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El Aborto (página 4)

Enviado por axel_19


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Además de las autoridades que ya citamos que afirman que la "anticoncepción de emergencia" no es abortiva debido a que el embarazo no comienza sino hasta la implantación, otras entidades internacionalmente conocidas también alegan lo mismo. Por ejemplo, MEXFAM, la filial de la IPPF en México, declara lo siguiente: "El uso de la "anticoncepción de emergencia' no produce un aborto. De hecho, este tipo de anticoncepción evita el embarazo y por ello reduce la necesidad de inducir un aborto. La ciencia médica define el inicio del embarazo como la implantación de un óvulo fecundado en la capa que recubre el útero. La implantación ocurre de 5 a 7 días después de la fecundación. Los anticonceptivos de emergencia funcionan antes de la implantación y no cuando la mujer ya está embarazada"8.

El Dr. Juan Carlos Vargas, director científico de Profamilia, la filial de la IPPF en Colombia, afirma lo mismo. Según él, "para la institución [Profamilia] no se trata de un aborto pues según un extendido criterio médico el embarazo comienza sólo cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero"9.

Como puede observarse, ambas filiales de la IPPF afirman que su definición del comienzo del embarazo se funda en lo que dice la ciencia médica. Por su parte, MEXFAM alega que su información sobre este tema se basa en la literatura médica de la Oficina de Investigación en Población de la Universidad de Princeton.

Es posible que MEXFAM haya obtenido también su definición del comienzo del embarazo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que a continuación en su sitio electrónico MEXFAM afirma: "De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la anticoncepción de emergencia se usa para prevenir el embarazo después de un acto coital no protegido [es decir, en el cual no se usaron anticonceptivos], posiblemente fértil"11. Ahora bien, como acabamos de ver, MEXFAM afirma que los anticonceptivos de emergencia actúan después de la fecundación (es decir, de la concepción) y antes de la implantación. De manera que parece ser que, según la OMS, el embarazo comienza en la implantación, no en la fecundación.

Otra posible fuente médica de ambas instituciones, es el Colegio de Obstetricia y Ginecología de los Estados Unidos (ACOG), el cual, en 1965, definió la concepción como "la implantación de un óvulo fertilizado".

Con respecto a esta definición de la ACOG, es importante observar, sin embargo, que se trató de un cambio en la manera de definir la concepción, la cual hasta ese momento había sido definida por la medicina como la fertilización del óvulo por el espermatozoide.

Más aún, el ya mencionado cambio no parece haber estado motivado por la evidencia científica, sino por otro tipo de intereses. El Dr. J. Richard Sosnowski, presidente de la Asociación de Obstetras y Ginécologos del Sur de los Estados Unidos declaró en 1984: "No me parece algo excelente practicar una gimnasia semántica en una profesión… También me preocupa que, sin ninguna evidencia científica para justificar el cambio, la definición de la concepción, como la exitosa penetración espermática del óvulo, haya sido redefinida como la implantación del óvulo fertilizado. Me parece que la única razón de esto fue el dilema que causó la posibilidad de que el dispositivo intrauterino funcionase como un abortivo".

El Dr. Sonowski no es el único a quien le preocupa que la redefinición del embarazo como la implantación se deba al deseo de evitar llamarle abortivo al efecto de ciertos métodos del control de la natalidad. En Colombia, por ejemplo, se ha generado una polémica en torno al uso de las píldoras anticonceptivas como "anticoncepción de emergencia", ya que uno de sus posibles efectos es la alteración del útero de tal manera que el óvulo fecundado no puede implantarse en él. "La Corte Constitucional declaró en 1994 que la vida, para la legislación colombiana, comienza en el momento de la fecundación: es decir cuando el espermatozoide fecunda al óvulo". En ese caso, el ya mencionado efecto antimplantatorio de los métodos de la "anticoncepción de emergencia" sería abortivo y por tanto se estaría violando la ley colombiana, la cual prohibe el aborto. De ahí que el Dr. Vargas, de Profamilia, negara, como ya señalamos, que las píldoras anticonceptivas y el DIU tuvieran efectos abortivos, basándose en que el embarazo comienza en la implantación, no en la fecundación.

Parece ser entonces que la definición de la concepción como la implantación, que proponen algunas entidades conocidas internacionalmente, se basa más bien en el intento de negar el efecto abortivo de ciertos métodos del control de la natalidad.

Queda por examinar entonces qué dicen otras institucions públicas y fuentes médicas sobre cuándo comienza el embarazo y qué es lo que constituye el aborto.

El Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos o HEW (Department of Health Education and Welfare) definió en 1963 los procedimientos abortivos de la siguiente manera: "Todas las medidas que impiden la viabilidad del cigoto en cualquier momento entre el instante de la fertilización y el parto constituyen, en sentido estricto, procedimientos para inducir el aborto"17. Obsérvese que en esta definición del aborto está implicada también la definición del comienzo del embarazo como la fertilización y no como la implantación.

Como ya señalamos, el Colegio de Obstetricia y Ginecología de los Estados Unidos, dos años después de esta definición del HEW, cambió la definición del comienzo del embarazo por la implantación. Sin embargo, hasta ese momento todos los científicos reconocían que la concepción comenzaba en el momento de la fertilización del óvulo por el espermatozoide.

¿Qué ha pasado después de esa fecha? No tenemos el espacio aquí para dar una lista de todos los diccionarios médicos, pero señalamos a continuación siete de los más respetados libros de texto de medicina, publicados entre 1978 y 1995, todos los cuales definen el comienzo del embarazo como la concepción, y a ésta como la fertilización del óvulo por el espermatozoide: Butterworth's Medical Dictionary, 2a Edición, 1978; Gould Medical Dictionary, 4a Edición, 1979; Stedman's Medical Dictionary, 26a Edición, 1995; Harrup's Dictionary of Medicine and Health, 1a Edición, 1988; Mellon's Illustrated Medical Dictionary, 3a Edición, 1993; Oxford Concise Medical Dictionary, 4ª Edición, 1994 y Pearce's Medical and Nursing Dictionary and Encyclopedia, 15a Edición, 198318.

El Dr. Ralf G. Rahwan, Profesor de Farmacología y Toxicología de la Ohio State University en los Estados, en una carta que le envió a la prestigiosa revista médica Lancet, y que ésta le publicó, también define la concepción como el momento en que el espermatozoide penetra y fertiliza el óvulo para formar un cigoto viable.

La mayoría de estas fuentes también le llaman al resultado de la concepción: embrión, feto o hijo. O sea, identifican al cigoto con un nuevo ser individual. Encontramos esta misma identificación en las definiciones de la concepción de otras autoridades importantes de la ciencia médica. Por ejemplo, el eminente investigador australiano y experto en el SIDA, el Profesor John Dwyer, ha descrito el momento en que el espermatozoide penetra el óvulo como la creación de un "único y nuevo individuo". El Mosby's Medical, Nursing and Allied Health Dictionary define el embarazo de la siguiente manera:

"En el preciso y único momento de la concepción, la mujer está embarazada con un nuevo ser individual". El Profesor Drek Llewellyn-Jones, un muy conocido escritor sobre temas médicos, también ha definido la concepción y el comienzo del embarazo diciendo que cuando el material genético masculino del espermatozoide se une al material genético femenino del óvulo, "se forma un nuevo individuo".

Es importante observar también que tanto el Profesor Rahwan, como los siete diccionarios médicos que mencionamos, coinciden en que el término abortivo es la descripción biológica exacta de cualquier fármaco o dispositivo que cause una acción después de la concepción. Por su parte, el diccionario médico Mosby's, que también citamos, afirma que cualquier acción causada por un fármaco o dispositivo usado después de la concepción no puede llamarse una acción anticonceptiva.

De manera que tenemos un gran número de eminentes personalidades y fuentes del campo de la medicina que afirman que el embarazo comienza en la concepción, que ésta consiste en la fertilización del óvulo por el espermatozoide, momento en el cual comienza a existir un nuevo ser humano individual, y que el aborto es una acción que impide la viabilidad de este nuevo ser en cualquier momento a patir de la fertilización o concepción hasta el momento del parto. Ninguna de ellas indentifica la concepción con la implantación, sino que afirma que este suceso tiene lugar varios días después de la fertilización.

Conclusión

¿Qué hacemos entonces ante la divergencia de posturas con respecto al comienzo del embarazo y al momento a partir del cual ocurre el aborto? Lo más honesto que se puede hacer es lo siguiente:

(a) Reconocer que las fuentes autorizadas que afirman que el embarazo comienza en la concepción –momento a partir del cual cualquier acción que, interrumpiendo dicho embarazo, haga imposible la viabilidad del ser humano concebido, constituye un aborto — son al menos tan numerosas y serias como las que afirman lo contrario.

(b) Las autoridades que han redefinido el comienzo del embarazo como la implantación, y que basadas en dicha redefinición niegan que el aborto ocurra antes de ésta, parecen estar motivadas más bien por la preocupación de no llamarle abortivos a los métodos de la "anticoncepción de emergencia" y a otros métodos anticonceptivos que en los datos médicos.

(c) Ante tal divergencia de opiniones con respecto a un asunto tan importante en el cual está en juego la vida de incontables seres humanos y ante la evidente necesidad de seguir lo mejor que la ciencia moderna nos ofrece, no queda otro recurso que pronunciarse en favor de la vida de dichos seres humanos. De otro modo se estaría corriendo el riesgo de condenar a la muerte a un enorme sector de la humanidad, cuyo único "delito" es no haber llegado todavía a implantarse en el útero de su madre.

Pero hay más todavía. Recientemente Vida Humana Internacional recibió de su filial en Colombia ("Cultura de la vida humana") ejemplares de dos de los libritos de la oficina de Profamilia (la filial de la IPPF en ese país). Uno de ellos se titula Cuadernillo estudiantil: Fecundación, maternidad y lactancia, en el cual se afirma lo siguiente: "El sexo de la criatura queda establecido en el instante de la fecundación" (p. 4) y "se llama gestación al desarrollo de la criatura dentro del vientre de la madre desde el momento de la fecundación hasta que nace" (p. 13). El otro librito se titula Cuadernillo estudiantil: Novedades anticonceptivas y métodos en investigación, en el cual se afirma lo siguiente respecto de los métodos post-coitales, o sea, los que se utilizan como "anticoncepción de emergencia": "Se denominan así aquellos métodos que se utilizan después de la relación sexual o para evitar que prosiga un embarazo no deseado" (p. 6). Luego pasa a describir estos métodos, que son las píldoras anticonceptivas, el dispositivo intrauterino y la RU 486.

Evidentemente, si el comienzo de la gestación o del embarazo ha sido definido en el momento de la fecundación, se deduce que Profamilia está admitiendo que estos métodos son abortivos, pues el aborto es la interrupción del embarazo que resulta en la muerte de la "criatura" (como esta misma organización le llama al ser humano no nacido en su propia publicación). Por otra parte, como vimos al principio del artículo, el Dr. Juan Carlos Vargas, director científico de Profamilia, afirma que "no se trata de un aborto pues según un extendido criterio médico el embarazo comienza sólo cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero". En otras palabras, Profamilia se contradice al admitir que la "anticoncepción de emergencia" es abortiva.

En conclusión, la "anticoncepción de emergencia" tiene que ser absolutamente rechazada. La ciencia, la ética y el sentido común nos indican que no tenemos otra alternativa.

Los "anticonceptivos post coitales" o "de emergencia" son fármacos abortivos

El uso cotidiano del término "anticonceptivos post coitales" (APC) no es el adecuado, ya que se presta a equívocos con respecto a la naturaleza de estos fármacos. En particular, se puede llegar a creer que los APC representan el desarrollo de un nuevo tipo de fármaco dentro del contexto de la amplia categoría de "anticonceptivos orales" o que los APC constituyen una nueva categoría de fármacos que antes no existía.

Ninguna de estas dos alternativas es correcta. Hemos decidido utilizar el término APC porque es el único que tanto la comunidad médica como la sociedad utilizan para referirse a este régimen de fármacos. Sin embargo, debo afirmar desde el comienzo que se trata de un término impreciso, ya que los APC se utilizan como anticonceptivos sólo en rarísimas circunstancias.

Los fármacos que se utilizan después del coito son algunas de las distintas formulaciones de las píldoras anticoncepivas disponibles actualmente. Para lograr una acción anticonceptiva post coital, se administra la píldora en dosis elevadas durante un período de 72 horas. Existen tres tratamientos: tomar sólo progestágeno, o sólo estrógeno, o, lo que es más común, tomar ambos, estrógeno y progestágeno.

La anticoncepción post coital tiene cuatro posibles mecanismos de acción: impedir la ovulación, alterar la duración del recorrido del óvulo por las trompas de Falopio, alterar el ciclo menstrual e impedir la implantación debido al daño causado al endometrio.

Si los fármacos post coitales actuasen exclusivamente para impedir la ovulación, entonces el término anticonceptivo sería el correcto. Sin embargo, la investigación que ha publicado Grau en 1994 en la American Journal of Obstetrics and Gynecology (Revista de obstetricia y ginecología de los Estados Unidos) arrojó que los fármacos post coitales actúan principalmente para ponerle fin a un embarazo viable al interferir con el endometrio:

"Este mecanismo de acción podría explicar la mayoría de los casos en los cuales se impiden los embarazos por medio de la píldora del día siguiente".

Harper y sus colaboradores llegaron a la misma conclusión y la publicaron en 1995 en la revista Family Planning Perspectives (Perspectivas de planificación familiar):

"Las píldoras para la anticoncepción de emergencia, conocidas también como píldoras del día siguiente, son un tratamiento hormonal post coital que parece impedir la implantación del óvulo fertilizado".

La Dra. Diana Rabone, de Nueva Zelandia, también está de acuerdo con esta postura:

"En general, los estudios sugieren que el mecanismo de acción se debe a la disfunción variable de la fase luteal, así como a un desarrollo endometrial fuera de fase –un desfase histológico del endometrio– de tal manera que es improbable que la implantación ocurra".

Por lo tanto, se debe cambiar el término que describe este método de regulación de los nacimientos para fármaco que prococa el aborto. Como ha dicho el Profesor Rahwan:

"La contraconcepción consiste en impedir la concepción por medio de la obstrucción de cualquiera de las fases anteriores a la fertilización del óvulo. Los mecanismos anticonceptivos incluirían…alterar la movilidad de los espermatozoides,…impedir la ovulación o impedir la unión del espermatozoide y del óvulo por medio de barreras físicas. La intercepción consiste en impedir la implantación (anidación) del óvulo que ya ha sido fertilizado, lo cual, desde el punto de vista biológico, debe considerarse por tanto una forma de aborto en las primeras etapas".

  • Efectos secundarios de los "anticonceptivos post coitales" (APC) o "de emergencia"

Cuando solamente se utilizan estrógenos como anticonceptivos post coitales, los principales problemas que surgen están relacionados con las elevadas dosis que se suministran en exceso, con los riesgos concomitantes y los efectos secundarios. La receta de un tratamiento de 5 mg por día durante 5 días de ethinyl estradiol o de 30 mg por día durante 5 días de estrógenos conjugados "equivale a 2 años de uso de 50 ug por día de anticonceptivos orales combinados".

Las investigaciones que se han hecho sobre el uso de estas elevadas dosis de estrógenos mostraron que las náuseas ocurrieron en el 70% de las pacientes y los vómitos en el 33%. También se ha expresado preocupación acerca del daño causado al suministro de óvulos durante la vida fértil de la mujer debido al consumo de dosis tan elevadas de una hormona femenina.

También se han usado los progestágenos, especialmente el norgestrel, aunque la mayor parte de las veces estos agentes se usan para el control de la natalidad post coital a largo plazo y no para situaciones de emergencia en las que se usa una sola vez. Las dosis entre 0,35 milígramo y 1 milígramo han sido efectivas, produciendo respectivamente tasas de fracaso, que han sido corregidas, de 2,2 y 2,8 embarazos por cada 100 mujeres durante un año de uso.

Los fármacos más comúnmente usados para la anticoncepción post coital son la combinación de ethynil estradiol y levonorgestrel. Normalmente, las dos dosis necesarias de estos fármacos se toman separadamente, con un espacio de tiempo entre ellas de 12 horas dentro de las 72 horas después del coito. Este método se conoce con el nombre del régimen Yuzpe. Aproximadamente el 66% de las pacientes experimentaron náuseas y el 19% vómitos. La sensibilidad de los senos es otro efecto secundario. Se ha sugerido que los efectos secundarios del método Yuzpe son lo suficientemente desagradables como para desanimar el exceso de confianza en este método).

Además de estos desagradables efectos secundarios, se han reportado consecuencias más serias como el embarazo ectópico:

"Existen algunas evidencias de que hay una mayor incidencia de embarazos ectópicos, hasta de 1%, en los embarazos que sí ocurrieron".

También la literatura médica indica que las probabilidades de incidencia de formación de coágulos sanguíneos aumenta debido a las dosis elevadas suministradas a las mujeres.

8.2 Los apc y la compra sin receta de la píldora

Cuando estaba escribiendo este libro (en junio de 1996), el uso de la píldora en dosis elevadas como APC no había sido aprobado ni en Australia ni en los Estados Unidos por las autoridades regulatorias (la Therapeutic Goods Administration [Administración de Bienes Terapéuticos] y la Food and Drug Administration [Administración de Alimentos y Fármacos]). Si un médico recetaba la píldora en dosis al nivel de los APC, estaba recetando fuera de las directrices aprobadas (lo cual se conoce con el nombre de recetar fuera de los límites de la licencia). Esta manera de recetar hace que el facultativo se encuentre en una situación legalmente vulnerable si una paciente sufre una notable reacción adversa al fármaco. Recetar según las directrices aprobadas para el uso terapéutico de un fármaco constituye la salvaguarda del médico contra el litigio, así como una prueba tangible del cumplimiento de su deber en el cuidado de la salud.

Las implicaciones legales del uso de la píldora como anticonceptivo post coital se extienden más aún debido a la promoción actual en Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña en favor de retirar la píldora de la actual categoría de fármacos que se adquieren solamente por medio de una receta y de trasladarla a la categoría de los que se pueden adquirir sin ella.

El entusiasmo de los que promueven este cambio no ha sido correspondido por parte de los que tendrían que rendir cuentas, tanto a nivel ético como legal, en el caso de que una mujer sufriese una reacción adversa por causa de los APC: los farmacéuticos y los fabricantes de fármacos. La razón del poco entusiasmo no es díficil de entender. La poderosa capacidad de las hormonas femeninas para afectar a cada uno de los aspectos del cuerpo de la mujer exige la elaboración de un detallado historial clínico y la realización de un examen físico que incluya la prueba del embarazo.

Estos requisitos son obligatorios. Solamente un médico tiene las credenciales para cumplirlos. Apartarse de este modelo del cuidado de la salud, por cualquier motivo, es extremadamente imprudente. Retirar estos potentes fármacos de la categoría de los recetados trivializa la complejidad de los efectos secundarios de los mismos y, por consiguiente, rebaja la dignidad de la mujer. Significa, en realidad, que las mujeres no merecen nuestra preocupación.

Estadísticas de abortos provocados por los anticonceptivos

Todos los grupos que tratan de correjir algún mal en la sociedad, citan las estadísticas para documentar sus reclamos. Los judíos al tratar de erradicar el anti-semitismo siempre se refieren a sus seis millones de hermanos y hermanas y a otros seis millones que fueron tan brutalmente exterminados por la "solución final" del régimen nazista. Los veteranos de Vietnam nos recuerdan que 58,000 soldados norteamericanos murieron en las selvas del sudeste de Asia.

Del mismo modo, los grupos femeninos citan los casos de violencia doméstica en EE.UU. y los que defienden a los niños citan el número de casos de abuso infantil. Los grupos provida hacen lo mismo, pues a menudo citan las estadísticas sobre los niños que han muerto debido al aborto.

Es bueno citar cifras de muertes por aborto, pues nos ayuda a comprender la enormidad de este holocausto. Todos estamos familiarizados con esas estadísticas: treinta millones de niños abortados desde que fue legalizado el aborto en EE.UU. mediante el fallo Roe v Wade en l973; l.5 millones al año, 4,500 diarios, l87 cada hora, 3 cada minuto, uno cada l8 ó l9 segundos. Estas son las aterrantes estadísticas, las cuales reflejan la verdad : que el aborto mata niños a una escala casi inimaginable.

Debemos decir la verdad

Me entristece el tener que decirle que estas estadísticas sobre las muertes debido al aborto, están totalmente equivocadas. Si aceptamos la verdad de que la vida comienza en el instante de la concepción, como personas provida tenemos que ser honestos con nosotros mismos y modificar estas estadísticas.

Quisiera poder decirle que las estadísticas que voy a compartir con Ud. han sido exageradas, pero en realidad no es así. Están muy por debajo de la realidad. ¿ A qué me refiero? Al control natal que provoca abortos: métodos como la píldora, el DIU (dispositivo intrauterino), el Norplant y la Depo-Provera, los cuales muchos piensan son anticonceptivos pero en realidad matan niños por nacer.

Esto significa que producen el mismo resultado que el equipo de succión del abortista, la solución salina, la "regulación menstrual" o el "curetaje" : una criatura muerta. Hasta que los principales grupos provida de EE.UU. incluyan estas muertes debido a los abortivos en sus estadísticas anuales sobre el número de criaturas muertas por el aborto, no podrán disfrutar de credibilidad porque no han defendido a todos los niños por nacer.

Horrible realidad

¿Entonces cuán grave es la situación? Debido a que estos abortos se llevan a cabo en las primeras etapas, muchas mujeres que emplean estos métodos abortivos de control natal, abortan antes de saber siquiera que están embarazadas. Estas madres le niegan a su hijo la oportunidad de implantarse en su útero y de este modo acaban con su vida.

Documentar con certeza total el número exacto de criaturas que mueren en estos abortos es imposible. Sin embargo, tampoco tenemos estadísticas precisas sobre el número de abortos quirúrgicos puesto que no todos estos abortos son reportados. Pero sí tenemos disponible información que puede ayudarnos. Sabemos aproximadamente en qué porcentaje fallan estos métodos y ocurre la ovulación. También sabemos el porcentaje de casos en que una mujer cae embarazada al tener relaciones sexuales sin haber utilizado anticonceptivos.

Las estadísticas son un escándalo

Con estos conocimientos, logramos hacer horripilantes estimados. Los más conservadores con respecto a la píldora anticonceptiva nos dicen que hay 588,000 abortos anualmente como resultado de este método. (l,2) Hay buenas razones para creer que la verdadera cifra es mucho más alta. Podemos calcular que el DIU causa aproximadamente l,ll6,900 abortos anualmente. (3,4) Otro estimado conservador con respecto a la Depo-Provera nos muestra que este abortivo causa l,200,000 y el Norplant 2,250,000. (5)

Aunque estos estimados probablemente están muy por debajo de las verdaderas cifras, si añadimos a ellos los abortos quirúrjicos nos encontramos que el número de muertes anualmente en EE.UU. llega a por lo menos 5,l54,900. Esta cifra es casi tres y media veces más alta de lo que habíamos pensado.

Esto significa que l4,l23 pequeñitos niños mueren diariamente, 588 cada hora, l0 cada minuto, uno cada 6 segundos. Solo Dios sabe cuántos niños han muerto desde que fue legalizado el aborto en EE.UU. mediante el fallo Roe v Wade. Sin embargo, la píldora ya estaba en el mercado y causaba abortos, una década antes de que fuera legalizado el aborto. Creo que estamos en lo correcto al decir que la cifra de 30 millones de muertes debido al aborto llega al doble o quizás al triple o más, desde que comenzó a usarse la píldora.

Los asesinos más grandes, el Norplant y el Depo-Provera son de uso más reciente. Por lo tanto añadir esas estadísticas en esos 22 o más años no sería correcto. Sin embargo, sabemos que el número de usuarios de la píldora y el DIU ha estado declinando recientemente. Por lo tanto, el total de abortos anuales debido a estos dos métodos fue mayor en el pasado.

Cálculos de los Infanticidios de Bebés Nonatos Anualmente en EE.UU.

TIPO

ESCALA BAJA

ESCALA ALTA

La píldora

588.000

14.700.000

El DIU

1.116.900

1.116.900

El Depo – Provera

1.200.000

1.800.000

El Norplant

2.250.000

2.925.000

Abortos quirúrgicos

1.500.000

1.500.00

Abortos por Prostaglandinas y Salinos

50.000

100.000

Totales

6.704.900

22.141.000

Escala baja

Control de la natalidad 78%

Quirúrgico 22%

Abortivo 78%

Escala alta

Control de la natalidad 93%

Quirúrgico 7%

Abortivo 93%

Es el momento de albergar esperanzas

No estaría bien que yo finalizara esta exposición de un modo tan deprimente. Somos el pueblo de Dios, el Autor de la Vida y la Verdad. Como líderes del movimiento provida, debemos tomar este nuevo conocimiento y en lugar de darnos por vencidos, llevarles a otros estas verdades para que llegue el mensaje a muchos más. Debemos informar a nuestras amistades y familiares que están utilizando estos métodos, confrontándoles con amor cristiano. Yo sé que esto es muy difícil, ya lo he hecho. Debemos informar a nuestros pastores. ¿ Se da cuenta Ud. de que las mujeres cristianas que están utilizando la píldora o el DIU quizás estén abortando silenciosamente y sin saberlo en los santuarios de nuestras iglesias? Una vez que estamos concientes de este hecho, ¿podemos permitir que esto continúe?

Ruego a Dios que nos de la gracia y la fortaleza para no callar. Si continuamos callando y deliberadamente ignoramos este holocausto de abortos, no tendremos autoridad moral alguna. Nosotros, la Iglesia del Dios Vivo, no seremos diferentes al resto del mundo. No tendremos la autoridad moral para decirle a la persona que no cree en Dios, que no debe practicarse un aborto.

9.1 Declaración de la Santa Sede sobre los anticonceptivos abortivos

Del 19 al 24 de Junio de 1988 se celebró en Bangkok una reunión auspiciada por la Organización Mundial de la Salud con el tema:

Etica y Valores Humanos en la Planificación Familiar:

Diálogo internacional sobre derechos y responsabilidades de personas y sociedades

La Declaración de la Santa Sede sobre los anticonceptivos abortivos en dicha reunión fue la siguiente:

"El derecho a la libertad de conciencia y el derecho a la información exigen que se informe a las personas que los usen y a las que se recomiende su uso o se les proporcione tal producto o medio, sobre los efectos abortivos primarios o secundarios de dicha sustancia o medio anticonceptivo."

"Esta seria cuestión ética se plantea cuando se puede demostrar que ciertos DIU´s, píldoras o "vacunas" empleadas por la mujer, probablemente pueden ocasionar de hecho un aborto a corto término. Las mujeres tienen derecho a saber si el uso de ciertos productos o medios les provoca abortos precoces. Asimismo los maridos tienen derecho a saber si la nueva vida humana que han generado queda destruída antes o después de la implantación. Los médicos y el personal para-médico tiene derecho a saber si son agentes directos que ocasionan abortos precoces."

"Presentar un abortivo como mero agente esterilizador es decir una mentira, por el hecho, precisamente, de que muchos usuarios o proveedores se opondrían a tomar parte de un aborto. Si ocultasen el efecto abortivo primario o secundario de un producto o medio anticonceptivo, los investigadores y promotores violarían la conciencia de las mujeres y los hombres, y también su libertad religiosa y el derecho a mantener las tradiciones de una cultura, nación o tribu. Teniendo en cuenta la producción de abortos en el sistema reproductor de la mujer, se plantea también la cuestión moral de su derecho a la fertilidad en el futuro y de su salud física y psicológica."

"La cuestión de conciencia no es una afirmación directa del Derecho a la Vida; más bien presenta el derecho de toda persona a mantener y llevar a la práctica dicho Derecho a la Vida, si así lo han decidido él o ella. La libertad de conciencia en cuanto derecho a vivir según un código ético elegido, debe ser admitida por los investigadores y promotores de abortivos. Claro está que si los abortivos van "etiquetados" correcta y sencillamente, muchas mujeres y muchos hombres, por razones éticas y sanitarias, se abstendrán de usarlos. Ello demostraría también que los abortivos no son medio socialmente eficaz de planificación familiar."

La "regulación menstrual"

Una estrategia proabortista que se está utilizando en América Latina es la eufemísticamente llamada "regulación menstrual", "aspiración ginecológica" o "extracción menstrual". Todos estos términos engañosos significan lo mismo: el uso de aparatos abortivos de succión sin confirmar el embarazo para así burlar las leyes que prohiben el aborto en los países latinoamericanos. En efecto, para poder penalizar un aborto procurado, tiene que haber una prueba del embarazo. Pero si se lleva a cabo este procedimiento sin confirmar el embarazo, entonces no hay prueba segura de que se llevó a cabo un aborto. El Manual de planificación de la familia para médicos de la IPPF ("IPPF Family Planning Handbook for Doctors) describe así este procedimiento:

"La regulación menstrual se define comúnmente como la evacuación del contenido del útero de una mujer a quien se le ha retrasado su período menstrual 14 días o menos, que antes tuvo siempre períodos regulares y que ha estado en riesgo de concebir. Puede llevarse a cabo antes de la prueba de embarazo (…) Puede usarse con distintos fines: (1) curetaje diagnóstico o terapéutico; (2) tratamiento del aborto incompleto; (3) evacuación uterina antes de ligar las trompas, cuando la ligadura se realiza en la segunda mitad del ciclo menstrual y se quiere asegurar que la mujer no quede embarazada; y (4) evacuación uterina en caso de sospecha de embarazo.

"En algunos países, la regulación menstrual ha llegado a ser muy popular y los médicos privados a veces realizan miles de estos procedimientos al año. En muchos países la regulación menstrual es legal, aún cuando el aborto terapéutico es ilegal, como sucede en bastantes países de Latinoamérica, donde para poder encausar a un abortista se requiere un resultado positivo de la prueba de embarazo."

La IPPF ha suministrado miles de equipos para llevar a cabo abortos por aspiración al vacío, con el pretexto de "recoger muestras de tejido" o "terminar abortos incompletos", pero que pueden ser igualmente utilizados para practicar abortos por succión en las primeras etapas del embarazo. De esta forma, la IPPF comenzó hace treinta años a introducir el aborto a petición en muchos países en desarrollo. El Dr. Malcolm Potts, que fue un dirigente de esta organización, reconoce que la "regulación menstrual" o "extracción menstrual" es realmente un procedimiento abortivo, y que es un método simple y conveniente para realizar abortos donde el aborto es ilegal, y que estos abortos difícilmente podrán ser enjuiciados:

"El término "regulación menstrual' cambia las reglas del juego (…) No es factible anunciar procedimientos de aborto en un periódico de Bangladesh de forma directa, pero sí lo es cuando se trata de anunciar una conferencia sobre regulación menstrual en Dacca (…) No es prudente tener un debate, ni siquiera con discreción, sobre la función del aborto en la planificación de la familia en las Filipinas; pero sí genera un enorme e inmediato interés el debate sobre la regulación menstrual (…) La regulación menstrual es el procedimiento más seguro para la terminación de un embarazo: no existen pruebas de que existió un embarazo, a menos que el tejido removido del útero sea sometido a un análisis microscópico. Este punto es de crucial importancia en países donde el aborto es ilegal".

Efectos abortivos de algunos anticonceptivos

11.1 Las píldoras anticonceptivas:

Los anticonceptivos orales o píldoras actúan impidiendo la ovulación o cambiando el moco cervical de modo tal que éste impide el paso de los espermatozoides, teniendo en ambos casos un efecto anticonceptivo. Pero además producen cambios en el endometrio uterino que impiden que el óvulo ya fecundado (o sea de una vida recién comenzada) se anide, siendo este efecto abortivo.

La concepción o fecundación se produce en el instante mismo en que el espermatozoide penetra el óvulo, a partir del cual no cabe duda alguna de que existe una nueva vida humana.

11.2 Los dispositivos intrauterinos (DIUs):

Los DIUs, tales como el ASA, la T de cobre y el Anillo, son artefactos de diferentes materiales que se introducen en el útero para evitar la procreación. Actúan química y mecánicamente, impidiendo a veces la anidación del óvulo ya fecundado en el útero, lo cual es un efecto abortivo.

Este efecto es producido de varias maneras. Los DIUs aceleran el transporte del óvulo fecundado a través de la trompa, por lo que al llegar al útero éste no está capacitado para recibirlo y lo aborta. También producen destrucción por lisis del blastocisto (el ser humano en sus primeras etapas de desarrollo); desplazan mecánicamente del endometrio (la capa que recubre internamente al útero) al blastocisto ya implantado en él; impiden la implantación debido a la respuesta inflamatoria al cuerpo extraño que se produce en el endometrio; y alteran el proceso de maduración y proliferación del endometrio afectando la implantación.

El DIU es un pequeño lazo de metal o de plástico que se inserta en el útero de la mujer. El mecanismo de acción es generalmente presentado como "desconocido". Esta es una concepción amplia y engañosa que es comúnmente utilizada para esconder su probable efecto abortivo.

El indicador clave de que el modo primario de acción del DIU es su efecto abortivo, el cual evita la implantación del óvulo fertilizado, es la tasa de embarazo. El hecho de que el embarazo ocurre con una tasa esperada de 8 (espiral de cobre) a 20 (impregnado con progesterona) veces más alta que con las píldoras contraceptivas orales1 combinadas, indica que la ovulación y la fecundación están ocurriendo frecuentemente.

El índice típico de embarazo con DIU es del 16% (16 de cada 100 mujeres que usan este método durante un año quedarán embarazadas). El índice de embarazo ectópico es 10 veces mayor que en la población normal.

En orden de distanciar, confundir o encubrir aún más la realidad del modo de acción de estos productos, se declara que el cobre mezclado o incluido en estos productos es 100% efectivo en evitar la concepción, punto crucial para mantener la creencia de que la concepción nunca tiene lugar. Como puede verse fácilmente, dado que las verdaderas tasas de embarazo son más altas de lo que se esperaba, esta es una propuesta ridícula. Una explicación mucho más probable es que el cobre interfiere realmente con algún proceso enzimático y/o la implantación de embriones de 5 a 14 días de edad gestacional.

Otro claro indicador de que el mecanismo de acción que se alega impide la concepción no es primario o siquiera realista, es el hecho de que el DIU sin contenido de cobre u hormona puede prevenir el embarazo por sí mismo. Otra área a prestar atención para demostrar el efecto abortivo del DIU es el hecho de que es usado como contraceptivo de emergencia o contracepción post coital, al ser insertado varios días después de la relación. La concepción podría ya haber ocurrido y la forma más probable de acción sería la irritación del endometrio a fin de prevenir la implantación.

Se dice asimismo que, dado que la HCG (gonadotrofina coriónica humana) no se eleva en la mujer que utiliza el DIU, el embarazo no ocurre. La HCG sólo comienza a mostrar aumentos sustanciales en el suero de la mujer tres días después de ocurrida la implantación. Por lo tanto, si un DIU afecta la implantación, no habría elevación de HCG salvo que el humano recién concebido supere los efectos del DIU sobre el endometrio y aún así, sobreviva.

En los humanos, el ión cobre liberado desde un DIU de cobre, aumenta la reacción inflamatoria y alcanza concentraciones en los fluidos luminales del tracto genital, que son tóxicos para los espermatozoides y los embriones. En mujeres usuarias del DIU, todo el tracto genital se muestra afectado, al menos parcialmente, por la transmisión luminal de los fluidos acumulados en el ambiente uterino. Esto afecta la función o viabilidad de las gametas, disminuye la tasa de fertilización y mengua las chances de supervivencia de algún embrión que pueda haberse formado, aún antes de alcanzar el útero.

El efecto del DIU a nivel uterino es su acción de destrucción del blastocisto previo a su implantación. Además, si la implantación ocurre, puede uno esperar una mayor incidencia de abortos espontáneos en estos embarazos.

Es importante que la mujer tenga esta información y que pueda tomar una decisión moral y ética apropiada. Muy a menudo ella recibe de su médico la información de que el mecanismo de acción del DIU es desconocido. Para el médico, ya no es adecuado decirle a sus pacientes lo mismo.

En 1960, el mecanismo no era claro, pero con el avance del conocimiento esta acción ha sido más claramente elucidada. Los médicos tienen la responsabilidad ética de informar a sus pacientes sobre la acción abortiva del DIU.6

11.3 Los implantes e inyectables:

Los implantes, como el Norplant, y los inyectables, como la Depo-Provera tienen el mismo mecanismo de acción abortiva que la píldora. Tanto el uno como el otro tienen sólo progestágenos.

En las Filipinas donde el aborto es ilegal, la compañía farmacéutica internacional Upjohn estaba fabricando la Depo-Provera y comercializándola como si fuera un anticonceptivo, cuando en realidad es abortiva.

11.4 La píldora RU 486:

Véase: Los diferentes métodos de aborto Métodos químicos.

11.5 "Anticoncepción de emergencia" o "anticonceptivos post-coito":

Los "anticonceptivos post-coito" constituyen una forma de "evitar" la procreación basada en la falsa teoría de que el embarazo comienza con la implantación del óvulo ya fecundado (o sea, de la nueva vida humana) en el útero, en vez de la fecundación. Basándose en este idea errónea se les dan el nombre de "anticonceptivos post-coito" o "anticoncepción de emergencia", cuando en realidad se trata de un aborto.

Para lograr ese objetivo utilizan diferentes métodos, tales como el dispositivo intrauterino (DIU) y ciertas dosis de la píldora abortiva RU 486 y de la misma píldora anticonceptiva durante cierto tiempo después del acto sexual.

En todos estos métodos lo que se busca es evitar la implantación del óvulo ya fecundado, por lo que son métodos abortivos.

Consecuencias del aborto y efectos

  • Complicaciones del aborto.

Entre las complicaciones, que ameriten el ingresar al hospital se encuentra la infección y hemorragia, que obliguen en ocasiones a tratamientos radicales como la histerectomía aún en mujeres muy jóvenes.

En cuanto a las complicaciones a largo plazo, los resultados de múltiples estudios efectuados son contradictorios y gran parte de ellos tienen inconsistencias metodológicas. Algunos sugieren que pueden afectar embarazos posteriores aumentando el riesgo de permutares, embarazo eptopico, aborto espontaneo o bajo peso del niño al nace, especialmente en los casos de aborto repetido, o cuando bien, sean usado técnicas que han lesionado el Cérvix. De cualquier manera lo mismo que para el estudio de otros peligros potenciales del aborto, las complicaciones a largo plazo son mas graves cuando se trata de aborto ilegalmente intuidos, y estos no es causal: en la mayoría de los casos se debe a los condiciones e que se realizan las intervenciones: personal no capacitado, escasas o nulas medidas de higiene utilización de material o instrumental improvisado o inadecuado intervenciones mal practicadas, des protección y abandono a su muerte en caso de complicaciones.

La consecuencia mas grave es la muerte de la mujer y esta situación es particularmente complicada cuando esa mujer tiene otros hijos. La complicación frecuente es la infección, la que comúnmente se limita a la matriz aunque pueden extenderse llegando a producir incluso peritonitis.

Por otra parte, no es rara la perforación accidental de las paredes de la matriz durante la dilatación y el legrado, pudiendo el desgarro llegar a afectar vejiga o intestino.

En caso del aborto en las adolescentes es particularmente complicado sobre todo el caso de aquellos precarios recursos económicos y que lo practican a escondidas de sus familiares con o sin el apoyo de su pareja, aborto que será realizado por personas no capacitadas médicamente, pero constituyen para ellas la única opción debido al costo económico de la intervención, por lo que cientos de mujeres recurren a el y muchas mueren por ser atendidas en condiciones de insalubridad e inclanstinidad.

  • Consecuencias físicas y psicológicas en general.

El aborto, legal o ilegal también daña física y psicológicamente a la mujer y hasta puede acarrear la muerte. La propaganda pro – abortista continuamente proclama la mentira de que el aborto legal es médicamente "seguro", y de que es necesario legalizarlo o despenalizarlo debido a la gran cantidad de muertes maternas causadas por el aborto ilegal. Esta estrategia para legalizar el aborto se llama engañosamente "maternidad sin riesgos".

12.1.2 Complicaciones del método de succión o aspiración

Infección, trauma del cérvix, peritonitis, endometritis, laceración del útero, trauma renal, inflamación de la pelvis, embolismo, trombosis, esterilidad, etc.

Consecuencias del aborto para la mujer

Antes de que tomes la decisión….

12.1.3 Complicaciones del método de dilatación y curetaje (D y C)

El método de dilatación y curetaje (D y C) tiene los mismos riesgos para la mujer que el de succión o aspiración, además de los siguientes: perforación uterina, hemorragia, infección del tracto genital, laceración intestinal, absceso pélvico y tromboembolismo.

12.1.4 Complicaciones del método de dilatación y evacuación (D y E)

El método de dilatación y evacuación (D y E) tiene los mismos riesgos para la mujer que el del método de dilatación y curetaje (D y C), apenas mencionado, además de los siguientes: infección pélvica, renal, del cérvix y peritoneal. También puede causar que la mujer tenga en futuros embarazos implantación ectópica, bebés de bajo peso o que nacen muertos, malformaciones congénitas, etc.

12.1.5 Complicaciones del método de inyección salina

Ruptura del útero, embolismo pulmonar, otros peligrosos coágulos intravasculares, etc.

12.1.6 Complicaciones del uso de las prostaglandinas

Ruptura del útero, sepsis, hemorragias, paro cardíaco, vómito y aspiración de éste, embolia cerebral y fallo renal agudo.

12.2 Conexión entre el aborto y el cáncer de la mama

El cáncer de la mama ha alcanzado proporciones alarmantes en EE.UU. En 1973, cuando se legalizó el aborto en todo el país, alrededor de 85 mujeres de cada 100,000 sufrían esta terrible enfermedad. Para 1983 la proporción había aumentado a 95 de cada 100,000. Hoy en día es más de 110 de cada 100,000. Cada año alrededor de 182,000 mujeres reciben este temible diagnóstico. Este tipo de cáncer también está aumentando en el mundo entero.

Los científicos han podido identificar muchos de los factores de riesgo asociados con el aumento del cáncer del seno, tales como el tipo de alimentos que se consume y los desórdenes genéticos. Pero el 60% de dicho aumento había sido, hasta hace poco, un misterio para los investigadores. Sin embargo, estudiosrecientes de gran reputación han encontrado una tasa más elevada de este tipo de cáncer entre las mujeres que han abortado su primer bebé durante el primer trimestre. Joel Brind, Ph.D. ha señalado que no se trata de una mera conexión estadística, sino que se apoya en datos biológicos y endocrinológicos. (The Catholic World Report, marzo, 1991; Sisterlife, primavera, 1994; Judie Brown, Communiqué, noviembre 12, 1993.)

12.3 El Síndrome de Asherman

Durante mucho tiempo se han pasado por alto los efectos o complicaciones que el aborto causa en la salud femenina. Sin embargo, este tema actualmente se está planteando más seriamente.

Una complicación del aborto es el Síndrome de Asherman. Este síndrome se reconoce por la aparición de adherencias de tejido dentro del útero, que producen síntomas clínicos tales como anormalidades menstruales, infertilidad y abortos espontáneos frecuentes.

Una de las principales causas del Síndrome de Asherman es el aborto de dilatación y curetage (comúnmente conocido como D&C). La incidencia del Síndrome de Asherman debido al D&C se hace más pronunciada si existe una infección o ésta se desarrolla después de la operación.

Aunque no se conoce totalmente cómo el Síndrome de Asherman afecta la fertilidad, algunas explicaciones indican lo siguiente: las adherencias del tejido impiden que el embrión se implante en la pared uterina, lo cual trae como consecuencia que la implantación se realize en el cuello uterino o en las trompas de Falopio (embarazo ectópico) y/o que ocurra un aborto espontáneo.

Existe evidencia de que los embarazos ectópicos pueden estar relacionados con los abortos inducidos, con el Síndrome de Asherman o con el tratamiento de este último a través del dispositivo intrauterino. Obsérvese que el tratamiento final de los embarazos ectópicos es usualmente una histerectomía total (extirpación del útero). Así, un aborto inducido por D&C puede traer a largo plazo una complicación como el Síndrome de Asherman, teniendo como consequencia un embarazo ectópico y finalmente una histerectomía total con la consiguiente pérdida de la fertilidad.

Por lo tanto, al menos una posible complicación para una mujer que se practique un aborto inducido a través del método del D&C es el Síndrome de Asherman, el cual puede llevar a la infertilidad. (Es importante resaltar también que el D&C es una de las técnicas de aborto legal mayormente usadas.)

Esta información debe ser añadida al debate en torno al aborto. Las mujeres que están pensando practicarse un aborto deben ser informadas de las posibles complicaciones del Síndrome de Asherman y de sus efectos de infertilidad.

12.3.1 Testimonios de ex empleadas de clínicas de abortos en EE.UU.:

Judith Fetrow: "La complicación más horrible que presencié fue la de una mujer que dejó de respirar durante el aborto. El Dr. Michael Sussman salió del salón cuando acabó. A pesar de que le dije que la clienta no respiraba, me dejó sola con ella. Cuando regresó el médico, ni siquiera siguió el procedimiento indicado para esa situación. Fue un milagro que la mujer no muriera.

"Empecé a preguntarme si de veras estábamos cuidando a esas mujeres o si sólo estábamos trabajando en un negocio más, sólo por interés."

12.4 Consecuencias del aborto para el hombre

12.4.1 Impacto en el hombre de las leyes proabortistas de EE.UU.

El debate sobre el aborto se ha enfocado casi exclusivamente desde la perspectiva de las mujeres, haciendo caso omiso de los hombres. En un momento en que los hombres se comprometen cada vez más en la crianza de sus hijos, la ley en los Estados Unidos les niega sistemáticamente el derecho a estar implicados en decisiones de vida o muerte que afectan a sus hijos aún no nacidos.

Esta impotencia tiene su efecto no sólo en la imagen que el varón tiene de sí mismo, sino que también puede causar conflictos de funciones, culpabilidad, depresión y, con frecuencia, el final de la relación con su cónyuge.

Se ha defendido el aborto como un sencillo procedimiento quirúrgico que produce poco o ningún impacto psicológico tanto en la mujer como en el hombre. En realidad, la mayoría de los hombres, lo mismo que las mujeres, niegan cualquier consecuencia emocional negativa del aborto. Sin embargo, cuando los hombres deciden reconocer sus sentimientos, describen con frecuencia la experiencia del aborto como desconcertante y dolorosa. Un estudio arrojó que tres de cada cuatro varones dijeron que pasaron por un momento difícil con la experiencia del aborto y una minoría relató sueños continuos de día y de noche sobre el niño que nunca nació, así como culpabilidad, remordimiento y tristeza considerables.

Lo mismo para los hombres que para las mujeres, la sensación de vacío puede durar toda una vida, puesto que los padres son padres para siempre, incluso del niño muerto. El problema emocional es casi imposible de resolver porque no es perceptible, sólo se trata de un recuerdo. Como al niño no nacido le fue negada la humanidad, le es negada también una sepultura o una señal.

En la decisión del aborto, con demasiada frecuencia el cometido del varón es marginal y pasivo. Puede que sea pasado por alto por su mujer, ignorado en la clínica abortista y desamparado en el acto y las secuelas del propio aborto. Este conflicto de funciones bien puede ser responsable parcialmente del aumento en la disfunción sexual masculina. La experiencia clínica demuestra que los hombres se vuelven hostiles cuando han sido excluídos de la toma de decisiones y cuando descubren que han sido engañados y manipulados.

Convertirse en padre es, por supuesto, mucho más complejo que el contacto sexual y la concepción. Es un proceso que incluye el desarrollo de ciertas cualidades, objetivos, actitudes, etc. Para los hombres lo mismo que para las mujeres, el aborto detiene bruscamente este proceso y crea un vacío en el que abundan la confusión, la ambivalencia, la culpabilidad y la hostilidad.

En ninguna parte se siente más dolorosamente la experiencia del aborto que en el campo de la expectativa del padre, responsable y protector de sus seres queridos. Los resultados de una encuesta nacional indican que tres de cada cuatro personas que respondieron creen aún que el hombre ideal es aquel que lucha para proteger a su familia. Sin embargo, ¿cómo podrá un hombre proteger a su hijo cuando la ley no le permite involucrarse en una decisión de vida o muerte?

Realmente, con el aborto se ha comprobado la doble escala de valores para los hombres y las mujeres. Mientras está garantizado el (falso) "derecho" a abdicar de la futura maternidad, no lo está el derecho del padre a proteger su futura paternidad. Cuando las mujeres escogen el aborto, aún por encima de los deseos del varón, se habla de la proclamación de los "derechos" de las mujeres, de la libertad, de la opresión masculina, etc. Pero cuando los hombres fomentan el aborto para sus parejas, está tipificado (y con toda razón) como coacción, falta de afecto, insensibilidad y egoísmo.

Por otra parte, el renunciar a la responsabilidad encaja bien en el pensamiento abortista. Para los hombres que no se interesan en las mujeres que dejan embarazadas, el aborto es un elegante sistema de abdicación de su responsabilidad.

Sin embargo, una vez que ha tenido lugar el aborto, los varones pueden requerir tanta ayuda emocional como las mujeres. Para cualquiera de los dos sexos, la pérdida de un hijo no es una pérdida como otra cualquiera. La culpa y la pena pueden ser persistentes, y no pueden quitarse a base de fuerza de voluntad.

Uno de los mejores remedios para disminuir la culpabilidad es la revelación de uno mismo. Hablar de los viejos asuntos inacabados ayuda a disipar la culpabilidad y con ello se consiguen pequeños milagros.

La reconciliación con la muerte del hijo aún no nacido implica finalmente el acto del perdón. El perdón por el aborto cometido surge tras estar dispuesto a reconocer su verdad y a expresarla.

En el problema del aborto, tanto investigadores, como consejeros y mujeres no han caído en la cuenta de las consecuencias trágicas que resultan para los padres. Los hombres también son víctimas del aborto junto con las mujeres y los niños aún no nacidos. Con frecuencia sufren en silencio, desconcertados y frustrados. La solución no vendrá hasta que impere el amor, se garantice una auténtica igualdad de los sexos y se reconozca que el aborto nunca es la solución.

12.5 Testimonio de un psiquiatra

Existe extensa documentación sobre la forma en que el aborto afecta a la madre del niño, pero dicha literatura habla únicamente de los problemas de la mujer. Al padre de la criatura se le ignora en lo que respecta a la medicina, a la ley y a la psicología. Sobre este punto me voy a dirigir aquí.

En nuestra sociedad se espera que los hombres sean agresivos, dominantes, que tengan éxito y que sean responsables. La experiencia del aborto crea mucha confusión en estos roles tradicionales. El hombre, a raíz del aborto, no puede desenvolverse como se esperaba de él, causándole ansiedad, tensión y problemas emocionales. En una sociedad en la cual no sólo se acepta el papel activo del padre, sino que se exije más cada día de él, es una ironía que al hombre se le deje sin poder alguno para decidir el destino de su hijo por nacer.

Según el Dr. Vincent Rue, especialista en sexualidad humana y síndrome post aborto, los efectos más devastadores del aborto son los que se relacionan con el papel del hombre como protector de su familia. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha declarado que el padre tiene derechos limitados y que el esposo no tiene el derecho a impedir el aborto, por lo que el hombre… se convierte en una criatura pasiva, indefensa y dependiente; se le destruye casi totalmente su propia autoestima. Me contó un padre: "Jamás podré sobreponerme al dolor que siento, no pude salvar a mi hijo".

Harnold Medvene, psicólogo del Centro de Consejería de la Universidad de Maryland declaró: "El aborto es una de las principales experiencias que atraviesa el hombre, que están relacionadas con la muerte y que despiertan memorias y sentimientos muy primitivos". Un hombre entrevistado por Medvene declaró que "el aborto es una herida que no se puede ver ni palpar, pero existe".

El hombre sufre un cambio desde el primer momento en que se entera de que su esposa está embarazada; aunque no se de cuenta de ello, conscientemente o no, ha asumido ya en ese momento el papel de padre. Un estudio llevado a cabo por Shostak y MacLouth reveló que la imagen de la "paternidad" permanece en la mente del hombre siempre, y que persiste aún después del aborto en sus pensamientos sobre cómo habría sido el bebé. Esté o no de acuerdo el padre en que se realice el aborto, aunque opine que el feto es un ser humano o por el contrario "un puñado de tejidos" (como falsamente opinan muchos), sabe que el aborto impide que continúe desarrollándose una vida, y que pone fin a un proceso que si no se hubiera interrumpido, hubiera culminado en un niño: su hijo.

Los efectos psicológicos producidos por el aborto están muy relacionados con los roles tradicionales del hombre, de los cuales hablé anteriormente, a veces hasta los determinan. Se supone que el hombre debe no sólo proteger a sus seres queridos, sino que les debe proveer apoyo emocional. Muchas veces los hombres sacrifican sus propias opiniones y emociones para apoyar a la mujer que aman en el momento en que ella lo necesita. Comúnmente la decisión de abortar es un secreto que no se habla con otros, ni siquiera la pareja habla de él. Esta incapacidad del hombre de poder expresar sus verdaderos sentimientos a la madre de su hijo, a su familia o a sus amigos, puede traer profundos problemas psicológicos.

Muchos hombres han manifestado sentimientos de depresión, frustración, vacío y culpabilidad. Toda esta tensión daña la relación. Otros interpretan la decisión de la mujer de abortar como un rechazo de ellos mismos, y de la innegable manifestación física de sus relaciones, que es su hijo por nacer. Estos sentimientos de rechazo resultan en un mayor número de problemas sexuales, que van desde la impotencia hasta la promiscuidad. Muchas veces la culpa o la ansiedad y el remordimiento son tan dolorosos, que la única solución parece ser terminar con la relación. Recuerdo el caso de una pareja que tuvo relaciones sexuales antes de casarse, las cuales resultaron en un embarazo. La mujer convenció al hombre de que la solución más conveniente era el aborto. Él estaba muy opuesto, pero ella lo convenció y él aceptó. Más tarde se casaron y tuvieron dos hijos, pero la mujer afirma que su esposo ya no es el mismo, es indiferente a las relaciones sexuales, verbalmente abusivo con ella y físicamente abusivo con sus hijos. El se niega a recibir terapia y están pensando en divorciarse.

Al igual que el bebé por nacer, el hombre es también víctima silente del aborto. Una vez realizado el aborto, la intervención terapeútica es vital. Es recomendable sacar a la superficie las emociones negativas y las ansiedades, hablando sobre ellas. El reconocimiento de la culpa y de la ira es un paso necesario en el doloroso proceso que finalmente resultará en el auto perdón.

12.6 Consecuencias del aborto para el matrimonio y la familia

12.6.1. Efectos del aborto en la relación entre el hombre y la mujer

Es lógico que los efectos negativos del aborto en la mujer afecten también la relación con su esposo o "amigo". Precisamente entre los efectos negativos emocionales del aborto en la mujer están la aversión hacia su esposo o "amigo", una disarmonía general en sus relaciones interpersonales. De hecho, ciertos estudios muestran que hasta un 70% de las parejas se separan en el término de un año después de haber ocurrido el aborto.

Las leyes en los Estados Unidos, le permiten a la mujer recurrir al aborto sin el consentimiento de su esposo. Es insólito que el propio padre no pueda ni siquiera tener la posibilidad, por medio de la persuasión, de impedir la matanza del hijo que su esposa lleva dentro. Esto obviamente tiene que afectar la relación marido-mujer, pues se trata de una de las áreas principales del matrimonio: traer hijos al seno de una familia.

Tristemente, sin embargo, en muchos casos, por no decir la mayoría, es el marido o "amigo" quien empuja a la mujer hacia el aborto, negándole todo tipo de apoyo o aún amenazándola con el abandono si no se lo practica. Todo esto va no sólo en detrimento de la mujer, sino de la misma institución del matrimonio y la familia. El aborto facilita el machismo y la explotación de la mujer por parte del hombre, pues le hace más fácil ser irresponsable y la convierte a ésta en un objeto sexual.

12.6.2. Efectos del aborto en los demás hijos

El aborto también repercute en los otros hijos que ya se tienen o que nacen después, ya que otro de los efectos emocionales negativos del mismo en la mujer es precisamente la frustración de su instinto maternal. Y así se dan casos de superprotección por parte de la madre que ha abortado hacia los hijos que posteriormente llega a tener, a quienes ella causa daños emocionales.

Otro triste aunque interesante dato es que el maltrato infantil ha aumentado en los Estados Unidos en un 500% después de la legalización del aborto.

12.6.3 Efectos físicos:

Esterilidad.

Abortos espontáneos.

Embarazos ectópicos.

Nacimientos de niños muertos.

Trastornos menstruales.

Hemorragia.

Infecciones.

Shock.

Coma.

Utero perforado.

Peritonitis.

Coágulos de sangre pasajeros.

Fiebre /Sudores fríos.

Intenso dolor.

Perdida de otros órganos.

"Mi médico no me contó que podría tener una abundante hemorragia y una infección que me podría durar semanas, como así fue. Tampoco me dijo nada sobre la posibilidad de que me extirpasen el útero (histerectomía), tal como me hicieron ocho meses más tarde", dijo una de las víctimas del aborto.

Llanto/ Suspiros.

Insomnio.

Perdida de apetito.

Perdida de peso.

Agotamiento.

Tragar constantemente.

Nerviosismo.

Disminución de la capacidad de trabajo.

Vómitos.

Trastornos gastrointestinales.

Frigidez.

Muerte.

12.6.4 Efectos psicológicos:

Culpabilidad.

Impulsos suicidas.

Sensación de perdida.

Insatisfacción.

Sentimiento de luto.

Pesar y remordimiento.

Retraimiento.

Perdida de confianza en la capacidad de toma de decisiones.

Inferior autoestima.

Preocupación por la muerte.

Hostilidad.

Conducta autodestructiva.

Ira/ Rabia.

Desesperación.

Desvalimiento.

Deseo de recordar la fecha de la muerte.

Preocupación con la fecha en que "debería" nacer o el mes del nacimiento.

"Nadie me dijo nunca que viviría con esta decisión durante el resto de mi vida. Han pasado varios años pero mi pena continua."

Intenso interés en los bebés.

Instintos maternales frustrados.

Odio a todos los relacionados con el aborto.

Deseo de acabar la relación con su pareja.

Pérdida de interés en el sexo.

Incapacidad de perdonarse a si misma.

Sentimiento de deshumanización.

Pesadillas.

Ataques / Temblores.

Frustración.

Sentimientos de ser explotada.

Abuso de los niños.

¡He aquí los hechos!

Cada año, más de un millón y medio de mujeres se practican abortos. Eso significa que más de 4.000 niños aún no nacidos son matados legalmente cada día. Para muchos, el aborto parece ser la decisión correcta en el momento. Pero a estas mujeres casi nunca se les cuentan los posibles efectos físicos y psicológicos que pueden arrastrar como secuela para el resto de sus vidas.

"El tormento mental que sentiría al saber que había matado a mi bebé… ojalá alguién me lo hubiera advertido", declaró una mujer que abortó.

WEBA, Women Exploited by Abortion -Mujeres Explotadas por el Aborto-, es una organización nacional no lucrativa de mujeres que han tenido abortos. Las miembros de WEBA ahora se dan cuenta de lo equivocadas que fueron sus decisiones. WEBA se esfuerza por conseguir educar a las mujeres sobre el aborto y sus efectos nocivos y permanentes.

  • efectos psicosociales.

Los efectos psicológicos y sociales del aborto deberán ser analizados y reflexionados a partir de las condiciones individuales y familiares que se genera éste.

Para la mayoría de las mujeres, es suficiente confirmar un embarazo no deseado para enfrentar una mezcla de sentimientos contradictorios, entre los cuales se encuentran la posibilidad del aborto; decisión difícil y dolorosa.

El caso de las mujeres adolescentes no es diferente pero, además queda condicionado a la reacción de la familia, a la situación económica de esta, sobre todo cuando la pareja elude la responsabilidad que le corresponde.

A este respecto hay que señalar la angustia que experimenta una adolescente que se descubre embarazada, cuando tiene que confiar su estado a una familia excesivamente rígida: los sentimientos de miedo y desesperación la llevan muchas veces a enfrentar sola esta experiencia cuando, además, no cuenta con el apoyo económico para pagar la intervención.

Por el contrario, cuando existe una relación de confianza, la ayuda que aportan los padres en tales circunstancias contribuye a allanar muchas dificultades, y a apaciguar las emociones de pánico y culpabilidad en la que la adolescente se ve sumergida.

Pudiera pensarse que esta decisión se toma ante la opción de poner fin a un embarazo no deseado que, de otra manera, llevaría a la adolescente a ser madre soltera con todas las situaciones que este hecho genera y en las cuales se verá implicada la familia.

El sentimiento de soledad y frustración embargada, tiene su origen en el deseo que experimenta por la maternidad a la que renuncia, y por no haber sido apoyada por su pareja, incluso por querer mantener apariencias de importancia social.

Para la mayoría de las mujeres la terminación de un embarazo no deseado es un alivio, sobre todo si se considera haber tomado la decisión correcta; sin embargo, este sentimiento de alivio puede mezclarse después con sentimientos de culpa, y resulta fácil, las cargas de culpa que soportan solas, ya que nuestra sociedad censura a la mujer que se embaraza pero no al hombre que la embarazó; de él no se habla en ningún foro donde se dabate este tema a pesar de estar profundamente involucrado.

La mayor parte de los datos de que se dispone avala la posición de que el aborto, en la mujer adolescente, tiene menos consecuencias emocionales y sociales de vasto alcance que la maternidad en las adolescentes, en particular si estas conservan sus niños.

Para la mayoría de las mujeres, los beneficios emocionales del aborto son mayores que los riesgos psicológicos que comportan, desde luego dependiendo de las circunstancias particulares de cada caso. La decisión de poner fin a un embarazo no deseado constituye, en muchos casos, una manera saludable de afrontar la realidad, una experiencia hacia la madurez que culmina en una sensación de alivio, son todos los sentimientos pasajeros de culpa, tristeza y pérdida que son comunes a las mujeres que han sufrido un aborto.

No obstante, ninguna mujer desearía abortar ni en el peor de los casos, y quienes tienen que afrontar está difícil decisión quisieran no haber tenido que hacerlo.

El aborto presenta un problema social de grandes magnitudes, al poner de manifiesto las desigualdades sociales en las cuales de dan en nuestro país.

Consecuencias sociales, legales y políticas

1. Introducción

Quizás ya sabemos algo sobre la triste realidad del aborto a través de películas, literatura, charlas, etc. Tal vez conocemos sus repercusiones sobre la mujer y su familia, pero necesitamos darnos cuenta de las consecuencias que tiene sobre la vida familiar, social y política de las naciones y del mundo. La legalización del aborto engendra una mentalidad antivida que, como una espiral de muerte, se agranda cada vez más abarcando otros sectores de la vida humana, introduciéndose en el sistema legal y político de una nación y alterando el concepto de la vida humana de sus gobernantes. Esto es lo que precisamente ha ocurrido en los Estados Unidos al legalizarse el aborto. Y esto es lo que puede ocurrir en cualquier país que cometa el error de los Estados Unidos, de legalizar o despenalizar el aborto.

13.1 Repercusión de la ley del aborto de EE.UU.

Es importante entender bien qué dijo el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en su fallo "Roe v. Wade" que legalizó el aborto a petición en todo el país en 1973. "La decisión del Tribunal no se basó en el argumento de que el niño no nacido no era un ser humano en el sentido 'biológico' del término. El Tribunal, como admitió, estaba completamente consciente de los hechos bien conocidos del desarrollo del feto. El fallo del Tribunal se basó más bien en un criterio de 'calidad de vida'. Es decir, el niño no nacido no es una persona en un sentido 'significativo' o 'pleno', dijeron los jueces. Más aún, el Tribunal no concluyó que el estatus legal de la persona comenzaba con el nacimiento, dijo solamente que no comenzaba antes de ese momento. La distinción es muy importante, porque semejante definición, tan vaga e imprecisa por parte del Tribunal, representa un precedente constitucional para deshumanizar otros segmentos de la humanidad, definiendo sus vidas como carentes de significado o incompletas".

Como a continuación veremos, esto es lo que de hecho está ocurriendo. Es decir, la legalización del aborto ha engendrado una mentalidad de desprecio por la vida, más allá del seno materno. En efecto, el aborto ha traído el infanticidio, la eutanasia y otros ataques contra la vida y la familia.

13.2 La legalización del aborto y la manipulación de fetos abortados en EE.UU.

El 22 de enero de 1993, precisamente en el XX aniversario de la legalización del aborto a petición en todos los Estados Unidos, el Presidente Clinton inauguró su gobierno derogando con cinco plumazos ciertas políticas provida de las presidencias anteriores, las cuales afectan no sólo a los Estados Unidos, sino a otros países también (véase más abajo). Entre los cinco decretos proabortistas que firmó el nuevo presidente está la eliminación de la prohibición, establecida en 1988, de usar fondos federales (es decir, dinero de los impuestos) para la investigación sobre el uso de tejidos y órganos de bebés abortados.

El Dr. Bernard Nathason, ex abortista, ha demostrado de forma definitiva que el usar a los bebés por nacer como piezas de repuesto para supuestamente curar ciertas enfermedades, no sólo es inmoral e irrealista desde el punto de vista médico, sino que además aumentará considerablemente el número de abortos en los Estados Unidos y en el mundo entero. Los investigadores carniceros irán a otros países en busca del tejido fetal que necesitan.

13.3 El aborto y la reproducción artificial

Uno de los científicos que desarrolló la fertilización in vitro (FIVET) ha reconocido que él jamás hubiera podido realizar esta técnica si el aborto no estuviera legalizado en su país. Esto ocurrió en Inglaterra, pero en los Estados Unidos ya hay cientos de clínicas de FIVET operando, y en Latinoamérica han comenzado a proliferar. La FIVET tiene una efectividad muy variable de sólo 0 a 40%, cuando se utiliza más de un embrión. O sea, que la pérdida de embriones sobrantes o que no llegan a implantarse es enorme.

13.4 El aborto y el aumento del infanticidio en EE.UU.

En los años 60 y 70, personalidades famosas de los campos científico y legal de los Estados Unidos, especulaban sobre la posibilidad de legalmente retrasar el estatus de persona varios días más allá del nacimiento, ya que algunas anormalidades fetales no se detectaban sino hasta después de nacer el bebé y así los padres que lo desearan podrían deshacerse de él o ella, si antes no habían recurrido al aborto.

La cuestión no se ha quedado a nivel de la especulación, sino que ha pasado a la práctica. En Bloomington, Indiana, en 1982, ocurrió el caso de un niño que nació con mongolismo, al cual el hospital lo dejó morir de hambre a petición de sus padres y a pesar de que varias parejas se ofrecieron para adoptarlo.

Probablemente ha habido más casos como éste, pues en esa misma década de los 80 la cadena de televisión CNN produjo tres programas acerca de bebés nacidos con graves defectos que fueron abandonados a su suerte, sin atención médica especial, por parte de un hospital en Oklahoma.

En 1992 en Ft. Lauderdale, Estado de la Florida, se dió el caso de Baby Theresa, una bebé que nació anencefálica y a quien se le querían extirpar los órganos antes de morir, para supuestamente utilizarlos en otros bebés, pero causándole la muerte en el proceso. Afortunadamente, los jueces no permitieron que esto ocurriera y la niña murió después a consecuencias de su condición.

13.5 Conexión entre el aborto y la eutanasia en EE.UU.

Los proponentes del crimen de la eutanasia, falsamente llamada "matar por piedad", también han presentado proyectos de ley en los Estados Unidos de "ayuda para morir" o de "suicidio asistido" para pacientes terminales que así lo deseen. Es alarmante saber que, después de varios intentos infructuosos, los promotores del suicidio asistido por médicos lograron que en 1996 dos tribunales de apelaciones derogaran leyes que prohibían este crimen. Uno de los tribunales se encuentra en el Estado de California y el otro en el de Nueva York, pero cada uno tiene jurisdicción sobre varios otros Estados también. Es de suma importancia indicar que las decisiones de estos tribunales muestran la conexión entre el aborto y la eutanasia, al intentar "justificar" ambos crímenes bajo un falso y exagerado entendimiento de la "libertad individual".

13.6 Consecuencias del aborto en el sistema legal de EE.UU.

Poco tiempo después de asumir la presidencia de los Estados Unidos en 1993, el Presidente Clinton nombró a la Juez Ruth Bader Ginsburg para el puesto que quedó vacante en el Tribunal Supremo de ese país. Ginsburg, quien, además de ser proabortista, ha propuesto, entre otras cosas, el reducir a 12 años la edad del consentimiento a las relaciones sexuales y legalizar la prostitución. Es importante señalar que en los Estados Unidos los jueces del Tribunal Supremo son elegidos de por vida por el presidente, de manera que esta elección de Clinton traerá repercusiones en contra de la vida aún después que éste abandone la presidencia.

13.7 El Presidente Clinton promueve el aborto en otros países

El 22 de enero de 1993, precisamente en el XX aniversario de la legalización del aborto a petición en todos los Estados Unidos, el Presidente Clinton, pocos días de apenas inaugurado su primer período presidencial, derogó varias políticas provida de las presidencias anteriores. Entre las políticas que el nuevo presidente derogó estaba la "Política de Ciudad México" de 1984, la cual le prohibía al gobierno de los Estados Unidos suministrar fondos federales a organizaciones, como la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP o UNFPA), que promueven el aborto en otros países. Esta decisión del Presidente Clinton está teniendo repercusiones muy graves para la vida humana inocente en otros países, y en particular en la América Latina, en lo que al aborto se refiere.

13.8 EE.UU. exporta el aborto para el control demográfico

El Representante de los Estados Unidos ante el Segundo Comité Preparatorio para la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en El Cairo en 1994, el Sr. Timothy E. Wirth, declaró en la Reunión Preparatoria del 11 de mayo de 1993, que el Presidente Clinton "está profundamente comprometido con colocar el asunto de la población [control demográfico], al frente de las prioridades internacionales de los Estados Unidos…. Desde que asumió la presidencia, el Presidente Clinton ha tomado medidas para revitalizar los esfuerzos de los Estados Unidos [a este respecto]. El Presidente ha derogado la 'Política de Ciudad México', eliminando así restricciones que prohibían que algunas organizaciones de planificación familiar [anticoncepción y aborto] recibieran fondos de los Estados Unidos, debido a actividades relacionadas con el aborto. Ha ordenado que el Departamento de Estado se reorganice para que así refleje la mayor prioridad que le estamos dando a la población como uno de los temas mundiales más importantes".

13.9 Clinton intenta convertir el aborto en un "derecho" internacional

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