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Pensamiento colombiano

Enviado por marcianito_24


    1. Paralelo entre las ideas políticas de Bolívar, Santander y Nariño
    2. Surgimiento de los partidos políticos de Colombia
    3. Ideas básicas del pensamiento político de Jorge Eliécer Gaitán
    4. Proceso evolutivo de las ideas socialistas en Colombia
    1. ESTABLEZCA UN PARALELO ENTRE LAS IDEAS POLITICAS DE BOLIVAR, SANTANDER Y NARIÑO.
    2. SIMON BOLIVAR

      Elegido presidente de Venezuela el 15 de febrero de 1819, Bolívar, hombre de acción, se dirigió en busca de la libertad de Nueva Granada. Desde Apure, con soldados llaneros y oficiales de la Legión Británica, emprendió la denominada Campaña de los Andes, que culminó el 7 de agosto de ese año con la derrota del general realista José María Barreiro en la batalla de Boyacá. Al huir de Santa fe de Bogotá el virrey nominal Juan de Sámano, quedó definitivamente libre del poder colonial español el territorio del antiguo virreinato de Nueva Granada.

      Bolívar formó gobierno en Santa fe, nombrando vicepresidente al general Francisco de Paula Santander, dictó medidas administrativas y regresó a Angostura, donde el 17 de diciembre de 1819 creó la República de la Gran Colombia, integrada por los departamentos de Venezuela, Cundinamarca (es decir, las que habían sido desde 1810 las Provincias Unidas de Nueva Granada) y Quito (buena parte del actual Ecuador).

      El Libertador Simón Bolívar plasmo su pensamiento en La Constitución de la República de la Gran Colombia se aprobó en 1821. El primer presidente constitucional fue Simón Bolívar, cuyo pensamiento inspiró dicha ley magna. Bolívar nació en 1783 y desde 1807 conspiró contra el régimen colonial español. El 6 de agosto de 1813 entró triunfante en Caracas, donde se le proclamó capitán general de los Ejércitos de Venezuela. Elegido presidente venezolano, venció el 24 de junio de 1821 en la batalla de Carabobo y en 1824 volvió a derrotar a los españoles en Junín y fue designado dictador de Perú, renunciando a la jefatura de ese Estado años después.

      Colombia se constituyó después de la batalla de Boyacá, ocurrida el 7 de agosto de 1819, en la cual un ejército patriota bajo la dirección de Simón Bolívar venció a los españoles e instauró inicialmente un gobierno en que se unieron las actuales repúblicas de Venezuela, Ecuador y Colombia, hasta formar lo que se llamó entonces República de la Gran Colombia. El 17 de diciembre de 1819 se promulgó la ley fundamental de la nación independiente, resultante de la reunión constituyente reunida en el Congreso de Angostura (febrero-diciembre de 1819), la cual finalizó con el nombramiento de Simón Bolívar como presidente y Francisco Antonio Zea como vicepresidente, unificando Colombia y Venezuela. Allí se señalaron los principios que sirvieron de base para la primera Constitución republicana, realizada en Cúcuta en 1821, en la cual se define que "sobre la base de unión de pueblos que antes formaron diferentes estados, se ha levantado el edificio firme y sólido de una nación cuyo gobierno es popular y representativo", el cual estaría conformado por los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, cada uno

      de los cuales deberá garantizar seguridad, libertad, propiedad e igualdad de los ciudadanos ante la ley. El sufragio sería restringido e indirecto y se concedían facultades extraordinarias al ejecutivo para atender la seguridad de la nación. La capital de la nueva República pasó a ser Santa fe de Bogotá. Se integran en el nuevo Estado las provincias de Quito (Ecuador) y Panamá. El primer presidente constitucional fue Bolívar y su vicepresidente Francisco de Paula Santander, con un mandato de cuatro años de gobierno. El pensamiento de Bolívar inspira esta Constitución, que terminó por admitir el gobierno dictatorial del Libertador después de la denominada ‘conspiración septembrina’ contra su vida (28 de septiembre de 1828), cuando se pasó a defender el carácter vitalicio para el presidente y el derecho hereditario para la vicepresidencia (Acta de la Dictadura). El debate entre constitucionalistas y dictatoriales empezó a tomar fuerza, y con ello también el nacimiento de los que serán los principales partidos políticos colombianos (el Liberal y el Conservador).

      FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

      El 7 de agosto de 1819 mandó uno de los dos contingentes independentistas que obtuvieron la decisiva victoria en la batalla de Boyacá frente a las tropas realistas españolas. Pocos días después fue nombrado por Bolívar vicepresidente de la recién independizada Nueva Granada, denominada oficialmente República de la Gran Colombia. Desde aquel año de 1819 asumió interinamente la presidencia del poder ejecutivo en sustitución del propio Libertador, que continuó al frente del Ejército independentista.

      A partir de 1826, las discrepancias políticas entre Santander y Bolívar se hicieron evidentes, ya que aquél defendía una política liberal y quería mantener los principios acordados en la Constitución de 1821, en tanto que el Libertador promovía la implantación de una norma constitucional más conservadora y centralista. Participó en la fracasada Convención de Ocaña de abril de 1828 que terminó por suponer la definitiva separación entre los santanderistas y los bolivaristas. Poco después de que Bolívar eliminara el cargo de vicepresidente, Santander fue acusado de participar en el frustrado atentado contra el Libertador que tuvo lugar en septiembre de 1828. Condenado a muerte, vio conmutada su pena por la de destierro por orden de Bolívar. Desde entonces vivió en Europa y Estados Unidos.

      Dos años después de la muerte del Libertador, el 9 de marzo de 1832 resultó elegido presidente de la recién instaurada República de Nueva Granada (surgida después de la desaparición de la República de la Gran Colombia), cargo que ejerció desde que el 7 de octubre de ese año regresó de su exilio en Nueva York. Su gobierno puso en marcha una administración eficaz, desarrolló una política centralista y promovió la instrucción pública. En 1837 le sucedió su vicepresidente, José Ignacio de Márquez. Desde su calidad de miembro del Congreso encabezó a partir de entonces la oposición al presidente. Falleció el 6 de mayo de 1840 en Santa fe de Bogotá.

      ANTONIO NARIO

      Antonio Nariño (1765-1823), político, militar e ideólogo reconocido como el precursor de la independencia colombiana. Nació en Santa fe de Bogotá. Estudió en el Colegio de San Bartolomé. En 1794, tradujo del francés Los derechos del hombre, suceso por el cual fue condenado a diez años de cárcel, confiscación de bienes y extrañamiento perpetuo de su tierra. En 1796, se fugó de las cárceles españolas de Cádiz y se refugió en Inglaterra y Francia, donde pidió ayuda para la causa de la emancipación americana. Regresó subrepticiamente, fue detenido y enviado preso a Cartagena. Obtuvo la libertad después del estallido del 20 de julio. Fundó el periódico de sátira política La Bagatela, que salió en 1811. En ese mismo año ocupó la presidencia del estado de Cundinamarca. Siempre defendió una concepción centralista del gobierno, idea que se oponía al federalismo de Camilo Torres. Estas discrepancias condujeron al país a una guerra civil, que lo llevaron a alejarse del cargo entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre de 1812. En 1813, desempeñó una intensa actividad militar, que acabó con su vuelta a las prisiones de Cádiz por cuatro años. En 1820, recobró la libertad y regresó a Colombia, donde fue recibido con honores. Fue nombrado senador, pero, enfermo, se retiró de la actividad política en el año de su fallecimiento.

      La época en que se introdujeron las reformas liberales no sólo fue copiosa en guerras civiles sino que, aparecen en la vida nacional agrupaciones políticas cohesionadas con una mayor identidad ideológicas e intereses comunes.

      Entre las guerras civiles de 1851, provocada por la Ley de Liberación de los Esclavos, la que ocasionó el golpe de Melo (1) y la de 1859 – 18612 encabezada por Tomás Cipriano de Mosquera contra el gobierno de Mariano Ospina Rodríguez, se fueron creando y fortaleciendo los partidos políticos Liberal y Conservador. Los Liberales, sin embargo, aún aparecieron en forma de Gólgotas (2) y Draconianos (3).

      Muchos autores buscando el origen de los partidos se han remontado hasta el 20de julio de 1810 cuando apareció un núcleo de chisperos o radicales y un núcleo moderado. Mas tarde se hicieron centralistas y federalistas según fuera la apreciación acerca de cómo organizar la república. Dentro de las disputas entre santanderistas y seguidores de Bolívar algunos analistas ubican criterios liberales en los primeros y conservadores en los segundos. Sin embargo, para aquella época aún se expresaban tendencias políticas que en un comienzo se agruparon entre los partidos del rey o de la independencia y después entre los que deseaban un gobierno central unificado y aquellos que aspiraban a un gobierno de estados soberanos.

      En la practica los partidos políticos se fueron formando alrededor de intereses económicos y sociales muy concretos que tenían como referencia la defensa de viejos privilegios otorgados por el florecimiento de la industria y el comercio. No obstante, es bueno aclarar que aunque fundamentalmente la gran propiedad de la tierra ha sido identificada como un elemento de la tradición, no era la única forma de precisar quienes estaban por defender lo viejo y quienes no. Debe recordarse, asimismo, que algunos comerciante proveedores del mercado interno desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX se vieron favorecidos por el decreto del monopolio comercial de la Corona.

      Buena parte de los grandes propietarios rurales ligados a la economía agrícola y minera de exportaciones se diferenciaban de la vasta propiedad rural perteneciente al clero. Otro grupo social que se dividió entre conservadores y liberales fue el de los profesionales (abogados, médicos, …), o también el de los empleados del Estado y maestros.

      Colombia cuenta con un sistema político relativamente libre y abierto en el cual participan un buen número de partidos. Los dos mayoritarios han sido de manera tradicional el Partido Social Conservador, favorable a un fortalecimiento del gobierno central y de la relación estrecha con la Iglesia católica, y el Partido Liberal, partidario del fortalecimiento de los gobiernos locales y de la separación de la Iglesia y el Estado. La tendencia ideológica reciente del primero se acerca a la democracia cristiana europea, mientras que el liberalismo simpatiza con las corrientes socialdemócratas. Ambos reconocen en la Iglesia católica una fuerza institucional importante, en especial para encontrar caminos que superen la violencia política y social de que es víctima la sociedad colombiana actual.

      Entre 1958 y 1974 los liberales y los conservadores fueron los únicos grupos políticos legales, debido a una reforma constitucional de 1957 pensada para desactivar el fuerte antagonismo entre ellos. Bajo este acuerdo, llamado Frente Nacional, cada partido tenía exactamente la mitad del número de escaños en cada cámara legislativa, en el gabinete y en otras dependencias, y la presidencia se alternaba entre los líderes de los dos partidos.

      Durante la década de 1980 los liberales obtuvieron la mayoría en ambas cámaras del Congreso. Esta situación se ha mantenido, en líneas generales, inalterada. En las elecciones de marzo de 1994, el antiguo grupo guerrillero Movimiento 19 de Abril (M-19), que en las elecciones de 1990 había emergido como la tercera fuerza política bajo las siglas Alianza Democrática Movimiento 19 de Abril (AD M-19), sufrió un serio revés electoral. La Unión Patriótica, alianza de grupos de izquierda liderados por el Partido Comunista (fundado en la década de 1930), hubo de sufrir el asesinato de muchos de sus copartidarios y fue perdiendo su peso electoral hasta casi desaparecer del escenario nacional. Otros movimientos políticos con fuerza electoral en la actualidad son: Nueva Fuerza Democrática, Movimiento Nacional Conservador, Fuerza Progresista de Coraje —todos ellos de origen conservador—, la organización de extrema derecha Fuerza Colombia —de formación reciente— y Opción Vida, que aglutina grupos y personalidades independientes.

      PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO

      Partido Liberal organización política colombiana nacida de la confrontación progresiva y cada vez más profunda de los generales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander y de sus respectivos seguidores, en cuanto al gobierno, iniciada hacia 1826: autoritario el primero y defensor de la dictadura en el manejo del Estado incipiente; legalista el segundo, insistente defensor de los preceptos constitucionales liberales. A todo ello se liga el debate entre federalistas y centralistas en la naciente República.

      Entre los ideólogos del naciente Partido Liberal figuran: Manuel Ancízar y Miguel Samper, ilustrados en la escuela inglesa de los negocios y el utopismo político libertario y romántico francés; Vicente Azuero Plata, quien defiende el radicalismo; Manuel María Madiedo, cuyas ideas contribuyen a diferenciar los dos grandes partidos políticos colombianos: el Liberal y el Conservador. En 1849, apareció el primer programa político liberal. En palabras de Ezequiel Rojas, redactor de sus bases, el partido tendrá como ideales: libertad económica, sistema representativo, derechos individuales, privilegio del legislador sobre el poder ejecutivo, abolición de la esclavitud y separación entre la Iglesia y el Estado. Otros representantes del pensamiento político que conformó el ideario del Partido Liberal fueron José María Samper, quien defenderá la libertad popular a ultranza, con restricción para la intervención del gobierno; José Hilario López, que llegó a ser presidente desde 1849 hasta 1853 y representó el preámbulo de lo que sería más adelante la llamada primera República liberal (1886): se defendió el laissez-faire en todos los órdenes: libertad de imprenta y palabra, religión, enseñanza, industria y comercio. Así mismo, se abolieron la esclavitud y la pena de muerte, se estableció el sufragio universal y se disminuyó el poder del ejecutivo. Artesanos y masones son grupos de apoyo para su configuración y acción. La Constitución de 1863 es la más clara expresión del Estado liberal del siglo XIX. Después de 1886 se convirtió en una fuerza política contradictoria y de menor peso frente al proyecto regenerador liderado por Rafael Núñez.

      La segunda República liberal (1930-1953) se inauguró con el presidente Enrique Olaya Herrera, dentro de un esquema ideológico que defendía el Estado centralizador, a cuyo cargo debían promoverse reformas sociales. Las propuestas de la denominada ‘revolución en marcha’ del presidente Alfonso López Pumarejo (1934-1938 y 1942-1945) marcaron el derrotero liberal más relevante del siglo XX. Dicha revolución pacífica enfatizó las reformas en cuanto a la tenencia de la tierra, al Concordato con la Iglesia católica, la tributación, la educación universitaria, la justicia, el trabajo (sindicalización) y las relaciones exteriores. A López Pumarejo se le considera el gran modernizador liberal del Estado. Otros ideólogos liberales destacados entre los años 1930 y 1990 son Alberto Lleras Camargo (presidente desde 1945 hasta 1946 y entre 1958 y 1962), quien pactó la paz con el líder del Partido Conservador (Laureano Gómez) que condujo al Frente Nacional. Este co-gobierno de liberales y conservadores tuvo lugar entre 1958 y 1974 para superar la violencia política iniciada después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, muerto en 1948 cuando era firme candidato a la presidencia. Carlos Lleras Restrepo (presidente desde 1966 hasta 1970) reformó, por su parte, la administración pública

      El liberalismo volvió a ser una verdadera opción de gobierno, con ideas socialdemócratas y populistas, desde 1974, con Alfonso López Michelsen, pero perdió más tarde el ideario original hasta confundirse con su contradictor histórico, el Partido Conservador (actual Partido Social Conservador). En la década de 1980, se destacó la figura de Luis Carlos Galán, candidato a la presidencia asesinado por los narcotraficantes, quien defendía un programa liberal limpio de corrupción política y económica. Con el presidente César Gaviria (1990-1994), se introdujo el espíritu neoliberal en su ideología. El partido ha vivido desde mediada la década de 1970 un fraccionamiento interno agudizado por nuevas formas de violencia rural y urbana, En este momento de la vida nacional el Liberalismo tiene una de sus grandes crisis con la perdida de la presidencia del Doctor Horacio serpa a manos del señor Álvaro Uribe disidente del mismo partido quien unido con los Conservadores es el actual Presidente y busca la reelección con su programa de seguridad democrática, con la oposición del Partido liberal Oficialista ..

      PARTIDO SOCIAL CONSERVADOR

      Partido Social Conservador, partido político colombiano, nacido de la confrontación progresiva y cada vez más profunda de los generales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander y de sus respectivos seguidores

      Su primer ideólogo reconocido fue el presidente Mariano Ospina Rodríguez (1857-1861), defensor de un Estado centralista y moderado, opuesto a los arranques radicales típicos de su contradictor, el Partido Liberal. Ospina, que en 1848 fundó el Partido Conservador, era modernizante y defendía la industria y el comercio como portadores de libertad y democracia. En palabras de José Eusebio Caro: "el conservador condena todo acto contra el orden constitucional, la legalidad, la moralidad, la libertad, la igualdad, la tolerancia, la propiedad, la seguridad, y la civilización". Se sostiene en el cristianismo y se opone al ateísmo. Ofrece un modelo jerárquico de organización y orden. La Constitución de 1858 refrendó este espíritu conservador. La hegemonía de este partido se inició en 1886, dentro del proyecto denominado de ‘regeneración’, a cuya cabeza estuvieron Rafael Núñez (presidente de Colombia varias veces entre 1880 y 1888) y Miguel Antonio Caro (presidente desde 1892 hasta 1898).

      La ‘regeneración’ restituyó el centralismo abolido por la Constitución de 1863, restringió libertades y estableció un Concordato con la Iglesia católica. La República conservadora dominó la política colombiana hasta 1930, negociando en cada gobierno con su contradictor político principal. Diversas facciones conservadoras recogieron las tesis de Adolfo Hitler, Benito Mussolini y Francisco Franco para proponerlas como marco de actuación en el país.

      Uno de sus grandes ideólogos del siglo XX fue Laureano Gómez (presidente en los primeros años de la década de 1950), destacado orador y periodista, defensor aguerrido de los terratenientes y la Iglesia católica, y opositor a la vez de su copartidario Mariano Ospina Pérez (presidente desde 1946 hasta 1950), a quien se considera representante conservador de la tendencia modernizante en lo económico y conciliadora en lo político. Durante el gobierno de estos dos presidentes se vivió la época más dura de la violencia política, por efecto de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán (1948) y la confrontación armada entre liberales y conservadores. El Partido Conservador, liderado por Gómez, pactó el Frente Nacional con Alberto Lleras Camargo, representante del liberalismo. Hubo co-gobierno de ambas fuerzas entre 1958 y 1974.

      Como ideólogos de la doctrina conservadora con posterioridad al Frente Nacional se han destacado Álvaro Gómez Hurtado (hijo de Laureano y asesinado en 1996), varias veces candidato a la presidencia en representación de la ortodoxia (incluso del nombre originario: Partido Conservador), preservador del espíritu laureanista, aunque se acomodó a los procesos políticos de fin del siglo y aportó su cuota ideológica a la Constitución de 1991, ejemplo de acuerdo multipartidista. El conservatismo ha mantenido a lo largo del siglo XX dos tendencias: la ortodoxa de Laureano es una, la otra (Ospinista) estuvo encabezada, ya avanzada la segunda mitad del siglo, por Misael Pastrana Borrero (presidente desde 1970 hasta 1974), y se ha identificado con la acomodación a los cambios y la modernización del Estado. Fue precisamente Pastrana quien logró el cambio de nombre del partido, para rebautizarlo como Partido Social Conservador, en un intento por acercarlo a las tendencias internacionales de la democracia cristiana, algunos de cuyos presupuestos aparecen en la filosofía política de este partido, que comenzó a padecer del resquebrajamiento de sus tesis, permitiendo el forcejeo de los líderes regionales sin un ideario político claro. No obstante, en junio de 1998, el hijo de Misael Pastrana Borrero, Andrés Pastrana, obtuvo la victoria en las elecciones presidenciales que puso fin a doce años de gobiernos liberales en Colombia, en este momento el partido Conservador apoyo al Liberal disidente ALVARO URIBE a la Presidencia de la Republica por su programa de seguridad Democrática ya que el partido carece de un líder que lo pueda llevar a la Presidencia, los Congresistas Conservadores apoyan la Reelección del Presidente Uribe y hacen acuerdos programáticos para poder mantenerse vigentes en el poder ya que es la fuerza mas grande de apoyo en los estrados del Congreso.

      Por último puede afirmarse que:

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       El Partido Conservador fue fundado en 1849 por Mariano Ospina Rodríguez y Miguel Antonio Caro.

       El partido Liberal por su parte fue fundado por Ezequiel Rojas en 1848, como resultado de un programa elaborado por él mismo.

      1. El gobierno liberal reformista de José Hilario López iniciado en 1849 contaba con el apoyo de los artesanos. Sin embargo, cuando empiezan a sentir los efectos del librecambismo entraron en abierta contradicción con quienes defendían esas políticas, sumando entre éstos al gobierno. Se ponía en discusión la necesidad del librecambismo o del proteccionismo. La defensa de uno u otro punto de vista dio origen a una división de liberales en 1853, entre Gólgotas y Draconianos. Los Enfrentamiento entre los dos bandos llegaron a un punto culminante con el Golpe de Estado del general José María Melo el 17 de abril de 1854. El golpe fue dado con apoyo decidido de los gremios de artesanos. El rechazo de los sectores sociales tradicionales a esta situación no se hizo esperar, generándose una encarnizada guerra civil que duró ocho (8) meses al cabo de los cuales Melo fue derrotado.
      2. Defensores del Librecambismo estaba integrado por los liberales nuevos o radicales.
      3. Defensores del Proteccionismo por liberales viejos o santanderistas.
    3. EXPLIQUE EL SURGIMIENTO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS DE COLOMBIA.

    SEMBLANZA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

    CARACTERÍSTICAS DEL PARTIDO CONSERVADOR

    CARACTERÍSTICAS DEL PARTIDO LIBERAL

    • En sus orígenes el Partido Conservador se caracterizó por su apego a las tradiciones coloniales.
    • Coincidían sus intereses con los del clero. Uno de sus principios ideológicos era la defensa de la religión.
    • Estaba compuesto por un gran núcleo de terratenientes, clase social que no quería se introdujeran modificaciones al sistema de propiedad de la tierra.

      

    • Estaba en contra de la abolición de la esclavitud.
    • Defendían, además, la conservación de las tradiciones, la lengua y los valores heredados de la Colonia.
    • Admitían que la religión católica era la orientadora del Estado.
    • Se unieron al Partido Conservador, fuera de las clases dominantes, algunos campesinos e indígenas.
    • En sus orígenes el Partido Liberal se caracterizó como el partido de la anticolonia; no estaba exclusivamente integrado por comerciantes. Después del remate de tierras desamortizadas , muchos de ellos se volvieron terratenientes.
    • En general los grupos sociales partidarios del cambio de las instituciones fueron los que formaron el Partido Liberal en sus comienzos.

    1 Los comerciantes partidarios del librecambio.  

    2 Los artesanos interesados en una economía de mercado que los beneficiara.

    3 los esclavos interesados en su propia liberación.

    • El partido Liberal defendió las ideas del Liberalismo económico (libre-cambio, libre – empresa).
    • También defendían los principios de la Libertad de Palabra, opinión y de cultos.
    • Planteaba total independencia entre los Estados y al Iglesia.
    1. "Su pensamiento era la expresión emotiva de un compromiso vital y fogoso por la causa de las clases trabajadoras y de los grandes grupos desprotegidos y humildes en cuyo seno nació"

      El 16 de marzo de 1919, los artesanos de Bogotá se tomaron las calles de la ciudad, elevando sus voces de protesta ante una medida tomada por el entonces presidente Marco Fidel Suárez, por la cual se contrataba en el exterior la confección de unos uniformes para las Fuerzas Armadas. El choque con la policía no se hizo esperar, y la sangre corrió libre por las vías de la capital. El saldo: 7 muertos, 15 heridos y un eco, que rebotando en las paredes se dejaba escuchar "¡viva el socialismo!".

      Aquel día se dice que el socialismo cobró sus primeras víctimas en el país, pero además del trágico recuerdo de aquella fecha, también quedó en la memoria de aquellos que lograron sobrevivir la voz poderosa de un joven de apellido Gaitán, que desde sus primeras intervenciones dejó bien claro que llegaría muy lejos, porque creía en lo que decía.

      Veintiún años antes de ese incidente, el 23 de enero de 1898, en el seno de una modesta familia en Bogotá, Manuela Ayala y Eliécer Gaitán recibieron a Jorge Eliécer Gaitán, un hombre que se proclamaría como un pueblo.

      La familia Gaitán vivía humildemente de los ingresos del padre en una pequeña librería y de la madre como maestra de escuela pública. Allí, en la escuela donde enseñaba su madre, el joven Gaitán comenzó su vida como estudiante, tomando la educación primaria que terminó en 1910.

      En 1913 y a pesar de las dificultades económicas de su familia, Gaitán logró matricularse como estudiante de bachillerato en el colegio de don Simón Araújo. Allí permaneció hasta enero de 1919, cuando se trasladó al colegio de don Martín Restrepo Mejía, donde se graduó de bachiller al finalizar el año.

      Para esta época, Gaitán ya se destacaba entre sus compañeros por su fuerte personalidad, su espíritu rebelde y su extraordinaria sensibilidad social, cualidades que lo acompañarían toda su vida y que con el tiempo iría fortaleciendo y añadiendo a la lista nuevos valores.

      En 1921 comenzó su carrera de abogado en la Facultad Nacional de Derecho, habiendo participado un año antes en la campaña presidencial del general Benjamín Herrera, ganando su primer reconocimiento público como gran orador. Al ser derrotado Herrera, Gaitán se pronuncia en la Convención Liberal de Ibagué, defendiendo fuertemente las tesis del general, sobre las reivindicaciones en pro de las clases populares y las nuevas ideas que surgían en el mundo sobre justicia social y protección al trabajador, que a su parecer debían ser incluidas dentro del ideario liberal.

      En 1924 recibe su grado de derecho, después de presentar su tesis que tuvo como tema el de "Las ideas socialistas en Colombia", con el cual produjo gran revuelo entre sus profesores y compañeros pero que le fue aprobada después de varios debates gracias a la lucidez de la exposición y a la seriedad de la investigación histórica.

      En 1926 viajó a Italia con ayuda económica de su hermano Manuel José; allí se matriculó en la Real Universidad de Roma, en la escuela de Derecho Penal y Criminología, de donde se graduó un año después con una tesis sobre "La premeditación en el delito" que le valió calurosos elogios de sus maestros y un premio de la universidad. Después de viajar por Italia y Francia, volvió al país a principios de 1929.

      El año anterior a su regreso, había tenido lugar el trágico episodio de las bananeras de Ciénaga; cuando Gaitán llegó al país, se dedicó durante casi un mes a investigar cuanto pudo acerca del tema. Fue elegido representante a la Cámara, allí expuso durante 15 días de oratoria clara pero fuerte, cuanto había averiguado acerca de la masacre de las bananeras, haciendo reflexionar al liberalismo sobre su verdadero papel como representante del pueblo, y sobre la cuestión social como razón de su existencia.

      Desde 1929 y hasta 1932, Gaitán presentó numerosos proyectos de ley en materia social y laboral :el servicio médico a los trabajadores, las vacaciones remuneradas, la propiedad campesina, la ayuda a la niñez desamparada, etc. Algunas de estas propuestas fueron convertidas en leyes en esos años, pero otras muchas fueron rechazadas (de reforma constitucional una de ellas), inclusive por sus mismos copartidarios.

      En 1933, decepcionado de su partido, y la apatía general hacia las causas sociales y los intereses reformistas, crea en compañía del representante Carlos Arango Vélez, la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria, UNIR. Su programa político y económico era el de continuar el camino de reformas e iniciativas de justicia social y muy especialmente transformar las condiciones feudales en que vivían aun los campesinos colombianos.

      Sin embargo, su iniciativa no tuvo mucha acogida y al subir a la presidencia Alfonso López Pumarejo, Gaitán optó por abandonar su poco exitosa empresa y en cambio respaldar en la Cámara el programa de López y sus medidas reformistas que en cierta medida se acoplaban al ideal social de Gaitán.

      En julio de 1936 fue nombrado como Alcalde de la capital; desde ese puesto pudo poner en marcha algunas de sus ideas en favor del pueblo: abrió numerosas escuelas; creó el desayuno escolar para niños pobres; construyó los primeros barrios obreros de la ciudad; creo una fábrica de calzado para repartir entre estudiantes y trabajadores y pidió al Concejo la municipalización de los servicios públicos, entre otros proyectos.

      Pero se vio obligado a renunciar a su cargo, por una huelga de taxistas y ciertas maniobras políticas en el alto gobierno.

      En 1940 asumió el cargo de Ministro de Educación, desde donde pudo aplicar a nivel nacional las iniciativas que había llevado a cabo como alcalde de Bogotá.

      Desde el Ministerio lanzó la campaña nacional del calzado escolar y fundó numerosas escuelas. Dio especial apoyo a las escuelas rurales. Nacionalizó colegios que trabajaban con dificultades pero que era necesario sostener. Creó el novedoso servicio de las escuelas ambulantes. Abrió en las escuelas públicas la ayuda alimentaria para niños de menores ingresos.

      Al año siguiente, 1941, fue elegido senador por la Asamblea del Departamento de Nariño, y se dedicó a defender la candidatura presidencial de su compañero de luchas políticas, el senador Carlos Arango Vélez. En 1942 volvió López Pumarejo a la presidencia de la república, pero en esta ocasión Gaitán en el Congreso combatió al nuevo gobierno por las actuaciones de ciertos amigos y allegados del presidente.

      En 1943, Darío Echandía quien asumió el poder ante una ausencia temporal de López, nombra a Gaitán en la cartera de Trabajo, Higiene y Previsión Social. En este cargo, Gaitán se ve obligado a manejar grandes huelgas en el río Magdalena, en Barranca y en Medellín, tareas en las cuales demostró una vez más su gran compromiso con las reivindicaciones de las clases trabajadoras.

      En 1944, Gaitán ya era reconocido y aclamado por el pueblo como un gran caudillo. En febrero de ese año renunció al Ministerio de Trabajo y se dedicó a organizar un movimiento político aprovechando la cantidad de personas que se estaban reuniendo en torno suyo, que se identificaban y se sentían respaldadas con sus ideales.

      Durante casi dos años recorrió el país abarrotando plazas donde quiera que llegaba, y repitiendo con su verbo elocuente y poderoso su denuncia contra las prácticas indelicadas que él veía en el gobierno, contra las grandes desigualdades de la riqueza, contra la miseria y la mediatización de los campesinos y los trabajadores, contra el "país político" que veía enfrentado al "país nacional".

      Como una extensión escrita de su oratoria hipnotizante, Gaitán funda el periódico "Jornada", dirigido por su amigo el escritor José Antonio Osorio Lizarazo.

      El 15 de septiembre de 1945, en el circo de Santamaría fue proclamada multitudinariamente la candidatura presidencial de Gaitán. Los otros eran Gabriel Turbay, como candidato oficial del Partido Liberal, y Mariano Ospina Pérez por el Partido Conservador.

      En las elecciones, celebradas el 5 de mayo de 1946, obtuvo mayoría de votos el candidato conservador. Sin dejarse amedrentar por esto, Gaitán enfoca todos sus esfuerzos a reconquistar el gobierno para el Partido Liberal, al mismo tiempo que Turbay, lleno de decepción y de escepticismo, abandonó el país.

      El trabajo continuo y pujante de Jorge Eliécer Gaitán, unificó alrededor del caudillo todo el Partido Liberal, asumiendo Gaitán la jefatura del mismo. A principios de 1947 se reunió una Convención Liberal en Bogotá, que expidió una plataforma de acción legislativa cuya defensa Gaitán inició de inmediato en el Congreso. Desafortunadamente, el recrudecimiento de la violencia política de aquellos años produjo el rompimiento de la Unión Nacional, y la retirada de los liberales de sus posiciones en el gobierno.

      Al intensificarse la violencia, con la evidente tolerancia de algunas autoridades regionales, Gaitán organizó en febrero de 1948 una multitudinaria y silenciosa manifestación que recorrió la carrera 7a. en Bogotá, desde el Parque Nacional hasta el Palacio de Nariño. En esta ocasión el gran líder pronunció una de sus más brillantes piezas oratorias, "La Oración por la Paz". Tres meses después, cuando salía de su oficina sobre la carrera séptima, el 9 de abril de 1948, el gran líder fue asesinado truncando con tres disparos las esperanzas de cientos de colombianos que veían en el caudillo su salvación.

      Gaitán llevaba en su alma el sentimiento del pueblo, porque su sangre era la sangre del pueblo. Nadie habría podido definir mejor que él la situación política y social de aquel entonces. En su sentencia "el país político y el país nacional", sintetiza Gaitán su pensamiento y su realidad.

      Jorge Eliécer Gaitán dedicó su vida a luchar por los pobres, los oprimidos; se convirtió en la voz del pueblo ante la "oligarquía plutocrática", que lejos de aceptar sus planteamientos reformistas, demostró una clara antipatía en contra del líder y su pensamiento, pues obviamente se favorecían con la exclusión de las grandes mayorías del poder público y de la fortuna económica.

      En cada hecho que analizaba, veía Gaitán un problema social, y para solucionarlos planteó toda su vida la tesis de la participación popular en el gobierno, desde las bases hasta los más altos niveles.

      Gaitán, a su regreso de Europa (donde logró aprender algunas nuevas formas de oratoria y agitación), quedó marcado por una gran influencia socialista, que contrastaba duramente con sus tradicionales convicciones liberales, pero que lejos de confundirle y amilanarle (como sucedía con muchos de cuantos iban Europa y al volver quedaban devastados por un pesimismo destructor y simplemente se resignaban a ver a su patria morir aplastada por el peso de sus problemas), creó en él una nueva convicción, por la cual debería buscar incluir bajo el manto individualista del Partido Liberal, la igualdad social y la lucha de clases que proclamaba el socialismo.

      Pues aunque Gaitán tenía fuertes tendencias izquierdistas, su corazón y su mente estaban puestas en el liberalismo, así que magistralmente supo combinar las dos teorías, y le demostró al país y al mundo, que el liberalismo puede ser socialista, y por el bien del pueblo debería serlo.

      Gaitán propuso una fórmula en la que el liberalismo sería "la herramienta de trabajo, y el socialismo el manantial de ideas motrices, es decir el Liberalismo como partido del pueblo".

      En su tesis de grado (Las ideas socialistas en Colombia), Gaitán descubre cómo aun cuando el capitalismo en nuestro país es apenas embrionario, ya se veían grandes sectores de la población afectados, especialmente los campesinos y obreros en quienes concentró su labor. Él toma el ejemplo de Rusia que apenas acababa de tener su revolución, y basándose en él demuestra que sí es posible tener socialismo aunque cuando no se hubiera consolidado el capitalismo.

      El caudillo veía cómo gran multitud de colombianos estaba sumida en la pobreza, agobiados de necesidades, de ignorancia y desesperanza, que trataban infructuosamente de mejorar sus condiciones sin apoyo del Estado, que estaba en manos de unos pocos afortunados nada interesados en compartir el poder que poseían y las riquezas que acaparaban descaradamente.

      Él luchó desde las filas del liberalismo, pero con una concepción distinta del Estado, pues lo entendía como un defensor eficaz y poderoso de la justicia en las relaciones económicas y humanas entre las clases sociales, y no como un gran aparato policial destinado solamente a conservar el orden establecido, sin espacio para innovar ni mucho menos para revoluciones en favor de las clases oprimidas.

      Desde la desgraciadamente famosa masacre de las bananeras, que él mismo investigó, Gaitán sostuvo siempre la necesidad de ejercer un control sobre los monopolios y el capital extranjero, pues en un país tan pequeño, con tan poco capital y un muy reducido mercado interno, las empresas que se formaban tendían a ser de carácter monopolista u oligopolista.

      Para él era muy importante el control sobre el capital extranjero, no sólo por la experiencia de las bananeras, sino por la diaria realidad de ese entonces, pues fue él quien advirtió en varias ocasiones la manera como las compañías extranjeras explotaban nuestro petróleo, el oro, el platino, varios ferrocarriles, algunos bancos, el servicio eléctrico y ciertas empresas agroindustriales.

      Le preocupaba bastante el hecho de que no se le diera igual trato a los empresarios nacionales y extranjeros, y se extralimitaran las concesiones a los inversionistas foráneos llegando incluso a atropellar los derechos de los ciudadanos comunes con el único propósito de beneficiar la inversión y lógicamente sacar una buena tajada de ella.

      Pero de todos los problemas sociales que analizó, y a los cuales dedicó todas sus luchas, el que más le obsesionaba era el problema de la tierra y el campesinado misérrimo. Resaltaba especialmente en este problema, la pésima distribución de la tierra, y denunciaba fieramente a los latifundistas a quienes atribuyó en gran parte la mala situación del campesinado. Gaitán, apoyó con energía en el Congreso de 1936 la expedición de la ley de tierras o Ley 200 que el gobierno del presidente López Pumarejo presentó y logró hacer expedir en aquel año.

      Gaitán, advirtiéndole al país que el atraso técnico del pequeño agricultor era uno de los principales factores de miseria y estancamiento, propone un proyecto novedoso : plantea una extensa red de granjas-modelo, de tipo cooperativo, apoyadas por el Estado, que dieran al campesino una capacitación técnica, organización social y educación para sacarlo de su posición y para dignificarlo.

      Además del campo, Gaitán prestaba especial interés hacia el área de la educación, pues por su propia experiencia, sabía que la educación es uno del los pocos medios que le quedaban a las clases menos favorecidas para buscar un mejor porvenir. El veía en la educación la más amplia vía de redención y de ascenso de las clases pobres.

      En su programa presidencial, el impulso a la instrucción, especialmente a la primaria, ocupó un puesto de importancia predominante y en sus transitorios pasos por posiciones gubernamentales, Gaitán hizo ostensible su predilección por el desarrollo de la educación y por la protección a la infancia pobre, con programas como el del calzado escolar, las ayudas alimenticias, guarderías populares, etc.

      En el parlamento y en el Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión Social defendió el derecho a la huelga y el derecho impostergable a la sindicalización. Él propuso y apoyó enfáticamente desde 1931 varios proyectos de protección y benefició a los trabajadores en materia de salario mínimo, descanso remunerado, servicio médico, calzado obrero, previsión social, seguridad industrial, higiene en las fábricas y remuneración justa.

      El caudillo propuso también la creación de talleres populares, para dar empleo a gentes de pocos recursos y para que ellas satisficieran con su trabajo muchas de sus propias necesidades en materia de alimentos, vestuario, vivienda, mobiliario, transporte, etc.

      Jorge Eliécer Gaitán dio también suma importancia al hombre en sí, su dimensión ante la vida y los sueños. Siempre aspiró a que todo ser humano, por humilde que fuera, alcanzara un grado de respetabilidad por su proyección sobre la humanidad. Según Gaitán, la "revolución se hace para restaurar la justicia y para colocara a cada hombre en su lugar. No se hace tan solo para resolver un problema de desigualdad económica y social, sino para resolver el gran problema del hombre. Y no se hace solamente contra las dictaduras humanas, sino contra la dictadura de las estrellas también".

      Por los principios socialistas de Gaitán, él siempre concibió al individuo como parte de una sociedad, y por lo tanto limitaba en cierta forma sus acciones dentro de la misma.

      Es decir, nunca concibió que pudiese uno "someter sus acciones al capricho individual, a la vanidad íntima, olvidando que nuestra misión es simultánea, sobre planos colectivos". Sin embargo, tampoco se fue al extremo de cercenarle a la persona su derecho a ser un individuo, capaz de decidir por sí mismo y siguiendo sus intereses.

      Dentro de esa concepción, ya que todos formamos parte de una sociedad, pero al mismo tiempo somos individuos responsables, debemos buscar un Estado que nos beneficie a todos, sin necesidad de volver pobres a los poderosos, pero con la obligación de mejorar la situación de los necesitados, es decir, como Gaitán mismo resumía: "No soy enemigo de la riqueza sino de la pobreza. No se trata de arruinar a los que han logrado bienes con su esfuerzo, sino lograr que los desposeídos mejoren su situación en las proporciones a que tienen derecho. En una palabra, queremos que la riqueza del país aumente en forma proporcional y justa. No es posible conseguir la elevación del nivel de los colombianos sin un desarrollo creciente de la riqueza nacional".

      Gaitán no pretendió nunca salirse de la ley, pues él, en su calidad de abogado, de figura publica, y sobre todo de emblema de honestidad de lucha y entrega ; no podía traicionar a todo un pueblo que confió en él y que él supo encarnar. Por esto, sus políticas y proyectos aunque revolucionarios y reformistas, jamás abandonaron ese esquema de legalidad y transparencia que lo acompañaría hasta el final de sus días.

      "Nunca trató de utilizar su sistema para reñir con la justicia y la realidad sociológica". Siempre la disciplina fue una constante en sus intervenciones, y aunque el lenguaje volcánico y el contenido explosivo de sus discursos hubieran bastado para desatar más de una revuelta, supo siempre guiar por buen cauce la voluntad de aquellas enormes y fervorosas masas que constantemente lo acompañaron.

      Gaitán siempre supo mostrarse como un orador maduro, desprovisto de exhibicionismo, que ha superado el afán de satisfacer a las masas, y que procura que el pueblo comprenda que antes que los íntimos pensamientos, existe la concepción de la patria y el respeto de la Constitución y la ley, que detienen el poderío de nuestro fervor.

      Jorge Eliécer Gaitán, era un astro con la palabra, un magnífico orador, capaz de cautivar multitudes con sus promesas de igualdad, liberación y prosperidad. Pero en todo momento fue más allá del discurso, y convirtió el sustantivo en verbo cada vez que tuvo la oportunidad. Aprovechó cada una de sus estaciones en el poder para hacer realidad aquellas ideas que le había expuesto al pueblo.

      Por esto, por sus dotes de orador, su ideología revolucionaria, sus promesas de prosperidad y sobre todo por sus acciones que confirmaron fielmente sus palabras, Gaitán se convirtió en una figura amada por el pueblo, en una esperanza de igualdad y, finalmente, en un mártir, que al morir nos dejó un legado que no podemos olvidar: sí es posible salir adelante, si realmente se cree en lo que se lucha.

      Gaitán sin duda estaba en lo cierto cuando se autoproclamó como un pueblo, pues el país entero se encargó de confirmarlo no solamente en las plazas, mientras vivió y llamó las multitudes, sino también en la fatídica tarde de su muerte, porque Roa Sierra no asesinó a un hombre, mató a miles de colombianos que salieron de sus casas con una esperanza, pero volvieron sin vida a su hogar.

      BOGOTAZO

      Bogotazo, sangriento motín ocurrido en la ciudad colombiana de Santa fe de Bogotá, con motivo del asesinato del dirigente político Jorge Eliécer Gaitán. Tuvo lugar cuando se celebraba en dicha urbe la IX Conferencia Panamericana (cuyo principal resultado fue la firma del Pacto de Bogotá, y de la que acabó surgiendo la Organización de Estados Americanos, OEA). Gaitán, jurista y ardiente orador, lideraba la oposición al régimen conservador de Mariano Ospina Pérez (1946-1950), mostrando su radicalismo liberal contra la corrupción administrativa y los ilícitos electorales.

      Una verdadera revolución concebida para derrocar al gobierno y entronizar las fuerzas de izquierda y, de paso, hacer fracasar la Conferencia Panamericana, estalló el 9 de abril de 1948 con el asesinato del líder Jorge Eliécer Gaitán en una calle de Bogotá. La ciudad se convirtió en llamas; los saqueos, así como la destrucción de edificios públicos y escenas de terror se extendieron a todo el país y ocurrieron muchas muertes violentas, comenzando por la del presunto asesino, de apellido Roa Sierra, quien fue colgado por la turbamulta.

    2. DESARROLLE LAS IDEAS BASICAS DEL PENSAMIENTO POLÍTICO DE JORGE ELIÉCER GAITAN.
    3. EXPLIQUE EL PROCESO EVOLUTIVO DE LAS IDEAS SOCIALISTAS EN COLOMBIA.

    Las ideas socialistas en Colombia son casi tan antiguas como las liberales o las conservadoras, aunque tomaron mucho más tiempo en cristalizarse políticamente. Tenemos noticias de su temprana aparición a mediados del siglo pasado al abrigo de las Sociedades Democráticas, que no eran otra cosa que clubes políticos en donde convergían intelectuales liberales y artesanos. Era, por tanto, un socialismo ecléctico en el que se exaltaban por igual los valores cristianos de solidaridad y justicia, y las apelaciones románticas al pueblo como fuente de la democracia. De hecho esas dos grandes tradiciones, la cristiana y la liberal, marcarán al naciente socialismo colombiano hasta entrado el siglo XX.

    El término comienza a usarse a mediados del siglo XIX en coincidencia con la llegada al poder de los liberales, quienes pretenden adecuar el país a los nuevos vientos del desarrollo económico mundial y romper la parsimonia de la economía para lo cual implantan diversas reformas jurídicas, ponen en venta los cuantiosos bienes inmuebles de la iglesia, disgregan los resguardos indígenas, y estimulan la introducción de las doctrinas políticas en boga entonces en Europa, como complemento de la remoción económica de las instituciones heredadas de la Colonia. Los conservadores, que consideran esas reformas una desnaturalización de la sociedad, optan por adelantar una campaña agresiva contra los liberales, agrediéndolos con el calificativo de socialistas, comunistas o anarquistas, que en sus labios significa adversario de los principales soportes institucionales de la sociedad neogranadina: la iglesia, la propiedad, la familia.

    En adelante el término socialista en Colombia estará cargado de connotaciones negativas. No importa que sólo sea hasta 1919 cuando se constituya la primer organización política de esa orientación, aún cuando antes de esa fecha se publicaron periódicos como El Comunista (Cartagena 1910), El Camarada (Tumaco 1910) o se intentó crear el Partido Obrero (1916), todas ellas experiencias efímeras sin una significación organizativa perdurable.

    El inicio del agrupamiento socialista ocurre en un momento en que la economía colombiana pugna por modernizarse, lo cual se traduce en la ampliación de la red vial —ferrocarriles y vías fluviales— con miras a mejorar el flujo de materias primas, especialmente café, hacia los mercados externos; en que los trabajadores asalariados se expanden numéricamente y van tomando conciencia de sus particulares necesidades y carencias en el mundo laboral y político, proceso que es fruto no sólo de la recepción de las ideas socialistas tras el triunfo de los bolcheviques sino también de la atmósfera interna de oposición a la dominación política y cultural conservadora, arropada bajo el manto de la tradición católica, el formalismo jurídico y las buenas maneras sociales.

    La vida del socialismo en lo que atañe al periodo de la hegemonía conservadora —hegemonía harto ambigua pues los liberales en diversas ocasiones forman parte de la administración estatal— puede dividirse en dos fases.

    1. Una primera, en la cual sobresale el Partido Socialista, se inicia con los trabajos orientados a su fundación, en enero de 1919 y va hasta los congresos Obrero y Socialista de mayo de 1924. Los socialistas de este momento, principalmente ubicados en Bogotá, Medellín y la zona ribereña que circunda a Girardot, mantienen relaciones de colaboración con los partidos opositores (liberales, republicanos) e incluso con grupos conservadores y un discurso salpicado de concepciones liberales radicales y referencias al cristianismo.

    2. El socialismo de la segunda etapa, comprendida entre mayo del 24 y el ascenso al poder de Olaya Herrera, aunque, como es natural, conserva muchas características del período precedente, realiza arduos esfuerzos por constituirse como una expresión singular de la política colombiana. El socialismo constituye núcleos importantes en muchos más lugares del país, se empeña en subvertir los métodos de hacer política considerados válidos, en construir un discurso propiamente revolucionario, en organizarse como un partido centralizado, en tejer vínculos con organizaciones políticas afines fuera del país.

    El hecho de que esos esfuerzos no hayan sido alcanzados plenamente no resta importancia al aporte socialista a la transición hacia la república liberal ni a la construcción de formas políticas organizativas radicales ni, a partir de esos dos hechos, a la transformación, en un sentido modernizante, de la sociedad colombiana. Modernizante en cuanto permitió la expresión política de vastos sectores sociales, impulsó la organización gremial de los trabajadores bajo parámetros institucionales, ya no bajo criterios paternalistas, y por lo tanto ayudó a la incorporación de grandes grupos de los sectores populares al sistema político, rasgo fundamental del ejercicio del liberalismo en la etapa siguiente.

    En función de ese aporte a la modernización del país y de constituir el punto de origen de las corrientes políticas radicales posteriores, el socialismo de ese periodo, especialmente el Partido Socialista Revolucionario (1926-1930) ha sido motivo de interés para la investigación social. El periodo mismo del ocaso de la hegemonía conservadora ha resultado atractivo en cuanto preludio y explicación de la República Liberal y etapa germinal de la modernización económica del país mediante la expansión de la infraestructura vial y la industria, la consolidación de la caficultura de exportación y el incremento de las obras públicas.

    Sin embargo, a pesar del interés que suscita el periodo, los trabajos de investigación sobre los aspectos políticos de él son escasos. Y los estudios sobre los partidos políticos aún más, como lo postularé más adelante.

    La investigación sobre los partidos políticos es importante, a pesar de los cuestionamientos que se les puedan hacer en la forma como funcionan actualmente. Sin partidos políticos es inconcebible una democracia, pues ¿existen acaso formas más legítimas de entrelazar la sociedad civil con el Estado, de representar los intereses de los grupos sociales?

    Más específicamente, estudiar los grupos socialistas constituye un punto de partida importante para comprender la imagen que de sí misma ha ido construyendo esta corriente política y quizás pueda ayudar a un dialogo académico con los grupos radicales de la actualidad, que se reconocen en la larga tradición socialista.

    En Colombia tenemos la influencia muy cercana de Cuba con su Presidente FIDEL CASTRO, quien se ha mantenido pese a los continuados embargos de Estados Unidos, al educación y la salud gratuita para todos son sus bases de desarrollo, después de la muerte de Gaitán y la aparición del frente nacional y la dictadura de Rojas Pinilla, aparecieron muchos lideres estudiantiles quienes empezaron hablar del socialismo para aplicarlo en Nuestro País , las diferentes guerras internas , los asesinatos y desapariciones a quienes piensan diferente no han dejado resurgir una libre expresión de estas ideas, además el socialismo fue una de als grandes luchas sociales que decidieron que nacieran algunos grupos guerrilleros como la FARC, quienes manifestaran en sus propuestas políticas el concepto de socialismo para ser aplicado a las políticas de la economía nacional y la propiedad privada en la lucha por las tierras, lo cual gano muchos adeptos en las centrales obreras y en la comunidad estudiantil pero después de los años 90 estas guerrillas desaparecieron toda idea política y se dedicaron a una guerra simplemente militar buscando solo la obtención del poder, logrando que partidos de izquierda con ideas socialistas perdieran lo que abonaron durante años.

    En estos últimos años se ha dado un resurgimiento no al socialismo ya que por la catastrófica caída de la URSS, se desvaneció en el mundo el pensamiento socialista, pero quedaron alguna ideas que los grupos de pensamiento d izquierda vienen pregonando y ha encontrado eco en el pueblo por la mala actuación de los grupos tradicionales, es por eso que vemos como nace un nuevo partido en Colombia con mucho apoyo , donde lo conforman el M-19, sindicalistas , estudiantes, indígenas y otros grupos independientes, donde han ganado alcaldías tan importantes como Bogota y se preparan para una futura aspiración presidencial.

    BIBLIOGRAFÍA

    • POSSO GONZALEZ, Camilo. Historia de Colombia. Santa Fe de Bogotá. Editorial El Cid. 1986
    • MOLINA, GERARDO. Las ideas socialistas en Colombia. Bogotá: Tercer Mundo, 1987

    RONAL GABRIEL MONDRAGÓN MORENO

    ESTUDIANTE DE DERECHO

    COLOMBIA