La mayoría de los delincuentes podían ser reconocidos por sus problemas de conducta y otras deficiencias escolares (se muestran impacientes, irresponsables y con conducta dañina hacia los demás).
AMBIENTE ESCOLAR: El ambiente escolar es otro factor de riesgo. Los centros escolares pueden influir en los patrones delictivos de los niños.
El estudio más famoso de los efectos de la escuela en la delincuencia fue llevado a cabo por RUTTER en 1979. En él, se medía la estructura escolar, su organización y funcionamiento, y donde los factores escolares relacionados con la delincuencia fueron una alta presencia de castigos, malas condiciones de trabajo, poca atención del maestro a los problemas del niño y pocos elogios. Pero es difícil saber si estos factores son causa o consecuencia de la conducta antisocial en el aula. De todas formas, LAS CARACTERISTICAS DEL COLEGIO CONTRIBUYEN EL RIESGO DE CONDUCTA ANTISOCIAL.
DELINCUENCIA Y GRUPO DE PARES.
Gran influencia que el grupo de pares antisociales ejerce sobre la conducta de un sujeto en el sentido de empujarlo hacia la delincuencia. Los amigos son factores de riesgo. El grupo de iguales son un importante preeditor de la conducta antisocial.
DELINCUENCIA Y COMUNIDAD.
Se sugiere que los delitos ocurren en respuesta a oportunidades específicas, cuando los beneficios esperados superan a los costes estimados. Dos términos:
- OCASIÓN.
- TOMA DE DECISIONES.
En la decisión de delinquir en una situación determinada influyen las oportunidades, los costes y beneficios inmediatos al crimen.
Algunos autores creen en una influencia recíproca entre las características del ambiente y las del delincuente. Esta orientación trata de modificar tanto el riesgo de ser víctima como las oportunidades que el ambiente ofrece al delito.
LA INTEGRACIÓN: PERSONA, CONDUCTA Y AMBIENTE.
La persona, su ambiente y su conducta se relacionan en un proceso de influencia recíproca. Por eso los factores situacionales (ambientales y sociales) deben ser considerados si queremos mejorar nuestra habilidad para predecir conductas.
- En la delincuencia confluyen muchos factores de riesgo a la vez. Por eso, la explicación delictiva más importante es la de ANDREWS Y BONTA, que es un modelo integrador que parte de una perspectiva de reforzamiento personal, interpersonal y comunitario en la génesis del delito.
MODELO DE ANDREWS Y BONTA: su teoría tiene en cuenta factores como las actitudes, las relaciones interpersonales, la historia conductual y personalidad antisocial. Parten de la PSICOLOGÍA DE LA ACCIÓN y se centran en los principios del condicionamiento clásico y operante (recompensas, costes, antecedentes) y en los del aprendizaje social y cognitivo (control cognitivo de la conducta y significación de las creencias, actitudes y relaciones sociales).
El modelo de Andrews y Bonta:
Factores que influyen:
Asociación con delincuentes.
Factores estructurales y culturales (familia de origen, vecindario, reparto del bienestar, legislación, comunidad).
Factores familiares (relaciones padres-hijos, abuso, métodos de crianza).
Factores personales (problemas de conducta precoces, temperamento, logro académico).
Actitudes, valores y creencias. Sentimientos favorables a la delincuencia.
Antecedentes delictivos.
Definiciones de las situaciones. Ocasión.
Todo esto conduce a la conducta delictiva.
Este modelo dice que hay muchos caminos para meterse en la delincuencia pero que LAS ACTITUDES Y RELACIONES ANTISOCIALES SON FACTORES DE RIESGO MUY IMPORTANTES. Las actitudes y valores pro criminales o anticriminales, son las que determinan la actuación del sujeto porque son fuente de auto exculpaciones. Las asociaciones antisociales (amigos y familia) influyen en la actividad criminal porque modelan la acción y gobiernan las reglas que distribuyen las recompensas y castigos.
Este modelo intenta explicar el delito teniendo en cuenta:
- Las diferencias individuales (biológicas, cognitivas, conductuales, educativas…)
- influencias culturales y sociales
- influencias familiares y grupo de pares.
- Las relaciones interpersonales.
- Este modelo incorpora elementos motivacionales y de control.
LA HERENCIA CRIMINAL
La herencia
Se ha entendido por herencia, el fenómeno en virtud del cual tienden a reproducirse en los seres vivos los caracteres genéticos de sus progenitores.
La herencia y el delito
Se debe al monje, botánico Gregor Johannes Mendel (1822-1884), nacido en Heizendorf el merito de haber iniciado las primeras investigaciones sobre la herencia. En 1865, [[Medel] experimento en vegetales (guisantes) el fenómeno de la herencia, y luego hizo cruces con ratones y cobayos, comprobando que algunos caracteres se trasmiten de forma dominante, manifestándose en las futuras descendencias o generaciones. Posteriormente Morgan, entre otros inicio la etapa química de la genética. Estas investigaciones químicas arribaron al estudio de la cromatina y de ADN en la composición del gen portador de los cromosomas. En el proceso miótico, una alteración de la cadena conduciría a cambios en los caracteres hereditarios. Algunos estudios en este campo han dado cuenta de la existencia de un cromosoma extra supuestamente causante de la conducta criminal, el cromosoma 47 (xxy, o xyy). En 1961 de acuerdo con Glasser, se tuvo la primera noticia sobre su existencia. Un extra cromosoma "y" fue hallado en un sujeto llegando a relacionarse su conducta delictiva con la presencia del cromosoma. En 1968, durante la defensa de un caso de asesinato en Paris, se alego la inocencia del encausado por insanidad, por acusar el patrón cromosómico "XYY" por lo que un panel de expertos recomendó a la corte la reducción de la sentencia.
López Saiz y Codon, desde el punto de vista psiquiátrico, el estudio de la herencia ha conseguido algunos resultados con las investigaciones de los caracteres psicológicos normales y patológicos heredados en el caso de los gemelos monoovulares, y los métodos estadísticos puestos en marcha de manera científica en grupos extensos de sujetos antisociales.
Estudios genéticos en las familias criminales
Según Pinatel, estas investigaciones se basan en la elaboración de tablas de descendencia, frecuentemente llamadas árbol genealógico, que permite conocer lo que ha ocurrido a través del tiempo a la descendencia de un individuo determinado. Se afirma que los estudios genéticos sobre familias criminales se remotan a los siglos XIX. Uno de ellos referido por Dugdale, en 1877, el cual se refiere a un sujeto de nombre Juke, alcohólico, residente en New York, quien se dice tuvo 709 descendientes, 292 prostitutas y mantenidos, 77 delincuentes, y 142 vagabundos siendo la investigación análoga a las otras familias.
Estudios estadísticos
Una de las más antiguas estadísticas sobre la herencia criminal fue suministrada por Marro, quien estudió los progenitores vivos de 500 delincuentes, comparándolos con 500 no delincuentes encontrando el factor alcoholismo en un 40% de ellos y taras mentales en más de un 42% en los progenitores y colaterales de los delincuentes, comparado con un 16% de casos de alcoholismo en los progenitores de los no delincuentes y un 13% de taras en sus progenitores y colaterales. En la década de los 50 en Francia, Galy, desarrollo una encuesta sobre 150 hombres y 123 mujeres, las mismas fueron publicadas en 1951. En ellas se constato el alcoholismo del padre en 18 de las mujeres y en 18 de los hombres alcoholismo de la madre 6 de las mujeres y 11 de los hombres, tuberculosis de la madre en 10 de las mujeres y 5 de los hombres, otras afecciones del sistema nervioso en 6 de las mujeres y 28 de los hombres. Sobre el valor de estos estudios se afirma que efectivamente, desde el punto de vista psiquiátrico el alcoholismo puede conllevar a las taras hereditarias que llegan a los ascendientes agrandadas. Tan afirmación es rechazada por otros científicos para quienes el valor hereditario y la descendencia en los alcohólicos no puede ser considerada aisladamente sin tomas en cuenta otros elementos del medio y elementos de tipo afectivo.
En relación con la transmisión de taras y enfermedades mentales, se ha afirmado que se hereda la predisposición a padecer una enfermedad similar a los progenitores con mayor o menos intensidad, pero esta predisposición no implica necesariamente la aparición o desarrollo irremediable de la patología; sin embargo se ha podido comprobar que la unión de personas con el mismo tipo de carácter patológico transmite la morbosidad en una enorme intensidad por lo que resulta peligrosa la confluencia de las familias taradas en la misma dirección. En cambio los caracteres contrarios pueden a veces anularse, dando lugar a individuos normales.
La herencia en los gemelos
Estos estudios se refieren a las investigaciones sobre el comportamiento de los gemelos monocigóticos o monoovulares y los gemelos dicigoticos o biovulares. Los gemelos monocigoticos, llamados también idénticos, son aquellos que proceden de la doble fecundación por dos espermatozoides de un solo ovulo, poseyendo en consecuencia, dos núcleos germinativos. En cambio los gemelos dicigoticos, llamados también fraternos proceden de la fecundación simultanea de dos óvulos por dos espermatozoides. Las primeras investigaciones en este campo fueron propuestas por Simens y Verschuer, y luego continuadas por otros científicos, entre ellos Curtins, Lens, Lange. Se busca a través de ellas determinar cual ha sido el comportamiento de los gemelos cuyos padres han sido delincuentes, partiendo de la hipótesis de que los gemelos monocigoticos poseen idéntica carga hereditaria, son del mismo sexo, por lo que se espera que también coincida su comportamiento, mientras que los dicigoticos por no tener carga genética, sino similar (se forman separadamente, con plena independencia pero sincronizada pudiendo tener sexos parecidos o diferentes) se presume que su comportamiento va a ser distinto. A decir de López Saiz y Codon, el parecido físico y moral de los hermanos monoovulares es extraordinario, su semejanza es tal que incluso pueden ser idénticas sus huellas dactilares, carácter individual del que con frecuencia se sirven los organismos policiales para la identificación personal. El parecido se corresponde, igualmente, en los caracteres psicológicos, tienen iguales gustos, inclinaciones, sentimientos, inteligencia, de acuerdo con Slater, sin embargo Pérez Viloria señala que la herencia psíquica no tiene la misma intensidad que la herencia física en estos gemelos.
PREVENCIÓN DE LA CONDUCTA DELICTIVA
VARIABLES – PROGRAMAS Y ÁREAS QUE SE TRABAJAN
VARIABLES DE RIESGO
Factores Ambientales
Nivel Socioeconómico, hacinamiento, marginación y pobreza.
Medios de Comunicación, producen efectos indeseados.
Escuela, bajo rendimiento, escasa supervisión, comportamiento delictivo.
Factores Individuales
Familia, niños no deseados, no vínculos afectivos, ambiente inestable.
Métodos de disciplina, como malos tratos, centros o reformatorios
Características personales, los de bajo nivel intelectual con bajo rendimiento escolar, dependientes, pueden experimentar pérdida de autoestima
El castigo ejercido de forma sistemática genera la aparición de conductas agresivas en el castigado. Si se sienten frustrados al ser castigados y no poder mostrar la agresión, puede que la desplacen a otras personas o cosas de un modo antisocial. Incluir esto en métodos de disciplina.
Existen determinados rasgos de la personalidad que se consideran factores de riesgo y son:
Extraversión
Conductas espontáneas, desinhibidas
Pobre habilidad para la demora en la gratificación
Impulsividad
Hiperactividad
Déficit atención
Necesidad de riesgos
Baja empatía
Autoestima inestable
También tienen tendencia a dar soluciones más agresivas y menos afectivas. El consumo temprano de alcohol y drogas está relacionado con la aparición de conductas delictivas, pero también, la adicción a estas sustancias reduce el control inhibitorio de la amenaza, los sentimientos de culpa y neutralizan el miedo a agredir, haciendo más probable exhibir conductas agresivas.
TIPOS DE PREVENCIÓN
Prevención Primaria
Se realiza antes de que surja el problema y tiene por objetivo impedir su aparición.
Se llevaría a cabo a nivel comunitario como por ejemplo en la escuela, en barrios conflictivos, en familias… Con esto se intenta modificar los factores ambientales y personales relacionados con la aparición de la conducta delictiva y se esfuerza por dotar a los individuos de recursos múltiples para hacer frente a las situaciones difíciles.
Va dirigida tanto a la población en general, como específica y grupos de alto riesgo.
Prevención en cada variable:
( Nivel Socioeconómico, consiste en reducir situaciones de marginalidad, pobreza…adoptando medidas políticas, legales, económicas, que eliminen todas las frustraciones privaciones y castigos impuestos externamente.
( Medios de Comunicación, usar el empleo de estos para la enseñanza de habilidades, necesarias para la familia, trabajo, escuela y en la comunidad.
( A través de la Escuela, es importante porque todos los niños van a la escuela y además, porque tendría otros beneficios a parte de los efectos sobre la delincuencia.
¿Por qué fracasan los niños en los comportamientos prosociales?
No diferencian cuál es la conducta apropiada debido a una ausencia de modelo, a cerca de los modos adecuados para resolver conflictos.
Disponen del conocimiento pero no lo llevan a la práctica debido a la falta de refuerzo.
Tienen problemas emocionales que les inhibe la realización de conductas competentes.
Presentan creencias y atribuciones inapropiadas en la agresión.
Presenta demoras en su desarrollo debido a problemas fisiológicos, frecuentemente causados por el abuso de sustancias por parte de la madre o por haber sido víctima de abuso.
En los programas de prevención de la delincuencia en la escuela, se trabaja sobre todo la empatía, control del impulso (trabajando habilidades sociales y soluciones cognitiva de problemas), el control de la ira, cuyo objetivo será que se reconozca cuáles son las claves de sus estados de ánimo que le avisa cuando está enojado así como los estímulos que pueden propiciar una conducta delictiva, y transferencia del entrenamiento que sería realizar lo ya aprendido generalizándolo.
( A través de la familia y métodos de disciplina, es importante detectar precozmente situaciones familiares de alto riesgo.
– Hay que ofrecer a los padres programas de enseñanza de habilidades para tratar las conductas, problema y enseñarles también métodos de disciplina no violento, es decir, formas para evitar o superar el castigo físico, encontrar modos de reaccionar a la agresión, que no sean agresivos (Discusión razonada).
– Los padres deben controlar el tiempo que los niños permanecen viendo la televisión y supervisar los programas que ven.
( Características Personales y Consumo de Alcohol y Drogas. Pueden tratarse dentro de la escuela y/o la familia.
Prevención Secundaria
Tienen por objeto detectar y tratar tempranamente las conductas problemáticas. Se dirigen a la detección precoz de las conductas delictivas en población infantil y adolescente. Parte de la hipótesis de que cuanto más joven se inicia alguien en las conductas delictivas, mayor es la probabilidad de que se establezcan pautas de comportamientos delictivos relativamente estables y duraderos. Se dirige a impedir que la conducta delictiva se instaure como hábito de comportamiento en aquellas personas que la han utilizado habitualmente.
Prevención Terciaria
Se lleva a cabo sobre problemas que ya han sido objeto de tratamiento y tienen por objetivo evitar posteriores complicaciones y recaídas.
Dirigida a impedir la reincidencia y facilitar la rehabilitación de aquellos que han sido tratados por conductas delictivas.
ÁREAS QUE SE TRABAJAN EN UN PROGRAMA DE INTERVENCIÓN
Educación ( elementos como la escuela, maestros, lecturas, ejercicios, exámenes… constituyen un factor esencial en la infancia y la juventud. La historia de muchos de los delincuentes infantil-juvenil, es pobre en presencia y estimulación escolar en lecturas y éxito en pruebas académicas.
Trabajo ( muchos delincuentes son incapaces de obtener un trabajo con estabilidad, lo que les priva de utilidad social, remuneración económica, autoestima y estableciendo vínculos.
Habilidades para la intervención social ( importancia de los factores cognitivos, llamado inteligencia interpersonal, que nos capacitan para la interacción social, para entender a los demás, planificar nuestras conductas, prever sus consecuencias.
Los problemas asociados son:
Dificultad para conseguir empleo.
Relaciones afectivas
Dificultad para replanificar la solución de problemas
Violencia con los demás.
Programas más utilizados
Terapias Psicológicas y Psiquiátricas no conductuales, el delincuente experimenta una serie de trastornos emocionales y profundos (no son efectivos para la mayoría de los delincuentes). Serviría para jóvenes con problemas de ansiedad, conscientes de sus problemas y quieren superarlos.
Intervención Educativa, parten de que la Educación transmite valores sociales que preparan para la vida productiva.
Intervención Conductual, analizan el comportamiento en función de los contextos físicos y sociales en los que se produce. Estudia la influencia que estos contextos tienen sobre la aparición, mantenimiento y cambio de la conducta delictiva.
Se basa en que las consecuencias de una respuesta son determinantes de la probabilidad futura de esa respuesta.
Programas Ambientales de Contingencia, relacionados con el condicionamiento operante y aprendizaje social.
Habilidades para la Intervención Social en la intervención cognitiva conductual. Enseñan al delincuente las habilidades que facilitan la interacción con los demás, ya sea en familia, trabajo u otros contextos. Incluyen técnicas como solución cognitiva de problemas, entrenamiento en habilidades sociales, control emocional, desarrollo de valores…
Evitación del Etiquetado, la teoría Criminológica del Etiquetado sugiere que uno de los factores causales del mantenimiento de la conducta delictiva, reside en la estigmatización de los sujetos por el propio sistema de justicia.
Tanto el proceso penal como encarcelamiento, producirían un deterioro psicológico de la persona, y promovería la perpetuación de la carrera delictiva.
Estarían la mediación, reparación de la víctima, programas reeducativos, etc.…
Métodos de Custodia Vs a los de No Custodia, los primeros sólo servirían para delincuentes muy peligrosos y los segundos serían centros de seguimiento.
Disuasión, el efecto que tiene una sanción para disuadir al público en general. Hay que tener en cuenta que algunas personas son más susceptibles a los efectos de la disuasión que otros.
Vigilancia Policial, está relacionada con la mayor o menor comisión de delitos.
Medios de Prevención Física del Delito, dificultad en la consecución del objetivo, retirada del objetivo, devolución de lo sustraído.
TALLER: ESTUDIO DE CASOS
Theodore Robert Cowell Bundy (24 de noviembre de 1946; Burlington, Vermont – 24 de enero de 1989; Florida), más conocido cómo Ted Bundy, fue un asesino en serie estadounidense que mató a unas 100 personas , por lo tanto, lo sentenciaron en la silla eléctrica.
Infancia
Hijo de un veterano de la fuerza aérea llamado Lloyd Marshall, (un hombre que nunca conoció), y de Louise Cowell, vivió sus primeros años (1946 – 1960) en casa de sus abuelos maternos. La familia decidió hacer creer al pequeño Ted que sus abuelos eran, en realidad, sus padres y que su madre era, por tanto, su hermana mayor. El motivo fue proteger a Louise de las críticas de una sociedad que tenía mal vista a la madre soltera.
Con catorce años (1960), Ted y su madre se mudaron a Tacoma (Washington) con otros familiares y Louise se enamoró de Johnnie Culpepper Bundy, un cocinero del ejército con el que se casó en mayo de 1951 y del que Ted adoptó el apellido. El matrimonio tuvo cuatro hijos y Ted, a pesar de los intentos fallidos de Johnnie por tratarle cómo un miembro más de la familia, nunca creó un lazo afectivo con el marido de su madre.
Universidad y primeros delitos
Ted fue un estudiante aplicado y con buenas notas en la Universidad de Washington y en la Universidad de Puget Sound (Tacoma). Trabajó en varios sitios – nunca durando mucho tiempo en ellos – y sus jefes le recuerdan cómo alguien de poco fiar, característica de los asesinos en serie.
En su vigésima primavera (1967) se enamoró de la sanfranciscana Leslie, una hermosa e inteligente joven procedente de una familia de bien. Era el sueño hecho realidad de Bundy, pero dos años después, cuando ella se graduó en Psicología, ella puso punto y final a la relación ya que a Leslie no le gustó que su pareja no tuviera objetivos claros en su vida y careciera de discreción. Ted, que nunca superó esa ruptura, se obsesionó con Leslie e intentó reconquistarla y mantener el contacto con ella, pero en ese momento no consiguió su objetivo.
Entonces, Bundy dejó los estudios un tiempo para después volver a la Universidad de Washington y matricularse en Derecho. Aquí fue considerado cómo un chico brillante y querido por sus profesores y, además, inició una relación con Meg Andrews – divorciada y con una hija pequeña – durante 5 años. Nunca la quiso tanto como a Leslie y, a pesar de que él no quería casarse y que le era infiel, Meg esperó que algún día cambiara. Además, Meg desconocía que su novio había estado saliendo con una sanfranciscana y que aún le escribía cartas. Entre los 23 y los 26 años (1969 – 1972) todo fue sobre ruedas: envió solicitudes de admisión a escuelas de Derecho y estuvo involucrado en actividades comunitarias. Inclusive obtuvo una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un niño de 3 años de morir ahogado y estuvo involucrado con figuras importantes del Partido Republicano de los Estados Unidos. Pero todo cambió en 1973, cuando Ted se reencontró con su pasado: Leslie. Ella se sorprendió de cómo había cambiado su ex-pareja e iniciaron un affair que duró entre el verano e invierno de ese año. Ella se enamoró de este nuevo hombre, pero en ese momento fue él quién la abandonó y nunca más respondió a sus llamadas como venganza y ella no supo nunca nada más de él.
Previo a los asesinatos que en breve empezaría a cometer, Bundy produjo una serie de hurtos en casas ajenas y comercios mientras estaba ebrio.
Bundy, que de joven espiaba a las chicas mientras se cambiaban de ropa y se interesó en pornografía y textos violentos, entró en el cuarto de la universitaria Joni Lenz, de 18 años, el 4 de enero de 1974 y la golpeo con una palanca metálica y la violó con una pieza de la cama. Al día siguiente, el cuerpo de la chica fue encontrado en medio de una charco de su propia sangre y sobrevivió con un daño cerebral permanente. Bundy tenía 27 años.
Su siguiente víctima fue la estudiante de Psicología en la Universidad de Washington Lynda Ann Healy, de 21 años. Tan sólo 27 días después del primer delito, Bundy entró en su dormitorio, la dejó inconsciente con un golpe, la vistió de nuevo y la metió en una sábana. Esa noche nadie notó la ausencia de Lynda Ann hasta que sonó el despertador al día siguiente. La policía no pudo establecer ninguna conexión con otro crimen y no se tomaron mayores pruebas – había una funda de almohada, un par de sábanas y un camisón ensangrentado – ni estudios del escenario del crimen. Sus restos decapitados fueron encontrados un año después en una montaña cercana.
Continúan los asesinatos
Durante la primavera y verano de 1974 desaparecieron universitarias atractivas, de pelo largo, lacio y oscuro. Siempre se descubría la desaparición a la mañana siguiente, cuando las chicas no aparecían por ningún lado. Se calculan que fueron 8 víctimas las que atacó de noche, hasta que un día decidió hacerlo de día. La policía, que había iniciado una investigación, tenía el testimonio de gente que apuntaban a un hombre identificado como Ted, el cual solicitaba ayuda de las chicas – que posteriormente desaparecían – cuando las veía pasar. Siempre iba cargado con libros y un brazo enyesado o con un cabestrillo. También tenía "problemas" para arrancar su Volkswagen y fue visto merodeando por el sitio donde desaparecieron dos chicas. En otras palabras, la policía tenía varias pistas sobre él.
El 9 de febrero de 1974, la veinteañera Carol Valenzuela desapareció de Vancouver (Canadá) y su cuerpo no fue descubierto hasta el mes de octubre junto a otro sin identificar. El 11 de febrero de 1974, dos días más tarde de la desaparición de Carol, Nancy Wilcox, de 16 años, desapareció y su cuerpo nunca ha sido encontrado.
El 12 de marzo de 1974 fue Donna Mason, de 19 años, la que desapareció. Fue vista por última vez sobre las 19h, mientras iba a un concierto de jazz del campus. Un mes después, el 17 de abril, Susan Rancourt, de 18 años, caminaba por los jardines del Central Washington State College cuando desapareció. Había quedado con un amigo para ver una película alemana y nunca llegó. La última vez que se la vio fue a las 21h, cuando salía de una reunión con uno de sus asesores escolares.
Cuando Roberta Parks, de 20 años, quedó con unas amigas en la habitación de éstas para tomar café, éstas nunca imaginaron que no volverían a verla con vida. Parks se encontró con un hombre aparentemente lesionado que le pedía ayuda para subir cosas a su coche. La ingenua chica le ayudó.
El 1 de junio de 1974, Brenda Ball, de 22 años, salió de la Taverna Flame en Burien (Washington) después de comentar a sus amigos que iba a buscar a alguien que la llevara a Sun City (California). La última vez que la vieron estaba hablando con un hombre con el brazo en cabestrillo. Sus amigos tardaron 19 días en darse cuenta de que nunca había llegado a su destino.
El 11 de junio de 1974 la víctima fue Georgann Hawkins, de 18 años y perteneciente a la fraternidad Kappa Alpha Theta de Seattle. Después de despedirse de su novio e ir a buscar unos libros para un examen de Castellano, su compañera de habitación de extrañó de que tardara tanto en llegar y llamó al novio de Georgann, quién le dijo que se habían despedido a la 1 de la madrugada. Preocupada, despertó a la encargada del dormitorio y juntas esperaron a Georgann hasta la mañana siguiente. Entonces llamaron a la policía e investigaron inmediatamente.
El 14 de julio, la universitaria Janice Ott dejó una nota a su compañera de habitación en la que explicaba que se iba en bicicleta al parque Lake Sammamish. Allí la vieron conversar con un hombre con el brazo enyesado, el cual le pedía que le ayudara a cargar su bote en el coche. Ella aceptó y él la secuestró allí, delante de todos, sin levantar sospecha alguna. Le resultó tan fácil que decidió volver a por otra chica. Quién le ayudó esta vez, después de que dos chicas recharazan ayudarle, fue Denise Naslund, la cual pasaba el día con su novio y amigos. Los restos de Janice y Denise fueron encontrados en agosto de 1974 allí, en el lago Sammamish. Notable es el hecho que, a pesar de las escasez de pitas que se encontraron en el parque – mechones de pelo de varios colores, una quijada, dos cráneos y cinco huesos de pierna – las víctimas fueran identificadas.
Bundy contaba con una ventaja sobre la policía que le seguía los talones: podía cambiar de aspecto cambiándose el peinado y dejarse crecer o afeitarse la barba. Así cambió de residencia y se mudó a Midvale (Utah), donde el 30 de agosto de 1974 se matriculó como estudiante en la University of Utah College of Law.
Allí asesinó a Melissa Smith, la hija del sheriff local, el 18 de octubre de 1974. La secuestró cuando ella iba a pasar la noche en casa de una amiga, la violó, la sodomizó y le rompió el cráneo con algo parecido a una barreta. Su cadáver fue encontrado 9 días después en Summit Park.
El 30 de octubre escogió a su próxima víctima: Laura Aimee, de 17 años, la cual volvía de una fiesta de Halloween. Su cadáver desnudo fue encontrado en los montes Wasatch y mostraba signos de haber sido golpeada en la cabeza con una cuña de metal, violada y sodomizada antes de ser asesinada, según la policía, en otro lugar, puesto que allí no había sangre.
La policía inició rápidamente una investigación y comprobaron una similitud en el modus operandi. Contactaron con la policía de Washington e hicieron un croquis del probable aspecto del cruel asesino.
Los crímenes que llevaron a su identificación y primera captura
El 8 de noviembre de 1974 la policía consiguió, por fin, un testigo capaz de ponerles sobre la pista del asesino. Era Carol DaRonch, de 18 años, la cual declaró que, esa misma tarde, un hombre atractivo se le había acercado en la libreria Waldens Books (Utah). El extraño, que se identificó como el oficial Roseland, le dijo que había visto a alguien tratando de robar su coche y le pidió que le acompañara al aparcamiento para ver si le habían robado algo. Carol, que pensó que el hombre sería el guardia de seguridad del aparcamiento, le acompañó y comprobaron de que no había ocurrido nada. Entonces, el extraño le insistió en acompañarla a la comisaria para interponer una denuncia al supuesto criminal. Y así fue, pero mientras caminaban hacia el Volkswagen azul pálido, Carol empezó a oler a alcohol en el aliento del extraño y se dio cuenta de que algo iba mal. Le pidió su identifiación y éste, riéndose, le enseñó algo parecido a un credencial que la convenció y subió.
Yendo a gran velocidad, el supuesto oficial Roseland pidió a Carol que se pusiera el cinturón, pero ella no estaba muy segura y decidió no hacerle caso para poder saltar del vehículo cuando hubiera problemas. Y llegó el momento: Carol se dio cuenta de que no iban a comisaría. El conductor intentó esposarla, pero lo que consiguió fue que las esposas acabaran en la misma muñeca. Carol gritó y él sacó una pistola amenazándola de que, si no callaba, la mataría. Entonces, ella le golpeó en la cara y salía corriendo, pero él la siguió con una barra metálica en la mano. Carol le dio una patada en sus genitales y logró huir gritando. Una pareja de ancianos la encontraron y la acompañaron a comisaría.
En la comisaría Carol contó lo que un agente le había intentado hacer, pero resultó que no había ningún oficial de apellido Roseland, así que enviaron inmediatamente una patrulla al lugar de los hechos. Así se consiguió la descripción del hombre, del vehículo y el tipo de sangre del atacante: O positivo, el tipo de Bundy.
Pero éste necesitaba compensar su frustración por el asesinato fallido. Esa misma noche del [[8 de noviembre+], Debby Kent, de 17 años, desapareció del aparcamiento del instituto Viewmont, donde había acudido junto a sus padres para a ver una obra de teatro. Debby se había ofrecido a recoger a su hermano en una bolera cercana, tras lo cual debía regresar para recoger a sus padres. Éstos, preocupados por la tardanza de Debby, llamaron a la policía quien tras una rápida búsqueda por el estacionamiento, no encontraron más pistas que la llave de un par de esposas. Esa llave resultó pertenercer a las esposas con las que, horas antes, se había presentado Carol DaRonch en la comisaría de policía.
La directora de la representación, Jean Graham, declaró que, durante la obra, un hombre de aspecto parecido al del sospechoso le había solicitado varias veces que la acompañara al aparcamiento, supuestamente para identificar un vehículo, pero ella se había negado puesto que estaba muy ocupada con la obra.
Casi un mes después de los hechos, un hombre llamó a la policía para reportar que, la noche de la desaparición de Debby, había visto salir precipitadamente un Volkswagen de color claro del estacionamiento de la escuela.
El 12 de enero de 1975, Caryn Campbell, de 23 años, acompañó a su prometido, el Dr. Raymond Gadowski, a un seminario en Aspen (Colorado). Mientras descansaban en un salón del hotel, ella advirtió que se había olvidado una revista y regresó a su habitación para buscarla. El Dr. Gadowski y sus hijos esperaron durante un rato y finalmente decidió ir a buscarla, pero no la encontró. Ni siquiera había llegado a la habitación. A media mañana el preocupado Gadowski decidió dar parte a la policía, quién acudió de inmediato e inspeccionó cada dependencia del hotel sin poder dar con ella.
Casi un mes después un trabajador encontró el cuerpo desnudo de Caryl en un banco de nieve a varios kilómetros del hotel. Había sido violada y brutalmente golpeada. No se encontró evidencia alguna de su atacante.
El 1 de marzo de 1975 fue encontrado un cráneo en una zona boscosa de las montañas Taylor: pertenecía a Brenda Ball. La policía realizó una amplia búsqueda por los alrededores y tan solo tres días después se descubrieron partes de los cuerpos de Lynda Healy, Susan Rancourt y Roberta Parks. Posteriormente se encontraron algunos restos más que fueron identificados como pertenecientes a Donna Mason.
El descubrimiento de los restos de algunas de sus víctimas no detuvieron a Bundy. El 15 de marzo de ese mismo año secuestró a Julie Cunningham, de 26 años, cuando esta se dirigía a una taberna en Vail (Colorado). Su cuerpo todavía no ha sido encontrado.
El 6 de abril de 1975, tras discutir con su marido, Denise Oliverson, de 25 años decidió visitar a sus padres en Grand Junction (Colorado). Denise no regresó aquella tarde, por lo que su marido pensó que se había quedado a dormir allí mientras las cosas se calmaban, pero lo cierto es que ella ni siquiera llegó a casa de sus padres. En el camino tuvo la mala suerte de cruzarse con Ted Bundy. Su cuerpo aún no ha sido encontrado.
Nueve días más tarde, Melanie Cooley, de 18 años, desapareció en su camino de regreso del instituto. Un trabajador de caminos descubriría su cuerpo el 23 de abril siguiente: había sido golpeada salvajemente con una barreta. Sus manos estaban atadas a la espalda y una funda de almohada estaba fuertemente anudada alrededor de su cuello.
El 1 de julio de 1975, Shelley Robertson, de 24 años, decidió iniciar uno de sus acostumbrados viajes por el país practicando autostop. Sus amigos no se preocuparon demasiado cuando pasaron varios días sin verla. Testigos aseguraron haberla visto en una gasolinera hablando con un hombre que conducía un viejo camión. La próxima vez que se supo de ella fue el 21 de agosto siguiente, cuando su cuerpo fue descubierto por dos estudiantes de minería en el pozo de una mina cercana a Georgetown.
Gracias a la descripción del asesino, una amiga cercana de Meg Anders lo identificó como Ted Bundy, de quien tenía muy mala impresión. Ya que el parecido era innegable, se lo hizo saber a su amiga, que irónicamente estaba al tanto de los crímenes y escribía regularmente reportes acerca del asunto. De hecho Anders llegó a convencerse de que su novio no podía ser el asesino, pues muchas claves apuntaban directamente hacia él. El parecido de Ted con el croquis de la policía y el hecho de que conducía un Volkswagen sedan como el asesino era algo innegable. Además vio muletas en su casa, a pesar de que él no se había lesionado. Dada la situación, llamó de manera anónima a la policía sugiriendo que su actual novio podía tener algo que ver en las muertes. A pesar de que facilitó fotos recientes de Bundy a la policía, los testigos fallaron al tratar de hacer la correspondiente identificación. La policía desechó esa pista para enfocarse en otros reportes. La atención hacia Ted Bundy se disipó hasta algunos años después. Mientras tanto el asesino se confió en la estrategia de pasarse de un estado a otro, para evitar que la policía descubriera alguno de sus patrones. Así, sus intentos y avances fueron cada vez más burdos y arriesgados, al grado de que las víctimas ya no caían tan fácil, algunas convirtiéndose en útiles testigos, que más tarde hicieron posible la captura de Bundy.
Pero llegó un momento en el cual las pruebas contra Bundy eran inobjetables. El 16 de agosto de 1975 un patrullero en servicio vio un Volkswagen que le pareció sospechoso y puso las luces largas para comprobar su matrícula. Ted, nervioso, se dio a la fuga. El sargento Bob Hayward solicitó ayuda de otras unidades y Bundy fue detenido poco después. En las primeras inspecciones fueron encontradas la palanca de metal – arma predilecta de Bundy – esposas, cinta y otros objetos que hicieron sospechar del detenido. Gracias a la desaparición de Melissa Smith, Laura Aime y Debby Kent, además de la colaboración de la directora de teatro a la cual pidió ayuda pero que ella nunca ofreció y, sobretodo, a la de Carol DaRonch, la chica a la que intentó matar pero consiguió huir, Bundy fue declarado como el asesino. La investigación a gran escala se inició entorno a un hombre: Theodore Robert Bundy.
Primer juicio
El 23 de febrero de 1976 comenzó el juicio contra Ted Bundy por secuestro agravado. Tenía 29 años y entró en la sala muy confiado en sí mismo creyendo que no había pruebas suficientes contra él. Pero se equivocaba: Carol DaRonch le señaló cómo el hombre que intentó matarla. Bundy, en defensa, negó conocerla, pero no tenía coartada para el día que tuvieron lugar los hechos. El juez revisó el caso durante todo el fin de semana siguiente y finalmente Bundy fue sentenciado a una condena de 15 años de prisión con posibilidad de libertad condicional. Era el 30 de junio de 1976.
Una vez en prisión, los médicos efectuaron pruebas psicológicas a Bundy, de las que se extrajo que no era psicótico, ni sexualmente desviado, ni drogadicto, alcohólico o que sufriera algún tipo de daño cerebral. A pesar de ello, a este preso de Utah se le siguieron preparando más procesos en su contra.
Aunque tardaron en llegar, las pruebas periciales del Volkswagen determinaron que las muestras de pelo encontradas eran de Melissa Smith y de Caryn Campbell. Además, con exámenes posteriores se revelaron que los daños cerebrales que sufrían los cadáveres podían haber sido causados por la palanca encontrada en el coche de Bundy tiempo atrás. La policía de Colorado levantó el cargo de asesinato el 22 de octubre de 1976. En abril del 77, Bundy fue trasladado a la prisión del condado de Garfield.
Fugas
Durante los preparativos del juicio, Bundy despidió a sus abogados y decidió defenderse a él mismo. Por ello se le permitió visitar la Biblioteca de la Corta de Aspen (Colorado), sin saber que su única intención era escaparse. El 7 de junio de 1976 saltó desde la ventana de una biblioteca, se lesionó el tobillo y no pudo ir muy lejos. Aún así, eludió a la policía durante 6 días. Mientras se realizaba su búsqueda, el asesino sobrevivió robando y durmiendo en una autocaravana abandonada.
La policía lo encontró intentando robar otro vehículo Volkswagen con las llaves puestas. Intentó escapar de nuevo en enero de 1977 trepando al techo de una de las estaciones de la cárcel, para desde ahí acceder a otra parte del techo que desembocaba en el armario de un departamento vacío del penal. Este hombre mente fría esperó a que no hubiera nadie cerca y salió por la puerta delantera de uno de los departamentos de los funcionarios de prisiones. Hasta la mañana siguiente, 15 horas después, nadie se dio cuenta de su desaparición. Esta vez huyó a Chicago y Florida bajo el pseudónimo de Chris Hagen.
Últimos crímenes
El 14 de enero de 1977 el edificio de la fraternidad Chi Omega estaba semivacío debido a que, al no haber toque de queda esa noche, la mayoría de estudiantes decidieron salir de fiesta. Cuando Nita Neary volvió, a eso de las 03.00h, le extrañó que la puerta estuviera abierta. Dentro escuchó pasos cada vez más cercanos y, asustada, decidió esconderse. Vio salir del edificio a un hombre con una gorra azul y con una carpeta envuelta en un trapo. Creyendo que habían asaltado la fraternidad fue en busca de su compañera de habitación y juntas buscar a la encargada del edificio. Para su sorpresa, se encontraron en los pasillos a su compañera Karen, herida gravemente y con la cabeza cubierta de sangre, mientras se tambaleaba por los pasillos.
La policía encontró el cadáver de Lisa Levy, la cual había sido golpeada en la cabeza, violada, con el pezón casi extraído debido a un mordisco y con una lata de spray para el cabello insertada en la vagina. No fue la única víctima que encontraron. Entre otras, estaba el cadáver de Margaret Bowman, estrangulada mientras dormía y con tal golpe en la cabeza que la encontraron con la masa encefálica colgando. El resto de cadáveres no pudo aportar más pistas. La única que tenían era el testimonio de Nita Neary.
No muy lejos de allí, Bundy atacó a otra chica, pero sobrevivió gracias a la actuación de los vecinos, que llamaron a la policía. Estaba semiinconsciente en la cama – debido a la paliza que sufrió – y se encontraron pelos, semen y muestras de sangre del autor. Curioso es que para el Estado de Florida Ted Bundy les era desconocido.
Una chica de 14 años, hija de James Parmenter, un oficial detective del departamento de policía de Jacksonville, se cruzó en el camino de Bundy. Como su padre ya le había explicado, no debía hablar con extraños y la joven se sintió incómoda con la presencia de éste. Por suerte llegó su hermano mayor, que la llevó a casa no sin antes apuntarse la matrícula de la camioneta que conducía Ted. Entregó el papel a su padre y éste empezó a investigar: la matrícula pertenecía a un tal Randall Ragen, que aseguró que le habían robado días antes la camioneta blanca y que ya había comprado otra nueva. Parmenter enseñó fotos de sospechosos a sus hijos y, para su sorpresa, al hombre que ambos señalaron era Ted Bundy.
Y mientras, Bundy decidió matar de nuevo. Esta vez su víctima fue Kimberly Leach, de 12 años. Era el 9 de febrero de 1978 cuando la secuestró en Lake City. Su amiga Priscila dijo posteriormente a la policía que la había visto subirse a una camioneta desconocida de la que no pudo aportar muchos datos. Ocho semanas después se encontró, en Florida, el cuerpo en descomposición de Kimberly, que debido al estado en el que estaba no se pudo extraer muchas pistas del asesino. Igualmente, gracias a las pesquisas del detective Parmenter, Bundy volvía a tener a alguien pisándole los talones.
Juicio por los crímenes de la fraternidad
El juicio, esta vez, tuvo lugar el 25 de junio de 1979 en Miami (Florida) y se juzgaron los crímenes de la fraternidad Chi Omega. Los crímenes de la década que hicieron que gran parte de los estadounidenses consideraran a Bundy la encarnación del Mal.
Bundy, con todos en contra, ejerció de su propio abogado, pero daba igual: las evidencias contra él eran tales que no podía hacer nada para salvarse. Primero fue el testimonio de Nita Neary, que señaló a Bundy cómo aquel hombre que vio salir con gorra de la fraternidad. Después subió al estrado el odontólogo Souviron, que determinó que las marcas encontradas en las nalgas de Levy coincidían con la dentadura de Bundy.
El 23 de julio de 1977, tras siete horas de deliberación, el jurado decidió que Ted Bundy era culpable. Cuando escuchó el veredicto no demostró emoción alguna, a diferencia de su madre, que pidió clemencia por él. Ted dijo que había sido víctima de una farsa, de un juicio injusto y abusivo y que no tenía que pedir clemencia por algo que no había cometido. A pesar de ello, el juez Cowart sentenció la pena de muerte en la silla eléctrica por los asesinatos de Lisa Levy y Margaret Bowman.
Juicio por Kimberly Leach
El 7 de enero de 1980 comenzó el juicio por el asesinato de Kimberly Leach en Orlando (Florida). Bundy, tras el fracaso de ejercer de su propio abogado, decidió contratar a Julius Africano y Lynn Thompson. Con ellos trazó la idea de apelar por incapacidad mental, es decir: locura. Era casi la única opción que tenía de salvarse. Pero no le sirvió de nada y durante el juicio, el jurado le dio la vuelta a tal estrategia. Habiendo perdido el control, y sabiendo su destino de antemano, Bundy volvió a sorprender a todos con una noticia: la petición de mano de Carole Ann Boone, una antigua compañera de trabajo. Gracias a una argucia legal del Estado de Florida era posible llevar a cabo el matrimonio y así fue.
Bundy cambió de plan. Confesó al doctor Bob Keppel, jefe de investigadores del Departamento de Justicia de Washington y con el que colaboró tiempo atrás en la búsqueda de un asesino conocido cómo The Green River Killer, todo lo que necesitaban saber para juzgarle. Así, el mundo entero descubrió que conservaba en su casa, en algunos casos, las cabezas de sus víctimas como trofeo y que practicaba la necrofilia. La conducta de Bundy fue catalogada como de extrema perversión y compulsión necrofílica. Los analistas estiman que el número de víctimas podría fácilmente rondar las 100 mujeres, muy lejos de los conteos oficiales de alrededor de 36.
Ejecución
Tuvieron que sacar a Bundy por la fuerza de su celda. No quería morir, pero daba igual: el 24 de enero de 1989 a las 07:04h murió en la silla eléctrica. Tenía 42 años. Fuera, muchísimas personas esperaban la noticia de su muerte y, al enterarse, tuvieron lugar aplausos, vítores e incluso fuegos artificiales. Momentos después salió una carroza funeraria camino del crematorio. Al pasar, la multitud aplaudió.
Pero la cosa no terminó aquí. Aún se le atribuyó otro asesinato: el de Katherine Devine, vista por última vez el 25 de noviembre de 1973 y cuyo cadáver se encontró el 6 de diciembre de ese mismo año en el parque McKenny (Washington). Los forenses dijeron que murió estrangulada, sodomizada y con la garganta rebanada. Muchos señalaron a Bundy como el autor de dicho crimen, pero las autoridades responsabilizaron a Willian E. Consden Jr. del asesinato, quién purga condena por violación a 48 años. El caso no se cerró hasta 2001, gracias a exhaustivas pruebas de ADN.
Asesino en serie.
Diagnostico de Personalidad: Trastorno Antisocial de la Personalidad
IV UNIDAD
Comportamientos psicopáticos (trastornos disociales de la personalidad)
Décimo Primera Semana
PERSONALIDAD Y PSICOPATOLOGÍA DEL DELINCUENTE
3.1 Definición de Psicopatología
La psicopatología se define como el estudio de la conducta disfuncional en la personalidad, es decir de aquello procesos psíquicos anómalos. Es así que la psicopatología tiene como objeto la investigación y el esclarecimiento de las disfunciones de la personalidad. Es para la criminología parte fundamental de su conformación el conocimiento de las perturbaciones de la personalidad, ya que la gran mayoría categorizan desviados sociales o perturbados que degeneran en delitos y atentan contra la sociedad en su bienestar último.
Etimológicamente la psicopatología significa estudio de las anormalidades psíquicas, es decir el estudio de las anormalidades de la conducta. Mientras que debemos entender por psicopatología criminal el estudio de las anormalidades de la conducta criminal. Mientras que la conducta criminal proviene del crimen o relativa a él; por lo que debemos definir el término crimen como: cualquier violación a una norma legalmente establecida por una sociedad, o sea es la acción o cosa que perjudica a alguien o a algo. Por lo que no debemos confundir el término delito con el término crimen, ya que todos los crímenes sociales no son delitos, por ejemplo; la sociedad todavía criminaliza la homosexualidad, la promiscuidad, etc. No debemos olvidar que el delito es un crimen en violación a la ley, que se comete por acción u omisión y es castigada por ley.
Hay dos metodologías para enfocar las psicopatologías, la primera de tipo descriptivo, define y delimita las características de las distintas manifestaciones anormales de la conducta, tales como pueden ser apreciadas en el examen psiquiátrico, no pretende tratar de comprenderla sino sólo describirla tal como se presenta al observador.
La segunda analiza los síntomas o manifestaciones de la vida psíquica anormal, tratando de interpretarlas o comprenderlas como el resultado de procesos psíquicos inconscientes.
3.2. Grandes reagrupaciones nosológicas relacionadas a la delincuencia.
3.2.1 Neurosis
Como vimos en la sección de psicoanálisis las tres instancias psíquicas, yo, ello y súper yo determinan la dinámica de la personalidad. El ello, al dominar los estados instintivos y su rápida satisfacción genera un conflicto con el yo y el súper yo, así el yo al adecuar la expresión de un instinto a la realidad utiliza mecanismos de defensa. Esta defensa del yo no permite la total expresión de un instinto de modo tal que una parte del instinto logrará descarga y otra parte no, esta parte residual, ante la necesidad de expresión busca otros medios de descarga. La descarga se va a expresar de manera simbólica en tres formas principalmente.
En síntoma
En acto fallido
En sueño
El síntoma, es una expresión somatizada de la dinámica intrapsíquica, así se pueden presentar parálisis, cegueras, úlceras gástricas, colitis, y un sinnúmero de expresiones corporales de un conflicto intrapsíquico.
El acto fallido es una descarga representada por un error en el transcurso de un pensamiento o un acto cualquiera, por ejemplo llamarle a alguien Pedro cuando se llama Pablo. Otro acto fallido es el olvido, sobre todo cuando a través de un corto análisis llegamos a la conclusión de que "eso" que se olvidó trae consigo angustias reprimidas.
En el sueño, se expresan de manera compleja las problemáticas psíquicas de una persona, se expresan sus deseos de forma simbólica y oculta, y sus frustraciones de igual manera. Debido a la complejidad de estos temas se mencionan de manera breve y mas adelante el lector encontrara una sección de lecturas recomendadas.
Las neurosis se expresan conforme a los tres tipos que acabamos de mencionar y dependiendo del modo de expresión se clasifican en: neurosis histérica, neurosis obsesivo-compulsiva, neurosis fóbica. Es particularmente difícil realizar un diagnóstico de un solo tipo de neurosis, esto quiere decir que no se presenta ningún tipo solo, sino que los rasgos de cada una se van agrupando como una entidad que delinea la personalidad. En todas las neurosis el rasgo principal es el manejo de la angustia, es así que las neurosis son reacciones complejas de la personalidad que se refieren comúnmente a problemas de la afectividad. El neurótico es incapaz de dominar una situación de estrés y por eso se considera que la angustia es la fuente dinámica común a las neurosis.
Algunas de las características de las neurosis son:
Las asociaciones de pensamiento son normales y lógicas
No hay trastornos en la conación, es decir, el neurótico puede dirigirse voluntariamente en función de sus intereses
No se observan trastornos en la adaptación a problemas sociales y a su nivel intelectual.
No se producen alteraciones de la memoria.
Afectivamente el neurótico siente intensamente su angustia, que progresivamente ocupa el centro de su modo existencial.
Comúnmente el neurótico manipula su medio familiar a través de sus síntomas para lograr un control y llamar la atención.
El neurótico no sufre trastornos a nivel de la orientación espacio-temporal. No presenta alteraciones graves en su atención y psicomotrocidad.
(Marchiori, 1996)
Neurosis histérica.
Desde una perspectiva criminológica es de las más interesantes ya que sus características principales son una personalidad seductora, inteligente y manipuladora. El aspecto más importante de la histeria es el juego que realiza a través de su imagen, especialmente a través de su imagen corporal, que constituye un elemento importante para la seducción. Desea llamar la atención, es inestable, seduce y abandona una vez que el objeto elegido es seducido. Gracias a esta seducción expresa su necesidad de dependencia y protección, que se observa en conductas infantiles e inmaduras del histérico. Debido a su estado de angustia y su omnipotencia desea la inmediata satisfacción de sus deseos, tiene baja tolerancia a la frustración y no puede controlar sus impulsos. Algunas formas de llamar la atención son mediante la simpatía y la confianza aunque también puede utilizar el chantaje y mostrarse como personas enfermas. Son personalidades superficiales con actitudes y sentimientos polarizados, es decir, que cambian en breves momentos de decisión y estado de ánimo. Según Henri Ey tres características son fundamentales del carácter histérico.
a) Sugestibilidad, es decir, que son fácilmente influenciables y no consiguen fijarse en la autenticidad de una identidad personal firmemente establecida.
b) Mitomanía. Debido a las comedias del histérico sus mentiras y sus fabulaciones falsifican sus relaciones con los demás; se ofrece siempre como un espectáculo atrayendo así la atención.
c) Alteraciones sexuales. Las expresiones emocionales tienen algo teatral, que contrastan con fuertes inhibiciones sexuales
Neurosis obsesivo-compulsiva.
En este tipo de neurosis la angustia se controla a través de mecanismos de repetición cuando se asocia a un pensamiento y actos que provocan angustia. La persona reconoce que los pensamientos y actos repetitivos (rituales) son irracionales, sin embargo es incapaz de controlarlos ya que el no hacerlos representa para el una mayor angustia ya que cree que algo le sucederá. En el caso de los delitos se muestra claramente como no puede controlarse por que es mayor la angustia ante sus ideas obsesivas. Realiza la conducta por que le produce un alivio psíquico y el delito es evidentemente una conducta destructiva simbólica detallista, con proyección en núcleos psicóticos en el caso de los crímenes.
La neurosis obsesiva se caracteriza clínicamente:
Por la emergencia de fenómenos obsesivos que se refieren a una idea, representación o situación convertida en exclusiva (limpieza, culpabilidad, contar objetos).
Existe la necesidad de realizar un acto repetitivo y estereotipado, actos que son rituales aún cuando no encuentre razón alguna para realizarlas.
El pensamiento del sujeto reaparece persistentemente y va acompañado de la compulsión de ejecutar un acto repetitivo.
Es desde el punto de vista criminológico, la fase de mayor peligrosidad por que no existe control de parte del sujeto que se ve en la necesidad de realizar la agresión, y en algunos casos repetirla.
Las obsesiones más frecuentes son la obsesión de tacto en la cual se tiene un temor a adquirir alguna infección bacteriológica, lo que deviene en conductas de limpieza compulsivas; por otro lado se encuentran la obsesión de conductas prohibidas que representa una especie de tragicomedias de acciones criminales deseadas y temidas a la vez, es importante para la criminología tener en cuenta que puede ocurrir que el sujeto pase a realizar la acción para aliviar su consciencia, lo que conlleva un descanso en la ansiedad del delincuente debido a la ejecución de la conducta criminal. Las obsesiones aritméticas son una obsesión al manejar cifras y realizar operaciones matemáticas que liberan la angustia, esto explica algunos de los razonamientos lógicos bien estructurados de algunos criminales.
Todo el comportamiento del obsesivo se caracteriza por una rigidez, meticulosidad, detallismo y un excesivo orden. También es posible que llegado al límite de la obsesión-compulsión comience un trastorno psicótico propiamente dicho.
Neurosis fóbica.
La característica de este tipo de neurosis es la reacción defensiva, mediante la cual el sujeto intenta manejar la angustia, y desplaza una idea que rechaza en un miedo específico hacia un objeto o situación, es decir, que el objeto en el que se representa el miedo (a las alturas, por ejemplo) no es más que un símbolo en el que se expresa el síntoma neurótico. El individuo está consciente de que no existe peligro real pero la angustia que le provoca la situación o el objeto fóbico, es incontrolable desde el punto de vista emocional.
El fóbico es importante para la criminología dado que en un ataque de pánico puede llagar a cometer acciones violentas y hasta homicidios sádicos para aliviar su tensión frente a la situación fóbica, ya que esta le crea una gran tensión emocional que inconscientemente manipula su impulsividad. La conducta delictiva puede desencadenarse imprevistamente por que el neurótico fóbico al entrar en una situación generadora de angustia, realiza un impulso incontrolable para salir de esa situación fóbica, pero que la lleva a cabo a través de la agresión. Es decir, que las circunstancias que provocan el delito representan para la persona un verdadero encierro, constituyendo el acto agresivo una solución. En una situación fóbica altamente estresante, la angustia puede ocasionar desestructuración de la personalidad en la cual los actos impulsivos de defensa hacen que el individuo sea peligroso desde el punto de vista criminológico.
3.2.2 Psicosis
La relación entre la psicosis y la criminalidad es estrecha debido a que la conducta de agredir de modo destructivo como lo es la conducta homicida, solamente la puede proyectar un individuo con graves problemas psíquicos donde predominan elementos psicopatológicos confusionales y psicóticos.
La conducta de homicidio es resultante de una psicosis aguda su periodo abarca antes del delito, hace explosión en el y se observan algunas conductas confusionales en los primeros momentos de la institución rehabilitadora.
En general los trastornos psicóticos se caracterizan por un grado variable de desorganización de la personalidad en la cual se destruye la relación con la realidad y existe una incapacidad para el trabajo, un aislamiento psíquico y social, que lo hace un marginado social.
Las personas con trastorno psicótico tienen fallas en el juicio de realidad, que es la capacidad que permite al sujeto distinguir entre los estímulos provenientes del mundo externo y los provenientes del mundo interno, así el psicótico confunde las percepciones de si mismo y las del mundo externo.
La esquizofrenia es uno de los trastornos mas graves de la personalidad en la cual la disociación con la realidad es grande. Según Laing la esquizofrenia designa a un individuo en el que la totalidad de su experiencia está dividida en dos partes principales: en primer lugar hay una brecha en su relación con el mundo y en segundo lugar una ruptura en su relación consigo mismo. El esquizofrénico se experimenta así mismo en una desesperante soledad y completo aislamiento; además no se experimenta a si mismo como una persona completa sino mas bien como si estuviese dividida de varias maneras. Las funciones mentales superiores en el esquizofrénico están alteradas, así los procesos de memoria, pensamiento y lenguaje, y perceptivos, son alterados por la pobre relación con el mundo externo y consigo mismo como hemos visto. Las alteraciones afectivas le impiden la expresión de sus emociones que son generalmente confusas o polarizadas, esto acrecenta su pobre relación interpersonal con los demás.
Las diferentes clasificaciones de la esquizofrenia son:
Simple: En este tipo, las actividades y el contacto con las demás personas se van perdiendo paulatinamente, disminuye el tono afectivo, y se va perdiendo el interés por el mundo externo.
Hebefrénica: Se caracteriza por un comienzo brusco, agudo en sus reacciones y la desorganización de la personalidad, con un deterioro sumamente rápido. Existe impulsividad extrema, alucinaciones, ideas delirantes, pensamientos incoherentes y comportamiento infantil. La conducta delictiva está muy relacionada a esta crisis impulsiva y agresiva y especialmente a sus ideas delirantes y a las alucinaciones.
Catatónica: se caracteriza por perturbaciones en el control de movimientos y por un pasaje de una etapa depresiva a una de estupor y excitación. Durante la excitación el individuo presenta marcadas características de agresividad que pueden ir desde daños a objetos a lesiones y conductas homicidas.
Esquizofrenia paranoide: Se vincula principalmente con conductas delictivas de carácter violento en donde las ideas persecutorias y delirios se van estructurando en confabulaciones violentas. La personalidad es fría, retraída y presenta hostilidad y agresión. Las conductas delictivas se caracterizan por ser de extrema violencia hasta llegar a ser totalmente sádicas, estos crímenes son llevados a cabo hacia personas conocidas y al grupo familiar. La alucinación persecutoria promueve defensas agresivas que pueden llegar fácilmente al homicidio, incluso la práctica delictiva puede estar premeditada gracias a la alucinación estructurada. Aquí como en muchos casos la conducta agresiva traduce la verdadera dimensión de la enfermedad mental.
Otro tipo de psicosis es la paranoia (Psicosis Paranoica), que se diferencia de la esquizofrenia paranoide debido a que en la primera el contenido del delirio esta bien estructurado, es decir es muy semejante a la realidad y es difícil aún para el clínico experto, identificarlo, mientras que en la esquizofrenia paranoide, el delirio rebasa lo creíble aún para el lego en la materia.
Existe una falla en el juicio de realidad que genera distorsiones en el contenido del pensamiento, estas pueden ser:
Ideas de referencia: son aquellas que le hacen pensar al paranoico que cualquier acontecimiento generalmente de índole catastrófica es por su causa.
Ideas de control: aquí el paranóico cree que fuerzas ajenas a el generalmente omnipotentes controlan su vida y sus actos, ya sea Dios, los extraterrestres o un líder mundial.
Ideas persecutorias: en las que el paranóico siente que es objeto de persecuciones que pueden estar parcialmente fundadas, pero no al grado en que este las expresa. Fácilmente puede aparecer un acto delictivo como defensa ante la supuesta persecución. También están ligadas a ideas de referencia.
Ideas de grandeza: Son aquellas ideas que le hacen creer al paranóico que es omnipotente y de un poder absoluto, en donde puede tomar papeles como de Dios, de guía espiritual o salvador del mundo.
Los contenidos distorsionados del pensamiento se pueden expresar de maneras coloquiales o cotidianas como por ejemplo los celos excesivos que pueden dar origen a un crimen pasional, o ideas persecutorias de algún pariente o conocido que puedan degenerar en un crimen.
Un tercer tipo de psicosis es el llamado trastorno bipolar o maniaco-depresivo, caracterizado por la aparición de estados maniacos y depresivos de forma alterna..
Un episodio maniaco se caracteriza por un cambio de humor del estado normal a un humor predominantemente elevado, expansivo o irritable. Pueden aparecer aumento de la actividad social, sexual y profesional; fuga de ideas; grandiosismo; menor necesidad de sueño; distracción; participación conceptualmente poco elaborada en proyectos.
Un episodio depresivo se caracteriza por un cambio de humor del estado normal a un humor de pérdida de interés o de placer en casi todas las actividades habituales del sujeto. Algunas de las expresiones son el cambio sorprendente de peso, insomnio o hipersomnia, pérdida de la energía, retraso en la actividad psicomotora (lentitud), pérdida de interés por la sexualidad, auto reproche o culpa excesiva, menor capacidad para concentrarse pensar, ideación o acción suicida.
Los episodios maniacos tienen la función de ser una defensa contra los síntomas depresivos, como no es posible mantener la defensa, se presenta la alternancia entre las dos; aunque también los episodios depresivos pueden aparecer para inhibir las alteraciones maniacas, lo que depende de la naturaleza del trastorno.
Los episodios maniacos cobran su importancia en la criminología debido a que en los estados de excitación pueden surgir conductas agresivas hacia otros o hacia si mismo, que se traduce en lesiones u homicidio, ya sea de manera imprudencial o por omisión.
El estado depresivo es importante para la criminología en el sentido de que aparecen ideaciones o acciones suicidas.
3.2.3 Otras psicopatologías asociadas a la delincuencia
Toxicomanías
Al hablar de toxicomanías nos referimos a la personalidad dependiente que se proyecta claramente a través del alcoholismo o de la adicción a las drogas. La personalidad dependiente juega un papel muy importante en la aplicación de la criminología, especialmente por la inestabilidad emocional que manifiesta, la desinhibición en sus relaciones con los demás y el progresivo deterioro físico y social.
La OMS. Define la toxicomanía como:
Invencible deseo o necesidad de continuar consumiendo una droga y procurársela por todos los medios.
Tendencia a aumentar la dosis.
Dependencia de orden psíquico y a veces físico con respecto a los efectos de la droga.
Existen muchos tipos de drogas, la clasificación clásica habla de tres grupos principalmente:
1. Estupefacientes
Derivados del opio o narcóticos analgésicos (naturales o sintéticos)
Derivados de la coca.
La sintomatología que presentan los sujetos es en la dependencia a la morfina, la heroína y la codeína. El sujeto aparece estuporoso, tiene los ojos inyectados y las pupilas contraídas, pierde el apetito y tiene abundante secreción nasal, puede haber nauseas o vómitos, se le encuentran pinchazos o cicatrices en los brazos (aunque muchos se inyectan bajo la lengua para evitar estas cicatrices).
Las propiedades de los opiáceos difiere en muy poco y la administración prolongada de ellos produce tolerancia. Puede producir dependencia física y síndromes de abstinencia autolimitada.
Las drogas de este tipo producen un síndrome de intoxicación que presenta sedación y una sensación de placer interno de bienestar. Clínicamente se presenta como un aturdimiento, rubor, pupilas contraídas.
La dependencia de la heroína comienza por olor o por la inyección subcutánea progresando hasta la intravenosa. Una vez que la dependencia física está establecida, la motivación va desde la búsqueda del placer hasta la evitación del síndrome de abstinencia.
El morfinómano busca en la droga una modificación apaciguadora de los sentimientos vitales.
La cocaína, que usualmente se inhala, provoca anestesia local de la mucosa respiratoria y bucal. Causa euforia con sensación de aumento de la fuerza física, mucha actividad y alteraciones leves de la percepción sensorial, confusión, alucinaciones visuales y fase de somnolencia. La intoxicación crónica da lugar a graves trastornos de la conducta que se hace agresiva y antisocial. En el curso de estas toxicomanías se observan con frecuencia perversiones sexuales.
2. Psicotrópicos o Neurotrópicos.
Psicolépticos o neurolépticos (sedantes)
Psicoanalépticos o estimulantes
Psicodislépticos o psicodélicos (alucinógenos).
La sintomatología varía según el psicotrópico, pero en general existen acentuadas alteraciones en la mente. Las personas con dificultades para soportar la ansiedad o el insomnio, tratan de combatirlo con sedantes, esto se hace habitual y termina en una marcada dependencia. Las grandes dosis (cuando no llevan al suicidio) producen trastornos en el lenguaje y los movimientos pueden carecer de coordinación. Se altera el juicio y la percepción.
Los barbitúricos producen una intoxicación caracterizada por sensaciones de relajamiento y de euforia que van en aumento y disminución de la agilidad mental, con aumento en la confusión, fragmentación de la memoria, desorientación e inestabilidad emocional. El síndrome de abstinencia presenta debilidad, inquietud y temblor, ansiedad e insomnio.
La dependencia a estimulantes presenta síntomas de hiperactividad, irritabilidad, violencia, reacciona muy impulsivamente. Se deterioran paulatinamente los valores sociales, familiares, puede llegar a una psicosis grave.
Las anfetaminas han tenido amplio uso médico como depresores del apetito para la reducción de peso y también han sido muy usadas por choferes y estudiantes para combatir la fatiga. Lo relativamente fácil de su adquisición y la sensación de bienestar ha contribuido a una frecuencia elevada de dependencia psicológica.
La sintomatología de los psicodislépticos o alucinógenos, está considerada como un verdadero cuadro psicótico. Existen alteraciones en la percepción, hay alucinaciones, trastornos en el pensamiento, el sentido del tiempo y el espacio se altera, disminuye notablemente su capacidad para discernir y evaluar sus experiencias así como su sentido de la realidad. Se observan síntomas físicos como: dilatación de la pupila, en algunos casos elevación de la temperatura, temblores, convulsiones. Produce efectos en las funciones mentales a causa de su acción distorsionadora sobre los mediadores químicos en los sistemas de trasmisión de las células cerebrales.
Los efectos más dramáticos son las alucinaciones visuales, auditivas y táctiles, además de la percepción e imagen corporal. El estado afectivo puede ser de éxtasis, pero puede alternar con sentimientos de duda y de ansiedad o depresión, es común un sentimiento de extrañeza o despersonalización, donde puede presentarse también una reacción psicótica provocada por la misma droga.
Los principales efectos psicológicos de la marihuana incluyen alteraciones en la percepción, y en la orientación (tiempo y espacio); los procesos cognitivos se alteran presentando distorsiones en los contenidos y funciones lógicas. La esfera afectiva presenta accesos incontrolables de risa o llanto. Las motivaciones están distorsionadas por el fármaco y se deben principalmente a la situación grupal. La aparición de alucinaciones y fluctuaciones emotivas dependen en gran parte de la personalidad del adicto.
3. Volátiles o inhalables.
Cementos plásticos
Solventes comerciales
Gasolina y otros combustibles.
El impacto de estos estupefacientes tiene su acción principalmente en la población de adolescentes y niños. La sintomatología es muy amplia, pero principalmente se encuentran temblores y espasmos musculares, convulsiones, baja de temperatura, palidez facial, amoratamiento, zumbidos agudos, dolor de cabeza, vértigo y confusión mental. Las alteraciones en las funciones mentales superiores indican consciencia disminuida, atención dispersa, comprensión distorsionada, pensamiento incoherente, bloqueos en el discurso, y decremento general en los niveles intelectuales.
PSICOLOGÍA DE LA DROGADICCIÓN.
La esfera de las relaciones interpersonales está afectada en las relaciones familiares y laborales, la conducta de rebeldía es característica de inconformidad a las normas y patrones sociales. Estos sujetos desean cambiar valores, desacatar las normas, lo que los lleva a incurrir en actos delictivos. La dependencia del drogadicto reafirma su adicción a los tóxicos ya que busca en ellos su identidad.
La estructura familiar se presenta como autoritaria con padres rígidos y exigentes, la figura materna es inestable, lábil, ambivalente y esto le trasmite inseguridad al toxicómano. Los valores distorsionados le llevan a no poder distinguir entre aspectos favorables y negativos de su conducta, lo que fácilmente le lleva a cometer actos delictivos, como robar o prostituirse para conseguir estupefacientes. En las relaciones interpersonales su actitud es de comunicarse solo con aquellos que comparten sus ideas esto fortalece el fenómeno del pandillismo.
El negar su consciencia de enfermedad, nos habla de un yo integrado, pero con elementos que no han sido bien desarrollados, es por ello que la negación constituye en cierta medida una Despersonalización.
2.3.3.2. Psicopatía
La característica principal del psicópata es su amoralidad. La personalidad psicopática es una personalidad anómala que posee una desarmonía intrapsíquica congénita, posee un inestable equilibrio psíquico sin perder el contacto con la realidad, presenta episódicamente reacciones desequilibradas, afectivas, caracterológicas y temperamentales; esto le lleva ineludiblemente a un desajuste social.
La falla grave de la Introyección de las normas sociales es provocada por un mal funcionamiento o una ausencia total de superyó. En este caso el superyó actúa con contenidos contrarios al de las exigencias del medio social en el que se desarrolla, así puede tener un superyó que funciona de manera patológica.
Algunos tipos de psicópatas pueden entrar en la siguiente clasificación:
El psicópata desalmado, falto de consciencia moral, no siente remordimiento ni arrepentimiento, suele ser frío, gruñón y déspota; como criminal es del tipo más peligroso y brutal, es decidido en el momento de complacer sus deseos por lo que parece carecer de amor y compasión. No procede de una crisis, sino que sus planes tienen un arreglo perfecto y no duda en usar los medios más brutales.
El psicópata necesitado de estimación: se caracteriza por querer aparecer siempre más de los que es o de lo que vale. Generalmente acude a la mentira y el mismo las cree. Es teatral, falso y carente de una auténtica afectividad.
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