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Incidencia de la seguridad ciudadana e integración fronteriza en el espacio Colombia – Venezuela (página 2)


Partes: 1, 2

Para colmar esa carencia, propone la creación paulatina de una red de organizaciones internacionales que irían asumiendo la gestión de sectores concretos (agricultura, energía, defensa, por ejemplo). Se gestaría así un sistema fuera del territorio de transacciones, encargado de satisfacer, con la colaboración de los gobiernos estatales, las necesidades de los ciudadanos. Así, surgiría entre los estados, la conciencia de estar vinculada a los demás por una red cada vez más densa de intereses en común.

En este sentido, el caso de la Unión Europea, se considera como el proceso de integración exitoso que se ha llevado a cabo desde de la Segunda Guerra Mundial, pudiéndose observar en él una evolución permanente que fortalece cada vez más la unión del continente europeo, lo cual desde una perspectiva funcionalista, es lo que se necesita que suceda a nivel mundial para así lograr una definitiva paz mundial por medio de la creación de una federación de estados mundiales.

Por este orden de ideas, la importancia de estudiar este tema recae básicamente en que a la luz de las características del mundo actual, se observa una clara tendencia hacia el aumento de la interdependencia en las relaciones, principalmente económicas, entre los estados, lo que se ha traducido en una creciente oleada de proyectos de integración, los cuales por una u otra causa han evolucionado de formas muy diferentes.

Por tal motivo, existen básicamente dos formas de establecer relaciones internacionales en materia de intercambio comercial: la cooperación que incluye acciones destinadas a disminuir la discriminación, como es el caso de acuerdos internacionales sobre políticas comerciales y la integración que comprende medidas conducentes a la supresión de algunas formas de discriminación, como lo es la eliminación de barreras al comercio.

Partiendo desde lo conceptual, la palabra Integración significa según el Diccionario de la Real Academia Española (2001) como: (Del lat. integratio, -onis) 1. f. Acción y efecto de integrar o integrarse, constituir las partes un todo, unirse a un grupo para formar parte de él, se utilizarán dos definiciones de integración, las cuales son complementarias y ayudarán a una mejor comprensión del fenómeno.

Lindberg (1993) define la integración como:

Los procesos por los cuáles las naciones anteponen el deseo y la capacidad para conducir políticas exteriores e internas clave de forma independiente entre sí, buscando por el contrario tomar decisiones conjuntas o delegar su proceso de toma de decisiones a nuevos órganos centrales. (p. 45-46)

Por su parte Mariño (1999) dice "se entiende por proceso de integración regional el proceso convergente, deliberado (voluntario) fundado en la solidaridad, gradual y progresivo, entre dos o más Estados, sobre un plan de acción común en aspectos económicos, sociales, culturales y políticos". (p. 112)

En tal sentido cabe preguntarse: ¿Cómo se constituye el deseo o la voluntad de los estados de pasar a formar parte de una comunidad más amplia, llegando inclusive a ceder parte de su soberanía? Parafraseando a Wilhelmy (1988) se responde de dos maneras:

  • 1. La causa de este proceso radica en el empleo de la fuerza, o en la amenaza de usarla, por parte de una autoridad central, o, en ausencia de esta autoridad, como ocurre en la vida internacional, por un estado o coalición dotados de poder suficiente para utilizar la fuerza o dar credibilidad a la amenaza de hacerlo.

  • 2. La formación de comunidades políticas se debe fundamentalmente a la acumulación de valores e intereses compartidos, una situación a la cual se llega a través de la interacción entre sus distintas unidades, y por procedimientos consensuales.

Parafraseando a Mariño (1999) se ha establecido ciertas características esenciales a todo proceso de integración regional, las cuales mencionadas a continuación con la finalidad de establecer una generalización. Estas características son:

  • Los sujetos son los estados soberanos.

  • Los estados emprenden el proceso integrador en forma voluntaria y deliberada.

  • Como todo proceso se debe avanzar por etapas, es decir, el proceso debe ser gradual.

  • Las etapas deben ser cada vez más profundas y dispersas; de allí la necesidad de la progresividad y la convergencia del proceso.

  • El proceso de integración se inicia con acercamientos económicos, pero lentamente y dependiendo de cada proceso, la agenda va abarcando e incluyendo nuevos temas de las áreas sociales, culturales, jurídicas, y hasta políticas de los países miembros.

Haciendo referencia a una variedad de factores entre los cuáles se pueden mencionar el nivel de integración, el alcance de la integración, la homogeneidad cultural de las distintas unidades y la calidad de los beneficios que se obtienen de la integración, Pasquino (1981) ha esbozado una tipología de la integración, en la que establece tres tipos: territorial, nacional y social:

  • Integración territorial: Es básicamente, la extensión del poder de un grupo hacia un territorio anteriormente fraccionado. Esto implica la transferencia de la obediencia desde las distintas regiones y desde los distintos grupos a las autoridades centrales.

  • Integración nacional: Se refiere al proceso de creación de una identidad común a todos los grupos étnicos, lingüísticos, religiosos y regionales con el fin de que se sientan parte de la misma comunidad política.

  • Integración social: Se refiere a la superación de la divergencia entre élites y masas, entre gobernantes y gobernados. Esta divergencia no adquiere importancia política mientras las masas acepten como justo el gobierno de las élites.

Tomando en cuenta que la integración es un proceso, el cual pasa por diversas etapas en forma paulatina y progresiva, Balassa (1961) y Basaldúa (1996) establecen una clasificación según el grado de integración, donde cada una de las etapas o grados tiene ciertos rasgos esenciales que la distinguen tanto de la etapa inmediatamente anterior como posterior:

  • 1. Zona de preferencias arancelarias: Es un acuerdo entre varios Estados, mediante el cual se comprometen a brindar a sus respectivas producciones un trato preferencial en comparación al que se otorga a terceros países, es decir, se conceden diversos grados de rebajas arancelarias en el comercio recíproco.

  • 2. Zona de libre comercio: Consiste en que los estados partes acuerdan suprimir las tarifas arancelarias y otras barreras o restricciones cuantitativas al comercio recíproco de bienes, pero conservando cada uno de ellos autonomía e independencia respecto de su comercio con terceros estados. Para llegar a una zona de libre comercio se fijan plazos, condiciones y mecanismos de desgravación arancelarios.

  • 3. Unión aduanera: Implica un proceso en el que los estados participantes, además de liberar las corrientes comerciales por medio de la desgravación arancelaria entre ellos, adoptan frente a terceros países una política arancelaria común o tarifa externa común.

  • 4. Mercado común: En la etapa del mercado común, los países miembros que componen la unión aduanera le agregan la posibilidad de la libre circulación de personas, servicios y capitales sin discriminación, por tanto, se establece la libre circulación de los factores productivos.

  • 5. Unión económica: La unión económica se da cuando los estados que han conformado un mercado común, le incorporan la armonización de las políticas económicas nacionales, entre ellas, las políticas monetaria, financiera, fiscal, industrial, agrícola, etc., con la finalidad de eliminar las discriminaciones que puedan hallarse de las disparidades entre las políticas nacionales de cada uno de los estados que la componen.

  • 6. Integración económica completa: Este es el mayor grado de profundidad al que puede aspirar un proceso de integración y se produce cuando la integración avanza mas allá de los mercados, porque en el transcurso de este proceso, los estados involucrados tienden no solo a armonizar, sino a unificar las políticas en el campo monetario, fiscal, social, y más allá incluso, en cuestiones relativas a las políticas exteriores y de defensa. (p. 23)

Integración Latinoamericana y Caribeña

Situándonos en nuestro continente americano, América Latina y el Caribe tienen que exigir con fuerza una relación de respeto y cooperación y esa fuerza, solo puede emanar de la unidad de nuestros pueblos. Ella nos abre espacios nuevos en un mundo complejo, donde los intereses de los pequeños países subdesarrollados suelen quedar olvidados con frecuencia.

En este empeño de identificación, debemos partir de lo que nos une, con sentido realista y suficiente voluntad política, apoyados en las perspectivas regionales e inspiradas en las ideas supremas cuya expresión más alta es la de Simón Bolívar y José Martí que soñaron una América unida como una sola nación.

Para Briceño (2012) la integración de América Latina coexiste con la construcción, en cada uno de nuestros países, de su propio desarrollo nacional y la transformación de su inserción en el orden mundial globalizado; la integración requiere, asimismo, dar respuesta a las profundas asimetrías, de tamaño, de políticas económicas y niveles de desarrollo, entre los mismos países latinoamericanos.

Sin embargo, es preciso reconocer que las realidades entre la integración en América Latina y la Unión Europea son incomparables. En nuestro caso, existen asimetrías notables de tamaño y nivel de desarrollo y contribuyen a explicar las diferencias de las estrategias de desarrollo, de las políticas macroeconómicas y, entre otros, de los regímenes fiscales y el tratamiento de las inversiones extranjeras.

En síntesis, en el espacio latinoamericano, el desafío es integrar la diversidad y las asimetrías existentes en torno de objetivos estratégicos como la tecnología, la energía y las políticas industriales comunes. Las circunstancias específicas de la región no inhabilitan la validez del proyecto pero caracterizan su complejidad y condicionan la estrategia integracionista.

Por tal razón, la integración latinoamericana y caribeña cuyos propósitos se convierte hoy en una condición de lucha y supervivencia para los países latinoamericanos en medio de las convulsas contradicciones del régimen capitalista ante la ola globalizadora. La integración en este sentido, tiene que preparar a la región a enfrentar las influencias negativas de la globalización neoliberal.

Los esfuerzos integracionistas en América Latina y el Caribe datan desde la gesta libertadora de Bolívar y Martí. No obstante las acciones concretas emprendidas por la burguesía latinoamericana en el contexto de la Comisión para América Latina (CEPAL), tuvieron lugar al fundarse la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) creado el 18 de Febrero de 1.980 por el Tratado de Montevideo y sustituido en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) creado el 12 de agosto de 1.980 por el Tratado de Montevideo.

Estos grupos estaban enmarcados en la corriente capitalista desarrollista cuyo objetivo fundamental era la industrialización a partir de la sustitución de importaciones. Su objetivo fue ir creando gradualmente el mercado común latinoamericano y avanzar posteriormente hacia la integración económica. Con su creación se estimuló la firma de acuerdos bilaterales entre los países miembros que contribuyó a activar el comercio intrarregional.

A pesar de esto, hay que señalar que el proceso de sustitución de importaciones mantuvo bajas tasas, debido a que los países latinoamericanos fabricaban manufacturas a elevado valor y a altos costos de producción, teniendo baja mecanización y automatización de los procesos industriales. Al propio tiempo las diferencias en los niveles de desarrollo económico de los países originaron distribución desigual y la orientación del tratado hacia el fomento del comercio mutuo de forma unilateral, reduciendo las posibilidades de integración en otras esferas.

Este papel estratégico no significaba que fuera considerada en sí misma, como una vía alternativa de desarrollo. Las posibilidades de reorientación del patrón de industrialización se relevaban limitadas por una serie de factores estructurales internos, la ineficiencias en la estructura productiva y en la utilización de los recursos, el escaso desarrollo de las instituciones y mecanismos financieros adecuados, el atraso y estacionamiento de la economía rural, la ausencia de una base tecnológica endógena, la falta de movilidad social y la extrema desigualdad de distribución del ingreso y de la riqueza, colocaban a las economías de la región en condiciones desventajosas para la industrialización y competir con los países desarrollados.

Por otro lado la virtual falta de resistencia y más aún la entrega de la mayoría de los gobiernos que aceptaron las formulas neoliberales diseñadas y exigidas por el capital transnacional. Lo anterior permite asumir que esencia estos procesos de integración, esta dado por la naturaleza de los agentes que intervienen, por tanto es necesario distinguir dos formas de integración: aquella que responde a las necesidades del gran capital financiero transnacional y la segunda se nos presenta como una alternativa a la desnacionalización promovida por agentes que tratan de buscar un espacio económico vital para estructurar un tipo de integración de resistencia.

Varios han sido los procesos de integración que se han llevado a cabo en América Latina y El Caribe: ALADI, ALALC, CAN, MERCOSUR, entre otros. El impacto de estos procesos no ha sido sustancial para dichas realidades. Así lo demuestran los indicadores y variables de bienestar social de estos países. De allí la necesidad d estudiar a fondo lo que ha ocurrido con estos mecanismos de integración, su repercusión y alcances. También explica la imperiosa necesidad de indagar las nuevas propuestas tales como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Petrosur, Telesur y otras vías de integración que se caracterizan por la búsqueda solidaria de solución a los problemas que enfrentan estos países.

Pues bien, la discusión en torno al tema de la integración cobra hoy sentido, pues el paradigma sobre el cual se proponen nuevos esquemas integracionistas se fundamenta en los vínculos de solidaridad o ayuda al otro, en una recomposición de las relaciones económicas, en una nueva forma de asumir al hombre. Se trata de una integración que va más allá de la dimensión económica y comercial, ya que también implica lo político, el rostro social y lo cultural.

Por tal sentido, cuando se evalúa la experiencia de integración en América Latina y el Caribe en el contexto de las realidades específicas de la región, se advierte que la cooperación entre nuestros países ha conseguido logros importantes. Ha sido y es un proyecto positivo para fortalecer la seguridad interna y externa, la paz y la democracia. Es el ámbito donde se despliega la voluntad política de los estados miembros en la búsqueda de la convergencia y las respuestas solidarias a los problemas comunes. Se verifica, asimismo, el crecimiento de la participación de los intercambios intrarregionales dentro del comercio exterior de nuestros países, el estrechamiento de las relaciones en todos los planos incluyendo la adopción de posiciones conjuntas frente al resto del mundo.

En el panorama más general de América Latina y el Caribe, hay una clara exigencia para avanzar en la integración: actuar políticamente, entiéndase, con un proyecto político económico y social, elaborado, analizado y enriquecido con la participación popular y construida en la práctica social cotidiana. Cada país, cada pueblo viene recorriendo su propio camino, haciendo su propia experiencia, con sus propias formas y contenidos en medio de no pocas contradicciones, y luchas para defender sus conquistas y profundizar su proceso.

La Seguridad Ciudadana como Proceso Vital en la Integración Latinoamericana

Para González (2003) la seguridad ciudadana corresponde al conjunto de temas relacionados con la forma en que las sociedades perciben y enfrentan los riesgos y amenazas en su entorno más inmediato. Dos características la hacen muy específica: la primera se relaciona con el fenómeno de la seguridad dentro de las comunidades, es decir, en el espacio local, interno, de un país.

La segunda forma parte del sistema de seguridad del estado, o sea, un subsistema del mismo y, por lo tanto, se rige sobre la base de los principios que sustentan dicho sistema en su conjunto. La seguridad ciudadana es una política sectorial que responde al régimen político donde surge y se desarrolla.

La importancia de este tema está relacionada con la forma subjetiva y objetiva con que las sociedades identifican, controlan y enfrentan las amenazas reales o potenciales que atentan contra el estado de tranquilidad y libre de riesgos, que es uno de los más importantes objetivos del sistema político.

La seguridad ciudadana tiene una vinculación muy cercana con la forma que tienen las sociedades para incidir en el régimen político. Al convertirse en una necesidad primordial, se le identifica como una de las demandas principales de las comunidades urbanas o rurales, y el grado en que esta sea satisfecha tendrá relevancia en la discusión política de los distintos sectores que conforman la sociedad.

En el tema de la seguridad ciudadana existen dos campos de estudio: las causas de los problemas de la seguridad ciudadana; y las estructuras que la previenen, controlan y enfrentan. Respecto a lo primero, los especialistas en el tema han explorado aspectos históricos, antropológicos, económicos, sicológicos, y políticos, para identificar algunos parámetros que permitan tener una comprensión más objetiva del fenómeno, y de esta manera encontrar las posibles soluciones. Respecto al segundo, los contenidos se centran en los sistemas policiales, jurídicos y penitenciales.

Según González (2003) el problema de la seguridad ciudadana siempre ha existido a lo largo de la historia. Su relevancia radica en varias razones, entre las que destacan la complejidad y el dinámico desarrollo de los procesos sociales. Los fenómenos que modifican y han cambiado la percepción sobre ésta son:

  • Los procesos de transición de regímenes políticos autoritarios a la democracia.

  • El aumento de los flujos migratorios en todas las zonas geográficas.

  • La globalización.

  • El incremento del crimen organizado.

  • El acelerado desarrollo tecnológico.

Lo anterior ha tenido dos importantes consecuencias: el aparecimiento de nuevas amenazas y/o el resurgimiento de otras que están modificando las agendas de seguridad internas y externas que tienen que atender los estados; y con ello, la necesidad de repensar y reformular las concepciones de seguridad para que están acordes con los nuevos contextos.

Parafraseando a González (2003) la dificultad surge al encontrar que existen numerosas experiencias históricas, políticas y culturales que se encaminan hacia distintas soluciones, y es en este punto donde se centra el debate. Las concepciones de la doctrina de la seguridad ciudadana que dominan las agendas gubernamentales en nuestros países, persisten como una inercia inevitable, al existir fenómenos que ayudan a que se continúen utilizando, pero que se enfrentan a la nueva concepción que explora alternativas dentro de una concepción democrática.

La idea de una seguridad en y para la democracia surge desde la perspectiva de la seguridad humana, que significa retomar a la persona, en lo individual y lo colectivo, como el eje principal del objetivo de la seguridad. Esto ayuda a superar la visión que colocaba al Estado bajo una doble dimensión, como objetivo en sí mismo y como ejecutor de la misma, simultáneamente. Esto llevó, peligrosamente, a situaciones en que la sociedad se podía percibir como una amenaza para el Estado, cuando las capacidades de regulación social, a través de un sistema político establecido, no existían ni había condiciones para su desarrollo.

La necesidad de participar desde cualquier sector al que uno pertenezca en esta temática, ser considerable en la medida en que se formen y fortalezcan las capacidades de incidencia en la política de seguridad de nuestros países, que garantice que la democracia se consolide, ya que es un proceso de doble vía: al fortalecer la democracia establecemos parámetros que se acercan más a una seguridad humana, y al hacerlo se ampl.an las posibilidades de vivir en un régimen político que busque la práctica de los principios generales de un sistema democrático.

La relación que existe entre los sucesos y su identificación con términos específicos siempre refleja una forma de apreciar las cosas; o sea, una expresión filosófica que se representa en grupos organizados de ideas como paradigmas, doctrinas o movimientos. Actualmente, el tema de la seguridad ciudadana ha cobrado fuerza porque en la dinámica social han aparecido fenómenos que es necesario nombrar, analizar e identificar.

Según Polsede (2002) la expresión de la seguridad como un bien, o una aspiración, una condición a alcanzar en el marco analítico que ahora lo utilizamos, es producto del desarrollo de los estados-nación que surgieron con la era moderna. Su evolución trajo consigo la necesidad de crear las instancias necesarias que asumieran la responsabilidad de la seguridad de los principales componentes del estado: territorio, población y gobierno; minimizar o tener bajo control los estados de incertidumbre, se convirtieron en uno de los aspectos centrales no sólo del desarrollo del estado, sino del propio sistema político.

Del párrafo anterior se destacan dos ideas:

  • La de seguridad como condición, es decir, visualizarla como un estado o situación, más que un fin en sí mismo.

  • La idea de estar libre de incertidumbres, que nos remite a la noción común de la prevención y control de amenazas y riesgos como función del Estado.

Revisando el tema se aprecian de manera general dos grandes esferas de conocimiento:

  • La que se ocupa de los orígenes y consecuencias del fenómeno delincuencial, entendida como amenaza a los individuos, sus bienes y su estabilidad.

  • La relacionada con las fuerzas y estructuras que son las responsables de enfrentar dichas amenazas, como los sistemas policíacos, las fuerzas armadas y, más recientemente, modalidades diversas de seguridad ciudadana: comunitaria y privada.

En lo que se refiere al origen de la delincuencia, existen numerosos estudios que identifican al menos tres variables: factores socioeconómicos, psicosociales, y de la historia política de un país.

En los factores socioeconómicos, existe un argumento común al señalar que la pobreza, la inequidad y la polarización en la estructura social, y la insuficiente distribución de las riquezas, constituyen una de las principales causas de la delincuencia. Desde esa realidad, la sociedad sobrevive en condiciones muy precarias en todos los .ámbitos de la vida, que significan un estado permanente de exclusión objetiva y subjetiva de acceso a medios de supervivencia y desarrollo integrales.

Ello genera inquietud y disconformidad con variabilidad de intensidad en diferentes sectores sociales, que favorecen, a su vez, el aparecimiento de actitudes delincuenciales ante los sentimientos y necesidades que su condición de vida les impone.

En cuanto a los factores sicosociales, en el marco de una historia proclive a la violación de las garantías y derechos individuales, agudizados en una situación postconflicto social, se convierten en fuente permanente de una doble condición: amplias posibilidades de acciones delincuenciales que indican el profundo rechazo al respeto elemental entre los individuos de una colectividad, y una percepción permanente de inseguridad.

En el mismo orden de ideas, se puede añadir también el rápido desarrollo del crimen organizado. Es frecuente encontrar análisis que establecen una estrecha relación entre este fenómeno y la delincuencia. Sin embargo, debe considerarse esta apreciación con mucho cuidado, para no arriesgarse a generalizaciones que más que ilustren el estudio del tema aumenten su confusión e imprecisión.

En este sentido, también debe tenerse mucho cuidado con la llamada criminalización de la pobreza, ya que si bien pueden existir suficientes indicios de las vinculaciones entre delincuencia y pobreza, tampoco en este caso se puede arriesgar una generalización superficial. Estas apreciaciones son parte de los debates conceptuales respecto a la seguridad interior, sus implicaciones y aspectos relacionados.

Por otro lado está el factor de la historia política, dos argumentos se manejan en torno al tema de la delincuencia: el primero involucra aspectos de la cultura política del país, desde la creación de la nación, caracterizado por el autoritarismo y la exclusión en diversas formas de expresión; y el segundo se refiere a los conflictos armados internos que hayan ocurridos, que dejan huellas imborrables en la estructura del entramado social, tanto desde el punto de vista estructural como psicológico.

Las precarias condiciones de seguridad en las que haya sobrevivido la población durante ese período, la descomposición de algunas ramas del sistema de seguridad y la ausencia de una política de seguridad que responda a las necesidades del tránsito a la democracia, son las variables que se identifican como otro componente del origen de la delincuencia.

Siguiendo lo planteado por González (2002) en el tema de la seguridad existen varias formas de acercamiento. Así, respecto a la seguridad ciudadana, podemos destacar dos dinámicas conceptuales importantes:

Uso casi indistinto de los conceptos seguridad ciudadana y pública. Las definiciones, contexto, funciones y referencias, nos señalan muchos puntos convergentes, y diversos autores utilizan preferentemente uno de los dos. Pero, por otra parte, se advierte una profunda dislocación entre conceptos, como el que existe entre seguridad ciudadana y seguridad interior, ya que sus percepciones, contexto y funciones tienen orígenes y racionalidad no sólo diferentes, sino profundamente contradictorias.

Si bien entre seguridad ciudadana y pública existen aspectos convergentes, sus especificidades son diferentes. Los aspectos comunes se sintetizan en que ambas implican una seguridad de los ciudadanos; están claramente definidas al interior de los márgenes de la soberanía de un Estado; pretenden crear las condiciones en que los individuos que interactúan en una sociedad se encuentren libres de riesgo y daño; proveen el respeto y resguardo de los derechos y garantías individuales, así como el pleno funcionamiento de los poderes y órganos del estado democrático; y la percepción de estar muy vinculadas a la vida cotidiana.

Las especificidades y diferencias que podemos encontrar son relativas al discurso y al contexto en que son utilizadas, la palabra pública se utiliza preferentemente para el ámbito de las políticas sectoriales, haciendo énfasis en el carácter de la responsabilidad del estado en la relación gobernantes-gobernados, y en una clara delimitación respecto a lo privado.

La palabra ciudadana hace énfasis en el carácter de corresponsabilidad de la seguridad entre ciudadanos y estado, específicamente en el aspecto de la participación, en el marco de la concepción de ciudadana en que los miembros de una comunidad se constituyen en sujetos de la acción política, y se rigen por los valores y principios de la democracia.

Una diferencia más de fondo se refiere a la definición de la seguridad pública sólo desde el ordenamiento jurídico, que responde a la necesidad de idealizar una condición social de tranquilidad y paz como un fin inmutable, sin importar necesariamente en que régimen se trate.

En tal sentido, se vuelve necesaria y urgente una política de seguridad ciudadana que no sea sesgada ni sectorizada, sino que se eleve a la categoría de política de estado en toda América Latina. Se torna imposible e inviable un estado continental que coexista con sus sistemas políticos asediados o cooptados por el crimen organizado.

La cuestión de la seguridad ciudadana no es un problema penal aislado del poder político, ni de técnicas policiales antiguas o modernas, ni de una discusión académica de expertos o de problema de índole moralista. Se trata de una exigencia política, desde un repensar del conocimiento y la praxis situacional alejada de todo dogmatismo, con la fortaleza de buscar herramientas que sirvan desde nuestros espacios para lograr resultados y en el fondo, enriquecer los programas de los movimientos nacionales populares. Lejos de ser un problema ideológico, la viabilidad del estado continental o sea de nuestra soberanía, en materia de seguridad ciudadana, está subordinado a esta cuestión de agenda integracionista.

En este aspecto vale menciona que la UNASUR en la primera reunión del Consejo Suramericano en materia de seguridad ciudadana, justicia y coordinación de acciones contra la delincuencia organizada trasnacional (2013) diferenció los campos de la "defensa" y la "seguridad". La defensa nacional, para decirlo de una manera didáctica, involucra a la defensa de la integridad territorial en caso de agresión externa.

La seguridad ciudadana, a diferencia de una concepción tradicional vinculada a la doctrina de la seguridad nacional de matriz militarizada, surge de la corresponsabilidad estado y comunidad, en la búsqueda de proteger a las personas y las comunidades.

De tal manera que la integración latinoamericana se plantea los puntos orientativos de una agenda sustentable de una  política de seguridad ciudadana articulada los países latinoamericanos:

  • Pleno ejercicio de las autoridades políticas en la construcción de capacidades de conducción y control del poder político.

  • Necesidad de medios humanos y materiales para el ejercicio de la conducción y del control del poder político.

  • Creación de una Escuela Suramericana de Seguridad Ciudadana destinado a la formación de expertos civiles, funcionarios.

  • Sanción de una Ley a nivel regional para la limitación y porte de armas de particulares.

  • No empleo de personal policial en tareas administrativas.

  • Abordaje de la problemática de la violencia familiar, de niños y niñas y adolescentes en riesgo.

  • Creación una agencia suramericana de control de armas. Actualmente hay una relación de cuatro a uno, un arma legal tiene permiso y cuatro no la tienen.

  • Los expertos civiles deben ejercer desde el Estado el rol de supervisores de la seguridad privada. Por cada policía hay tres agentes privados y dentro de la seguridad privada existe una formal y otra informal, que no tiene control.

  • Crear un código penal suramericano a partir de UNASUR.

Seguridad Ciudadana en Colombia

Las circunstancias especiales que se han registrado en los últimos cincuenta años en Colombia, relacionadas con la violencia política, han generado una amenaza de una inusual gravedad para la ciudadanía, exigiendo de la policía una actitud y una preparación que también registra unas características especiales que aparentemente la alejan de su verdadera misión y que la ha hecho calificar como una policía militarizada por quienes no conocen la realidad de la situación.

La necesidad de dotar a la policía de sofisticadas armas para poder hacer frente a la amenaza de la delincuencia organizada, no significa que por ese solo hecho se haya entrado en una filosofía militarista, obedece solo a la necesidad de defender a la ciudadanía de unos delincuentes armados de fusiles y ametralladoras que actúan en grandes grupos para asesinar, secuestrar, extorsionar y sembrar el terror en la gente de bien.

En este sentido, la Policía Nacional de Colombia ha conservado siempre su vocación civilista y de acercamiento a la comunidad, son muchos los ejemplos que pudiéramos citar como la creación de frentes de seguridad ciudadana, la organización de escuelas de seguridad, las campañas de acercamiento y conocimiento entre la ciudadanía por cuadras, barrios o sectores que ha resultado determinante para la seguridad y para la toma de conciencia sobre el aporte que cada ciudadano y cada comunidad debe hacer para su propia seguridad.

En base a los anterior descrito, el reconocimiento del Alcalde como primera autoridad de policía de la localidad y el trabajo conjunto con la Policía Nacional de Colombia para enfrentar la amenaza delincuencial son demostraciones más que suficientes para ratificar la concepción civilista de la Policía colombiana.

Diferente es que en ocasiones, especialmente en zonas rurales, se vea en la necesidad de trabajar con el apoyo de las Fuerzas Militares cuando su capacidad operativa resulta insuficiente para conjurar la amenaza criminal, caso comparable con la necesaria coordinación que debe existir con la rama judicial para el manejo de la delincuencia.

En buena hora que la crítica situación que vive nuestro país, se está manejando con una policía muy profesional, con el más alto grado de compromiso y entrega al servicio público y con la intención indeclinable de cumplir con el deber de proporcionar a sus conciudadanos las condiciones mínimas necesarias para convivir pacíficamente y trabajar por el desarrollo de la comunidad.

Existen unos factores generadores de delincuencia que producen un efecto facilitador más para el delincuente ocasional que para el habitual, tales como:

Todos estos factores que contribuyen a ciertos tipos de delincuencia común, se pueden atacar con programas sociales que ofrezcan mayores oportunidades a las gentes menos favorecidas, en desarrollo de una política de justicia social del Gobierno que debe tender a convertirse en una política de Estado. También se encuentran muy definidos, nos agentes generadores de violencia y delincuencia, que corresponden a un mayor grado de amenaza como son:

  • El terrorismo.

  • La delincuencia derivada.

  • El problema de las drogas ilícitas.

  • La delincuencia organizada, en bandas, mafias o grupos por modalidades delictivas.

Estos actores de la más peligrosa delincuencia son los que deben recibir una contundente respuesta por parte del Estado que tiene la obligación de reducir y neutralizar la amenaza que constituyen para la sociedad estas organizaciones criminales.

Reconocidas las causas de la delincuencia, en lo general y en lo específico por sectores, la fuerza pública diseña una estrategia que comprometa a todas las autoridades y la comunidad, para poder interactuar con las soluciones que correspondan a cada una de las entidades o sectores y obtener los resultados que permitan un oportuno control de todos los motivos de perturbación y de desorden.

La iniciativa la debe tomar cualquiera de las instituciones comprometidas con la seguridad ciudadana pero generalmente la toma la policía por cuanto es la institución que más cerca permanece de la comunidad y quienes más comparten la cotidianidad social. La respuesta de cada uno de los organismos que deben interactuar debe corresponder a una coordinación que se establezca en consejos regionales o locales de seguridad ciudadana, los cuales deben funcionar como una forma de lograr un trabajo policial que verdaderamente atienda las inquietudes de la comunidad y que se apoye en las instituciones que deben coadyuvar a la solución de los problemas.

Los desafíos que afronta la seguridad y convivencia ciudadana en Colombia, se pueden señalar los desafíos estructurales que se encuentran los relacionados con el proceso de urbanismo del país y sus complejidades, el incremento del mercado de bienes y servicios y los riesgos que esto implica en cuanto a propiciar el delito, la existencia, aunque menguada, de grupos armados ilegales y de narcotráfico en sus diversas manifestaciones, entre éstas su incidencia en patrones culturales y en grupos etarios, en particular en los jóvenes, y redes delincuenciales y de organización criminal ligados a ese fenómeno, y la presencia precaria del estado en algunos municipios, a pesar de avances significativos en materia de institucionalidad pública y privada y sus logros en el mejoramiento de la calidad de vida.

A lo anterior se suman factores de riesgo de carácter general como la venta y el consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas y el porte de armas legales e ilegales, que inciden en ciertos casos en la comisión de un delito u ocasionan el desenlace violento de éste. El mayor número de casos de homicidio es propiciado con armas de fuego.

En ese marco estructural, el incremento en los niveles de desarrollo de los centros urbanos y la mayor interconectividad entre ciudades y mercados han promovido fenómenos de contagio de los escenarios de violencia y de actividades ilícitas en las que niños, adolescentes y jóvenes se convierten en el objetivo de redes delincuenciales.

Existe una convergencia entre los índices de violencia, la presencia de estructuras criminales y los entornos urbanos deteriorados con la existencia de establecimientos vinculados a la venta de alcohol y sustancias psicoactivas, así como a personas en situación de prostitución. De esta manera, por ejemplo, los homicidios afectan tanto a los individuos vinculados a redes delincuenciales y crimen organizado, como a los ciudadanos que frecuentan esos lugares.

Seguridad Ciudadana en Venezuela

Gabaldón (2008) nos refiere que los cambios del estado venezolano a partir de 1999, luego de la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela proponen redimensionar la tradicional idea de ciudadanía, que más allá del reconocimiento expreso de unos derechos, se consolida con su ejercicio.

A tal efecto, se exponen los elementos de un modelo de seguridad ajustado a los principios constitucionales de un estado social y democrático de derecho, y se pone en relieve la importancia del estudio de la política pública nacional de seguridad ciudadana, por ser ésta un buen revelador de los valores y objetivos del estado en la materia.

Se realiza una especial referencia al desarrollo de la producción jurídico penal, por ser lo jurídico una importante forma a través de la cual se proyectan las políticas públicas en la vida social. Debe aclararse que más que un análisis profundo, se ofrece una panorámica de algunos cambios que se han sucedido en ésta área.

La perspectiva teórica en políticas de seguridad ciudadana se estima de gran valor, en tanto que la evaluación de los contenidos y resultados de los mecanismos de intervención del estado a través del derecho penal para garantizar la protección de la seguridad ciudadana, genera valiosa información sobre la organización y funcionamiento de las instancias del sistema de justicia penal, y resulta fundamental para desarrollar herramientas que permitan la ejecución de prácticas.

Orientadas al logro de los objetivos de una política de seguridad ciudadana en el marco del estado social y democrático de derecho, evitando el grave riesgo de acudir a políticas que signifiquen retomar la herencia de una larga tradición política arraigada en el orden público, o ser presa de nuevas políticas que emergen de tendencias punitivas globalizadas que suponen la homogeneización de las políticas públicas de seguridad, pudiendo desembocar en modelos y prácticas no solamente ajenos a la realidad social venezolana, sino contrarios a los imperativos éticos configurados en la Constitución.

Seguridad Ciudadana Fronteriza en ambos Países ¿Posibilidades de Integración Fronteriza?

Tomando el criterio de Ramírez (2006) que nos indica que la visión sobre las relaciones Colombia y Venezuela se resumen en una sola frase: convivencia; una mirada que encierra al mismo tiempo las expectativas y los temores propios de las relaciones entre vecinos. Por un lado, la imperiosa necesidad de estrechar unas relaciones que están cuajadas de oportunidades para el desarrollo mutuo. Por otra parte, la preocupante perspectiva de una ruptura de graves consecuencias para la economía y la seguridad de ambas repúblicas. Esta ambivalencia que necesariamente debe conducir al compromiso subyace a lo largo de las páginas de este esfuerzo por entender las más recientes crisis que han lastrado las relaciones bilaterales y las oportunidades que parecen dibujarse por encima de las diferencias.

Por un lado, las relaciones políticas que se encuentran marcadas por los contactos entre los presidentes de Colombia y Venezuela. Por otra parte, las relaciones económicas y los proyectos de infraestructura conjuntos. Asimismo, los vínculos comunicacionales y culturales que unen a las dos sociedades. Además, los contactos entre las regiones fronterizas que limitan, pero también vinculan a ambos países. Finalmente, las relaciones de seguridad marcadas por dos visiones asimétricas sobre las necesidades de seguridad de cada uno de los estados.

Para Ramírez (2006) este acercamiento representa una oportunidad para avanzar hacia una asociación estratégica siempre que se dé prioridad a la construcción de un denso tejido de contactos vecinales en todos los órdenes, y ambos países brinden estabilidad a la diplomacia bilateral convirtiéndola en una política de Estado.

CAPÍTULO III

Marco metodológico

Naturaleza de la Investigación

La presente investigación se enmarca dentro del paradigma de investigación cualitativa por cuanto nuestro enfoque de investigación es de tipo estructural y no distributivo o cuantitativo; según Rojas (2010) define la investigación cualitativa:

…en oposición a la cuantitativa, como un tipo de investigación cuyos resultados no provienen de instrumentos cuantitativos ni son analizados mediante tratamiento estadístico. Esto es parcialmente cierto. La investigación cualitativa supone una manera de concebir la realidad, unos métodos para abordar su estudio, así como técnicas e instrumentos acordes con estos métodos y procedimientos de análisis y validación congruentes con los fundamentos teóricos que la sustentan. (p. 11)

El paradigma cualitativo está ligado a las perspectivas estructural y dialéctica, y centra su atención en comprender los significados que los sujetos infieren a las acciones y conductas sociales. Este paradigma comprende y explica las estructuras latentes de la sociedad, que hacen que los procesos sociales se desarrollen de una forma y no de otra. Dicho de otra forma, se intenta comprender la cómo la subjetividad de las personas explican su comportamiento en la realidad.

El paradigma cualitativo posee un fundamento decididamente humanista para entender la realidad social sin caer en la posición idealista que resalta una concepción evolutiva y negociada del orden social. El paradigma cualitativo percibe la vida social como la creatividad compartida de los individuos. El hecho de que sea compartida determina una realidad percibida como objetiva, viva y cognoscible para todos los participantes en la interacción social. Además, el mundo social no es fijo ni estático sino cambiante, mudable, dinámico. El paradigma cualitativo no concibe el mundo como fuerza exterior, objetivamente identificable e independiente del hombre.

Diseño de la Investigación

Según Arias (2006), "El diseño de la investigación es la estrategia que adopta el investigador para responder el problema planteado…", para el desarrollo de este proyecto se utiliza el análisis del discurso basado en un corpus integrado por los discursos oficiales tanto de Colombia como de Venezuela referente a la incidencia de la seguridad ciudadana para la integración fronteriza como proceso de fortalecimiento en el espacio binacional de ambos estados.

El análisis del discurso según Manzano (2005) lo define como:

"…un campo de estudio muy complejo y necesariamente multidisciplinar. Surge históricamente de varios frentes, especialmente en el seno de la lingüística, cuando se desea seguir avanzando en la comprensión del lenguaje… Son muchos los aspectos relevantes en un discurso que competen a disciplinas que tradicionalmente han trabajado por separado…" (p. 2).

En ese sentido el análisis del discurso ofrece información en cuanto a:

  • Los niveles de reflexión implícitos en los temas tratados en el texto.

  • La estructura del discurso en términos de la secuencia de la información ofrecida por los emisores y la intención de quien habla.

  • Análisis del tono del discurso.

  • Intensidad y ponderación expresada en el discurso.

  • Importancia que otorga el hablante al tema en cuestión.

El análisis del discurso es una perspectiva transdisciplinaria de las ciencias humanas y sociales que estudia sistemáticamente el discurso escrito y hablado como una forma del uso de la lengua, como evento de comunicación y de interacción, en sus contextos cognitivos, sociales, políticos, históricos y cultural.

Se asume este estudio que concibe los discursos dentro de un Sistema de discursos (Conde, 2010) por lo que nos referimos a discursos que no se fraguan como entidad independiente, sino que están integrados en un sistema de discursos, además son producciones y prácticas sociales, no individuales, se producen y se actualizan en el ámbito de la interacción social, desde los nudos de relaciones sociales desde los que los sujetos hablan, razones por las cuales justificamos el diseño de investigación seleccionado.

Etapas o momentos de la investigación

Según Sabino (1992):

Llamamos investigación científica, de un modo general, a la actividad que nos permite obtener conocimientos científicos, es decir, conocimientos que se procura sean objetivos, sistemáticos, claros, organizados y verificables. El sujeto de esta actividad suele denominarse investigador, y a cargo de él corre el esfuerzo de desarrollar las distintas tareas que es preciso realizar para lograr un nuevo conocimiento… a pesar de que el proceso de conocimiento, en la vida real, es continuo y a veces bastante desorganizado, pues, no lo olvidemos, se trata de una experiencia creativa donde no pueden excluirse ni la intuición ni la subjetividad existe la posibilidad de distinguir en el mismo algunas grandes fases o momentos que, desde un punto de vista abstracto, muestran las sucesivas acciones que va desarrollando el investigador mientras trabaja. (p. 29)

Apoyándonos en este criterio de Sabino, se nos presentan entonces las siguientes etapas o momentos de la investigación:

  • Momento proyectivo: que sería la parte inicial del proyecto, en donde se fija la estrategia a seguir ante la presente investigación, como es la obtención y planteamiento del problema a investigar, así como de dilucidar la justificación del problemas en los criterios de factibilidad, viabilidad e impacto tanto en lo relacionado con las líneas de investigación como del contenido de la maestría en integración regional, perspectivas comparadas América Latina y Europa.

  • Momento metodológico: en este segundo momento, se encuentran los métodos específicos que permitan confrontar teoría y hechos. En el caso de la presente investigación se utiliza la metodología de investigación cualitativa.

  • Momento técnico: en esta etapa se aborda las formas y procedimientos concretos que nos permitan recolectar y organizar las informaciones que necesitamos. Tal es el caso que en el diseño de la presente investigación se utiliza el análisis del discurso, en los alocuciones oficiales tanto de Colombia como de Venezuela en lo que respecta a la seguridad ciudadana en el espacio binacional fronterizo entre Colombia (departamento Norte de Santander) – Venezuela (estado Táchira).

  • Momento de la síntesis: fase que tiene por cometido elaborar los nuevos conocimientos que es posible inferir de los datos adquiridos. Este momento es la producción del conocimiento confrontando y cotejando los datos obtenido, realizando el debido análisis de las matrices de registro y realizando la matriz de comparación para resaltar y ubicar en los discursos oficiales en materia de seguridad ciudadana las similitudes, diferencia y contradicciones que se puedan presentar.

En relación a las etapas propias del análisis del discurso a realizar se proponen las siguientes tareas:

  • I. Etapa: Identificación y Descripción de los discursos:

  • a) Transcripción literal del material discursivo, en este caso los corpus o unidades de análisis correspondientes a los discursos oficiales en seguridad ciudadana Colombia y Venezuela.

  • b) Determinación del orden de lectura del corpus de textos.

  • c) Lectura abierta y literal del texto.

  • d) Descripción de las condiciones de seguridad ciudadana para la integración fronteriza en el espacio binacional Colombia- Venezuela.

  • II. Etapa: Análisis de los discursos:

  • e) Fragmentación del texto o abordaje integral. Aquí se utilizarán las matrices de registro de la investigación.

  • f) Conjeturas analíticas. La lectura y relectura de los textos de una investigación, nos lleva a elaborar unas primeras intuiciones previas que expresen la aprehensión general del texto explícito e implícito. Las conjeturas analíticas aportan el sentido inicial y general sobre lo que nos dicen los textos sobre los objetivos de la investigación.

  • g) Lectura(s) orientada(s).

  • h) Codificación.

  • i) Anotaciones al texto.

  • III. Interpretación y Orientaciones:

  • j) Proceso de reducción de datos en unidades de sentido de las conjeturas. Después de la(s) lectura(s) y relectura(s) abiertas de los textos se propone unas segundas lecturas intencionales destinadas a contrastar y validar las conjeturas y a producir los materiales concretos que las expresan y sintetizarlos en unidades de sentido que agrupen las conjeturas.

  • k) La validación y contrastación de las unidades de sentido con sus conjeturas relacionadas para responder a los objetivos de la investigación.

  • l) Se generarán finalmente orientaciones emergentes de los discursos oficiales que promuevan la seguridad ciudadana para la integración fronteriza en el espacio binacional Colombia- Venezuela

Unidades o corpus de investigación

Como corpus de estudio de la investigación se consideran los siguientes documentos:

  • Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

  • Constitución de la República de Colombia.

  • Reglamento Especial sobre las Zonas de Seguridad Fronteriza según decreto N° 2.805, publicado en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 37.866 de fecha 27/01/2004.

  • Ley 191 del 23 de junio de 1995 de la República de Colombia (ley de fronteras).

Técnicas de Recolección de la Información

El presente proyecto propone como técnica de recolección, la observación documental, la cual según Finol (1992):

Constituye la vía más expedita de obtener datos sobre ellos, sin embargo, no siempre es posible efectuarla porque se requiere, primero, la existencia del fenómeno para el momento de la observación y segundo, la coincidencia del observador con el momento exacto de producción del hecho. Si no fuera posible observarlo, seguramente el fenómeno dejó huellas y estas deben reflejarse en cualquiera de las diversas formas documentales que existen, su análisis da a lugar a la observación documental. (p. 69)

Esta investigación se efectúa en función de documentos escritos, numéricos o estadísticos, archivos oficiales, privados o prensa, la finalidad de los estudios documentales es recolectar información a partir de documentos escritos o no escritos susceptibles de ser analizadas y pueden clasificarse como investigaciones cualitativas.

Entendemos entonces de acuerdo al criterio de estos autores que es el estudio de problemas con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su naturaleza con el apoyo principalmente en fuentes bibliográficas y documentales. Esta técnica se usará para recoger los documentos del corpus y del material de apoyo del marco referencial de esta investigación.

Instrumentos de Registros

Como instrumentos de registros se propone la matriz de registro y matriz comparativa. La matriz comparativa es un tipo de organizador de información en un sentido más analítico, por cuanto se coloca la información clasificándola, además se compara o contradice con otra información en un cuadro de doble entrada con indicadores específicos, como puede ser: similitudes, semejanzas y contradicciones.

En el caso de la investigación se proponen estas matrices para registrar los discursos oficiales y para que sirvan para la extracción de las conjeturas iniciales y su codificación para que puedan aplicarse las técnicas de análisis sugeridas.

Técnicas de Análisis

Para esta investigación se realizará el análisis cualitativo de los documentos que se agruparon en el corpus de documentos a utilizar. Según Hernández (2003) el análisis cualitativo se define como: "un método que busca obtener información de sujetos, comunidades, contextos, variables o situaciones en profundidad, asumiendo una postura reflexiva y evitando a toda costa no involucrar sus creencias o experiencia" (p. 451-452)

El análisis cualitativo se refiere al que procedemos a hacer con la información de tipo verbal que, de un modo general se ha recogido mediante fichas de uno u otro tipo. Es preciso tomar cada uno de los grupos que hemos así formado para proceder a analizarlos. El análisis se efectúa cotejando los datos que se refieren a un mismo aspecto y tratando de evaluar la fiabilidad de cada información.

La investigación cualitativa se enfoca a comprender y profundizar los fenómenos, explorándolos desde la  perspectiva de los participantes en un ambiente natural y en relación con el contexto. Se selecciona cuando se busca comprender la perspectiva de los participantes (individuos o grupos pequeños de persona o lo que se investigará) acerca de los fenómenos que los rodean profundizar en sus experiencias, perspectivas, opiniones y significados, es decir, la forma en que los participantes perciben subjetivamente  su realidad.

Se guía por áreas o temas significativos de investigación, sin embargo, en lugar de que la claridad sobre las preguntas de investigación preceda a la recolección y el análisis de los datos, los estudios cualitativos pueden desarrollar preguntas antes, durante y después de la recolección y análisis de los datos.

En la presente investigación se realizarán los siguientes procedimientos de análisis:

  • a) Análisis de contenido que permitirá la emergencia de conjeturas analíticas de los discursos los discursos oficiales en seguridad ciudadana Colombia y Venezuela. Esto supone una atribución de significados, explícitos e implícitos, a los discursos.

  • b) Reducción significativa de la información, es decir, las conjeturas analíticas se agruparán en unidades de sentido que emergen de los discursos oficiales en seguridad ciudadana Colombia y Venezuela.

  • c) Proceso de interpretación y síntesis, donde se validarán y contrastarán las unidades de sentido con sus conjeturas relacionadas parea así responder al objetivo general del presente proyecto de investigación.

Criterios de Excelencia

Para la obtención de la rigurosidad científica propia de toda investigación, en este caso cualitativa, se toman como referencia los criterios de fiabilidad, validez, transferibilidad, dependencia y confirmabilidad. Apoyándonos en Rojas (2010) se utilizarán los criterios de fiabilidad y validez en la presente investigación:

Fiabilidad: según Rojas (2010): "…la fiabilidad del análisis de contenido comienza por la definición exacta y detallada de las categorías. Del mismo modo, la triangulación de investigadores es un medio para comprobar la constancia de los resultados." (p. 139). En relación a la incidencia de la seguridad ciudadana, explícita e implícita en los discursos oficiales de Colombia y Venezuela, en la cual se utilizará el análisis del discurso lo cual dará probabilidad cierta de resultados acertados, creíbles y fidedignos en esta investigación, por cuanto estamos utilizando en el corpus los documentos oficiales como es la Constitución de cada estado y los documentos oficiales en materia de seguridad ciudadana. Para la investigación el proceso de análisis generará conjeturas iniciales que después se agruparán en unidades de sentido.

Validez: según Rojas (2010): "la credibilidad o validez de las interpretaciones se recurre a la triangulación teórica confrontando los resultados con varios enfoques teóricos. Es posible también devolver a los sujetos el análisis a fin de constatar la validez de los hallazgos…" (p. 139). El proceso de análisis de interpretación y síntesis a utilizar dará respuesta a este criterio de excelencia. En base a lo antes expuesto, los resultados del análisis de los discursos oficiales de la seguridad ciudadana serán contrastados con los referentes teóricos contenidos en el marco referencial.

Transferibilidad: hace referencia a la posibilidad de aplicar los descubrimientos a otros contextos. La investigación cualitativa evita las generalizaciones, ya que los fenómenos sociales dependen del contexto dado.

Dependencia: sería el grado en que se repetirían los resultados de volver a repetir la investigación.

Confirmabilidad: consiste en confirmar la información, la interpretación de los significados y la generalización de las conclusiones

ASPECTOS ADMINISTRATIVOS

Cuadro 1.

Personas involucradas en la investigación

CANTIDAD

IDENTIDAD

RESPONSABILIDAD

1

Rafael Antonio

Ramírez Castro

Investigador

1

Prof. Jorge Eliécer

Díaz Piña

Tutor de contenido y metodológico

Cuadro 2.

Recursos Materiales

Materiales de los que dispone el investigador

CANTIDAD

DESCRIPCIÓN

1

Equipo de Computación (PC)

1

Impresora

Cuadro 3.

Presupuesto Estimado

edu.red

Cronograma de Actividades

edu.red

Referencias

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Autor:

Rafael Antonio Ramírez Castro,

Tutor: Jorge Eliécer Díaz Piña,

edu.red

Valencia, Abril de 2014

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE

COORDINACIÓN DE POST GRADO

MAESTRÍA EN INTEGRACIÓN REGIONAL

(PERSPECTIVAS COMPARADAS AMERICA LATINA Y EUROPA)

Proyecto de grado para optar título de Magister Scientiarum en Integración Regional (perspectivas comparadas América Latina y Europa)

Partes: 1, 2
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