Políticos
FIDEL CASTRO RUZ: ICONO DE LA HISTORIA CONTEMPORANEA
El 13 de agosto de 1926, nació el Comandante en Jefe de la Revolución Socialista cubana, uno de los pocos hombres -junto al Che Guevara– que a nivel universal han entrado vivos en la historia y en la leyenda. Leyenda negativa para sus adversarios, los que lo llaman dictador; y los que hemos visto en él a un proyecto de nación revolucionario. A los 19 años de edad ingresó a la Universidad de la Habana, estudiaba de 15 a 16 horas diarias, o sea como él mismo cuenta: Desayunaba, almorzaba y cenaba con el libro al lado. Pero además tuvo tiempo para la política a la que se entregó por entero: Miembro de la Federación Estudiantil Universitaria y como Presidente de los Comité Pro Independencia de Puerto Rico y Pro Democracia Dominicana, se incorporó en la expedición de Cayo Confites, donde participó como jefe de una compañía contra el dictador Trujillo en Dominicana. Un año después -previa reunión en Panamá con estudiantes que habían sido agredidos por tropas yanquis en la zona del canal- viajó a Colombia donde participó activamente de la insurrección denominada el Bogotazo.
Estas experiencias internacionalistas más los conocimientos teóricos adquiridos de Martí y Marx, le permitieron -después del golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952- diseñar un programa revolucionario, ideas que se materializaron en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Producto de este operativo político-militar murieron varios compañeros, otros fueron heridos, capturados y torturados junto a él, quién en juicio asumió su propia defensa en el que denunció al régimen e interrogó a los testigos y asesinos, hechos que están patentizados en su obra la Historia me Absolverá. 2 años más tarde al ser liberado viajó a México, allí conoció al Che Guevara, quien junto a su hermano Raúl y otros compañeros se entrenó militarmente bajo las instrucciones del General Alberto Bayo español, nacido en Camagüey-Cuba. Hombre experto en guerra de guerrilla. El 2 de diciembre de 1956 desembarcó del Granma al mando de 82 hombres, y 3 años más tarde convertidos en un ejército irregular, en su calidad de Comandante en Jefe derrotó al ejército convencional de Batista e inició la batalla más difícil, organizar el gobierno revolucionario.
Ya en el Poder dirigió personalmente el contraataque a la invasión de Playa Girón, Bahía de Cochinos en 1961, derrotando a las tropas mercenarias; se puso al frente de la crisis provocada por la instalación de los misiles SS-4, a solicitud suya para protegerse de las amenazas norteamericanas, crisis que se empeoró con el derribamiento del avión espía U-2 que sobrevolaba territorio cubano, y por bloqueo naval -en la florida se concentraron 579 aviones de combate, cinco divisiones, entre ellas las élite aerotransportadas 82 y 102-; por su parte Cuba puso en armas 300 mil combatientes y en disposición 20 rampa de lanzamiento de misiles nucleares, crisis de 1962; siempre estuvo al frente contra los planes de agresión a la revolución: más de 5, 780 acciones terroristas, sin incluir el bloqueo económico ni las crisis conocidas como marielitos y balseros en 1980 y del 94 respectivamente, aislamiento diplomático, expulsión de la OEA; En lo personal sobrevivió a más de 600 atentados organizados y dirigidos por la CIA, situaciones que llevaron al Comandante a gobernar con guante de seda y mano de hierro: "El fin justifica los medios".
A partir de 1965 colaboró con la lucha de independencia de Angola y Guinea-Bissau, derrotó militarmente a los ejércitos de Zaire y al régimen apartheid surafricano hasta expulsarlos del territorio angoleño. En esa epopeya, en territorio africano cumplieron misión más de 300 mil combatientes internacionalistas y cerca de 50 mil colaboradores civiles cubanos a lo largo de 15 años que dejó como resultado la independencia de Angola y Namibia, así como la caída en combate de 2,077 combatientes cubanos. Sangre que también ha sido derramada a lo largo y ancho de América latina, no sólo en apoyo a movimientos revolucionarios, sino también ante las catástrofes naturales sin mediar color político de los necesitados, prueba de ellos son los más de 30 mil médicos cubanos que prestan sus servicios en los lugares más recónditos de África, Asia, Oceanía y América.
Este hombre austero y consecuente con sus principios implantó el socialismo con las consecuencias que ello conllevaba, al estar a sólo 90 millas de la nación capitalista más poderosa de la tierra: Nacionalizó la economía, confiscó a la burguesía, formó el partido único, controló los medios de comunicación, masificó la salud, la educación, el deporte y la cultura con la inevitable represión para quienes conspiraron, conspiran o se oponen a dicho proyecto. Por eso y más, unos lo odian y otros lo comprendemos y lo queremos.
LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA Y LOS POLÍTICOS
Nunca antes en nuestra historia se ha debatido e interpretado tan a fondo el significado de la Constitución Política, tanto por juristas como por legos en derecho. Los primeros a través de los medios de comunicación de masas, en las aulas de las universidades o entre colegas; los segundos en las calles, en el transporte colectivo, en lugares públicos como bares y restaurantes, pero sobre todo en la "tranquilidad" del hogar. Debates que en esencia se han centrado en la supremacía, en la división de poderes, en el control y procedimiento de las reformas constitucionales establecidas en los Títulos VIII y X. Así como de las interpretación suigéneris que los políticos hacen de la misma, algunos de ellos paradójicamente docentes universitarios.
La mayoría de nuestro pueblo, con o sin preparación académica, entiende que la Constitución Política es la norma suprema o sea el marco legal de todo nuestro ordenamiento jurídico, de manera tal que prácticamente esa mayoría no ignora que jerárquicamente la Constitución debe prevalecer sobre cualquier ley posterior y que se le contraponga. Por consiguiente, en base a ese razonamiento sencillo y preciso los ciudadanos comunes -obrer@s, comerciantes, artesan@s, amas de casa, etc.- suponen la existencia de normas de distinto rango, de manera que aquella que esté en un peldaño superior de la escala, destruye a la norma inferior. Entonces, cabe preguntarnos ¿Por qué los políticos actúan ignorando la supremacía de la Constitución? Será por "lealtad", como dijera en su momento el Diputado Agustín Jarquín Anaya, en entrevista que le hiciera el periodista Fabián Medina. –Prensa, 16-01-010-.
Lealtad a intereses personales, de grupo o partidarios, no así a la institucionalización del poder, cuando se desobedece el mandato constitucional que tienen el Ejecutivo y los Diputados en consulta con las Asociaciones Civiles, para que, mediante el voto favorable del 60% elegir al Procurador y Subprocurador para la Defensa de los Derechos Humanos, cargos actualmente vacantes.
Desacatos o "absurdos", como diría el Vicepresidente de la República, que generan absurdos mayores como el Decreto 10-01-010, en el que se prorroga el cargo de 23 funcionarios públicos. Decreto, considerado inconstitucional hasta por los aliados a nuestro gobierno como es la opinión de la Diputada de la Convergencia y Reconciliación Nacional Miriam Arguello, quién en el programa dominical, "Esta Semana" del periodista Carlos Fernando Chamorro -17-01-010-, citó el Art. 129Cn: "Los poderes legislativos, Ejecutivo, Judicial y Electoral son independientes entre sí y se coordinan armónicamente, subordinados únicamente a los intereses supremos de la nación y a lo establecido en la presente Constitución".
Otra de las probables causas de esas interpretaciones suigéneris de nuestros políticos, sobre la Constitución Política, es cuando por intereses propios de la coyuntura se le define como un "conjunto de normas jurídicas, recogidas en un documento solemne, que consagran los derechos individuales y la división de poderes, y que para su modificación requieren de un procedimiento más complejo que el utilizado para modificar cualesquiera otra ley, las cuales recurren a ella para efectos de validez".
Es decir, que en determinado momento razonan y actúan como formalistas-Positivistas; y en otra coyuntura, lo hacen con visión sociológica, definiéndola en esta ocasión como "la forma de organización del poder político, por tanto un conjunto de decisiones políticas fundamentales que determinan el "ser" de la organización política de nuestra sociedad". En este sentido, el profesor Blanco Beteta amigo y vecino, argumenta que jurídicamente se podrá considerar un desacierto el Decreto10-01-010, pero que políticamente es lo más acertado, pues, ha obligado a los diputados opositores a trabajar en ese sentido. Son muchas las opiniones entre ellas que se puede tratar de un lapsus o de una mala asesoría jurídica ¿Qué opina Usted al respecto?
NEGAR EL CENTRISMO ES NEGAR EL CENTRO
Según el Diccionario enciclopédico Océano, CENTRISMO es la posición o tendencia política moderada, de izquierda y de derecha o sea que el centrismo, no sólo existe sino que es necesario. Necesidad geométrica de la humanidad en el espacio y en el tiempo; primero, porque surge -Fráncfort, 1951- como una respuesta moderada e histórica a sociedades afectadas por la primera y segunda guerra mundial, así como por la polarización ideológica entre las derechas e izquierdas organizadas e impulsadas por los imperios, en ese entonces, emergentes: Estados Unidos de Norteamérica y la extinta Unión Soviética; segundo, porque sigue siendo la mejor alternativa para las naciones subdesarrolladas, habidas de un Estado Social de Derecho, y que aún se debaten entre derechas e izquierdas ortodoxas – trasnochadas, ya que como tales sólo han visto y ven en el Estado un botín que ha enriquecido y enriquece a unos pocos y ha empobrecido y sigue empobreciendo a las grandes mayorías de los pueblos de estas naciones.
El centrismo, ahora en un mundo unipolar, debe ser relevante ya que frente a las pretensiones imperiales lo único que vale es la eficiencia y la eficacia productiva y comercial, no para competir en condiciones de igualdad, sino de dignidad. Pero para ello hay que acercar los intereses de los capitalistas con los intereses de las grandes mayorías empobrecidas o sea, por las experiencias de naciones ahora recuperadas económica y socialmente, se necesita de gobiernos de centro izquierda o en el peor de los casos de centro de derecha, decimos esto último por cuestiones de sensibilidad
En el caso de la Nicaragua pos revolucionaria, con tres gobiernos de derecha consecutivos, la lucha sigue pues la miseria, la pobreza y la injusticia galopean como en la época de los timbucos y calandracas. Pero como bien nos canta el cubano Silvio Rodríguez "hicimos la guerra para conquistar la paz" por eso la toma del poder por un gobierno de centro izquierda es cada vez más imprescindible ya que éste país es de todos y la mejor forma de reivindicar a los que murieron por sus ideales sean estos de derecha o izquierda es dándole a los que le sobreviven y a las nuevas generaciones: trabajo con salarios digno, salud, educación, cultura, recreación y sobre todo seguridad ciudadana expresada en sus libertades y garantías constitucionales.
En conclusión el centrismo está ahí; al igual que las leyes objetivas, sean vistas o no, reconocidas o no; juega y tiene su propio valor, y en cuanto al ámbito de nuestra realidad social, las luchas y revoluciones sociales a lo largo de la historia -con un gobierno de centro- adquirirán su verdadera dimensión y que por ahora se manifiestan a través de la capacidad masiva de discernir políticamente y de poner en primer lugar de las encuestas al candidato de la izquierda moderada compañero Herty Lewites, militante y fundador del Movimiento Rescate del Sandinismo.
El suscrito o autor de este comentario, en la lucha revolucionaria perdió amigos personales como Manuel Sánchez García, Norman y Rolando Porras, así como compañeros de combate y además es sobreviviente de dos emboscada una antes del derrocamiento de Somoza, como miembro de la columna Jorge Sinforoso Bravo y posteriormente como el político del batallón 8016, acantonado en Cárdenas, por eso comparte, al igual que el ex embajador de EEUU., Andrew Youg… "Es bueno tener una causa por la cual morir, ya que muy fácilmente se muere por nada"
PARLAMENTARISMO VERSUS PRESIDENCIALISMO
Lic. Abelardo Elías Bojorge*
"Todo tiempo nuevo es mejor" decía el pensador, político, escritor y revolucionario cubano José Martí. Frase que es retomable para sopesar la conveniencia o no de adoptar un sistema Parlamentario o mejorar el sistema Presidencialista como propugnan ciertos políticos aparentemente huérfanos de partidos "Nicaragua ni ningún otro país de América Latina tiene las madurez política para regirse por un sistema parlamentario" señala uno de estos analistas, mientras otro en consonancia con esos planteamientos asegura que para implementar este nuevo sistema político "deben existir condiciones jurídicas estables, partidos políticos estables y una clase media fuerte"…
¡Cuánta sabiduría derramada! si de condiciones se tratara Anastasio Somoza aún estuviera en el Poder, pues las tendencias del sandinismo: proletaria y guerra popular prolongada a diferencia de los terceristas consideraban unos meses antes de la derrota del somocismo que las condiciones objetivas y subjetivas no estaban dadas; "técnico materiales" diría Carlos Marx, sin embargo la corriente de los tercerista demostró lo contrario con su tesis insurreccional.
Y es que, si no le damos la espalda al pasado interpretaremos mejor el presente, es decir que debemos analizar nuestra historia presidencialista incluyendo la figura de los Directores Supremos -1823-56- como los antecedentes de esta figura jurídica que desde su inicio se ha caracterizado por ambiciones reeleccionistas e intereses personales o de pequeños grupos oligárquicos como el pacto de 1856 que si bien, facilitó la derrota del invasor William Walker -ex Presidente de Nicaragua-, sirvió también para la distribución de los puestos claves de la administración pública con la permanencia de los Conservadores en la Presidencia desde 1858 hasta 1892, ya que en 1893 un nuevo levantamiento en armas encabezado por el General Zelaya, dio origen a una Junta de Gobierno, la que convocó una Asamblea Nacional Constituyente, procediendo a nombrar a Zelaya Presidente de Nicaragua el 15 de septiembre de 1993, reeligiéndose éste hasta 1909 año en que fue expulsado del Poder por el Gobierno estadounidense en colusión con los Conservadores.
Nuestra fatídica historia presidencialista nos llevó a la guerra civil de 1912, al Lomazo de 1925, a la guerra constitucionalista y a la guerra por el Decoro Nacional encabezada por el General de Hombres Libres Augusto C. Sandino. Culminando este período con el asesinato del General Sandino, dando origen al régimen oprobioso del somocismo -1936-79- y de aquí a la Revolución con su contrarrevolución-guerra de agresión imperialista, por lo que la figura del Presidente en la persona de Daniel Ortega ostentaba excesivos Poderes Constitucionales.
Pero ya en 1990 se experimenta, con el Gobierno de la ex Presidenta Violeta Chamorro, una especie de Primer Ministro, el hombre de la caja negra Don. Antonio Lacayo, quien en términos generales funcionó más o menos bien, ya que la Presidencia era más protocolaria que otra cosa. Sin embargo la situación cambio con los dos Presidentes posteriores -Alemán y Bolaños- que bajo la figura de un fuerte liderazgo y la discrecionalidad se caracterizaron por ser gobernantes involucrados en actos de corrupción.
En resumen los 184 años arriba reseñados, han desbastado nuestra nación, al extremo que hoy nos disputamos con Haití el primer lugar en pobreza y desempleo, nuestros valores cívicos y morales cada día se deterioran más como producto del presidencialismo, entendido este como la deformación o desnaturalización del sistema presidencial, porque una de sus características ha sido la concentración de poderes en detrimento de los otros Poder del Estado degenerando en regímenes dictatoriales o en su caso corruptos. Para frenar este mal proceder, se requiere de una Asamblea fuerte que ejerza una influencia directa sobre la composición del gobierno, por tanto debemos evolucionar hacia un sistema parlamentario, ya que nosotros no tendríamos las dificultades que planteó en su momento la monarquía absoluta de la europeos de antaño; por el contrario hay voluntad manifiesta por gobierno de turno, dizque según sus detractores, en función de un nuevo re pacto, pero eso se solventa en las urnas electorales.
Se trata pues de una buena oportunidad, "Indudablemente, un sistema parlamentario que funcione bien favorece condiciones de un ejercicio democrático mayor". Precisamente esto último es lo que nos debe interesar, por tanto la reforma constitucional o constituyente en su caso debe contemplar elecciones uninominales para ser electos Diputados, así como la reducción del número de Parlamentarios.
AÑO 2008, ¿QUÉ HACER?
Después de décadas, con muchos y desastrosos desaciertos socioeconómicos y políticos que nos han sumido en un mar de incertidumbres, por no decir de frustraciones, me permito hacer las siguientes reflexiones y recomendaciones generales a nuestra ya desgastada y desprestigiada clase política, sin excluir a los "dirigentes" de la sociedad civil, ni mucho menos a nuestros "guías" espirituales:
Primero: Debemos aprender a respetar las leyes, tanto naturales como jurídicas. Es decir, que por una parte debemos buscar el desarrollo económico y social en armonía con los diferentes agentes económicos, el Estado y la naturaleza; y por otra, regular estas relaciones para que sean verdaderamente armónicas, mediante normas con poder legítimo, vigentes y que sean compatibles con todo el sistema jurídico, pues, como bien señala Hans Kelsen, "el problema de la justicia es un problema puramente ético, mientras que el problema jurídico se reduce a la validez de las normas".
Segundo: Es imprescindible rescatar o implementar valores éticos y morales, mismos que se deben expresar mediante el reconocimiento del valor de los demás y la preocupación por ellos, independientemente de su nacionalidad, credo político, raza, sexo, idioma, religión, opinión, origen, posición económica o condición social. Se trata, pues, de aplicar la regla de plata: "No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti".
Tercero: El pasado debe servirnos para el análisis retrospectivo, y no para recriminarnos errores, peor si los utilizamos como estrategia política, ya que, "en una batalla política -como dice el doctor Fidel Castro Ruz- no se puede perder la moral acudiendo a disfraces y mentiras". Además, debemos estar conscientes, como metafóricamente señala Heráclito, de que "no podemos bañarnos dos veces en el mismo río porque sus aguas fluyen constantemente y el río deja de ser el mismo que era antes".
Cuarto: Debemos ser críticos, por ser ésta una de las herramientas esenciales para dinamizar a nuestra sociedad, pero ésta debe tener el espíritu constructivo y bajo ningún punto de vista absolutista, o sea, que debemos respetar el criterio u opinión de los demás, ya que "la verdad de la cosa conocida es relativa al sujeto que la conoce". Este relativismo subjetivista lo expresó perfectamente Protagoras. Además, debemos estar claro que la sana crítica no es sinónimo de enemistad, es todo lo contrario, sobre todo cuando se trata de buscar la verdad, tal y como lo planteara Aristóteles cuando en su momento no estuvo de acuerdo con su maestro y amigo, "siendo Platón y la verdad igual de amigos míos, siento el imperioso deber de colocar a la verdad por delante".
Quinto: Otra recomendación o aspecto imprescindible, para 2008, debe ser la educación de nuestro pueblo, ajustada a nuestra realidad y necesidad. La primaria debe estar en consonancia con la segundaria, y ésta con la educación técnica y superior, haciendo énfasis en la técnica. Es necesario liberar a nuestro pueblo de la ignorancia, hay que crecer como pueblo y como nación. Se trata de la "salida del hombre de una minoría de edad debida a él mismo", decía Kant, al referirse al oscurantismo de la época medieval, de la cual nosotros, parece que no hemos podido salir.
Sexto: Una de las causas, de todo lo arriba señalado, es la falta de educación teórico-práctica de nuestra clase política, que le dé sustento a sus respectivas ideologías. Por tanto, cada partido, incluyendo a la sociedad civil, debe formar sus escuelas de cuadro a fin de que sepan distinguir en qué etapa del desarrollo social y económico nos encontramos, y no se apliquen así concepciones político-ideológicas que nada tienen que ver con nuestra realidad. Esto les permitirá conocer y aplicar los factores subjetivos y objetivos que inciden en los acontecimientos, en el curso probable de nuestra historia o evolución a formas más complejas, como sería nuestra industrialización: Una burguesía económicamente fuerte y una clase obrera calificada y/o una sociedad civil "surgida -como nos dice Antonio Gramsci– de las tramas de relaciones gremiales: sindicatos, partidos, iglesias, prensa, educación, etc., tomando por divisa la difusión constante de sus propios valores, sus propias creencias, sus propios ideales y hasta sus propios consensos sobre las actividades que debiera desarrollar el gobierno". Estaríamos, pues –en un futuro que espero no sea tan lejano– ante un sindicalismo gremial, no partidario, y a ante representantes de la sociedad civil salidos de los barrios y no de reuniones celebradas en hoteles cinco estrellas.
Séptimo: Debemos practicar un cristianismo -en el caso de los creyentes- no sumisos, no domesticador, no de los débiles y fracasados, como criticara el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, sino un cristianismo vigoroso, deseoso de justicia y de equidad, y de ser preciso, rebelde contra un orden impuesto que no satisfaga las necesidades de la mayoría. Un cristianismo que nos ayude a dar respuestas terrenales a los problemas terrenales, como bien nos indicara 238 años antes de Cristo el filósofo chino Siun Tse, "el cielo no posee conciencia y es parte de la naturaleza, en la que se incluye el sol, la luna, los astros, las estaciones del año, la luz, las tinieblas, el viento y la lluvia, y que la sucesión de fenómenos celestes discurren según determinadas leyes naturales, de modo que el destino de los hombres no puede ser regido por una insistente voluntad del cielo".
Octavo: Se debe fortalecer a la familia como institución social y como fuente de afecto y apoyo emocional, bajo la premisa de que es la célula fundamental de la sociedad, y como tal, responsable de la socialización de los hijos, sin menoscabo del papel que en este sentido juegan o deben jugar los medios de comunicación masivos y el Estado. Conscientes que esta última institución lo que nos trasmite no es más que los "intereses de los gobernante, a través de los aparatos ideológicos del Estado" -Luis Althusser-.
Noveno: Se debe concertar un diálogo nacional, pero previamente los sectores de la izquierda y de la derecha deben reunirse cada quien por su lado, a fin de buscar consenso político-ideológico, como una muestra de madurez política. Situación que le dará mayor seriedad al diálogo nacional y probablemente la eficacia y eficiencia que desea todo el pueblo nicaragüense.Décimo: Finalmente, queremos decirle a nuestra clase política y a la sociedad civil en su conjunto, que la política cuando se practica como ciencia y como arte, es plena, produce satisfacción y seguridad a sus seguidores. Es en este contexto que Aristóteles al referirse al hombre en sentido genérico, dijo que éste "sólo puede realizarse plenamente en el interior de una comunidad política". Definiéndolo como un animal político-.
DIÁLOGO NACIONAL EN BASE AL ESTADO SOCIAL DE DERECHO
La realización de un eminente y necesario Diálogo Nacional entre el gobierno del Presidente Daniel Ortega Saavedra y todos los sectores representativos de la vida nacional, tiene que ser con el propósito de promover, implementar y fortalecer el Estado Social de Derecho. Por consiguiente, todo acuerdo y resolución emanada de dicho diálogo debe ser en el marco del sistema jurídico vigente, con estricto apego a la jerarquía y al espíritu de la ley; y en su caso, ante acuerdos y resoluciones que vayan más allá del derecho positivo o vigente, estás deberán implementarse con posterioridad a la aprobación de la ley que debe normarlos. En otras palabras, se debe poner un alto a la reincidente violación a la Constitución Política y a las leyes en general, pues, ninguna norma inferior puede ir en contra de una norma superior; ni persona alguna obligada a hacer lo que la ley no mande, ni impedida de hacer lo que ella no prohíbe.
Por consiguiente ninguna crisis debe ser resuelta acosta de la institucionalidad, ya sea encubriendo el carácter jurídico de un derecho o de un hecho bajo la apariencia de otro, o mediante una ley ordinaria o decreto modificar la constitución en clara violación a los artículos constitucionales 130 y 183, mismos que establecen "ningún cargo concede a quien lo ejerce, más funciones que las que le confieren la constitución y las leyes"… "ningún poder del Estado, organismo de gobierno o funcionario tendrá otra autoridad, facultad o jurisdicción que las que le confiere la Constitución Política y las leyes de la República". En tal sentido, por el bien común, por el predominio popular en el Estado, el gobierno del pueblo por el pueblo, es decir por la democracia, el Presidente de la República y todos los sectores representativos de la vida nacional al negociar deben: analizar, discutir y resolver cada tema bajo la óptica de la Constitución y de las leyes de la materia, y en su defecto legislar en función de ajustar la realidad a la norma.
Así por ejemplo, el problema generado por los comicios municipales del nueve de noviembre debe ser analizado, discutido y resuelto de conformidad con la ley Electoral en cada una de sus etapas del proceso o en su caso la debida revisión de actas; la participación ciudadana sea cual sea la organización o afiliación político-ideológica por la ley 475, ley de Participación Ciudadana y por el Decreto No. 114-2007 Creación de los Consejos y Gabinetes del Poder Ciudadano; el conflicto de la propiedad por la ley 278 y demás leyes al respecto; sobre los derechos políticos, libertades públicas y libertad de expresión por la Constitución y Declaración de los Derechos Humanos de las cual somos firmantes. Así mismo en función de recuperar el apoyo de los países donantes y de la cuenta reto del milenio se debe analizar y discutir si dichos protocolos son o no violatorios a nuestra soberanía, lo que podría llevar a un profundo análisis del concepto soberanía y de nuestra política exterior, etc.
En febrero del año pasado El General Humberto Ortega Saavedra, llamó a todas las fuerzas vivas de la nación, en nombre de dos grandes patriotas: el mártir de las libertades públicas Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y el guerrillero heroico Camilo Antonio Ortega Saavedra, a una necesaria concertación nacional. Llamado que ahora se hace más necesario, pues la crisis se ha profundizado no sólo en el plano nacional, sino que internacionalmente. En ese mismo período y en este mismo Diario el suscrito escribía en respaldo al llamado del General Ortega "Digamos sí a la Concertación", enfatizando en dicho escrito, como ahora, que el Dialogo en mención, no sólo debe generar cambios positivos en la forma de hacer política, sino también en la sociedad en su conjunto en especial en las grandes mayorías empobrecidas deseosas de justicia y de equidad. Decía un comentarista deportivo en un programa dominical "que la República de Panamá está por inaugurar 21 hoteles y que nosotros por estar peleando no inauguramos ni cuarterías" ¡cuánta razón!
Por tales razones reafirmamos, como en aquella ocasión, que los medios de comunicación escritos, televisivos y radiales están llamados a actuar con mayor responsabilidad, con profesionalismo afín de coadyuvar a una verdadera reconciliación nacional, y con ello al fomento de la participación ciudadana llamase consejo del poder ciudadano, movimiento comunal, consejo de desarrollo regionales, departamentales y/o comité de desarrollo municipales, organizaciones gremiales, religiosas en función de salvar a Nicaragua de la crisis socio-económica y política. Crisis de la somos responsables todos, unos en mayor grado que otros. Estado Social de Derecho es, pues sinónimo de democracia: gobernabilidad, equidad, igualdad de oportunidades, libertad y justicia.
ASESORES O CONSEJEROS
Lic. Abelardo Elías Bojorge*
Desde los tiempos primitivos hasta nuestros días los jefes de tribus o de clanes, de Estados ciudades, de feudos y de Estados Naciones sean estos últimos unitarios o federados, capitalistas, socialistas o de izquierda han requerido y requieren, para bien o para mal, de consejeros o asesores: Sacerdotes o chamanes, consejos de ancianos, politólogos, jurisconsultos, economistas, científicos, etc., todos ellos en el disfrute del poder al cual sirvieron y sirven, por lo que en la mayoría de los casos hizo y sigue haciendo -salvo donde impera el Estado Social de Derecho- que dichas asesorías no hayan sido tan acertadas para los gobernados. Pues, la historia es testigo de los errores y pocos aciertos de los gobernantes por malas asesorías ya sean estas de buena fe o por dolo. Estas situaciones se han visto empeoradas por tres razones esenciales, la primera: cuando estos asesores en vez de influir en la rectificación de los errores los justifican de manera servil e irracional; la segunda: cuando los gobernantes defienden o apañan a estos malos, y bien remunerados, asesores; y la tercera cuando son nombrados por amiguismo o afiliación partidaria sin tomar en cuenta capacidades, vocación de servicio ni honradez.
Esta tesis, arriba señalada, debe ser de mucha utilidad al gobierno del Presidente Daniel Ortega y a una oposición propositiva que como tales lo primero que tiene que hacer es promover, fortalecer y desarrollar el Estado Social de Derecho, que no es más que la subordinación o limitación del poder público y las actividades privadas a la ley, y dentro de ese marco jurídico corregir las contradicciones económicas, políticas y sociales de nuestra sociedad. En otras palabras se debe ser intransigente en la aplicación de los preceptos constitucional que dicen… "Ningún cargo concede a quien lo ejerce, más funciones que las que le confieren la constitución y las leyes"… "Ningún poder del Estado, organismo de gobierno o funcionario tendrá otra autoridad, facultad o jurisdicción que las que le confiere la Constitución política y las leyes de la República". Artos. 130 y 183Cn.
Es voz Populis, que la mayoría de los nicaragüenses, por no decir todos -ya que esto podría molestar a Eduardo Enríquez de la Prensa S.A., y/o a Joel Gutiérrez del Canal 2-, queremos que se haga un buen gobierno por diversas razones: unos porque están cansados de tanta pobreza, desempleo y corrupción, otros para garantizar sus inversiones o seguir invirtiendo y los que estamos interesados en el desarrollo de una democracia integral, representativa y participativa de conformidad con la Constitución y la ley 475, ley de Participación Ciudadana. Esa mayoría a las que nos referimos ha aplaudido los aciertos y denunciado los desaciertos del nuevo gobierno entre los primeros están: relaciones con todos los gobiernos posibles en el marco del respeto mutuo y de la libre determinación de los pueblos; las garantía ofrecidas a los inversionistas nacionales y extranjeros; la reducción y eliminación de los mega salarios en el Poder Ejecutivo, así como el ante proyecto de ley que se espera sea apoyado por todas las fuerzas políticas representadas en la Asamblea Nacional, afín de reducir los mega salarios en los otros Poderes del Estado. Y entre los segundos tenemos: caso Olof Palme, el logotipo de gobierno y la creación de nuevos consejos de participación ciudadana, cuando lo que hay que hacer es fortalecer la aplicación de la ley 475. En el caso de la ley marco esa mayoría considera culpables a todas las fuerzas políticas involucradas.
Estos aciertos y desaciertos, nos hacen presumir que el gobierno del Presidente Ortega tiene buenos y malos asesores, sin embargo es loable, y esto hace la diferencia con la tesis inicial, de que este gobierno -Presidente y asesores- tienen capacidad de rectificar como fue el caso referido al Ejército y a la Policía Nacional en la reforma a la ley 290, lo que fue aplaudido por moros y cristianos, quedando demostrado que lo "cortés no quita lo valiente", y que el pueblo -excluido los don me opongo- ha adquirido la suficiente madurez para valorar los aciertos y desaciertos del Presidente y sus asesores. Estos últimos deben procurar no desgastar al Presidente y a su gobierno con sugerencias impertinentes ni mucho menos ponerlo al margen de la ley. En este sentido les decimos, primero piensen y después actúen. Hay que ser estudiosos de las leyes por el bien de Nicaragua.
CRISIS Y SOLUCIÓN: EFECTOS DEL CONFLICTO SOCIAL
Cuando tenemos el privilegio de leer e interpretar artículos de opinión como el "Fracaso de los Sistemas" de Gioconda Belli -ND-11-12-08-, se nos viene a la mente la siguiente interrogante: ¿Por qué las universidades estatales y privadas no incorporan en el pensum académico el estudio del marxismo como tal? Pues, desde mi punto de vista, resulta inaudito que profesionales y políticos, ya no digamos los estudiantes universitarios de las diferentes carreras o profesiones, ignoren la importancia y aplicación de las leyes de la dialéctica en nuestra vida diaria, así como el materialismo histórico y la teoría del conflicto entre otras tesis no menos importantes.
Por ejemplo desde nuestra independencia del Reino de España, hemos vivido en un permanente conflicto social como fenómeno genérico; y es a partir del dominio de la teoría del conflicto -décadas de los 70 y 80- que este fenómeno comienza a ser visto como una relación social con funciones positivas para los intereses de un determinado partido político-militar, que en la clandestinidad se inspiró en los trabajos de Karl Marx, quien vio en la lucha de clases la clave de la historia humana y principal fuente de cambio. Pero que en la actualidad, en su retorno al Poder esta fuerza política, analiza y controla otros tipos de conflictos, convencidos que en sociedades como la nuestra la lucha de clase es ficticia, al no existir una burguesía desarrollada ni mucho menos una clase obrera organizada y preparada; por consiguiente la estructura y organización del conflicto social es entre gobierno y oposición o mejor dicho entre cúpulas partidarias incluyendo a la sociedad civil y medios de comunicación, entre empresarios y consumidores o usuarios, entre jóvenes y adultos, hombres y mujeres, diversos grupos raciales y étnicos, etc.
Partimos en nuestro análisis que el conflicto es inherente al ser humano, a los grupos sociales. Nadie se escapa del conflicto. La diferencia está en quién domina la técnica para el control del conflicto por ejemplo la cúpula del partido de gobierno superó dos disidencias producto de conflictos internos, sin embargo mediante su poder político, social y económico, lejos de debilitarse ha mantenido y aumentado su influencia sobre los sectores subalternos, llámese militancia o simpatizantes. En cambios los partidos Conservador y Resistencia se encuentran dispersos y totalmente debilitados, los liberales han demostrado ser demasiado vulnerable a las disidencias, por ello se han tenido que unir nuevamente. Pero ahora, por la coyuntura o conflicto social macro, están unidos a elementos que también dominan el arte del control del conflicto: Sandinistas disidentes del FSLN.
Esto último hace más interesante la lucha política, pues conflicto y estrategia se nutren mutuamente, uno evoluciona por efecto de la evolución del otro. En este sentido no es casualidad que los escritos u opiniones de los sandinistas disidentes en las páginas de los diarios más influyentes, sean más impactantes en la opinión pública que cualquier otro tipo de militancia partidaria, como diría Herty Lewite "zorros de mismo piñal". Con esto no queremos decir que las otras agrupaciones políticas sean incapaces o torpes, sino que frente al conflicto se han visto hasta ahora desenchufados, pierden el enfoque, sin poder actuar con ventaja sobre el conflicto, a pesar de la supuesta mayoría parlamentaria, que le permita anticiparse a su desarrollo y a sus consecuencias negativas, o en su caso manejar mejor el conflicto que sus adversarios. Por tal razón el FSLN se da el lujo de coaccionar al resto de la población, tomándose las calles, es decir el control del conflicto le permite gobernar sin el consenso general.
En conclusión si el conflicto social es una constante histórico-sociológica, que puede llevarnos por una parte, frente a posiciones intransigentes, a terminar en tragedia como la guerra contra Somoza o la guerra contrarrevolucionaria; y por otra a la definición y solución de problemas como el planteado con los resultados de las elecciones municipales, mediante, lo que los teóricos de esta teoría han dado en llamar, juegos mixtos -cooperación y conflicto- abriendo el espacio a la negociación, ya que la forma de abordar el conflicto es lo que constituye la ventaja y la oportunidad, por tanto hay que buscarlas, pues, tras todo conflicto existe una oportunidad.
EL CONFLICTO HISTÓRICO DE LA PROPIEDAD URBANA Y RURAL, HA SIDO CAUSA Y EFECTO DE LA INESTABILIDAD POLÍTICA NICARAGÜENSE
Entre 1823 y 1854, Nicaragua fue asolada por seis guerras civiles y varias asonadas, lo que no sólo implicó la pérdida de vidas humanas, sino también el despojo de propiedades, los ganadores de turno expropiaban y confiscaban a los vencidos. Para este período, el Estado era el poseedor legal de la mayoría de las tierras, pues sólo unos pocos habitantes, la iglesia Católica y algunas comunidades indígenas poseían títulos de propiedad, y a pesar de ello la legislación sobre la tierra entre 1820 y 1850, pretendió convertir las tierras realengas de las comunidades indígenas, y las posesiones de los campesinos ladinos que no estaban debidamente legalizadas en tierras nacionales o ejidales.
Ambiciones que se materializaron, en gran medida, durante las décadas de 1850 y 1860 como producto del pacto ínter-oligárquico, promoviéndose la privatización de las tierras nacionales, para luego comenzar el asecho sobre las tierras indígenas, al estar totalmente desprotegidas por la constitución política de 1858, aunque paradójicamente ésta, enfatizaba sobre la "inviolabilidad de la propiedad"; pero dicha legislación estaba en caminada a restringir el acceso a la tierras a los más pobres, porque cuando estos pretendían obtener un título de propiedad sobre tierras ejidales que ellos habían ocupado y cultivado durante décadas, se encontraban que los procedimientos legales eran muy complejos y costosos. En 1877 durante el gobierno de Pedro Joaquín Chamorro Alfaro, se decretó "que las tierras ejidales y comunales, que habían sido rentadas o cercadas por más de un año debían ser vendidas a los rentistas u ocupantes, a precios desde dos hasta cinco pesos por manzana"; y en marzo de 1881 el Congreso Nacional decretó que el "50% de las tierras comunales tendrían que ser distribuidas entre los miembros de las comunidades, y el resto debería ser vendidas"…
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