Estudio del comportamiento violento de los jóvenes migrantes afrocolombianos de la costa Caucana (página 2)
Enviado por Paola Andrea Tovar
1.1.1 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
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Para enunciar nuestro problema de investigación, es necesario aclarar primeramente que si bien parto de las cifras estadísticas sobre comportamiento violento y en particular sobre el número de homicidios ocurridos para enunciar el problema, no me centro en las cifras, aunque no niego que lo cuantitativo es un punto de partida para adentrarme en los aspectos cualitativos y así poder penetrar en el contexto cultural ligado a los jóvenes involucrados dentro de la problemática de investigación aquí planteada.
Partiendo de una comunicación personal sostenida con la abogada Luisa Grueso, directora de la Casa de la Justicia de Cali, en febrero de 2006, conocimos que las estadísticas de Agua Blanca manejadas por los funcionarios de la Casa de la Justicia indican que hay altos índices de comportamiento violento y altas tasas de homicidio por hurto entre los jóvenes afrodescendientes en el Distrito. Estos jóvenes realizan atracos, asesinatos, violaciones y manifestaciones de violencia intrafamiliar. Estas observaciones son corroboradas por las cifras de la Secretaria de Gobierno del municipio de Cali a través de su observatorio social.
El Distrito de Agua Blanca cuenta con 50 barrios que comprenden las comunas 13, 14, 15 y 21; estas comunas son desde hace 10 años las que presentan los mayores índices de violencia en el municipio de Cali. Parece que la causa principal de esto son las migraciones (desplazamiento forzado) causadas principalmente por el conflicto Colombiano, que ha obligado a miles de familias a instalarse en esta parte de la ciudad que no contaba con la infraestructura para recibirlos ni incorporarlos al mercado del trabajo. Esta situación ha obligado a la alcaldía de la ciudad a través de la subsecretaria de gobierno y la subsecretaria de policía, a observar detenidamente a este distrito, por ser junto con Siloé, los sectores más violentos del municipio de Cali y del departamento del Valle.
A manera de ilustración veamos en detalle las cifras del 2003 para las comunas 13, 14, y 15 y del 2004 para la comuna 21.
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Tabla 1: Número de homicidios por Barrio en el Distrito de Agua-Blanca Fuente: Secretaria de Gobierno convivencia y seguridad ciudadana. Observatorio social. Homicidios año 2004.
En general podemos decir que en el 2003, en tres comunas de Aguablanca (Los barrios Manuela Beltrán, Alfonso López y El Vergel) se presentaron oficialmente 550 muertes violentas, en las cinco restantes (Poblado II, Mojica, Retiro, Desepaz y Calimio) se presentaron 616 muertes violentas, presentando el total de muertes en Agua Blanca como las cifras más elevadas de la ciudad de Cali con 1.166 muertes, dándose como la principal causa o móvil la venganza y el hurto. Ello corresponde a 11.9% de muertes por año en cada barrio de las comunas 13,14 y15. Es de anotar que el género y la edad de los infractores en su mayoría masculino cuyas edades oscilan entre los 15 y los 30 años de edad.
Por consiguiente, debemos resaltar que particularmente en el homicidio tanto agresor como agredido son afrodescendientes ya que constituyen la mayoría de la población de Agua Blanca. Estos mismos afrodescendientes hacen parte del sector deprimido y excluido que vive de lo que se llama el rebusque, se piensa que ellos son los más vulnerables a la influencia del crimen organizado, el narcotráfico y el paramilitarismo.
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14 Indudablemente cierta parte de la población afrodescendiente ha ingresado a grupos delincuenciales y de sicarios, por lo tanto me interesa analizar los comportamientos violentos de estos individuos, que provienen en particular de la Costa Pacifica Caucana, ya que ésta región presenta tradicionalmente las cifras más bajas de violencia del país, pero que al llegar a establecerse en el distrito, presentan así mismo las cifras más altas en comportamiento violento. Conozcamos las cifras en la Costa Caucana y contrastemos los datos encontrados para Guapi y Timbiquí en los datos sobre mortalidad que corresponden a las estadísticas de mortalidad del servicio de Salud del Cauca de 1989 a 2005. Veamos sus particularidades: Tabla 2: Número y causas de homicidio en Guapi y Timbiquí
Fuente: Estadísticas de Mortalidad Servicio de Salud del Cauca. 1987-2005
Mirando estas estadísticas notamos que el número de muertes en Guapi ha ido aumentando desde finales de 1999 hasta el 2004; presentándose sólo una muerte después de tres años consecutivos de aumento de los casos de homicidio. He notado que los datos oficiales presentan sub-registro y que la mayoría de las muertes no tienen certificación. Por ejemplo, tenemos el caso que hemos estudiado en el 2005 de 2 asesinatos de colonos paisas, este hecho conmovió a la comunidad en sus raíces ya que tres hombres negros secuestraron y mataron brutalmente a un padre y a su hijo menor de edad, esto no aparece en el registro oficial del hospital pero si en los datos de la policía.
En Guapi, por ser una población tan pequeña si bien ha presentado un aumento en los homicidios violentos de afro-descendientes hacia afro-descendientes y afro- descendiente hacia blancos, esas cifras comparadas con las estadísticas de Colombia, del Cauca o de Agua Blanca son extremadamente bajas, ya que tiene una tasa de 0.19 homicidios por mil habitantes. Lo mismo ocurre con Timbiquí que no presenta cifras de violencia. Sin embargo, las cifras de Agua-Blanca son las más altas de la ciudad y las terceras en el país, también son comparables con la situación de afrodescendientes en
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Buenaventura por los altos índices de violencia allí presentados. Así que ante ésta problemática bien puedo preguntar: ¿Cuáles son las características generales de los comportamientos agresivos y violentos de los jóvenes afrocolombianos de Guapi, Timbiqui y el distrito de Agua Blanca? Qué factores de tipo sociocultural influyen en los comportamientos violentos de los jóvenes afrodescendientes de la costa caucana y en Agua Blanca? ¿Cuál es la percepción emic de los jóvenes sobre esta situación? ¿Qué esté ocurriendo en el distrito? ¿Por qué se presenta esta situación de violencia entre los jóvenes afrocolombianos del distrito?¿Qué elementos de la antropología forense psiquiátrica son evidentes en las manifestaciones físicas y corporales de dicha violencia?¿¿Cuál es el discurso de las instituciones oficiales sobre ésta situación de la violencia juvenil?
1.1.2 OBJETIVO GENERAL
1. Caracterizar y Describir comparativamente desde una perspectiva etnográfica los comportamientos agresivos y violentos característico de los jóvenes afrocolombiamos de Guapi y Timbiqui (en la Costa Pacífica), y Los barrios Manuela Beltrán y Marroquín I y II en el distrito de aguablanca observando la influencia del conflicto armado del país, el crimen organizado y el narcotráfico, así como los procesos migratorios y su adaptación a un nuevo sitio de habitación desde una visión de preferencia Emic, es decir, desde la perspectiva de los jóvenes, de la comunidad y las instituciones oficiales y ONGs que trabajan con ellos.
1.1.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. A partir de los estudios de los homicidios y las características físicas de dicho acto, quiero encontrar los patrones de violencia y criminalidad de los afrodescendientes en la costa caucana y en Agua Blanca, tratando de identificar
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17 con elementos de la antropología forense psiquiátrica, los aspectos de ritualidad u otras acciones simbólicas. 2. Comparar los diversos discursos y comportamientos agresivos y violentos de los jóvenes de Guapi, Timbiqui y los barrios Manuela Beltrán y Marroquín I y II. 3. Analizar las causas socioculturales sobre por qué los jóvenes son susceptibles de la utilización la violencia, el hurto y a veces llegar a el homicidio. 4. Buscar las variables socioculturales que expliquen por qué ciertos grupos de jóvenes afrocolombianos son más susceptibles a utilizar la violencia que otros, ya que si bien hay una gran mayoría de afrodescendientes infractores con patrones de violencia, la mayor parte de la comunidad afrodescendiente no son infractores de la ley. 1.1. 4 MARCO TEÓRICO El trabajo a realizar tiene una perspectiva particular, pues considero que la antropología forense psiquiátrica debe aplicarse en la investigación en Colombia, por consiguiente, este constituye una propuesta de perspectiva ya que ésta subdisciplina en nuestro país se ha centrado en la descripción del individuo sin darle importancia a la historia y la cultura del mismo, su historia de vida y las circunstancias que lo llevaron a su muerte. Por ello trataré de introducir una innovación al utilizar una perspectiva interdisciplinaria al interior de la misma antropología. A continuación presentaré los elementos teóricos y antecedentes de trabajos relacionados de alguna manera con la perspectiva que se pretende asumir en este trabajo.
Podríamos decir que las raíces de los estudios de la osteología humana (ancestro de la antropología forense), comienzan con los estudios de la historia natural y la medicina en Europa y Estados Unidos, a principios de los siglos XVIII hasta principios del XIX; en ésta época la antropología biológica era sinónimo de osteología humana. Históricamente la investigación en la osteología humana se centraba en comprender los cambios evolutivos del esqueleto humano y actualmente se centra en comprender la variación biológica humana contemporánea.
A finales del siglo XIX en Francia y Estados Unidos las investigaciones se centraban en las características del esqueleto, que reflejaban la inteligencia de un individuo o de un grupo. En ésta época se asociaba la inteligencia con la idea de raza, lo cual produjo muchos conflictos. Hoy esta idea de que la inteligencia se refleja en los huesos ha sido desacreditada, de modo que la osteología humana se centra en el estudio de la variación humana en el tiempo y el espacio.
A principios del siglo XX Earnes A. Hootom, profesor de Harward responsable de la formación de muchos de los antropólogos físicos americanos, es el primero en utilizar la osteología para estudios sobre salud en el pasado de los grupos amerindios. Después desarrolló una aproximación ecológica en el análisis de las poblaciones del pasado, dando lugar a lo que hoy se llama la bio-arqueología. Hoy las principales subdisciplinas de la bio-antropología: paleopatología, antropología forense, anatomía funcional y bioarqueología con sus respectivas especialidades, tienen elementos del análisis osteológico.
La antropología forense es un campo aplicado de la osteología humana que utiliza técnicas de identificación humana a problemas médico-legales, usa muchas técnicas de identificación: sexo, edad, estatura, patrón ancestral y demás; estos estudios también utilizan elementos socioculturales ya que las variables físicas del esqueleto tienen identificadores sociales. Hoy la antropología forense es una rama de la antropología
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biológica y tiene una sección llamada Academia Americana de Ciencias Forenses que ofrece sus programas en muchas universidades norteamericanas.
Relacionada con la antropología forense y a la antropología biológica está la bio- arqueología que florece entre 1960-1970. La bio-arqueología estudia las interacciones del medio ambiente, biología, cultura e incorpora las técnicas de la antropología forense. Esta aproximación que considera la utilización del esqueleto humano para entender el estilo de vida de los grupos e individuos, es un aporte de la bio- antropología, porque la biología humana está al interior de un sistema cultural y no es sorprendente que el esqueleto sea un espejo de la cultura. (Levinson y Ember; 1996).
Existen fuera de estas tendencias clásicas de la antropología forense, otras aproximaciones que utilizan elementos de la etno-psicología y la etno-psiquiatría para adentrarse en los aspectos comportamentales de un acto violento o criminal a través del análisis ritual del tratamiento que el infractor le da al cuerpo de la víctima.
Actualmente en Colombia las investigaciones que vinculan a la antropología forense y la antropología socio-cultural son escasas, sin embargo conozco algunos esfuerzos encaminados en esa dirección, pero que han sido sobre todo del tipo aplicado por la fiscalia, por ello todavía no hay publicaciones antropológicas analíticas de dichas experiencias. Tenemos los ejemplos de instituciones como la fiscalia colombiana que ha realizado investigaciones particulares como el caso del asesino y violador en serie Luís Alfredo Garavito, que fue resuelto debido a la colaboración de muchos expertos de la fiscalia y la participación de la academia. Mi propuesta de investigación sobre los comportamientos violentos de los afrocolombianos de la Costa Pacifica Caucana en su proceso de migración al Distrito de Agua Blanca (Cali), necesita una aproximación interdisciplinaria que implica la utilización de elementos referentes a la etnografía de los grupos afrocolombianos así
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20 como los conceptos sobre identidad, conflicto y sociedad, de igual forma, teorías y métodos de la antropología forense siquiátrica, la medicina legal y de la criminalística.
La perspectiva que menciono no es original, pues ya ha sido enunciada desde los inicios de la antropología forense en Norteamérica por uno de los padres de esta disciplina, Wiltón Marion Krogman (1903-1987). Este antropólogo fue uno de los fundadores de la antropología física y forense, su trabajo comprendió 6 décadas de trabajo y sus temas de investigación incluían desde elementos de osteología humana hasta aspectos socio-culturales como la religión primitiva. Esto se debió a que su formación académica de carácter holístico (característico de la escuela americana de dicho momento), fue realizada en la antropología social-cultural, la antropología física, la antropología forense y la paleopatología, de modo que se configuró un programa de estudios tan diverso, que fue desarrollado en la Universidad de Chicago.1 Krogman ha sido llamado el antropólogo detective y fue el primer antropólogo admitido en la Asociación Americana de Ciencias Forenses. El primer libro de este antropólogo fue para la comunidad medico-legal, en el mostraba a especialistas de otras disciplinas y a sus mismos colegas, el potencial de la antropología física y su aplicación a los problemas forenses.
Su libro El esqueleto humano en la medicina forense (1962), es un texto guía que parte de la premisa de que los huesos hablan y cuentan su historia. Este libro que es considerado como fundamental en las universidades norteamericanas y latinoamericanas, ha influido en países como Argentina, Chile, Guatemala y Colombia. Este libro mostró por primera vez un índice o contenido esencialmente interdisciplinario, ponía en juego la utilización de las técnicas arqueológicas, los métodos de la antropología física, y de la antropología socio-cultural, las contribuciones de la 1 Información tomada de: http://www.crimelibrary.com/criminal_mind/forensics). Consultada el 9 de agosto de 2006.
21 anatomía, la osteología antropológica y la química en la descripción e investigación de la escena del crimen.2
Krogman propone una aproximación holística y aplicada de las subdisciplinas de la antropología en la tradición americana y la utilización de otras ciencias auxiliares. Si bien Krogman tiene una preferencia y gran influencia de la perspectiva biológica, aquí nos interesa su visión interdisciplinaria, no así una visión eminentemente biologicista.
Pero aunque la perspectiva interdisciplinaria de Krogman es importante en mi trabajo, igualmente lo es la perspectiva del profesor colombiano José Vicente Rodríguez, del laboratorio de antropología forense de la Universidad Nacional de Colombia. Rodríguez es uno de los fundadores de la antropología Forense en Colombia, y ha fundado una escuela que funciona en Bogotá.
Si bien las intenciones iniciales del profesor Rodríguez, han sido crear una perspectiva interdisciplinaria más holística en su programa de especialización de la antropología forense, en realidad no ha podido lograrlo plenamente debido a las condiciones particulares del conflicto armado en nuestro país. Las razones de esta situación se explican por los siguientes hechos:
En Colombia la antropología forense se ha desarrollado en las instituciones del Estado, como son la Universidad Nacional de Colombia, el Instituto de Medicina Legal, La Fiscalía General de la Nación, ello se debe a la situación de conflicto que vive el país, lo cual pone en riesgo su práctica (Rodríguez, 2003: 539).
La antropología forense colombiana se ha desarrollado por las necesidades de aportar datos sobre la exhumación, análisis e identificación de restos óseos de individuos 2 Información tomada de: http://www.mnsu.edu/emuseum/information/biography/klmno/krogman. Consultad el 9 de agosto de 2006.
22 desaparecidos que en la década de los años 90 sobrepasaron las 40.000 personas (Ibíd. 2003). Esta situación de conflicto en la cual hay enfrentamientos de las fuerzas estatales, autodefensas y grupos guerrilleros, sin contar con la delincuencia común, han hecho que haya centenares de fosas comunes en todas las regiones del país, por ello la antropología forense colombiana ha respondido a las necesidades del Estado, por ejemplo con La Fiscalía, ayudando a la formación de sus funcionarios como peritos forenses. Por ello, muchas veces el trabajo en antropología forense se ha centrado en la descripción de la cuarteta básica (sexo, edad, patrón ancestral y estatura) prioritarias a las necesidades del Estado colombiano, cuando en realidad una investigación forense de este tipo tendría tres fases de investigación asociadas a la antropología que serian: Fase I: La investigación preliminar donde se recogen los datos sobre el individuo, utilizando los métodos de la antropología social, el derecho, y la sociología, que se utiliza en la aplicación de las entrevistas con familiares de los desaparecidos o informantes de los organismos de derechos humanos. Fase II: La investigación de campo que es pertinente a la arqueología, cercana a la geología y la geografía y que ayuda a ubicar, excavar y registrar los restos y las pertenencias del individuo. Fase III: La Investigación en el laboratorio, que corresponde a la aplicación de la antropología biológica, al análisis odontológico, la medicina legal, la anatomía y que se centra en el análisis de los restos óseos del individuo. Por ello nos dice el profesor Rodríguez: en principio el antropólogo forense debe tener una visión holística, desempeñarse bien en los 3 campos, en caso contrario integrarlos de manera interdisciplinaria, a través de la consulta de los expertos para tener la
23 posibilidad de introducir los aportes de cada rama del saber que sea pertinente o necesaria. (Rodríguez, 2003: 539). Si bien el postgrado en Antropología forense de la Universidad Nacional propone en los III semestres esta visión interdisciplinaria y holística, ello ha sido difícil en la práctica sobre todo teniendo en cuenta la realidad colombiana, ya que formar gente de diversas disciplinas desde esta perspectiva no ha sido fácil, en particular cuando son los funcionarios estatales sin formaciones muy especializadas en esta área los encargados de realizarla, sin embargo, esta ha sido la propuesta de la antropología forense colombiana. Leyendo otros aportes y tradiciones desde la antropología socio-cultural que pueden servir para el trabajo, encuentro las siguientes investigaciones como antecedentes importantes, aunque a veces utilizan perspectivas muy biologizantes que no son de mi interés, los menciono como antecedentes para mostrar la diferencia entre su perspectiva y la mía. Una escuela que ha trabajado la violencia y el homicidio es la escuela de la antropología siquiátrica norteamericana. El autor más conocido dentro de esta perspectiva es Carl P Malmquisit profesor de la Universidad de Minnesota en el departamento de sociología. Esta perspectiva se interesa en los factores biológicos que influencian los comportamientos agresivos y violentos. Su pregunta central es ¿hay aspectos biológicos comunes en los actos de violencia y homicidio?, alrededor de la resolución de este interrogante, esta escuela elabora diferentes teorías sobre las fuentes y causas de la agresión y tiene en cuenta los estudios sobre el instinto, el psicoanálisis y la etología (estudio del comportamiento animal) y toma elementos de los estudios de genética y violencia en los humanos y particularmente sobre cómo estos casos de violencias, se presenta en los gemelos y niños-adolescentes. Esta escuela utiliza diversas técnicas para investigar sus hipótesis fisiológicas sobre la violencia, entre estas teorías están aquellas que nos hablan de la influencia sobre las hormonas,
24 del síndrome premenstrual, la hipoglicemia como fuente de violencia, el papel de los neurotransmisores en la violencia y las disfunciones del cerebro. Esta escuela no ha logrado mucha aceptación ya que tiene una perspectiva muy biológizante del comportamiento humano, por lo cual no me parece pertinente para mi investigación. Otra escuela que quiero destacar es aquella que viene de la criminología y que se interesa por las características del comportamiento criminal. Autores como Travis Hirschi (1990) han elaborado técnicas para el estudio de la delincuencia, utilizando elementos de la antropología y el psicoanálisis, fuera de ello formulan hipótesis para el control de esa misma delincuencia. En esta misma tradición de estudios del comportamiento criminal encontramos a Walter B. Millar (1990), el cual tiene una perspectiva interdisciplinaria que utiliza elementos de la fisiología, la psicología y la antropología para explicar los factores que generan la violencia y la delincuencia. Este autor elabora hipótesis acerca de cómo la cultura de la pobreza tiene factores que generan la violencia y la delincuencia. Esta propuesta es muy interesante por que busca aspectos de la cultura y la clase social del individuo que influyen en sus actos de criminalidad. Pienso que esta perspectiva es pertinente para mi investigación. Existe también la escuela que ha trabajado la sicología del crimen, representada por Philip Feldman (1993), este autor de la sicología del crimen nos habla de las influencias culturales en los patrones de criminalidad. Feldman nos presenta teorías sobre el origen de la criminalidad en países en vía de industrialización y países ya industrializados. Él los compara y muestra las diferencias de los patrones de criminalidad según cada país. Compara cualitativa y cuantitativamente las tasas de criminalidad en el tiempo y espacio desde 1950 en los países en vía de desarrollo. Es de anotar que en estos trabajos utiliza la cultura como una variable explicativa en el comportamiento criminal. Otro aporte importante de Feldman en sus trabajos de investigación es el concepto de etnicidad, donde muestra el comportamiento criminal entre negros y blancos en Norteamérica. Él relaciona la etnicidad con procesos inadecuados de socialización familiar, con problemáticas sociales y económicas de los grupos. Finalmente hace una
25 aproximación económica sobre el crimen. Teniendo en cuenta estos aportes, me parece muy pertinente esta perspectiva para mi investigación en Agua Blanca. Los antropólogos(as) socioculturales de la tradición Norteamericana han trabajado la criminalidad, la violencia y el homicidio al interior de trabajos que ellos han denominado como la antropología de la desviación (Levinson y Ember M, 1996). No obstante los antropólogos han definido desviación como un comportamiento humano, una acción o una creencia que se desvía de la norma de un grupo y que conlleva a una sanción. Los estudios sobre la desviación en antropología, toman elementos más o menos en relación a la norma. Sin embargo el término desviación en general, se refiere a actos vistos negativamente por miembros de una sociedad. Según Levinson y Ember las variables más estudiadas ligadas a la desviación han sido poder y norma. La contribución más importante de la antropología al estudio de la desviación es la afirmación, de que ella es culturalmente definida. La antropología también relativiza la naturaleza de las desviaciones según las culturas. Por consiguiente, la desviación puede ser vista como un elemento cultural sujeto a negociaciones entre los detentadores de poder y los dominados, ello también varía culturalmente de un lugar a otro. Los antropólogos han elaborado teorías sobre la desviación, uno de los representantes de esta tendencia se llama Stephen Pfohl (1985), quien elabora la perspectiva demoníaca, que dice que los individuos son forzados u obligado por fuerzas sobre naturales para cometer delitos, y se ha centrado en el estudio del comportamiento sexual, la violencia física, trabajando muy poco sobre la desviación como un fenómeno social cultural. Sin embargo hay trabajos etnográficos sobre el tema, como los aportes de Mallinowski (1925) y Selby (1974). Al respecto, Robert Edgerton (1976) dice que los antropólogos siempre han buscado los patrones y regularidades en una cultura, por ello no han trabajado las desviaciones.
Otra escuela importante en esta investigación es la psicología forense y estos son algunos de los autores que la trabajan, la mayoría de ellos son psicólogos y psiquiatras.
Del artículo de Ivan AIberto Jiménez R. (2005) extraeré de manera textual las ideas más centrales. El autor Nos da algunos aportes de las ciencias sociales y de la psiquiatría al estudio del problema de la violencia, además hace una breve revisión del número de homicidios en Colombia y su crecimiento en los últimos treinta años. Se plantea que en un alto porcentaje, la violencia corresponde a individuos con rasgos de tipo antisocial en su personalidad. Basado en esto se revisan los principales factores etiológicos en la formación de la personalidad antisocial y se hace una aproximación desde la teoría psicoanalítica a la etiología de las personalidades en las que priman las conductas violentas, centrándose siempre en el estudio de nuestro país. Se proponen fórmulas que ayuden a disminuir los niveles de violencia en la sociedad colombiana a través del cuidado de la salud mental en la infancia.
Es preocupante la evidencia obtenida desde la perspectiva psiquiátrico-forense, de que cada día, la violencia en Colombia es cada vez más una violencia sin ideales, encaminada a satisfacer intereses individuales más que colectivos, lo que descriptivamente corresponde a una situación en la cual priman las características antisociales en los individuos.
El interés de este autor es revisar desde una perspectiva psicológica el problema de la violencia identificando mecanismos psicológicos que lleven a que en los individuos prevalezcan las conductas violentas y propone con base en estas estrategias desde el campo psicológico, un aporte a solución del problema.
Otra autora es Ángela Tapias Saldaña de la Universidad El Bosque (1999). En su artículo, la sicología jurídica y forense sigue siendo una novedosa disciplina en Latinoamérica. No obstante, el aparato administrador de la justicia penal ha impulsado a los psicólogos para que se constituyan como expertos y le asesoren emitiendo
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27 conceptos periciales respecto de víctimas o victimarios que evidencian psicopatologías posiblemente relacionadas con la génesis o consecuencias del delito. Y en este camino, los psicólogos han sido sorprendidos intentado responder a dicha necesidad social pese a sus propias falencias formativas, pues en América Latina escasea la literatura científica y los programas de formación especializada en sicología forense. Afortunadamente muchos psicólogos se han constituido como prestigiosos asesores de la justicia, pero por desgracia también han sido muchos los descalificados y esto ha marcado una impronta negativa en la percepción de la eficacia de esta profesión. La situación se agrava al observar la constante de que los países latinoamericanos no cuentan con mecanismos formales de control o sanción de la mala praxis de los psicólogos, dejando a los usuarios y a los empleadores del aparato Estatal indefensos y a la deriva de una solución para este problema que favorece la impunidad; esta realidad también implica un desafío futuro para la Sicología Forense.
Con el objetivo de disminuir las evaluaciones erráticas y los errores judiciales, los psicólogos forenses, están impelidos a producir procedimientos e instrumentos de evaluación forense estandarizados, válidos y confiables que garanticen una certera asesoría a las autoridades judiciales. Es por ello que se construyen documentos, los cuales constituyen apenas un rudimento para la resolución de este problema, pues formula un par de protocolos de evaluación psicológica forense uno para las víctimas que a raíz del delito han desencadenado alteraciones psicológicas y otro para los imputados que argumentan sicopatología como defensa legal por inimputabilidad. Ambas propuestas son derivadas de la experiencia de la autora, por lo tanto deben someterse a la rigurosa crítica científica. Para iniciar, es fundamental comprender un concepto clave que hace referencia al concepto de trastorno mental, que de acuerdo al DSM-IV, es un síndrome clínicamente significativo que se asocia a síntomas
Tomado perturbadores en una o más áreas principales de actividad, con un riesgo mayor de padecer dolor, incapacidad, muerte o pérdida de libertad.3
Esta definición es la comúnmente aceptada por la comunidad científica internacional y la que debe subyacer en toda clase de evaluación sicopatológica, es decir, el psicólogo forense debe valorar los síntomas y observar que correspondan a un diagnóstico debidamente identificado (haciendo una analogía entre lo que dice el derecho: no existe pena sin una ley previa nulla pena sine lege, también en sicología es nulo el diagnóstico sin trastorno clasificado en el DSM-IV), que causa alteración en varias áreas vitales; sólo así podrá descartar la simulación de sicopatología. Ya sea en el peritaje victimológico o en el peritaje por inimputabilidad ambos deben fundamentarse en el diagnóstico. Según el DSM-IV. Medida justa, de ahí la responsabilidad social de quien emite el informe psicológico forense.
En todos estos casos, el psicólogo forense debe proceder con los lineamientos generales para la evaluación pericial; pero específicamente para evaluar las secuelas psicológicas generadas por la victimización, se propone que se evacue el siguiente protocolo, sintetizado en cuatro pasos: 1) Diagnosticar si existe alteración psicopatológica. 2) Definir si la alteración se presentó posterior al daño sufrido e informado es decir, descartar niveles premórbidos. 3) Determinar si la perturbación psicológica es coherente con el daño inflingido y con el perfil victimológico conocido por la ciencia. 4) Informar sobre el pronóstico (es decir, si va a mejorar, en cuanto tiempo, de qué depende) y el tratamiento psicojurídico sugerido como medida eficaz, diagnosticar si existe alteración psicopatológica.
La pesquisa se centra en evaluar si la víctima ha desencadenado síntomas, síndromes o trastornos psicológicos, aunque la evaluación debe incluir todas las áreas vitales e historia del sujeto, para lo cual debe ayudarse en lo posible de instrumentos de 3 de: http://www.humanas.unal.edu.co/publicaciones/publicaseriadas/psicologia/numero13/articulos_13/6_apro ximaciones_tecnico.pdf
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29 medición psicológica, para maximizar la objetivación de sus resultados y conclusiones y no sólo fundamentar sus hallazgos por el uso de la entrevista. Para esto, el forense debe orientarse por los síntomas conocidos por la disciplina como consecuencia de la aflicción, es decir, buscar los síntomas esperados por el conocimiento clínico; se sabe que el estrés postraumático es frecuente en víctimas de secuestro, del terrorismo y victimas de delitos sexuales. Otra tendencia ha sido la de realizar el estudio de las bandas juveniles a través de sociólogos y psicólogos veamos estos autores. Al respecto tenemos los siguientes trabajos: Bandas juveniles: violencia y moda. Cristina Mateo y Carolina González 1998. La preocupación de las ciencias sociales por las bandas o pandillas juveniles es de vieja data, podemos nombrar al respecto el detallado estudio realizado por Frederic Thrasher a 1313 bandas en Chicago, publicado en 1927 con el título The Gang, donde se encuentra la siguiente definición: La banda es un grupo intersticial, constituido originalmente de forma espontánea y luego integrado a través del conflicto. Se caracteriza por los siguientes tipos de comportamiento: encuentros cara a cara, golpizas, movimientos a través del espacio como unidad, conflictos y planificación. Como resultado de ese comportamiento se desarrollan tradiciones, estructura interna, espíritu de cuerpo, solidaridad, moral, conciencia de grupo y adhesión a un territorio local (Thrasher, 1960: 57). La sociología ha asumido las pandillas como un fenómeno normal de la vida juvenil, asociado con las necesidades de diferenciación de los padres y de identificación con sus pares, que viven los adolescentes, y con la fuerte motivación hacia nuevas experiencias que la agrupación en pandillas permite lograr. En Venezuela se ha escrito poco sobre las pandillas o bandas juveniles, algo en los años sesenta, cuando proliferaron las bandas de jóvenes de la clase media conocidas como "patotas" (Del Olmo, 1978). Sin embargo, en la década de los noventa la prensa destacó las actuaciones de las bandas juveniles, que se han convertido en figuras estelares en la vida de los barrios caraqueños. Lo que más llama la atención sobre estas bandas es la
30 utilización de armas de fuego (a veces sofisticadas) por menores que resuelven sus necesidades y conflictos con una violencia que luce exagerada a los ojos de cualquier observador: asesinatos por robo de objetos de moda (zapatos, chaqueta, celulares), enfrentamientos a tiros por defensa del territorio, acribillamiento de jóvenes (a veces niños) por asuntos cotidianos como pueden ser, la disputa por una novia o por un juguete roto. En este artículo se presenta una aproximación analítica que intenta comprender el comportamiento violento de los jóvenes integrantes de bandas armadas en las zonas pobres de la ciudad. En investigaciones que se realizaron en 1992 y 1993 en barrios de Caracas (Mateo, 1997 y González, 1994), la violencia, especialmente de las bandas, surgió como la mayor preocupación de sus habitantes. Por ello, los estudios fueron orientados en esa dirección, comenzando con un trabajo descriptivo (González,1994) al cual se le ha dado continuidad, añadiendo un esfuerzo analítico, donde se conjugan los resultados de otras investigaciones (Pedrazzini y Sánchez, Scotto y Castillo, González y otros, Duque y Muñoz) y la revisión de diversos conceptos y perspectivas teóricas (Thrasher, Sutherland, Merton, Gil Calvo) que permiten elaborar algunas proposiciones sobre la significación sociocultural y política de las bandas juveniles de los barrios caraqueños en la década de los noventa y la relación entre sus formas de actuación y la moda audiovisual. El libro de Sandro Macassi Lavander. Culturas juveniles, medios y ciudadanía. 2001, es una investigación realizada en Lima (Perú) sobre Culturas Juveniles. En los últimos años la atención pública se ha centrado en los jóvenes, en sus prácticas violentas, su apasionamiento por el deporte, las horas que pasan frente al televisor, la proliferación de discotecas y espacios de consumo juveniles. Al mismo tiempo, las cifras de abandono infantil, desempleo y embarazo juvenil generaron preocupación. Y la protagónica participación de los jóvenes en las marchas a favor de la democracia fue aplaudida por la opinión pública. En las retinas circulan imágenes confusas de angustia por el futuro, rostros de apatía, pero también de acción decidida y voluntad; imágenes
31 de la Inequidad y la marginación que golpean a los jóvenes y los sacude en el consumismo frenético; imágenes de desarraigo e idealismo individualista. Estos ejemplos, mencionados al paso y en desorden, nos muestran que algo está pasando con los jóvenes. ¿Qué cambios están ocurriendo en las identidades juveniles?, ¿cómo se está construyendo la socialización entre los grupos de pares?, ¿cómo lo audiovisual y las nuevas tecnologías están cambiando la forma cómo los jóvenes perciben la sociedad y se sitúan en ella? Éstas y otras interrogantes fueron la motivación para que el Centro de Investigación de la Asociación Calandria desarrolle una serie de estudios sobre las culturas juveniles en ese país.
El libro quiere dar cuenta de los cambios en dos espacios precisos: en las comunicaciones y en la cultura. Nos invita a mirar más allá de las evidencias y de lo evidente para comprender a los jóvenes en su integridad, indagar las percepciones, prácticas y valoraciones de los jóvenes que se encuentran en la sombra pública, es decir, que no aparecen en los medios (los grupos de trasgresión), y de aquéllos que desarrollan iniciativas de participación pública (grupos de expresión). La preocupación se centró en aquellos jóvenes anónimos que no participan de estos grupos, pero que vienen incorporando percepciones y valoraciones culturales que difieren de las concepciones de las generaciones pasadas y que, además, comparten a diario, con toda su generación, los mismos problemas y preocupaciones respecto a su futuro. Estas indagaciones no están exentas de una revisión de los cambios que, en el contexto de la globalización y las transformaciones contemporáneas, vienen afectando el campo cultural y, en especial, el comunicativo. De hecho, el texto busca establecer los puentes para definir lo que se ha denominado un nuevo horizonte generacional, que permita comprender mejor los retos presentes y futuros que tienen las actuales generaciones. Como institución se reafirman en la apuesta por desarrollar la investigación y la reflexión en los campos culturales, teniendo en cuenta su inmenso aporte al fortalecimiento de la ciudadanía y al desarrollo.
32 En Colombia también se han realizado diversos estudios sobre las pandillas por parte de Sociólogos y Psicólogos, uno de estos autores es Amparo Ardila Pedraza, Pombo Javier y Puerto Rubén Darío este estudio se realizo en el Distrito de Agua Blanca en 1994; ya que para este año se aumento la violencia en esta ciudad, donde los principales muertos eran los profesores en los colegios y escuelas y la comunidad de los barrios más deprimidos de Cali; por esto la secretaria de Educación Municipal quiso comprender afondo esta problemática y organizó un equipo de trabajo integrado por Sociólogos de la Universidad del Valle y psicólogos. Esta investigación trata de la problemática del pandillismo en la ciudad de Cali; donde las llamadas pandillas juveniles representan el refugio del sentir colectivo de una adolescencia incomprendida por la familia, la escuela y la sociedad. Hay otros estudios sobre antropología socio-cultural de los grupos negros que me parecen pertinentes para contextualizar la cultura de los jóvenes de la Costa Caucana y del Distrito de Agua Blanca, veamos en detalle esta producción intelectual. Los estudios que se han venido realizando sobre comunidades negras en la antropología sociocultural en Colombia (Hay autores extranjeros que trabajan sobre grupos colombianos) abarcan diversos aspectos, entre los cuales estaría circunscrita ésta investigación, ellos son la identidad, la migración y el territorio. Los autores que trabajan con estos aspectos son los siguientes: En Gente negra, nación mestiza. Dinámicas de las identidades raciales en Colombia (1997) de Peter Wade. El autor trabaja sobre el orden racial y la identidad nacional. Se ha interesado de manera especial en las poblaciones negras de nuestro país y propone una topografía cultural de Colombia centrándose en la población negra. Este autor resulta importante para mi investigación porque analiza la identidad cultural de la comunidad negra en los contextos regionales y locales. Él usa la música como un enfoque cultural para estudiar esta comunidad.
33 En un trabajo del 2002, este autor se ocupa del concepto de negritud y de África y la noción de África en estas poblaciones, y relaciona África y la negritud en la música popular colombiana. En otro texto llamado Trabajando con la cultura: grupos de rap e identidad negra en Cali, el autor trata de manera específica la problemática de nuestra investigación, centrándose al igual que nosotros, en el distrito de Agua-Blanca. Pedro Quintín (1999) elabora un trabajo de suma importancia para nosotros, pues aborda la migración de los grupos afrodescendientes en Cali, a través de la memoria familiar. Antecedentes inmediatos A nivel regional tenemos los estudios realizados en Agua Blanca por el Departamento de Antropología de la Universidad del Cauca, veamos algunos de estos trabajos: Edwin Muñoz en 1998 elabora el texto titulado Construcción de identidad entre los jóvenes del barrio el Vergel. (Departamento de antropología, Universidad del Cauca) La temática que nos presenta el autor es la del barrio el Vergel como proceso de construcción de identidad entre los jóvenes migrantes procedentes de la Costa Pacifica y el Sur occidente del país. El trabajo está relacionado con la ciudad de Cali, que por tener el mayor desarrollo socio-económico del Sur Occidente Colombiano y por su gran entramado de redes sociales representadas en su diversa población y por consiguiente su compleja diversidad cultural, hacen que Cali sea atractiva para mejorar el nivel de calidad de vida en la población migrante de la costa pacifica y del sur-occidente colombiano. Al llegar a Cali los migrantes se encuentran con una ciudad de grandes construcciones, vías desarrolladas pero todo cambia cuando por condiciones de pobreza y desempleo se ven obligados a ubicarse en la periferia de la ciudad de Cali, en donde no se observa ningún desarrollo. Su problemática de investigación la realiza a partir de la pregunta sobre cómo los jóvenes del barrio el Vergel construyen su identidad teniendo en cuenta variables como
la familia, el espacio, el territorio y el lenguaje. Este trabajo es esencialmente una etnografía. El autor a nivel teórico utiliza como antecedentes los autores que han trabajado el concepto de Juventud, desde la psicología, la sociología y la antropología. Los autores que se trabajan son Morch Sven (1996); el cual trabaja sobre el desarrollo de la juventud; Roberto Brito Lemus (1996) con Una sociología de la juventud y el texto antropológico de Diego Bedoya Marin y Julio Jaramillo Martínez (1991), De la barra a la Banda. Los principales conceptos teóricos de su trabajo son Juventud e identidad.
Ofir Garcia en La Banda de los carrangueros en el Vergel. Un caso de Agua Blanca. (1998) Departamento de antropología, Universidad del Cauca. Esta monografía de grado se realizó en el barrio el Vergel de la Ciudad de Cali, entre los años 1994 y 1997. La investigación se efectuó entre los grupos denominados bandas, pandillas y parches, jóvenes con actividades colectivas denominadas delictivas, Infractoras, transgresoras, violentas y violadoras. Metodológicamente se pretende fusionar las voces de las diferentes fuentes, tanto teóricos, como los carrangueros y como la propia investigadora. La técnica utilizada es la observación participante, las entrevistas abiertas y la recolección bibliográfica. Su marco teórico son autores de Norteamérica, Inglaterra, Argentina, Ecuador y Colombia.
Estudios más locales son los efectuados en Agua Blanca por el departamento de sicología de la Universidad Javeriana en Cali. Dicha Universidad tiene un convenio de colaboración con la Casa de Justicia y con varias ONG en el distrito de Agua Blanca, es allí donde estudiantes de los últimos semestres hacen sus prácticas de sicología clínica y social, muchos hacen también sus monografías de grado. Al respecto, he estudiado 12 monografías de los que se tomaron 7 entre los años de 1999 y 2004 para este marco; los temas tratados por los psicólogos han sido los siguientes:
1. La participación política de los jóvenes del distrito de Agua blanca. (Daniel Chacón,1999) 2. Programas educativos en el distrito de Agua blanca (Mogollón y otros, 1998)
34
35 3. Estrategias de supervivencia familiar en Agua blanca. (Carolina Cohen, 2003) 4. Estructura familiar (A. Arroyabe,1999) 5. Adolescentes embarazadas. (Drada, 2004) 6. Proyecto de vida en adolescentes del distrito de Agua blanca. (M. Quintero, 2000) 7. Delitos sexuales, violencia sexual, y género. ( Andrade y Burgos, 2003) Si detallamos el contenido de estos trabajos indudablemente el tema más tratado sin lugar a dudas es la violencia juvenil, la delincuencia juvenil y la resolución de conflictos en autores como Díaz (2004), Hernández (2004), Caníbal Marcos (2003) y Soto (2004). Podríamos decir que es la temática de violencia en sus diversas manifestaciones lo que ha interesado de manera particular a estos psicólogos, por ello vamos a analizar de manera detallada dos trabajos que desde la sicología clínica y social han trabajado la violencia juvenil, pero lo interesante de estos dos trabajos es que han utilizado teorías psicológicas y del psicoanálisis pero su metodología y técnicas de investigación han sido etnográficas ya que han usado la observación participante, entrevistas en profundidad y las historias de vida para estudiar la comunidad. Si bien algunos antropólogos y funcionarios de la alcaldía, han realizado informes oficiales, no han utilizado claramente los elementos antropológicos, en cambio los psicólogos si han esgrimido elementos antropológicos, entre estos trabajos voy a centrarme en dos. El primero se titula La violencia como afirmación de la identidad en tres adolescentes pertenecientes al distrito de Agua Blanca. (Desde un análisis sicoanalítico y social) de Juliana Soto (2004) Universidad Javeriana Facultad de Humanidades, Cali (Valle). Esta investigación busca relacionar las diversas influencias que tiene un individuo como una manera de afirmar la identidad, así como también la importancia de factores familiares, sociales y personales en adolescentes infractores de la ley que se encuentran entre los 14 y 18 años de edad en el sector de Marroquín en el distrito de Agua Blanca. La
36 pregunta central de investigación era ¿cuáles son los factores que influyen para que los jóvenes infractores de la ley entre los 14 y 18 años del distrito de Agua Blanca afirmen su identidad a través de los actos violentos? Para responder a esta pregunta se utilizaron una serie de técnicas específicas, estas fueron el Test de dibujo de la familia, el Test de Machuber de la figura humana y una serie de entrevistas semie-structuradas que permitieron conocer a fondo la vida de estos jóvenes. El resultado de los test mostró la influencia que tiene el entorno o sea el medio social-cultural, familiar, personal y emocional en el comportamiento violento y hostil de los jóvenes. Estos jóvenes estudiados se caracterizan por: – Una negación de sí mismos. – Dificultad para establecer relaciones estables con otras personas. – Dependencia a la madre e identificación con el padre como figura devaluada y autoritaria. – Ego inflado como compensación del yo débil. – Necesidad de aprobación y búsqueda de un espacio para mostrar su masculinidad (parches). La segunda investigación que me pareció interesante se llama Estrategias de no violencia de resoluciones de conflictos desarrolladas por las concejeras de familias por la fundación paz y bien del distrito de Agua Blanca, de Ivonne Díaz (2004). Este trabajo tiene un enfoque cualitativo e interpretativo de corte etnográfico. Su objetivo fue explorar las estrategias no violentas en resolución de conflictos en Agua Blanca. No obstante se analiza la manera como los consejeros trabajan con las familias para comprender y solucionar conflictos. Otros dos trabajos realizados por psicólogos de la Universidad Javeriana, nos hablan específicamente de los desplazados afrodescendientes y sus familias. Carolina Cohen, 2002, trabaja con las familias desplazadas uniparentales de Buenaventura y actualmente en la invasión las Brisas de las Palmas en el Distrito. La investigadora se
37 centra en los procesos de adaptación al entorno urbano que experimentan aquellas familias que han vivido el conflicto armado colombiano. Se hace un estudio cualitativo sobre la manera como afrontan los diferentes problemas. Los temas explorados son: estrategias y estilo de afrontamiento a los diferentes problemas del nuevo medio así como las estrategias de resolución de problemas y planes de vida. El trabajo muestra la trayectoria histórica del desplazamiento y sus consecuencias en nuestro país desde una perspectiva diacrónica. Se interesa en los aspectos socio-culturales, políticos, económicos y sico-sociales del desplazamiento. El trabajo tiene un aspecto cultural al centrarse en la familia como una construcción cultural ya que está constituida por valores sociales, las tradiciones y la religión. En esta investigación se utiliza la observación participante, las entrevistas semi estructuradas, las historias de vida. Las temáticas exploradas fueron las redes sociales y los conflictos y su impacto a la comunidad. Podemos decir que los psicólogos de la Universidad Javeriana de Cali ya han trabajado algunos factores de tipo socio-cultural en la problemática de violencia en los jóvenes del distrito de Agua Blanca y esta información la retomaremos en esta investigación. Una búsqueda preliminar en la biblioteca de la Universidad del Valle, me mostró 59 trabajos de grado realizados por estudiantes de diversos programas, en especial sociología, arquitectura, trabajo social, lingüística y economía entre otros. Sólo mencionaré los que podrían ser utilizados en esta investigación. Las temáticas centrales de estos trabajos son: 1. Relaciones de dominio y subordinación (Trabajo en Sociología por Blanca Obyrne, 1991). 2. La prostitución en Agua Blanca (Trabajo de grado en Sociología, Adalgiza Amaya, 2001). 3. El territorio y control territorial, transformaciones espaciales, identidad y territorio (Arquitectura y sociología, Juliette Rojas, 1994 y Luís Granja, 1999 respectivamente)
38 4. Problemáticas económicas y factores socio-culturales (Trabajo Social, Silena Vargas, 1989). 5. Caracterización de la familia, los adolescentes y violencia (Psicología, Carmen E Cobo, Ma. Ximena Cruz, 1996). 6. Los aspectos lingüísticos del habla de los parceros (Licenciatura en Lenguas, Amanda Lozada, 2000). 7. La cultura de la pobreza en el distrito de Agua Blanca (Trabajo Social; Nidia Murillo, y Benjamín Naboyan, 1987). Los trabajos de los estudiantes de la Universidad del Valle, utilizan también elementos, conceptos y metodologías antropológicas enmarcadas en cada disciplina, lo interesante es que pocos antropólogos hayan trabajado sobre Agua Blanca y que sicólogos, trabajadores sociales y sociólogos, arquitectos y lingüísticas hayan utilizado la observación participante y la etnográfica para trabajar problemáticas diversas en Agua Blanca. He decido que podría explorar para mi investigación lo que los antropólogos socio- culturales llaman el análisis del discurso. Para abordar este análisis del discurso sobre la violencia de los jóvenes, utilizaremos una visión Emic, para analizar el discurso de las instituciones del Estado sobre las políticas públicas que manejan para los jóvenes; nos centraremos en el estudio de los documentos oficiales del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), institución del Estado que tiene la función de trabajar esta problemática. Los documentos sobre los que nos basaremos son los oficiales que figuran en la página web del ICBF (www.icbf.gov.co) y se pueden ubicar en los siguientes ítems: ICBF como institución/información general; ICBF ejes misionales. Las ideas centrales de este documento sobre los jóvenes son las siguientes: El ICBF tiene como misión ser una institución de servicio público comprometida con la protección integrar de la familia y en especial de la niñez. Ella coordina el sistema
39 nacional de bienestar familiar y como tal propone e implementa políticas, prestamos de asesorías y asistencia técnica y socio-legal a las comunidades y a las organizaciones públicas y privadas del orden nacional y territorial. Visión del ICBF: en el 2010 seremos una institución modelo en la prestación de servicios que lidera y articula la ejecución de políticas sociales en el ámbito nacional y territorial, para mejorar la calidad de vida de la niñez y la familia Colombiana, siendo reconocida y querida a nivel nacional e internacional por sus excelentes niveles de efectividad y calidad con un equipo humano que presta el servicio con calidez, afecto, y transparencia. El ICBF tiene tres áreas estratégicas que abarcan los siguientes macro procesos: 1) Nutriendo, 2) Creciendo y aprendiendo y 3) Estableciendo vínculos. Nutriendo es una estrategia de ICBF que busca la seguridad alimentaría y la alimentación de los niños como un eje de su desarrollo humano. Creciendo y aprendiendo se basa en el principio del hombre como un ser inacabado y en permanente educación. Estableciendo vínculos se centra en las relaciones familiares partiendo de una idea de la familia como el centro de la sociedad. Podemos decir que ICBF es una institución del Estado que se ha centrado en la defensa de la niñez particularmente en la franja de edad de los cero a los cinco años, su móvil central ha sido la búsqueda de la seguridad alimentaria, ello se explicaría por la problemática socio-económica de nuestro país y a la falta de responsabilidad masculina para hacerse cargo de la compromisos económicos y afectivos de los hijos que procrea. El ICBF se ha centrado en los niños de cero a cinco años y por ello ha dejado un poco olvidado a los niños entre los 6 a 18 años, si bien en los últimos años a creado programas para los adolescentes podemos decir que existe un gran vacío institucional y falta de apoyo oficial a esta población que es fuertemente afectada por el conflicto colombiano. Quizás la temática más trabajada por ICBF respecto a los jóvenes ha sido lo relacionado a la responsabilidad penal juvenil, la posición del ICBF está basada en la
ley 12 de 1991, la cual se basa en la ratificación que hace Colombia de los derechos del niño. En relación a la responsabilidad penal juvenil las leyes Colombianas se han basado en los artículos 37 y 40 de la convención de los derechos del niño y en los artículos 13, 14, 16, 28, 29, 30, 31, 32, 42, 44, 45 y 97 de la Constitución Nacional.
Los documentos relacionados con la responsabilidad penal juvenil han sido consultados en los archivos de la sede del ICBF en la regional Popayán. El primero de ellos se titula El sistema de responsabilidad penal juvenil. Una propuesta que funda sus raíces en la garantía y efectividad de los derechos, escrita por Esmeralda Ruiz, funcionaria del ICBF, 1991. Respecto a los códigos del menor contamos con las siguientes versiones oficiales: Derechos del niño-código del menor decreto 2737 de 1989. 2006 y la Ley 1098 de 2006 (noviembre 8) Código de la infancia y la adolescencia. Edición actualizada año 2007.
En Colombia el código del menor está siendo modificado y precisamente desde el 8 de noviembre comienza la vigencia de la ley 1098 del 2006, el nuevo código se llama Código de la infancia y la adolescencia; el código anterior estaba basado en el decreto 2737 del 1989 del código del menor. La diferencia esencial entre los dos códigos tiene que ver con la responsabilidad penal juvenil.
En el antiguo código el joven era juzgado no como un adulto, en el nuevo se realizan dos subdivisiones para menores de 14 años4, Artículo 144 y para mayores de 14 años y menores de 18 años se le aplican todos los procedimientos y leyes aplicables al nuevo código penal de la infancia y la adolescencia, exceptuando que ellos no irían a una cárcel si no a una correccional de menores o lugares cerrados.
Considero que estos elementos sobre los jóvenes marcan el discurso oficial de las instituciones sobre las problemáticas de los jóvenes en Colombia y las utilizaremos de 4 Articulo 143. Niños y niñas menores de 14 años. Cuando una persona menor de 14 años incurra en la comisión de un delito sólo se le aplicarán medidas de verificación de la garantía de derechos y de restablecimiento, y deberán vincularse a los procesos de educación dentro del sistema del ICBF
40
41 manera crítica en esta investigación, en particular gracias a los aportes que nos da el texto titulado, Tercer informe de Colombia al comité de derechos del niño 1998-2003. En este informe de Colombia al Comité de los Derechos del Niño 1998-2003, se presenta de manera crítica una visión sobre la situación de conflicto de la niñez colombiana con la ley penal. Esta situación de la niñez en problemas con la ley es un fenómeno creciente en el país, si se tiene en cuenta el número de procesos judiciales, los tipos de delito y los servicios de atención 1998-2002. Las cifras muestran que los procesos con la ley aumentaron 38% en este periodo, incrementándose de 25.765 procesos en 1998 a 35.799 en el 2002. La policía reporta un promedio anual de captura de menores de 6481 y de 7960 contraventores.
Cabe señalar que la participación real de los menores de edad en el fenómeno de criminalidad del país es de 7.8%. Esto parece ser un fenómeno muy urbano donde Bogota, Medellín y Cali tienen la mayor cantidad de casos. El tipo de delito más frecuente en ese periodo de cinco años es el hurto 57,5% seguido de lesiones personales (20,2%). Estudios realizados nos señalan que el 99% de los niños infractores institucionalizados pertenecen a estratos socio-económicos bajos o de extrema pobreza y a hogares con alto porcentaje de jefatura femenina (31%). Otro aspecto que llama la atención es que los niños infractores tienen alto índice de deserción escolar (48%), un alto índice de consumo de sustancias psicoactivas y relacionadas con redes de delincuencia de mayores.
En resumen, estos jóvenes tienen en común la presencia de factores de exclusión familiar, escolar y laboral. Por ello la problemática va más allá del conflicto individual que un niño tenga con la ley sino que es parte de procesos sociales generadores de problemáticas socio-económicas macro. Pienso que estos elementos son básicos para comprender el discurso oficial sobre los jóvenes desde las instituciones.
42 1.1.5 MARCO CONCEPTUAL Para esta investigación utilizaré como punto de partida las siguientes definiciones: CRIMINOLOGÍA: Es una disciplina científica que analiza y sistematiza las violaciones del derecho penal y de las personas que cometen alguna infracción en contra de la ley. Sin embargo hay opiniones diversas acerca de la naturaleza y ámbito de tal estudio. Algunos entienden que debe limitarse a la investigación científica de las causas del delito. Uno de los autores que dio origen a este término fue Raffaele Garofalo en 1885. La ciencia criminológica estaría constituida por numerosas ramas especializadas y estas son: la criminalística que a la vez se subdivide en criminología biológica, sicología, sociología. Otros autores sostienen que todas estas ramas son parte de la criminología, este es en especial el punto de vista de los autores Norte Americanos, en los cuales por lo tanto se utiliza el término como una simple denominación de carácter pedagógico. Sin embargo la criminología ha sido muy debatida por muchos autores que afirman que es una ciencia empírica y naturalista, pero también esta concepción más restringida plantea problemas, ello se debe a que el estudio científico de los delitos de los delincuentes y de todo el sistema de instituciones penales y procesales, lo realizan investigadores de disciplinas diversas, aportando cada uno de ellos sus propias teorías, hipótesis de trabajo y técnicas de investigación que a menudo son entendidas adecuadamente o son interpretadas indebidamente o incluso son rechazadas por los investigadores de otras disciplinas, Por ello no puede hablarse de una ciencia criminológica en el sentido estricto de una disciplina que posee conceptos teóricos aceptados universalmente. Actualmente la investigación se ha centrado sobre todo en la indagación de las causas que mueven al hombre a cometer el delito. La historia de estas investigaciones se inicia en el siglo XIX al desarrollarse las ciencias psicológicas y sociales. Los estudios de
43 criminología se ha centrado en la etología del delito, la investigación psiquiátrica en criminología orientada clínicamente ha terminado por conocer las causas sociales y culturales en la conducta criminal. (Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales. 1978) VIOLENCIA: En la vida humana se da un espacio psíquico y la violencia es un modo de vivir en ese espacio. Se hablara de violencia para referirse a las situaciones en las cuales los individuos se mueven en relación a otros, con un extremo de exigencias de obediencia y de sometimiento. Es la negación del otro la cual lleva a su destrucción en un esfuerzo por alcanzar su obediencia y su sometimiento. AGRESIÓN: La agresión se considera como una conducta de cualquier índole cuyo objeto es dañar a otra persona o cosa. (Dollard et al 1939) CONDUCTA: Con este término se hará referencia a las distintas formas de proceder de los individuos, puesto que si se habla del ser humano en términos de su relación con las distintas circunstancias a las cuales se ve enfrentado, se puede hablar de conductas. Las manifestaciones violentas y agresivas están delimitadas por los diferentes aspectos de la cultura, puesto que esta en algunos casos los restringe y en otros los permite. Las emociones establecen el tono de la experiencia y dan a la existencia su vitalidad, son los factores internos que dan energía, dirigen y mantienen la conducta. (Rubén y Mc Neil; 1983). MIGRACIÓN: Desplazamiento de personas a una distancia significativa y con carácter relativamente permanente. La palabra se deriva del latín migrare que significa cambiar de residencia o comunidad. (Enciclopedia de las ciencias sociales). ETNICIDAD: La etnicidad es un estatus o estado social adscrito que depende de como los individuos se identifican a ellos mismos y como los otros los identifican.
44 IDENTIDADES COLECTIVAS: Es un término que puede ser útil para situar las bases de los movimientos de las identidades y no solamente la etnicidad, ya que en dialéctica constante con la identidad se encuentran otras dimensiones fundamentadas por criterios similares a la identidad étnica como son la identidad nacional, regional o comunitaria, sin embargo la noción de identidad puede ser útil en la medida en que implica la necesidad de tener en cuenta la concepción que tienen los actores sociales de si mismos. DESPLAZAMIENTO FORZADO: Consiste en mover a la fuerza a una persona del lugar donde estaba. Se entiende en el marco de la guerra considerando que está en relación con los procesos globales de expansión del capital. 1.1.6 METODOLOGÍA Este trabajo utilizó una metodología mixta que mezcló elementos de la antropología forense siquiátrica, y de la antropología socio-cultural. En esta investigación se realizó la etnografía comparativa para comprender los procesos de cambio socio-cultural que ocurren en la Costa Pacifica Caucana y el Distrito de Agua Blanca en Cali. Como técnicas de recolección de información se realizó la observación participante, las entrevistas en profundidad, la encuesta y las historias de vida, centrándome en grupos juveniles infractores de la ley o bien con sus familias en Agua Blanca. En la primera fase realice una identificación de corrientes teóricas y de autores que han trabajado temáticas relacionadas, tanto desde la antropología como desde otras disciplinas. También utilicé textos sobre diversas temáticas sobre los afrodescendientes que me permitan entrar al universo cultural de este grupo particular. En esta primera fase al mismo tiempo que efectué la investigación bibliográfica, hice simultáneamente mis terrenos exploratorios en la Costa Pacifica (Guapi y Timbiquí) que son para mi lugares representativos de la costa caucana. En estos lugares realice encuestas y
45 entrevistas exploratorias, así como algunos estudios de caso. Me centre en los estudiantes de la normal de Guapi y en Timbiquí en el Instituto Agrícola, así como en Bienestar Familiar de Guapi y Timbiquí.
En la fase II realice mi investigación exploratoria en el Distrito de Agua Blanca, la Casa de la Justicia y en particular el barrio Manuela Beltrán y Marroquín I y II, ya que este barrio cuenta con la mayor cantidad de atracos y homicidios de todo el distrito y la ciudad de Cali. Tomé una muestra de jóvenes para realizar las entrevistas en profundidad e historias de vida. Tanto de los jóvenes infractores como sus familias.
La Fase III permitió la realización de los contactos con ONG (Fundación Paz Y Bien) que trabajan con los jóvenes infractores del distrito, de manera particular en cuatro colegio/escuela del barrio Manuela Beltrán y Marroquín I y II .
En la fase IV realice entrevistas con jóvenes infractores, de preferencia de 15 a 24 años, que habían agredido físicamente, y archivos judiciales de casos ya juzgados que describían los aspectos ligados a la violencia física corporal sobre las victimas, para analizar el comportamiento forense siquiátrico y ritual de estas violencias. Tomé desde la antropología forense psiquiatrita algunos de sus métodos y técnicas para analizar crímenes en la Costa Caucana, para casos de homicidios y manifestaciones violentas.
En la Fase V realice una informatización y clasificación de la información recolectada, para iniciar la redacción de los diversos capítulos de la monografía.
En este aparte, que corresponde al capítulo I he presentado los elementos teóricos y metodológicos centrales que guían esta investigación, que toma elementos muy diversos y trata de utilizarlos de manera coherente. A continuación me centraré en la etnografía multi-sitios que caracteriza mi trabajo.
46 En los siguientes capítulos haré una presentación de los elementos etnográficos básicos de mis tres áreas de trabajo, mi investigación es de tipo multi-sitios; ella se basa en tres sitios de trabajo que son Guapi y Timbiquí en la costa caucana y en los Barrios Marroquín II y Manuela Beltrán en lo que se ha llamado el Distrito de Agua Blanca en el municipio de Cali. A continuación exploraremos cada uno de los sitios mencionados.
CAPÍTULO 2. CARACTERIZACIÓN DE LOS JOVENES AFRODESCENDIENTES EN GUAPI: ASPECTOS SOCIO-CULTURALES GUAPI, UN PUEBLO ALEGRE EN ALERTA AMARILLA.
El presente capítulo pretende hacer una caracterización de la población joven afro descendiente y su subcultura, Para realizar dicha caracterización utilizamos una encuesta base que nos permitirá describir las concepciones emic sobre aspectos importantes como son el lugar de la escuela en la socialización de los jóvenes, sus maneras de relacionarse al cotidiano, sus ideas y experiencias sobre su familia, los grupos de amigos, las concepciones sobre la violencia, la muerte, la criminalidad y la percepción de si mismos, comparar las similitudes y las diferencias entre los jóvenes afrodescendientes en tres lugares con características particulares y comprender con detalle los procesos de cambio en el momento a su llegada a Cali, y su instalación en el Distrito de Agua Banca.
Para hacer este ejercicio contaremos con las encuestas realizadas en Guapi, Timbiquí y Cali entre esta población, así como la observación participante.
A continuación presentaré los resultados de las encuestas en los tres lugares, iniciando con el Municipio de Guapi. Foto 1. Calle principal de Guapi-Cauca. Foto tomada septiembre del 2006. Por Paola Tovar 47
48 En este capítulo describiré la cultura de un pueblo que poco a poco y, por falta de oportunidades económicas se ve obligado a cambiar y diversificar su estilo de vida, situación se ve reflejada en la cotidianidad de la juventud guapireña.
2.1 UBICACIÓN GEOGRÁFICA
La costa caucana esta conformada por tres municipios Guapi, Timbiquí y Lopéz de Micay. El municipio de Guapi se encuentra localizado en la costa Pacifica Caucana, limita al Norte con el Océano Pacífico y Timbiquí, al Este con Timbiquí y Argelia, al Oeste con el Departamento de Nariño. (Cortes, 2006. cita a Bedoya, 2003). Tiene una temperatura que alcanza los 29º C, en el municipio predomina el clima propio de la región Pacifico, Las altas temperaturas oscilan alrededor de los 28º C, la humedad relativa fluctúa entre 80% y el 95% y una precipitación anual entre las más altas del mundo. Mapa. 1 Tomado del Libro Territorios Posibles e Invisibles. Pág 110. 1999. Mapa 2. Tomado de Libro Territorios Posibles e Invisibles. Pág 110. 1999.
49 La región pacífica se encuentra bajo la influencia de la zona baja de presión atmosférica (zona de convergencia tropical) por lo que se presenta un porcentaje elevado de humedad e inestabilidad en el aire, cuya consecuencia más notoria es la abundante precipitación pluvial. La zona de Guapi tiene influencia de las masas de aire y corriente provenientes del Océano Pacífico, la precipitación media está alrededor de 4.000 mm con mínimas en noviembre, diciembre, y máximas de 8.000 en mayo y junio. Cuenta con una hidrografía de ríos navegables y la cercanía al mar hacen de la economía dependiente de los recursos hídricos. La pleamar favorece la navegación sin que haya riesgo de encallar en bajos, y la bajamar es aprovechada principalmente para la pesca artesanal costera, en especial la de marisco. El periodo abundante de lluvias favorece la extracción de madera, por el rebose de quebradas y canales. Las cuencas más destacadas son las del río Guapi y la del río Guajuí donde se presentan esteros principales como El Loro, Limones, Quiroga, Playa blanca, Los Obregones o Pejesapo y El Barrero (canal). Posee cuatro ríos principales estos son: Guapi, San Francisco, Anaponcho y Pipe. (Plan de gobierno de Guapi, 2004- 2005: 15-16). En la jurisdicción de Guapi, tanto en la zona costera y de influencia marina, como en la zona plana de selva tropical, a excepción de la población de El Carmelo, se presentan inundaciones a lo largo del año, como consecuencia de las fluctuaciones del agua que obligan a las poblaciones a realizar construcciones elevadas, estilo palafitos. Fundada en 1772 por el señor Luís Valverde, su extensión es de 2,688 km2, posee una altitud Norte de 2º 36 y una longitud Oeste de 77º 54 y está compuesta por una topografía plana y un piso térmico calido-húmedo, Guapi es un puerto fluvial y marítimo,
50 Fuente: Plan de desarrollo de Guapi: 2004-2007 8 su población en su mayoría de etnia negra, la cual coexiste con mestizos y algunos grupos de indígenas. Guapi es uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo, entre sus principales actividades económicas tenemos la pesca, la agricultura, la minería y algunas industrias madereras. (Tabares 2003: 18).
El municipio está constituido esencialmente por población afrocolombiana que representa más del 97% de los habitantes distribuidos a lo largo y ancho de la región con sus respectivas variaciones dialectales y de costumbres, y el 3% restante esta distribuido entre indígenas y mestizos. (Plan de desarrollo de Guapi: 8; 2004-2007)
Teniendo en cuenta el último censo del 2005 Guapi cuenta con una población de 28.644 habitantes de los cuales, 16.573 viven en la cabecera y 12.076 en las riveras de los ríos, de los cuales las mujeres sobresalen con 14.361 y los hombres 14.288. (DANE, 2005).
Grafico 1: Distribución de la población
DISTRIBUCION DE LA POBLACION
Población rural 60% Poblacion urbana
Población rural
Poblacion urbana 40%
51 Existen algunos factores recientes que están influyendo en el crecimiento exagerado de la población como es la problemática del desplazamiento forzado por la violencia esencialmente de las poblaciones de Iscuandé (Nariño), el Charco (Nariño), López del Micay y puerto Saija (Timbiquí).
Según datos de la personería municipal han llegado a la localidad en los últimos años alrededor de 130 familias victimas de este conflicto que equivale a 650 personas en promedio. De esta manera la tendencia que se puede expresar en el municipio de Guapi, es un crecimiento acelerado de la cabecera municipal y una disminución significativa y progresiva de importante en el sector rural.
En el caso de la zona rural se precisa que existen 25 corregimientos y 41 veredas, distribuidos a lo largo de 4 ríos principales tal como se ilustra en el siguiente cuadro:
Tabla 3: Corregimientos y Veredas. Zona rural de Guapi
52 Estas poblaciones rurales se encuentran reorganizadas en Consejos Comunitarios, creados mediante la ley 70 de 1993 o ley de Comunidades Negras y están Conformados así: Río Napi, San Francisco, Alto Guapi, Guapi abajo, Guajuí, Chanzará. (Plan de Desarrollo, 2004-2007: 10-11).
La población del municipio de Guapi tiene descendencias culturales marcadas de raíces africanas, las cuales conserva y desarrolla en cada una de las actividades de su vida. Mantiene una estrecha relación personas-naturaleza, lo que permite que las actividades socio-económicas, tengan como eje fundamental el aprovechamiento equilibrado de los recursos naturales existentes. Por lo tanto las creencias, mitos y leyendas giran alrededor de hechos y experiencias vividas por los mayores que se convierten en normas sociales y hacen parte de su religiosidad; al igual que se practican rituales mortuorios como el velorio, el chigualo y las novenas; rituales de vida como el bautizo del agua de socorro, la curación del ojo y el espanto que son también prácticas medicinales.
Pese a lo anterior existe una tendencia hacia la transformación de identidad que se refleja en sus prácticas culturales como el culto a los muertos, su forma de vestir, de pensar y hasta su gastronomía, lo que ha llevado al grupo a exigir la definición urgente de políticas que recuperen el legado ancestral cultural (ibid).
La cultura afrocolombiana en el municipio de Guapi es rica en folclor, ya que cuenta con uno de los aires musicales más populares del pacífico colombiano como es el currulao o bambuco viejo, le siguen la juga, el bunde, y la chirimía. Además cuenta con rica variedad en platos típicos, la estética de sus mujeres, la realización y variedad
53 artesanal, y la elaboración de peinados, al igual que el canto, el baile y la tradición oral que también reflejan la variedad en la biodiversidad (ibid).
Es parte de esta cultura, la apropiación y el desarrollo de dinámicas propias que se refleja en cada una de sus prácticas tradicionales como las de producción: la pesca, la agricultura, la minería, la caza, la recolección y el aprovechamiento forestal; y las tradiciones de medicina tradicional, que siguen siendo el eje conductor en procesos de prevención y en muchos casos de curación de la salud.
Además de los extensos ríos que posee Guapi, goza una extensa selva es allí donde se encuentra una variada gama de animales como tigres (Pantera onca), tigrillos (Feliz pardales), ratones (Proechimys), conejos (Dasyprocta punctata), nutrias (Lutra longicaudis) entre otros.
Es rica en vegetación y bosques tropicales pero desafortunadamente actualmente con la siembra de coca y la tala de bosque para la venta de madera la vegetación está siendo acabada. 2.2 HISTORIA Y POBLAMIENTO DE GUAPI
La historia de este pueblo que yo llamo en alerta amarilla se remonta a la época de la colonia. Según Hoffmann (1999), Los espacios del Pacífico sur Colombiano pueden ser vistos como periféricos, frágiles y amenazados por la sociedad englobante, pero también como escenarios donde se puede desarrollar formas originales de vida, asentamientos y producción material y espiritual. ¿Se logró la formación de un territorio negro en el pacifico, base identitaria y motor de las reinvidicaciones y movilizaciones recientes? Aún para muchos parecerá casi herético hacerse la pregunta, vale la pena por móviles tanto políticos y éticos como académicos, indagar las bases sobre las que se dio esta conformación territorial, no solo geográfica, sino en el imaginario colectivo, para dar elementos de análisis y
54 comprensión a los actores políticos y sociales implicados en los procesos territoriales e identitarios contemporáneos. (Hoffmann, 1999: 14) Podemos ver como en la actualidad estos departamentos son de acuerdo a los criterios del estado, con una tendencia muy neo-liberal a ser considerados los más atrasados y pobres del país; fuera de esta situación se agrega el factor étnico, que si bien no es el único parece ser una variable importante por ser lugares poblados por afrocolombianos, a los que históricamente han explotado y subyugado en ciertos espacios regionales en especial la costa caucana ya que su poblamiento fue disperso. Adentrémonos un poco más en la historia. Los negros fueron traídos por los españoles para la explotación de minas de oro, según Tabares, 2005: 56, Durante los primeros años de explotación aurífera en las tierras bajas del pacífico la mayoría de los esclavos eran trabajadores temporales que provenían de las minas del Cauca, en el siglo XVIII ya se importaban esclavos directamente desde África que entraban al puerto de Cartagena en el mercado oficial de esclavos de la nueva granada, y luego eran llevados por tierras, a través de la cordillera al Chocó y a Barbacoas. (Tabares, 2005: 56) Sin embargo Hoffmann, 1999, afirma que En el siglo XVIII, el proceso de poblamiento ligado a la explotación minera pone en juego a los mineros recientes en las ciudades de la cordillera (Cali, Popayán, Pasto) que mandan cuadrillas a reconocer y explorar los yacimientos, en un ambiente de competición aguda por el control de los territorios real o potencialmente auríferos. Al tiempo que los empresarios mineros de Pasto y Popayán ejercían presión por la ocupación sobre los ríos de la Costa con cuadrillas de esclavos, desde Barbacoas hacia el sur, se iban constituyendo zonas de influencia conformadas en provincias. Barbacoas se extiende hacia el sur de Tumaco y había constituido se centro minero satélite al norte en el rió Iscuande A partir del río Micay los mineros de Popayán y Cali intentaban obtener jurisdicción sobre los ríos Timbiquí y Guapi, no obstante que en
55 estos ríos también se encontraban mineros del gremio de Barbacoas. (Hoffmann, 1999: 20)
Poco a poco gracias a la explotación minera se fueron expandiendo la población de esclavos y la mujer negra jugo un papel importante, como lo afirma Bedoya (2003), La presencia de las mujeres en la mina fue de vital importancia por la distribución sexual del trabajo y la presión progresiva de los esclavos por la necesidad sexual. Inicialmente la mujer empezó como cocinera (trabajos domésticos), integrándose paulatinamente en los trabajos agrícolas y mineros. (Bedoya 2003:34)
Con el tiempo, se acrecentó la presencia de las mujeres en la mina, dicho fenómeno da como resultado la conformación de unidades familiares amplias como consecuencia organizacional de la comunidad negra, conformándose en asentamientos transitorios y posteriormente en comunidades y pueblos, ya sea de negros esclavos o libres. En el año 1810 se da la ruptura entre los trabajadores de minas y propietarios del interior, con lo cual se manifiesta la unidad étnica y cultural en toda la región; dando lugar a la población negra en el dominio del territorio actual y su transformación en núcleos urbanos estructurados socialmente. (Ibid)
Es así como se fueron poblando estas tierras de la Costa Pacifica Caucana, según los relatos de la gente, se afirma que el poblamiento de Guapi se originó desde el piedemonte Occidental hacia el mar, y fueron poblando las localidades de limones, Carmelo, Iscuandé, San Antonio entre otros. Es sí como también relata Tabares (2005)
Desde sus aspectos Geográficos, la llanura del Pacífico esta cruzada por los ríos caudalosos como el Micay, el Saija, el Timbiquí, y el Guapi. Pero de esta llanura, solo Guapi tiene una población importante, el resto es de carácter veredal y rural. La cobertura del bosque favorece la actividad forestal
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