Fortalecimiento de los modos de actuación social en los docentes de Educación Preescolar (página 2)
Enviado por Loreta Sánchez Vas
Se enmarca el problema de la valoración social de la profesión pedagógica en el contexto de la Educación y particularmente en la Preescolar, es evidente que en el sistema objetivo de valores, el rol del educador tiene una posición jerárquica alta y que en el sistema subjetivo de valores es bajo.
Si se toma en cuenta que la Ética Pedagógica es una rama de la ciencia Ética, que se dirige a la orientación de los educadores sobre su comportamiento en relación con la profesión, vinculando sus características personales ante el desempeño, que los guía para que en cada momento reflejen los modos de actuación positivos, entonces, han de realizar acciones pedagógicas educativas que contribuyan a formar en los niños cualidades positivas e influir con su ejemplo en la formación de los hábitos culturales correctos de ellos.
Hoy en las profesionales de la Educación Preescolar del municipio Baracoa, y especialmente en el Círculo Infantil "Florecitas de Cacao", se observan debilidades de actuación profesional en algunas educadoras como: poco amor a la profesión; falta de responsabilidad, de disciplina, solidaridad y de una correcta proyección política e ideológica, lo cual no se ajusta a los modos de actuación social de los pedagogos que trabajan con estas edades. Estas profesionales ejercen por tanto una influencia negativa en los niños.
La autora del trabajo, motivada por los resultados de indagaciones en materia de dirección científica, pudo constatar que en el ámbito nacional se identifica la existencia de las regularidades antes referidas, pero no directamente en la labor del Educador Preescolar. Entre estos autores se destacan: Pérez Sarduy, Y. (2006), García Ramis, L. (1996), Álvarez De Zayas, C, (1999), Fuentes, H. (2000), García Garcés, W. (2003), Addine Hernández, F. Col, (2002), Fiallo Rodríguez, J (1997), Solama, M, (1995), Todos ellos hacen un aporte teórico, en los cuales la autora se sustenta para proponer un aporte práctico que de solución al modo de comportamiento social que viene observando en la Educadora Preescolar.
Se aprovechan también los referentes teóricos relacionados con los conceptos de modo de actuación e interdisciplinariedad en el comportamiento de los educadores; así como los deberes y derechos del profesional de, Dueñas, F. A. (2008) y las cualidades de la personalidad del educador que aportaron Mujina, T. y Cherkes-Zade (1979).
En la provincia de Villa Clara en trabajo realizado por Cruz, Cruz. C. L (2007), dirigido al estudio de las tres etapas de formación del profesional de la Educación Preescolar, se hace una caracterización de cómo se comportaba la preparación, desde la institucionalización de la misma hasta la actualidad.
En la provincia de Guantánamo al hacer un análisis de investigaciones análogas se encontró la tesis de Ravelo Gaínza, X (2002), quien elabora un perfil sobre la configuración de la imagen del maestro de Secundaria Básica, recientemente derivado de este programa de Maestría en Ciencias de la Educación, se constató la de Argüelles Mesa, M (2008), también dirigida al profesional de esa Educación y Soto Pérez, R. (2001), quien profundizó en cada una de las etapas de formación del profesional de la Educación Preescolar y los planes de estudios elaborados para ellos.
Esta investigación, se concreta en tres dimensiones incidentes en el rol profesional del educador y que tienen que ver con lo anteriormente planteado. Son ellas: inquietud social sobre la labor del educador, motivación que mueve los intereses profesionales y valoración del comportamiento en todos los contextos de actuación.
Se significa el papel de la inquietud social porque al valorar una conducta determinada en el barrio u otro contexto se reafirma su condición de "y eso que es educador", cuando no ocurre así con otros profesionales, pues precisamente las expectativas sociales condicionan preceptos, normas, exigencias de cómo deben ser, sin importar si la razón les asiste o no.
En tal sentido se puede plantear que en la Educación Preescolar no aparecen investigaciones relacionadas con el tema sobre la formación de los profesionales de esta Educación, en el municipio Baracoa.
Su singular valor social se observa al tener en cuenta que en la política educacional cubana se reconoce al educador por la naturaleza de su función, el continuo contacto con los niños y por su imagen ante la sociedad; por tanto se le considera como el primero en todo, y es un factor esencial en la lucha por el desarrollo del presente y el futuro.
Es innegable que el prestigio de los educadores dimana ante todo de su ejemplaridad en el cumplimiento de los deberes en todos los frentes que labora, donde el acatamiento de los principios y normas de la ética pedagógica constituyen fundamento y orientación de la proyección práctica cotidiana de cada uno de ellos.
De ahí la necesidad de mejorar desde el tratamiento científico los modos de actuar consecuente de este profesional de esa Educación, fundamentado en la naturaleza de su función social la cual aparece planteada en la tesis sobre la Política Educacional aprobada en el Primer Congreso del PCC, si se toma en cuenta que se le declara "(…( como la imagen de la sociedad(…(" (2), y se reafirma nuestra condición de activistas de la política del PCC, y por tanto modelo moral para el colectivo de niños y de trabajadores en todos los órdenes de la vida; como lo demuestra el mexicano Reyes, I. con la poesía titulada: El Maestro. (Anexo # 12).
En tal sentido se pretende trabajar con los modos de actuación social de los educadores para que se transformen, ya que el crecimiento personal y profesional debe continuar durante toda la vida útil de cada uno, debiendo lograr más competencia, esa es la forma de crecer de los adultos porque el desarrollo profesional promueve el personal y viceversa, los que aprenden durante toda la vida son eternamente jóvenes, porque aprender es transformarse, estar al tanto de la nueva información, aplicarla creadoramente y saber mantenerse a la altura de su tiempo.
Una de las principales transformaciones emprendidas en la Educación Preescolar es la dirigida a lograr un profesional capaz de accionar con familias, niños y comunidad como tríada fundamental en el fortalecimiento de la sociedad que se construye en Cuba.
La experiencia y vivencia durante una década de labor en el sector, el intercambio permanente con profesionales, estudiantes, dirigentes y funcionarios, tanto en el rol de profesora, como en la ocupación de diferentes responsabilidades en los años de trabajo, han permitido constatar la etapa factoperceptible de la investigación, con la aplicación de métodos y técnicas tales como: observación, entrevistas, encuestas y análisis de documentos, entre otros.
Lo anterior ha permitido encontrar debilidades en el profesional de la Educación Preescolar, del municipio Baracoa que se valoran en el diagnóstico de este trabajo y cuyas causales se recogen sintéticamente, ya que inciden sobre la situación problemática y se abordan a continuación como principales carencias:
Comentan con sus compañeros, delante de los niños y de los educadores en formación, su estado de agobio y cansancio ante la labor, llegando a expresar que no aconsejan a nadie esta profesión.
Desacreditan a sus compañeros de trabajo en público, planteando que no tienen dominio de la materia y los marcan por sus insuficiencias.
Los problemas personales les hacen descuidar su responsabilidad y caer en la rutina diaria, mostrando falta de ejemplaridad en su profesión.
No les gusta contribuir en la preparación de los nuevos educadores en formación, lo que evidencia falta de pertenencia con la continuidad de la Revolución.
No se interesan en la cultura por la lectura y la superación personal.
Se quejan de los dirigentes y funcionarios que los atienden y visitan, cuando éstos les exigen por lo que corresponde hacer en su labor diaria.
Carecen de sistematicidad y creatividad en el cumplimiento de sus deberes.
Justifican mucho sus insuficiencias con la falta de tiempo.
La realidad educativa refleja la existencia en la contradicción en cuanto a los modos de actuación social que reflejan las educadoras del Círculo Infantil "Florecitas de Cacao, del municipio Baracoa para alcanzar los objetivos educativos en los niños con los que trabajan, y la incoherencia demostrada en su rol profesional por escaso amor a la profesión, de responsabilidad, de disciplina, y falta de solidaridad.
Por tanto, la autora, en su investigación para dar continuidad a estas transformaciones, retoma los aportes de otras Educaciones e investigadores referidos a los modos de actuación que tanto deben caracterizar al Educador Preescolar, con vista a mejorar de esta forma su rol profesional, en consecuencia con los modos de actuación en todos los contextos sociales, por lo que identifica el siguiente problema científico: Insuficientes modos de actuación social manifiestos en el rol profesional de los educadores preescolares.
Después de definido este, se concreta el objeto de estudio en: El proceso de formación profesional de la Educadora Preescolar, y como campo de acción: los modos de actuación social de la Educadora Preescolar, en el municipio Baracoa.
Todo lo anterior está dirigido a alcanzar el siguiente objetivo: Proponer un folleto educativo que fortalezca los modos de actuación social de la Educadora Preescolar en el municipio Baracoa.
Para darle cumplimiento al mismo se formularon las siguientes preguntas científicas:
1.- ¿Cuáles son los antecedentes históricos de la formación del profesional de la Educación Preescolar, en Cuba desde 1892 hasta la actualidad?
2.- ¿Cuáles son los referentes teóricos que fundamentan los modos de actuación social de la Educadora Preescolar?
3.- ¿Cuáles son las principales regularidades en los modos de actuación social de la Educadora Preescolar del Círculo Infantil "Florecitas de Cacao", del municipio Baracoa?
4.- ¿Qué proponer para la educación de los modos de actuación social que deben caracterizar a la Educadora Preescolar, del municipio Baracoa?
5.- ¿Qué nivel de factibilidad tiene el folleto elaborado para fortalecer los modos de actuación social de la Educadora Preescolar, del Círculo Infantil "Florecitas de Cacao", del municipio Baracoa?
A partir de las cuales se previeron las tareas investigativas que a continuación se señalan:
1. Determinación de los antecedentes históricos de la formación del profesional de la Educación Preescolar, en Cuba desde 1892 hasta la actualidad.
2. Fundamentación de los referentes teóricos que sirven de base a los modos de actuación social de la Educadora Preescolar.
3. Diagnóstico del comportamiento de los modos de actuación social del Educador Preescolar del Círculo Infantil "Florecitas de Cacao", del municipio Baracoa.
4. Propuesta de un folleto educativo que propicie el fortalecimiento de los modos de actuación social de la Educadora Preescolar, del Círculo Infantil "Florecitas de Cacao", del municipio Baracoa.
5. Valoración de la factibilidad del folleto propuesto para fortalecer los modos de actuación social de la Educadora Preescolar, en el Círculo Infantil "Florecitas de Cacao", del municipio Baracoa.
La realización de esta investigación supone el empleo de los métodos que a continuación se señalan:
Del nivel teórico.
Histórico y lógico: Permitió estudiar el proceso de formación de la Educadora Preescolar, comprobar la existencia de otras cualidades o mejorar las ya definidas para elaborar la propuesta en el tema objeto de investigación.
Análisis y síntesis: Permitió la caracterización del objeto y campo de acción de la investigación así como determinar los elementos esenciales que inciden en los actuales modos de actuación en torno al problema e integrar una propuesta que permita atender, en el orden teórico-metodológico, una solución.
Inducción y deducción: a partir de las cualidades y exigencias planteadas al Educador Preescolar, determinar una vía de solución aplicable a las condiciones concretas de los modos de actuación social de los educadores del municipio Baracoa.
Del nivel empírico.
Observación: para la observación del comportamiento de los modos de actuación social de los educadores preescolares, en diferentes contextos (en la institución, en y con la familia, en diferentes lugares públicos).
Entrevistas: a educadores, especialistas, padres y jubilados del sector; con el objetivo de conocer sus opiniones y propuestas acerca de los modos de actuación que tienen los educadores preescolares en correspondencia con su rol profesional.
Encuestas: a estudiantes en formación de la carrera de Educación Preescolar para conocer sus criterios acerca de los modos de actuación social que manifiestan los tutores y profesores que los atienden en su preparación curricular, así como también a las educadoras para profundizar en la preparación que en tal sentido poseen.
Análisis de documentos: utilizados en el muestreo de evaluaciones profesorales de los educadores, cortes evaluativos, planes de estudios en las diferentes etapas formativas del personal pedagógico y el modelo del profesional exigido hoy para determinar los aspectos positivos y negativos que permitan atender las necesidades de los modos de actuación de la Educadora Preescolar
Criterios de especialistas: para valorar la efectividad de la propuesta elaborada y recoger sugerencias que fortalezcan su efectividad.
Criterios de usuarios: para opinar sobre la concepción de la propuesta elaborada y su efectividad.
Del nivel matemático y estadístico.
El análisis porcentual: para la cuantificación de los resultados de los instrumentos aplicados en el estudio diagnóstico de la muestra seleccionada y en la validación de la propuesta.
Se determinó la población conformada por las 29 educadoras que laboran en el Círculo Infantil "Florecitas de Cacao", del municipio Baracoa, y la muestra concreta entre las ocho educadoras que laboran en los grupos de 5to y 6to años de vida, respectivamente, y dos dirigentes del centro, lo que suman un total de 10.
Novedad científica:
Se ofrecen orientaciones educativas sobre cómo deben ser en su actuación social los profesionales de la Educación Preescolar, en el municipio Baracoa, que se sustentan en las ideas aportadas por dos figuras representativas en la historia de la Revolución Cubana: José Martí y Fidel Castro Ruz. El mismo responde a la ética pedagógica que debe caracterizarlos y es una nueva vía para trabajar con ellos a partir de las carencias que en tal sentido se observan en el contexto de relaciones sociales concretas, es decir como una construcción social.
Significación práctica:
Está en el folleto educativo y su instrumentación en el municipio Baracoa. El mismo contiene citas textuales de José Martí y Fidel Castro Ruz, para que a partir de las actividades de autorreflexión que se proponen los educadores hagan un autoanálisis de los modos de actuación social y se proyecten por mejorarlos. Es un medio útil en las actividades metodológicas que se desarrollan en el centro con todo el personal pedagógico en ejercicio y en preparación.
El trabajo se presenta en tres partes fundamentales: Introducción, Desarrollo y Conclusiones.
En la primera se parte de la introducción hasta llegar a establecer los elementos del diseño teórico y metodológico que comprende el trabajo.
La segunda se dirige al desarrollo y da respuestas a las preguntas científicas elaboradas planificadas en el diseño, mediante el desarrollo paulatino de las tareas investigativas programadas, llegando hasta el producto que se deriva de la investigación realizada en torno al problema; así como a la evaluación de la factibilidad de la propuesta.
En la tercera se muestran las conclusiones a que se arriba y las recomendaciones. Además, se agregan elementos que complementan todo el proceso de la investigación como: los referenciales, bibliografía consultada y los anexos.
Esta parte del trabajo incluye la concepción de la Ética como ciencia, hasta llegar a cómo ha transitado la educación en Cuba en diferentes períodos, para ello se tomaron sus cuatro etapas fundamentales, los máximos exponentes y principales modelos pedagógicos de la Educación Preescolar. Se evalúa en cada una de ellas como ha trascurrido la formación del profesional de la Educación Preescolar, teniendo en cuenta la preparación recibida, para trabajar con niños de cero a seis años.
1. Determinación de los antecedentes históricos de la formación del profesional de la Educación Preescolar, en Cuba desde 1892 hasta la actualidad.
Cuba tiene una rica tradición pedagógica que viene de las generaciones precedentes, La Ética en general, y la Ética profesional, en particular, cuentan con una plataforma teórica elaborada sobre la base de los fundamentos de una Institución de Ética Cubana.
La Educación Preescolar se nutre de los aportes brindados por los primeros modelos que enriquecieron el acervo moral-pedagógico, los que a pesar de las variadas posiciones, filosóficas y socio-clasistas defendieron con rigor la figura del educador, los más representativos en la etapa comprendida desde 1892 hasta la actualidad fueron:
Rosa Hagáis (1886-1959) y Carolina Hagáis (1870-1945).
Con una concepción de educación integral que se expresa en el propósito fundamental de "estimular, promover y orientar la potencialidad del sujeto". Se caracterizan por sus fundamentos que revelan un profundo respeto a la naturaleza del niño, y ratifican una vez más la presencia de los planteamientos de todo el movimiento de educación activa, más que la inclusión de nuevos postulados.
Maria Montessori (1870-1952). Desarrolló su modelo pedagógico a partir de 1907, después de la experiencia de haber organizado escuelas para niños, las Casas de Bambini. Esto le permitió descubrir las posibilidades del niño y estructurar una nueva concepción pedagógica aplicable en la educación general y especialmente en la educación infantil. Sus ideas se difundieron tanto en Italia, como en el resto del mundo y actualmente siguen vigente en Latinoamérica. La función del educador es organizar el ambiente, y presentar ejercicios diseñados para la autoeducación del niño, hay un predominio del enfoque individual y se varían de acuerdo con las particularidades de ellos.
O. Decroly (1871-1932).
Su mérito fundamental es la introducción, dentro de la acción pedagógica, de los centros de interés en los que debe desenvolverse la actividad del niño, postulando que la educación en estas edades es preparar al niño y a la niña para la vida, en un concepto de modelo global para la educación.
Entre los aportes curriculares más actuales están: La escuela popular de Celestín Freinet, el sistema de Reggio Emilia, el modelo integral, el modelo cognitivo de High Scope, el modelo personalizado, el modelo constructivista de Ausubel, y el modelo basado en el enfoque histórico-cultural de Vigotsky. Este último se retoma por la autora ya que ve al educador desde su personalidad en el desarrollo de todos los contextos sociales.
La educación constituye un fenómeno social que con múltiples formas como praxis social y a niveles sociales totalmente distintos. No se limita a determinada época de la vida, ni a una única esfera de la vida se desarrolla siempre en condiciones históricas concretas. Véase entonces cómo trascurren por etapas y que ocurre en cada una de ellas con la formación del educador de las primeras edades:
La Etapa Colonial:
Durante la primera ocupación militar en Cuba (1898-1902) y en correspondencia con su marcado interés ideológico, se introduce el llamado "Kindergarten", atendido por maestras de otras nacionalidades.
En toda la etapa colonial cubana (1901-1958), no se produjo formación de educadores para la atención de los niños de cero a seis años, aunque se destaca la "Real Casa de la Maternidad y Beneficencia cuyos fines eran totalmente educativos.
Debido a esta situación la sociedad denominada "Protectora de Niños Huérfanos", funda en Matanzas en 1901, la primera institución cubana para formar maestras de Kindergarten, trasladada para la Habana en febrero de 1902, en ella se recibían cinco alumnas por provincia que debían ser jóvenes de clase media, de 17 a 28 años de edad, con amor por los niños y tener conocimientos básicos de pintura, piano y canto, requisitos que eran imposibles de cumplir por la mayoría de las aspirantes.
La Dictadura Batistiana
Antes del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, la Educación Preescolar en Cuba no estaba sistematizada; sus instituciones tenían función asistencial, las aulas de Kindergarten sólo atendían a niños de cuatro a cinco años de edad y tenían como objetivo desarrollar las facultades del niño durante el período previo a su ingreso a la institución, entonces no se dedicaba especial importancia a la formación del personal docente
En la provincia de Oriente, en la Escuela Normal de Santiago de Cuba, en 1941, se creó un aula para maestras Kindergarten por la necesidad apremiante que se tenía en aquel entonces, el plan de estudio era casi el mismo.
En tal sentido se aprecia que la formación y preparación del personal docente de la Educación Preescolar antes del triunfo de la Revolución en Cuba era insuficiente.
Existía como centro principal para su preparación la Escuela Normal de Kindergarten donde el plan de estudio era una copia de las experiencias pedagógicas europea y norteamericana.
Tenían acceso un número reducido de jóvenes debido a que los requisitos de ingreso limitaban a las clases más pobres de la sociedad.
La práctica docente era limitada, por lo que los estudiantes salían con pocas habilidades para enfrentar su docencia.
Los maestros de Kindergarten después de graduados no tenían otras formas de superación permanente.
La educación se sustentaba en un sistema filosófico idealista sensualista, basado en concepciones doctrinales y naturalistas de F. Froebel.
Hasta aquí se puede apreciar que el aporte a los intereses profesionales de las estudiantes era mínimo si se considera el hecho de que eran figuras extranjeras las únicas que se analizaban, con un enfoque pragmático, basado en el empirismo, poco podía hacerse en el plano político si lo que recibían las estudiantes nada tenían que ver con las tradiciones, costumbres e historia de la herencia pedagógica y cultural cubana.
Este programa se mantiene prácticamente igual, en Cuba, hasta 1959, momento en que triunfa la Revolución, y ya había funcionando 38 Creches Infantiles y un número insignificante de aulas de Kindergarten y de pre-primario (antecedentes del grado preescolar), fundamentalmente ubicadas en las grandes instituciones privadas y en muy pocas instituciones públicas
Primeros años del Triunfo de la Revolución:
Es evidente que el triunfo del primero de Enero de 1959 significó históricamente el paso decisivo que hizo posible la terminación para siempre de cuatro siglos y medio del dominio Colonial y Neocolonial y la opresión de las masas trabajadoras y de todo el pueblo.
Entre los años 1959-1961 se producen en Cuba transformaciones radicales en el campo educacional, ya que comienzan a extenderse los servicios educacionales, se convierten los cuarteles en instituciones escolares, se produce la nacionalización de la enseñanza y la campaña de alfabetización que se corresponden con la etapa y que provocaron la primera reestructuración del Sistema Nacional de Educación.
Los cambios y las transformaciones operados en la atención al niño preescolar contribuyeron al enriquecimiento de la práctica pedagógica, aun cuando no existieran elaboraciones teóricas dirigidas al tratamiento específico de problemas conceptuales que permitieran perfeccionar la dirección del proceso educativo.
Las concepciones pedagógicas tuvieron un viraje debido a que esencialmente tenían que responder a una nueva ideología, una nueva política, a un nuevo enfoque de la sociedad y, por lo tanto, del fenómeno educacional. A la capacitación del personal docente que trabajaría con los niños preescolares se le dedicó un gran esfuerzo.
Es entonces cuando en 1961 se fundan los Círculos Infantiles, instituciones destinadas al cuidado de los niños de cero a cinco años para posibilitar la incorporación de las madres al trabajo. Se produce una formación acelerada del personal docente hasta 1969, que provenían de ex-empleadas domésticas; así como jóvenes de entre 4to y 6to grados de escolaridad.
La formación de directoras de estas instituciones correspondió al Instituto de la Infancia (1971-1980), organismo central del Estado creado a tales efectos mediante la Institución Nacional "Fe del Valle", el 31 de mayo de 1971 por la ley 1233 del Consejo de Ministros, surge como organismo de carácter nacional y marca una nueva etapa en el desarrollo del trabajo, atención y educación de los niños de edad preescolar.
El objetivo fundamental de este Instituto de la Infancia quedó bien definido en el Informe Central del Primer Congreso del PCC; laborar y aplicar sobre las bases científicas, la atención a la infancia de estas edades, con amplias perspectivas de trabajo, marcó una fructífera etapa en el desarrollo sobre la infancia preescolar e implicó un reordenamiento estructural que sirvió para unificar, supervisar y evaluar el trabajo de todas aquellas organizaciones que se encargaban de la educación de los niños menores de seis años y que hasta la fecha eran dependencia de distintos organismos.
A partir de 1971 el Instituto de la Infancia funda las primeras Instituciones Formadoras de Educadoras de Círculos Infantiles (EFECI), una en cada provincia, según la división política administrativa de entonces. Estas significan un cambio en la concepción de los Círculos Infantiles, por tanto tal situación condicionó la necesidad de formar personal pedagógico del nivel medio, con 8vo grado como requisito para el ingreso.
Inicia la formación de especialistas en la URSS, de las que proceden las profesoras Eugenia Díaz Favier e Idania Marzo, ambas profesoras del departamento de Educación preescolar, en el ISP, de esta provincia Guantánamo.
La etapa comprendida entre 1970 hasta 1979 en la formación del personal de la Educación preescolar era muy regular y homogénea, en su caracterización se aprecia que:
El Instituto de la Infancia fue el primer organismo estatal dirigido por una organización de masas, la FMC, que se encarga de la atención y educación de los niños de cero a cinco años, la dirección de la superación y preparación del personal docente.
Se inicia la formación regular del personal docente con la creación del Instituto de Educación Preescolar de duración efímera y luego con las Escuelas Formadoras de Educadoras de Círculos Infantiles (EFECI).
También se crean los planes de titulación para el personal no graduado con un plan de estudio similar al de las EFECI.
Se organizan cursos de superación a nivel municipal.
Organización del proceso educativo con una estructura metodológica y pedagógica definida.
Promoción y realización de investigaciones que garantiza un aval científico para la formación de la personalidad de los preescolares con el asesoramiento de psicólogos y pedagogos soviéticos.
Elevación del nivel técnico y científico de los docentes de las instituciones infantiles.
Se publica la Revista Simientes como una vía importante de divulgación y superación del personal docente.
Se destaca como elemento de gran importancia que precisamente, de esta formación surgen las primeras educadoras preescolares del municipio Baracoa, su preparación estuvo sustentada al análisis del desarrollo histórico educacional europeo, con algunos elementos de la Pedagogía Cubana del Siglo XIX, en los que no se profundizaba mucho ni tampoco en el papel que jugaban los educadores en este complejo proceso.
El I Congreso Nacional de Educación y Cultura condujo a la puesta en práctica del Plan de Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación (SNE), luego aprobado en el I Congreso del Partido Comunista de Cuba, como consecuencia de esto se pone en práctica el llamado Plan Titulación, destinado a convertir en educadores a las asistentes que laboraban en los Círculos Infantiles mediante cursos para trabajadoras que se implantaron en los Institutos de Superación Educacional (ISE), posteriormente devenidos en Institutos de Perfeccionamiento Educacional (IPE).
En este entonces el plan de estudio empleado era el mismo que se aplicaba en las EFECI, con solo una reducción del número de horas, a tenor del tipo de curso implantado, por tanto sus conocimientos tenían similares limitaciones. De esta etapa queda la menor representación en las instituciones educacionales, del municipio Baracoa.
En el Primer Congreso del PCC se precisan los objetivos de la Educación en la nueva etapa y se hace una nueva reestructuración del organismo quedando el Instituto de la Infancia como una entidad nacional con estructura similar a la de otros organismos centrales. En el artículo 52 de la Ley se precisan las actividades y funciones del Instituto entre los que se encuentran:
La dirección de la formación y superación del personal pedagógico especializado.
Realizar, promover y coordinar las investigaciones relacionadas con el desarrollo infantil y los aspectos que influyen en él.
Promover, coordinar y realizar planes de divulgación encaminados a lograr la educación de padres.
Establecimiento de normas, planes, programas y metodologías para la atención y educación de los niños preescolares.
La dirección de formación del personal docente tuvo a su cargo sistematizar la formación regular de dicho personal con la extensión de las Escuelas Formadoras de Educadoras de Círculos Infantiles a todas las provincias. Esto superó todo lo existente antes de 1959 en cantidad de estudiantes y extracción social, por lo que asisten a estas instituciones los hijos del pueblo trabajador en cumplimiento del principio de la masividad, no se exigía estudios especializados excepto los del nivel académico de 8vo grado.
En los años vividos de construcción de la Nueva Sociedad Socialista: los educadores han continuado siendo exponentes dignísimos de la centenaria tradición, y hoy junto al esfuerzo cotidiano en las instituciones cubanas, otros miles de ellos arriesgaron diariamente sus vidas en el cumplimiento del más alto grado de la misión social: la internacionalista, y forman parte de los nuevos mártires de esta Revolución: Francisco Concepción Castillo, Pedro Pablo Rivera Cué, Bárbaro Rodríguez Hernández y Águedo Morales Reina, caídos heroicamente en Nicaragua.
El 1975 constituyó un hito en el devenir educacional cubano por cuanto aprobó una nueva reestructuración del Sistema Nacional de Educación (SNE) y declaró el fin y los objetivos de la Educación Comunista; así como aprobó el Plan de Perfeccionamiento, con el que se iniciaba una nueva etapa cualitativa.
En esta tercera etapa de 1980 hasta 1995, comienza el perfeccionamiento de la preparación del personal docente para trabajar con niños de cero a seis años de edad que se caracterizaba por aspectos tales como:
Formación emergente del personal docente y de dirección. Corta duración
de los cursos.
Cuentan con una superación continua. El personal que se calificaba sustituía al que se encontraba en funciones, para que pudieran seguir su formación.
Creación de cursos para la formación de directoras, asistentes, educadoras de tipo B, dietistas, enfermeras, personal de cocina, con el objetivo de lograr más calidad en la dirección del proceso educativo.
Se prefecciona la Revista Simientes que constituia una vía importante de divulgación y orientación para el personal que trabajaba en las instituciones infantiles. Según la autora en ella se aportaban temas éticos pero no existía posibilidad para que llegaran a manos de todos los educadores.
Los cursos organizados se desarrollaban en las capitales provinciales, y por regiones, lo que hizo que se alcanzara un mayor desarrollo profesional.
El trabajo metodológico llega a constituir una vía de superación efectiva en esta etapa, fundamentalmente para los especialistas y no para los educadores.
Hasta aquí la autora de este trabajo considera que, a pesar de que en las etapas caracterizadas no era suficiente todo lo previsto para la superación de la educadora, sí había proyección por ellas, para la atención educativa de los niños, además eran muy cuidadosas de la imagen social que debía caracterizarlas en su profesión; por lo que primaba el respeto, dada la preparación ética que daba respuesta a la educación en esos momentos.
Durante los primeros años del triunfo de la Revolución una de las medidas tomadas por el gobierno revolucionario fue reorganizar y tecnificar el Ministerio de Educación para eliminar el analfabetismo y garantizar los servicios educacionales que se inician con la generalización de la educación.
Dentro del perfeccionamiento uno de los objetivos centrales ha estado en la formación del educador por su innegable influencia en el trabajo con los niños, porque constituye el alma de la institución y a su preparación y ulterior superación hay que dedicar los mayores esfuerzos. Los educadores son calificados como héroes anónimos por su consagración, abnegación, profesionalidad y por su decisiva contribución a la educación de los niños, sus familiares y pueblo en general.
En el período comprendido de 1981 hasta la actualidad, pasa a desempeñar sus funciones el nuevo subsistema de Educación Preescolar, recién incorporado al MINED, donde se aprecia la necesidad de elevar la calificación profesional del personal docente, de ahí que surge la Licenciatura en Educación Preescolar, la que se inició en el curso escolar 1981-1982, en la modalidad de cursos para trabajadores.
Esta etapa está caracterizada por el perfeccionamiento de la Educación Preescolar cubana, fundamentalmente a partir del surgimiento del subsistema y la implantación del primer programa científico de educación de esta enseñanza.
Si la creación del Instituto de la Infancia fue el primer gran salto cualitativo en el desarrollo de esta Educación, por todas las transformaciones en la elevación de la calidad, la instauración del subsistema de Educación Preescolar como la base del Sistema Nacional de Educación constituye la consolidación de esta enseñanza, al erigirse como un sistema único que integra todas las enseñanzas y la formación de especialistas para el desarrollo del país.
Se plantea que esta fructífera etapa contribuyó decisivamente a la elevación de la calidad de la educación y el perfeccionamiento de la formación y preparación del personal docente caracterizándose por:
Desarrollo del subsistema de Educación Preescolar como base del Sistema Nacional de Educación.
Se declaran las normas para las funciones del personal docente.
Se perfecciona el plan de formación de educadoras con carácter provincial y con nivel medio exigiéndose un ingreso de 9no grado, con una duración de cinco años. Esta formación constituyó una etapa preparatoria del curso regular diurno.
Surgen a nivel provincial cursos emergentes de formación de educadoras con dos años para darle respuesta al déficit de este personal en los Círculos Infantiles.
En 1987 se inicia la formación de educadoras musicales a partir de alumnas de 4to año que tuvieran condiciones y aptitudes para la misma y reciben el titulo de Educadoras de Círculos Infantiles, Especializadas en Educación Musical y Danzaría, existe una en el centro objeto de esta investigación con resultados destacados en su trabajo
Se inicia la formación de Licenciadas de Educación Preescolar en los cursos para trabajadores en todas las provincias, primero con una duración de seis años y posteriormente de cinco, de la cual procede la autora de este trabajo y el 80 % de las licenciadas del centro objeto de esta investigación.
Hay un auge en las investigaciones sobre la educación del niño en la etapa preescolar bajo el auspicio del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP).
En 1996, aparecen nuevas investigaciones que caracterizan al niño preescolar cubano, se gestan nuevos programas para los niños que no asisten a instituciones.
La superación abarca a todo el personal docente en ejercicio, lo cual adquiere un carácter municipal. Su contenido lo determinan las necesidades individuales y los intereses de la institución y del territorio. Las formas organizativas y modalidades son diversas, según las posibilidades y disponibilidades de los recursos humanos y materiales.
Los docentes que son liberados de su responsabilidad para estudiar no tienen afectación salarial y esta se realiza sin costo alguno.
Los profesores del Instituto Superior Pedagógico (ISP), del departamento de Educación Preescolar, conjuntamente con los especialistas de este nivel en las Dirección Provincial de Educación, proyectan y ejecutan el sistema de actividades para la superación permanente. Este sistema de superación y perfeccionamiento permanente del personal pedagógico en ejercicio abarca diferentes formas organizativas, dentro de ellas:
1. Cursos dirigidos a la profundización, actualización o completamiento de los conocimientos y habilidades adquiridas en la formación inicial.
2. Entrenamientos.
3. Estudios de Post-grados, diplomados, recalificación desde su puesto de trabajo para el personal que lo requiera.
4. Para el personal de dirección, metodólogas y promotoras del programa "Educa tu Hijo" se organizan capacitaciones concentradas a partir de las necesidades.
Finalmente se inicia la Maestría en Ciencias de la Educación, para el sector, que se encuentra ya en la fase final de la primera edición, de la cual forma parte la autora de este trabajo y con el cual pretende finalizar, organizado y dirigido por el ICCP.
Todo lo anteriormente planteado supone que debe darse un cambio a la misión social en la labor de los educadores, para recuperar la calificación dada por la máxima dirección del Partido y el Estado Cubano de héroes anónimos y lograr que sean ejemplos dignos de imitar por las nuevas generaciones, para que ellos sean en el futuro fieles defensores de la patria, la ideología, la moral y las convicciones políticas. Esto pretende la autora con el desarrollo del trabajo, porque solo vinculando la palabra con la acción y las convicciones con la conducta pueden ganarse el prestigio necesario.
Castro Ruz, Fidel expresó "El éxito de nuestra Revolución, la seguridad de nuestro futuro; el éxito de nuestro socialismo dependerá, en gran parte, de lo que sean capaces de hacer los educadores". (3)
Preparar al hombre para la vida es una tarea de toda la sociedad, pero particularmente se le ha asignado a un grupo de miembros, entre los cuales están los educadores preescolares, con los que considera la autora de este trabajo, que se debe continuar trabajando para fortalecer su preparación cultural con el fin de la labor que posteriormente deben acometer con los niños a partir del ejemplo personal.
Del estudio de todo el pensamiento universal cubano parte para la concepción de la propuesta que se dirige al fortalecimiento de los modos de actuación social de los educadores preescolares.
Se asume José Martí como educador social más representativo de todos los tiempos y de él su frase: "No hay poesía mayor que los libros de ciencia" (4), en un artículo escrito, con el título: Maestría, un reto científico para la Educación Preescolar en Baracoa, presentado en el primer taller provincial, resume con una poesía las experiencias más significativas adquiridas al incorporarse a esta modalidad de superación; titulada Señora Maestría (anexo # 10).
Si se toma en consideración la historicidad reflejada en el desarrollo de este trabajo, que permite apreciar la vida regida o instituida en cada etapa y en los períodos de formación del educador preescolar; se podrá garantizar los patrones, normas y modos de actuación necesarios, en la labor de un profesional de la educación todo lo cual permitirá una correcta incidencia en la sociedad, para ello la autora plantea la necesidad de conocer lo que en tal sentido se hace y que se configura internamente en la función reguladora de la personalidad, donde los valores, sentimientos y aptitudes ocupan un lugar esencial en la orientación de los actos.
En resumen, se trata de construir un proyecto de vida dirigido a los educadores que retome la lucha de ideas de los primeros precursores para la evolución de la sociedad donde prime el compromiso social con la continuidad de la Revolución y con las generaciones actuales y futuras, implicándolos en las nuevas conquistas educacionales, para ello se retoman como indicadores fundamentales en su seguimiento las características que aporta el modelo del profesional para los nuevos educadores.
Este modelo es de gran interés para la autora porque entre sus características encierra la potencialidad que debe alcanzar la Educadora Preescolar, como el profesional de mayor alcance social en su comportamiento, en defensa de los intereses de la Revolución, se extraen algunas que por su esencia tienen que ver con el tema que se trata en este trabajo, para convertirlas en indicadores de medida en el seguimiento a los modos de actuación social:
1. Demostrar una sólida preparación ideopolítica basada en el dominio de la Historia de Cuba, el diferendo histórico Estados Unidos-Cuba, los Textos Martianos, las ideas de Fidel y del Che y los fundamentos del marxismo leninismo, sintetizados en la ideología de la Revolución cubana.
2. Demostrar dominio de la lengua materna como soporte básico de comunicación, que se manifieste en la comprensión de lo que lee o escucha, en hablar correctamente y en escribir con buena ortografía, caligrafía y redacción y le permita servir de modelo lingüístico en su quehacer profesional.
3. Poseer hábitos de lectura y el gusto por la literatura, como fuente de conocimientos, información, actualización y satisfacción de necesidades profesionales y personales. (véanse también la bibliografía que se establecen para ser leídas por las estudiantes en formación, señaladas a continuación de estas características).
4. Comportarse de manera responsable en cuanto a la protección del medio ambiente, el ahorro energético, el respeto de la legalidad socialista, la sexualidad y las relaciones de igualdad entre géneros, el cuidado de la salud física y mental y la educación nutricional, así como planificar, ejecutar y controlar estrategias educativas por vías, institucional y no institucional, con esos fines.
5. Preparar a la familia para que sea protagonista en la atención integral de los niños, en función de satisfacer sus necesidades de educación, afecto, de alimentación, aseo y sueño y garantizar la preservación de su salud mental y física.
6. Poseer la capacidad para evaluarse y someterse a la evaluación externa como vía para valorar crítica y autocríticamente su propio trabajo; asimilar de manera reflexiva las observaciones y apropiarse de las mejores experiencias, con criterio de selección.
7. Poseer cualidades que lo distingan como un profesional de la educación preescolar, entre las cuales están, el amor y respeto hacia los niños y la familia; sensibilidad, ternura y optimismo y responsabilidad.
8. Aplicar los métodos de la investigación educacional en la solución de problemas del ejercicio de la profesión, con una acertada fundamentación de su validez.
9. Emplear las vías del trabajo metodológico y de superación que favorezcan su participación en el colectivo de ciclo, de grupo, territorial y de la modalidad no institucional para dar respuesta, con enfoque creativo, a los problemas de la dirección del proceso educativo y de su preparación profesional.
En otra parte se señala que para el desarrollo de una cultura general integral deben leer bibliografía como las siguientes:
El Manifiesto Comunista; Tres fuentes y tres partes integrantes del Marxismo; La historia me absolverá, El Partido de la unidad, la democracia y los derechos humanos que defendemos; La Constitución de la República; El Juramento de Baraguá, Historia de Cuba, tomos I, II y III, los tabloides de Historia Universal, de Geografía de Cuba Universal y los relacionados con el arte y la cultura, de la programación de Universidad para Todos.
La Edad de Oro y los textos contenidos en los Cuadernos Martianos de la Universidad y el del nivel preescolar.
El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes; Romeo y Julieta, de William Shakespeare; Corazón, de E de Amicis; El pequeño príncipe, de Antoine de Saint-Exupéry; una selección de poesías de César Vallejo, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Dulce María Loynaz, Nicolás Guillén y; Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
Compendio de Pedagogía; Serie de Preguntas y Respuestas; Psicología para educadores; La orientación en la actividad pedagógica; Sociología de la Educación; Aprendizaje desarrollador; Educación en la Revolución.
La obra de Dora Alonso, los cuentos de Andersen, los hermanos Green.
Herminio Almendros, Eliseo Diego, Mirta Aguirre, los cuentos Clásicos infantiles.
Al hacer un análisis de todos los antecedentes históricos desde posiciones psicológicas, pedagógicas, filosóficas y sociológicas, sin negar el alcance de lo que ya se ha logrado, es evidente que el personal pedagógico que labora hoy en la institución objeto de esta investigación, arraigado en todas las situaciones derivadas del reciente Período Especial en Cuba, adolece de las características que están muy bien delimitadas en el modelo del profesional.
Se aprecia en ellos que: no muestran interés por la superación constante, no tienen hábitos de lectura, son esquemáticos en el desarrollo de las actividades con los niños, (lo que evidencia falta de creatividad); no ven la actualización en los estudios políticos como una necesidad de la labor social que desempeñan, como principal activista del Partido, muestran un nivel de afectividad muy pobre hacia los niños y hacia la familia de estos, y no cuidan sus maneras de comportarse en la sociedad en cuanto a: comunicación, formas de vestir, de relacionarse, actuaciones en lugares públicos, etc.
En este empeño resulta de vital importancia el papel que deben jugar los educadores para mejorar los resultados en el perfeccionamiento de sus modos de actuación social, que es reflejo de su propia personalidad y que facilita el enriquecimiento y continuidad de la historia de Cuba en este sentido.
2. Fundamentación de los referentes teóricos que sirven de base a los modos de actuación social de la Educadora Preescolar.
Resulta imprescindible para el desarrollo de este trabajo abordar los referentes teóricos que fundamentan la aplicación de la ética profesional, desde el comportamiento social de los educadores, si se tiene en cuenta que, lo social deviene lo histórico-individual en su organización psicológica como individuo, sobre cuya base participa, como sujeto de manera activa en el sentido psicológico de los diferentes sistemas de influencia con que interactúa, es decir, este determinismo socio-histórico se respalda en el hecho de que el educador es un sujeto de su sistema de interrelaciones, dentro de las cuales organiza su expresión individual y construye su propia historia.
La labor de los educadores ha venido transformándose con la fusión entre lo histórico y social; la actualidad de la Educación Preescolar requiere ajustar los modos de actuación de los educadores en correspondencia con los intereses sociales por tanto se hace necesario con ello retomar el ideal de educadora que necesitamos hoy en Cuba, a partir de lo mejor de los educadores de ayer, lo que tiene que ver con sus modos de actuación social en correspondencia, al perfil de la educadora actual.
La especificidad del enfoque sociológico, donde por naturaleza y esencia nace y se desarrolla la educación, consiste en examinar a la sociedad como un organismo único y complejo, cuyo desarrollo y funcionamiento se da en la interacción de los aspectos: económico, social, político e ideológico.
Desde el punto de vista sociológico la educación con orientación materialista dialéctico, especifica cómo las funciones sociales, son eficiencias ligadas a individuos; de hecho la personalidad no puede localizarse más allá de sus funciones sociales.
De manera que la función de los educadores abarca interacciones con otros portadores de funciones sociales integradas en la educación dentro y fuera de la institución, al tiempo que contiene reglas para esta interacción, así se especifica que quien tome a su cargo esta función contrae con ello relaciones relativamente constantes, con otros grupos y personalidades determinadas.
En Cuba, a partir del proceso revolucionario, el código ético de los profesionales de la Educación constituye un fiel exponente de la ideología revolucionaria, martiana, marxista y humanista, cuyo contenido de valores morales expresa los intereses y anhelos de las masas trabajadoras, en la lucha permanente por el proyecto social socialista de independencia, soberanía nacional, justicia social y de culto a la dignidad plena del hombre, por ello la misión social, el deber social y el sustento ético deben formar una tríada indisoluble en el desempeño de la actividad pedagógica del educador, que se manifieste en los contextos de actuación e interrelaciones que él mismo está llamado a cultivar.
La ética y la moral están estrechamente vinculadas con el trabajo político e ideológico en la sociedad cubana, aunque tienen especificidades que los distinguen, el elemento común que establece los nexos entre ellos es la ideología y el rasgo de la intencionalidad que lo caracteriza.
Ejerce su influencia por medio de un sistema de factores sociales, dentro de los cuales se encuentra, la institución sobre los individuos a través de las acciones políticas concretas, los métodos y los procedimientos, en función de formar una conciencia política, una ideología política y una actitud política determinada por los intereses de las clases, esto hace que el rasgo esencial que lo caracteriza sea su intencionalidad.
Dueñas, F. A (2007) aporta referentes muy importantes sobre la Ética y la Moral desde el punto de vista conceptual, los cuales están sujetos a diversos convencionalismos y que cada autor, época o corriente filosófica los utilizan de diversas maneras. Para poder distinguirlos será necesario nombrar las características de cada una de estas palabras, así como establecer una comparación que permita encontrar sus semejanzas y diferencias; entonces lo más significativo que según este autor se puede apreciar entre estos dos términos está en que:
La moral, es el hecho real que encontramos en todas las sociedades, es un conjunto de normas a saber que se transmiten de generación en generación, evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica. Estas normas se utilizan para orientar la conducta de los integrantes de esa sociedad; es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas, es un conjunto de normas, principios y razones que un sujeto ha realizado o establecido como una línea directriz de su propia conducta.
Todo acto humano tiene un elemento psíquico que también es motivo de una valoración moral. Este es el "fin" o "intención" por la cual se realiza un acto humano. Por medio del fin o intención dos actos humanos idénticos pueden diferir notablemente por el autor que realizó cada uno.
La Ética se define como la ciencia de la moral que estudia la bondad o maldad de los actos humanos, pero también tenemos que definir lo que es la Profesión, que es la actividad personal, puesta de una manera estable y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación y con la dignidad que corresponde a la persona humana. (Dueñas, F. A .2008)
Los fundamentos teóricos y metodológicos, sintetizados en una Ética de raíces martiana y marxista, son los que han nutrido el ejercicio de la educación y la actividad científica de los educadores e investigadores en esta rama de las ciencias filosóficas, cuyos principales resultados se recogen esencialmente a partir de la década del 80 y del 90 del Siglo XX, en consonancia con la tendencia mundial de búsqueda de una alternativa humanista a la solución de los problemas globales contemporáneos que afectan a la humanidad.
Desde la Ética se ofrecen a los educadores sus fundamentos teóricos y metodológicos relacionados con una concepción sobre lo que es y su lugar en el sistema de conocimientos científicos en Cuba y en el mundo en la actualidad, un enfoque metodológico integrador acerca de qué es, la esencia y funciones de la moral en la vida social y de los individuos.
Por otra parte ofrece sus aportes a la identidad y cultura nacional, así como a la educación; también aporta el contenido moral de la ideología de la Revolución Cubana, a partir de la moralidad histórica, las tradiciones populares y patrióticas como fundamentos de la educación y de la pedagogía.
Ofrece además un contenido ético humanista de la política educacional en Cuba, sustentado en los principios de la moral socialista, las particularidades dentro del proceso de educación, el lugar y el papel de la moral de la Ética y la Profesionalidad Pedagógica de los educadores, la concepción metodológica sobre la Educación Moral y para el tratamiento de los valores en el proceso pedagógico, un enfoque ético sobre la relación ciencia, tecnología, sociedad y los conflictos, dilemas e impactos.
Tomando como punto de partida a todos los precursores de la Pedagogía Preescolar cubana y los estudios realizados por otros investigadores en relación con la ética que debe caracterizar a los educadores, se desarrolla el tema de este trabajo porque la sociedad exige que sean ejemplos en todos los órdenes de la vida, como lo expresó Lidia Turner, "el educador nunca deja de serlo para sus alumnos" (5), con lo cual la autora de este trabajo coincide plenamente y considera que debe seguir trabajando para perfeccionar los modos de actuación de los educadores en la sociedad y elevar su profesionalidad, para que dejen en los niños huellas que en el sentido positivo de actuación no olviden jamás.
La profesión pedagógica tiene su origen y esencia en lo social. Sus funciones son sociales y tienen un condicionamiento sociológico que en lo general alude al tipo de sociedad en que transcurre y, en lo particular, en los mecanismos de acción y formas de manifestar lo social en la actividad de las personalidades y grupos, todo lo cual repercute en la configuración de la ética profesional en lo que se desempeña, que además resulta sumamente complejo y multidimensional.
Resulta importante destacar que la actividad pedagógica constituye uno de los dominios más complejos del trabajo humano y, por tanto, cabe precisar que el humanismo es la única manera de enfocar la integridad cognitivo-afectiva del hombre, con mayor apremio en el caso del educador, cuyo mundo psicológico adquiere una dimensión significativa en el comportamiento profesional y por tanto, integral y humano. De hecho, si se desea que el docente asuma su condición en toda la dimensión humana que esta tiene, es vital entonces lograr su propio aprendizaje y comportamiento humano en las siguientes condiciones:
Un desarrollo integral, participativo, responsable y creador.
Un crecimiento permanente, en su currículo profesional.
Un desempeño como persona comprometida.
Un nivel de autoestima personal y profesional que sea la piedra angular para su mejoramiento cada día.
Sobre la base de lo anteriormente señalado trabaja la autora, para hacer crecer a los educadores preescolares en su responsabilidad, motivarlos a la creatividad que debe caracterizarlos, y elevar su nivel de autoestima personal y profesional que las conlleve a ser cada día mejor en sus modos de actuación social.
Desde el punto de vista pedagógico y metodológico, se requiere de un profundo dominio de la doctrina marxista-leninista, sobre la naturaleza y la sociedad; este debe distinguirse por el convencimiento comunista y el alto nivel ideológico.
Todo lo anterior exige dominar profundamente el contenido de la profesión, conocer la teoría del conocimiento y las ciencias pedagógicas, descubrir las ligazones y relaciones entre determinados conceptos, unir orgánicamente los conocimientos de las diferentes áreas del desarrollo que reciben los niños, saber aprovechar las potencialidades de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para el desarrollo de la actividad cognoscitiva y educativa que debe trasmitir, su actividad social y su independencia.
Por otra parte para la dirección científica del proceso pedagógico, es imprescindible que los educadores no solo conozcan bien las actividades que enseñan, sino que sepan trasmitir los conocimientos a los niños. Para ello es necesario dominar los hábitos y habilidades de la actividad pedagógica, entre los que se señalan: de información, de movilización, que fomenten el desarrollo, y los de orientación.
Sobre la base de los habilidades y hábitos de orientación es que lograrán formar el conocimiento científico y la actitud comunista hacia la naturaleza y el trabajo, inculcar en los niños un interés estable por la actividad y el trabajo socialmente útil, en correspondencia con las necesidades de la sociedad y sus inclinaciones personales; así como llevar a cabo la educación humanista, estética y política e ideológica de los niños, en el espíritu de los altos ideales morales de la sociedad que determinan la orientación social y profesional correcta.
Es importante significar que estos no son los únicos hábitos y habilidades pedagógicos imprescindibles para las educadoras, ellas deben además, poseer habilidades y hábitos de actividad: constructiva, organizadora, comunicativa y de investigación para resolver creativamente las tareas del proceso educativo de los niños, por lo que en la actividad práctica, siempre interviene como personalidad íntegra, como sujeto consciente que contribuye activamente al proceso social, por eso son excepcionalmente importantes sus cualidades personales, sus particularidades, moralidad, convencimiento, su tacto y los rasgos de su carácter.
La significación de este proceso pedagógico es que en él se integran la instrucción y la educación, la enseñanza y el aprendizaje, con vista a contribuir al crecimiento humano, en la medida en que los individuos se preparan para la vida, a tenor con las exigencias de su época y de su tiempo, para el proceso de integración e inserción social, como sujetos activos, independientes, creativos, patriotas, y humanistas.
Resulta oportuno la teoría de Vigotsky L. S, sobre las funciones psíquicas superiores y su origen histórico social, toda vez que el educador, tanto en lo psicológico, como personalidad y en lo profesional, es un producto de lo histórico-social y sujeto activo de las relaciones sociales que entrañan una dialéctica de lo interno y lo externo, es decir , el educador es un sujeto del sistema de interrelaciones , dentro de los cuales organiza la expresión individual y construye la propia historia .
El nivel de personalización es individual y tiene que ver con las potencialidades de cada uno, tanto en lo interno como en lo externo, por lo que la teoría vigotskiana, sobre la Zona del Desarrollo Próximo o Potencial, llamada también "espacio metacognitivo" (A. Labarrere,1998) o "espacio interactivo" (L. Morenza,1998) es un postulado que apunta a la explicación del sello personal en cada educador a partir del desenvolvimiento de su personalidad, por tanto no es posible aspirar una homogeneidad en los educadores, la regularidad debe buscarse en cuanto a exigencias y aspiraciones comunes y necesarias.
Es necesario hablar de la psicología de la personalidad de la educadora, ya que en la Educación Preescolar a esta profesional le corresponde el papel rector porque cumple la honrosa e importante tarea estatal de la enseñanza y educación comunista de la nueva generación. Por eso su actividad pedagógica fundamental consiste en pertrechar a los niños de los conocimientos, educar en ellos los actos, la línea vital, las aspiraciones y acciones, desarrollar y formar la actividad social y la independencia cognoscitiva, la sed de conocimientos y la necesidad de unir la enseñanza con la actividad socialmente útil.
La personalidad del educador vista como un sistema abierto, flexible y configurado y como nivel regulador superior de su actividad, debe sintetizar en sí un funcionamiento psicológico íntegro con un desarrollo permanente condicionado por factores multiactuantes, neurofisiológicos, psico-sociales y personales. Así lo plantea Ravelo Gainza, X, definición que la autora de este trabajo retoma por importancia que encierra.
Todo lo anteriormente señalado permite revisar desde el punto de vista psicológico las cualidades profesionales de la personalidad del educador preescolar, ya que influyen directamente en el desarrollo de las orientaciones de valores y manifestaciones psíquicas que determinan la actividad en independencia con la realización del proceso didáctico educativo.
La actividad de la Educadora Preescolar es un trabajo muy complejo, polifacético y delicado por su contenido psicológico, que requiere de ella un alto nivel ideológico de la personalidad; así como profundos y vastos conocimientos, amplia cultura general integral, amor a los niños, conocimientos de las leyes de la infancia y teoría y práctica de la educación.
La profunda toma de conciencia de su papel social, de su deber social y unidad ideológica con el colectivo de los compañeros de trabajo, crea las condiciones interiores favorables para el desarrollo armonioso y la formación de los rasgos comunistas de la personalidad del educador. Con lo anterior se demuestra que la preparación ejerce una fortísima influencia en el desarrollo de la mente, sentimiento, y voluntad del niño en su vida e incluso hasta después de que estos terminan la primera formación de la vida en las instituciones infantiles.
En nuestro país se aprecia libertad humana que se define como la "autodeterminación axiológica". Esto significa que una persona libre se convierte, por ese mismo hecho, en el verdadero autor de su conducta, pues él mismo la determina en función de los valores que previamente ha asimilado.
De acuerdo con esto se dice que la condición previa de la libertad en un individuo, (y en este caso se trata del educador), es la captación y asimilación de los valores. En la medida en que un individuo amplía su horizonte axiológico, podrá ampliar paralelamente el campo de su propia libertad, y en la medida en que una persona permanezca ciega a ciertos valores, se puede decir que posee una limitación en su libertad. .
El partido y el Estado brindan constantemente una gran atención a las cuestiones de la educación moral desde las edades tempranas. Es por ello que se hace necesario recordar que en la inauguración del Círculo Infantil "Los Abelitos", en Ciudad de la Habana, Fidel Castro Ruz expresó: "El círculo es quizás la más importante institución de la educación de nuestro país, les digo que es tan importante un círculo como una universidad, porque allí es donde el niño adquiere los principales hábitos de la vida social, aprende a actuar con los demás, a colaborar con los demás, a hacer cosas con los demás, respetar a los demás, recibir la educación, la disciplina, conocimientos artísticos, conocimientos de la vida, conocimientos culturales, conocimientos alimentarios, incluso hay algunas de las canciones que han preparado para los niños que los educan sobre cualquier cosa práctica de la vida".(6)
En tal sentido hoy es una realidad la preparación que se debe lograr en los niños de cero a seis años; pues a partir de los resultados investigativos de los especialistas del MINED, dentro de los cuales está Sonia Garbey; se editó un folleto que ofrece una guía científica fundamentada sobre los hábitos a educar en el niño en cada etapa de su desarrollo, los procedimientos a utilizar para lograrlos y el papel del adulto en este proceso. El mismo tiene como propósito fundamental preparar, desde el punto de vista cultural, los niños desde las edades más tempranas.
En las primeras edades la formación de los hábitos adquiere una gran significación, para ello se necesita un profesional preparado y competente, porque esta etapa es un período sensitivo en la formación de los más pequeños, donde se instauran las primeras normas morales que la sociedad le plantea al niño y a la familia, que inciden por tanto en el desarrollo de las cualidades de la personalidad.
Hoy es evidente que todas las instituciones educacionales constituyen centros formativos universitarios, y se materializa en la responsabilidad dada a cada tutor para la preparación de los futuros pedagogos que van a ejercer el componente laboral en los centros identificados como microunivesidades, los cuales serán el relevo de la educación, en el encargo de preparar a la nueva generación y darle continuidad a la Revolución.
Muchos son los referentes que se aportan en relación a los modos de actuación social de los profesionales, entre ellos están las investigaciones de:
Pérez Sarduy, Y. (2006) cita: "La interacción de los profesionales con las esferas de actuación del objeto de su profesión es mediatizada por la naturaleza de sus modo de actuación. Estos, en alguna medida, determinan qué hace el profesional en el contexto de su trabajo, pero sobre todo cómo lo hace. Ahora bien, los modos de actuación se desarrollan como proceso y resultado de la formación del profesional a lo largo de su carrera, fundamentalmente a lo largo de su formación inicial". (7) (Pérez, Sarduy, Y., 2006)
En ese contexto, la dirección metodológica del Ministerio de Educación Superior los define como los métodos más generales que caracterizan cómo actúa el profesional con independencia de con qué trabaja y dónde trabaja. Esta definición aparece en la literatura como análoga a la propuesta por Álvarez de Zayas, C. (1999) donde se plantea que "el modo de actuación es la manera en que el egresado resuelve los problemas del objeto de su trabajo en el objeto de su profesión". (8)
Fuentes, H. (2000), profundiza en la caracterización de los rasgos presentes en la definición del concepto y lo define como "métodos de carácter general que se hacen independientes del objeto. Los mismos se establecen a partir de los métodos particulares de solución de los problemas profesionales y como una generalización de estos, caracterizando la actuación del profesional, independientemente de las esferas de actuación en que desarrolle su actividad y los campos de acción en los cuales actúa. El modo de actuación responde a una lógica que puede ser lograda con independencia de los objetos y, por tanto, de los procedimientos que en cada caso se apliquen" (9). Fuentes, H (2000)
Otras muchas han sido las definiciones en relación a los modos de actuación y dentro de ellas está la que propone García Ramis, Lizardo (1996), quien profundiza aún más en la caracterización de los rasgos del concepto, según García Ramis, "los modos de actuación del profesor, son las formas históricamente condicionadas de desempeñarse el docente, constituido por el conjunto de procedimientos, métodos y estados para la comunicación y la actividad pedagógica, las cuales revelan un determinado nivel de desarrollo de sus habilidades y capacidades, así como de constructos, rutinas esquemas y modelos de actuación" (10) (García Ramis, L. 1996)
Por su parte, Addine Fernández, Col. (2002), entienden por modo de actuación "el sistema de acciones en el que se concretan las funciones docente metodológica, de orientación educativa y de investigación-superación y las relaciones entre ellas, que le sirven para cumplir su tarea esencial de educar en el proceso de enseñanza aprendizaje".(11) (Addine Fernández, F. col., 2002). Definición que asume la autora por el nivel de integridad que comprende en cuanto a la labor profesional del educador.
Por consiguiente se hace necesario plantear que las propuestas teóricas y metodológicas que ofrece la literatura especializada, hasta el momento, se caracterizan por:
La consideración del modo de actuación como un constructo generalizador de la acción del profesional sobre el objeto de su profesión. En esta clasificación se ubican las propuestas de García Ramis, L. (1996), Álvarez de Zayas, C. (1999), Fuentes, H. (2000) y Garcés Cecilio, W. (2003).
La consideración del desarrollo del modo de actuación como un proceso independiente del objeto de la profesión, según las propuestas de Álvarez de Zayas, C. (1999) y Fuentes, H. (2000).
La no inclusión en las definiciones del concepto de modos de actuación de rasgos relacionados con la necesidad de integrar el contenido de la educación en la interacción con el objeto de la profesión. Esta limitación queda evidente en las propuestas de todos los autores consultados.
La necesidad de reflejar en la teoría las manifestaciones prácticas del desarrollo de modos de actuación, que permitan al educador integrar el contenido de la educación en su interacción con el objeto de su profesión, o sea, en su desempeño, hace necesario que se proponga una nueva definición para este concepto. Es sabido que la formación del profesional responde, en su dialéctica interna, al ideal del educador que se tenga en su contexto de formación.
Los últimos años de la década del 90 en Cuba han sido considerados el contexto apropiado para que comenzara a afianzarse una variante del ideal: el educador interdisciplinario. Algunos autores limitan el concepto de interdisciplinariedad al plano cognitivo, como es el caso de Ramos Requeja (1987), quien lo define "como la integración interna y conceptual que rompe la estructura de cada disciplina para construir axiomas nuevos y comunes, con el fin de dar una versión única de las áreas del saber". (12) Ramos Resqueja (1987).
Otros autores han aportado definiciones más completas, Perera Cumerma y del Sol López. (2003) plantean que "su esencia radica en la convicción y actitudes de los sujetos, es decir, en su carácter educativo, formativo; es una manera de pensar y de actuar para resolver los problemas complejos y cambiantes de la realidad, con una visión integrada del mundo, en un proceso basado en relaciones interpersonales de cooperación y de respeto mutuos". (13) (Perera Cumerma y del Sol López, 2003).
Estos autores resaltan el carácter instrumental de la interdisciplinariedad al considerar que es una manera de pensar y actuar para resolver problemas, mientras que por otra parte no la reducen a lo cognitivo al plantear que su esencia radica en la convicción y actitudes de los sujetos.
En este trabajo la propuesta de Fiallo Rodríguez, Jorge. (1997) se asume por la autora ya que plantea que "las relaciones interdisciplinarias son condiciones didácticas que permiten cumplir los principios sistemáticos de la enseñanza y asegurar la reflexión subsiguiente de las relaciones en la naturaleza y en la sociedad. También son una forma de contribuir a las relaciones mutuas del sistema de conceptos, leyes y teorías que se enfocan en la institución, permiten garantizar un sistema general de conocimientos y habilidades de naturaleza tanto intelectual como práctica, así como el sistema de valores, convicciones y relaciones con el mundo real en que vivimos". (14) (Fiallo Rodríguez, J., 1997)
Las relaciones interdisciplinarias como un fenómeno objetivo, deben ser reveladas como un mérito por la educadora a través de la integración con el objeto de su profesión.
El enfoque brindado por M. Solama (1995) defendiendo "la diferenciación entre el Ser Docente y ser docente y las posiciones asumidas sobre las investigaciones en el aula y el saber pedagógico", (15) el cual aportó a la función social del educador cubano; así como los autores que se ocupan de esta y la abordan como profesionalización, Addine, F (1997) y la concerniente a la imagen de este profesional de Blanco, Antonio, (1998). Todos sustentos claves, por la coincidencia en un enfoque sociológico que es muy importante observar desde esta investigación.
Cruz Cruz, Clara Luz y otros investigadores (2007), en la provincia deVilla Clara, realizaron un estudio sobre la formación y preparación permanente del profesional de la Educación Preescolar, con especificidades de ese territorio. Esta idea se retoma por la autora como punto de partida para desarrollar el trabajo en la provincia Guantánamo y centralizado en el municipio Baracoa, enriqueciéndolo con el tratamiento a los modos de actuación social de los mismos en este territorio.
En la Educación Preescolar, no se observan trabajos científicos dirigidos al tema, aún cuando se conoce que las situaciones económicas por las que atravesó Cuba en el Período Especial, deterioró en gran medida los modos de actuación social de una gran parte de los educadores.
En la provincia Guantánamo se destacan figuras como: Zulema De la Caridad. Matos Columbié, (2003), en el camino de formación profesional dirigiendo los estudios a la formación y orientación profesional pedagógica y Xiomara Ravelo Gaínza,. (2002) encargada en la realización de un perfil para configurar la imagen social de los profesores de Secundaria Básica, productos derivados de los problemas que se vienen observando en tal sentido con el personal pedagógico. Se agrega además como parte del programa de Maestría de amplio acceso para el sector educacional a Argüelles Mesa, M (2008), que en su estudio se dirige a perfeccionar la imagen social del profesional de la misma Educación.
Ha sido importante para ello tener en cuenta los deberes y derechos, que valora Dueñas, Francisco A (2007 ); con el cual se comparte el criterio para la elección correcta de esta profesión, así como también el aporte de Matos Columbié Zulema de la Caridad (2003), quien en este territorio guantanamero, propone un modelo, sistematizando lo que otros investigadores habían dicho, pero vistos desde la Pedagogía, hace énfasis en la orientación vocacional por familias de carreras y propone un nuevo enfoque socio-personológico, no solo para resolver problemas, sino para contribuir al desarrollo de la sociedad.
Con los deberes y derechos que aporta Dueñas, F. A. (2007), y que a continuación se resumen, se aspira a lograr cambios en la selección del personal pedagógico con interés por la carrera, por lo que se considera pueden formar parte de los indicadores de medida para la realización de dicho proceso; los cuales utiliza en el desarrollo de la propuesta para la introducción de cada tema, con el fin de que los educadores reflexionen en la misión que tienen; así como en la ética pedagógica que debe caracterizarlos:
La Vocación, pues se considera que la elección de la profesión ha de ser completamente libre, entenderse como la disposición que hace al sujeto especialmente apto para una determinada actividad profesional. Quien elige de acuerdo con su propia vocación tiene garantizada ya la mitad del éxito en su trabajo. En cambio, la elección de una carrera profesional sin tomar en cuenta las cualidades y preferencias, sino, por ejemplo, exclusivamente los gustos de los padres, o los intereses de la familia, fácilmente puede traducirse en un fracaso que, en el mejor de los casos, consistiría en un cambio de carrera en el primero o segundo año, con la consiguiente pérdida de tiempo y esfuerzo.
Finalidad de la Profesión, se considera que la finalidad del trabajo profesional es el bien común. La capacitación que se requiere para ejercer este trabajo, está siempre orientada a un mejor rendimiento dentro de las actividades especializadas para el beneficio de la sociedad. Sin este horizonte y finalidad, una profesión se convierte en un medio de lucro o de honor, o simplemente, en el instrumento de la degradación moral del propio sujeto.
El Propio beneficio, lo ideal, es tomar en cuenta el agrado y utilidad de la profesión; y si no se insiste tanto en este aspecto, es porque todo el mundo se inclina por naturaleza a la consideración de su provecho personal, gracias a su profesión. No está de más mencionar el sacrificio que entrañan casi todas las profesiones: el médico, levantándose a media noche para asistir a un paciente grave, el ingeniero con fuertes responsabilidades frente a la obra, etc. La profesión también según esos mismos trabajos, deja, al final de cuentas, una de las satisfacciones más hondas.
Capacidad profesional, un profesional debe tener una preparación especial en triple sentido: capacidad intelectual, capacidad moral y capacidad física:
La capacidad intelectual. Consiste en el conjunto de conocimientos que dentro de su profesión, lo hacen apto para desarrollar trabajos especializados. Estos conocimientos se adquieren básicamente durante los estudios universitarios, pero deben actualizar mediante el estudio constante de las revistas, conferencias y las consultas a bibliotecas. Aún así la autora opina que la superación y actualización personal sistemática, está muy distante de los educadores hoy en día y, por tanto, se deben incentivar más en este sentido.
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