Pasé muchas horas en el interior del monumento megalítico cerca de Casa Vila de Llanera, ya fuese para ver aparecer el sol solsticial, o por medirlo. Lo reconstruyeron magistralmente situando cada gran megalito en su lugar y me lo explico en su vejez el sabio albañil que efectuó la obra con el mayor respeto. Lo comento por el hecho que en mi soledad una fria mañana del 21 de diciembre, mientras esperaba que asomase el sol por el horizonte del NE. Que casi corresponde con las crestas de la sierra de Montserrat, inesperadamente escuché un sonido tan cercano que parecía ser el silbido de una gran serpiente y me asustó. Era tan prolongado que no había animal capza de tener tantos pulmones. Era parecido a si un chorrito de limaduras de hierro cayesen sobre una plancha metálica desde un metro de altura. Al tranquilizarme, porque los ofidios viven aletargados en invierno, me di cuenta que lo que escuchaba era el "Bicha" (para los prehistóricos la Guifre), que no es sinó una descarga telúrica del calor del sol acumulado desde varios dias, el cual serpentea electricamente por las peñas del sector hasta que encuentra donde descargarse, y allí lo hizo multipicando el fenómeno acústico. Supongo que no hay mucha gente viva que haya escuchado el sonido de la Madre-Tierra. Particularmente, me sorprendió mucho, pues habiendo leído al respecto, suponía que sonaría como el profundo toque del tambor y no como un fino silbido.
ࠓólo un investigador teórico podría ignorar éste y otros semejantes detalles, como lo es valorar justamente los megalitos que levantaron los primeros constructores en material duro. Al ejecutarlos sudaron mucho hasta conseguir colocar un megalito sobre otro; y sus nietos que no supieron de tales esfuerzos, se atemorizaban al ver una forma de toro de piedra vacío y capaz de expresarse sonoramente. Al fin se comportaban como era propio de una etapa infantil de la humanidad. Merecen que se valoren sus obras sin asociarlas a tumbas "de gigantes", ni "de moros", porque revelan además un gran aprecio por la simetría y las matemáticas, ya que el cromlech, o círculo de menhires radiales, del monumento de Vila de Llanera, además de tener un ancho interior regular de 1,66. m., (que es lo que mide una persona con los brazos extendidos), al multiplicar dicha unidad básica 1,66 por 13 lunas naturales de un año, (1,66 m. x 13) resulta el perímetro del cromlech que és 21,580 m. midiendo "toda piedra", o sea, por su perímetro exterior.
̡ unidad 1,66 m. básica incluso en Cataluña donde había nacido, degeneró menguando algo en la "Cana Catalana" de nuestros abuelos, una medida que al informarl yo por escrito de su existencia al sabio arqueólogo inglés Alexander Thom, me reconoció en su carta: que ignoraba la existencia de la medida llamada Cana catalana. En sus libros escritos después de aplicar los ordenadores en sus mediciones de cientos de megalitos del Reino Unido, A. Thom la estableció en la mitad, o sea, 0'87m., y tan pronto los leí enseguida supuse estaba poco informado.Porque lo reconoció, Alexander Thom siempre merecerá mis mejores afectos, también como un caballero de honor.࠼/font>
También me construí una maqueta a escala, recogiendo la forma que debió de tener el monumento dolménico de Vila de Llanera (Llobera) en el límite Sur del Solsonés. Tiene nueve metros de largo y 1,66 m. de ancho en su interior de paredes rectas y paralelas. En una de éstas presenta, justo en la mitad de su extensión total, un agujero que atraviesa de parte a parte la gruesa piedra megalítica. Es chocante observar que para ello no aprovechasen el espacio entre las dos inmensas losas, pues agujerear con 18 cm. de diámetro justo en la exacta mitad de la cámara dolménica de Vila de Llanera, debió serles muy importante,…aunque no podamos entenderlo. Comprendo a los que encuentren más cómodo negarlo todo en bloque, aunque particularmente prefiero seguir investigando.
EL SHAMANISMO PREHISTÒRICO Y LOS SONIDOS
ࠠComo seres biológicos, nos movemos en la dimensión espacial la cual se puede confundir con el mismo Dios. Físicamente todo es Espacio, y si se quita no queda ni tiempo ni nada. Es también un hecho que pensamos mejor en ambientes cerrados. Reconocido esto, en la Prehistoria las reflexiones más profundas lógicamente se alcanzaron en cuevas y subterráneos naturales.
Nuestros ancestros de todas partes del mundo vivieron fascinados por las especiales carácterísticas acústicas de las oscuras cuevas que habitaban, siendo allí donde también realizaron sus ritos más sagrados (Schafer 1977). Miguel Dauvois analizó la calidad de sonido de las cuevas prehistóricas decoradas con pinturas rupestres llegando a una interesante confirmación: Las pinturas paleolíticas de las cuevas estuvieron relacionadas con la acústica, especialmente en los puntos de mayor resonancia de la voz humana. Asimismo, Iégor Reznikoff (1995: 541-542) puntualizó que ciertas muestras de arte rupestre tan sólo son explicables teniendo en cuenta la reververancia del sonido. Steven Waller, aportó concluyentes datos de lo dicho después de escrutar cientos yacimientos con arte rupestre tanto en Europa occidental, como en Australia y América del Norte (Waller 1993a; 1993b).
En cuevas paleolíticas como Lascaux y el Pont-de-Gaume, en Francia, se registran ecos en espacios pintados que varían entre 23 y 31 decibelios, pero cuando no hay pinturas no hay ningún nivel de decibelios (Dayton 1992). Los paleontólogos Jean Clottes y David Lewis-Williams (1996), afirmaron que la mayor parte de las actividades sociales efectuadas en cuevas prehistóricas tenían naturaleza shamánica. Ello justifica la mayor parte de las pinturas y las marcas encontraras en cuevas prehistóricas del paleolítico superior.
También se experimentó con el eco de sugerentes espacios abiertos. En Provenza está el Lago de la Maravillas cerca del cual existe aún una piedra plana cubierta con más de mil pictogramas representando en su mayoría animales carnudos. Allí es donde el sonido del eco es óptimo, con lo que se evidencia la estrecha relación del eco y los grabados rupestres.
El ajuste del alto nivel de la reverberación prolongada es típica de ambientes tan grandes como los actuales auditorios, pero antes las catedrales medievales, y para nuestros ancestros fueron ideales los antros y las cuevas. Este efecto se conseguía yéndose un cierto espacio para que el sonido resonase como la palabra de su divinidad. Desde el amanecer de la humanidad, el fenómeno de la reverberación (junto con otras, tales como eco) siempre estuvo relacionado con la noción del espacio.
La omnipresencia metafórica de la divinidad de turno desde el periodo paleolítico fue evocada mediante una forzada acústica. Luego se fue perfeccionando, como se demuestra en los hipogeos de varias Islas cerca de Malta en el Mediterráneo. En Gozo tienen aún hoy un aspecto futurista, siendo allí donde la voz ronca de un sacerdote oculto en una estancia alejada, retumbaban dentro de la cabeza de los asistentes al ritual. Era un ambiente virtual creado por la reverberación acústica. Algo parecido se consigue con los muchos decibelios que se emplean en los fascinantes conciertos multitudinarios de nuestros días, por lo cual vemos que reaccionan a efectos primarios inherentes al alma humana más ancestral.
Nuestra la naturaleza biológica sigue pues relacionándose con los efectos de la resonancia. En los conciertos de rock, los oyentes y el cantante están en espacios diferentes, pero cuando la ausencia de reverberación hace que los dos territorios se combinan, juntándose, surge una sensación de invasión, o intrusión y de intimidad extrema. Ivan Fónagy (1970: 119-125), que estudió cómo la agresividad y la cólera fueron desencadenadas por medio de voces humanas, encontró que se expresa en el nivel de 350 decibelios.
LOS TEMPLOS DE LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS
En otras culturas sin relación con la europea más ancestral, los templos fueron deliberadamente manipulados para producir sagrados sonidos, como descubrió David Lubman en la pirámide maya de Kukulcán. Si a los pies de la pirámide escalonada, la multitud distribuida en su base dan palmadas con las manos, el eco reverbera en la pirámide para producir el sonido de su ave totémica, o sea "quetcal", la depositaria del espíritu sagrado del pueblo maya. Verificase que desde la base de la pirámide, haciéndose un sonido como lo del batir de palmas, la reverberación del sonido en la pirámide es semejante al del canto del quetcal, un pájaro sagrado que representa el espíritu del pueblo maya, así que, en ceremonias sagradas, se podía evocar al pájaro totémico.
La arqueo acústica es una ciencia que investiga como afectan los sonidos en nuestro comportamiento. Se aplica a las cuevas y otros yacimientos prehistóricos, como las tumbas megalíticas de Cova Parpalló, porque durante milenios sirvió de casa a numerosas generaciones prehistóricas. El sonido de la voz allí es más nítida que en otros recintos, y referente a su acústica, tampoco tiene un efecto excesivamente reverberante. A pesar que en las galerías hay estalagmitas la Arqueo-acústica allí aplicada verificó que las propiedades sonoras de ciertos recintos determinan la presencia, o ausencia, de arte prehistórico en una cueva.༯font>
DESDE LOS DRUIDAS, Y HASTA NUESTRO TIEMPO
La Arqueo-acústica también investiga en las construcciones megalíticas, empezando por el círculo de grandiosos megalitos de Stonehenge. Aaron Watson confirmó que en el más famoso monumento de Inglaterra, sus megalitos mantienen y amplían los sonidos emitidos por la voz humana, pero no otras vibraciones, como las de los tambores que, al no retenerlos, se pueden oír desde lejos.
̯s druidas de milenios después también allí mismo se sabe que manipularon la acústica a voluntad, o sea, que ya conocían al valor sagrado de los sonidos y los utilizaban con ideas avanzadas. También el científico David Keating comprobó que ya las piedras de algunas cuevas con arte rupestre son capaces de retener y ampliar sonidos emitidos por la voz humana. Algunas veces se ha dado por casualidad como en el anfiteatro de Epidauro en el Peloponeso (Turquía), y gracias a ello se pudo comprobar que a más gradas le corresponde una más prolongada repetición sonora.
Siempre y universalmente se ha creído que los espíritus responden a la armonía, al estar sus cualidades sensitivas más desarrolladas. Por ello fue creencia universal que los ecos eran la voz de antepasados difuntos. Es obvio que así sea, porque entre los vivos la imaginación espiritual no puede concebir nada más conmovedor que la música celestial. Grandes compositores supieron transmitirnos sus éxtasis mediante con obras musicales. La música siempre se creyó que agradaba a los espíritus, por sus afinadas cualidades sensoriales.
Grandes compositores sintieron una percepción particular de los sonidos y no dejaron melodías casi celestiales. Bach, Chopin y Mozart opinaron que la música hecha por las personas son muy poca cosa comparada con la armonía celestial. Lo evidente es que unas piezas musicales nos influencian más que otras,幠sé de algunas que espantan!
NOTA: Este escrito recoge lo presentado en el penúltimo capítulo de mi libro "Megalitos Parlantes. Del culto al Toro", el cual sigue inédito, aunque publiqué una síntesis en internet (WWW). ༯font>
R Ramonet Riu (C) Barcelona, 5 .9. 2010.
CARA HUMANA DE MONTSERRAT: EN FOTO DE SATÉLITE
Foto: ZONA CON EL PÁRPADO DE UN OJO DE SU "CARA"
Esta nueva e insólita imagen de ROSTRO configurado por toda la sierra de Montserrat en Cataluña, es mucho más que una curiosidad. Representa un reto para la humana razón. Los psiquiatras de siglos pretéritos etiquetaron fatalmente el tan universal como eterno fenómeno de la mente humana de ver imágenes de rostro en diversas formas rocosas naturales. Con ello, a pesar de reconocerlo inherente al alma humana, lo desacreditaron tanto que nadie se arriesgó a publicar nada serio para hacer progresar dicha vía de estudio y tan sólo interesaron los más graves desvaríos de la mente. El necesario estímulo a mi me llegó precisamente por valorar en su justa medida el óptimo aspecto figurativo de la foto de la sierra montserratina que presento renovada. En este sentido, yo soy cual el badajo que hace sonar la campana para que se atienda debidamente a su nueva perspectiva de generosa inmensidad.
Más difícil me sería pretender convencer de que la sierra de Montserrat incluso podría tener memoria. En cualquier caso, mi presentación es seguro que tendría mucha mayor repercusión mediática si pudiese presentarla en una holografía. En el peor de los supuestos, habré gozado de mi ingenio creado ilusiones deseables, sabiendo que son cual velos que ocultan lo inescrutable al conjugarse divinamente en Montserrat la ciencia con la fe. La imagen del ser humano esculpido en la dura roca de la sierra de Montserrat, al revés de los templos construidos por las personas, no se erigió gracias a la fe,…ni tampoco serán los recursos de la humana razón lo que evitará que se caiga, por todo lo cual hay que considerarlo una maravilla pétrea ajena a nuestra dimensión. Como los orientales saben mejor, se trata de dejarse conquistar por una especial montaña. Después seguro que entenderemos que las personas NO tenemos derecho moral para interferir en los procesos básicos del planeta.
Estudié las tesis referentes a dichos desvaríos mentales en los manuales de psicología, y a ellos hoy puedo añadir mis experiencias personales confiado en que con mi esfuerzo habré de conseguir defender que: ver formas de rostros, es una facultad natural más y debe de servir para algo positivo, porque en la prehistoria dieron buen resultado tales providenciales "ayudas divinas". Puedo vaticinar que los seguirá proporcionando, pues no creo que la aparición de un tan sorprendente rostro sea en vano, dado que aparece justo cuando puede ser visto por cuantos afortunados, previamente advertidos, determinado día y hora del año sobrevuelen la más elevada vertiente sur de la sierra de Montserrat.
A pesar de mi descargo inicial, tampoco negaré que particularmente reconozco tener "rarezas", siendo la principal que en los programas de televisión por más que lo busque, no soy capaz de "ver nada", y mucho menos cuando juegan al fútbol. Es decir, que de la programación diaria tan sólo aprovecho algunos documentales; …Porque algunas noticias tampoco me merecen demasiado crédito. Para colmo, me reconozco incapaz de ver el perfil de animal alguno configurado por las estrellas, según informan los doce signos del zodiaco.
Con motivo de visitar el nuevo Museo de la Ciencia de Barcelona, observé las diversas fotosatélites pisables de Europa, incluyendo, bastante grande, la visión desde el satélite de la sierra de Montserrat (en el pavimento sintético cerca de la entrada). Tiene allí un aspecto mucho más enfadado que en la foto publicada por mi en 1990. Para colmo de las casualidades, al ampliarla en el PC, advertí que incluye la forma del párpado humano bien proporcionado en sus medidas colosales. Es decir, esta CARA humana de las fotosatélites de la sierra de Montserrat yo mismo la he visto crecerse ante mis ojos al cabo de tres décadas de haberla descubierto. Lo merecí por mi empeño en seguir el rastro de un primer aviso de perfil sobre Montserrat, observando una pequeña maqueta de museo hecha en el alño 1919, la cual ni tan sólo se hizo exactamente a escala proporcional. Nunca antes lo había advertido nadie. Yo fui el primero, porque nunca antes se buscó imágenes de rostros tan enormes en parte alguna. En cambio,yo no le pongo límites a la "voluntad divina" porque creo que nuestras "fronteras" son más de orden mental que físico, superándonos según seamos estimulados por nuestra percepción externa,…y la particular capacidad de imaginación.
Incluso los más complicados laberintos parecen fáciles cuando pueden ser observados desde un privilegiado punto de vista, como para mi lo es siempre el procurarme tener de básica referencia el diseño de la "Estrella de David" con seis puntas. Dichas estrellas las encuentro incluso repetidas en el planeta Marte.
Como si fuese la "Estrella del Pesebre", se podría pensar que a los planetólogos, para poder ellos descubrirla en Marte, les faltó humildad. Se exige humildad,…como la del pobre buceador que se sumerge confiando emerger de las aguas con alguna perla ¿A cuantos su orgullo les presenta lo más simple como algo engañoso? A los científicos de la NASA les aguardan aún muchas sorpresa por descubrir, tanto allí como en nuestro planeta, al cual vuelvo ya para dar sentido a la CARA humana de Montserrat.
Más que una simple realidad geográfica, nuestra montaña es un espacio mental de renovado renacimiento, pues abraza nuestra actualidad con la espiritualidad. Con su nueva imagen de rostro humano, sobrenatural, hará posible que dispongamos de nuevo -como los prehistóricos con sus monumentos dolménicos- de un espacio de diálogo permanente entre el cosmos y el individuo. Tan reflexiva imagen de varonil rostro se erige como indiscutible "Centro de Mundo", donde lo sagrado se manifiesta de forma total a cada consciencia.
Mediante la dicha imagen nuestro planeta avala su profundo sentido, y los espíritus vulgares que no lo duden, les conviene entender que, con su estrechez de miras, no merecen tener destino alguno. Ciertamente, la fe y las creencias no son vías idóneas para adquirir conocimientos, no obstante es cuestión de tiempo que se acepté esta inmensa imagen de varón circunspecto, porque es un mito capaz de cohesionar toda la Humanidad, empezando por reforzar la identidad de cuantos vivan a su entorno. Voy a poner un ejemplo: En Antequera (provincia de Málaga) una solitaria peña con forma de perfil de rostro, a lo lejos parece mirar al cielo. Con los siglos el mayor de los dólmenes "Cueva de Menga" (con un pozo de 20 metros en el fondo, de otros tantos de corredor), está enfocado justo a sorprendente perfil. El fenómeno no es ajeno a que dicha ciudad -que hoy cuenta casí con 50.000 habitantes- tenga 33 iglesias.
Los pocos que se crean libres del lastre supersticioso que todos arrastramos después de milenios de evolución, psicológicamente no pueden creerse más afortunados, pues a nuestras neuronas les conviene más reflexionar ante una ventana que ante un espejo. En cualquier caso, es lícito buscar explicaciones alternativas, en base a la propia experiencia, siempre que sea posible. Para ello recomiendo leer: ONUTORO, la "SEGUNDA PARTE" de mi investigación particular titulada "Estrellas de Marte", de la cual presenté varias síntesis en Internet.
Gracias a las fotos de satélite de la reunión de cimas de Montserrat (10 x 5 Km.), tan apretadas como esbeltas, se confirma la realidad de una imagen sobrenatural de rostro depositando en la forma física del paisaje. Lo hacía preveer el panteismo inmanente de miles de generaciones de nuestros ancestros que vivieron a su alrededor creyendo que toda la montaña era una divinidad. Al haberse superado la tradicional sacralidad de Montserrat, adivino que a partir de nuestro siglo florecerá una nueva forma de espiritualidad, pues incluso sin la sorprendente perspectiva de perfil humano gigantesco que le descubro, todo el conjunto rocoso ya era considerada un triunfo del ancestral panteismo.
El primitivo nombre de Montserrat pudo haber tenido la misma raíz que sabemos en el monte OLimpo de Grecia, según defendió el investigador Jorge María Rivero San José al exponer una migración de los peninsulares hacia el Mediterráneo oriental. Es decir, mucho antes de la bélica invasión celta de Grecia, ya algunas poblaciones catalanas fueron bautizadas adoptando algunas letras del dicho topónimo OLimpo el cual, considerando que era morada del dios Zeus, sigue siendo la montaña más mitológica de la Grecia clásica (allí donde, por cierto, los muy belicosos y sanguinarios guerreros almogávares catalano-aragoneses también se impusieron).
Las primeras similitudes del primer topónimo de Montserrat efectivamente hay que buscarlas en las poblaciones más próximas a la montaña santa catalana, y está incluido en parte en: OLesa y MonistrOL, pero también OLérdola, PierOLa, GuardiOLa, OLivella, OLiveró, QuerOL, ArgençOLa, CodOL, CastellOLí, etc., admitiendo, claro está, que pueda haber excepciones.
VERTIENTE NORTE DE MONTSERRAT CON ESCULTURA NATURAL DE TORO DESAFIANTE
En el saliente rocoso de la zona norte de Montserrat se conforma una escultura natural, resultando un perfil que se asemeja al de un TORO desafiante visto desde el rellano ante la iglésia románica de Santa Cecilia de Montserrat, sobre la que hago remontar la veneración del toro en forma de dólmenes megalíticos en proyección hacia el NW. hasta llegar a Islandia -a base de milenios- porque era una creencia muy vigorizante (Cuando no podían seguir se desviaron para continuarla). Cualquier tipo de cornamenta en tiempos antiguos evocó especialmete en los bóvidos de mayor envergadura, una clara idea de fuerza y poder; pero cuando ésto se aplica al poder regenerador de la tierra-madre lógicamente se tradujo en abundancia y fecundidad. Además, particularmente creo que las preguntas al respecto de nuestra evolución han estado muy mal planteadas ¿Acaso las neuronas de cuantos habitaron al entorno de Montserrat en la prehistoria les incapacitaban para emigrar como al resto del mundo? Es muy absurdo seguir hacer caso a los historiadores del otro lado del Mediterráneo cuando se trata de indagar lo acontecido en la Europa occidental milenios antes de que ellos nacieran.
Las culturas clásicas no fueron las únicas capaces de encontrar óptimas perspectivas simbólicas a determinados paisajes. De nuevo éstos que presento en foto de satélite de la montaña de Montserrat nos orientarán para evolucionar en nuestro camino interior individual, siendo capaces de ofrecernos respuestas válidas para poder superar la eternas congojas del natural trayecto antropológico, como por ejemplo: la vida, el tiempo, o el más allá. De esta humanización del paisaje que propongo, brotará la fuerza que la Humanidad necesita en su ascensión humanística, independientemente de las consabidas fórmulas religiosas. Nos ayudará para la propia iluminación porque la visión de Montserrat en su plenitud descubre nuestra identidad más íntima. Es el lugar donde el hombre primordial se revela capaz de vencer las tinieblas, y allí donde nuestro interés y actividad nos esperanzan para dar mejor vida al planeta y a nosotros mismos. Pero que no desanime una aparente contradicción: el alma conocedora de su origen y destino, escapará del cuerpo físico al caer agotado por las trampas de este mundo,…al cual, antes incluso, ya habrá menospreciado.
Mi defensa de diversos lugares con imagen de perfil de rostro pretende renovar la elevación de la escala humana a la divina en las alturas de una forma que no consiguieron ni las estupas budistas ni las muy diversas pirámides del mundo antiguo y cuyos anhelos evidencian sus descomunales proporciones. Las montañas son mucho mayores, y lo consiguen satisfacerlos de una forma que va más allá de los fundamentalismos religiosos e ideas evolucionistas porque, empezando por mi mismo, después obtuve una superior idea de la divinidad, la cual ya me es ridículo verla acondicionada dentro de un arca como en mi juventud me fue presentada. No trato de incrementar la compleja realidad de nuestro mundo cotidiano, pues por mi propia evolución hoy soy mucho más capaz de admirar la belleza de las cosas sencillas, las mismas que debieron sentar las bases del primer "arte" reconocido. Digo lo que creo, sin aspirar a complacer a nadie ni desear hacer discípulos. Una cosa sí afirmo: El conocimiento debería ser objetivo común de científicos y humanistas, tal como lo fue inicialmente, antes de su divorcio. En cambio ambas disciplinas han sucumbido al muy rentable entretenimiento de la audiencia. La TV hubiera podido ser un muy enriquecedor invento para toda la Humanidad.
Para expresar la realidad compleja del universo, el cielo pudo convertirse en un temible animal, del mismo modo que los danzantes del ritual también pudieron metamorfosearse más allá de las máscaras que llevaban, las cuales no tenían relación con nuestra idea del arte (cada tótem fue una "bestia-espíritu" para nuestros ancestros de todo el mundo).
Aparte de la montaña de Montserrat, los chakras secundarios de la Tierra están localizados en los montes: Fuji (Tokio-Japón); Denali (Alaska); Batur (Bali-Indonesia; Table (Ciudad del Cabo-Sudáfrica); y Olimpo (Grecia). Cada uno tiene su propia peculiaridad y funciones distintas, tal como sucede con los chakras el cuerpo humano. Ahora bien, de todos ellos, Montserrat es sin duda el más espiritual, tanto que se nos ha manifestado visualmente con toda claridad a lo largo de los siglos, por lo cual, todas las demás montañas sagradas, incluido el muy famoso Monte Shasta (USA), el Huan-Shan, o el Tai-Shan (ambas en China oriental), no pueden compararse ni remotamente con la montaña de Montserrat en Cataluña.
Todos los montes pueden servir, más o menos, tanto de "puente" como de "brújula", metafóricamente hablando, pero sólo Montserrat reclama la atención de la Humanidad con ánimo renaciente. No sólo evidencia mucho mejor el espacio y el tiempo, sino incluso el propio centro ontológico de cada persona, ya que remite sin rodeos a la clave de la existencia en una "Tierra pura".
Además, ningún otro símbolo demuestra mejor que esta CARA humana su relación con aquello que representa; y ello acontece en las altas cimas múltiples de Montserrat que siempre antes ya se miraban cual síntesis del mundo espiritual y joya verdaderamente mística de la Naturaleza. Su visión ensancha el alma del quien la contempla haciendo que la emoción sin ningún pudor supere a la razón.
Cada rostro humano informa mucho de lo que cada persona lleva en mente. Al escrutar esta nueva inmensa imagen de faz, cuyo perímetro total es de 25 km., por fin el mundo tiene una garantia visual -nunca antes detectada, aunque intuida- de que a nuestro alrededor existe una dimensión superior a lo puramente físico, la cual nuestros ojos no pueden captar. El Creador de los universos tanto visibles como invisibles no es nada físico, por lo que en vida nosotros sólo podemos "hacer bien los deberes" para merecerle alguna consideración. Por otra parte, si Dios se hizo hombre también pudo haberse hecho montaña.
Este inmenso ROSTRO consigue que cada persona que medite un poco su aparición, se sienta también más grande. Sucede así porque es una imagen que insiste en la gran realidad que representa cada rostro humano,… el gran paisaje que todos tenemos en común, el cual en nuestra edad madura adoptará el aspecto que seguro nos merecemos, sustituyendo la cara que nos dio la vida.
Disponer de muchos datos y referencias no significa tener más sabiduría. La grave actitud de la nueva imagen de rostro que presento de la sierra de Montserrat no la ofrecerían los mejores mapas, ni tampoco las mejores cartografías que los especialistas del futuro puedan obtener gracias a la neogeografía. Sólo se podrá gozar de esta visión desde el corazón. Las personas al valorarla, le concedemos cada uno diferente importancia porque en estos casos nosotros somos lo que la "piedra de toque" es para los joyeros.
A los primeros dioses, después de adorar el cielo y sus astros, se los veneró por su gigantesca forma, dado que la potencia física fue su principal valor tribal. En la India de hace más de 5000 años al dios Varuna lo describieron en el "Atharva-Veda", no sólo como el intendente entre los mundos, sino también como a un Ojo que todo lo ve. Curiosamente fue asimilado a un bóvido como debió de suceder entre los no menos ingénuos sabios prehistóricos asentados en la vertiente norte de Montserrat. Aquel bóvido, que era símbolo viviente del dios Varuna, era el verdadero fecundador de la tierra porque la lluvia era su sagrado esperma.
Aunque creamos que el "Monte Perfecto" deba ser descubierto en nuestro interior, haré la presentación de este fenomenal ESPACIO COMÚN, pues tal descubrimiento es la más digna parte de mis diversas investigaciónes. Me atrevo a ello porque creo que la CARA HUMANA DE MONTSERRAT quiere darnos un mensaje apocalíptico: Dejando aparte los resentidos sociales (los que protagonizan cada día vergonzosas noticias de sucesos), la mayoría de buena gente después de milenios de procurarnos bienestar, ya somos inconscientes de violar las leyes de vida básicas del planeta que nos sustenta, por lo que genéticamente estamos insensibilizados. Si el propio planeta no se manifiesta para hacernos reaccionar y evitarlo …Llegaremos a esterilizarlo. Ahora no puedo ver quemar un neumático sin sentir verguenza ajena, pero antes yo no era así. También he cambiado en otros aspectos.
Puesto que después de varias décadas de esforzarme en dar este fenómeno a conocer no he recibido alabanzas ni críticas, actualmente es para mi una satisfacción pensar que pueda seguir siendo mucho tiempo su único defensor. Y también me considero su muy hornrado custodio, convencido como estoy de la trascendental utilidad de este inmensa imagen de ROSTRO humano, porque soy capaz de intuirle en un futuro el mayor protaganismo a nivel mundial.
La señal en su frente se corresponde físicamente con el monastrio benedictino el cual sobre la foto de satélite se traduce en un punto de nuestra frente en la cual nuestra mente se activa más cuando se nos exige retrotraernos a tiempos pretéritos; …y en caso de un sincero enfado bien justificado entonces, además de hacernos proferir insultos, incluso es susceptible de puntualmente hacer elevar un bultito en la frente del afectado, justo encima del espacio entre ambas cejas. Siempre indagué que realidad física pudo crear semejante CARA en el Alto Montserrat, y qué intuición hizo situar -hace ya un milenio- el monasterio de Santa María en aquel exacto punto donde hoy hace que todo su entorno aparezca en las fotos de satélite cual un "Tercer ojo" centrado sobre la frente de un ROSTRO HUMANO de 10 x 5 km.. Esto último hoy lo sé:
Sobre el privilegiado rellano de la plaza, ante el monasterio, las verticales piedras se aprietan de tal modo que, sobre las construcciones modernas resalta una figura antropomorfa sosteniendo a otra de menor. Para detectarla, juegan -como siempre- luces y sombras, así como el ángulo visual del observador. Es la foto central arriba de este grupo, que incluye además entre mis más apreciadas investigaciones, como son: la CARA DE GIZA cerca de la famosa Esfinge de Egipto, y las esculturas inéditas de TORO que me permitieron dar una nueva perspectiva a la existencia ancestral de los dólmenes megalíticos. No olvidemos que el toro en todas partes fue venerado,…incluso en Egipto, donde simbolizó tanto al dios como al faraón.
Sólo faltó un paso para identificar sobre el monasterio de Montserrat aquel esbozo con el perfil de una Virgen con su Hijo, para quienes hacían vida cristiana en la actual ermita de San Miguel, antigüamente la principal de Montserrat. Se lee en: "Voyage pittoresque et historique de l'Espagne" (Tomo I; 1ª parte, p.13), del francés Alexandre Laborde, quien hizo magistrales grabados después de recorrer Cataluña a comienzos del siglo XIX: Las ideas religiosas de Montserrat están en armonía imposante con la grandiosidad de la naturaleza".
GIZA, EN EGIPTO: ENORME ROSTRO EN FOTO AEREA
Ante la perplejidad de la gente por mi descubrimiento de una sorprendente imagen de rostro humano sobre un montículo arenoso de la meseta de Giza (para mi la menor de cuantas formas de cara he descubierto en fotos aéreas), supongo que de mi pensarán, por haberlo divulgado, que soy un oportunista y que, culturalmente hablando, pretendo "convertir la arena del desierto en oro". Ello es cierto, pero al modo como tantos innovadores antes que yo obraron, más que para beneficiarse ellos mismos, en beneficio de la sociedad en general. Sus inolvidables ejemplos me dicen que justamente fue la incredulidad de sus contemporáneos lo que mejor acredita su creatividad.
Todos los nuevos descubrimientos son, a veces incluso traumáticos llegada la hora de aceptarlos,… aunque luego cueste también de dejarlos de lado. Unos prefieren ignorarlos y otros los estudian porque aman el progreso. Puesto que ahora se trata de dar el "visto-bueno" a unas enormes imágenes de rostro que parecen haber sido esculpidos por una superior inteligencia, mi actitud es hacer evidente mi buena fe al darlos a conocer. Pero este no es mi verdadero objetivo. Procuraré dar "vida" a la imagen de rostro sobre la arena e incluso intentaré con todas mis fuerzas dotarla de un alma. Otra cosa será explicar que su formación fuese obra de la voluntad humana, porque en caso de ser casual sería aún mucho más prodigioso.
Ni esta investigación ni ninguna pueden resultar divertidas de leer, pero procuraré intentarlo y para ello empezaré desmenuzándola en breves capítulos, apoyados por series de imágenes, de forma que cada uno pueda dar una idea de lo demás. Me obligo con ello a ser reiterativo, pero dada la complejidad de las divinidades y sus funciones puede que sea también de agradecer no tener que leerlo todo de una vez. Aparte de lo que el título proclama, aportaré opiniones que permiten considerar una religión precozmente monoteísta en el Antiguo Egipto, precursora de las grandes religiones posteriores, de las que vale decir que son por igual un hecho tan universal como íntimo. En efecto, y cual un prisma de mil caras, todas las religiones tienen algo en común que es el propio prisma, y puede ser entendido cuando superamos las capillitas en que la familia humana está dividida.
Además de la novedad que representa un rostro allí, en el plano físico también trataré de evidenciar las grandes posibilidades de la existencia de un mundo subterráneo en la colina Gebel Ghibli vecina a la Esfinge. Es la gran olvidada de aquel sector. Asimismo rescataré de un muy injusto olvido a la más gran reina, una sacerdotisa y noble que fue cual una bisagra viva entre la más prestigiosas dinastías de aquel antiguo país.
En lo referente al nuevo rostro descubierto, quienes buscaron configurarla en un muy preciso emplazamiento cerca de la Esfinge de Giza y luego moldearon la superficie de la arena con una imagen de aspecto inteligente y optimista, me obligan a suponer que debajo del suelo construyeron también espaciosos túneles, quizá semejantes a los que existen cerca de las pirámides desmoronadas de Abusir. De todo ello espero haber rehuido testimonios escritos suficientes de la antigüedad, los cuales si bien han permanecido indescifrables a lo largo de muchas generaciones es evidente que pasaron a través del rey Salomón hasta las órdenes militares medievales que en Palestina hicieron méritos para ser custodios de iniciáticos secretos.
Me referiré a rostros detectados por fotos aéreas sobre lugares especialmente sagrados del mundo. Son sólo reconocibles desde el aire y desde un determinado ángulo visual cuando están debidamente iluminados. En mi opinión sería aún más inverosímil creer que son fruto de las fuerzas de la Madre Naturaleza puesto que debe de tener un "alma" más poderosa que cualquier persona, según leo que se vuelve a divulgar, puesto que incluso se le atribuyen los misteriosos círculos en las cosechas. En tal caso sería comparable a cuando los primitivos, no teniendo idea de la existencia de la electricidad, atribuían sus efectos a milagros divinos.
Ante el nuevo rostro de Giza asistimos al despertar de una ciencia desconocida, cuyas consecuencias somos incapaces aún de entrever en el mundo de las ideas, porque todo depende de su desarrollo positivo y la utilidad que les sea asignada en el futuro. Intuyo que al ocuparnos de una imagen de circunspecta cara que tiene por condición ser resaltada por el ángulo de incidencia de los rayos del sol al iluminar las arenas de Giza, ofrece una nueva vía para el redescubrimiento de los valores sociales más eternos y fiables, empezando por admitir que en nuestro entorno cotidiano existe un superior nivel espiritual intangible pero que se puede manifestar.
Las reglas del arte egipcio no han de impedir el reconocimiento de tan sofisticado arte, pues la tal "escultura" puede ser anterior a todo lo conocido. Por otra parte, opino que quien la crea tan sólo fruto del puro capricho de las emanaciones telúricas de la Tierra, aún la debería de apreciar mucho más. Algo hay de cierto: Una foto la ha inmortalizado.
El tiempo es un factor que importa mucho, empezando por advertir que el dicho lugar ha podido permanecer milenios inalterable mientras que a pocos metros en todo su alrededor se ha removido tantísimo el terreno, ya fuese para enterrar o para hacer excavaciones. Existe un tiempo sagrado e indestructible que está fuera del curso de las civilizaciones. En cualquier caso, aquí estoy para tratar de dar vida a un rostro mudo pero elocuente en varios sentidos.
Ante lo que para muchos no pasará de ser un montón de arena, al menos deberían admitir que, por ser sólo arena, ya representa aquello que habiendo sido, hoy no existe. Es como aludir a lo que nuestro mundo actual será cuando deje de ser lo que es. Es una cuestión de tiempo que sea un pasado perdido. Bueno es tener raíces, pero más aún tener alas. Ahora bien, aquel que tenga alas para volar y no las use, será "gallina", porque hay situaciones como esta en las que debemos rastrear todas las ruinas de la memoria común y entonces se encuentra lo que nadie se imagina. He aquí mi invitación a la superación personal (sin relación con lo económico).
Al SE. de la Gran Pirámide, se aparece este fenoménico rostro en visión aérea. La foto de procedencia Stern, existe desde mediados el siglo XX, siendo muy divulgada en publicaciones especializadas de gran formato. No se detectó, con anterioridad por un motivo bien fácil de entender, y es que, por increíble que pueda parecer, nunca nadie la había buscado; afortunadamente yo si tuve la dicha iniciativa.
Un fenómeno semejante a la aparición del nuevo rostro humano de Giza dibujado por la evolución solar se produce en la gran pirámide-templo maya de Chichén-Itzá (Yucatán). Cada equinoccio el sol poniente (Tum) allí también hace resaltar en el más bajo de sus 91 peldaños: la cabeza en piedra de una serpiente. Con tales fenoménicas cabezas, los mayas simbolizaron el período que vivió en la tierra su dios Kukulkán antes de regresar al cielo. Tal sutileza les exigió un alarde de observación, planificación, ejecución, técnica y "know-how", todo lo cual es muy difícil admitir que fuese fruto de la humana evolución en aquellas latitudes.
LA ESFINGE SALUDA AL SOL EQUINOCCIAL
Obligado paso previo fue informarme acerca de las esfinges. En Egipto tuvieron su apogeo durante el Imperio Medio y llegaron a ser readaptadas por las culturas clásicas. Las esfinges presentan normalmente un cuerpo de felino agazapado con cabeza erguida de hombre entre mesopotámicos e hititas, así como entre los pueblos mayas de la antigüedad, si bien las puede haber también, con cabeza de hembra, como en Grecia. Si tienen cuerpo de toro, no son esfinges.
En el Museo de Asuán, en el sur de Egipto, se conserva un huevo de avestruz decorado exteriormente con el río Nilo al pasar por delante de las tres inconfundibles pirámides alineadas de Giza. Lo sorprendente es que su antigüedad se ha calculado por los estratos donde fue encontrado que se remontaría a unos 10.500 años. Aunque parece una exageración hay otro detalle de las mismas pirámides que el investigador Bauval ha confirmado por la posición de los tres astros del llamado "Cinturón de Orión". Aquí me referiré exactamente al ángulo de 172º de las tres citadas pirámides que sólo coincide con el que tuvieron las dichas estrellas de las mismas proporciones y alineadas nada menos también presentaban hacia el año 10500 a.C..(actualmente su ángulo es de 181º). Demos tiempo a los expertos que están en nómina de los grandes centros de investigación para que lo reconsideren.
La tan grandiosa y famosa de Giza está en contradicción con el tiempo que se ha datado, (o sea 1,04 m.) porque entonces sería el 2500 a.C., dominando el firmamento la constelación Tauro. Antony West demostró, empleando programas de informática, que el punto venal de Egipto en primavera la constelación Leo se remonta al 10500 a.C. En Tassili (hoy desierto del Sahara libio), hay pinturas rupestres de carros egipcios del año 8.000 a.C. ¿…Cuando Egipto aún no existía?
En 1956 se descubrió en Saqqara la entrada a una tumba, aún inviolada, dentro de la pirámide de Sekhemket. Para proceder a su abertura se reunieron allí grandes autoridades y muchos periodistas internacionales, dado lo insólito del hallazgo pues todos esperaban poner al descubierto los fabulosos tesoros de su interior. Pero sucedió que, como en tantos otros sarcófagos, no había nada dentro. Estaba vacío ya que una vez más tan sólo se trataba de un cenotafio.
Los espacios subterráneos en Egipto permanecen en su inmensa mayoría ignorados en su subsuelo a lo largo de curso del Nilo actual y probablemente también en el que tuvo antes de ser modificado. No obstante una muestra de aquel furor constructivo bajo tierra se puede admirar en el llamado Serapheum, unas galerías de varios kilómetros y laberínticas con 22 tumbas gigantesca clavadas en el suelo a modo de tapón, las cuales también aparecieron vacías. Lo seguro es que tanto trabajo subterráneo no se emprendiese sin la intención de desarrollar allí algún inimaginable proceso energético físico/químico, el cual humildemente debemos reconocer que todavía resulta incomprensible para nuestro actual estadio de saberes científicos. Es evidente que con tan grandes construcciones conmemoraban un acontecimiento miles de años más antiguo, de mismo modo como los templos católicos remiten a la vida y pasión de Jesucristo. Durante la IV Dinastía la Gran Pirámide se la consideraba Guardiana del Cementerio Real capaz de inspirar terror a los profanadores de tumbas por dimanar de la escultura un poder religioso aterrador. Cuando superaron aquel papel, las esfinges fueron la afirmación plástica del poder político y del orden social.
Actualmente a las 6'10 horas del amanecer del día 20 de mayo de cada año se repite exactamente el perfecto alineamiento de la Esfinge de Giza con el "Tiempo Primero", o sea, aquel que cualquier religión que se precie conmemora su repetición y en Egipto era coincidente con la época de la gran inundación del Nilo (que ahora evita la gran presa de Asuán). Ignoraron la división anual en estaciones. De aquella antigua civilización también sorprende mucho comprobar como, con el paso del tiempo, sus gentes fueron degenerando respecto a los antiguos saberes, y sucedió en todas sus expresiones artísticas.
El nombre más antiguo que se tiene constancia de aquella inmensa escultura en forma de esfinge con cabeza de faraón y cuerpo de felino agazapado, fue traducido "Horus en el horizonte". Ahora bien, aquel no sería el "Tiempo inicial" ni mucho menos. Antes de Horus estaba su padre Osiris, y antes aun Ra, para no citar al inefable Pta, que se compara al aliento creador del mundo, o sea su voz (fue "El Verbo Aj del A.T). Para empezar ya lo invocaban con la siguiente fórmula en los Textos de las Pirámides (nº 610-1713 b): "Que tú salgas (al oír mi voz), y te hagas un ser luminoso". Realmente quienes construyeron la gran pirámide de Giza dominaron un especial sonido de inimaginable frecuencia. Lo llamaré estelar porque entonces la forma estuvo en función de los templos y toda pirámide apunta al cielo.
La cultura egipcia se distinguió por su duración y por su unidad. Según Eusebio, un sacerdote egipcio llamado Manetón informó que desde el año 11.000 a.C. reinaron muchos semidioses antes del rey unificador Menes. El papiro de Ramsés II conservado en el Museo de Turín ( llamado "Canon") también ofrece una cronología de los tales semidioses, a los cuales llama Shemsu Hor.
Debido a que la relación de Maneón (quien vivió en el siglo III a.C. y que fue más cercano a nuestro tiempo que a cuando se construyó Hiéraconpolis) registra muchísimos reyes predinásticos la Arqueología no quiere saber nada de su exhaustiva labor porque se remontan a miles de años antes de todo lo conocido. No obstante, han podido constatar la veracidad de Manatón en lo referente a los nombres de los considerados gobernantes dinásticos. Los occidentales de hoy día quizá incluso podamos considerarlos a sus descendientes nuestros maestros de la escritura en símbolos, dado que en Sumer, si bien dejaron muestras más antiguas, se trató tan sólo de números para cuentas.
Para entender la importancia de la escultura en el Antiguo Egipto hay que saber que no hacían imágenes como arte ni como símbolos. Eran obras fruto de las diversas experiencias religiosas influidas por la magia autoritaria que creyeron dominar; no en vano el gran sacerdote era el "Mayor de los Artesanos" y quien mejor debió de saber activar y desactivar tanto las imágenes como los símbolos escritos así como todo el espacio del mudo. En el arte pictórico su tema principal fue el hombre, incluidas sus sagradas inscripciones, aunque no se haya aún podido verificar ni tan siquiera de los famosos Textos de las Pirámides. Para quienes los redactaron eran textos de Salida a la vida porque imaginaron otra forma de existencia después de la muerte física, cuando los difuntos renacían diariamente incorporados al sol. Tanta moral tuvo un premio: La firme y general convicción de que las personas buenas podrían vivir eternamente. Tales ideas se dispersaron triunfantes, de forma que no sólo se encuentran en el cristianismo, sino que también los alquimistas medievales usaron la metáfora de "convertir el polvo en oro" para significar el paso desde la ignorancia a la iluminación. El principal objetivo del ser humano era, es y será lograr divinizarse. La inmortalidad la ha perseguido quien ha podido, porque es la verdadera luz de la vida, del mismo modo que el sol es la luz de la Naturaleza.
Estoy tratando de explicar la existencia de gigantescas esculturas de imágenes de rostros subliminales también en su mensaje. Son obras gigantescas, las cuales, si representaron a personas que existieron realmente, hay que suponer que debieron de merecer ser inmortalizados. El caso es que, dada la ayuda que prometen para fomentar el crecimiento humano en los siglos venideros, ya encontrarían en ello su razón de ser. Porque, en efecto, una vez dada a conocer su existencia, ya no es posible ignorarlas. Con esta inesperada imagen de rostro humano, el Antiguo Egipto por psiquismo o por lo que sea logró renovar a comienzos del siglo XXI un icono de su inmortalidad, mucho más efectivamente que cuando la Piedra de Roseta resucitó su lenguaje jeroglífico;…por no hablar de la resurrección del dios Osiris por mediación de Isis, su hermana-esposa. Se objetará que es una imagen que no está de perfil como fue su norma al dibujar las cabezas, pero, a parte que se trata de un relieve, también hay otras excepciones de rostros egipcios en perspectiva frontal, y quien sabe si gracias a su frontalidad aún debe considerarse como más importante, …sino divina.
La esposa del dios Ra llamada Maat, simbolizó el orden y el equilibrio a pesar de ser hija del homosexual dios Thot (pues había tenido relaciones con Seth, de cuya cabeza había él nacido). El dios Seth, de muy largas orejas, era señor de la confusión y de todas las trasgresiones imaginables pues, además de copular con Toth, también pretendió hacerlo con su joven sobrino el dios Horus. Como se le resistió, ambos lucharon y el joven perdió un ojo al defenderse, pero su perverso tío Seth resultó entonces castrado. El final del dios Seth fue el destierro a los confines de la civilización, siendo posteriormente recordado como "señor del desierto", … el de la península del Sinaí, puesto que en aquel montañoso sur ahora se nos aparece grabada su enfurecida imagen, más cornuda que orejuda, a una escala tan inmensa. Por increíble que parezca ya sería hora de que se superase la simplona explicación de que la pelea entre Horus y Seth sólo fue un símbolo para oponer la extrema aridez del desierto a la fertilidad del valle del Nilo. Definitivamente habrá cosas en las mitologías de civilizaciones remotas que sobrepasan no sólo nuestros actuales conocimientos, sino muy probablemente también la humana razón.
Aun cuando expongo mi parecer en lo referente a que van a ser imágenes capaces de ser un revulsivo positivo en el mundo de las ideas sociales, también reconozco que yo las he estudiado en solitario siempre. En consecuencia, mi opinión es muy subjetiva, debiendo admitir además que me he apresurado para poder divulgarlo. Para colmo, a menudo debo rectificar mis escritos al respecto, y también otros sobre descubrimientos en muy diversas investigaciónes particulares que tengo planteadas, la mayoría inéditas.
CHOCANTE IMAGEN DE CARA GEOGRÁFICA
La nueva imagen de rostro una vez ampliada la incluí muy contento en mi particular álbum de perfiles y siluetas de cara humana en montañas, rocas y costas (tengo recogidas varios centenares). Inicié mi colección al descubrir los muy enigmáticos rostros que se configuran en las cimas del Mt. Sinaí (también en Egipto), y en los 25 Km. de perímetro de la montaña de Montserrat (en Cataluña, NE. de España). Esta última imagen de rostro humano tomada por el satélite Landsat de la NASA, sólo debe a la erosión el hecho de llevarse su "funda" de tierra blanda porque está formada por dura roca del tipo pudinga.
En todos los casos no estoy seguro de que todo sea fruto de las fuerzas lentísimas de la erosión endógena. ¡Que la dinámica interna de la Tierra la juzguen los geólogos! Por mi parte yo simpatizo con las ideas del New Age y su sincera preocupación por la preservación del medio ambiente desde poco tiempo después de su divulgación inicial en 1960.
El imperio egipcio en principio sigue aún interesando mucho por haber superado (reconocidamente duró más de 3000 años) a cualquier otra civilización, pues por ejemplo la del sur de la India fue más esplendorosa en su decoración desde el furor constructivo del belicoso Rajaraicha, constructor de varias pirámides, siendo una de ellas, de duro granito, tan grande como la de Keops. Los miles de esculturas del templo de Meenakshi (Madura) y otros semejantes, merecieron por impúdicas el olvido de la sociedad victoriana que las descubrió en 1838, pero su influencia llegó hasta el complejo religioso mayor del mundo: Ankor-Vat (Camboya).
Como todos, siempre me interesé por la meseta de Giza (cuyo nombre en egipcio es Al Gizah), en las cercanías de El Cairo, motivo por el cual al ver una foto aérea del sector al completo, me concentré en la situación de cada detalle porque no quedé retenido por la famosa "mirada de la Esfinge". Mi preparación para escrutar incluso los menores repliegues de la geografía del sector me hizo dar cuenta de que allí había configurada una nueva Cara de persona para mi colección.
Supongo que los medios de comunicación no se ha hecho nunca eco de mis particulares descubrimientos, primero porque, reconociendo no ser expertos, procuran no salirse de sus cauces habituales, como son las agencias de noticias, demasiadas veces presuntamente al servicio de algún interesado protector. Quizá también consideraron las dichas imágenes de caras eran "demasiado mías"; es decir, probable fruto de trucajes, tal como tengo comprobado que se dan con frecuencia. Como no es mi caso, una vez debidamente registrada en la Propiedad Intelectual, la nueva imagen de Rostro humano en Giza la adjunté con una muy breve presentación a las páginas de Internet.
En principio la llamé "Cara de Sidonia" en la Tierra, por su hallazgo mediante la foto aérea, parecido a como se descubrió en el planeta Marte, y sobre la cual aún se sigue discutiendo acerca de su naturalidad o artificialidad. Ésta que doy conocer, ni en el caso de ser oficialmente reconocida, siempre tendrá un 17% de incrédulos, que -según J. F. Kennedy dijo- es el porcentaje fijo de opositores se haga lo que se haga.
En fin, si al comenzar yo me creía que ya lo sabía todo sobre los antiguos egipcios, cada día voy viendo más claramente que no es así, y la meseta de Giza puede aportar aún algo quizá comparable a las mismísimas pirámides. Estamos lejos de poder hoy calibrarlo. Mis palabras son enanas ante la realidad de una foto como ésta. Si resultase ser fruto de un intuible psiquismo capaz de obrar a través del tiempo y del espacio, el tal fenómeno obviamente aún sería más interesante.
Entre las cientos de mejores formas de rostro humano que tengo recopiladas, nunca se aprecian como tales caras sin una iluminación adecuada (alguna conozco que es visible solamente en determinados días del año). No sólo condiciona siempre el dicho fenómeno la luz y su ángulo sobre la dura roca, sino que sobre todo juega el punto de vista del observador,…por no hablar de una muy particular atención, obviamente imprescindible. Dicho fenómeno luminoso, que resulta tan imprescindible para mi aportación, se encuentran en escritos iniciáticos de Egipto precisas referencias documentales. Incluso aquellos sacerdotes le dieron el nombre de Aj a un ser luminoso que decían era capaz de abrir las mentes, intelectualmente hablando. Valorando las luces y sombras, este aspecto humano que ofrecen ciertas montañas, me lleva a reflexionar que puede incluso servir de norma de conducta para la vida misma.
Representa un gran problema incluir tal rostro sobre un montículo de arena entre la simbología del Antiguo Egipto conocida. La solución que propongo es compenetrarse al máximo con la fe del corpus de creencias que hicieron configurar un sol sobre las cabezas de los dioses. Quiero considerar todo cuanto pueda tener relación con el dicho hallazgo.
Seguro que otros sabrán decir después mucho más que yo. La dificultad de la investigación reside en que nuestra actual perspectiva tiene por igual toda la ancestral simbología iniciática, completamente desacreditada, aunque vivamos gozando de los frutos de quienes la cultivaron. Se me ocurre el símil de que, igualmente en la actualidad pocos son los que saben que con equinoccio de primavera (21/3) hay que empezar a plantar las semillas,… pero en el fondo todos vivimos de ello. En aquella mentalidad tan naturista, donde se interrelacionaba lo divino y lo humano mediante el telurismo, la luna, las transferencias espirituales más complejas, etc., la fiesta de la Diosa-Madre Isis se celebró justamente en tan crucial tiempo astronómico.
Desde ahora mismo aviso que nos enfrentamos a, por lo menos, unos 5000 años de misterios en Egipto y que las treinta y una dinastías de reyes históricos nos legaron obras de insuperable monumentalidad, ya que hasta construirse la Torre Eiffel en París la altura de la Gran Pirámide no pudo ser superada. Mide como ocho campos de fútbol, con 230m. de lado y está separada medio kilómetro de la pirámide de Kefren.
Los arqueólogos y egiptólogos en particular están fascinados más que nadie en el mundo por tanto despliegue de organización y sensibilidad, a la vez que de sabiduría, poderío físico y entusiasmo. Dichos profesionales en realidad se enfrentan a los frutos de la fe más inspiradora para aquella antiquísima cultura. ¿O tal vez no hacia falta fe, porque recordaron unos hechos consumados?
La altura de la colina Gebel Ghibli cercana a la famosa Esfinge -y segundo lugar de atención en estas páginas-, dudo que pueda ser una formación rocosa calcárea natural erosionada por el mismo desierto, tal como lo fue en principio la gran escultura de león agazapado, a la cual inicialmente tan sólo hizo falta retocarla un poco para convertir una roca del desierto en un hierático felino (Colina Gebel Ghibli) para ilustrar estas páginas, porque los monumentos que existen en la meseta de Giza actúan de imán para los visitantes. En especial causa fascinación eterna el dicho cuerpo de felino relajado, con su insólito rostro humano. La Esfinge "engancha" a pesar de ser una escultura muy tosca y desproporcionada. ¡Imagínese su impacto cuando estuvo pintada con los llamativos colores que podemos ver en la riquísima máscara funeraria del joven faraón Tutankamon!
Aún después de arrancarle a la Esfinge de Giza su pétrea nariz (tal vez utilizando una palanca) nadie parece echar demasiado en falta el tal apéndice, y en cambio sí que inquieta bastante admirar su incipiente sonrisa. Se diría que fue la obra de arte precursora ancestral de "La Gioconda" de Leonardo da Vinci. Habrá de tenerse muy en cuenta lo referente a tan grande inspiradora de leyendas, aunque no seré yo quien me entretenga en ellas.
Probablemente después de conocerse mi aportación también aquella colina Gebel Ghibli y sus alrededores seran agujereadas por muchos excavadores que la convertirán en un termitero, tal como ha sucedido al entorno de los demás monumentos. Es de esperar que lo harán legalmente. ¡Que tengan éxito!. Yo divulgó una imagen rara, y si la desfiguran mucho, al menos después siempre nos quedará la foto de procedencia Stern. La presento muy ampliada en la misma página a fin de indicar su situación respecto a la pirámide del rey Micerinos).
A partir de ahora, sabiendo lo que hay que buscar, quizá se lleguen a distinguir otras fotografías con algún fenómeno semejante, pero hay que tener paciencia. Por otra parte se debería ir insistiendo, pues las fotos no sirven cuando son hechas desde la vertical aérea del dicho lugar, puesto que en tal caso no se ve en dicha colina de arena nada en absoluto por faltarle las sombras del sol poniente. Incluyo una foto aérea tomada desde encima mismo del sector donde está el que llamaré "Rostro de Ra", y no se distingue allí más que un simple óvalo (Lo rodeo en ambas fotos de flechas para su más fácil localización).
La Esfinge es obligado que sirva de referencia para situarnos, en todos los aspectos, al emprender una mejor presentación del nuevo rostro humano de la meseta de Giza. A su alrededor hay el llamado Templo de la Esfinge (que es el templo de la Pirámide de Kefrén), en cuya excavación el arqueólogo Mariette encontró fragmentos que demostraban la existencia en tiempos antiguos de unos doscientas muestras tridimensionales representando al dicho faraón. Existen otros templos, como la tumba de la hija del faraón Micerinos, a la que habré de volver a referirme porque, teniendo forma de pirámide, dejó un rastro semejante al de una ancha avenida en Giza que termina justo ante la descubierta enorme imagen de cara.
Para un buen egipcio al parecer la muy enigmática Esfinge, con 73 m. de longitud y 20 m. de altura es tan apreciada, o más, que las mismas Pirámides, las cuales tiene tan vecinas que podrían considerarla incluso su "guardián". Con su alma la gente la quieren más a pesar de la diferencia de tamaño, y ello no puede ser sólo debido a la reconocida afición de aquella cultura ancestral por combinar en sus esculturas la sensibilidad y poderío de ciertas especies animales con las del ser humano. Gracias al nuevo rostro, descubierto muy cerca de la Esfinge podríamos estar por fin ante aquello que dictó las preferencias para hacer tan felina escultura milenios antes de la IV Dinastía de reyes de Egipto, quienes se supone que fueron unos muy desmesurados constructores. (Tutmosis IV, el año 1400 a.C. tan sólo la hizo limpiar de tierra hasta su base, eso sí, por primera vez).
Bastantes excavaciones de Giza han dado testimonios de diferentes esculturas de cabezas rituales. Si no lo dijese ya su mismo rostro, todo en la enigmática Esfinge de Giza nos remite a un aprecio por plasmar la cara humana, y a veces desmesuradamente grande. Referente a la extraña escultura sobre la arena, diré que a pesar de ser un difícil trabajo el configurarlo para ser admirado puntualmente gracias a la visión aérea, recordaré la reconocida maestría artística lograda en el fascinante rostro de la reina Nefertiti. Pero lo que tiene mucha mayor importancia es el hecho de acertar con una iluminación "divina", porque su exclusivo monopolio es una condicionante que metafóricamente ha sido siempre bien aprovechado por las religiones y sectas desde antes de construirse las pirámides. Tal fenómeno aplicado sobre un montículo no puede ser debido a la casualidad y en cambio es justo lo sublime que se esperaba de quienes en la antigüedad, esclavos de la evolución de las estrellas y el desbordamiento del Nilo, practicaron con la mayor fe la más elaborada de las iniciaciones que se tiene noticia.
La Esfinge, a la que durante siglos se ha reconocido como: "ser a medio camino entre cielo y tierra", ha estado cuatro veces enterrada de arena hasta su cuello, siendo otras tanta desenterrada, y ello contando tan sólo desde el año 1400 a.C. y hasta la iniciativa del egiptólogo Gastón Maspero. Admitida como un vínculo entre las divinidades y su obsesión de venerar las cabezas -y más si tienen el sol encima-, sirvan a estas páginas cual idóneo punto de apoyo para testimoniar la súbita aparición en el mundo antiguo de una sabiduría y saber hacer que resulta insólito admitir propio de un pueblo de nómadas del desierto al mezclarse con muy humildes pescadores del Nilo ¿Que misterio pudo llevarles a creer, justificada y prematuramente, que ellos eran los elegidos para estar más cerca de los dioses que el resto de los demás mortales?
No parece que en la meseta de Giza antes de construirse las Pirámides existiese ninguna altura comparable a la de la misteriosa colina Gebel Ghibli sobre el que reclamo la mejor atención. La merece, ya sólo por el esbelto obelisco que se puede observar (desde la Esfinge) sobre el lado derecho. Los sacerdotes llamaron al obelisco primitivo Ben-ben, y allí había nacido el primer rayo de sol, quedando petrificado. Siguen visibles su base sobre la privilegiada colina Gebel Ghibli de Giza, y conserva un lado con el mismo ángulo de caída de las grandes pirámides vecinas que tanto sorprenden por combinar su colosal volumen con precisión arquitectónica. Del Ben-ben nació la idea aplicada a la punta de los afilados obeliscos, algunos de los cuales han viajado a otros continentes, pero otros no se concibe como pudieron pensar en ponerlo erguidos, ya que no se podrían "plantar" ni empleando para ello las más potentes grúas del siglo XXI. Puesto que hay certeza de que en su punta tuvieron la mayoría una funda metálica, debieron tener utilidad de pararrayos;…idea que incrementa la funcionalidad que se adivina en las pirámides, puesto que reproducen la proa de un navío.
Aquella tan provocadora como bien perfilada colina Gebel Ghibli, reclama la atención a gritos, no ya por tener cerca una imagen de cara, sino también por tener una espaciosa oquedad con arco de medio punto. Ésta cegada, pero por muy disimulada que esté se habría debido sospechar de aquel pórtico tan bien enfocado hacia la Esfinge de Giza. No se debería descartar que desde allí se entrase a un mundo subterráneo kilométrico, por el mero hecho de que los construyeron por doquier, y con el exclusivo propósito de enterrar tan sólo momias, por ejemplo, de varios millones de aves ibis envueltos con mortajas. Era su estilo de hacer las cosas.
Atendiendo a este último dato tengo una reserva que al menos voy a traspasar a continuación. Puesto que la Gran Pirámide está tan próxima a un gran abismo (quizá por desmoronamientos sucesivos a lo largo del tiempo) me pregunto: ¿cómo es que disponiendo de máquinas que abren los túneles del metropolitano, no se orada la meseta por aquella parte baja del precipicio para alcanzar en quince días el subterráneo centro de la Gran Pirámide? Los beneficios no sólo podrían ser turísticos, sino científicos, etc., pues tal vez allí cayó algún meteorito que abrió un cráter. ¿Quedará algún fragmento negro como su diosa Isis?
Mucho me quedará hoy por revelar específicamente de la construcción de las dos mayores pirámides de Giza, pues lo haré dentro de unos años, porque quiero asegurarme, pero anticipo que será muy sorprendente. Por el momento observaré que algunas de Egipto tienen su cámara principal en la vertical del eje central. Por ejemplo, en el centro de la pirámide de Saqqara existe un agujero de 32 m. de profundidad (otro pozo igual está en sus cercanías), cuyos ciclópeos megalitos de piedra se habrían puesto en sus cuadrados muros desde antes de tener intención de edificar una pirámide escalonada encima.
Hoy contrasta la falta de iniciativa de los egipcios, con el esfuerzo que representaron tantas tumbas de la orilla oeste del Nilo. No se profanaría nada excavando el antes citado túnel bajo la Gran Pirámide, aún considerada tumba de Keops (puesto que está claro que su padre no se habría construido tres tumbas). En la Gran Pirámide se supone que, además, está la secreta Cámara de los Archivos ubicada 20 m. más abajo de la Cámara de la Reina, y todo ello en la dicha vertical del eje, incluyendo el pozo más profundo allí conocido, que está a 30m. debajo del suelo de la meseta de Giza. Heródoto describió otro pozo que estaría aún otros 30m. más profundo. Parece que en el Antiguo Egipto siempre se trató de excavar pozos.
Hay muchos y variados motivos, pues, para perforar hasta la vertical del eje, y la única excusa sólo ha de ser el temor a dar con el foco de unas misteriosas emanaciones que, al menos en la vecina pirámide de Kefren, se demostraron capaces de altrar los sofisticados detectores de los científicos. A fin de fotografiar las pirámides de la meseta de Giza, cuando al salir el sol del día del equinoccio la cara de la gran Pirámide se divide en dos claras vertientes contrastadas (un fenómeno ingeniado por aquellos antiguos veneradores del dios Ra), algunos fotógrafos suben a la cumbre de la pedregosa atalaya que es la colina Gebel Ghibli, sólo relativamente alejada. Tal "destello solar" es lo que me impide afirmar rotundamente que los constructores se equivocaron al dar cuatro vertientes a la pirámide de Keops. En la "2ª PARTE" de mi investigación de las varias estrellas de seis puntas "dibujadas" en el planeta Marte se verá que habría sido más sabio haberlas diseñado en forma de tetraedro.
Dicho fenómeno tan sofisticado en el arte de la construcción a gran escala, sucede a las 6 horas de la madrugada del "día de la diosas Isis". Recibe el nombre de relámpago por su fugaz percepción, siendo de toda lógica que, ante tan magníficos estímulos visuales de todo cuanto existe a su alrededor, quedase eclipsado el gran mirador que representa la colina Gebel Ghibli. Ya merecería mucha atención por el mero hecho de que los planificadores de la Gran Pirámide ya se fijarían en la composición de su piedra el día que buscaban una cantera, siendo juzgada probablemente de mala calidad por los sacerdotes y capataces de las primeras culturas de aquel sector. No era la adecuada para sus propósitos. Pero no se ha sondeado suficiente lo qué el montículo de Gebel Ghibli tiene debajo, y creo que por lo descubierto tan íntimamente relacionado con el astro rey que divinizaron, aquellas alturas habrán de dar en el futuro muy grandes sorpresas.
Voy a permitirme una muy arriesgada suposición. Si bien es improbable, en cambio no sería imposible que el descubierto rostro de Giza incluso pudiese haber tenido igualmente un subterráneo antiguamente tan vacio como para que, una vez que se hundió allí el suelo, se formaran en su frente los dos descomunales huecos configurando ahora lo que son sus desmoronadas cuencas orbitales. Entre ellas además presenta un pequeño montículo al modo de la señal hindú llamada "Tercer Ojo". Todo ello no puede ser casualidad, serían muchas en poco espacio. Son demasiadas, y parece que me esté dando la razón el hecho (comprobable mediante Google Hearth) de que después de mi publcación en la WWW se ha removido millones de toneladas de tierra en aquel subsuelo,幠parece que allí aún seguirán excavando. Lástima que no piensen en horadar el montículo Gebel Ghibli sobre el cementerio musulmán. A propósito de los ojos, en aquella antiquísima llamémosle religión, según el Papiro Ebers (III,125,6) médicamente hablando: "El dios Ra gobernaba la salud del rostro (Her); así como los ojos de la cara humana (Irty) estaban bajo protección de la diosa Hathor". Lo cual hago constar porque ambos están con insistencia presentes a lo largo de estas páginas.
¿DE QUIÉN APRENDIERON TANTA CIENCIA?
Las pirámides siempre estuvieron asociadas al poder. Desde el punto de vista iniciático, y también considerando el esfuerzo que supusieron a las comunidades que eligieron estupas, trullos o túmulos dolménicos para cubrir las formas de toros huecos, hay que considerar incluso las formas cónicas o los zigurats cual pirámides. Las terrazas de ladrillos superpuestas que en Mesopotamia llamaron Zigurats, se supone que fueron más antiguos que las Pirámides de Giza, de dura piedra, pero ni siendo los zigurats muy altos, no pueden justificar el tamaño de las pirámides. Los más primitivos egipcios habrían recibido conocimientos científicos rigurosos para poder construir con básico diseño muy gigantescas construcciones. Tales ayudas arquitectónicas incluirían en la Gran Pirámide datos tan sorprendentes como: la Ley de Variación de la Constante de Gravedad sobre la superficie de la Tierra; o bien, la distancia exacta entre nuestro planeta y el sol; o la Ley de Variaciones Periódicas de las estaciones, y también la frecuencia de los terremotos. La altura de la Gran Pirámide de Giza es de 149 m. resultando ser la milmillonésima parte de la distancia entre el sol y la tierra, dato éste que hasta el siglo XX no pudo ser establecido. La intencionalidad de dichos 149 m. se confirma por muchas otras medidas que en la IV Dinastía no podían haber sido capaces de calcular. Entre el misterio y el absurdo, alguien dijo que prefería el misterio, con lo cual yo estoy de acuerdo. Si a las diferentes medidas geométricas de la Gran Pirámide se le añaden -a cada una siempre igual- nueve ceros, resulta que se obtienen datos referentes al planeta tierra y a su relación con el cosmos. Para empezar, dos "codos" del Antiguo Egipto suman lo mismo que un metro del siglo XXI, o sea 1,04 m. Además, el premio novel de física L. Pawlirig defendió que cada molécula de agua es una estructura de forma piramidal con lados en ángulo de 52º. Pero también la forma piramidal es una sabia estructura capaz de evocar el interior de las personas porque las 206 hiladas de megalitos superpuestos en la Gran Pirámide, son también el número de huesos del cuerpo humano… ¿Más íntimo todavía?: Las moléculas de agua que estén dentro de su campo magnético se equilibrarán hasta resultar menos oxidables, pues el poder antibacteriano del interior de la pirámide evita la descomposición de los líquidos.
Por otra parte, la pirámide misma se puede presentar cual la macro escala de una molécula de agua (52º). Copiar la estructura molecular del agua, representa admitir que dispusieron en tan remoto período de una tecnología comparable a los actuales microscopios electrónicos. Dejaré de lado -por mis limitaciones- el presentar la relación de la forma piramidal con la estructura del diamante, que es carbono puro, pues al parecer de los científicos es también muy íntima. Así pues no ha de faltar razón a los que defiendan que habitar a un tercio de la vertical del eje de una pirámide aporta beneficios terapéuticos, pudiendo ser cierto que incluso la emoción humana bajo una forma piramidal tienda a purificarse. Además, da la casualidad que se descubre todo ello en la mayor construcción del Mundo Antiguo,… y situada en uno de los tres vértices formados por el hipotético triángulo configurado por el fértil delta del río Nilo.
En el año 1877, el investigador J.Seiss en Giza quedó sorprendido también por la constante del número cinco en todas sus mediciones, comenzando por los cinco vértices de las Pirámides. Ello le hizo escribir acerca del "contenido de un gran sistema de números interrelacionados, pesos medidas, ángulos, grados, temperaturas, problemas geométricos y referencias cósmicas" de aquel monumental conjunto en la meseta de Giza. Otros han encontrado referencias a la medida del "año solar", del "año sideral" y del "año anomalístico", las leyes de precisión de los equinoccios, y también de la variación de la longitud del perihelio. Se conocen evidencias de todo tipo: en las artes, medicina, etc..
Habla de la moral de aquellos constructores, ya no las Pirámides, sino un obelisco que yace en Assuán pesa entre 1200 y 1500 tn., y mide 41,5 m. de largo por 4 m. de lado. Obviamente lo trabajaron para que, después de haberlo arrancado de la cantera, de alguna manera poder levantarlo y quizá trasladarlo, cosa que en nuestro siglo XXI aún resulta irrealizable.
Por lo dicho, no ha de extrañarnos que algo anterior de todo lo conocido hasta ésta mi contribución, hubiese inspirado la realización de tamañas empresas físicas. Hay muchos libros que desarrollan, incluso por separado, todos los aspectos de aquella cultura desde los tiempos predinásticos, resolviéndose que los conocimientos de los sacerdotes del Antiguo Egipto fueron tanto más exactos, cuanto más va descubriendo la ciencia. Por ejemplo, ahora se admite que en sus procesos de momificación ya emplearon la radioactividad;…un arte que por lo visto en Egipto también se consigue situando un cadáver justo en el centro de cualquier pirámide (no importa su tamaño) con tal que no sea hecha de material conductor.
Es absurdo pensar que el padre de Keops, constructor de tantas pirámides, pretendía ser enterrado, descuartizado, depositando parte de su cuerpo en cada una de ellas. En efecto las pirámides no sólo se construyeron para culto a un faraón quien, una vez embalsamado, partiría hacia las estrellas mirando la proa del navío, el difunto viviente se convertía en un ser de luz en el cielo.
Por otra parte, si hiciéramos caso de las "Profecías de las Pirámides", éstas curiosamente terminan sus vaticinios en el inicio del siglo XXI. Baste lo dicho y evito mencionar, como hacen otros, su vertiente mágico-esotérica. No hay que caer de nuevo en el error, históricamente tan lamentable, de atribuir algo enigmático a determinada cultura, como sucedió por ejemplo con los dólmenes megalíticos pues escribí un libro defendiendo cual pudo ser su cuna durante el Neolítico. Naturalmente me estudié bien su dispersión a partir del : norte de la Santa Montaña de Montserrat en Cataluña.
Dichos monumentos megalíticos tan abundantes en la Europa occidental, reprodujeron en piedra cuerpos de toro. Si antes se creyeron hechos por los druidas galos, fue por ignorar mejores candidatos, así como tampoco admitirse tiempos más remotos. Sucede lo mismo con la Esfinge y las Pirámides de Giza. Sería deseable que se propiciase un acuerdo a nivel científico a fin de poder beneficiarnos de las ventajas de haber pisado ya otros cuerpos celestes,… y ello a pesar de nuestra todavía "rudimentaria" tecnología. Los criterios de científicos de otros siglos, dictaron soluciones hechas a su medida, suponiéndolo todo con la motivación funeraria del Antiguo Egipto. Ello ha servido, pero ya no sirve, para el estudio serio de los dólmenes megalíticos europeos.
LAS CREENCIAS EN EL ANTIGUO EGIPTO
Por el mero hecho de que las piedras semipreciosas en estado bruto ofrecen de su natural formas piramidales, quizá el modelo visual para la construcción de las pirámides fuese tan simple como, por ejemplo, copiar la forma que adopta un montón de arena del desierto si se la deja caer en vertical sobre el mismo punto. Otro efecto natural para diseñar una pirámide pudieron ser los rayos solares pasando a través de un agujero en las nubes. El ejemplo de la arena tiene la ventaja de que, al amontonarse, adopta un exacto ángulo de 52º, o sea, como la mayor de las pirámides de la meseta de Giza. Quizá fuese la única norma, dado que no tuvieron un modelo estándar de planificación durante el siglo que duró la moda de construir pirámides.
La hipótesis más plausible quizá sea la de inspirar la construcción de pirámides sobre el mismo lugar donde admiraban frecuentemente espejismos. Se trata de un fenómeno natural que, por ejemplo, hace ver una isla cual si se tratase de una mesa con patas y muy ancha base. Al reproducir dicho fenómeno virtualmente, dando al ordenador una temperatura ambiente de 40º, cualquier pirámide una vez construida adopta la forma de un cáliz perfectamente simétrico.
Mi experiencia personal al experimentar con un haz de luz láser (de bolsillo) dirigido sobre una cara de pirámide de tamaño manejable, pero hecha de material transparente, es que lo refleja y proyecta el haz con el mismo ángulo perpendicular a la superficie, o cara. Tal dirección reflejada es la misma que dentro de la Gran Pirámide se proyectaron los llamados "canales de ventilación".
Se ha argumentado que, a pesar de que los egipcios dejaron dibujos en una de las criptas del templo de Dendera donde representan muy enormes bombillas, no se les puede conceder que dominaran la electricidad en aquella temprana edad de la Humanidad;…porque si la tuvieron, ya no haría falta la luz solar para ver el aspecto de la descubierta imagen de ROSTRO de efebo configurado sobre la arena, ni tan sutil efecto luminoso en las pirámides. La existencia del reflejo de la luz láser lo experimentarían con facilidad metiéndose en el interior de una habitación obscura en la que se hubiese practicado un agujero para dejar entrar un sólo rayo de luz el cual incidiese sobre un cuerpo piramidal de cristal de roca. Por cierto, ésta herramienta transparente si la utilizaron como supongo, aún pudo ser más diminuta que la pirámide decorativa de plástico que utilicé en mi experimento. Tal efecto visual incluso para mi evolucionado entendimiento tuvo algo de místico.
En realidad manipulaban una ciencia con categoría de sagrada a nivel de Estado, según descubrimos por los objetos de arte suntuario recuperado en excavaciones en gran abundancia. Y debió de partir de la grandiosa realidad que todo en la vida procede de los rayos solares. Así, parece lógico que los antiguos egipcios más que nadie en el mundo, en su delirio, o por reconocer su insignificancia, aplicasen el sabio axioma: Valen más dos prevenciones que una; y por ello buscasen no sólo asegurarse la vida cotidiana, sino también procurasen -mientras fuese posible- su triunfo ante la realidad última, que para todos sigue siendo el traspaso a la otra vida.
Lo que finalmente les importó, y es intrínseco al alma humana, fue que -gracias al muy evidente gran esfuerzo comunitario empleado en construir las pirámides-, cada faraón consolidó su efectivo aplastante mando sobre el resto de los mortales. Su persona después era contemplada cual un poderosísimo "rey-puente-dios" entre sus súbditos y sus divinidades. No hubo una manera más efectiva de hacer evidente su superioridad que llegar a materializar la muy sabia forma piramidal en una tan gigantesca proporción. Si aplicamos el sabio ejemplo a nuestro tiempo, lo siguen practicando con éxito ciertas obras propuestas por la clase política y por la empresarial. Es imperioso recuperar la armonía perdida entre la ética y la estética.
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