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Manual del seminario de ética y valores (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Mesopotamia:

– Sabiduría de Hamurabi

– Hay textos escritos que recogen las normas morales.

2. Grecia: (VIII-II a.C.)

Características (etapas):

– Arcaica (VIII-VI a.C.)

Homero: escribe la Ilíada y la odisea en las que se defiende la ética del mundo antiguo.

– Héroes mitológicos con unos valores (fuerza física, valentía, belleza, habilidad y linaje.)

– Estos héroes deben ser imitados.

– Clásica (V-IV a.C.)

– Sofistas/presocráticos

– Conjunto de filósofos que ponen en duda los códigos morales del mundo antiguo.

– Frente a la imposición surge la convencionalidad/relativismo moral (estar de acuerdo más o menos la mayoría en unos valores, si no nos convienen podemos cambiarlos).

– Marco histórico:

– Surgen las polis o ciudad estado que se gobiernan a sí mismas

– Surge el concepto de ciudadano.

– La sociedad está dividida en clases:

– Alta nobleza

– Burguesía, baja nobleza y filósofos

– Agricultores y comerciantes.

– Extranjeros/metecos y esclavos > ciudadanos

– Solo los ciudadanos intervienen en política, según sea la moral de una sociedad variaran las leyes.

Sócrates:

– Marco histórico:

– Surge la ciencia ética que intenta demostrar la existencia de valores absolutos (bien y justicia) e inmutables para establecer una leyes.

– Bien, felicidad y leyes.

– Son valores que el hombre puede alcanzar mediante el uso de la razón, sin se alcanzan el hombre es sabio y virtuoso.

– Intelectualismo moral:

– Identifica saber con virtud y vicio con ignorancia.

– Para conseguir una sociedad buena, justa y virtuosa es necesaria la educación.

Platón: (428-348 a.C.)

– Discípulo de Sócrates.

– Se opone al relativismo moral/sofista > defiende los valores absolutos (bien, belleza, verdad…)

– Expuso sus ideas en forma de diálogos ficticios.

– Obras más importantes: "La República", "El Banquete" y "Fedón".

– Características:

– El hombre posee un alma inmortal.

– Defiende el mundo espiritual o mundo de las lamas, este es el mundo de las almas, al haber cometido alguna falta el alma está condenada a residir en un cuerpo hasta purificarse.

– Como conseguir esa purificación (ética):

– 1º. Esfuerzo físico: gimnasia, anula las tendencias negativas y controla las pasiones

– 2º. Conocimiento: inteligencia, usar nuestra razón para conocer nuestros deberes.

– 3º. Cultivo de las virtudes morales:

– fortaleza > dominar sentimientos

– templanza > dominar pasiones

– prudencia > la razón

– justicia > equilibrio de las tres

Aristóteles: (384-322 a.C.)

– Discípulo de Platón pero más racional y menos abstracto.

– Su ética tiene como finalidad alcanzar la felicidad, la felicidad se alcanza buscando la sabiduría, porque es propio del hombre el uso de la razón.

– En el hombre encontramos:

– Parte apetitiva: la que apetece al cuerpo (deseos…)

– Parte racional: hay que trabajarla para que domine la apetitiva.

– Para dominar la parte apetitiva el hombre debe ejercitar las virtudes.

– La virtud es el término medio, el extremo supone el vicio, estas se adquieren mediante el hábito.

– 2 tipos de virtudes:

– intelectuales

– éticas: derivadas de las intelectuales (uso de la razón)

– El hombre es un ser social: animal político (= vivir y organizar una sociedad)

– El campo de la ética debe ser la política.

– Helenistas: (S. IV-II)

– Marco histórico:

– Desaparición de las polis.

– Surge Macedonia que invade las polis que estaban enfrentadas entre sí.

– Rey Filipo:

– Alejandro Magno > forma una gran imperio.

– Se elimian los múltiples gobiernos.

– En Filosofía y ética se abandona la política y se vuelve al individualismo.

– La ética se vuelve de finalidad, nuscar la felicidad.

Las escuelas helenísticas:

Epicureo: (341-270 a.C)

– Epicuro es el fundador (341-270 a. C.)

– Crea una escuela "El Jardín"

– La finalidad de la vida es el placer racional; limitando los deseos, superando el dolor y evitando las preocupaciones, para conseguirlo es necesario tener una vida sobría sin crearse necesidades.

– 3 tipos de placeres:

– Naturales y necesarios.

– Naturales y no necesarios > + refinamiento.

– No naturales y no necesarios > provienen de la vanidad.

– Ética (la ataraxia)

– Individualismo,

– Alejarse de las preocupaciones, no comprometiendose, por tanto no participan en política.

Tetrafármacos: (eliminar deseos y problemas)

– No hay que tener miedo a la muerte, meintras estemos vivos la muerte no nos afecta y cuando estamos muertos tampoco.

– De hay que tener miedo a los dioses, poreque ellos no se preocupan por nosotros.

– El bien es fácil de alcanzar y el mal fácil de evitar, solo hay que conformarnos con nuesrta suerte.

Estoicos:

– Formada por Zenón de Citio (S. III a. C.) en Atenas.

– Influye en los Helenistas y en los romanos más tarde.

– Defiende "El orden cósmico" organizado por unas leyes inmutables.

– Un hombre virtuoso será aquel que respete estas leyes y se muestre imperturbable ante los acontecimientos. A diferencia de los epicúreos se participan en política pero permanecen indiferentes ante el éxito o el fracaso.

Ética

– El hombre debe esforzarse en ser virtuoso.

– La virtud es actuar conforme al orden cósmico sin temer la muerte.

– Los hombres deben tener una fría racionalidad capaz de eliminar emociones y sentimientos, y aceptar estoicamente lo que les venga encima.

3. Mundo medieval (IV-XV d.C.)

Características:

– Influencia del cristianismo, culmina con la figura de Sto. Tomás de Aquino.

Principios básicos:

– El hombre es criatura (ser creado) por Dios a imagen y semejanza y depende de Él.

– La felicidad consiste en la unión con Dios.

– Existe una vida futura y eterna, después de la terrenal, con la finalidad de vivir en amor.

– Ética: practicar las virtudes cristianas (fe, esperanza y caridad)

– San Agustín (IV-V d.C.)

– El hombre, como hijo de Dios, es bueno por naturaleza. Pero su naturaleza esta dañada por el pecado original que provoca la tendencia al mal.

– Para superar el pecado original necesita de Dios.

– 2 ciudades > terrenal (maldad, injusticia…)

> de Dios (bondad, justicia…)

– Santo Tomás de Aquino (1225-1274 d.C.)

– Seguidor de Aristóteles > une el intelectualismo griego y la doctrina cristiana.

– Principios:

– Todo ser obra por un fin, los seres sin razón no son libres por lo que tienden a su fin movidos por su instinto.

– Las personas son seres con corazón y voluntad libre, por tanto, son dueñas de sus actos.

– Las personas intentan alcanzar la felicidad eterna para ello es necesario cumplir nuestros deberes. Para averiguar cuales son nuestros deberes hay que cumplir la ley natural (universal, inmutable y evidente) nos indica lo bueno y lo malo a todos los hombres. La podemos conocer mediante el uso de la razón.

– Cumplir las leyes naturales enseña al hombre su finalidad natural pero no su finalidad suprema (la unión con Dios)

– La ética adquiere su sentido último y profundo a través de la religión.

4. Edad Moderna (s. XV-XVII)

Descartes:

– Separa la razón y la fe. La ética deja de estar influida por la religión.

– S. XVIII: la ilustración: la razón como única fuente de conocimiento apoya el individualismo.

Kant (s. 1724-1804)

– Fundamentos:

– El centro de la reflexión es el sujeto pensante, es decir, el que genera conocimiento, ejerce la acción y decide sobre ella.

– El conocimiento surge del sujeto.

– No es la adecuación de mi razón a la verdad. Es generar conocimiento de las cosas (org. Subjetivismo).

– Obras:

Crítica de la razón pura.

– Crítica de la razón práctica.

– Crítica del juicio.

– Morales:

Moral heterónoma: leyes impuestas por una autoridad ajena al sujeto. Kant las rechaza.

Moral autónoma: moral que tiene en si misma su propia ley o principio. Surge de la buena voluntad del sujeto. De esta buena voluntad surgen los deberes.

– Nada es bueno o malo (las cosas son como yo digo que son) solo puede haber una buena o mala voluntad: lo que cuenta es la intención.

– Cumplir nuestros deberes

– Imperativos:

Imperativos hipotéticos: suponen una condición, nos indican lo que debemos hacer.

Imperativos categóricos: no dan opción a elegir, se imponen.

5. S. XIX Mundo contemporáneo

Liberalismo: libertad plena y total del hombre (individualismo).

Economía > capitalismo/liberalismo económico

– Política > democracia liberal.

Arte > el romanticismo.

Utilitaristas: ética basada en lo útil, es la llamada "moral de bienestar".

– El bien es lo útil para el individuo y para el colectivo.

– El bien es buscar el interés general.

– J. Stuart Nell afirma que hay tres grandes desgracias con tres soluciones:

– Ignorancia > la educación

– La enfermedad > el desarrollo de la ciencia.

La pobreza > la justicia

Nietzsche (1844-1900 d. C.)

Cambio radical de los valores > transmutación.

– Nueva visión del hombre > superhombre.

Moral de los señores: ética fundamentada en el superhombre, este decide que esta bien o mal. Esta lleno de fuerza, vigor, creatividad

– Rechaza todas las éticas anteriores y especialmente el cristianismo y el judaísmo, porque cree que defienden una "moral de los esclavos" (humildad, pobreza, obediencia…)

La voluntad del hombre es el máximo valor y niega otra voluntad superior (Dios).

– Da la vuelta a todo (la ley del más fuerte)

S. XIX-XX

– Existencialistas: J.R. Sartre (1905-1980)

– Defiende que el hombre está condenado a ser libre, conforma va decidiendo construye su "código ético" y a si mismo.

– La moral no tiene que ver con Dios.

– El hombre es el que crea valores, el valor máximo es el de la libertad junto a la responsabilidad.

– El valor máximo no es mi libertad es la libertad.

– Mis actos repercuten en mi y en los que me rodean.

DEFINICIÓN REAL DE LA ÉTICA

Es la ciencia que estudia la bondad o maldad de los actos humanos y posee dos aspectos, uno de carácter científico y otro de carácter racional.

ORIGEN GRIEGO DE LA ÉTICA

Los griegos no fueron los primeros en plantearse el tema del deber, de lo que está bien y lo que está mal. La razón es sencilla: resulta imposible vivir de forma humana sin hacerse tales preguntas.

Sin embargo es en Grecia, hacia el siglo V a.c., cuando se lleva a cabo un planteamiento sistemático de tales problemas, lo que explica la aparición de un nuevo saber que desde entonces se ha llamado ética.

ÉTICA COMO CIENCIA

Como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, ya que se ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la física y la química. Las ciencias empíricas sociales, sin embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos aspectos con los intereses de la ética en que ambas estudian la conducta social. Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación en tre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que contribuyen a la formación de esos principios.

OBJETO MATERIAL DE LA ÉTICA

El objeto material de la ética son los actos humanos (desde el punto de vista del bien), libres y deliberados, debido a que determinan el carácter (modo de ser adquirido por hábito y por lo tanto determinantes de nuestras vidas). Por dichos actos me refiero a los actus hominis y humanis, pero no a los primo primi, ya que al ser provocados por causas naturales son ajenos a la ética.

Santo Tomás distingue los actos de voluntad respecto al fin -que tienden al fin en cuanto tal- y los respecto al medio -aquellos que son por decisión de los medios, o de consejo o deliberación, complacencia o deleite o por razón o voluntad. Estos actos, sin embargo serán válidos cuando la voluntad proceda reflexivamente.

SUJETO DE LA ÉTICA

AFIRMACIONES QUE DEFINEN AL HOMBRE INTEGRAL

El Hombre es una Unidad Totalizante, es decir el sujeto moral es "todo" el hombre (no hay separación de cuerpo y espíritu sino se refiere a la integridad): Concurre el hombre integral y se expresa el hombre total. En efecto, al acto singular debe atribuírsele mayor o menor valoración ética cuanto más profunda o superficialmente se exprese la persona en él. A mayor o menor profundidad con que intervenga "toda" la persona en un comportamiento moral, mayor o menor importancia tendrán sus actos.

El hombre en cuanto a un todo aparece como una Inteligencia Sentiente: esto significa que:

El hombre es un ser vivo en cuanto a que tiene actividad propia e interacción adaptativa con el medio.

Es Original ya que tiene la capacidad de pensar abstractamente; comunicarse.

Es Inteligente, porque tiene la facultad de inteligir realidades. Ya que la intelección es una habitud del hombre, lleva incluido el sentir, es decir la habitud del hombre es la inteligencia sentiente. Posee una habitud que se manifiesta como intelectiva y como sensitiva al mismo tiempo. La sensibilidad está intrínsecamente en la inteligencia humana.

La comprensión del hombre como inteligencia sentiente debe ser asumida dentro de la antropología moral. En ella se ve que en todo comportamiento moral la manifestación unitaria del hombre es dimensión sensitiva e intelectiva. En todas las acciones humanas, actúa siempre esta actividad de la inteligencia sentiente.

Posee además una Estructura Personal ya que el hombre es una realidad personal

Tenemos dos aspectos de la persona:

1. La estructura del ser personal: tiene que ver con su conformación, su individualidad y su personeidad.

*Persona significa conformación, es decir, sus elementos son conectados en estructura y función, donde cada una de sus partes subsisten desde el todo y el todo subsiste desde las partes.

*Individuo significa una entidad cuya unidad se aplica negativamente, en el sentido que alguien es individuo en cuanto no es otro, es decir está determinado a su ser. Persona, en cambio, se refiere en cuanto dicha unidad es definida positivamente ya que es libre y aún consistente en su tal.

*La personeidad lleva consigo una interioridad de autoconciencia y autoposeción.

Persona es el ser conformado, interiorizado, espiritual y creador, siempre que esté en sí mismo y disponga de sí. Para el hombre entender que "él es él y yo soy yo" es algo natural, ya que cada persona es un centro dinámico único de los actos.

2. En cuanto a las Propiedades del ser personal, podemos señalar:

El ser personal es único e indefinible debido a su complejidad. No termina de abarcar ni de acabar, lo que lo hace inaccesible; es nombrable pero no numerable. El es él! , sin ser más que otro, haciéndolo incuantificable. Al revelarse desde su interior y en el interior del otro, no puede ser indiferente ya que le atañe en lo más vivo.

La noción de persona juega un papel decisivo en la moral ya que el sujeto y objeto de la moral es la persona, es decir se trata de personalismo moral.

La importancia del concepto de persona para la moral se entendería en todo los niveles, esto es, en el contenido y en la estructura. El contenido es primero y fundamental, de donde se derivan todos los demás.

El sujeto del comportamiento moral es la persona, es decir, la unidad como un todo, con todas las características mencionadas.

* El hombre es Un ser Para el Encuentro. Ya que es en el encuentro consigo mismo; con lo trascendente; con los demás y con el mundo que la persona se va descubriendo frente así misma y frente a los otros.

Aristóteles concibe al hombre como animal político en cuanto ser social, ya que se realiza dentro de la polis, en el Estado-Ciudad, conviviendo con sus conciudadanos y realizándose en cargos cívicos. En el pensamiento aristotélico la comunidad política se identifica con la ciudad "ya que ella es la causa de todos los bienes del hombre".

El hombre es un ser indigente porque precisa de los demás al interactuar en la comunidad, formar familia etc. Está destinado por naturaleza a vivir políticamente. La indigencia se fundamenta en el carácter sintáctico de su naturaleza (genitivo o dependencia de; ablativo o existencia de; dativo o existencia de misión hacia y tendencial).

*Por último el hombre es una realidad inter-subjetiva (inter-personal), es decir, la persona tiene una estructura de diálogo, donde el "yo" se constituye en la referencia a "tu".

Función Social de la Ética

La ética, trata los valores, preferencias, juicios y voluntades de una sociedad. Establece acuerdos para determinar qué es admisible o inadmisible en una sociedad; o sea, la ética sirve para tratar de establecer una convivencia social adecuada para sus individuos.

Para evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen a lo largo del desarrollo de las sociedades humanas se deben poner en práctica principios éticos que establezcan los parámetros y reglas que describan el comportamiento que una persona puede o no exhibir en determinado momento. No es difícil poner estos principios en práctica, pero el omitirlos redundará en perjuicio propio y en el de las personas con quienes se interviene o se interactúa. "Una decisión en la está envuelto el comportamiento ético de una persona, siempre va a estar enmarcada en uno de los principios y valores aquí señalados".

a. Honestidad – Aprender a conocer sus debilidades y limitaciones y dedicarse a tratar de superarlas, solicitando el consejo de sus compañeros de mayor experiencia.

b. Integridad – Defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía y la inescrupulosidad y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin justifica los medios, echando a un lado sus compromisos.

c. Compromiso – Mantener sus promesas y cumplir con sus obligaciones y no justificar un incumplimiento o regir una responsabilidad.

d. Lealtad – Actuar honesta y sinceramente al ofrecer su apoyo, especialmente en la adversidad y rechazar las influencias indebidas y conflicto de interés.

e. Ecuanimidad – Ser imparcial, justo y ofrecer trato igual a los demás. Mantener su mente abierta, aceptar cambios y admitir sus errores cuando entiende que se ha equivocado.

f. Dedicación – Estar dispuesto a entregarse sin condición al cumplimiento del deber para con los demás con atención, cortesía y servicio.

g. Respeto – Demostrar respeto a la dignidad humana, la intimidad y el derecho a la libre determinación.

h. Responsabilidad ciudadana – Respetar, obedecer las leyes y tener conciencia social.

i. Excelencia – Ser diligentes, emprendedores y estar bien preparados para ejercer su labor con responsabilidad y eficacia.

j. Ejemplo – Ser modelo de honestidad y moral ética al asumir responsabilidades y al defender la verdad ante todo.

k. Conducta Intachable – La confianza de otros descansan en el ejemplo de conducta moral y ética irreprochable.

La ética debe convertirse en un proceso planificado, con plena conciencia de lo que se quiere lograr en la transformación de nuestras vidas y de nuestra sociedad. Debemos desarrollar al máximo el juicio práctico y profesional para activar el pensamiento ético, reconocer qué es lo correcto de lo incorrecto y contar con el compromiso personal para mantener el honor y el deber.

MARCO GENERAL DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA

La ética en Venezuela está fundamentada por valores históricos de raigambre cultural y por el cumplimiento de las leyes que nos permiten vivir en armonía.

Ya en épocas de colonización se estaba bajo la tutela de la secularización, esto es la Iglesia Católica dominando todos los sectores a través de la ideas Tomasianas, con profundo valor en la necesidad sociocultural de dominio de feudos y explotación para la corona. Todo lo que estuviera en contra, tanto de la iglesia como de la corona española, se consideraba antiético y contrario a la moral.

Durante la época de independencia, los valores eran la libertad y luego en la Guerras Civiles posteriores, la Igualdad y la Justicia Social. La Revolución. La revolución que encabezó Zamora, buscaba lograr "tierras libres para hombre libres", la producción justa y equitativa para todos y no para una minoría que cada día se hacía más fuerte, económicamente hablando.

Con el Gobierno de Guzmán Blanco, nuestra sociedad se ve influida por pensamientos e ideología naturalistas, el conductivismo y el positivismo, que permitió a este presidente, legislar en función de controlar y organizar a la nación en función de espacios plurales para la educación, comercio, industrias y agricultura.

Ya en pleno siglo XX, las diferentes constituciones han establecido una serie de Derechos y Deberes Fundamentales, tanto para el Estado como para la Sociedad. Su fin último era permitir la convivencia dentro de una nación cuyos habitantes respeten el derecho de los demás privando lo colectivo sobre lo particular.

Lo ético se fundamentó en lo que era correcto y lo que era incorrecto, estableciendo leyes para discernir uno de otro y para que en el caso de ocurrir transgresiones al orden establecido se tomasen las medidas pertinentes y se aplicaran correctivos, si hubiere la necesidad.

Se hace necesario crear un nuevo tipo de ética social, en donde todos estemos involucrados efectivamente en la solución adecuada a los problemas que atravesamos y formemos una nueva conciencia de nación. La ética juega un papel de singular importancia ya que la aplicación de ella hacia el rescate y cumplimiento de lo valores, lleva implícita la observancia de las consecuencias en los actos que cometemos.

ÉTICA PROFESIONAL

La ética profesional es importante porque ayuda a los profesionales a reflexionar los dilemas éticos específicos que le plantea su práctica y constituye un aporte a toda persona que descubra la necesidad de emprender este camino de progresiva humanización.

Antes de hacer o emitir una opinión respecto a Ética Profesional, es necesario conocer las definiciones teóricas que la sustentan y permitirán que se forme una noción básica sobre los alcances de ella. Por ello la ética profesional puede ser definida como "la ordenación sistemática de principios, normas y reglas establecidos por un grupo profesional, para su propia realización, con el fin de regular y dirigir la conducta moral de sus miembros o sus relaciones mutuas".

Grupo Profesional, se refiere al campo específico de la profesión. El término profesión se aplica a aquellas ocupaciones que exigen una prolongada preocupación teórica y práctica, la misma que le da al sujeto la suficiente competencia dentro de una estructura o actividad con funciones determinadas. La profesión implica un grado avanzado de especialización, de independencia técnica y de fundamentación teórica.

Atributos de una profesión: toda profesión debe responder a los siguientes atributos:

a. Tener funciones definidas.

b. Principios o deontología orientadora de sus actividades.

c. Conocimientos, técnicas y actitudes identificables.

d. Ejercicio reservado a un personal especialmente preparado.

e. Formación a nivel universitario.

f. Actitudes profesionales hacia los que reciben los servicios profesionales.

g. Sentido de servicio y tendencia a ser de utilidad y beneficio al grupo social.

La conducta moral: todo oficio o profesión exige de sus miembros una conducta moral, que es algo distinto e independiente a la capacidad o el desempeño técnico y eficiente de una profesión; pues, aparte del ejercicio profesional y eficiente, como la conducta moral obliga al profesional a realizar las cosas de un que respete y cumpla con las normas morales establecidas, las cuales se relacionan fundamentalmente con la consideración y respeto debido por los demás.

La Conciencia Moral: los atributos profesionales y conducta moral dan lugar a la formación de la conciencia profesional. Esta se caracteriza por un sentimiento de honor, de clase y de solidaridad manifiesto en las asociaciones profesionales establecidas para asegurar la centralización del servicio, así como por los códigos de la moral que describe la personalidad de la profesión frente a la colectividad a la cual sirve.

La ética profesional, permite la observancia de aplicación de principios éticos y valores que permitan la obtención de sus objetivos de manera tal que no perturbe ni tenga repercusiones sobre el medio en el cual se desempeñe una profesión. En fin la observar buenas costumbres y valores en el desempeño de una profesión, oficio o rol es lo que se denomina Ética Profesional.

UNIDAD II.- LOS VALORES

INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD II

"Mientras que el temerario toma a juego el despreciarlos, aun cuando la razón no lo ordene, y el cobarde no sabe arrostrarlos, aunque la razón se lo mande, el verdadero valor es el que sabe conformarse siempre con las órdenes de la razón."

Aristóteles (Moral a Eudemo)

La crisis moral o pérdida de valores, vivida en los actuales momentos, a nivel mundial constituye un problema de implicaciones sociales muy complejas. Por ello, ante los inevitables cambios experimentados en la humanidad, es necesario estar atentos a los valores que van emergiendo, que modifican la forma de actuar, sabiendo que los valores son atributos indispensables que se requiere sumar a la educación, para establecer un perfil de respeto, autonomía, identidad, responsabilidad.

Al considerar la educación como pilar fundamental en la formación moral del individuo y de la sociedad, es preciso trabajar en función de modificar las condiciones actuales que presenta la misma, y que ha venido arrastrando innumerables desaciertos y resistencia a los cambios. Esta situación se gesta desde las escuelas básicas hasta las medias y diversificadas, donde se refleja la carencia de una elevada autoestima y una falta de respeto por los demás.

Lo expresado anteriormente evidencia la marcada inclinación hacia la necesidad de una educación fundamentada en valores y de un docente debidamente preparado para afrontar los cambios de los nuevos tiempos desde una perspectiva didáctica pedagógica donde se redimensione la función educadora.

Definiciones y Conceptos de Valor:

1. El valor en axiología, una disciplina de la filosofía, permite ponderar el valor ético o estético de las cosas, por lo que es una cualidad especial que hace que las cosas sean estimadas en sentido positivo o negativo.

2. Los valores son características morales que toda persona debe poseer, tales como la humildad, la piedad y el respeto; así como todo lo referente al género humano.

3. Principios ideológicos o morales por los que se guía una sociedad.

4. Principio, estándar o cualidad considerada que vale la pena o es deseable.

5. El valor es tanto un bien que responde a necesidades humanas como un criterio que permite evaluar la bondad de nuestras acciones, es, entonces, una propiedad de las cosas o de las personas.

6. El valor está, como cualidad, en las cosas; pero sin la conciencia de un sujeto, una cosa no sería objeto y por tanto carecería de valor. De ahí que la base del valor esté en el objeto y su realización en el sujeto. El valor sólo existe en la relación sujeto – objeto; pues se determina por la acción o reacción del sujeto provocada por la cualidad del objeto.

7. Los valores son creencias personales o colectivas hacia las cuales se orienta la conducta, no tienen existencia real, sino virtual se enseñan a través del propio comportamiento, estilo de vida y modelaje de conducta. Tienen como función asegurar la unidad orgánica del sistema social.

8. Los valores son pautas de conducta que tienen correspondencia con el grupo social al cual se pertenece, son individuales, no son transferibles, tampoco estáticos, van cambiando de acuerdo a las etapas de la vida del ser humano, hasta que el individuo llegue a adquirir su propia escala de valores.

LOS VALORES DE ACUERDO A LAS DIFERENTES CORRIENTES FILOSÓFICAS:

Los valores han evolucionado a partir de las ideas de los diferentes filósofos que han tenido a la Ética, como objeto de sus estudios; en este apartado se hace una breve referencia a los Valores de acuerdo a los principios filosóficos propios de cada uno de los estudiosos que a continuación se presentan:

Los Valores Según los Filósofos:

A) SÓCRATES (470 -399 AC.)

El conocimiento es la virtud más grande que puede poseer y practicar el ser humano, asociando la felicidad con un modo de vida moral donde primen el autocontrol, la sobriedad y la preocupación por los demás. Podemos concluir que lo correcto y la virtud se construyen a partir de la relación entre razón y pasión.

B) PLATÓN (428-347 AC.)

Al igual que Sócrates, está convencido que el conocimiento es la virtud más grande que puede poseer y practicar el ser humano. Para ello propone un ambicioso programa educativo cuyo camino es posible para unos "pocos privilegiados" pues el conocimiento moral involucra un estado de abstracción alto.

C) ARISTÓTELES (384 -322 AC.)

Es el desarrollo del carácter la virtud más grande a la que puede aspirar el hombre: Énfasis educativo en la voluntad y creación de hábitos, a través de un entrenamiento práctico prolongado donde el papel de un buen maestro es esencial. Podemos concluir que el conocimiento requerido para alcanzar la virtud moral esta al alcance de todos y que el bien del hombre se alcanza en relación con otros hombres.

D) THOMAS HOBBES (1588-1679)

En su obra El Leviatán (1651), asevera que el hombre no puede vivir libre y ser gobernado al mismo tiempo: Renuncia a su "libertad natural" para acatar un "contrato social", más -como todos los hombres- al luchar por su propio interés, dicho contrato debe ser apoyado por las leyes y//o por la fuerza. Entonces, la libertad, para el hombre, se acerca a un estado natural sin ley, siendo la sociedad una estructura ajena a su naturaleza.

E) JEAN-JACQUES ROUSSEAU (1712-1778)

Concibe la naturaleza humana como buena pero sujeta a corrupción. Al creer en una justicia universal producto de la razón humana, el hombre alcanza una sociedad mejor a través de la búsqueda de una evolución moral humana. Por ello la libertad se encuentra en la conducta autodeterminada que ocurre cuando se ejerce un juicio racional desinteresado. Así en su obra El Emilio (1762), asocia la idea de virtud a su idea de hombre moral: este debe ser educado en la autodeterminación, el desprejuicio y la razón.

F) DAVID HUME (1711-1776)

La fuente principal de nuestro conocimiento es la experiencia captada por nuestros sentidos: hablar de Dios o de la Libertad no tiene sentido, pues no es verificable. Por ello la moralidad es materia del sentimiento, expresada en una inclinación a la benevolencia (lo entiende como un interés generoso por el bienestar general de la sociedad).

G) IMMANUEL KANT (1724-1804)

Establece el absoluto moral, por el que la moralidad es, ante todo, obediencia al concepto de "ley moral", que señala lo correcto de lo incorrecto. Para ser absolutas las leyes morales deben ser "universales" y "necesarios" y sus juicios, "puros y a priori".

H) ÉMILE DURKHEIM (1858-1917).

Respecto a la educación moral nos asevera que hay ciertos principios universales que son comunes a todas las personas y que dicha educación moral se logra a través de la práctica de tres ideas centrales: Disciplina, involucramiento y autonomía.

I) ADOCTRINAMIENTO

Definida por T. W. Moore como la enseñanza de valores definidos sin cuestionamientos, practicada por los pueblos alemán y japonés antes del inicio de la segunda guerra mundial, desde el punto de vista metodológico-educacional fue exitosa pues se lograron los objetivos deseados. Más el temor al adoctrinamiento causó profundo impacto en la educación de la posguerra. Dio origen, como reacción, a las corrientes subjetivistas.

J) CORRIENTES SUBJETIVISTAS

Tiene como su antecedente más antiguo al filósofo griego Protágoras. Estas corrientes se sintetizan en el siguiente enunciado: "Nadie puede afirmar o contradecir lo que otro afirma como cierto". Dicho enunciado fundamentó el origen de la clarificación de los valores.

K) CORRIENTES RELATIVISTAS

Para estas corrientes de pensamiento existen criterios objetivos para el reconocimiento del bien, sin embargo es el estado contingente de las circunstancias el que define si algo es considerado ético o no.

Desde que los hombres viven en comunidad, la regulación moral de la conducta ha sido necesaria para el bienestar colectivo. Aunque los distintos sistemas morales se establecían sobre pautas arbitrarias de conducta, evolucionaron a veces de forma irracional, a partir de que se violaran los tabúes religiosos o de conductas que primero fueron hábito y luego costumbre, o asimismo de leyes impuestas por líderes para prevenir desequilibrios en el seno de la tribu. Sin embargo, al ser el Valor un concepto estudiado por la ética, es menester que se refleje de manera sucinta como las corrientes filosóficas que han surgido en el devenir del tiempo los incorporan como parte integrante de sus dogmas. Debido a ello se tiene que:

LA TEMPRANA CONCEPCIÓNÉTICA DEL VALOR DURANTE EL PERÍODO HELÉNICO (GRECIA)

En el siglo VI a.C. el filósofo heleno Pitágoras desarrolló una de las primeras reflexiones morales a partir de la misteriosa religión griega del orfismo. En la creencia de que la naturaleza intelectual es superior a la naturaleza sensual y que la mejor vida es la que está dedicada a la disciplina mental, fundó una orden semirreligiosa con leyes que hacían hincapié en la sencillez en el hablar, el vestir y el comer. Sus miembros ejecutaban ritos que estaban destinados a demostrar sus creencias religiosas.

En el siglo V a.C. los filósofos griegos conocidos como sofistas, que enseñaron retórica, lógica y gestión de los asuntos públicos, se mostraron escépticos en lo relativo a sistemas morales absolutos. El sofista Protágoras enseñó que el juicio humano es subjetivo y que la percepción de cada uno sólo es válida para uno mismo. Gorgias llegó incluso al extremo de afirmar que nada existe, pues si algo existiera los seres humanos no podrían conocerlo; y que si llegaban a conocerlo no podrían comunicar ese conocimiento. Otros sofistas, como Trasímaco, creían que la fuerza hace el derecho. Sócrates se opuso a los sofistas. Su posición filosófica, representada en los diálogos de su discípulo Platón, puede resumirse de la siguiente manera: la virtud es conocimiento; la gente será virtuosa si sabe lo que es la virtud, y el vicio, o el mal, es fruto de la ignorancia. Así, según Sócrates, la educación como aquello que constituye la virtud puede conseguir que la gente sea y actúe conforme a la moral.

Escuelas griegas

La mayoría de las escuelas de filosofía moral griegas posteriores surgieron de las enseñanzas de Sócrates. Cuatro de estas escuelas fueron creadas por sus discípulos inmediatos: los cínicos, los cirenaicos, los megáricos (escuela fundada por Euclides de Megara) y los platónicos.

Los cínicos, en especial el filósofo Antístenes, afirmaban que la esencia de la virtud, el bien único, es el autocontrol, y que esto se puede inculcar. Los cínicos despreciaban el placer, que consideraban el mal si era aceptado como una guía de conducta. Juzgaban todo orgullo como un vicio, incluyendo el orgullo en la apariencia, o limpieza. Se cuenta que Sócrates dijo a Antístenes: "Puedo ver tu orgullo a través de los agujeros de tu capa".

Los cirenaicos, sobre todo Aristipo de Cirene, eran hedonistas y creían que el placer era el bien mayor (en tanto en cuanto no dominara la vida de cada uno), que ningún tipo de placer es superior a otro y, por ello, que sólo es mensurable en grado y duración.

Los megáricos, seguidores de Euclides, propusieron que aunque el bien puede ser llamado sabiduría, Dios o razón, es ‘uno´ y que el Bien es el secreto final del Universo que sólo puede ser revelado mediante el estudio lógico.

Según Platón, el bien es un elemento esencial de la realidad. El mal no existe en sí mismo, sino como reflejo imperfecto de lo real, que es el bien. En sus Diálogos (primera mitad del siglo IV a.C.) mantiene que la virtud humana descansa en la aptitud de una persona para llevar a cabo su propia función en el mundo. El alma humana está compuesta por tres elementos (el intelecto, la voluntad y la emoción), cada uno de los cuales poseen una virtud específica en la persona buena y juega un papel específico. La virtud del intelecto es la sabiduría, o el conocimiento de los fines de la vida; la de la voluntad es el valor, la capacidad de actuar, y la de las emociones es la templanza, o el autocontrol.

La virtud última, la justicia, es la relación armoniosa entre todas las demás, cuando cada parte del alma cumple su tarea apropiada y guarda el lugar que le corresponde.

Platón mantenía que el intelecto ha de ser el soberano, la voluntad figuraría en segundo lugar y las emociones en el tercer estrato, sujetas al intelecto y a la voluntad. La persona justa, cuya vida está guiada por este orden, es por lo tanto una persona buena. Aristóteles, discípulo de Platón, consideraba la felicidad como la meta de la vida. En su principal obra sobre esta materia, Ética a Nicómaco (finales del siglo IV a.C.), definió la felicidad como una actividad que concuerda con la naturaleza específica de la humanidad; el placer acompaña a esta actividad pero no es su fin primordial. La felicidad resulta del único atributo humano de la razón, y funciona en armonía con las facultades humanas. Aristóteles mantenía que las virtudes son en esencia un conjunto de buenos hábitos y que para alcanzar la felicidad una persona ha de desarrollar dos tipos de hábitos: los de la actividad mental, como el del conocimiento, que conduce a la más alta actividad humana, la contemplación, y aquéllos de la emoción práctica y la emoción, como el valor. Las virtudes morales son hábitos de acción que se ajustan al término medio, el principio de moderación, y han de ser flexibles debido a las diferencias entre la gente y a otros factores condicionantes.

Por ejemplo, lo que uno puede comer depende del tamaño, la edad y la ocupación. En general, Aristóteles define el término medio como el estado virtuoso entre los dos extremos de exceso e insuficiencia; así, la generosidad, una virtud, es el punto medio entre el despilfarro y la tacañería. Para Aristóteles, las virtudes intelectuales y morales son sólo medios destinados a la consecución de la felicidad, que es el resultado de la plena realización del potencial humano.

Estoicismo

La filosofía del estoicismo se desarrolló en torno al 300 a.C. durante los periodos helenístico y romano. En Grecia los principales filósofos estoicos fueron Zenón de Citio, Cleantes y Crisipo de Soles. En Roma el estoicismo resultó ser la más popular de las filosofías griegas y Cicerón fue, entre los romanos ilustres, uno de los que cayó bajo su influencia. Sus principales representantes durante el periodo romano fueron el filósofo griego Epicteto y el emperador y pensador romano Marco Aurelio. Según los estoicos, la naturaleza es ordenada y racional, y sólo puede ser buena una vida llevada en armonía con la naturaleza. Los filósofos estoicos, sin embargo, también se mostraban de acuerdo en que como la vida está influenciada por circunstancias materiales el individuo tendría que intentar ser todo lo independiente posible de tales condicionamientos. La práctica de algunas virtudes cardinales, como la prudencia, el valor, la templanza y la justicia, permite alcanzar la independencia conforme el espíritu del lema de los estoicos, "Aguanta y renuncia". De ahí, que la palabra estoico haya llegado a significar fortaleza frente a la dificultad.

Epicureismo

En los siglos IV y III a.C., el filósofo griego Epicuro desarrolló un sistema de pensamiento, más tarde llamado epicureismo, que identificaba la bondad más elevada con el placer, sobre todo el placer intelectual y, al igual que el estoicismo, abogó por una vida moderada, incluso ascética, dedicada a la contemplación. El principal exponente romano del epicureísmo fue el poeta y filósofo Lucrecio, cuyo poema De rerum natura (De la naturaleza de las cosas), escrito hacia la mitad del siglo I a.C., combinaba algunas ideas derivadas de las doctrinas cosmológicas del filósofo griego Demócrito con otras derivadas de la ética de Epicuro.

Los epicúreos buscaban alcanzar el placer manteniendo un estado de serenidad, es decir, eliminando todas las preocupaciones de carácter emocional. Consideraban las creencias y prácticas religiosas perniciosas porque preocupaban al individuo con pensamientos perturbadores sobre la muerte y la incertidumbre de la vida después de ese tránsito. Los epicúreos mantenían también que es mejor posponer el placer inmediato con el objeto de alcanzar una satisfacción más segura y duradera en el futuro; por lo tanto, insistieron en que la vida buena lo es en cuanto se halla regulada por la autodisciplina.

Los Valores en la Ética cristiana

Los modelos éticos de la edad clásica fueron aplicados a las clases dominantes, en especial en Grecia. Las mismas normas no se extendieron a los no griegos, que eran llamados barbaroi (bárbaros), un término que adquirió connotaciones peyorativas. En cuanto a los esclavos, la actitud hacia los mismos puede resumirse en la calificación de "herramientas vivas" que le aplicó Aristóteles. En parte debido a estas razones, y una vez que decayeron las religiones paganas, las filosofías contemporáneas no consiguieron ningún refrendo popular y gran parte del atractivo del cristianismo se explica por la extensión de la ciudadanía moral a todos, incluso a los esclavos.

El advenimiento del cristianismo marcó una revolución en la ética, al introducir una concepción religiosa de lo bueno en el pensamiento occidental. Según la idea cristiana una persona es dependiente por entero de Dios y no puede alcanzar la bondad por medio de la voluntad o de la inteligencia, sino tan sólo con la ayuda de la gracia de Dios. La primera idea ética cristiana descansa en la regla de oro: "Lo que quieras que los hombres te hagan a ti, hazlo a ellos" (Mt. 7,12); en el mandato de amar al prójimo como a uno mismo (Lev. 19,18) e incluso a los enemigos (Mt. 5,44), y en las palabras de Jesús: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" (Mt. 22,21). Jesús creía que el principal significado de la ley judía descansa en el mandamiento "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo" (Lc. 10,27).

El cristianismo primigenio realzó como virtudes el ascetismo, el martirio, la fe, la misericordia, el perdón, el amor no erótico, que los filósofos clásicos de Grecia y Roma apenas habían considerado importantes.

Valores Éticos de los Padres de la Iglesia

Uno de los puntos fuertes de la ética cristiana fue la oposición al maniqueísmo, una religión de origen persa que mantenía que el bien y el mal (la luz y la sombra) eran fuerzas opuestas que luchaban por el dominio absoluto. El maniqueísmo tuvo mucha aceptación en los siglos III y IV d.C. San Agustín, considerado como el fundador de la teología cristiana, fue maniqueo en su juventud pero abandonó este credo después de recibir la influencia del pensamiento de Platón. Tras su conversión al cristianismo en el 387, intentó integrar la noción platónica con el concepto cristiano de la bondad como un atributo de Dios, y el pecado como la caída de Adán, de cuya culpa una persona está redimida por la gracia de Dios. La creencia maniqueísta en el diablo persistió, sin embargo, como se puede ver en la convicción de san Agustín en la maldad intrínseca de la naturaleza humana. Esta actitud pudo reflejar su propio sentido de culpabilidad, por los excesos que había cometido en la adolescencia y puede justificar el énfasis que puso la primera doctrina moral cristiana sobre la castidad y el celibato.

Durante la edad media tardía, los trabajos de Aristóteles, a los que se pudo acceder a través de los textos y comentarios preparados por estudiosos árabes, tuvieron una fuerte influencia en el pensamiento europeo. Al resaltar el conocimiento empírico en comparación con la revelación, el aristotelismo amenazaba la autoridad intelectual de la Iglesia.

El teólogo cristiano santo Tomás de Aquino consiguió, sin embargo, armonizar el aristotelismo con la autoridad católica al admitir la verdad del sentido de la experiencia pero manteniendo que ésta completa la verdad de la fe. La gran autoridad intelectual de Aristóteles se puso así al servicio de la autoridad de la Iglesia, y la lógica aristotélica acabó por apoyar los conceptos agustinos del pecado original y de la redención por medio de la gracia divina. Esta síntesis representa la esencia de la mayor obra de Tomás de Aquino, Summa theologica (1265-1273).

Valores Éticos y penitencia

Conforme la Iglesia medieval se hizo más poderosa, se desarrolló un modelo de ética que aportaba el castigo para el pecado y la recompensa de la inmortalidad para premiar la virtud. Las virtudes más importantes eran: humildad, continencia, benevolencia y obediencia; la espiritualidad, o la bondad de espíritu, era indispensable para la moral. Todas las acciones, tanto las buenas como las malas, fueron clasificadas por la Iglesia y se instauró un sistema de penitencia como expiación de los pecados. Las creencias éticas de la Iglesia medieval fueron recogidas en literatura en la Divina Comedia de Dante, que estaba influenciada por las filosofías de Platón, Aristóteles y santo Tomás de Aquino. En la sección de la Divina Comedia titulada ‘Infierno´, Dante clasifica el pecado bajo tres grandes epígrafes, cada uno de los cuales tenía subdivisiones. En un orden creciente de pecado colocó los pecados de incontinencia (sensual o emocional), de violencia o brutalidad (de la voluntad), y de fraude o malicia (del intelecto). Las tres facultades del alma de Platón son repetidas así en su orden jerárquico original, y los pecados son considerados perversiones de una u otra de las tres facultades.

Valores Éticos después de la Reforma

La influencia de las creencias y prácticas éticas cristianas disminuyó durante el renacimiento. La Reforma protestante provocó un retorno general a los principios básicos dentro de la tradición cristiana, cambiando el énfasis puesto en algunas ideas e introduciendo otras nuevas. Según Martín Lutero, la bondad de espíritu es la esencia de la piedad cristiana. Al cristiano se le exige una conducta moral o la realización de actos buenos, pero la justificación, o la salvación, viene sólo por la fe. El propio Lutero había contraído matrimonio y el celibato dejó de ser obligatorio para el clero protestante.

El teólogo protestante francés y reformista religioso Juan Calvino aceptó la doctrina teológica de que la salvación se obtiene sólo por la fe y mantuvo también la doctrina agustina del pecado original. Los puritanos eran calvinistas y se adhirieron a la defensa que hizo Calvino de la sobriedad, la diligencia, el ahorro y la ausencia de ostentación; para ellos la contemplación era holgazanería y la pobreza era o bien castigo por el pecado o bien la evidencia de que no se estaba en gracia de Dios.

Los puritanos creían que sólo los elegidos podrían alcanzar la salvación. Se consideraban a sí mismos elegidos, pero no podían estar seguros de ello hasta que no hubieran recibido una señal. Creían que su modo de vida era correcto en un plano ético y que ello comportaba la prosperidad mundana. La prosperidad fue aceptada pues como la señal que esperaban. La bondad se asoció a la riqueza y la pobreza al mal. No lograr el éxito en la profesión de cada uno pareció ser un signo claro de que la aprobación de Dios había sido negada. La conducta que una vez se pensó llevaría a la santidad, llevó a los descendientes de los puritanos a la riqueza material.

En general, durante la Reforma la responsabilidad individual se consideró más importante que la obediencia a la autoridad o a la tradición. Este cambio, que de una forma indirecta provocó el desarrollo de la ética secular moderna, se puede apreciar en "De iure belli et pacis" (La ley de la guerra y la paz, 1625) realizado por el jurista, teólogo y estadista holandés Hugo Grocio. Aunque esta obra apoya algunas de las doctrinas de santo Tomás de Aquino, se centra más en las obligaciones políticas y civiles de la gente dentro del espíritu de la ley romana clásica. Grocio afirmaba que la ley natural es parte de la ley divina y se funda en la naturaleza humana, que muestra un deseo por lograr la asociación pacífica con los demás y una tendencia a seguir los principios generales en la conducta. Por ello, la sociedad está basada de un modo armónico en la ley natural.

Filosofías de los valores éticos seculares

En el Leviatán (1651), el filósofo inglés Thomas Hobbes atribuye la mayor importancia a la sociedad organizada y al poder político. Afirmaba que la vida humana en el "estado de naturaleza" (independiente de o anterior a, la institución del estado civil) es "solitaria, pobre, sucia, violenta y corta" y que es "una guerra de todos contra todos". En consecuencia, la gente busca seguridad participando en un contrato social en el que el poder original de cada persona se cede a un soberano que, a su vez, regula la conducta.

Esta postura conservadora en política asume que los seres humanos son malos y precisan un Estado fuerte para reprimirlos. No obstante, Hobbes afirmaba que si un soberano no da seguridad y orden y es derrocado por sus súbditos, la sociedad vuelve al estado de naturaleza y puede comprometerse en un nuevo contrato. La doctrina de Hobbes relativa al estado y al contrato social marcó el pensamiento del filósofo inglés John Locke. En sus dos Tratados sobre el Gobierno Civil (1690) Locke mantenía, sin embargo, que el fin del contrato social es limitar el poder absoluto de la autoridad y, como contrapeso, promover la libertad individual.

La razón humana es el criterio para una conducta recta en el modelo elaborado por el filósofo holandés Baruch Spinoza. En su obra más importante, "Ethica ordine geometrico demonstrata" (Ética demostrada según método geométrico, conocida como Ética, 1674), Spinoza afirmaba que la ética se deduce de la psicología y la psicología de la metafísica. Sostenía que todas las cosas son neutras en el orden moral desde el punto de vista de la eternidad; sólo las necesidades e intereses humanos determinan lo que se considera bueno o malo, el bien y el mal.

Todo lo que contribuye al conocimiento de la naturaleza del ser humano o se halla en consonancia con la razón humana está prefigurado como bueno. Por ello, cabe suponer que todo lo que la gente tiene en común es lo mejor para cada uno, lo bueno que la gente busca para los demás es lo bueno que desea para sí misma. Además, la razón es necesaria para refrenar las pasiones y alcanzar el placer y la felicidad evitando el sufrimiento. El estado humano más elevado, según Spinoza, es el "amor intelectual de Dios" que viene dado por el conocimiento intuitivo, una facultad mayor que la razón ordinaria. Con el uso adecuado de esta propiedad, una persona puede contemplar la totalidad del universo mental y físico y considerar que éste engloba una sustancia infinita que Spinoza denomina Dios sin disociarlo del mundo.

Las leyes de Newton

La mayoría de los grandes descubrimientos científicos han afectado a la ética. Los descubrimientos de Isaac Newton, el filósofo científico inglés del siglo XVII, aportaron uno de los primeros y más claros ejemplos de esta influencia. Las leyes de Newton se consideraron como prueba de un orden divino racional. La opinión contemporánea al respecto fue expresada por el poeta inglés Alexander Pope en el verso "Dios dijo: ¡dejad en paz a Newton!, y se hizo la luz". Los hallazgos e hipótesis de Newton provocaron que los filósofos tuvieran confianza en un modelo ético tan racional y ordenado como se suponía que era la naturaleza.

Filosofías éticas anteriores al darwinismo

Durante el siglo XVIII, los filósofos británicos David Hume, en Ensayos morales y políticos (1741-1742), y Adam Smith, autor de la teoría económica del laissez-faire, en su Teoría de los sentimientos morales (1759), formularon modelos éticos del mismo modo subjetivo. Identificaron lo bueno con aquello que produce sentimientos de satisfacción y lo malo con lo que provoca dolor. Según Hume y Smith, las ideas de moral e interés público provocan sentimientos de simpatía entre personas que tienden las unas hacia las otras incluso cuando no están unidas por lazos de parentesco u otros lazos directos.

El filósofo y novelista francés Jean-Jacques Rousseau, en su Contrato social (1762), aceptó la teoría de Hobbes de una sociedad regida por las cláusulas de un contrato social. En su novela Emilio o la educación (1762) y en otras obras, sin embargo, atribuía el mal ético a las inadaptaciones sociales y mantuvo que los humanos eran buenos por naturaleza.

El anarquista, filósofo, novelista y economista político británico William Godwin llevó esta convicción hasta su extremo lógico en su Ensayo sobre la justicia política (1793), que rechazaba todas las instituciones sociales, incluidas las del Estado, sobre la base de que su simple existencia constituye la fuente del mal.

Una mayor aportación a la ética fue hecha a finales del siglo XVIII por el filósofo alemán Immanuel Kant en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785). Según Kant, no importa con cuánta inteligencia actúe el individuo, los resultados de las acciones humanas están sujetos a accidentes y circunstancias; por lo tanto, la moralidad de un acto no tiene que ser juzgada por sus consecuencias sino sólo por su motivación ética. Sólo en la intención radica lo bueno, ya que es la que hace que una persona obre, no a partir de la inclinación, sino desde la obligación, que está basada en un principio general que es el bien en sí mismo. Como principio moral último, Kant volvió a plantear el término medio en una forma lógica: "Obra como si la máxima de tu acción pudiera ser erigida, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza".

Esta regla es denominada imperativo categórico, porque es general y a la vez encierra un mandato. Kant insistió en que uno ha de tratar a los demás como si fueran "en cada caso un fin, y nunca sólo un medio".

Utilitarismo

La doctrina ética y política conocida como utilitarismo fue formulada por el británico Jeremy Bentham hacia finales del siglo XVIII y más tarde comentada por el también filósofo y británico James Mill y su hijo John Stuart Mill. En su Introducción a los principios de la moral y la legislación (1789), Bentham explicó el principio de utilidad como el medio para contribuir al aumento de la felicidad de la comunidad. Creía que todas las acciones humanas están motivadas por un deseo de obtener placer y evitar el sufrimiento. Al ser el utilitarismo un hedonismo universal, y no un hedonismo egoísta como podría interpretarse el epicureísmo, su bien más elevado consiste en alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas.

Los valores en la Ética hegeliana

El filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel en Fundamentos de la filosofía del derecho (1821) aceptó el imperativo categórico de Kant, pero lo enmarcó en una teoría universal evolutiva donde toda la historia está contemplada como una serie de etapas encaminadas a la manifestación de una realidad fundamental que es tanto espiritual como racional.

La moral, según Hegel, no es el resultado de un contrato social, sino un crecimiento natural que surge en la familia y culmina, en un plano histórico y político, en el Estado prusiano de su tiempo. "La historia del mundo, escribió, es disciplinar la voluntad natural incontrolada, llevarla a la obediencia de un principio universal y facilitar una libertad subjetiva".

El filósofo y teólogo danés Sören Kierkegaard reaccionó con fuerza en contra del modelo de Hegel. En Uno o lo otro (1843), Kierkegaard manifestó su mayor preocupación ética, el problema de la elección. Creía que modelos filosóficos como el de Hegel ocultan este problema crucial al presentarlo como un asunto objetivo con una solución universal, en vez de un asunto subjetivo al que cada persona tiene que enfrentarse de manera individual. La propia elección de Kierkegaard fue vivir sometido a la ética cristiana. Su énfasis en la necesidad de la elección tuvo influencia en algunos filósofos relacionados con el movimiento conocido como existencialismo, tanto como con algunos filósofos críticos, cristianos y judíos.

Valores Éticos a partir de Darwin

El desarrollo científico que más afectó a la ética después de Newton fue la teoría de la evolución presentada por Charles Darwin. Los hallazgos de Darwin facilitaron soporte documental al modelo, algunas veces denominado ética evolutiva, término aportado por el filósofo británico Herbert Spencer, según el cual la moral es sólo el resultado de algunos hábitos adquiridos por la humanidad a lo largo de la evolución. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche dio una explicación asombrosa pero lógica de la tesis darwinista acerca de que la selección natural es una ley básica de la naturaleza.

Según Nietzsche, la llamada conducta moral es necesaria tan sólo para el débil. La conducta moral -en particular la defendida por el judeocristianismo, que según él es una doctrina esclava- tiende a permitir que el débil impida la autorrealización del fuerte. De acuerdo con Nietzsche, toda acción tendría que estar orientada al desarrollo del individuo superior, su famoso Übermensch (‘superhombre´), que será capaz de realizar y cumplir las más nobles posibilidades de la existencia. Nietzsche encontró que este ser ideal quedaba ejemplificado en los filósofos griegos clásicos anteriores a Platón y en jefes militares como Julio César y Napoleón.

En oposición al concepto de lucha despiadada e incesante como fundamento de la ley rectora de la naturaleza, el anarquista y filósofo ruso Piotr Alexéievich, príncipe Kropotkin, entre otros, presentó estudios de conducta animal en la naturaleza demostrando que existía la ayuda mutua. Kropotkin afirmó que la supervivencia de las especies se mantiene a través de la ayuda mutua y que los humanos han alcanzado la primacía entre los animales a lo largo de la evolución de las especies mediante su capacidad para la asociación y la cooperación. Kropotkin expuso sus ideas en una serie de trabajos, entre ellos Ayuda mutua, un factor en la evolución (1890-1902) y Ética, origen y desarrollo (publicado después de su muerte en 1924). En la creencia de que los gobiernos se basan en la fuerza y que si son eliminados el instinto de cooperación de la gente llevaría de forma espontánea hacia la implantación natural de un orden cooperativo, Kropotkin defendió el anarquismo.

Los antropólogos han aplicado los principios evolutivos al estudio de las sociedades y las culturas humanas. Estos análisis han vuelto a subrayar los distintos conceptos del bien y del mal planteados por diferentes sociedades; por lo tanto, se creía que la mayoría de esos conceptos tenía un valor más relativo que universal. De entre los conceptos éticos basados en un enfoque antropológico resaltan los del antropólogo finlandés Edvard A. Westermarck en Relatividad ética (1932).

Psicoanálisis y conductismo

La ética moderna está muy influida por el psicoanálisis de Sigmund Freud y sus seguidores y las doctrinas conductistas basadas en los descubrimientos sobre estímulo-respuesta del fisiólogo ruso Iván Petróvich Pávlov. Freud atribuyó el problema del bien y del mal en cada individuo a la lucha entre el impulso del yo instintivo para satisfacer todos sus deseos y la necesidad del yo social de controlar o reprimir la mayoría de esos impulsos con el fin de que el individuo actúe dentro de la sociedad. A pesar de que la influencia de Freud no ha sido asimilada por completo en el conjunto del pensamiento ético, la psicología freudiana ha mostrado que la culpa, respondiendo a motivaciones de naturaleza sexual, subyace en el pensamiento clásico que dilucida sobre el bien y el mal.

El conductismo, a través de la observación de los comportamientos animales, formuló una teoría según la cual la naturaleza humana podía ser variada, creando una serie de estímulos que facilitaran circunstancias favorables para respuestas sociales condicionadas.

En la década de 1920 el conductismo fue aceptado en Estados Unidos, en especial en teorías de pediatras, aprendizaje infantil y educación en general. Tuvo su mayor influencia, sin embargo, en el pensamiento de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Allí, el llamado nuevo ciudadano soviético fue instruido de acuerdo con los principios conductistas a través del condicionante poder de la rígida y controlada sociedad soviética. La ética soviética definía lo bueno como todo aquello beneficioso para el Estado y lo malo como aquello que se le oponía o lo cuestionaba.

En sus escritos de finales del siglo XIX y principios del XX, el filósofo y psicólogo estadounidense William James abordó algunos de los puntos centrales y característicos en las interpretaciones de Freud y Pávlov. James es más conocido como el fundador del pragmatismo, que defiende que el valor de las ideas está determinado por sus consecuencias. Su mayor contribución a la teoría ética, no obstante, descansa en su insistencia al valorar la importancia de las interrelaciones, tanto en las ideas como en otros fenómenos.

Tendencias recientes

El filósofo británico Bertrand Russell marcó un cambio de rumbo en el pensamiento ético de las últimas décadas. Muy crítico con la moral convencional, reivindicó la idea de que los juicios morales expresan deseos individuales o hábitos aceptados. En su pensamiento, tanto el santo ascético como el sabio independiente son pobres modelos humanos porque ambos son individuos incompletos. Los seres humanos completos participan en plenitud de la vida de la sociedad y expresan todo lo que concierne a su naturaleza. Algunos impulsos tienen que ser reprimidos en interés de la sociedad y otros en interés del desarrollo del individuo, pero el crecimiento natural ininterrumpido y la autorrealización de una persona son los factores que convierten una existencia en buena y una sociedad en una convivencia armoniosa.

Varios filósofos del siglo XX, algunos de los cuales han asumido las teorías del existencialismo, se han interesado por el problema de la elección ética individual lanzada por Kierkegaard y Nietzsche. La orientación de algunos de estos pensadores es religiosa, como la del filósofo ruso Nikolái Alexándrovich Berdiáiev, que subrayó la libertad del espíritu individual; la del filósofo austro-judío Martin Buber, que se ocupó de la moral de las relaciones entre individuos; la del teólogo protestante germano-estadounidense Paul Tillich, que resaltó el valor de ser uno mismo, y la del filósofo y dramaturgo católico francés Gabriel Marcel y el filósofo y psiquiatra protestante alemán Karl Jaspers, ambos interesados en la unicidad del individuo y la importancia de la comunicación entre los individuos. Una tendencia distinta en el pensamiento ético moderno caracteriza los escritos de los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson, que siguieron la línea marcada por santo Tomás de Aquino. Según Maritain, "el existencialismo verdadero" pertenece a esta tradición cristiana.

Otros filósofos modernos no aceptan ninguna de las religiones tradicionales. El filósofo alemán Martin Heidegger mantenía que no existe ningún Dios, aunque alguno puede surgir en el futuro. Los seres humanos, por lo tanto, se hallan solos en el Universo y tienen que adoptar y asumir sus decisiones éticas en la conciencia constante de la muerte. El filósofo y escritor francés Jean-Paul Sartre razonó su agnosticismo pero también resaltó la heideggeriana conciencia de la muerte. Sartre mantuvo que los individuos tienen la responsabilidad ética de comprometerse en las actividades sociales y políticas de su tiempo. El supuesto conflicto sobre la existencia de un Dios omnipresente, no revestía ningún sentido de trascendencia para el individuo, pues en nada afectaba a su compromiso con la libertad personal

Entre otros filósofos modernos, como el estadounidense John Dewey, figuran los que se han interesado por el pensamiento ético desde el punto de vista del instrumentalismo. Según Dewey, el bien es aquello que ha sido elegido después de reflexionar tanto sobre el medio como sobre las probables consecuencias de llevar a cabo ese acto considerado bueno o un bien.

La discusión contemporánea sobre la ética ha continuado con los escritos de George Edward Moore, en particular por los efectos de su Principia ethica. Moore mantuvo que los principios éticos son definibles en los términos de la palabra bueno, considerando que ‘la bondad´ es indefinible. Esto es así porque la bondad es una cualidad simple, no analizable.

Los filósofos que no están de acuerdo con Moore en este sentido, y que creen que se puede analizar el bien, son llamados naturalistas. A Moore se le califica de intuicionista. Naturalistas e intuicionistas consideran los enunciados éticos como descriptivos del mundo, o sea, verdadero o falso. Los filósofos que difieren de esta posición pertenecen a una tercera escuela, no cognitiva, donde la ética no representa una forma de conocimiento y el lenguaje ético no es descriptivo. Una rama importante de la escuela no cognitiva defiende el empirismo o positivismo lógico, que cuestiona la validez de los planteamientos éticos que están comparados con enunciados de hecho o de lógica. Algunos empiristas lógicos afirman que los enunciados éticos sólo tienen significado emocional o persuasivo.

Importancia de los Valores:

A través de aplicar valores podemos seguir una conducta adecuada, no actuar violentamente, elevar la nuestro nivel de conciencia, acabar con la discriminación de cualquier clase, robos, vandalismo, intimidación, drogadicción, en pocas palabras, cambiar el mundo.

El valor es objetivo, es decir, es independiente del sujeto. No se confunde ni con las cosas ni con las impresiones que se tienen de las cosas y puede ser descubierto por quien quiera captarlo; tiene contravalores, se experimenta con diversos grados de intensidad representada n una escala continua y tienen jerarquía, ya que hay valores superiores en inferiores, individuales y colectivos inferiores.

Los valores no existen sin el hombre, que con ellos está en disposición de dar significado a la propia existencia. El centro o el "lugar" de los valores es el hombre concreto que existe con los demás en el mundo para realizar su propia existencia. Las cosas adquieren valor en la medida en que se insertan en este proceso de humanización del hombre.

Los valores son características morales que toda persona debe poseer, tales como la humildad, la piedad y el respeto; así como todo lo referente al género humano. El concepto de valores se trató, principalmente, en la antigua Grecia como algo general y sin divisiones, pero la especialización de los estudios en general ha creado diferentes tipos de valores, y han relacionado estos con diferentes disciplinas y ciencias. Se denomina tener valores al respetar a los demás; asimismo los valores son un conjunto de pautas que la sociedad establece para las personas en las relaciones sociales.

Su estudio corresponde a la Axiología, una rama de la Filosofía, y de una forma aplicada pueden ocuparse otras ciencias como la Sociología, la Economía y la Política, realizándolo de maneras muy diferenciadas.

Pero ¿por qué son importantes los valores hoy en día?

Al analizar la situación del hombre en la sociedad actual donde este se desenvuelve, pude percibirse el gran vacío que el ser humano siente y tiene en su vida por la ausencia acentuada de valores, aspectos éstos importantes en las personas para que puedan enfrentar de manera responsable, justa y solidaria los distintos desafíos a nivel educativo, social, económico y cultural. La formación cívica, la ética, la moral y los valores son temas debatidos en la actualidad en todos los niveles del acontecer nacional. Algunos venezolanos se han sumido en la práctica del desencanto y el pesimismo, en consecuencia, pareciera que el egoísmo y el individualismo se consideran valores para poder sobrevivir. Son tiempos en que se impone la ética del todo vale, del sálvense quien pueda, del no me importan mis semejantes, del lucro sin límites o de enlazarnos con una cultura que no nos pertenece.

Es común encontrar la queja permanente "se han perdido los valores", "nadie respeta a sus semejantes, no existe ética" o "en mis tiempos el respeto era una norma para todo". Existe una ruptura importante en la sociedad y una ruptura generalizada que, incluso, afecta el núcleo familiar y trasciende los muros del hogar y se entiende que se está ante una encrucijada llamada individualismo y que son, los llamados antivalores, los que prevalecen día a día.

Por lo anterior se hace necesario que en el país se deba promover una educación en valores democráticos y cívicos especialmente a nivel de Básica, Media y Diversificada, pues de ésta manera se sentarán las bases para incentivar durante toda la vida a los ciudadanos a ser libres, a saber, a crear y a convivir, fomentándose así la convivencia, la paz, el respeto, la tolerancia entre otros. La escuela será la unidad de estos procesos porque históricamente ha ocupado un lugar privilegiado en la actuación educativa, en el hogar y en los ciudadanos.

No obstante es necesario tener presente que en esta sociedad de la información y las nuevas tecnologías, la escuela ha dejado de ser la principal instancia transmisora de conocimiento y agente de socialización. Hoy en día los estudiantes tienen acceso a diferentes contextos de aprendizajes además del escolar, lo que genera fuertes influencias de valores y comportamientos ajenos y distantes a lo nacional y familiar.

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