Es inseparable de esta educación intelectual, toda la educación física, a la cual se añade la caza con perros.
Esta educación física, conserva todavía un cariz de privilegio, reservado a los aristócratas.
Un proyecto educativo orgánico, que asume en gran parte los usos corrientes de la época, modificado en vista de una renovación ideal, lo encontramos en Platón; en Aristóteles encontraremos en cambio una descripción y una integración de los usos corrientes, con una intención reformadora mínima, pero con un intento de sistematización e interpretación significativo.
Se mencionan solo algunos rasgos:
Platón parte de la división social del trabajo y de su expresión histórica en la polis, donde los guerreros aparecen por último como producto y remedio de la corrupción; … para educarlos él dice que ¨ no existe educación mejor que la antigua ¨ ( República II, ) fundada en la música y en la gimnasia:… lo que hay ¨ en todas partes ¨(pantakhou). Esta concepción del pantakhou, o sea de la sociedad como educadora es quizás, además de la reinterpretación de la música y de la gimnasia , el elemento más nuevo y más característico de la pedagogía Platónica.
Catálogo de Platón
Empezando por los jardines de infancia, proponiendo un catálogo de disciplina que ayude a elevar y desarrollar en toda su plenitud el alma, estas son:
La aritmética, la geometría con la estereometría, la astronomía y la armonía, pero todas ellas pensadas no con fines prácticos, sino con fines de elevación y de promoción ( epanagoghe ) y de conversión ( anástrofe ) del alma, para alcanzar la disciplina suprema , la dialéctica o filosofía, respecto a la cual todas las otras materias son simples premisas
( propaideia ), y que prescinde de todo elemento sensitivo.
Esta es la paideia de los filósofos ( La república , VII ).
Es característico que Platón ignore la "loipa mathemata", de la que habla Diógenes Laercio, o simplemente la subestima, de hecho no tiene simpatía por la escritura, como todo espíritu aristocrático.
Aristóteles, por su lado, después de haber hablado ampliamente las tareas del estado, de la educación de las artes y del adiestramiento del esclavo, distingue lo que se hace por utilidad ( chresis ) y lo que se hace por el conocimiento ( gnosis ) ; o sea, distingue entre la razón práctica ( fronesis ) y teórica ( sofía), actividad ( ascholazein) y ocio ( schole ).
Con base en esto, analiza la educación existente, discutiendo las cuatro disciplinas ya consolidadas de la escuela : gramática, gimnasia, música y dibujo.
Como se puede ver, las letras olvidadas por Platón, se registran aquí : Aristóteles, en su realismo, no puede ignorarlas.
Pero hay un exponente y teorizador más de la utopía platónica y de la reconsideración aristotélica : Sócrates
Es el heredero de los sofistas, para el cual la educación sobre "el decir y el hacer las cosas de la ciudad" se traduce en una instrucción oratoria y retórica , en el arte de hablar en público en los consejos, y en las asambleas.
El arte de la palabra, o la institutio oratoria, se convertirá de hecho en el contenido y el fin de la instrucción griega como ya lo habrían empezado a enseñar los sofistas Gorgias, Protágoras y Pródico, Hipias y Eutidemo, interlocutores de Sócrates en los diálogos Platónicos.
Los docentes: grammatistes, grammatikos, rhetor.
Pero volvamos a la escuela y a sus personajes, empezando por el personaje menos insigne; pero más característico, el gramatistes( maestro del abecedario).
Como los otros artesanos del demos, el maestro enseña a sus discípulos aprendices en su ¨tienda¨ en la calle, y al mecanismo de la enseñanza añade el rigor de la disciplina que a menudo incluye los golpes.
También aquí, como en Egipto (e Israel), en la literatura y en el arte Griego existen testimonios de maestros golpeados por los discípulos.
Plutarco, nos habla de muchachitos que se vanagloriaban de golpear al pedagogo y Luciano, en sus diálogos, trata repetidamente el mismo argumento (el sueño o la vida de Luciano).
Por otro lado, mientras que los maestros de escuela eran griegos, o sea hombres libres, que ejercen un oficio como otro, los pedagogos eran esclavos.
El muchacho va a la escuela externa, que será la escuela del grammatikos y allí la educación física se desarrolla fuera de clase, en el gimnasio mientras que la educación literaria, al menos la inicial, se lleva a cabo privadamente con el pedagogo en casa.
La difusión de la escuela y el gimnasio.
La escuela se desarrolló gracias a aportaciones financieras o sea a donaciones de privados, de ciudades o de soberanos, y poco a poco se irán convirtiendo en una escuela de estado.
Diodoro Sículo nos narra , que en el 435 a. C. El fundador de Locri, dispuso
" que todos los hijos de los ciudadanos aprendieran las letras proveyendo la ciudad a los salarios de los maestros" [bibl. hist. XII].
Aristóteles nos informa que en sus tiempos, o sea desde finales del Siglo IV a.C , en la mayoría de las ciudades la instrucción era todavía privada; pero personalmente se declara favorable a la escuela pública, así como se demuestra al final del libro VII de la política.
Pero a partir de ahora, la instrucción se refiere no solo a los niños libres, sino también a las niñas (parthenoi) y a los padres (penetes) e incluso a los escolares (dovloi), como atestigua Plutarco en "el delibeis educandis [8c] y ateneo [2 62b]".
Después de los anteriores hubo una extensión progresiva a los adolescentes hacia las especialidades olímpicas y de la participación en las olimpiadas, significa una indudable difusión de la educación física.
Pero lo característico de la historia de la decadencia griega, es la progresiva consolidación de las competiciones gimnásticas, e incluso musicales: Educación física e intelectual (para el hacer y el decir) progresan conjuntamente, pero lo relativo a la educación en las musas cambia, y al canto y a la danza, mediación entre lo físico y lo intelectual, se añaden las competiciones poéticas o teatrales(Mente sana en cuerpo sano).
Después poco a poco, a pesar de un retorno a la gimnasia entre los siglos
II y III d.C., los ejercicios intelectuales prevalecen, y la antigua unidad entre lo físico y lo intelectual se perderá definitivamente.
El aprendizaje.
Nos falta decir alguna cosa sobre aquel, tercer aspecto de la formación del hombre que es el aprendizaje para el trabajo.
A propósito del trabajo y de su dignidad social, creo que se ha de evitar sobre todo cualquier generalización.
Pero en el campo existen los thetes, o jornaleros, que son mendigos o esclavos, cuyo salario es precario y el trabajo duro.
En el juramento de Hipócrates, no obstante encontramos bien caracterizado el tipo ¨familias¨ del aprendizaje, que ya hemos visto entre los egipcios: consideraré como padre aquel que me inició y fue mi maestro, en este arte… consideraré como hermanos a sus hijos.. Y haré partícipe de mis lecciones tanto a mis hijos como a los de mi maestro.
En los procesos culturales predomina la investigación teórica sobre la aplicación técnica: Arquímedes, según Plutarco, en la vida de Marcelo, no consideraba una cosa digna la invención de máquinas; pero fue obligado a ello por las exigencias militares de Hierón de Siracusa.
El único arte que une teoría y práctica o, en otros términos la única ciencia aplicada, era la medicina.
Galeno se burla del teórico sin práctica.
Vinculada a la filosofía Jónica, esta se levanta, de entre todas las artes, al nivel de una ciencia que se expresa en sus tratados, conservando en el mismo nombre de su rama más operativa, el recuerdo de la preeminencia de la mano (keirourghia, operación manual).
Esta era y sigue siendo un "arte", con una tradición de transmisión de padre a hijo, junto con el secreto del arte (que el juramento hipocrático obligaba a mantener).
Su elevación a rango de ciencia lo llevará en el médico a formar parte del saber universitario.
Podemos añadir que aparece en Grecia (y se veía mejor en Roma) la costumbre de adiestrar a los esclavos en determinadas profesiones, al servicio del patrón, a través de verdaderas escuelas,.. Podemos concluir que la instrucción profesional nace como instrucción servil, deberá recorrer un largo camino para adquirir una verdadera dignidad.
La enseñanza en Roma
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Se dice que todos los caminos conducen a Roma y en esta exploración histórica no podemos pasarla por alto.
Recordemos que Roma fue la sexta potencia mundial.
Entonces situémonos en Roma, donde sobresale la educación moral, cívica y religiosa, y por otra parte la instrucción escolar en sentido técnico, y especialmente en lo que se refiere a las letras, es casi totalmente griega, con palabras de Cicerón podemos decir que "se deben atribuir a los romanos los valores (virtudes), a los griegos la cultura (doctrinae)" (de orat., III. 34, 137); o bien se puede decir que la cultura romana fue una cultura de importación griega.(rep., II, 9, 34).
La educación en la familia romana
Según la opinión unánime de todos los historiadores de la pedagogía, el primer educador en la roma antigua es el paterfamilias… sería, por ejemplo, difícil establecer si Plauto es original, o sea Romano, o si se atiene fielmente a su modelo griego, cuando dice que; "los padres en primer lugar son los artesanos de sus hijos, los que les dan las bases"(most, 120-121)…, en la Roma antigua es inútil buscar delincuentes o prófugos de su patria, como Fénix o Patroclo , presentados por Homero en la Ilíada.
Sin embargo, cualquiera que sea el juicio de Plutarco, la autonomía de la educación paterna era una ley del estado: el padre es patrón y artesano de sus hijos…, y en estas familiae la patria potestas, que representaba el máximo poder también en cuanto a la educación.
A pesar del fuerte peso del Estado, tan característico de la tradición romana, se coloca en una posición independiente respecto a toda intervención estatal.
El mismo páter es la patria:… no hay pues que extrañarse si durante mucho tiempo no existe en Roma ninguna forma de educación pública, por lo que atañe a la primera infancia, situación por lo demás común a otros pueblos; pero que es objeto de crítica por parte del historiador griego Polibio (Cicerón, rep., IV, 3,3).
Por ejemplo, Plauto, en el paraje ya citado precisaba que "los padres dirigen a los hijos y les enseñan las letras, el derecho y las leyes" (most., 126-127); siendo esta última enseñanza una novedad Romana respecto de Grecia, ya que según Platón, en Atenas, después de que los muchachos habían recibido la primera educación por obra de los padres y maestros, la misma ciudad les enseñaba las leyes.
Pero es sobre todo el otro gran historiador, Tácito, quien nos ha dejado en el diálogo de los oradores, una nostálgica revocación de esta antigua educación familiar, cuya primera protagonista es la madre.
El papel de las mujeres en la educación familiar, no es pues algo secundario, de acuerdo con la mayor consideración social de la que gozaron las mujeres romanas respecto de las griegas.
Aquí Tácito recuerda a Cornelia, madre de los dos Gracos; a Aurelia, madre de César; a Atia, madre de Augusto.
De manera similar, su contemporáneo Quintiliano, atribuye a la madre la misión de enseñar a los hijos los primeros elementos del hablar y del escribir (i, 1, 26), y nos recuerda que para ello se solían usar, en su tiempo, letras móviles de marfil o de hueso.
Muchos textos nos describen como, bajo la tutela de la madre o de la nodriza, el niño va creciendo en casa junto con sus coetáneos, entre juegos y las primeras enseñanzas, de las cuales nos han quedado frecuentes testimonios, escritos o iconográficos… habían también juegos de reflexión, como el de "las damas y del ajedrez", y juegos de astrágalos y dados; mientras que otros juegos, como la gallina ciega, el columpio y la cometa, fueron quizás importados de Grecia.
También encontramos la fórmula puerilitalis, o sea los grados de la infancia con sus respectivos asistentes adultos: "la partera trae a la luz, la nodriza alimenta, el pedagogo educa, el maestro instruye"…
El cuadro educativo es el que hemos ya encontrado en la mostellar de Plauto o en la sátira xiv de Juvenal: letras, leyes, preparación para la paz y para la guerra. Es la formación del ciudadano, del político, nos encontramos aquí ante un personaje histórico que representa la antigua educación, pero que al mismo tiempo fomenta la nueva, llevada a cabo por
Los esclavos profesionistas.
Así pues Catón, no se adapta a la costumbre que ya se estaba difundiendo entre la clase alta, la de confiar a los esclavos griegos la educación de los hijos.
Se trata de la costumbre contra la cual Tácito, protestará más tarde cuando, siguiendo el discurso que ya hemos mencionado en parte, lamentará que "ahora el niño todavía pequeño es confiado a una esclava griega, a la que se añade algún otro esclavo, casi siempre muy vil y nada preparado para una tarea seria"(XXVIII).
La educación romana por parte de siervos y libertos.
Probablemente el desarrollo histórico, pasó del esclavo pedagogo y maestro en el seno de su familia, al esclavo maestro de niños de diversas familias, para llegar finalmente al esclavo liberto (libertus) que enseña en una escuela propia.
Como en Grecia, estos esclavos pedagogos fueron casi siempre extranjeros "barbarizantes", o sea que hablaban mal el griego, así en Roma, estos esclavos maestros, fueron griegos, que hablaran o no perfectamente el latín, enseñaron en su propia lengua y transmitieron su propia cultura a los romanos, en fin, con el desarrollo de la sociedad patriarcal romana, la educación se convierte en un oficio, ejercido en primer lugar por los siervos dentro de la familia; después por los libertos en la escuela.
Utilizando las conocidas palabras de Horacio, la Grecia intelectual conquistada, conquistó a su rudo vencedor, e introdujo las artes en el rústico lacio: … (A partir del siglo III a.C.
Ya existían escuelas en Roma, aunque bajo la influencia indirecta de griegos y directa de los etruscos.
Tito Livio observa que " la costumbre de confiar varios muchachos a una sola persona, pedagogo y maestro al mismo tiempo, era griega" (v,27,i)
Históricamente solo se puede afirmar que en Roma, con la llegada de embajadores de Grecia primero y prisioneros después, se puede establecer el nacimiento y la consolidación de las escuelas, que son de cultura Griega más que Latina: precisamente una incisiva disciplina, una cultura de importación.
Las resistencias a la aculturación griega.
Lo que nos autoriza a afirmar que en aquella época entre finales de siglo IV y principios del III a. C.., la escuela es una institución normalmente generalizada en Roma… y que hacia el 230 a.C. ¨ el primero que abrió una escuela en Roma, fue Espurio Carvilio.
Suetonio, nos documenta mejor que cualquier otro escritor, acerca de los inicios y la oposición en contra de la nueva institución llamada "escuela":
La gramática no era algo usual en Roma, ni tan solo algo honorable, ya que la gente era todavía ruda y belicosa, y no se dedicaba mucho a las disciplinas liberales.
Más o menos… la retórica en roma, igual que la gramática, fue aceptada tardíamente y con dificultades, desde el momento en que, parece que incluso se prohibió ejercerla (rhet.,i).
Sin embargo, la escuela, si no fue camino de la revolución popular, si fue el trámite para la participación de los individuos en particular, en cuanto burócratas, en el poder autocrático del estado.
Por lo demás, en pocos años este oficio, considerado indigno porque se hacía por dinero.
El enseñar retórica, fue practicado también por ciudadanos romanos, el primero de las cuales, según Séneca el retórico, fue Blando, el caballero (controversiae II, proemio).
Literatura, escuela y sociedad.
Esta victoria de la escuela de tipo griego en Roma, representa un hecho histórico de gran valor, a través del cual la cultura griega se convirtió en patrimonio común de los pueblos del imperio y fue transmitida a través de los milenios a la Europa medieval, y moderna, en fin hasta llegar a nuestra civilización, como premisa y componente esencial de su historia.
Sin embargo… será necesario investigar mejor cómo y por qué repitiendo las palabras de Séneca el retórico, era innoble enseñar lo que era noble aprender.
"el arte poética no estaba en un lugar de honor", escribe Catón, en su Carmen de moribus (que es un "carmen" que no hace más que registrar por escrito su actividad de ciudadano paterfamilias); y lo mismo repite Cicerón.
Se repite así en Roma lo que ya hemos visto teorizar por Platón y Aristóteles en Grecia : un hombre libre puede dedicarse a sus actividades artísticas y literarias no como ejercicio de una profesión, sino como actividad cultural desinteresada y ocasional no por arte, sino por la cultura.
Incluso las profesiones intelectuales más lucrativas, se reservan pues a la gente de un determinado grupo social, no a los ciudadanos, cuyo oficio es precisamente el oficio de ciudadano.
Tácito, llamaba artes honestae solo a la res militaris, la iuris scientia y la eloquentiae studium (dial. xxxviii): estamos de nuevo ante el arte político, cuya enseñanza ya hemos encontrado el Plauto y en Juvenal.
La escuela romana y sus enseñanzas.
Pero ya es hora de que veamos más de cerca lo que fue en Roma una escuela de tipo griego, cuáles fueron sus enseñanzas, cuál su didáctica.
Desde Apuleyo, nos viene indicada claramente la secuencia de enseñantes y de enseñar, que él llama "las copas de las musas":
la primera copa, o sea la del enseñante del alfabeto, libera del analfabetismo.
la segunda, o sea la del gramático aporta instrucción.
la tercera, o la del retórico nos da las armas de la elocuencia.
Y añade que de estas copas deberían beber la mayoría, pero que él, en Atenas, ha bebido otras copas estudiando también, Poesía, Geometría, Música, Dialéctica y Filosofía.
La distinción de los tres grados de escuela no era muy rigurosa.
Nos lo confirma Séneca, diciendo que "el gramático se ocupa de la corrección del hablar, y si quiere proceder más allá, se ocupa también de las lecturas de prosa, y, para extender al máximo su campo, también de poesía".
Quintiliano, es sin duda el mejor guía para entrar en una de estas escuelas y conocer sus enseñanzas: en su institutio oratoria (la formación del orador) nos da al mismo tiempo, un testimonio sobre la escuela real y una imagen de la escuela ideal, tal como él la quería… ¨para quien ha aprendido a leer y a escribir, la cosa principal es la gramática… ¨
En este estudio se definen dos partes, las reglas de hablar y la lectura de los autores; la primera se llama metódica, la segunda histórica…
Además, la gramática, debiendo hablar de los metros y de los ritmos, no puede ser perfecta sin la música, y , si se ignoran los movimientos de las estrellas, no podrían entender los poetas las palabras que usan tantas veces para establecer los tiempos, el surgimiento y el ocaso de los astros; y no pueden ser ignorantes respecto a la filosofía.
Por tanto, para ser un hombre culto, es necesario tener conocimiento en algunas disciplinas fundamentales.
En el lenguaje de Quintiliano, estas son la música, la astronomía, la filosofía natural, o sea las ciencias, así como la elocuencia, cuyo estudio se completará en la escuela de grado más elevado, la de retórica.
Estas disciplinas forman lo que según Quintiliano los griegos llamaban enkylios paideia, que para él tiene el significado de cultura completa o enciclopédica…,
Se estudiaba un poco todo lo cognoscible:
Materias literarias y materias científicas, como diríamos hoy; o bien, como bien pronto se empezará a decir, artes ceremoniales y artes reales, trivium y quadrvium…
Antiguamente los poetas eran "vates", inspirados por los dioses, y por ello depositarios del auténtico saber.
Es igualmente importante lo que Quintiliano, nos dice aquí, acerca de la "geometría",..
"se dice que en la geometría hay una parte útil para la tierna edad … la geometría está dividida en números y formas… y se eleva hasta el conocimiento del orden del mundo; y se encuentran algunos que dicen es un arte más similar a la dialéctica, que a la retórica.
Llamados con su nombre actual, los aprendizajes propuestos por él, podrían alinearse en esta serie de disciplinas:
Lengua y literatura, música (canto y danza), ciencias naturales (con especial referencia a la astronomía), matemática (y geometría), lógica (filosofía).
Ciertamente no estamos demasiado lejos al currículum moderno.
El maestro y la escuela
Si nos preguntamos ahora, como se presenta en la antigua Roma, en la época en que la escuela es ya una institución generalizada y radicada, la figura del maestro, que hemos visto nacer históricamente como el profesional de un trabajo servil, hemos de reconocer que al prestigio de los estudios liberales no correspondió un prestigio similar de dichos profesionales..
Los testimonios literarios, nos hablan más a menudo del desprecio por dicha profesión.
Del litterator y del grammaticus se secundan sobre todo dos cosas:
Su sádica severidad y su miseria o la pobreza del maestro como usted lo prefiera.
Inevitablemente a esta sádica severidad se contraponen el aburrimiento y la indisciplina de los estudiantes:
La didáctica en la escuela era obsesiva y repetitiva, como la conocimos en Grecia.
El maestro" domador" hablaba y los estudiantes repetían; (cualquier parecido con Siglo XXI, es mera coincidencia), la mayor parte de la enseñanzas se aprendían de memoria;…
Antes de la generalización del uso de la escritura, la memoria era el indispensable y único instrumento de aprendizaje,
Y para ello se utilizaban el verso y la música.
Otra razón obligada al uso de la memoria: lo sacro y el carácter esotérico de las enseñanzas, reservadas en general a un grupo cerrado, a una casta sacerdotal…, la memoria sigue siendo la reina indiscutible de la escuela.
Incluso las matemáticas se aprendían de manera mnemotécnica y mecánica: "dos más dos cuatro", este estribillo se me hacía odioso, dirá San Agustín, recordando la tristeza de su vida escolar.
El aburrimiento de esta didáctica, el temor de los golpes y de las fustas, los contenidos alejados de la vida cotidiana y de los intereses reales de los jóvenes y de la sociedad no eran ciertamente un aliciente para frecuentar la escuela…,
La escuela es contestada, no solo por parte de los incultos, que no llegan a comprender los aspectos positivos, sino también por parte de los filósofos serios y de los mejores de sus mismos enseñantes.
No podemos olvidar en este contexto la magnífica polémica de Séneca, el filósofo contra los estudios liberales. El observa que "No se aprenden las cosas necesarias a fuerza de aprender las inútiles y que con los estudios no se llega a ser bueno, sino solo docto".
Nos interpela con una impactante pregunta: "¿Para qué sirve saber?",
Con la cual pone en entredicho todo conocimiento, toda ciencia, porque estas pueden enseñarnos ciertamente a medir el círculo o a darse cuenta de otras cosas particulares; pero no ayudan a conocer el ánimo del hombre, ni a practicar las buenas costumbres. al contrario dice, a menudo se observa que quien profesa estos estudios liberales es peor que los otros(use discernimiento el lector y compare con su tiempo , su espacio y sus circunstancias en este Siglo XXI), y exclama que es mejor, enorgullecerse del título más modesto… el de hombre honesto (bonus) [ibid., 38]
El malestar por este alejamiento de la vida, se advierte como decíamos incluso dentro de la escuela: Séneca el retórico y Quintiliano, los dos máximos retóricos de la época clásica en Roma, se consideran también sus críticos más lúcidos.
Más pertinentes todavía y más recias son las críticas que Petronio pone en boca de algunos personajes de su Satiricón, he aquí a Encolpio: ¨según mi opinión, considero que los muchachos en la escuela se hacen cretinos, porque no ven ninguna de las cosas que practicamos en la vida" [sat., ii].
Así pues, la escuela de los estudios liberales vivía gozando de los favores de la moda y sufriendo las críticas de doctos e indoctos.
De la condición más miserable a una condición de rey:
Entre estos dos polos oscilaba en realidad, la condición del enseñante de los diversos grados de la escuela:
Del litterator al grammaticus y al rhetor, con sus sensibles diferencias individuales y locales.
Los esclavos "litteratores, vendidos en el mercado con un cartel pegado que los calificaba como tales, como gramáticos y "rethores", podían tener diversos precios.
San. Agustín, algunos siglos después, denunciará la misma renuencia en pagar los honorarios de los maestros, incluso en los grados más altos de la instrucción: llegado a Roma desde Cartago para que enseñar retórica, y encontrándose satisfecho de la mejor disciplina de los estudiantes, sin embargo constata el hecho de que , para no pagar al maestro sus honorarios, los estudiantes se ponían de acuerdo y pasaban en grupo a otro maestro, burlándose de la buena fe y de la equidad del maestro.[vi, 21]
La escuela del Estado
Horacio, al que ya hemos visto ironizar sobre los grandes hijos de los grandes centuriones de provincia, nos habla de las artes liberales, en las que todo caballero y todo senador hacía por instruir a sus vástagos [sat., i, 6, 77, 78]; lo cual quiere decir que la escuela de gramática y de retórica era pues la escuela de los grupos privilegiados.
Juvenal, nos confirma que la elocuencia esa cosa rara entre los que vestían harapos. Precisamente por su carácter clasista, por el hecho de que se refiere a los grupos dominantes, es cosa de interés público y tiene el apoyo directo del poder político, que en un primer momento extiende especiales, concesiones después da estipendios a los maestros, y finalmente asegura la fundación de escuela.
De gracia nos llega pues con la escuela, el mecenazgo, primero privado y después el estipendio por parte del estado.
De esta forma Plinio, planteaba el problema que ya hemos visto tratado en Grecia por Aristóteles: si era conveniente o no la intervención directa del estado, como acabará haciéndose .
Con Vespasiano se establece el primer estipendio estatal para una cátedra de retórica, la de Quintiliano en Roma… pero se trata de una medida que concierne solo a la enseñanza que formaba cuadros de la burocracia imperial.
Después, un emperador imbuido de cultura griega, Adriano, actúa como un mecenas griego- helenístico, pagando los gastos para la construcción de nuevos gimnasios en Atenas, Epidauro. ¨ A vuestros hijos doy el nuevo gimnasio para el decoro de vuestra ciudad¨.
Después Antonio, asignó los honorarios y los salarios a los retóricos y a los filósofos de todas las provincias.
A principios del siglo IV a.C., con la reorganización emprendida por Diocleciano y en especial con el edicto sobre los precios de las cosas venales, del 301 d.C. Incluso los honorarios de los enseñantes de los diversos grados, igual que los de otras profesiones, ya fueran estas "sórdidas" u "honestas", están rigurosamente establecidas.
En el 376, por evidente inspiración del retórico Ausonio, sub preceptor que ya conocemos, el emperador Graciano, establece que en toda ciudad llamada ¨metrópoli¨ se elija a un ¨noble profesor.¨ y define los honorarios que se le deben pagar; 24 monedas al retórico, y 12 al gramático.
Pero tales disposiciones imperiales debían tener escasa eficiencia práctica.
La educación física
Si damos la razón a Séneca, el cual dice que antiguamente no se enseñaba nada que se debiera aprender acostado,¨ ya hemos oído a Juvenal y a otros recordar al mismo tiempo la preparación para la paz y para la guerra, para el decir y para el hacer, como ya conocemos desde la educación Homérica.
Después…, y los Albanos les enseñaron (los juegos) a sus jóvenes, y de ellos los recibió Roma, en sus competiciones principales y los conservó como gloria de los ancestros; y ahora se llaman competiciones Troyanas y batallón Troyano, el del niño [v, 596-602].
Esto es precisamente "jugar a la guerra" para prepararse a la guerra.
Pero evidentemente presupone una preparación física que diríamos de base, con los ejercicios obvios de carrera montar a caballo, lanzar dardos y flechas.
Los romanos no conocían las palestras; su campo de entrenamiento era, en la ciudad, en la llanura junto a la ribera del Tíber, que precisamente por el fin de los ejercicios que allí se llevaban a cabo, estaba consagrada al dios de la guerra Marte: el campus martius; y también el mismo Tiber ¨ todos los jóvenes van a nadar como recuerda Cicerón.
Todos estos ejercicios tenían una finalidad directamente militar.
Nerón, según Suetonio, consolidó esta costumbre griega, cuando instituyó, por primera vez en Roma, una competición triple, cada cinco años, según la costumbre griega, musical- gimnástica- ecuestre, que llamó Neronía (Nero, xii 3.
En fin, frente a la agnóstica griega existió una gnóstica oposición similar a la que hubo respecto de la escuela griega de gramática y de retórica.
También en Roma el tirocinio físico- militar, que juntamente con la oratoria política era el fundamento de la formación del ciudadano, además de suplir la influencia griega, cedió el puesto al profesionalismo de los atletas, siervos y forasteros, y de los gladiadores, perdiendo totalmente el carácter antiguo del privilegio de los hombres libres.
A otros nobles tocará en los siglos sucesivos volver a ejercer este privilegio.
El trabajo y el aprendizaje.
Si las artes liberales, o sea las letras, encuentran desconfianza y obstáculos, nos podemos imaginar como todas las actividades técnicas fueron consideradas sospechosas por parte de los libres.
Aparte de la agricultura, que es un aspecto y una fuente del dominio de los patres, patrones de la tierra, cuyo estudio es por ello parte de la literatura de los cives romani, desde Catón a Varrón, Virgilio y Colmuela, todas las actividades productivas, y no solo las sordidae, sino también las liberales, son indignos del hombre libre.
Si Plinio el viejo, nos habla de la pintura como de un arte en otro tiempo noble ars quondam, que Fabio Pintor, dice que era un cultivo.
Pero la cultivo por placer y no por ganancia, y aquí reside la diferencia, según Platón, Aristóteles y Cicerón, por eso el ejercicio de todas estas actividades se dejó a los esclavos y después a los libertos.
Según Plutarco, el emperador Numa dividió al pueblo según los oficios.
Más que dividirlo según su origen Romano o Sabino, constituyendo las primeras ocho corporaciones de oficios (collegia artidicum), que fueron:
flautistas, orfebres, leñadores o carpinteros, tintoreros, zapateros, peleteros y curtidores, caldereros y alfareros.
A los que se añadieron otros artesanos, los del hierro y los de la plata, y otros oficios.
Y sabemos que, en los collegia se seguían, diversos grados desde el primer aprendizaje hasta la posesión completa del oficio.
Todavía en la edad imperial un gran ´´technita"" griego, el médico Galeno (130-200 d.C.), reproponía intacta la vieja contraposición:
"entre las artes se hace en primer lugar una doble distinción:
Algunas son racionales y dignas de veneración, otras despreciables y para fatiga del cuerpo; y estas las llaman mecánicas y manuales:
Y sería mejor que nos ocupáramos de la primera clase de artes"…
Son de la primera clase:
La medicina, la retórica, la música la geometría, la aritmética, la dialéctica (logistike), la astronomía, la gramática y la jurisprudencia (nomike). Y se pueden añadir la escultura (plastike) y la pintura (graphike); si bien estas últimas operan con las manos, sin embargo su ejercicio no requiere de fuerzas juveniles…
Y Galeno, naturalmente, indica como mejor de todas, la medicina.
Un imperio cristiano y bárbaro.
Estamos ya en el umbral del medioevo bárbaro, en el oriente griego subsiste, y subsistirá por otro milenio, el imperio que nosotros llamamos bizantino; pero que allá continua llamándose romano; en el occidente latino, en el transcurso del siglo V, el imperio acaba por disgregarse totalmente y se instalan los nueve reinos romano-bárbaros.
De ello resulta una fragmentación política en regiones cuyo desarrollo, notablemente diferenciado, hace imposible la narración de una historia común…;
En cuanto a dominio, los bárbaros asumen las tareas político-militares del hacer, mientras se reserva a los romanos, de manera subalterna, las tareas administrativo- culturales del decir.. Esto corresponde en buena parte a la nueva separación de siempre entre gobernantes y gobernados..
Pero quizás es oportuno referirse a las condiciones materiales de esta sociedad en crisis profunda y en transformación, para darnos cuenta de cuál podría ser la vida de los adolescentes y de la escuela y el desarrollo de la cultura.
Que en esta situación de desastre, en cuya descripción se siente la mano del funcionario salido de las escuelas de retórica, y mientras enteras poblaciones de bárbaros armados recorren el imperio desolado, no se pueda hablar de cualquier organización de la vida civil ni de una escuela generalizada, parece del todo evidente.
Para la mayoría, no se trataba ya de educar a los propios hijos, sino de salvarlos de una muerte por hambre..
Los procesos históricos son distintos; hay una Galia bárbara y una Galia romana; en África los vándalos pronto fueron aculturados a la cultura romana, y en una medida mucho menor lo harán los ostrogodos en Italia, al menos hasta Teodato, y solo más tarde los Visigodos en España; ..
Y a las invasiones violentas del siglo V, siguen unos asentamientos que permiten renacimientos culturales, como en Italia bajo los Ostrogodos, hasta que el intento de reconquista por parte del imperio de oriente causa desolación y muerte.
En esta situación, variable de un lugar a otro, de desastre y reconstrucción, la cultura tradicional-se decía- está en manos de los romanos, y sigue siendo en gran parte la cultura tradicional romana… es cierto que los primeros bárbaros llegaron al territorio del imperio ya aculturado a su civilización, y la mayoría ya convertidos al cristianismo, y existe pues una mentalidad cristiana común a los viejos pueblos romanizados y a los nuevos bárbaros; pero en realidad, bárbaros y romanos se adhieren a dos confesiones
Cristianas distintas: los bárbaros son Arrianos, los romanos son Católicos; esto comportará una extrema dificultad en las relaciones socioculturales.
En la comunidad cristiana, al menos desde el concilio de Jerusalén del año 52 d.C…, y aunque si a principios del siglo III, Orígenes sostenía que los cristianos no debían enseñar gramática y retórica, los "primeros grandes" resolvieron el problema sin demasiadas dudas, educándose en las escuelas de retórica y siguiendo la enseñanza de Cristo.
Paradójicamente… Juliano el apóstata, un emperador de austera moralidad, que (para estupor de muchos) echa en cara a los cristianos su mundanalidad y corrupción, y se proponía como fin de su vida la imitación de los dioses…
Menos explícito en las motivaciones, pero inequívoco en las consecuencias prácticas es el ""edicto sobre las escuelas"", emanado por Juliano el 17 de junio del 362 d.C.: "es necesario que los maestros de las escuelas y los profesores se distingan primero por las costumbres y después por la elocuencia… ordeno que quien quiera enseñar no se atenga a la improvisación e incontroladamente a dicho oficio, sino que se sometan al orden…"
El problema, sin embargo, se va a replantear en las conciencias de los cristianos, reactivando antiguas incertidumbres y polémicas destinadas a reaparecer de manera diversa en el curso de la historia.
A principios del siglo VI, tienen lugar procesos políticos significativos.
Por una parte, algunos reinos romanos, bárbaros se habían plantado más o menos sólidamente en el territorio del imperio de occidente, donde la única autoridad política auténticamente romana era la iglesia y sobre todo el papado; por otro lado, el imperio de oriente conserva su unidad y su fuerza, que le permitirá intentar la reconquista de occidente.
Estos tres centros de poder, tan distintos entre ellos, se enfrentarán en una compleja lucha ideológica y militar.
También entre los hombres de iglesia, hay un proceso de empobrecimiento cultural.
Sí el concilio de Cartago, del año 400 d.C. prohibía a los obispos la lectura de los textos clásicos, el concilio de Roma del 465… Se manifiesta por una ignorancia total de los eclesiásticos…; pero Casiodoro atestiguará que en el sínodo romano del 449, había obispos que no sabían estampar su propia firma (variae, p.449 j… Se trata de lamentaciones y recomendaciones que encontramos repetidas veces durante un milenio al menos; pero que en aquel momento indicaban un hecho nuevo, un proceso de embrutecimiento.
Con el dualismo de estado e iglesia, ha venido a menos el poder imperial y su atención por la escuela, y estando todavía en manos de los romanos, organizados en su iglesia, los aspectos administrativos-culturales del dominio, es precisamente la iglesia, como parte de sus actividades específicas, la que reorganiza la cultura y escuela… ya que, como se ha señalado, la iglesia tiene una doble estructura organizativa, viviendo en parte en medio de la gente en los obispados y rectorías (clero secular), y en parte alejada de la gente.
Los Cenobios (clero regular), son una "estructura eclesial" donde debemos buscar los primeros testimonios del seguimiento de nuevas iniciativas de educación cristiana, junto a las islas sobrevivientes de romanidad clásica.
Uno y otro concilio (Toledo, España del 527 y el de Vaison en Francia 529) aconsejaban además, permitir a los muchachos que han llegado a los dieciocho años: escoger entre matrimonio y sacerdocio.
Así, la formación de los sacerdotes era también un posible camino de instrucción de los laicos.
Esto por lo que respecta a la escasa iniciativa educativa del clero secular.. La misma costumbre de muchos padres de ´´ofrecer´´ a los conventos a sus propios hijos todavía niños (los llamados oblati, o sea, ofrecidos), para que se preparan a la vida monástica (un destino de todas formas mejor que el de los niños vendidos a los bárbaros en los tiempos de Valentiniano III), implicaba necesariamente una obra de educación y de instrucción religiosa.
Así, pues había monjes que leían bien y monjes que leían menos bien y entre los novicios se podían encontrar todavía monjes analfabetos.
La lectura es sobre todo algo propicio del domingo y de la cuaresma, y es considerada una ocupación normal de los monjes, exceptuando a los negligentes y perezosos, que no quieren usar lo que parece ser una pieza esencial del monasterio, la biblioteca…
La nueva cultura escolástica.
Se puede decir, consideradas las iniciativas educativas del clero secular y del clero regular, que han cambiado los contenidos, puesto que los clásicos de la tradición Helenismo-Romana, se ha pasado a los clásicos de la tradición Bíblico- Evangélica.
La cultura…"salmos y sagradas escrituras en general, más la ley eclesiástica y alguna fabulosa vida de santo".
Sin embargo, esta nueva instrucción concreta no podía prescindir de una "preparación formal" en el leer, escribir y hacer cuentas, aunque a niveles mucho más reducidos que los tradicionales.
Con los escasos documentos que poseemos, literarios, iconográficos y materiales (manuales, cuadernos, tratados, representaciones, objetos escolares), podemos decir que tal vez la enseñanza sigue siendo a partir de los primeros elementos litterarum (elemental, quizás viene de "ele, eme, ene" -abece o alfabeto), para pasar después a deletrear y eventualmente a silabar, antes de llegar a la lectura.
Así para la escritura se sigue usando el productalis, plantilla en las que están trazadas esas letras que el muchacho debe seguir o reproducir, el modelo trazado por el maestro.
Pero otras veces, sobre todo en los Cenobios, tenemos testimonios de un "aprendizaje espontáneo global"´ por parte de muchachos que aprenden a leer y a escribir, sin conocer el alfabeto o el orden de las letras, limitándose a obedecer las escrituras o las didascalias con imágenes sacras; y es necesario añadir que, en una sociedad escasamente alfabetizada, adquiere una gran importancia esta mutua praedicatio global de las imágenes.
Totalmente aceptado y es de gran relieve la definitiva sistematización de las ciencias o disciplinas.
Esta es una herencia greco-romana transmitida por Marciano Capella, que ahora adquiere una importancia todavía mayor que en la edad romana.
Las siete artes liberales, que aparecen en el cortejo que, el imagina de las bodas de Mercurio en la filóloga, son definidas con los nombres de trivium y quadrivium a las cuatro disciplinas que hoy llamamos ´´ciencias´´
(Geometría, astronomía, música, y dialéctica) se trata de cuatro vías, por donde viaja el que va en busca de conocimientos ciertos.
Y el nombre de trivium o las tres vías( Gramática, Lógica, y Retórica)se empezará a usar más tarde.
Cabe recordar en esta época, que Isidoro de Sevilla, llamando philosophia al conjunto de la cultura, y dividiéndola en phísica, lógica, moralis, atribuía a la phísica, como sus partes integrantes, las cuatro disciplinas del quadrivium, añadiéndole astrología, mecánica y medicina, mientras que la lógica la dividía en dialéctica y retórica, considerando evidentemente la gramática como una disciplina solo instrumental.
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El cómo fueron la disciplina y el contenido de los estudios en estas escuelas, lo sabemos a través de Crodegango y de Pablo Diacono.
Además hemos oído a Carlomagno, hablar de los salmos, música, canto, cálculo y gramática, y al Concilio Romano, hablar de letras (leer y escribir), de las artes liberales del trivium y del cuadrivium, y de los sagrados dogmas.
LOS OFICIOS ARTESANALES.
La decadencia de las capacidades productivas de la sociedad romana es incuestionable; pero es también evidente que no llegaron a perderse del todo las habilidades propias de los diversos oficios… todo ello presupone la sobre vivencia de un aprendizaje, en las formas ya conocidas que nos describe detalladamente Platón consistentes en observar por largo tiempo e imitar, antes de producir autónomamente.
Las artes literarias
En esta situación, las escuelas regias, instituidas por Lotario en Italia y solicitadas por los obispos de Francia, se extinguen del todo, mientras que las escuelas parroquiales y episcopales, así como las Cenobiales, sobreviven mediocremente.
La misma palabra schola, significa en esta época, lugar de reclutamiento, una militis schola, el cuerpo de los antrustiones, el aula regia o la congregación, más que lugar donde se estudia…
En el 1079, Gregorio VII, reconfirmaba a los obispos la obligación de hacer enseñar las artes literarias en sus iglesias (g,m,i,70), pero en este pliego, que afecta también a los monasterios, se procuraba no confundir las enseñanzas religiosas con las de las ciencias naturales y mundanas, que se iban consolidando cada vez más.
El Concilio de Tours de abril de 1163, imponía que "a nadie, una vez hechos los votos o hecha la profesión religiosa en algún monasterio, le sea permitido salir para enseñar ciencia naturales o leyes mundanas".
En 1179, exactamente cien años después de Gregorio VII.
Otro Papa, Alejandro III, al confirmar una vez más esta obligación, innovaba con valentía las decisiones de Lotario y de los obispos franceses del siglo IX, imponiendo no solo a las iglesias, sino también a los monasterios extender se enseñanza a los laicos pobres.
Además denunciaba severamente los casos de simonía escolástica, o sea la venta de la licentia doscendi, y los obstáculos a los que, con la debida licencia, quisiera enseñar libremente: y ordenaba que el migischola no podía impedir a ningún clérigo, que tuviese capacidad, enseñar a otros, al menos extramuros civitatis.
Son decisiones notables, que liberan a los maestros de todo sometimiento feudal y de todo chantaje simoniaco.
Universidades.
Paralelamente el surgimiento de la economía mercantil de las ciudades y organización de los municipios, se produce también un proceso nuevo en la instrucción, con el nacimiento de los maestros libres que, fueron clérigos.
Los laicos, enseñan también a los laicos… estos maestros libres enseñaban en primer lugar las artes liberales, que ya conocemos, del trivium y del cuadrivium; pero van apareciendo aquí y allá escuelas libres de otras disciplinas; y es probable que precisamente de estos maestros libres que enseñaban junto a las escuelas episcopales y siempre bajo la tutela jurídica de la iglesia (y también del imperio), nazcan después las universidades, en Salerno, antes del año mil, existía una tradición de práctica médica, que fue tomando poco a poco las características de una verdadera y propia escuela teórica, y que dos siglos después fue reconocida como studium generale
(O sea, cuyos títulos eran válidos en todas partes; ya se está hablando de una Universidad y un hecho determinante fue que en Bolonia, en la segunda mitad del siglo IX, empezó la enseñanza del derecho romano, por obra de Pepone.
He aquí pues tres enseñanzas bien distintas: artes liberales, medicina y jurisprudencia, esta última, que en un primer momento concernía solo al derecho romano o civil, después de que Graciano en el 1140, recopiló en su decretum las leyes eclesiásticas, comprendió también el derecho canónico; por esto se podría obtener el grado de doctor en uno u otro derecho, utriusque iuris) , más tarde se añadió la teología, solicitada especialmente a principio del siglo XIII por Inocencio III, y enseñada por los Dominicos.
Estas fueron las cuatro facultades típicas, aunque no exclusivas, de las Universidades (o studia generalia) medievales; una de las creaciones más originales.
Y además uno de los hitos culturales más significativos del medioevo; todas ellas tenían cono su cima específica la "filosofía", ya de la naturaleza ( física, ciencias naturales), ya del hombre (ciencias morales) a través de las artes (como ya indicaba en la época clásica, Quintiliano), se llegaba pues a la cultura científica: en las universidades medievales, éstas fueron el vehículo hacia nuevas enseñanzas, especialmente a través del descubrimiento que hicieron sobre Aristóteles.
Aquí se tiene que hacer una mención especial de otra enseñanza que se desarrolló sobre todo en las universidades italianas; la llamada ars dictandi, que enseñaba a escribir cartas y actas oficiales, diplomas, privilegios, papeles, etc… En algún caso incluso cartas familiares, de padre a hijo, del sobrino estudiante, al tío o tutor…etc., iniciada en siglo XI por Albertico de Montecasino,.. La ars dictandi tenderá después a identificarse con la notaría, acercándose al estudio del derecho. Este es el origen de aquella elegantísima maravilla cultural que es el lenguaje de la burocracia.
Cabe añadir, que, precisamente a principios del siglo XIII, cuando las universidades se consolidan y se defienden, surgen las nuevas órdenes religiosas: sobre todo los Dominicos y los Franciscanos ellos renuevan escuelas y estudios, y desarrollan una acción misionera externa.
Pero diversa y compleja es la historia de los orígenes de cada universidad (se llegará a cerca de ochenta universidades a finales de la edad media).
El poder papal e imperial (o regio), que al principio intervienen en su reglamentación, decide que se establezcan con fundaciones propias en Salamanca, Roma, Nápoles, Viena, Praga, Cracovia etc.. Pero parece ser que su origen cabe buscarlo en la confluencia espontánea de clérigos de distinta procedencia para escuchar las lecciones de un famoso hombre docto.
Se produjo entonces el característico fenómeno de los clérigos vagos, o itinerantes, obstaculizado primeramente por la iglesia, sobre todo cuando dejaban sus monasterios o colegios canónicos sin permiso de sus superiores, pero permitido y protegido después como ya hemos visto, por Honorio III con la bula super specula, que les conservaba los beneficios durante cinco años.
Utopías escolásticas.
Finalmente, pasemos a la vida cotidiana de la escuela real a los sueños de una escuela posible.
Recuerde que también las utopías tienen su parte en la historia, al menos en la historia de la conciencia humana…
El antiguo esquema del trivium y del quadrivium, con sus siete artes liberales, se reaviva aquí, por si acaso: la apasionada búsqueda de la belleza y de la verdad por parte de los hombres dedicados a diversas clases de actividad intelectual, pero quizás este exceso de especializaciones separadas marca un límite en este mismo sueño.
Ya que, de todos modos, el ideal tiene necesidad de apoyarse en estructuras materiales, he aquí otra utopía, en la que Boncompagno de Florencia, maestro del ars dictandi, sueña el edificio escolástico perfecto, del que nunca ha dispuesto, pero que espera poder tener en el futuro.
El Humanismo y los nuevos maestros
A finales del siglo, en el año 1494, salía en Venecia el primer libro impreso de matemáticas, la summa de aritmética de otro Toscano, Luca Pacioli de Brogo S. Sepolcro, en la cual se registran y sistematizan los nuevos descubrimientos de la contabilidad mercantil, diarios y libros mayores con escritura simple y después con escritura y partida doble, esta era la ciencia nueva, que surgía contemporáneamente a aquel reencuentro con la cultura antigua que llamamos humanismo; esta no entró en las escuelas, de momento, pero ciertamente contribuyó a formar no pocos de los muchos que ejercían este arte, hombres dirigidos no al pasado, sino al presente y al futuro.
La manera de nacer del humanismo es aristocrática y, aunque quizás ningún otro movimiento cultural, haya dedicado tanta atención a los problemas del hombre y por ello a su educación, sin embargo, el renovado contacto con los clásicos da a los nuevos intelectuales un profundo sentido de fastidio no solo por la cultura medieval, sino también por las formas tradicionales de su transmisión, o sea por su escuela.
Es Petrarca, quizás más que cualquier otro, la muestra de este profundo desprecio por la gramática y su enseñanza.
El humanismo surge en declarada polémica contra la cultura de los Cenobios y de las universidades, contra su tradicional clasificación de las ciencias, contra la ignorancia de los clásicos y el uso generalizado de manuales y compendios contra las metodologías obsesivamente repetitivas, contra la disciplina severa hasta lo sádico.
Surge también como un sueño de abandonar la lengua vulgar, por una literaria y de privilegios, con signo aristocrático y conservador.
No se puede entender sin el precedente de los maestros libres, a los que ya hemos mencionado, y que son los protagonistas de este movimiento; pero al mismo tiempo se da la espalda al intento de innovar legando cultura y profesión, de crear una cultura no solo laica, sino también productiva, capaz de cambiar inmediatamente el rostro de la sociedad, o sea las ciencias naturales seguirán siendo en gran parte extrañas a sus intereses, así como la cultura popular.
Su mérito será el redescubrimiento de una antigua civilización y de nuevos valores de vida.
Es inútil decir que, de todos modos, la resistencia de la escuela y de la mentalidad tradicional y áspera, y no faltaron las persecuciones infligidas a los novatores latinitatis… a menudo el humanismo fue tachado de herejía, o considerado fuente de corrupción moral.
Si por un lado Guarino, recomendada escoger algún autor nuevo, no leído antes, como las metamorfosis de Ovidio, o Valerio Flaco, o ambos… "hora crecen así los hijos de esta época… enseñándoles todos los vituperios y males imaginables, en el estudio de Ovidio, de sus epístolas, de arte amandi, sus libros propios de meretrices y sus carnales escrituras (um., 72).
De una manera similar se expresaba un espíritu benévolo, como San Bernardino de Sena o, más tarde, un intransigente como Gerolano Savonarola, gran enemigo de toda mundanidad, y por tanto de los
Estudios clásicos y de la poesía, el cual arremete contra las insidias diabólicas escondidas en los versos de los poetas paganos, que en sus fábulas crapulosas sobre los dioses y los hombres, narrando cosas libidinosas y torpes amores, "someten a la servidumbre del demonio al hombre entero, alma y cuerpo"
La pedagogía humanística, sobre todo Italiana, tuvo sus tratados y sus escuelas; quizás ninguna otra época y ninguna otra cultura fue tan sensible a los problemas de la formación del hombre.
Un motivo recurrente de esta pedagogía humanística (y también aunque fuera anti humanística) es la necesidad de tener en cuenta la naturaleza del niño, y esto es el doble sentido de tener en cuenta por una parte, la tierna edad, y por la otra la necesidad de educar a cada niño según la propia índole.
Este segundo motivo, es de indudable relevancia pedagógica.
Otros motivos, comunes a todos estos nuevos tratados de la pedagogía humanística, son la lectura directa de los textos, comprendidos los de la literatura griega, hasta entonces ignorada; el amor por la poesía, una vida en común entre docente y discípulos, en la cual los estudios y las discusiones doctas son acompañados de paseos por el campo, recreaciones, juegos, y otras actividades; una disciplina fundada en el respeto por los adolescentes, que excluye del todo los tradicionales castigos corporales; un ámbito de enseñanzas que va desde los estudios librescos a la música, a las artes y a menudo a los ejercicios físicos propios de la tradición caballeresca…
Como se puede observar, este inevitable aristocratismo no incluye la búsqueda de una pedagogía más humana, que rechace el sadismo y el rigor tradicionales; más aún, la idea cristiana de la infancia como de una edad pura, como vimos en Beda, y no lasciva, como aparece más a menudo en otros, encuentra ahora nuevas motivaciones y contribuye a la creación de una pedagogía serena, que repudia amenaza y golpes, repudio en el que la piedad cristiana y la fuerza bárbara parecen integrarse.
El ejemplo más insigne de esta pedagogía serena y afectuosa fue cierto Vittirino de Feltre, preceptor privado de la familia Gonzaga, que sin embargo quiso continuar instruyendo a otros muchachos, manteniendo por su cuenta a los más pobres.. Estudiaba la gramática directamente con base en los textos de los grandes autores, Virgilio, Homero, Cicerón, Demóstenes, siguiendo sin embargo también el esquema y el orden del trivium y del quadrivium, pero
Siempre buscando que el estudio se adecuara ´´con el placer´´; y quizás había tomado lo anterior de la idea de Platón.
Y atribuía a los antiguos egipcios, el juego como método educativo.
Su escuela, sin embargo, no perdió nunca el carácter aristocrático propio de todo el humanismo:.. Por lo demás esto mismo hacía, según Cicerón, Apolonio de Alabanda: una inevitable selección por mérito.
Por lo demás, no debemos creer que todo fuera nuevo en la práctica educativa y en los instrumentos didácticos de estos maestros del humanismo debido a la tendencia natural del Status Quo.
En busca de una mejor enseñanza
Hemos buscado el nacimiento de un vínculo entre cultura y profesión;… y hemos seguido ilustrando intelectualmente, que el humanismo es quizá, el ejemplo significante en la historia, en la busca de una educación desinteresada de educar al hombre que ha "nacido noble y libre".
Quizás podríamos decir que entre estos dos nuevos modos de formación del hombre (primero mercader y después humanista), existe también la búsqueda de una tercera vía.. Y me parece que ningún autor buscado con mayor conciencia esta vía media que León Battista Alberti, integrando cultura desinteresada y formación profesional, o al menos ha señalado el problema.
Hay antes que todo – con justa razón – la inevitable defensa de las letras: "¿y quién no sabe que la primera cosa útil deben ser las letras?".
En el siglo XVI el humanismo italiano se hace europeo, y sobre todo los humanistas europeos se someten a la autocrítica en los aspectos vinculados al culto formal de las letras y de las palabras, al nuevo conformismo gramatical y estilista.
Extienden la propia atención de las palabras a las cosas, del mundo antiguo a la actualidad, o para repetir las palabras de Maquiavelo, de la " lección continua de los antiguos" a la "observación de la realidad efectiva", e intervienen con autoridad ante el poder político para sugerir una nueva y distinta organización de la cultura y de la instrucción.
Recordemos algunos nombres: Rodolfo Agrícola y Erasmo de Rotterdam, Holandeses, Guillaume Bude y Pietro Ramo, Franceses; Jacob Wimpeeling, Juhan Sturn y Melanton, Alemanes; Luis Vives, Español; Colet, Grocyn, Linacre, Asma, y Eliot, Ingleses.
La educación en los siglos XVI y XVII
El periodo que sigue ( siglos XVI y XVII), que deberemos recorrer. Desgraciadamente, con mucha rapidez nos sugiere diversos títulos, además del renacimiento, que no puede considerarse agotado: Reforma, contrarreforma, Utopía, y Revolución.
Y en efecto, ahora es cuando empieza a plantearse el problema de cómo y cuándo instruir a aquellos que están destinados al poder y a los que están destinados a la producción.
No se puede ciertamente decir que la instrucción estuviera difundida universalmente, aunque los datos aportados por Villani referentes a la Florencia del siglo XVI, nos hacen pensar en una isla feliz.
Se podría continuar citando a Juvenal: " Rara in tenui facunda paño ", la instrucción no abunda en quien va vestido miserablemente.
O " Paupertatem Simmis Inngenis Obese, Ne Provehantur " ( la pobreza impide a los grandes ingenios progresar).
O Como lo prefiera el lector; pero que precisamente no pueden porque las clases hegemónicas ven a la educación como un gasto, cuando yo opino que es una verdadera inversión tanto mediano como a largo plazo y que los países que le ven de esta manera cosechan grandes intereses económicos por su desarrollo en todas las ciencias y las artes.
La reforma y la escuela.
Tradicionalmente los movimientos culturales heréticos habían promovido la difusión de la instrucción, a fin de que cada una pudiera leer e interpretar la Biblia personalmente, sin la mediación del clero.
Así en Inglaterra Jhon Wycliffe ( 1320-1384 ) había auspiciado que cada una pudiera convertirse en teólogo, y en Bohemia Jan Hus (1374-1415 ) había dado una aportación concreta a la instrucción, codificando la ortografía y redactando un silabario, en el que las frases del contenido religioso se sucedían según el orden alfabético ( " ABC de Hus ").
No por nada Enea Silvio Piccolomin I, el futuro Pio II, viajando por Bohemia algunos decenios después, había encontrado que "aquella progenie humana infiel tiene por lo menos una buena cualidad: ama la instrucción".
La contra reforma y la escuela.
Lo que quizás da la mejor medida de lo que está pasando en los países reformados en cuanto iniciativa educativas, son las intervenciones papales, más o menos contemporáneas a la dieta Augusta.
No podemos ciertamente decir que falte por la parte católica una intensa y multiforme unidad educativa, sino todo lo contrario.
Pero en su conjunto el espíritu de la contrarreforma católica ( nombre discutido, para indicar un fenómeno complejo) está caracterizado por una defensa tan intransigente de las prerrogativas de la iglesia católica en la educación, se acaba implicando en una misma condenación iniciativas ajenas, ya sea la ampliación de la instrucción a los estratos populares, ya sea toda innovación cultural basta como ejemplo la resistencia, dentro de la polémica sobre libre albedrío, y su marcada resistencia a la difusión del conocimiento de las sagradas escrituras entre los estratos populares.
Ciertamente sería equivocado subvalorar el gran esfuerzo educativo llevado a cabo en los países católicos, especialmente por parte de la misma iglesia católica, en este periodo; pero también es cierto que los caminos del futuro iban por otro lado.
Todavía Lutero, no había expuesto sus 95 tesis en la catedral de Wittemberg y se puede decir que la contrarreforma ya había empezado.
A esta disposición apelará el nuncio de Adriano VI en la dieta de Núremberg de 1523 , después el Concilio de Trento, apelará también a estas bases: entre las voces más resonantes en la sala del concilio, quizás la más radical fue la Beccatelli, obispo de Ragusa, el cual había dicho sin ambages: "no hay ninguna necesidad de libros, desgraciadamente hay demasiados en el mundo, sobre todo después del descubrimiento de la imprenta; y es mejor que prohíban mil libros sin razón a que se permita a uno que merece castigo", ( increíble; pero los mismos clérigos prohibían la lectura y la impresión de la Biblia, el libro en que decían que se basaba la fe de sus iglesias).
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Con una ironía similar, en Francia, un gran autor, François Ravelais (1494 – 1553) desencadenará su polémica contra la vieja escuela, asociando la sátira y la utopía.
Imagina que su gigante Gargantúa fue obligado por el maestro Thubal Olofernes a estudiar durante cinco años y tres meses el alfabeto, y "también que el niño lo sabía de memoria incluso al revés ".
Gargantúa recibirá después de Ponocrates, una sana educación humanística, dirigida a atender igualmente la mente y el cuerpo, rica de conocimientos teóricos y prácticos sobre los edificios y las industrias, las ciencias " reales " y las lenguas clásicas, el derecho y la moral, sin exclusión del trabajo manual.
A las mencionadas sátiras cabe añadir las tiendas de los drogueros, herbolarios y boticarios y muchas otras.
Aquí está quizás la parte más novedosa de la utopía de Rebeláis: lo recordarán Campanella, Locke y Rousseau; pero sobre todo lo pondrá en practican Diderot para escribir las voces de la Gran Enciclopedia.
El detalle de las gratificaciones nos recuerda que los oficios y artes solían defender rigurosamente el propio " secreto " que al menos hipotéticamente aparece ya vulnerable.
Los siglos futuros se encargaran de proceder a grandes pasos en este camino. Pero vamos al programa positivo de estudios propuesto por Rebeláis:
"… intento y quiero que tu aprendas perfectamente las lenguas: primero la griega, como ordena Quintiliano; después la latina; y posteriormente la hebrea, para las sagradas escrituras la caldea y la arábiga; y que vaya formando tu estilo, en cuanto a la griega fundando en Platón, en cuanto a la latina en Cicerón. Y que no haya historia que no tenga presente en la memoria, con la ayuda de la cosmografía de los que han escrito a este respecto.
Acerca de las artes liberales geometría, aritmética y música, ya te he hecho saber todas las leyes de la astronomía, dejando a un lado la astronomía adivinadora y el arte de Lulio, que son engaño y vanidad.
Sobre el derecho civil, creo que debes saber de memoria los bellos textos que tengan relación con la filosofía.
Y en cuanto al conocimiento de los derechos naturales, quiero que te dediques con gran diligencia.
Nuevas orientaciones y nuevas ideas.
Mirando al futuro más concretamente, y templando el reflejo de sus sueños en las aguas gélidas de la realidad cotidiana, trabajaban sus amigos en la Inglaterra revolucionaria.
Samul Hartlib, propugnador de la educación de los pobres.
Dury, Petty y Woodwar, con diversas propuestas y actividades, llevan a cabo la reforma y la modernización de las escuelas proyectando un Gimnasium Mechanicum y escuelas profesionales donde todos pudieran aprender un oficio y al mismo tiempo recibieran también una formación cultural similar a la de los grupos privilegiados.
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La ilustración y la enciclopedia.
Comienza ahora, la época de las grandes enciclopedias, trascripción moderna de los antiguos onomástica y de las recopilaciones clásicas y medievales ( de Varrón, Plino, Marciano Capella) y de la Summae, espejos y tesoros, así como " léxica " y diccionarios y las " pampedias " del siglo anterior. Pero estas de ahora tienen la novedad, junto al rigor científico en la sistematización del saber, de intentar enriquecerlo y hacerlo progresar, después de las críticas de Montesquieu, tan distintas entre ellas, escuchemos pues a los enciclopedistas, sobre todo a Diderot y a Da Lambert y a aquel genio contradictorio, uno de los padres de la pedagogía moderna, que fue Rousseau.
La redacción de la gran enciclopedia de las ciencias, de las artes y los oficios
( 1751 – 1765).
propuestas y actuaciones de una escuela estatal.
Mientras Diderot tenía que luchar contra los ataques de la iglesia y las prohibiciones del estado, para llevar a término su enciclopedia, y mientras Rousseau daba la espalda a toda la sociedad para idolatrar a su solitario Emilio, otras voces se levantaban para pedir una intervención del estado en el campo de la instrucción, tradicionalmente confiada a la iglesia.
En 1763 se publicaba el Essai De Education Nationale de Louis Rene de la Chalotais ( 1701 – 1785), uno de los protagonistas de la expulsión de los Jesuitas de Francia, apreciado por Voltaire.
En el protestaba contra la tradicional exclusión de los laicos de la enseñanza y reivindicaba una educación que dependiera solo del estado, porque decía "es justo que los jóvenes del estado sean educados por personal del estado ".
Las revoluciones norteamericana y francesa.
Pero el protagonista más significativo de esta nueva fase en Francia, es sin duda Condorcet, científico insigne y secretario de la asamblea legislativa, a la cual presentó su Rapport Sur la Instrucción Publique ( 21 de Abril de 1792 ) con el correspondiente proyecto de decreto, que fue aprobado el 17 de Agosto de 1792.
La relación se articula en cinco memorias, referidas respectivamente a la naturaleza y fines de la instrucción pública, a la instrucción común para todos los niños, a la instrucción común para los adultos, a la instrucción relativa a las profesiones y la instrucción relativa a las ciencias.
Experiencias concretas sobre educación entre los siglos XVIIII y XIX.
La enseñanza mutua.
En los años de la revolución francesa, se iba afirmando en Inglaterra una nueva iniciativa educativa, promovida por privados; la llamada enseñanza mutua o monitoria, en la cual algunos muchachos instruidos directamente por el maestro, actuando con variedad de tareas como ayudantes o monitores, instruyen a su vez a otros muchachos, vigilan su conducta y administran los materiales didácticos.
En 1797 Bell publicaba su libro An Experiment In Education, o sea "un experimento de instrucción" llevado a cabo en el asilo masculino de Madras, que sugiere un sistema con el cual una escuela o familia se puede instruir a sí misma bajo la vigilancia de un maestro o familiar, al cual siguieron otros escritos, para señalar que "el sistema está destinado a disminuir los gastos de la instrucción, a abreviar el trabajo de los maestros y a acelerar los progresos del escolar".
Y aquí es donde incido con que, la educación es una plataforma para una mejor calidad de vida, precisamente con el nacimiento de la Séptima Potencia Mundial que es Inglaterra y que a partir de la Segunda Guerra Mundial ,será aliada hasta la actualidad del Siglo XXI con Estados Unidos de Norte América.
No me podrá negar el lector que precisamente estos países le apuestan a la
Educación como una inversión segura y que los ha llevado a ser un Imperio Mundial en todos los sentidos.
La educación en la primera mitad el siglo XIX.
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Johann Heinrich Pestalozzi
En su didáctica, Pestalozzi afirma con gran lucidez el principio del interés y de la curiosidad infantil como base de toda intervención de la madre o del enseñante
Si reconsideramos las conquistas ideales de la burguesía revolucionaria (liberal – democrática) en el siglo XVIII en lo que respecta a la instrucción, las podemos sintetizar en pocas palabras: universalidad, gratuidad, estatismo, laicismo, y finalmente renovación cultural y primera asunción del problema del trabajo.
El siglo XIX seguirá la tarea de sistematización teórica y la puesta en práctica de estas instancias ideales de la pedagogía.
La revolución industrial y la instrucción.
Aquí Vamos a ver como la educación pasa de ser política a social.
En la edad moderna, el modo de producir los bienes materiales necesarios para la vida en sociedad se ha transformado profundamente.
Después del predominio de la producción artesanal individual ( o de los pequeños grupos de iguales), desarrollada en los talleres asociados a las corporaciones de artes y oficios, se pasa a una fase de iniciativa del mercader capitalista que, prescindiendo de las corporaciones, asigna la materia prima y el proceso laboral a individuos dispersos y no asociados; pero controlados por el dueño del capital..
En la fase ulterior, de la cooperación siempre se pasa a la manufactura, con la cual se lleva a cabo una primera división del trabajo, más bien de tareas operativas, dentro de cada sector de producción y de cada local.
Realmente hubo toda una revolución industrial en la manera de producir, al pasar de ser artesanal a la producción en serie, mediante la invención de la máquina de vapor, la electricidad y el avance de la mecánica y sus aplicaciones en la industria textil.
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La educación en la segunda mitad del siglo XIX.
Revoluciones burguesas y reforma de la instrucción.
Nos gustaría ir siguiendo, en la segunda mitad del siglo XIX, todo el sistema de instrucción, hasta llegar a la superior, casi siempre estatal Europa, y las cada vez más numerosas iniciativas, primero privadas, y después poco a poco estatizadas también ellas, en el campo de la instrucción técnica y profesional
(Agrícola, artesanal, e industrial moderna).
Pronto la nueva ley, que lleva el nombre del ministro Casati y que fue aprobada por el rey Vittorio Emanuelle II el 13 de noviembre de 1859, sin consulta parlamentaria debido al estado de guerra, se convirtió en el texto fundamental de la instrucción en todo el reino de Italia.
La Universidad (título II, Art. 47 – 187) está constituida por cinco facultades:
teología,
jurisprudencia
medicina,
ciencias físicas matemáticas y naturales
filosofía y letras
(Art. 49 =. Cada lector estará en condiciones de reconocer las cuatro facultades tradicionales de las universidades medievales: la medicina surgida primeramente en Salerno, la teología en Paris, la jurisprudencia en Bolonia y en las dos facultades de ciencia y letras vemos el desdoblamiento de aquellas facultades de artes, como propedéutica a las otras, y que había tenido su culminación especifica en la filosofía " natural" y " moral ".
Nihil Sub Sole Novi podríamos decir(no hay nada nuevo bajo el Sol), si no supiéramos nada acerca del progreso de las ciencias, el trabajo de las academias privadas o reglas, la legislación del siglo XVIII en los estados ilustrados, y las reformas, sobre todo las alemanas del siglo XIX, que bien o mal contribuyeron a modificar las enseñanzas.
La revolución de 1848 – 1849, en la cual aparece por un momento implicado, PIO IX renueva las condenas contra las sociedades bíblicas, el socialismo y el comunismo, excluyendo toda libertad de prensa e invitando al clero a " velar sobre todas las escuelas públicas y privadas…, para que la razón de los estudios esté conforme en todas sus partes con la enseñanza católica.
En el Syllabus se condenan todas las corrientes modernas de pensamiento, reagrupadas en distintos párrafos, pero la condena de " socialismo, comunismo, sociedades clandestinas, sociedades bíblicas, sociedades clérigo – liberales", puestas pintorescamente juntas, esta solamente enunciada en el capítulo IV, bastando obviamente la simple cita de los textos pontificados ya publicados, aunque no se reproducen explícitamente.
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