Desde su fundación, en 1946, UNICEF se dedica a proteger las vidas de los niños del mundo. UNICEF, que en sus inicios fue un organismo de socorro para la infancia de la Europa devastada por la guerra, se ha convertido hoyen un importante aliado en las actividades en pro del desarrollo, cuyo fin consiste en trabajar en pro de la niñez.Objetivos: tiene como objetivo crear las condiciones necesarias para que los niños y las niñas puedan vivir existencias felices, saludables y dignas. A fin de aumentar sus posibilidades de trabajar en todo el mundo en pro de la niñez, UNICEF colabora con los gobiernos, las comunidades y organizaciones de la sociedad civil locales, las familias y los propios niños y niñas.Actividades: Los programas del UNICEF tratan de asegurar que los niños reciban el mejor cuidado posible desde el nacimiento y desarrollen todo su potencial, e ingresen en la escuela gozando de buena salud y dispuestos a aprender y a pasar el período de la adolescencia sanos y salvos. UNICEF interviene en las situaciones de emergencia para contribuir a resolver las necesidades urgentes de los niños y las mujeres de las regiones del mundo asoladas por cualquier tipo de crisis. UNICEF lleva a cabo investigaciones y análisis de políticas y realiza evaluaciones de sus programas a fin de perfeccionar su trabajo en los diferentes países.
4. CONSTITUCON POLITICA
La Educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana. El estado reconoce y garantiza la libertad de enseñanza. Los padres de la familia tienen el deber de educar a sus hijos y el derecho de escoger los centros de educación y de participar en el proceso educativo.
De acuerdo al texto antes mencionado podemos deducir que dicha norma se divide en tres partes:
La primera de ellas se refiere a la finalidad de la educación, la cual indica que el desarrollo integral de la persona humana. Pero que entendemos por "desarrollo de la Persona Humana", pues bien al respecto diremos que va dirigido, como contenido principal, a los valores y las experiencias que la persona recibe a lo largo de su vida, de la misma manera, como contenido secundario (pero no por ello menos importante), influyen en dicho desarrollo, los acontecimientos que se suscitan en su entorno, su amor personal (el cual en realidad es considerado como contenido principal), el lenguaje como su forma de expresión, etc.
Aquí ya no nos encontramos en el ámbito privado de la persona sino más bien en el ámbito público, por cuanto va dirigido al papel que juega el Estado dentro de la enseñanza, afirmando por este motivo que debe promover la libertad de enseñanza, es decir el derecho de todos los hombre a educarse constantemente y el deber de muchos otros a brindar los conocimientos que posean.
Si bien la última parte de la norma no ocupa estrictamente el ámbito privado de la persona, podríamos decir que ocupa su entorno más cercano, como es la Familia. Es así que dentro de la educación la familia tiene el deber de educar a su hijos, por cuanto son su responsabilidad desde que se establecen en el seno familiar, así mismo tienen el derecho de escoger los centros de educación ya que el desarrollo personal de los hijos se ha de medir en función a la buena calidad de la enseñanza (lo cual también debe ser un objetivo del estado en lo referente a la educación estatal), también tienen el derecho de participar en el proceso educativo, para nosotros más que un derecho es un deber debido a que los padres deben ser ejemplo a seguir de sus hijos.
5. MINEDU
Somos un país en crecimiento económico, rico en biodiversidad y diversidad cultural, habitado por gente tenaz, perseverante y creativa. Tenemos el potencial humano necesario para afrontar sus desafíos históricos y lograr un desarrollo sostenible redistribuyendo equitativamente la riqueza, fortalecer la democracia y el ejercicio pleno de la ciudadanía, superando exclusiones y desigualdades, así como para construir un Estado eficiente y transparente al servicio de todos.Para desarrollar este potencial necesitamos formar personas capaces de enfrentar las adversidades y retos en los diversos contextos de nuestro territorio y sobretodo en una sociedad del conocimiento en continuo cambio. Esta formación tiene que darse a lo largo de la vida, convirtiendo la etapa escolar en una oportunidad para desarrollar ese potencial a sus más altos niveles.
El Ministerio de Educación trabaja para que el sistema escolar se oriente en esa dirección, colocando los aprendizajes al centro de su preocupación, dotando a las escuelas de material educativo de calidad, pertinente a la diversidad cultural y lingüística, involucrando a los padres de familia como socios principales, priorizando las necesidades de las escuelas más pobres, y desarrollando en docentes y directores las competencias requeridas.
La nueva política curricular busca consolidar un camino, iniciado hace varias décadas, para dejar atrás una enseñanza memorística y repetitiva. Se propone avanzar al logro de ocho aprendizajes fundamentales, que exigen el desarrollo de la capacidad de pensar y actuar sobre distintos campos de la realidad. Todos ellos demandan competencias en el ámbito del desarrollo personal, la ciudadanía, la comunicación, la matemática, las ciencias, el arte y el emprendimiento, así como por el desarrollo y el cuidado del cuerpo.
Aquí encontrarán todo lo relacionado a qué y cómo necesitan aprender hoy los estudiantes a cada edad, con qué enfoques de enseñanza, con qué materiales educativos, en qué contextos y cómo se atienden sus particularidades.
El Ministerio de Educación asume como política priorizada que los docentes se formen y desempeñen en base a criterios concertados en el marco de una carrera pública renovada. En ese contexto, la Política Integral de Desarrollo Docente tiene el objetivo de promover la innovación y el desarrollo del conocimiento pedagógico, así como a generar el compromiso de los docentes con su propio desarrollo profesional.
De otro lado, después de la acción docente, el liderazgo pedagógico del directivo es indispensable para contribuir a los logros de aprendizaje puesto que su influencia es clave en la calidad de la práctica docente, las condiciones de trabajo y el funcionamiento de la escuela. En esta sección encontrarán información sobre la Carrera Pública Magisterial, formación y capacitación docente, las evaluaciones, reconocimiento, el marco de buen desempeño docente y directivo y mucho más.
II. ENFOQUES
1. ENFOQUE HUMANISTA EN LA EDUCACIÓN.
La educación tradicional es partidaria de la enseñanza directa y rígida, predeterminada por un currículo inflexible y centrado en el profesor
En contraste, la educación humanista se define como de tipo indirecto, pues en ella el docente permite que los alumnos aprendan mientras impulsa y promueve todas las exploraciones, experiencias y proyectos que éstos preferentemente inicien o decidan emprender a fin de conseguir aprendizajes vivenciales con sentido.
De acuerdo con el paradigma humanista, los alumnos son entes individuales, únicos, diferentes de los demás; personas con iniciativa, con necesidades personales de crecer, con potencialidad para desarrollar actividades y para solucionar problemas creativamente. En su concepción, los estudiantes no son seres que sólo participan cognitivamente sino personas con afectos, intereses y valores particulares, a quienes debe considerarse en su personalidad total.
Gobernar almas no es el propósito final del docente humanista, sino formar a los estudiantes en la toma de decisiones dentro de ámbitos donde prime el respeto a los derechos de la persona, y donde lo justo y lo injusto, como dogma, se cuestione.
Luego entonces, es posible señalar algunos de los rasgos que debe asumir el educador humanista:
a) Ha de ser un maestro interesado en el alumno como persona total.
b) Procura mantener una actitud receptiva hacia nuevas formas de enseñanza.
c) Fomenta en su entorno el espíritu cooperativo.
d) Es auténtico y genuino como persona, y así se muestra ante sus alumnos.
e) Intenta comprender a sus estudiantes poniéndose en el lugar de ellos (empatía) y actuando con mucha sensibilidad hacia sus percepciones y sentimientos.
f) Rechaza las posturas autoritarias y egocéntricas.
g) Pone a disposición de los alumnos sus conocimientos y experiencia, así como la certeza de que cuando ellos lo requieran podrán contar con él.
Para finalizar esta brevísima revisión, vale la pena tener presente a Carl Rogers. Como un estudioso entre quienes más han analizado el concepto de aprendizaje, Rogers afirma que el alumno promoverá su propio aprendizaje en cuanto éste llegue a ser significativo para él mismo. Esto sucede cuando en la experiencia se involucra a la persona como totalidad, cuando se incluyen sus procesos afectivos y cognitivos, y cuando, además, el aprendizaje tiene lugar en forma experimental.
En este sentido, reviste gran importancia que el alumno considere el tema a tratar como algo relevante para sus objetivos personales y que el aprendizaje se promueva con técnicas participativas, a través de las cuales el alumno tome decisiones, movilice sus propios recursos y se responsabilice de lo que va a aprender. Simultáneamente, la creación de un ambiente de respeto, comprensión y apoyo para los alumnos es de igual manera sobresaliente. Por último, Carl Rogers sugiere que el profesor abandone las recetas estereotipadas, y se decida a actuar de manera innovadora, con base en su personalidad, en su auténtico modo de ser.
2. ENFOQUE SOCIAL EN LA EDUCACIÓN
La noción de educación ha quedado totalmente sumida en el concepto de enseñanza, de educación escolarizada, parte del sistema educativo formal. Este ha ido asumiendo una serie de funciones sociales vinculadas a la situación de pobreza que padece América Latina, debilitándose las funciones propias, de enseñanza.Por otra parte, la familia como institución social, ha ido sufriendo una serie de problemas sociales y culturales, que ha ido afectando su funcionamiento y el cumplimiento de roles que tradicionalmente venía ejerciendo.Y por último, y completando el cuadro de análisis, los niveles de convivencia social que el mundo actual exige y propone, con todos los fenómenos de vulnerabilidad, violencia y confrontación, han ido diseñando un escenario social fragmentado, con tramos distantes y diferentes, lo que introduce problemas sociales y culturales, a los ya conocidos como económicos y políticos. Por todo lo anteriormente expuesto se hace necesario rescatar la función social de la educación, para que no quede atrapada entre las cuatro paredes de una escuela o centro de enseñanza, y se pueda pensar lo educativo de lo social, y lo social de lo educativo. Esto requiere un gran esfuerzo teórico y metodológico; que debería impactar en la formación de educadores, en cuyo contexto habría que ubicar la formación docente como la formación de los profesionales del sistema educativo formal, a la par que se piensa en la formación de los "otros" educadores, que actuarían en el marco de programas y proyectos, sujetos a la definición de nuevas políticas públicas que jerarquicen la vida social y cotidiana de las personas, de todas las condiciones sociales y económicas, para que puedan constituirse en ciudadanos de su época y de su espacio, como personas reflexivas, críticas, responsables y solidarias.
3. ENFOQUE POLÍTICO EN LA EDUCACIÓN
Las escuelas, universidades y demás instituciones educativas son organizaciones que no siempre han percibido de la misma manera. El cómo una persona entiende o comprende a una organización educativa depende en gran medida del ángulo desde la cual la enfoque.
El enfoque socio-crítico o paradigma político se trata de una perspectiva centrada en una lectura política de las organizaciones, en la cual, éstas se presentan a manera de alianzas, pactos, coaliciones, etc. entre distintos miembros o diferentes grupos que poseen unos intereses y ejercen su influencia para conseguir las metas consideradas más adecuadas.
La finalidad de este paradigma es profundizar en el análisis de la realidad para conocer por qué se presenta de una determinada manera. De esta forma, se busca poner de manifiesto las contradicciones que se producen en la organización, hacerlas aflorar, reconocerlas y llevar a cabo una intervención directa que comprometa el cambio con el objetivo de transformar la realidad existente.
Las organizaciones suelen concebirse como asociaciones de personas diversas y diferentes grupos de interés. Éstos no presentan uniformidad en sus planteamientos, sino que muestran diferencias manifiestas en sus formas de percibir la realidad, maneras de entender situaciones, aspiraciones, valores, deseos, intereses, expectativas, etc. En cuanto a la toma de decisiones vitales, la toma de posturas, el establecimiento de metas, entre otros aspectos que afectan a las organizaciones, surgen de una permanente dinámica de negociaciones, pactos, alianzas, etc. entre los integrantes de las agrupaciones.
Dentro del paradigma político se aprecia, además, una preocupación por los intereses que subyacen en la estructura profunda de las organizaciones, los cuales suelen conocerse como currículo oculto.
4. ENFOQUE CULTURAL EN LA EDUCACIÓN
Como parte del método, componente del Proceso Docente-Educativo el profesor tiene que buscar la vía para orientar los contenidos que imparte en la Sede Universitaria Municipal (SUM, SEDE) a fin de cumplir los objetivos. De esto se trata, lograr una conciencia clara de una conducta dirigida a un fin, con el interés y la atención en vil para el Desarrollo Cultural, con el énfasis en la Localidad, específicamente en y desde la Sede Universitaria Municipal (SUM), desde sus atributos, es decir, desde la síntesis que puede conciliar atributos de la cultura para evitar realizar un trabajo sobre un concepto abstracto, método que se propone con toda la ponderación que permita llevar a cabo un buen trabajo, para resolver acertadamente el problema planteado sobre el Desarrollo de la Cultura. Lo que no impide, dado el principio dialéctico, abarcar y considerar la cultura en su dimensión holística. Quizás esto implique no mencionar Desarrollo Cultural, si se observa la diferencia y coincidencia de ambos términos, este último en cuanto a generalidad y aquel a la especificidad para la conducta.
Los objetivos están planteados desde el programa docente educativo, la fortaleza de la voluntad. Es la trayectoria abierta para la misión de la institución que configura el reto más importante para la educación superior. Si el estudiante atento y el profesor interactivo usan un lenguaje al par de su actitud pedagógica con un Enfoque Cultural facilitan la percepción, las pautas de reconocimiento., entonces en la memoria de ambos queda la huella, pues se puso de manifiesto en el proceso de aprendizaje el Enfoque Cultural, como cuestión esencial, he aquí el cauce del análisis a efectuar. Equiparando, al par si se quiere, al enfoque cognitivo, enfoques ambos, que se articulan desde las dimensiones que se han esbozado y mejor aún determinadas en las acciones universitarias y además, contribuyen al modo de actuación del profesor.
Reconocer y aceptar como principio de conducta facilitadora para el Desarrollo de la Cultura la conciencia del Enfoque Cultural como opción al escoger la vía para el cumplimiento de los objetivos o como parte de esa vía, método., enriquece la experiencia de los integrantes de la comunidad universitaria, experiencia por su práctica.
5. ENFOQUE ADMINISTRATIVO
El plan de estudios del Programa de Administración Pública Territorial, modalidad a distancia, se encuentra estructurado en siete núcleos temáticos. Éstos, a su vez, se constituyen en los contenidos nucleares del plan de formación que, en la exposición didáctica del conocimiento, se acompañan de contenidos complementarios específicos.
Cada uno de los siete núcleos temáticos que componen el programa tiene una valoración relativa en número de créditos y, en consecuencia, varía también en el número de asignaturas que lo conjugan. El primer momento en cualquier proceso de formación ha de establecer las particularidades del programa, de ahí que sea necesario dar a conocer los núcleos temáticos con su respectiva valoración en número de créditos: Problemática pública, once (11) créditos; Problemática del estado y del poder, 23 créditos; Organizaciones públicas, 24 créditos; Espacio- tiempo y territorio, 22 créditos; Gestión del desarrollo, 16 créditos; Economía de lo público, 18 créditos; y Formación general, 21 créditos. De igual manera, se debe reconocer que el plan de estudios se cimienta en el principio de la problematización. En otras palabras, la formación en Administración
Pública Territorial parte del hecho de que la disciplina se encuentra en constante cambio teórico y práctico; lo cual genera, a su vez, problemas multifacéticos que implican la formación de profesionales con capacidad de comprender, explicar y resolver los distintos textos y contextos que conforman la administración pública.
III. EDUCACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
La educación es una relación social presente en todas las actividades de la vida colectiva de las personas. Su importancia ha sido privilegiada por las sociedades a lo largo de la historia de la humanidad y hoy adquiere significación sin precedentes, al caracterizarse la sociedad como del conocimiento y la información, rasgo que destaca la importancia contemporánea de la educación en el devenir cotidiano de personas, organizaciones y sociedades.
En las organizaciones, la educación también ha adquirido importancia vital, quizás porque se aprecia como una forma para erradicar, en definitiva, los procesos mecanicistas que aún perduran en las prácticas administrativas taylorianas. La instrucción permanente en las organizaciones hace posible la renovación y actualización profesional y laboral, para la mejor y más adecuada atención de las y los usuarios de los servicios que se ofrecen.
La educación fuente para el desarrollo humano
La humanidad ha ido evolucionando y conociendo cada vez más profundamente la naturaleza de los fenómenos de la realidad físico natural y social; conocimiento que, en parte, ha contribuido al progreso de la humanidad.
Ese proceso, vinculado con el desarrollo de las sociedades y las potencialidades individuales, ha sido un largo y tortuoso camino, en el cual muchos pueblos y personas han quedado al margen del progreso, alcanzado por pocas sociedades en el mundo.
La educación ha sido, y es una expresión de la exclusión y marginación del desarrollo de personas y sociedades. En un contexto de elevada ponderación de la racionalidad, sin duda, se convierte en un proceso privilegiado y en un medio para obtener mejores niveles de vida.
Las sociedades más avanzadas poseen niveles de educación elevados y, en un contexto de escasez de empleo, las personas de mejor calificación académica lo obtienen y gozan de mejores ingresos.
No se afirma que la educación sea el artífice de los procesos de diferenciación entre las sociedades; tan sólo se enuncia que el progreso, el desarrollo y la calidad de vida de las personas se encuentran directamente asociados con la educación.
La desigualdad e inequidad en las sociedades contemporáneas, no tienen por causa la educación, pues las relaciones de poder político y económico, constituyen las fuentes de la heterogeneidad social.
Sin embargo, sería necesario evidenciar que los sectores privilegiados y dominantes de las sociedades son los segmentos sociales con mayor educación o, dicho en otros términos, la educación ha fortalecido y consolidado las diferencias entre clases y estratos sociales.
Del mismo modo, demostrar la creciente pobreza en el mundo, y particularmente en Costa Rica, está relacionada con niveles de calificación académica entre las personas pobres.
La extensión de la educación o su democratización ha sido, desde tiempos remotos hasta el presente, una aspiración asociada con el progreso de la humanidad, las sociedades y las personas. El acceso a la educación, es decir, la oportunidad y posibilidad real de lograr la educación, en razón de las aspiraciones y necesidades de las poblaciones, ha sido y es una revolución social. Quizás por este motivo, todas las dictaduras del mundo tienen también la educación ciudadana como enemiga.
Contemporáneamente, las opciones esenciales de educación son infinitas y han cambiado con el tiempo. Podría afirmarse que, en la calificación de los niveles de desarrollo, son tres las opciones fundamentales para las personas: una larga vida saludable, adquirir conocimiento y acceder a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida decoroso.
Esto es, la educación como el instrumento que posibilita obtener conocimientos y saberes, la instrucción es inherente a la calidad de vida de individuos y sociedades, como también la salud pública o ciudadana para todas las personas iguales social, política y jurídicamente.
La educación consiste en lograr que la humanidad pueda dirigir y estructurar su propio desarrollo, así como que cada individuo se responsabilice de su para contribuir al progreso de su sociedad, con la participación solidaria de sus miembros.
"En Dakar, Senegal (1993), se refieren a la educación no solo como agente económico sino al desarrollo del ser humano. Es decir, a la concepción más amplia de una educación a lo largo de toda la vida, concebida como la condición de desarrollo armonioso y continuo de la persona" (Delors, 1997: 84).
La idea de educación que se desarrolla a lo largo de toda la vida es un proceso continuo que acompaña y atraviesa la vida de las personas en sociedad, que se desarrolla en distintos ámbitos y relaciones sociales, más allá de las instituciones escolares y académicas, específica mente dedicadas a la enseñanza.
Para desarrollar una sociedad en la que cada persona pueda aprender y aprenda a lo largo de la vida, la educación debe contribuir a comprender el mundo y a los demás, para comprenderse mejor así mismo. Debe brindar a cada persona, los medios para una ciudadanía consciente y activa, que permita el desarrollo social del ser humano.
Para cumplir la educación con su objetivo, el desarrollo del ser humano en su dimensión social, debe estructurarse en sus cuatro pilares de conocimiento: "… aprender a saber, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir" (Delors, 1999: 102).
Tal consideración le permitirá adquirir los medios para conocer, para poder hacer el entorno e influir sobre él y, a la vez, participar y cooperar con los demás, para poder ser.
La educación sirve de base para el desarrollo humano cuando, sin más, mejora sus conocimientos y el sistema de valores, pues forma una alianza íntima que le da su integridad. El desarrollo humano es mucho más que el simple aumento o disminución del ingreso personal y nacional; significa crear un medio ambiente en el que las personas puedan hacer realidad sus posibilidades plenamente, y vivir en forma productiva y creadora, conforme a sus intereses y necesidades.
"El desarrollo consiste en la ampliación de las opciones que los pueblos tienen para vivir de acuerdo con sus valores". (Torres, 2003: 42). Sin embargo, para el enriquecimiento de estas opciones, es básico el desarrollo de la capacidad intelectual, es decir, las múltiples cosas que las personas pueden hacer o ser en la vida, si tienen mejores oportunidades de educación. El desarrollo humano es un proceso conducente a la ampliación de las opciones para las personas. Éstas pueden ser infinitas para poder adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos, si no se dispone de oportunidades accesibles, el desarrollo humano termina ahí.
Ningún concepto de educación es verdader6"si no se asienta sobre la imagen de la persona que se quiere o se debe formar, si no hunde sus raíces en la vida cultural. La educación verdadera no concibe fragmentos de la persona, de espíritu ni de cultura, sino seres integrados, unidad del saber y cultura orgánica. Es una formación esencial del individuo, provocada por influencias culturales, que lo capacita para valiosos rendimientos y lo sensibiliza para valores culturales, porque le permite a la persona realizarse en doble sentido: personal y social'.
La educación es un desarrollo planeado e intelectual como dijo Dewey, es un crecimiento. El desarrollo es un proceso dinámico, que sólo puede efectuarse en un clima de creatividad y originalidad.
Es una necesidad cultural; pero también, la capacidad de aprendizaje está condicionada por la cultura donde está inserto quien aprende.
La educación debe comprender formación general, básica y especializada, en donde la justificación de su quehacer sea la persona humana. La educación permanente no debe circunscribirse a los años de estudio; se requiere establecer toda una filosofía educativa y no una simple metodología. En la era del conocimiento, habrá de sustentarse en valores como flexibilidad, creatividad, autonomía, adaptación al cambio, estudio permanente y trabajo corporativo. Por lo tanto, el éxito no depende solo de un factor meramente educativo sino de una cultura distinta de los mismos actores.
La educación como fuerza social transformadora
La actualización y renovación del conocimiento han conducido a designar, al presente, como la sociedad del conocimiento, y así es estudiada y valorada por la UNESCO, por las obras de Bernardo Kliksberg, Amartya Sen, Manuel Castells, Joseph Stiglitz, entre otros estudiosos contemporáneos:
"… la forma de construcción del conocimiento es un factor que hace la diferencia entre los países en términos de posibilidades de desarrollo." (Demo, 1994: 10).
"El conocimiento se convierte en palanca esencial para el cambio". (Crozier 1992: 99).
"… hay formación, si está en el movimiento del tiempo" (Montovani, 1964: 51).
Los procesos de transformación en las sociedades, organizaciones o personas han sido valorados como producto de circunstancias materiales y como obra de líderes. Muchos fracasos en los procesos de cambio, operados en múltiples sociedades y organizaciones, se nutren de visiones que estiman al ser humano y sus obras colectivas como objetos de actuaciones de otros o de cosas y circunstancias.
Ignorar la capacidad cognoscitiva de las personas, así como subestimar su voluntad colectiva han sido errores graves en los procesos de transformación.
El ser humano es un ser consciente, con capacidad de pensamiento para imaginarse y comprometerse con propósitos que orientan su acción colectiva.
La racionalidad, el convencimiento y la construcción compartida de un destino común han sido una fuerza que ha construido y desarrollado naciones.
"El conocimiento es información que cambia algo o a alguien, sea convirtiéndose en base para la acción o bien haciendo a un individuo (o a una institución) capaz de una acción diferente y más efectiva." (Drucker, 1989: 362).
La educación es el medio por el cual es posible la comunicación y conservación de la cultura de los pueblos, así como la transmisión y recreación de los conocimientos científicos. Excluir los conocimientos científicos a clases y segmentos sociales o laborales es eliminar la posibilidad de la participación y contribución de la acción colectiva.
Segregarla de la educación es una opción política tiránica autosuficiente, que impone y obliga a los actores sociales a ejecutar procesos que no le pertenecen, lo cual condiciona la inexistencia de compromiso para el cumplimiento de las finalidades del poder.
Hoy, suele escucharse que las poblaciones y organizaciones son resistentes al cambio, que se oponen a la transformación de las culturas organizacionales. Este discurso, revela una visión desde el poder, que concibe a las personas como objetos, como seres sin historia, cultura, pensamiento ni voluntad. En una frase, es una concepción digna del esclavismo, el oscurantismo feudal y las formas más salvajes del capitalismo.
La educación, como relación social y derecho humano, ha permitido democratizar el conocimiento y transformar las sociedades, no por intereses individuales, sino como construcción colectiva, no arbitraria, en razón de los patrones culturales e históricos. Los cambios sin historia, cultura, voluntad o sin el convencimiento social, son efímeros, sin posibilidad para desarrollar nuevos proyectos.
Educarse representa, para el ser humano, la construcción perenne de conocimientos y aptitudes, así como de su facultad de juicio y acción. El incremento del saber estimula el sentido crítico, permite comprender el entorno y descifrar la realidad, por lo cual puede acceder al razonamiento científico.
No obstante, el conocimiento es múltiple e infinitamente evolutivo, resulta imposible conocerlo todo, pero la educación es la herramienta que posibilita el proceso de adquisición del conocimiento y se entrelaza con la experiencia.
A pesar de la brecha entre naciones, la educación se desarrolla como el medio de acceso al conocimiento científico, y su aplicación, en la dinámica de la globalización, habilita a los individuos para expandir sus posibilidades de desarrollo y progreso.
La educación constituye el mecanismo por el cual es posible conocer aquello que la experiencia personal o imaginativa no ha podido investigar, procesar ni pensar por cuenta propia. La integración mundial (los procesos de integración de los mercados, las sociedades, culturas…), requiere más que nunca, la construcción de un proyecto común, no igualitario, sino respetuoso de las diferencias, y solidario. La educación para la toma de conciencia, como la pensaba y practicaba Pablo Freire es, cada vez, una necesidad urgente en la aldea global.
Con la educación se crean las bases para la comprensión de la realidad y la propia transformación; constituye el vector por el cual se desarrolla la investigación, en donde la ciencia se define no solo por el núcleo de conocimientos verdaderos o probables, sino como un conjunto de supuestos y problemas que pueden entrar en contradicción, y serán aceptados o rechazados en el transcurso de una investigación. Según Bunge:
"… la ciencia es un sistema de ideas establecidas provisionalmente (conocimiento científico) y una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica) (1980: 9)".
El aporte de la educación, en un mundo que exige mayores recursos cognoscitivos, adquirirá cada vez más importancia que los recursos materiales; por lo tanto, las competencias profesionales tendrán mayor responsabilidad en los países en desarrollo y la investigación será esencial como medio para transmitir el conocimiento en Enfermería.
IV. PRINCIPIOS HUMANOS EN LA EDUCACIÒN
El principio de integralidad
Debemos tener en cuenta y recordar siempre a los alumnos y alumnas, que los derechos humanos son un todo integrado e indivisible. Ellos han surgido históricamente de las luchas que muchas personas, como usted y como yo, han sostenido en favor de los otros y las otras, en el proceso de desarrollo de personas y naciones y de la interacción entre ellas y grupos en permanente cambio. En este sentido, el nivel de interés o desinterés por la educación en derechos humanos depende en gran parte de las vivencias que se dan en la familia, la escuela o la sociedad en general.
Si tomamos en cuenta el sistema educativo escolarizado, pueden utilizarse simultáneamente dos caminos para llevar a los alumnos y alumnas al conocimiento y valoración de los derechos humanos:
Asignándole a este estudio un espacio educativo específico, buscando que los profesores y profesoras sepan aprovechar todas las circunstancias de interacción de cada estudiante con su grupo escolar, su familia o la sociedad, así como con el ambiente natural. Esta es, fundamentalmente, la forma más provechosa.
A pesar de la integralidad de los derechos humanos, pensamos que su aprendizaje puede darse de manera transversal en muchas asignaturas del currículo educativo, basándose siempre en actividades con resultados valorativos.
El principio de participación
La participación es fundamental para la comprensión, aprendizaje y aplicación de los derechos humanos. En las relaciones humanas que correspondan al ámbito escolar, el diálogo abierto debe ser el instrumento por excelencia en todo trabajo o actividad referida a los derechos humanos en la escuela. Esto quiere decir igualmente que la comunicación debe ser fluida, permanente y sin imposiciones entre el profesorado y el alumnado, y debe tener como fin el cultivo, mediante actividades y hábitos, de valores como la libertad, la solidaridad, el respeto a la persona humana, la responsabilidad, la honradez, la tolerancia, etc.
Siguiendo con este principio de participación, una manera de propiciar la puesta en práctica de los derechos humanos es orientar al alumnado para que se organice en grupos especiales que los represente, tipo club escolar, municipalidad escolar o gobierno estudiantil y que participen en la formulación de sus propios reglamentos. En estas pequeñas agrupaciones creadas, se propiciará el tratamiento y análisis de temas vinculados con los derechos humanos.
Para esto los alumnos y alumnas observarán, analizarán e interpretarán hechos de la vida diaria, sus connotaciones valorativas referidas a los derechos humanos y, por último, presentarán alternativas de solución.
Los resultados de estas reuniones podrán darse a conocer por medio de un periódico mural o de algún boletín de información que el club, con el apoyo de las autoridades del centro educativo, pueda editar de manera muy simple. Esto redundará en la difusión y defensa de los derechos humanos entre los profesores y profesoras, autoridades y alumnado del colegio respectivo.
3. EL principio de la conciencia crítica
Para comprender las realidades, tanto personales como sociales, es necesario un proceso que implica el desarrollo de la libertad personal y el despertar de la libertad de conciencia de la persona frente al mundo; pero este despertar y la comprensión de la realidad del sujeto y de su grupo no puede hacerse sin la ayuda de la razón crítica. Esta es importante en los procesos de análisis e interpretación de hechos relacionados con los derechos humanos. Sin este elemento de criticidad, el nivel de conciencia y comprensión de los problemas se mantendría en un plano superficial intuitivo, sin capacidad de penetrar en la trama de causas.
Así, gracias al razonamiento teórico-práctico de orden normativo, la conciencia es capaz de superar la aprehensión simplista de las cosas y comprender mejor la realidad.
Esto es importante, desde un punto de vista valorativo, porque una opción racional y critica para tratar lo referente a los derechos humanos, motiva al sujeto para comprometerse en beneficio de el mismo, de su grupo social o de su nación, pero haciéndolo en función de la realidad y no de estereotipos, prejuicios o temores.
Este compromiso, además, no es sólo mental o racional. Es también existencial, en el sentido que implica una intervención práctica del sujeto, cuyo modo de existencia es "vivir con los otros" en un mundo concreto, pero también con abstracciones como el barrio, la sociedad, la nación y el estado que se expresan en un orden jurídico. Pensando en términos educativos, una participación racional y crítica por parte de profesorado y alumnado en el análisis y discusión de temas referidos a los derechos humanos, exige la libre acción entre educando o educanda y educador o educadora, el diálogo de las personas y la estimulación permanente de la creatividad del sujeto. Significa, también, que no se pueden admitir los esquemas verticales, los mecanismos de simple transferencia de contenidos completamente elaborados y sin apertura intelectual.
V. VALORES HUMANOS EN LA EDUCACIÓN
"Los valores son principios o convicciones que otorgan direccionalidad a la vida de las personas y a la actividad humana, posibilitando la realización plena, de acuerdo con un contexto social y cultural determinado. Los valores constituyen un marco de referencia para juzgar el comportamiento individual y grupal, y se evidencian a través de las actitudes que demuestran las personas en los diferentes actos de su vida" (Diseño Curricular Básico. Documento de Estudio. Ministerio de Educación. DINESST, Lima, 2003).
Esto es, en síntesis, la gran virtud, importancia y trascendencia de los valores, que bien vale la pena tratar en profundidad y, aplicarlos en la vida diaria, en todo lugar, tiempo y circunstancia.
2. Posiciones frente a los valores
En el reconocimiento de los valores se ha suscitado el problema de su fundamento. La discusión se ha centrado en 2 posiciones antagónicas:
El relativismo: que sostiene que los valores dependen del sujeto que valora.
El absolutismo, que afirma la independencia de los valores respecto a la preferencia de quien los valora.
Hoy se considera que los valores no pueden estar sometidos a la arbitrariedad subjetiva, aunque los valores carecen de sentido si no están referidos a un sujeto que los estima. Usualmente, se considera que la conducta portadora del valor, es la que va acompañada de presencia de ánimo y autocontrol frente a situaciones de peligro, desagrado, dolor, etc.
3. Características de los valores.
Los valores son ideales inmanentes al ser humano. Son algo grande encontrado en un gesto, un color o una vida.
Son verdades permanentes.
Son apropiables y transferibles.
Son fines en sí mismos y medios, a la vez.
Son atractivos por sí, se les busca, son anhelados.
Presentan una jerarquía que es diferente para cada persona y/o grupo social.
Son subordinables, es decir pueden subordinarse unos a otros.
Son concretables, es decir, son susceptibles de ser puestos en práctica en términos de hábitos y actitudes, que son demostraciones tangibles de los valores.
Tienen potencialidad transformadora.
Tienden a la universalidad.
4. Los valores son:
4.1. La moral.
Conjunto de reglas, normas de convivencia y de conducta humana que determinan las obligaciones de las personas en sus relaciones entre sí y con la sociedad. La moral se manifiesta en los medios y obras del hombre, a través de acciones que se consideran válidas en cuanto se ajustan al ideal de lo que es bueno. A veces, el término se utiliza con un adjetivo especificativo: moral social, moral profesional, etc.; haciendo entonces referencia al conjunto de reglas de conducta concerniente a un dominio particular. También se habla de moral en el sentido de normas recibidas de un grupo particular: moral cristiana, burguesa, etc.
MORALISMO. Doctrina o actitud práctica tendiente a hacer de la moral un absoluto suficiente en sí mismo: moral estrecha y servil.
MORALIZAR. Hacer consideraciones morales, con la pretensión de reformar las malas costumbres y enseñar las buenas. En suma, la Moral es la ciencia que trata de la Bondad o Malicia de las acciones humanas.
a. La Persona Moral:
Sólo a los hombres, a partir de cierta etapa de su desarrollo y cuando son normales se les considera cabalmente personas y sólo a ellos se les juzga moralmente, de ello se deduce que el concepto de persona está íntimamente vinculado a la moralidad. El concepto de persona se revela de este modo como un concepto central de ética.
b. Características de la Persona Moral:
1ª Conciencia, constituye un centro organizador de las vivencias y los actos de conciencia de sí.
2ª Conocimiento de lo bueno y lo malo, de lo justo y lo inicuo, del deber y la culpa.
3ª Libertad, decisión y ejecución propia de las acciones, el dominio sobre las facultades y el cuerpo físico propios, la independencia de la conducta; en una palabra, la libre disposición del ser. La persona moral es el ser consciente de sí y de los principios a que está sometida su conciencia, capaz de decidir y ejecutar por su libre voluntad las acciones que configuran su existencia.
c. La acción de la persona:
Es la acción moral, es decir, es la serie de actos realizados voluntariamente por un ser personal que es consciente del valor de dichos actos. En la acción moral, el sujeto sabe qué hace y cómo lo hace (conciencia del acto, conocimiento de los fines y los medios), qué debe hacer y evitar (conciencia de lo bueno y lo malo) quién lo hace, quién es el autor del acto (conciencia de sí mismo como agente libre).
4.2. La ética.
Según ANDER-EGG, 19974, "es la disciplina o parte de la filosofía práctica que determina la manera habitual de proceder bien. Al fijar las normas que deben regir la conducta del hombre en todos los momentos y circunstancias, la ética se erige en el fundamento de la vida social. Existe una ética individual, que determina los deberes del hombre consigo mismo; y una ética social, que señala sus obligaciones respecto al prójimo. La ética social, a su vez, se subdivide en ética familiar, ética profesional y ética política. La ética se puede enfocar desde dos puntos de vista: a) la que se refiere a las costumbres, a los hábitos y b) la ética asumida como carácter, modo de ser, comportamiento, estilo de vida; entendida no como componente bio-psicológico, sino como la que se va estructurando, madurando y perfeccionando con el transcurrir de la propia vida.
En el renacer apremiante que se da actualmente al valor y a la necesidad de la ética, sobre todo ante la presencia de procesos de corrupción, especulación y mentira en el quehacer sociopolítico, se reivindica y se prioriza el sentido de ethos personal y colectivo, en relación con lo que se distingue y caracteriza en los actos y en los hechos a una persona o una sociedad de otra. La ciencia de la ética trata entonces de la conducta humana desde la perspectiva valorativa del bien y del mal, de lo correcto. Pretende orientar al ser humano hacia su auténtica realización conforme a un discurso racional (filosofía, principios, valores, escala de valores) procurando, asimismo, establecer las condiciones básicas para una convivencia humana que facilite la solidaridad y libertad de los seres humanos viviendo en sociedad. Es un discurso prescriptivo, no descriptivo, que orienta la conducta humana hacia su propia humanización (hacer al hombre más hombre) asumiendo lo humano, la humanidad, como tarea fundamental de realización."
Ética profesional: Disciplina que tiene por objeto el tratado de los valores, deberes y conductas inherentes a una profesión determinada. Sinónimo de "deontología".
Ethos cultural: Cultura de una comunidad en cuanto esta la posee no como conocimiento sino como vivencia, llegando a ser norma de vida y exigencia de conducta personal y común de los miembros de esa sociedad.
Ethos espiritual: Conjunto de concepciones de ideas centrales, que conciernen a la visión del mundo y de la vida humana, que determina una sensibilidad particular de los miembros de una sociedad, respecto a ciertos valores generales y fundamentales. Resumiendo, la ética, es una rama de la Filosofía que trata de la diferenciación entre lo que es bueno y lo que es malo, así como de las consecuencias morales de nuestros actos. Casi todos los sistemas filosóficos tienen un componente ético. En tal virtud, la ética es la disciplina filosófica, teoría, doctrina o estudios de la conducta moral del hombre. Es una dimensión de la vida humana que incide en lo personal y colectivo a través de las actitudes, formas de ser, comportamientos, maneras de relacionarse con otros, y en las perspectivas que se tienen en la vida.
Postulados básicos de la ética
Una cultura de procedimiento democrático.
La democracia verdadera incentiva la participación del mayor número posible de personas, no se debe marginar ni excluir a nadie.
Fundamentos y expresión de la ética.
La ética se manifiesta en:
La actividad política.
Las relaciones individuales y grupales.
Los comportamientos que aseguren la convivencia justa entre las personas.
La ética tiene un carácter universal en cuanto sus pretensiones pueden ser universalizables a todo proceso de construcción humana.
La construcción de la humanidad se da en el centro de la dialéctica, entre expresiones de "vacío ético" y expresiones de ética social, civil y ciudadana.
Los valores morales, como lo señala Adela Cortina en "Ciudadanos del mundo", tienen un carácter objetivo en cuanto están presentes en los fenómenos humanos y sociales, pero sólo pueden ser explicitados a través de los procesos de interacción creativa del sujeto y de la creación de condiciones que hagan posible esta explicitación.
4.3. La virtud.
La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas. Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fé. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien. Las Virtudes Cardinales. Son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
La prudencia: Es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. Es una virtud preciosa y muy necesaria.
La justicia: Es una virtud por la que damos a cada uno lo suyo.
La fortaleza: Es la que da ánimos para no tener ningún peligro. Implica tanto resistir como combatir. La lucha por atacar el mal y defender el bien.
La templanza: Es la virtud por la que se refrenan los deseos desordenados de los placeres sensibles y se usan con moderación de los bienes temporales. Es decir, no es malo gozar, pero con moderación. Para llegar al autodominio se debe ser constante en reconocer lo logrado y lo que aún falta y saber rectificar y volver a empezar sin cansarse nunca.
4.4 Los derechos
FRANCISCO SUARES define así: "Derecho es la facultad moral que cada uno tiene respeto de las cosas que son suyas o de las cosas que le son debida." La dignidad es el concepto central de este nivel. En efecto, la dignidad es la posesión y reconocimiento de los derechos. Tener derechos es un valor universal por dos razones:
1ª Porque todo el mundo quiere tener derechos (así como tiene deberes).
2ª Porque lo faculta, lo protege y le da confianza para resolver problemas.
En este diagrama se puede visualizar la enorme y trascendente importancia de los valores de la moral y la ética en el desarrollo de las naciones, especialmente en este mundo globalizado.
VII. LAS NECESIDADES
La formación de las necesidades y de los valores
Existen determinantes innatos de todas las necesidades humanas, sobre todo de las necesidades psicobiológicas (hambre, sed, sueño, etc.). Pero a su vez, otras son adquiridas, productos del aprendizaje en el medio social, en primer lugar las necesidades superiores, espirituales, morales. REEVE6 expresa que la conducta intrínsecamente motivada es aquella que se realiza únicamente por el interés y placer de realizarla. Las personas extrínsecamente motivadas, actúan para conseguir motivadores extrínsecos tales como dinero, elogios o reconocimiento social. Las personas intrínsecamente motivadas, realizan actividades por el puro placer de hacerlas. El carácter de estímulo extrínseco o intrínseco depende de las necesidades que se quieren formar. En la formación de las necesidades y valores morales, los estímulos extrínsecos son los premios (materiales y morales) y los castigos (materiales y morales) que desde fuera influyen sobre el sujeto y lo impulsan directamente o lo obligan a cumplir con los deberes y normas morales. En este caso la satisfacción se obtiene fuera del cumplimiento con la norma moral y ésta es reforzada desde fuera. Los estímulos intrínsecos son aquellos que promueven la satisfacción en el propio cumplimiento moral. Así, el ejemplo del profesor, del padre o del dirigente y la comunicación profunda y positiva con ellos induce a imitar su conducta y obtener satisfacción en el cumplimiento con sus exigencias morales. Este es también el caso de aquel comportamiento moral que permite satisfacer en sí mismo las necesidades de actividad, creatividad y autorrealización. DIEGO GONZALEZ propone la siguiente fórmula hipotética para el desarrollo moral: Es necesario integrar, hacer coincidir y armonizar el empleo de los estímulos extrínsecos e intrínsecos para la formación moral de modo tal, que si bien en la fase inicial de la formación moral los estímulos extrínsecos son los más importantes y actuantes, el éxito en la formación de valores morales autónomos sólo se logrará si en una fase final los estímulos extrínsecos, sin dejar de existir, se eclipsan y los más importantes y actuantes pasan a ser los intrínsecos.
2. Clases de necesidades del ser humano.
Las necesidades del ser humano pueden ser clasificadas de acuerdo a su contenido en dos grupos: a. Necesidades sociales (que son las normas morales o exigencias que un determinado grupo o institución plantea al individuo y que éste hace suyas); y b. Necesidades individuales (que son aquellas que le señala su organismo, un psiquismo y personalidad individuales).
Por ejemplo, el deber de trabajar es una exigencia social, institucional, que el sujeto puede convertir en una necesidad social de su personalidad; la necesidad alimentaria o la de diversión parten del individuo mismo y no de su inserción a un grupo y por ello las clasificamos como individuales. Se comprende el carácter relativo pero importantísimo de esta diferencia entre las necesidades sociales y las individuales, pues el progreso humano supone el desarrollo creciente de las necesidades sociales, aunque en estrecha armonía con las individuales.
Las necesidades morales y sociales engendran los valores morales y sociales (humanismo, patriotismo, responsabilidad); las necesidades individuales engendran los valores individuales (el dinero, los bienes materiales, el prestigio, las diversiones, etc.) La tarea de la educación radica centralmente en la formación de valores morales, pero también debe ocuparse de la formación de los valores individuales, pues los primeros dependen de los segundos y viceversa.
Jerarquía de Necesidades Humanas de ABRAHAM MASLOW, estudió la motivación humana y jerarquizó en 5 niveles las necesidades que se daban en éstos, de la manera siguiente.
La representación en la figura proporciona, indicaciones generales sobre cómo y el porqué del comportamiento humano. La falta de motivación puede deberse en parte a una carencia de alimento, a timidez o miedo, a un sentimiento de rechazo o a una autoimagen pobre. Esto constituiría el principal obstáculo para sentir la necesidad de autorrealización. La satisfacción de una necesidad, genera la satisfacción de la siguiente, según lo establecido por esta escala de jerarquización. Si el Docente se propone cumplir con la satisfacción de necesidades antes mencionadas, estará seguro de obtener logros en el aprendizaje de sus alumnos y por consiguiente en su "crecimiento" como personas.
VI. DESARROLLO HUMANO Y SOCIEDAD EN LA EDUCACION
Breve historia y actualidad Actualmente, es cada vez más aceptado que, para la inserción exitosa del hombre en los cambios acelerados que se producen en todas las esferas de la vida humana, la educación se re significa en sus funciones sociales, convirtiéndose en una herramienta estratégica para la formación de la nueva ciudadanía del siglo XXI. ¿En qué retos globales, regionales y nacionales sitúa el nuevo contexto a la educación institucionalizada? ¿Qué ciudadanos deseamos y necesitamos para responder eficientemente a ellos? ¿Qué concepciones o modelos educativos pueden resultar pertinentes para su formación? Estas son algunas interrogantes que sitúan la vinculación educación-desarrollo como centro de análisis. Partiendo de lo apuntado por Urzúa, de Puelles y Torreblanca (1995), con respecto a la relación existente entre la educación y el desarrollo humano, el debate científico no se detiene, ya que existen diferentes explicaciones de esa relación que dependen de la concepción del desarrollo asumida. Venguer (1983) hace una revisión de las distintas explicaciones sobre esta relación:
1. El desarrollo es la maduración de las estructuras (biológicas) previas existentes y la educación se adapta al nivel de desarrollo ya alcanzado.
2. El desarrollo es el proceso de adaptación a las condiciones del medio y la educación, como uno de los elementos del medio, puede influir, aunque limitadamente al desarrollo ya alcanzado.
3. Educación y desarrollo son igualmente significativos y se producen paralelamente. El desarrollo es la enseñanza y adquisición de un repertorio de hábitos de conducta.
4. El desarrollo es un producto del proceso de apropiación de la experiencia social y siempre ocurre bajo la influencia de la educación, que va delante y conduce al desarrollo.
Alrededor de estas definiciones se han conformado, confrontado, sucedido y coexistido diferentes paradigmas educativos, representados en sistemas educativos que han legitimado una u otra visión en sus políticas educativas, sus estrategias curriculares, la preparación de sus docentes y alumnos, sus sistemas de trabajo metodológico, sus medios, entre otros aspectos. Según indica la experiencia histórica, durante siglos se ha enseñado con pobres conocimientos acerca de la intimidad de los procesos de aprendizaje. Los cerebros de los alumnos se han considerado tabula rasa sobre las cuales es posible escribir la experiencia de la humanidad. Este papel completamente pasivo asignado al aprendiz desde la perspectiva del paradigma educativo tradicional, se materializa en los denominados "modelos educativos exógenos" y se sustenta en una concepción reduccionista del desarrollo humano y sus determinantes. Afortunadamente, hacia finales del siglo XIX y consolidándose en las primeras décadas del siglo XX, se empieza a reconocer el carácter activo del sujeto en los procesos de aprendizaje, lo cual llega a ser instituido como uno de los pilares del nuevo paradigma educativo, junto a la transformación de las funciones del profesorado en el proceso educativo y los consecuentes cambios en el desarrollo del mismo.
Este avance se traduce en la práctica educativa en el "modelo educativo endógeno" y se soporta en concepciones más holísticas del desarrollo humano. Consecuentemente, a cada tipo de educación le corresponde una determinada concepción del desarrollo humano. Pero ¿qué modelo tiene mayor pertinencia para enfrentar los retos actuales que enfrenta la educación institucionalizada asumiendo que, como argumentara Tedesco (2003), el cambio más importante que abren las nuevas demandas de la educación es que ella deberá incorporar en forma sistemática la tarea de formación de la personalidad? Procurando respuesta para la problemática descrita se asume como objetivo de este trabajo valorar los modelos educativos existentes (exógenos y endógeno) atendiendo a su pertinencia en relación con los retos de la sociedad de la información y el conocimiento, las teorías psicopedagógicas que los fundamentan y sus impactos en la formación y desarrollo de la personalidad.
Modelos educativos y desarrollo humano. Retos y perspectivas
Modelos educativos y desarrollo humano. Miradas diversas Si bien existen muchas concepciones pedagógicas, Kaplún (2002) retoma y enriquece su agrupación en tres modelos fundamentales:
1º. Educación que pone el énfasis en los contenidos.
2º. Educación que pone el énfasis en los efectos.
3º. Educación que pone el énfasis en el proceso.
Al respecto argumenta que los dos primeros modelos se denominan exógenos porque están planteados desde fuera del destinatario, visualizándose al educando como objeto de la educación. Por su parte, el tercer modelo se designa endógeno, pues parte del destinatario, es decir, el educando es el sujeto de la educación.
Modelos exógenos. De la "educación bancaria" a la "educación manipuladora" El modelo que pone énfasis en los contenidos, al decir de Kaplún (2002), corresponde con la educación tradicional, que se basa en la transmisión de conocimientos y valores de una generación a otra, del profesor al alumno, de la élite "instruida" a las "masas ignorantes". Este modelo, como pedagogía tradicional, comienza a gestarse desde el siglo XVIII, pero alcanza el esplendor en el siglo XIX gracias a la práctica pedagógica y el desarrollo del liberalismo. Es de origen europeo y se identifica con la vieja educación escolástica y enciclopédica debido a que el maestro es el centro del proceso de enseñanza y la escuela la principal fuente de información para el educando, con poco margen para que el alumno elabore y trabaje mentalmente (Canfux, 2000). En la práctica:
La realidad se presenta como algo estático, detenido, fragmentando y completamente ajeno a la experiencia existencial de los alumnos.
Los objetivos se elaboran de forma descriptiva, declarativa y se dirigen más a la tarea del profesor que a las acciones que el alumno debe realizar.
El contenido de la enseñanza tiene carácter secuencial, consiste en grandes volúmenes de información, se transmite discursivamente como verdades acabadas, frecuentemente disociadas de la experiencia del alumno y de la realidad social.
Los métodos de enseñanza son esencialmente expositivos.
La evaluación del aprendizaje va dirigida al resultado y es esencialmente reproductiva. Se demanda la memorización de la información y no la elaboración personal de la misma.
Este modelo exige una alta directividad del profesor y restringe la independencia cognoscitiva de los estudiantes, lo cual no sólo muestra una comprensión reduccionista de la personalidad, sino que es contrario a las demandas que el nuevo escenario social les plantea a ambos. Por su parte, el modelo de educación que pone el énfasis en los efectos, también de carácter exógeno, se corresponde, como explicara Kaplún (2002), con la llamada "ingeniería del comportamiento", y consiste esencialmente en "moldear" la conducta de las personas con objetivos previamente establecidos. Este segundo modelo nace en los Estados Unidos en el siglo XX, durante la década de los años 40, asociado al entrenamiento militar, y en la década de los 60 llega a América Latina. Cuestiona el modelo tradicional señalando su carácter poco práctico, lento y caro, así como su ineficiencia para conservar lo "supuestamente aprendido". En su lugar propone condicionar al educando para que adopte las conductas y las ideas que planificadas previamente. Kaplún (2002) lo califica como "educación manipuladora". Su objetivo esencial es que el educando haga, aquello que un "planificador o programador" determina. Así, todos los pasos de la enseñanza vienen ya programados y todo se convierte en técnicas para el aprendizaje. En consecuencia, en este modelo, educar no es razonar, sino generar hábitos, que informan de una seudo participación de los educandos, ya que los contenidos y los objetivos están definidos y programados de antemano, por lo que el educando sólo participa ejecutándolos. Igualmente, no procura el pleno desarrollo autónomo de la personalidad del individuo, sino que investiga los mecanismos para moldear la conducta de las personas de acuerdo con los objetivos previamente establecidos. Es importante señalar que, a pesar de las aparentes diferencias, ambos modelos exógenos comparten la tercera explicación sintetizada por Venguer (1983), sustentándose en la psicología conductista, basada en el mecanismo de estímulos y recompensas. Aunque es bien reconocida la popularidad del conductismo dados su empeño en la cientificidad, su interés por la investigación educativa, con énfasis en el desarrollo de la tecnología educativa, sus propuestas de estrategias para lograr el orden, la disciplina y una secuencia programada de los actos educativos, así como la validación de sus técnicas relacionadas con la modificación de la conducta, debe quedar claro que su concepción del desarrollo humano es muy limitada. De hecho se ignora la verdadera esencia del desarrollo humano al reducirlo a un conjunto de respuestas aprendidas de un ambiente que provee las oportunidades para aprender, ignorando las peculiaridades propias de cada etapa o edad, así como la vida interna del sujeto. Consecuentemente, la extrema posición anti mentalista y ambientalista, así como la negación del sujeto regulador de la conducta y su papel activo y transformador, características del conductismo, explica la limitada pertinencia de los modelos educativos exógenos para la formación y desarrollo integral de la personalidad en un contexto complejo como el actual.
Modelo de educación que pone el énfasis en el proceso o "educación liberadora" Para Kaplún (2002), este modelo destaca la importancia del proceso de transformación de la persona y las comunidades. A diferencia de los anteriores, no se preocupa tanto por los contenidos que van a ser trasmitidos, ni por los efectos deseados en término de comportamiento, sino por la interacción dialéctica entre las personas y su realidad, el desarrollo de sus capacidades intelectuales y de su conciencia social. Este tercer modelo de educación centrado en la persona y ubicado en el proceso, corresponde con los postulados de la Escuela Nueva o Activa, iniciada a finales del siglo XIX y que alcanzan su desarrollo en las primeras décadas del siglo XX, orientados hacia una crítica de la escuela tradicional y autoritaria predominante en esta época.
Como tendencia pedagógica se desarrolla casi simultáneamente en diferentes países capitalistas (Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Suiza, Italia, Bélgica, Alemania, entre otros) y tiene una fuerte acogida en América Latina. Para Rodríguez y Sanz (2000) muchas de las ideas sustentadas en esta tendencia, no sólo tuvieron repercusión en diversos movimientos pedagógicos surgidos con posterioridad a ella, sino que mantienen su vigencia en la educación actual, incluida la superior. Ejemplo de ello es:
La creciente consideración de los métodos activos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La atención que se le ha prestado al enriquecimiento y desarrollo de los medios de enseñanza.
La búsqueda por una mayor vinculación entre la escuela, la naturaleza y la vida social.
La presencia de modelos curriculares que tienden a la globalización.
El reclamo por propuestas educativas donde se valorice al alumno como sujeto de su propio aprendizaje y se atienda también su formación moral y afectiva.
Indiscutiblemente, estos avances se apoyan en el tránsito hacia nuevas aproximaciones a la relación educación-desarrollo humano. Son consistentes con este modelo educativo endógeno, la primera, segunda y cuarta explicación ofrecida por Venguer (1983) al respecto.
El desarrollo como la maduración de las estructuras (biológicas) previas existentes y la educación adaptada al nivel de desarrollo ya alcanzado (primera explicación) es abordado desde diferentes posiciones teóricas. Una controvertida representación biologicista del desarrollo es aportada por el psicoanálisis, el cual se orienta al estudio del mundo afectivo, aspecto de trascendental importancia para la educación. Percibe al hombre como un sistema de energía psíquica como variante de la energía existente en la naturaleza y su esquema funciona mediante el mecanismo de homeostasis, tomado del mundo biológico, sin que constituya una organización propiamente psicológica, donde se aprecien cualidades distintivas de este nivel de organización. El psicoanálisis elabora una teoría acerca de la motivación inconsciente y muestra una concepción pesimista y fatalista de la naturaleza del hombre, el cual está dominado por impulsos sobre los que no tiene control. Niega el papel activo de la conciencia y define la personalidad mediante categorías (ello, yo, superyó), que reducen su potencial dinámico a las fuerzas inconscientes de base instintiva. No obstante, el reconocimiento del mundo afectivo del sujeto (motivaciones, conflictos, mecanismos de defensa, etc.) es de valor en el terreno educativo, donde son ampliamente difundidos los trabajos de sus seguidores. Es importante apuntar que, como tendencia, las teorías biogenéticas y maduracionales conciben y explican el desarrollo y aprendizaje como producto de la maduración, lo que les permite plantear resultados esperables con las etapas y edades, no considerando la influencia de la experiencia como un factor predominante en los diferentes desarrollos. En este caso, la educación se adapta al nivel de desarrollo "biológico" ya alcanzado. Siguiendo esta línea de pensamiento, pero insertada dentro del denominado "movimiento cognitivo", la epistemología genética de Piaget, si bien le confiere importancia al carácter activo del sujeto en la obtención de su conocimiento y reconoce el papel de los conocimientos previos del sujeto en toda nueva adquisición de los mismos, el proceso de interiorización como vía de este desarrollo y el papel biológico en el desarrollo psicológico; sobrevalora el intelectualismo de la comprensión de lo psicológico en el ser humano y se define el espontaneísmo del desarrollo psíquico, intelectual, en la construcción del conocimiento, es decir, argumenta que el desarrollo tiene su propio auto movimiento, es interno, individual, en la relación directa con los objetos, y el medio social actúa como fondo solamente.
En pocas palabras, aunque esta posición subvalora el rol de lo social en el desarrollo psíquico y por ende, no le confiere un papel esencial a la educación en el proceso de construcción del conocimiento y en el desarrollo intelectual humano, su teoría ha tenido una amplia repercusión en las concepciones pedagógicas modernas, ejemplo de lo cual es la pedagogía operatoria, en la que el maestro juega el rol de orientador o facilitador del aprendizaje. Asimismo, la psicología cognitiva norteamericana, aunque tiene diferentes propuestas, coincide al subrayar:
La importancia de las estructuras interiores en el aprendizaje, aunque desconoce y subestima el papel de factores externos.
Considera el aprendizaje como el resultado de re significar y darle sentido al mundo a partir de lo que ya se conoce y de la forma en que se presenta la nueva información.
El aprendiz es un ser activo, que busca información, reorganiza lo ya sabido para integrar lo nuevo, optando y decidiendo activamente.
En la formación de las representaciones y estructuras mentales no desarrolla la dimensión temporal.
Especial atención merece el constructivismo dado su condicionamiento histórico-social y su enfoque genético. También por su concepción del desarrollo no como una copia de la realidad sino como resultado de una construcción propia del sujeto que se produce día a día, en lo cognitivo y en lo afectivo, y que depende de las representaciones iniciales sobre la nueva información, de la actividad interna y/o externa desarrollada, del establecimiento de una interacción que favorezca las relaciones entre los esquemas que ya se tienen y lo nuevo (conflictos cognitivos, contradicción) y del establecimiento de relaciones significativas. Ya que son palabras claves del constructivismo: producción, sujeto activo, reestructuración, creación e interacción, se entenderán sus importantes implicaciones en el terreno de la práctica educativa y en la propia teoría pedagógica. Novedosas propuestas dentro del movimiento cognitivo tienen vigencia en la actualidad, siendo de obligada consulta las obras de Ausubel, Novak, y Hanesian (1991); Rogoff (1993); Olson y Bruner (1996); Pozo (1996); Coll (2001); Pérez Echeverría, Mateos,Pozo y Sheuer (2001); Díaz-Barriga y Hernández (2002); entre otros. Por otra parte, la segunda explicación de Venguer (1983), al decir de la cual, el desarrollo es un proceso de adaptación a las condiciones del medio y la educación uno de los elementos del medio, que puede influir aunque limitadamente al desarrollo ya alcanzado, resume los aportes del enfoque humanista. El mismo también absolutiza los mecanismos individuales como vía de solución de todos los problemas lo que resulta en una subvaloración de las regularidades del comportamiento social e institucional. Desde esta perspectiva, la función postrema de la educación es promover en las personas "la autorrealización", para que puedan vivir en un mundo en perpetuo cambio, donde lo más importante no es adquirir conocimientos sino aprender a aprender. La valoración de los aportes y limitaciones de las teorías y enfoques abordados, nos ilustran que el cambio fundamental del modelo endógeno respecto a los modelos exógenos, consiste no sólo en el paso del hombre "objeto de la enseñanza" a un hombre "sujeto del aprendizaje", sino en el paso de un hombre "encerrado" y orientado exclusivamente a la satisfacción de sus necesidades individuales a un hombre "abierto" a los demás y orientado a la mejora social, con niveles crecientes de autonomía y autorregulación. Esto, necesariamente, nos aproxima a la comprensión del desarrollo como un producto del proceso de apropiación de la experiencia social, que siempre ocurre bajo la influencia de la educación, que va delante y lo conduce (cuarta explicación de Venguer, 1983).
Así, desde el enfoque histórico-cultural se define el desarrollo como un proceso dialéctico complejo, que se caracteriza por una periodicidad múltiple, por una desproporción en el desarrollo de las distintas funciones, por las metamorfosis o transformación cualitativa de una formas en otras, por el complicado entrecruzamiento de los procesos de evolución e involución, por la entrelazada relación entre los factores internos y externos y por el intrincado proceso de superación de las dificultades y de la adaptación (Vigotsky, 1987). Como demuestra el Informe sobre Desarrollo Humano de Michoacán (2007:63)2 cobra sentido la concepción de la educación como proceso permanente a lo largo de toda la vida, en que el sujeto va descubriendo, elaborando, reinventando, haciendo suyo el conocimiento, tal y como apuntaran González Rey y Mitjáns (1996) y González Serra (2004). Claro que una educación que busca formar a las personas y llevarlas a transformar su realidad, significa que nadie se educa solo; sino que los hombres se educan entre sí mediatizados por los sistemas de actividad y comunicación en los que se insertan, asumiendo en el ámbito educativo, tanto el educando como el educador, estatus de co-protagonistas del proceso de enseñanza aprendizaje.
Escuelas del siglo XXI ¿Cuál puede ser un modelo educativo pertinente?
El sistema educativo dominante se asocia con una concepción de la enseñanza pensada para dar respuestas de las sociedades industriales del siglo XIX y XX. Aunque es reconocido que la sociedad del siglo XXI representa un escenario intelectual y social radicalmente diferente, conocido y valorado por autores como Guzmán, Larios y Chaparro (2010) como "sociedad de la información y el conocimiento", en nuestros días, no siempre la educación institucionalizada responde eficientemente al reto planteado en pos del desarrollo de procesos formativos dirigidos, en opinión de Area (1998) a que el alumnado:
Aprenda a aprender (o sea, adquiera las habilidades para el autoaprendizaje de modo permanente a lo largo de su vida).
Sepa enfrentarse a la información (buscar, seleccionar, elaborar y difundir aquella información necesaria y útil).
Se cualifique laboralmente para el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Tome conciencia de las implicaciones económicas, ideológicas, políticas y culturales de la tecnología en la sociedad.
En otras palabras, aprender a conocer, a hacer, a convivir y a ser, según el Informe Delors (1996), constituyen los pilares básicos del aprendizaje que los educandos están llamados a realizar, y que la educación debe potenciar. Ante estos retos De la Cruz y Pozo (2003), así como Freire (2010) reflexionan acerca de una nueva cultura educativa, la asociada al enseñar y aprender para la autonomía. Siendo conscientes de lo hasta aquí expuesto ¿Cuál debe ser el modelo educativo para las escuelas este siglo? La valoración realizada indica que el modelo endógeno es el de mayor pertinencia, debido a que, no sólo se basa en una concepción holística y pluridimensional del desarrollo humano, sino que permite la integración de una base teórico-metodológica ,histórico-culturalista, guía adecuada para el diseño de situaciones de enseñanza-aprendizaje desarrolladoras, en los distintos niveles del sistema educacional, atendiendo tanto a las demandas sociales, como a las peculiaridades del desarrollo psicológico en las distintas etapas y edades, y a la singularidad del sistema personalidad. Un grupo de presupuestos que caracterizan muy bien el alcance, cuantitativa y cualitativamente superior, de la relación educación-desarrollo así concebida, se resume a continuación:
1. La personalidad es un resultado del desarrollo humano, que tiene como premisas lo biológico y lo social. Partiendo de lo que se trae, lo que se adquiere y lo que se elabora, se hace de ella una realidad psíquica, personal y construida en el proceso de su formación y desarrollo.
2. El desarrollo de la personalidad ocurre según la dinámica de la ley genética general del desarrollo al decir de la cual en el proceso del desarrollo toda función psicológica se manifiesta dos veces: Primero a nivel interpsicológico, como la organización de la colaboración del educando con las personas y condiciones ambientales que lo rodean; luego a nivel intrapsicológico, como una capacidad interior de la actividad del proceso psicológico en el sentido estricto y exacto de esta palabra.
3. El desarrollo de la personalidad transita por períodos bastante bien diferenciados.
4. Cada etapa o período se caracteriza por una situación social del desarrollo, expresando la combinación especial de los procesos internos del desarrollo y de las condiciones externas, típica en cada etapa y condicionante de la dinámica del desarrollo psíquico durante el correspondiente período evolutivo, así como de las nuevas formaciones psicológicas, cualitativamente peculiares que surgen hacia el final de dicho período.
5. La educación tiene un papel rector en el desarrollo de la personalidad, que se concreta en la Zona Del Desarrollo Próximo, es decir, en la distancia que existe entre lo que el individuo es capaz de hacer por sí mismo de forma independiente y aquello que sólo puede hacer con la ayuda de otros.
Desde estas bases y resumiendo a Kaplún (2002), es posible identificar un pequeño grupo de bondades que establece de forma concreta la pertinencia del modelo educativo endógeno:
El eje no es el profesor, sino el grupo educando. El educador está ahí para estimular y facilitar el proceso de búsqueda, problematización y toma de decisiones.
Exalta los valores comunitarios, la solidaridad, la cooperación, tanto como la creatividad, el valor y la capacidad potencial de todo individuo.
Concibe la educación como un proceso permanente a lo largo de toda la vida y la importancia de aprender a aprender.
Se abre a la ambigüedad de la realidad y ante la pluralidad de opciones.
El empleo de recursos audiovisuales y tecnologías de la información se orienta a la problematización y estimulación de la discusión, el diálogo, la reflexión, la participación.
Favorece la toma de conciencia y valoración positiva del sí mismo en el educando.
Proclama una educación con un compromiso social: la libertad esencial que todo hombre tiene para realizarse plenamente como tal en su entrega libre a los demás hombres.
VII. INDICADORES DEL DESARROLLO
El indicador fue creado por el programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) con el fin de determinar el nivel de desarrollo que tiene los países del mundo. Fue ideado con el objetivo de conocer, no lo solo los ingresos económicos de las personas de un país, sino también para evaluar si el país aporta a sus ciudadanos un ambiente donde puedan desarrollar mejor o peor su proyecto y condiciones de vida. Para esto IDH tiene en cuenta tres variables:
1. Esperanza de vida al nacer: Analiza el promedio de edad de las personas fallecidas en un año.
2. Educación: Recoge el nivel de alfabetización adulta y el nivel de estudios alcanzados (primaria, secundaria, estudios superiores).
3. PIB per cápita (a paridad de poder adquisitivo):
Considera el producto interno bruto per cápita y evalúa el acceso a los recursos económicos necesarios para que las personas puedan tener un nivel de vida decente.
El índice IDH aporta valores entre 0-1. Siendo 0 la calificación más baja y 1 la más alta. En este sentido, la PNUD clasifica a los países en tres grandes grupos:
Países con alto desarrollo humano tienen un IDH mayor de 0.80.
Países con medio DH tienen un IDH entre 0.50 y 0.80.
Países con bajo DH tienen IDH menor de o.50.
VIII. LA EDUCACIÓN EN FINLANDIA
1. FINLANDIA Y PISA
Los resultados del primer estudio PISA, llevado a cabo en el 2000, fueron recibidos en Finlandia con satisfacción y sorpresa. Los finlandeses habían emprendido desde hace 30 años profundas reformas en su sistema educativo; pero no habían tenido aún la oportunidad de constatar los efectos positivos de un modo tan incuestionable y en el marco de un estudio comparativo tan extenso.
En la primera evaluación PISA, Finlandia logró el primer lugar en lectura entre los 43 países participantes (los 30 países de la OCDE y 13 países asociados); llegó al 4to lugar en matemática y al 3ro en ciencias. Manteniéndose entre los primeros países del mundo por la eficacia de su educación, Finlandia mejoró su posición en PISA 2003: entre los 41 países participantes, obtuvo el primer lugar en las tres materias evaluadas 2 en el 2000 y el segundo lugar en resolución de problemas, materia introducida en esta nueva evaluación.
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