La cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación (página 4)
Enviado por Ana Felicia Celeiro Carbonell
Desde el punto de vista lógico, la argumentación moral está constituida por determinadas premisas y una conclusión, relacionadas con argumentos de significación social positiva o negativa. Argumentar desde lo moral es provocar o acrecentar la adhesión de un auditorio o un interlocutor a las tesis que se presentan como válidas, es una actividad discursiva orientada a intervenir sobre los juicios morales, opiniones y referencias de dichos interlocutores y que trata de convencer a otras personas.
Por otra parte, el método presenta dos vertientes formativas:
La introyectiva.
La proyectiva.
La vertiente introyectiva está relacionada con la formación de los autorreferentes morales, en la cual se articulan la autoestima, la autovaloración y la autodeterminación, se trata de fomentar la autonomía moral, pero ésta en correspondencia con el proyecto ético social y profesional, se trata además de concientizar la propia manera de ser moral. Para dialogar con otros es necesario, como premisa, saber "dialogar con uno mismo", autorreflexionar y autocriticarse a través de un "monólogo dialógico" en el cual el interlocutor es el profesional de la educación formador, sin que ello implique su presencia física.
El método del diálogo ético educativo, desde esta arista debe ayudar al individuo a cambiar todo aquello que no es coherente con su propio ideal socio-moral y este es un proceso permanente que se despliega durante toda la vida.
Desde la vertiente proyectiva, el mismo está relacionado con el ejercicio de la profesión, en este caso desde la perspectiva de la convivencialidad[32]porque le corresponde a los procesos educativos lograr la convivencia en el sentido que se ha asumido, en tanto esta no significa vivir juntos, sino compartir con otros y los profesionales de la educación están obligados a compartir con sus estudiantes y con sus compañeros de labor y esto ha de ser a partir de postulados éticos como el respeto, la aceptación, la igualdad, la solidaridad, la justicia y la equidad, desde la razón y desde el sentimiento.
Los elementos que caracterizan la modelación del método están en:
El papel protagónico del alumno en la articulación de las dimensiones instructiva, educativa y orientadora en su formación inicial desde una perspectiva ética y axiológica a través de los componentes académico, laboral e investigativo, desde el vínculo de lo teórico con lo práctico.
La estimulación de la actividad metacognitiva como ejercicio de autorreflexión que trasciende lo instrumental articulando con lo ético, lo axiológico y lo humanista, generado desde una interacción dialógica.
El carácter subjetivo, singular y personalizado del proceso de motivación moral y de elección ética y autodeterminación del sujeto.
El carácter eminentemente constructivo y creativo del diálogo como mecanismo de interacción entre los seres humanos que ha de legitimarse en la profesión pedagógica.
El método se configura atendiendo a los procedimientos que lo articulan, resultantes de la integración de sus fundamentos teóricos, se adecua a las particularidades del proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación, desde su formación inicial.
El primer procedimiento del método es la problematización ética, se despliega a través de un sistema configurado por las orientaciones del profesor que se encaminan a constatar si el problema o contradicción de carácter ético detectado o presentado es lo suficientemente global e integrador como para estructurar un proyecto para su solución, de manera que se generen aprendizajes éticos que impacten el desarrollo personal y la formación profesional del estudiante, actualizará su motivación por el aprendizaje ético y sus conocimientos en torno a la ética axiológica humanista a través de preguntas y/o situaciones modeladas que el profesor generará para esos fines, estas estarán encaminadas a la reflexión de los problemas morales; el profesor debe incitarlo a la autorreflexión: ¿Qué ocurre en mi contexto profesional y de vida? ¿Cómo son las relaciones entre el profesor y los estudiantes? ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer?, ¿En qué medida las relaciones interpersonales se sustentan en la aceptación, la justicia, la equidad y la solidaridad? Se precisa la conveniencia de desarrollar en el estudiante una tensión interna y una necesidad de expresión de sus ideas en aras de desplegar sus recursos personales para el aprendizaje ético. La interrogación de la realidad, a sí mismo y el cuestionamiento de la vida cotidiana se convierten en recursos educativos para generar la reflexión moral que deviene autorreflexión ética.
El análisis de los problemas actuales de la sociedad y del ejercicio profesional pedagógico del licenciado en Educación se despliega en la búsqueda y descubrimiento de problemas típicos de la convivencia, las relaciones interpersonales, la actitud ante la vida y la profesión pedagógica.
Los problemas deben surgir de necesidades reales de los alumnos, de situaciones nuevas para ellos, que generan dudas, lo cual asegura la motivación y el diálogo ético de éstos. Es necesario tener en cuenta que el mundo se halla lleno de enigmas y problemas que estimulan su afán de saber cuáles son los móviles morales que condicionan la ocurrencia de cada proceso o fenómeno, y la pregunta es un recurso didáctico que le ayuda a desentrañar estas incógnitas. La tarea fundamental del profesor es ayudar, en términos de orientación, a los estudiantes para definir con claridad y precisión el conflicto ético que debe resolverse.
El problema se hace consciente en el estudiante a través de las interrogantes que se plantea y a su vez generan nuevas preguntas, donde éste sea capaz de plantearse nuevas interrogantes que estimulen la búsqueda, la interrogación profesional, personal, lo que hace que estos se sientan responsables de sus actos y de su formación profesional, por cuanto es él quien busca y encuentra las respuestas requeridas. La solución de los problemas presentados posee un fuerte potencial diagnóstico en cuanto a motivación moral y aprendizaje ético, en cuanto a la cultura ética de este estudiante.
La observación y la introspección moral es un procedimiento que sitúa al docente en el deber de orientar al estudiante a observar desde el propio proceso de la clase, como vía para despertar su conciencia moral hacia todo lo que le rodea, de manera que este pueda fijar la atención en una perspectiva ética, discriminar situaciones, relacionarlas e interpretarlas, recrear lo que se percibe para lograr aprendizajes éticos. A partir de la introspección moral el futuro profesional de la educación, comienza a percatarse de sus limitaciones, logros, a relacionar un aspecto con el otro, a interpretar, tiene la posibilidad de comparar sus comportamientos con patrones de comportamientos éticos existentes, que se distinguen por la aceptación del otro, el respeto a la diversidad, la cooperación y la solidaridad en la solución de los problemas que enfrentan, estableciéndose en expresión de cultura ético-axiológica humanista en cuanto se constituye en herramienta para mejorar la convivencia y alcanzar determinadas metas en su desarrollo personal y profesional, al tiempo que colabora con sus compañeros en este mismo sentido.
La observación y la introspección moral como procedimiento que permite el aprendizaje activo y flexible de lo ético-axiológico humanista, se caracteriza por articular la reflexión y la autorreflexión a través de preguntas, investigaciones, búsqueda, aplicaciones que el docente orienta en sus clases y actividades educativas para propiciar en los estudiantes experiencias prácticas, que desarrollen relaciones con cada contexto en los cuales se desenvuelven, tomar decisiones en cuanto a los problemas personales, convivenciales y profesionales y desarrollar comportamientos éticos que revelen el interés localizado por la mejora de estos elementos desde el aprendizaje de su profesión.
La activación senti-pensante es el subsiguiente procedimiento y su elemento distintivo es el reconocimiento y objetivación a través del comportamiento de los elementos ético-axiológicos de los estudiantes, que propendan a una perspectiva humanista, en su propio proceso de formación profesional. Esta activación se apoya en el aprecio y estimación del estudiante como aspecto básico, se despliegan activamente en los diferentes espacios formativos, los procedimientos, las actitudes y los valores emergidos de manera que se potencie su naturaleza formativa. Se reconocen no sólo los errores, sino que se ofrece apoyo y acercamiento afectivo al estudiante, a través del intercambio dialógico él apreciará la aceptación del profesor, independientemente de los aciertos y/o desaciertos de sus reflexiones. Es un procedimiento donde se potencia la identidad y la autoestima del alumno, mediante un ejercicio de tolerancia, aceptación y cooperación.
Se deben tener en cuenta no sólo los aspectos cognitivos de la ética del comportamiento humano y de la profesión, sino además y sobre todo, los aspectos afectivo motivacionales y comportamentales que reflejan las actitudes que el educando ha asumido en relación con los otros y con el entorno profesional, estos son elementos que dan cuenta del carácter protagónico del estudiante en su proceso de formación moral y ética desde la razón y desde el sentimiento.
La activación senti-pensante le permite al estudiante ir comprendiendo, analizando y valorando las asimilaciones y adquisiciones que hace con respecto a los contenidos éticos necesarios para el desempeño coherente de su futura profesión en el sentido axiológico humanista, por tanto, el profesor tiene que promover este tipo de activación, también ofrecer la posibilidad de que con un enfoque interactivo del proceso de formación profesional los estudiantes cooperen en la identificación y enjuiciamiento crítico de las capacidades y habilidades sociales que va adquiriendo respecto a la formación de su cultura ética.
Mediante la activación senti-pensante se despiertan en el estudiante nuevas inquietudes, cuestionamientos, la toma de conciencia de sus conocimientos éticos, la propensión de estos hacia la condición humana que se legitima en experiencias, vivencias y actitudes de colaboración, ayuda mutua, aceptación y respeto de las diferencias así como con el acceso justo a los bienes sociales y culturales que en el contexto formativo encuentran un momento de síntesis en el acceso a un aprendizaje de calidad para cada uno y en la atención a la diversidad. Este procedimiento permite que el estudiante viabilice la necesidad de expresar sus propios pensamientos y analizar la coherencia de estos con sus emociones, sentimientos y valores, llevando al mismo a la búsqueda y a interesarse por los contenidos objeto de aprendizaje ético.
En la interrogación, la pregunta promueve la curiosidad intelectual, motivar una actitud y búsqueda de alternativas para el aprendizaje ético, es el recurso (procedimiento) que el profesor tiene a su alcance para esclarecer posibles dudas, problemas, aplicaciones, hipótesis respecto al conocimiento y al comportamiento humano de cara a una ética axiológica humanista, para estimular la sensibilidad en relación a los problemas que en este orden se presentan en el contexto de la profesión y de la vida en general. En este momento se valora la calidad del proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación y de los intereses y motivaciones que se han suscitado con respecto a la profesión en este sentido.
La argumentación ética es un procedimiento que revela en el estudiante el desarrollo de la capacidad para justificar o refutar una opinión, ideas, puntos de vistas, criterios, mediante un argumento de naturaleza ética, la interpretación, la formulación, la explicación, el procesamiento y la evaluación de información relacionada con la ética de la condición humana.
Mediante esta el estudiante trasmite un mensaje donde se tiene en cuenta la formulación (oral o escrita), y termina con su interpretación y evaluación por parte del profesor u otros estudiantes que intervienen en dicho proceso, donde se produce la apropiación de contenidos éticos.
La argumentación ética tiene una función definida y los componentes se interrelacionan de un modo específico, pues el mensaje cumple con la aprobación o no de las opiniones dadas; los estudiantes aceptan o rechazan estos criterios, o se puede esperar a una nueva transmisión de información, o clarificar las ideas o nuevas consideraciones del tema en cuestión; mediante el diálogo se expresa la argumentación.
La argumentación ética es en fin, un proceso a través del cual el estudiante selecciona, organiza y transforma la información que recibe de diversas fuentes, a través del establecimiento de relaciones entre dicha información y sus aprendizajes éticos previos. Es expresión de la capacidad del estudiante para articular e integrar contenidos éticos teniendo en cuenta las experiencias, vivencias, puntos de vistas, opiniones y criterios, es decir para asumir los procesos, objetos y fenómenos de su rol profesional, explicarlos y valorar la acción que ejerce sobre ellos, de acuerdo con los retos actuales de la condición humana: respeto al otro, diálogo, aceptación, cooperación, justicia social y equidad.
Otro procedimiento que sintetiza la perspectiva instructiva de la formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación es la sistematización, que en su sentido más estricto significa integrar y generalizar conocimientos y habilidades, pero además se considera como el ordenamiento y reconstrucción, el descubrimiento de las experiencias vividas en la apropiación del contenido ético, así como los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado y porqué ha sucedido de ese modo y a partir de ellos se reconstruyen nuevos aprendizajes éticos.
El docente orienta a partir de las experiencias, de las vivencias que el estudiante tiene de su práctica, de cómo interpreta y aprende nuevos contenidos éticos y los comparte con otros estudiantes.
Mediante ella se propicia una dinámica participativa, donde el docente crea espacios de interacción, en el que se compartan experiencias, criterios, opiniones, ideas relacionadas con el contenido ético de la profesión y de la práctica social en general y se discuten los problemas éticos y axiológicos que enfrenta la humanidad en la actualidad.
La sistematización permite al estudiante la recuperación de lo aprendido, así como la apropiación de los contenidos éticos de manera integrada y cómo los comparte en el proceso formativo con los otros estudiantes, permite la precisión de las experiencias y la incorporación de nuevos aprendizajes a partir de los ya obtenidos.
Los procedimientos formativos desarrollados hasta aquí condicionan la instrumentación de la lógica del proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación, en tanto se sustentan en los rasgos sustanciales de los componentes y las relaciones esenciales que dimanan de ellos a partir de la propia dinámica del proceso.
CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO II
La concepción pedagógica que se desarrolla en este capítulo se sustenta en un conjunto de fundamentos epistemológicos que permiten revelar y argumentar el sistema de categorías y sus relaciones que se dan al interior del proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación y el vínculo orgánico intrínseco entre lo ético y lo axiológico como dimensiones que vertebran y jerarquizan su carácter humanista, así como sus límites, nexos y distinciones esenciales.
También se patentizan la regularidad del aprendizaje ético meta-reflexivo como eje dinamizador de la instrucción, la educación y la orientación ética, el principio del carácter transverso de lo ético en el proceso de formación del profesional de la educación y el método formativo de diálogo ético educativo, con sus respectivos procedimientos.
A partir de la concepción que se presenta, se puede comprender que en el proceso que se modela lo axiológico coexiste en interdependencia de forma espacio-temporal con lo ético, por lo que de forma implícita se revela el hecho de que al realizarse el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación, se está realizando de forma tácita un proceso de formación de valores en los mismos.
CAPÍTULO III:
Metodología para el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación desde la formación inicial
Se presenta una metodología en la cual se concreta el proceso de formación de la cultura ético-axiológica del profesional de la educación, así como la valoración científica de su pertinencia y factibilidad fundamentada en los presupuestos de la sistematización y el estudio de casos, de igual manera, se emplearon el método criterio de expertos y los talleres de opinión crítica y construcción colectiva.
III.1 Concepción de la metodología para la formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación.
Una metodología constituye una secuencia sistémica de etapas que incluyen acciones y procedimientos interdependientes que permiten el logro de determinados objetivos; la presente se concibe y estructura a partir de los criterios generales trabajados por Bermúdez R. y Rodríguez M. (1996)
La presente metodología persigue como objetivo general organizar de forma lógico-metodológica el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación desde su formación inicial, como recurso dinámico que vertebra una comprensión pedagógica que integra la determinación categorial del proceso, el vínculo orgánico intrínseco entre lo ético y lo axiológico y las herramientas teórico-metodológicas para desarrollar el proceso.
La misma exhibe las siguientes características:
Diferenciada, porque se concibe en correspondencia con la fase de preparación inicial en que se encuentre el estudiante, ya sea la pre-profesional o la de práctica profesional, tomando en consideración, además, los presupuestos de la atención a la diversidad.
Problematizadora, contribuye a preparar a los estudiantes en la resolución de los distintos problemas éticos del ejercicio de la profesión desde lo curricular, lo investigativo y lo laboral, a través de la interpelación y análisis dialogado de los actos humanos que tienen lugar en el complejo proceso de educación de la personalidad.
Desarrolladora, porque posee y activa el potencial creativo para promover nuevas transformaciones y por lo tanto para impulsar el tránsito del estudiante hacia niveles superiores de desarrollo y potenciar en ellos la apropiación activa, crítica y creadora de la cultura ético-axiológica humanista.
Transdisciplinar, opera con categorías de la Pedagogía, la Psicología , la Filosofía, la Ética y la Filosofía de la Educación, por un lado y por otro, las categorías que conforman su aparato conceptual atraviesan las distintas Disciplinas que conforman los Planes de Estudios de las diferentes carrearas pedagógicas.
La metodología se apoya en los fundamentos que aporta la concepción pedagógica para la formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación, el modelo de formación de la Universidad Cubana actual, y la concepción del Proyecto Educativo Institucional (PEI).
El aparato teórico de esta metodología lo conforman los siguientes conceptos y categorías: (Anexo No.7)
Cultura
Cultura ética
Cultura ética del profesional de la educación.
Formación humanista del profesional de la educación
Formación ética del profesional de la educación
Formación axiológica del profesional de la educación
Formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación.
Aprendizaje ético meta-reflexivo
Instrucción ética
Educación ética
Orientación ética
Condición humana
Valores universales
Algunas de estas categorías y conceptos constituyen nuevas elaboraciones teóricas que han permitido concebir, desde el punto de vista pedagógico, el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación, así como la metodología para su puesta en práctica.
Se presenta como parte del cuerpo legal de esta metodología los principios pedagógicos siguientes:
Unidad entre el protagonismo del estudiante y la dirección del maestro.
Unidad de la actividad y la comunicación.
Unidad del aprendizaje individual y grupal.
Unidad de lo instructivo, lo educativo y lo orientador.
Unidad de lo cognitivo y lo afectivo.
La metodología se desenvuelve en los mismos espacios y contextos educativos que están vinculados con los procesos sustantivos que transcurren en la UCP: formación, investigación y extensión, tanto en lo curricular como en lo extracurricular y en los distintos escenarios de formación del profesional de la educación.
La metodología se estructura en tres etapas:
I: Propedéutica.
II: Dinámica del proceso formativo de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación.
III: Evaluación.
Cada etapa a su vez está conformada por dos fases vinculantes:
Etapa I: Propedéutica.
Fase I: Sensibilización y Diagnóstico.
Fase II: Capacitación.
Etapa II: Dinámica.
Fase I: Formación de la cultura ético-axiológica humanista del estudiante desde la formación inicial pre-profesional concentrada en la UCP.
Fase II. Formación de la cultura ético-axiológica humanista del estudiante desde la formación inicial de práctica profesional concentrada en las microuniversidades.
Etapa III: Evaluación.
Fase I: Evaluación.
Fase II: Retroalimentación.
Etapa I: Propedéutica.
Objetivo: Preparar a los docentes formadores, a partir de la sensibilización y el diagnóstico, para asumir el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del futuro profesional de la educación.
La etapa se estructura a partir de la concatenación de tres momentos vinculantes que son la sensibilización, el diagnóstico y la capacitación, por lo que es una etapa propedéutica que permite preparar las condiciones y el personal para el logro del objetivo general.
Fase I: Sensibilización y Diagnóstico.
La sensibilización, como momento particular de esta fase, pretende lograr una concientización por parte de los docentes formadores y los que están en formación acerca de la necesidad y pertinencia de la formación de una cultura ético-axiológica humanista que caracterice de forma esencial el ejercicio de la profesión del futuro docente.
El diagnóstico permite caracterizar el estado en que se encuentra la preparación de los docentes para llevar a cabo el proceso, así como el estado actual de los docentes en formación en este ámbito; igualmente revela las debilidades, fortalezas y potencialidades a tener en cuenta para acometer el proceso.
Acción 1: Promover el intercambio de los docentes en torno a la necesidad de reflexionar sobre la importancia de la formación de la cultura ética de carácter axiológico y humanista del docente en formación.
Procedimientos:
Realizar la sensibilización en el colectivo de carrera y el colectivo de año.
Realizar talleres para el autodiagnóstico del docente formador y concebir los instrumentos en función del estudiante en formación inicial respeto a su aprendizaje ético y otros elementos asociados.
Acción 2: Desarrollar talleres para el análisis del autodiagnóstico y la autovaloración.
Procedimientos:
Explicar de forma general en qué consiste la formación moral del docente, el aprendizaje ético del docente en formación y su incidencia en el ejercicio de la profesión como referentes específicos para la formación de una cultura ético-axiológico humanista.
Realizar el análisis del autodiagnóstico en la reunión de elaboración y/o evaluación del Proyecto Educativo de grupo.
Acción 3: Diagnosticar el estado en que se encuentra la concepción que poseen los docentes formadores acerca del proceso de formación ética y axiológica del profesional en formación, así como en los documentos principales que rigen el proceso formativo del mismo
Procedimientos:
Determinación de los indicadores a evaluar en el diagnóstico a los docentes, a partir de la concepción pedagógica del proceso.
Determinación y elaboración de los instrumentos del diagnóstico.
Aplicar el diagnóstico en el colectivo de carrera y el colectivo de año.
Revisar y diagnosticar los PEC Y PEA desde la visión de si se concibe esta y si es posible insertarla.
Valoración y socialización de los resultados arrojados.
Retroalimentación de sensibilización.
Acción 4: Diagnosticar la formación de la cultura ético-axiológica humanista de los docentes en formación
Procedimientos:
Determinación de los indicadores a evaluar en el diagnóstico a los docentes en formación.
Determinación y elaboración de los instrumentos del diagnóstico.
Aplicación de los instrumentos en los espacios disponibles.
Valoración y socialización de los resultados arrojados.
Retroalimentación de sensibilización.
Acción 5: Crear las condiciones necesarias para el proceso de capacitación a partir del proceso de sensibilización y diagnóstico.
Procedimientos:
Determinar las necesidades de capacitación de los docentes formadores para enfrentar el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del estudiante.
Diseñar las actividades de capacitación.
Realizar la capacitación en los espacios que ofrecen los colectivos de carrera y año.
Fase II: Capacitación.
Esta fase permite a los docentes formadores apropiarse de las herramientas teóricas y los recursos metodológicos indispensables para desplegar la dinámica del proceso formativo ético-axiológico del estudiante a partir de la concepción pedagógica elaborada para estos fines.
Acción 6: Preparar a los claustros de carreras y de años para asumir el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista del docente en formación.
Procedimientos:
Crear un clima adecuado para la capacitación de manera que los docentes no se sientan sobrecargados de tareas, sino motivados a elevar la calidad del proceso que dirigen.
Desarrollar la preparación teórica y metodológica de los docentes formadores para enfrentar el proceso formativo de la cultura ético-axiológica humanista de los estudiantes.
Etapa II: Dinámica del proceso formativo de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación.
Objetivo: Desplegar el proceso de formación ética a partir de una concepción pedagógica de la formación de la cultura ético-axiológica humanista del docente en formación.
Esta etapa se estructura a partir de dos momentos de la formación inicial estrechamente relacionados, que son: la formación inicial que de forma intensiva y concentrada reciben del 1er año al 3ro y transcurre en la sede central de la UCP y la formación inicial que va del 4to al 5to años y se caracteriza fundamentalmente por la práctica profesional que desarrollan insertados en las escuelas.
Fase I: Formación de la cultura ético-axiológica humanista del estudiante desde la formación inicial pre-profesional concentrada en la UCP.
En esta fase se desarrolla el proceso de formación de la cultura ético-axiológica humanista de los estudiantes por parte de los docentes de la UCP y está más vinculada con las actividades curriculares y extensionistas del Proyecto Educativo de Carrera y año (PEC, PEA).
Acción 7: Contextualizar en las Disciplinas, Asignaturas y clases de la carrera los contenidos de aprendizaje ético, en correspondencia con los contenidos de las mismas por año.
Procedimientos:
Determinar las potencialidades que ofrece el currículo manifiesto para desarrollar el proceso instructivo-educativo de aprendizaje ético.
Dar tratamiento teórico-metodológico en los colectivos de Disciplina y Asignaturas al proceso de formación de los conceptos normativo-valorativos, juicios y razonamientos morales, aprovechando las potencialidades que ofrece el currículo de la carrera en el año para el desarrollo de la dimensión de instrucción ética del proceso.
Promover en las clases, como vía clásica del proceso formativo, el aprendizaje ético como una dimensión del aprendizaje desarrollador.
Atender de forma especial en las clases los elementos de la esfera afectiva que inciden de forma directa en la formación moral de los estudiantes, tales como: las emociones, los sentimientos, el valor, el ideal y la autovaloración, la autoestima y la autodeterminación como autorreferentes morales.
Incidir en las clases en el desarrollo de la meta-reflexión moral del estudiante a través del ejercicio crítico-reflexivo acerca de su propia actuación y la de los demás, así como las cualidades y valores humanos que matizan su actuación.
Desarrollar talleres especiales de formación ético-axiológica de los docentes en formación.
Talleres especiales de formación de la cultura ético-axiológica humanista del estudiante como futuro profesional de la educación.
Los talleres especiales se conciben como actividades teórico-prácticas que permiten desarrollar la reflexión socio-moral, la comprensión socio-moral crítica y la argumentación moral de las situaciones y problemas seleccionados y se caracterizan por su marcado dinamismo interactivo y dialogante para el trabajo grupal desde la diversidad[33]
Como formas de organización docente que permiten desplegar la dinámica del proceso formativo de una cultura ético-axiológica humanista, los talleres deben responder de forma directa a las características esenciales del método formativo que se presenta en la concepción pedagógica, entre ellas:
El método a desplegar en los talleres es el del diálogo ético-educativo con valor formativo para el desarrollo moral de los educandos, que busca promover la reflexión individual y colectiva sobre los contenidos relacionados con lo ético-axiológico desde la crítica y la argumentación.
Se despliega la autenticidad, tolerancia, respeto y empatía del docente formador con el docente en formación y entre estudiantes, como expresión concreta y particular del ejercicio vivencial de los valores universales de la condición humana: aceptación, solidaridad, equidad y justicia.
Se ha de revelar el compromiso con el cambio educativo a partir de acciones concretas que provoquen las trasformaciones y el crecimiento moral y ético-axiológico del alumno.
Se pone en práctica un nuevo estilo en la manera en que se relacionan profesor-alumno, este estilo es personológico, transformador y responsable y requiere del alumno:
Disposición, motivación y actitud positiva hacia su desarrollo y crecimiento moral.
Posición ética activa y transformadora hacia sí mismo y hacia los otros.
Autovaloración y reflexión ético-axiológica sistemática en función de su autodeterminación moral.
De esta misma forma, los talleres como formas de organización docente demandan como requisito un enfoque profesional que tenga las siguientes características:
Problematizador: Exige la preparación de los docentes en formación para la solución de problemas de la profesión asociados a conflictos morales, dilemas éticos, toma de decisiones y otros vinculados con la formación ético-axiológica de ellos mismo y de sus futuros estudiantes.
Personológico: Tiene en cuenta la subjetividad, la individualidad y la irrepetibilidad del alumno como personalidad, por lo cual se concibe como un profesional en formación único, idéntico a sí mismo, con una historia de vida personal, consciente y reflexivo, que necesita ayuda para de forma consciente y activa incidir en su autoformación profesional ético-axiológica.
Participativo interactivo: Demanda la interactividad entre los estudiantes y entre éstos y el docente formador, de manera tal que prevalezca una actitud dialógica de carácter ético educativo como cualidad esencial de la participación interactiva.
Meta-reflexivo evaluativo: Implica conducir al alumno a la comprensión y valoración de las motivaciones y recursos intelectuales de los cuales se ha apropiado y los que aún le faltan para un ejercicio profesional pedagógico ético, de manera que puedan autoevaluar y coevaluar su aprendizaje ético.
Multifuncional: Está relacionado con las finalidades educativas que se persiguen derivadas del método formativo y deben lograrse a partir de las funciones de reflexión socio-moral, comprensión socio-moral crítica y argumentación moral que debe lograrse a través del diálogo ético educativo.
Multi-intencional: Requiere el desarrollo de la intencionalidad formativa múltiple, esto quiere decir como educación para sí y para su ejercicio profesional, que a su vez implica de forma particular la formación moral y ética de los futuros estudiantes de los docentes en formación.
Los talleres se estructuran de forma general a partir de:
Objetivo
Caldeamiento
Desarrollo
Cierre
La propuesta de talleres es la siguiente:
Módulo I: Teórico-conceptual.
Cultura, educación, moral, ética, valores, axiología: conceptos y relaciones.
La formación ética, el aprendizaje ético y la formación de la cultura ética desde un enfoque profesional pedagógico.
La cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación: rasgos que la tipifican.
El diálogo ético-educativo: características esenciales como método formativo.
Módulo II: Metodológico-instrumental.
La discusión de vivencias personales.
La toma de diferentes perspectivas.
Diferencias entre el dominio de las convenciones y el dominio ético.
Los dilemas morales y la solución de conflictos éticos.
La comprensión socio-moral crítica.
Las biografías desde la perspectiva ético-axiológica humanista
Valorar noticias de actualidad nacional e internacional desde la perspectiva ético-axiológica.
Ser un ser humano ¿qué significa?: La condición humana en su dimensión ético-axiológica.
Módulo I: Teórico-conceptual.
Este módulo de talleres se caracteriza por contemplar los aspectos cognitivos esenciales que permiten realizar la apropiación por parte del docente en formación de las herramientas teórico-conceptuales imprescindibles para transitar por el proceso de formación de una cultura ético-axiológica humanista.
Por ser un bloque homogéneo en lo teórico-conceptual su dinámica interior no varía esencialmente, de manera que los cuatro talleres que lo conforman no varían en su forma, sino sólo en el contenido instructivo, por lo que se presentan de forma general de la siguiente manera:
Objetivo: Propiciar que los docentes en formación puedan apropiarse de las herramientas teórico-conceptuales que les permitan comprender el propio proceso de formación de la cultura ética y el de sus futuros estudiantes.
Caldeamiento: En el primero se explicará la concepción de todos los talleres especializados, de cada módulo y su finalidad e importancia. En este y en el resto se creará un ambiente de confianza y empatía alumno-alumno y alumno-profesor, se motivará de forma variada y amena hacia la actividad que se va a desarrollar y se explicará el objetivo general del módulo y el preciso del tópico que se trate, luego se introduce la temática específica a tratar en el mismo.
Desarrollo: El docente, a través del diálogo ético educativo como método para la formación de la cultura ético-axiológica humanista del docente en formación y utilizando distintas alternativas de estrategias de enseñanza-aprendizaje, desplegará el contenido de las categorías y conceptos centrales a tratar y revelará los nexos e interrelaciones existentes entre los mismos, para ello manejará la concepción pedagógica, y la bibliografía utilizada en la capacitación recibida.
Cierre: El docente propiciará que los alumnos realicen las conclusiones del taller a través de la lectura de fichas, notas aclaratorias, resúmenes escritos y otras vías que permitan sistematizar los conceptos claves aprendidos; luego procurará que éstos expliquen las relaciones existentes entre estas categorías y que valoren la importancia de este conocimiento para su ejercicio profesional.
Módulo II: Metodológico-instrumental.
Este módulo se caracteriza por contener un conjunto de técnicas, estrategias o recursos metodológicos que el docente formador puede utilizar en cualquier forma de organización del proceso, preferentemente en las clases y que varían desde una lectura, la elaboración de un ensayo o un proyecto, hasta la discusión de un dilema ético y/o de valores, la dilucidación de un asunto moral de la vida misma o del mundo que los rodea, la solución de una jerarquización de valores o construcción de una matriz de valores. Estos son variados y flexibles y están en relación con la madurez intelectual y emocional, en correspondencia con la edad y el nivel de desarrollo del pensamiento.
Los talleres de este módulo se van a conformar de la misma forma, sólo que en el momento de caldeamiento se explicará en qué consiste la técnica y en el momento del desarrollo se va a aplicar la misma y se aportan además algunas orientaciones para ello.
La especificidad del contenido de este módulo se expresa de forma particular en su doble intencionalidad formativa: para la formación del docente como persona y para su ejercicio profesional que incluye la formación moral y ética de sus alumnos futuros, en tanto se apropien de los recursos metodológicos susceptibles de ser adaptados y utilizados en los contextos educativos donde se inserten en su práctica laboral de 4to y 5to años y en su vida laboral futura.
Taller 5: La discusión de vivencias personales.
Objetivos: Aprender a discutir los propios problemas éticos a través de la exposición de sentimientos, ideas y experiencias, para reflexionar críticamente de forma argumentada sobre sus comportamientos sociales y profesionales.
Caldeamiento: Se realiza una introducción del módulo y se explica que en este se abordarán a manera de recursos metodológicos unas técnicas que contribuyen a su propio proceso de formación ético-axiológica humanista y al mismo tiempo devienen herramientas metodológicas para desarrollar este proceso con sus futuros estudiantes. Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué radica la técnica a tratar.
Consiste en: Presentar las experiencias personales, reflexionar sobre ellas, ponerse en la posición del otro, tomar una postura y expresar sentimientos e ideas.
Desarrollo:
Se aplica: Se puede desarrollar a través de un juego de roles o un sociodrama, una vez escogido qué recurso van a usar el docente con los estudiantes deberán seleccionar una situación o acontecimiento que sea de interés e involucre a la mayoría y se pueda compartir como experiencia. El análisis se debe encauzar hacia la reflexión socio-moral personal y grupal sobre la situación, la manera cómo se sintieron y las decisiones que tomaron o dejaron de tomar.
Se sugiere: Para analizar las experiencias el docente puede hacer algunas preguntas, tales como
¿Qué sentiste ante esta situación?
¿Qué idea vino primero a tu mente?
¿Cuál fue tu posición: opinaste a favor o en contra, te involucraste o no?
¿Qué hiciste finalmente, por qué lo hiciste?
¿Cuáles fueron las consecuencias de actuar de esa manera?
¿Si volviera a ocurrir esta situación volverías a actuar dela misma forma, por qué?
¿Qué aspectos crees que te faltó considerar?
Cierre: La conclusiones deben estar relacionadas con las dificultades que tienen las personas ante una situación que requiere una respuesta ética y lo complejo que resulta decidir cuál es el mejor camino a elegir, considerando el interés de todos los involucrados y las consecuencias para uno mismo y los demás.
Se desatacará que los sentimientos y las experiencias ante una situación difícil pueden dificultar el juicio, por lo que se requiere reflexionar sobre estas situaciones y verlas desde diferentes puntos de vista para comprender la complejidad de las experiencias humanas.
Taller 6: La toma de diferentes perspectivas.
Objetivo: Aprender a ver las cosas desde el punto de vista de los demás para desarrollar la empatía necesaria para la vida cotidiana y para el desempeño profesional.
Caldeamiento: Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué radica la técnica.
Consiste en: Ver las cosas desde el punto de vista de los demás y desde otras perspectivas diferentes a la propia.
Desarrollo:
Se aplica: Se escogerá una determinada situación de la vida real y de la vida profesional, el docente debe explicar a los estudiantes que una misma situación puede verse y enfocarse desde distintas perspectivas por lo que los diferentes matices enriquecen el punto de vista propio y amplían el diapasón de perspectivas.
Se sugiere:
Seleccionar situaciones relacionadas con la profesión y su desempeño y también con los problemas que atañen a su convivencia en el aula y en la Universidad.
Realizar preguntas variadas que permitan el enriquecimiento de la perspectiva personal así como las interpretaciones de los mismos en las situaciones analizadas. Se les debe preguntar cómo creen que esa situación puede afectar al otro o cómo la verían ellos si estuvieran en el lugar del otro, se puede preguntar
¿De qué otra manera podemos ver esto que me cuentas?
¿Cómo crees que verías la situación si no fueras tú sino tu amigo?
¿Cómo crees que se sentiría él?
¿Las personas involucradas piensan igual que nosotros?
¿Qué otros sentimientos o pensamientos pueden tener estas personas?
Cierre: Se recalcará que las situaciones por las que las personas atraviesan en su vida y en el ejercicio de su profesión pueden ser enfocadas desde diferentes perspectivas y no existe una sola, por lo que es importante ponerse siempre en el lugar del otro y así desarrollar la empatía con los demás.
Taller 7: El dominio de las convenciones y el dominio ético.
Objetivo: Aprender a diferenciar los aspectos que corresponden a las convenciones y acuerdos sociales, de los valores universales que atañen a todos los hombres.
Caldeamiento: Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué radica la técnica.
Consiste en: Ayudar a los estudiantes a diferenciar cuáles aspectos de la vida real pertenecen a las convenciones sociales (consensos, tradiciones, costumbres, normas sociales) y cuáles demandan de una reflexión ética (situaciones que se sostienen en los valores humanos fundamentales). Los primeros pueden ser modificados, varían (reglas del cómo vestir, de cortesía, de tránsito, de educación, etc.); los otros se encuentran en el dominio ético, se distinguen por su universalidad, no se legislan, no son expuestos a gustos y decisiones locales pues son inherentes a la condición humana (justicia, equidad, solidaridad, libertad).
Desarrollo:
Se aplica: Se puede desarrollar a través de preguntas que le permitan a los estudiantes reflexionar sobre lo convencional y lo ético en el sentido de los valores de naturaleza universal, como son el respeto al otro, la tolerancia a la diferencia, la dignidad, entre otros. Se debe discutir acerca de los diferentes modos en que las personas entienden estos dominios.
Se sugiere: Dar tratamiento a las costumbres y tradiciones como convenciones sociales de carácter cultural, ejemplificar en Cuba y en la profesión pedagógica, vincular la Declaración Universal de los Derechos Humanos como convención y su cumplimiento o violación por parte de algunos estados y sociedades, con los valores universales que la sostienen.
Cierre: Se debe resaltar que los valores fundamentales son parte del dominio ético y se caracterizan por su universalidad y son inherentes a la condición humana.
Taller 8: Los dilemas morales y la solución de los conflictos éticos.
Objetivo: Reflexionar sobre situaciones sociales y profesionales que presentan un conflicto ético o axiológico, a través de un dilema moral para aprender a tomar decisiones, justas, correctas y responsables en su vida cotidiana, social y profesional.
Caldeamiento: Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué radica la técnica.
Consiste en: Orientar la reflexión de los estudiantes sobre narraciones que incorporan un dilema moral[34]Los dilemas son narraciones breves de situaciones sociales que presentan un conflicto ético (o axiológico) que requiere la toma de decisión, la persona debe pensar en cuál es la solución más favorable, óptima y argumentarla desde la ética, los valores y la validez lógica; por lo general la situación puede tener varias soluciones.
Desarrollo:
Se aplica: Se selecciona previamente por el docente la narración, se da lectura y luego de la reflexión individual y de forma voluntaria se pasa a la reflexión y diálogo grupal. Se analiza la situación planteada, las ideas expuestas, las soluciones propuestas y las razones aducidas. De esta forma los estudiantes escuchan distintos puntos de vista en torno a un conflicto y que pueden ser distintos del suyo, el dilema los ayuda a superar y cuestionarse los juicios automatizados que la mayoría de las veces no son conscientes y bien pensados y los entrena en dar respuestas a nuevas interrogantes, esto favorece la capacidad de aceptación y tolerancia a la diferencia y el sentido de lo justo.
Se sugiere:
Seleccionar dilemas relacionados con la profesión y el desempeño del profesional y también con los problemas que atañen a su convivencia en el aula y en la Universidad.
Realizar preguntas a analizar el conflicto ético del dilema a partir de las intenciones y motivaciones de los personajes:
¿Cuál es el conflicto presente en el dilema?
¿Qué sentimientos y valores están en juego?
¿Cómo verías la situación si estuvieras en ella?
¿Qué sería justo en esta situación, por qué?
¿Qué otros aspectos deben tenerse en cuenta?
¿Cuál será la mejor solución, por qué?
Cierre: Destacar que ésta técnica contribuye a analizar los problemas, bien sean interpersonales o intrapersonales de la vida cotidiana y del ejercicio de la profesión, también procura desarrollar en ellos una serie de capacidades, actitudes y valores que los capacitan para enfrentarse de modo positivo y constructivo a tal tipo de situaciones, al tiempo que contribuyen a interpretar la propia existencia y las relaciones humanas en términos de transformación real.
Taller 9: La comprensión socio-moral crítica.
Objetivo: Desarrollar un diálogo interno y externo entre las diferentes perspectivas implicadas en una situación concreta de la vida personal o profesional, para construir de forma mediata un pensamiento autónomo fundamentado en razones éticas, a través de la comprensión y la concientización de cuestiones éticas o sociomorales.
Caldeamiento: Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué reside la técnica.
Consiste en: Conocer, adquirir información, comprender y tomar conciencia respecto a temas o cuestiones éticas o sociomorales de una situación concreta de la vida del estudiante o de su ejercicio profesional, con la finalidad de llegar a construir un pensamiento autónomo fundamentado en razones éticas; su finalidad se expresa en planificar y desarrollar un diálogo, interno y externo, entre las diferentes perspectivas implicadas en la situación concreta.
Desarrollo:
Se aplica: La actividad que se lleva a cabo es la de comprensión, estructurada en diferentes momentos:
1) Problematización de la realidad: partir de dudas e interrogantes.
2) Pre-comprensión: interpretación personal y subjetiva de la realidad.
3) Entendimiento: diálogo entre todas las perspectivas implicadas en el conflicto y todas las personas que en ese momento lo analizan.
4) Crítica y autocrítica: examen de la validez de las diferentes opiniones y perspectivas.
5) Comprensión y conocimiento moral: compromiso activo con la transformación de la realidad.
Implica conocer el conflicto o situación mediante la adquisición de información objetiva; comprenderlo, es decir, entender, a través de la reflexión, la propia subjetividad y el diálogo colectivo, las razones que hay detrás de cada una de las perspectivas; valorarlo de forma crítica y tomar posición; contextualizarlo, a situaciones cotidianas personales y situaciones profesionales.
Esta actividad se realiza a partir de una información como punto de partida, esta puede ser auditiva (música, canción), icónica (dibujo, fotografía), escrita (cuento, artículo). La única condición es que presente cuestiones éticas, conflictos sociomorales o temas de relevancia para el desarrollo ético de los estudiantes. El docente formador ha de procurar que la información presentada sea objetiva, integre las diferentes perspectivas implicadas en la realidad que se quiere comprender y quede abierta tanto a la crítica como a las alternativas de solución. Paralelamente, deberá guiar también todo el proceso de comprensión crítica de forma dinámica y respetuosa con las opiniones de los estudiantes.
Se sugiere. Los ejercicios de comprensión crítica son variados, por lo que pueden usarse: noticias periodísticas, cine–debate, comentario de documentales, etc. La actividad puede categorizarse en estos dos grupos:
a) Dialogar a partir de la información: lectura o interpretación, individual y colectiva; determinación de los aspectos relevantes de la misma y selección personal del más significativo. Diálogo del grupo en torno al aspecto más significativo ampliándolo con el resto de elementos o circunstancias. Toma de postura a adoptar compartida –acuerdo o consenso.
b) Escribir para comprender críticamente: supone dos fases diferenciadas e independientes: opinar sobre un «texto escrito» –artículo periodístico, fotografía, película, anuncio, canción, pintura…–, lo que implica fundamentar un juicio crítico sobre la explicación de un hecho o realidad; y escribir sobre un tema, lo que supone buscar información sobre el mismo, contrastar las informaciones, examinar las fuentes, formular hipótesis explicativas, y expresar las propias ideas sobre el mismo argumentándolas.
Cierre: Resaltar a manera de conclusión que la formación de juicios morales está relacionada con la capacidad de comprensión crítica y de razonamiento como reflexión moral, que en cierto sentido posibilita enfrentarse a los conflictos de valor de forma autónoma y aportan razones para la argumentación, justificación y valoración de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto lo correcto y lo incorrecto en las opiniones y conductas morales.
Taller 10: Ser un ser humano ¿qué significa?: la condición humana en su dimensión ético-axiológica.
Objetivo: Reconocer qué los hace ser un ser humano a través de la identificación de las necesidades humanas como un ser físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico para vivir una vida digna.
Caldeamiento: Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué reside la técnica.
Consiste en: Ayudarlos a identificar lo que comparten con cualquier ser humano del planeta, a pesar del color, la raza, la cultura, el credo, la edad, el género, el oficio o la profesión, para así entender la variedad de necesidades humanas y su complejidad y puedan reconocer qué es lo que significa ser un ser humano pleno, a partir de reconocer la dignidad como una categoría que es síntesis de los valores universales que tipifican la condición humana desde su perspectiva ético-axiológica.
Desarrollo:
Se aplica: El docente puede escribir en la pizarra la palabra humano dentro de un círculo grande y al lado fuera del círculo la palabra derechos. Se les pide que mediante una lluvia de ideas mencionen qué cualidades definen a los seres humanos (trabajar, producir, crear, pensar, inteligencia, poseer una identidad, etc.), se escriben dentro del círculo. Luego se les pregunta qué se necesita para garantizar, desarrollar y proteger esas cualidades humanas (trabajo, educación, tener familia, etc.), se ponen en la pizarra fuera del círculo. Pedir a los estudiantes que las expliquen.
Se sugiere: Dialogar con ellos a partir de las siguientes interrogantes:
¿En qué se diferencia esto de estar vivo simplemente o sobrevivir?
¿Qué necesitan las personas para vivir con dignidad?
¿Son todos los seres humanos esencialmente iguales?
¿Qué valor tienen las diferencias entre las personas?
¿Se les pueden arrebatar las cualidades esenciales a los seres humanos?
¿Qué pasa si algún gobierno priva de algo necesario y esencial al ser humano para su dignidad?
¿Cómo entender los valores de aceptación, solidaridad, equidad y justicia?
¿Cómo verlos en el mundo de hoy?
¿Qué papel ellos desempeñan en la contradicción entre la tendencia egocéntrica y la tendencia genocéntrica (sociocéntrica) del ser humano?
Cierre: Resaltar que todo lo que está dentro del círculo se refiere a la dignidad humana, la esencia de ser un ser humano y lo que está fuera representa lo que es necesario para que se viva una vida verdaderamente plena de dignidad humana. Se les debe hacer referencia y orientar la lectura de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y explicar que éste recoge los estándares con los que los seres humanos deben relacionarse entre sí de modo que se respete la dignidad de todos y le corresponde a la educación enseñar al hombre a ser un ser humano digno y pleno.
Taller 11: Las biografías desde la perspectiva ético-axiológica humanista.
Objetivo: Enfrentar la vida cotidiana y profesional con una actitud ético-axiológica ejemplar digna de imitar por otros.
Caldeamiento: Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué reside la técnica.
Consiste en: A los estudiantes se les presentan biografías de personalidades actuales o del pasado, nacionales o internacionales, que en sus vidas han demostrado un comportamiento ético-axiológico humanista ejemplar y digno de imitar. El objetivo es resaltar el heroísmo no sólo en el ámbito militar sino en otros de la vida cívica, en el enfrentamiento diario de la vida con dignidad, ya sea al interior de la familia, de su trabajo, profesión o comunidad. Se deben resaltar los aspectos ético-axiológicos humanistas de la actitud heroica más que la acción: motivación, significado, valor social, creencias, discernimientos, conflictos.
Desarrollo:
Se aplica: Antes el docente ha analizado la personalidad escogida y su contexto para orientar correctamente el análisis. A través de una lectura, investigación o video se presenta una biografía, se analiza cómo las opciones, valores, ideales y motivaciones pueden explicar su comportamiento.
Se sugiere: Seleccionar personalidades del movimiento revolucionario cubano, de la cultura cubana, de la ciencia cubana, víctimas del terrorismo, luchadores cubanos contra el terrorismo, mujeres en situaciones extremas, personas que ayudaron a salvar judíos durante la II Guerra Mundial en Europa, y también héroes del trabajo, deportistas, profesores ejemplares, directivos intachables y personalidades más cercanas al contexto profesional y cotidiano del estudiante.
Cierre: Se debe relacionar lo analizado con el contexto actual y con las vivencias del estudiante en relación con los valores de la condición humana que se manejan en la concepción pedagógica de formación del futuro docente.
Taller 12: Valorar noticias de actualidad nacional e internacional desde la perspectiva ético-axiológica humanista.
Objetivo: Desarrollar la capacidad crítica, reflexiva y argumentativa del estudiante, desde lo ético y lo axiológico, a través el análisis del contexto nacional e internacional en que se inserta su vida y su profesión.
Caldeamiento: Se realiza lo mismo que en el caldeamiento de los talleres anteriores y además se explica en qué radica la técnica.
Consiste en: Conectar a los estudiantes de forma directa con el mundo que los rodea desde lo político, económico, cultural, medioambiental, científico, tecnológico y profesional, para mantenerlos informados y desarrollar su capacidad reflexiva, crítica y argumentativa.
Desarrollo:
Se aplica: Se lee la noticia previamente seleccionada por el docente para que el estudiante identifique los hechos y las partes involucradas, luego éste debe precisar el conflicto ético que puede presentar la misma, teniendo en cuenta los valores propuestos en la concepción pedagógica y otros que puedan aparecer en la misma, valorar la noticia argumentando éticamente la valoración.
Se sugiere: Utilizar noticias que provengan de la radio, la televisión, periódicos, revistas e intranet. Los temas a seleccionar pueden estar vinculados con: decisiones del gobierno, comportamiento ético de una empresa, corrupción de empresas o dirigentes, acciones que dañan el medioambiente, la discriminación racial, de género o por discapacidad, el uso lucrativo del deporte y otros que ayuden a cuestionarse el porqué de los principales problemas sociales que afectan la nación y el mundo.
Cierre: Finalmente, a manera de conclusión el estudiante debe valorar las consecuencias sociales, comunitarias y personales de la noticia y tomar partido ante la misma.
Acción 8: Contextualizar en las actividades extensionistas los elementos necesarios para desplegar la formación de la cultura ético-axiológica del futuro profesional de la educación.
Procedimientos:
Realizar talleres de preparación teórico-metodológica con el personal encargado de forma directa con la labor extensionista, el trabajo político e ideológico, los docentes de cultura física, el personal de la residencia estudiantil y los dirigentes de la FEU y la UJC para sensibilizar, concientizar y preparar a los mismos para asumir la formación ético-axiológica de los estudiantes.
Potenciar y revelar de forma explícita la dimensión ético-axiológica del trabajo político e ideológico.
Enfocar desde una perspectiva ética, que comienza con la reflexión en el aula, algunos de los problemas más comunes del entorno comunitario en los cuales los estudiantes pueden actuar y ayudar a modificar (ejemplo: exceso de basura, tala y quema de árboles).
Potenciar desde las Cátedras Honoríficas actividades de marcada connotación moral formativa de tipo reflexivo en las que los estudiantes participen de forma realmente activa.
Al desarrollar las actividades vinculadas con el Programa Nacional de Lectura seleccionar lectura y análisis de biografías de personalidades que se hayan destacado en el arte, la ciencia, el deporte, la política y que hayan sido paradigmas de comportamientos éticos o controvertidos en este campo para realizar la crítica argumentativa moral, utilizando las potencialidades que presenta el Centro de Documentación e Información Pedagógica (CDIP).
Al planificar y realizar actividades culturales explotar más la posibilidad de la reflexión y la crítica ante lo mal hecho, lo injusto, la falta de aceptación a la diversidad, la falta de equidad, el egoísmo, la insensibilidad, la ausencia de un proyecto que dé sentido a la vida.
Al planificar y realizar actividades deportivas y torneos, competencias y copas el docente debe tener presente y hacerles conocer a cada uno sus posibilidades y limitaciones, así se formarían equipos y grupos justos y con equidad, las reglas de juego deben ser elaboradas en conjunto con la participación de todos, el docente debe insistir en el carácter de competencia sana y justa, se debe explicar el por qué y para qué del ejercicio que hacen.
En la residencia estudiantil debe crearse y velarse por un clima de convivencia de respeto, ayuda, tolerancia y solidaridad que sea un verdadero indicador de la labor educativa en ese espacio educativo.
Fase II. Formación de la cultura ético-axiológica humanista del estudiante desde la formación inicial de práctica profesional concentrada en las microuniversidades.
Esta fase se corresponde con la presencia de los estudiantes en la práctica profesional concentrada en que se insertan, en algunos casos a partir del 4to año y hasta que terminan el 5to año. En ella ocupan un lugar especial la concepción de la actividad laboral desde la Disciplina Principal Integradora (DPI) y la tutoría que desempeñan en un sentido amplio las escuelas donde se insertan en la práctica, especialmente, el papel del Tutor designado.
Acción 9: Contextualizar en la DPI los elementos necesarios para desarrollar el proceso formativo ético-axiológico de los futuros docentes en el desempeño de la práctica profesional.
Procedimientos:
Determinar las potencialidades que posee la DPI para llevar a cabo el proceso formativo ético-axiológico de los futuros docentes desde lo laboral.
Insertar en la DPI los elementos necesarios para poder llevar a cabo este proceso desde la tutoría en la práctica laboral en las microuniversidades y en el seguimiento de las filiales pedagógicas.
Desarrollar talleres de preparación teórica y metodológica con los tutores de las microuniversidades y docentes de las filiales pedagógicas para que puedan asumir el proceso formativo ético-axiológico de los futuros docentes.
Atender la formación de un desempeño profesional pedagógico ético del docente en formaciónque se exprese en la motivación por la profesión, la dedicación y entrega, el dominio pleno de su área del conocimiento y de las capacidades psicopedagógicas necesarias para llevar a cabo su actividad pedagógica.
Orientar las actividades relacionadas con su desempeño a partir de los ideales socio-morales y los valores que se relacionan con el bien, la aceptación, la justicia, la equidad, la solidaridad y el sentido de la vida.
Acción 10: Contextualizar en las actividades investigativas estudiantiles los elementos que contribuyen al proceso de formación ético-axiológica del futuro docente.
Procedimientos:
En la realización de trabajos de curso y de diploma, entrenar al estudiante para revelar el contenido ético de la ciencia vinculada a la especialidad de que se trate.
Enseñar al estudiante a conocer y observar la ética de la investigación, evidenciando cualidades como el rigor científico, la honestidad, la veracidad, el respeto de las ideas ajenas, la confrontación franca y constructiva de ideas, la independencia de juicio, la valentía intelectual, el espíritu crítico y autocrítico.
Formar el compromiso social de su labor investigativa y sus correspondientes resultados, así como cualidades morales y del carácter para asumir las intensas jornadas de trabajo, a partir de la responsabilidad, laboriosidad y constancia.
Orientar al estudiante para que pueda elegir libremente el tema de investigación de forma tal que sin dejar de responder a una necesidad social, esté acorde con sus intereses, emociones y capacidad intelectual, evitando las imposiciones, de manera que en su formación se despliegue la autodeterminación y la autonomía moral en este campo.
Sugerencias para el trabajo en el aula:
Las sugerencias que se presentan constituyen algunas proposiciones de trabajo en el aula que el docente formador puede adecuar según el diagnóstico y las necesidades formativas que presentan sus estudiantes en este ámbito.
Reservar un tiempo de la clase que le permita al docente discutir situaciones del dominio ético, pueden estar relacionadas con un dilema moral presente en una lectura que ha hecho el estudiante o algo relacionado con la temática de la clase o de la vida real, o algo que han visto en la televisión o en internet.
Permitir a los estudiantes expresar experiencias personales relacionadas con algo que consideren injusto o qué no sepan cómo resolver, se debe estimular la discusión en el aula.
Analizar con los alumnos situaciones que evidencien responsabilidad o falta de ella en situaciones de su comunidad, del país o internacional, estimular la reflexión del estudiante que le permita identificar actitudes responsables e irresponsables y por qué.
Dar tratamiento a las situaciones de corrupción que se conozcan con objetividad en la información y valorar la postura correcta.
Permitir de forma objetiva que los estudiantes participen en la elaboración del Proyecto Educativo de Grupo (PEG) y en la elaboración de reglas de convivencia y comportamiento en el aula y en la residencia estudiantil y que puedan delimitar y percibir sus responsabilidades individuales y colectivas.
Propiciar la discusión de las indisciplinas individuales y/o colectivas en asambleas de brigadas para tomar decisiones colectivas de enfrentamiento.
Promover actividades de participación voluntaria para resolver problemas que los afecten como grupo o que afecten a otros y reflexionar con ellos sobre el valor del voluntariado.
Promover que el grupo se interese por cada uno de sus miembros tanto para velar por las responsabilidades individuales como para el bienestar de cada uno y del grupo.
Etapa III: Evaluación.
Objetivo: Comprobar si la metodología asegura el logro de los objetivos propuestos de forma general y por etapas.
Fase I: Evaluación.
Acción11: Someter a revisión la concepción general de la metodología para corregir las limitaciones o dificultades que pueda presentar.
Procedimientos:
Se recomiendan las tres formas fundamentales de evaluación: autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación, a partir del cumplimiento de los objetivos de cada etapa.
Desarrollar la autoevaluación: Posibilita analizar la apreciación individual de cualquiera de los participantes para evaluar la presencia de una apropiada correspondencia entre las acciones delineadas, su realización e incidencia de los participantes en su perfeccionamiento.
Desplegar la coevaluación: Favorece el conocimiento y análisis grupal de las evaluaciones que realizaron los docentes formadores y profesores en formación respecto a las acciones desarrolladas.
La heteroevaluación: Admite la evaluación por parte de otros sujetos que no están involucrados de manera directa en su aplicación, pero con pertinencia para evaluar de forma objetiva y con cientificidad los resultados.
Fase II: Retroalimentación.
Acción 12: Realizar los cambios pertinentes que sean necesarios con vistas a perfeccionar la metodología en función del logro del objetivo general y los particulares.
Procedimientos:
Adecuar en cada etapa los nuevos elementos en función del perfeccionamiento de la metodología para el logro de los objetivos.
III.2 Corroboración de validez de la metodología para la formación de la cultura ético-axiológica humanista del profesional de la educación.
La valoración de la metodología se estructuró dentro del marco del tipo de investigación cualitativa, fundamentada en los presupuestos de la sistematización y el estudio de casos, de igual manera, se emplearon el método criterio de expertos y los talleres de opinión crítica y construcción colectiva.
De acuerdo con Cortón (2008) la sistematización, como método para la validación de los resultados de las investigaciones educativas demuestra la validez de los aportes teóricos y prácticos a través de su asunción como fundamentos teóricos y ejes de sistematización de experiencias respectivamente, su análisis e interpretación y la comprobación de su aplicabilidad a situaciones semejantes a las que los generaron, y se obtienen nuevos saberes comunicables a la comunidad científica, susceptibles de generalizar que inciden simultáneamente en la autosuperación de los docentes, el desarrollo de la teoría pedagógica y en la mejora de sus prácticas.
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