Corrupción un Cáncer para la Sociedad. Enfrentamiento, experiencia cubana (página 2)
Enviado por Roberto Gonz�lez Peralo
La desregulación de la economía y la apertura indiscriminada al comercio y las inversiones que conducen a las desprotección del mercado interno – junto con otorgamiento de privilegios para la acumulación, así como la aplicación de una política activa de reducción de los costos de la mano de obra.
La reestructuración del Estado y la redefinición de sus relaciones con el mercado, en función de lograr mayor subordinación de lo público o lo privado, de lo político a lo económico y del estado al mercado.
La pretensión de afianzar un modelo de control social que garantice la acumulación y concentración de capitales mediante la implantación de democracias neoliberales en las que se acentúa la disociación entre el poder real y las instituciones políticas que supuestamente lo ejercen, las que deben funcionar dentro de los parámetros que no admiten cuestionamiento al dogma y una versión de democracia y derechos humanos que limitan las libertades políticas al ejercicio de esto en elecciones que no interfieran con el ajuste, al tiempo que considera a los derechos económicos y sociales como obstáculos para la reducción de los costos de la mano de obra y la concentración del capital.
América Latina fue invadida por el neoliberalismo como consecuencia de factores externos e internos. En lo externo resalta la presión de las naciones industrializadas para promover la apertura unilateral al comercio e inversiones, a los ajustes estructurales y las políticas de estabilización mediante una avalancha ideológica y política, el chantaje en la negociación de la deuda externa y la falsa promesa de acceso a mercados, capitales y tecnologías.
En lo interno se destaca la necesidad de sustituir al caduco modelo desarrollista que funcionaba en la región, por lo que sectores de las elites locales aceptaron gustosos la nueva asociación subordinada con el capital transnacional.
La instauración de este modelo según Regalado y Gil ha llevado que el panorama latinoamericano se ha caracterizado por el descrédito de las instituciones ejecutiva legislativas y representativas, el aumento de las contradicciones dentro de los partidos y corrientes políticas, que provocan su fraccionamiento, la desconfianza creciente en los sistema y procesos electorales, el desgaste acelerado de gobernantes recién electos, el incremento del abastecimiento, la proliferación de escándalos por corrupción, la extensión de la producción y tráficos de narcóticos, el agravamiento de la delincuencia y la violencia institucionalizada , la marginación de amplios sectores sociales , la generalización de la demagogia como recurso para capitalizar y prestación y la desesperación de la población, y otros fenómenos que conducen a los que algunos definen como crisis de gobernabilidad. Esta crisis referente es el auge de los movimientos sociales y populares así como el incremento sin precedentes de rechazo al fraude y a la corrupción, en muchas ocasiones sin conducción política partidista.
La corrupción como fenómeno social.
La corrupción del Estado según estudios realizados Estévez A. M. 2005, en el ámbito político, ha favorecido el crecimiento de la inestabilidad institucional y el persistente desgaste de las relaciones tanto entre individuos como entre instituciones y estados. La pérdida de legitimidad que experimentan muchos gobiernos, la polarización del poder, la ineficiencia burocrática, etc. son algunos problemas que atribuyen a la acción de la corrupción.
Este autor en su trabajo "Reflexiones teóricas sobre la corrupción: sus dimensiones políticas, económicas y sociales" hace varias referencias al concepto de Corrupción, sin embargo nos parece el más generalizador y adaptado a las nuevas condiciones, la definición operativa dada por Olivera Peado, M, (2006)
Corrupción:
"Acción social ilícita o ilegítima encubierta y deliberada con arreglo a intereses particulares, realizada vía cualquier cuota de poder en espacios institucionales públicos (estatales o sociales) afectando deberes de función, intereses colectivos y/o la moral social"
Estévez, A. M. (2005) señala que la teoría política clásica sobre la corrupción no es un tópico nuevo. Desde la antigua Grecia, pasando por el renacimiento y por la modernidad, el desvío de las formas de gobierno "puras" de su objetivo del bien común, era considerado como un claro indicio de corrupción. Ya en la modernidad y con la distinción entre lo público y lo privado, el pensamiento político en torno a la corrupción se centró en aquellas acciones individuales que utilizaban en provecho propio los bienes públicos. Este autor asegura además que la reflexión política sobre la corrupción cubre un amplio espectro de temas que pueden ir desde los sistemas políticos y la estructura institucional, el poder, la centralización y la descentralización, la consolidación democrática, hasta el tamaño del estado y la legitimidad de los gobiernos.
Según David Goud y José Amaro Reyes investigadores para el Banco Mundial, los que desarrollaron la tesis de la "corrosión", expresan que, "La corrupción conduce a la ineficiencia económica y dilapidación debido a su efecto sobre la asignación de recursos, la producción y el consumo; es improbable que la ganancia obtenida gracias a los mecanismos de la corrupción se traduzcan en inversiones. El dinero mal habido se utiliza en consumo ostentoso o se transfiere a cuentas bancarias del exterior. Estas trasferencias constituyen un drenaje del capital para la economía doméstica. Además la corrupción genera ineficiencia en la asignación de recursos cuando permite que el contratista con mayor habilidad para sobornar sea el adjudicatario de los contratos del Gobierno.
Con respecto a los efectos sociales que se originan por este tema, Estévez, A M. (2005) señala que la mayor parte de la literatura especializada no toma en cuenta como prioridad, la dimensión social. Explica que en los trabajos, desde esta perspectiva de análisis, son menos citados que los asociados a la política y a la economía. Así mismo, agrega que es notable lo disperso y escaso de elaboración teórica acerca de la corrupción social. La reflexión en torno al asunto tiene en cuenta la relación entre este y las organizaciones sociales, la religión, el género, la pobreza, la cultura, la composición étnica de la sociedad entre otros.
De estos estudios se cita la relación que existe entre Corrupción y Confianza "… el bienestar de una nación así como su habilidad para competir en el mundo, está concentrado por una única característica cultural que es permeable a toda la comunidad política: el nivel de confianza inherente en la sociedad. Niveles de actos de confianza están relacionados con bajos costos administrativos y una marcada confiabilidad institucional. Una sociedad con fuertes lazos de confianza interpersonal generará transitivamente instituciones confiables. En estas condiciones se vuelve innecesario un control sofocante de los agentes gubernamentales.
Adelantándose en la problemática de la confianza, Rotr Sztomppka (1997) afirma que la medida de la confianza que los hombres tienen en sus pares y en las instituciones depende de tres elementos: 1) "La confianza reflejada" que de modo más o menos racional entre hombres e instituciones, 2) "Confianza básica que surge desde la socialización en la vida familiar y del conjunto de experiencias en las que se ha confiado en otros, y 3) "La cultura de la confianza" que atraviesa las raíces de la sociedad generando un marco normativo para cada individuo.
De todo su análisis Estévez, A. M. (2005), concluye que cree haber encontrado cinco factores estructurales que darían forma a los estados de corrupción. Estos cinco factores no intentan explicar exhaustivamente toda la realidad del fenómeno. Sin embargo considera que su interacción orgánica o sistémica puede apreciarse en las realidades en que aparece la corrupción. Estos elementos serían:
Concentración de poder y riquezas asociadas a la impunidad. En aquellos casos en los cuales se constatan grandes acumulaciones de poder y riquezas acompañadas de la sensación de estas por encima de la ley, la corrupción suele ser un producto esperable.
Profundización de las desigualdades sociales tanto en lo material como en los derechos (tener – poder) o en los saberes.
La racionalidad instrumental/ Eficientismo/Pragmatismo. Una característica de la modernidad ha sido la racionalidad de tipo técnico que no delibera respeto de los fines últimos de la acción humana, sino sobre la viabilidad técnica de una decisión. Por ello resulta central, poner en cuestión a la racionalidad instrumental y adoptar criterios de evaluación de valor más amplio para las decisiones de tipo técnicas o científicas que tengan en cuenta un horizonte ético o moral.
La caída de ciertos valores como fundamento de las decisiones públicas/Tecnocracia. Ligado al punto anterior, encontramos el fenómeno de la decisión pública. Criterios como "bien público" o "bienestar general" o "bien común" no son contemplados por el esquema de decisiones de tipo "tecnocrático, que centran su motivación en la utilidad pública, medida únicamente en términos de costo – beneficios.
Egoísmo/individualismo/Razón Individual/ este punto es especialmente sensible, dado que cierto individualismo extremo, que no concibe como parte de un todo social y para quienes en función de una "razón individual" buscan estrategias de maximización de sus beneficios sin importar los costos que se le ocasionan a otros.
Todos los elementos, se creen que interactúan de una forma sistemática y permiten o impiden el funcionamiento de la corrupción. La estrategia de atacar a los "grandes corruptos" tiene un efecto escaso sino se combate el "sistema" a los incentivos que lo generan.
Razones y efectos económicos:
Cita el autor David Goud y José Amaro Reyes investigadores para el Banco Mundial, los que desarrollaron la tesis de la corrosión de la corrupción, los que expresan:
"La corrupción conduce a la ineficiencia económica y dilapidación debido a su efecto sobre la asignación de recursos, la producción y el consumo, es improbable que la ganancia obtenida gracias a los mecanismos de la corrupción se traduzcan en inversiones. El dinero mal habido se utiliza en consumo ostentoso o se transfiere a cuentas bancarias del exterior. Estas trasferencias constituyen un drenaje del capital para la economía doméstica. Además la corrupción genera ineficiencia en la asignación de recursos cuando permite que el contratista con mayor habilidad para sobornar sea el adjudicatario de los contratos del Gobierno.
Otros autores según el propio Estévez y que centran sus estudios en el ámbito del sector público y luego de una serie de encuestas a dirigentes empresarios de 60 países subdesarrollados concluyen en que este tipo de corrupción es el principal obstáculo para el desarrollo de las economías nacionales.
Razones y efectos sociales.
Con respecto a este tema el autor reflexiona y señala que la mayor parte de la literatura especializada no toma en cuenta como prioridad, la dimensión social. Explica que los trabajos, esta perspectiva de análisis, es menos citados que los asociados a la política y a la economía. Así mismo, agrega además que es notable lo disperso y escaso de elaboración teórica acerca de la corrupción social. Así la reflexión sobre la corrupción social, enfoca diversos temas como la relación entre este y las organizaciones sociales, la religión, el género, la pobreza, la cultura, la composición étnica de la sociedad entre otros.
Por interés particular al trabajo citamos el análisis efectuado por Estévez A. en la relación entre Corrupción y Confianza quien expone citando a otros autores lo siguiente:
"… el bienestar de una nación así como su habilidad para competir en el mundo, está concentrado por una única característica cultural que es permeable a toda la comunidad política: el nivel de confianza inherente en la sociedad. Niveles de actos de confianza están relacionados con bajos costos administrativos y una marcada confiabilidad institucional. Una sociedad con fuertes lazos de confianza interpersonal generará transitivamente instituciones confiables. En estas condiciones se vuelve innecesario un control sofocante de los agentes gubernamentales.
Adelantándose en la problemática de la confianza, Rotr Sztomppka (1997) afirma que la medida de la confianza que los hombres tienen en sus pares y en las instituciones depende de tres elementos: 1) "La confianza reflejada" que de modo más o menos racional entre hombres e instituciones, 2) "Confianza básica que surge desde la socialización en la vida familiar y del conjunto de experiencias en las que se ha confiado en otros, y 3) "La cultura de la confianza" que atraviesa las raíces de la sociedad generando un marco normativo para cada individuo.
Por su parte Reos (2002) afirma que la posibilidad de acceder a información acerca de las distintas actividades del estado genera condiciones de confianza en la sociedad y en el clima de los negocios reduciendo los costos de transiciones de las empresas. Por el contrario, la falta de información o la sensación de que esta es incompleta, genera desconfianza en los mercados y afecta negativamente los costos que implican llevar adelante un negocio.
Suárez y Gorrochategui (1998) argumenta que la crisis cultural y sus valores que padecen las sociedades pone en jaque la moralidad personal y dejan el campo abierto para su progresiva corrupción. En el hogar, la escuela, la iglesia, el niño aprende una serie de valores que intentan ser consecuente entre si. Con el tiempo, el joven descubre que muchas de las actividades del mundo se desarrollan sobre una útil traición de la confianza. Se da cuenta además de que la mayor parte de la propaganda exagera y hasta en algún punto es totalmente falta de confianza. La sensibilidad moral de este joven se vuelve entonces permeable a las distintas formas de corrupción gestándose la moral de frontera.
De todo su análisis Estévez A, concluye que cree haber encontrado cinco factores estructurales que darían forma a los estados de corrupción. Estos cinco factores no intentan explicar exhaustivamente toda la realidad del fenómeno corrupción. Sin embargo considera que su interacción orgánica o sistémica puede apreciarse en las realidades que parecen la corrupción. Estos elementos serían:
Concentración de poder y riquezas asociadas a la impunidad en aquellos casos en los cuales se constatan grandes acumulaciones de poder y riquezas acompañadas de la sensación de estas por encima de la ley, la corrupción suele ser un producto esperable.
Profundización de las desigualdades sociales tanto en lo material como en los derechos (tener poder) o en los saberes. En aquellos contextos en los que se disparan las desigualdades simbólicas y materiales, la corrupción puede ser otro producto esperable además de la aparición de cierta violencia social simbólica o física. Cierto tipo de corrupción implica cierto nivel de violencia, sutil o evidente dado que se afectan los mecanismos de decisión social, se alteran los objetivos públicos y se desvían cuantiosos fondos de sus aplicaciones efectivas.
La racionalidad instrumental/ Eficientismo/ Pragmatismo. Una característica de la modernidad ha sido la racionalidad de tipo técnico que no delibera respeto de los fines últimos de la acción humana, sino sobre la viabilidad técnica de una decisión. Esto ha llevado a una afianzamiento del pragmatismo o eficientismo como medida de valor de la acción humana, todo aquello que sea práctico o eficiente es automáticamente bueno, sin deliberar respeto de su bondad o maldad respecto a cierto fines morales o normativos. Por ello resulta centrar, poner en cuestión a la racionalidad instrumental y adoptar criterios de evaluación de valor más amplio para las decisiones de tipo técnicas o científicas que tengan en cuenta un horizonte ético o moral.
La caída de ciertos valores como fundamento de las decisiones públicas/Tecnocracia. Ligado al punto anterior, encontramos el fenómeno de la decisión pública. Criterios como "bien publicó" o "bimestral general" o "bien común" no son contemplados por el esquema de decisiones de tipo "tecnocrático, que centran su motivación en la utilidad pública, medida únicamente en términos de costo – beneficios. La mirada de largo plazo para ciertas sociedades en ahogos financieros, suele ser un lujo de difícil alcance, y en virtud del contexto económico crítico, las recetas termocráticas aparecerían como las que tienen un mayor fundamento y realismo. Es necesario volver a deliberar sobre la finalidad de las decisiones públicas, respecto de qué se busca conseguir y a quiénes se busca beneficiar realmente.
Egoísmo/ individualismo/ Razón Individual/ este punto es especialmente sensible, dado que cierto individualismo extremo que no concibe como parte de un todo social y para quienes en función de una "razón individual" buscan estrategias maximización de sus beneficios sin importar los costos que se le ocasionan a otros. Estas acciones suelen ser el mejor incentivo para la búsqueda de "atajos" para lograr los objetivos individuales que, muchas veces suelen adoptar a la corrupción como estrategia. Según Malen Seña (2000) en un sistema en que los individuos miden su éxito en la vida por la acumulación individual de riquezas o poder, el "atajo" suele ser el camino adoptado por aquellos que se sienten fuera de la carrera.
Todos los elementos, creemos que interactúan de una forma sistemática y permiten o impiden el funcionamiento de la corrupción. La estrategia de atacar a los "grandes corruptos" tiene un efecto escaso sino se combate el "sistema" a los incentivos que lo generan.
Añade además a sus conclusiones que la literatura refleja algunas líneas de combate contra la corrupción, que surge como "comunes denominadores" o consensos de análisis de la literatura especializada:
La transparencia, las condiciones de capacidad son favorables para el desarrollo de la corrupción.
Los incentivos. Se debe prestar especial atención aquellos incentivos de tipo virtuoso.
Los enfoques sistemáticos. Las visiones reduccionistas de la corrupción suelen ser contraproducentes. El fenómeno tiene características sistemáticas, y por tanto para buscar controlar la eficazmente, se debe tener una visión de conjunto de su funcionamiento.
Las estructuras que desalientan usos corruptos: en las estructuras sumamente jerárquicas o que tienen una gran distancia entre la instancia mas alta y la más baja, suelen tener una alta vulnerabilidad a la corrupción. Las estructuras jerárquicas medianas y con un carácter abierto y participativo suelen ser mejores antídotos.
Campañas de educación en valores: Uno de los mejores antídotos contra la corrupción es el reforzamiento de los valores sociales positivos. En aquellas culturas en las cuales las corrupción es vista como algo "normal" o "inevitable" es el contexto en el que su combate resultará más difícil. Si las percepciones sociales son funcionales a la corrupción resultará imposible sentar las bases para una cultura más transparente.
Fomentar los vínculos de confianza: en las sociedades en las cuales no hay confianza interpersonal entre miembros, la corrupción puede ser de tipo "pervasiva". Por ello, el incremento de la confiabilidad interpersonal y de la calidad de las instituciones resulta un elemento clave para el establecimiento de una "cultura de la confianza".
El Pensamiento ético de la nación ante la corrupción, en las ideas de sus principales paradigmas.
Es indiscutible que uno de los paradigmas en la formación de una ética de la Sociedad Cubana fue José Martí, aunque evidentemente importantes hombres como Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Carlos Manuel de Céspedes, que les antecedió, fueron también baluartes de los valores éticos como independencia, patriotismo, igualdad. Otros convivieron con él, en época y lugar como Antonio Maceo, que defendió principios éticos, como la honestidad, el sentido del deber y el sacrificio, el optimismo revolucionario, el espíritu de resistencia, lucha y victoria, el honor y la dignidad entre otros.
Sin embargo el ideario moral de José Martí constituye la cumbre del pensamiento ético en Cuba y, a no dudarlo, la más elevada expresión de la ética de la liberación nacional en nuestra Patria. Asimismo la trascendencia de la ética martiana estriba en que el Maestro fue un ejemplo vivo de consecuencia entre el pensamiento y la acción en el ámbito de la moralidad. Nunca pensó ni planteó algo que no estuviera dispuesto a concretarlo prácticamente. Chacón Arteaga N.L y colb 2006).
De su pensamiento se expresan ideas que bien son partes de las raíces culturales de la nación y expresión por ende de la resistencia del pueblo al empleo indebido de las riquezas colectivas o del mal uso de las responsabilidades sociales, entre otros.
"Ni vale que no se parezca delito legal, es que es delito moral, que si a la justicia ajena escapamos, no a la propia"
"Más culpable son los delitos por la intención que los engendra que por el modo con que se cometen"
"El Estado sólo tiene derecho a castigar los delitos de sus súbditos cuando ha colocado a éstos en un estado de educación bastante a conocerlos"
"Sólo la moralidad de los individuos conserva el esplendor de las naciones"
"… debiera sin duda negarse consideración social, morarse como asolapados enemigos del país, como a la roña y como a Yagos , a los que practican y favorecen el culto a la riqueza, pues así como es gloria acumularla con un trabajo franco y brioso, así es prueba palpable de la incapacidad y desvergüenza, y delito merecedor de pena escrita, el fomentarla por métodos violentos o escondidos, que deshonran al que los emplea, y corrompen la nación en que se practican.
Debieran los ricos, como los caballos de raza, tener donde todo el mundo pudiese verlo, el abolengo de su fortuna"
Otro hombre que marcó un mito en la sociedad cubana es Ernesto Guevara de la Serna, que aunque sus estudios de sus últimos años han presentado sus concepciones económicas, políticas, militares, etc., sin embargo, el referente aglutinador de todas esas posibles vertientes en su pensamiento ético.
Es evidente que el núcleo central, del pensamiento ético del Che está constituido por la concepción del hombre nuevo y su correspondiente formación.
Se trata de la producción y la autoproducción del sujeto que hará posible la estructuración de un modo de equidad y justicia social. Tan importante en este hombre nuevo, negación dialéctica del hombre enajenado, que si no se concreta en la misma medida que las transformaciones de las circunstancias socioeconómicas, el proyecto liberador no será viable. Al decir del Che: " Para constituir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hace al hombre nuevo".
Si bien no fue precisamente el Che el primero habló del Hombre Nuevo, si es un hábito en el pensamiento cubano su uso a través de toda la eticidad que lo caracteriza desde Varela hasta Fidel Castro. No obstante es el Che, el pensador contemporáneo al que se le vincula con más fuerza a esa concepción. Este pensador, con una visión dialéctica, parte del criterio de que el hombre nuevo se forja en el crisol de la práctica revolucionaria a partir de la transformación del hombre alienado que genera la vieja sociedad.
No es casual que el Che viese en el trabajo, en la actividad laboral cotidiana, el escenario idóneo para la formación del hombre nuevo, que debería desarrollarse por métodos distintos a los convencionales. Por esa razón considera el trabajo liberado con base de la formación del hombre nuevo y estimó indispensable potenciar con un contenido moral, para lograr ese fin, la actitud ante el trabajo, el trabajo voluntario, los estímulos, la emulación, la lucha por la calidad, la superación cultural y técnica, la planificación y la vinculación del estudio con el trabajo.
La ética que propugna Ernesto Guevara, anula dialécticamente lo universal que proporciona la herencia conceptual precedente en lo concreto, que aporta el pensamiento revolucionario desde la perspectiva de los países subdesarrollados. El énfasis que el Che pone en el papel de los factores espirituales, revela las peculiaridades de un mundo que, para salvar el atraso histórico en lo que sumió la explotación capitalista, necesita acentuar el papel activo de los móviles morales como agentes de dimanización y transformación revolucionaria.
De su ideario, extraemos esta idea que sintetiza su pensamiento con respecto a los objetivos del presente trabajo:
No se olviden de esto:
Contrarrevolucionario es aquel que lucha contra la Revolución, pero también es contrarrevolucionario el señor que valido por su influencia consigue dos carros, que viola el racionamiento, que después tiene todo lo que no tiene el pueblo y que lo ostenta o no lo ostenta, pero lo tiene. Ese es un contrarrevolucionario y el que utilice su influencia buena o mala, para el provecho personal o de sus amistades, ese es un contrarrevolucionario y hay que perseguirlo, pero con saña, perseguirlo y aniquilarlo.
La "eterna insatisfacción como expresión de la relación valorativa del hombre con el mundo define premisa para la comprensión de la dimensión ética del pensamiento de Fidel Castro. Su situación, auténticamente transformadora, reflejo de un pensamiento revolucionario con una profunda orientación ética , halla su manifestación suprema en la Revolución, que con su inmensa carga de humanismo, significa la realización de los ideales éticos- sociales de diversas generaciones de cubanos.
Desde un genuino enfoque ético – axiológico, cuyas raíces se encuentran en el pensamiento martiano y marxista, le otorga importancia excepcional a la actuación ética del ser humano, por muy difíciles que sean las circunstancias en que se encuentre. De ahí la profunda relación entre política, ética y valores en un pensamiento – actuación en el que los fines a alcanzar, de elevado contenido ético, trascienden los intereses individuales y encuentran su plasmación en su proyección social y humano universal a escala mundial.
Es por ello que puede confundirse como la justicia entendida en un sentido social, constituye el fundamento de su pensamiento, la que está en estrecha unidad con la dignidad humana y que concibe al hombre como merecedor de todas las oportunidades para desarrollar sus potencialidades, por lo que considera que el hombre es la clave para la transformación de la realidad y para llevar a cabo la realización de los sueños de lograr una sociedad más humana, basada en la conquista de la independencia, la justicia social, la emancipación y la dignificación humana.
La igualdad social así concebida, exige el rechazo de toda forma de explotación y de discriminación por raza, sexo, edad, credo, origen social, a partir del criterio de que, en la escala humana, lo más apreciado son los valores que se sustentan y la conducta que se asume ante la vida y las necesidades y aspiraciones de la lucha para la construcción de una sociedad y patria socialista cada vez mejor en su calidad humana.
Asimismo esta manera de concebir la justicia social, vinculada a la igualdad y libertad, le permite a Fidel relacionarla con valores tales como el respeto a la dignidad propia y ajena, el precio al decoro de cada individuo, el enriquecimiento de la vida espiritual y el protagonismo social de las personas para su realización humana.
Así se pone de manifiesto un código de valores donde lo político, lo jurídico, lo ético, lo patriótico. se da en profunda interrelación en un pensamiento integral e integrador expresión de su asunción crítica de la realidad y de su afán de transformación, perfeccionamiento continuo, pero sobre todo, su sentido moral de la existencia humana.
La dimensión ética del pensamiento de Fidel Castro, como expresión de continuidad de la tradición del pensamiento y práctica revolucionaria cubana, revela como dirección esencial, la actividad de la política, entendida como una actividad humana esencial, en la cual se pone de manifiesto, los más elevados ideales éticos del ser humano.
El cumplimiento del deber significa para él, contraer compromisos, una responsabilidad y subordinar todo ante la patria y la lucha, pero implica además, adoptar una posición por ella y una obligación moral ante su pueblo, lo que debe expresar en una conducta revolucionaria e invariable. (Chacón Arteaga, N. L. Y colb 2006)
De la reflexión de estos autores, sobre Los retos éticos – económicos presuponen el logro de una cultura económica en la sociedad socialista cubana, extraemos el siguiente contenido que nos parece muy a propósito de los objetivos del presente trabajo.
Es necesario reforzar la credibilidad del marxismo leninismo y el socialismo logrando que la eficiencia se convierta en un modo de actual práctico y cotidiano que sea asumida como parte de la cultura ético – económica de los trabajadores y como una virtud para obrar bien en todo momento, que el trabajo pierda el carácter enajenado y recobre su valoración social y sobre todo individual.
En la práctica la conciencia de propietarios colectivos no ha rebasado las fronteras de lo jurídico, en ocasiones persisten ineficiencias, la indolencia, la usurpación individual de los bienes colectivos, la indisciplina, hechos de corrupción e ilegalidades en algunos individuos de la población, así como la especulación con los bienes del estado para un provecho individual, mal que la sicología social tiende a justificarse con posiciones contrarias a la moral dual, estos hechos tienen su fundamento en la situación económica, pero desde el punto de vista de la ética socialista son censurables por lo que requieren para su solución sólida cultura ético- moral, política y económica en correlación con adecuados mecanismos de control económico.
Del pensamiento ético de Fidel, del análisis político y sus consecuencias, sus recientes reflexiones, reafirman las causas históricas y sociales de los hechos asociados a la corrupción, los delitos, ilegalidades e indisciplinas.
En el Aula Magna de la Universidad de la Habana el 17 de noviembre del 2005 sentenció con afirmaciones o cuestionamientos los peligros sociales que implican desatender tales problemas.
"Todo pensamiento revolucionario comienza por un poco de ética, por un poco de valores que le inculcaron los padres, le inculcaron los maestros."
"¿Es que las revoluciones están llamadas a derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se derrumben?" ¿Pueden o no impedir los hombres, pueden o no impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben?"
"¿Puede ser o no irreversible un proceso revolucionario?, ¿Cuales serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?
"Este país puede autodistribuirse por sí mismo, esta Revolución puede destruirla, los que no pueden destruirla hoy son ellos, nosotros sí, nosotros podemos destruirla y sería culpa nuestra"
Muchos han dicho "La revolución no puede, no, esto es imposible, no, esto no hay quien lo arreste. Pues sí esto lo va a arreglar el pueblo, esto lo va a arreglar la Revolución, y de qué manera."
Mientras que el 28 de noviembre del propio año, en la graduación de estudiantes Instructores de Arte, argumentaba:
"Una sociedad que quiere ser distinta, una sociedad nueva que trata de alcanzar altas metas, arrastra todos los vicios de aquella sociedad corrompida que quiere cambiar. Eso pesa. Solo el paso del tiempo y el efecto del trabajo, si se trabaja bien. Y nada ha existido más común y universal en el mundo que los errores de los revolucionarios, de los que quieren cambiar al mundo. Por eso no son muchas las revoluciones que avanzan y no son pocas, entre las pocas, que fracasan a lo largo de períodos históricos."
"Una Revolución es el triunfo de la virtud sobre el vicio, es el triunfo del honor sobre la deshonra, es el triunfo de la integridad moral y patriótica contra el mercenarismo y el vicio.
La Práctica Cubana en su lucha contra la Corrupción y el Delito, las Ilegalidades e Indisciplina.
Durante el IV Congreso se aprueban medidas económicas que eran necesario para movilizar a las fuerzas productivas que han sido abordada en otros momentos en este trabajo y que además también tuvieron consecuencia sobre la conciencia social.
Del debate que promovió el Partido Comunista de Cuba, primero entre la población y posteriormente en las sesiones del Quinto Congreso (octubre 1997), se reconoció por parte del análisis y discusión del documento Resolución Económica, que como parte de la dualidad en la circulación monetaria y otras medidas económicas que:
Esta dualidad tiene efectos indeseables, como la diferenciación de ingresos no vinculados al aporte del trabajo. Sin embargo este fenómeno no es atribuirles total y únicamente a la despenalización pues desde antes de adoptarse esta medida venía manifestándose mediante la economía sumergida, más negativa y difícil de controlar y disminuir.
No obstante por más que resultara inevitablemente y aunque esa disimilitud ha tendido a atenuarse levemente con la revalorización de la moneda nacional frente al dólar – casi 7 veces en tres años – y el crecimiento de las posibilidades de acceso a las divisas por diversas vías, entre ellas las de los esquemas de estimulación y la apertura de casas de cambio, no deja de generar problemas ideológicos serios por las desigualdades que crea y los afanes desmedidos de posesión de divisas que desata, muy distantes de los valores y principios que defendemos.
Fidel fue quien primero alertó al Partido, al Gobierno y al pueblo sobre las graves deficiencias que se observaban en la economía, su crítica entroncaba con las advertencias que hizo, en particular en los I y II Congreso del Partido, acerca de no abandonar el trabajo con el hombre, de no descansar ciegamente en los mecanismos del sistema que se implantaba, de no olvidar el trabajo ideológico y político.
Mucho antes de que en la URSS se iniciara la perestroika, la Revolución iniciaba el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, cuyo objeto principal es la plena recuperación del camino socialista y del carácter autóctono del proceso revolucionario cubano.
Cuando la rectificación llega a su fase de madurez, se hizo evidente que este proceso que había comenzado por la economía, abarcaba ya los ámbitos de la política y de la ideología.
El proceso de rectificación a la altura de 1989, cuando comienza la desintegración del campo socialista europeo, ya había eliminado las primas y los pagos indebidos, el sectorialismo, cambió la mentalidad de medir la economía sólo en valores, recuperó la disciplina inversionista, la voluntad hidráulica, la política social en la construcción, resaltando el movimiento de las microbrigadas para las viviendas y obras sociales, el multioficio, paralizó las tendencias a las plantillas infladas, recuperó también el trabajo voluntario, los conceptos de atención al hombre, liquidó la figura del interrupto, criticó y modificó la legislación laboral paternalista, golpeó el afán del lucro, criticó el formalismo en el trabajo político, recuperándolo al poner al hombre en el centro de la atención y al partido en el centro de los problemas.
Con estas transformaciones en lo socioeconómico y a las puertas del V Congreso del Partido era evidente que la rectificación debía abordar la sociedad en su conjunto, tarea nuevamente que solo podría hacerse con las masas. Es por ello que en marzo de 1990 el Comité Central del Partido emite el llamamiento al IV Congreso y en abril convoca a todo el pueblo a discutirlo.
En este sentido histórico del Partido, desde su responsabilidad constitucional de Fuerza Rectora Superior de la Sociedad, alertó y editó varios documentos para la educación de sus miembros y de la responsabilidad de sus organizaciones de base con la regulación colectiva sobre cualquier desviación individual de los valores de la moral comunista.
En 1996 en un documento dirigido a las organizaciones de base con el título La Ejemplaridad: Una responsabilidad irrenunciable de las organizaciones de base.
La moral ética y la entereza de principios son cualidades que se ponen a prueba, hora a hora, en el bregar diario de un revolucionario y es menester poseer criterios y convicciones muy firmes para mantener en todas las circunstancias la intachable imagen que caracteriza a nuestra militancia comunista.
Por ese motivo no es ocioso repetir que combatir la exaltación de la ideología burguesa, con su carga de individualismo, discriminaciones, oportunismo y simulación, es el deber primero de los comunistas.
Cuando esta realidad no pueden ser asimilada por algún militante, cuando notamos que un compañero se va perneando por corriente liberaloides, derrotistas, escépticas o hipercríticas, el Partido y muy especialmente su organización de base, están obligados a ejercer su papel rectificador y educador.
Y cuando hablamos de preparar y educar no nos referimos al estudio y análisis entre los militantes, de directivas y orientaciones emanadas de los organismos superiores, esos instrumentos ayudan en la creación de un marco propicio para ese proceso, pero la formación del hombre solo se logra en la práctica concreta ante los problemas reales y es allí donde el núcleo puede actuar, entrenando a sus militantes en la búsqueda de vías para detectar las dificultades propias y ajenas, así como aplicar las soluciones mas sabias.
No escapa a la observación más epidérmica que la mayor parte de las deficiencias en la conducta de algunos militantes surgieron, crecieron y se mantuvieron por falta de control de las direcciones de sus respectivas organizaciones de base, amén de la poca visión de los cuadros municipales encargados de orientarlas.
Pero, la evaluación y el control de los militantes corresponde a su colectivo de comunista, por ser este el ámbito ideal para ejercer una labor educativa, única vía para dotarlos de la fuerza y el convencimiento que los moverá a actuar correctamente ante cada coyuntura y adoptar una posición de vanguardia en cada instante de su vida, incluso cuando se hallen a solas frente a su conciencia.
Durante 1998 el Máximo Órgano de Dirección del Partido, el Comité Central editó para análisis en las organizaciones de base del Partido, 4 documentos de los cuales en 3, se señalaron errores en la actitud de militantes y falta de control de esas estructuras sobre personas que violaban regulaciones y que no defendían valores sociales reconocidos por el sistema político cubano. Con los títulos Irregularidades en la Empresa de Suministros Agropecuarios de una provincia, Una vez más: el Descontrol y Aleccionadora Historia de una denuncia mal atendida, se pretendía llevar al conjunto de hombres que se afilian a esta organización, una alerta, educación de fenómenos sociales que se estaban dando en la sociedad y que se debía enfrentar desde la perspectiva de la Ética Socialista y de la función reguladora que tiene la organización política sobre los órganos administrativos y gubernamentales.
El cuarto trabajo resume intervenciones de José Ramón Machado Ventura (Debemos enfatizar que el Partido desempeñe un papel rector de la sociedad, en las actuales y futuras circunstancias) donde Se señalan como tareas principales para estos momentos: el trabajo político ideológico, sistemático y diferenciado, el funcionamiento correcto de las organizaciones de base y el papel del Partido en sus relaciones con el Gobierno y la administración, añade además: El único capaz de guiar a nuestro pueblo para que se materialice este propósito es el Partido, debido a la influencia y el prestigio de que goza en nuestra sociedad, a su liderazgo natural que se afianza en la confianza, el apoyo y el respaldo de las masas y que lo hacen acreedor del respeto de todos los cubanos, aún de nuestros adversarios.
Resalta además que En el caso de los núcleos se asigna especial importancia a la realización de las reuniones como marco insustituible en la educación de la militancia.
Es por eso que se recomienda no dar o dilatar estos encuentros sin motivos válidos, pero cuando sea necesario, no se ha de escatimar el tiempo para debatir asuntos de interés para todos. Lo importante es que se analicen bien las tareas y cada militante entienda cual es su misión y la conducta que debe seguir en el momento de que se trate acota que en materia de cuadros, se insiste también, una vez más, en la conveniencia de que nuestros dirigentes tengan presente, en todos los actos de su vida cotidiana, la austeridad. Deben estar convencidos de que se les mira con una pupila muy crítica que no es más que el reflejo de la alta estima en que las masas tienen al Partido, sus dirigentes y todos los comunistas.
Ya en 1999, se comienza a denunciar e indicar a sus estructuras atender, valiéndose de sus facultades en la política de cuadros, actitudes nepotistas: En el documento El nepotismo, algo que no debe prosperar, señala:
La moral, la ética y la entereza de principios de los cuadros, conforman una imagen, que no solo corresponde a ellos mismos, sino también refleja a la institución donde desarrollan sus actividades y la propia revolución.
Como nepotismo se conoce desmedida que dan algunos funcionarios a sus parientes o amigos.
Este mal es muy antiguo y ha traído fatales consecuencias en la historia de la humanidad.
En su argumento se refiere al artículo 7, inciso 11, de los Estatutos del Partido Comunista de Cuba que recoge: Al proponer designar o evaluar a dirigentes, colaboradores, o funcionarios, guiarse por la capacidad política y profesional, los méritos y la firmeza ideológica de estos, en ningún caso por razones de amistad, parentesco o relaciones personales.
Y resume el citado trabajo con la siguiente indicación:
Se trata entonces, de emprender un enfrentamiento decidido a estas tendencias nocivas y son precisamente nuestras organizaciones de base las llamadas a encargar esa misión en cada centro laboral, utilizando para ello, en primer lugar, lo establecido en el artículo 34 de los Estatutos que dice: las organizaciones de base del Partido responden, en lo que les concierne, por la correcta aplicación de la política de cuadros en los lugares donde actúan, controlando que esto se realice adecuadamente.
En mayo del 2000, se publicó otro material dirigido a la educación de la militancia y además publicando y decisión del Grupo de Trabajo del Buró Político con el Título Un principio inviolable para los comunistas donde se critica y expresa la decisión que se adoptará en lo sucesivo con los militantes y cuadros que se les verifique que mientan.
En sus textos los autores citan unas palabras de Fidel Castro pronunciadas ante el Comité Conjunto de Instituciones Cívicas Cubanas el 16 de marzo de 1959.
Columbié Santana Mariela (200) expresa que un fenómeno social de primordial importancia en todo lo relacionado con la formación de los valores y en la perpetuación de una determinada moral, lo constituye la Educación en tanto que proceso dirigido a la consecución de objetivos determinados y específicos en esta área lo que resulta reconocido por todas las fuerzas que en la sociedad intervienen en este complejo proceso.
En fecha tan temprana como marzo de 1965, Ernesto Che Guevara describía la importancia y las complejidades del proceso educativo y su incidencia en la formación de los valores que deben caracterizar al hombre que vivirá en nuevo siglo, en el que ya estamos. Lo definió como un proceso de formación de valores nuevos, los que caracterizarían a ese hombre como un producto no acabado, sometido a un proceso doble de formación: por un lado actúa la sociedad con su educación directa e indirecta y por otro el individuo se somete a un proceso consciente de autoevaluación.
Para mantener la vigencia de la formación moral es necesario el desarrollo de una conciencia, en la que los valores adquieren una singular categoría, de ahí su profética frase: La sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela. Hoy nosotros entendemos mejor que nunca la vigencia y el alcance de estos planteamientos.
Del artículo 1 de la Constitución de la República, explica la propia autora, que se establece de manera clara y directa cuales son los principios éticos que caracterizan el país.
Cuba es un Estado Socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como república unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana.
Somos un pueblo que defiende y prioriza los valores por encima de la riqueza material y que educa a sus ciudadanos en el culto a la dignidad plena del hombre como indicara José Martí.
Es indudable que la crisis económica a la que se ha enfrentado y aún se enfrenta la nación cubana, ha traído aparejado otros problemas en el terreno de la moral y de los valores que es necesario combatir directa y resueltamente.
De la mayor trascendencia es la actitud, la conducta, la moral que tienen que distinguir siempre a los cuadros de la Revolución, cita la autora de este trabajo a Carlos Lage, Secretario del CECM. Es infinito el valor que tiene que asegurar esas virtudes en los cuadros del Estado y del Gobierno, así de las empresas estatales que en nuestro caso constituyen la mayoría. Esto es importante no solo a los ojos del mundo que nos rodea, que a pesar de su desmoralización acelerada, enfoca constantemente la mira hacia nuestro país, buscando el mejor resquicio para atacarnos, sino muy especialmente ante el juicio crítico y ejemplo de abnegación sostenida de nuestro pueblo.
En la medida que se abre la economía del país y en crece la inversión extranjera, los peligros de la perdida de los principios éticos y de violación de los valores morales propios de nuestro pueblo, por parte de determinados dirigentes y funcionarios son mayores. Es por ello que concedemos un gran valor al trabajo educativo y preventivo con todos los cuadros, a la formación y al reforzamiento en ellos de los valores que consideramos que deben caracterizarlos.
Ciertamente los problemas que se presentan son hechos aislados y reciben en todos los casos un tratamiento acorde a la magnitud del mismo, que va desde el análisis político, las medidas educativas, la sanción disciplinaria o la medida judicial, cuando así. El análisis educativo en el colectivo laboral como medio de sacar experiencias de los errores cometidos, resulta muy efectivo para prevenir nuevos errores o conductas inadecuados.
En nuestra concepción, todos los cuadros desempeñan un importante papel educativo, en primer lugar con el ejemplo personal de capacidad, abnegación, dedicación al trabajo y cualidades personales, pero a la vez tienen que ser capaces de desarrollar una labor consciente y organizada, dirigida a la formación de los valores y principios éticos que preconizamos, entre todos los que rodean, ya sean dirigentes o trabajadores.
En ese objetivo se inserta la elaboración y aprobación hace unos años, del Código de Ética de los cuadros del Estado Cubano, que fue precedido por todo un proceso de estudio, discusión y validación de sus preceptos entre todos aquellos que ocupan algunas responsabilidades de dirección, tanto en el ámbito empresarial como público en Cuba.
Como dice la introducción a la 27 preceptos que conforman el Código, este documento no es una simple lista de normas éticas, se inscribe en el conjunto de las actuaciones éticas a las que nos convoca la Revolución y constituye un culto a la dignidad plena del hombre, en profunda armonía con el pensamiento martiano de que Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su Patria.
Este Código constituye un poderoso instrumento de trabajo educativo y político-ideológico con los cuadros, quienes tienen la obligación de cumplirlo y hacerlo cumplir como aparece plasmado en el inciso b) del artículo 6 del Decreto Ley No. 196 sobre el Sistema de Trabajo con los Cuadros, que establece además la firma del Código por cada dirigente en ceremonia solemne ante su colectivo de dirección, como elemento esencial del proceso previo para asumir un cargo.
La creación y el reforzamiento de los valores éticos y morales en los actuales y futuros dirigentes en el ámbito público en Cuba, constituye uno de los objetivos principales en el trabajo de preparación y superación de los cuadros, que se realizan a todo lo largo y ancho del país, como parte de la política oficial establecida. En esa dirección es necesario tener muy presente un grupo de premisas y de principios sin cuya observancia resulta muy difícil obtener éxito en ese empeño. Entre ellos destacamos:
1. Se queremos lograr cambios profundos y duraderos en las personas no es suficiente tratar de modificar las conductas y las actitudes, sino que la esencia está en lograr los cambios en los paradigmas, que son los que condicionan y las actuaciones posteriores.
2. Los paradigmas son estructuras mentales que conforman la manera en que las personas ven, perciben, entienden e interpretan el mundo que los rodea. Es sobre ellos que hay que actuar, y no sobre sus manifestaciones.
3. Los valores son las formas interiorizadas en nuestro subconsciente, como creemos que deben ser las cosas, los patrones o normas con los que medidos todo cuanto acontece. Hacia el reforzamiento de los valores deseados es hacia donde hay que dirigir el trabajo educativo y político – ideológico entre los cuadros y en el pueblo en general.
4. No se puede mantener la integralidad si se habla de una forma y se actúa de otra. Para formar valores es preciso ser consecuente, en el comportamiento, que la conducta sea la expresión de lo que se piensa y de lo que se dice. La actuación debe ser consecuente con el discurso.
Finalmente Columbié Santana, Mariela (200) resume las fortalezas que avala para poder confiar en el éxito de la estrategia cubana de preparación de los cuadros dirigentes para ejercer su función en el servicio público:
Primero: La adopción de un concepto transformador y autóctono que concibe la preparación de los cuadros de manera integral, partiendo de cinco componentes básicos: político – ideológico, profesional, económico, de dirección y para la defensa, que incluye a todos según sus condiciones y características.
Segundo: La existencia de un sistema de educación de postgrado y de superación de dirigentes que articula distintas formas, vías y métodos, que se adaptan a las necesidades de conocimiento de cada individuo, a las funciones que este debe desempeñar y a las características de las entidades.
Tercero: La creación y existencia de un amplio sistema de trabajo, articulado y en estrecha colaboración, conformado por las Escuelas de Cuadros de los Organismos y los Centros de Educación Superior que se distribuyen por todas las provincias.
Cuarto: Existencia, el estudio, la aceptación y la aplicación consecuente en el trabajo del Código de Ética de los cuadros del Estado Cubano, como documento rector e instrumento educativo en esta esfera.
Quinto: Un destacamento de cuadros y dirigentes revolucionarios y competentes, con un alto nivel cultural y técnico y técnico, con probada moral y calidad humana y una reserva joven, impetuosa y audaz, dispuestos todos de conjunto a aceptar el reto de llevar al país adelante.
Unido a esta concepción en la formación de cuadro la dirección del país ha convenido medidas regulatorias de compromiso moral, de apoyo jurídico y de movilización política que tributan a un sistema integral para la educación y corrección de conductas inadecuadas desde el punto de vista de la ética socialista.
Bibliografía
1. Columbié Santana, M. (2000): La Ética y los valores en el Sector Publico como un imperativo de nuestros pueblos. Ediciones Ministerio de Educacion Superior. Cuba.
2. Estéves, A. M. (2005): "Reflexiones teóricas sobre la Corrupción: Sus dimensiones políticas económicas y sociales". En Cuadernos Actuales No.6.
3. Olivera, Peado, M (2006): "Hacia una sociología de la corrupción." En Cuadernos Actuales. No 11 p 4-23.
4. Ramonet, I. (2004): "El nuevo rostro del mundo". Revista "Cuadernos actuales" No 2. pág. 5
5. Suárez F. y Gorrochategui, N. (1998): Corrupción Organizacional: Aspectos vinculados a la estructura de oportunidades en diversos tipos de organizaciones y casos de corrupción institucionalizados. Instituto de Investigaciones Administrativas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
6. Sztompka, P. (1997)"Trust, distrust and the paradox of democracy" Centro Científico de Berlín para la investigación social. Disponible en http:www.skylla.wzberlin.de/pdf/1997/p.97-003.pdf.
Autores
Ms.C Antonio Delgado Perdomo
Ms.C Roberto González Peralo
[1] Grantham, Reino Unido, 1925) Política británica, primera ministra de 1979 a 1990.
[2] 40.º presidente de los Estados Unidos de América (Kilton, Illinois, 1911 – Los Ángeles, 2004). Su presidencia (1981-89)
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