperanza de la Tierra de Promisión,
ancestro uno y múltiple, guaraní, arahuaco, chibcha y de lenguas independientes,
oculto en el corazón de nuestros pueblos, en la historia y la cultura propia,
en las deidades y en nuestras identidades
más reprimidas y azotadas del penoso mundo continental de los invisibles.. ¿Dónde quedaría?
Nombre Prohibido, destierro y clandestinidad de cinco siglos:
Y en la sombra, dice el poeta Rubenángel Hurtado,
colocas la sombra de tus ídolos,
con un dolor que sólo puede llorarlo un río.
(Fueros de Guaicaipuro).
Todo ha sido hasta ahora, exterminio, saqueo de territorios,
reservaciones, apartheid disfrazado en falsas integraciones y falsos mestizajes que mimetizan en el espejo de nuestros dominadores, la cultura propia. ¿cesará el imperio y sus Nuevas Tribus en sus nuevas búsquedas de El Dorado?
De lo contrario, si no encontrara este reclamo histórico un puerto seguro, aquella frescura, como flor sin alma y sin riego, se marchitaría y moriría en la desesperanza de los que nunca han encontrado eco en el zócalo de su memoria colectiva, reprimida por cinco siglos.
Y aquel amor,
Rojo rojito, de calle abierta
y Barrio Adentro
que más que amor
se transformó en frenesí ¿Dónde albergaría los raudales de sus furiosas tempestades?
¿Será en las interminables serpentinas de las escaleras de los cerros más empinados sobre las impetuosas caderas de la Madre Tierra herida?
Su mayor asidero cultural residió siempre en los pueblos de tradición oral y no porque fuera el proyecto bolivariano exclusivamente un movimiento indígena, afrodescendiente, campesino, agrario o sub-urbano de Barrio Adentro, sino porque buscaba encarnar en lo urbano, en lo rural y en el mundo lúdico del trabajo la Venezuela Profunda y sus danzas de retribución, condenada a la exclusión secular en todos los proyectos de país y continente. Y más condenada aún, en la indolencia y en la real ausencia de proyectos de Patria Grande y de integración indoamericana y caribeña, ante la invasión inclemente de los Cristóbal Colón, de los Cortés y Pizarro, Francisco Fajardo, Juan Rodríguez Suárez y Diego de Losada; la traición de los Páez y los Santander, los Sarmiento y Alberdi de ayer y de hoy, las encopetadas y podridas oligarquías con su servilismo imperialista.
El bastión de trabajadores petroleros y del pueblo/pueblo que defendió a PDVSA junto con la unidad cívico-militar, lo hizo al margen de los viejos cánones del sindicalismo corrupto y decadente, del gremialismo voraz y oportunista y del partidismo tradicional dominante.
Haciendo el viaje al revés, tocó la médula espinal y
sobre todo el corazón de los más excluidos, oprimidos y marginados del sistema. Esto estremeció en sus raíces al mundo entero, incluyendo a los propios revolucionarios, desbordando las aguas del Río Padre, de lo nacional y continental para encontrarse en aquel diluvio de desesperanzas en el cielo abierto del Mar-Océano,
con el reclamo de todos los excluidos del planeta, implicando a la propia humanidad, también oprimida, del pueblo norteamericano.
Descendían así, en el humo de los siglos de las alturas de Machu Pichu, Teotihuacan, del Cañón del Colorado o del pico Naiquatá, aquellos viejos mitos indígenas que hablan del Encuentro del Cóndor, el Águila y el Quetzal para darle piso en las entrañas telúricas de las inmensidades del tiempo
al despertar de Abya- Yala,
En la reconciliación de América consigo misma, con la humanidad y con la Madre Tierra.
Y escribió así el Padre de La Patria
ahora con nuevos ojos, insondables, penetrantes
de cosmos interculturales
bajo el techo cóncavo del arcoiris andino
y su floresta celeste del tricolor mirandino,
Un nuevo
"Delirio sobre
El Chimborazo"
desde la nieve diamantina de milenarias
Leyendas de la literatura oral
donde abrevan ahora atrevidas Utopías
para desafiar el pensamiento humano más encumbrado
y servir de lecho
al encuentro de Mariátegui con el Mito y la Ciencia,
de la poesía y la política en el Canto a Mi Mismo de Walt Whitman
para no caminar nunca más una sola legua sin amor,
en la vieja demanda de Simón por un Nuevo Equilibrio del Universo
y un Mundo Multi-Polar
allí donde el norte es mediodía,
y la Cruz del Sur señala milenarios caminos al Socialismo del Siglo XXI
y surca el porvenir de los pueblos, hasta ayer invisibles.
De lo multipolar emergerá un día
La despolarización de la geoestrategia
Al encuentro de una ecopolítica de la vida.
¡Patria, socialismo o muerte!
Vencerá, la vida sobre la muerte
Y regresarán, Guaicaipuro y Túpac Katari
Hechos multitudes
Hechos viejos y nuevos caminos
Para abrirle cauces a la revolución bonita.
Cuando el hombre sea libre, dice Whitman, la política será una canción y el eje del universo no descansará sobre una ley sino sobre un canto.
En el largo camino bolivariano hacia otro Paso de Los Andes, de la nueva Campaña Admirable
con Bolívar, Miranda, Sucre y Urdaneta, Alejandro Petión, San Martín, el Padre Hidalgo, Morazán, O'Higgins, Sandino y Abreu de Lima, regresan hoy Quetzalcoátl, Guaicaipuro y Túpac Katari, en el alma de las multitudes para cumplir la promesa:
¡Volveré, volveré! Carajo: ¡Te juro que volveré!
¡Volveré y seré millones!
El Comandante Chávez ha tenido la voluntad y el arrojo de empuñar de nuevo flechas y lanzas, caballo en pelo, escudo de armas, bandera cósmica y esa implacable espada libertaria.
No acompañarlo en esa tarea común sería una inconsecuencia con la oportunidad histórica..
y con nosotros mismos
sería una traición. (SRR. 2007)
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¿Con qué vara mediremos ahora el nivel de la conciencia social y política?
Primero el suelo nativo que nada.
Simón Bolívar
Es una constante en el pensamiento revolucionario clásico, hablar de la desigualdad en el desarrollo de la conciencia social y sobre todo, de la conciencia socialista en el seno de los pueblos. Sin duda que esa desigualdad persiste. Pero es necesario revisar hoy a fondo la vara con que se mide y se señala esa desigualdad, porque antes se presuponía –y todavía hay quienes presuponen- que los sectores políticamente y socialmente más "atrasados" estaban en los sectores más excluidos del sistema y los sectores más "avanzados" los encontraríamos supuestamente en el mundo luminoso de la ilustración, de las academias o en aquellos que habían tenido, por distintas vías, incluso por la vía de los partidos políticos, los gremios, sindicatos y universidades establecidas –como canales verticales de ascenso social- más acceso a la cultura dominante, al sistema de dominación colonial y al proceso de occidentalización unilateral. Pero en la revolución bolivariana, la realidad de esta conciencia social tuvo un resultado radicalmente distinto, lo cual implica un rumbo radicalmente diferente para el socialismo indoamericanista del siglo XXI y el proceso de construcción con los pueblos y comunidades del partido de la revolución y del proceso de integración continental.
2.-TEMÁTICA:
-Socialismo del siglo XXI, ancestralidad y presente indígena
-Partido unido de la Revolución y su relación con los pueblos y movimientos indios y otros movimientos sociales
-Reforma Constitucional y poder constituyente de base
-Nuevo Plan de la Nación y operatividad de los derechos originarios, históricos y específicos de los pueblos indígenas, derechos transgeneracionales al ambiente y equilibrio de género.
-Propuesta de algunas actividades trascendentes para el nuevo año.2007.
3.- Exposición de Motivos:
-El Presidente Chávez ha lanzado un reto que nos compromete de antemano: los modelos de socialismos ancestrales y actuales de los pueblos indígenas como una de las fuentes irremplazables del nuevo socialismo del siglo XXI.
-Se trata de que el nuevo socialismo esté fundado en la historia y en la cultura propia de todos los pueblos americanos.
-De allí, que no hay modelo a imitar. Inventamos o erramos. Antes errábamos sin derecho a inventar.
-El partido unido de la revolución, la participación de los pueblos indígenas y el lugar preciso de los pueblos indígenas y de sus movimientos específicos dentro del proceso revolucionario, nos implica de hecho.
-CONIVE es (hasta ahora, en esta coyuntura), la organización nacional propia y específica de los pueblos y movimientos indígenas de base. Pero ha cumplido el papel político de ser parte de la alianza del llamado bloque del cambio. Sin embargo, no es un partido, ni es asimilable a un partido ya que responde a una lucha específica de 500 años de exclusión colonial y de resistencia prolongada en busca del papel protagónico sin desvestirse de su visión del mundo, idiomas y demás atributos étnicos, socioculturales y ambientales. Su nacimiento como organización nacional data del I Congreso Indígena Nacional. Pozo de Rosas. Los Teques 1989.
-La adaptación del Consejo Nacional Indio de Venezuela (CONIVE) a los retos de esta nueva era histórica, el cambio de su concepción en cuanto a su nuevo papel, el cambio en la metodología de lucha, el afinamiento de tácticas en función de una estrategia de largo alcance histórico y por último, lo menos trascendente, el cambio de siglas si mañana lo decide un Congreso Indígena Nacional, no niega de antemano las formas de organización específica y unitaria de los pueblos y comunidades indígenas, ni sus formas particulares de participar en los Consejos Comunales o en el partido unido de la revolución. Puede incluso haber militantes indígenas en el partido de la revolución, sin negar las organizaciones indígenas específicas y la espiritualidad intrínseca a sus cosmovisiones.
-Si algo ha contribuido a empobrecer a las organizaciones indígenas, ha sido la imposición durante las últimas décadas de las formas de organización de la cultura dominante. Por el contrario, si en algo pueden aportar las organizaciones indígenas, como lo ha visto el propio Presidente Chávez, es entre otras cosas, en las nuevas modalidades de organización, consenso y participación comunal. De allí la necesidad de preservar y retomar sus propios mecanismos organizativos adaptados a la nueva realidad. Y a la nueva era de la historia.
-De la misma manera, las redes de mujeres indígenas bolivarianas o las organizaciones específicas de las mujeres indígenas, afrodescendientes o criollas, no está en contradicción con el partido unido de la revolución, por cuanto 5000 años de patriarcalismo que sirven de base a la actual dominación imperialista occidental, no tiene su respuesta inmediata sólo en el partido unido de la revolución. Por el contrario, el partido de la revolución debe fortalecerlas como organizaciones específicas para liquidar progresivamente el racismo-clasista, etnista y patriarcalista del imperialismo de Occidente. Esto tampoco niega la posibilidad de que existan frentes específicos de indígenas, campesinos, mujeres, trabajadores etc., en el partido unido de la revolución: la clave está en su articulación complementaria y no antagónica al proceso.
4.-METODOLOGÍA
Como método se escogió ir de lo general a lo particular para ubicarnos en el contexto global de la coyuntura política y ante una Nueva Era de la Historia, con una visión multilineal, pluralista e intercultural al abordar las temáticas del Socialismo del Siglo XXI, el aporte de nuestros próceres, partido unido de la revolución, reforma constitucional y poder popular constituyente, que no debe ser absorbido por el Estado tecnoburocrático del poder constituído. Lo vivido y lo constitutuyente es poder del pueblo en permanente construcción y des-construcción de lo establecido. No es sólo el momento cumbre de una Asamblea Nacional Constituyente. Por eso no confundimos Reforma Constitucional con Constituyente.
-La Enmienda, es una modificación leve
-La Reforma Constitucional no altera su naturaleza, ni sus principios fundamentales, al contrario puede servir para ampliarlos y profundizarlos.
-La Constituyente es para redactar otra nueva Constitución. La República se empieza a refundar con la Constitución del 99.
Como lo expresó el Presidente Chávez.
DE LO PARTICULAR A LO GENERAL Y DE LO GENERAL A LO PARTICULAR
Cada pueblo indígena partirá en sus propias venas, de sus propias vivencias, de lo particular a lo general…De su vida diaria en estrecha sintonía con su visión del mundo, mitos, ritos, despliegue creativo, tradición de lucha e innovaciones y todo lo que mueva y estremezca al mundo en proceso de cambio, sin renunciar a su matriz colectiva y a su identidad como pueblo. Se busca una relación armónica entre tradición e innovación, donde el despliegue del reservorio milenario no pierda su significado histórico en el seno de los cambios, incluyendo sus matrices colectivas, su ética ecológica, su memoria ancestral, sus identidades, sus códigos lingüísticos, culturales, comunales y ambientales frente a la política de tierra arrasada y de memoria arrasada de la globalización y de la ideología tecnocrática neoliberal. Donde no cuenta para nada la historia de los pueblos. Dentro de ese esquema unilineal y unilateral del capitalismo, sólo cuenta el círculo de la occidentalización y la exclusión de los pueblos, culturas e idiomas diferentes y dominados. Se parte del modelo greco-romano, de la revolución mercantil y del esquema anglosajón de la primera revolución industrial y las sucesivas revoluciones tecnocientíficas, apartando y descalificando a pueblos y continentes que histórica y culturalmente se han desarrollado por otra vía distinta. Se descarta el desarrollo indígena americano, pero también los modelos de desarrollo milenarios de Africa, Asia y Oceanía. Es así como ellos han construido el esquema típico del llamado "progreso" y de la llamada "universalidad" e "historia universal"…
Un socialismo del siglo XXI debe superar ya ese antagonismo entre lo general y lo particular. Entre oralidad y escritura, ciudad-campo, trabajo manual y trabajo intelectual, entre el hierro, la rueda, la brújula, la imprenta y otros modelos de desarrollo humano por vías distintas, buscando la complementariedad de todo el progreso humano y su reintegro real y efectivo como patrimonio común de toda la humanidad. El desafío es –entre otros- la refundación de todo el sistema educativo sobre la base de la unidad y la diversidad cultural y humana, para construir con los pueblos la interculturalidad. Como lo plantea el Decreto Presidencial que transforma el 12 de octubre en Día de la Resistencia Indígena….
Ninguna visión general se construirá en detrimento de lo específico de cada pueblo indígena. Esto no nos impide ir de lo particular a lo general y de lo general a lo particular en una dialéctica incesante.
5.-UBICARNOS EN INDOAMÉRICA Y EL CARIBE
-¿Cuáles han sido los tres grandes proyectos de la dominación histórica?
-Si no detectamos estos proyectos de la dominación, no podemos construir con propiedad el nuevo proyecto de la independencia y liberación socialista. Siempre estaremos reproduciendo la dominación y no será posible la reconstrucción histórica y cultural de nuestra identidad como pueblos, como países y como continente para asumir un proceso de integración nacional y continental legítimo en la mundialidad actual.
-El proyecto español de la llamada "cultura única mestiza". Este proyecto ideológico dice con Guillermo Morón y otros enfermizos:
-"Aquí no hay indios, ni afrodescendientes. Sólo hay mestizos".
-"No hay indígenas tampoco, porque el indio no es de aquí, todos venimos de Africa". Entonces, si nos atenemos a esta ideologización no habría aborígenes de América. Olvidando que la vida del indio americano tiene según la arqueología entre 30.000 a 40.000 años en este continente antes de llegar de Asia y de Oceanía. Para este falso historiador, el indígena americano es otro inmigrante, un ser de paso, anulado por el tamiz de la demoledora mestiza desmestizante.
-"No hay afrodescendientes, (o no tiene sentido hablar de ello para Morón) porque toda la humanidad es afrodescendiente", olvidando que hay formas históricas muy particulares en que fue esclavizado por la fuerza el africano que llegó a la América en tiempos de la colonia. Tampoco hay, propiamente isleños o guanches-canarios del Norte de África, porque el velo del mestizaje los arropó para tapar una cara pecaminosa como "blancos de orilla". Y peor aún, como decía Miranda, el pecado original de haber nacido en América.
-Pero sí hay españoles, allá en la península y aquí en América, a pesar del profundo mestizaje sufrido por España en el paso de íberos, celtíberos, cartagineses, visigodos, los fenicios, los antiguos romanos, judíos, los árabes tuvieron 800 años, casi un milenio en la península.
– Este proyecto de la cultura única mestiza, se prolongó después de la independencia durante la República hasta hoy. Y se sigue filtrando en algunos proyectos de la liberación en la actualidad.
-El mismo Diccionario de la Real Academia Española define indio como "aquel descendiente de los primeros americanos hoy sin mezcla de otra raza". O sea, que el indio al mestizarse deja automáticamente de ser indio. Además se olvida la presencia de vascos, catalanes, gallegos, valencianos, gitanos, guanches-canarios en la España de hoy, que ha tenido que definirse también como un país pluricultural, plurilingue y multiétnico.
-Alguien puede vanagloriarse de sus orígenes españoles o europeos. Pero si alguno de nosotros se proclama orgulloso descendiente de indios o afroamericanos, entonces viene la censura: y la censura dice, no, no somos "puros", somos una "mezcla". La supuesta "mezcla" como recurso ideológico aparece para avergonzarnos de nuestros orígenes indígenas y afroamericanos, dejándonos en el vacío cultural y más tarde, para terminar avergonzándonos hasta de nuestro origen hispánico. Haciéndole el juego a otras ideologías eurocéntricas de dominación, especialmente al colonialismo inglés y anglonorteamericano, como lo hace Francisco Herrera Luque en su libro "Los Viajeros de Indias". Ver nuestro Glosario de Interculturalidad. MEyD. 2006. Mimeografiado…
CURIOSIDAD DE CURIOSIDADES:
–El que toca la fibra del indio, toca el corazón de Venezuela, nos decía en una conversación en su casa el investigador Gilberto Antolínez, porque el grueso de la población que en este país dio origen al mestizaje, es de origen indígena. Es un elemento presente y constante en todas partes: en los Andes, Oriente, los llanos, el Zulia, en el Centro. Hasta el propio Guillermo Morón –a pesar de ser anti-indígena militante- lo reconoce, también lo reconoce Vallenilla Lanz, Lisandro Alvarado, Siso Martínez, Efraín Hurtado, E.E. Mosonyi, Nelly Arvelo, Horacio Biord, entre muchos otros.. Llama la atención que Eduardo Tamayo Gascue en su Sociología del Municipio reconozca –siguiendo a Pedro Manuel Arcaya en su Historia del Estado Falcón (Tip. La Nación. Caracas. 1935. p.69)- el peso de la indianidad venezolana en la formación de villas y ciudades: reconoce que estas naciones indígenas estaban estructuradas como civilización y cultura comunal siendo la base de la formación de las posteriores ciudades. Y señala que cada nación caquetía poseía, con aproximada fijeza, cierto territorio dentro de cuyos límites moraban, sembraban y cazaban, lo que sucedía con las más de las naciones o clanes en que se subdividían los varios pueblos indicados (p.68). Como es de notarse el desprecio por los orígenes y presente indígena, Tamayo Gascue sólo le dedica menos de una página en su voluminoso libro de 288 páginas. (Sociología del Municipio. Concejo Municipal del Distrito Federal. Caracas. 1960. p. 30)
Lo más risible cuando revisamos todas estas curiosidades es encontrar la misma respuesta en quienes quieren negar el papel determinante del indio en la composición del pueblo venezolano: entonces dicen, esto no es Bolivia, ni Perú, ni México, "somos una mezcla", un pueblo "café con leche", un "injerto de morrocoy con guacharaca". Claro que somos otra realidad, pero la Venezuela Profunda, es también indio-descendiente en su plenitud, no sólo en lo biológico sino además en lo cultural. No sólo cualitativamente sino también cuantitativamente a pesar de la manipulación estadística de la etnicidad.. Por eso, cuando aludimos la indianidad del venezolano, todo el mundo salta. Se siente implicado. Y muchas negaciones vienen de la vergüenza racial, étnica y de clase. Que pasa por la negación de la Madre India….
Hemos tocado el alma milenaria del país y no sólo en sus raíces más profundas, sino también en su presente étnico y cultural más reprimido. Sólo que nos han querido convertir simplemente en carbón y ceniza cultural de un supuesto "Pueblo Nuevo" mediante la manipulación histórica del mestizaje, convertido en ideología de dominación. La virtud y el acierto del Presidente Chávez ha estado en resucitar del carbón y de las cenizas de una ideología cruel de dominación al verdadero pueblo de Venezuela para reconocerse en su propio espejo. "Soy indio del Capanaparo, soy llanero, soy zambo, soy negro, soy venezolano. Soy todo eso"… va diciendo a su paso.
-"Los indios hemos pasado a ser víctimas, del olvido involuntario (a veces) de la sociedad que nos domina y nos envuelve en su amargo silencio y en su cruel desconocimiento". Ramón Paz Ipuana. Poeta wayuu.
-El proyecto ideológico de los llamados "pueblos nuevos", muy fundamentado por Darcy Ribeiro, pero del cual se retractó al final de su vida –afortunadamente- como pudo verlo Adolfo Colombres en su obra "América como civilización emergente". Edit. Sudamericana. Buenos Aires. 2004. Pero sus alumnos continúan repitiendo como loros este nuevo esquema de la dominación. Ahora no somos indios, ni africanos, ni hispánicos, somos un supuesto "pueblo nuevo" sin raíces y sin un pasado del cual enorgullecernos. Ese es el infeliz planteamiento. Otros apelan todavía de alguna frase de Bolívar, en momentos de desesperación, con aquello de la imposibilidad de saber a que familia humana pertenecemos. Esa falta de tren de aterrizaje, para situar nuestro ser histórico y cultural pasa hoy por la necesidad de romper con la mentira de la "cultura única mestiza": hay que reconocer la diversidad de sujetos históricos. Ningún sujeto puede usurpar hoy, la presencia histórica concreta del otro y de los otros, sin que esto sea impedimento para reconocernos en un "nosotros" como proyecto histórico común y específico al mismo tiempo.
-Es el intento de presentar definitivamente a la cultura criolla, como una especie de "cultura de síntesis", donde en principio sobrevive sólo lo español como supuesta "cultura superior" a la india y negra, pero al final, hasta lo español se pierde para dar lugar a una realidad completamente nueva. Mito de "la raza cósmica" del mexicano José de Vasconcelos (1925). Mezcla delirante de razas y culturas, sin identidad propia, como dice Mosonyi.
-Se olvida que cada cultura tiene la capacidad para intercambiar con otras, hacer préstamos culturales, innovaciones y hacer su propia síntesis sin detrimento de su matriz colectiva, de su identidad y de su proyecto civilizatorio específico. Del mismo modo, puede ser parte de un proyecto de liberación, inter-civilizatorio más inclusivo, extenso y profundo, sin renunciar a su patrimonio civilizatorio propio.
-El primer proyecto de la dominación, alimenta al segundo y al tercero. Todos se retroalimentan para reforzar la dominación política, económica y social, pero sobre todo la dominación cultural. El mito de escoger entre la llamada "civilización" y la supuesta "barbarie" nativa, que abarca al indio y a sus descendientes mestizos. Pero en forma más amplia, implica a toda la población venezolana en su conjunto, independientemente de su color, de sus orígenes nacionales y de su reciente inserción en la nacionalidad. Porque el proceso de conformación de la nacionalidad en un proceso de liberación es inverso, es endógeno como su esquema de desarrollo y su interculturación.
-El tercer proyecto es el de tomar el modelo anglonorteamericano de poblamiento como modelo de la civilización humana: el de los pueblos transplantados de inmigración europea al estilo de Estados Unidos y Canadá. Matamos o apartamos a todos los nativos y poblamos de nuevo con gente de "mejor calidad" y "de vocación natural para el progreso y el desarrollo" (apartheid, que significa vida aparte, vida paralela, segregación).
-La conquista del oeste norteamericano, la política de poblamiento de tierra arrasada, ha inspirado todos los racismos, etnocentrismos, patriarcalismos y recetas imperiales e imperialistas del mundo moderno:
-¡Civilizar es poblar de nuevo! Como se hizo también en Australia hace doscientos años… En el Cono Sur con Sarmiento y Alberdi a mediados del siglo XIX. La modalidad de apartheid en Sudáfrica. Es esta filosofía del apartheid, la del racismo más radical y genocida. Sarmiento hablaba de estimular la matanza entre el indio y el gaucho para abonar con su sangre las pampas argentinas. El indio y el llanero, resultaban ya incivilizables. Entonces había que poblar de nuevo con europeos, siendo lo más deseable con europeos del norte. Pero a falta de pan, buenas son tortas, entonces tendrán que conformarse con inmigración campesina italiana. Así se ha manejado la escalada racista. Y en 1979-80 querían imponerle a Bolivia 300.000 colonos blancos de Rodhesia y Sudáfrica, produciendo la movilización inmediata de los pueblos indígenas. Todo con el propósito oculto de cambiar la correlación de fuerzas políticas y sociales en Bolivia y reforzar la opresión étnica y de clase, la opresión nacional por parte del imperialismo. Algo parecido planeaba en silencio el II gobierno de Caldera para instalar 100 mil sionistas en el Guárico, bajo pretexto de sembrar arroz.
-Los enclaves imperialistas de las Misiones Nuevas Tribus e Instituto Lingüístico de Verano representan una modalidad muy particular de insertar la ideología de los pueblos transplantados en las regiones habitadas por pueblos indígenas. Y de ocupar regiones estratégicas, ricas en minerales y otros recursos de primer orden, con el propósito de colonizarlas en situaciones de guerra, una guerra nuclear, por ejemplo (H. Corradini) y así darle contenido al modelo. Detrás de ello vendrían las reservaciones indias para los sobrevivientes.
-Todos estos proyectos de la dominación niegan la diversidad cultural, la interculturalidad, la identidad de nuestros pueblos y del continente.
Socialismo del Siglo XXI
¿Qué entendemos en principio por socialismo del siglo XXI? Inventamos o erramos. Simón Rodríguez
ALGO ESENCIAL SOBRE EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI — El Presidente Hugo Chávez lo planteó como un esfuerzo sostenido de discusión constructiva, abierta, que permita visualizar los aportes y limitaciones de todas las experiencias históricas y sociales que ha conocido la humanidad hasta hoy para darse formas más humanas de vida en común, elevar el universo social y personal superando el individualismo y cualquier forma de explotación del hombre por el hombre.
NO IMITAR MODELOS
-No plantea una réplica del viejo sovietismo, ni de ningún modelo instaurado hasta ahora. Inventamos o erramos. Buscamos que cada uno de nuestros pueblos sean capaces de darse un modelo propio y compartido al mismo tiempo, pero sin necesidad de imponérselo a nadie. No se trata tampoco de no aprender de los aciertos y errores de la Unión Soviética o de cualquier otra experiencia histórica del socialismo real. Es necesario superar el anticomunismo en sus formas abiertas o encubiertas.
UNA FASE DE TRANSICIÓN DE LA HUMANIDAD
-En este sentido, el nuevo socialismo del siglo XXI sería una fase de transición de la humanidad hacia otra era de la existencia humana, que busque la reconciliación del hombre con el hombre mismo, de la mujer campo y del campo con la ciudad, del trabajo con el juego, del progreso multilineal con la continuidad de la vida sobre el planeta.
UN SOCIALISMO VIEJO Y NUEVO A LA VEZ
— Esto quiere decir que el nuevo socialismo del siglo XXI es viejo y nuevo a la vez. Viejo, porque trata de recoger toda la experiencia socialista de la humanidad; nuevo, en tanto trata de poner en tensión dialéctica mitos, etno- ciencias, artes, filosofías, utopías religiosas, agnósticas o ateas, tensión dialéctica entre poesía y políticas concretas para la construcción del futuro desde el presente. Desde el aquí y ahora plantearnos el ¿Qué Hacer?… Ver: Hugo Chávez Frías. Presentación de la Constitución Bolivariana traducida al wayuunaiki. MEyD. FNUPD. Caracas. 2003.p. 4-5. Nuevo, en tanto se asume la mundialidad actual en todos sus retos, en sus miserias y posibilidades, buscando la unidad del género humano, no como sinónimo de homogeneización y de estandarización consumista, uniformadora y empobrecedora de sus diversidades. Se trata de una humanidad como concierto, que retome en cada estallido de la conciencia colectiva y personal la continuidad de la historia en sus cambios y radicales transformaciones sociales. Y que entre en concierto también con la plenitud de todo lo viviente, en cada grito por la salvación del planeta.
EL HOMBRE NUEVO Y VIEJO A LA VEZ
Pero sin hacer remiendos para echar vino nuevo en odres viejos.
— En este sentido, el hombre nuevo sería nuevo y viejo a la vez, porque no estaría al margen de toda la experiencia de la humanidad y a su vez, tendría en tensión todos sus poderes innovadores, los poderes creadores del pueblo, unido a los poderes creadores de los sabios y pensadores de diferentes procedencias, pero en compromiso orgánico con sus propios pueblos y comunidades. De lo contrario, no estaríamos en la presencia de ningún hombre nuevo sino en los escollos y miserias del hombre y de la sociedad tecnocrática neoliberal, del fin de la historia y del fin de la política, propuesta de la "Aldea Global del capitalismo neoliberal.
UNIR EL MITO A LA CIENCIA
-En el nuevo socialismo del siglo XXI, el llamado socialismo científico no es la superación global del socialismo utópico y de otras formas de socialismo histórico ancestral, ni el socialismo ancestral y el socialismo utópico, tampoco desecharía a los clásicos marxistas del socialismo o a las formas históricas del socialismo real. Hay que unir el mito a la ciencia, decía Mariátegui, en una reinterpretación de nuestra América Profunda frente a una historia desinterpretada. Renunciar a esta América Profunda sería quedarnos en un socialismo epidérmico, superficial, sin densidad histórica y cultural. Sería quedarnos sin raíces en la tierra y en la cultura propia, sin vislumbrar los milenios en nuestro presente histórico y nuestro cielo, en su dimensión de futuro. Se trata de arribar desde una visión multilineal de la historia y de las sociedades, a una visión y construcción multilineal del socialismo.
-Los que hacían uso en forma etapista, unilineal y mecánica del concepto de "socialismo científico", olvidaban que desde la década de los ochenta la misma ciencia occidental entró en crisis y comenzó a afrontar la auto-crítica de sus fundamentos, su orientación y contenido y de su emparentamiento con la dinámica interna del aparato productivo del capitalismo. Esto significaba que la ideología dominante había penetrado, desde sus orígenes, su estructura interna. La misma Unión Soviética y sus teóricos, se percataron poco de este cuestionamiento de fondo. Por distintas vías comenzó a reivindicarse el polo utópico y otras experiencias históricas anteriores, especialmente con el resurgimiento de la indianidad revolucionaria, que venía perfilándose desde la década de los años 70.
SENTIDO CONVERGENTE DE CIENCIAS, MITOS, UTOPÍAS Y POLÍTICAS
-¿Quiénes somos? (identidad como pueblos) ¿De dónde venimos? (mitos, orígenes, visión del mundo) ¿A dónde vamos? (sentido del futuro) ¿Cómo lo hacemos, aquí y ahora? (políticas, métodos, caminos para el socialismo) ¿Con qué estrategias para abordar el futuro desde la vida cotidiana, desde la práctica concreta? (vida y ciencias, vida cotidiana y visión política, prevención del futuro, cosmovivencias, visión del mundo encarnada en un proyecto histórico frente al capitalismo tecnoburocrático).
–En síntesis, los socialismos ancestrales, los socialismos utópicos, las experiencias de los socialismos intencionales, no representan fases o simples etapas ya superadas por la pretensión de un socialismo supuestamente "científico", sino líneas distintas y convergentes del proceso histórico de socialización y personalización de la humanidad que se prolongan hasta hoy frente al proceso de fragmentación, invisibilización, anonimato, alienación y despersonalización del individualismo capitalista y de sus grandes medios de incomunicación masivos. Pero, sobre todo, de su aparato económico y su demoledora tecnología. Esto no significa que el socialismo histórico, intencional, en sus modalidades históricamente posible no disponga de los recursos de las ciencias y de las etnociencias. Pero la aspiración utópica siempre estará presente, como polo de esperanza, buscando "la mayor suma de felicidad posible".
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