Emergencias educativas en racionalidad abierta y critica para una praxis médica humanizada (página 2)
Enviado por Dumer Antonio Pedraza Ordoñez
De lo anterior, surge la conjetura de que el Caduceo es el símbolo que representa la síntesis de ideas y prácticas, impresiones y ritos, hechos invocados y deseados, temidos o aborrecidos, acontecimientos maravillosos, extraños e inexplicables, siempre asociados a los eventos más significativos de la vida humana, de los que destacan la salud y la enfermedad (6).
EL CADUCEO EN LA CIVILIZACIÓN GRIEGA La aparición del Caduceo, como se conoce actualmente, se produce entre los griegos vinculado a la imagen de Hermes y Esculapio (10).
EL CADUCEO DE HERMES.
Hermes, dios de los viajeros, comerciantes, ladrones, oradores, escritores, protector de la fecundidad y del trato social; mensajero entre los dioses, conductor de las almas de los muertos al inframundo y hacedor de las conexiones entre ambos mundos (11); su Caduceo lo utilizaba para cerrar los ojos de los muertos, pertenecía originalmente a Apolo (dios griego de las artes, del aprendizaje, la sabiduría y la medicina) (12); y su representación es la vara alada en la que se enroscan dos serpientes (13); transformándose posteriormente en el símbolo de la medicina.
De esta forma, quedó establecida desde tiempos helénicos la relación entre Hermes y Asclepio (Esculapio), el arquetipo de la curación; siendo expresada en la literatura hermética. Hermes incluye ahora el nuevo atributo de la vara que con su toque realiza cualquier tarea e introduce una perspectiva mágica (14,15); por lo que desde un enfoque alquimista, Hermes se caracteriza por una dualidad sustancial, una doble naturaleza; ya como espíritu servicial que prestaba socorro o bien, como un duende evasivo, engañador y amigo de bromas (16).
– 9 – EL CADUCEO DE ESCULAPIO (ASCLEPIOS) El caduceo también se encuentra involucrado en la representación de Esculapio, el dios de la Medicina, hijo de Apolo y discípulo de Quirón; se le atribuía el bastón del viajero al que le brotan hojas nuevas en el que se enrosca la serpiente; símbolo tradicional de la medicina.
Las hojas significan vida nueva o renovada, mientras que la serpiente, signo de adivinación e instrumento de curación, simbolizó los poderes mágicos curativos (12), figurando en todas las divinidades médicas (17,18); siendo una serpiente arborícola no venenosa, que al enroscarse en el bastón del dios sanador, parece incorporar un tipo de mediación entre la tierra y el cielo (13).
El caduceo en la época contemporánea
El Caduceo ha evolucionado a un símbolo fijo, emblema o símbolo científico de valor universal, que polariza las propiedades de la realidad del hombre, y expresa la relación dialéctica de la vida sensible y la vida espiritual, de la vida y la muerte, la salud y la enfermedad.
Sin embargo, cotidianamente encontramos la sustitución del Caduceo de Esculapio por el de Hermes como emblema de la profesión médica, contribuyéndose a la existencia de un doble simbolismo que convergen en la práctica médica; por lo que la utilización de uno u otro, pudiera estar asociada a tendencias inconscientes que pueden o no favorecer el actuar ético del médico.
El análisis de la utilización hegemónica del Caduceo de Hermes en el ámbito de la Medicina, sugiere una resignificación a partir de los dominios en los cuales se centra su representación simbólica, para la cual Borgstein (12) sitúa a Hermes como dios de los comerciantes y mercaderes, de los oradores y de los escritores.
En el nuevo sistema-mundo que se genera a partir de los esquemas del neoliberalismo, el Caduceo de Hermes, en tanto emblema de comerciantes y mercaderes, implica la significación de una medicina como negocio, en que los pacientes son "clientes" que "compran" atención médica y los médicos utilizan mercadotecnia avanzada para promocionarse, "vendiendo" tratamientos a los consumidores de salud – 10 – (12).
El Caduceo de Hermes, como emblema de los oradores, se vincula en el mundo médico con la moda de fundamentar su prestigio por el número de reuniones académicas y conferencias presentadas de temas cada vez más estrechos para una audiencia especializada (12). Por su parte, el simbolismo del Caduceo de Hermes en el dominio de los escritores, se centra en el afán por publicar valorándose la cantidad más que la calidad de los artículos (12).
La importancia de la hegemonía del Caduceo de Hermes-Mercurio radica en que comunica en su totalidad la vivencia de la relación cognoscitiva de nuestra conciencia de un mundo disperso y complejo, donde se ha gestado una amplia diversidad de hechos históricos de los que no tenemos conciencia precisa y que sin embargo, coadyuvan a la expresión práctica de nuestras relaciones sociales; así, se pone de manifiesto trascender el análisis de ¿qué significa el Caduceo?, al de ¿cómo significa el caduceo?, o mejor dicho, ¿cómo funciona el Caduceo en el seno de nuestra sociedad hegemónica actual? (14).
El caduceo en la tradición médica
La medicina contemporánea ha sustituido la curación mágica por un enfoque mercadotécnico que promete una vida saludable y centra las expectativas del paciente en un mágico respeto por los avances de la medicina. Así, la curación del hombre primitivo mediante la magia, no difiere en el hombre contemporáneo.
La complejidad de la curación mágica dentro del arquetipo de la curación, se asocia a la identificación inconsciente del médico con el poder de utilizar y manipular las formas de la vida para enfrentar la enfermedad del paciente; quien fomenta el afán de poder del médico; estableciéndose así un vínculo de dependencia y poder, que justifica el "ensañamiento terapéutico".
La dicotomía de la práctica médica entre una sanación holista, mágica (dominio de Hermes) y la tradición médica de curar a partir de nosologías específicas (dominio de Esculapio), tratando de rescatar al hombre de la muerte y a prolongar artificialmente la vida, está determinada mitológicamente por el "pecado original" de Esculapio, quien llegó a violar el Reino de Hades.
La solución al antagonismo entre Hermes y Esculapio lo resuelve la – 11 – medicina hipocrática que refleja en el Juramento Hipocrático una práctica humanitaria y comprensiva de las necesidades del paciente, a tal grado que muchas Facultades y Escuelas de Medicina exige a los médicos presten el juramento hipocrático conforme a la fórmula tradicional u otra modernizada (15,19).
En la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México, dicho juramento dice así: "Yo, Médico Cirujano… prometo solemnemente: consagrar mi vida al servicio de la humanidad; otorgar a mis maestros los respetos, gratitud y consideraciones que merecen. Ejercer mi profesión dignamente y a conciencia. Velar solícitamente y ante todo, por la salud del ser humano; mantener inalterable, por todos los conceptos y medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica; guardar y respetar los secretos a mí confiados. Considerar como hermanos a mis colegas, hacer caso omiso de credos políticos y religiosos, nacionalidades, razas, rangos sociales, evitando que estos se interpongan entre mis servicios profesionales y mi paciente. Velar con sumo interés y respeto por la vida humana desde el momento de la concepción, aún bajo amenaza, no empleando mis conocimientos médicos para contravenir a las leyes humanas. Solemne y espontáneamente, bajo mi palabra de honor, prometo cumplir lo antedicho".
CONCLUSIONES Hermes, era conocido en Egipto como el Dios de Cabeza de Ibis (Thot) simbolizando el ave del principio de trascendencia; y en Grecia era representado como falo y con serpientes entrelazadas (acto de unión sexual), por lo que penetra en el mundo desconocido buscando un mensaje espiritual de liberación y curación. Así, Hermes recuperó atributos de la vida de las aves que agregó a su naturaleza tectónica de serpiente adquiriendo su cayado alas por encima de las serpientes convirtiéndose en Caduceo o bastón alado de Mercurio y se convirtió en "hombre volador" con sombrero y sandalias con alas, que de la conciencia-serpiente del mundo inferior, pasando por la realidad terrena, alcanza la realidad sobrehumana o transpersonal en su vuelo alado (13,20).
Por otra parte, Esculapio era hijo de la luz, de la razón, de la vida; pero también es una deidad tectónica, que proviene de la tierra, del inframundo, en suma, de la muerte; situándose la medicina entre la vida y la muerte, y de ahí la necesidad de su resolución por la vía de la ética (21). El simbolismo de los logotipos es, pues más importante de lo que parece a primera vista, ya que la adulación a Hermes no se limita al uso del Caduceo, sino que empieza a matizar el tejido ético de la práctica médica. Un control efectivo sólo puede venir desde dentro de la profesión: tal vez a través de un regreso al "culto" de Apolo, Esculapio e Hipócrates (cuya ética médica no ha sido mejorada en un período de más de 2,000 años), que todavía mantiene un precario asidero en el mundo médico.
Finalmente, podemos comenzar, como sugiere Borgstein (12), por dejar de lado el símbolo, del todo inapropiado, del Caduceo de Hermes y cortar asociaciones con comerciantes para favorecer el de Esculapio y reivindicar el simbolismo de la vida renovada y la medicina hipocrática.
EL SENTIDO METAFÓRICO DEL CADUCEO DE ESCULAPIO EN LA RUTA DE CONSTRUCCIÓN DE UNA PRAXIS MÉDICA HUMANIZADA
Según la leyenda griega, Asclepios (Esculapio entre los Romanos) hijo de Apolo y discípulo de Quirón, en su función de médico atendía a Glaucus gravemente enfermo cuando una serpiente repta hacia su bastón. El la mata pero otra serpiente se dirige con unas hierbas en la boca hacia la muerta y al tocarla le devuelve la vida. De ese modo Esculapio conoce las hierbas que resucitan y su bastón con una serpiente alrededor y las hierbas al final se constituyen en el símbolo ético universal de la medicina.
Se puede observar que este emblema esta compuesto por tres elementos que acompañan a Esculapio: el báculo, la serpiente y las plantas medicinales. Su interpretación varía según las concepciones de las distintas culturas.
El bastón (báculo) significa la fuerza usada por el hombre para su protección física y como compañera de la vida nómada, al reunirse los hombres en grupos, tribus o clanes, pasa a ser un atributo del jefe que dirigía esa primitiva sociedad, siendo ya un tronco más grueso con un extremo doblado en forma de cayado, como el báculo utilizado por los pastores jefes de rebaños y representa mando o jefatura en el meridiano celeste del equinoccio de primavera.
La serpiente para algunos al cambiar frecuentemente la piel, simboliza el rejuvenecimiento, para otros, por ser animales proféticos y encantadores, alejan las enfermedades, y para otros, significa poder.
Las hierbas o plantas medicinales son dos ramas de naturaleza diferente la de la izquierda, de laurel y la de la derecha, de roble.
El roble está considerado como un árbol sagrado en Grecia, pues las sacerdotisas que mantenían en los templos dedicados a los dioses, interpretaban mensajes y predicciones que éstos transmitían a través del ruido que el viento producía al batir las hojas de ese árbol sagrado en los bosques.
El laurel, porque esta planta se utiliza por las pitonisas y adivinadoras para provocar sus divagaciones, motivadas por las propiedades ligeramente narcóticas de esta planta.
En nuestra interpretación de la leyenda es claro que el primer impulso de Esculapio al observar a la serpiente es matarla ya que tiene un prejuicio sobre las serpientes y no encuentra en ellas beneficio sino peligro. Sin embargo, la otra serpiente al acudir al rescate de su compañera muerta, enseña a Esculapio a ver la realidad desde otras perspectivas, mostrándole que ella poseía el secreto de la resurrección, que a su vez permitió a Esculapio mejorar en el ejercicio de su profesión.
Los símbolos nos representan:
el báculo el poder del constructo teórico científico que sirve de apoyo, evoluciona conocimientos y experiencias para aplicarlas a la acción médica.
La serpiente encarna los conocimientos provenientes de otras corrientes de pensamiento que no son consideradas fundamentales, aunque talvez lo sean. Provee una conexión virtual que sirve de mediación buscando un mensaje espiritual de liberación, curación y rejuvenecimiento.
Las plantas medicinales que brotan permanentemente del báculo, significan vida nueva o renovada a través de nuevos pensamientos que facilitan que una acción médica sea contextualizada y por ende transformadora de la realidad del sujeto.
La relación de contraposición que existe entre la educación médica tradicional y la racionalidad abierta, crítica y compleja nos parece clara, puesto que el médico en su formación habitual, observa con altivez todo discurso que no considere de origen "científico" ya que para él no representa beneficio y por el contrario puede considerarlo incluso inseguro y hasta peligroso para su formación Intelectual.
Sin embargo, la realidad es que esta corriente de pensamiento acude en su rescate con formulas para mejorar su desempeño personal y profesional, con la advertencia que solo podrá ser utilizada a partir de una profunda transformación interior que le dará las herramientas para aportar de manera trascendental en el devenir histórico de la humanidad.
Se concibe aquí la formación como un proceso de conmutación del sujeto con posibilidades en habitancia autopoiética desde y para la diferencia; que lo prepara para actuar frente a las circunstancias y retos planteados por el ambiente; para pensar con sentido de futuro trazando objetivos que respondan a las tensiones, necesidades y deseos individuales y sociales; capaz de comprometerse con la transformación de su mundo para producir cambios que puedan ser apreciados por el otro; idóneo para sistematizar y transferir sus experiencias mediante un lenguaje contextual.
El ejercicio educativo se asume, por tanto, como proceso social continuo y progresivo de aprendizajes-adaptaciones, en un trayecto vinculante entre la teoría de la vida y las condiciones, que conllevan al desarrollo individual y colectivo. La realidad del ser humano acontece como una creación de la fuerza de la mente, lo que nos hace concientes de la necesidad de encontrar espacios de formación que permitan ese crecimiento personal e intelectual. Así se funda para mí el camino hacia la maestría en educación de la Universidad Católica de Manizales, eligiendo de los campos de conocimiento que ésta privilegia, el énfasis en Pedagogía Y Currículo.
Las perspectivas y formulaciones conceptuales presentadas aquí, entrelazan paráfrasis y discusión en relación con aspectos formativos de la educación médica. Esta emergencia de reconfiguración de saberes surge del ejercicio pedagógico de autocrítica recursiva y retroactiva de historicidad, facilitada por las estrategias de la maestría y el acompañamiento de varios autores3, no desde el estudio en profundidad de su pensamiento, sino en el análisis de conceptos interpretados en torno a la pregunta ¿Qué emergencias de las expectativas de vida del sujeto médico en devenir magíster, afloran desde la racionalidad abierta y critica, para proponer una praxis médica humanizada? Formado en esta disciplina caracterizada por la aplicación instrumental de los conocimientos teóricos, al inicio de la maestría en los colectivos de investigación donde se esbozan las propuestas de trabajo de grado, se plantea un ambicioso proyecto de tipo analítico denominado "Sufrimiento Fetal Agudo, Daño Neuronal y Trastornos del Aprendizaje", cuyo propósito establece el seguimiento de una cohorte de cincuenta niños nacidos bajo unas condiciones especificas y con claros criterios de inclusión que contemplan el diagnostico del Sufrimiento Fetal Agudo. La intención es demostrar en última instancia el negativo impacto que este desastroso accidente del nacimiento tiene sobre el Desarrollo Humano. La primera fase debería efectuarse durante los dos años de maestría, pero el tiempo total del proyecto está planteado a doce años.
Nótese como la carga disciplinar y metodología es producto de una estructura biologista, pretendiendo incorporar los fundamentos de la psicología experimental a la maestría en educación, tal vez con la inconciente intención de aportarle cientificidad.
Con el tiempo, el análisis de relaciones y posibilidades hacen evidente la dificultad de articular este tipo de objetivos en el ámbito de la maestría, sin embargo, luchando por no abandonar la esencia del proyecto, se intentó darle los giros necesarios para ajustarlo a los propósitos curriculares de la racionalidad abierta, crítica y compleja, partiendo del hecho suficientemente conocido de que la Malpraxis médica es una causa muy importante y en gran medida evitable del Sufrimiento Fetal Agudo, si media en la formación del profesional un adecuado proceso educativo.
Se rediseña el proyecto, intentando poner en perspectiva esta nefasta realidad de la atención del parto, apelando para ello a la estructura ética del medico simbolizada a través de la historia, por el caduceo de esculapio4. Se pretende de esta forma generar movimientos gnoseológicos, espirituales y sensibles en los estudiantes y profesionales de la salud, para la emergencia de una episteme de significación interlineal y de organización de si misma, que desde la pedagogía aporte democráticamente al desarrollo cultural, mediante un movimiento intelectual capaz de transformar la realidad de la praxis medica.
El tutor del presente trabajo, también medico, plantea acertadamente lo innecesario que puede resultar evidenciar las desfavorables consecuencias del daño neuronal subsiguiente al sufrimiento fetal agudo, pues es intentar probar un hecho suficientemente comprobado. Su argumentación permite vislumbrar que podría ser más importante y acorde a los propósitos de la maestría en educación, reflexionar sobre la Malpraxis médica, evento que corresponde en muchas ocasiones a la actitud prepotente y deshumanizada del profesional. Se encuentra por lo tanto, un nodo que articula intereses del estudiante con los de la maestría: la humanización del médico desde la educación.
Definida esta unidad conceptual, se inicia un movimiento de herramientas cerebro espirituales en el estudiante de maestría, haciendo andadura por un proceso de indagación abierto y expuesto a la intervención, para entrar en un bucle hologramático que concita la reorganización de conocimientos exponiendo el pensamiento al reto de complejización.
En esta búsqueda se lee en reflexión los documentos referenciados, se escucha con atención a los ilustres docentes en la generosa transferencia de sus interpretaciones y se participa en escenarios de conversación- aprendizaje que intencionan la preparación del sujeto en devenir magíster desde la racionalidad compleja para afrontar con otra mirada las preocupaciones del presente, en un nuevo orden de comprensión, de organización, de realidad, de habitabilidad y coexistencia planetaria, impulsando posibilidades del Ser Humano para intervenir campos multidimensionales de problematización y de conocimiento.
La altura intelectual de los docentes y el tutor del trabajo de grado, con su acertada intervención y extraordinaria habilidad, provocan y persuaden al estudiante en la necesidad de hacer rupturas epistemológicas, generando movimientos de desterritorialización respecto de sus lugares de seguridad discursiva y de actuación, permiten ampliar interrogantes fundamentales, realizar interpretaciones y desplazamientos y, encausar la ruta de indagación en emergencia de una nueva episteme que acoja las polaridades y de cabida a las diferentes formas de comprender e interpretar el mundo de la vida, haciéndolo mas conciente de lo que pasa a su alrededor, mejor ubicado en el mundo, en la existencia, para de esta forma reconocer aciertos y errores con la intención de mejorar y concretar una posibilidad para apartarse del reduccionismo al cual se ha estado sometido durante años.
Se desarrolla así la obra de conocimiento para optar al título de Magíster en Educación, titulada "Emergencias Educativas en Racionalidad Abierta y Crítica, para una Praxis Médica Humanizada" que pone a prueba el ejercicio integrador del pensamiento problematizando una realidad del ejercicio médico en comprensión del devenir humano-cósmico, para delinear un discurso que en el sujeto en devenir magíster refleja poiesis del conocimiento, reforma del pensamiento y sensibilidad, reintroducción en el proceso del conocimiento y dialogicidad entre humanismo y ciencia.
INTRODUCCIÓN
En la sociedad del siglo XXI, el culto al dinero y al consumo, la atracción por la tecnología y el énfasis en el aquí y ahora, lo inmediato y lo eficaz, hacen que la relación entre médico y enfermo con demasiada frecuencia sea una transacción mercantil, un intercambio distante y frío.
Cada día es mayor el número de personas que se queja de la ausencia de humanidad en el médico. La gente añora la imagen idealizada del galeno de antaño, a pesar de que a menudo éste no podía hacer otra cosa que limitarse a confortar al enfermo con su presencia, mientras la enfermedad seguía irremediablemente su curso.
El sentir popular es que el médico del pasado era más humano, más comprensivo, más considerado y más consciente de las necesidades afectivas y espirituales del paciente. De hecho, casi todo el mundo está de acuerdo con el dicho: "ahora vivimos mejor pero nos sentimos peor".
Pese a la politización de los servicios de salud, a la comercialización de la medicina, a la burocratización de la organización sanitaria y a los litigios constantes entre doctores y enfermos, la sociedad espera que la medicina sea una profesión heroica que armonice el humanismo y la ciencia. En medicina, el humanismo es un componente necesario de la relación entre el médico y el enfermo, un arte de palabras, sentimientos y actitudes. El médico lo expresa con compasión, tacto, comprensión, lo que a su vez evoca en el paciente, optimismo, confianza, seguridad y esperanza. 5
Transformar las actitudes que han llevado al estado actual de relación de los médicos con la sociedad, es una tarea que requiere de una acción pedagógica que va mas allá de la simple enseñanza de la medicina y la bioética.
Por tal razón, los intereses gnoseológicos del presente trabajo se sustentan, de una parte, en el reconocimiento de "la pedagogía, en el mundo de lo educativo como el saber fundante de toda la actividad propia de los doceos, de las innumerables maneras de comprometer el influjo de los saberes y disciplinas en situación de enseñanza, en función del sujeto que aprende y que por lo tanto se transforma y trasciende"6 y de otra, en el ejercicio de la medicina como escenario de sensibilidad y oportunidad para la formación en humanidad.
Se indaga en su transcurso sobre las perspectivas de construcción de un currículo humanizante para la formación del sujeto en devenir médico desde la Racionalidad Compleja, desde las condiciones de posibilidad del presente en la historia, la historia de constitución del presente, las razones históricas de actualidad.
Pretende esta reflexión ponerse a la altura de los signos de nuestro tiempo en el trayecto de tradición clásica, modernidad y contemporaneidad, guardando de este modo, la urgencia de la más sensible y profunda memoria histórica, la crítica de la modernidad y de la postmodernidad, de nuestro sentido de la actualidad, permitiendo valorar el pasado, el presente y el futuro de humanidad que somos en nuestra propia hechura, en nuestra propia invención.
Valora el proyecto de humanidad que somos en lo teológico, filosófico, científico, en lo real histórico-social y socio-cultural. En lo que somos como acontecimiento histórico de realización. Así nos ocupa en toda su expresión, la vida, la cultura, lo psíquico y lo social. El cosmos, el mundo, el universo.
Las perspectivas y formulaciones conceptuales presentadas aquí, entrelazan paráfrasis y discusión transdisciplinar, teniendo como punto de partida los avances del conocimiento sobre los íntimos procesos neurobiológicos de los procesos de aprendizaje re-incorporados en contexto, en relación directa e indirecta con aspectos formativos aplicables a la educación en general, pero con una intención de impacto en el sujeto en devenir medico en particular.
Se llega así al planteamiento de una tesis educativa denominada "Niveles de Auto-Organización del Conocimiento en Cognición Bucleica Complejizante para un Aprendizaje Formativo" con la cual se propone desde la racionalidad abierta y crítica una manera de desarrollar o potenciar en el sujeto competencias cognoscitivas, articulando en el modelo perspectivas y aspectos de las ciencias exactas y naturales, las ciencias sociales, las ciencias cognitivas, la mitología y la neurociencia, en una visión de formación transdisciplinar, humanista, pluralista e integral de la mente y los procesos de aprendizaje del sujeto cognoscente.
PREAMBLE Twenty-first century society has become increasingly concerned with money and consumerism, technology and efficiency and instant gratification where the doctor patient relationship has become commercialized, distant and emotionless. Every day more and more people complain about the lack of humanity in medicine. People long for the good old days even though doctors of old could only offer comfort for their patients whose disease processes continued mostly unabated.
Popular opinion tells us that doctors of the past were more humane, more compassionate and more aware of their patient"s emotional and spiritual needs. We often hear people repeat the phrase "today we live better but we feel worse". Despite the politization of health services, the commercialization of medicine, the burocratization of public health and the increasingly litigious relationship between patients and their health care providers, society desperately desires a compassionate medical community that can somehow balance humanism with science. In medicine, humanism is a necessary component in the relationship between doctor and patient and requires the artful use of language, sentiment and caring attitudes. Doctors who use compassion, tact and understanding can evoke in their patients optimism, confidence, security and hope7.
Transforming society"s attitudes toward the medical profession will require more than just pedagogical strategies to teach about medicine and bioethics. For this reason, the present work attempts to recognize the importance education in transforming and transcending the practice of medicine into an activity that exalts man"s sensibility while providing an opportunity to create a more humane world. This work investigates various perspectives of a curriculum that attempts to create humanistic physicians utilizing a rational approach based upon past experiences and present political constraints.
In the following study, the importance and significance of various time periods will be critically examined including the classic tradition, modern and post-modern and contemporary. One needs to value humanity in all of its aspects: technology, philosophy, science, sociohistorical and sociocultural and in all that we have become throughout history. In this way we can find our proper place in psychology, in society and in life here on earth and beyond.
PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD, TEORÍA DEL CAOS Y PENSAMIENTO CIENTÍFICO
PLANO UNIVERSAL DE INDAGACIÓN
El Paradigma de la Complejidad es un marco teórico corroborado por evidencias lógicas y experimentales, asunciones metafísicas y generalizaciones simbólicas, que propone a nivel planetario a científicos de diversos campos del conocimiento, una perspectiva distinta para adoptar modelos teóricos, metodológicos y, por ende, epistemológicos que permita a la comunidad científica elaborar teorías más ajustadas a la realidad y que posibiliten, al mismo tiempo, su aplicación práctica.
No es un nuevo método para acceder al conocimiento sino para generar una cultura académica que a partir del ejercicio de la retroacción y recursión del pensamiento supere los métodos mutilantes que han reducido el conocimiento. El termino complejizar convoca a la comprensión de que el mundo de la vida no es tan simple como suelen serlo los hermosos paisajes dibujados por un niño. Que los problemas de conocimiento son multi-causales, pluri-consecuenciales y tienen diversas conexiones que pueden y deben analizarse por separado, pero al mismo tiempo con visión de conjunto. Es distinguir y desgajar, pero también integrar. Es construir tejidos a través del pensamiento. Pensamiento que se reforma y confluye. Es recuperar la estrategia de la pregunta y la aventura, señalando límites y posibilidades de conocer.
Esta racionalidad aporta como método para este propósito la poiesis del conocimiento, movilizando tres procesos intelectuales en el ser humano: la reforma del pensamiento y sensibilidad, la reintroducción del sujeto en el proceso del conocimiento y la dialogicidad entre humanismo y ciencia.
La Teoría del Caos, a su vez, tiene como objetivo descubrir el comportamiento impredecible de un sistema o el orden subyacente al cual responde, puesto que caos no es desorden, sino aparente desorden que, sin embargo, responde a un orden latente. Los sistemas caóticos implican una dependencia sensible a las condiciones iniciales y son a-periódicos, por lo que resulta difícil predecir su trayectoria o evolución.
Matriz De Articulación
Muchos eventos vinculados con la experiencia humana habitual tienen este tipo de comportamiento caótico, por ejemplo, las arritmias cardiacas, el funcionamiento cerebral, o las fluctuaciones de la bolsa de valores, o simplemente el comportamiento del tráfico en las ciudades.
El factor común de esta prospectiva epistemológica es el pensamiento cultural de la humanidad. La aventura de su recorrido nos lleva hasta la Grecia antigua, en donde como veremos a continuación por circunstancias que no son del todo claras, su forma de razonamiento superó las más duras contingencias de la historia hasta convertirse en el paradigma casi inexpugnable del pensamiento occidental8.
Original de Creta la refinada cultura griega fue amenazada por las invasiones de varios pueblos indogermánicos Aqueos principalmente (año 2000 a.C.) y, posteriormente los Dorios (año 1200 a.C.) que expulsaron a los griegos del territorio obligándolos a desplazarse por las islas y el litoral mediterráneo (Asia menor, Libia, Sicilia y S. de Italia). A esta época preclásica periférica con centro en el mar pertenecen Homero, Tales de Mileto, Demócrito, los Eleatas y por supuesto, en ella se da el nacimiento de la Filosofía. Nuevamente las amenazas, esta vez de los persas, hacen que la Grecia marítima se someta a Atenas aportando con su cultura al nacimiento del periodo Ático9.
Sócrates, sus discípulos y su postura sobre el hombre, que da origen al descubrimiento político del ciudadano y la aparición de la democracia en la historia, son los hechos que en nuestro juicio se constituyen en la razón fundamental por la cual se perpetúa la influencia intelectual de los griegos al convertir a Atenas en la cuna de la democracia, dejando a Esparta10 como símbolo de un estado totalitario.
Alejandro, rey de Macedonia -pueblo semibárbaro del N. de Grecia-, aniquila el imperio persa, somete a toda Grecia continental e insular, Egipto, Asia menor y parte de la India, convirtiéndose en el faro de la cultura clásica. Al final, Grecia es sometida por el imperio Romano, pero su cultura influyó decisivamente en la literatura y el arte de Roma.
Por no ser de interés aquí detallar la dura lucha librada por los griegos para evitar el exterminio de su pensamiento, podemos resumir que diversos proyectos expansionistas intentaron su aniquilamiento11, pero sin éxito porque al final el pensamiento democrático logra imponerse en 1975 con la promulgación de una nueva constitución política.
Visto desde la historia podemos proponer que el imperialismo del pensamiento griego procede de haber consolidado a la Democracia como un hecho concreto resultante de su ideología. Por tanto, en nuestro criterio, toda reforma del pensamiento tendrá posibilidades si de ésta se deriva la transformación de la realidad social y cultural del ser humano.
Es entendible así mismo, que por tener una antigüedad aproximada de 4000 años el pensamiento que domina las artes y las ciencias y que ha ayudado a construir el mundo que conocemos, motive a través de la historia innumerables movimientos intelectuales que pretendan su reforma y actualización. Entre estos contamos al paradigma de la complejidad.
ARTICULACIÓN SOCIEDAD – CIENCIA – TECNOINDUSTRIA – CULTURA
Si se parte del criterio que la educación es la acción mediadora entre sociedad y cultura, necesariamente debe existir un trayecto vinculante que pedagógicamente sirva para la comunicación entre ciencia y filosofía, desarticulada por los avances científicos y su aplicación en la industria.
El paradigma de la complejidad, por preconizar un pensamiento que contextualiza e integra el conocimiento, la sociedad, la cultura y el sujeto, propone como didáctica para el desarrollo de enlaces lógico-estratégicos- sintácticos establecer conexiones no solamente desde los fenómenos, sucesos, problemas o acontecimientos estudiados sino, en propuesta de creación de nuevos vínculos o conexiones en una doble implicación retroactiva-recursiva, a través de su método poiésis del conocimiento.
Este paradigma cuenta entre sus más importantes representantes a Edgar Morin, nacido en Paris en 1921, Director Emérito de Investigación del Centro de Investigación Científica, Presidente del Instituto Internacional de Pensamiento Complejo creado por la Universidad de El Salvador, en 1997 en Buenos Aires y uno de los principales filósofos contemporáneos de Francia.
Morin ilustra a través de su obra, cómo la incapacidad del hombre para expresar su confusión, para definir de manera simple, para nombrar de manera clara, para poner en orden sus ideas, da origen al concepto de complejidad. Su trabajo se centra en el conocimiento que no obstaculiza y es libre, capaz de captar la complejidad de la realidad. Lo importante del pensamiento es la observación de lo singular en el todo. Busca comprender la complejidad antropológica y social a través de la incorporación de lo biológico con lo imaginario.
Hace Morin una interesante disertación, sugiriendo la necesidad de reconocer que al mismo tiempo que el conocimiento avanza, de igual forma lo hace el error, la ceguera y la ignorancia. Nos centra en su análisis en el imperialismo del pensamiento, basado en los principios de disyunción, reducción y abstracción, fenómeno que él denomina "paradigma de la simplificación".
Según Morin, fue Descartes quien formuló este paradigma al desarticular al sujeto pensante (ego cogitans) y la cosa extensa (res extensa), es decir filosofía y ciencia12. Tal disyunción, dice él, ha aislado radicalmente entre si a los tres grandes campos del conocimiento, la Física, la Biología y la Ciencia del Hombre. La única solución a esta disyunción fue entonces, la reducción de lo complejo a lo simple.
Nuevas epistemes convocan, por lo tanto, al cambio en la forma de mirar el mundo, de comprender los fenómenos y los hechos, implican resquebrajamientos en cualquier tipo de determinismos -metodológico, filosófico, científico, político, ético, educativo- y retan a confrontar y afrontar las concepciones de identidad, representación, legitimación, que a su vez ponen a temblar las moles de piedra teoréticas, estructurales, pragmáticas y paradigmáticas en cuanto al pensamiento, las instituciones, la sociedad y las formas de relación construidas a lo largo de la historia13.
En este orden de ideas podemos citar casos sobre cómo el paradigma de la complejidad y la teoría del caos, se constituyen en el enlace de lógicas, racionalidades, métodos, lenguajes, en un encuentro de entendimiento, fusión de horizontes entre las ciencias, con múltiples aplicaciones en los diferentes campos de conocimiento.
Alfonso Cornejo Álvarez, por ejemplo, en su "Guía para la Administración del Siglo XXI" afirma: " ( ) el hecho de vernos acorralados en un medio ambiente complejo caracterizado por el desorden, cada vez más demandante, nos exige un despliegue cuantioso de recursos y acciones, que si no son realizados inteligentemente pueden llevar a complicar aún mas el escenario presente. Atrapados en este mundo, aparentemente a merced del devenir hemos recurrido constantemente a la alegoría de caos para definir el desorden que nos rodea. ( ) Esto ha dado pie al uso indistinto del término caos para señalar confusión y desorden, sin importar de qué tipo de desorden estamos hablando. Por consiguiente, ( ) el concepto de caos -como comúnmente lo conocemos-, también lo define el observador y el es quien fija los criterios para identificar el momento en la que una situación puede ser llamada caótica. Estos patrones con los que cuenta el observador para definir si una situación es caótica o no, son referidos en un apunte del libro "Introducción a la Teoría de Sistemas" de Niklas Luhmann (1996) donde se acota lo siguiente: "La observación no se desarrolla de manera arbitraria, dado que la teoría de los sistemas cerrados autopoiéticos parte del supuesto fundamental de que la operación de los sistemas, al estar determinada estructuralmente, depende de su estructura y de su pasado" (116)14.
CONSTRUCTIBILIDAD DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO
La interpretación y comprensión del mundo, hace parte de las funciones mentales superiores, "en el contexto de las funciones intelectuales -tales como el cálculo, el razonamiento lógico, el razonamiento abstracto, la interpretación de refranes etc.- a partir del cerebro como sustrato biológico y la transmisión neuro-bioquímica, como proceso de transformación de los estímulos físicos en conocimiento"15.
Sin embargo, no obstante los avances en ciencias básicas de apoyo tales como la biología celular y molecular, la neurohistoanatomía, las neuroimágenes o las teorías de redes neuronales, módulos corticales, representaciones cerebrales, inteligencias múltiples, etc., que iluminan estos razonamientos haciendo al menos comprensibles algunos acontecimientos bioquímicos, no se conoce aun la respuesta del interrogante fundamental ¿Cómo realiza el cerebro la transducción final16 de los estímulos físicos que en última instancia permiten la inteligibilidad de la información y la generación del pensamiento para la comprensión y transformación inteligente de la realidad? Ante tal vacío en el conocimiento científico del cual no se vislumbra por ahora respuesta cercana, en los últimos años se ha reabierto un nuevo frente de discusión en el que participan científicos e intelectuales del mundo entero sobre la necesidad de reformar el proceso de constructibilidad del conocimiento. Pero hay que partir de un principio, no hay reforma de un proceso sin una previa reforma del pensamiento. Veamos un ejemplo.
Entre los años 50 a 70, Ludwig Von Bertalanffy nos transfirió a través de la Teoría General de Sistemas, herramientas conceptuales y metodológicas apropiadas para generar un conocimiento aproximado de la realidad, como un todo organizado en funcionamiento compuesto de múltiples dimensiones y elementos interrelacionados.
Interpretar la realidad de esta forma implicó una primera ruptura epistemológica de enorme relevancia científica. A raíz de esta teoría, la vocación analítica de la ciencia paradigmática cede paso a la vocación sistémica. Aún así, el pensamiento sistémico no desplaza al pensamiento analítico de la ciencia clásica. Sin embargo, el último tercio del siglo XX ofrecerá nuevos hallazgos y modelos científicos permitiendo el nacimiento de un pensamiento sistémico alternativo denominado Paradigma de la Complejidad. Es clara la intencionalidad de reformar la racionalidad sobre la que la ciencia y la tecnología se han venido sustentando, situación que afectará indistintamente a todas las ciencias del hombre.
En nota introductoria que Marcelo Pakman hace a Morin en "Introducción al Pensamiento Complejo", plantea un argumento que invita a la reflexión y permite el inicio del entramado conceptual de esta obra de conocimiento: "( ) le cabra a cada cual, desde el campo cotidiano de su quehacer, encontrar el modo de hacer jugar el pensamiento complejo para edificar una practica compleja, mas que para atarse a enunciados generales sobre la complejidad"17. Siguiendo ésta recomendación, el hilo conductor de nuestro discurso recoge las observaciones y reflexiones hechas desde la cotidianidad de nuestro quehacer profesional, teniendo en cuenta, por supuesto, diversas aportaciones teóricas.
Aunque a simple vista pareciera evidente, solamente como fruto de las vivencias y observaciones realizadas a lo largo de años de ejercicio profesional se puede afirmar con certeza que contrario a lo que comúnmente suele pensarse sobre la actividad médica considerada por muchos como la aplicación de la ciencia pura en beneficio del hombre, no existen tampoco aquí verdades absolutas ni resultados predecibles, por lo cual el ejercicio de esta profesión de ajusta a los parámetros de las teorías de la complejidad y el caos.
Como afirma el eminente profesor Luis Carlos Burgos, "( ) esta ciencia majestuosa y de apariencia inconmovible fue estremecida violentamente en las postrimerías del siglo XIX y principios del XX por dos hechos principales: el Principio de Incertidumbre de Heisemberg y la demostración de singularidades en las trayectorias de ciertos sistemas"18.
El Principio de Incertidumbre, introducido a raíz de la mecánica cuántica, muestra la imposibilidad de obtener conocimiento totalmente objetivo cuando se hacen mediciones de ciertos fenómenos: el observador, por el solo hecho de observar, perturba al objeto observado de tal forma que en estos casos siempre se introduce una incertidumbre imposible de eliminar.
La existencia de singularidades en ciertas trayectorias fue postulada por el matemático francés Jules Henri Poincaré, a finales del siglo pasado. Poincaré demostró que ciertos sistemas, regidos por leyes deterministas, presentaban trayectorias de evolución que llegaban a ciertos puntos de indeterminación en los cuales el sistema podría optar por varias posibilidades y la escogencia era un evento totalmente aleatorio, a tales puntos los llamó de singularidad y actualmente se conocen como puntos de bifurcación. Se caracterizan porque representan la aleatoriedad intrínseca en las trayectorias, aleatoriedad que no desaparece con la obtención de mayor información sobre el sistema. En estos puntos la indeterminación es un evento per. se y elimina la posibilidad del determinismo futuro en el comportamiento de los sistemas.
Los trabajos pioneros de Poincaré abrieron el camino para el estudio de los sistemas intrínsecamente indeterminados; estudio que, reforzado con la ayuda del computador, ha dado fuerza a la actual ciencia del caos y la complejidad, con profundas influencias en medicina. Para el determinismo clásico todo sistema, natural o artificial, debería presentar trayectorias de evolución totalmente predecibles para cualquier tiempo futuro. El planteamiento actual, surgido a raíz de los trabajos en sistemas dinámicos, es diferente.
Actualmente se cree que la mayoría de los sistemas presentan pautas de evolución intrínsecamente indeterminadas; incluso con la ayuda del computador ha sido posible simular trayectorias de evolución para muchos sistemas y se ha observado que sólo son predecibles los muy simples y bajo condiciones ideales. "( ) los sistemas reales presentan trayectorias que tarde o temprano -dependiendo de su complejidad-, se hacen indeterminadas, incluso sistemas regidos por leyes totalmente deterministas cuando despliegan su evolución, se hacen impredecibles al cabo de un tiempo mayor o menor. Esta impredecibilidad surgida en el seno de leyes deterministas es lo que se ha llamado el caos determinista"19.
Usualmente se obtiene la información a través de series temporales, o sea por medio de registros del cambio de alguna de las variables del sistema durante un tiempo determinado. En medicina son muy comunes estos registros, el ECG, el EEG, una curva de glicemia, etc., son ejemplos de series temporales. Estos registros pueden ser analizados de muy diversas formas, tratando de inferir a partir de ellos cuáles son las características del sistema que los originó. Puede establecerse, por ejemplo, cuál es la gama de amplitudes de la serie por medio de una técnica llamada análisis de Fourier; o pueden graficarse en un sistema especial de coordenadas llamado espacio fásico que permite dibujar la trayectoria del sistema durante un tiempo dado.
Uno de los órganos más estudiados con esta metodología es el cerebro. A partir de trazados electroencefalográficos ha sido posible demostrar su caoticidad. El cerebro normal es caótico en todos sus niveles; incluso ha sido posible diseñar el atractor cerebral para varias situaciones fisiológicas y patológicas. Lo que se ha observado a partir de estos estudios es que la caoticidad del cerebro, interpretada a partir del atractor, desciende drásticamente en algunas condiciones patológicas. Dicho en otros términos la aparición de regularidad en el funcionamiento cerebral es un signo de alteración, mientras que el mantenimiento de un comportamiento caótico es señal de buen funcionamiento.
Comparando los atractores cerebrales obtenidos de pacientes epilépticos con los obtenidos a partir de individuos sanos ha sido posible demostrar una caída brusca de la dimensionalidad del atractor durante el episodio convulsivo20.
Este descenso en la dimensión sería un indicativo de una disminución de la complejidad en el funcionamiento cerebral durante la crisis epiléptica. Investigadores de la Universidad de California trabajando con EEG obtenidos del bulbo olfatorio, han demostrado que la percepción de los olores se establece gracias a que los patrones perceptuales se pueden sobre imponer en un fondo cerebral caótico; este caos subyacente es auto mantenido por el propio cerebro y es el que permite realizar respuestas flexibles y generar nuevos patrones de actividad. La percepción, según estos investigadores, dependería de esta actividad caótica colectiva que involucraría millones de neuronas distribuidas en varias zonas de la corteza21. Lo que a nuestro juicio, significan todos estos hallazgos es el reforzamiento de que se requiere una nueva conceptualización, una reforma del pensamiento.
Al decir de Morin: se puede pensar sin conocer las leyes ni la naturaleza del pensamiento, se puede conocer sin conocer el conocimiento22. Es entonces cuando empezamos a ver la necesidad de indagar, de ir más allá de lo que es aparente y a medida que reflexionamos sobre lo que conocemos, enfrentamos una dura realidad. Estamos invadidos por errores impuestos como verdades en el curso de la historia humana mediante mitos, creencias, religiones, tradiciones heredadas del pasado, pero también a través de los avances de la ciencia. Sin embargo, al acercarnos cada vez más a lo conocido podemos percibir cuantos errores hemos aprendido. Afirma Morin: Lo propio del error y de la ilusión no es manifestarse como error o ilusión, el error solo consiste en no parecerlo23.
Nuestra aparente sabiduría empieza entonces a ser cuestionada por nuestro propio pensamiento y urge reencontrar el camino en búsqueda de la verdad verdadera. Es claro, por tanto, que la apropiación del conocimiento no es un proceso que se pueda entender desde una sola óptica, ni de formación disciplinar ni experiencial. Involucra la memoria genética impresa previamente a la constitución del ser, la memoria histórica asociada con la experiencia y el sentimiento, el contexto anterior y actual, la imaginación, nuestras necesidades y deseos.
El estudio de este fenómeno de apropiación del conocimiento, conocido como proceso de transducción-comprensión, se debe abordar como unidad conceptual24 porque se inicia necesariamente en el momento en que los estímulos físicos (táctiles, auditivos, visuales etc.), son transformados por los receptores sensoriales (órganos de los sentidos) en energía nerviosa y convertidos, por mecanismos desconocidos en las áreas corticales del cerebro, en representaciones perceptuales25 que a la postre son comparadas en el cerebro con las huellas de memoria específicas o relacionadas para transmutarse, por último, en imágenes mentales, conocimientos y rasgos culturales que luego se exteriorizan a través del lenguaje y la acción.
Se observa aquí como el proceso de transducción-comprensión, como eslabón perdido en la creación del pensamiento humano parte de un evento eminentemente biológico -lo cognitivo-, discurre por un fenómeno evolutivo cultural -la toma de conciencia de si mismo-26 y este hecho conlleva a la impronta o reforma del pensamiento, el sentimiento y la acción, la cual se hace explicita en las ideas, dependiendo del contexto, a través de los códigos del lenguaje.
COMUNICABILIDAD DIALÓGICO – LINGÜÍSTICA – MULTIDISCIPLINAR
No es difícil comprender lo que hasta aquí se ha tratado. Lo laborioso es encontrar el camino para lograr la ruptura epistemológica necesaria e insertarse en este nuevo proceso de adquisición de conocimientos, principalmente, para aquellos cuya formación disciplinar se nos fundamenta en el pensamiento científico tradicional. Nuestra propuesta contempla un hilo conductor del pensamiento a través de tres elementos que en nuestro concepto, en su orden, iluminan apropiadamente este camino: los avances científicos, la razón y la educación.
La reflexión hecha sobre los avances científicos nos enseña que: "el mundo que construyó el lenguaje de la ciencia moderna se caracterizó por ser un mundo ordenado, jerárquico, claro y distinto. Debía obedecer a las leyes de la física newtoniana, de orden mecanicista, donde el todo era igual a la suma de las partes; el orden tenia como característica la linealidad, la secuencialidad, las relaciones causa-efecto, el devenir del ser como una línea ascendente, que según el concepto ilustrado de la historia, tenia un único telos, una meta última que para el caso de la modernidad, era la razón misma como Autoconciencia Universal (Hegel, 1981) dentro de un concepto de libertad como causalidad no causada, objetiva, universal, como reino donde el hombre estaba por fuera de todas las determinaciones de la naturaleza (Kant, 1972)"27.
La razón, nos induce a una nueva búsqueda, porque la ciencia nos creó dudas28. Es difícil confiar cuando nos sentimos engañados o se nos han entregado verdades a medias. Concluimos que no existen verdades absolutas hoy y tal vez nunca las haya. Sin embargo, continuamos nuestra andadura en búsqueda de la tan anhelada verdad, así llegamos a nuevas conclusiones. La verdad encontrada es solo aplicable a una situación, persona y lugar determinado y no debe generalizarse. Si la noción de conocimiento se diversifica y multiplica al ser considerada, podemos suponer legítimamente que contiene en si misma diversidad y multiplicidad. En adelante hay que concebir en el conocimiento diversos modos o niveles a los cuales correspondería una sola noción, como información, descripción, idea o teoría.
Por tanto, el conocimiento puede ser un hecho cierto pero particular. Si tratamos de aplicarlo fuera del contexto en el que fue concebido, deja de ser verdadero y se transforma en una especie de virus cognitivo. Al adoptar esta posición epistemológica dejamos por lo tanto de lado el método tradicional de adquisición del conocimiento, el modelo lineal que nos ha llevado por un camino que no nos satisface.
De este modo, a partir de una primera mirada, la noción de conocimiento se empieza a atomizar. "Si lo que se quiere es intentar considerarla en profundidad, se vuelve vez más enigmática. Ignorancia, desconocido, sombra, esto es lo que encontramos en la idea de conocimiento. Nuestro conocimiento nos resulta extraño y extranjero cuando se le quiere conocer. Y estamos ante la paradoja de un conocimiento que no solo se desmigaja a la primera interrogación, sino que descubre también lo desconocido en él mismo, ignorando incluso lo que sea conocer"29.
Ya se había anunciado, cada conocimiento produce nuevos conocimientos. Es una competencia que permite la actividad cognitiva de la cual resulta un nuevo saber. Esta actividad requiere un equipo cognitivo, el cerebro, que necesita a su vez la existencia biológica del individuo. Al mismo tiempo, estas aptitudes, se desarrollan en el seno de una cultura que ha producido, conservado, transmitido un lenguaje, una lógica, un capital de saberes, de criterios de verdad. Es en este marco donde el espíritu humano elabora y organiza su conocimiento utilizando los medios culturales de que dispone.
En relación con el último elemento, la educación, es claro consecuentemente que si el factor de mayor implicación en la adquisición y transferencia del conocimiento, es la cognición, por consiguiente, es de la mayor importancia, definirla claramente.
El científico chileno Francisco Varela formula una definición que puede sorprender por su notable sencillez o simplicidad: "Cognición es más que el procesamiento de información". En la aparente simplicidad de la definición existe un profundo compromiso con una diversidad de disciplinas que pretenden hacer uso de ella y construir, a partir del desarrollo humano múltiples desarrollos en materia de inteligencia artificial y de filosofía de la mente.
Para este autor, es claro que cognición no es lo mismo que conocimiento, lo que nos lleva directo a percatarnos que una de las más graves equivocaciones que tenemos en el sistema educativo es considerar que cognición y conocimiento son lo mismo.
En la cognición habita la diversidad y por consiguiente, la multiplicidad de la transformación de la información, a partir de un primer inicio, desencadenante y primordial de los procesos nerviosos fundantes. Nos da la idea lo anterior de un mecanismo de inicio que opera con base en la ley "del todo o nada", que da origen a un mecanismo universal, que se convierte a su vez de inmediato en algo particular y diverso. Esto depende estrictamente de cada sujeto.
Comprender la cognición como el eje del desarrollo humano nos permite reconocer que la equivocación, el error, ausencia de certeza, el conocimiento, la verdad y la ilustración hacen parte igualmente del mismo mecanismo y del mismo proceso.
Dicho de otra manera, darse el lujo de equivocarse, de tener certeza, de conocer y de no conocer son igualmente cogniciones. El darse cuenta del proceso del conocimiento, de la vida, de la realidad, del contexto son igualmente cogniciones. No existen cogniciones equivocadas, simplemente son cogniciones.
El error es un invento académico y cultural que tiene censura social, institucional y cultural; pero que en el fondo genera elementos importantes para propiciar nuevas cogniciones, que así se vuelvan a equivocar en un futuro generarán cogniciones de mayor valor.
El profesor Diego Villada30 afirma que si tomamos en su sentido literal la expresión "La experiencia hace al maestro, la práctica hace al experto" nos lleva a pensar que hemos generado una serie de estrategias represivas que han alimentado en el sistema educativo pretensiones de censura ante el más mínimo error, pero que en materia cognitiva han representado muy poco. La repetición es una manera de acercarse a la cognición perdida, que ya es cognición por un camino equivocado.
Es claro que hay cogniciones que se ven favorecidas por la repetición y que discurren por caminos claramente establecidos pero que no representan ningún valor agregado en la innovación o en la indagación y menos en la creatividad. El problema esta en que a nadie se le puede pedir lo que no tiene.
Asegura igualmente el doctor Villada que, otra definición de cognición nos dice que esta corresponde al proceso del conocer. Proceso y conocer son similares o al menos son muy cercanos. El proceso educativo, como lo hemos denominado, es un continuo que ha sido organizado de manera discontinua, pero que tiene pretensiones de continuidad.
El proceso de aprendizaje no tiene comienzo ni final, lo que impide que los procesos educativos en nuestro sistema educativo tengan un vínculo permanente con el que aprende. Se ha constituido un abismo entre el enseñar y el aprender, entre la cognición del alumno y del maestro que ha llevado a que existan grandes diferencias en la comprensión, y que aquel estudiante que no ha comprendido, cada vez este más lejos de la comprensión esperada.
Como el proceso cognitivo nunca para, al existir una distancia tan grande entre unos y otros, queda en evidencia que el camino cognitivo del estudiante ha seguido su curso al igual que la cognición del docente, pero la distancia entre el uno y el otro cada vez es más grande. Y que decir de lo que sucede cuando el estudiante y el profesor suspenden su interacción por el hecho de creer que no hay nada que hacer o simplemente porque se interrumpe como evento administrativo, por ejemplo vacaciones. La cognición y menos el cerebro suspenden su proceso.
Concertemos por tanto hasta aquí, que para lograr la ruptura epistemológica necesaria e insertarse en este nuevo proceso de adquisición de conocimientos se requiere una nueva mirada (hologramática). Una mirada ampliada de la realidad, en lo cognitivo pero también en lo lingüístico (si queremos comunicarnos en otro idioma, debemos aprenderlo), en diálogo (sin dogmatismos) y desde una lógica acontecimental (relaciones entre el hecho y el contexto).
La búsqueda de acuerdo entre los interlocutores de ciencia del futuro, debe ser por medio de la conversación-fusión de horizontes de comprensión de la realidad. Como afirma el profesor Emilio Roger Ciurana, a mal pacto llegaremos si creemos que poseemos un método ideal cuyas reglas nos lleven de forma lineal a un acuerdo, por lo demás muchísimas veces la práctica de la comunicación humana invalida una situación ideal de habla31.
La apertura de la razón nos deviene como necesidad de actitud accesible al entendimiento de la interacción disciplinar que existe en la construcción-deconstrucción del conocimiento, la cual nos facilita concebir el mundo como un universo de la mayor complejidad.
No obstante, es importante aclarar primero que no todo a conjunto de conocimientos organizados se les puede conceder el status de disciplina, deben cumplir al menos tres requisitos que legitiman el derecho de obtener ese reconocimiento.
El primero de ellos es, en nuestro juicio, la delimitación clara de un problema de conocimiento para resolver. No es fácil concebir una disciplina sin un norte, sin una meta hacia la cual se dirijan todos sus esfuerzos. Este horizonte le permite a la disciplina investigar, adherir y adherirse a diversidad de conocimientos necesarios e importantes para el estudio de su problema estableciendo límites y construyendo su circunscripción. A partir de aquí podrá aportar en la construcción de nuevos conocimientos. Cada conocimiento adquirido en esa búsqueda produce, a su vez, nuevos conocimientos. Es una competencia que permite actividad cognitiva de la cual resulta un nuevo saber.
Esta actividad tiene el apoyo fundamental de un aparato cognitivo, el cerebro, maquina bio-físico-química, base fundamental de la existencia eco-bio-psico-antropo-social de un individuo y que lo hace realmente autónomo. A su vez, estas aptitudes solo pueden desarrollarse en el seno de una cultura que ha producido, conservado, transmitido un lenguaje, una lógica, un capital de saberes, de criterios de verdad. Es en este marco donde el espíritu humano elabora y organiza su conocimiento utilizando los medios culturales de que dispone.
Esto lo confirma el profesor Germán Guarín32: "( ) si es cierto, en consecuencia, que existe una constitución-condición biológica de cuerpo- mente-cerebro que en procesos de hominización-humanización nos entregan la facultad de la sensibilidad, la facultad del entendimiento para pensar, también es cierto que la unidad múltiple de cuerpo-mente-cerebro se hace más compleja dada la conversión de la mente-cerebro en logos, y del logos en conciencia-espíritu, esto es, razón autónoma de pensar en los modos del querer pensar, del ser pensar, del deber pensar para la configuración histórica, social y cultural de lo humano ( .) la autonomía del pensar requiere la conciencia de ser sujeto de pensamiento, conciencia histórica, en este sentido autobiográfica; autobiográfica porque parte de reconocerse como sujeto de sensibilidad (cuerpo), sujeto de entendimiento ( experiencia mente-cerebro), sujeto de razón y conciencia, conciencia tanto de la realidad circundante como de la realidad interior. La autonomía, en consecuencia, como profundamente biográfica es a la vez reflexiva, o sea, que como voluntad de pensar, se encamina al conocimiento que el sujeto tiene de sí en el curso del conocimiento que tiene de la realidad (…)"33.
En segundo lugar y tal como fuera expresado por el eminente intelectual profesor Hugo Zemelman en el Primer Congreso Nacional de "Sociedad / Educación / Cultura"34, una disciplina debe tener un método, porque cualquiera sea el campo del conocimiento donde nos movamos se deben canalizar positivamente los esfuerzos del intelecto estableciendo las posibilidades y limites del conocimiento humano. De esa forma vamos creando nuestra propia historia y delimitando nuestro dominio. Es necesariamente a través del método que se puede concebir y realizar la articulación de las ciencias.
Por último, un tercer requisito que me parece de trascendental importancia, es que sin desconocer la autonomía de las disciplinas, estas deben lograr el reconocimiento de otras disciplinas. En nuestro criterio este reconocimiento significa que una disciplina, no es valida per. se, sino que tiene historicidad en el contexto democrático de las ciencias. Esto es tan cierto, que consideramos aquí razón fundamental para que el reconocimiento externo este establecido en las constituciones políticas del mundo, como uno de los elementos constitutivos del Estado democrático.
Esta concepción se refuerza más aún, si pensamos en la transformación de la realidad política, económica y social actual que está siendo generada por la globalización, puesto que este fenómeno social en su ideario pretende llevar los beneficios del conocimiento y el desarrollo a la mayor parte de los seres humanos, sin hacer distinción de razas o fronteras35.
Giros epistémicos en territorios de reconfiguración del pensamiento y la sensibilidad
LO PARCELARIO DETERMINISTA
El ejercicio de la medicina es una actividad que probablemente ofrece las mejores posibilidades para expandir la conciencia sobre las necesidades más íntimas del ser humano, porque en su despliegue es donde se tiene la oportunidad de ver y de sentir en carne propia el sufrimiento del ser. Sin embargo, desafortunadamente en la mayoría de ocasiones esto no es así.
Por esta razón, la educación médica debe proyectarse mas allá de la perspectiva de ser un instrumento para solucionar algunos problemas de salud de la población36, comprometiendo su influjo de saberes en la posibilidad de transformar pedagogía y currículo, para que el desarrollo de los recursos humanos en salud vaya más allá de lo técnico y logre la sensibilidad humana que esta actividad requiere.
¿Cómo lograrlo? En esta búsqueda reflexionar sobre la historia de una profesión, se constituye en un evento necesario porque brinda elementos que clarifican la razón de ser de lo que hoy se considera cierto, explica porque algo es de un modo y no de otro. En el caso de la educación medica en Colombia, nos acerca a la interpretación del estado presente de una actividad, que como ya se ha dicho es considerada en general por muchos como la aplicación de la ciencia pura en beneficio del hombre, sin confusiones con respecto a su pasado o aún expectativa del porvenir.
Esta ubicación en el presente es determinante para dar el paso hacia el futuro, por eso, queremos iniciar recordando cómo en Colombia la segunda mitad del siglo XX fue significativa para el desarrollo de los recursos humanos en salud porque, por una parte, a raíz de las visitas que efectuaron misiones médicas norteamericanas se inició un proceso de reorganización de la educación médica en el país que implicó la
intereses de sus integrantes en términos de evolución y no de atraso, no sea que tal proyecto responda a las necesidades de un grupo privilegiado que pretenda centrar las bases de un nuevo colonialismo sustentado en la tecnología y el poder del comercio.
36 En muchas ocasiones se le da mayor preponderancia de la que le corresponde a los aspectos prácticos, considerándola desde esta perspectiva factor fundamental en el progreso económico de las naciones. creación de nuevas facultades de medicina y la reestructuración de las existentes y por otro lado, se fortaleció la formación de enfermeras, odontólogos e higienistas así como la capacitación de técnicos en el área de la salud. En este proceso fue fundamental la participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)37. Esta participación consistió en una ayuda centrada en las instituciones, en particular aquellas dedicadas a la formación de personal que se concretará en 1964, cuando se crea la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSP), en la ciudad de Medellín y empieza su labor formativa en el terreno sanitario.
En la década del cincuenta se inicia, por lo tanto, para la educación médica del país una nueva era bajo el influjo de tres hechos significativos.
El primero, las conclusiones de la Misión Médica Unitaria norteamericana del "Unitarian Service Comité" (USC), encabezada por el Dr. G.H. Humphreys, jefe del servicio de cirugía del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia en Nueva York que visitó, en 1948 diferentes hospitales, clínicas y facultades de medicina en Bogotá, Medellín, Cartagena y Barranquilla. A partir de las observaciones recogidas elaboró una serie de recomendaciones para la transformación de la educación médica en el país, de las cuales merecen resaltarse las siguientes: mayor énfasis en ciencias básicas; aumento del número de profesores de tiempo completo; reducción del número de estudiantes; supervisión más estrecha del trabajo clínico; fortalecimiento del trabajo en laboratorios; mejoramiento de la organización hospitalaria y su dotación; y fortalecimiento de las relaciones con instituciones de los Estados Unidos.
El segundo hecho fue la creación en 1950 de la Facultad de Medicina de la Universidad del Valle, con apoyo técnico y económico de la Fundación Rockefeller. Siguiendo las recomendaciones de la misión médica de 1948 USC, esta facultad organizó su plan curricular de estudios bajo la división en básicos y clínicos, fomentó el empleo de docentes tiempo completo, renovó la práctica clínica-hospitalaria y se consolidó como el primer bastión de medicina de orientación norteamericana en Colombia y, como punto de arranque de la inserción del modelo flexneriano en el país38.
El tercero, la visita de una segunda Misión Médica Norteamericana, en 1953, encabezada por el Dr. Maxwell Lapham, decano de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tulane, y organizada por la División de Salud del Instituto de Relaciones Interamericanas a petición de la Universidad Nacional. Esta misión, después de recorrer las siete escuelas de medicina existentes en esa época, volvió a plantear recomendaciones para el cambio de la educación médica en Colombia, una buena parte de ellas en concordancia con las conclusiones de la misión anterior.
Se instauró una renovada manera de asumir la educación médica, la cual dejaba atrás los esquemas propios de la tradicional escuela francesa y se modernizaba desde los parámetros del modelo flexneriano que sirvió de guía para la transformación de la educación médica en Norteamérica39.
Por el impacto que tuvo a nivel nacional, vale la pena mencionar como esta concepción motivó a un grupo de profesores y estudiantes de la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia quienes, entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre de 1969, como actividad ordinaria de los procesos de planeación institucional, se reunieron en el municipio de la Ceja, a revisar y discutir el plan de estudios del programa de Medicina que dicha Alma Mater estaba desarrollando.
Se concluyó en esa época que: "los métodos actuales de enseñanza son deficientes por un exceso de clases magistrales, por la excesiva memorización de datos, por el demasiado énfasis en los conocimientos teóricos y en la información, por la actitud pasiva del estudiante, por la falta de trabajo en biblioteca por parte del estudiante y el profesor, por la falta de desarrollo de una actividad crítica, por la falta de un contacto personal entre el profesor y el estudiante"40.
Entre las recomendaciones de este grupo de académicos vale la pena subrayar: "la necesidad de hacer mayor énfasis en la enseñanza de las ciencias sociales, de establecer sistemas eficientes que permitieran una mayor integración y coordinación en la enseñanza de las ciencias en la facultad, de enseñar conceptos sobre administración en salud, de crear en el médico el sentido de responsabilidad para bienestar del paciente y de la comunidad, y de proyectar la enseñanza de la medicina, fundamentalmente, al medio extra hospitalario"41.
Una de las conclusiones finales fue que la organización y énfasis de la Facultad de Medicina en el campo clínico y quirúrgico debía orientarse hacia el campo socio ético y humanístico, dando a las ciencias de la conducta, a la sociología, a la antropología, a la psicología social, a la psiquiatría, a la medicina preventiva y a la salud pública una participación mucho mayor en los estudios clínicos.
Veinte años después (1989), durante un nuevo proceso de revisión del programa, nuevamente se llegó a similares conclusiones. Esto deja entrever la dificultad de erradicar viejas costumbres, principalmente cuando falta compromiso, poca visión de futuro o temor al cambio.
Ante esta situación y con la intención de ampliar la mirada de las comisiones de trabajo, se organizó el Primer Simposio Nacional Sobre El Futuro de La Educación Médica En Colombia, el cual se llevó a cabo en abril de 1989 con una importante participación de connotados académicos del orden local y nacional, miembros y ex-miembros de Instituciones de Educación Superior, Colciencias, Ministerio de Educación, Ascofame, Icfes e Instituciones Hospitalarias, cuyas conclusiones apoyaron reformas curriculares en importantes universidades del país42.
Del análisis de los acontecimientos narrados surge la pregunta ¿Por qué, si la humanización de la medicina ha sido una preocupación desde tiempos inmemoriales43 y es claro para todos que es una necesidad de que así sea, los esfuerzos emprendidos en tal sentido no han rendido sus frutos? ¿Qué es lo que impide que se logren las transformaciones necesarias para el ejercicio de la profesión médica desde una perspectiva más ética, mas humana y por ende más gratificante? La respuesta no pareciera estar lejos de nuestro alcance. Por eso, nos atrevemos a plantear la posibilidad de que sean los modelos teóricos que han sustentado a través del tiempo la gesta del conocimiento, los responsables de este fenómeno de descontextualización y por ende deshumanización, entre el proceso de adquisición de los conocimientos médicos, el sujeto que los adquiere y la realidad del ejercicio médico.
Se fundamenta esta afirmación en que tradicionalmente la organización humana ha sido concebida por los científicos como un sistema cerrado44, sin tener en cuenta el ambiente y por ende desconociendo el proceso de retroacción. De tal forma, que el sujeto se estudia desde la clasificación de sus características anatómicas, fisiológicas, sicológicas, demográficas, políticas etc, de forma separada sin pensar en su interacción.
Este procedimiento hace necesario, además, que la profundización en el estudio de cada característica sea realizada por expertos, los cuales en la mayoría de los casos no tienen en cuenta los otros saberes. Se parcela de esta forma en el estudio del Ser, método y resultados, con el agravante de que sintiéndose autoridad cada uno en su campo, el científico y sus aportes se vuelven incuestionables.
CONFLICTO DE INTERESES EN EL EJERCICIO DE LA MEDICINA
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En el caso de la educación médica, cada docente experto en el saber que opera, circula entre el sistema universitario (Esculapio) que le exige ser impoluto en la transferencia de sus conocimientos y el sistema económico (Hermes) con las realidades y ansiedades que constriñen la aplicación de estrategias para la propia supervivencia.
Esta tensión dialógica solo puede resolverse regresando la mirada en nuestro ejercicio profesional hacia el cumplimiento contextual del juramento Hipocrático. ¿Pero cuantos profesionales de la medicina están dispuestos, a la luz de los paradigmas tecno-científicos y económicos de la actualidad a hacer estas rupturas epistemológicas? Es claro, que la solución del problema deberá originarse desde la conmutación inteligente en la cosmovisión de formación integral del médico.
Las formulaciones conceptuales de la Teoría de Sistemas de Bertalanffy (1968) entran a resolver un poco esta dificultad al permitir la comprensión de que existen también, además de los sistemas cerrados, sistemas que se encuentran e interactúan dentro de otros, por lo tanto estos sistemas son abiertos y se caracterizan por un proceso de intercambio infinito con su entorno y sus funciones dependen de su estructura.
Un ejemplo concreto de este tipo de sistemas son los seres vivos, porque mantienen un continuo intercambio de materia, energía e información con el ambiente. Se incluyen aquí no solamente los seres humanos sino las organizaciones, porque se ajustan a la definición general de que un sistema es un conjunto de unidades recíprocamente relacionadas en interacción dinámica, en el cual el estado de cada uno de los elementos del conjunto esta determinado por el estado de cada uno de los otros.
Se plantea en estos términos una relación de causalidad del fenómeno parcelario-determinista del pensamiento y la sensibilidad humanos, en el cual hemos sido formados a través del tiempo. La educación medica, por tanto, no ha estado libre de esa enorme influencia epistemológica de las ciencias, que muy probablemente ha sido alimentada por la clara tendencia del ser humano al manejo del poder sobre otros.
LO INTEGRAL COMPLEJIZANTE
En este orden de ideas, la universidad actual por lo tanto, no puede continuar siendo una fábrica de tecnomatas en serie45, que se dedica a investigar (¿producir conocimiento?) pero no a conocer (hacer lectura de realidad a través del pensamiento). Olvida la pregunta por el sujeto educable, por la relación entre educación y porvenir humano. No establece coordenadas renovadas del educar, ni etho políticas de lo educativo o multidimensionales de la formación como ideal y como reto. La universidad se obliga a ir más allá.
Al menos tres problemas debieran ser abordados desde allí: establecer políticas al servicio del conocimiento y la ciudadanía planetaria, con su correspondiente agenciamiento; determinar los planos universales de indagación y los retardos planetarios; contribuir a las condiciones para la reforma y el mejoramiento de la calidad de la educación incluyendo las políticas de acreditación, teniendo en cuenta las fronteras de ideologización y expansión del conocimiento.
La universidad además de construir universalidad, debe deconstruir pertinencia histórica del conocimiento, al decir de Zemelman, capacidad del conocimiento para dar cuenta de la especificidad de los fenómenos, que es lo que resulta de entender a estos como ubicados en contextos complejos de relaciones múltiples y en distintos tiempos. Pensar globalmente y aplicar localmente, debe constituirse dentro de la formación universitaria; que incluye a la educación médica; en un proceso continuo de arquitectura de tejido planetario a través del compartir pensamiento creativo en la búsqueda del porvenir del hombre.
Como las especies, que no son inconmovibles y cambian constantemente generando nuevas líneas evolutivas, así mismo, la formación es una función evolutiva del hombre en cuanto actividad reflexiva para la transformación de la realidad social construyendo cultura, tarea que debe asumir también la universidad desde su espacio-tiempo.
De igual forma se debe entender que las diferentes esferas socio culturales poseen códigos, símbolos lingüísticos a través de los cuales se generan interrelaciones emergentes de acuerdo al ambiente del sujeto. La sociedad utiliza estos códigos para estructurar patrones de conducta a nivel político. Muchos de estos cánones se aplican en el nivel profesional y tienen que ver necesariamente con la responsabilidad de que nuestras acciones que de una u otra manera afectan al otro sujeto.
La política crea por tanto, una ética para cada campo de desempeño profesional y a su vez propone otra que garanticen un ambiente apropiado para la convivencia en comunidad, nos preguntamos entonces. ¿En el proceso de humanización del médico cuál es el papel de la ética? Es claro que entre estos trayectos epistémicos el sujeto debe forjar un proyecto de vida en una sociedad en la cual contradicciones y paradojas interactúan y los preceptos éticos involucran en muchas ocasiones lo no ético para la supervivencia. En muchos casos, la ética queda definida según una perspectiva o meta-punto determinado. La ética, como constructo cultural humanizante no se crea ni se destruye, se transforma.
Parece importante recordar que la ética, entendida como conocimiento organizado de la moral, tiene una antigüedad aproximada de veinticinco siglos. Para Aristóteles fue Sócrates su fundador, puesto que fue el primero en señalar y definir las virtudes éticas y en cuestionar la forma como debemos vivir. Séneca confirma este concepto cuando dice que Sócrates fue quien puso la filosofía al servicio de las costumbres y definió que la sabiduría suprema es distinguir los bienes de los males.
Antes de Sócrates y Aristóteles, la virtud era atributo de los dioses. Si alguna se les asignaba a los hombres, tenía que ver con disposiciones guerreras y otras cualidades físicas, que eran regalo de los dioses, dones divinos. En concepto de Sócrates, la virtud es única y a partir de ella se puede establecer lo que es lícito y lo que no lo es, es decir, lo que es bueno y lo que es malo. Esa única virtud consiste en la obediencia de la ley. En diálogo con Critón, Sócrates pregona su respeto por las leyes, pues atentar contra ellas puede derivar en daño para la colectividad, pues no obstante estar hechas por los hombres éstas son de naturaleza divina.
Esta es la razón para que Sócrates se hubiera opuesto a los sofistas, que amenazaban el auténtico fundamento de las leyes. Así pretendió, además, establecer una cultura ciudadana lo cual le da créditos para considerarlo fundador de la ética social. Más tarde platón, influido por los pitagóricos que habían hecho de la filosofía de las matemáticas un sistema ideal de vida, eleva la teoría de la ética a nivel de ciencia.
La ética médica, por su parte, es ligeramente posterior a Sócrates, o mejor, contemporánea, pues Sócrates ya consideraba que la medicina era un servicio de los dioses (medicina teologal).
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