A finales de los 80 los agentes de la unidad de ciencias del comportamiento del FBI empezaron a trabajar en la clasificación de los crímenes usando el manual diagnóstico y estadístico (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría APA. Se clasificaron los crímenes de asesinato, incendios y abusos sexuales, y se conformó el Comité Advisory Committee Representing Federal and Private Association.
Tres años después Hazelwood describió cómo elaborar el perfil de los violadores a través de informes de las víctimas. Para lograrlo se basó en 3 puntos fundamentales entre los cuales incluía una cuidadosa entrevista con la víctima acerca del comportamiento del violador, un análisis del comportamiento para tratar de descubrir la motivación subyacente y un perfil individual.
El primer reconocimiento operacional del uso extenso de la psicología en Estados Unidos, fue cuando a mediados de los ochentas, la policía metropolitana, junto con el FBI perfilaron a un secuestrador en serie que operaba en el sector de Notting Hill. Entre septiembre de 1979 y septiembre de 1983, este secuestrador había atacado a quince mujeres, en sus propias casas
En la investigación, se contó con la colaboración de los Senior Investigation Officer (SIO) quienes son investigadores de alto rango y cuentan entre su equipo psicólogos que elaboraron perfiles del posible asesino.
Habiendo conformado el equipo de investigación entre SIO y FBI, se analizaron muestras de ADN del perpetrador, recogidas en los ataques del 1979 a 1983 y en el ataque a la mujer en 1987; resultado que comprobó que los secuestros, fueron cometidos por la misma persona: Tony Frederick Mc. Lean fue quien dio positivo a la prueba del ADN, siendo sentenciado a cadena perpetua por los secuestros.
Como aporte de la tecnología informática; en agosto de 1986, se convocó una conferencia para los SIO"s que habían tomado casos no resueltos de niños asesinados. Esto creó la obvia necesidad de examinar casos similares. La conferencia contribuyó en la conformación de un equipo bajo el mando de Don Dovaston, jefe del cuartel general de policía de Derbyshire, trabajando en el desarrollo de una base de datos la cual es ahora bien conocida con el nombre de CATCHEM (sigla en inglés de Equipo Centralizado de Análisis, Comparación y Manejo de Homicidios) y que representa uno de los mejores softwares de apoyo para la investigación criminal.
En el Reino Unido en 1998 ocurrió un caso que evidencia la utilidad de la elaboración de perfiles criminales, especialmente en crímenes de tipo sexual; la información fue obtenida del texto "Offender Profiling". Se denominó "el asesino del ferrocarril", en él; se vio involucrado John Duffy ex-carpintero del ferrocarril Británico quien por pertenecer al ferrocarril llegó a ser un sospechoso en la investigación policial; sin embargo alcanzó a ser ignorado entre la lista de los oficiales que contenía 4900 sospechosos. Se realizó un perfil por parte del un equipo de psicólogos, describiendo las posibles características físicas y comportamentales del agresor, se tomaron las muestras de ADN de sangre y semen encontrado sobre las victimas obteniendo que correspondían a Duffy y finalmente, su domicilio quedaba en el área que el equipo de psicólogos había señalado en el perfil. Duffy fue vigilado y arrestado por la policía, fue declarado culpable en 1987 por dos asesinatos y cinco secuestros. La inmensa publicidad que generó el caso de Duffy, creó una gran demanda de la técnica del perfilamiento criminal, la cual fue empleada en cerca de 300 investigaciones durante los últimos nueve años.
Para el año de 1995, se estableció la facultad nacional del crimen en el colegio del estado mayor de la policía en Bramshill, Reino Unido. El estado mayor de la facultad estaba en capacidad de trabajar con los SIO"s se implementaron bases de datos al alcance de todos como herramienta para comparar casos recientes con otros más antiguos. Como se observa, es el FBI el que ha desarrollado la mayor cantidad y calidad de unidades de investigación y elaboración de perfiles, unidades sustentadas en la teoría, metodología e investigación de perfiles delincuenciales. Según Turvey (1999), un elevado número de agencias de los Estados Unidos tienen sus propias unidades especializadas en perfiles, y su número internacionalmente también ha crecido en países como Australia, Canadá, Inglaterra, y Holanda.
Aplicaciones de la Técnicas
Las siguientes son las aplicaciones de la técnica de elaboración de perfiles:
1. Crímenes violentos y seriales
2. Identificación del autor y eliminación de sospechosos
3. Técnicas investigativas con base en la identificación del tipo de criminal
4. Provocar al agresor a través de los medios de comunicación
5. Preparación de interrogatorios
6. Justificación de solicitud de otras pruebas
7. Vincular crímenes
En los crímenes violentos y seriales, por razones de calificación, tiempo y dinero la técnica resulta supremamente onerosa, por lo cual se recomienda reservarla a la investigación de delitos (especialmente violentos contra la vida, sexuales y terrorismo como masacres, homicidios y violaciones) que rebasen la eficiencia de las técnicas tradicionales de investigación judicial. Se enuncia el terrorismo dentro de los crímenes para aplicar la técnica porque existen antecedentes del uso de los perfiles en casos de cartas amenazantes, ya que de acuerdo con las palabras que se usen, se puede determinar las características del posible actor de este hecho, su estado mental en el momento de escribir la amenaza e inferir su motivación para encontrar a los posibles implicados y de esta manera salvar vidas. No obstante existen antecedentes de aplicaciones de la técnica a casos más sencillos como el hurto en residencias.
Así mismo, recurrir a la técnica para identificación del autor y eliminación de sospechosos del crimen es para limitar la investigación a un grupo de "sospechosos", pero no permite identificar inequívocamente a un solo sujeto, este aspecto lo debe tener presente todo el tiempo el investigador, de manera que no se base la resolución condenatoria en el perfil como único indicador.
Cuando la información se complementa con el análisis forense y la evaluación de la declaración de los testigos, se pueden obtener los parámetros de eliminación de sospechosos.
Otra aplicación importante es la de las técnicas investigativas con base en la identificación de tipos de criminales debido a que se han presentado casos que han llamado la atención y por tal motivo han sido sometidos a investigación, así mismo ha crecido el interés en la aplicación de la técnica de elaboración de perfiles criminales identificando los tipos de criminales que pueden estar inmiscuidos en el hecho criminal; en este caso, se sigue el siguiente procedimiento:
1. Predecir las características del criminal.
2. Establecer si es parte de una serie de crímenes.
3. Desarrollar sugerencias de cómo tomar ventaja investigativa con base en las características del delito.
Dentro de las sugerencias de técnicas investigativas se encuentra el proporcionar guías para el interrogatorio, el uso de los medios de comunicación, la búsqueda de aspectos específicos en los allanamientos, etc. Una manera interesante de provocar al agresor a través de los medios de comunicación consiste en que hoy día, muchos de los usos operacionales se han dirigido al secuestro y a las muertes de índole sexual los cuales son con frecuencia reportados en la prensa sensacionalista. Los medios de comunicación modernos ejercen gran presión sobre la policía encargada de las investigaciones en mención, especialmente sobre los profesionales que trabajan aclarando los crímenes; aunque parezca extraño, esta puede ser una forma de establecer contacto con el agresor, por ejemplo, cuando los medios publican un caso de homicidio y le dan un contexto de sensacionalismo y amarillismo, el criminal puede confesar sus actos, es decir; se usan los medios de comunicación como un mecanismo de presión.
Los perfiles psicológicos criminales no solo ayudan a delimitar una investigación, sino que sugieren técnicas de influencia sobre el atacante, con base en las características de su personalidad se pueden emitir informaciones a través de los medios de comunicación con el fin de presionar a que se entregue algún criminal, ya que con ayuda de la prensa se pueden realizar artículos donde se informe del acto delincuencial y hasta agregar información de más, para que así estos se vean envueltos y sean capaces de denunciar su delito. Esta técnica también se le denominó "Proactiva".
Perfilar criminales ayuda al investigador a priorizar en una lista los posibles sospechosos. En este sentido, las técnicas de elaboración de perfiles criminales pueden dar pautas sobre cómo interrogar tanto a testigos como a sospechosos y pueden ayudar en buena medida en investigaciones de crímenes mayores, particularmente donde el rapto precede a un crimen .
Una de las fortalezas de esta técnica es que puede ser usada para justificar la solicitud de pruebas como allanamientos y de análisis del ADN, y es aquí donde el investigador u oficial mayor, se une a un equipo forense de investigación para buscar correlaciones en el ADN, la sangre y los tejidos.
Tipos de Perfiles Criminales
En la investigación criminal existen tres maneras de elaborar los perfiles:
1. Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico o método inductivo
2. Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico o método deductivo
3. Perfil geográfico.
1.Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico o método inductivo
Consiste en la caracterización de los agresores conocidos o población carcelaria para extraer características generales; es decir, se parte de lo particular a lo general; por ejemplo: si el investigador esta elaborando perfiles de agresores dentro de una cárcel, entonces entrevistará a un violador y nota que no es asertivo, luego a otro y observa lo mismo entonces, si se repite el patrón, el investigador podrá extraer una característica general de los violadores.
Para obtener estos datos, los investigadores realizan entrevistas de criminales violentos condenados sin posibilidades de salir de la cárcel, para que así brinden amplia información y con esta no tengan nada que ganar o perder. Además se basan en la observación conductual y en informes de la conducta del delincuente brindada por otras personas (allegados, víctimas o guardianes penitenciarios).
También se nutren los investigadores de datos provenientes del expediente judicial y con base en todas estas fuentes se construye el perfil inductivo. Homant y Kennedy (1998) sugirieron que este perfil se usó para la estrategia de entrevista y testimonios de individuos, determinando si sus características emparejan con las características de una base de datos de una clase de agresores determinada. La ventaja de este modelo es que es un gran facilitador de características, pues ofrece premisas con características básicas del agresor que permiten perfilarlo y predecir su comportamiento.
2. Perfiles de agresores conocidos, perfil criminal o método deductivo
Este método se desarrolla haciendo inferencias con base en el análisis de la evidencia psicológica de la escena del crimen.
Se trata de ir de lo general a lo particular; es decir, de premisas generales como la edad del agresor, la raza de la víctima, las agresiones específicas que el criminal hizo a la víctima como cubrirle la cara o dejar algún tipo de simbología, etc, de la evidencia psicológica se extraen rasgos del agresor para dar como resultado un perfil particular. Por ejemplo: agresor adulto, joven y blanco que es psicópata porque siente arrepentimiento.
Para realizar este perfil resulta de mucha utilidad hacer comparaciones con las características de otros comportamientos criminales similares de población conocida (penitenciaria o carcelaria) obtenida mediante el método inductivo.
Este método se puede usar como un tipo investigativo y adjudicativo, ya que como primera medida, el análisis de la evidencia conductual puede ser sistemáticamente examinada e interpretada para los hechos del caso, y después de esto puede ser usado para asistir en el proceso que se ponga a disposición en una corte legal (Turvey, 1999).
El perfil criminal deductivo no implica un individuo específico ni un crimen específico. Puede ser usado para sugerir un tipo de individuo con características psicológicas y emocionales específicas; describe solo las características evidentes en la conducta criminal a la mano, así como las circunstancias de tal conducta. Los encargados de hacer perfiles deductivos, recopilan información de la escena del crimen para analizarla y poder revelar qué tipo de persona lo cometió. Los casos reales de crímenes no se resuelven por pequeñas pistas, sino por el análisis de todas las pistas y los patrones del crimen. El perfil de criminales desconocidos el mismo método deductivo y consiste en el proceso de interpretación de la evidencia forense que incluye observar la escena del crimen, tomar fotografías, reportes de autopsia, fotografías de la autopsia, además del estudio individual del agresor y la victima partiendo de los patrones de conducta se deducen las características del agresor(es), la demografía, emociones y motivaciones.
El método de perfil deductivo incluye dos fases:
-La fase investigadora: en la que como su nombre lo indica se investiga todo lo que tiene que ver con las evidencias ya sean físicas o conductuales.
-La fase del ensayo: esta fase involucra el análisis de evidencias conductuales de crímenes conocidos donde ya existe un sospechoso, por esta razón la meta en este caso es ayudar en el proceso de entrevista o interrogatorio y ayudar a desarrollar la visión de la fantasía en la mente del ofensor, para este fin se debe ser imparcial, es decir, tener una mente abierta y un pensamiento crítico, se debe pensar como delincuente, en sus necesidades, experiencias y motivaciones, por último se debe tener en cuenta la experiencia de vida pues esto puede influir de manera determinante en las personas (Turvey, 1999)
3. Perfil geográfico
Está relacionado con las características físicas del lugar, podría llamarse perfil de la escena del crimen, ya que intenta generalizar la vinculación de las localizaciones de la escena del crimen con la probable residencia de un agresor desconocido.
Aunque este tipo de perfil es primordialmente empírico, emplea el concepto de mapa mental y trata de reconstruir una representación psicológica relevante de las áreas del crimen en donde el agresor se sienta confortable. Rossmo (1997) afirma que un perfil geográfico es de gran ayuda para refinar el perfil de la escena del crimen, ya que lo que se intenta es generalizar la vinculación de la localización de la escena del crimen con la posible residencia del agresor, además de ayudar a formular el mapa mental.
Proceso de Generación del Perfil Criminal
Se dividió el proceso en tres fases:
A) Etapa previa a la elaboración del perfil: contiene la información del contexto sociocultural donde ocurrió la escena del crimen y la protección de la escena del crimen
B) Reconstruir el crimen: realizar un análisis de la victima, las entrevistas a testigos y obtener Información de la escena o lugar de los hechos, para poder clasificar la información según el tipo y estilo de homicidio y la motivación del agresor.
C) Descripción del perfil criminal: se espera que haya una captura, una confesión y una sentencia condenatoria, posterior a lo cual se retroalimenta todo el proceso confrontándolo con los datos reales.
A. Etapa previa a la elaboración del perfil
Información del contexto sociocultural donde ocurrió le escena del crimen.
La información que se obtiene de este primer paso será: situación geográfica (clima, vías de comunicación, etc.), idiosincrasia (política, cultura), idioma, religión predominante, situación social, raza predominante, situación económica, índices criminales (estadísticas criminológicas, archivos, etc.) para dimensionar adecuadamente el crimen.
Protección de la escena del crimen
En primera instancia los Investigadores deben saber que dentro de una escena del crimen existen riesgos biológicos que pueden atentar contra su salud; es por ello necesario que los investigadores conozcan una serie autocuidados con el objetivo de evitar riesgos para ellos.
En segunda instancia, se procede a cercar el área donde se halló el cadáver en un perímetro de 150 metros para que en dicha área se pueda reunir información como tomar fotos de la posición del cuerpo, realizar gráficos y tomar notas de los más pequeños detalles que durante la investigación probablemente sean de gran ayuda para la continuidad del proceso. Cada pista, cada evidencia puede ser la clave para resolver el crimen.
A1. Durante la elaboración del perfil
Análisis y /o entrevista de la victima
En el caso de que la victima este viva, de lo contrario se realizará un análisis retrospectivo de ella a través de una autopsia psicológica que permita reconstruir lo más ampliamente posible su personalidad.
La información que se debe obtener es: domicilio, reputación en el trabajo y en el vecindario, descripción física hasta de su ropa el día del incidente, su estado civil, hijos, parientes, nivel de educación, situación financiera, datos y antecedentes de la familia, historial médico y psicológico, temores, hábitos personales, hábitos sociales, uso de sustancias psicoactivas, pasatiempos, amigos y enemigos, cambios recientes en su estilo de vida, cualquier juicio en tribunales, antecedentes, la última vez que fue vista, edad, etc. Se determina si era una víctima de alto o bajo riesgo.
La víctima es la última persona que evidencia el crimen; si esta viva la victima puede dar información relevante acerca de los eventos ocurridos, pero si la victima esta muerta, la escena del crimen y la autopsia contará la historia.
En esta instancia el perfilador debe interesarse en las actividades de la victima ya que estos elementos pueden dar información que acompaña al perfil. Idealmente, el elaborador de perfiles debe tener la siguiente información específica acerca de cada víctima.
Rasgos físicos de la victima, estatus marital, estilo de vida personal, ocupación de la victima, educación de la victima, demografía personal de la victima, historia médica de la victima, historia psicosexual de la victima, historia judicial de la victima, últimas actividades de la victima.
Entrevista a testigos
Los investigadores se dedicaran a buscar testigos que brinden información física o psicológica del atacante o sospechoso como la siguiente: si tiene contextura atlética, poco o ningún orgullo en su apariencia física, hábitos nocturnos, no interactúa bien con la gente, sus pasatiempos son solitarios, si es casado, si tiene pareja y ella es más joven, si es empleado o no, además los testimonios recogidos son útiles para validar la información obtenida de la victima.
Evidencia forense y de conducta.
En este punto deben reunirse todas las evidencias físicas disponibles así como también las conductas, esto asegura que se analicen todas las características del crimen y de la escena.
El análisis de la escena o lugar de los hechos
Este apartado debe poseerlas características del crimen – escena.
En estas características se deben tener en cuenta el método de acercamiento a la victima que realizo el ofensor, el método de ataque, el tipo de situación, naturaleza y sucesión de actos sexuales, los materiales que se usaron, la actividad verbal y los actos preventivos, por ejemplo para que no descubran el cadáver.
Sería ideal que la persona encargada de elaborar el perfil haya observado varias escenas de crímenes para determinar si existen pautas repetidas, así como también debe conocer los tipos de criminales; en este último aspecto, se tendría en cuenta lo siguiente: fotografías de la escena del crimen (víctima y el área), informe de la autopsia, informe completo de la situación como la fecha y hora, ubicación, el arma, la reconstrucción de la secuencia de los eventos y una entrevista detallada con la víctima sobreviviente o testigos.
El análisis global del crimen
1) Tipo y estilo de homicidio.
Un homicidio simple tiene una víctima. Uno doble tiene dos víctimas, en un único suceso y en un solo lugar. Uno triple tiene tres víctimas que mueren en un mismo lugar durante un único suceso. De tres víctimas en adelante se clasifica como asesinato en masa, donde mueren mas de cuatro víctimas en un mismo lugar y en un solo suceso.
Hay dos tipos de asesinato en masa:
A) El clásico: el asesino opera en un lugar durante un periodo de tiempo y la descripción del asesino en masa suele ser de un trastornado mental cuyos problemas han aumentado hasta el punto que empieza a actuar contra grupos de personas que no tienen nada que ver con su problema.
B) El asesinato en masa familiar: como su nombre lo indica, el asesino mata a los miembros de su familia; si éste mata a mas de tres miembros de su familia y luego se suicida, el crimen es clasificado como asesinato en masa /suicidio y si no existe el suicidio y mata a mas de cuatro miembros de la familia, se llama asesinato familiar.
Hay dos tipos adicionales de asesinos múltiples
1)los "spree murders" o asesinos "itinerantes" y
2) los asesinos en serie.
Un asesino itinerante mata en dos o más lugares y no tiene un periodo de enfriamiento emocional. Un asesino en serie comete tres o más homicidios separados entre sí en el tiempo; esto permite que el criminal se enfríe emocionalmente entre uno y otro asesinato, el asesino suele matar con premeditación. Es necesario tener en cuenta que tanto al asesino en masa y al asesino itinerante no les importa la identidad de sus víctimas; al asesino en serie sí, es decir, las clasifica.
Teniendo clara esta diferenciación (que ya ha sido analizada en el capitulo de Diagnostico de Psicopatía) se puede empezar a formar el perfil del criminal.
A pesar de la existencia de estos tipos de criminales, Ressler y Burgess en 1985, hicieron una lista de 25 variables para distinguir la personalidad, antecedentes socioeconómicos y conducta de la escena del crimen envuelta en dos tipos de agresores: los organizados y los desorganizados.
Los agresores organizados son descritos como más inteligentes, socialmente competentes, son mas probables de que respondan a algunos precipitantes estresores situacionales, y son mas probables para demostrar cuidado, planeación y control en el acto criminal; por tal motivo, estos son mas difíciles de capturar.
2) La intención primaria del asesino.
En un asesinato puede haber tanto intenciones primarias como secundarias.
El motivo primario es la meta fundamental que se logra a través de otras que se denominan secundarias. En la motivación primaria pueden incluirse razones emocionales, egoístas o específicas, un individuo puede matar en defensa propia, por compasión o por motivos sexuales. La violencia o las disputas familiares pueden causar los homicidios. Si el asesino tiene un trastorno mental puede cometer un crimen simbólico o tener una crisis psicótica. Los asesinatos que se cometen en grupo tienen motivos como religiosos, de culto u organizaciones fanáticas.
3) El riesgo para la víctima.
Este concepto se maneja en varias etapas del proceso de generación del perfil y revela datos sobre el presunto asesino en cuanto a su modo de operar. Para calcular el riesgo de la víctima, se usan factores tales como la edad, profesión, estilo de vida y estatura. El riesgo se puede llegar a clasificar como alto (jóvenes y ancianos), moderado (estudiantes) o bajo (cuya profesión y estilo de vida hace que no sean blanco).
4) El riesgo para el agresor.
"El riesgo para la víctima está relacionado directamente con el riesgo para el agresor, es decir, el riesgo que corrió el agresor para poder cometer el crimen. Por ejemplo, secuestrar una victima en la calle al medio día supone un alto riesgo, esto también aporta ideas sobre el agresor; indica, que el agresor esta obrando bajo ciertos estresores personales que cree que no lo detendrán, o que necesita excitarse para poder cometer el crimen".
5) La escalada del crimen
Al analizar los hechos y los patrones de los factores anteriores, se obtiene información sobre el aumento del grado de violencia empleado en el crimen. Los investigadores que hacen perfiles saben deducir la secuencia de los actos y así determinan el potencial del asesino, no solo para aumentar la virulencia de sus crímenes, sino también para repetirlos en serie.
Un ejemplo es el caso de David Berkowitz quien comenzó su carrera criminal apuñalando a una adolescente sin matarla y terminó asesinando con un revolver calibre 44".
El estudio del desarrollo de la conducta criminal de los agresores sistemáticos indica que cuando codifican a la víctima, es decir, mantienen un trato impersonal y se comunican poco y solo con fines instrumentales, irán mostrando una mayor violencia a medida que van acumulando asaltos.
6) Violencia expresiva y violencia instrumental
La violencia instrumental es aquella que va dirigida a conseguir los fines del delito, incluye todo aquello que es necesario hacer para controlar a la víctima (Ej. Maniatarla, golpearla). Diferente de la violencia expresiva que son comportamientos superfluos para la consecución del delito, Ej. para asesinar no es necesario torturar antes. Esta violencia permite al agresor expresarse, representa su personalidad e incluye su estilo personal de la ejecución del delito.
7) El tiempo
Se tiene en cuenta el tiempo necesario para:
a) matar a la víctima
b) cometer actos adicionales con el cuerpo
c) deshacerse del cadáver; esto para que ayuden a la elaboración del perfil criminal.
8) El lugar
La escena del crimen puede no ser una sola, sino varios lugares que sirvieron de contexto a los hechos, por ejemplo puede ser distinto el lugar donde la víctima fue abordada, al lugar donde ocurrió el crimen y también el lugar donde se depositó el cadáver. El hecho de que se usen varios lugares suministra más información sobre el asesino, porque usar varios sitios implica planeación del delito, mayor edad cronológica y mayor tiempo transcurrido en la carrera delictiva.
Cuando un criminal selecciona un blanco, el también debe tener cierto sentimiento acerca de si es correcto el lugar de asesinato. ¿Es apropiada esta zona para el asesinato? ¿Contiene suficientes víctimas? ¿Es familiar? ¿Hay riesgo de que lo atrapen? ¿Hay rutas de escape?.
En una investigación de asesinato, es importante preguntar por qué el asesino escogió un área particular para desechar el cuerpo, y por qué escogió una ruta en particular. El lugar o lugares de los hechos hablan de las preferencias del delincuente, porque simbolizan para él zonas en las que se siente seguro y confortable, zonas que conoció por las actividades que realizaba. Ej. Duffy trabajaba en el tren y depositó los cadáveres cerca de las vías férreas. Rossmo (1994) describe una serie de zonas geográficas, derivadas del modelo de Brantingham y Brantingham, en el cual encuentran las áreas de "hogar", "trabajo" y "almacenes y entretenimiento", ya que constituyen las zonas de comodidad que permiten al agresor a cometer su crimen bajo un manto psicológico de protección.
La distancia entre un lugar y otro permite inferir la clase y el medio de transporte utilizado por el agresor. Y los lugares de los hechos hablan también del "Mapa mental" del agresor, que involucra las imágenes que él tiene del espacio y de los alrededores, construidos por medio de sus experiencias y de las actividades diarias; estas son principalmente aquellas zonas que se encuentran cerca de donde se desplaza el criminal, tales como el hogar, trabajo, sitios de recreación, entre otros.
Teniendo información del mapa mental de una persona, se puede inferir cuál es su rutina o ruta favorita de transporte.
Con un análisis de los lugares se pueden descubrir los límites reales o psicológicos del mapa mental del delincuente, encontrar ríos, carrileras de tren, entre otras, las cuales pueden ser una barrera para los agresores o pueden servir para ejecutar el crimen. Incluso el análisis de los lugares de los hechos pueden informar sobre la zona de residencia del perpetrador de los crímenes, se supone que cuando un asesino serial comienza a asesinar, los primeros actos son situados relativamente cerca de la localidad donde vive o trabaja.
Se ha visto que los violadores jóvenes europeos operan en una zona de tres kilómetros a la redonda de su residencia, habrá que estudiar cuales son los radios de acción de los diversos delincuentes en otros países, incluso en la ciudad de Córdoba y otro estudio para la ciudad de Carlos Paz, ya que se sabe que existen diferencias transculturales.
B. La reconstrucción del crimen.
Aquí se reconstruye la secuencia de sucesos y el comportamiento tanto del asesino como de la víctima; además, se indica cómo pasaron las cosas, cómo se comportaron las personas y cómo se planificó y organizó el encuentro. Esta reconstrucción se basa en las decisiones tomadas en la etapa anterior.
C. La descripción del perfil criminal.
Trata el tema de la descripción del tipo de persona que ha cometido el crimen y su manera de comportarse con relación al mismo. Se incluyen las características físicas, costumbres, creencias y valores, el comportamiento antes y hasta el momento del crimen, y el comportamiento después del crimen. Se pueden incluir recomendaciones para el interrogatorio o la entrevista con el asesino, su identificación y su detención.
El perfil no incluye todo y no todos los perfiles tienen la misma información, en resumen la información que contiene un perfil es la siguiente:
Es de aclarar que para los casos colombianos las razas no se pueden clasificar debido a que el mestizaje es muy alto en el país, por ello esta categoría no es aplicable a nuestra cultura, se sugiere incluir la categoría de "color de la piel"o fenotipos más variados que la variable raza para el análisis de casos colombianos.
D. Etapa posterior a la elaboración del perfil. La retroalimentación del perfil.
Una vez que el perfil criminal tiene congruencia, se remite un informe por escrito a la agencia que lo solicitó y este informe es incorporado a la investigación. Habiendo obtenido la información de la victima y de los testigos se reúnen a los sospechosos que encajan en el perfil y son evaluados. Si este proceso termina con la identificación, detención y confesión del asesino, el perfil ha cumplido su objetivo. Si salen nuevas pruebas o no se identifica a ningún sospechoso, entonces tiene lugar una reevaluación; toda la información es examinada otra vez y se vuelve a validar el perfil". Cuando se logra una detención o una sentencia condenatoria, se comparan los datos reales con el perfil elaborado; si el sospechoso confiesa, es importante hacerle una entrevista detallada para controlar que todo el proceso del perfil haya sido válido.
Evidencia psicológica
Durante el proceso de generación del perfil se deben tener en cuenta ciertos aspectos de la victima o de la escena del crimen que pueden ser observados de los cuales se pueden extraer inferencias psicológicas, a esto es a lo que se denomina Evidencia Psicológica.
La evidencia psicológica primordial que busca el preparador del perfil, es el motivo; es muy importante que esta técnica se limite a los crímenes en donde no se evidencie motivo alguno tales como financiero, afectivo o sentimiento de venganza y se deben agotar todas las pistas lógicas antes de utilizar esta herramienta ya que las conductas son realizadas por los agresores para darle gusto a sus fantasías y a sus necesidades psicológicas. Para lograr esto es fundamental entrenar al policía en captar ciertas pistas que no son físicas pero que son básicas para poder resolver los crímenes; es decir, encontrar los sentimientos, los motivos y actitudes, así los perfiles serían una herramienta facilitadora para las autoridades judiciales. La mayoría de los crímenes evidencian dos tipos de comportamiento: uno físico y otro verbal, el investigador debe analizar la información del modo en que opera el delincuente y plantearse preguntas tales como: ¿qué elementos en la escena evidencian fuerza física o verbal? Y qué hechos pudieron haber motivado al criminal para llevar a cabo el hecho, esto significa que es una persona desorganizada e impulsiva y probablemente vive cerca y llego a pie.
Desarrollo de Software
En la actualidad, se ha trabajado con unos lineamientos básicos para la creación de sistemas de menú y comandos que ayuden a encontrar información almacenada de manera rápida y eficiente, en este sentido se utilizarían para la creación de bases de datos en la realización de perfiles criminales debido a la gran cantidad de información que generan haciendo necesario el uso de computadores como apoyo en el almacenamiento, evaluación y rápida recuperación de la información.
Es de vital importancia conocer algunas bases de datos en relación con los perfiles criminales, uno de los sistemas de computación aceptado a nivel nacional en Estados Unidos usado en incidentes de crímenes es conocido como HOLMES (Oficina de Sistemas de Investigación Mayor) el cual será utilizado en investigaciones múltiples o muy generales, excepto en los asesinatos "domésticos" o los homicidios involuntarios, donde el criminal es conocido y ha sido arrestado; por otro lado se encuentra el SIO, que analiza cualquier información más específica de la base se datos HOLMES.
Conociendo la base de datos general se pueden nombrar dos ejemplos de algunas de las más específicas:
-La base de datos CATCHEM: contiene información sobre asesinatos de niños cubriendo alrededor de 35 años de muertes, proporcionando guías de búsqueda de cuerpos filtrando información sobre algunos de los sospechosos.
-MTC: R3: El centro de tratamiento de Massachussets ha creado un programa específico para la creación de perfiles de violadores llamado "tipología del violador versión 3", este programa aplicó los métodos racional y deductivo simultáneamente y el empírico / inductivo generando, probando e integrando taxonómicamente los perfiles de los violadores incluyendo también la teoría.
-Análisis Geográfico Computarizado: Es uno de los avances de un programa computarizado llamado CRIMINAL GEOGRAPHIC TARGETIN (CGT), el cual asesora las características espaciales de los crímenes.
-VICAP: El National Center for the analysis of Violent Crime (NCAVC) desarrolló un sistema computarizado para analizar patrones criminales, denominado VICAP (Violent Criminal Apprehension Program) que con base en información de patrones comportamentales detecta y predice comportamiento de criminales violentos.
Muchos estados de USA han sistematizado sus propias bases de datos sobre crímenes violentos, incluyendo el New York State Homicide Assesment and Lead Tracking System (HALT) and Michigan"s Homicide Investigative Tracking System (HITS). La base de datos nacional esta localizada en la academia de entrenamiento del FBI en Quantico Virginia dentro del Violent Criminal Apprehension Program (VICAP) que opera a través del Centro para el Análisis de Crímenes Violentos.
Limitaciones de la Técnica
Si bien los perfiles son una herramienta útil, no son el resultado de encantamientos mágicos, no son siempre fidedignos y no se deben tomar literalmente, es decir que la investigación no se limitará a las personas que tengan las características indicadas en el perfil criminal. Este sirve para describir una generalidad de personas, no para señalar a un individuo determinado. Además frecuentemente, la usan los investigadores como técnica proactiva para inducir a los asesinos a entregarse.
Debido a que el momento de recogida de información tanto de la víctima como de los testigos, se puede tornar muy amplia, esto genera que algunas veces se obtengan datos erróneos y por tal motivo se de una conclusión que no genere resultados óptimos; esto a su vez puede dar un foco y una finalización de un perfil criminal o un sospechoso que no lo es.
Respecto a la técnica de perfilamiento específicamente, el impedimento más serio a la aprobación empírica ha sido la ausencia de medidas adecuadas y estandarizadas de indicadores de la escena del crimen; algunos investigadores han hecho esfuerzos para regularizar las definiciones operacionales de las variables de la escena del crimen o del proceso por medio del cual se hacen definiciones o mediciones en la escena del crimen.
Hay un componente subjetivo significante en la investigación de la escena del crimen. Como en otras áreas especializadas del conocimiento, aquí las habilidades cognoscitivas adquiridas y los procesos de decisión exitosos no siempre están claros, el cuidado debe tenerse para adquirir la información de los expertos en la toma de la decisión. De hecho, ciertos aspectos de sus análisis, como el reconocimiento de grupos de ofensores pueden eludir análisis empíricos y pueden tener que seguir siendo el dominio exclusivo de investigadores expertos.
Los estudios indican que los profesionales de la administración de la ley pueden tener prejuicios de perfiles que los predisponen a buscar ciertos perpetradores y convertir la técnica en una forma de discriminación, el objetivo es que a pesar de que existan ciertos rasgos característicos de los perfiles, se debe tener bastante cuidado para no ofender o agredir a personas que aunque pueden cumplir con algunos patrones, no están implicados en el crimen.
En cuanto le concierne a la Psicología esta es una lista de las principales razones por las que la evidencia psicológica puede ser no confiable al elaborar perfiles:
1. Deficiencia de conocimiento, habilidades y experiencia.
2. Carencia de preparación y entereza.
3. Apropiado uso de los test psicológicos o mala interpretación de los resultados.
4. Anhelo de agradar al agente.
Una evidencia específica del uso inapropiado de esta técnica es el prejuicio y la discriminación, que pueden también desencadenar procesos judiciales, el caso ocurrió en el aeropuerto internacional de Cleveland, en donde una pareja de árabes (Julia y Hassan Abbass), se disponían a realizar un viaje de vacaciones a una isla del caribe, sin embargo al tratar de abordar el vuelo fueron acusados de terrorismo basados en sus características (origen, sexo y religión) ya que en las aerolíneas norteamericanas se utiliza el perfil del pasajero como la técnica de seguridad más efectiva que existe; la pareja demandó a la aerolínea y finalmente fueron indemnizados por cuatro millones de dólares.
El uso de listas de perfiles en las agencias de seguridad crean discriminaciones algunas veces, pues los datos demográficos se usan para descubrir posibles sospechosos; existen quejas debido a esto ya que a muchos afro americanos se les ha creado el perfil injusto de traficantes de droga.
Un ejemplo de lo mencionado anteriormente se encontró cuando un conductor de raza negra fue asediado por un automóvil policiaco por una suposición de infracción de tráfico, el funcionario cuestiono al chofer tratando de encontrar respuestas incoherentes para poder investigar el vehículo; es exactamente esta clase de tratamiento injusto que lleva las minorías a desconfiar del sistema de justicia.
Algunos puntos relevantes de los perfiles criminales se basan en creencias políticas radicales, problemas de salud mental, sentimientos de injusticia o con problemas de dinero, lo que no siempre resulta ser correcto porque muchas de estas personas no cometen actos terroristas y no es posible arrestar a alguien porque cumple con el perfil, pero ayuda a la investigación, la base racial es real pero debe manejarse internamente.
Domingo 27 de octubre de 2002 – Número 367
CÁRCEL | EL ASESINADO ASESINO DE ANCIANAS
Así intimé con un psicópata
LUCÍA GUIRADO
Asesinato. «Han matado al asesino de mi suegra». Fueron unas palabras a bocajarro, lo primero que escuché cuando descolgué el teléfono el jueves. Eran las cuatro de la tarde. La voz pertenecía a la hija de una de las víctimas del asesino de ancianas de Santander.Nada tenía que ver con el tono que le conocí a esta mujer hace casi 10 meses. Su voz ya no denotaba miedo, sonaba, quizá por primera vez en muchos años, tranquila.
En ese momento se me agolparon en la memoria 1.000 conversaciones, las que mantuve con José Antonio Rodríguez Vega durante más de dos meses. También rescaté su última carta, la que me escribió después de emitirse el programa de EL MUNDO TV. Un programa en el que se oyó a sí mismo confesando cómo y por qué había asesinado a 16 ancianas después de violarlas. La carta estaba escrita en rojo, como el largo reguero de sus víctimas, y a la vez repleta de amenazas, como el programa que emitimos el pasado mes de febrero.
Pero, sobre todo, me asaltaba el recuerdo de cómo comenzó todo, cuando le escribí por primera vez a la prisión, el pasado diciembre.El objetivo era descubrir la personalidad de un psicópata, que él mismo me contara cómo vivía y sentía el mayor asesino en serie de la historia criminológica española que aún permanecía vivo.
Pareció encantado. No quería que la prensa se olvidara de él.Durante los 14 años que había pasado entre rejas sólo pensó en una cosa: vengarse de las personas que le detuvieron y condenaron.«Cuando yo salga caerán algunas cabezas porque mi guerra aún no ha empezado», me escribía en su primera carta.
Me llamaba todas las semanas desde la cárcel. Solía despertarme a las ocho de la mañana: «Sé que te jode, por eso lo hago», me decía riéndose. Si me demoraba en coger el teléfono, me gritaba y pedía explicaciones.
José Antonio, así lo definían los informes forenses, era una persona fría y calculadora, cruel y carismática. Por eso, casi siempre mostraba su lado amable, cautivador. Un carácter que consiguió que las ancianas le abrieran la puerta.
Me propuse quitarle la careta y descubrir su verdadero yo. Al cabo de unos días ya intuía cómo hacerlo: debía derivar la conversación hacia las personas que más detestaba, entre ellas el psiquiatra García Andrade, uno de los forenses que dictaminaron que era un psicópata desalmado y peligroso. Sólo con nombrar al viejo profesor perdía los nervios: «Ese hijo de …. hizo un informe mío sin conocerme ni hablar nada conmigo. Por eso voy a por ese cabrón cuando salga».
Pero lo que no podía soportar es que le hablara de su madre.La odiaba. Él, narciso absoluto, se sentía traicionado por ella, en esencia porque lo echó de casa tras agredir a su padre, gravemente enfermo. A partir de ese momento comenzó en Santander un permanente goteo de asesinatos. José Antonio me relató qué motivo lo llevó a matar: «Yo no me sentía atraído por las ancianas. Ha sido una venganza hacia mi familia. Ha sido una venganza contra mi madre.Al no matarla a ella pues, mira… Está el amor y el odio hacia la maternidad, y lo respetas… ¿Cómo vas a matar a tu madre, qué es la que te ha traído al mundo?».
Pretendía convencerme de que había algo de normalidad en sus asesinatos y violaciones. Yo le había preguntado si era cierto que pegaba a su padre. Su respuesta telefónica fue concluyente…«¿Y quién no pega a su padre? Hoy todo el mundo pega a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos. Todo el mundo pega, no soy yo. Es por naturaleza».
De lo único que se arrepentía era de no haber matado a su madre en lugar de a las 16 ancianas: «No me la cargué de misericordia, que me la tendría que haber cargado. Muerto el perro se acabó la rabia».
Los días fueron pasando, en la redacción acumulábamos más y más cintas, más y más testimonios. José Antonio confiaba más en mí, pese a que jamás le oculté mi condición de periodista ni mi empeño por publicar su historia. Pero en ocasiones parecía olvidarlo y se atrevía a contarme cosas de las que pronto se arrepentía.José Antonio y yo jamás habíamos pactado nada, ni una declaración ni un silencio. Sólo al final de la investigación me prohibió que hiciera públicas sus declaraciones. Demasiado tarde. La maquinaria del programa ya estaba en marcha.
A partir de ese momento ya no sólo estaba en peligro la vida de su familia sino también la de todo el equipo de Investigación.: «Cuidado con lo que publicáis. Lo duro lo dejas aparte. Yo a la calle voy a salir. Ni se os ocurra porque os asesino. Y ten en cuenta que tú vas a ser la responsable directa de todo».
Fueron muchas las horas que compartí con José Antonio. Puedo confesar que, a veces, y por su carácter abierto, llegaba a olvidar que me enfrentaba con un psicópata, con un asesino en serie.En una ocasión me envió un libro de poesía que había escrito en la cárcel. Todos sus poemas hablaban de sentimientos, amor, soledad, libertad…, y, cómo no, del tormentoso amor hacia su madre.
Sus delirios de grandeza lo llevaban a creer que después de su salida en libertad se abriría un mundo a sus pies, un mundo de exclusivas, de opulencia. «Y cuando pise la calle, si quiero voy a tener 200 millones de pesetas. Me lo están ofreciendo…».No podía sospechar que otros decidirían su futuro por él, que su último suspiro se vería ahogado de sangre. Que el futuro le reservaba un final cosido a cuchilladas.
CLAVES
JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ VEGA
44 años. / Condenado a 440 años de cárcel por el asesinato en Santander de 16 ancianas. / El día 24 dos reclusos lo asesinaron en la cárcel de Topas (Salamanca) sólo 48 horas después de haber sido ingresado. / Le asestaron más de 60 puñaladas con dos pinchos de fabricación casera. / El reo podría haber salido en libertad en 2008
Manuel Delgado Villegas – El Arropiero
Nacido en 1.943, analfabeto, de escasas luces, hijo de un vendedor de dulces de higo y propenso a enfadarse cuando le brotaban pelillos en el centro del labio superior, porque ello borraba el parecido que creía tener con Cantinflas.
Violador bisexual con antecedentes penales sádico, con ocho muertes probadas, otras 14 investigadas y 26 más confesadas por él mismo.
El Arropiero fue detenido a comienzos de 1.971 en el Puerto de Santa María por estrangular a su novia, que apareció con los leotardos anudados al cuello. Los policías se encontraron ante un necrófilo, ya que Delgado reconoció que se acostó varias veces con el cadáver. Tras la detención empezó a desgranar una secuencia de crímenes terribles perpetrados durante varios años de vagabundeo.
Un equipo de psiquiatras dictaminó que Manuel Delgado tenía el cromosoma XYY o cromosoma de Lombroso, específico de la conducta criminal.
Es el mayor asesino de la historia de la criminología española. Manuel Delgado Villegas "el Arropiero" se declaró autor de 48 muertes. No fue juzgado nunca, dado que se le ingresó en el Psiquiátrico de Carabanchel. Murió hace unos pocos años en libertad, tras beneficiarse de la nueva legislación penal. Hacía a la vida cuando su madre la perdía por traerle al mundo. Era una fría mañana de 1943. El hambre y la miseria de la postguerra inundaban España.
Su padre, un honrado trabajador, se ganaba la vida fabricando y vendiendo golosinas caseras hechas con arrope, un líquido dulzón, negruzco y espeso que se hace con higos. De ahí el alias de "el Arropiero" que luego heredaría su tristemente famoso hijo. Al fallecer su esposa dejó la criatura al cuidado de la abuela y marchó a vivir a Puerto de Santa María, donde posteriormente se volvería a casar.
TRABAJABA DE GIGOLO Y ASESINABA A SUS VÍCTIMAS
Manuel se crió con varios parientes diferentes, que le propinaban frecuentemente palizas que le curtieron el cuerpo y endurecieron el corazón. Acudió a la escuela pero fue incapaz de aprender a leer y escribir. Mostraba un carácter bastante violento y la promiscuidad empezó a ser su norma de vida. Era bisexual.
"Hacía a pelo y a pluma. Ya cuando tenía 12 o 13 años nos venía contando que había ligado a un homosexual o pisado a tal o cual niña" – comentaban en el pueblo.
Empezó a gozar de gran predicamento entre homosexuales y prostitutas, empezando a vivir a su costa. Su "éxito" como gigoló se debía a que padecía anaspermatismo, es decir, ausencia de eyaculación, por lo que era capaz de practicar repetidos coitos en busca de un orgasmo que no conseguía alcanzar.
A los 18 años ingresó en la Legión, donde además de iniciarse en el consumo de grifa, debiendo ser sometido a una cura de desintoxicación, comenzó a padecer ataques epilépticos (nunca se supo si fingidos o no) que le sirvió para ser declarado no apto para el servicio militar. A partir de entonces se dedica a recorrer la costa mediterránea ejerciendo la mendicidad, robando en las casas de campo y chuleando a prostitutas e invertidos.
Es detenido en numerosas ocasiones por "la gandula", la famosa ley de vagos y maleantes, más tarde denominada de peligrosidad social. Jamás llegó a ingresar en prisión, dado que las convulsiones neurológicas que escenificaba lo conducían a establecimientos psiquiátricos de los que rápidamente salía.
Contaba 20 años de edad cuando "el Arropiero" emprende su carrera criminal. Era l964. Hasta entonces los delitos no habían pasado de proxenetismo, descuidero, paso clandestino de fronteras, etc. Al día siguiente de año nuevo, paseando por la playa de Llorac, en la barcelonesa localidad de Garraf, se le cruzaron los cables.
"Vi un hombre dormido apoyado en un muro. Me acerqué a él muy despacio y, con una gruesa piedra que cogí cerca del muro, le di en la cabeza. Cuando vi que estaba muerto, le robé la cartera y el reloj que llevaba en la muñeca. ¡No tenía casi nada y el reloj era malo!".
Siete años tardó la justicia en demostrar su culpabilidad, pese a que el cadáver fue descubierto a los l9 días del crimen. La víctima, un cocinero, había acudido a la playa desde la Ciudad Condal para recoger un par de saquitos de arena para la cocina y se recostó a descabezar una pequeña siesta de la que jamás despertó.
Tres años después de este asesinato volvió a las andadas, ahora en Ibiza. En un chalet deshabitado de Cam Plana, a cinco kilómetros de la capital, abandonaba el cadáver desnudo de una estudiante francesa que ese día cumplía los 21. La muchacha había acudido al lugar con un norteamericano y, tras ingerir varias dosis de LSD, éste intentó mantener relaciones sexuales, pero ella se opuso tenazmente. El yanqui, desanimado, abandonó la casa dejando la puerta abierta. La casualidad hizo que "el Arropiero" le viera salir y, pensando que era un ladrón, intentó imitarle, encontrándose con la hermosa joven dormida. Esta tampoco despertaría.
Las andanzas del "vagabundo de la muerte" continuaban y en un viaje relámpago a la capital de España asesinaba de un golpe de karate al inventor del slogan "Chinchón, anís, plaza y mesón". El cadáver apareció en un recodo del río Tajuña sin pantalones, albarcas ni calcetines.
"Lo maté porque le vi en compañía de una niña a la que trató de violar" – fue su excusa.
La siguiente víctima, un millonario vicioso. Se trataba de un barcelonés que contrataba regularmente sus servicios por el precio de 300 pesetas la sesión. Se encontraban en la tienda de muebles propiedad de este industrial, escenario habitual de sus reuniones, cuando Manuel le solicitó mil pesetas argumentando que tenía una necesidad urgente. El cliente prometió dárselas al final pero, concluido el acto, le pagó las 300 de rigor.
"Por eso le pegué en el cuello con el canto de la mano y cayó al suelo. Cuando le estaba quitando la cartera se despertó y empezó a insultarme ¡él a mí!, por lo que agarré un sillón, le arranqué una pata y le di con ella en la cabeza". Después le remató estrangulándolo. Le partió el cuello.
No había terminado aún el año l969 cuando cometió su acto criminal más execrable. Asaltó a una señora de 68 años, propinándole un fuerte golpe. Después la arrojó desde una altura de 10 metros, descendió en su búsqueda y arrastró el cuerpo ensangrentado hasta el interior de un túnel, donde sació su degenerado instinto sexual mientras lentamente la estrangulaba. Horrible acto de necrofilia que volvió a repetir durante las tres noches siguientes.
PRACTICABA LA NECROFILIA CON SU NOVIA MUERTA
En septiembre de l970 decidió trasladarse a vivir al Puerto de Santa María con su padre, para ayudarle en la fabricación de arropías y vender golosinas en un carrito por las calles. Pronto hizo amistad con un homosexual, con el que mantuvo secretas relaciones.
"Fuimos a dar un paseo en moto y cuando íbamos a salir a la carretera general, me acarició. Le dije que se estuviera quieto, pero no me hizo caso. Enfadado, paré y le di un golpe en el cuello, despacio, pero era tan flojo que se cayó y se rompió las gafas. No respiraba bien y me dijo que lo llevara al fresco, junto al río. Allí intentó otra vez tocarme y, sin pensarlo, le solté un golpe más fuerte y cayó al fango, boca abajo e inmóvil". El cadáver fue localizado flotando a 12 kilómetros del lugar del crimen.
Durante su estancia en la localidad costera entabló relación con una subnormal, muy conocida por su desmesurada afición a los hombres. Llegó a presentarla a su padre como su novia.
"Salimos a dar un paseo y por una veredas fuimos al campo de Galvecito; hacíamos el amor siempre en él sin que nadie nos viera. Lo hicimos, como siempre, de muchas formas pero me pidió una cosa que me daba asco. Cuando me negué a ello me insultó y me dijo que no era hombre, pues otros se lo habían hecho".
La infeliz no se apercibía de que estaba firmando su sentencia de muerte.
"Entonces la pegué un golpe y, como no se callaba y me seguía insultando, le puse al cuello los leotardos que se había quitado y apreté hasta que se murió".
Cuanto terminó escondió el cuerpo entre unos matorrales y regresó al pueblo.
"Volví a estar con ella el lunes, el martes y el miércoles, y hubiera vuelto hoy si no me cogéis. ¡Estaba tan guapa!, ¡la quería tanto!. ¿No era mi novia?, ¿entonces no podía hacer el amor con ella lo mismo que antes?".
Fue su argumentación al ser detenido por agentes de la Brigada de Investigación Criminal, el 8 de enero de l971. De los 48 asesinatos que se atribuyó –especificó que estuvo a punto de matar a seis personas más para satisfacer su apetito sexual- durante sus siniestras andanzas por Francia, Italia y nuestro país, sólo se llegaron a probar ocho, debido a su extrema complejidad, que hubiera precisado la colaboración policial a nivel europeo. Faltaron acusaciones particulares, había pocos testigos… No se llegó a celebrar la vista oral, sino que en base a la Ley de Enjuiciamiento Criminal se emitió un auto de sobreseimiento libre, por el que quedó archivada la causa y se ordenaba su internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario. El de Carabanchel fue su destino, hasta el cierre del mismo hace una década.
En dicho establecimiento fue examinado por expertos psiquiatras de numerosos países y determinaron que se trataba de un peligrosísimo psicópata, a causa de ser poseedor del cromosoma XYY, denominado de Lombroso o de la criminalidad. Los especialistas que estudiaron su caso coincidían en que no se le podía poner en libertad porque "es un criminal nato, un asesino que puede hacer mucho daño siempre, mientras viva". Por su alteración genética carecía de conciencia, de sentido de la culpabilidad, de remordimientos; creía que era normal, incluso cuando asesinaba. Cortocircuitados los sentimientos, lo hacía con la mayor tranquilidad: ni parpadeo, ni aceleración cardiaca, ni gota de sudor…
Describió con la mayor frialdad posible cómo en Roma mató a su patrona porque se había encaprichado de él y, como era demasiado gorda, no podía abrazarla. En París se encaprichó de una joven que pertenecía a una banda de atracadores; como éstos se negaron a admitirlo en el grupo, acribilló a los cuatro con la metralleta de uno de ellos. En la capital francesa, antes de ser expulsado del país por indocumentado, mató a otra chica por chivata, estrangulándola lentamente.
Prosiguió sus correrías por la Costa Azul, asesinando a una dama de unos 40 años que le llevó a su lujoso chalet ; ella se empeñó en que durmiera abundante y él, contrariado, le machacó la cabeza con una piedra. Le robó el dinero y las alhajas. Igual que haría con un hombre que, al verlo dormido en la playa, se ofreció a que lo hiciera en su casa; tras invitarle a cenar, intentó mantener relaciones sexuales con él. Un apretado cable alrededor del cuello del anfitrión puso fin a su "generosidad".
Curiosamente "el estrangulador del Puerto" aportó un dato que ayudó a la Interpol a cargarle la autoría del crimen. Recordó que, al mantener contacto íntimo con su víctima, se quedó dentro del recto de ésta el vendaje que le cubría el dedo con el que le penetró. El informe del forense recogía que, efectivamente, al hacerle la autopsia se habían encontrado unas gasas en tal lugar
TRAS ALARDEAR DE SUS CRÍMENES, DESPUÉS LOS NEGABA
Durante las dos décadas largas de internamiento fue sometido a tratamientos por diversos expertos. A consecuencia de ello jamás volvió a mostrarse violento con otros enfermos.
"En ocasiones ocurre que algún interno se mete con él llamándole estrangulador y, sin violentarse, en seguida me llama y viene a presentar la queja oportuna" – declaraba uno de los jefes del centro de Carabanchel.
Bajito y de extraordinaria fortaleza, algo tartaja, blasonaba de cierto parecido físico con Mario Moreno "Cantinflas". Un sujeto enigmático y agresivo, de mente retorcida, sin escrúpulos, en cuyo diccionario no entraban las palabras perdón, piedad o remordimiento, y que alardeaba de sus hazañas delictivas. Se pasaba el día musitando:
"Necesito que alguien se acuerde de mi".
Con el paso de los años en el psiquiátrico, su aspecto externo tornó, pese a ser un cuarentón, en el de un anciano de cabello oscuro encanecido, ralo y enmarañado, barba hirsuta, rostro ajado y diabólico, ojos azules como el mar, fríos como el hielo y penetrantes como el acero. Pero su actitud cambió.
"No he matado a nadie…" – susurraba a quien quería escucharle.
Como si hubiera olvidado el casi medio centenar de asesinatos de los que alardeaba, describiéndolos con todo detalle en los interrogatorios policiales. Decía que quería curarse, trataba de recuperar la libertad.
Tras el cierre del madrileño psiquiátrico penitenciario de Carabanchel prosiguió su internamiento judicial en el sanatorio alicantino de Foncalen. Con la entrada en vigor del nuevo Código Penal fue puesto en libertad, falleciendo al poco tiempo.
EN LA MENTE DE UN ASESINO SERIAL
BUENOS AIRES. (Por Walter Goobar) Hélene Frinking tenía 27 años, era bonita y estudiaba Medicina cuando apereció muerta en su departamento parisino del barrio de la Bastilla. El asesino la ató a una cama, la violó y le cortó la garganta. La madre de la víctima, Anne Gautier, creyó que nada podría superar el horror de ese crimen brutal, sin embargo, se equivocaba: la negligencia policial forzó a la madre de la víctima a convertirse en detective y se horrorizó aun más al descubrir que el ADN y las huellas digitales vinculaban la muerte de hija a dos ataques previos contra mujeres jóvenes en la misma zona. Sin embargo, la policía no había no alertó sobre el asesino serial, ni publicó su identikit hasta que "La Bestia de la Bastilla" se cobró su cuarta víctima.
"Si la policía hubiera hecho su trabajo adecuadamente dos de estas cuatro mujeres todavía estarían vivas", afirma Anne Gautier, la madre de la estudiante asesinada. "Francia está en la prehistoria en lo que respecta a resolver crimenes seriales: "No hay un registro nacional de ADN y la policía no se molesta en elaborar un perfil psicológico del criminal, que es la práctica de rutina en Gran Bretaña y los Estados Unidos".
"Si quieren entender al artista, analicen su trabajo". Con esta frase de cabecera John Douglas dirigió durante 20 años la "Unidad de Apoyo Investigativo" del FBI, un grupo de elite dedicado al rastreo de los asesinos seriales e inspiró uno de los personajes de la película "El silencio de los inocentes" Para construir el perfil de un asesino serial los especialistas del FBI analizan el escenario del crimen desde una perspectiva distinta a la de otros peritos en criminalística. rLos "perfilistas" no buscan huellas digitales, muestras de sangre, semen o cabellos que más tarde podrán servir como evidencias para una condena, sino que tratan de identificar en la escena del crimen los rasgos que permitan establece la personalidad del homicida, explica Douglas que ha escrito tres best-sellers sobre el tema" "Cazador de Mentes: Dentro de la unidad de crímenes seriales del FBI", "Unabomber: Tras la pista del asesino serial más buscado de los EEUU" y Viaje a la oscuridad" .
–"La clave reside en estudiar lo que yo llamo victimología", explica a John Douglas: "Uno debe preguntarse por qué esta persona terminó de este modo… A diferencia de lo que ocurre en el crimen clásico (donde, por lo general, el motivo está afuera del cuerpo de la víctima), en los asesinatos seriales el motivo es el cuerpo. Más de una vez he dicho que lo que hago a la hora de analizar un crimen es muy parecido a lo que hace un buen actor a la hora de prepararse para un determinado papel. Los dos arribamos a una determinada escena (en el caso del actor, se trata de la escena de un guión de cine o de una obra de teatro; en mi caso es la escena de un crimen) y entonces nos concentramos en la superficie de las cosas y de las palabras, e intentamos ver qué es lo que quieren contarnos. Aprendemos nuestros parlamentos y, una vez que los sabemos de memoria, empieza la parte más complicada del trabajo".
Según Douglas los asesinos seriales tienen tres ideas fijas –la manipulación, el dominio y el control de la situación– y una personalidad que puede ser ividida en mdos grandes categorías:
1. El asesino organizado: es un tipo metódico que planifica cuidadosamente sus crímenes, acecha a su presa, trae consigo su arma predilecta, y recién entonces — una vez que tiene a la víctima en su poder– comete el asesinato de manera lenta.
2. El asesino desorganizado está dominado por impulsos súbitos, elige sus víctimas espontáneamente, las domina y las mata con cualquier arma que esté a su alcance.
Indignada por la falta de progreso en la investigación, Anne Gautier se contactó con las familias de las otras víctimas y ha comenzado la cacería del criminal por sus propios medios: durante la última semana de octubre contrató a Stephane Bourgoin, un especialista en asesinos seriales formado en los Estados Unidos y él le pidio que recopilara información para elaborar un perfil del asesino.
Anne Gautier comenzó su investigación en un café ubicado frente al departamento de su hija y le preguntó al propietario si conocía a la joven asesinada en el edificio vecino. Según Gautier, el hombre la miró escandalizado y admitió que nunca había oído hablar sobre el caso. Cuando preguntó en otros bares y comercios cercanos, descubrió que la policía jamás había interrogado a los vecinos.
Benoit Chabert, el abogado de las familias de las otras dos víctimas, opina que la policía no destinó personal suficiente para encontrar al asesino. "A fines de 1995, cuando ocurrió el primero de tres de ataques, había una campaña de atentados terroristas en París," explica. "En el otoño de 1997, cuando se produjeron los otros dos crímenes, un tercio de la Brigada Criminal estába asignado a la investigación de la muerte de la princesa Diana". Gautier comprende la importancia del caso de la princesa de Gales. pero siente una gran amargura que no se dedicó la misma cantidad de tiempo y de recursos para encontrar al matador de su hija.
El asesino serial actúa siguiendo una lógica propia, que casi nunca tiene que ver con la lógica de las mayorías. De ahí la dificultad para apresarlos. La mayoría de los asesinos seriales tienen coeficientes intelectuales superiores al promedio, con una destreza y una capacidad sobrenatural para parecer tan normales como cualquier hijo de vecino. Por eso hay tantos casos que en que han eludido a sus perseguidores durante años, dejando tras de sí una huella de cadáveres pero ninguna pista definitiva con respecto a sus identidades.
Por lo general son varones jóvenes o de mediana edad con buen estado físico. Las mujeres –en cambio–, prefieren aniquilar a su propia familia antes que matar a desconocidos. ¿Por qué algunos asesinos seriales nunca son atrapados? Es improbable que un asesino compulsivo cambie de hábitos por propia voluntad. Más plausible es la explicación de que algunos asesinos se fuerzan a parar o terminan internados en cárceles o psiquiátricos por otros motivos.
La madre de Helene Frinking descubrió que la policía parisina tenía muestras de ADN que vinculan al asesino de su hija con la muerte de Agnes Nijkamp, una diseñadora de 32 años muerta en diciembre de 1994. También descubrió que tenían una descripción bastante precisa del homicida elaborada por otra estudiante de Medicina de 25 años, que al igual que su hija trabajaba con enfermos psiquiatrica y fue atacada en junio de 1995, cuando volvía a su casa de una fiesta.
El asesino repitió el mismo ritual que en los crímenes anteriores: la mujer fue atada a la cama, pero en un momento de distracción consiguió escapar de su victimario. La sobreviviente declaró que su atacante era de aspecto norafricano, musculoso, de entre 25 y 30 años de edad, bien vestido y que se expresaba correctamente. Dijo también que parecía minucioso, y describió con cuanta puntillosidad le había quitado los zapatos después de atarla.
Si un asesino serial es ordenado y prolijo en sus crímenes, es probable que tenga una personalidad rígida, que haya tenido problemas laborales y que haya vivido con sus padres hasta después de cumplir los 30 años de edad. Si cubre la cara de alguna de sus víctimas puede significar que no fue elegida al azar, sino que la conocía y que después de violarla o matarla se sintió embargado por la culpa.
"La Bestia de la Bastilla" aún sigue suelta en Paris. El 23 de septiembre, el asesino golpeó nuevamente. Magali Sirotti, un estudiante de 19 años, fue encontrada atada a su cama y violada, con la garganta abierta. La chica vivía a menos de un kilómetro del departamento de Helene Frinking. Gautier se enteró del asesinato de Sirottí por medio de un hermano que lo leyó en un periódico barrial. "Tan pronto como vi el informe me di cuenta que era el mismo hombre -el asesino dejó las mismas marcas de calidad". Una vez más, Anna Gautier pidió al juez que se alertara a la población pero no tuvo éxito.
A mediados de octubre Estelle Magd, una secretaria de 25 años de edad, encontró una muerte similar en el barrio de la Bastilla y la policía finalmente reconoció la existencia del asesino serial enviando a los medios de prensa el identikit que durante mucho tiempo permaneció guardado. La policía argumenta que no lo publicaron antes para evitar el pánico.
EL LOCO DE LA RUTA:
Ya son cuatro las mujeres que aparecieron despedazadas en las rutas cercanas a Mar del Plata. El descuartizador que se desplaza en un Ford Galaxy color borravino, tiene predilección por las prostitutas callejeras y por el paisaje rutero. Policías e investigadores coinciden que se trata sólo de una cuestión de tiempo y de selección de su próxima víctima antes de que "El Loco de la Ruta" continúe con su juego macabro.
En 1996 hubo 23 casos de asesinatos múltiples en la Argentina. Pero los especialistas en criminología plantean diferencias entre los homicidas seriales y los múltiples. La más importante es que los seriales suelen planificar una seguidilla de asesinatos que tienen un patrón determinado por la edad, sexo o color de pelo de las víctimas. En cambio, los homicidas múltiples matan por motivos fuertemente emocionales y de una sola vez. Generalmente, no padecen perturbaciones mentales ni tienen personalidad homicida.
El asesino serial típico sigue un modelo gradual de desarrollo que ha sido descripto en siete fases por el Dr. Joel Norris, uno de los principales expertos norteamericanos en el tema. Según Norris, "las siete fases
claves" en los asesinatos seriales son las siguientes:
1. La fase Aurea. El proceso se inicia cuando un potencial asesino comienza a retrotraerse y encerrarse en su mundo de fantasías. Externamente puede aparecer como perfectamente normal. Pero en el interior de su cabeza, sin embargo, existe una zona oscura donde la idea del crimen se va gestando. Su contacto con la realidad se va debilitando y su mente comienza a ser dominada por sueños diurnos de muerte y destrucción. Gradualmente, la necesidad actuar fuera sus fantasías dementes llega a convertirse en una compulsión.
2. La fase de "pesca". Como un pescador que recoge su espinel, el asesino serial comienza la búsqueda de una víctima en aquellos lugares donde cree que puede hallar el tipo preciso de persona. Según sus necesidades, puede elegir el patio de una escuela, una zona de prostitución callejera o villa cariño. Lo más probable es que allí termine por marcar a su blanco.
3. La fase de seducción. En algunos casos, el asesino ataca sin advertencia — atrapa una víctima en la calle o fuerza la entrada en una casa y mata a todos. Sin embargo, con frecuencia, el asesino siente un placer especial en atraer a sus víctimas a sus garras – – generando un falso sentimiento de seguridad, burlando sus defensas. Algunos asesinos seriales son tan seductores y tienen una apariencia tan inofensiva, que no les resulta difícil convencer a una mujer para que suba a su coche. Otros asesinos, seducen a sus víctimas con la promesa de dinero, trabajo o un lugar para pasar la noche.
4. La fase de captura. El próximo paso consiste en cerrar la trampa que el asesino ha tendido para sus víctimas. Ver sus reacciones aterrorizadas es una parte de su juego sádico. Este es el momento en el que una mujer
que ha subido al automóvil de un desconocido atento y amable descubre que el auto se dirige en la dirección equivocada y que la puerta sobre el lado del pasajero no tiene manija, para que no haya posibilidades de escapar
5. La fase del asesinato. Si el crimen es un sustituto para el sexo, como ocurre en el caso de muchos asesinos seriales, entonces, el momento de la muerte es el clímax, la suma del placer que buscaba desde que comenzó a fantasear con la idea del crimen. Desde luego, es frecuente que muchos psicópatas experimenten un orgasmo mientras asesinan a sus víctimas. Y así como la gente normal tiene sus placeres sexuales particulares — sus maneras o posiciones favoritas — los asesinos seriales tienen sus preferencias homicidas: algunos disfrutan estrangulando, otros golpeando o acuchillando.
6. La fase fetichista. Al igual que el sexo, el asesinato ofrece un placer intensivo pero transitorio para el asesino serial. Para prolongar la experiencia y ayudarlo a rememorar el acto, durante el período de latencia, -previo al siguiente asesinato-, el homicida serial guarda un recuerdo o fetiche, un objeto asociado con la víctima. Puede ser cualquier cosa desde una billetera hasta un trozo del cuerpo.
7. La fase depresiva. Como consecuencia del crimen, el asesino serial frecuentemente experimenta una etapa de depresión que es el equivalente de "la tristeza post-coital". Esa crisis puede ser tan profundaue el asesino puede intentar suicidarse. Sin embargo, la respuesta más frecuente es un renovado deseo de cometer un nuevo asesinato.
PROTOTIPO DEL CRIMINAL
El asesino serial ejecuta una refinada operación mental, un trabajo artístico que aterra y seduce a quienes lo contemplan. Sin motivos aparentes, y con gran esmero y perfeccionismo, el homicida serial es el prototipo del criminal puro que mata sólo por el placer que le produce el sufrimiento ajeno.
En Estados Unidos, se estima que cualquiera de los componentes de una familia tipo de cuatro integrantes tiene un 37 por ciento de posibilidades de cruzarse o conocer a un asesino serial a lo largo de su vida. Más allá de las clasificaciones genéricas, los especialistas en "perfiles criminales" del FBI siguen parámetros científicos, estadísticos y psicológicos para entender el comportamiento criminal y lograr un retrato del asesino. Es un procedimiento complejo que incluye tanto intuición como ciencia y combina los talentos de Sigmund Freud y Sherlock Holmes para interpretar cada jugada en este ajedrez imaginario. En ciertos casos, los resultados pueden parecer sobrenaturales.
A raíz del brutal asesinato de una niña de doce años, la policía de un pequeño pueblo en el sur de los EEUU pidió apoyo de la unidad especial del FBI. John Douglas indicó que el asesino de la niña era un hombre blanco, divorciado, que manejaba un automóvil negro o azul, que trabajaba de obrero, había sido dado de baja deshonrosa del ejército, conocía a la víctima, y tenía antecedentes por delitos sexuales.
Sobre la base de ese retrato, los policías identificaron y arrestaron al asesino: un hombre blanco, divorciado, que manejaba un Ford azul y había trabajado en la casa de la víctima podando árboles. El homicida había sido expulsado del ejercito por haber estado implicado en un caso de violación. Trabajando con métodos similares, el "psicografólogo" italiano Francesco Pesce determinó que los captores de Aldo Moro, el presidente de la Democracia Cristiana secuestrado por las Brigadas Rojas, eran "orales puros". A los orales puros les atrae el agua por sobre todas las cosas y por eso era lógico buscar el escondite en un lugar cerca del mar y peinar los bares de la costa. Si la policía italiana hubiera tomado en serio el método de Pesce, probablemente habría dado con el paradero de Aldo Moro.
El primer retrato conductista de un asesino serial fue realizado por el Dr James Brussel en 1957 cuando Nueva York fue asolada por un psicópata a quien la prensa bautizó como "El Bombardero Loco" porque había colocado más de 30 bombas caseras en un período de 15 años. Como la investigación no avanzaba, la policía pidió la colaboración del Dr. Brussel. Después de estudiar los escenarios de los atentados y las cartas que el terrorista enviaba a los diarios, el Dr. Brussel recomendó a la policía que buscara un hombre de mediana edad, católico practicante, soltero, descendiente de europeos orientales, residente en Connecticut que vive con un hermano o hermana. "Cuando lo encuentren, es posible que vista un traje de color azul, cruzado", dijo Brussel.
Cuando los policías detuvieron a George Metesky, un solterón de 45 años, hijo de inmigrantes polacos que vivía en Connecticut y asistía a la iglesia. En lo único en que Brussel se había equivocado es que no vivía con un hermano o hermana sino con dos hermanas solteras. Cuando Metesky fue arrestado, vestía un traje cruzado de color azul. El asombroso diagnóstico de Brussel se reconoce universalmente como el paradigma de una técnica que ahora se utiliza como una de las armas más potentes en la cacería de los asesinos seriales: el perfil psicológico.
Machado sería víctima de un asesino serial
Por Miguel Durán
En el submundo de la prostitución callejera hay coincidencias en que el hombre que levantó por última vez a Andrea Machado (25), la noche del 21 de abril de 2003, a bordo de un Fiat Duna gris, ya atacó a otras mujeres y a una de sus víctimas le contó que en 1998 había degollado a una chica que hacía "levantes" en la Cañada, en la ciudad de Córdoba.
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