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El planeta humano (página 2)


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Tantos y tantos grandes Seres en este planeta han hablado del Amor. Del Amor incondicional. Del Amor universal. Del Amor que no pide nada a cambio. Del Amor no egoísta. Del Amor nacen todas las virtudes. Si perseveras es porque amas una meta. Si eres paciente es porque amas el presente y tienes desapego de lo que está por venir. Si eres humilde es porque amas la grandeza de Dios que es infinita. Si tienes fe es porque amas a Dios y confías en Dios. Si tienes caridad es porque reconoces y amas la divinidad en los demás. Si tienes esperanza es porque tienes el corazón abierto. Ovidio dijo que la esperanza nace del amor…

De hecho el servicio desinteresado, sin un propósito egoísta, el servicio que se ofrece a Dios en el corazón, es una forma de amar, como por ejemplo el voluntariado.

Amar fue el único mandato de Jesús de Nazareth, su principal enseñanza. Es una meta muy importante en el Budismo (la compasión) y en otras tradiciones también, aparece como meta suprema. En algunas tradiciones se considera que la verdadera naturaleza de Dios no es otra cosa que la felicidad suprema (Satchitananda.-Existencia, Conciencia y Dicha supremas-).

En sánscrito existen muchas palabras para la palabra amor. Está el amor divino (prema), el amor familiar (priya), la compasión que dirían los budistas o la caridad que dirían los cristianos (karuna), el amor erótico (kama), el amor pasional (madana)22… y también hay una palabra para el amor universal, Shiva.

La sabiduría

La palabra española sabiduría proviene del latín, de sapere que significa saber. Y según el Diccionario de la Lengua, el significado que tiene la palabra sabiduría es:

"Conducta prudente en la vida o en los negocios"23.

Es curioso, lo que define la prudencia es la conducta, no el intelecto, según el diccionario. Conducta prudente.

La sabiduría está relacionada con la prudencia, que es la capacidad de distinguir el bien del mal.

Etimológicamente, prudencia proviene del latín; de prouidens, que se compone de pro: delante, adelante y de uidens, participio presente de uideo, ver24. Ver delante. Previsión.

El diccionario de la RAE dice que es: 1Una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello. 2 Templanza, cautela, moderación. 3 Sensatez, buen juicio.

En la Biblia hay un buen ejemplo de prudencia en su sentido etimológico, cuando el Faraón de Egipto tuvo un sueño. En el sueño, siete vacas flacas y feas se comían a siete vacas gordas y hermosas. Pero el Faraón supo asesorarse bien, se enteró de que en la cárcel había un hombre que sabía interpretar los sueños. Así que José fue llamado a presencia del Faraón y José supo interpretar el sueño diciéndole que las vacas flacas representaban siete años de hambruna y las vacas gordas siete años de abundancia y así guardando la quinta parte del grano que se cosechaba durante los siete años de abundancia, logro salvar a Egipto de una época de hambruna. Para ello se tuvo que poner un impuesto a los agricultores, del veinte por ciento del grano durante siete años, que seguro no gustó a los agricultores, aunque de esto nada habla el Génesis25.

En sánscrito hay una palabra que es naya, que es sabiduría política y que significa conducir (por ejemplo un ejército), guiar, conducta prudente o comportamiento prudente, política, gobierno civil y militar; sabiduría, prudencia, razón. De una manera prudente. Plan, diseño, pensamientos de guía, máximas, principios, sistema, doctrina.

Prudencia es no actuar con improvisación. Sino actuar con reflexión, meditando, pensando antes de tomar decisiones. Planificar, tener un plan de acción, tener un programa de actuación. Pensar antes de hablar.

Una cosa es un genio, un hombre con una mente excepcional que tiene una capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables, como por ejemplo Albert Eisntein. Otra cosa es un hombre de ciencia como lo pudo ser Ernest Rutherford, un hombre de conocimiento. Pero otra cosa es una persona sabia como por ejemplo Su Santidad el Dalai Lama o Mahatma Gandhi, una persona virtuosa y con una profunda compasión. Es su conducta lo que ha determinado su prudencia, su sabiduría.

Un erudito o un hombre de ciencia es una persona con muchos conocimientos, pero un erudito o un hombre de ciencia o un hombre de conocimiento, no tiene por qué ser una persona sabia. Puede ser una persona egoísta, orgullosa, decir malas palabras, no tener una conducta prudente, no ser una persona amable y compasiva y portarse mal con los demás, hablar mal de los demás, pero puede tener muchos conocimientos en la mente.

Además no importa tanto tener muchos conocimientos, sino buenos conocimientos. El conocimiento correcto, el conocimiento sabio, el conocimiento no erróneo, el buen conocimiento. Por eso Séneca, en sus aforismos áureos dijo: "no hay que leer muchos libros, hay que leer buenos libros".

En sánscrito hay muchas palabras para el concepto de sabiduría, como vijañana, bodha, viveka, prajja, niti, rishi, naya

Cuando el español Ramiro Calle le preguntó a Su Santidad el Dalai Lama ¿qué sabiduría es más elevada, la sabiduría de la mente o la sabiduría del corazón? Su Santidad el Dalai Lama contestó: es que solo hay una sabiduría, la sabiduría del corazón.

El sentido que tiene esta palabra en oriente es distinto. Tiene un sentido más profundo. La sabiduría surge cuando dejamos la mente quieta y silenciosa y conectamos con el corazón. Después de ello uno puede adquirir conocimientos, que serán vistos desde la quietud de la mente. La meditación da mucha sabiduría, purifica la mente y con una mente pura, hay más luz en la mente.

La Biblia dice: "Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada"26.

Santo Tomás de Aquino afirmó: "La verdad es el fin último del universo entero y la contemplación de la verdad, la ocupación principal de la sabiduría"27.

La verdad

La enseñanza fundamental de Jesús de Nazareth es el Amor. ¿De qué sirve la verdad sin el amor? Mahatma Gandhi tituló su autobiografía "mis experiencias con la verdad". En sánscrito la verdad se llama Sathya, pero es una Verdad más elevada, es una Verdad con V mayúscula, la Verdad suprema. De hecho Sathya proviene de la raíz Sat que significa Existencia. El nombre del movimiento que creó Mahatma Gandhi era Sathya Graha.

Yudishthira, personaje del Mahabharata, la gran epopeya hindú, considera que la verdad es mucho más grande que todas las riquezas del mundo28.

Existe la Verdad superior, que muy pocos la conocen y además los que la conocen pueden muy bien no tener mucho interés en que todos los demás la conozcan, sino solo aquellos que verdaderamente desean conocer la Verdad.

La verdad no superior, no puede ser una convención. Si todos los matemáticos convienen en que 19=20 no por ello 19 será igual a 20. Porque 19 no es lo mismo que veinte. Pero claro todo depende del valor que atribuimos también a cada cosa. A lo mejor, desde cierto punto de vista, 19 es igual a 20, pero solo desde determinado punto de vista. Existe una escala en la verdad como en todas las cosas. Son formas de aproximación. También está lo falso, lo que no es verdad.

Por ejemplo, se puede establecer por convención, que la afirmación de que si uno quiere mejorar su salud tiene que tomar muchísimo veneno es verdad. Pero no por ello esa afirmación se convertirá en verdad, porque sea una convención. También se puede decir la verdad con una mentira o con una exageración. Hay una bella película en la que suceden unos hechos y se llama a declarar a los testigos y cada testigo cuenta una cosa diferente29. Hay un refrán que dice que nada es verdad ni mentira, porque todo depende del color del cristal con que se mira. Pero aún así habrá verdades eternas.

Los matemáticos, por ejemplo, han llegado a la convención de que infinito dividido entre cero es infinito. No es verdad, es una aproximación a la verdad. Es una convención, una manera de decir, bueno, esto en realidad no es así, pero para andar por casa, para entendernos…

En las ciencias, los científicos, establecen lo que ellos llaman principios o leyes. Pero luego llegan otros científicos y demuestran que en realidad estos principios o leyes no eran del todo ciertas o verdaderas. Y más tarde llega otro y todavía más.

Una teoría científica es válida cuando es correcta, una teoría científica no es correcta porque la mayoría de los científicos estén de acuerdo en una hipótesis o en una tesis o en una teoría o en un principio. Un solo científico, contrario a todos los anteriores, puede tener la teoría correcta y que nadie haya convenido sobre ella. Y esto, claro, es verificable. Palabra que proviene del latín veritas, veritatis (verdad). Comprobar que es cierta, que es verdadera, que es así, que se cumple.

La física de Newton formuló leyes universales de la física. Sin embargo la gravedad de Newton no pudo explicar determinados efectos físicos que la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein sí pudo explicar.

Por ejemplo Albert Einstein formuló la ley de la conservación de la energía, que dice que la energía no se crea ni se destruye sino que se transforma. Sin embargo, la mecánica cuántica, demostró, que no es del todo cierta esta afirmación, que no es del todo verdadera porque existe la entropía. Pero a pesar de ello, dicha ley sigue siendo muy válida para muchas aplicaciones prácticas, como por ejemplo en termodinámica, en la construcción de motores.

Las cosas pueden ser más o menos verdaderas. Con lo cual, vemos que lo que se verifica en una época como cierto, exacto, verdadero, puede con el tiempo ser demostrado que no era del todo así de verdadero, cierto y exacto.

La Teoría de la Evolución de Darwin ha sido tenida por válida durante mucho tiempo por científicos, sin embargo actualmente un número cada vez mayor de científicos está cuestionandola mediante la Teoría del Diseño Inteligente.

Desmond Morris expone en su obra "El mono desnudo" que la única función del volumen de los senos de la mujer es atraer al sexo contrario. Dado que para cumplir con la función de amamantar no es necesario el volumen y la función crea el órgano. Y por tanto, concluye, que la única función del volumen de los senos de la mujer, es atraer al sexo opuesto. Pero esta idea es falsa, dado que cuando la mujer está embarazada y por tanto biológicamente, ya no tiene que atraer al sexo contrario, para la reproducción de la especie, es cuando más volumen tienen los senos de una mujer.

Rectificar es de sabios.

La convención, es una convención, no es la verdad. Si todos los seres humanos de la Tierra convienen en que Dios no existe, no por ello va a dejar de existir.

Con respecto a la verdad hay una historia:

"La verdad… ¿es la verdad? Un rey hizo llamar a un asceta muy sabio que residía en uno de los bosques de su reino. Le dijo:

– Me pregunto ¿cómo lograr que la gente sea mejor?.

El ermitaño repuso:

– Puedo decirle, señor, que las leyes por sí mismas no bastan para hacer mejor a la gente. El ser humano tiene que practicar ciertas actitudes y métodos para alcanzar la verdad de orden superior. Esa verdad superior tiene bien poco que ver con la verdad ordinaria.

El rey replicó:

– De lo que no cabe duda, es que yo al menos puedo lograr que la gente diga la verdad; puedo al menos conseguir que sean veraces.

El rey decidió establecer un patíbulo en el puente que servía de acceso a la ciudad. Un escuadrón, a las órdenes de un capitán, revisaba a todo el que entraba en la ciudad. Se hizo público lo siguiente: `Toda persona que quiera entrar a la ciudad será previamente interrogada. Si dice la verdad, podrá entrar. Si miente, será llevada a la horca´??.

El asceta avanz hacia el puente. El capitn se interpuso en su camino y le interrogó:

– ¿Adónde vas?

– Voy camino de la horca para que podáis colgarme.

El capitán aseveró:

– ¡No lo creo!

– Pues bien capitán, si he mentido, ahórqueme.

Desconcertado el capitán comentó:

– Pero si le ahorcamos por haber mentido, habremos convertido en verdad…. ¡su verdad!"30.

Si con la verdad herimos, nos vengamos, descalificamos, destruimos, en definitiva, dejamos que algo que no es una virtud, salga de nuestro corazón, entonces la verdad se convierte en pecado. Cuantas religiones han matado en honor a su verdad… por fanatismo. Entonces es que se habían alejado de la verdadera verdad que es el amor. Porque en definitiva lo más importante es el Amor.

Jesús de Nazareth hablaba de la pureza interior y de la pureza exterior y afirmaba que el hombre no se contamina por lo que entra en su boca, sino por lo que sale de su boca. Por que lo que sale de la boca, sale del corazón31.

La verdad se puede enseñar con una representación, con una pequeña sátira sin ánimo de herir. Con una broma, con un chiste.

Hay otra verdad más grande. La verdad del corazón. Saber qué hay en nuestro corazón. Para eso es imprescindible la autoindagación. Ver en nuestro interior. Para saber cuál es nuestra verdad. Qué es lo que verdaderamente deseamos. Cuál es el verdadero motivo que mueve nuestras acciones. Cuál es nuestra verdadera intención. Muchas veces no es fácil. Muchas veces, si queremos mirar, podemos ver los verdaderos propósitos de nuestras acciones. Entonces esa verdad puede ser dolorosa, pero siempre es constructiva. Porque entonces podemos cambiar los propósitos que antes nos movían.

Esa es una buena verdad, mirar en nuestro corazón. Nos pueden ayudar con dulzura, pero solo podemos mirar nosotros mismos, si queremos.

El respeto.- El respeto es sólo una forma de manifestación del amor. Una muy bella forma. Es la esencia de una reverencia, de la bienvenida, de un saludo, de una sonrisa. Si no te respetas a ti mismo ¿cómo vas a respetar a los demás? El respeto es una forma de honrar a los demás. Si respetas a los demás acabarás respetándote a ti mismo.

La razón.- Algo puede ser razonable y no ser justo. Puede ser razonable y ser contrario al amor. Puede ser razonable e imperdonable. Puede ser razonable y ser destructivo como la economía moderna. El discernimiento es superior a la razón. La razón es solo un instrumento auxiliar que da razones, que da argumentos que pueden ser correctos o no serlos. Pero el discernimiento, ¿con qué criterio actúa? Una guerra puede empezar con razones. En la guerra de Irak, por ejemplo, hemos podido ver que detrás de las razones, había falsedades y también intereses económicos.

Confucio decía: "El que solo conoce los principios de la recta razón, está por debajo de quien los ama"32.

La libertad.- es curioso la cantidad de significados que tiene esta palabra en el diccionario de la RAE "Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos"… "Del espíritu. Dominio o señorío del ánimo sobre las pasiones".

Desde el punto de vista filosófico se mantiene la postura de que libertad es capacidad de elección entre distintas posibilidades. Desde este punto de vista nadie tiene libertad absoluta. Todos nacemos condicionados. Nacemos en un determinado lugar, en una determinada familia rica, media o pobre, con una determinada subraza, con una determinada cultura y con unas determinadas posibilidades. Así, parece que no podemos elegir muchas cosas. La libertad, desde este punto de vista está condicionada. Desde el punto de vista filosófico, entonces, en la sociedad moderna la riqueza es libertad porque abre el abanico de posibilidades a elegir.

El significado que tiene esta palabra es bastante nuevo. En latín o en sánscrito no existe un correlativo de esta palabra. La palabra libertad, en la cultura latina, viene de la palabra liberto que es aquella persona que su condición ya no es la de esclavo, aquella persona cuya voluntad no pertenece a otra persona, que no es una propiedad de otra persona. Liberto es un esclavo que ha dejado de serlo, ni si quiera hace referencia a dejar de estar en el estado del preso, como indica la canción de José Luis Armenteros, cantada por Nino Bravo poetizando la libertad: "libre como el ave que escapó de su prisión y puede al fin volar".

En sánscrito la palabra más parecida a libertad es mukti, que es un término casi sinónimo de moksha, liberación, pero el término español más parecido, dentro del cristianismo sería el de salvación. La diferencia es que en la India entienden que la salvación, la liberación, se puede lograr en vida, como dice el evangelio de Juan: la verdad os hará libres. Se está refiriendo a la salvación como liberación, a la salvación de la carga de los pecados. La liberación de las ataduras terrenales. Es por eso que quien quiere mukti, quien quiere la liberación final, la emancipación, entendida como la liberación de las cargas de sus pecados -de su karma-, tiene que hacer austeridades, penitencias como por ejemplo la oración, para así llegar a la beatitud final, al logro final. El padre de un gran santo de la India, Jñaneshwar Maharash, cuyo nombre era Vitthalpant, tuvo cuatro hijos al primero le dio el nombre de nivriti (quietud mental), al segundo Jñaneshwar (conocimiento) al tercero sopana (escalera) y a la cuarta hija le llamó mukti (liberación). Así que en los nombres de sus cuatro hijos había un mensaje: la quietud mental y el conocimiento son la escalera a la liberación.

En el Siglo XX se ha pasado a una exacerbación de la libertad por encima de cualquier otra consideración, sea cual sea. Ya sea la religión, la moral, las buenas costumbres, la tradición, la razón, el sentido común, la seguridad, la perpetuación de la especie, la naturaleza de las cosas, el respeto a los demás, la consideración, la educación… Parece que no hay nada por encima de la libertad, que se ha convertido en el máximo exponente del comportamiento humano, en el máximo valor de todas nuestras ideas, de toda nuestra cultura, de toda nuestra idiosincrasia. Y la verdad es que cualquier principio filosófico, llevado hasta su extremo conduce necesariamente al absurdo.

La libertad civil está contenida en un principio del Derecho: "lo que no está prohibido, está permitido".

André Malraux afirmó, hace ya unas décadas, que el siglo XXI será espiritual o no será.

Desde el punto de vista espiritual, la libertad es el dominio sobre las pasiones. Siempre podemos elegir. Siempre podemos elegir el dominio sobre las pasiones, sobre los deseos, aunque sólo sea de uno o unos pocos. Desde el punto de vista espiritual, un ser humano verdaderamente libre sería un ser humano que no tiene pasiones, que no tiene deseos. Un ser humano que ha dominado todas sus pasiones, todos sus deseos.

Siempre podemos elegir. Mahatma Gandhi, decía que cuando estuvo en prisión, le trataban casi como si estuviera en casa. No le daban carne, ni pescado, ni sal, ni lácteos, ni café, ni té, ni tantas otras cosas que comemos las gentes comunes que no hemos conquistado los deseos. Y él estaba feliz por ello, porque eso es justo lo que quiere un ser humano que busca el celibato. Dominar los deseos sobre el sexo y sobre la comida que están muy relacionados, para así amar a Dios, a los demás y a sí mismo, con todas sus energías, con todas sus fuerzas. Así que el Mahatma era muy feliz en la cárcel. Esta es la diferencia de visión de un gran alma, a una persona que solo quiere hacer lo que desea, sin importarle los demás, ni tan siquiera él mismo, que es el concepto de libertad hacia el que se estaba tendiendo en el siglo XX.

Sin embargo, la libertad es muy importante. Pero no debería ser el principal valor de un sistema social. En Derecho los métodos que mejor funcionan son los que no coartan la libertad. Son los métodos indirectos, aquellos que no son obligatorios, pero que observando esas normas se obtienen ventajas o beneficios. En mi experiencia, a todo lo que me han obligado contra mi voluntad, aunque sea una cosa muy buena y valorada como montar a caballo, es justo lo que no he querido hacer, ni luego ha llegado a gustarme. Pero la libertad también es un estado interior. Así lo estima el proverbio telugú que declara: "Que tu corazón se calme como el firmamento sin brisa o el mar sin olas, profundo e imperturbable, inmutable y sin variaciones, a esto se le llama libertad"33.

EL PACTO SOCIAL

Rousseau hablaba del pacto social34.

El Derecho público normalmente lo que hace es tomar las instituciones de Derecho privado, como el contrato, por ejemplo, y adecuarlas a las necesidades públicas.

Podría estar bien que todas las partes deleguen para la representación. Pero lo ideal es que deleguen en el mejor, en los mejores, en los más capacitados, en los más aptos, en los más expertos, en los más sabios.

Rousseau, quiso formar un órgano en el que estuvieran representados los corazones de todos. Es una bella idea. Pero desde el punto de vista de la función, desde el punto de vista orgánico, si comparamos a la sociedad con un solo ser humano, esto supondría que el corazón tiene células de todo el cuerpo social, de todo el tejido corporal. Si vemos toda la humanidad como un solo ser humano.

Rousseau veía la ley como la expresión de la voluntad general. Como la expresión representativa de lo que quiere el pueblo. Pero la voluntad del pueblo no tiene porqué ser la más ética, ni la más beneficiosa, ni la más equitativa, ni la más justa. Y la ley está para poner orden, para que reine la justicia al menos.

Según la concepción de Rousseau, el cerebro es solo un sirviente del corazón, que sería el soberano, como colector de la voluntad del pueblo.

Pero los deseos no son siempre los que nos gobiernan, porque tenemos el discernimiento (el presidente), que es quien verdaderamente manda.

Por ejemplo, el hombre puede tener deseos de tener un barco, porque puede irse de pesca con él, puede pasear a la familia los fines de semana, se puede ir de vacaciones en él, y tiene deseos de tener un barco. Eso está en el corazón. Pero la mente racional que es el auxiliar del presidente (el discernimiento), hace cálculos, consulta el precio del barco que estaría bien, luego consulta la partida de ingresos del padre de familia y llega a la conclusión de que no hay dinero suficiente para comprar el barco, sin menoscabar gravemente otras necesidades primordiales de la familia como la educación de los hijos, con lo cual el presidente, el discernimiento, ayudado por la mente racional, que es su auxiliar, decide no complacer los deseos del corazón que son disfrutar de las ventajas de tener un barco para irse de pesca y de paseo.

Así que en esta simple decisión vemos que quien manda no es el corazón, sino el presidente. El discernimiento.

No nos concedemos todos los deseos que tenemos por muchas razones.

Sinceramente prefiero el concepto aristotélico de ley, como la razón sin pasión, mucho antes que la ley como la expresión de la voluntad general. La voluntad general no es la mejor, ni tiene que ser virtuosa, ni ética, ni justa, por el mero hecho de ser la voluntad general, la voluntad mayoritaria.

Si en una sociedad hay mayoría de fumadores, la voluntad general será fumar, por lo tanto, esta sociedad aprobaría una ley por la que se podría fumar en todos los lugares públicos. Pero esta ley, expresión de la voluntad general, que es fumar, no es la ley más benéfica, ni la más ética, ni la más justa, ni la más equitativa, ni siquiera la más respetuosa, aunque sea la expresión de la voluntad general.

Por ejemplo, en países como Estados Unidos y Méjico, países con unas tasas de homicidios muy elevadas, está permitido llevar armas. Es la voluntad general, llevar armas. Y esa es la ley, que permite llevar armas. Llevar armas solo produce violencia, muertes violentas y delincuencia, pero es la voluntad general. Y no es la decisión más benéfica, ni más ética, ni más justa, ni más adecuada, pero es la voluntad general. Y las estadísticas dicen que en Méjico, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, es más de diez veces superior a la de muchos países europeos, en los que no está permitido llevar armas.

Recordemos que la justicia no era un valor patrocinado por Rousseau en su obra el contrato social, aunque al comienzo de la misma dice que trata de que la libertad y la justicia no se divorcien, luego dice que el objetivo de la legislación es la libertad y la igualdad, no la justicia. Se olvidó de la justicia. Rousseau, de hecho, no era jurista, ni universitario, su profesión era la de relojero y grabador y además no había acabado su formación en este oficio, aunque vivió de él. Y hoy en día todas nuestras modernas democracias están basadas en las ideas de este pensador. Los valores de este pensador solo eran la libertad y la igualdad. No la justicia. Y la justicia tampoco era un valor de la Revolución Francesa. ¿De qué sirve la libertad sin la justicia?

La primera definición que aparece en un libro de Derecho de la época, es la definición de justicia, después de un capítulo de Historia del Derecho35.

Así, con las ideas de Rousseau, no importa que la ley sea injusta, lo que importa es que sea expresión de la voluntad general, como dice la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, -en la que no aparece la palabra justicia ni una sola vez-, de la voluntad de la comunidad, recogiendo las ideas de Rousseau.

La idea de los guerreros no aparece en la obra de Rousseau, porque Rousseau no era un protector de la sociedad, su intención no era proteger a la sociedad, sino crear una asociación civil. Es la idea sobre la que funda todo el Derecho público, la idea de una asociación civil.

Las Leyes de Manú (Manava Dharma Shastra) dicen: "VII. 3. El Señor creó al rey para la protección de toda esta creación"36.

El eje sobre el que pivota toda la filosofía clásica es la virtud. Ese es el eje. La virtud, no la libertad.

¿Nos hemos olvidado de la virtud?

Aristóteles dice que la ley debe de estar para castigar el vicio y premiar la virtud. Aristóteles, lo que está diciendo, es que la ley tiene que ser emitida desde un corazón libre de deseos, libre de pasiones. Y así, con Aristóteles, la ley será la expresión de la virtud, que dimana del corazón de una persona sabia, de una persona que no tiene pasiones, porque las ha dominado.

Las ideas de Rousseau, basadas sobre la libertad y la igualdad como fines principales de la legislación (se olvidó de la justicia), fueron dadas para que no hubiera desigualdades sociales, para que unos pocos no tuvieran privilegios y otros no los tuvieran, para que todos fueran iguales en las relaciones de las partes con el todo, de los ciudadanos con el poder. Para que no existiera una nobleza con privilegios y para que los ciudadanos en vez de ser súbditos, fueran ciudadanos libres no sometidos al poder omnímodo del rey y solo súbditos de la voluntad general -en sus propias palabras-. Han pasado más de doscientos años desde entonces. Casi todo el planeta ha recibido las ideas de Rousseau, directa o indirectamente, sin embargo, vemos, que siguen existiendo desigualdades sociales, unos ganan mucho, otros ganan muy poco, por poner un ejemplo. A lo mejor es que unos tenían más capacidades que otros por ejemplo y lo que vemos solo es el resultado de ello. Las desigualdades sociales no han desaparecido por ello, en ninguna parte del mundo. Siguen existiendo. Vivimos en un mundo lleno de desigualdades. Precisamente porque hay libertad.

Rousseau sustituyó la libertad y la igualdad por las dos primeras leyes de la época, que eran: "y su primera Ley que es el espíritu de la Religion es la que le manda buscar y amar este soberano bien a que debe elevarse con todas las fuerzas del espíritu, y de su corazon, como hechos uno y otro para amarle". Después de decir que de esta Ley derivan todas las demás, establece como segunda Ley que los hombres se amen entre sí. Y para establecer la segunda Ley, hace una cita bíblica: Juan 17:21, en latín. ("para que todos seamos uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, para que también ellos sean en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado")37.

Una persona cuando nace lo único que tiene son sus padres, por mucho que se empeñe el iusnaturalismo. Un niño del Chad, puede padecer desnutrición severa aguda, teniendo su país ratificada la Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, mientras que el hijo de Bill Gates, en Estados Unidos, que no ha ratificado la Declaración de Derechos del Niño, nadará en la abundancia. Las tablas de derechos no garantizan nada.

Hoy en día, en España, vemos como hay derechos fundamentales, como el derecho de huelga (el no trabajar) que es un derecho fundamental, frente al derecho al trabajo, que es un derecho ordinario. Así, lo que la Constitución nos dice, es que, no trabajar es fundamental y que trabajar no es fundamental. Eso es lo que nos está diciendo nuestro sistema de valores. Vemos, como determinados colectivos, utilizan su derecho a no trabajar en situaciones delicadas, para así presionar sobre un sector de la actividad y colocarse en una situación de desigualdad económica, logrando sueldos desorbitados -eso si no hunden las empresas– respecto de todos los demás, creando una gran desigualdad en los sueldos. Es decir, para cobrar más, tienes que no trabajar. Y esto claro, es contrario a toda lógica, es contrario a la naturaleza misma de las cosas.

La libertad se define como la capacidad de elección y va unida, al menos en el diccionario español a la palabra responsabilidad. Porque uno es responsable de sus actos. Y en la obra de Rousseau va unida a la palabra igualdad, en el sentido que se trate igual a todas las personas, de que todas las personas sean iguales ante la ley.

Cada persona es única e irrepetible y distinta a todas las demás. Unos tienen unas capacidades, otros tienen otras distintas. Todos somos distintos y únicos. Y a lo mejor no tenemos que ser tratados de igual forma. Si yo por ejemplo, pudiera recibir a Albert Einstein, a la Madre Teresa de Calcuta o Mahatma Gandhi en mi casa, no le trataría de igual forma en la que trato a mi hermana. Cada persona es única.

La igualdad ni tan si quiera es una facultad, es una cualidad, una propiedad. De hecho, hemos sido creados todos diferentes. En nada iguales. La naturaleza ha querido que el cuerpo de cada ser humano sea distinto y único y diferente. Así, tenemos un cuerpo físico único, tenemos un determinado carácter, una determinada personalidad, unas determinadas virtudes, nuestros propios talentos, nuestros propios méritos (que es de donde deriva la palabra dignidad). Todos tenemos un código genético único y distinto a todos los demás, características genéticas únicas, huellas dactilares únicas y nuestro iris único e irrepetible. Somos únicos e irrepetibles, no somos iguales. El mundo está lleno de diferencias. Los hombres están llenos de diferencias. La igualdad llevada hasta sus últimos términos, que es hacia lo que se está tendiendo actualmente, conduce a la falta de distinción, a la falta de discriminación, a la falta de discernimiento. Por qué hay que tratar a todos igual, independientemente de su condición, de su conducta, de sus méritos, de si es vieja o joven o niña, de si es trabajadora o vaga, de si es puntual o impuntual, de si cumple con su deber o no cumple con su deber, de si es aseada o zarrapastrosa, de si se entrega a los placeres de los sentidos o es una persona austera… La igualdad de trato no es una virtud. La igualdad no es una virtud, es una cualidad, una equivalencia, una igualdad de valor. Y no todos valemos lo mismo, ni tenemos las mismas condiciones ni los mismos talentos. Lo cual no quiere decir que no haya que tratar a todas las personas con respeto, consideración, amabilidad y sobre todo con amor, esa era la primera ley antes de Rousseau, el amor.

Es como si yo le digo que el lema que viene en los autobuses "los mayores primero" tuviera que ser quitado porque todos somos iguales sin que pueda prevalecer ningún tipo de discriminación por razón de ningún tipo, incluida la edad. No es lo mismo un adulto que una persona de edad avanzada. No es lo mismo un joven que un niño. Y no es lo mismo un niño que un bebé. Es así de sencillo, por mucho que nos empeñemos. Cada uno juega un papel diferente y único.

Cada ser humano es único, irrepetible y distinto a todos los demás. Si bien, lo que sí que es igual en todas las personas, es la esencia divina perfecta que mora en el interior de todo ser humano, como dicen los textos sagrados de la India. En eso sí que somos iguales. Lo que pasa es que esa esencia divina perfecta no es tan manifiesta en un estafador como en un honrado trabajador y en eso sí que hay diferencias, claro.

El Derecho y la política se han basado hasta Rousseau, en la idea de justicia, definida en principio, por el jurista romano Ulpiano, como "la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo". La definición que da San Anselmo es: "la justicia es rectitud". San Agustín dice que "la justicia es un amor que sólo sirve a Dios y que, por eso, rige bien las demás cosas que están sometidas al hombre". Y Santo Tomás dice que "solo la voluntad de Dios es perpetua. Si la justicia es perpetua voluntad, se concluye que la justicia está sólo en Dios"38.

En sánscrito hay muchas palabras para la palabra justicia, justicia es un término equivalente a orden, rectitud, virtud, fe en el deber, religión, ecuanimidad, equilibrio y también –shas– de corregir, censurar, penar, restringir, controlar, gobernar, administrar las leyes (Las palabras sánscritas son dandaniti -administrar justicia-, dharmikya, dharmitva, saddharma, samya, shagalukitaum, shagkhalikhita, shas).

Locke y Montesquieu quisieron dividir el poder, que originariamente era indivisible pero esencialmente delegable. Así, se creo la Teoría de la División de Poderes, que lo único que ha hecho es que se pierda poder, que se pierda autoridad y que se complique la política. Probablemente la intención detrás de esta teoría de Montesquieu era vencer al rey, vencer al monarca dividiendo su poder. Hoy en día lo podemos ver hasta en las escuelas, la pérdida paulatina del poder y de la autoridad, de los padres en las familias, de los profesores en los colegios, de los jueces, de los propios políticos, todo ello en aras de la igualdad y de la libertad que ya hemos visto que no son virtudes. Y no solo han perdido el poder, sino que también han perdido la legitimidad y la autoridad. Y la falta de autoridad a lo que lleva es al caos, a la anarquía.

Rousseau fundó la libertad como huida de la obligación, de la sujeción al poder real, como exacerbación de los derechos y la huida de las obligaciones. Así lo vemos en nuestras constituciones que solo ven el lado de los derechos. No hay listas de obligaciones fundamentales. Alguien ha dicho que vivimos en un Estado de derechos, en vez de en un Estado de Derecho.

En el Antiguo Régimen, por ejemplo, la nobleza tenía privilegios, pero la idea de justicia era la que regía las leyes, no la de la libertad y por tanto, como contrapartida de esos privilegios tenían ciertas obligaciones que todos los demás no tenían, y por eso se decía: nobleza obliga.

La justicia es equilibrio. Es un dar algo y recibir algo. Do ut des (te doy para que des) es el principio romano. No puede ser solo un recibir. De hecho si la carga de las obligaciones es mayor, también tiene que ser mayor la carga de los derechos, para que haya equilibrio, para que haya justicia, para que haya equidad. Es por eso que la idea de justicia se opone a la idea de igualdad. De haber igualdad, la igualdad ideal, tendría que ser una igualdad del valor de las cargas, para que reine el equilibrio, fundamental en una persona, fundamental en una sociedad.

La prueba de que hoy en día, la idea de los derechos como primeros a las obligaciones, en vez de justo al revés, que era la idea clásica, recogida en innumerables refranes en todas las culturas, en español por ejemplo; primero la obligación y luego la devoción, hay que estar a las duras ya las maduras y no hay mayor satisfacción que el deber cumplido… la prueba de ello es por ejemplo, la crisis económica en España, tiene por principal base, un exceso de crédito, un exceso del derecho antes que la obligación por parte de los que solicitan el crédito, que han sido muchos.

Desde el punto de vista del Derecho, tomar la libertad como piedra angular desde la que se construye el edificio de nuestros valores, supone, que las distintas posibilidades de elección tengan el mismo valor, dado que son solo manifestaciones de nuestra libre capacidad de elección. Así, por ejemplo, elegir entre lo pudoroso y lo impúdico tendrían que tener el mismo valor, lo mismo que tendrían que tener el mismo valor las distintas elecciones entre lo moral y lo inmoral, entre lo ético y lo no ético, entre lo digno y lo indigno, entre lo meritorio y lo no meritorio, lo justo y lo injusto, entre lo virtuoso y lo que no lo es. El Derecho, así, tendría que darles el mismo valor a las distintas conductas, porque serían solo el resultado de la libertad de elección. Actualmente el Derecho está desligado del orden moral, y así lo que tenemos es un Derecho inmoral. Y así lo que se ha conseguido es una tendencia a la anulación de la distinción entre el bien y el mal. A que lo que es bueno y lo que es malo den igual, que tengan el mismo valor. Es la tendencia hacia la que lleva, el tener como piedra angular en el edificio de los valores, el valor de la libertad y el de la igualdad.

La libertad se puede exacerbar, la igualdad se puede exacerbar, pero la justicia si se exacerba, deja de ser justicia, porque la justicia es equilibrio, igualdad de cargas. Cuando la justicia se exacerba, deja de ser justicia, como así lo dice el principio romano de que el Derecho aplicado hasta sus últimas consecuencias produce la injusticia (summum ius, summa iniuria). Igual que cualquier principio filosófico llevado hasta sus últimas consecuencias conduce al absurdo.

La justicia es equilibrio, proporción, previsión, protección39. Justicia es rectitud, es poner primero lo que es primero. En todo hay un orden. Y el orden debe de ser respetado. Por una puerta estrecha no pueden pasar dos a la vez, uno tiene que pasar antes que otro. Hay un orden. Y debe de haber un orden. Un protocolo.

Si nos ponemos a pensar en la palabra justicia, nos viene a la mente la figura del juez con su maza, como persona que imparte justicia. Desde el punto de vista de las cualidades internas del ser humano que la ha de administrar, justicia es prudencia, rectitud, neutralidad, ecuanimidad, imparcialidad, recta visión y previsión.

Sin embargo la justicia no está solo en los juzgados y tribunales, que lo que hacen es decidir en los casos de conflictos de intereses o aplicar el sistema de penas de un país. La justicia principalmente está en la política, en las normas fundamentales, en las leyes, en los reglamentos, en los presupuestos. Así, está la palabra estatuto. Un estatuto es un conjunto de derechos y también -también existen- de obligaciones. Derechos y obligaciones. Eso es lo que conforma el estatuto de cualquier actividad.

La prudencia tendría que ser la principal virtud de los gobernantes (la capacidad para distinguir el bien del mal), la justicia el principal valor del sistema jurídico, la fortaleza la principal virtud de los guerreros y la templanza (la moderación), la principal virtud del pueblo. Así, en una sociedad estarían las cuatro virtudes cardinales, es decir, principales, fundamentales.

La libertad no es una virtud, la libertad es una facultad. La libertad espiritual es un logro. La libertad nos ha llevado a la inmoralidad, a la falta de ética, a la corrupción. La justicia lleva a la rectitud, a la proporción, al equilibrio, a la armonía y a la ecuanimidad. La justicia sí es una virtud, y es una virtud cardinal, esto es, una virtud fundamental, una virtud primordial.

Sin embargo, esto no quiere decir que la libertad no sea importante.

Antoine de Saint-Exupéry afirma "pero al igual que la libertad no es licencia, el orden no es ausencia de libertad40.

LA DEMOCRACIA

Para esta Unión, la democracia tal y como la entendemos tendría que dejar de ser nuestro sistema de gobierno. Pero no de golpe, los mejores cambios son los paulatinos. Los sistemas políticos de las regiones -actuales países- podrían seguir siendo democráticos. No se trata de hacer una revolución violenta.

Los parlamentos representan, de aquella manera, a la población, al pueblo, porque tienen los partidos políticos entre medias. Además con disciplina de voto, con lo cuál ¿para qué representantes? Ya tenemos a los partidos y los partidos sus secretarios generales, que se suceden casi como los reyes.

Los partidos políticos necesitan financiación para sus campañas electorales y luego deben su poder a quienes les han financiado las campañas.

Puede ganar quien haga una mejor propaganda y no el mejor partido. Quien paga decide. Se puede ver como un gobernante como Aznar (con todos mis respetos), puede tomar partido en una guerra en la que nueve de cada diez españoles están en contra. Entonces en la democracia una vez que el pueblo otorga, en las urnas, el mandato representativo en un momento histórico determinado, queda olvidado hasta el siguiente momento histórico. Un día de democracia cada tantos años.

Luego el partido en el Gobierno sufre una campaña de acoso y derribo por parte de la oposición, y así, gobernar se hace algo realmente difícil. Cualquier resquicio de error, será aprovechado por la oposición, que aumentará más y más el error, llegando a deformar la realidad si es necesario y a exagerar excesivamente los hechos, con el único fin de desacreditar y descalificar al Gobierno, haciéndole perder credibilidad y legitimidad. Los políticos de la oposición, sean del partido que sean, parece que lo único que les importa es hablar mal del gobierno. Y así, parece que la política es el arte de la maledicencia. Y así la política se convierte en una maldición constante. Y la Biblia dice que cuando quieras corregir a tu hermano lo hagas en privado. El político de la oposición dice que lo hubiera hecho de otra manera, que hubiera hecho lo contrario, porque los toros se ven muy bien desde la barrera, pero cuando le toca gobernar a él, hace lo mismo que había hecho el otro y que él decía que no hubiera hecho. O incluso la oposición puede jugar sucio y preparar pequeños o grandes actos de sabotaje. Esto hace, que las declaraciones de los políticos, se conviertan en auténticas campañas desprestigio de los políticos en el Gobierno, por parte de la oposición y todo ello con transparencia, para que lo puedan ver todos los ciudadanos. Esto, en realidad, no hace bien a nadie, ni a los propios políticos, sean del Gobierno o de la oposición, ni a los ciudadanos.

En la Constitución española de Cádiz de 1812, se permitía el voto a los analfabetos. Hoy en día sigue siendo igual. El analfabeto o una persona que no haya leído en su vida, sigue eligiendo al político. ¿Es esa una persona con capacidad para una elección?

Imaginemos que tenemos que hacer un viaje en barco. Tenemos que elegir a un capitán para que pilote la nave. Hay dos capitanes, uno es popular y guapo pero no tiene el título de patrón, ni sabe guiarse por las estrellas y el otro capitán, que no es popular ni guapo, pero tiene el título de patrón y sabe guiarse por las estrellas. En la democracia se elegiría al capitán guapo y popular pero que no sabe guiarse por las estrellas ni tiene el título de patrón.

¿Son los hijos los que mandan sobre los padres?¿los alumnos sobre sus profesores? ¿Son los soldados los que mandan sobre el general? ¿los dependientes respecto del comerciante? ¿el auxiliar sobre el juez? ¿el trabajador el que manda al empresario? ¿el oficial al notario? ¿el actor al director? ¿el ordenanza el que manda sobre el ministro? ¿el bedel sobre el rector?¿los fieles en el sacerdote? ¿el policía en el comisario? ¿el bancario al banquero? ¿es el cuerpo el que manda sobre la mente? ¿el monje en el prior o el abad? ¿la monja a la superiora? ¿Es el marinero el que manda sobre el patrón?

¿Es el pasaje quien elige al patrón?

¿Es el marinero el que elige al patrón?

El proverbio turco dice que un barco con dos capitanes acaba hundiéndose. Actualmente en las democracias lo que tenemos es que dos líderes de dos partidos se pasan el día disputándose el poder. Como si fueran dos capitanes luchando por llevar el timón del barco…

El tuerto es el rey en el país de los ciegos. Es un dicho en sentido figurado claro, no literal. La democracia supondría que serían los ciegos los que decidirían, por consenso y el tuerto no sería el rey, que sería el único que sabría por dónde ir -hablo en sentido figurado claro-. Pero el problema es que primero los ciegos tienen que reconocer que no ven, pero como no han visto nunca no pueden entender que alguien tenga vista, porque no saben lo que es eso. En la Biblia se dice que si un ciego guía a otro ciego, los dos acaban en el hoyo41. Esta idea probablemente esté tomada de la Katha Upanishad que dice exactamente lo mismo. En la antigua tradición de la monarquía existía un principio por el que un rey no podía ser ciego. A lo mejor eso era porque no sabría por dónde hay que ir.

Si hay cinco personas en un vehículo a motor y cuatro están borrachos y uno sobrio ¿debería conducir un borracho porque representa a la mayoría de borrachos?

Cuando la técnica no se había perfeccionado mucho, con patrones de iridio y de cesio, un sistema de precisión de medición del tiempo consistía en tres buenos relojes, siendo la buena hora la común de dos de los tres. La Nasa utiliza cinco computadoras que toman decisiones por mayoría para decidir el rumbo, con la finalidad de prevenir el fallo de una computadora por la radiación. Esto se hace así porque la fabricación está muy conseguida y se entiende que lo anormal es el fallo y lo normal el buen funcionamiento.

Una vez íbamos a iniciar un acto, el reloj de pared daba una hora que coincidía con la hora de una de las horas de los relojes de un participante, yo tenía una hora distinta, cinco minutos atrasada a aquellas dos. Dudé de mi reloj porque hacía tiempo que no lo comprobaba con la hora de la televisión que considero la mejor y por la que casi todo el mundo se guía. Cuando llegué a mi casa comprobé que mi reloj estaba bien, tenía la hora buena. Mi hora era la hora correcta y no la del reloj de pared ni la del otro participante en el acto. El acto comenzó cinco minutos antes de tiempo. No porque haya una mayoría de coincidencias, significa que sea la opción acertada.

La democracia moderna en Europa renació con la Revolución Francesa, rompiendo de una manera violenta con el régimen anterior, el Antiguo Régimen, el régimen de la monarquía absolutista.

La definición de Tyrania que dan las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio es: "tanto quiere decir como Señor, que es apoderado en algún Reyno, o tierra, por fuerça o por engaño, o por traicion"42.

Hoy podemos ver como se puede imponer una democracia por la fuerza, como es el caso de Irak. Según Alfonso X el Sabio, sería una tiranía. Una tiranía destronada por otra tiranía. Aunque le llamen democracia. La democracia no salva todos los problemas, ni todas las actitudes, igual que el nombre de Dios tampoco lo hace. Los medios empleados son muy importantes.

A partir de la Revolución Francesa han existido gobiernos basados en la representación. Pero la representación lo único que hace es reunir representantes que no se ponen de acuerdo en las cámaras o que se echan siestas si no cosas peores. Eso si van a votar, porque hay leyes importantes que no se votan por falta de asistencia (quórum). O partidos que pierden una baza política, porque sus representantes no van y los de la oposición sí.

Rousseau, teórico al que se debe la Teoría del Contrato Social, que ha inspirado todas las modernas democracias, habla del parlamento como el corazón y del gobierno como la razón (cerebro). El corazón es el lugar donde se albergan los deseos.

Los deseos son los que nos gobiernan. Pueden ser deseos legítimos y benéficos o pueden no serlo. Pero de hecho, la mente, el discernimiento, en concreto, es el que debe elegir entre lo bueno y lo malo y está para proteger al corazón.

Según el teórico Rousseau, la ley sería fruto del corazón de todos, de la voluntad general (volonté générale). Sin embargo, la palabra volonté proviene del verbo latino volo, que significa querer, desear. Quiso meter en el corazón los deseos de todos, en su loable esfuerzo. Pero los deseos de la mayoría, no tienen por qué ser necesariamente deseos benéficos, éticos y justos, solamente por ser los deseos de la mayoría.

Si la mayoría de las personas de un país fuma y aprueban una ley por la que está permitido fumar en todos los lugares públicos, porque la voluntad general es fumar, esta voluntad no tiene por qué ser ética y benéfica para todos los ciudadanos, por ejemplo, en este caso sería todo lo contrario; ni es benéfica ni es saludable.

Los deseos son los que nos mandan. Rousseau quiso ver el corazón (el parlamento) como el corazón de todos.

El deseo interfiere en el natural fluir de las cosas. Por ejemplo, ¿no han notado, a veces, cuando tratan de recordar el nombre de una actriz o de un actor o de alguna otra cosa, no se acuerdan porque tienen muchas ganas de recordar su nombre? En el momento en el que dejan de desear recordar el nombre (incluso hasta el punto de que no les importe volver a recordarlo nunca más) y dejan de dar importancia a este pequeño hecho, el nombre del actor o de la actriz viene de forma natural a la mente. Bueno, también puede ser por haber desayunado poco o mal, o mal y poco. O por la impureza de los actos, o por la vejez. O por una enfermedad o por no tomar suficientes alimentos con fósforo o por la edad. El deseo interfiere.

El Talmud afirma: "Las pasiones son como el hierro echado al horno, mientras está dentro del horno, no puedes hacer con él una vasija"43.

En el tercer capítulo de la Bhagavad Gita, Arjuna pregunta al Señor Krishna:

"36 ¿Qué fuerza hay en el hombre que lo impulsa hacia el mal, a pesar de que su propia voluntad se oponga?

El Señor dijo:

37. Es el deseo, la iracunda, furiosa pasión que nace de la guna rajas, la gran devoradora, la mortal. Reconócela como la fuerza enemiga del hombre.

38. Tal como el fuego es oscurecido por el humo, el espejo por el polvo y el embrión por el amnios, así el deseo oscurece el conocimiento"44.

Santa Teresa de Ávila decía "niega todo lo que deseas y hallarás lo que realmente buscas".

El Dhammapada budista declara: " No hay fuego como el deseo; no hay mal como el odio; no hay nada más enfermo que el cuerpo; no hay mayor felicidad que la paz del Nibbana"45.

En el Dhammapada se declara también: " Quien conquista la pasión, no vuelve a ser derrotado; ¿qué podría perturbar al Buda omnisciente, libre de cualquier pasión y cuyo camino conduce a él?"46.

El Tao Te King afirma: "Por eso, la manera de gobernar del Sabio empieza por:

Vaciar el corazón de deseos,

Llenar el estómago de alimento,

Debilitar las ambiciones,

Y fortalecer los huesos.

De este modo, hará que la gente permanezca sin conocimientos ni deseos, y cuida de que los que saben no actúen".

"Cuando los deseos humanos son moderados, se produce la paz, y el mundo se armoniza por su propio acuerdo"47.

En el Astavakra Samhita un diálogo entre el maestro Astavakra y su discípulo, el Rey Jánaka, se utiliza la palabra león para referirse a un hombre sin deseos. Es probable que este sea el motivo por el que al Rey Ricardo I de Inglaterra, le dieron el nombre de Ricardo Corazón de León48.

Según Aristóteles la ley es la razón sin pasión49. La razón sin deseo. Es decir la ley es la razón pura. En otras palabras, sólo hay ley, cuando el corazón no tiene deseos. Cuando hay deseos, no hay ley. Esto es justo lo contrario que cuando el hombre que gobierna, lo hace bajo sus particulares deseos y preferencias sobre la mayoría. El deseo del hombre mora en el corazón.

Me estoy refiriendo a los deseos personales del ser humano que gobierna, claro. Está claro que la política ha de tender hacia el bien común, como decía Santo Tomás de Aquino en su definición de ley: la ordenación de la razón para el bien común, dictada por el jefe de la comunidad y promulgada.

Al igual que en el ser humano sólo hay un órgano que toma las decisiones, así debe ser en el gobierno de una nación.

Si el corazón del gobernante no tiene deseos, si tiene un corazón puro ¿entonces para qué una cámara representativa? La cámara no hace sino reflejar los distintos tipos de deseos del gobernante popular mayoritario. Que no tienen porqué ser los más beneficiosos, ni los más éticos, ni los más equilibrados, ni los más justos, por el mero hecho de ser los deseos de la mayoría.

En la democracia entonces quien manda, en teoría, son las mayorías (porque se pueden poner de acuerdo minorías en contra de la mayoría), los hombres o las mujeres, o los negros o los blancos, o los viejos o los jóvenes… En el caso de un gobierno mundial la cosa se complicaría más, porque podrían ser los asiáticos o los africanos, los musulmanes o los cristianos, etc.

Es curioso que en la India antigua, si se extinguía la línea de sucesión a la corona, la tradición mandaba que se eligiera a un mendigo, para que gobernara el reino. Puede parecer una irracionalidad, pero no es tal. ¿Qué desea un mendigo?

Una vez fui a comprar tabaco, llevaba dinero, por la noche, a la vuelta me encontré un mendigo en el suelo sentado sobre un cartón. Le pregunté si quería algo, dinero, tabaco, comida, me contestó que no necesitaba nada.

Ahora la razón puede aparecer más clara. Dice el refrán que no es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita.

Los sabios son aquellos que no son gobernados por el deseo en su corazón. Son aquellas personas que tienen el corazón puro.

El poder no corrompe. Es una fuerza que se manda en una determinada

dirección. Creará fuerzas de distintos tipos, una en sentido contrario otras adyacentes. Porque existe el principio de acción y reacción.

El poder no corrompe, lo que corrompe son los deseos ilegítimos y egoístas del gobernante.

Hoy en día podemos ver con mucha frecuencia como la corrupción afecta a casi todos los gobiernos democráticos.

En la tradición maya, que no ha tenido ningún contacto con la tradición occidental hasta Colón, se consideraba al monarca, al rey, como divino o como sagrado.

En la tradición inca, que tampoco ha tenido ninguna influencia de la civilización occidental hasta Pizarro, el emperador era considerado como una persona totalmente sagrada, había que inclinarse ante él, era el intermediario entre los dioses y los hombres y era quien gobernaba el imperio.

En las sefirot, dentro de la tradición cabalística del judaísmo, la primera de todas es la corona (Kéter), a la que se le asigna el número uno y que está seguida por la sabiduría y por el entendimiento.

En la tradición egipcia se consideraba al faraón como Dios.

En la tradición china, se consideraba al emperador como divino y vivía en la Ciudad Prohibida.

En la tradición de la India, la Bhagavad Gita dice; "De entre los hombres, Soy el monarca"50.

En el sintoísmo, el emperador es el sumo sacerdote del sintoísmo oficial, y se le considera como tenno, soberano celestial y también como la conexión entre los dioses y los hombres.

En la tradición latina los cuatro tratamientos que se daban al emperador eran: excelentísimo, divinísimo, piadosísimo y terribilísimo y existía un principio "A Deo rex, a rege lex." (De Dios el rey, del rey la ley).

Este principio también existía en la tradición inglesa traduciéndose como "The king is from God, the law from the king" – frase atribuida a Jaime I de Inglaterra-.

En la tradición española; Las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, establecen:

"Vicarios de Dios son los Reyes, cada uno en su reino, puestos sobre las gentes para mantenerlas en la justicia y en la verdad en lo temporal, como lo hace el Emperador en su Imperio. Esto se demuestra cumplidamente de dos maneras. La primera de ellas es espiritual, según lo mostraron los Profetas y los Santos a quienes dio nuestro Señor la gracia de saber las cosas con certeza y la gracia de hacerlas entender. La otra es según la naturaleza, como la mostraron los hombres Sabios, conocedores de las cosas naturalmente. Y los Santos dijeron, que el Rey está puesto en la tierra en lugar de Dios, para cumplir la justicia y dar a cada uno su derecho. Y por tanto le llamaron corazón, el alma del pueblo de su Señorío. Además, como el corazón es uno, y por él reciben todos los miembros unidad, para ser un cuerpo, también así todos los del Reino, aunque sean muchos, porque el Rey es y debe ser uno, por eso deben también ser todos uno con él, para seguirle y ayudarle en las cosas que ha de hacer. Y naturalmente dijeron los Sabios que el Rey es cabeza del Reino, y que así como de la cabeza nacen los sentidos porque mandan todos los miembros del cuerpo, también así, por el mandamiento que nace del Rey, que es Señor y cabeza de todos los del reino, se deben mandan y guiar y haber un acuerdo con él para obedecerle y amparar y guardar y acrecentar el Reino, donde él es el alma y cabeza y aquellos los miembros"51.

En las siguientes leyes habla de que el rey debe amar a Dios, temer a Dios, servir y loar a Dios, no debe codiciar riquezas, que no debe codiciar ser muy vicioso, cómo debe decir sus palabras, no decir palabras inconvenientes, debe vestir muy apuestamente, debe ser virtuoso, no debe codiciar cosa que sea contra derecho, debe tener amor por el conocimiento, debe ser graciado y franco, moderado en la comida y en la bebida, cómo debe ser la mujer del rey, cómo debe amar a sus hijos, que no debe tener malquerencias…

El monarca tiene que estar rodeado de personas sabias que lo instruyan, controlen, adiestren, asesoren. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en Alfonso X el Sabio. El gobierno no puede quedar en manos de una sola persona que gobierne a su albur, según sus propios deseos en perjuicio del pueblo. El poder tiene origen divino y su destino es gobernar en favor del pueblo. Pero no solo el poder, la riqueza también. Pero tanto uno como la otra si no se manejan con la debida diligencia conducen a la destrucción. Si no se cuidan.

Hemos nacido para servir, todos y cada uno de nosotros. El rey también, pero más todavía que cualquier otra persona.

San Juan XXIII, declaró: "Mas la autoridad misma no está libre de toda ley; más aún, como quiera que su facultad de mandar nace de la recta razón, se sigue que la fuerza obligatoria procede del orden moral, el cual, a su vez, se funda en Dios, primer principio y último fin suyo"52.

Antoine de Saint Exupéry también habla de que la autoridad debe de estar fundada en la razón53.

El poder era originariamente indivisible y esencialmente delegable54.

El parlamento renació, en la Edad Media, con la Carta Magna de Juan sin Tierra, con un fin muy determinado, poner coto a la potestad de imponer tributos que tenía el monarca. ¿Por qué? Porque el monarca entonces es que ya no gobernaba en favor del pueblo, sino para mantener con un alto coste un ejército por causa de ideas expansionistas.

La democracia está basada en un sistema de límite del control absoluto del monarca.

Es un sistema limitante del poder y los resultados de ello están a la vista. Se sustituyó el gobierno de uno por el desgobierno de los deseos de la mayoría.

El sistema de representación política actual, basada en el poder sobre los medios de comunicación y en la financiación por parte de las empresas, en favor de intereses particulares tiene que ceder. Quien tiene la información tiene el poder.

En la práctica de la democracia en España, se ha comprobado, como partidos regionalistas, han ostentado la llave del poder y han pactado con los partidos que no alcanzaban las mayorías suficientes para gobernar, en favor de los intereses particulares regionales y en contra de los intereses generales del país. Recabando para sí, cada vez más y más competencias, hasta que ha llegado un momento en el que alguno de ellos estaba promoviendo la separación de la propia España, para constituirse en un país independiente. Y esto es contrario a la unidad de un país. Y lo sería también para el caso de la constitución de una única nación en todo el planeta.

Sin embargo, si los sistemas políticos de las regiones, de los actuales países, quieren seguir siendo democráticos, no hay ningún problema.

En el ser humano, solo hay un órgano que toma decisiones. Al igual debe de ser en política, y se ha de cuidar de que esté bien asesorado claro.

EL EQUILIBRIO

En el Antiguo Régimen las personas se veían sujetas al poder real, que era absoluto. Viviendo en un estado de sujeción general frente al poder real. Entonces, las personas no tenían derechos, solo tenían obligaciones, todos, absolutamente todos, tenían la obligación de obedecer al rey. Aunque algunos, tenían privilegios, pero como contrapartida de estos privilegios, tenían ciertas obligaciones, que todos los demás no tenían. Por eso se decía: nobleza obliga.

Con las ideas iusnaturalistas, se pasó a una consciencia de que el hombre tiene derechos innatos, derechos naturales, derechos que le corresponden por la naturaleza de las cosas. Con las ideas revolucionarias de la Revolución Francesa y la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano, ya no se veía a una persona como súbdito, sino como ciudadano libre con una serie de derechos fundamentales que no eran susceptibles de ser regulados por el poder, que quedaban al margen del contrato social.

De esta forma, hemos pasado de un desequilibrio por un lado, por el lado de la obligación, de la sujeción, a un desequilibrio por el otro lado, por el lado del derecho. Ahora, actualmente, como consecuencia de las ideas del iusnaturalismo y de las ideas predominantes en la Revolución Francesa, se ha pasado a un desequilibrio por el lado de los derechos. Ahora, los derechos son fundamentales. Un ciudadano libre tiene derechos fundamentales, pero no tiene obligaciones fundamentales. Y esto no deja de ser un desequilibrio también. Parece que el hombre, nada más por el hecho de nacer, sin hacer nada de nada, ya tiene derechos. No se los tiene que ganar. No tiene que hacer nada para tener derechos. Y así se ha educado a los jóvenes en la cultura de los derechos, y no paran de decir: yo tengo derecho, yo tengo derecho, yo tengo derecho. Es lo que se les ha enseñado.

Un derecho fundamental, cualquiera de ellos, hace nacer, de forma totalmente natural, obligaciones en los que no son los titulares de aquél derecho. Y por el principio de paralelismo de las formas jurídicas, tales obligaciones, tendrán que tener también la misma cualidad de fundamentales. Esto pasa con cualquier derecho fundamental. Pero las recíprocas obligaciones fundamentales que genera el derecho fundamental, no se reconocen. Porque parece que los derechos son buenos, son reconocibles y merecedores de protección. Pero no las obligaciones, que no tienen que ser declaradas, ni listadas, ni mencionadas, porque son malas. Parece que las obligaciones son malas y que no deben de ser reconocidas y los derechos son buenos y sí que lo tienen que ser. Pero la obligación es la otra cara del derecho, es así de sencillo. Si una persona tiene un derecho, otra u otras personas tendrán la obligación que es la contraprestación de ese derecho, es así de sencillo. Si no se reconoce la recíproca obligación fundamental, si no se reconoce como obligación de todos los ciudadanos, el respetar ese derecho fundamental, el derecho fundamental no tendrá la misma eficacia, no estará debidamente protegido.

Su Majestad Doña Isabel II, la Reina de Inglaterra, le dijo a su Primer Ministro Tony Blair, que a ella le habían educado en que el deber es lo primero55. Así, que todos obedecen a la Reina o al Rey, pero para el monarca, también la obligación es lo primero.

Su Majestad Don Juan Carlos I, Rey de España, declaró que a él le enseñó su padre (Don Juan), lo que es el servicio y lo que es el deber. Se mantuvo en el ejercicio de su cargo hasta los 76 años, momento en el que abdicó en favor de su hijo Felipe VI, aduciendo que era el momento de dar paso a la nueva generación, aunque quería seguir trabajando, pero como decía él, para ello tendría que pedir permiso a su hijo. Todo un ejemplo de trabajo y del deber56.

Don Arturo Fernández, presidente de la Patronal Madrileña declaró a Trece Televisión, que primero es la obligación y luego es el derecho.

Esto se puede contrastar en casi todos los trabajos, donde para cobrar el sueldo, a mes vencido, primero hay que trabajar un mes. Es decir, primero es la obligación y luego es el derecho. Como mucho pueden ser simultáneos como en la compraventa. Pero si primero es el derecho, sin duda se contrae una obligación que tendrá que cumplirse después. Lo que no es lógico es que se tengan derechos de carácter fundamental pero no se tengan obligaciones de carácter fundamental.

Hay un dicho que dice: hay que estar a las duras y a las maduras. Y el dicho no dice hay que estar a las maduras y a las duras. No. Dice a las duras y a las maduras.

Hay un dicho que reza: no hay mayor satisfacción que el deber cumplido.

La satisfacción genera felicidad, gozo, dicha, alegría. Cuando uno se siente satisfecho, se siente feliz, aunque solo sea por un tiempo limitado. El deber es lo que se debe, la obligación, lo que es obligatorio y cumplirlo es fundamental en la vida de una persona.

Hay un proverbio español que dice: primero la obligación y luego la devoción.

El sabio filósofo hindú Kauthilya dijo: "la raíz de la felicidad es el dharma" (Cumplir el deber).

Hoy en día tenemos muchas tablas de derechos, pero también tenemos muchas recetas de antidepresivos.

LA ELECCIÓN DEL GOBERNANTE

El sistema de elección de los gobernantes no puede estar basado en la representación. Sino en la elegibilidad, en las cualidades que debe tener el gobernante.

Por ejemplo, una empresa privada, tiene como característica propia, en teoría, el ánimo de lucro ilimitado, deseos de riqueza. Esos deseos son los que mandan, esos deseos están representados por el comité de accionistas (el corazón). Estos accionistas eligen o mandan elegir (a un caza talentos) un director, un gerente, un manager. Le exigen la más alta cualificación para dirigir la empresa; titulación, experiencia, masters, idiomas, etc… Y se toman muchas molestias en elegir al mejor, no a cualquiera. De hecho en la empresa privada existen pruebas de otras cualidades humanas como la honestidad, la lealtad. Y utilizan psicólogos de empresa para colocar a las personas en los puestos más convenientes. Hacen muchos esfuerzos por elegir al mejor para cada puesto.

En esta gran nación, que sería el planeta Tierra, el planeta azul, ocurre lo mismo. Pero se sustituye el comité lleno de deseos de un lucro ilimitado, por el alma que tiene un gran deseo de llegar a Dios. Los líderes religiosos y espirituales eligen un gobernante con el corazón puro. Y luego se sustituye por el corazón del gobernante, por un corazón puro.

El gobernante tendría que ser una persona muy ecuánime, calmada, equilibrada, flexible, imparcial, moderada, justa. Este el significado que daban de lo justo (aequitas) los romanos.

El gobernante tiene que tener una gran capacidad de decisión, de distinción, de discernimiento, análisis, de autoindagación, capacidad de mando. Debe tener rectitud de corazón, sabiduría, carencia de deseos en el corazón. Debe cuidar mucho su alma, debe de tener el corazón puro. Es por ello que son los sabios los que deben gobernar. Los que tienen el corazón puro. Debe de ser una persona con una gran capacidad de rectificación. Porque rectificar es de sabios. No debe de atarse por su palabra, aunque sea un rey o presidente. El refrán dice que uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice. Es más importante la sabiduría y responder a las necesidades prioritarias que la propia palabra, aunque sea la palabra de un rey o presidente. Reconocer que uno se ha equivocado, la humildad, es muy importante. Y rectificar, sobre todo si cambian las circunstancias que han motivado nuestra previa decisión.

El Titanic era el barco más grande jamás construido en 1912. Fue capitaneado, sin humildad, a gran velocidad, pretendiendo una nueva victoria, un nuevo éxito. No bastaba con que fuera el barco más grande jamás construido, también tenía que batir un record de velocidad. Entonces, un barco muy grande era muy poco maniobrable, divisaron un iceberg y no les dio tiempo a virar porque iban muy deprisa. El capitán estaba avisado por radio, por otros barcos que ya habían navegado en la zona, de que se habían divisado icebergs en la zona por la que el Titanic iba a navegar horas después, sin embargo el capitán no bajo la velocidad, continuó a toda máquina.

Quizás el capitán de ese buque no se había amaestrado a sí mismo primero, no había amaestrado sus sentidos, no había conquistado sus deseos. Y tenía un deseo de victoria, un deseo de conquista. O quizás fueron los armadores del buque quienes quisieron esa victoria y presionaron al capitán que está bajo sus órdenes. Es probable que el hundimiento del Titanic sucedió por la voluntad de Dios que quiso dar una memorable lección de humildad a los patrones y a los armadores.

La humildad es la capacidad de reconocer las propias debilidades, los propios errores, las propias limitaciones y de actuar de acuerdo a ese conocimiento57.

Pero no se inquiete, la ingeniería naval ha avanzado muchísimo. Esas limitaciones han sido vencidas. Actualmente los transatlánticos tienen hélices transversales al sentido de la marcha, en la quilla y hélices impulsoras que son capaces de girar en todas direcciones (propulsores eléctricos azimutales). Estas hélices les dotan de una gran maniobrabilidad, hasta el punto de que no necesitan de remolcadores para entrar en el puerto (No hablo del Queen Mary II). Y a uno, le da la sensación de que el capitán, en vez de realizar una maniobra de atraque de un transatlántico, está aparcando un pequeño utilitario con suma facilidad y precisión.

Un gobernante debe de tener muy claro que es lo que quiere para su nación. En política se habla de prioridad axiológica valorativa. Es decir, un gobernante tiene que tener un orden de prioridades. Debe de tener muy claro cuál es su primera prioridad por decirlo de algún modo. Debe de saber hacer un buen orden de prioridades. Pero quizás en política lo mejor es que un orden de prioridades sea moderado. Que no exista una gran diferencia entre la valoración de unas prioridades y otras, para que no se produzca una escasez.

Por ejemplo, un gobernante tiene como prioridad el medio ambiente. Por el medio ambiente sacrifica la industria. Entonces la industria deja de ser tan esplendorosa, tan boyante, tiene menos ingresos, entonces se produce una disminución de la economía, de los ingresos del Estado, viene una crisis económica, aumenta el paro, el mercado interior se contrae… La moderación es magnífica, incluso en el programa político, en el rumbo a seguir. En la valoración de las prioridades. No ser rígido, severo, excesivamente riguroso y saber hacer correcciones, ver sin perjuicios las desviaciones del plan, rectificar, para poder así corregir el rumbo. Y los mejores cambios son los cambios paulatinos, porque generan estabilidad. No querer cambiar todo de golpe. Tener paciencia. "Piano piano si arriva lontano" , dice el refrán italiano -Despacio, despacio, se llega lejos-.

Normalmente en la política lo que se hace es gestionar un presupuesto, aplicar energía (la energía del dinero, la energía económica) de una manera ordenada a distintos fines. Pero en un presupuesto, el aumento de cualquier partida presupuestaria significará necesariamente la disminución de otras partidas. Porque el presupuesto es limitado. Aumentar todas las partidas presupuestarias solo se puede hacer aumentando los ingresos estatales. Eso puede suceder cuando se aumentan los resultados de la economía de una nación, cuando la economía va bien, cuando la economía crece. Sabiendo dirigir la economía de una nación. Y la sabiduría de la Biblia nos enseña que en esos momentos hay que llenar "el granero", para que cuando vengan las vacas flacas siga habiendo grano también.

La seguridad en uno mismo, no es una cualidad que se deba de tener en cuenta, dado que un ser humano seguro de sí mismo, puede tomar decisiones equivocadas, estando seguro de sí mismo.

Sócrates dice que deben gobernar los filósofos, que aman la verdad, que odian la mentira, que no tienen una naturaleza vil, avara ni vanidosa, con una mente expedita en el aprender y de buena memoria, que se dejen llevar a la contemplación del ser en cada cosa, moderados, expeditos en el estudio, elevados de mente, bien dispuestos, amigos y allegados de la verdad, de la justicia, del valor y de la templanza, magnánimos, generosos y con una naturaleza afín a todo lo excelente. Y también dice que se debe de elegir a los más firmes y más valientes y si fuera posible a los más hermosos. Y que hay que elegirlos cuando han llegado a la madurez por su educación y sus años58.

Aristóteles declaró: "La naturaleza ha querido que el ser dotado de razón y previsión mande como dueño"59.

A los cirujanos se les exige como diez años de estudio para poder ejercer de tales, porque tienen en su mano la vida de miles de personas durante toda su vida. Pero a un gobernante que puede mandar a la muerte a millones de personas en una guerra no se le exigen estudios.

Un muy buen sistema de elección, sería un sistema parecido al de la selección de las empresas privadas, pero con un grupo de los líderes religiosos y espirituales de las principales religiones y caminos espirituales del mundo o las personas que éstos designaran, que saldrían de un Congreso de Espiritualidad y Religiones.

Este grupo se ayuda por el grupo de personas que crea conveniente.

Ellos pueden saber quién puede gobernar mejor ¿de entre quién?

Lo ideal es que fuera una persona muy equilibrada emocional y racionalmente.

El Ramayana dice: "Solo un hombre virtuoso debe ser coronado rey"60.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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