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Psicología del delincuente (página 4)

Enviado por ROBERT


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  • El psicópata impulsivo: Se caracteriza por el contraste entre sus explosiones súbitas y su restante comportamiento, mas bien tranquilo y lento. En una de sus crisis se comporta de un modo totalmente brutal en el cual llega a los crímenes mas violentos y carece de capacidad para defenderse a si mismo, para huir o para ocultar el crimen, dentro de este grupo pueden encontrarse los multihomicidas.

  • 3.2.3.3 El delincuente sexual

    La historia de los delincuentes sexuales muestra desintegración familiar, falta de supervisión y carecía de afecto y cuidados, rodeados durante la infancia de condiciones muy poco favorables. Dos características fundamentales generan su proceso asocial: la carencia de seguridad y afecto, que dan lugar a características sádicas y dominantes. Las necesidades y deseos emocionales son en gran medida responsables de la tendencia a cometer delitos. Muestran gran inseguridad que hace que su comportamiento sea tímido, retraído, inhibido, lo que le genera fallas en la comunicación interpersonal, desconfianza, falta de afecto a lo largo de su desarrollo.

    Su pensamiento es de tipo obsesivo con contenidos sexuales y tiende a ser ilógico ya que tiene una personalidad inmadura y conflictiva. Su comunicación tiende a ser infantil con dificultades en el plano verbal.

    El contenido del lenguaje es pobre o por el contrario de un gran detallismo sobretodo en adultos mayores.

    Su afectividad posee un grave trastorno que parte de su conflictiva sexual, es dependiente, de baja autoestima y la angustia que proyecta está manifestada por la necesidad de controlar sus impulsos sexuales y no poder hacerlo. Presenta alteración de la consciencia y niega sus conflictos y comportamiento asóciales y agresivos. Por lo general disminuye su culpa atribuyendo el ataque sexual a su víctima. Su atención y percepción está fuertemente influida por el contenido sexual de su problemática.

    La inteligencia es por lo general inferior a lo normal, aunque esto no implica retardo.

    La adaptación a la realidad, como consecuencia de su problemática es pobre e inestable, evidenciando profundas dificultades para mantener relaciones estables.

    El deterioro de los valores morales y sociales es progresivo y se acentúa a mayor edad, lo que señala los aspectos de su peligrosidad.

    1.-LA PSICOLOGIA DE LOS RASGOS Y LOS ESTUDIOS SOBRE LA PERSONALIDAD DELINCUENTE,

    1.1 DESCRIPCION VERSUS EXPLICACIÓN.

    Los estudios diferenciales en cuanto a la delincuencia, se enmarcan en el cuadro de la psicología de los rasgos, presentando las mismas ventajas y también los mismos inconvenientes. A este respecto cabe diferenciar entre descripción y explicación, ya que algunos grupos difieren en una variable y no tienen por qué diferenciarse en todo por causa de una sola variable. La confusión entre descripción y explicación causa determinados errores en los cuales en los cuales se buscan las causas del comportamiento desadaptado en la estructura de la personalidad.

    Los delincuentes y los no delincuentes difieren en una serie de rasgos. Estos rasgos no determinan la estructuración de la personalidad, no siendo responsables de las diferencias en conductas, ya que esto es la causa del comportamiento desadaptado.

    ? EL METODO COMPARATIVO

    Hay que considerar juntos el objeto y el método de la disciplina científica, ya que entre ellos hay interrelaciones constantes. La relación entre objeto y método tiene dos vertientes:

    ? El método se acomoda a las necesidades del objeto, pues es la observación de un fenómeno la que promueve la investigación científica. No es válida la utilización del método experimental por la incapacidad de manipular la variable independiente. El método comparativo nos presenta limitaciones, como la dificultad en el control de las variables con la consiguiente pérdida de validez interna. Es posible alcanzar un control metodológico más riguroso gracias al progreso y perfeccionamiento de los procedimientos estadísticos.

    ? El método condiciona el tipo de resultados que se pueden obtener. Así pues, a la hora de nuestra interpretación del resultado hemos de tener en cuenta las limitaciones que impone el método.

    ? EL DESARROLLO TEORICO DE LA PSICOLOGÍA DIFERENCIAL Y SUS IMPLICACIONES EN EL AMBITO DE LA INTERVENCIÓN.

    La psicología diferencial se llegó a describir como psicología de resultados, únicamente para la descripción de las diferencias, dejando al margen la explicación de éstas. Las consecuencias de todo ello han entorpecido la evolución de la psicología diferencial hacia una psicología de los procesos que permite alcanzar unos niveles explicativos más claros y verídicos.

    Las consecuencias serían:

    1. El énfasis en las variables del organismo. Limitación centrada en unos rasgos estáticos, rígidos y preestablecidos que obligan al psicólogo a estandarizar los comportamientos de los individuos sobre un test, sin tener en cuenta las contingencias ambientales. Sin embargo, los psicólogos diferenciales nos vemos obligados a incorporar estas variables ambientales.

    El ambiente es primordial en el desarrollo de la conducta del individuo, la cual viene determinada por la experiencia personal de cada individuo, que se diferencian:

    -en la elección personal de las condiciones estimulares, como la percepción del ambiente y su relación con él.

    -en el estilo de vida, que depende de las características personales, así como del grupo social al que pertenece.

    En conclusión, hemos de estudiar al individuo en situación, evitando generalizar en nuestras teorías.

    2. Exceso de generalización. Para alcanzar un grado razonable a la hora de aplicar los resultados, hemos de establecer un nivel intermedio de generalización. La generalización de la psicología diferencial influye en la capacidad de descripción y explicación de la conducta real de los individuos, así como en una menor eficacia en la intervención, por ello debemos establecer unos márgenes modestos a estas generalizaciones, que deberían acompañarse de una disminución del nivel de abstracción de nuestros conceptos. Esto se justifica, pues un nivel intermedio de abstracción nos proporciona mayor seguridad en la descripción y en la explicación.

    ? Parcialidad en la observación. La observación científica está matizada por la teoría escogida a la hora de observar el fenómeno en cuestión, además de otros componentes, como pueden ser los éticos, religiosos e ideológicos. Esto va a estar unido con la distancia y con la perspectiva desde la que observemos. Por otro lado, los procedimientos por los que se hacen las observaciones parecen depender, en parte de la propia existencia de otros componentes informativos del proceso científico, ya que toda observación científica es, en un grado u otro, una medición.

    2. EL INADAPTADO COMO RESULTADO DE UNA RELACION CONFLICTIVA CON EL MEDIO.

    2.1. CONDICIONANTES TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS.

    Hemos de tener en cuenta, para elaborar un modelo teórico de la conducta desadaptada, y del que se puedan deducir estrategias de intervención eficaces, que

    ? No hay que crear situaciones artificiales que provoquen distorsiones en el fenómeno, este hecho dificulta la utilización del método experimental, que es menos flexible que el método comparativo, siendo la flexibilidad metodológica indispensable para estudiar la conducta desadaptada. Así pues, como no podemos controlar a fondo todas las variables del fenómeno, ni tampoco lo podemos reducir a una situación experimental pues nos alejaríamos de la realidad; no podemos pretender que nuestros resultados sean los únicos posibles. Todo esto nos obliga a utilizar el método comparativo, repitiendo las investigaciones llegaremos a aproximar nuestro modelo con la realidad.

    ? No debemos dirigir nuestra atención únicamente hacia uno de los elementos del problema. Para ello utilizaremos los estudios clásicos de la psicología de los rasgos, además de intentar conocer la calidad de su hábitat, su entorno familiar, escolar y laboral.

    ? Hemos de ser conscientes de que no existe un modelo estándar aplicable a todos los individuos inadaptados, tan sólo podemos realizar la intervención en un contexto.

    ? Como la inadaptación social se manifiesta en diferentes contextos, no debemos limitarnos a la situación de internamiento, y elegir con esmero el ámbito de nuestra observación. Los contextos objeto de nuestra observación son:

    El contexto socializador del individuo, es decir, el ambiente en que se desarrollan sus primeros años de vida.

    El contexto relacional, aquel ámbito en que desarrolla habitualmente sus relaciones interpersonales.

    El contexto institucional, la manera como se institucionaliza el conflicto en un determinado sistema social.

    2.2 SUPUESTOS TEÓRICOS DEL MODELO INTERACCIONAL

    La razón de que distintos individuos respondan de manera distinta a una situación estimular idéntica es que el individuo recibe el estímulo influenciado por unas variables intermedias que se interponen entre el estímulo y la respuesta.

    La personalidad del ser humano se va forjando y potenciando mediante las situaciones con las que habitualmente convive y sus propias características. Por esto podemos predecir una conducta puntual en un contexto determinado, pero en otro contexto no estaremos en situación de predecir su conducta, pues esta variará en función de la distancia entre estos contextos. Exactamente ocurre con la intervención, como con un inadaptado social al que nunca se le ha tratado en su ambiente, y por tanto acaba no adaptándose a ninguno. Lo que se intenta es que el individuo sea capaz de adaptarse a las distintas situaciones de la vida.

    Los supuestos teóricos básicos del modelo interaccional son:

    ? La conducta viene determinada por un proceso continuo de interacción multidimensional entre el individuo y la situación en que éste se encuentra. La interacción entre las situaciones y variables intermedias es la causante de la respuesta. A esa interacción la llamamos patrón de interacción. Tratando con inadaptados, hay situaciones y circunstancias más importantes que difieren de un individuo a otro, dependiendo de sus experiencias personales. El educador debe poner especial hincapié en la subjetividad del comportamiento.

    ? En el proceso de interacción, el individuo es un agente intencional activo, pues interpreta las situaciones en base a una experiencia pasada. Este proceso se ha de desarrollar en un ambiente positivo para el individuo.

    ? Desde el aspecto personal de la interacción, los aspectos cognitivos son los factores determinantes de la conducta, aunque también los factores emocionales desempeñan un papel. Algunos psicólogos resaltan los aspectos cognitivos y merman los aspectos emocionales, siendo la superposición de unos aspectos sobre otros una consecuencia del nivel cultural del individuo.

    2.3 PERSONALIDAD, CONDUCTA DESADAPTADA Y AMBIENTE

    Podemos relacionar una conducta desadaptada con una personalidad delincuente, y desde una consideración psicosocial se puede invertir la relación, por lo que una conducta antisocial sería la consecuencia de una personalidad delincuente. La respuesta social e institucional al delito influye sobremanera en el proceso de modelado de la conducta y personalidad del inadaptado. La situación de internamiento provoca la creación y desarrollo de nuevas pautas de conducta anormalizadoras y amenazantes, que sirven de defensa para el individuo, pero totalmente ineficaces en otro contexto que no sea el de encarcelamiento.

    En conclusión, la anormalidad del comportamiento del inadaptado es consecuencia del permanente intento de adaptación a múltiples situaciones anormales. Por eso, definimos al inadaptado como un individuo tan adaptado que se inadapta para adaptarse.

    2.4 EL PROCESO DE PERSONALIZACIÓN E INSTITUCIONALIZACION DEL CONFLICTO INDIVIDUO-SITUACION

    La dinámica social interviene en el primer periodo, ya que durante este periodo el conflicto se plantea a nivel grupal porque el individuo nace y se socializa en un entorno social. Ahora bien si este individuo se socializa en un entorno social desfavorecido puede llegar a desarrollar un comportamiento desadaptado. Por ello mantenemos que la inadaptación a menudo es previa al individuo y el lo verá como una "situación de normalidad".

    La conducta inadaptada provoca la intervención de las instituciones de control social, centrándose en el individuo en concreto y no en el entorno, produciéndose una personalización del conflicto.

    El entorno desfavorecido provoca en el individuo una percepción negativa de la sociedad causando frustración y desvalorización personal sobre todo en plena adolescencia.

    La personalización y la institucionalización se presentan como dos aspectos inseparables del proceso de inadaptación social.

    2.5.- LOS DOS NIVELES DE INADAPTACIÓN SOCIAL.

    La única forma posible de profundizar en el conocimiento de las motivaciones individuales es desde el conocimiento de la realidad del inadaptado (contexto físico, escolar, laboral,…). De esta manera podremos elaborar estrategias de intervención preventivas y recuperadoras.

    1. Inadaptación objetiva.

    El primer nivel de esta inadaptación se basa únicamente en la dinámica social. El fenómeno de la delincuencia es un problema social y político. En este primer nivel el inadaptado se encuentra en una situación de normalidad. A este nivel de inadaptación lo llamamos inadaptación objetiva que se caracteriza por un comportamiento desadaptado de tipo utilitario, tendente a realizar ciertas metas adaptativas por los medios de que dispone el individuo, sin que el individuo presente un determinado tipo de perfil psicológico.

    Las alteraciones en el comportamiento y la personalidad del inadaptado se producirán cuando las instituciones profundicen el conflicto, personalizándolo e institucionalizándolo.

    2. Inadaptación subjetiva

    En el segundo nivel del proceso intervienen las instituciones de control social, pero su objetivo ira encaminado a responder a las expectativas institucionales y no a las demandas reales del menor. Se crea un enfrentamiento entre las instituciones y el individuo, que frente a la superioridad de la institución, habrá de deteriorar adaptivamente su conducta y personalidad.

    Si el individuo esta recluido y no puede escapar físicamente, escapara emocionalmente aislándose de la relación interpersonal.

    En esta segunda fase de inadaptación social es cuando el comportamiento desadaptado comienza a perder su lógica cuando deja de ser utilitario y puede llegar a convertirse en una conducta agresiva y destructora de una personalidad deteriorada.

    2.6.- EL PROCESO DE INADAPTACIÓN SOCIAL.

    1.-Se establecen interconexiones entre el individuo y su entorno socializador. Según si este entorno sea favorecedor o desfavorecedor, el sujeto desarrollara o no sus capacidades intelectuales, afectivas y relaciónales.

    No podemos plantearnos la formulación de un modelo ya que el patrón de interacción entre el individuo y el ambiente socializador es personal de cada individuo, por ello la psicología puede y debe orientar al profesional hacia la observación del problema.

    2.- El conflicto anómico entre las expectativas sociales y la carencia de medios para alcanzarlas tiene tres posibles soluciones:

    • Conformismo pasivo.- este conformismo pasivo se caracteriza por la aceptación implícita del individuo de la imposibilidad de acceder a las metas culturales evitando así el enfrentamiento con las leyes o con las instituciones de control social. Esta aceptación implícita o resignación del individuo a alcanzar un modelo le provoca una frustración y una insatisfacción vital del individuo. Adaptación social a costa de inadaptación personal.

    • Conducta antisocial objetiva.-esta conducta se manifiesta en individuos que no aceptan la imposibilidad de acceder a las metas culturales y sociales, buscando caminos alternativos para alcanzarlos.

    • Conducta de retirada.-esta conducta la protagonizan los individuos que abandonan las metas culturales y sociales, y se aísla de la sociabilidad. En este tipo de conducta el individuo necesita vías de escape ante una realidad frustrante.

    Relación y diferenciación de la conducta antisocial objetiva y la conducta de retirada:

    -Los individuos caracterizados en ambas conductas se desenvuelven en el mismo ambiente social de marginación.

    -La droga es una fuente habitual de retirada, introduciéndose el individuo en un conflicto mayor.

    -El individuo que presenta una conducta antisocial objetiva tiene conocimiento de que la droga esta presente constantemente, además de enfrentarse con las instituciones de control social.

    -La individualización del conflicto llega en la etapa adolescente para los individuos de ambas conductas, ya que en esta etapa de la vida el individuo es inmaduro e inseguro.

    3.- Se comienza a institucionalizar el conflicto entre el individuo y el ambiente social, de las características de esa intervención va a depender la recuperación de individuo o la profundización del conflicto.

    La actuación institucional lo más que puede lograr es una vuelta al conformismo pasivo, a una conducta de retirada o una profundización del conflicto individuo-ambiente.

    Seria factible otro tipo de actuación institucional, pero para ello es preciso una nueva perspectiva social con un cambio de política de bienestar social.

    La intervención institucional debe posibilitar el desarrollo del individuo, mediante una adaptación crítica a la realidad a través del desarrollo de sus capacidades.

    4.-Una vez implantada la institucionalización del conflicto empieza el enfrentamiento y donde el individuo pierde parte de la coherencia de su comportamiento y su personalidad es alterada.

    5.-Finalmente el proceso de desintegración personal y de anormalización institucional va a cualificar el comportamiento desadaptado del individuo, inadaptándole no solo a los medios sino también a las metas culturales. Así lo que empezó siendo un problema social de desigualdad de oportunidades termina siendo un cúmulo de contradicciones que perjudica al serio problema de la seguridad ciudadana.

    La enfermedad mental ha sido un factor asociado tradicionalmente a la delincuencia pues existen determinados comportamientos criminales que pueden relacionarse o atribuirse a anomalías mentales. Según Rey y Plumed (2004) esta relación entre ley y enfermedad mental ha sido objeto de un intenso debate histórico, fruto de la presión que clases sociales más desfavorecidas ejercían sobre la naciente burguesía, lo que creó una conciencia de peligro que la sociedad debía controlar mediante las instituciones penales. En algunos casos se ha llegado a afirmar que existe una correlación inversa e invariante entre el número de pacientes en hospitales psiquiátricos y el número de presos; tal afirmación se llegó a denominar Ley Penrose y explicaba en parte lo que Abramson (1972) denominó "criminalización de la enfermedad mental". No obstante, es preciso tener en cuenta que no todo criminal o delincuente es un enfermo mental, ni todo enfermo mental comete actos delictivos, pues aunque exista un diagnóstico clínico debe existir una relación de causalidad con el acto (Sánchez Gutiérrez, 2000). O, como afirman Garrido y López (2006), que alguien desafíe los principios esenciales que regulan nuestra vida social, forjados a lo largo de siglos, no es una prueba o una razón suficiente para pensar que sean locos, enfermos o degenerados.

    A pesar de los numerosos estudios llevados a cabo para relacionar la delincuencia y los trastornos psicopatológicos, no pueden extraerse conclusiones definitivas, entre otras cosas porque muchas de tales investigaciones se han realizado con delincuentes privados de libertad, circunstancia que puede favorecer la aparición de ciertos trastornos mentales, como alteraciones emocionales, trastorno límite de la personalidad y trastornos disociativos (Luberto, Zavatti y Gualandri, 1997). La mayor parte de personas con alguna alteración psicopatológica no comete delitos o su comportamiento no es violento, pero la probabilidad de que esta circunstancia se produzca es mayor entre las personas con problemas de salud mental que entre aquellos que no los tienen (Silver, Felson y Vaneseltine, 2008). Así, aunque el porcentaje de psicóticos no es más alto entre la población encarcelada que entre la población no encarcelada, bien es cierto que suelen ser más violentos los que se hallan en la primera situación (Laajasalo y Häkkänen, 2006; Walsh, Buchanan y Fahy, 2002); otras alteraciones psicopatológicas frecuentemente diagnosticadas entre delincuentes presos son trastornos de conducta y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (Sheerin, 2004; Van Wijk, Blokland, Duits, Vermeiren y Harkink 2007), los trastornos de personalidad (trastorno de la personalidad antisocial y/o psicopatía ) y por estrés postraumático, estos últimos más frecuentes entre la población reclusa que entre la población general (Goff, Rose, Rose y Purves, 2007); los trastornos del estado de ánimo también son más frecuentes entre la población reclusa, con una morbilidad mayor entre las mujeres; aunque el porcentaje más alto de trastornos mentales en la población ingresada en prisión son aquellos relacionados con el consumo de drogas (Brink, 2005; Esbec y Gómez-Jarabo, 1999). Por otra parte, y según Sánchez Bursón (2001), un gran número de enfermos mentales crónicos terminan en prisión porque no acuden a centros asistenciales que les proporcionen la asistencia adecuada. Estos pacientes generalmente son marginados y excluidos sociales que carecen de recursos económicos, con un predominio absoluto de hombres frente a mujeres, con edades comprendidas entre los veinticinco y los cuarenta años, y un nivel cultural muy bajo (en muchos casos analfabetos).

    Esto, en muchas ocasiones, ha suscitado una gran polémica, apareciendo el concepto jurídico de imputabilidad del delito. Tal concepto tiene su origen en dos planteamientos derivados de la escuela aristotélico-tomista: la capacidad de entender y la libertad volitiva, o lo que es lo mismo, que una persona tenga la capacidad sustancial de apreciar la criminalidad y lo injusto de su conducta (sepa lo que hace) y la capacidad de dirigir su actuación conforme a dicho entendimiento (sea libre para hacerlo o no). Es decir, el ser humano antes de actuar, realiza un proceso intelectivo entre diversas posibilidades, escogiendo libremente una de ellas. Así, ya a inicios del siglo XX Dorado Montero (1989) consideraba que muchos de los tenidos por terribles criminales no han sido más que anormales, deficientes, locos, incapaces, débiles de espíritu y, por lo tanto, más necesitados de tratamiento terapéutico que del rigor penal al que se les sometía. Son numerosos, pues, los errores judiciales cometidos que podrían haberse evitado si los jueces hubieran podido discernir las perturbaciones mentales que padecían los correspondientes reos. Por este motivo, cuando aparece el concepto de locura moral se convierte en un excelente instrumento teórico para psiquiatras y médicos legistas a la hora de determinar el grado de responsabilidad penal del criminal, a pesar de la dificultad de su diagnóstico, pues no presentaba delirio como síntoma el individuo que la padecía tenía la apariencia de una integridad mental perfecta (Huertas, 2004). Sin embargo, y esto se verá corroborado un siglo más tarde por diferentes estudios, añade también Dorado Montero (1989) que existen muchos locos en libertad que pueden dar salida a sus inclinaciones criminales, cuando las tengan, y que, de hecho, cometen frecuentes delitos. Tanto es así, según Huertas (2004), que algunos médicos y muchos juristas se opusieron en su momento a considerar que determinadas enfermedades mentales podían cursar con episodios de furor o crisis violentas llegando en algunos casos a ser la única manifestación de la enfermedad, lo que haría que tales actos criminales pudieran ser interpretados como el acto irresponsable de un loco; es decir, se oponían a que se tratara al crimen como enfermedad y al delincuente como loco.

    Se producirá un importante cambio conceptual respecto a la relación entre crimen y locura: el concepto de responsabilidad/irresponsabilidad del individuo que comete un acto delictivo será sustituido por el de peligrosidad social (probabilidad de que el sujeto reincida), con el que se pretende tranquilizar tanto a juristas como a la opinión pública de que ciertos delincuentes no puedan beneficiarse de informes psiquiátrico-forenses que demuestren, por el diagnóstico de un trastorno mental, su responsabilidad atenuada (Hardie, Elcock y Mackay, 2008). Por lo tanto, es importante conocer el grado de libertad moral con el que se comporta un individuo al transgredir la ley, es decir, si se le puede considerar "peligroso o temible" (Campos, 2004; Huertas, 2004).

    En la actualidad, nuestro código penal no define lo que es imputable ni lo que es alteración o anomalía, aunque, jurídicamente hablando, la imputabilidad es la aptitud de una persona para responder de los actos que realiza, y, dada su base psicológica, comprende el conjunto de facultades psíquicas mínimas que debe poseer un sujeto autor de un delito para ser declarado culpable del mismo. Se trata de conceptos normativos que serán fijados por un juez, si bien éste será ayudado mediante un acto de valoración (Sánchez Gutiérrez, 2000), por lo que no puede suponerse la mayor peligrosidad del enfermo mental frente al individuo no enfermo. La comunicación entre los profesionales de la salud mental resulta clave para adecuar los criterios que serán útiles a la justicia (Taylor, 2008). Así, conocer las causas, circunstancias o motivos que pueden originar la no responsabilidad-inimputabilidad de un sujeto que comete un delito se convierte en uno de los temas más complejos para la psicología forense, no sólo porque determinar tal circunstancia sea un problema ya en sí misma, como afirma Fernández-Ballesteros (2006), sino también por las consecuencias que sobre terceros pueden tener las decisiones adoptadas por los expertos peritos.

    En el artículo 20 del Código Penal español (Gimbernat y Mestre, 2007) se enumeran las causas que restringen o anulan la imputabilidad, algunas de las cuales son las siguientes:

    1. Ser menor de 18 años: serán responsables con arreglo a lo dispuesto en la Ley de Responsabilidad del Menor.

    2. La persona que al cometer el delito no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar según esta comprensión, a causa de anomalía o alteración psíquica. El trastorno mental transitorio no exime cuando haya sido provocado con el fin de cometer el delito o cuando se debería haber previsto su comisión.

    3. Estado de intoxicación plena por consumo de drogas durante la comisión, siempre que ese estado no haya sido provocado para cometerlo; asimismo, el que se encuentre en estado de abstinencia que le impida comprender la ilicitud del hecho o actuar según esa comprensión.

    4. Alteración de la conciencia de realidad por alteraciones de la percepción desde el nacimiento o la infancia.

    Por su parte, las circunstancias que atenúan la responsabilidad criminal son las expresadas en el caso anterior cuando no concurran todos los requisitos necesarios para eximir de responsabilidad. De este modo, toda anomalía o alteración que afecte a la inteligencia o a la voluntad, así como cualquier estado temporal de anulación o perturbación de la conciencia afectarán la imputabilidad. Pero, en base a esta consideración, hay otras alteraciones psíquicas que quedan fuera, por ejemplo, las que afectan a la percepción, memoria, afectividad, pensamiento, conciencia, y que influyen negativamente sobre el comportamiento sin que por ello se alteren ni la inteligencia ni la voluntad. El motivo de esta exclusión es la descripción del psicópata, con la inteligencia y la voluntad intactas, pero frío, calculador y cruel en sus actos y que, según la legislación española, es imputable.

    Esto, lógicamente, tiene sus repercusiones legales. Así, cuando un individuo psicópata comete un delito (circunstancia que sólo tiene lugar en algunos casos, y no en todos), éste, dado que es imputable, y por lo tanto responsable penalmente del mismo, ingresa en un centro penitenciario en el cual la intervención que se hace sobre él es similar a la que se lleva a cabo con cualquier otro interno imputable pero no con características psicopáticas. En estos casos el objetivo está claro y no es otro que la reducción del crimen a través del incremento del castigo, especialmente el encarcelamiento, ya que incapacitar a los criminales por el encarcelamiento prevendrá que cometan nuevos delitos (Bhatí, 2007; Piquero y Blumstein, 2007; Sweeten y Apel, 2007). Esto supone que el tratamiento efectuado sobre el sujeto psicópata no es el adecuado para esta patología, en cuya etiopatogenia están implicados factores familiares, sociales, biológicos, de personalidad, relacionados con el aprendizaje, etc., los cuales no son abordados, en su totalidad, por programas de tratamiento de esta índole.

    A medio camino estaría la imputabilidad atenuada para los individuos psicópatas que cometen delitos, siendo los requisitos para la misma los siguientes (Garrido y

    Beneyto, 1993):

    1. Psicopatías graves o profundas en base a su condición e intensidad.

    2. Relación causal demostrada entre el trastorno y el delito cometido.

    3. Demostración de que la psicopatía disminuye la inteligencia y/o la voluntad del individuo de forma clara.

    Por lo que otra opción propuesta es el ingreso del delincuente psicópata en un centro psiquiátrico penitenciario, tras ser declarado semimputable, desde luego, y así poder ser tratado. Pero esta solución tampoco es satisfactoria, ya que los psicópatas suelen mostrar un comportamiento irregular y conflictivo en este tipo de instituciones, además de diferir de manera ostensible del resto de individuos ingresados en un psiquiátrico, cuyas patologías van más en la línea de las alteraciones del pensamiento y la percepción; así, la semimputabilidad posee ciertos inconvenientes, como sería el hecho de que el individuo pase un corto período de tiempo en prisión y, en muchos casos, sin un tratamiento adecuado.

    Por otra parte, los diferentes tratamientos en prisión pueden tener un efecto indeseado y, como afirma Jones (2007), relacionarse con otros delincuentes de características similares puede tener efectos adversos al darle la posibilidad al psicópata de aprender cómo delinquir de forma más eficaz.

    Es decir, y en vista de las propuestas anteriores, para intervenir sobre un psicópata de manera moderadamente eficaz sería necesario diseñar programas específicos para este trastorno (Livesley, 2007), llevados a cabo por profesionales especializados y en un contexto diferente al que existe en un centro penitenciario o un hospital psiquiátrico (Hornsveld, Nijman y Kraaimaat, 2008). En este sentido, lo más adecuado sería el internamiento en un centro especializado, de máxima seguridad, de forma que pudiera tener la oportunidad de someterse a un tratamiento que realmente le permitiera obtener una mejoría de su problema (Hogue, Jones, Talkes, y Tennant, 2007; Howells y Day, 2007; Howells, Langton, y Hogue, 2007).

    No obstante, la cuestión no está aún resuelta, pues a todo lo comentado es preciso añadir que la distinción entre psicopatía y trastorno antisocial de la personalidad, del que suele considerarse sinónimo, no se suele realizar cuando se establece el diagnóstico de estos individuos. Dicho de otro modo, se emplean indistintamente el término "psicopatía" y "trastorno antisocial de la personalidad" para referirse a un mismo problema, cuando en realidad se trata de dos situaciones diferentes. En este sentido, los diagnósticos suelen realizarse en función de los criterios establecidos para el trastorno antisocial de la personalidad (APA, 2002), y que se muestran en la tabla 1, los cuales están describiendo más a un delincuente que a un psicópata (de ahí que los índices de prevalencia en prisión se disparen).

    CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD

    A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los s siguientes ítems:

    1. Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento ilegal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención.

    2. Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer.

    3. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

    4. Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones.

    5. Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.

    6. Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas.

    7. Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros.

    B. El sujeto tiene al menos 18 años.

    C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.

    D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.

    Tabla 1. Trastorno antisocial de la personalidad (APA, 2002)

    Sin embargo, la psicopatía, además de estas características mostradas en la tabla 1 y que, por otro lado, describen al individuo que presenta trastorno antisocial de la personalidad, muestra un síntoma que no contemplan las clasificaciones actuales de los trastornos mentales, esto es, su incapacidad para establecer relaciones afectivas con los demás; es decir, se estaría hablando de un déficit en la afectividad y en las emociones, cuyo origen es multicausal. En resumen, en la psicopatía la principal alteración se centraría en la personalidad del individuo, mientras que en el trastorno antisocial de la personalidad se concedería más importancia a las conductas desviadas, es decir, se centraría en conductas observables (Blair, 2003).

    Por lo tanto, sí sería posible considerar imputable a un individuo que ha cometido un delito y que diagnosticado de trastorno antisocial de la personalidad y, consecuentemente, debería ingresar en prisión, mientras que en el caso del delincuente que presenta los criterios que describen a la psicopatía, independientemente de que se le considere imputable, semimmputable o inimputable, debería ser internado en un centro que ofrezca garantías sobre la aplicación de tratamientos acordes a este problema.

    F60.2 Trastorno disocial de la personalidad

    Se trata de un trastorno de personalidad que, normalmente, llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento; está caracterizado por:

    a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía.b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales.c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento.e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.

    Puede presentarse también irritabilidad persistente. La presencia de un trastorno disocial durante la infancia y adolescencia puede apoyar el diagnóstico, aunque no tiene por qué haberse presentado siempre.

    Incluye:Trastorno de personalidad sociopática.

    Trastorno de personalidad amoral.Trastorno de personalidad asocial.Trastorno de personalidad antisocial.Trastorno de personalidad psicopática.

    Excluye:Trastornos disocíales (F91.-).Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad (F60.3).

    F60.3 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad

    Trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un ánimo inestable y caprichoso. La capacidad de planificación es mínima y es frecuente que intensos arrebatos de ira conduzcan a actitudes violentas o a manifestaciones explosivas; éstas son fácilmente provocadas al recibir críticas o al ser frustrados en sus actos impulsivos. Se diferencian dos variantes de este trastorno de personalidad que comparten estos aspectos generales de impulsividad y falta de control de sí mismo.

    F60.30 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo

    Las características predominantes son la inestabilidad emocional y la ausencia de control de impulsos. Son frecuentes las explosiones de violencia o un comportamiento amenazante, en especial ante las críticas de terceros.

    Incluye:Personalidad explosiva y agresiva.Trastorno explosivo y agresivo de la personalidad.

    Excluye:Trastorno disocial de la personalidad (F60.2).

    TALLER DE ESTUDIO DE CASO

    CASO : "ESQUIZOFRENICO ADULTO"

    SEXO : Masculino

    EDAD : 32 años

    MOTIVO : Homicidio (asesina a su hermano de 33 años)

    RESULTADOS

    Observación de conducta: Apariencia Física y Actitudinal del examinado

    El examinado se presenta a evaluación en inadecuadas condiciones de aseo y arreglo personal, de estatura alta y contextura delgada, tez trigueña, cabello largo, color negro, barba crecida, de marcha lenta y postura semiencorvada lleva en la cabeza un lazo de nylon, con un jebe que lo mantiene dentro de su boca y que él le llama controlador de efectos, lo utiliza para contrarrestar las voces (alucinaciones auditivas).

    Al inicio de la evaluación se muestra desconfiado, distante, con restricción en su expresión facial, evidencia ideas de referencia y de daño, presto a reaccionar con ira, no hay conciencia de enfermedad.

    Relato textual del motivo de concurrencia

    "Actualmente me hablan al cerebro, escucho voces de cómo permito que me hagan eso, que haga algo para equiparar el asunto pero yo soy pacífico… ellos son personajes bíblicos, José de Nazaret es el líder, la Virgen María y Jesús de Nazaret, me hablan cosas que de repente ya se acerca el día, que yo debería salir a divertirlos a ellos, ellos son las nubes, lo contrarresto con mi controlador de efectos ya no hablan a mi cerebro, lo diseñé hace dos años, ellos en verdad quieren que me lo saque, es que yo tengo que dar un efecto como resultado de todas las cosas y eso puede ser mal percibido por el prójimo, hay también otras personalidades como científicos europeos, Albert Eistein y Newton ellos me hablan sobre el Cosmos, el Universo, la voz de Nexton me dice que tengo que caminar 5kms, diarios y que va haber en la TV programas divertidos que lo veré en la frecuencia de fotones a velocidad de la luz que se mide, su misión de ellos es que todas sus invenciones sean conocidas, somos su televisión de ellos, no divertimos a veces dependiendo de su estado de ánimo, yo converso con ellos bien educado…ellos son los principales porque hay otros por ejemplo, Santa Rosa es su enamorada de Jesús de Nazaret".

    "Esas voces controlan mi cerebro, me fui al Ejercito por las voces en Enero del 2004, en Diciembre del 2003 un muchacho me propino una golpiza, que ya no me permitió madurar frente a mis amistades, no le he hablado de las voces a nadie, mi psiquiatra de la UNI me recetó pastillas, creo que eran calmantes, descansadores del cerebro, me tomé unas tres, las voces se reían de mí, el controlador es un jebe que técnicamente es la empaquetadura de un jebe de caño con nylon, lo tengo puesto día y noche porque me hablan después de cada sueño, un día tuve un record de sueños, como 10, no me dejaron dormir, del cosmos, los investigadores, las voces a mi me están matando, me dicen blasfemias repetitivas por horas, insultos me generan un complejo, me dicen fracasado de la universidad, porque no terminé mis estudios,…"

    "Mí hermano sufrió un ataque de un individuo que lo ha dejado mal herido, las voces me dijeron que mi hermano O. D., está siendo victima, ayer me asusté por que él llegó a la casa, él siempre llega mal humorado, me violenta, se puso más agresivo, quiso propinarme un cabezazo, las voces me dijeron retírate a hacer tu negocio, ya para esto estaba herido, mi susceptibilidad me decía cosas sin sentido, que yo había agarrado las plumas de una paloma, recordé que mató a mi cabrito de dos martillazos en la cabeza, las voces me lo repiten, saqué mi maletita y me fui a vender mis frunas, quería irme a Huancayo, me fui a Chaclacayo a la casa de mi tío, me dijo que ha pasado, estaba con otras personas, policías, me dijeron que los acompañe y me trajeron acá".

    Datos importantes de su historia personal referidos por el examinado

    • Nació en Lima el 02 de Junio de 1974. Tiene 32 años de edad.

    • Es el quinto de seis hermanos, vivía con sus padres y hermano. Indica que en su infancia sufrió maltrato físico y psicológico por parte de su padre. Sobre sus hermanos no brinda información.

    • Estuvo en tratamiento por enfermedad bronquial (asma).

    • Menciona que en secundaria era tímido, solitario, se aislaba, terminó su secundaria en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Indica haber realizado estudios de Ingeniería Mecánica en la UNI, hasta el VII ciclo. No precisa otros datos.

    • Actualmente se dedica a la venta de frunas en diferentes mercados, indicando no haber tenido trabajo estable.

    • Refiere que tuvo su primera experiencia sexual a los 19 años, con su enamorada con la cual tuvo un hijo, convivió durante 8 años. Actualmente está separado. Indica haber tenido relaciones sexuales con prostitutas.

    • Consume licor desde los 14 años, fuma cigarrillos regularmente, niega consumo de drogas. Toma tranquilizantes (Diazepan) no brinda más información.

    Evaluación de las funciones cognitivas

    • Nivel de Conciencia: Somnoliento, distraído.

    • Orientación: Parcialmente orientado en tiempo y lugar, orientado en persona.

    • Nivel de Atención y concentración: Disminuidos.

    • Memoria: Evoca parcialmente acontecimientos del pasado lejano y del reciente.

    • Lenguaje: Comprensible, con tono de voz alternante, verborreico.

    • Pensamiento: Místico (cree que proviene de un genoma de Jesús), Incoherente, el curso es acelerado" y el contenido presenta ideas delirantes de referencia y de daño ("creo que me quieren hacer daño"). Evidencia alucinaciones auditivas.

    • Juicio Social: Dificultades para adaptarse a situaciones de la vida cotidiana y en el análisis de estas, percibe a su ambiente hostil y amenazador, por lo cual tiene que defenderse, llegando incluso a la violencia; tendencia a dejarse llevar por sus impulsos agresivos sin considerar las consecuencias de estos.

    • Nivel de información e Inteligencia: Denota adecuado bagaje cultural; Con disminución en sus funciones cognitivas impresionando un nivel intelectual Normal Inferior.

    Características de Personalidad:

    • Denota ansiedad, ira, retraimiento y tendencia a discutir, se muestra a la defensiva, con mucho tacto y desconfianza,

    • Presenta ideas delirantes de daño, de grandeza, piensa ser víctima de continuas amenazas o burlas hacia su persona. Evidencia alucinaciones auditivas (escucha voces que lo atormentan) tomándolo violento y poco tolerante.

    • Dificultad en sus relaciones interpersonales reaccionando con hostilidad ante la sensación de recibir algún daño de los demás.

    • Conflictos en sus habilidades sociales así como en su desenvolvimiento académico. Denota frustración intelectual, sin embargo trata de racionalizar sus fracasos.

    • Hipersensibilidad a la opinión o crítica externa, suele mostrarse con irritabilidad y agresividad.

    • Se identifica con su rol sexual. Se encuentran indicadores de conflictos y preocupación en el área sexual.

    CONCLUSION

    El examinado C. E. C. V (32), al momento de la evaluación psicológica presenta sintomatología compatible con Esquizofrenia de tipo Paranoide, evidencia ideas delirantes de grandeza y daño, alucinaciones auditivas, que distorsionan su pensamiento, afecto inapropiado (frialdad emocional), hostilidad y violencia, que le impide percibir y evaluar la realidad adecuadamente. No hay conciencia de enfermedad.

    RECOMENDACIONES

    Tratamiento Psiquiátrico al examinado.

    LA SOCIOLOGIA CRIMINAL

    Décimo Segunda Semana

    La sociología criminal es una ciencia todavía en gestación; todos los ilustres sociólogos han expuesto hasta atrevidas teorías pero todas ellas tienen un fondo de incertidumbre, sobre todo cuando tratan de enumerar las verdaderas causas de la criminalidad. Algunos autores sostienen que en el acto criminal entran un complejo de factores algunas veces difíciles de determinar.Otros como Lombroso dicen que la causa del acto criminal está constituida por las condiciones anómalas del criminal; para Maxwel, esa causa consiste en dos elementos: individuo y sociedad, otros sostienen que es la falta del libre arbitrio, y por último, hay quienes digan que las únicas causas de la criminalidad están constituidas por la suma de las tres categorías de factores estudiados.Manzini nos dice que la "Sociología Criminal es la ciencia descriptiva que realiza la historia natural de la delincuencia"."En su rama biosociológica, la Sociología Criminal estudia los caracteres individuales del delincuente, con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social; en su rama jurídica, estudia la legislación preventiva y represiva de la delincuencia".Según su fundador, Enrico Ferri, la sociología criminal es una ciencia de observación positiva que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística criminal, así como el Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los delitos y las penas.La sociología criminal no estudia el problema de la criminalidad más que en uno de sus muchos aspectos. Se ocupa sólo de la relación que existe entre el autor del delito, como sujeto activo, con la sociedad. Estudia el acto delictuoso como un acto puramente objetivo. Las condiciones internas que motivan el hecho, y la manifestación de la voluntad, son del resorte de otra ciencia, la Psicología Criminal, importante auxiliar de las demás ciencias que con el problema que venimos estudiando se relacionan.La sociología criminal se diferencia de la sociología general en que, mientras la primera se ocupa únicamente del fenómeno de la criminalidad, la segunda estudia todos los fenómenos en general que influyen y modifican el desarrollo y progreso evolutivo del organismo social.La infracción es un término que significa la violación de una ley o de un precepto de la autoridad, por lo que se incurre en una sanción penal.La sociología criminal se auxilia de las siguientes ciencias para poder cumplir bien su cometido: de la Antropología Criminal, Etnografía, Psicología Criminal, Psiquiatría, Neurología; en fin, de la Estadística Criminal, base ordinaria y eficaz de todas las observaciones sociológicas.Arguye Ferri que la sociología criminal es una ciencia positivamente de observación, realista. La considera como síntesis y fundamento de las ciencias anteriormente enumeradas y aún del Derecho Penal. Es decir, constituye una ciencia en la que se resumen el delito, el delincuente y la pena. Al asentar la etiología de la criminalidad otorgándoles toda importancia al influjo de los factores antropológicos, físicos y sociales, rechaza la teoría del libre albedrío como base del derecho penal, y, al proclamar que el delincuente es un ser anormal física y psíquicamente, sugiere las bases de la responsabilidad social.Por último Ferri, elabora una clasificación de los delincuentes desde el punto de vista de su constitución física, más bien de sus funciones orgánicas y psíquicas. Cree que el tipo del criminal nato es característico que el criminal habitual encuentra en la media social las circunstancias propicias que accionan sobre su anormalidad para llegar a la comisión del acto delictuoso, como el loco y el congénito, que carecen del sentimiento social y moral. Asegura también que los delincuentes pasionales y por ocasión, se caracterizan por su escaso dominio para evitar en determinado momento la realización de un delito. Quien delinque, dice Ferri, lo hace presa de una anormalidad ya congénita o adquirida.Rafael Garófalo también considera que la criminalidad tiene su gestión en el ambiente social y en contribución a las condiciones naturales del individuo, por lo que toda misión represiva del delito debe tener muy en cuenta que la criminalidad es un fenómeno social, debiéndose estimar y considerar de extraordinaria importancia los datos que los estudios antropológicos, físicos y sociales proporcionen. Buscar las causas que originen el delito es la misión de la Criminología, síntesis de la ciencia del delincuente y de la ciencia de la sociedad en relación con el delito.

    TALLER: ESTUDIO DE CASO

    CASO : "ANTISOCIAL ADULTO JOVEN"

    SEXO : Masculino

    EDAD : 27 años

    MOTIVO : Homicidio (victima de 9 años)

    RESULTADOS

    Observación de conducta: Apariencia Física y Actitudinal del examinado

    El examinado es un adulto, de 27 años de edad, que se presenta a la evaluación psicológica en inadecuadas condiciones de aseo y arreglo personal; de estatura promedio, contextura mediana, raza mestiza, tez trigueña; cabello negro, lacio, desordenado, de postura erguida, aparenta más edad de la que refiere, con bigotes, cicatriz en la ceja izquierda y tatuajes en la muñeca derecha y en la mano izquierda. Sin deficiencias físicas manifiestas, coordina adecuadamente la marcha.

    Durante la entrevista se mostró tenso, su expresión facial refleja inexpresividad, así mismo frialdad afectiva; de mirada penetrante y evasiva. Al momento de brindar información se mostró frío al recordar y narrar los hechos, sin embargo ocasionalmente refleja aparente arrepentimiento.

    Relato textual del motivo de concurrencia

    "Era el jueves 07 de julio, como a las 7 pm, yo estaba fumando pasta básica y tomando cañazo, minutos antes con un amigo, a mí me dicen "Pelocuy"; estábamos en un fumadero, se llama fumadero José Gálvez, es un descampado donde las casas están lejanas y las mecánicas están arriba en el cerro, es un lugar oscuro, medio cerrado, al final me quedé solo, mi amigo se fue, salí al descampado y de casualidad me encuentro a un niño, lo abracé, lo agarré del hombro y le tapé la boca, era como de nueve años, el niño estaba temeroso yo le decía tranquilo no te voy a hacer daño, yo en ese momento no pensaba en sexo, no pensaba nada, estaba drogado."

    "Yo solo quería seguir fumando, de repente le robaba no sé, pero mientras lo llevaba al descampado, quizás yo iba pensando cosas, nunca lo había visto, el niño me decía que lo dejara ir, me siento y le digo que me bese y me toque el miembro, me bajé el buzo, mi pene no estaba erecto y no se llegó a erectar nunca, el niño lo hacía porque estaba asustado, solamente me decía que lo dejara ir y yo le decía ya, le sujetaba la cabeza, yo tenía cólera porque no se me erectaba, lo volteo y lo pongo en mis piernas, (le vi las zapatillas y quise robárselas porque me pareció que podía venderlas), pero al verlo con el buzo abajo, al descubierto, sus nalgas, me dio deseos de querer penetrarlo, pero mi miembro no se erectaba, así que con la mano lo manoseaba, le metía el dedo, pero suavemente, no llegué a eyacular, el niño no gritaba, solo se quejaba, me pedía que lo dejara ir, estuve así como veinte minutos"

    "No sé si alguien me había visto, estaba oscuro, es un sanjón, terminé de manosearlo, en eso me puse a pensar ¿qué he hecho?, me entró el temor de que me pudiera delatar y le agarré con una mano del cuello y el niño se pone a gritar y le apretaba más y más el cuello, le tapé la boca, yo sólo pensaba que me iba a reconocer, llegué a sentir tal vez tranquilidad cuando lo apretaba, pero no pensé, estaba nervioso, cuando me di cuenta que ya había fallecido, me asusté, allí empecé a tirar sus cosas, su mochila, su fólder, zapatillas, al colegio, que estaba por arriba, yo lo enterré en la arena, lo tapé con periódicos, piedras, estaba semi enterrado; salí de ahí y miré por todos lados, yo estaba consciente, y me daba cuenta, tenía ganas de desparecerme, me fui a un grifo me quedé sentado asustado, me fui a mi casa más tarde, me cruzaba por la mente matarme, cuando tocaban a mi puerta pensaba que venían a buscarme, por eso ya no salí de mi casa".

    "Yo no salía de mi casa, tampoco pensaba en fumar de nuevo, miraba la puerta, sentía la sirena del patrullero, recordaba cuando me decía que lo dejara ir y me daban ganas de llorar, abrazaba a mi hijo y los remordimientos me mataban, el Sábado 16 de Julio, me viene a buscar mi amigo para ir a fumar, yo estaba en mi casa dándole de comer a mis hijos, yo lo pensaba, pero al final decidí irme con él, porque tenía dos pacos para fumar, salgo, voy bajando por la calle y por atrás siento que me agarran del cuello, creí que me querían asaltar y decían sabes lo que haz hecho, yo decía no, me taparon me subieron a una camioneta, era la policía, yo me negaba y me insistían y dije todo porque ya no podía más, estaba con todo esto, quería contarle a alguien y conté los detalles, mi arrepentimiento es porque tengo hijos, no soy de piedra, no me explico, mi delito es grave, pero nunca le hice daño a mis hijos, ni a ningún otro niño; me da vergüenza por mi familia, mi madre y mis hijos".

    Datos importantes de la historia personal referidos por el examinado

    • Nació en Lima, el 04 de Septiembre de 1978. Actualmente tiene 27 años.

    • Es el mayor de cuatro hermanos. Y el segundo de parte de madre.

    • Refiere haber estado en tratamiento médico por TBC en el año 2004.

    • Estudió en el colegio particular "Carlos Manuel Scorza", hasta el 1er año de Secundaria en el año 1990, refiere: "No seguí estudiando porque, mi papá nos abandonó, la situación era difícil y me puse a trabajar".

    • Afirma haber sido maltratado físicamente por su padre.

    • Viene de una familia disfuncional, desintegrada, su padre los abandonó, la madre laboraba fuera de casa no la veía.

    • Laboró desde la edad de nueve años, vendiendo caramelos, refiere: "he participado de robos y hurtos inclusive a mi propia familia para mantener el vicio de fumar pasta básica".

    • Se inició sexualmente a la edad de 16 años, refiere: "Tuve relaciones por primera vez con la que es mi conviviente, he tenido encuentros sexuales con homosexuales desde que tenía 17 años, porque me invitaban, todo por conveniencia, soy activo". Actualmente convive con Rosa P. (23), tiene un hijo, el mayor es su entenado. Refiere haber participado en pandillas. Ha tenido denuncias policiales en 1999, por robo y pandillaje, no ha sido ingresado a penales.

    • Se percibe como violento e impulsivo.

    • Refiere consumir sustancias psicoactivas; es adicto a la Pasta Básica de Cocaína, ocasionalmente consume marihuana y cigarrillos así como alcohol.

    • Afirma tener antecedentes policiales y judiciales.

    Evaluación de las funciones cognitivas

    • Conciencia: Despierto. Orientado en tiempo, espacio y persona.

    • Memoria: Evoca con facilidad acontecimientos recientes y lejanos.

    • Atención y Concentración: Se encuentran disminuidas.

    • Lenguaje: Huido, con tono de voz bajo.

    • Pensamiento: De nivel abstracto-funcional. No presenta alteraciones

    • Juicio: Evidencia poca capacidad para analizar situaciones comunes de la vida cotidiana, influenciado por su impulsividad.

    • Nivel Cultural e Intelectual: Posee bajo nivel de información y bagaje cultural, con un nivel intelectual Normal Inferior.

    • Organicidad: No presenta indicadores de lesión cerebral.

    Características de personalidad

    • Presenta refugio en la fantasía por compensación a sentimientos de inferioridad o vergüenza del propio cuerpo, con baja autoestima tomándose dependiente de la figura femenina.

    • Con búsqueda de gratificación, seguridad y necesidad de cariño, por sensación de soledad.

    • Denota problemas de adaptación a su entorno, con conflictos en sus relaciones interpersonales y desconfianza en sus contactos sociales.

    • Se observa falta del control de sus impulsos; reflejando características ásperas y primitivas; con evasividad ante las situaciones que implican responsabilidad, estallando en arranques de agresión, hostilidad e inadaptación.

    • Posee conflictos e inmoralidad sexual; con rasgos homosexuales, hostilidad con las mujeres siendo ambivalente sexualmente como compensación a su inadaptación

    CONCLUSIÓN

    El examinado C. I. M. A. (27) al momento de la evaluación, presenta Personalidad Antisocial asociado a consumo de sustancias Psicoactivas, que no le impide percibir y evaluar la realidad. Es consciente de sus actos. Evidencia hostilidad y agresividad tomándose impulsivo, resistente a la autoridad, no respeta los derechos de los demás, ni las normas sociales; denota frialdad afectiva e irresponsabilidad; rasgos homosexuales e inmoralidad sexual.

    EXAMEN PARCIAL II

    Décimo Tercera Semana 22 de Setiembre (primera hora)

    V UNIDAD

    Perfiles psicológicos y sociológicos del delincuente

    PERFIL CRIMINAL

    Décimo Tercera Semana

    La expresión perfil criminal se conoce con términos y acepciones diferentes en la literatura científica: perfil psicológico (psychological profiling) (Holmes, 1989), perfil de la personalidad del criminal (criminal personality profiling), perfil del agresor (offender profiling) (Canter 2000), perfil criminal (criminal profiling) (Stanton, 1997), investigación analítica criminal (criminal investigative analysis) (Warren 1999),

    Tipos de Perfiles

    • 1. Perfil de agresores conocidos o método inductivo

    Este método se basa en el estudio de casos para, a partir de ellos, extraer patrones de conductas características de esos agresores.

    • 2. Perfil de agresores desconocidos o método deductivo

    Se basa en el análisis de la escena del crimen, evidencias psicológicas para inferir el perfil del autor del crimen.

    Se intenta pasar de los datos generales, a los particulares de un individuo.

    Analiza la escena del crimen, la victimatologìa, las pruebas forenses, características geográficas, emocionales y motivacionales del agresor.

    Perfil Psicológico

    El término perfil del delincuente fue creado por los agentes del FBI en los años 70, para designar la técnica que describe el comportamiento y características probables del autor desconocido de un asesinato (Inteligencia General y Rasgos de personalidad).

    Perfil Sociológico

    Describe los rasgos sociológicos del delincuente.

    Importancia del Perfil

    La importancia del Perfil Psicológico, radica en que su elaboración hace posible determinar las características del presunto culpable y ayuda a la policía, focalizando y disminuyendo las posibilidades de investigación, al centrar la atención en blancos realistas, sobre todo cuando se trata de crímenes violentos o seriales y la alarma social, con posibilidades de que se vuelvan a repetir, en los cuales se requiere actuar con rapidez y detener cuanto antes al asesino.

    Perfil Psicológico del Delincuente Juvenil Peruano

    • Impulsivo, poco o casi nada controlan sus impulsos, su capacidad de control es pobre.

    • Se guían más por el principio del placer, que por el de la realidad.

    • Afán de protagonismo, gusta de llamar la atención de una manera y abusiva

    • Fracaso escolar, marcada falta de interés en los estudios, o presenta nivel intelectual pobre que no les facilita el aprendizaje, que trae como consecuencia deserción escolar.

    • Consumidor de Drogas, son hedonistas (consideran el placer como único fin), buscan placer y la sensibilización mediante sustancias psicoactivas, que desinhiben el control de sus impulsos.

    • Baja Autoestima, no se quieren y proceden de hogares destruidos por la violencia, el maltrato, indiferencia afectiva a los padres.

    • Agresivo, la agresividad es uno de sus principales rasgos, disfrutan agrediendo y mediante la agresión se vuelven dominantes e intimidades.

    • Sin Habilidades Sociales, no poseen códigos que les permita relaciones sociales saludables con los demás.

    • Poco equilibrio Emocional, son inestables, lábiles e inconsistentes en la expresión de sus emociones.

    • Inadaptado, no logran adaptarse a normas, códigos y leyes sociales, ellos establecen sus propios códigos que van en contra de los establecidos, eso da pase a la comisión de delito.

    • Frustrado, una de las más fuertes es la frustración afectiva, por lo regular han tenido padres poco gratificantes que no les han nutrido de amor, no poseen capacidad de aguante a la frustración, no soportan que las cosas no les salga como ellos lo desean.

    El Delincuente Pandillero Ladrón

    Suele hallarse comprometido en actos de vandalismo y en violaciones de índole sexual , la imagen de sí mismo es de delincuente, se asocia con otros para delinquir, manifiestan actitudes antisociales, marcada hostilidad hacia la policía, se consideran víctimas de la sociedad, suspicaces, considera a los representantes de la ley y a las instituciones rehabilitadoras como farsantes.

    Delincuente Pandillero Pendenciero, adolescentes varones que son miembros de pandillas de vagos, que merodean en la calle y se dedican a buscar problemas, algunos de estos jóvenes experimentan con drogas enervantes y otros se preocupan por satisfacciones sexuales, pertenecen a organizaciones delictuosas, y ostentan emblemas distintivos en el vestir, tienen un sentimiento acendrado de pertenecer a la pandilla, creen que la sociedad les niega todas las oportunidades, la base de sus actitudes antisociales está en la hostilidad hacia la policía, y de los organismos sociales y de rehabilitación.

    Delincuente Pandillero Ocasional, participa en riñas, robos y vejaciones los actos delictuosos los hace en compañía, comete fechorías para divertirse, no se considera delincuente, manifiesta hostilidad hacia la policía, las actitudes antisociales de este transgresor, no resaltan especialmente en los medios donde se mueven.

    Delincuente Casual No Pandillero, sus transgresiones van desde el hurto de menor cuantía al manejo de vehículos sin licencia, fumar, emborracharse, actuar con vandalismo, en grupo se dedica a actividades ilícitas, se inician a diversa edad (prevaleciendo de los 13 a19 años.), no muestran hostilidad para con la policía y trabajadores sociales.

    Delincuente Drogadicto, comete delitos de extorsión, su propósito es conseguir dinero con que proveerse de droga, se comunica con otros adictos para informarse sobre fuentes de abastecimiento de drogas y los medios ilícitos de conseguirla, presenta una imagen de vividor, de sangre fría, fuman, beben, a veces empiezan la carrera de delito como simple pandilleros.

    Joven Delincuente, suele comparecer ante los tribunales de menores por delitos de muy variada significación, "Falta a la moral", "Rechazo a la autoridad", entre otros, se muestran hostiles, desafiantes.

    Procuraduría General de Justicia

    01 Diciembre de 1997.

    PERFIL PSICOLÓGICO DE LOS CRIMINALES SERIALES

    Los Criminales Seriales fueron victimas de abusos sexuales y de violencia en la infancia o durante los primeros años de su adolescencia.

    Su hogar familiar está constituido por un padre ausente, poco comunicativo insensible y totalmente indiferente a sus hijos.

    La madre, extremadamente sobreprotectora o abúlica, muchas veces agresiva y violenta, con gran inestabilidad emocional.

    Carecen del "sentido de familia", la falta de integración con sus cónyuges, hace que con sus conductas produzcan consecuencias nefastas para sus hijos.

    (Después de realizar estudios de 36 Asesinos Seriales, la gran mayoría de los examinados fueron observados como "sexualmente incompetentes").

    Los perversos psicópatas pueden presentar un trastorno de conducta,

    Saben lo que hacen.

    Son incapaces de mostrar el mínimo sentimiento de compasión.

    Conservan todas sus funciones perceptivas y mentales,

    A pesar de su peligrosidad, es difícil reconocerlos a simple vista, (los expertos dicen"…la conducta antisocial de estos criminales no solo se debe a influencias ambientales como la familia, sino también a causas biológicas…".)

    La mayor parte de los delincuentes agresivos tiene en común severas desviaciones sexuales y morales. Son compulsivos, tanto en la agresión como en la conducta sexual, es una de las causas por la que son asesinadas muchas víctimas de la violación.

    En el ultraje, el criminal, frecuentemente castiga en forma desmesurada e innecesaria a su victima, porque goza del dolor físico y moral de esta, a su vez la visión del sufrimiento lo excita.

    En los hechos sádicos sexuales, el sometimiento a tormentos nunca esta ausente.

    PERFIL PSICOLÓGICO DEL SECUESTRADOR

    No presentan anomalías psiquiátricas.

    Las edades de los individuos oscilan entre los 30 y 45 años

    Grado de instrucción secundaria completa o incompleta; compensan sus limitaciones de instrucción con la astucia.

    Son provenientes de familias de nivel socio económico bajo, aglutinadas, desintegradas; padre ausente o agresivo y/o madre agresiva.

    Recibieron estilo de crianza agresivo o indiferente, ello facilitó la trasgresión de normas.

    Historias de abandono o ruptura familiar (separación de los padres, abandono.

    La conducta que mostraron durante la etapa escolar se caracterizó por ser sociable y comunicativa, pero agresiva a la vez.

    Desde pequeños empezaron a realizar actos disóciales (arrebato de carteras, relojes, etc.)

    De jóvenes fueron detenidos y enviados a prisión; al salir incursionaron en nuevas bandas y nuevas modalidades delictivas.

    De estado civil conviviente en mayor frecuencia y solteros en menor medida.

    Como padres tienden a repetir el modelo ausente y de irresponsabilidad con el que fueron criados.

    Presentan consumo regular de alcohol, tabaco, drogas (PBC, cocaína, marihuana)

    Muestran como principales rasgos de personalidad: ansiedad, Inseguridad, impulsividad; pobre autoestima, búsqueda de aprobación externa; inadaptación al medio (familiar, social); inestabilidad emocional; ausencia de vínculos afectivos; tendencia a utilizar a los demás para su propios beneficio.

    Tendencia a la mentira, a la manipulación y a la simulación; negando su participación en los hechos que se le imputan; en caso de reconocer su participación lo hacen forzados por las evidencias en su contra, justificando sus actos alegando necesidad urgente de dinero (salud).

    Inestable situación económica; desarrollan actividades laborales eventuales ("taxistas, construcción civil") a manera de pantalla para su entorno.

    PERFIL PSICOSOCIAL DEL HOMICIDA

    El perfil del homicida se determina de acuerdo a la investigación realizada en el Área de Psicología Forense de la OFICRI-DIRINCRI-PNP, en el PERU; el mismo que es el siguiente:

    Varón joven o adulto

    Soltero

    Con instrucción secundaria

    Actividad laboral de manera eventual

    Procede de familia separada o desintegrada, con cinco o más hijos

    De hogares con estilo de crianza agresivo donde se ha ejercido la violencia.

    Durante la etapa escolar presentó bajo o muy bajo rendimiento académico y comportamiento agresivo.

    Nivel de eficiencia intelectual normal promedio

    Consume bebidas alcohólicas y/o algún tipo de droga con regularidad.

    Conoce a la victima (amigo, familia, pareja u otros), a quienes mata por venganza, violencia, celos o robo.

    Denotan impulsividad con poca tolerancia a la frustración.

    Deficiente control de los impulsos mostrando irritabilidad, agresividad y hostilidad.

    Fracasando en la adaptación a las normas sociales, inestables e inmaduros emocionalmente, con indicadores de ansiedad y tensión relacionado a su detención.

    PERFIL DEL PERVERSO

    El perverso siempre tiene una serie de fantasías conscientes, sabe que va a cometer el acto sexual previamente, en una determinada escenografía que se denomina ESCENARIO. Ese escenario es imprescindible para que el pueda desarrollar su actividad sexual perversa. Si no se da, no la desarrolla. Siempre está presente la connotación de OBSCENIDAD, siempre se trata de dañar, humillar, hacer daño, destruir al objeto sexual.

    Este deseo de hacer daño al objeto sexual tiene una intención de VENGANZA; lo somete a una serie de humillaciones que son la venganza de las que el ha sufrido, real o imaginariamente, particularmente durante su infancia y adolescencia.

    Necesita la sensación de SUPERIORIDAD, triunfo, dominación. Necesita colocar a su victima en situación de sumisión, temor.

    El sujeto perverso esta reviviendo un trauma sexual infantil, porque ha sido humillado en su sexo o en su identidad sexual. Consiste en REVIVIR esa experiencia pero invirtiendo los papeles, pasa de victima a vengador. Identificación con el agresor para evitar la identificación con la victima (temor).

    Al perverso le gusta correr ciertos riesgos; situarse en el límite de desafío a la ley ("me va a pillar", "me pueden pillar").

    Tendencia a DESHUMANIZAR al objeto; considerar a su victima sexual como sin sentimientos, sin dignidad, a la cual se debe usar y tirar.

    El perverso teme la ley; le gusta rozarla, pero la teme, así que se cuida de reconocer estos comportamientos porque sabe de que ello depende la sanción.

    PERSONALIDAD DEL DELINCUENTE TERRORISTA

    • Egocéntricos, creen ser elegidos o quieren ser el centro de atención.

    • Indiferentes Afectivos, son perversos

    • Hábiles, propensos a caer en el delito

    • Agresivos, tiene gran capacidad innata de violencia y destrucción, de ahí que el narcoterrorista sea incapaz de experimentar emociones o inclinaciones altruistas y solidarias.

    • Se impone a si mismo, un proceso envilecedor

    • Se une con otros alrededor del terror y la depravación moral.

    BANDAS ORGANIZADAS

    Décimo Cuarta Semana

    La Policía Nacional del Perú desarrolla un catálogo bastante amplio de delitos, pero que corrobora que las principales modalidades del crimen organizado en el Perú son de tipo convencional y violento.

    Manifestaciones Delictivas

    • Robos y asalto a mano armada

    • Secuestro de personas

    • Contrabando

    • Terrorismo

    • Trata de Personas

    • Trafico Ilícito de Drogas

    • Defraudación de Rentas de Aduana

    • Trafico de moneda extranjera

    • Evasión de Impuestos

    • Delitos contra la Fe Pública

    • Delitos Informáticos.

    Características frecuentes de los grupos delictivos nacionales:

    • a. Se trata de organizaciones amorfas, son capaces de modificar su estructura y composición con suma rapidez, para poder adaptarse con facilidad a un entorno de permanente clandestinidad y persecución.

    • b. Denotan marcado empirismo, no son grupos profesionales, pueden asumir diferentes roles según las necesidades operativas de la organización delictiva.

    • c. Practican un Apoyo Mutuo Complementario, el espacio común de los centros carcelarios o de un área común de influencia (barrio, asentamiento humano, etc.), posibilitan un intercambio frecuente de mandos e integrantes entre varios grupos delictivos para el desarrollo de actividades delictivas comunes.

    • d. No se aprecia especialización, al interior de los grupos no se encuentran integrantes que asuman por sus habilidades o conocimientos y tareas específicas. (Todos para uno y uno para todos).

    • e. Poseen un nivel artesanal y local, su campo de acción se limita a un territorio local o nacional., muy rara vez intercambian operaciones o actividades en el plano internacional.

    • f. Actividades criminales violentas, en lo fundamental el espacio de la criminalidad organizada que opera en el Perú, se relaciona con la comisión de delitos convencionales violentos como el secuestro extorsivo y el robo a mano armada.

    Benigno di Tulio (1,896-1979 Italia) Constitución Delincuencial

    Décimo Quinta Semana

    Estudia las conductas antisociales y criminales, basado en la observancia y el análisis profundo de casos, individuales, normales, anormales o patológicos.

    Esta corriente intenta dar una explicación integral a cada caso, considerando al ser humano como una entidad biológica, psicológica, social y moral.

    Señala que los delincuentes eran sujetos que por su estructura biopsiquica, presentan una mayor predisposición al delito, debido a una perversidad instintiva constitucional, que conlleva a manifestaciones graves y persistentes de maldad, brutalidad.

    Factores causales:

    Hereditarios, alteración en el desarrollo físico y psíquico de la persona, morfológicamente adquirido.

    Funcionales, anomalías en el sistema nervioso, procesos tóxicos endógenos/exógenos y trastornos bioquímicos)

    Psíquicos, (anomalías de la vida instintivo-afectiva, placer de cometer delitos, debilidad moral y escasa capacidad inhibitoria).

    E. SEELING, perteneció a la Escuela Austriaca Empírica habla del carácter científico-empírico de la Criminología, esto es la investigación se basa más sobre observaciones que sobre opiniones, considera que la Criminología pertenece a las ciencias empíricas, que utilizan el método inductivo, por eso no se podría descubrir mediante operaciones mentales, debiendo el investigador interrogar, atendiéndose con todo rigor a los hechos de la experiencia.

    PRESENTACIÓN DE CASOS

    Décimo Sexta Semana

    CASO N° 1 : "ANTISOCIAL. ADULTO PLENO"

    SEXO : Masculino

    EDAD : 45 años

    MOTIVO : Homicidio (conviviente de 35 años)

    RESULTADOS

    Observación de conducta: Apariencia Física y Actitudinal del examinado

    Examinado que se presenta en regulares condiciones de aseo y arreglo personal; tez clara, raza mestiza. Lleva puesto un gorro de tela. De contextura promedio, estatura mediana. De mirada fija hacia los examinadores y en ocasiones su mirada la dirige hacia el piso; de facie seria y rostro enrojecido; tono de voz oscilante entre alto y moderado. De postura semi encorvada y desplazamiento normal.

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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