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El medio ambiente y su destrucción (página 6)


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El ozono tiene un poder oxidante muy fuerte produciendo daños graves en los seres vivos por inhalación. Existen umbrales críticos para la vegetación y para el ser humano. Cuando éstos se superan se recomienda no salir a la calle, cerrar las ventanas y no hacer deporte ni esfuerzos físicos por lo que las autoridades deberían informarnos, en estos casos, para que podamos tomar las medidas pertinentes.

A primeras horas de la mañana en las grandes ciudades del mundo, con la puesta en marcha de automóviles y calefacciones, se liberan gran cantidad de esos contaminantes, que al reaccionar con la luz del Sol desencadenan todo el proceso. La hora crítica es el mediodía y los peores días son los despejados y con mucho tráfico.

  • Ácido. Se forma en zonas industriales o urbanas en las que se alcanzan altas concentraciones de óxidos de azufre. Éstos, al combinarse con humos y polvos, forman nieblas de contaminación. El caso más conocido fue el de la ciudad de Londres que, en diciembre de 1952, debido a las cifras elevadísimas, de hasta 10 veces por encima del contenido normal; se calcula en más de 4.000 las defunciones atribuidas en dicha ocasión al smog.

Tienen lugar, sobre todo, en días de invierno, en situaciones de estabilidad atmosférica y ligado al uso de combustibles fósiles en nuestros hogares.

LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA EN ESPAÑA.

Ecologistas en Acción cifró en 16.000 las muertes prematuras anuales en España relacionadas con la contaminación atmosférica, en los últimos años. El gran culpable de esa situación son los coches, que aportan el 80% de la polución y cuyos dañinos efectos para la salud humana son evidentes, ya que se calcula en más de 20 millones de españoles los que padecen algún tipo de efecto nocivo para la salud, mientras que el medio ambiente se ve seriamente amenazado por "las desastrosas políticas de transporte y urbanismo basadas en construir más y más infraestructuras".

Pero el tráfico rodado por carretera en vehículo privado no es el único motivo de inquietud. También preocupan las emisiones contaminantes de las industrias y las calefacciones. Y aún más, como subrayó el coordinador del estudio, Pablo Cotarelo, la " información heterogénea y poco elaborada" de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Con 12.300 kilómetros de autovías y autopistas, España es el cuarto país del mundo por el tamaño de su red viaria, tras Estados Unidos, China y Alemania. En el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte 2005-2020, Francisco Segura, responsable de la materia en la organización ecologista, calificó de "tremendamente irracional" tal sobredotación viaria, porque la construcción "sólo se justifica a partir de 10.000 vehículos por día y la mayoría no llega ni a 5.000". Y, tras abogar por "parar esa dinámica de cemento y gasto público (7.300 millones de pesetas al día) que anima a más gente a usar el coche", sugirió una moratoria de ese tipo de infraestructuras, salvo que estén plenamente justificadas.

El problema, remarcó Segura, se agrava por el incesante crecimiento del parque automovilístico, tanto en coches (un 63% más en 15 años, de 12 millones a 20,3 millones) como en furgonetas (113% más, hasta 4,1millones). Y también por el aumento de vehículos que usan diésel (su número se ha triplicado), que emiten seis veces más contaminación.

Para reducir la polución Ecologistas en Acción propone alternativas como la reducción de la velocidad en las ciudades y el apoyo al transporte público, las bicicletas y los peatones.

Un estudio realizado recientemente, en octubre de 2009, señala que España no contribuirá a la reducción mundial de gases de efecto invernadero de 2012 a 2020, sino que podrá aumentar sus emisiones por encima de los niveles previstos por el Protocolo de Kioto, según denunció el jueves la organización Ecologistas en Acción, que aseguró que el Gobierno estaba intentando acallar esta información.

El grupo ecologista señala en un informe que los previsibles acuerdos internacionales que se alcancen en la cumbre del clima de Copenhague de diciembre y el reparto interno de la UE harán que España pueda aumentar aún más sus emisiones respecto al nivel de 1990.

El documento, titulado "El cambio climático en España 2009-2020", recoge cálculos realizados a partir del Paquete de Energía y Cambio Climático 2020 de la Unión Europea, elaborado en diciembre de 2008, y los datos oficiales de emisiones de España en los años de referencia de 1990 y 2005.

Según sus estimaciones, si en Copenhague hay un acuerdo internacional satisfactorio y se decide una reducción del 30 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, España podrá aumentarlas en un 18,45 por ciento, mientras que si el pacto se limita a un 20 por ciento, el incremento español se situará en un 30 por ciento.

"El Gobierno tendrá sus propios cálculos, pero esta información ha intentado ser acallada repetidas veces por el Gobierno por lo que parece evidente", declaró en rueda de prensa Pablo Cotarelo, responsable de cambio climático y ahorro energético de Ecologistas en Acción.

Cotarelo aseguró que sólo habían recibido "evasivas" cuando se había interpelado directamente al Ejecutivo sobre sus estimaciones de emisiones de 2012 a 2020.

"Una vez más, como desgraciadamente se repite a lo largo de la historia española, se volverá a llegar tarde tanto a nivel social como a nivel económico a un nuevo modelo mucho más sostenible a nivel ambiental y evidentemente justo a nivel social de manera global en todo el mundo", añadió.

El Protocolo de Kioto obliga a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero de las naciones desarrolladas en al menos un 5 por ciento en 2008-2012 frente a los niveles de 1990. A España se le permitió incrementarlas en un 15 por ciento con respecto a los niveles de 1990 (de 289 millones de toneladas) porque entonces no estaba totalmente industrializada.

Según datos de 2007 facilitados en mayo por la Unión Europea, las emisiones de España estuvieron un 52,6 por ciento por encima de esos niveles.

España es el país de la UE cuyas emisiones han aumentado más rápidamente y que más se aleja de su objetivo, según Ecologistas en Acción. Los 27 países miembros de la UE se comprometen a bajar su dosis de CO2 a la atmósfera un 20%, los españoles podrán seguir emitiendo más de 374 millones de toneladas en 2020: un 30% más que en 1990, el doble de lo acordado en Kyoto. Incluso si la UE optara por un compromiso más ambicioso en Copenhague y anunciara un recorte del 30%, España podría superar los 341 millones de toneladas anuales, un 18,5% por encima de los niveles de 1990. Actualmente, finales de 2009, las emisiones de CO2 a la atmósfera son de 424 millones de toneladas anuales y 4.900 millones de toneladas en la UE.

Cotarelo aseguró que las declaraciones públicas del Gobierno no se corresponden de ninguna manera en su ambición con los resultados de las políticas que lleva a cabo, y señaló que de no comprometerse a llevar a cabo una reducción real de emisiones de 2012 a 2020, se demostrará que el cambio climático no es una prioridad para el Ejecutivo.

"El Gobierno, con políticas como el plan de infraestructuras del transporte y con los actuales ministerios de Industria y Economía no puede tener una buena nota, porque todo el tinte verde que podría haber tenido el Ministerio de Medio Ambiente ha sido totalmente desteñido por políticas mucho más desarrollistas y destructivas de los ministerios anteriormente mencionados", afirmó.

LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA EN ASTURIAS.

Más de la mitad de los asturianos vive en una atmósfera contaminada con mayor frecuencia de lo admisible según la legislación europea. Los vecinos de Gijón, Oviedo, Avilés y Langreo residen en algunas de las zonas de baja calidad del aire identificadas en toda España por la organización Ecologistas en Acción en un informe. La cifra es similar a una estimación ofrecida por el coordinador del estudio, Pablo Cotarelo, que calcula que unos 20 millones de personas, en España, padecen el mismo problema.

Un informe del Consejo Económico y Social (CES) del Principado, publicado hace unos meses, también apuntaba a la contaminación atmosférica como el principal problema medioambiental de la región. El Gobierno regional admite que existe un margen de mejora y anunció hace unos meses un plan de inspecciones de las 70 mayores fábricas y la introducción de cambios legislativos que garanticen la actualización continua de los sistemas para controlar las emisiones industriales.

Para Ecologistas en Acción, sin embargo, esa medida no es suficiente. La organización critica al Principado por no conocer el grado de cumplimiento de la normativa en el entorno de los grandes centros industriales y comprobar los vertidos en los alrededores de cinco centrales térmicas y las instalaciones de Arcelor Mittal, Asturiana de Zinc y Alcoa.

Los resultados reflejados por Ecologistas en Acción, referidos al año pasado, son similares a los recopilados por el CES en 2005. Los dos informes coinciden en señalar que la emisión de gases está controlada y en que la región afronta su mayor problema por la presencia de las partículas conocidas como PM-10. Son pequeños cuerpos sólidos de menos de diez micras de longitud que se encuentran en suspensión en el aire. Algunas proceden de la actividad industrial, pero la mayoría son imputables a la combustión de carburantes fósiles necesaria para mantener en funcionamiento los vehículos de motor. Los médicos las consideran responsables de enfermedades respiratorias, problemas cardiovasculares y del desarrollo de algunos tipos de cáncer de pulmón.

Asturias produce 34 millones de toneladas de CO2, al año, es decir, el 15,4% del CO2 de toda España. Las tasas de emisión de CO2 a la atmósfera por habitante en Asturias son de las más altas de Europa.

El balance del año 2006 indica que Asturias se quedó lejos del objetivo fijado por la Unión Europea de no rebasar más de 35 días al año una concentración máxima de 50 microgramos de partículas por cada metro cúbico de aire, como podemos comprobar observando los siguientes datos:

Un informe reciente, de mayo de 2009, que trata sobre la "Evidencia y efectos

potenciales del cambio climático en Asturias", presenta un resumen del trabajo realizado por el Panel de Expertos Climas, creado por iniciativa del Gobierno del Principado para la evaluación de los impactos del cambio climático en Asturias, destacando los principales efectos detectados en los distintos sistemas naturales, sociales y económicos de la región.

edu.red

En primer lugar, respecto al clima,se ha detectado en Asturias un incremento medio de la temperatura atmosférica de 0,21 ºC/década a lo largo del periodo 1961-2007 ese aumento de temperatura durante las cuatro últimas décadas, ha sido más pronunciado en primavera y verano, y las proyecciones de los modelos climáticos para Asturias prevén un incremento térmico medio anual de 5ºC a finales del siglo XXI, para escenarios de emisiones de GEI medias-altas, este incremento será un poco menor en las zonas costeras, siendo el promedio anual previsto, de 2 ºC, si se redujeran las emisiones de gases de efecto invernadero.

En cuanto a las precipitaciones, en algunas localidades de Asturias se aprecia un descenso significativo de la precipitación anual en el intervalo 1961-2007, lo que concuerda con los registros paleoclimáticos de los últimos 2.000 años en Asturias, que indican que han sido más secos los periodos cálidos -como el Periodo Cálido Medieval- y han sido más lluviosos los periodos más fríos -como la Pequeña Edad del Hielo-. Las reducciones de precipitaciones serán mayores en primavera y en verano, con una reducción de hasta el 30% en la precipitación para las comarcas de la mitad suroccidental, si se consideran escenarios de emisiones de GEI altas.

La temperatura del agua superficial marina, se está incrementando de manera sostenida en toda la costa desde hace 20 años al menos, el incremento se sitúa entre 0,3 y 0,7 ºC por década, en cuanto al nivel del mar, este se está elevando unos 3 mm anuales, y se ha acelerado en las últimas 2 décadas y los modelos disponibles predicen una elevación acelerada del nivel del mar, que será más intensa en función del calentamiento atmosférico. Las proyecciones de los modelos predicen un incremento significativo de la cota de inundación y un retroceso de la línea de costa, más apreciable en las costas de perfil más plano. El retroceso de la línea de costa será acusado en playas encajadas y en los puntales de la desembocadura de los ríos.

En cuanto a la biodiversidad terrestre, se han detectado la presencia de especies (plantas y aves) de tipo mediterráneo en Asturias, lo que concuerda con el cambio climático regional. Los modelos respuesta al cambio de clima predicen que continuará esta colonización por elementos mediterráneos. Se ha constatado un adelanto de las fechas de floración de los brezos, que pueden ser indicadores de una tendencia general en otras muchas especies así como un adelanto en la llegada de aves migradoras.

También se ha detectado una disminución significativa de la producción primaria marina, y la aparición o incremento de la abundancia de especies típicas de aguas templado-cálidas y subtropicales, antes muy poco frecuentes. Se han citado especies de peces, crustáceos, moluscos, con un desplazamiento estimado en 1.000 km hacia el norte de especies de zooplancton de aguas templado cálidas, y un retroceso similar de las de aguas frías.

Se han detectado cambios importantes en las comunidades de macroalgas en la costa de Asturias en los últimos 25 años, con una reducción importante de la biomasa de especies de algas de aguas templado-frías como Fucales y Laminariales en la última década que afecta a la organización de los ecosistemas costeros.

Con respecto a la economía, y sobre los efectos sobre el sector turístico, que desde la perspectiva de las condiciones climático-turísticas, es donde se viene diciendo que Asturias podría salir beneficiada, al mantener unas condiciones muy favorables en relación a otros destinos competidores del Mediterráneo, no e puede obviar que las mismas modificaciones se producirían en otros zonas, que sería nuevos competidores, y que las proyecciones en relación al ascenso del nivel del mar y aumento de la cota de inundación podrían limitar las ventajas derivadas de la mejora de las condiciones climáticas, al producirse fenómenos erosivos o retroceso de la línea de costa y efectos en las playas. Este incremento de la cota de inundación podría afectar a las infraestructuras turísticas que están en primera línea de costa: paseos marítimos, mobiliario urbano, establecimientos turísticos,…

Además, la viabilidad futura de las actividades turísticas que se desarrollan en zonas de montaña podrá variar como consecuencia del cambio climático, y la previsible reducción del manto de nieve y el aumento de las temperaturas pondrán en riesgo la viabilidad de los actuales complejos de invierno.

3º. LA ALTERACIÓN DEL SUELO.

Como un ser vivo, el suelo se caracteriza por mantener un permanente equilibrio con aquellos elementos físicos, químicos y biológicos con los que se asocia.La labor paciente de construcción del suelo por los seres vivos durante cientos de años se ha visto interrumpida y retrocedida por la acción del hombre.

Los  cambios más significativos se empiezan a producia a partir del S.XVIII con la conversión en cultivo de grandes extensiones de bosque. No obstante, en el momento actual, este fenómeno se ve acompañado de una actividad febril de recubrimiento de la superficie con cemento y asfalto al compás de nuestro crecimiento poblacional e industrial.

La explotación abusiba de bosques y selvas en el mundo, da lugar a la denominada deforestación, en primer lugar, para posteriormente, si persiste esta práctica, dar lugar a la denominada desertización. Vamos a ver, a continuación, en qué consisten y cuáles son sus consecuencias.

  • A) DEFORESTACIÓN.

Muchas personas gozan con los bosques. Por lo general son hermosos y contribuyen a hacer más pintoresco el paisaje. Su delicado juego de luces y sombras, sus claros y sus enmarañadas espesuras les dan un aire de excitante misterio. Ademá, son paraísos para los animales salvajes – pájaros, ciervos, bisontes, y muchas pequeñas criaturas- . En las junglas tropicales albergan al tigre, a los gorilas y a otros simios junto con otros espectaculares animales.

El bosque es todo esto y mucho más. Un informe de la FAO decía que los bosques representan "el mayor logro de la revolución ecológica, con mucho el más complejo y autoperpetuador de todos los ecosistemas".

En la actualidad, la superficie forestal del planeta se reduce en 13 millones de hectáreas anuales. Los bosques ocupan un 30 por ciento de la Tierra, que equivalen a 4.000 millones de hectáreas. Este patrimonio mundial: Australia, Brasil y la Amazonia, Canadá, Estados Unidos, Congo, India, Indonesia, China y Rusia. Sin embargo, los países de América y Oceanía han perdido alrededor de 350.000 hectáreas por año, mientras los chinos aplicaron programas de reforestación que les trajo un millón de hectáreas entre el 2000 y 2005.

¿Qué beneficios proporciona el bosque al hombre?. El bosque produce el oxígeno que necesitamos para respirar, ya que las plantas verdes son los únicos seres capaces de transformar la energía solar en energía química.

Los bosques regulan también el abastecimiento de agua en todo el mundo, reteniéndola durante los períodos más lluviosos y liberándola a través de fuentes y ríos en las épocas secas, cuando es más necesaria. Deteniendo los desagües, los bosques protegen el suelo de la erosión causada por el agua. La erosión del viento también se ve reducida. Además, el suelo no está a merced del sol, que lo secaría en demasía.

Es triste decir que el hombre está destruyendo el bosque en muchas partes del mundo de una manera devastadora, en la creencia de que las regiones libres de árboles podrían transformarse en áreas de rica agricultura. Esta creencia es falsa con demasiada frecuencia. Las buenas cosechas pueden obtenerse durante algunas temporadas, pero la productividad desciende rápidamente. Entonces se abandona el área cultivada, que acaba por ser un desecho inútil, provocando, en poco tiempo, una zona estéril y desértica, ya que la cubierta vegetal que protege el suelo, el agua y el viento actúan sobre él arrastrando y destruyendo las capas más superficiales y fértiles. Si este proceso continúa en el tiempo puede destruírse todo el suelo y aflorar la roca base. A este proceso de pérdida total de suelo se le denomina desertización o transformación de zonas fértiles en desiertos.

El bosque es claramente uno de los contribuyentes más importantes al futuro de la humanidad y, de hecho, a toda la vida sobre la Tierra. Su conservación es de importancia vital. Esto no significa que debe mantenerse intocable, sino que debe ser usado racionalmente, devolviéndole, en lo posible, lo que se le quita, mediante una buena política de reforestación. Los beneficios de los bosques no alcanzan sólamente a los países que los poseen. Son un capital internacional, y las naciones deben cooperar en el uso y conservación de sus recursos. (Peter Jackson).

Si la destrucción del bosque es un tema preocupante aún lo es más la de las selvas tropicales y amazónicas. En la actualidad quedan menos de ocho millones de kilómetros cuadrados de selva virgen tropical. Longman y Jenik afirman que la mitad de la masa viva de la Tierra se halla en las selvas vírgenes tropicales, aunque éstas tan sólo cubren una parte relativamente pequeña del mundo. Desgraciadamente, esta pequeña parte se va reduciendo cada vez más. Sierras mecánicas y bulldozers están por todas partes. Según cálculos recientes, casi el 30% de la selva virgen ya ha desaparecido en Latinoamérica y el sudeste de Asia, más del 50% en África y hasta el 60% en la India, Sri Lanka y Birmania. Se ha comprobado que en países como Costa de Marfil, Madagascar, Filipinas y Tailandia, cada año se destruyen más de 4.000 has de selva virgen. En el sudeste de Asia, un millón de kilómetros cuadrados de selva, al menos, se va desmontando por zonas, se cultivan esas zonas y más tarde se vuelven a abandonar. Esto es lo que se denomina "agricultura itinerante". En consecuencia, junto con la tala comercial, se pierde anualmente una alarmante cantidad de selva: 1.250 has por hora.

El área del Amazonas, en Latinoamérica, es la mayor selva virgen del mundo . Cuenta con más de 300 millones de has de selva, 20.000 especies de plantas, millones de pequeños organismos y un total de 70 millones de metros cúbicos de madera. Una región tan grande como Europa sin Rusia, donde la cuarta parte del agua potable del mundo afluye al océano a través de un único y enorme río. Un tesoro de material genético con el que podrían potenciarse y mejorarse plantas alimenticias, fabricarse medicinas y realizar múltiples descubrimientos científicos. Una región con una influencia sin igual en el clima a nivel mundial. Un abastecedor potencial de innumerables productos que, sin duda, serán necesarios en el futuro.

A partir de mediados de los sesenta del S.XX, muchos gobiernos de estados latinoamericanos, siguiendo los pasos del de Brasil, empiezan a tomar medidas urgentes para procurar un medio de vida en la región amazónica, asentando en ella, a parte de la población pobre de otras regiones, mediante la creación de planes de desarrollo, como el denominado "Plan Nacional de Integración" (PIN) en Brasil. Se construyen dos enormes carreteras, a través de la región amazónica como primera medida del Plan. A cada lado de las carreteras se ha señalado una franja de cien kilómetros de ancho para campos de cultivo. Este sistema ha fracasado, puesto que los pequeños agricultores, establecidos en las nuevas parcelas ganadas a la selva amazónica, al cabo de pocos años, vendieron dichas parcelas a los latifundistas y emigraron hacia la periferia de las grandes ciudades en busca de trabajo.

A parte de la destrucción de las selvas por la construcción de nuevas carreteras y para el asentamiento de pequeños agricultores, la tala abusiva de las selvas, especialmente las denominadas maderas nobles por parte de las multinacionales, al igual que se aprecia en los últimos años la intensificación de las explotaciones mineras y de yacimientos de gas y petróleo, hace peligrar aún más este espacio natural que en cuestión de poco tiempo puede llegar hasta casi desaparecer.

  • B) DESERTIZACIÓN.

Se llama desertización a la transformación de tierras usadas para cultivos o pastos en tierras desérticas o casi desérticas, con una disminución de la productividad del 10% o más. La desertización es moderada cuando la pérdida de productividad está entre el 10% y el 25%. Es severa si la pérdida está entre el 25% y el 50% y muy severa si es mayor.

El proceso de desertización se observa en muchos lugares del mundo y es una amenaza seria para el ambiente y para el rendimiento agrícola en algunas zonas. Cuando está provocado por la actividad humana se le suele llamar desertificación.

La mayor parte de la desertización es natural en las zonas que bordean a los desiertos. En épocas de sequía estos lugares se deshidratan, pierden vegetación y buena parte de su suelo es arrastrado por el viento y otros agentes erosivos. Sin embargo, este fenómeno natural se ve agravado por actividades humanas que debilitan el suelo y lo hacen más propenso a la erosión.

Entre las acciones humanas que debilitan el suelo y aceleran la desertización están: 

  • Sobrepastoreo.- Es el intento de mantener excesivas cabezas de ganado en un territorio, con el resultado de que la vegetación es arrancada y pisada por los herbívoros y no se puede reponer. El suelo desnudo es muchos más fácilmente erosionado. Es la principal causa humana de desertización en el mundo.

  • Mal uso del suelo y del agua.- El riego con agua con sales en lugares secos y cálidos termina salinizando el suelo y esto impide el crecimiento de la vegetación. Algunas técnicas de cultivo asimismo facilitan la erosión del suelo.

  • Tala de árboles y minería a cielo abierto.- Cuando se quita la cubierta vegetal y no se repone la pérdida de suelo es mucho más fácil.

  • Compactación del suelo.- El uso de maquinaria pesada o la acción del agua en suelos desnudados de vegetación (procesos de laterización) producen un suelo endurecido y compacto que dificulta el crecimiento de las plantas y favorece la desertización.

No es fácil determinar qué superficies se encuentran sometidas a desertización provocada por el hombre. En muchos casos es un proceso natural que sigue las oscilaciones climáticas; en unas épocas los desiertos crecen y en otras retroceden, dependiendo de la evolución del clima.

Según algunas estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente una extensión similar a la de toda América (unos 33 millones de kilómetros cuadrados) se encuentran en riesgo de desertización.

Una gran parte del territorio español sufre problemas de erosión más o menos graves. Más de 1.000 millones de toneladas de suelo de la península son movidas cada año por los fenómenos erosivos y en diversas ocasiones ha aparecido en informes de las Naciones Unidas que España es el país europeo con más extensión de zonas con riesgo de desertificación.

Según estudios hechos por organismos oficiales, unos 13 millones de hectáreas, es decir, el 26% de los suelos españoles, sufren erosión grave, con pérdidas de suelo superiores a 100 tm al año por hectárea. En estas zonas se observan abundantes cárcavas y barrancos. Además otros 14 millones de hectáreas sufren erosión notable con pérdidas de entre 50 y 100 tm de suelo al año por hectárea. En total suponen que el 53% del territorio sufre pérdida del suelo que hay que calificar de importante a alarmante.

Este fenómeno se da especialmente en la zona mediterránea, en donde Almería, Murcia y Granada, por orden de gravedad tienen más de la mitad de su superficie con fenómenos alarmantes de erosión. 

 4º. LOS RESIDUOS.

El problema de los residuos se incrementa de forma exponencial con el crecimiento demográfico. Una buena gestión de estos residuos nos permitirá la reutilización de muchos materiales que serían abandonados.

El tratamiento de los residuos constituye uno de los puntos clave de las soluciones ambientales, ya que su producción ha aumentado en los últimos 20 años de una manera alarmante y los ha convertido en una de las principales causas de contaminación de los suelos.

Los residuos se están convirtiendo en una de las características particulares de la actual sociedad consumista, alcanzando unos niveles tales que podría decirse que es mayor la producción de residuos que de bienes de consumo. En una época en la que una parte de la población mundial se permite el lujo del despilfarro, a otras personas, por pura subsistencia, no les queda otro remedio que utilizar sus residuos como recursos para "ganarse la vida". Además, al aumento del volumen de los residuos se añade el de su peligrosidad.

En España se generan más de 11 millones de toneladas al año de basuras, a las que hay que sumar otros residuos sólidos (lodos, escombros), que acercan la cifra total a los 40 millones de tn de residuos sólidos al año.

Entre los distintos tipos de residuos nos encontramos:

A) RESIDUOS URBANOS. Son los generados en las zonas urbanas como consecuencia de la actividad cotidiana de sus habitantes (comercios, oficinas, servicios, domicilios, etc). Comúnmente los conocemos como" basuras".

Dada la gran cantidad de residuos que se generan diariamente, es imprescindible una buena gestión, es decir, una recogida, transporte y tratamiento perfectamente organizados y apoyados por la colaboración ciudadana (recogida selectiva).

Se estima que la producción de residuos en una ciudad como Madrid o Sevilla es de 1 kilogramo por habitante y día.

El vídrio, el papel y materia orgánica (restos de comida, principalmente), tienen sus propios circuitos de recogida; el problema reside en la recogida de los distintos tipos de plásticos y de bricks.

B) RESIDUOS INDUSTRIALES. Son los desechos producidos por las instalaciones industriales. Pueden ser de dos tipos:

  • Inertes o asimilables a urbanos. Son aquellos que requieren un tratamiento parejo a los urbanos al poseer unas características similares, o bien que no tienen poder de reacción para formar otros compuestos peligrosos.

  • Tóxicos y peligrosos. Son aquellos cuyas propiedades incluyen alguna o algunas de las siguientes características: inflamable, irritante, nocivo, tóxico, cancerígeno, corrosivo, etc. La gestión de estos residuos compete a un gestor autorizado, que los recogerá en depósitos de seguridad habilitados al efecto.

C) RESIDUOS SANITARIOS. Son los generados en los centros hospitalarios. Su importancia reside en la cantidad de residuos que se generan diariamente (3,5 kg por cama y día), por el riesgo de infección que presentan (residuos biosanitarios), y de contaminación (residuos químicos y radiactivos).

Dada la variedad y peligrosidad de los residuos sanitarios, todo centro hospitalario deberá contar con un plan de gestión de residuos que permita clasificar y dar la salida adecuada a cada tipo de material generado.

D) RESIDUOS AGRÍCOLAS Y GANADEROS. Son los residuos generados como consecuencia de las actividades agrícolas y ganaderas. Se trata de residuos potencialmente contaminantes, ya que contienen productos que pueden ser peligrosos o incidir de variadas formas sobre el entrono.

La normativa que se aplica actualmente a estos residuos,en España, es la misma que a los residuos sólidos urbanos. Sin embargo, su tratamiento es muy diferente y gran parte de ellos pueden ser reciclados en las propias industriaas agropecuarias o fuera de ellas.

Actualmente, existen explotaciones experimentales que utilizan los residuos generados por el ganado para la obtención de electricidad. Los residuos orgánicos en descomposición producen gases como el metano (CH4), que puede ser utilizados en motores de explosión para generar electricidad.

5º. LA CONTAMINACIÓN RADIACTIVA.

La contaminación radiactiva puede definirse como un aumento de la radiación natural por la utilización por el hombre de sustancias radiactivas naturales o producidas artificialmente.

Con el descubrimiento de la energía nuclear y en especial desde la invención de la bomba atómica, se han esparcido por la Tierra numerosos productos residuales de las pruebas nucleares. En los últimos años la descarga en la atmósfera de materias radiactivas ha aumentado considerablemente, constituyendo un peligro para la salud pública.

  • Fuentes de contaminación radiactiva. Dos son las principales fuentes responsables de las contaminaciones por sustancias radiactivas:

A) PRUEBAS NUCLEARES. Las más peligrosas son las que tienen lugar en la atmósfera. La fuerza de la explosión y el gran aumento de temperaturas que las acompaña convierten a las sustancias radiactivas en gases y productos sólidos que son proyectados a gran altura en la atmósfera y luego arrastrados por el viento. La distancia que recorren las partículas radiactivas así liberadas depende de la altura a la que han sido proyectadas y de su tamaño. Pero las partículas más finas pueden dar varias veces la vuelta a la Tierra antes de caer en un determinado punto de nuestro Planeta.

Una vez depositadas en el suelo, las partículas radiactivas pueden ser arrastradas por la lluvia aumentando la radiactividad natural del agua.

El poder destructivo de una bomba, sea de tipo nuclear o químico, está relacionado directamente con la energía que se libera durante la explosión. La energía que se libera en la explosión de 1.000 kilogramos de TNT (trinitrotolueno) es inmensa comparada con las energías encontradas en nuestras necesidades diarias. Por ejemplo, la detonación de una tonelada de TNT, libera 4.000 veces más energía que la necesaria para alzar un coche de 1.000 kilogramos de peso a una altura de 100 metros. Las explosiones de bombas nucleares liberan energías que son entre 1.000 y 1.000.000 de veces mayores aún que las detonaciones químicas, como sería la del TNT. El poder explosivo de una bomba nuclear, llamado rendimiento, se expresa mediante la comparación con el poder destructivo del TNT, y así se habla de bombas de un kilotón (un kt) si la energía liberada es la misma que se produce al detonar 1.000 toneladas de TNT. La bomba lanzada sobre Hiroshima tuvo un rendimiento cercano a los 13 kt. Si el rendimiento es de 1.000 kt, se trata de una bomba de un megatón (un Mt). Energías del orden de megatones son imposibles de imaginar dentro de las situaciones de nuestra vida diaria. El arsenal nuclear de los Estados Unidos y Rusia juntos hoy en día suma unos 12.000 megatones.

Los efectos de una explosión nuclear dependen de muchos factores, entre ellos el rendimiento del artefacto, la altura sobre la superficie a la que es detonado, las condiciones climáticas, etc. El análisis que se presenta a continuación es el resultado de consideraciones físicas sencillas y de las observaciones y estudios realizados en Hiroshima y Nagasaki, las únicas dos oportunidades en que se han empleado bombas nucleares contra una población. A continuación se describen las consecuencias locales de una explosión nuclear superficial. Si la detonación es subterránea, submarina, o en la alta atmósfera, los resultados serán diferentes. Los efectos se encuentran agrupados en inmediatos (calor, presión, radiación y pulso electromagnético) y tardíos (lluvia radiactiva e incendios extendidos).

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, norteamericanos y rusos se lanzaron, alocadamente, hacia la carrera nuclear, para perfeccionar las bombas nucleares ya existentes, o conseguir nuevos artefactos atómicos, cada vez de mayor potencia y alcance.

Entre 1949 y 1989, la Unión Soviética lanzó 456 bombas atómicas en Semipalatinsk que era un polígono de pruebas de armas nucleares de 18.000 Km2. Este lugar se considera el mayor laboratorio atómico de la historia. A lo largo de estos cuatro decenios, los ensayos nucleares liberaron en el medio ambiente 90.000 billones de bequerelios de cesio-137, un isótopo radiactivo muy tóxico que permanece en el entorno más de 30 años.

Las partículas radiactivas espolvoreadas en cada uno de los ensayos nucleares de Semipalatinsk (en la antigua Unión Soviética) afectaron a más de 1,3 millones de habitantes de la región, y muchas siguen sufriendo, actualmente, los efectos de la radiactividad, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Los habitantes de los pueblos próximos al polígono se convirtieron en cobayas humanas. Los estudios científicos de la época hablan de una mayor incidencia de tumores de esófago, estómago, hígado, pulmón, mama y tiroides. Se calcula que la incidencia de tumores cancerígenos en esta región de Semipalatinsk, es hasta un 30% más alta que en otras zonas de la ex -Unión soviética.

Además, muchas de las 700.000 personas que vivían en el entorno del polígono de Semipalatinsk llevan en sus genes la marca de las bombas atómicas. La proporción de mutaciones en el ADN de los habitantes de esta zona, duplica la detectada en otras comarcas apartadas del polígono (según Yuri Dubrova, revista Science).

En 1946 se iniciaron las pruebas nucleares norteamericanas en las islas Bikini. Entre 1946 y 1958, se detonaron veintitrés dispositivos nucleares en el Atolón de Bikini. En 1952 se produce la explosión de la 1ª bomba H (de hidrógeno) en las islas Marshall del Pacífico con una energía 125 veces mayor que la de la bomba Atómica de Hiroshima. Durante años de locura nuclear se hicieron tests, no sólo en el Pacífico, si no también en Estados Unidos, Rusia, Argelia, etc.

Un error en la bomba de hidrógeno diseñada por los científicos de Los Alamos condujo a que una explosión que debía limitarse a los 5 millones de toneladas de TNT alcanzara los 15 megatones el 1 de marzo de 1954, convirtiéndose en el mayor test nuclear efectuado nunca por Estados Unidos. Esta operación, denominada Bravo, equivalía a 1.000 bombas de Hiroshima. Los habitantes de las islas Bikini no fueron evacuados. Muchos sufrieron quemaduras severas por la radiación, perdieron el pelo y enfermaron. Pero la Comisión de Energía Atómica afirmó que no había quemaduras y que los habitantes estaban con buena salud.

En la región norteamericana de Nevada Test Site (Emplazamiento de Pruebas de Nevada) se realizaron  925 pruebas nucleares, 825 de ellas subterráneas, desde 1951 hasta 1992. Esta zona está situada a sólo 100 kilómetros de la ciudad de Las Vegas y las explosiones nucleares eran perfectamente visibles desde la ciudad y, de hecho, eran una atracción turística. Pero lo que pone los pelos de punta son ver fotografías de unidades del ejército apenas a diez kilómetros de las explosiones, no hay ni que decir que los problemas que tuvieron estos soldados fueron tremendos, todo en aras de la experimentación militar sobre los efectos de la radiación en el cuerpo humano.

Las bombas más grandes y devastadoras que las que cayeron en Japón fueron detonadas en el desierto norteamericano de Nevada, que afectó a miles de comunidades de ciudadanos estadounidenses. Los más claramente afectados, fueron las comunidades en Utah, Idaho, y en adelante en todo el país, con la precipitación de sustancias radiactivas transportadas por el viento. Sin embargo, la precipitación radiactiva no afectó sólamente a esa zona en concreto, sino que se hizo notar hasta en el estado de Nueva York, a miles de kilómetros del sitio de la prueba.

Un lanzamiento importante de prueba fue el disparo, en la prueba nuclear de Sedan de la Operación Storax, una explosión de 104 toneladas para la Operación Plowshare que pretendía demostrar que las armas nucleares podían utilizarse con finalidades pacíficas para crear bahías o canales; creó un cráter de 390 metros de ancho y de 100 metros de profundidad, que todavía puede verse. Aunque también se realizaron ensayos nucleares en otros lugares de Estados Unidos, Nevada Test Site acogió las pruebas de 500 a 1.000 kilotones de TNT (el rango de 2 a 4 petajulios), que provocó efectos sísmicos detectables en Las Vegas.

El gobierno norteamericano siempre decía a la opinión pública que estas pruebas nucleares eran totalmente seguras y estaban controladas, pero un claro ejemplo de que esos comunicados no eran ciertos, es que mientras el gobierno aseguró que no hubo efectos dañinos de la radiación, retrasaron las pruebas en los días cuando el viento soplaba hacia Los Angeles o San Francisco.

A mediados de los años 80 los Estados Unidos pagaron 270 millones de dólares como compensación miserable presionados por el Tribunal de Demandas Nucleares en Majuro.

Las tasas de cáncer y la incidencia de defectos de nacimiento son mucho mayores en áreas expuestas a la precipitación radiactiva. Según el Instituto Nacional del Cáncer, publicado en 1997, se determinó que las noventa pruebas atmosféricas de Nevada Test Site depositaron altos niveles de yoduro-131 radiactivo (5,5 exabecquerels) a lo largo de grandes zonas de Estados Unidos; dosis suficientemente elevada para provocar un gran número de casos de cáncer de tiroides, (120.000 casos más de los normales) y 6.000 muertes.

Los británicos detonaron su primer artefacto nuclear, Huracán, en la isla de Monte Bello, el 3 de octubre de 1952, seguido de pruebas (explosiones) del 16 de mayo al 19 de junio 1956. La explosión de junio tuvo una capacidad de sesenta kilotones. En una estación de monitoreo , a 3.200 kilómetros al este, la concentración de radioactividad se incrementó cien por ciento.

  Dos pruebas de bombas atómicas, Tótem 1 y 2, se llevaron a cabo en el Campo Emu el 15 y 27 de octubre de 1953. Las series de pruebas de la bomba atómicas se llevaron a cabo también en Maralinga entre el 27 de septiembre de 1956 y el 9 de octubre de 1957, junto con una serie de" ensayos menores" en 1963. Se emprendieron las series "Agarro" en Malden e islas de Navidad el 15 de mayo de 1957, al 23 de septiembre de 1958.

Durante el periodo crítico mucho personal del ejército fue expuesto deliberadamente a las explosiones para ver qué efecto tenían en las tropas. La seguridad de estos lugares era escasa. Los límites de rango de comprobación no fueron supervisados apropiadamente, permitiéndoles a las personas caminar dentro y fuera del área contaminada . Las señales estaban en inglés y la población aborigen local no podía entenderlas. La precipitación radiactiva de las explosiones molidas llevaron la contaminación maciza al interior australiano. La precipitación radiactiva de Maralinga alcanzó la ciudad de Adelaide y Melbourne. Algunos lugares todavía son muy radiactivos debido a la presencia de 20 kg de plutonio, el elemento más tóxico conocido.

Maralinga quiere decir en dialecto Pitjantjatjara " el Campo de Trueno." Los aborigenes pueden haber sido directamente afectados por las explosiones. La compensación está buscándose actualmente en las cortes australianas.

Quince mil australianos trabajaron en los tres sitios británicos de pruebas en los doce años que esto duró , en Australia .

Pruebas nucleares británicas en Australia

Pruebas nucleares británicas efectuadas en la atmósfera australiana.También en las islas Chistmas desde 1952 al 1958.

Código

Lugar

Fecha

Capacidad

Condiciones de la explosión

Hurricane

Monte Bello(cerca islas Trimouille)

3 Oct 1952

25kt

Explosión sobre el mar (HMS Plym)

Totem 1

Campo Emu

15 Oct 1953

10kt

Torre

Totem 2

Campo Emu

27 Oct 1953

8kt

Torre

Mosaic G1

Monte Bello(Trimouille Is)

16 May 1956

15kt

Torre

Mosaic G2

Monte Bello( Alpha Is)

19 Junio 1956

60kt

Torre

Buffalo

Maralinga (One Tree)

27 Sept 1956

15kt

Torre

Buffalo

Maralinga (Marcoo)

4 Oct 1956

1.5kt

Sobre tierra

Buffalo

Maralinga (Kite)

11 Oct 1956

3kt

Explosion sobre la tierra

Buffalo

Maralinga (Breakaway)

22 Oct 1956

10kt

Torre

Grapple 1

Malden Is, Pacific (Short Granite)

15 May 1957

~2Mt

Explosión sobre el océano

Grapple 2

Malden Is, Pacific (Orange Herald)

31 May 1957

1Mt

Explosión sobre el océano

Grapple 3

Malden Is, Pacific (Purple Granite)

19 Jun 1957

1Mt

Explosión sobre el océano

Antler

Maralinga (Tadje)

14 Sept 1957

1kt

Torre

Antler

Maralinga (Biak)

25 Sept 1957

6kt

Torre

Antler

Maralinga (Taranaki)

9 Oct 1957

25kt

Suspendido sobre globo aerostático

Grapple X

Christmas Is (Round C)

8 Nov 1957

1Mt

Explosión en el aire sobre el océano

Grapple Y

Christmas Is (Grapple Y)

28 Abr 1958

1Mt

Explosión en el aire sobre el océano

Grapple Z

Christmas Is (Pennant 2)

22 Ag 1958

~1Mt

Desde un globo aerostático sobre la tierra

Grapple Z

Christmas Is (Flag Pole 1)

2 Sept 1958

1Mt

Explosión en el aire sobre el mar

Grapple Z

Christmas Is (Halliard 1)

11 Sept 1958

1Mt

Explosión en el aire sobre el mar

Grapple Z

Christmas Is (Burgee 2)

23 Sept 1958

1kt

En un globo aerostático sobre la tierra

Fuente: Ministerio de Defensa Australiano , 20 marzo 1984.

Francia firmó en 1996 el Tratado para la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TPCEN) en Nueva York y comenzó, inmediatamente, a desmantelar su centro de experimentos en esa región del océano Pacífico.

Hasta entonces, y a lo largo de tres décadas, este país europeo llevó a cabo 192 ensayos nucleares en Polinesia Francesa, un conjunto de islas en el Pacífico, dentro de los cuales hubo 43 pruebas atmosféricas a pesar de la oposición de la población local.

A 40 años de aquellos ensayos, París finalmente comenzó a admitir que los habitantes de la Polinesia habrían tenido razón en temer las consecuencias de la radiactividad.

Marcel Jurien de la Gravière, representante de una comisión francesa para la seguridad nuclear, anunció en Pepetee que se iba a proponer a los habitantes de ese país, con mayores posibilidades de haber sufrido las consecuencias de las pruebas, un "examen médico coherente y continuo". Los análisis se practicaron a unas 2.000 personas.

Jurien de la Gravière admitió que 6 de los 192 ensayos "afectaron de modo significativo algunas islas y atolones" de la región.

Los 6 experimentos del ejército francés se llevaron a cabo entre 1966 y 1974 en las islas de Mururoa, Fangataufa, Magareva, Gambier, Tureia y Tahití. Esos ensayos "representaron un leve riesgo (sanitario)", dice ahora el Ministerio de Defensa.

Actualmente dos de ellos son especialmente cuestionados, los llamados Aldébaran (1966) y Phoebe (1971). Las nuevas cifras oficiales revelan que en esos lugares se liberó mucha más radiación de la que se suponía hasta ahora.

En esa época, esas islas tenían más de 150.000 habitantes. Otras 20.000 trabajaban en los lugares donde se realizaron las pruebas nucleares durante los 30 años de experimentación.

El cambio de postura del gobierno de Francia se debe a que el investigador del Instituto Nacional de Salud y de Investigaciones Médicas (Inserm, en francés) Florent de Vathaire señaló que los ensayos nucleares estaban estrechamente vinculados con la aparición de cáncer de tiroides, típicamente asociado a la radiactividad.

Ese investigador, jefe de la unidad de cáncer epidemiológico del Inserm, descubrió "una relación estadísticamente significativa" entre los experimentos y la incidencia de cáncer de tiroides.

El lunes, 9 de octubre de 2006, Corea del Norte llevó a cabo su primera prueba nuclear subterránea, en desafío a las advertencias hechas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y a pesar de la amenaza de sanciones económicas.

La prueba se llevó a cabo en un túnel horizontal cavado en una montaña de la zona noroeste del país. Científicos surcoreanos confirmaron la realización de la explosión, que produjo ondas sísmicas de una magnitud de 3,6 grados en la escala de Richter (4,2 según el United States Geological Survey de EUA), lo cual equivale a una explosión de 800 toneladas de dinamita y demuestra que la explosión es más pequeña de lo anticipado. Las ondas detectadas tienen las características de una explosión artificial. La bomba que destruyó la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945, a modo de comparación, tenía el equivalente de 12.500 toneladas de dinamita.

Esta prueba nuclear es la primera evidencia confirmada de que Corea del Norte dispone de la tecnología nuclear necesaria para fabricar una bomba atómica. No existen datos fidedignos sobre la cantidad de ingenios con que cuenta, pero los expertos consideran que estaría en posesión de material para fabricar media docena de artefactos, aunque todos de pequeño tamaño, similar al usado ayer.

El 25 de mayo de 2009, Corea del Norte ha llevado a cabo la segunda prueba nuclear del país, más potente y con un mayor dominio de la tecnología que en la primera ocasión, en octubre de 2006, según ha señalado el gobierno del país comunista, que ha calificado el test de "éxito rotundo" en un comunicado de su agencia oficial de noticias. Según una agencia rusa, la prueba habría tenido una potencia de 20 kilotones.

Tras la prueba, el régimen de Pyongyang lanzó también un misil de corto alcance, según fuentes diplomáticas surcoreanas citadas por la agencia local Yonhap. Los servicios de inteligencia de Corea del Sur y de EEUU están tratando de verificar si se ha producida esa prueba de misil que, de acuerdo con las fuentes citadas, habría sido lanzado desde la base norcoreana de Musudan-ri y habría tenido un alcance de 130 kilómetros.

Corea del Norte ya se granjeó duras críticas y sanciones de la comunidad internacional tras la primera prueba, y venía amenazando con realizar un segundo test para responder a la condena que hizo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de un intento fallido de lanzar un misil de largo alcance el pasado 5 de abril. Esta vez no ha sido distinto y horas después del lanzamiento el Consejo de Seguridad de la ONU anunciaba una reunión urgente.

Lejos de un fracaso, el gobierno del Estado comunista indicó entonces que había logrado poner en órbita un satélite de comunicaciones como parte de su ambicioso programa espacial. Asimismo, anunció que volvería a la senda nuclear, abandonando la mesa hexagonal en la que cinco naciones tratan de negociar con Pyongyang el desarme de su arsenal atómico desde hace más de dos años.

Según la Agencia de Noticias Central de Corea (KCNA, en inglés), la prueba de hoy implica "un mayor nivel de potencia explosiva y de dominio de la tecnología propia". "Nuestra República ha concluído con éxito una nueva prueba nuclear subterránea como parte de las medidas para fortalecer nuestro poder nuclear defensivo de la manera que han indicado nuestros científicos y técnicos", señala el texto de la agencia.

Autoridades del vecino del Sur han detectado un "terremoto artificial" en el Norte poco antes de las 10 horas locales (3 de la madrugada del domingo al lunes en España). El Servicio Geológico estadounidense también ha registrado un temblor de magnitud 4,7 al noreste del país comunista, cerca de la ciudad de Kilju, donde se llevó a cabo la prueba de 2006.

En abril de 2009, Corea del Norte lanzó un misil sobre el espacio aéreo japonés, y las airadas protestas de Japón, EEUU, Corea del Sur, así como de los portavoces de la Unión Europea y la OTAN hacen previsible la adopción de nuevas sanciones contra este país.

El 26 de septiembre de 2009, la sección aérea de la Guardia Revolucionaria iraní inició una serie de maniobras militares con "un gran número de misiles", informó este cuerpo de elite del Ejército iraní.

En un comunicado difundido por la agencia de noticias local Fars, la Guardia Revolucionaria explica que el objetivo de este ejercicio es "probar los programas de defensa del país así como mantener y elevar su capacidad de disuasión".

La semana pasada, 19 de septiembre, el Ejército iraní exhibió varios de sus misiles balísticos de fabricación nacional durante un desfile celebrado frente al mausoleo del fundador de la República Islámica, gran ayatolá Rujolá Jomeini, en el sur de Teherán. Entre los misiles mostrados en el desfile, destacaron la segunda generación del misil "Seyil", que Irán comenzó a producir en masa el año pasado, el "Zelzal" y las tres generaciones de misiles de largo alcance "Shahab".

Según las autoridades iraníes, el "Seyil", alimentado con combustible sólido y que costa de dos módulos con sendos motores, alcanza una gran altura y longitud.

Por su parte, el "Shahab 3" es propulsado por combustible líquido y está diseñado para alcanzar objetivos a más de dos mil kilómetros de distancia.

La existencia de la planta en construcción de Qom, que según Teherán podrá contener 3.000 centrifugadoras de enriquecimiento de uranio, fue revelada a la AIEA el 21 de septiembre de 2009. Irán ha declarado que la planta centrífuga que está construyendo en un complejo militar enterrado en una montaña cerca de la ciudad santa chií de Qom refinaría uranio sólo para energía nuclear civil.

Diplomáticos occidentales y analistas sostienen que la capacidad parece demasiado pequeña como para alimentar una planta nuclear, pero suficiente para conseguir material fisible para una o dos cabezas nucleares al año.

Irán rechaza suspender sus actividades de enriquecimiento a pesar de cinco resoluciones del Consejo de Seguridad, tres de ellas acompañadas de sanciones.

Por otra parte, Israel no es un país miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear y rehúsa confirmar oficialmente, o negar, la posesión de arsenal nuclear, o de haber desarrollado armas nucleares o incluso tener un programa de armas nucleares. Aunque Israel afirma que el Centro de Investigación Nuclear del Néguev cerca de Dimona es un "reactor para investigaciones," ningún informe científico basado en el trabajo hecho allí ha sido publicado. Amplia información sobre el programa en Dimona fue también revelado por el técnico Mordejái Vanunu en 1986. Analistas de imágenes pueden identificar búnkers de armas, lanzadores de misiles móviles y lugares de lanzamiento en fotos de satélites. Según el Organismo Internacional de Energía Atómica se cree que posee armas nucleares. Se sospecha que Israel ha probado una arma nuclear junto con Sudáfrica en 1979, pero esto nunca ha sido confirmado . Según el Natural Resources Defense Council y la Federation of American Scientists, Israel posee alrededor de 75-200 armas nucleares.

No se sabe, con exactitud, ni el número de bombas atómicas existentes en el mundo ni su megatonelaje total. En plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el Centro de las Naciones Unidas para el Desarme alarmaba del peligro nuclear: "Se calcula, decía, que el megatonelaje total (de explosivos nucleares) desplegados actualmente por todo el mundo, asciende a más de un millón de bombas como la lanzada sobre Hiroshima, lo que representa unas dos toneladas de explosivos convencionales para cada hombre, mujer y niño de la Tierra". (Nota descriptiva nº 5. Revista Mientras Tanto nº 4. Mayo, 1980).

Actualmente se calcula que existen más de 45.000 bombas atómicas almacenadas entre los países productores de energía nuclear (EE.UU, Rusia, India, Francia, Gran Bretaña, Pakistán, Israel,etc). Esta gran cantidad de bombas atómicas, de producirse una explosión en cadena, sería capaz de destruir nuestro Planeta varias veces. Además, se consiga o no la destrucción física de la Tierra, la vida animal y vegetal sería inexistente, ya que la radiación que provocarían las explosiones nucleares haría irrespirable el aire, por la gran cantidad de micoorganismos radiactivos de uranio y plutonio suspendidos en la atmósfera, capaz de dar varias vueltas a toda la Tierra, así como el agua potable sería también inutilizable por la gran contaminación de agentes radiactivos que tendría.

Estas profundas diferencias, entre los analistas, al señalar el número total de bombas atómicas almacenadas en el mundo, irían desde las 10.230, la cifra más baja, pasando por las 20.000 como señaló el presidente mexicano Calderón ante la Asamblea de la ONU en octubre de 2009, hasta las 45.000 indicadas anteriormente que sería la cifra más alta de todas. En realidad es casi imposible saber con exactitud la cifra exacta, ya que constantemente se entán fabricando en secreto, incluso en países subdesarrollados como Corea del Norte, India, Pakistán o Irán.

Algunos científicos lo quieren reducir a una simple operación matemática. Cantidad de superficie ocupada por la raza humana, dividida por el rango de destrucción de una bomba termonuclear B83, la más poderosa en actividad, con una capacidad máxima de 1.2 megatones de energía liberada. De acuerdo a la imagen, el radio completo de destrucción de una B83 es de 14,9 kilómetros cuadrados. La raza humana ocupa aproximadamente el 12,5 por ciento de la superficie del Planeta (hablando siempre de tierra, sin incluir al mar), poco más de dieciocho millones y medio de kilómetros cuadrados. De acuerdo al resultado, se necesitarían más de un millón de bombas termonucleares, y actualmente la raza humana cuenta con poco más de 20.000 mil bombas atómicas.

PRINCIPALES PAÍSES CON ARSENAL NUCLEAR.

edu.red

*Todos los números son estimaciones del Concilio de Defensa de los Recursos Naturales, publicado en el Boletín de los Científicos Atómicos. (2007).

La simple idea de la raza humana borrada del mapa es atroz, pero debemos cuestionar algunos puntos. Por un lado, estamos hablando de armas termonucleares, dispositivos con una capacidad de destrucción terrible, diseñados para eliminar complejos subterráneos, o que demanden un impacto mucho más profundo de lo que normalmente se ve en una detonación atómica. Los Estados Unidos sólamente cuentan con 650 bombas B83, mientras que en la imagen se coloca a todo el arsenal atómico estadounidense a la misma altura de la B83, lo cual definitivamente es erróneo. Segundo, menciona a la B83 como doscientas veces superior a la bomba de Hiroshima. El rendimiento estimado de "Little Boy" fue de entre 13 y 18 kilotones, lo cual en el mejor y en el peor caso, dejaría a la B83 con un rendimiento inferior a cien bombas de Hiroshima.

Y en tercer lugar, no tiene en cuenta que, de acuerdo a todos los expertos en armamento nuclear, el más "leve" de los problemas que acarrea una detonación atómica es el de la destrucción física. En realidad son todas las secuelas posteriores a la detonación las que más daño causan. De una forma u otra, la radiación "viaja", y una bomba atómica puede matar un poblado entero a cientos de kilómetros de distancia si las condiciones del clima son las adecuadas. En resumen, es probable que necesiten muchas menos bombas atómicas para eliminar a la raza humana. Aún con sus imprecisiones, la imagen nos recuerda algo que jamás debemos olvidar: La raza humana está verdaderamente loca.

En los últimos años se están produciendo periódicamente negociaciones entre Estados Unidos y Rusia centradas en la reducción de las armas euroestratégicas. Estos euromisiles tienen un alcance entre 1.000 y 5.000 kilómetros, y son los siguientes:

Pacto de Varsovia. Misiles SS-20, en funcionamiento desde 1977, dentro de un programa que prevé el despliegue de 333 de estos ingenios, dirigidos hacia Europa, China y Japón.Su alcance es de 4.500 kilómetros y están equipados con tres ojivas nucleares independientes de seiscientos kilotones (treinta veces la potencia de la bomba de Hiroshima), que pueden dirigirse contra distintos objetivos desde rampas móviles. Se les considera los cohetes de alcance medio más perfeccionados instalados en Europa y pueden alcanzar un blanco con una precisión tal que su margen de error no superaría los cien metros. Al parecer, en la actualidad los rusos han desplegado unos 250 misiles SS-20, a un ritmo de uno cada cinco días, de los cuales 180 apuntan hacia Europa.

Los misiles balísticos SS-4 y SS-5, instalados desde los años sesenta y progresivamente sustituidos por los SS-20, tienen una sola ojiva nuclear, combustible líquido y se lanzan desde plataformas fijas.

Los SS-4 tienen un alcance de 2.500 kilómetros, los SS-5, de unos 4.000. Cálculos aproximados señalan que Rusia tiene en funcionamiento cuatrocientos misiles de este tipo.

Otros tipos de euromisiles rusos, que no ocuparan un lugar preferente en las conversaciones de Ginebra son los SS-12, que tienen entre 500 y 1.000 kilómetros de alcance, y los SS-21 y 23, que llegan sólo a una distancia máxima de 300 y 100 kilómetros.

OTAN. Misiles Cruise, lanzados desde rampas móviles, con un alcance de 2.500 kilómetros. Son una especie de avión pequeño sin piloto (seis metros de longitud), que vuela a una velocidad subsónica y a una altura de entre treinta y cien metros, con lo que escapa a la detección del radar. Tiene una sola ojiva nuclear y puede ser lanzado también desde un navío o un avión.

Funcionan con un sistema computarizado de navegación, en el que llevan impreso un detallado mapa del terreno a sobrevolar, lo que les permite esquivar los altibajos y les proporciona una gran precisión. La OTAN planea instalarlos en Bélgica (48), Reino Unido (160), Italia (112), República Federal de Alemania (96) y Holanda (48).

Los misiles Pershing 2, con un alcance de 1.800 kilómetros, también móviles. Tienen una longitud de 10,2 metros, funcionan con combustible sólido y van equipados con una ojiva maniobrable con guía terminal.

La OTAN tiene prevista la instalación de 108 en Europa occidental. Uno de estos misiles Pershing 2 lanzado, por ejemplo, desde Alemania, podría situar una bomba de veinte kilotones en un blanco situado en territorio soviético, con un margen de error de menos de 200 metros en sólo ocho minutos.

Estados Unidos no quiere negociar más que sobre estas armas. Por su parte, Rusia desea incluir también los otros vectores de armas nucleares: los bombarderos norteamericanos F- 111 y F-4, con base en el Reino Unido y en Alemania; los aviones A-6 y A-7 de los portaviones del Mediterráneo y los misiles Poseidón, que equipan los submarinos estadounidenses.

B) LOS EFECTOS DE UNA EXPLOSIÓN NUCLEAR.

Para comprender el significado de un arsenal nuclear que guarda 45.000 bombas, es necesario conocer la capacidad destructora de cada una de ellas. Este apartado explica cuáles son los efectos principales causados por la explosión de una bomba nuclear detonada sobre una ciudad moderna.

El poder destructivo de una bomba, sea de tipo nuclear o químico, está relacionado directamente con la energía que se libera durante la explosión. La energía que se libera en la explosión de 1.000 kilogramos de TNT (trinitrotolueno) es inmensa comparada con las energías encontradas en nuestras necesidades diarias. Por ejemplo, la detonación de una tonelada de TNT, libera 4.000 veces más energía que la necesaria para alzar un coche de 1.000 kilogramos de peso a una altura de 100 metros. Las explosiones de bombas nucleares liberan energías que son entre 1.000 y 1.000.000 de veces mayores aún que las detonaciones químicas, como sería la del TNT.

Una millonésima de segundo después de una explosión nuclear la temperatura dentro de la bomba alcanza unos 10.000.000 °C. El material que compone la bomba y el aire que la rodea brillan intensamente formando lo que se conoce como la bola de fuego. El brillo de la bola, unos segundos después de la detonación de una bomba de un megatón, es mayor que la del Sol al mediodía a distancias de hasta 80 km del punto cero. La bola se expande y en 10 segundos alcanza diámetros de un par de kilómetros para detonaciones de 1 Mt, y luego comienza a contraerse. El aire alrededor de la bola se calienta, la hace ascender a velocidades de unos 100 metros por segundo y forma el conocido hongo, cuyo tallo lo forma una corriente de aire caliente ascendente. A medida que la bola de fuego se enfría, la condensación de vapor de agua causa el color blanco, como una nube, en su extremo superior. Después de cuatro minutos, la nube de una explosión de 1 Mt ha llegado a su máxima altura, 20 km, y su diámetro alcanza unos 16 km.

En los seres humanos expuestos al pulso térmico, el daño que causa depende de la pigmentación de la piel, siendo mayor para pieles morenas que blancas debido a la mayor absorción térmica que presentan las sustancias oscuras. Una quemadura de segundo grado —aquella en que se pierde parte de la piel— cicatriza normalmente en dos semanas, siempre que menos de 25% del cuerpo haya sido quemado; en caso contrario, se requiere de hospitalización. Este tipo de quemaduras se producen al recibir entre cinco y seis calorías por centímetro cuadrado en 10 segundos, lo que ocurrirá a distancias cercanas a los 13 km de una detonación de 1 megatón. Quemaduras más graves se producen al recibir mayor energía, lo que ocurre a distancias menores. La observación directa de la bola de fuego causa ceguera permanente en individuos que se encuentren a menos de 25 km, y quemadura de la retina a quien mire la explosión en un día despejado hasta los 60 km de distancia.

En caso de una explosión nuclear sobre una ciudad los sistemas de urgencia, ambulancias, carros de bomberos, etc., estarán imposibilitados de circular en calles totalmente bloqueadas por los restos de edificios y construcciones. La probabilidad de sufrir una infección debido a las quemaduras recibidas se verá aumentada a causa del daño que el sistema inmunológico recibe por la radiación.  

La energía liberada por la explosión nuclear calienta la zona de la bomba —de aproximadamente un metro de diámetro inicial— a altas temperaturas. Esto produce una región de altísima presión que ejerce gran fuerza sobre las capas de aire vecinas, las que comienzan a expandirse a gran velocidad. La velocidad es mayor que la del sonido en aire, así que se forma una onda de choque esférica compuesta por aire muy denso que se desplaza alejándose del punto de explosión. Al pasar esta onda por cualquier obstáculo, edificio, árbol, o cuerpo humano, éstos sentirán un aumento repentino de la presión atmosférica. Una vez que el frente de la onda ha pasado, y debido a la diferencia de presiones, se generan vientos huracanados de gran velocidad. Son estos dos factores, la onda de choque y el viento que la sigue, la causa del daño ocasionado a personas y construcciones. La energía transportada por estos mecanismos llega a ser el 50% de la energía liberada por la bomba.

El aumento instantáneo de la presión durante el paso de la onda de choque se mide respecto de la presión atmosférica normal, a la diferencia entre ambas se la llama sobrepresión, y su unidad de medida es el psi (iniciales de libras por pulgada cuadrada, en inglés). Sobrepresiones entre medio y un psi tienen como efecto la ruptura de los vidrios de las ventanas, cinco psi causan la destrucción de construcciones de madera, entre ocho y 10 psi destruyen viviendas de ladrillo, y sobrepresiones de 45 psi causan la muerte de 50% de las personas debido a la compresión del cuerpo causada por la altísima presión. Los silos donde actualmente se guardan los misiles nucleares son construidos para soportar sobrepresiones de más de 2.000 psi. Los vientos que siguen al paso de la onda de choque llegan a alcanzar 50 kilómetros por hora tras sobrepresiones de un psi y 500 km/h tras 10 psi.

El daño en las construcciones se debe al efecto directo de la sobrepresión y del viento. En caso de una explosión de 1 megatón a 1.500 m de altura, todo lo que se encuentre en la superficie a una distancia menor que 2.5 km del punto cero sentirá sobrepresiones mayores que 20 psi seguidas por vientos de al menos 700 km/hora. En estas condiciones, incluso los edificios de concreto reforzado resultan destruidos. Sobrepresiones cercanas a un psi se darán en puntos que se encuentran a unos 15 km del punto cero, y en esta zona el daño a viviendas y comercio será moderado.

En los seres humanos el efecto directo más serio de la sobrepresión es el daño a la estructura pulmonar, que comienza a las 12 psi. A 100 psi de sobrepresión prácticamente no hay sobrevivencia humana.

El daño causado por una exposición a esta radiación se debe a que, al atravesar el organismo del ser vivo expuesto, los rayos gamma y los neutrones son absorbidos por el cuerpo, pudiendo resultar lesionadas algunas de sus células. Este daño celular se traduce, posteriormente, en trastornos físicos que, según la cantidad de radiación absorbida, pueden llegar a ocasionar la muerte.

De acuerdo con los conocimientos actuales, el daño biológico causado por cualquier tipo de radiación está directamente relacionado con la cantidad de energía depositada por la radiación en el organismo.

La unidad que se usa para medir dosis de radiación es el rad. Todo ser vivo sobre la Tierra recibe anualmente alrededor de un décimo de rad a causa de factores ambientales naturales, como los rayos cósmicos que nos llegan desde el centro de la galaxia, o la radiactividad natural de la corteza terrestre. Dosis similares a este valor se consideran relativamente libres de riesgo debido a que la vida que hoy conocemos sobre nuestro planeta ha logrado desarrollarse y evolucionar en la presencia continua de estos niveles de radiación. En el extremo opuesto, una dosis de 400 rads se considera letal para 50% de los seres humanos expuestos a ella. Las muertes ocurren dentro de los 30 días posteriores a la exposición, y aquellos que consiguen sobrevivir lo hacen gracias a la atención médica especializada.

La dosis inmediata causada por una explosión nuclear puede llegar a los millones de rads cerca del lugar de la detonación, pero es rápidamente atenuada por el aire. En el caso de una bomba de alto rendimiento (megatones), la zona de dosis letal se sitúa adentro de la región devastada por el calor y la presión, por lo que la radiación inmediata no contribuye con nuevas víctimas. Para bombas pequeñas (pocos kilotones), la zona de dosis superior a los 400 rads coincide con la zona donde los efectos de la onda de choque y del calor son causa probable de muerte.

Se llama lluvia radiactiva a la caída sobre la superficie terrestre del material radiactivo producido por una explosión nuclear. Los átomos que forman esta lluvia emiten continuamente algún tipo de radiación que en potencia es dañina para los seres vivos alcanzados por ella.

Durante la explosión de una bomba nuclear, se producen muchos tipos de núcleos radiactivos, en particular los fragmentos de la fisión del uranio. Estos núcleos permanecen localizados en la zona que ocupaba la bomba y son vaporizados por la alta temperatura de la bola de fuego. También se producen neutrones que escapan de la bomba a gran velocidad y son absorbidos por los materiales sobre la superficie. Muchos núcleos estables al absorber un neutrón se transforman en núcleos radiactivos que a partir de ese momento comienzan a emitir radiación espontáneamente.

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