Descargar

Orientación Vocacional para los adolescentes que egresan del bachillerato

Enviado por glensave


    1. Introducción conceptual
    2. Objetivos de la Orientación Vocacional
    3. Técnicas de Orientación Vocacional
    4. Factores sociales que influyen en la planeación vocacional.
    5. Factores individuales que influyen en la planeación vocacional.
    6. Teoría tipológica de las carreras, de Holland.
    7. Resultados
    8. Referencias bibliográficas

    Introducción

    El hombre– por su naturaleza de recursos limitados- vive constantemente en un mundo donde todo le es escaso: no le alcanza el dinero, el combustible, la comida- en fin- todo le hace falta.

    Pero, lo que más le hace falta es el tiempo, de hecho el tiempo es el recurso mas limitado; pues dinero, comida, combustible, y los demás bienes y servicios (aunque no necesariamente funcione así), dan la impresión de poder ser restituidos. El hombre además de nacer, crecer, reproducirse y morir debe realizar actividades propias de los seres humanos que cada día se incrementan, no sólo en cuanto a número sino también a exigencia.

    Sí lo anterior es cierto y el grado de empeño y oportunidad se convierte en condicionante para el tipo de vida que el hombre quiera y pueda llevar, aunado a su propia conciencia en cuanto a la temporalidad sobre esta tierra, lo mejor que puede hacer el hombre es aumentar las probabilidades de éxito en su corta vida terrenal.

    La orientación vocacional y profesional reduce de manera sustancial el tiempo que a una persona le costaría reconocer en qué área tiene ventaja comparativa en relación con sus semejantes. El aprovechar esto le hace más eficiente, productivo y exitoso; sin mencionar -por supuesto- el tiempo y los recursos que se ahorró y que probablemente dedicó a otra útil actividad, a la cual, no hubiera tenido acceso si no hubiera tenido una orientación vocacional o profesional.

    En el presente trabajo, se mostrará la definición de orientación vocacional, los objetivos que persigue, así como los factores sociales e individuales, que permiten identificar la carrera que deseamos.

    Se trascribe la teoría de Holland, la cual afirma que la personalidad del individuo es de gran importancia, pues debido a ella decidirá su vocación. Se muestran también las investigaciones de Holland así como sus hallazgos.

    Por último, se encuentra una investigación de campo, la cual se realizó en una escuela de bachillerato arrojando datos importantes, los cuales serán explicados en el último apartado de este trabajo.

    Deseo mencionar que este trabajo, fue realizado con el fin de aclarar ciertas dudas al lector acerca del significado de orientación vocacional y cuales son sus objetivos, ya que sabemos, por experiencia, que la elección de una carrera es un gran problema, sobre todo para los adolescentes, quienes muchas veces, no tienen ni la menor idea de lo que quieren hacer con sus vidas, ya sea porque no se han puesto a pensar en ello y por lo tanto no se conocen a fondo y no se permiten identificar sus aptitudes y verdaderos intereses, o bien, no tienen la suficiente información acerca de las opciones vocacionales que existen.

    Es relevante señalar lo esencial que es la orientación vocacional, porque si ésta es buena y además, conocemos nuestros verdaderos intereses, aptitudes y capacidades nos permitiremos tomar una buena decisión, y por consiguiente, realizaremos nuestros estudios universitarios con más empeño y gusto, lo que en un futuro se verá reflejado directamente en la calidad del trabajo profesional que desempeñemos, así como la calidad de vida.

    Introducción conceptual

    La elección de una profesión y/o trabajo apunta no solo hacia una actividad u opción profesional, sino a una forma de vida, por tanto, la elección debe hacerse consciente de que con ella formamos parte de nuestra identidad, de nuestro "yo" y que a través de ella, asumimos un rol, un estatus y hasta elegimos una pareja (Aguirre Baztán, 1996).

    La vocación no aparece como algo puntual y espontáneo, sino que se inicia en la infancia, va configurándose durante la adolescencia para definirse en la adultez. No obstante, estas vocaciones tempranas pueden estar enmascaradas de motivos inconscientes que no son sino compensaciones, mecanismos de defensa ante conflictos de la primera infancia; por ello es necesaria una buena orientación para realizar una elección conforme al "yo" real del sujeto (Aguirre Baztán, 1996).

    Esta vocación no sólo está determinada por los motivos inconscientes, sino también por otros más conscientes como las actitudes, aptitudes, intereses, capacidades y personalidad. A su vez, estos pueden potenciarse o no, influidos por factores socio-ambientales y culturales como agentes de socialización (familia, amigos), por el prestigio y auge de ciertos estudios en comparación con otros, el género, etc. La vocación, es el resultado de unos factores más inconscientes (a veces desconocidos por el sujeto) que pueden o no modificarse a través de los factores socio-ambientales y culturales. (Aguirre Baztán, 1996).

    Pero, ¿cómo se define la orientación vocacional?. En su origen etimológico <<vocación>> viene del latín <<vocatio, vocationis>> que significa <<llamado>>, <<invitación>>; es decir, la vocación se deriva desde fuera del sujeto, es exterior a él y lo invita a participar de una determinada situación: la elección de una profesión, de un trabajo, de una carrera. (Aguirre Baztán, 1996).

    No existe una definición única ni clara de lo que de lo que es la Orientación Vocacional, ya que ésta ha sufrido a lo largo de su historia, una evolución que indica que aún hoy en día se encuentra con nuevos problemas de identidad, metodología y direccionalidad. En un principio eran los profesionales de la problemática social los que se hacían cargo de la orientación, centrándola en la escuela. Mas adelante, los estudiosos del tema, trataron de conectar la escuela con el mundo laboral, pero no fue hasta Parsons (1908) que esta orientación no se hizo más científica, basándose en técnicas psicológicas y sociológicas de comparación entre los rasgos del trabajador y los requisitos de las ocupaciones. Luego, no sólo se le dio la importancia a la elección ocupacional sino que se añadió a ésta el concepto de <<sí mismo>> y la propia aceptación personal de los sujetos (Aguirre Baztán, 1996).

    Las transformaciones económicas y el desempleo juvenil también han hecho cambiar el enfoque orientativo vocacional, apoyando y ayudando a adaptarse a estos jóvenes, y ampliando sus servicios. La evolución actual de orientación vocacional depende de las nuevas tendencias y cambios en el trabajo, en la educación y en la familia, que sugieren que se precisa una base más amplia para orientar, pues se han dado cambios en el papel del hombre y de la mujer en el mundo. Sin embargo, hay intentos de conceptuar este tema; así, Ratón (1988) define <<orientación>> como: <<la orientación es la ayuda sistemática, técnica, ofrecida a una persona, para que llegue a un mejor conocimiento y aceptación de sus características y potencialidades, de su propia realidad y del medio en el que ésta se desarrolla y al logro de la capacidad de auto-dirigirse. Todo ello dirigido al desarrollo de su personalidad y a unas contribuciones sociales eficaces>> (Aguirre Baztán, 1996).

    El difícil paso del sistema educativo a la actividad laboral supone la necesidad de un ajuste <<ajuste>> del sujeto a la nueva realidad laboral. La orientación vocacional facilita la inserción de los sujetos a ese mundo laboral, basándose, por una parte, en sus posibilidades, en sus motivaciones, en sus limitaciones e intereses, y por otra, en las facilidades o dificultades y barreras que les impone su medio (Aguirre Baztán, 1996).

    Asimismo, la orientación profesional tiene como fin asesorar y ayudar al individuo a descubrir su vocación y orientarle hacia la actividad cultural o profesional en la que mejor puede realizarla, ayudando a reconocer sus propias aptitudes y asesorándole sobre cual ha de ser su preparación, no solo para realizar ese trabajo de forma efectiva, sino para poder permanecer en él. (Aguirre Baztán, 1996).

    Así se puede describir la orientación vocacional como un <<proceso de ayuda al orientado para que, al conocerse a sí mismo y al mundo del trabajo, se prepare y acceda a la profesión adecuada a sus aptitudes, intereses y rasgos de personalidad, teniendo en cuenta las posibilidades de estudio y de trabajo existentes>>. Todo ello debe realizarse mediante un equipo orientador interdisciplinario (tutor, profesores, psicólogos, pedagogos). (Aguirre Baztán, 1996).

    Objetivos de la Orientación Vocacional

    Según Aguirre Baztán (1996), los objetivos básicos de todo proceso de orientación están dirigidos:

    – En primer lugar, al conocimiento del alumno, es decir, a describir sus propias capacidades, su rendimiento, sus motivaciones e intereses, su inteligencia y aptitudes, su personalidad. A partir de aquí, se le mostrarán las posibilidades reales que le ofrece el mundo académico y profesional, para que descubra su propia vocación, y tome una decisión libre y acorde con sus características y las del entorno.

    – En segundo lugar, deben dirigirse hacia los padres, ya que éstos deben colaborar y participar en el proceso de orientación, siendo debidamente informados de la realidad educativa y laboral existente para aconsejar y apoyar a sus hijos, siempre y cuando no haya interferencia en la libre elección de los mismos.

    – Por último, también hacia la escuela, la cual debe prestar a sus alumnos un verdadero servicio de orientación y asesoramiento permanente, preparándolos para la diversidad y movilidad de empleos e informándoles sobre el seguimiento de nuevas tecnologías, la demanda laboral, etc., lo cual le permitirá adaptarse a las nuevas formas de empleo o a las ya existentes. Se han de buscar estrategias que posibiliten el paso de la escuela al trabajo, pues existente un gran desfase entre el mundo educativo y el laboral.

    El objetivo último sería el dar instrumentos al joven que le permitan tomar una decisión adecuada sobre su futuro profesional.

    Técnicas de Orientación Vocacional

    López Bonelli (1989) plantea tres técnicas de investigación:

    • La entrevista.
    • La técnica de reflejo.
    • La información.

    La entrevista

    La entrevista en orientación vocacional es individual, operativa en la medida en que el objetivo es que el individuo sea capaz después del proceso de elegir una carrera, y focalizada, alrededor de qué profesión y/o estudios quiere hacer. Tiene un valor terapéutico pues debe permitir resolver conflictos, esclarecer motivos y fantasías inconscientes, fortalecer funciones yoicas, etc., que impiden elegir.

    Técnica reflejo

    Pretende que el sujeto se autocomprenda y resuelva sus problemas. No es directiva y se dirige a la raíz emocional de la conducta y las actitudes, puesto que, clarificados los sentimientos, se esclarecen ideas y experiencias.

    Consiste en que el sujeto exprese lo que piensa sobre una situación (reflejo inmediato), sintetice sus sentimientos y actitudes (reflejo sumario), elaborando un mensaje, discerniendo entre lo esencial y lo accesorio (reflejo terminal).

    Entrevista de información

    Trata de clarificar la imagen distorsionada sobre un trabajo o profesión, ya sea por falta de información, factores internos, etc. El objetivo es elaborar y transmitir información realista, favorecer la comunicación, esclarecer y fomentar la búsqueda de información.

    Factores sociales que influyen en la planeación vocacional.

    Influencias principales en la elección de la carrera.

    Los datos que se plasman a continuación fueron obtenidos del autor Robert E. Grinder, en su obra "Psicología de la Adolescencia", publicada en 1989.

    Los agentes de enculturación del adolescente. El joven adolescente necesita de una serie de mecanismos que le ayuden a integrarse a la sociedad y adquirir el estatus psicosocial de la adultez. La familia, el grupo y el contexto sociocultural proporcionan esos mecanismos, tanto psíquicos como sociales, y actúan a modo de contextos espacio-temporales.

    Durante la adolescencia, el joven se halla influido por los <<agentes de enculturación>> (familia, grupo, escuela, mass-media, etc.) que se encargarán de transmitirle conocimientos y de proporcionarle una identidad individual y grupal. Tanto en la familia como en la escuela, va a realizar unos aprendizajes, como el de la adquisición del rol social y profesional. Los mass-media van a influir en el joven transmitiéndole una serie de patrones culturales como son la valoración del poder, del prestigio, del ocio, del placer, del consumo, etc., creándole graves contradicciones al topar con la realidad laboral, que es otra muy distinta y a través de la que no le será posible acceder al mundo que la sociedad valora.

    El prestigio social. Los estereotipos. Existe toda una serie de estructuras socioambientales, las cuales surgen del contexto de donde procede el joven, que influyen en su elección profesional. Encontramos que, en primer lugar, se prestigian determinadas profesiones en detrimento de otras, las cuales pueden agradar o satisfacer más al joven. La medicina, el derecho, ingeniería, informática, etc., son carreras que se consideran ligadas a una posición social elevada, desprestigiándose profesiones más relacionadas con lo humanístico, la filosofía, etc., es decir, carreras no científicas, ni técnicas.

    Por otra parte, se valoran los méritos y éxitos conseguidos en todos los órdenes de la vida, rechazándose a personas que no consiguen alcanzar las cotas impuestas por la sociedad. Lo que importa es ser de los primeros en todo, ganar más dinero, tener más podrá, consumir más, aumentar los títulos académicos, subir en la escala social, etc.

    La sociedad promueve y ensalza los valores materiales, la búsqueda de placer y obtención inmediata de las cosas, lo cual hace que el joven se decepcione al descubrir la irrealidad de conseguirlo todo.

    Los medios de comunicación muestran una serie de ídolos o héroes adolescentes que son valorados por sus hazañas, trabajo o éxitos, no conseguidos por el estudio ni el sacrificio, lo que va a generar en el joven una gran contradicción: por un lado, la sociedad le exige buenas calificaciones escolares o títulos académicos, y, por otro, le ofrece un mundo sólo accesible si se tiene una buena remuneración económica, un trabajo, lo que a su vez, parece ser sinónimo de madurez e independencia. Estudiar y trabajar le son presentados como dos mundos diferentes e incluso incompatibles.

    La diferencia de géneros. Otro factor a tener en cuenta son los importantes cambios que, en la actualidad, está produciendo el acceso al mundo laboral de la mujer. Cambios que se aprecian, por ejemplo, en la ocupación de determinadas profesiones que hasta ahora eran <<exclusivas>> del género masculino; en la partición del trabajo doméstico y la crianza de los hijos si la mujer sale a trabajar (compartir o cambiar roles), etc.

    La familia como agente de socialización. Las presiones sociales son otro tipo de influencias que el adolescente recibe de su familia al intentar elegir su profesión.

    Los padres, a veces, imponen a sus hijos determinadas opciones profesionales porque creen que éstos son incapaces de tomar decisiones maduras por sí mismos. Estas presiones (directas o indirectas) suelen consistir en <<aconsejar>> qué elección es la más favorable para ellos, <<orientarles>> hacia qué profesiones no debe elegir hablando desfavorablemente de ellas, etc. Estos padres no suelen tener un verdadero conocimiento de las capacidades y motivaciones, aconsejándoles profesiones hacia las que no tienen quizás ningún interés ni calificación. Otras veces, los padres proyectan sus deseos frustrados sobre su hijo, esperando ver su narcisismo gratificado a través del joven.

    Puede influir en la decisión del adolescente la propia profesión de los padres; en un intento de identificarse con ellos elegirá la misma, o si quiere desapegarse de ellos optará por otro camino. La actitud positiva o negativa de los padres hacia su propio empleo incidirá, en gran medida, en la Percepción que el trabajo en general, y la profesión en particular, tendrá su hijo.

    Relación escuela-trabajo. Existe un poco relación entre los conocimientos adquiridos dentro del sistema educativo y la realidad laboral. Asimismo la escuela es un importante agente de socialización que influye de forma clara en el adolescente.

    Factores individuales que influyen en la planeación vocacional.

    El problema de la elección vocacional.

    Es en la adolescencia cuando el muchacho va a tener que empezar a decidir cuál va a ser su futuro, a forjar su identidad social. Esta tarea le resulta difícil, pues tiene que decidirse en plena crisis puberal y psicológica: cambios corporales, inseguridad, deseos de independencia, cambios continuos de intereses, etc., que van a complicar la decisión, ya que el sujeto está inmaduro no sólo vocacionalmente sino en el ámbito de toda su personalidad. (Aguirre Baztán, 1996)

    A pesar de todo, el joven debe decidirse, intentando que la elección le permita alcanzar un nivel óptimo de satisfacción individual (autorrealización), de adaptación y de compromiso social. La elección conforma el destino personal, da seguridad. (Aguirre Baztán, 1996)

    Numerosas teorías han intentado sistematizar los factores que inciden en la elección de la profesión y/o estudios, poniendo los determinantes totalmente fuera del control del individuo (teorías del azar), en el ambiente (teorías sociales), en el individuo (teorías psicológicas) o en la economía (teorías económicas). Lo que sí es importante es que la elección vocacional y/o profesional debiera ser un proceso dinámico y continuo que se inicia en la infancia, se delimita en la adolescencia y se configura a lo largo de toda la adultez. En este proyecto influyen factores tanto individuales como sociales, a través de los que se va formando la identidad vocacional-ocupacional.

    Motivaciones individuales

    Motivaciones inconscientes

    El inconsciente esta constituido por representaciones de instintos que buscan hacerse conscientes, y que no lo son, debido a unos mecanismos de defensa que los censuran. Ya sea por asociación, por acontecimientos que ocurren al sujeto, algunas de esas representaciones llegan a la conciencia a través de la proyección, la condensación, el desplazamiento, y el mecanismo más vinculado a la elección de la profesión, la sublimación, proceso por el cual el sujeto satisface pulsiones desviándolas hacia fines culturalmente elevados y socialmente positivos y aprobados (Aguirre Baztán, 1996).

    En el deseo vocacional del joven intervienen, además de la edad, el entorno familiar y cultural, etc., su organización afectiva.

    • La elección vocacional supone encontrar el equilibrio entre dos mundos:
    • El personal o interno, relacionado con las motivaciones inconscientes y;
    • El externo, relacionado con lo que el sujeto dice querer hacer.

    El adolescente va a elegir su vocación profesional y su rol social de varias formas posibles:

    • Buscando seguridad personal: sometiendo su identidad a la de los padres, grupo, etc., para no entrar en conflicto: el adolescente será lo que otros decidan por él;
    • Buscando la manera personal de expresar lo que uno vive y percibe del momento histórico y del grupo en donde se encuentra, sin perder la mismidad;
    • Posición individualista: asumir el rol al margen de la realidad.

    Es necesario que los conflictos entre instancias (yo-ideal del yo; superyóico, etc.) que reflejan confusión y discontinuidad entre lo real (externo) y lo psíquico (interno), sean llevados a niveles conscientes para evitar sentimientos de culpa, fracaso, debidos a una elección que responde a un intento de compensar situaciones de malestar y frustración vividas en la primera infancia y que no han sido elaboradas (Aguirre Baztán, 1996).

    Motivaciones conscientes

    En la elección de la profesión debemos atender a las posibilidades reales del sujeto, pues tanto los padres como la sociedad presionan hacia profesiones y estudios para los que el adolescente puede no estar dotado, que no harán sino disminuir su autoestima sumirlo en un sentimiento de fracaso, tendrán la sensación de estar perdiendo el tiempo, dejarán de esforzarse, viéndose incapacitados hasta para lo que pueden hacer.

    Otros padres subestiman a su hijo, impidiéndole hacer unos estudios para los que está capacitado y motivado.

    Entre ambas actitudes, el profesional u orientar, debe evaluar las capacidades del joven, sus intereses, sus aptitudes, etc., atendiendo no sólo a lo que manifiesta querer hacer (influencias externas), sino a móviles más profundos (motivaciones inconscientes) (Aguirre Baztán, 1996).

    Entre los motivos conscientes que hay que conocer:

    A) Las actitudes

    Entendemos por actitud la tendencia o predisposición adquirida y relativamente duradera a evaluar de determinado modo a una persona, suceso o situación y a actuar en consonancia con dicha evaluación. En una orientación social, es la inclinación subyacente a responder de manera favorable o desfavorable.

    En una actitud diferenciaremos:

    — el componente cognitivo: aplicado a la elección de estudios o profesión sería la percepción de la situación laboral, las asignaturas, horarios, remuneración, etc.;

    — el componente afectivo: los sentimientos y pensamientos que el trabajo o estudios despiertan en el sujeto

    — el componente conductual: tendencia o disposición a elegir tal trabajo o estudios.

    B) Las aptitudes y/o capacidades

    Las aptitudes básicas a observar para la elección de estudios y/o profesión serían:

    — El intelecto: sólo una marcada debilidad mental o psíquica puede impedir llevar a cabo la mayor parte de aprendizajes profesionales o académicos; incluye:

    • comprensión y fluidez verbal,
    • numéricas,
    • espaciales y mecánicas,
    • razonamiento,
    • memoria,
    • Percepción y atención.

    — Capacidades Psicomotrices.

    — Capacidades físicas: para profesiones en las que el aspecto corporal y la resistencia física son importantes: atienden a: estatura, peso, fuerza de las manos, capacidad vital, etc.

    — Capacidades sensoriales y artísticas: vista, oído (música), sentido Kinéstico, gusto (gastrónomos), olfato (degustadores), etc.

    — Habilidades manuales: manipulación simple, coordinación bimanual, etc.

    C) Intereses

    Se definen como la atención a un objeto al que se le atribuye un valor subjetivo.

    Tanto las aptitudes como los intereses son <<la punta del iceberg>> de la elección vocacional; debajo de éstos, encontramos las motivaciones inconscientes.

    El autoconocimiento permite ir tomando conciencia de la experiencia personal y de las propias potencialidades, de una forma más realista, motivando al adolescente a mejorar sus aptitudes y capacidades en la zona de interés.

    La motivación y los intereses también se relacionan. Los motivos son los que impulsan la conducta y suelen ser inconscientes y tienen su raíz en los motivos y necesidades de carácter emocional y dinámico (Aguirre Baztán, 1996).

    Teoría tipológica de las carreras, de Holland.

    Antecedentes

    La siguiente información fue retomada del libro "Teorías sobre la elección de carreras", de Samuel H. Osipow.

    La teoría de Holland acerca de la selección vocacional representa una síntesis entre dos corrientes de pensamiento de la psicología vocacional. La concepción popular que Holland emplea en su teoría es una elaboración de la hipótesis que afirma que la elección de una carrera representa una extensión de la personalidad y un intento por implementar ampliamente el estilo de comportamiento personal en el contexto de nuestra vida laboral. El nuevo rasgo que Holland introduce es la noción de que la gente proyecta sobre títulos ocupacionales sus puntos de vista acerca de ella misma y del mundo laboral que prefiere. Por medio del simple procedimiento de dejar que los individuos expresen sus preferencias, o desarrollen sus sentimientos, hacia una lista particular de títulos ocupacionales, Holland asigna a las personas estilos personales que tienen implicaciones teóricas para la personalidad y la elección vocacional.

    La concepción de Holland acerca del desarrollo vocacional tuvo su origen a partir de sus experiencias con las personas implicadas en la toma de decisiones relativas a las carreras. Dicho investigador observó que la mayoría de las personas veían el mundo ocupacional en términos de estereotipos ocupacionales. En vez de concluir que tales estereotipos confunden a las personas y le causan al orientador vocacional dificultades adicionales, Holland invirtió el proceso de los estereotipos a su favor y supuso que éste se basa en las experiencias individuales con el trabajo; así pues, los estereotipos de fundamentan en la realidad y poseen un alto grado de utilidad y precisión. Holland formuló la hipótesis de que cuando el individuo posee pocos conocimientos acerca de una vocación particular, el estereotipo que sostiene revela información sobre él, y esto sucede de manera más parecida a cómo una prueba proyectiva revela la dinámica de la personalidad. En consecuencia, Holland construye una lista de títulos ocupacionales que serían útiles como mecanismo sobre el cual una persona podría proyectar su estilo de vida preferida.

    La teoría

    Ambientes ocupacionales

    Las afirmaciones originales de Holland (1959) fueron modificadas como resultado de sus propias investigaciones para evaluar la teoría (1962). En sus afirmaciones originales, Holland sostiene que dentro de la sociedad existe un número finito de ambientes laborales. Estos ambientes son motrices (agricultores, conductores, etc.), intelectuales (químicos, biólogos), de apoyo (trabajadores sociales, maestros), de conformidad o convencionales (contadores, cajeros), de persuasión (vendedores, políticos) y estéticos (músicos, artistas).

    La Jerarquía evolutiva

    Este tipo de jerarquía está representado por el ajuste del individuo ante los seis ambientes ocupacionales. A cada persona se le solicita acomodarse a cada uno de ellos y desarrollar ciertas destrezas con respecto a esas ubicaciones. Los seis tipos de ajustes provenientes de la jerarquía evolutiva representan los principales patrones y estilos de vida de las relaciones entre el individuo y su mundo.

    Las seis orientaciones reciben en la teoría original los mismos nombres de los ambientes ocupacionales, pero más tarde Holland (1962) les dio otros nombres. En las descripciones que se ofrecen a continuación aparecen los nombres originales entre paréntesis.

    a) Tipo realista (motriz): son sujetos agresivos, que prefieren actividades que impliquen destreza física, masculinidad, problemas concretos no abstractos; las profesiones ligadas a ellos son. Obreros, aviadores, maquinistas, carpinteros, etc.

    b) Tipo sociable (de apoyo): establecen fácilmente relaciones personales, evitando situaciones que les exijan soluciones intelectuales o grandes habilidades físicas. Eligen la psicología, abogacía, ser profesores, etc.

    C) Tipo intelectual (intelectual): Prefieren el pensamiento, lo racional a la acción. Rehuyen los contactos personales. Suelen ser físicos, antropólogos, matemáticos, etc.

    D) Tipo convencional (de conformidad): muy controladores, se identifican con el poder y es status social. Buscan profesiones que impliquen jerarquías, por ejemplo banqueros, cajeros, estadísticos, contables, funcionarios, etc.

    e) Tipo emprendedor (de persuasión): sujetos hábiles en el uso del lenguaje que utilizan para manipular o persuadir. Gustan del poder y la posición social. Suelen ser vendedores, políticos, publicistas, subastadores, etc.

    1. Tipo artístico (estético): se orientan hacia la expresión artística. Sujetos emotivos paro con poco autocontrol, introvertidos y asociales, como poetas, músicos, dramaturgos, escultores, etc.

    La historia y el papel de las jerarquías evolutivas

    Holland no analiza en forma explícita la manera en que se desarrollan estas orientaciones. Presumiblemente, la evolución de las orientaciones corresponde a nociones generales acerca del desarrollo de la personalidad tal como es presentada por otras teorías, o sea, que la personalidad es el resultado de las influencias genéticas y ambientales. Tal afirmación es muy general para que tenga algún valor en la comprensión del desarrollo de la personalidad, en particular para los orientadores vocacionales, quienes pueden estar implicados en las tareas de corregir desarrollos equivocados, sin embargo, Holland sí indica la manera en que la orientación, una vez establecida, influye en el comportamiento vocacional. Si una orientación es, claramente dominante en relación con las otras, el individuo, buscará un ambiente ocupacional que corresponda a dicha orientación.

    En la práctica se espera que un joven realista escoja la ingeniería, y un muchacho agresivo, ambicioso y con habilidades verbales decida fácilmente estudiar la carrera de licenciado en derecho. Si dos o más orientaciones tienen la misma o casi la misma fuerza, el individuo vacilará en la selección de un ambiente ocupacional. Una muchacha con una combinación de pensamientos objetivos acerca de los problemas, con rechazo a las relaciones interpersonales íntimas, con una tendencia a organizar combinada con deseos de ejercer un autocontrol y una considerable tendencia por ser emocionalmente expresiva, puede un día escoger ser bióloga y al día siguiente decidir que para ella lo más adecuado son las artes gráficas. En caso de que los factores ambientales interfieran con la implementación de la primera orientación claramente determinada, entonces el individuo buscará un ambiente ocupacional apropiado a su segunda orientación más fuerte. Un estudiante que se halle impedido de elegir como carrera la oceanografía debido a la escasez de sus recursos económicos, seleccionará el dominio de la ingeniería mecánica, el cual representa su segunda orientación, la realista; sin embargo, si la jerarquía de las orientaciones no está bien orientada más allá de la primera, entonces se presentará la duda en la selección de un ambiente ocupacional. Lo mismo ocurre cuando las dos primeras orientaciones no son claramente diferentes en sus fuerzas.

    Las investigaciones

    Casi todas las tentativas por validar la teoría a través de investigaciones han sido dirigidas por Holland y sus colaboradores, utilizando para tal efecto una población nacional de becarios sobresalientes. La metodología de Holland para el estudio de la selección vocacional dentro de su marco teórico es muy comprensiva. Un rasgo básico en la investigación ha sido la idea de que los títulos ocupacionales poseen una considerable cantidad de estímulos para las personas, y que estos títulos, como los estereotipos, son congruentes con la realidad. Holland propone utilizar respuestas de agrado y desagrado hacia los títulos ocupacionales como datos proyectivos acerca de la persona que responde, sobre el supuesto, probablemente válido, de que las preferencias vocacionales representan una faceta principal acerca de la personalidad del individuo.

    Diseño de la investigación

    Muestras. Las investigaciones de Holland sobre su teoría están caracterizadas por la observación de los miembros de varias muestras grandes, cuyos comportamientos son estudiados por medio de múltiples observaciones durante un periodo moderadamente prolongado. La población de las investigaciones estuvo constituida por los estudiantes becarios a nivel nacional. Generalmente el procedimiento ha sido el de seleccionar una muestra al azar, frecuentemente el tamaño de la muestra estuvo constituido por la sexta parte de la población total, y en pocas ocasiones por una fracción más pequeña.

    Instrumentos. El instrumento clave en la investigación de Holland es el Inventario de Preferencias Vocacionales (IVP)(Vocational Preference Inventory, VPI), el cual está constituido por 300 títulos ocupacionales, a los cuales el sujeto debe expresar su interés o desinterés. Holland ha utilizado este instrumento en varios estudios, con el fin de asignar a sus sujetos orientaciones personales que sirvieran como variables independientes. Después de calificar el IPV (VPI) sobre las seis escalas pertinentes a las orientaciones personales, Holland tomó la escala en la cual se había logrado la puntuación más alta y asignó al sujeto al grupo apropiado.

    Holland utilizó otros métodos para asignar a los sujetos un tipo personal. En uno de esos estudios, asignó los sujetos a las categorías de orientación personal, empleando sus puntuaciones sobre las seis escalas seleccionadas del Registro de Intereses Vocacionales de Strong (Strong Vocational Interest Blank), cada una de las cuales discriminó a puntuaciones del IPV (VPI) más eficientemente para una de las seis orientaciones personales.

    Evaluación

    Las investigaciones de Holland basadas en su teoría son impresionantemente extensas. Además de la invención de instrumentos que permitan evaluar las hipótesis especificadas que se desarrollan a partir de su posición, Holland ha obtenido, como resultado de los diferentes aspectos del comportamiento vocacional que fueron estudiados incidentalmente al evaluar su teoría, cierta información adicional. A partir de las investigaciones de Holland se ha acumulado gran cantidad de comprobaciones acerca de la existencia de las orientaciones personales en la forma en que él las describió en sus formulaciones teóricas originales; además, se ha encontrado que estos tipos son razonablemente estables. También parecen existir los ambientes ocupacionales tal y como han sido descritos. La mayoría de las características propuestas en relación con los distintos tipos de orientación se han comprobado, así como un gran número de otras características y rasgos que sirven para diferenciarlos entre sí. Dado el alto código de un estudiante, un investigador tiene una gran oportunidad de predecir la elección vocacional del sujeto y alguna información acerca de los valores y las actitudes de sus padres. El investigador también obtiene buenos fundamentos para extraer inferencias acerca de las motivaciones del estudiante.

    Holland ha sido sensible a los datos resultantes de sus investigaciones y ha sugerido varias modificaciones de su teoría o al menos ha señalado ciertas deficiencias de ella. La teoría ha sido reescrita, aún cuando en sus fundamentaciones principales permanece inmodificable. La teoría de Holland, como originalmente fue presentada, era una teoría de la elección vocacional. Se proponían seis tipos de orientación personal y seis ambientes ocupacionales. Siguiendo los resultados de las investigaciones que había dirigido, Holland amplió el dominio de su teoría y le cambió el contexto relativamente estrecho de la elección vocacional por el del comportamiento general.

    En conclusión, se puede afirmar que cuando la vida familiar, escolar, social y personal no ha permitido al joven elegir en el momento en que debiera hacerlo, existen recursos y herramientas que contribuyen a aclarar el panorama personal y como consecuencia el panorama profesional y laboral.

    Estas herramientas están encaminadas al conocimiento de sí mismo, dejando atrás aquellas influencias y estereotipos familiares, sociales, personales y económicos que estorban a una decisión y a asumir sus consecuencias.

    Es entonces cuando la orientación vocacional toma importancia ya que es el proceso educativo mediante el cual se ayuda a los individuos a formular y realizar propósitos personales en consonancia con sus capacidades, necesidades y limitaciones.

    Los objetivos específicos de la orientación vocacional son el de favorecer la autoestima para que la decisión personal sea objetiva y llevada a cabo con responsabilidad, facilitar la detección de intereses y habilidades individuales, motivando y propiciando el desarrollo de ello dentro del ámbito académico, psicomotriz, artístico y de relaciones interpersonales y sobre todo, proporcionar herramientas de autoconocimiento, tales como entrevistas de Orientación Vocacional, pruebas de intereses, pruebas de habilidades, pruebas de personalidad, información y acercamiento a planteles e instituciones ya que todo ello coadyuva a una decisión personal integral.

    No debemos olvidar los factores sociales e individuales que favorecen o en dado caso, limitan la toma de decisiones del joven.

    Hipótesis

    Variables independientes

    Variable dependiente

    – Tipo de personalidad

    – Buena orientación vocacional

    – Comportamiento personal

    – Estereotipos

    Estilo de vida (preferencias)

    – Intereses personales

    Unidad de Análisis

    • Adolescentes que egresan del bachillerato

    Variables

    • Tipo de personalidad
    • Comportamiento personal
    • Estilo de vida (preferencias)
    • Estereotipos
    • Intereses personales

    "Cuanto mayor sea el grado de conocimiento de los orientadores vocacionales sobre las preferencias, intereses, personalidad y comportamiento, además de los estereotipos respecto a algunas carreras, que poseen los adolescentes que egresan del bachillerato, mejor será la calidad de la orientación vocacional"

    Resultados

    Antecedentes

    Para complementar el presente trabajo, se mostrará un resumen de los resultados encontrados en la investigación de campo.

    El lugar donde se llevó a cabo la investigación de campo fue el Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios No. 43 (CBTis 43), ubicado sobre el Blvd. Juan de Dios Batis y Av. Belisario Domínguez, en esta ciudad.

    Dicha escuela ofrece estudios bivalentes ya que cuenta con seis especialidades técnicas tales como contabilidad, computación, alimentos y electricidad.

    Se tomó una muestra de los estudiantes de la especialidad de computación que cursan el último año de bachillerato del turno vespertino y que están a punto de terminarlo y sobre todo, tomando una decisión muy importante en su vida, puesto que, de lo que decidan dependerá su vida futura.

    Se les aplicó una encuesta con el propósito de encontrar información acerca de la orientación vocacional, que pudieron o no, haber recibido. (Ver Anexo 1).

    No se pudo hacer a un lado, a quienes de cierta manera influyen en la orientación vocacional, se trata de los profesores de la materia, cuyo nombre puede variar, pero cuyo contenido, permanece inmutable. A ellos se les entrevistó de manera informal y se obtuvieron diversas respuestas acerca de la orientación vocacional, las cuales se analizarán más adelante. (Ver Anexo 2)

    Resultados de la encuesta y entrevista

    De las preguntas aplicadas a los estudiantes, se obtuvieron resultados muy parecidos, pero al mismo tiempo proporcionando una información muy importante.

    Respecto a la primera pregunta, si ya saben que van a estudiar, el 65% indicó que ya sabe qué es lo que va a estudiar, y las razón por la cual ya decidió, es porque la gusta lo que va a estudiar, respuesta que indica que tiene bien claro sus intereses y que por lo tanto no habrá mayores dificultades en el desarrollo de su carrera.

     Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior 

    Otras respuestas que fueron anotadas, no estaban contempladas en mi encuesta, sin embargo, son características que ya fueron mencionadas anteriormente en el cuerpo del trabajo. Se trata de respuestas que tienen que ver con la búsqueda de seguridad personal y la seguridad que ofrecen ciertas carreras y las ganancias que pueden obtener de ellas, además de la accesibilidad de las mismas. (Fig. 2)

     Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

     El otro 35% de los encuestados, afirmó que no había decidido que va a estudiar. Las razones fueron muy variadas. El 24% de los que no han decido que estudiar mencionan que en esta ciudad no hay lo que quieren seguir, lo cual hace suponer, que sus preferencias nada tienen que ver con las carreras que ofrecen las universidades locales. Y otra razón, fue que no le gusta ninguna de las escuela que tenemos en esta ciudad.

    De los que no deciden aún, un 14% afirmó que no posee información alguna acerca de las carreras que ofrecen las universidades de la región, lo cual hace pensar en diversas razones: puede que el joven no esté informado por falta de interés en la orientación vocacional que le ofrece su institución; o por falta de iniciativa propia, y no ha acudido a los planteles educativos a pedir información. Estas son sólo dos razones, pero pueden haber más.

    El otro 14% de los encuestados y que aún no decide, menciona que no sabe cuales son sus aptitudes e intereses, lo cual supone una falta de orientación vocacional, pero al mismo tiempo, hace pensar sí realmente el adolescente está interesado en recibir una orientación. Dentro de esta respuesta, encontré otra, la cual dice que a veces no se cuenta con el capital y promedio adecuado y necesario para entrar a una universidad.

     Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

     Respecto a la pregunta número 4, el 100% de los encuestados respondió que sí sabe lo que significa la orientación vocacional, pero sólo el 85% respondió correctamente. El otro 15% no manifestó lo que realmente es la orientación vocacional, sin embargo, las respuestas de la encuesta son muy parecidas, por lo que se pudo haber creado algo de confusión en los encuestados.

    En relación con la última pregunta de la encuesta, acerca de que si habían recibido orientación vocacional durante este último año de bachillerato, me parece sorprendente que el 45% afirme que sí la ha recibido, incluso comentaron que han acudido a su plantel, personas llevándoles información acerca de las universidades locales y de fuera del estado, así como las carreras que ofrecen.

     Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

     Sin embargo, más de la mitad de los encuestados, afirman que no han recibido ningún tipo de orientación vocacional, y que no saben cuáles son las opciones de estudio con las que cuentan. Pueden haber diversas explicaciones para lo que dicen, que en verdad no han recibido ninguna información, o no se encontraban presentes al momento de la misma. O no hay interés por parte de los alumnos.

    Pero ahora analicemos el punto de vista de los profesores y orientadores vocacionales.

    Cuando los cuestioné acerca de las características que observan en sus alumnos, cuatro de los cinco entrevistados, menciona que las características más observables, son los de la disponibilidad del joven para recibir orientación y la participación activa que tiene en su formación vocacional,

    Respecto a las verdaderas intenciones de la orientación vocacional, me respondieron algo que yo menciono en mi marco teórico, sin embargo son puntos muy importantes, los señalo de manera sintetizada, pero sin perder su fondo:

    • Es importante el conocimiento del potencial individual, lo que se desprende del rendimiento del alumno en cada una de sus materias y actividades escolares y extraescolares.
    • Permite el conocimiento e información de la realidad social en cuanto a planteles, fuentes de trabajo, oferta y demanda del mercado profesional.
    • Lo más importante es la detección de intereses y habilidades individuales, motivando y propiciando el desarrollo de ello dentro del ámbito académico, artístico, psicomotriz y de relaciones interpersonales.
    • Favorecer la autoestima para que la decisión personal sea objetiva y llevada a cabo con responsabilidad.
    • Proporcionar herramientas de autoconocimiento, tales como entrevistas de Orientación Vocacional, pruebas de intereses, pruebas de habilidades, pruebas de personalidad, información y acercamiento a planteles e instituciones ya que todo ello coadyuva a una decisión personal integral.

    De acuerdo a las charlas que tuve, oficial y extraoficialmente, me percaté de que los maestros frecuentemente, sino es que casi diario, al convivir con sus alumnos, les mencionan las escuelas locales, algunas de las carreras disponibles, y sobre todo la manera en que se encuentra el mundo laboral hoy en día, pero les sugieren que investiguen por sí solos.

    Los orientadores, comentaron que los jóvenes frecuentemente, seleccionan carreras de acuerdo a sus gustos, experiencias y características personales, lo cual me confirma que la elección vocacional, sí es producto de la personalidad del individuo.

    Aseveran, además, que a pesar de los esfuerzos de los profesores de clase y orientadores, muchos jóvenes no toman buenas decisiones e incluso, en ocasiones, dejan los estudios. Y esto es, porque según los consejeros, tienen influencias sobre ellos, las cuales pueden ser familiares, sociales e incluso económicas.

    En conclusión, gracias a la investigación llevada a cabo en CBTis 43, me percaté de la gran importancia que tiene la orientación vocacional, pues al momento de comentarlo con los alumnos y luego, con los profesores, caí en cuenta que la mayoría de las veces sí se nos brinda orientación vocacional, pero debido que se brinda esa orientación a la edad de grandes cambios, no le brindamos la suficiente importancia y es ahí donde radica el principal problema, pues no queremos ser partícipes de ese proceso de enseñanza.

    Comprobé también, que en realidad los padres deben entender que la elección profesional y ocupacional es algo que resulta de un proceso que inicia desde la infancia y que concluye como una reflexión personal del joven en la que ellos pueden estimular y motivar a que se conozca y desarrolle sus potencialidades; informando sobre las posibilidades académicas y campo de trabajo existentes y participar propiciando que el hijo asuma la responsabilidad de su decisión, obviamente, sin presionarlo de ninguna manera a que decida algo que no desea.

    Resulta interesante contrastar los pensamientos de los profesores y orientadores entrevistados, pues algunos de ellos se acomodan dentro de una teoría la cual, quizá inconscientemente, defienden y apoyan en todos los aspectos.

    En fin, creo haber logrado completar este trabajo, concluyendo que en realidad, si los orientadores se esfuerzan en hacer comprender a los jóvenes de la gran importancia que tiene para ellos en conocerse internamente y hacerlos partícipes conscientes de su decisión, podrían lograrse buenos avances en lo que a orientación vocacional se refiere. Pero no debemos pasar por alto la importancia de la familia en este proceso de enseñanza, pues es en casa donde se aprenden los principales valores y se construyen las bases sobre las cuales, el joven va a poder identificar sus aptitudes, habilidades, intereses y capacidades propias, las cuales le permitirán tomar la decisión que cambiará su vida para siempre.

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

    • HERZBERG, Frederick. (1971). "Administradores o entrenadores de animales". Revista de administración.
    • MASLOW, Abraham. (1954). "Motivación y personalidad". Harper & Row.
    • McGREGOR, Douglas. (1960). "El lado humano de la empresa" . McGraw-hill.
    • ROBBINS, Stephen. (1999). "Comportamiento Organizacional". Prentice Hall. 8° Edición.

    http://www.sie.es/crl/vocacion.htm

    http://www.mb.com.mx/contento/?name=ov_adolescVocacion

    http://educacion.123.cl/especiales/paa_02/Orientacion_vocacional.htm

    http://www.ibi.herrera.unt.edu.ar/ing_biomedica/Novedades/Or_Vocacional/hoja1.htm

    Presentado por:

    Gladys Eneyda Sánchez Verdugo

    Los Mochis, Sin.