- Introducción a los trastornos de la personalidad
- Trastorno de la personalidad
- Breve descripción de los trastornos
- Aspectos etiológicos
- Historia del concepto
- De Cleckley al DSM IV
- Introducción a la Psicopatía
- La Personalidad Antisocial
- Tipos de Asesinos
- Introducción a las explicaciones de la psicopatía primaria
- La ausencia de temor: Teoria de D. T. Lykken
- El lóbulo frontal : Newman
- Psicogenética de la psicopatía
- Sociobiología
- La nueva plaga laboral del siglo XXI "MOBBING"
- ¿Cómo influyen los videojuegos en la conducta?
- Introducción
- Teoría del delincuente
- Teoría del delincuente nato
- Delincuencia profesional
- Identificación del delincuente
- Autores
- Encubrimiento
- Criminología
- Criminología clínica
- Algo de historia
- Manuel Delgado Villegas – El Arropiero
Introducción a los trastornos de la personalidad
Si bien las primeras descripciones de la personalidad y sus tipos vienen de la época griega cuando Hipócrates describe sus cuatro temperamentos: el pesimista melancólico, el optimista sanguíneo, el irritable colérico, y el apático flemático, basado en los cuatro fluidos corporales, no es sino hasta el siglo XIX cuando Philip Pinel en 1801, postula que los trastornos de la personalidad, aparte de las psicosis, deben ser motivo de especial interés. En su descripción en la manie sans délire Pinel reconocía que una persona puede comportarse irracionalmente incluso cuando tiene intactas las facultades intelectuales.
En 1907 Kraepelin describió cuatro tipos de personalidades psicopáticas: el criminal nato, el inestable, el mentiroso y tramposo mórbido, y el pseudoquejumbroso. Posteriormente se hicieron esfuerzos para separar al tipo criminal de la categoría general con el uso de términos como antisocial y sociopático.
El estudio psicoanalítico del carácter empezó en 1908 con el trabajo de Freud titulado
Character and Anal Erotism. En 1930, Franz Alexander cristalizó este interés Psicoanalítico, describiendo el carácter neurótico y distinguiendo entre los individuos con neurosis sintomáticas cuyos conflictos se expresan con malestar propio (autoplásticos) y los que expresan sus conflictos mediante acciones que afectan a los demás (aloplásticos).
Cada ser humano es dueño de una personalidad propia y por ello somos únicos. Nuestra personalidad es la que marca la persona y su adaptación a las diferentes circunstancias de la vida será la que marque a menudo la diferencia entre trastorno o no.
Podríamos definir la personalidad como un conjunto de rasgos que contribuyen a la conformación mental del sujeto dándole su propia fisonomía. La personalidad es como una especie de masa moldeable que intenta equilibrarse con las distintas situaciones de la vida para llegar a una adaptación sujeto-entorno.
En resumen, es el conjunto de características constantes de un individuo. Estas características conforman a su vez inteligencia, carácter temperamento, constitución y como conjunto que es tiene tanto elementos sanos como deficientes. El ser humano reacciona frente a las circunstancias de la vida tanto con unas como con otras. Si una persona tiene complejos es evidente que reaccionara con ellos a la vez que con el resto de la personalidad.
El arte de vivir no se hace posible si la persona no se ha desprendido de aquellos impedimentos que le impone su propia personalidad. Hay que evolucionar frente a las situaciones que vivimos y saber adaptarnos para conseguir una armonía cuerpo-mente.
Las enfermedades de la personalidad son muchas; diferentes influencias del entorno vivido, modelos inapropiados de educación, conflictos en la relación padres-hijos, situaciones límites y un sinfín de etcéteras pueden producir los llamados trastornos de personalidad.
RASGOS DE PERSONALIDAD
Los rasgos de personalidad, son pautas duraderas en la forma de percibir, relacionarse y pensar acerca del entorno y de sí mismo, que se hacen patentes en un amplio rango de contextos sociales y personales. Solo cuando los rasgos de personalidad son inflexibles y mal adaptativos, y causan deterioro funcional significativo o malestar subjetivo, constituyen un Trastorno de la Personalidad.
Trastorno de la personalidad
La manifestación esencial de un Trastorno de la Personalidad es un patrón duradero de conductas y experiencias internas que se desvía marcadamente de lo que culturalmente se espera del individuo, y que se manifiesta en por lo menos dos de las siguientes áreas: cognición, afectividad, funcionamiento interpersonal, o control de los impulsos.
Este patrón es inflexible y desadaptativo en un amplio rango de situaciones personales y sociales, y conduce a una perturbación clínicamente significativa o a deterioro social, ocupacional, o de otras áreas del funcionamiento. El patrón es estable y de larga duración, y su comienzo puede ser rastreado por lo menos desde la adolescencia o la adultez temprana. No puede ser interpretado como una manifestación o consecuencia de otro trastorno mental y no se debe, al efecto fisiológico directo de una sustancia (p.ej.: drogas de abuso, medicación, o exposición a toxinas) o a condición médica general (p.ej.: trauma craneal). Existen criterios específicos de diagnostico para cada Trastorno de la Personalidad.
Clasificación
Los diferentes trastornos de personalidad que constata la clasificación americana sobre enfermedades mentales DSM-III-Revisado son los siguientes:
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