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La crisis del empleo de los jóvenes (Parte II) (página 3)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

Por una parte el incremento de la desigualdad ha tenido lugar fundamentalmente en los extremos de la distribución. Como calcula Bonesmo Fredriksen -Gráfico 2- el rasgo principal de esta distribución es la polarización de la renta con un fuerte crecimiento en el decil superior y un estancamiento cuando no disminución de la renta en el decil más bajo. En este periodo el aumento de la renta disponible ha sido similar para el resto de grupos de la población en la Unión Europea y, en menor medida, en Estados Unidos. De los factores habitualmente citados como explicativos del crecimiento de la desigualdad, la expansión del sector financiero y un tratamiento fiscal más favorable parecen haber contribuido más a la polarización en la parte alta de la distribución que el comercio internacional o el progreso técnico.

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En segundo lugar, esta desigualdad de rentas incorpora un componente nada desdeñable de desigualdad de oportunidades que no sólo no incentiva una mejor asignación de recursos sino que la dificulta perpetuando las diferencias sociales. No resulta sencillo distinguir entre la proporción de la dispersión de rentas que se debe a factores exógenos a los individuos ("circunstancias") de aquella causada por factores sobre los que estos tienen algún control ("esfuerzo"). Los factores circunstanciales conforman lo que entendemos por desigualdad de oportunidades y el propio informe de The Economist señala que su contribución a la desigualdad observada de la renta es muy diferente por países. Así en Noruega y Suecia las circunstancias ajenas a la elección de los individuos explican entre el 3% y el 11% de la dispersión de la renta, mientras que en Guatemala o Brasil esta proporción supera el 30%. E incluso estas estimaciones constituyen un límite inferior porque las circunstancias no son todas fácilmente observables e influyen con frecuencia en el esfuerzo de los individuos por mejorar su posición en la escala social. Como muestran Checchi, Peragine y Serlenga en diversos trabajos las diferencias de oportunidades son también una causa fundamental de la desigualdad de rentas observada en la Unión Europea, en particular en la Europa Mediterránea y Central -con la excepción de algunos países del Este- llegando a explicar el 25% del total en algunos casos.

Y para poner las cosas más difíciles está el efecto de la crisis que muy previsiblemente no seguirá las pautas de la de 1929 en Estados Unidos, tras la cual la desigualdad de la renta, que había empeorado sustancialmente como ahora, mejoró durante varias décadas. En Europa, y aunque no tenemos aún una perspectiva temporal suficiente, los datos de Eurostat -sobre los que me ha llamado la atención Samuel- muestran que la crisis ya ha hecho mella en la distribución de la renta. Como se puede observar en el Gráfico 3 el cociente entre la media de renta del quintil superior y la del inferior –Q80/Q20- de la distribución ha aumentado significativamente entre los países más desarrollados –UE(15) y Eurozona- desde los valores anteriores a la crisis, mientras que disminuye entre los nuevos países miembros de la UE.

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En un estudio muy completo para el Programa de Desarrollo de la Naciones Unidas Atkinson y Morelli, concluyen que no hay un patrón inequívoco sobre la relación entre crisis financieras y distribución de la renta. Las desigualdades sociales efectivamente disminuyeron tras algunas crisis importantes, pero también aumentaron en otros casos, lo que indica que las estrategias alternativas de política económica para combatir la recesión inciden en la desigualdad. En la misma dirección apuntan los resultados del reciente informe del Fondo Monetario Internacional, Taking Stock: A Progress Report on Fiscal Adjustment que señala que el ajuste fiscal -la forma que adopta y su intensidad- es determinante en el impacto que las recesiones tienen sobre la distribución de la renta. El informe analiza una muestra de 48 países emergentes y desarrollados entre 1980 y 2010 y encuentra una clara influencia negativa sobre la igualdad de las tecnologías de la información –como proxy del progreso tecnológico sesgado en favor de la cualificación- del comercio internacional –aunque en este caso la relación con la desigualdad es muy no lineal y la evidencia no es concluyente- y de algunos cambios en los impuestos y en el gasto público que han dado lugar a una estructura fiscal más regresiva. Pero junto a ello, el informe encuentra para el conjunto de la muestra y en especial para la OCDE que las consolidaciones fiscales como tales han contribuido a empeorar la distribución de la renta, en particular cuando el ajuste ha sido muy intenso y cuando este se ha basado fundamentalmente en el gasto productivo y social.

Toda esta evidencia añade otra restricción más -y ya van muchas- a las decisiones de política económica que tienen que tomar los países más afectados por la recesión actual. Entre los muchos deberes que no se hicieron en el pasado está el no haber aprovechado para promover un crecimiento más integrador. El FMI advierte que sus resultados no deben interpretarse como que el ajuste fiscal no es necesario, sino en el sentido de incorporar la variable social y de desigualdad a las decisiones macroeconómicas para evitar un mayor deterioro del equilibrio social en algunos países. El informe de The Economist concluye con una propuesta que denomina True Progresivism cuyo objetivo es compatibilizar la reducción de las desigualdades con el crecimiento necesario para superar la recesión y mantener la senda de crecimiento de años atrás. Algunas de estas medidas, como la educación, son cruciales pero sólo efectivas a largo plazo. A corto plazo es preciso rediseñar el proceso de ajuste fiscal para hacerlo financiera y socialmente sostenible.

La redistribución concertada de la riqueza y el ingreso ha sido a menudo esencial para la supervivencia a largo plazo del capitalismo

– La desigualdad está acabando con el capitalismo (Project Syndicate – 21/11/12)

(Por Robert Skidelsky) Lectura recomendada

Londres.- Hay un consenso general de que los créditos bancarios excesivos provocaron la crisis de 2008-2009, y que la imposibilidad para recuperarse adecuadamente de dicha recesión radica en el rechazo de los bancos a otorgar créditos debido a sus hojas de balance "quebradas".

La historia típica preferida de partidarios de Friedrich von Hayek y la escuela austriaca de economía cuenta que en el periodo previo a la crisis los bancos ofrecieron más créditos a los prestatarios de lo que los ahorradores habrían estado dispuestos a dar, gracias al crédito barato que dieron los bancos centrales, en particular, la Reserva Federal estadounidense. El dinero de los bancos centrales abundaba en los bancos comerciales, que daban créditos para muchos proyectos malos de inversión, y la explosión de la innovación financiera (especialmente de instrumentos derivados) estimulaba el frenesí crediticio.

Esta pirámide invertida de deuda se colapsó cuando la Reserva finalmente frenó la fiebre de gasto mediante un aumento de las tasas de interés. (La Reserva incrementó la tasa de los fondos federales de referencia de 1% en 2004 a 5.25% en 2006 y así la mantuvo hasta agosto de 2007). Como resultado, los precios de las viviendas cayeron dejando una estela de bancos zombis (cuyos pasivos superaban por mucho sus activos) y arruinaron a los prestatarios.

Ahora parece que el problema es de volver a lanzar los créditos bancarios. Los bancos dañados que no quieren otorgar préstamos de algún modo tienen que sanearse. Este ha sido el objetivo de los vastos rescates en los Estados Unidos y en Europa, seguidos de varias rondas de facilitación cuantitativa, que sirvieron a los bancos centrales para imprimir dinero e inyectarlo al sistema bancario a través de una serie de canales poco ortodoxos. (Los Hayekianos se oponían a dicho método porque señalaban que el crédito excesivo había provocado la crisis y no se podía salir de ella otorgando más crédito).

Asimismo, los sistemas regulatorios se han endurecido en todas partes para evitar que los bancos pongan en riesgo nuevamente el sistema financiero. Por ejemplo, además de su mandato de estabilizar los precios, al Banco de Inglaterra se le ha encomendado la nueva tarea de mantener "la estabilidad del sistema financiero".

Este análisis aparentemente verosímil, depende de la idea de que la oferta de crédito es esencial para un buen funcionamiento de la economía: mucho dinero la arruina, y muy poco la destruye.

No obstante, se puede ver desde otro punto de vista: que la demanda de crédito en lugar de la oferta es un motor crucial de la economía. Después de todo, los bancos están obligados a dar crédito sobre la base de aval adecuado; y previo a la crisis, los precios crecientes de la vivienda fungieron como tal. En otras palabras, la oferta de crédito resultó de la demanda de crédito.

Así pues, la cuestión del origen de la crisis adquiere otro enfoque. La culpa no fue tanto de los acreedores depredadores sino de los deudores imprudentes o engañados. Entonces, la pregunta que surge es: ¿Por qué las personas querían tanto crédito? ¿Por qué en los días anteriores a la recesión el coeficiente deuda-ingreso de los hogares se elevó a niveles nunca antes vistos?

Supongamos que las personas son ambiciosas y que siempre quieren más de lo que les permiten sus posibilidades. Entonces, ¿por qué se manifestó de modo tan obsesivo esta ambición?

Para dar una respuesta debemos ver lo que está pasando con la distribución del ingreso. El mundo se estaba volviendo gradualmente rico, pero la distribución del ingreso entre países se estaba haciendo cada vez más desigual. Los ingresos medios se han estancado o incluso han caído en los últimos treinta años, incluso cuando el PIB per cápita ha aumentado. Esto significa que los ricos han estado acaparando una proporción enorme del crecimiento de la productividad.

¿Y qué hicieron los relativamente pobres para estar a la altura en este mundo de expectativas crecientes? Hicieron lo que los pobres siempre han hecho: endeudarse. En tiempos pasados se endeudaban con los prestamistas; ahora se endeudan con los bancos o con las compañías de tarjetas de crédito. Además, como su pobreza era relativa y los precios de las viviendas aumentaban rápidamente, los acreedores con gusto les permitían endeudarse cada vez más.

Por supuesto, algunos estaban inquietos por la caída de la tasa de ahorro de los hogares, pero pocos estaban demasiado preocupados. En uno de sus últimos artículos, Milton Friedman, escribió que hoy los ahorros se hacen en forma de casas.

Para mí, este punto de vista explica mucho mejor que el enfoque ortodoxo por qué después de todo el dinero que los bancos centrales han inyectado, los bancos comerciales no han reanudado el crédito, y por qué la recuperación económica se ha desacelerado. Así como los prestamistas no obligaron al público a obtener créditos antes de la crisis, ahora tampoco pueden obligar a los hogares fuertemente endeudados a obtener créditos, o a las empresas a solicitar préstamos para expandir la producción cuando los mercados están inactivos o contrayéndose.

En resumen, la recuperación no solo es responsabilidad de la Reserva, el Banco Central Europeo o el Banco de Inglaterra. Necesita la participación activa de los responsables del diseño de políticas fiscales. Nuestra situación actual no requiere prestamistas de último recurso, sino gastadores de último recurso, y ese papel solo lo pueden desempeñar los gobiernos.

Si los gobiernos, con sus ya elevados niveles de endeudamiento, creen que ya no pueden pedir más crédito al público, entonces deben pedir crédito a sus bancos centrales y gastar los fondos excedentes en obras públicas y proyectos de infraestructura. Esta es la única forma de reactivar las grandes economías occidentales.

Sin embargo, más allá de esto, no podemos mantener un sistema que permite que una parte tan grande del ingreso nacional se concentre en tan pocas manos. La redistribución concertada de la riqueza y el ingreso ha sido a menudo esencial para la supervivencia a largo plazo del capitalismo. Estamos a punto de volver a aprender esa lección.

(Robert Skidelsky, Professor Emeritus of Political Economy at Warwick University and a fellow of the British Academy in history and economics, is a member of the British House of Lords…)

Informe OIT (diciembre 2012) : "los salarios bajan en los países desarrollados" (una carrera hacia el fondo)

""Una mayor parte del pastel nacional se ha transformado en ganancias y los trabajadores han recibido una menor porción". La Organización Internacional del Trabajo (OIT) denuncia en su último informe que la porción de la riqueza nacional que obtienen los trabajadores es cada vez más pequeña en la mayoría de países. Y alerta, en su informe mundial sobre salarios 2012/2013, que esta situación provoca un descontento popular e incrementa el riesgo de malestar social"… Los trabajadores reciben una porción menor de la tarta de riqueza nacional (El Economista – 7/12/12)

En otras palabras: los trabajadores se benefician cada vez menos del resultado de su trabajo en un contexto en que los salarios aumentan a un ritmo mucho más lento que la productividad. "La historia antes de la crisis es que los salarios evolucionaban más rápido que la productividad y la historia de la crisis, hasta ahora, parece ser la de salarios cayendo más rápido que la productividad, como si fuese un mecanismo de ajuste", añade la OIT.

La institución recuerda que los salarios medios de los países desarrollados no crecerán más allá de la inflación este año.

En concreto, la OIT señala que en las 16 economías más desarrolladas, la proporción media del trabajo respecto a la riqueza nacional disminuyó desde el 75% a mediados de los años 1970 hasta el 65% en los años previos a la crisis. "Se recuperó por poco tiempo, pero descendió nuevamente después de 2009", añade.

Por su parte, entre un grupo de 16 economías en desarrollo y emergentes, esta proporción disminuyó del 62% del PIB en los primeros años 1990 hasta el 58% justo antes de la crisis.

"Aún en China, donde los salarios se triplicaron a lo largo de la última década, la participación de los trabajadores en los ingresos nacionales disminuyó", destaca el informe.

Por otro lado, los autores del estudio alertan de que la cada vez más extendida apuesta por reducir los costos laborales en aras de estimular la competitividad de las exportaciones "no garantiza" que los países en crisis puedan prevenir el estancamiento económico o el déficit de cuenta corriente.

"Si bien, en principio, cada país a título individual puede aumentar la demanda de sus bienes y servicios al incrementar las exportaciones, no todos los países pueden hacerlo simultáneamente", señala Sangheon Lee, uno de los autores del informe, que reclama el restablecimiento de una relación más estrecha entre salarios y productividad, que es a la vez una cuestión de equidad y de crecimiento económico sostenible.

Por otra parte, la OIT señala que el crecimiento de salarios continúa muy por debajo del período anterior a la crisis a nivel mundial y que incluso ha sido negativo en las economías desarrolladas, mientras sigue aumentando en las economías emergentes.

"Los salarios mensuales crecieron el 1,2% en 2011, frente al 3% en 2007 y el 2,1% en 2010", señala el informe, que constata como este "impacto no ha sido uniforme", ya que existen grandes diferencias entre países.

"Mientras que los salarios experimentaron una doble caída en las economías desarrolladas, donde se vaticina un crecimiento cero para 2012, los mismos se mantuvieron positivos durante toda la crisis en América Latina y el Caribe, África y aún más en Asia", añade la OIT.

De este modo, el informe señala que, mientras un trabajador del sector manufacturero en Filipinas gana 1,40 dólares por hora, en Brasil llega a algo menos de 5,50 dólares, 13 dólares en Grecia, 23,30 dólares en Estados Unidos y casi 35 dólares en Dinamarca. En el caso de España, este salario se situaba en 14,5 dólares por hora.

El informe de la OIT recoge que los salarios bajaron en España entre un 3 y un 4% en 2010 y 2011. En su opinión, situaciones como ésta ilustran el impacto de las políticas destinadas a reducir el costo de la mano de obra con respecto a la producción. "Grecia, España y Portugal están en el epicentro de la crisis de la Eurozona, con Grecia como el caso más grave de reducción unilateral de salarios para recobrar competitividad (…), pero hemos visto que el impacto de este tipo de políticas en el empleo y el crecimiento ha sido peor de lo esperado", ha señalado hoy el director general de la OIT, Guy Ryder.

La globalización impulsó durante años un crecimiento desigual, en el que las rentas salariales fueron perdiendo peso de forma paulatina. El estallido de la crisis financiera trajo la Gran Recesión y una escalada de desempleo en los países desarrollados, lo que volvió a impactar, esta vez sin matices, en las rentas salariales. Y el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanza una advertencia: las medidas adoptadas por varios países, entre ellos España, para salir de la crisis no solo vuelven a erosionar los salarios, sino que además el remedio puede ser peor que la enfermedad.

El informe mundial sobre salarios de la OIT hace un análisis de la evolución de los primeros cuatro años de la crisis (2008-2011). Según sus cuentas, el crecimiento del salario real (descontada la inflación) en el mundo ha pasado del 3% anual al 1,2% en 2011. Y si se descuenta China, ese avance salarial por encima del coste de la vida se queda en un ínfimo 0,2%. En los países desarrollados, el impacto es más evidente: de hecho, los salarios reales promedio bajan un 0,5% en 2011 y experimentan un estancamiento en los cuatro primeros años de crisis.

Todo apunta además a que la tendencia se extremará en 2012. En varios países europeos que acumularon déficit por cuenta corriente y deuda externa, como España, se están aplicando políticas de devaluación interna (moderación salarial) para ganar competitividad y salir de la crisis a través de las exportaciones, ahora que los recortes presupuestarios y el alto nivel de paro ahogan la demanda interna. En el caso español, la pérdida de poder adquisitivo este año rondará los dos puntos porcentuales.

La OIT recela de estas medidas de devaluación interna. "Una estrategia de reducción de los costes laborales, una recomendación frecuente en términos de política para países en crisis y con déficit en su cuenta corriente, podría correr el riesgo de deprimir el consumo interno más de lo que aumentan las exportaciones", dice el informe, un recado apenas disimulado a las políticas que imperan en la zona euro para las economías periféricas. "Si se buscan reducciones competitivas de los salarios en forma simultánea en un gran número de países, esto podría llevar a una "carrera hacia el fondo" en la participación del trabajo, reduciendo la demanda agregada", añade.

El trabajo del servicio de estudios destaca la desconexión creciente entre avances de productividad laboral y aumentos salariales que, en teoría, deberían estar íntimamente ligados: "entre 1999 y 2011 la productividad laboral promedio de las economías desarrolladas aumentó el doble que los salarios promedio", apunta la OIT.

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"La tendencia mundial ha resultado en un cambio en la distribución del ingreso nacional, con una menor participación de los trabajadores, mientras que la participación del capital en la renta aumenta en la mayoría de los países", concluye la organización internacional en la que están representados Gobiernos y agentes sociales. Una tendencia que los técnicos de la OIT atribuyen "al avance tecnológico, la globalización del comercio, la expansión de los mercados financieros y la erosión del poder de negociación de los trabajadores".

edu.redEspaña ha comenzado una "carrera hacia el fondo" por la productividad contra la que advierte la Organización Internacional del Trabajo. Frente a lo que califica como "políticas simplistas" basadas exclusivamente en rebajar salarios, la OIT advierte que nuestro país es ya el decimosegundo con mano de obra más barata y que rebajas en las nóminas como las que se están aplicando en muchos países de la UE simultáneamente pueden deprimir más el consumo de lo que ganan en competitividad.

Según los datos que la OIT publica en su informe global de salarios de 2012/2013, las nóminas en España están ya por debajo de los niveles que tocaron antes de la crisis y, sobre todo, por debajo de las que se pagan en Israel o Nueva Zelanda. De hecho, sólo once países del cómputo de la OIT son más baratos que España cuando se mide el salario por hora trabajada: Filipinas, Hungría, Polonia, Brasil, Eslovaquia, Estonia, la República Checa, Portugal, Argentina, Singapur y Grecia.

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En medio de esa tendencia de rebajas, el organismo advierte de un patrón global que también se repite en nuestras fronteras: "la parte de riqueza de las rentas del trabajo disminuye mientras la parte de las rentas del capital aumenta". Eso ha erosionado el poder de negociación de los trabajadores, concluye el informe. El saldo final de esas nóminas menguantes y de un menor poder de negociación, asegura el organismo, "pueden terminar recortando la demanda agregada", es decir, deprimiendo el consumo doméstico en particular y la economía en general.

El salario mínimo español equivale al 40% de la media

La OIT denuncia que sigue creciendo la desigualdad entre quienes más cobran y quienes menos ganan pero la gran recesión ha terminado con un elemento que, hasta ahora, había amortiguado los efectos negativos de la desigual distribución de la riqueza: el crédito fácil y las políticas sociales. Tanto uno como otro colchón han desaparecido y eso, concluye el informe, debiera llevar a evitar la idea de que se puede "recortar para salir de la recesión".

¿Toma de conciencia, desvelo, hipocresía o… "cuando veas las barbas de tu vecino"…?

"Las desigualdades de renta se han erigido como el principal desvelo para los líderes económicos, políticos y empresariales del mundo. Así lo revela un informe del Foro Económico Mundial que cita además, entre los mayores riesgos globales para la próxima década, la posibilidad de una ruptura del sistema financiero"… Los (tres) principales miedos económicos de 1.000 líderes mundiales (Cinco Días – 9/1/13)

Son algunos de los principales 1.000 dirigentes empresariales, políticos y de administraciones públicas del mundo, que revelan en una encuesta sus mayores miedos para la próxima década. Y como no podía ser de otra manera, la economía ocupa un lugar preeminente: con tasas de crecimiento esperadas por el FMI de entre el 1,3% y el 2,6% entre 2012 y 2017, la evolución económica sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza para los dirigentes.

"Por definición, los riesgos globales no respetan fronteras", explica Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial en la presentación del Informe de Riesgos Globales 2013, elaborado entre otros por Marsh & McLennan, Swiss Re, Zurich Insurance y el Wharton Center for Risk Management, y en el que los dirigentes de empresas y de administraciones públicas han contestado a la pregunta de cuáles son los principales riesgos globales para los próximos 10 años.

A pocos días de celebrarse en la estación suiza de Davos el encuentro organizado por el Foro Económico Mundial, en el que los directivos y expertos mundiales se reúnen para analizar los problemas mundiales, el estudio da una idea de qué temas pueden ocupar los próximos debates.

Desigualdades de renta

Es el mayor riesgo citado por los principales líderes mundiales, porque es el que tiene mayor probabilidad de que ocurra: los líderes le otorgan una puntuación de 4 en una escala del 1 al 5 sobre probabilidades de que ocurra en los próximos 10 años.

Este riesgo, que supone que se produzca un aumento severo en las diferencias de renta entre ricos y pobres, repite posición respecto a 2012 y está directamente relacionado con otros dos riesgos económicos que se citan en el estudio: los desequilibrios en los mercados de trabajo y un posible colapso financiero mundial.

Además, está directamente relacionado con otro temor citado por los líderes en el estudio: una reacción generalizada contra la globalización. Esto podría dar lugar a un replanteamiento de las políticas de reformas estructurales y austeridad, lo que, a su juicio, podría llevar a nuevos desórdenes económicos.

Se da la circunstancia, según las conclusiones del informe, de que cuanto más especializado es el encuestado, menos importancia le da a este riesgo.

Colapso financiero

Cinco años después del estallido de la gran crisis financiera mundial, los dirigentes mundiales no descartan del todo un colapso financiero global, si bien las probabilidades de que esto ocurra "son muy limitadas", explica el informe.

Pero además la encuesta revela una preocupación adicional: "Dadas las protestas contra la austeridad en toda la zona euro, la elección de gobiernos "negacionistas" podrían dar lugar a una nueva parálisis económica y a acentuar la crisis de la eurozona, que podría llegar a un punto crítico", sostienen los líderes encuestados por el Foro.

Desequilibrios fiscales

El gasto excesivo por parte de los Gobiernos aparece entre los principales riesgos que citan los dirigentes. Además, aparece entre los que más peso le dan tanto por probabilidades de que ocurra (4 sobre 5) como por el impacto que tendría en la sociedad (también 4 sobre 5). Al contrario de lo que ocurría con las desigualdades de renta, en este caso cuanto más especializado en temas económicos es el encuestado, más importancia le da a este riesgo.

Ligado a lo anterior, el informe cita también las políticas monetarias de algunos bancos centrales como riesgos para las economías. "¿La flexibilización cuantitativa llevada a cabo por bancos centrales clave para combatir la deflación llevará a una hiperinflación que pueda estabilice la economía?" se pregunta el estudio.

Por otro lado, las reformas estructurales emprendidas por los Gobiernos europeos "¿lograrán aumentar el empleo en el largo plazo?".

Otros riesgos

Los líderes mundiales citan además de los tres principales otros riesgos económicos, todos ellos interrelacionados. Así, un desequilibrio crónico en el mercado de trabajo (altas tasas de desempleo) es citado como un gran riesgo. También una volatilidad extrema en los precios de productos agrícolas y energéticos, el colapso de alguna economía emergente importante, inadecuadas inversiones en infraestructuras, nuevas crisis de liquidez, efectos negativos de las regulaciones o tasas de inflación o deflación insostenibles.

Además de los económicos, también representan riesgos para los encuestados algunos problemas relacionados con la tecnología así como el medio ambiente, como el cambio climático. De hecho, los "persistentes dificultades económicas", unidas a las "frecuentes fenómenos meteorológicos extremos", constituyen "una combinación cada vez más peligrosa".

Incendios digitales y la "Guerra de los Mundos"

Los líderes mundiales tienen muy presentes las "impredecibles" consecuencias de las nuevas tecnologías en la sociedad como uno de los miedos que tienen presentes. El informe cita el caso de 1938 cuando Orson Wells hizo cundir el pánico en Estados Unidos por un supuesto ataque de marcianos, una adaptación del libro La Guerra de los Mundos narrado en forma de informativo. "¿Es posible que internet pueda provocar una ola similar de pánico, pero con graves consecuencias geopolíticas?", se pregunta el estudio. "Si bien los beneficios de nuestros sistemas de comunicación hiperconectados son indiscutibles", argumenta, "potencialmente podrían permitir la propagación viral de información que, de forma deliberada o sin intención, sea engañosa o provocativa".

Tecnología y globalización: un cóctel explosivo

– La tecnología y el desafío del empleo (Project Syndicate – 15/1/13)

(Por Michael Spence) Lectura recomendada

Milán.- Nuevas tecnologías de diversos tipos, junto con la globalización, están afectando poderosamente las opciones de empleo de los habitantes, tanto en los países en desarrollo como en los avanzados -y para diversos niveles educativos. Las innovaciones tecnológicas no solo están reduciendo la cantidad de puestos para trabajos rutinarios, también generan cambios en las cadenas de aprovisionamiento y redes mundiales cuya consecuencia es la reubicación de esos empleos -y, cada vez más, de los puestos para trabajos no rutinarios que requieren niveles de habilidad diversos- en el sector transable de muchas economías.

¿Cómo deben confrontar entonces los responsables de las políticas los nuevos y complicados desafíos relacionados con el empleo (y, a su vez, con la distribución del ingreso y la riqueza), especialmente en las economías desarrolladas? Hemos aprendido varias cosas interesantes gracias a investigaciones recientes sobre la manera en que la evolución de la estructura económica afecta al empleo.

El sector transable de las economías avanzadas no ha generado aumentos netos reales en el empleo por al menos décadas; los puestos de trabajo que ha creado se concentran en los segmentos de ingresos y niveles educativos altos, mientras que el empleo disminuye en los estratos educativos y de ingreso medios y bajos. El crecimiento del empleo en los servicios sofisticados se ve compensado por una contracción en los componentes intensivos en mano de obra de las cadenas de producción manufacturera.

Hasta la crisis de 2008, el crecimiento del empleo en los sectores medios y bajos se dio enteramente en el sector no transable de la economía, que constituye aproximadamente dos tercios del producto y el empleo en los países avanzados. Aquí, el ingreso y el valor agregado por empleado se mantuvieron estancados. Los puestos de trabajo pueden ser eliminados por la tecnología, pero no por la competencia mundial; y el crecimiento de la demanda interna impulsado por el endeudamiento ayudó a demorar los déficits actuales de empleo.

Como resultado, las economías avanzadas han estado despidiendo empleados para trabajos rutinarios rápidamente mientras aumentan los puestos para trabajos no rutinarios (por ejemplo, los que aún no pueden ser reemplazados o reducidos por máquinas y computadoras en red). Esto ha impulsado un impresionante aumento en el rendimiento de la educación y las habilidades de alto nivel. Como resultado, la participación en el ingreso total que reciben los propietarios del capital y los empleados altamente cualificados aumentó a los países avanzados durante más de dos décadas.

Por lo tanto, el crecimiento y el empleo divergen en los países avanzados. La fuerza principal que impulsa esta tendencia -la tecnología- desempeña múltiples funciones. El reemplazo de los operarios que se ocupan de tareas manuales rutinarias por máquinas y robots es una tendencia poderosa, sostenida y, tal vez, en proceso de aceleración en la manufactura y la logística, mientras que las redes de computadoras reemplazan a los trabajadores en tareas rutinarias de oficina para el procesamiento de la información.

Parte de esto es pura automatización. Otra parte importante es la desintermediación: la eliminación de los intermediarios en la banca, el comercio en línea, y una multitud de servicios gubernamentales, por nombrar solo algunas de las áreas afectadas.

Pero el impacto de la tecnología no se limita a esto. La misma clase de tecnologías de la información que automatiza, desintermedia y reduce los costos de la distancia también permite la construcción de cadenas y redes de aprovisionamiento mundial cada vez más complejas y geográficamente diversas.

Las cadenas mundiales de aprovisionamiento -en flujo constante, debido al crecimiento del ingreso en los países en desarrollo y los desplazamientos de las ventajas comparativas- desplazan las actividades productivas donde las personas y otros recursos las tornan más competitivas. Los eslabones de estas cadenas no solo incluyen productos intermedios y ensamblado, sino también una creciente variedad de servicios –investigación y desarrollo, diseño, mantenimiento y soporte, atención al cliente, procesos de negocios y otros- a medida que se reducen los costos de transacción, coordinación y comunicación.

El resultado es lo que a veces se llama la "atomización" de las cadenas mundiales de aprovisionamiento: cada vez son posibles más subdivisiones, eficientes y desarrollables en casi cualquier sitio. La proximidad aún es importante en términos de costos de transporte y logística. Pero, como los mayores nuevos mercados y la mayor parte del crecimiento de la demanda mundial se encuentran en el mundo en vías de desarrollo, la lógica que impulsa la atomización debería ser aún más imperiosa.

La descomposición eficiente y sostenida de las cadenas de aprovisionamiento, redes y servicios mundiales tiene dos consecuencias asociadas. En primer lugar, la participación del sector transable de la economía mundial -donde la competencia por la actividad económica y los empleos es directa- está aumentando, y lo mismo sucede en las economías individuales. En segundo lugar, partes de las cadenas mundiales de aprovisionamiento que no eran competitivas ya no están protegidas por su adyacencia a partes que sí lo eran. La adyacencia ya no es un requisito.

Estas dinámicas y desafíos relacionados no están confinados a los países avanzados. Durante la próxima década, por ejemplo, China reemplazará gran parte de sus trabajadores en tareas de ensamblado intensivas en mano de obra con empleo de mayor valor agregado en la manufactura y los servicios, no solo en el sector transable sino también -y esto es más notorio aún- en la rápidamente creciente parte no transable de su economía. El aumento en el alcance y la reducción de los costos de la automatización y la fabricación por adición (impresión 3D) pueden afectar las funciones intensivas en mano de obra en todo el mundo, incluso en países que transitan las primeras etapas de su desarrollo.

Un factor fundamental para adaptarse a estas fuerzas es la inversión. Para las personas, empresas, instituciones educativas y gobiernos en los países avanzados, la inversión eficiente, elevada y de amplio alcance en educación y habilidades es crítica. Reducir amplias brechas de información en el mercado de habilidades también aumentará la eficiencia de esas inversiones.

La mejora transversal del capital humano aumentará distribución del ingreso tanto directa como indirectamente (al reducir la oferta de trabajadores menos cualificados respecto de su demanda). También mitigará (parcialmente) la concentración de riqueza resultante de una distribución del ingreso altamente sesgada.

En el sector transable, la competitividad no solo depende del capital humano sino también de una gran cantidad de factores adicionales: infraestructura, sistemas impositivos, eficiencia regulatoria, incertidumbre inducida por las políticas, y costos energéticos y de salud.

Actuar adecuadamente en esas áreas no garantiza que los desafíos del empleo que enfrentan las personas y los países se solucionarán por completo, aunque sí ayudará. De hecho, es posible que estemos ingresando en un período en el que serán necesarias adaptaciones importantes en los modelos de empleo, la semana laboral, el empleo por contrato, los salarios mínimos y la provisión de servicios públicos esenciales para mantener la cohesión social y conservar los valores centrales de la equidad y la movilidad intergeneracional.

(Michael Spence, a Nobel laureate in economics, is Professor of Economics at NYU"s Stern School of Business, Distinguished Visiting Fellow at the Council on Foreign Relations, Senior Fellow at the H…)

A confesión de parte, relevo de pruebas ("ad vultum tuum"). Lo peor: siguen al mando

– Las actas de la Reserva Federal muestran que no vio venir la gravedad de la crisis (El País – 20/1/13)

(Por Sandro Pozzi – Nueva York) Lectura recomendada

Lo evidente está por escrito. Los responsables de la Reserva Federal no vieron la gravedad de la crisis que se fraguaba en el sector financiero, como revela, cinco años después, la transcripción de las reuniones que la autoridad monetaria celebró en 2007. O al menos no reconocieron la amplitud del seísmo global que provocó el derrumbe de Lehman Brothers en otoño de 2008 y una crisis financiera y económica de enormes proporciones.

Ben Bernanke, su presidente, ya se encargó de restar dramatismo en sus intervenciones públicas de la época a los problemas que empezaron a aflorar en Bear Stearns, la entidad que meses después tuvo que ser rescatada por JP Morgan Chase con su asistencia. No era un intento por calmar los ánimos. El documento muestra que estuvieron más que lentos al ver lo que pasaba.

Es más, se hablaba en las reuniones de crecimiento moderado y de que lo peor se estaba dejando atrás cuando se referían a la marcha del mercado inmobiliario, donde la corrección de precios ya había comenzado en el verano de 2006. Lo que no fueron capaces de ver a tiempo es que las hipotecas basura habían intoxicado los balances de los grandes bancos del mundo.

"Básicamente, lo que creo que está sucediendo en cierta forma es algo muy bueno: nos preocupaba que los mercados eran demasiado optimistas, que había demasiada opacidad y que la gente no se preocupaba por ello. Ahora, de hecho, están preocupados, y creo que es fundamentalmente una situación saludable", señalaba el consejero Frederic Mishkin en la reunión de agosto de 2007 en relación con las hipotecas basura.

En agosto, los mercados ya habían pedido un recorte del precio del dinero, en el 5,25%, para que no se viniera abajo el crédito. Los documentos hechos públicos muestran, a partir de las discusiones mantenidas por los miembros de la Fed, que la inflación preocupaba más que un crecimiento más lento.

"El dinero sigue fluyendo"

Timothy Geithner, entonces presidente de la Fed de Nueva York y después convertido en secretario del Tesoro, aseguraba también ese mes que las grandes instituciones de Wall Street estaban bien. "No hay indicios de que estén sufriendo presiones del lado de la financiación", comentó en una conversación telefónica de emergencia, "el dinero les sigue fluyendo".

En septiembre, la Fed ya operaba en modo de crisis con una primera inyección de liquidez. De acuerdo con las transcripciones, empezaba a estar claro que sí había riesgos para el crecimiento y que si no se procedía pronto a un cambio de política, habría un deterioro rápido de la economía real. Así lo expuso, por ejemplo, Sandra Pianalto, presidenta de la Fed de Cleveland.

En diciembre, Janet Yellen, de la de Fed de San Francisco, señaló que veía riesgo de un colapso del crédito y una caída en recesión. Con todo, el propio Bernanke aún seguía despistado: "No espero problemas de solvencia entre las grandes entidades financieras", decía. Al año siguiente quebró Lehman y el Tesoro rescató a buena parte de los grandes bancos.

De no tocar tipos a principios de agosto a rebajarlos al 4,25% en tres saltos para final de 2007. Era solo el comienzo de una acción monetaria que aún perdura y que llevó a una Fed completamente dividida al comienzo de la crisis a movilizar todas su armas, convencionales y no convencionales, para salvar el sector financiero, estabilizarlo y evitar que la economía cayera por el precipicio.

El dinero lanzado por Bernanke desde el helicóptero para salvar a la banca (al 23/1/13)

"El balance de cuentas de la Reserva Federal ha engordado de manera significativa desde el estallido de la crisis subprime. La compra de activos hipotecarios y bonos del Tesoro de EEUU para impulsar la economía y mantener los tipos de interés extremadamente bajos ha provocado que el balance de cuentas del banco central de EEUU haya superado por primera vez la friolera de 3 billones de dólares"… El balance de la Fed supera la friolera de 3 billones de dólares: récord histórico (El Economista – 25/1/13)

La cartera de pasivos en manos de la Fed – que incluyen principalmente créditos al sistema financiero- se situó en 2,99 billones de dólares el 23 de enero, por encima de los 2,94 billones registrados el 16 de enero.

El balance total de la Fed que incluye su posesión de oro, billetes de dólar y monedas en circulación alcanzó los 3,055 billones dólares durante la última semana.

Los activos hipotecarios en la cartera de la Fed garantizados por Fannie Mae, Freddie Mac y la Government National Mortgage Association totalizaron los 983.200 millones de dólares. La institución cuenta además con bonos del Tesoro por valor de 1,69 billones de dólares.

Un pronóstico meteorológico (y sensación térmica): los países avanzados en vías de subdesarrollo (¿por voluntad propia?)

La economía mundial está acelerando su proceso de transformación. La crisis financiera internacional está empujando aún más rápido el centro gravedad de la actividad mundial hacia los países emergentes"… China, ¿primera potencia mundial en 2017? (Libertad Digital – 6/3/13)

China superará en 2017 a EEUU como la mayor economía del mundo; India se consolidará como la tercera potencia mundial en 2050; ese mismo año, Brasil desplazará a Japón en la cuarta posición; Rusia se convertirá en la primera economía europea por delante de Alemania y países como México o Indonesia podrían superar a economías como las del Reino Unido o Francia, según el informe "El Mundo en el 2050: oportunidades y desafíos", elaborado por PwC. En este ranking, la economía española perderá tres puestos hasta ocupar la posición número 15.

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El documento confirma que en las próximas cuatro décadas seguiremos en un mundo de dos velocidades en términos de crecimiento. Por un lado, un grupo de países emergentes que crecerán, al menos, una media del 4% anual y, por otro, los países desarrollados, en donde el incremento medio de la actividad apenas llegará al 2%. Esta circunstancia llevará, por ejemplo, a que en 2017 las economías de los países del E7 superarán en tamaño a las del G7 y que, a finales de 2050, serán un 75% más grandes.

El estudio confirma la entrada con fuerza en el panorama económico mundial de un nuevo grupo de países emergentes más allá de los llamados BRIC, México e Indonesia. Nigeria y Vietnam, por ejemplo, irrumpirán por primera vez en 2050 en el top 20 de la economía mundial -puestos 13 y 19-; Turquía ascenderá hasta el número doce y Malasia se quedará justo al límite de integrar el grupo de las veinte mayores economías del planeta.

El documento, sin embargo, señala que para entrar en estos mercados emergentes las compañías deben hacer frente a grandes desafíos. El primero, saber entender y adaptarse a la tanto las leyes locales y como a los consumidores. El segundo, elegir la mejor estrategia de entrada y, en su caso, el socio más adecuado para hacerlo. Y, el tercero, la gestión de las relaciones con los gobiernos locales y los distintos organismos reguladores.

El informe proyecta la evolución de la actividad en 24 de las principales economías del planeta –incluida España- desde 2011 hasta 2050, y utiliza dos metodologías para calcular el PIB: a precios de mercado y según la paridad del poder adquisitivo (PPP en sus siglas en inglés). Este último método proporciona una mejor medida del volumen de bienes y servicios producidos por un país en relación con su nivel de vida.

¿Condenados por el sistema, a ser más pobres que sus padres?

– El profeta de Silicon Valley: "Van a destruir a la clase media para hacerse ricos" (El Confidencial – 15/5/13) Lectura recomendada

(Por Héctor G. Barnés)

Los avances tecnológicos han conducido a la economía a la recesión y diezmado para siempre la clase media. Además, cada vez más industrias se verán afectadas por estos cambios que alterarán los modelos de producción de arriba abajo y los retos que sus trabajadores habrán de enfrentar durante los próximos años pondrán en peligro su bienestar, su riqueza y sus puestos de trabajo. Esta es la polémica tesis que expone el escritor, informático y gurú Jaron Lanier en su último libro, Who Owns the Future?, que se publica esta misma semana en Estados Unidos.

"Aquí hay un ejemplo de lo que está ocurriendo. En la cumbre de su poder, la compañía fotográfica Kodak empleaba a más de 140.000 trabajadores y tenía un valor de más de 28.000 millones de dólares. Entonces inventaron la cámara digital", explica Lanier en el preludio de su nuevo ensayo. "Hoy, Kodak se encuentra en bancarrota, y la nueva cara de la fotografía digital es Instagram". Una compañía que, cuando fue vendida a Facebook por una cantidad exorbitada, apenas contaba con 13 personas entre sus filas. La pregunta que el autor se hace es dónde han ido esos miles de personas que han perdido su puesto de trabajo.

Lanier, llamado en su día el "profeta de Silicon Valley" y uno de los creadores del concepto de realidad virtual, es conocido por su creciente desencanto tecnológico y su cautela ante los hipotéticos efectos positivos que los nuevos avances pueden tener en nuestras vidas diarias. Muchas de estas ideas ya se habían recogido en su trabajo previo, el súper ventas You Are Not a Gadget: A Manifesto, que defendía la tesis de que internet estaba acabando con las relaciones humanas, agarrotando la creatividad y transformando al ser humano para siempre. Ahora, el antiguo alumno del físico Richard Feynman traslada su pesimista análisis de lo individual a lo social, y asegura que los mecanismos que proporcionaban estabilidad a la clase media están siendo derribados.

La clase creativa se enfrenta a su final

El principal cambio en la sociedad se está originando debido a la evolución de la economía formal a la informal, asegura Lanier. En el pasado, las llamadas "clases creativas" producían bienes por los que recibían a cambio una retribución. No sólo un sueldo, sino también pensiones o protección social. Sin embargo, explica el escritor, la economía está entrando en ese sistema informal, basado en comunidades y en el intercambio de servicios, del que habló de manera optimista autores como Stewart Brand. Para Lanier, este nuevo modelo, que pone en peligro la estabilidad de los trabajadores, obedece al modelo de "las barriadas de los países en vías de desarrollo". Esto tiene una consecuencia muy clara, y es que ahora "el ganador se lo lleva todo". Si eres uno de los trece trabajadores de Instagram, has tenido suerte; y si no lo eres, seguramente estarás en el paro. Es lo que él mismo ha denominado en el pasado como "tecnopolio".

"En lugar de hacer crecer nuestra economía global, el aumento del networking digital está enriqueciendo a un grupo relativamente pequeño de personas", explica en el libro. La riqueza se ha centralizado, y la mayor parte de trabajadores ahora se encuentran, como indica en una reciente entrevista realizada para Salon, "luchando por cada comida". Aquellos que la componen tienen de qué preocuparse cuando enferman, cuando tienen hijos y cuando ven que su edad de jubilación se acerca.

Gran parte de estas preocupaciones, reconoce el autor, han surgido después del nacimiento de su hija, que crecerá "en una sociedad hueca, que carece de clase media, en un mundo mucho menos cómodo del que habría deseado para ella", como aseguraba en una entrevista en "The Guardian". Sin embargo, Lanier presenta este panorama como algo inevitable. En el libro afirma que "sólo podemos sobrevivir si destruimos la clase media de músicos, fotógrafos y periodistas". Con ello, el autor lanza un aviso a navegantes: si ellos son los primeros, es probable que "médicos, enfermeras y abogados" los acompañen poco después.

El peculiar informático -exhibe con orgullo sus rastas, barbas y ropas hippies- alerta contra los peligros de la "información gratis" que internet ha contribuido a crear y que es "idealista y comprensiblemente popular". Se trata de un sistema económicamente insostenible, ya que impide que los creadores de esos contenidos puedan dedicarse a ello. Toda la productividad, tarde o temprano, estará mediada por el software, por lo que tarde o temprano todos los sectores formarán parte de la llamada "información". De las impresoras 3D a los camiones conducidos de manera automática, el modelo de la "información gratis" puede terminar trasladándose a todos los ámbitos de la labor humana.

El caos que se apoderará de la sociedad

Lanier no escatima adjetivos para describir este nuevo panorama que se abre ante nosotros. "Quizá la tecnología haga todas las necesidades vitales tan baratas que será virtualmente gratis poder vivir bien, y nadie se tendrá que preocupar por el dinero, el trabajo, las desigualdad sociales o los planes de jubilación. Pero dudo seriamente que este panorama se desarrolle", explica uno de los grandes antiutópicos del mundo de la tecnología. Por el contrario, el también músico y artista visual considera que lo más probable es que entremos en un panorama de "híperdesempleo, y con él, en una época de caos social y político". Nos adentramos en un escenario caótico, y ya que "los resultados del caos son impredecibles", es mejor ser cautos ante él.

Esto se refleja también en algunas de las decisiones que se han adoptado en el terreno tecnológico. En el momento actual, la población no es tratada como si fuese "lo suficientemente especial", en términos del propio autor, sino que son meros engranajes de un sistema mucho mayor que ellos mismos. La respuesta que proporciona Lanier es "pagar a la gente por la información que se cosecha de ellos si esa información tiene algún valor". Ya no se trata únicamente de contenidos, sino de la gran cantidad de datos que las compañías obtienen de los usuarios a partir de internet. Esta idea surge de uno de los grandes maestros del neoyorquino, Ted Nelson, creador del hipertexto, que defendía la necesidad de incorporar micropagos a cada uno de los procesos de enlace en la red.

Lanier asegura que el actual modelo tecnológico es tan pernicioso como el comunismo o el capitalismo radicales, ya que proporciona unas explicaciones sencillas sobre el mundo que pueden conducirnos a la debacle. "Deberíamos haber aprendido que esto sistemas tan simples y perfectos son ilusiones". Quizá por eso, el autor reconoce que se siente más cerca de los libertarios que de las utopías socialistas.

La clase media no va al Paraíso

La clase media mengua con la crisis (Vozpópuli – 5/6/13) Lectura recomendada

La mayoría de los que abandonan esa casilla lo están haciendo por abajo como consecuencia de las medidas políticas aprobadas por los gobiernos y que la OIT resume responsabilizando a los "recortes en educación, vivienda y sanidad que están impactando de manera adversa a los grupos expuestos a ellos". La OCDE ya criticó en su informe de junio de 2013 que esos recortes aumentaban la desigualdad social.

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Comparativamente, España tiene una clase media 5 puntos porcentuales inferior a la que registra Estados Unidos y un 15% más baja que la que registra Noruega. 

España vive una situación de polarización económica derivada de la alta tasa de paro. Las clases más altas han aumentado su distancia con respecto a las más bajas en las últimas dos décadas, una tendencia que continúa a día de hoy como consecuencia del relajamiento de las políticas de cohesión aplicada por muchos gobiernos. 

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La OIT concluye con una recomendación de políticas públicas: reforzar las políticas de igualdad. "Mientras las políticas públicas ayudan a crear y solidificar a las clases medias, esas clases medias son también contribuyentes importantes a la demanda doméstica. Así pues, pueden contribuir a un ciclo virtuoso de crecimiento sostenible". 

Los responsables políticos, en EEUU como en Europa, parecen ser presa de la sensación de que ni se puede ni se debe hacer nada

– El gran desdén (El País – 16/6/13) Lectura recomendada

(Por Paul Krugman)

Llevo ya algún tiempo en esto de la economía. De hecho, llevo tanto tiempo en ello que todavía me acuerdo de lo que la gente consideraba normal en aquellos lejanos días de antes de la crisis financiera. Normal, por aquel entonces, era una economía que creaba un millón o más de puestos de trabajo cada año, lo suficiente para seguir el ritmo del crecimiento de la población en edad de trabajar. Normal era una tasa de paro no muy por encima del 5%, salvo en breves periodos de recesión. Y aunque siempre había algo de paro, lo normal era que los parados de larga duración fuesen muy pocos.

Y en aquel tiempo lejano, ¿cómo habríamos reaccionado a las noticias del pasado viernes de que el número de estadounidenses con trabajo sigue estando dos millones por debajo de la cifra de hace seis años, de que el 7,6% de la mano de obra está en paro (y muchas personas, en una situación de infraempleo u obligadas a aceptar trabajos mal pagados) y de que hay más de cuatro millones de parados que llevan más de seis meses sin trabajar? Bueno, sabemos cómo han reaccionado la mayoría de los entendidos: han dicho que este informe sobre el empleo es bastante bueno. De hecho, algunos hasta lo están aplaudiendo por considerarlo una "prueba" de que el secuestro presupuestario no está causando ningún perjuicio.

En otras palabras, el discurso político sigue estando muy alejado del lugar donde debería estar.

Durante más de tres años, algunos hemos luchado contra la perniciosa obsesión de la élite política con los déficits presupuestarios, una obsesión que ha llevado a los Gobiernos a recortar la inversión cuando deberían estar incrementándola, y a destruir empleo cuando la creación de empleo debería haber sido su prioridad. Esa batalla parece ganada en gran medida (de hecho, no creo haber visto nunca nada comparable al repentino naufragio intelectual de la economía de la austeridad como doctrina política).

Pero aunque los entendidos ya no parezcan estar empeñados en preocuparse por lo que no hay que preocuparse, eso no basta; también tienen que empezar a preocuparse por lo que hay que preocuparse (es decir, la situación de los parados y el inmenso y continuo despilfarro derivado de una economía deprimida). Y no está siendo así. En vez de eso, los responsables políticos, tanto aquí como en Europa, parecen ser presa de algo similar a la complacencia y el fatalismo, la sensación de que ni se puede ni se debe hacer nada. Podríamos llamarlo el gran desdén.

Incluso aquellos a los que considero los buenos, políticos que en el pasado han dado muestras de verdadera preocupación por nuestra debilidad económica, estos días no transmiten una sensación de mucha urgencia. Por ejemplo, el otoño pasado algunos nos sentimos muy esperanzados cuando la Reserva Federal anunció que iba a instaurar nuevas medidas para impulsar la economía. Dejando a un lado los detalles políticos, la Reserva parecía indicar que estaba dispuesta a hacer lo que hiciera falta para reducir el paro. Últimamente, sin embargo, de lo que más se oye hablar a la Reserva es de "disminución", de aflojar sus esfuerzos, aun cuando la inflación está por debajo del objetivo, la situación del paro sigue siendo terrible y el ritmo de los avances es glacial, en el mejor de los casos.

Y los funcionarios de la Reserva Federal son, como he dicho, los buenos. A veces da la impresión de que en Washington no hay nadie de fuera de la Reserva que considere siquiera que el paro es un problema.

¿Por qué la reducción del paro no es una prioridad política de primer orden? Se podría responder a esto diciendo que la inercia es una fuerza poderosa y que resulta difícil conseguir que haya cambios políticos cuando no se siente la amenaza del desastre. Mientras se creen puestos de trabajo, no se pierdan, y el paro esté estabilizado o disminuyendo, no aumentando, los responsables políticos no sienten la necesidad urgente de actuar.

Otra posible respuesta es que el paro no tiene mucha voz política. Los beneficios están por las nubes, las acciones suben, así que todo va bien para la gente que importa, ¿no?

Una tercera posibilidad es que, aunque últimamente no oigamos mucho a los autodenominados halcones del déficit, los halcones monetarios -economistas, políticos y funcionarios que siguen advirtiéndonos de que los tipos de interés bajos tendrán consecuencias terribles- se han vuelto, si cabe, todavía más ruidosos. No parece importar que los halcones monetarios, al igual que los fiscales, tengan el impresionante historial de haberse equivocado en todo (¿dónde está esa inflación descontrolada que prometieron?). Vuelven una y otra vez; los argumentos cambian (ahora lanzan advertencias sobre las burbujas de activos), pero las demandas políticas -crédito restringido y tipos de interés más altos- son siempre las mismas. Y resulta difícil no tener la sensación de que están intimidando a la Reserva para que no emprenda ninguna acción.

Lo trágico es que todo eso es innecesario. Sí, se oye hablar de un "nuevo paro normal" mucho más elevado, pero todas las razones que se dan para esta presunta nueva normalidad, como el supuesto desequilibrio entre las aptitudes de los trabajadores y las necesidades de la economía moderna, se vienen abajo cuando se analizan pormenorizadamente. Si Washington diese marcha atrás en sus destructivos recortes presupuestarios, si la Reserva Federal exhibiese la "resolución rooseveltiana" que Ben Bernanke exigía a las autoridades japonesas en la época en que era un economista independiente, pronto descubriríamos que el elevadísimo paro a largo plazo no tiene nada de normal ni de necesario.

Así que este es mi mensaje para los responsables políticos: la situación en la que nos encontramos no es aceptable. Dejen de encogerse de hombros y hagan su trabajo.

(Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008 © New York Times Service)

¿Preludio del estallido social? (anticipando el porvenir: de la indignación ciudadana a la rebelión cívica)

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EL PARO JUVENIL GLOBAL ALCANZA YA EL 12% (OIT – diciembre 2012)

La crisis ha aumentado el número de parados en el planeta en 27 millones, lo que eleva el total de la población global desempleada a 200 millones.

Entre esas cifras, hay 75 millones de parados menores de 24 años de edad lo que representa el 12% de la población joven frente al 52% de tasa en España. Esas cifras podrían ser incluso mayores porque -según la OIT- muchos jóvenes están tan desanimados ante la falta de perspectivas laborales que ni siquiera se inscriben en los servicios de búsqueda de empleo.

"Occupy Wall Street" (y todo lo que sea necesario)

"La policía detuvo hoy a unas 400 personas durante una manifestación en Nueva York, mientras se extienden en Estados Unidos las protestas contra Wall Street y continúa la ocupación de un área en Manhattan"… Las protestas contra Wall Street se extienden por Estados Unidos (Gaceta.es – 2/10/11)

Los manifestantes marcharon desde Zucotti Park al Puente de Brooklyn y la policía arrestó a cientos de ellos cuando obstruyeron el tránsito en los canales en dirección a Brooklyn.

El portavoz de la Policía de Nueva York, Paul Browne indicó que los manifestantes que usaron el canal para peatones en el puente no fueron arrestados, pero los que pasaron a la calzada e impidieron el paso de los vehículos fueron detenidos.

Un grupo de activistas se congregó en Washington para extender a la capital de Estados Unidos las protestas contra Wall Street y el Congreso que comenzaron en Nueva York y se han reproducido en otras ciudades.

"Pedimos el arresto de (el presidente de la Reserva Federal) Ben Bernanke, por todo el dinero de los ciudadanos que se ha usado para salvar a los bancos", afirmó un veterano activista que se identificó sólo como AmonopNDC.

Las manifestaciones señalan, asimismo, la impaciencia creciente de grupos que son cruciales para la reelección del presidente Barack Obama: los jóvenes, las minorías, los sindicatos, las mujeres.

La policía arrestó en Massachusetts a dos docenas de personas entre unos 3.000 manifestantes que ocuparon brevemente las oficinas en Boston de Bank of America, el mayor banco del país.

Los protestantes declararon su solidaridad con los cientos de personas que desde hace semanas ocupan un parque en Manhattan con quejas diversas contra los bancos y el sistema político que los ha socorrido tras sus malas inversiones.

En San Francisco, cientos de personas, también se solidarizaron con el movimiento "Occupy Wall Street" y se manifestaron frente a las oficinas de una sucursal de Chase Bank, en Market Street. La policía detuvo a seis de los manifestantes.

"El Gobierno entero debería cerrar", dijo hoy AmonopND mientras una llovizna caía sobre los jóvenes congregados en McPherson Square, a cuatro cuadras de la Casa Blanca. "Este Congreso quiere cortar los fondos al Seguro Social, a Medicare".

"Estos no son privilegios, son derechos que la gente se ha ganado con su trabajo", añadió.

Rachel LaForest, directora ejecutiva de la Alianza Derecho a la Ciudad, que realiza su convención nacional en Boston, explicó a su vez que las marchas son contra "la avaricia y los préstamos usurarios de los bancos, y el aumento de las ejecuciones hipotecarias en las comunidades urbanas".

El presidente de la central sindical estadounidense AFL-CIO, Richard Trumka, sostuvo que "Wall Street está fuera de control y, a veces, el único recurso que queda es largarse a la calle y llamar la atención sobre los problemas reales".

Trumka estará la semana próxima en Washington junto con miembros demócratas del Congreso y dirigentes de otros grupos que se definen como "progresistas", y especulan con la idea de "American Dream", una presión desde la izquierda para que el presidente Obama cumpla algunas de sus promesas.

"American Dream" es una campaña iniciada por el ambientalista y exfuncionario de la Casa Blanca Van Jones, quien propuso una amplia alianza de movimientos "progresistas" para contrarrestar al movimiento ciudadano y conservador Tea Party.

Los activistas, entre los cuales se cuenta Robert Reich, quien fue secretario de Trabajo en el Gobierno de Bill Clinton, discutirán durante tres días la estrategia de "la izquierda" para las elecciones de 2012.

Otros grupos militantes, convocados por la Red Nacional de Acción del activista negro Al Sharpton, han organizado una demostración para el 15 de octubre (2011) en respaldo del plan del presidente Obama, por 447.000 millones de dólares, para la creación de empleos.

Aunque Sharpton todavía respalda plenamente a Obama, dijo que "ese día marcharemos por las calles todos los que creemos que es necesario elevar el tono de voz por quienes hasta ahora han sido marginados en el debate nacional".

Los Marines "Occupy Wall Street" ("es la primera vez que conozco a mi enemigo" sic)

"Un grupo de Marines veteranos de guerra anuncia por Facebook su apoyo a las protestas "Occupy Wall Street". Quieren ser la primera línea de defensa entre la policía y los manifestantes"… "Los Marines vamos a Wall Street… a proteger a los manifestantes" (Gaceta.es – 6/10/11)

Un grupo de Marines estadounidenses irá a Wall Street. Pero no para hacer frente a los manifestantes del movimiento Occupy Wall Street, sino para protegerles. Así lo han anunciado a través de Facebook una quincena de Marines veteranos que acudirán uniformados al distrito financiero de Nueva York.

"Los Marines vamos a Wall Street… (a PROTEGER a los manifestantes)", anunció este Ward Reilly, perteneciente a la Armada estadounidense, en nombre de uno de los Marines a través de su cuenta. "Voy a ir esta noche con mi traje azul. Por el momento, otros 15 de mis colegas Marines también irán allí, también uniformados", agregaba el mensaje.

"Quiero enviar el siguiente mensaje a Wall Street y al Congreso: Yo no luché por Wall Street, luché por América. Ahora es el turno del Congreso", asegura Reilly, quien no es el único marine que se ha sumado a la protesta popular contra los mercados. De hecho, una de las fotos del fin de semana en Twitter era la de dos Marines veteranos que sostenían una pancarta en la que se podía leer: "Esta es la segunda vez que lucho por mi país. Es la primera vez que conozco a mi enemigo".

"Mi verdadera esperanza es que los veteranos podamos ser la primera línea de defensa entre la policía y los manifestantes. Si quieren acceder a los manifestantes para golpearles tendrán que pasar primero a través del puto Cuerpo de Marines. Veamos si un policía es capaz de pegar a un grupo de veteranos de guerra condecorados", añade Reilly, quien anuncia que acudirá a Washington el día 6 de octubre (2011) para participar en otra de las numerosas protestas que se están extendiendo por todo Estados Unidos.

El anuncio de Reilly ha tenido un gran éxito entre los internautas, que han agradecido al grupo de veteranos su gesto de apoyo a los manifestantes. De hecho, la nota publicada ha recibido 170 comentarios y ha sido compartida cerca de 1000 veces a través de Facebook.

"Gracias a ti y a tus colegas por dar un paso adelante para protegernos a nosotros la gente", asegura uno de los comentarios. "Un verdadero patriota", añade otro. "¡Me hacéis estar orgulloso!", se congratula un tercero. Reilly, originario de Chicago y miembro de la Armada de 1971 a 1974, pertenece al grupo Veteranos por la Paz, que aboga por la abolición de la guerra.

Los "indignados" se echan a las calles de todo el mundo (la globalización de la protesta)

"Indignados de más de 80 países de los cinco continentes están llamados a salir este sábado 15 de octubre a las calles de las más de 650 ciudades de todo el mundo que han decidido sumarse a la convocatoria que el Movimiento 15-M realizó el pasado 30 de mayo para reclamar, a nivel internacional, "un cambio global" ante la situación económica, política y social actual"… Los indignados vuelven a las calles de todo el mundo (El Confidencial – 15/10/11)

Tokio, Buenos Aires, Santiago de Chile, Los Ángeles, San Francisco, Montreal, Sao Paulo, Sydney, Auckland, Kuala Lumpur, París, Roma, Helsinki, Copenhague, o Bruselas son algunas de las ciudades en las que los indignados protagonizarán manifestaciones. En esta última participarán los españoles que en agosto (2011) partieron de Madrid y que ya se encuentran en la capital belga.

Según los organizadores, entre los que se encuentran diferentes vertientes del 15-M como la plataforma "Democracia Real Ya" (DRY), "Acampada Sol", Juventud Sin Futuro o ATTAC, el 15-0 pretende ser "un punto de inflexión" tanto para el "panorama global" como para el movimiento, que tras cinco meses de vida tiene la vista puesta precisamente en la expansión internacional de las protestas, que este último mes han cobrado fuerza en Estados Unidos bajo el lema "Occupy Wall Street".

"Unidos en una sola voz, haremos saber a los políticos, y a las élites financieras a las que sirven, que ahora somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros que no nos representan", reza el comunicado difundido a través de su web 15october.net en la que está disponible la información sobre las horas y lugares de partida de las diferentes convocatorias.

Unión frente a una situación global

"Las principales capitales del mundo vivieron este sábado una ola de protestas, inspiradas por el movimiento de Nueva York "Occupy Wall Street" y por los "indignados" de España"… Los "indignados" toman las calles de las principales ciudades del mundo (BBCMundo – 15/10/11)

Ciudadanos en más de 80 países salieron a las calles a protestar por un modelo económico que consideran injusto.

Manifestantes colmaron las calles en 951 ciudades de 82 países. Sin embargo, la asistencia se mantuvo generalmente baja.

En Roma, donde se llevó a cabo la jornada de protesta más grande, al menos 70 personas resultaron heridas (tres de gravedad) cuando la policía antidisturbios se enfrentó con gas lacrimógeno y ráfagas de agua a quienes rompieron las vitrinas de bancos y almacenes.

Los organizadores de esta jornada mundial indicaron en su página web que su intención era "iniciar el cambio global que queremos".

"Unidos en una sola voz, les dejaremos saber a los políticos y a las élites financieras para las que trabajan que depende de nosotros, el pueblo, decidir nuestro futuro", argumentaron.

Los enmascarados en Italia

Decenas de miles de personas habían llegado a las calles de Roma para protestar pacíficamente. La mayoría de protestas fueron pacíficas, pero en Roma terminaron en medio de la violencia. Las imágenes en televisión mostraban avenidas colmadas de manifestantes cerca del Coliseo ondeando pancartas.

Sin embargo, unos participantes vestidos de negro se infiltraron en la protesta y destruyeron las fachadas de varias propiedades. Unas oficinas del ministerio de defensa de Italia y tres carros fueron incendiados, y también hubo daños en cajeros automáticos y vitrinas de bancos y almacenes.

La policía intentó detener a los alborotadores y, según el corresponsal de la BBC en Roma, David Willey, los otros manifestantes también rechazaron el vandalismo. "No a la violencia", gritaron y trataron de bloquearles el paso.

Quienes salieron a las calles recibieron un mensaje de apoyo del jefe del Banco de Italia, Mario Draghi, quien tomará las riendas del Banco Central Europeo (BCE) el próximo en noviembre (2011). "Los jóvenes tienen el derecho de indignarse", dijo a medios italianos. "Están molestos con el mundo financiero. Los entiendo. Nosotros, los adultos, estamos molestos por la crisis. ¿Se puede imaginar (cómo se sienten) quienes tienen 20 o 30?".

En las afueras del propio BCE, en la ciudad alemana de Fráncfort, miles de personas se reunieron el sábado, al igual que en Berlín, la capital, y en Colonia, Múnich, Hamburgo, Hanover y Stuttgart.

En el resto del mundo

En Madrid, que ha sido por meses uno de los centros principales de las protestas, también salieron miles de personas a las calles. Según la corresponsal de la BBC en la capital española, Sarah Rainsford, gente de todas las edades, y muchos desempleados jóvenes, se reunieron al final de la tarde en la Puerta del Sol, el epicentro del movimiento de los indignados.

Influenciados también por el reciente movimiento "Occupy Wall Street", las protestas comenzaron el día anterior en Oceanía y progresivamente se han ido esparciendo a Asia y Europa hasta llegar a Nueva York, donde desde hace semanas hay manifestaciones.

En varias ciudades del mundo, los manifestantes se situaron frente a los principales edificios gubernamentales.

En Londres, un millar de ciudadanos trató de llegar a la Bolsa de Valores, pero fueron detenidos por la policía. En Dublín, unas 400 personas marcharon hasta un hotel donde se hospedaba una delegación de funcionarios europeos que están involucrados en el rescate financiero de ese país, según informó el diario Irish Times.

Horas antes, Nueva Zelanda y Australia también registraron la presencia de ciudadanos en las calles. En Sydney, unas 2.000 personas -incluyendo miembros de grupos aborígenes, comunistas y sindicales- se dirigieron a las afueras del Banco Central de ese país.

En Asia se registraron marchas en Filipinas, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong.

En las principales ciudades de Estados Unidos también ha habido protestas, así como en algunas latinoamericanas.

América Latina se unió a la protesta

Aunque no en la misma cantidad que en algunas capitales europeas y ciudades estadounidenses, los latinoamericanos también salieron a protestar en varios países.

En Chile, las consignas contra el modelo económico se sumaron a las protestas del movimiento estudiantil y en contra de los proyectos energéticos, además de otras dos marchas que se realizaron el mismo día en Santiago (una católica y una denominada "Zombiewalk").

El diario El Mercurio resaltó cómo los organizadores de la manifestación dijeron que la cifra de "indignados" en la capital había alcanzado los 100.000, mientras los datos oficiales indicaron 10.000.

La agencia EFE reportó la presencia de medio millar de manifestantes en Lima, casi un centenar en el parque Nacional de Bogotá y unos 250 en el monumento a la Revolución Mexicana, en Ciudad de México.

Cifras similares de "indignados" se registraron en otras capitales de la región, como Montevideo y Quito.

De Wall Street a la City (¿a Dios rogando… y con el mazo dando?)

"Londres, la ciudad europea con más capitalismo por metro cuadrado, ha visto por fin cuajar un atisbo de protesta ciudadana por la crisis financiera. Si la convocatoria mundial del sábado congregó en la City a algo más de un millar de manifestantes y la policía impidió que tomaran la sede de la Bolsa, la casualidad ha querido que los indignados londinenses encuentren un campamento con el que no contaban: los aledaños de la catedral de San Pablo"… Los indignados se atrincheran en Londres (El País – 17/10/11)

Los manifestantes han tenido extraños aliados a la hora de crear este Sol londinense en el que hay un centenar largo de tiendas de campaña y todo tipo de precarias instalaciones. Por un lado, la policía, que al cerrar la entrada a la plaza del Padrenuestro para evitar la toma de la Bolsa, desvió la protesta a las escalinatas de la vecina catedral anglicana. Y por otro la Iglesia, y más concretamente el responsable de la catedral, el reverendo Giles Fraser, que ha aceptado la acampada debido al buen tono de la protesta. La Iglesia, como tantas veces, capaz de estar en misa y repicando.

Al mediodía, el ambiente era de febril actividad en la acampada frente a San Pablo. El tono festivo y soleado del sábado se ha transformado en ajetreo, como corresponde a un lunes a las puertas de la City. Por un lado, los acampados, que para evitar ser desalojados por la policía han aceptado ceñir la acampada a un perímetro determinado para no dificultar el paso de peatones. En ese perímetro, gentes de todo tipo, edad y condición se afanaban para poner en marcha lo que quieren convertir en un campo base de larga duración. Por otro, ajetreados banqueros observaban con curiosidad el campamento aprovechando la pausa de mediodía. Entre ambos grupos, varias manadas de periodistas a la caza de notas de color.

Un puñado de acampados discutían en asamblea la manera de proceder y las necesidades más perentorias. La limpieza es una de las más importantes, para no dar coartadas al enemigo y evitar un desalojo amparado en la higiene. La cocina. Los suministros de comida. Se debatió la delicada cuestión del reciclaje. Se pidió ayuda de todo tipo al mundo exterior; pero ojo, no a cualquier precio: no se admiten limosnas de McDonald"s, por ejemplo. Aquí no se vota propiamente porque esto es una asamblea, no un parlamento: cuando a uno le gusta algo de lo que escucha, levanta los brazos y mueve las manos como si estuviera a punto de empezar la ola en un campo de fútbol.

Uno de los parlamentarios se dirigió a un grupo de espectadores para pedirles con cierta sorna que la City colaborara con la acampada donando sillas de oficina para la universidad libre que se está montando. No todos sonrieron. A esas horas, decenas de banqueros y oficinistas cruzaban la zona del campamento con curiosidad y haciendo esfuerzos porno enviar señales de desprecio. Algunos se paraban a debatir con buen humor con los acampados. Otros leían con cierta cara de asombro las consignas de los acampados.

Uno de ellos, impecable traje y corbata -hoy en día, señal casi de rebeldía: la moda ha impuesto el uniforme de traje y camisa sin corbata- se declara "divertido" con lo que está viendo. No parece decirlo con ironía, pero tampoco parece divertido. En realidad, parece más bien ofendido. "Está muy bien que la gente proteste, ¿pero saben realmente lo que quieren?", se pregunta.

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