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La escuela investigativa

Enviado por JAIRO GUERRA


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
Monografía destacada
  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Contexto y Territorialidad
  4. Aspectos Curriculares y Pedagógicos
  5. Investigar y Experimentar con Fundamentos
  6. Epistemología de la didáctica en ciencias
  7. La Escuela Investigativa
  8. El Problema De Los Estándares y la Formación de Docentes
  9. Introducción a la Educación Superior
  10. El papel de las Artes en la formación científica
  11. Anexos
  12. Conclusiones
  13. Bibliografía

Modelo educativo para el abordaje del conocimiento científico y tecnológico en la educación básica y media

edu.red

Resumen

Desarrollo argumentado de una propuesta metodológica en calidad de modelo educativo y pedagógico para el abordaje de la construcción autónoma del conocimiento científico y tecnológico en los sistemas nacionales de educación de los países subdesarrollados, aplicado a la formación básica y media.

PALABRAS CLAVES: Currículo, educación, método científico, Escuela investigativa, epistemología, pedagogía.

Introducción

El reto para conjurar el atraso y el subdesarrollo está en la educación, pero ante todo en el currículo y en la cohesión del sistema educativo con el currículo nacional. Es necesario entender el currículo, no como un plan de estudios o la política del sistema educativo de una nación, sino como el pilar fundamental sobre el cual decide erigirse una nación desde la comunidad hasta el estado y viceversa. Este currículo prevalece independiente del sistema político y de las variantes de gobierno, toda vez que está pensado y estructurado sobre la base simbólica de la cultura nacional y las aspiraciones del estado soberano.

Lo más cercano a la verdad en el posible mundo real de la humanidad son la ciencia y el arte, y estas dos disciplinas que se encuentran en la práctica de la tecnología se bifurcan en sus caminos o senderos epistémicos desde su génesis hasta su desarrollo o estado de arte. La ciencia investiga las verdades íntimas de la naturaleza a través de la elaboración de conceptos, leyes y teorías que den razón teorética y práctica del mecanismo de la naturaleza y el arte descubre los misterios de la verdad expresados en símbolos, signos y significados.

Nuestras sociedades tipificadas por el subdesarrollo aún no han podido romper las ataduras del atraso y la ausencia de disposición hacia el estudio, la investigación y la construcción autónoma de conocimiento. De alguna manera, no sólo la industrialización y los mercados hacen a un país desarrollado, en esencia es el conocimiento científico y su empleo tecnológico, es lo que hace que una nación ubique su autoestima en el concierto social y político del planeta a través de su sistema cultural y educativo.

La sumisión hace parte de la ignorancia y desde la pedagogía del oprimido hasta la pedagogía de la liberación se han venido realizando una cadena de procesos fallidos en nuestros sistemas educativos, procesos tendientes a impedir la construcción de un currículo autónomo y pertinente, y a la vez impedir la garantía de su continuidad histórica. Es habitual que cada intervalo de tiempo (promedio 10 años) se realice una variación significativa en las orientaciones y directrices de la política educativa, lo que ha dejado a los docentes y al mismo magisterio en una situación de fragilidad cognitiva y disciplinar.

La misión de un maestro no es "enseñar" una disciplina particular con una retorica sin sustentación practica y veritativa, mucho menos la de amaestrar, generación tras generación, a niños y jóvenes para convertir la sociedad en un ejército laboral con competencias poco creativas a cambio de habilidades para la obediencia y las labores mecánicas. La función fundamental del maestro es la de orientar y alimentar la mente y el espíritu hacia una querencia del saber y el conocimiento, hacia un amor al estudio y la investigación, y de ayudar a construir la inteligencia de su cultura y su nación al servicio del desarrollo y la dignidad humana.

La educación es una decisión política, el sistema y sus recursos parten de una ideología de la sociedad y de lo público en términos de los orígenes y la permanencia de los poderes del estado. Pero de igual manera y con clara independencia y libertad de cátedra, el maestro, a pesar de las condiciones, debe propender por optimizar los escasos recursos para defender y proyectar el patrimonio de las nuevas generaciones y el derecho a formarse con una noción clara de su proyecto de vida y significado de existencia. Sin escatimar energías en defender y proyectar el patrimonio inalienable del niño y del joven. Si no hay sueño y aspiración, no hay nada que educar, y si no existe una voluntad de cambio y transformación no hay nada que graduar.

Más que un empleo asalariado, la condición del maestro es una vocación de vida y esto debe llevar a la sociedad a ubicar al maestro en un sitio especial de la sociedad, pero esto es algo que debe ganar el trabajador intelectual de la cultura. Más que por su escalafón o el monto de su salario o el tamaño o ubicación de la institución, el maestro gana autoestima, valoración propia y social por su compromiso vocacional de empoderar la investigación y el saber en los espíritus jóvenes para que de esta manera pueda ser superado por sus discípulos.

En términos históricos, culturales y económicos la labor de un maestro ético y honesto no tiene precio o es invaluable, de igual manera el respeto y la dignidad social que le depare la sociedad al maestro está en correspondencia proporcional a su saber pedagógico y disciplinar.

La Escuela Investigativa se propone como fundamento constituir un modelo educativo y pedagógico que aborde la construcción del conocimiento científico y tecnológico, ligado a la ética y la estética convivencial, desde la óptica de formar seres autónomos con un sentido trascendental de existencia y autores de su proyecto de vida para una sociedad globalizada.

El único camino posible o currículo posible para el allanamiento de la paz en nuestras naciones violentas y subdesarrolladas, lo constituye la educación, para lo cual el estado debe realizar un esfuerzo social de amplias dimensiones, de manera tal que logre empoderar a la cultura y a la educación como factores estructurantes de la sociedad, de la paz, del progreso y del desarrollo humano. Desde dicha perspectiva y dentro del camino natural de la política, la sociedad debe erigir, desde la democracia, un estado que logre dicho empoderamiento. Cambiar el estado o transformarlo en un ente dinámico comprometido con el desarrollo social y el progreso estructural de la nación requiere de manera protocolaria el cambio de mentalidad en el constituyente primario a través de la misma educación.

Contexto y Territorialidad

El origen de la formación de maestros para las instituciones instruccionales, hoy centros educativos e Instituciones Educativas, encargados de impartir formación académica y disciplinaria en programas escolarizados y universidades, se fundamentó en el modelo más antiguo y tradicional dentro de la cultura hispánica heredada por los territorios latinoamericanos hispanoparlantes. Dicho modelo se consolida y toma cuerpo cultural con el surgimiento de la Universidad de Salamanca (1215), y a partir de los estudios generales reglamentados por el rey de Castilla y León, Alfonso X "El sabio", los cuales le conceden privilegio a la formación de maestros y estudiantes en "saberes librescos" (Fundamentado en libros, lecturas y memorizaciones), menospreciando el saber de los "haceres". Es posible que en dicha tradición colonialista se encuentren las mayores deficiencias del sistema tradicional aplicado por las instituciones educativas latinoamericanas y en particular el sistema educativo colombiano, deficiencias expresadas en políticas educativas que subvaloran la enseñanza práctica experimental y la construcción de conocimientos autónomos a través de una escuela investigativa.

Uno de los textos de Alfonso X "El sabio" que establece los parámetros y en cierta manera hace parte del modelo pedagógico denominado "La escuela tradicional" es el texto Siete Partidas, que, aunque de carácter jurídico e inspirado en el derecho romano, constituye una enciclopedia del saber de los tiempos de esta obra que se comenzó a redactar hacia 1256 y culminó en 1263. De esta obra y con pertinencia a lo dicho, se transcriben de la partida II la ley I en donde se puede descubrir el sentido de la educación dentro de la naciente cultura hispánica de cierta forma unificada por Alfonso X.[1].

Debido a que este texto de carácter normativo y jurídico alude a la educación en los tiempos en que se comienza a establecer el sistema educativo en el reino español bajo la tutela de Alfonso X, reconocido por ser un inquieto intelectual preocupado por el humanismo y las ciencias. Como rey de Castilla establece una norma que se fundamenta en la práctica educativa asignada a la institución religiosa del catolicismo, y que prevalece en la historia de España y sus posteriores colonias en América.

Partida II

LEY I. QUE COSA ES ESTUDIO, ET CUANTAS MANERAS SON DEL, ET POR CUYO MANDATO DEBE SER FECHO.

"Estudio es ayuntamiento de maestros et de escolares que es fecho en lugar con voluntad et con entendimiento de aprender los saberes. Et son dos maneras dél: la una que dicen estudio general en que los maestros de las artes, así como de gramática, et de lógica, et de retórica, et de aritmética, et de geometría, et de música, et de astronomía, et otro sí en que ha maestros de decretos et señores de leyes; et este estudio debe seer establecido por mandado del Papa o de Emperador o de Rey. La segunda manera es la que dicen estudio particular, que quier tanto decir como cuando algunt maestro amuestra (enseña) en alguna villa apartadamente a pocos escolares; et tal como este puede mandar facer algunt Perlado o Concejo de algunt lugar.

Esta vocación libresca y retórica de la cultura hispánica es reafirmada por José Ortega y Gasset cuando afirma "La universidad medieval no investiga; se ocupa muy poco de la profesión, todo es cultura general", es decir, un poco de todo aunque nunca lo suficiente de nada. Y en consecuencia, y en especial, por esa marcada tradición hispánica, la docencia no asume el sentido práctico de la educación y es reticente a los procesos experimentales sobre todo en las llamadas instituciones de educación pública. Más adelante Ortega y Gasset concluye en el mismo texto ya refiriéndose al carácter de la universidad[2]"

…..Reducida al mínimo, no por defecto de la universidad, sino por la notoria falta de vocaciones científicas y de dotes para la investigación que estigmatiza a la raza hispánica y sus posteriores mestizajes".

Ésta falta de vocación para la investigación y de hecho para la sistematización han generado una tendencia histórica a rechazar el trabajo manual ligado a la lógica intelectual dentro de las instituciones educativas – Base de la experimentación y la investigación científica– arguyendo no aportar a las actividades intelectuales "elevadas" y promoviendo la ausencia de actividades disciplinares, pereza a la rigurosidad y sistematización científica y muy bajos niveles de creatividad tecnológica. La escasa actividad científica latinoamericana, representada en el fisiólogo argentino Bernardo Alberto Houssay (1887 – 1971) quién fue galardonado en 1947 con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por el descubrimiento de la función hormonal de la glándula pituitaria, afirma en una de sus declaraciones: "El desprecio al trabajo manual es una tradición que nos viene desde la época de la colonia", herencia netamente hispánica. En contraposición nuestras culturas aborígenes y ancestrales, dentro de su cosmovisión han aportado numerosas investigaciones como el Códice Badiano, primera farmacopea indo americana.

Desde la visión hispánica la educación y la enseñanza se resumen en Transmisión de la cultura, enseñanza de las profesiones e investigación científica desde las bibliografías. En contraste la visión sajona resume el papel de la educación en adquisición, transmisión y utilización de los conocimientos. Es aquí donde se encuentra una de las mayores lagunas culturales del subdesarrollo hispanoamericano, la incapacidad de transformar las decisiones en acciones y la ausencia de actividades educativas e investigativas empleadas en promover el conocimiento de la naturaleza y de las artes útiles por medio de una permanente experimentación y evolución de los conocimientos.

Desde la misma filosofía y el hábito de sistematizar los aportes de la ciencia y el pensamiento Latinoamérica sigue presentando enormes falencias de trabajo, rigor, esfuerzo, perseverancia y ante todo ausencias de políticas coherentes de educación y cultura. Después de más de 500 años de una educación evangelizadora dominada por la religión católica y caracterizada por una tradición coercitiva y represora del conocimiento científico, la verdad y la libertad, finalmente las naciones latinoamericanas comenzaron a deshacer ese vinculo amordazante entre educación e iglesia católica para entrar en un proceso que sin dudad redundará en una visión más amplia y en la construcción cultural de currículos apropiados a las perspectivas de progreso y desarrollo en los terrenos humano, científico y tecnológico.

1.2. Marco Teórico Referencial

1.2.1. Prehistoria de la Ciencia Nacional

Son pocos los "Sabios" en Colombia que han logrado aportar algo al conocimiento científico con la investigación y descubrimiento de nuevos fenómenos y comportamientos del universo y la naturaleza o por lo menos con investigaciones de avanzada para el conocimiento de punta dentro de la cultura científica de la humanidad. (," Ó la larga y negra partida" fue el último signo aportado por Francisco José de Caldas, el único Colombiano con titulo de sabio por sus notables estudios botánicos, cartográficos y en especial por su patriotismo aunque sus aportes a la ciencia no hayan pasado de la identificación de nuevas especies en la flora andina y la propuesta de un método para la medición de la presión atmosférica. En la actualidad Colombia vive otra apoteosis científica en torno a los prominentes científicos criollos los Doctores Manuel Elkin PATARROYO y Rodolfo LLINAS, pertenecientes a la misión de sabios, quienes han intentado en el terreno de la medicina reportar sus mejores esfuerzos en procura de nuevos avances. Manuel Elkin PATARROYO después de quince (15) años logró consolidar un numeroso grupo de trabajo en la Fundación Instituto de Inmunopatología de Colombia – FIDIC, donde investiga soluciones efectivas a tres dolencias humanas: la Malaria, la Tuberculosis y la Hepatitis B, sus mejores reportes los ha desarrollado en la malaria por medio de la investigación en biología molécular para la elaboración de una vacuna sintética. En este caso el logro es doble, uno es la apertura de un nuevo campo en la inmunología cual es la investigación y producción de vacunas sintéticas, la otra es coadyuvar en el control de la malaria. Por su parte Rodolfo LLINAS ha reportado grandes avances en el estudio del funcionamiento del cerebro a través de la neurociencia. Estos dos colombianos sin duda generan escuela y estimulan a las instituciones de educación superior a asumir una actitud moderna frente a la ciencia nacional. Las desventajas son muchas como la falta casi total de infraestructura para la investigación, el bajo presupuesto de Colciencias, la falta de estímulos económicos para los investigadores y casi total ausencia de una industria sustentada en la tecnología propia.

En los países desarrollados por cada PATARROYO o LLINAS existen por lo menos más de mil profesionales de perfil similar con optimas condiciones de trabajo que a diario publican miles de artículos en conocimiento de punta mientras el profesor de secundaria e incluso el universitario sigue con su viejo texto debajo del brazo haciendo caso omiso de las publicaciones científicas periódicas en un proceso de desarrollo inverso, mientras el mundo moderno avanza más en su desarrollo los países subdesarrollados retroceden más en relación a lo avanzado.

Que podríamos decir en un contexto como el de Colombia, donde aún no se supera el primitivismo Precolombino, donde el instinto prima sobre la razón y la composición social es consecuencia de la inestabilidad económica y política del país cuyos valores asumen la distorsión de la ética por una doble moral al servicio de las necesidades primarias para una supervivencia de los colonos y demás habitantes.

En Colombia, un país con 40"000.000 de habitantes, coexisten los diferentes traumas y atrofias del régimen político Colombiano a saber: la ausencia de empleo digno, la deficiencia de servicios públicos y salud, urbanización desordenada, ausencia de identidad, cacicazgo, guerrilla y narcotráfico, niñez desamparada y alto índice de madresolterismo, esto combinado con una cultura latente que no logra aflorar en la expresión ciudadana que genera un ámbito violento matizado por relaciones humanas burdas y demasiado primitivas para entronizar con armonía en la civilización de los países democráticos.

En contraste encontramos una región con una gran biodiversidad en flora y fauna, inmensos recursos hídricos, bosque tropical primario y óptimas condiciones para la investigación en campo abierto muy a pesar de la tala indiscriminada de bosque promocionada por comerciantes de cocaína y ganaderos.

Este es pues el contexto local y nacional en que los niños y jóvenes estudiantes generan sus estructuras cognitivas para abordar el estudio de la ciencia y la tecnología, en condiciones de amplia desventaja frente a las naciones desarrolladas y con una educación pública cada día más demagógica y ausente de políticas a largo plazo.

1.2.2. Fundamentos Históricos y Socio-culturales

No se puede negar la existencia de varios intentos enfocados hacia el desestancamiento cultural del país, son intentos en su mayoría desligados de las corrientes institucionales oficiales que sólo se limitan a ofrecer un servicio de alfabetización incipiente y a la construcción de muros para la educación con una nómina de profesores cada vez menos capacitados para una enseñanza actualizada, moderna y avanzada. Entre estos intentos podemos enumerar la Escuela Experimental Pedagógica, la Escuela Nueva, la Escuela Libertaria y los institutos de educación personalizada, cada uno de estos movimientos representados en instituciones educativas independientes que con dificultad mantienen la factibilidad de sus propuestas debido a los altos costos que exigen para su óptimo funcionamiento.

No se puede desligar la ciencia y la tecnología del entorno cultural y las condiciones socioeconómicas en que se desarrollan los procesos educativos. Aspectos como la lectoescritura, la estabilidad económica y la política, los servicios de salud y seguridad social, la nutrición, la democracia y la libertad son factores que en la medida de su autonomía y calidad pueden reportar mentes habidas de investigación y conocimiento, que mientras la diferencia de estos continúe el conocimiento será mezclado con los conceptos caprichosos, el pensamiento mágico, "la sabiduría perceptiva" y el azar componentes característicos de una sociedad medieval ad portas de una inquisición a causa de la gran cantidad de ignorancia acumulada.

La ciencia y la tecnología son conceptos complementarios que exigen la investigación rigurosa y disciplinada sobre cualquier fenómeno o sistema seleccionado por el cerebro humano para su desvelamiento, comprensión y manejo con la propiedad creativa sobre el mismo. No hace falta la división entre ciencias puras y aplicadas, tampoco la compartamentalización de la totalidad científica en sus disciplinas de área como la Química, la Biología, la Física y las matemáticas; frente a la histórica ausencia de un pensamiento científico y al consecuente desarrollo de habilidades empírico-críticas e investigativas como la observación detallada de la naturaleza (su lectoescritura), su análisis minucioso con métodos idóneos, el ordenamiento y tabulación de la información extraída, la sistematización teórica del conocimiento, la trasgresión y apropiación de tecnologías y la creática como aspectos que sin duda conducirán a un porcentaje mediano de los millones de estudiantes (a los mejor nutridos y capacitados) hacia un proceso que activa la evolución continuada de la inteligencia nacional con la clara aspiración de un salto hacia el desarrollo factible.

Desde esta óptica se hace mucho más compleja la labor del Docente-Maestro-Tutor, pues no es una labor que pueda asumir un licenciado en ciencias de la educación con especialidad en Biología, Química o Física y Matemática, egresado de cualquiera de las universidades del país, que además de las enormes lagunas y vacíos en su materia se ve abocado a una pírrica remuneración que para nada estimula sus posibles virtudes investigativas y pedagógicas, dando como resultado un profesor frustrado en permanente lucha por el ascenso de escalafón y el sostenimiento mínimo de una doble vinculación en un colegio público y en otro privado. Este tipo de profesor casi nunca tendrá una preocupación de carácter realmente científico pues su función didáctica se limitará a la permanente reproducción del subdesarrollo.

Para concluir con el panorama educativo y sus posibilidades haré una referencia a los textos escolares empleados en la enseñanza de las ciencias y aquí es necesario marcar una diferencia entre el mercado editorial y la factualidad de un aula de clase. Después de todo el camino más fácil para el profesor es encontrar las clases y actividades hechas en un texto guía e igualmente para el estudiante hacer sus tareas en el mismo libro y sus laboratorios en la imaginación. Diferentes resultados reportaría unas guías (diario de campo) hechas por el tutor respaldadas por una buena biblioteca de consulta especializada y unos buenos servicios de laboratorio.

Es extenso el terreno de la ciencia y la tecnología que le ha cogido ventaja a la cultura nacional desde la simple comprensión de los principios de intercambio Energía -Materia hasta la tecnología aeroespacial, significan una laguna de por lo menos 150 años, y en otras disciplinas aún más precisas el estancamiento intelecto cognitivo llega hasta la misma época en que los territorios Americanos pasaron del conocimiento sensoperceptivo a un conocimiento estructural que aún no entendemos. Sin duda, si no se hubiera dado el encuentro oficializado en 1942 entre la cultura occidental y las civilizaciones precolombinas por lo menos en lo que hoy es Colombia tendríamos varias culturas desarrolladas (La Muisca, La Agustiniana, La Quimbaya, etc.)

Por estas y muchas más razones de orden global, se hace necesario redimensionar la educación de la ciencia y la tecnología en las instituciones públicas y privadas del país, acometiendo la imperiosa necesidad de construir desde los fundamentos los saberes y las aplicaciones necesarias para superar el estado de sometimiento tecnológico y científico.

1.2.3. Fundamentos Científicos

MARIO BUNGE plantea en su libro "LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA" que en esencia la ciencia es un estilo de pensamiento y de acción sobre los materiales de la naturaleza y es en especial el más universal y provechoso de todos los conocimientos, pero toda ciencia y toda actitud científica debe estar ligada a la investigación para la construcción de conceptos científicos. Para que exista el pensamiento científico deben existir problemas por resolver y sin duda la búsqueda de la verdad es un gran problema.

Con base en lo anterior se pueden establecer unas etapas de crecimiento dentro de la enseñanza del pensamiento científico a través de la problemática y la investigación sobre unidades didácticas elaboradas para niños entre los 10 y los 12 años. Para esto es necesario instalar en la estructura cognitiva del niño un lenguaje que le permita comparar y contrastar los aspectos de la naturaleza y el universo, de igual manera es necesario introducirlo mediante prácticas de investigación en el mundo de la ciencia y su aplicación directa a necesidades reales.

"La mejor herencia que un padre le puede dejar a su hijo

son los saberes de la vida"

1.3. Territorialidad Local – Colombia Y Países Andinos

Para el caso colombiano es pertinente retomar los planteamientos de William Ospina referidos a las inconsistencias de nuestra tradición cultural y a las dificultades de nuestra artesanía intelectual expresadas en los siguientes seis (6) puntos[3]:

1. Bajo nivel de preocupación por establecer y actualizar lo aprendido a través de las tradiciones culturales.

2. No se precisa el conocimiento que se ha construido o el que se ha ganado por la vivencia.

3. No se organiza de manera sistemática la información ni los conocimientos acumulados por la experiencia académica, la experiencia familiar, la experiencia social y la relación diaria con los medios de comunicación.

4. No hay tradición lectora disciplinada, perdiendo el horizonte de los nuevos conocimientos.

5. No se es autocrítico ni proactivo frente al conocimiento, no se profundiza ni se ejercita el rigor probatorio.

6. La educación no ha sido diseñada para pensar en problemas alejándose de la construcción del conocimiento.

Estas deficiencias son comunes a la mayoría de naciones andinas y latinoamericanas debido a que cuentan con una historia relativamente común y a estar sometidas históricamente a unas estructuras políticas similares donde el caudillismo, las dictaduras, la alianza entre religión-estado y educación no ha permitido el desarrollo de la conciencia intelectual de las poblaciones y el consecuente abandono de la pobreza y la ignorancia secular. De igual manera las naciones latinoamericanas han compartido deficiencias curriculares de fondo, donde se desestima la importancia del currículo nacional, la generación de identidad y pertenencia, y el proyecto comunitario de un estado social de derecho. Estos aspectos ligados a unas idiosincrasias populares que no le dan a la educación el valor implícito del desarrollo, sino que siguen sometidas a momentos coyunturales que evitan la continuidad de un posible proyecto histórico de nación.

Analizando cada uno de los seis puntos esbozados por WILLIAN OSPINA y verificando sus expresiones dentro del sistema educativo y los mismos grupos intelectuales ligados a la educación básica y superior, es claro que lo trasmitido en un tablero de manera retórica se asume como verdad sin contrastación ni verificación conllevando a una despreocupación por la verdad científica. No se tienen grupos, sociedades o instituciones encargadas de precisar y registra en la continuidad los conocimientos construidos por la inteligencia nacional, v. gr. Las investigaciones del Sabio CALDAS, de JULIO GARAVITO, MANUEL ELKIN PATARROYO y RODOLFO LLINAS no tienen grupos o procesos nacionales de seguimiento, continuidad y contrastación, perdiéndose el capital simbólico de las mismas y no son tenidas en cuenta para generar procesos didácticos y pedagógicos que empoderen la ciencia como factor estructurante de la cultura nacional. La experiencia social, familiar y tradicional relacionada con el conocimiento no tiene un sistema de clasificación ni taxonomía que le permita a la sociedad una autovaloración de sus logros cognitivos supeditándose a ser una sociedad desordenada en el conocimiento e ignorante per se. Pese a la tradición libresca y retórica del modelo tradicional, no existe una tradición lectora empirocritica y comprobatoria de las mismas lecturas, por lo general niños y jóvenes aprenden a leer de manera fluida sin entender, comprender, argumentar o inferir, quedándose el aprendizaje de la lectura en una actividad mecánica sin valor intelectual agregado. La ausencia de autocritica y rigor probatorio conduce a estar repitiendo los errores en la línea del tiempo y de la historia, no se aíslan ni se profundizan los conocimientos dejándolos a la deriva en la superficie lógica de un intelecto común y demagógico.

Finalmente la educación no ha sido concebida para la construcción de conocimientos desde la problematización y los proyectos de conocimiento. Es una educación diseñada para el "amaestramiento", para el "amoldamiento", para la "obediencia y la sumisión" al modelo estructural del estado, interesada en mantener la ignorancia del pueblo y su pobreza en beneficio de las castas dominantes. Desde dicha perspectiva la ESCUELA INVESTIGATIVA se con vierte en un modelo educativo y pedagógico liberador.

Las Nuevas constituciones de los países andinos surgidas a partir de asambleas constituyentes fundamentadas en la ampliación de las libertades ciudadanas y la búsqueda de la equidad social, abordaron, desde diferentes procesos, la necesidad de transformar la educación y el estado de atraso y subdesarrollo. En el año de 1993 el gobierno de Colombia por intermedio de la Consejería presidencial para el desarrollo institucional y Colciencias, bajo el espíritu de la nueva carta política emanada de la Asamblea nacional constituyente (Constitución de 1991), reúne la denominada misión de Sabios para que elabore un documento propositivo al gobierno sobre ciencia, educación y desarrollo el cuál fue titulado "Colombia: Al filo de la oportunidad"[4]

La Misión de Sabios en un primer y único documento elabora una agenda de recomendaciones para que las organizaciones nacionales asuman un rol protagónico frente a la necesidad de desarrollar la educación y la ciencia. Uno de ellos es la necesidad creativa y transformadora a través de acciones que garanticen la estabilidad, la continuidad de procesos y en especial la trasparencia pública. La Educación para el nuevo milenio constituye una carta de navegación para superar el atraso y el subdesarrollo, partiendo de una participación amplia, democrática y descentralizada de los planes, programas y proyectos educativos garantizando en primera instancia la cobertura y la permanencia en la cadena educativa y en segundo término iniciar procesos para el mejoramiento de la calidad educativa.

Un aspecto importante es el llamado de la Misión de Sabios a iniciar procesos de experimentación e innovación al interior de las Instituciones educativas. De parte del estado se requiere una trasformación profunda y radical del sistema y la política educativa.

Una de las deficiencias del proceso fue la ausencia del sector educativo básico y fundamentalmente la ausencia del debate pedagógico. De igual manera la misión de sabios, como característica especial de la nación colombiana y su idiosincrasia política, no ha tenido continuidad y sus planteamientos y recomendaciones se han diluido en el tiempo. Bajo los nuevos paradigmas de la globalización, los tratados de libre comercio, el empoderamiento de la competitividad, la incursión masiva de las Tecnologías de la información y la comunicación en la educación, Colombia ha retrocedido frente a estos paradigmas quedándose rezagada en las estructuras monacales y tradicionales y en la simbología cultural implantada por grupos armados al margen de la ley y un estado permisivo que no logra entender su misión histórica y asume una política asistencialista frente al compromiso de empoderar la ciencia y el conocimiento como bases estructurales del desarrollo de la nación.

Frente a los países andinos y caribeños, Colombia sigue perteneciendo a las naciones rezagadas, atrasadas y subdesarrolladas en materia de políticas educativas, ciencia y tecnología. Elaborando un mapeo sobre el estado de desarrollo de nuestros países se pueden establecer tres conjuntos, a saber: A) PAÍSES EN PROCESO DE DESARROLLO CON PROCESOS EXITOSOS: México, Cuba, Brasil, Chile, Argentina. B) PAÍSES CON PROCESOS DE INNOVACIÓN Y TRASFORMACIÓN POLÍTICA: Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador. C) PAISES REZAGADOS: Perú, Honduras, Colombia, Uruguay, Paraguay, Guatemala, El Salvador.

Tal vez falten algunos países pero es un panorama visto más desde la política educativa y las trasformaciones curriculares de la nación que desde la territorialidad estrictamente política. Pues aquí no se trata de caer en la trampa de la bipolarización izquierda-derecha sino en la visión del desarrollo educativo sin entrar en la discusión de "a qué intereses sirven la ciencia, el conocimiento y la tecnología". Lo anterior no indica que en un momento determinado la nación colombiana y otras naciones no puedan asumir una decisión trasformadora de su sistema educativo con hondas repercusiones en sus modelos estructurales de desarrollo social, cultural y científico.

1.3.1. Currículo y Enlaces Educativos

Al existir el divorcio histórico y actual entre educación – sociedad, educación – currículo y educación – conocimiento, no se cuenta con un tejido o sistema educativo nacional coherente con las necesidades del territorio y la población. De esta manera los diferentes ciclos educativos en la historia del colombiano se hallan totalmente divorciados, y en especial dentro de lo que se llama educación pública. La educación preescolar no es consecuente con la necesidad de estructuración mental y de carácter que requiere el niño para asumir los retos de cada época, la educación básica primaria se limita a ofrecer una serie de herramientas instrumentales básicas y unos pseudo conocimientos disciplinares como condiciones preliminares, la educación básica secundaria repite los contenidos y las estructuras monacales y tradicionales sin ninguna opción de ofrecer herramientas para el desarrollo del pensamiento científico y ciudadano, la educación media técnica se ha convertido en una especie de limbo donde los jóvenes no encuentran un asidero que les permita transitar a la educación superior con pleno conocimiento del proyecto de vida y finalmente en la educación superior se han creado unas estructuras y unos feudos disciplinares, en los que no se valoran los paradigmas de cada época y cada IES genera una oferta acorde con sus necesidades particulares pero nunca con las necesidades de la sociedad.

El currículo nacional es una necesidad histórica de construcción y enlace entre los diferentes eslabones de la cadena educativa.

Divorcios Curriculares Colombianos

  • a. Educación – Sociedad. Al no haber un acuerdo y un tejido social de convivencia la educación queda ausente de pedagogía.

  • b. Educación – Currículo. El currículo nace del Proyecto Histórico de la nación y debe ser la base de la carta constitucional.

  • c. Educación – Conocimiento. El conocimiento se va construyendo a través de los nodos educativos que genera la investigación científica. Del conocimiento científico al didáctico.

La pregunta que puede guiar la conceptualización es ¿Cuáles deben ser los temas, niveles de profundización, prácticas y procedimientos que se deben programar para el conocimiento de la ciencia y la tecnología en la educación superior? En este caso se deben asumir diferentes enfoques, en primer lugar el enfoque contemplado para los programas de pregrado y en segundo lugar el enfoque contemplado para la enseñanza de la ciencia aplicada como ciencia transdisciplinar e interdisciplinar en profesiones que requieren los conocimientos disciplinares, como el caso de la medicina, la odontología, Ingeniería industrial y otros programas diseñados de tal manera que la química es contemplada dentro de la malla curricular.

1.4. Fundamentos Teóricos

1.4.1. La Epistemología en la construcción de conocimiento

Se ha insistido en que las concepciones sobre la ciencia que tiene el educador modelan y modulan sus prácticas pedagógicas. Estas concepciones son, con frecuencia implícitas y, por tanto, caen fuera de la esfera de los esfuerzos conscientes del profesor por identificar las posibles causas de los fracasos de sus alumnos. De allí que resulte importante la toma de conciencia, por parte del educador, de sus convicciones sobre la naturaleza del conocimiento científico, sobre cómo éste se genera, sobre las relaciones entre el conocimiento y la realidad y entre las distintas manifestaciones del saber científico, de modo que el educador pueda emplear, de manera explícita, estas ideas en el diseño de su acción pedagógica. La epistemología, en su versión contemporánea, se propone el estudio de la naturaleza del conocimiento científico y de las circunstancias de su producción.

Ya desde los tiempos de la antigüedad clásica griega era dominante el pensamiento epistemológico realista que concibe el conocimiento como una copia de la realidad: el conocimiento se considera el reflejo – como la imagen en un espejo- de ese mundo externo que existe con independencia del observador.

El enfoque tradicional de la enseñanza tiene raíces profundas en esta epistemología realista, que se complementa armónicamente con el paradigma empirista; bajo este punto de vista, la actividad del sujeto que trata de conocer (el sujeto cognoscente) queda subordinada al objeto de su conocimiento y su actividad primordialmente perceptual, sólo puede producir un conocimiento que es reflejo fiel de una realidad externa estructurada. Si bien esta concepción realista – empirista del conocimiento resulta ser una especie de respuesta espontánea del hombre común ante las preguntas sobre la naturaleza del conocimiento, no ha estado, desde sus primeras manifestaciones en la Grecia antigua, libre de cuestionamientos. En el siglo V a.C., los escépticos hicieron evidente la imposibilidad lógica de establecer la verdad de un conocimiento, ya que la necesaria comparación de ese conocimiento con la parte de la realidad que supuestamente representa, implica un nuevo acto de conocimiento, que tendría también que ponerse a prueba para demostrar su verdad. Esta sólo es la primera de una larga cadena de objeciones a las que se tuvieron que enfrentar quienes defendían el realismo y el empirismo epistemológico.

Reaccionando al punto de vista realista – empirista, KANT (1724-1804) postula en su Crítica de la Razón Pura que, cuando el sujeto entra en contacto con su objeto de conocimiento, recibe impresiones sensibles que somete a un proceso organizador, mediante estructuras cognitivas innatas. Lo que resulta es el conocimiento. Así como el líquido adopta la forma del recipiente que lo contiene, así también las impresiones sensoriales adoptan las formas que les son impuestas por las estructuras cognitivas que las procesan; el resultado de este procesamiento es el conocimiento. De esta manera, KANT nos advierte sobre las condiciones de posibilidad del conocimiento objetivo: para alcanzarlo se requiere de ciertas formas innatas de sensibilidad, estas son el espacio, el tiempo, la causalidad, la permanencia del objeto. En otros términos, aunque la realidad existe con independencia del sujeto, el conocimiento que éste puede tener de aquella, está mediado por la capacidad cognoscitiva intrínseca del sujeto. Hay dos consecuencias fundamentales del enfoque Kantiano: la primera, el conocimiento deja de ser concebido como representación de la realidad externa y, en su lugar, es visto como resultado inseparable de las experiencias del sujeto y de su actividad cognoscitiva. La segunda, el sujeto deja de ser cognitivamente pasivo frente al objeto de su conocimiento. El sujeto da estructura sus experiencias. Esto ya lo habían adelantado las corrientes racionalistas, pero al costo de irse al extremo de poner todo el peso de la construcción del conocimiento en el sujeto cognoscente, marginando al objeto. La posición Kantiana inauguró un nuevo modo de conceptualizar la actividad cognoscitiva. Sobre ella trabajaría PIAGET dos siglos más tarde.

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