Descargar

Bajo todos los cielos estrellados, reinarán siempre la Ética y Valores (página 3)

Enviado por Josè M. Castorena


Partes: 1, 2, 3, 4

Las personas pasan la mayor parte del día en su trabajo.

Desde el punto de vista laboral, éste es el ambiente donde se desarrollan como individuos y en donde hacen sus mejores esfuerzos, por ello es indispensable procurar que el contexto laboral se distinga por su calidad de ética, con base en las Virtudes Humanas.

6.- A continuación se presentan las virtudes rectoras aplicadas en el trabajo:

  • Prudencia.

Una persona prudente sabe aprovechar sus experiencias pasadas y previene las del futuro. Sabe actuar con rapidez cuando las circunstancias lo exigen y, en otros casos, se toma el tiempo necesario para hacer la mejor elección. La prudencia abarca las siguientes virtudes:

  • Optimismo.

Es la actitud de quien ve y juzga a las demás personas o cosas fijándose en los aspectos favorables. Facilita la confianza en sí mismo y en los demás, lo que permite seguir adelante a pesar de los contratiempos en el trabajo.

  • Empatía.

Es comprender al otro desde su situación y perspectiva, es decir, "ponerse en el lugar de". La empatía ayuda a no enjuiciar al otro, sino a escucharlo.

  • Justicia.

Todo trabajador es sujeto de deberes de la Justicia, que pueden ser:

– Conmutativa.

Es la relación de los seres humanos entre sí. Rige la relación entre personas particulares.

  • Distributiva.

Rige las relaciones entre la sociedad y el individuo.

  • Legal.

Rige las relaciones del individuo con respecto a la sociedad.

  • Fortaleza. Se refiere a enfrentar los contratiempos que se presentan en el trabajo y a los que hay que dar solución. Gracias a la Fortaleza se pueden vencer los obstáculos, para ello consta de dos actos:

  • Resistir.

Es decir, sostenerse por medio de la Paciencia ante las dificultades, sin deprimirse, quebrantarse o perder la serenidad.

  • Atacar.

Afrontar los obstáculos, disponiendo de los medios necesarios para superarlos. Tiene que ver con la perseverancia, que facilita el camino al marcar cuál es el rumbo a seguir mediante la determinación de objetivos claros y precisos.

Gracias a la Fortaleza se sigue adelante sin perder la perspectiva.

  • Templanza.

Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos.

Es una cualidad que permite al ser humano encauzar sus sentimientos y pensamientos, no reprimirlos de manera inútil, sino darles un sentido positivo.

  • Responsabilidad.

Es la capacidad que tiene el hombre para responder de sus propios actos, de tomar decisiones y de guiar o dirigir una actividad.

La responsabilidad está íntimamente vinculada al respeto.

En el trabajo, la persona adquiere una serie de obligaciones y deberes.

Ser responsable en el trabajo es cumplir con las normas y tiempos requeridos.

Una manera de desarrollar más las virtudes es aplicándolas en el trabajo, la escuela o en sociedad ya que son los lugares donde la persona pasa, generalmente, la mayor parte de su tiempo.

Por lo tanto hay que desarrollar las virtudes para mejorar nuestras relaciones laborales y ser eficientes en el desempeño de nuestro trabajo.

Recuerde que la Fidelidad hacia uno mismo y los demás consiste en:

  • Cumplir la palabra dada.

  • Ser Firmes y constantes en los afectos o ideas.

  • Ser sinceros en conformidad con la verdad, los hechos, principios o creencias.

Así que no se olvide de cultivar las Virtudes:

El hacerlo es un hábito bueno, positivo, que entrena la voluntad hacia a la belleza, a la verdad, al arte y al bien común.

En base a todo lo anterior, quiero compartir los ejemplos que nos dan Rut y Job, en cuanto a la lealtad:

Rut: "Donde tu pases la noche yo pasaré la noche, tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios"

Eso le dijo a su suegra Noemí y cumplió su palabra y fue bendecida por su lealtad y su congruencia.

Job: "Aunque pierda la vida misma, siga siendo bendito el Nombre de Yahvé (Jehová)".

Eso mencionó a su propia esposa, que lo instaba maldecir a Dios.

Y por ser leal e íntegro, fue curado de sus males y colmado de riquezas

Esto nos servirá como introducción al siguiente capítulo, donde se hablará más sobre la congruencia.

edu.red

edu.red

Imagen tomada de google.com

Capítulo 5.-

La personalidad auténtica

1.- Imitación.

Se dice que imitar es cometer suicidio personal, o sea que tratamos de asesinar nuestra propia personalidad "que no nos gusta", la enterramos y nos "robamos" la de otra persona a la cual, por algún motivo admiramos y nos vestimos con su personalidad, con su forma de hablar, de vestir, de peinarse, de gesticular, la música que escucha, en fin todo el arte o cultura… y hasta la forma de caminar.

No aceptamos nuestro YO y queremos ser otra persona.

Entonces ser auténtico, significa ser congruente con uno mismo, aceptarse como persona, con las virtudes y defectos que tenemos, pero siempre en busca de mejorar, de planear nuestra calidad de vida, en base a aprendizajes positivos.

De tal forma, que sí es positivo admirar a otras personas; pero en sus cualidades y tratar de adoptar esas virtudes; pero adaptándolas a nuestro temperamento y carácter.

Para ello es fundamental reconocer que los padres de familia enseñan y ayudan a sus hijos a aprender a comportarse como personas, pero muchas veces no logran el éxito que ellos desean, entonces se preguntan:

¿Por qué este niño es así?

¡Y lo comparan con modelos ideales!

Lo anterior demuestra que el hombre es un ser libre, capaz de autodeterminarse, de decidir lo que quiere, de aventurarse a ser lo que en realidad es: él mismo.

Por lo tanto la autenticidad, o el ser congruente consigo mismo: Es una responsabilidad y decisión de toda persona.

Así que la importancia de ser auténtico, de vivir con la verdad en su comunicación con los demás y el ser congruente en todos sus actos, será analizada en este capítulo.

En la niñez, la persona se forma en los valores que lo van a ayudar a desarrollarse en su juventud y después en la madurez. Al inicio de la adolescencia, el joven se compara con los padres y hermanos mayores, viéndolos como modelo a seguir. Posteriormente, quiere ser igual a sus amigos y compañeros, y como un proceso normal, se pierde en el amor a sí mismo (narcisismo) o siente a su persona tan pequeña e incapaz, que su individualidad se convierte en su propio centro, viviendo en el egocentrismo.

En esta etapa de la vida es cuando el adolescente "Adolece de algo", es decir que algo le falta y necesita buscar una identidad personal.

Para ello, muchas veces idealiza los héroes que le presentan los medios de comunicación masiva como:

  • Deportistas, cantantes, etc.

  • La moda es otro factor importante para él, usa el cabello con determinado corte y largo, trata que su ropa sea de estilos y marcas conocidas. Todos estos elementos, lejos de ser un modelo real y sólido, hacen que los jóvenes adquieran la identidad de un grupo de iguales, es decir, de sujetos que están pasando por la misma situación de inseguridad.

  • La necesidad de unión con el grupo, se manifiesta en todo lo que el adolescente hace: se viste, se peina y habla como sus amigos:

  • le gusta la misma música, baila igual; expresa los mismos intereses, prejuicios y temores, y se deja gobernar por los ideales del grupo.

  • Por tanto, el adolescente adquiere una identidad igual a los de su grupo provocando una actitud rebelde frente a sus padres, a toda autoridad y, de hecho contra todo valor que esté opuesto a sus intereses.

Así que su comportamiento, generalmente provoca conflictos en su familia, pero si asume la postura de sus padres, recibe el rechazo del grupo.

En esta lucha interior de identidad, es donde el joven tiene que ir seleccionando oportunidades económicas y sociales para tomar las que mejor satisfagan sus ideales de acuerdo a sus capacidades.

Se dará cuenta de sus valores y de cómo utilizarlos de manera positiva: pero necesita del ejemplo y la coherencia sobre todo de sus padres, para formar su conciencia y consolidar sus principios.

En un ambiente adecuado, el adolescente podrá conocer sus limitaciones y aceptarlas sin conflicto; sentirá su necesidad de amar y ser amado por alguien que lo complemente. Como persona, reconocerá sus propios deseos e impulsos y comenzará a definir sus relaciones con el mundo que le rodea.

Cuando desaparece la "actitud narcisista" de gratificación personal en el adolescente, aparece en él un interés profundo por otras personas y se forma su propia individualidad e identidad personal. En cambio, cuando no logra adquirir su identidad, el joven no podrá pensar por sí solo, tendrá la necesidad de seguir perteneciendo a un grupo para sentirse seguro: un club social, un movimiento de apoyo, una"pandilla", etc.

Su ideología será tan inestable como las posturas de quienes le rodean. Un joven así no alcanzará la madurez y será, al paso de los años, el eterno adolescente.

A lo largo de todo este proceso personal, la "ideología" es muy importante, ya que es como la guardiana de la identidad.

La ideología es una institución social que tiene su fuente en el medio ambiente que rodea al individuo.

Es en la familia donde, primeramente, la persona recibe valores para la vida diaria, que le motivarán a pensar, decidir y actuar de determinada manera. Junto al ambiente familiar, se encuentra la sociedad.

Actualmente ésta es creadora de necesidades superficiales de consumo que desean manipular a la persona, a través de la publicidad, para hacerla incapaz de decidir por sí misma, incorporándola al concepto hombre-masa que es más fácil de gobernar.

Si la persona ha vivido rodeada de valores sólidos, se convertirá en un ser crítico y reflexivo que se reafirmará como un ser personal con características propias, pero si creció con pseudo-valores o en el peor de los casos con antivalores, le costará más sufrimiento y trabajo lograrlo.

Manifestarse como un ser crítico y reflexivo, significa saber lo que se afirma y el por qué se hace y la manera más asertiva de hacerlo.

Es decir, ser congruente consigo mismo, que es igual a ser auténtico. Por lo tanto, una persona auténtica es aquella capaz de ser fiel a lo que piensa y, sobre todo, sabe por qué lo piensa y es ético en la manera de realizar lo que piensa.

2.- Proceso de Congruencia.

A continuación se presentan tres momentos que llevan a una persona a realizar este proceso de congruencia:

  • Sintetiza y asimila las ideas más importantes que se recibieron en el ambiente familiar.

  • Reflexiona acerca de preguntas fundamentales del ser humano, como:

  • ¿Quién soy?

  • ¿De dónde vengo?

  • ¿A dónde voy?

  • ¿Me amo y amo a los demás?

  • Necesita conocer, obtener datos e ideas que se tienen que investigar para comprender y considerar si son verdaderas, sólo así el joven podrá emitir un juicio que valga realmente en una interrelación sana moralmente con los demás (de aceptación).

Se dice fácil, pero es importante reconocer que este proceso de autenticidad lleva a la persona a una congruencia entre el decir, actuar, pensar y controlar los deseos para que no la desvíen de sus metas, ni corrompan su vida.

De esta forma, si se equivoca en su elección, pero llevó a cabo dicho proceso, no deja de ser auténtica. Sin embargo, no se debe vivir en el error, ya que la persona tiene la obligación de buscar al máximo la verdad, en la belleza, en la justicia y en la bondad.

El ser auténtico es "ser la persona que uno realmente es" (Kierkegaard). Alejarse de esto convierte a la persona en lo que no es.

A continuación se señalan algunos comportamientos que ayudarán a acercarse más a esta imagen del ser:

  • Dejar de utilizar "máscaras".

Cuando la persona se manifiesta tal como es, por ejemplo, dejando de aparentar sencillez, fortaleza y agresividad, con tal de que no descubran que, en realidad, es soberbia, débil y tranquila, se acercará más a lo que realmente es y podrá empezar a superarse venciendo sus defectos.

  • Dejar a un lado los "debería".

Cuando alguien se esfuerza por cumplir los deseos de los demás, porque simplemente no lo aceptan como es, se está alejando de lo que es en realidad, convirtiéndose en un sujeto o en los peores casos hasta en objeto de los deseos de papá – mamá – hermanos – amigos – pareja, patrón, etc.

En cambio, se afirma como es en realidad, o sea cuando está siendo ella misma.

En este camino de construir su propia personalidad no debe asumir una actitud hacia la violencia, egoísmo o confrontación, más bien debe ser constructivo, prudente, generoso, crítico y reflexivo.

  • Dejar de satisfacer expectativas impuestas.

El ser auténtico lleva a desconfiar de la manipulación de frases como "no te fíes de ti mismo". De esta forma, la persona auténtica logra manifestarse como es en realidad.

  • Dejar de fingir frente a los demás.

Adoptar una actitud de hacer lo que considero correcto y no lo que los demás esperan de mí, lleva a la sinceridad con uno mismo y se olvida el temor al rechazo social.

3.- La Personalidad auténtica

Un hombre realmente auténtico, reconoce su valor como persona y desea manifestarse con dignidad frente a los demás, a su vez, ayudará a los que lo rodean a ser mejores seres humanos.

La persona auténtica se conoce y se muestra a sí misma y a los demás tal cual es. No necesariamente está conforme con lo que ha logrado en su vida, pero ha descubierto el valor que tiene como ser humano y está dispuesto a compartirlo con los demás.

De esta seguridad nace la capacidad para seguir creciendo en la vida como persona y alcanzar metas que le permitan ser mejor.

Así que sin autenticidad, no es posible ni la sinceridad ni la veracidad.

  • ¿Cómo podemos pedir a los demás que confíen o crean en nosotros cuando no nos atrevemos a mostrarnos tal cual somos?

Ejemplos de autenticidad, los tenemos en Sócrates, Platón, Aristóteles,

Alejandro Magno, El Cid, Lao Tsé, Moisés, José, Abrahán, Israel, Isaac,

María, Pablo, Séneca, Virgilio, Dante, entre otros o los que admiren mis lectores.

De tal manera que la autenticidad no implica ser tercos o insensibles:

"así soy yo y ni modo".

Por el contrario, la persona auténtica sabe cuáles son sus limitaciones y las puede asumir para tratar de superarlas y crecer como ser humano El ser humano no es perfecto, pero sí es perfectible).

Considero que las personas genuinas y honestas resultan atractivas para los demás.

Ya que se sabe qué piensan, por qué lo piensan y cómo actuarán.

Por lo que al ser humano estas características les permiten incrementar su liderazgo, pues tienen y expresan mayor seguridad en la vida.

Las personas auténticas son coherentes en sus metas e ideales. No cambian como veletas y siguen lo que está de moda o lo que quiere la sociedad masiva. Al contrario, se guían por valores sólidos y con su ejemplo los pueden transmitir a los demás.

Son además, más independientes, más francas, más abiertas con respecto a sus pensamientos y sentimientos. Si están felices y entusiasmadas, no tienen miedo de mostrarlo.

Ni desisten de su propio compromiso con la verdad.

Las personas auténticas tienen amigos mejores y más confiables porque con ellas los demás saben dónde están parados, y porque los inspiran a igualar su autenticidad.

Para actuar como una persona auténtica se necesita del esfuerzo diario.

A continuación se mencionan algunas acciones que le ayudarán a ello.

  • Identifica las actitudes en las que no es sincero consigo mismo, al comunicarse con los demás.

  • Aceptar nuestras raíces, no las podemos cambiar; pero si podemos mejorar nuestra manera de vivir y nuestra trascendencia.

  • Encontrar buenas razones para querer cambiar, no para no hacerlo

  • Descubrirse a sí mismo, en toda la potencialidad que hay en cada ser humano

De tal forma que usted vaya sintiendo diariamente que es genuino en sus tratos con los demás, que es sincero y que es un YO VERDADERO.

Pero recordando que no hay que caer en el egocentrismo o sea tender a hacer de sí mismo el centro del universo, a querer ser el rey y que los demás lo mimen y le rindan pleitesía.

Ni en un Narcisismo o sea que sienta una admiración excesiva por usted mismo y trate de ver a las demás personas como feas, pobres, ridículas o menos inteligentes que usted, pues entonces se estará metiendo en problemas con usted mismo en lo patológico y en lo social con los demás seres humanos.

edu.red

Capítulo 6.-

La importancia de saber comunicar

Y escuchar

1.- El proceso de la comunicación

La falta de comunicación crea muchos problemas en la familia, la sociedad y el trabajo. Así que en la convivencia diaria, es necesario saber comunicar lo que se quiere y para qué se quiere para evitar malos entendidos y conflictos.

En este capítulo analizaremos mis lectores y un servidor, los principios de la comunicación efectiva y reflexionaremos sobre el diálogo que se mantiene en las relaciones personales.

Tengo que decir que el proceso de comunicación es complejo porque las personas interpretan los mensajes que reciben de acuerdo a sus experiencias y vivencias personales.

Niveles de comunicación:

  • Yo superficial

  • Conciencia

  • Espíritu

  • Y un YO profundo.

Por lo tanto se aconseja que antes de comunicarse o de poner a funcionar la lengua hay que tener bien conectada la mente, o sea reflexionar sobre lo que se quiere que la otra persona entienda., así que:

  • Use términos claros y sencillos.

  • Planee una sola idea y no varias al mismo tiempo.

  • Defina y explique los conceptos, antes de ampliar la idea.

  • De énfasis a los aspectos más importantes.

  • Considere las circunstancias de la otra persona.

  • Y lleve una secuencia lógica en la conversación.

Aclaremos que la comunicación no verbal, se refiere a mensajes que no son hablados como: gestos, volumen de voz, tono, ritmo, movimientos y posturas del cuerpo.

Este tipo de comunicación es muy importante en la relación de las personas, ya que puede repetir, contradecir, sustituir, complementar, acentuar y regular los mensajes verbales.

La comunicación social.

Actualmente se cuentan con sistemas de comunicación que antes eran impensables. Por ejemplo, la tele conferencia, el fax, los teléfonos celulares, la radio, televisión, Internet, etc.

Hoy es muy fácil enviar mensajes a todos los rincones del mundo, sin embargo, el hombre se ha saturado de tanta información que recibe, y en cierta medida el exceso lo ha llevado a sentirse que le falta comunicación.

Es increíble que aún en las ciudades cosmopolitas como New York, La ciudad de México, Tokio, Hong Kong, un individuo "se sienta solo" a pesar de estar rodeado de tanta gente.

2.- El diálogo

Considero que el diálogo, es la forma más íntima de comunicación humana.

Más no es el diálogo una comunicación humana muy superficial y rápida por el "estilo" de vida que se tiene hoy. Hoy es muy común que las personas se comuniquen aprisa con frases cortas e incompletas, y creer equivocadamente que se están comunicando con sus seres queridos. Si lo hacen así, caen en una comunicación muy vertical casi de decir "Yo hablo y tu nada más escucha".

Se entiende entonces, que el diálogo requiere más tiempo, más interrelación, más horizontalidad, es un habla dialógica de habla, en un proceso completo de "ya te escuché, ahora escúchame tu a mi"

Y aún retroalimentarse recíprocamente, en cómo se entendió el mensaje y abarca hasta el escoger el medio más óptimo para comunicarse y la selección del ambiente y todavía el tiempo más propicio para comunicarse.

En base a lo anterior, eso sería lo ideal, pero en estos tiempos tan críticos y difíciles de manejar, las oportunidades de tener una conversación personal y profunda con el tiempo y la tranquilidad que requiere, se considera cada vez más difícil.

Sin embargo, es una necesidad de toda persona, ya que por medio del diálogo llega a conocerse, a compartir, y a llevar una vida propiamente humana.

Para conocerse a sí misma la persona necesita de los demás. Al estar en contacto con el "otro" se tiene la oportunidad de saber cómo somos, cómo nos perciben los demás y, para ello, el diálogo es indispensable.

El diálogo: Es la relación entre el Yo y el Otro.

Eso es muy valioso ya que por medio del diálogo, las personas se sitúan en un nivel vital en el que se descubren a sí mismas. Así, el "otro" se convierte en otro "yo", es decir, un semejante.

Toda persona busca ser escuchada porque necesita que se le considere y trate con dignidad.

Elementos para fomentar el diálogo.

La capacidad y necesidad de diálogo se reserva exclusivamente para el núcleo familiar. Es necesario que se ejercite también en el trabajo, esto no significa que el nivel y calidad del diálogo presentará las mismas circunstancias, grado de confianza y conocimiento de la persona, como en un ambiente familiar, pero no por ello será menos valioso o importante.

Para fomentar el diálogo se recomienda:

  • Reconocer y respetar al otro y a uno mismo como personas únicas, insustituibles y con capacidad para entender y reaccionar de distinta manera.

  • Mantener situaciones de igualdad en las oportunidades de expresión y en el respeto al otro, aunque los participantes sean padres e hijos, jefes y subordinados, etc.

  • El diálogo no requiere de llegar a un acuerdo o a una misma conclusión, sino es la oportunidad de compartir para conocer, entender y acercarse al otro. Las diferencias son dignas de consideración y respeto.

  • El diálogo no es una competencia entre vencedores y vencidos, sino se da a través de escuchar activamente a la otra persona, reconocerla como individuo y con la intención de acercarnos como seres humanos.

  • Una vez iniciado el diálogo, hay que mantenerse en el tema de conversación hasta que se complete la comunicación o elijan mutuamente cambiar de tema.

  • Distinguir el fondo de la forma. Muchas veces se dice algo con profundidad de una manera tosca, quizás porque le cuesta trabajo al emisor hablar del tema. En otras ocasiones, la forma es lo importante ya que el emisor necesita ser escuchado, reconocido.

  • No todo lo que se comunica, aún en el diálogo más íntimo y personal es aceptable por sí mismo. El bien y la verdad deben ser siempre la finalidad de la comunicación. Señalar los errores no es faltar al diálogo, al contrario, es muestra de lealtad, cariño y orientación. Sin embargo, siempre deben hacerse con respeto y afecto.

edu.red

Imagen tomada de google.com

4.- Condiciones para la comunicación efectiva.

La comunicación exige determinadas condiciones que deben practicarse para que, poco a poco, se conviertan en buenos hábitos como los siguientes:

  • Profundo respeto. Y recuerde que este se pierde cuando se deja de considerar y tratar al prójimo como persona y se le convierte en objeto, o en cosa.

  • Confianza. Confiar en el prójimo es aceptarlo como realmente es, con sus valores y limitaciones y reconocer que es capaz de colaborar para construir juntos un mismo proyecto, la confianza implica valorar en forma realista al prójimo y reconocer que es insustituible e indispensable.

  • Apertura. Cuando la persona se encierra en sí misma, obstaculiza la puesta en común de todo lo que debe ser, pero también no es posible abrirse al prójimo si no se confía en él y viceversa.

  • Sinceridad. Ser sincero implica confiar y creer en el prójimo y aceptarlo con sus cualidades y defectos.

Generando un clima donde existan, respeto, confianza, apertura y sinceridad se puede dar una auténtica comunicación: sin embargo, se requiere de la misericordia, es decir, tener la capacidad de entrar en el corazón del otro, para perdonar y ayudar. Sin esta actitud la comunicación se vuelve cada vez más difícil ya que el ser humano tiene limitaciones y puede fallar continuamente.

Es muy grato poder compartir los éxitos y los triunfos; pero compartir el fracaso (o más bien un resultado no esperado), el miedo, la angustia, la pequeñez humana, sólo se logra en una comunicación profunda. Poder sostener o apoyar al prójimo en su propia limitación significa amar, verdaderamente a la persona.

Sin la capacidad de comunicación, de relación, no sería posible el amor, el trabajo en equipo, la vida familiar y hasta el conocimiento personal.

6.- El aprender a escuchar.

La capacidad de escuchar es indispensable para el crecimiento personal.

Con ella, la comunicación es correcta y el mensaje queda entendido. Sin embargo, para lograrlo es necesario tener una actitud abierta hacia los demás y desear mantener una relación justa y valiosa.

Las palabras toman valor real cuando son escuchadas; de otra manera, no dejan ninguna huella en las personas y es inútil haberlas mencionado.

Cuando una persona recibe un mensaje, primero lo identifica, relacionándolo con sus experiencias pasadas, con sus sentimientos y emociones, y compara la semejanza del mensaje con sus propias ideas.

Después, interpreta el mensaje recibido y formula una respuesta que se conoce como retroalimentación.

Cuando ésta es recibida por el emisor, la comunicación se completa.

Ahora para que la comunicación sea efectiva, se requiere que el emisor y el receptor:

  • Utilicen un mismo lenguaje.

  • Sus intenciones sean buscar la verdad y

  • Tengan valores comunes.

Ahora bien, como no existen personas idénticas, independientemente de la relación tan estrecha que tengan, normalmente existen áreas de desavenencia en la comunicación. Así es como se dan los diferentes puntos de vista sobre determinado asunto o tema, con el resultado que un mismo mensaje puede crear una comprensión diferente en cada persona.

Sin embargo, ello no limita la comunicación, ni la comprensión del mensaje,

Simplemente cada individuo lo va a interpretar según su marco de referencia y de acuerdo a los multicontextos en los tiempos pasados, presentes y la probabilidad del futuro.

Lo importante, para que exista una verdadera comunicación, es que ambos interlocutores, partan del principio de tener un diálogo abierto para darse cada uno a conocer como es, en mensaje que se quiere transmitir y las posibilidades en el cumplimiento de sus expectativas.

Se ha investigado que la persona con una cultura media, emplea unas 400 palabras diferentes en su conversación diaria.

Si se buscan en un diccionario su significado se encontrará que algunas de ellas tienen hasta tres significados distintos, de aquí la posibilidad de transmitir un mensaje diferente a la intención del emisor.

Además, los usos que se le dan a las palabras, por ejemplo para expresar admiración o exclamación, varían mucho en las diferentes generaciones o países: ¡Está de pelos!, ¡Qué chido!, ¡Está padrísimo!, ¡Está Bien Gol!, ¿Qué onda?, ¡Hay nos vidrios!, etc.

En algunas ocasiones, a través del lenguaje corporal se manifiestan mejor los pensamientos y sentimientos, que con las palabras.

Una persona puede ocultar, desfigurar y obscurecer sus pensamientos con el lenguaje oral, pero se verá traicionada por el mensaje no verbal, especialmente en lo referente a los sentimientos.

Las señales emocionales se reconocen con mucha facilidad: el rubor en las mejillas, las palmas de las manos sudorosas, cambios en la manera de mirar, el dar golpecitos con las manos o los pies, la postura rígida del cuerpo, una expresión dura en la cara, etc.

Creo que para llegar a ser un oyente eficaz, se requiere no sólo escuchar con los oídos, sino al mismo tiempo, estar atento a la comunicación no verbal como son los gestos, las miradas, la postura del cuerpo; ya que estos elementos complementan el mensaje oral.

7.- La empatía

La empatía significa compartir los sentimientos del comunicador, desde un punto de vista aparte y olvidando, temporalmente, la propia reacción de quien escucha.

Así, al estar "empate" se facilita que la persona que escucha respete las opiniones de los demás, aun cuando no está de acuerdo con ellas.

Con mucha frecuencia, "se escucha sin comprender" o incluso sin oír, porque la persona se encuentra pensando demasiado en sus propios sentimientos y problemas, o a veces hasta en buscar qué va a decir a continuación.

Así que en la comunicación donde solo se busca interés personal, es difícil que la empatía desempeñe el papel que le corresponde, porque ¿Cómo se puede estar atento a un mensaje, si interiormente hay ruidos que nos están distrayendo o simplemente no nos interesa nuestro interlocutor?

Por lo tanto el saber escuchar con atención, es indispensable en todas las relaciones humanas: en la familia, en el trabajo y en la sociedad en general.

Recuerde también que es importante escuchar no únicamente lo que se dice, sino también lo que se calla.

  • ¿Cómo lo dice, con entusiasmo, triste, enojado, etc?

  • Estar atento a una palabra pronunciada a medias.

  • Vigilar las pausas que hace entre pensar y decir.

¡Podemos escuchar los sonidos del silencio, si queremos!

Por eso, escuchar es absorber no sólo las palabras del que habla, sino su punto de vista, sus verdaderos sentimientos, lo que expresa detrás de sus palabras宼/font>

Usted quizá conozca a personas que son magníficos oyentes, que tienen el don de ayudar a hablar a los demás, exteriorizando lo mejor que hay en ellas, haciendo que se superen a sí mismas por medio del estímulo y la esperanza.

Se dice que el mayor bien que puede usted hacer a una persona no es darle lo que tiene, sino enseñarle cuánto tiene ella para dar a los demás.

O sea el conocido ejemplo, de no dar el pescado, sino enseñar a pescar.

Se ha investigado que del tiempo que dedica una persona a escuchar, sólo el 25% de lo que oye penetra y se comprende. Esto indica que se emplea mucho tiempo oyendo y, una escasa fracción del mismo, a la comprensión.

Cuando no se presta suficiente atención porque la mente está distraída en otras cosas, puede ser desconcertante para el emisor y este "error" resulta muy costoso al receptor.

El saber escuchar con un sentimiento afectuoso requiere paciencia y generosidad. Además no sólo se debe saber cómo escuchar, sino cuándo hacerlo, es decir, reconocer si una situación requiere de esa empatía de silencio, que es el estar simplemente callado, sin dar ningún consejo ni punto de vista.

8.- Algunos obstáculos que impiden escuchar correctamente son:

  • El tener prejuicios u opiniones anticipadas acerca de la otra persona. Por ejemplo, cuando una persona no nos simpatiza, o con quien estamos en desacuerdo, normalmente nos "cerramos" a sus palabras y no aceptamos sus ideas.

  • La dificultad para aceptar que la otra persona es diferente. Cuando se tiene una educación, cultura o ambiente social y económico destinto, no se debe rechazar a la persona al escucharla, sino reconocer que estas diferencias pueden hacer más enriquecedora la relación.

  • Las tendencias a juzgar subjetivamente a la otra persona, sin bases reales, sino en lo que "yo creo" o "me han dicho".

  • El mal hábito de interrumpir a la otra persona o dar una respuesta anticipada. Es muy común no dejar que termine de hablar una persona y le damos una respuesta rápidamente o damos por terminada la conversación.

  • Las condiciones externas del ambiente físico en el que se desarrolla la comunicación como, por ejemplo: ruido, calor, interrupciones constantes, distractores, cansancio, etc.

edu.red

Imagen tomada de google.com

Para superar estos obstáculos se debe:

  • No poner barreras al comunicarse.

  • Aceptar a la persona como es.

  • Interés por el mensaje.

Resumiendo podemos decir que para ser un oyente eficaz se debe:

1.- Dejar de hablar. No se puede escuchar mientras se continúa hablando.

2.- Apreciar las emociones que siente el que habla. Tratar de ponerse en "su lugar" para comprender lo que trata de manifestar (empatía).

3.- Concentrase en lo que se está diciendo. Dirigir el foco de atención a las palabras del otro, a sus ideas y sentimientos.

4.- Ver a la persona que está hablando. Observar el lenguaje corporal, su cara, sus ojos, sus manos, su postura. Todos estos elementos son formas de comunicación.

5.- Concentrarse en las ideas más importantes del que habla y no en las explicaciones aclaratorias y explicativas.

6.- Dejar "a un lado" las emociones propias. Tratar de reprimir las propias inquietudes y problemas. Si se está pensando en ellos, la eficacia de saber escuchar irá disminuyendo.

7.- Reaccionar a las ideas, no a las personas. No dejar que las reacciones personales influyan en la interpretación de lo que se está diciendo, aún cuando nos disguste, por ejemplo, la forma de vestir, apariencia física del interlocutor, las ideas expuestas son, en sí mismas, valiosas.

8.- Evitar los juicios apresurados. Esperar a que se expongan todos los hechos, antes de sacar cualquier conclusión.

9.- Hacer preguntas. Pedir ayuda si no se entiende, cuando se desea una aclaración posterior, o se quiere demostrar que se está escuchando.

10.- Reconocer los propios prejuicios. Tratar de ser cautos en los sentimientos propios a quien habla, hacia el tema o la oportunidad.

No digan mis estimados lectores… ¡Que esto es fastidioso!

Pues se ha experimentado lo anterior por verdaderos gurús en los campos psicológicos y sociales.

Así que si ponemos en práctica los puntos anteriores, será más fácil ser un oyente eficaz, ganar la confianza de los demás para que nos platiquen sus problemas y facilitar enormemente nuestras relaciones humanas.

edu.red

edu.red

Imagen tomada de google.com

Capítulo 7.-

El ser asertivos

El imperativo hipotético que representa

La necesidad práctica de la acción,

Como medio para fomentar la felicidad es asertórico.

Emmanuel Kant.

1.- Asertividad.

Cuando una persona se enfrenta a una situación determinada, reacciona con una emoción o externa una conducta que generalmente responde a sus pensamientos y sentimientos, pero no al hecho en sí mismo.

De tal forma que se generan malos entendidos, o conductas agresivas que empeoran los problemas.

Así que muchas veces, estas emociones pueden ser las apropiadas, pero también suelen ser exageraciones de ira, llanto, burla, u otros efectos no deseados en lo que debe ser un buen proceso de comunicación, sino que por el contrario sólo se producen deformaciones de la realidad o falsos razonamientos, lo que da como resultado sentimientos excesivamente dolorosos en las relaciones humanas.

De acuerdo a lo anterior, en este capítulo no sólo interesa saber si una persona es asertiva o no, sino que lo importante es ayudar a la persona no asertiva a que sea capaz de analizar sus pensamientos, negativos o distorsionados, y busque cambiarlos en forma positiva para manifestar sus ideas y sentimientos importantes de manera respetuosa, firme, directa, clara y oportuna en un juego de "ganar – ganar" y no en situaciones donde sólo se busque un juego de "yo gano y tu pierdes"

Diariamente los seres humanos se relacionan entre sí, tanto en su ámbito familiar como laboral y social. En estas relaciones interpersonales se pueden presentar fundamentalmente tres tipos de conductas no asertivas, agresivas y asertivas.

  • La persona que tiene un comportamiento no asertivo se sitúa a sí misma en un plano inferior al resto de los seres humanos con los que interactúa.

Debido a que no expresa sus sentimientos, pensamientos o creencias y cuando llega a manifestarse, se muestra insegura, con disculpas, de tal manera que los demás pueden fácilmente desatenderla.

Por otra parte, la persona no asertiva concede más valor a las opiniones, deseos y preferencias de los demás, que a los propios. Permite que se aprovechen de ella, no defiende sus derechos y busca complacer a los demás, incluso pasando por alto lo que ella misma siente.

Así que la conducta de la persona no asertiva es el reflejo de pensamientos negativos como:

  • "yo no cuento", "no son importantes mis pensamientos, los de los demás son los únicos que son escuchados",

  • "se pueden aprovechar de mi",

  • "yo no soy nadie",

  • "a nadie le importo",

  • "soy un tonto", etc.

  • "¿qué dirán de mí?"

A su vez, esta actitud se ve proyectada en su comunicación no verbal, ya que su tono de voz es titubeante y bajo, sin dar énfasis a los mensajes importantes.

  • No ve a los demás a los ojos, encorva los hombros.

  • Al hablar se sujeta a algo o alguien y, cuando una persona se muestra afectiva con ella, retrocede.

Podemos ver claramente, intelectualmente hablando, que el actuar de una manera no asertiva, lleva a que los demás puedan abusar de una persona así, ya que es considerada como "buena gente" y termina sintiéndose explotada y generalmente acumula una pesada carga de resentimiento.

Ahora algunas causas de la conducta no asertiva pueden ser:

  • Miedo a perder aprobación de los demás.

  • Miedo a ponerse en ridículo.

  • Miedo a sentirse rechazado.

  • Ignorar los derechos y obligaciones de la persona.

  • Baja autoestima, es decir, creerse menos que los demás.

  • No valorarse a uno mismo.

  • Bajo auto respeto.

edu.red

Imagen tomada de google.com

2.- La persona agresiva:

La principal preocupación de una persona agresiva:

  • es mantener, en todo momento, el control absoluto de la situación, dominando y forzando a los otros a perder.

  • cree "que gana" humillando y despreciando.

  • intimida a los demás y los hace incapaces de expresarse y defender sus necesidades y derechos.

  • considera que todo ser humano está por debajo de él, por lo que se muestra permanentemente a la defensiva.

  • Y ante la posibilidad de no llegar a conseguir lo que desea, de verse obligado a hacer lo que no quiere, su mejor defensa es el ataque.

  • Con respecto a su conducta no verbal, la persona agresiva trata de degradar o dominar a sus semejantes por medio de la mirada penetrante, inquisitiva.

  • Su tono de voz suele ser estridente, sin importarle las circunstancias.

  • Generalmente su postura corporal es rígida y señala demasiado con el dedo al hablar.

  • Adopta una actitud de: "esto es lo que yo pienso, tú eres un tonto por pensar de manera diferente".

  • Externa una egolatría que claramente expresa en posturas y gestos, aunque no lo diga de: "Esto es lo que yo quiero, lo que tú quieras no me interesa", "les voy a enseñar quién manda aquí", etc.

Así que ambos estilos de comportamiento: no asertivo y agresivo, tienen sus raíces en el hecho de experimentar sentimientos de amenaza e indefinición.

O sea externan sentimientos que, para cambiarlos, la persona tiene que saber que puede, y debe controlarlos a través de pensamientos positivos.

3.- ¿Cuándo una persona es asertiva?

Se dice que una persona actúa con asertividad cuando es capaz de:

"comunicar los pensamientos y sentimientos importantes de una manera honesta, con la capacidad de tomar en cuenta los sentimientos, razones y el respeto de las demás personas".

Es necesario señalar aquí, que no porque las personas sean asertivas, significa que sean perfectas, sino que su trato es más conciliador, participando en sus interrelaciones en un juego de ganar – ganar.

Pero es valioso decir también que una persona asertiva es aquella que se valora con la misma escala que valora a los demás, pero acepta los riesgos que implica cada una de sus decisiones y comprende que no hay una respuesta exacta, precisa y perfecta para cada situación.

Por lo tanto, para ser asertivos hay que conocer nuestros derechos y los de toda persona en el mundo, considerándolo como una aldea global.

4.- Principales derechos de los seres humanos:

  • Decidir los propios valores y estilo de vida. La persona tiene derecho a ser ella misma según su particular definición y a sentirse bien con su estilo de conducta mientras no dañe a nadie.

  • Ser tratado con respeto. La persona está obligada a tratar con respeto y dignidad humana a los demás.

  • Dar negativas sin sentirse culpable. Tener en cuenta a los demás, no significa que sean más importantes que uno mismo. Por ello, no es sano reprimir aquello que se quiere decir por temor a molestar a otros.

  • Sentir y expresar los sentimientos. Es mejor aceptar el derecho a experimentar sentimientos positivos o negativos, que sentirse culpable de ellos. Asimismo, es muy importante expresarlos, ya que, con ello, se puede obtener un cambio positivo en la conducta de los demás o sirve para desahogarse.

  • Cambiar de opinión. Modificar el punto de vista personal puede demostrar flexibilidad y adaptación a la realidad, negarse a cambiar, cuando es necesario, sólo es síntoma de rigidez. Sin embargo, ello no significa romper con los compromisos que se han adquirido como: contratos comerciales, acuerdos personales, etc.

  • Pedir lo que se necesita. Ya sea información, ayuda o el reconocimiento de los derechos propios de la persona.

  • Cometer errores. Es imposible que el ser humano no cometa errores. Sin embargo, es importante distinguir los sentimientos de culpabilidad derivados de los errores involuntarios, de los que sí es responsable el sujeto directamente.

  • Sentirse bien con uno mismo. Reconocer los propios talentos y limitaciones, aceptarse a uno mismo tal y como es y esforzarse por conseguir el ideal de conducta que cada uno haya fijado.

Ahora bien, aceptar estos derechos no implica ser una persona egoísta, que piensa sólo en sí misma, o que es insensible a las necesidades de los otros; al contrario, significa colocarse en una situación de igualdad con los demás. Cuando se actúa asertivamente se expresa lo que uno es en realidad, sin menospreciar a los demás.

5.- Características de la persona asertiva:

  • Se siente libre para manifestarse.

  • Es capaz de comunicarse con personas de todos los niveles y se comunica en forma abierta, directa, franca y adecuada con: amigos, compañeros, familiares y con extraños.

  • Practica el saber escuchar activamente con los demás.

  • Tiene una orientación activa de la vida. Lucha por lo que quiere, busca la iniciativa.

  • Actúa de un modo responsable.

  • Comprende que no siempre puede ganar, acepta sus limitaciones. Sin embargo, no deja de luchar para alcanzar sus objetivos, de tal forma que pierda, gane o empate, conserva siempre su respeto propio y su dignidad.

  • Se manifiesta emocionalmente libre para expresar sus sentimientos.

  • Evita los dos extremos: por un lado la represión y, por el otro, la expresión agresiva y destructiva de sus emociones.

  • Su comunicación no verbal es congruente con sus mensajes verbales, su tono de voz es claro y audible, su afectividad es adecuada al estado de ánimo y a la situación.

  • Acepta o rechaza en su mundo emocional a las personas. Con delicadeza pero con firmeza establece quiénes van a ser sus amigos y quiénes no.

6.- Habilidades para ser una persona asertiva:

  • Saber cuando decir que no.

  • Ser oportuno.

  • Expresar sentimientos negativos

  • Ser directo.

  • Saber comunicar emociones.

El propósito de ser asertivo en las relaciones personales es la franqueza, la comunicación y el saber compartir los sentimientos con empatía.

Sin embargo, en el ámbito laboral la asertividad se manifiesta primero con la actitud de la persona y después con los sentimientos, ya que en toda empresa y organización lo importante es el logro de sus objetivos y la productividad laboral.

Por esta razón, las relaciones interpersonales en el trabajo tienden a ser más superficiales que íntimas. Y en la expresión de los sentimientos, se da mayor énfasis a la adaptación de la persona al trabajo, que a la franqueza.

7.- Una persona es asertiva en el trabajo cuando:

  • Tiene una orientación activa. Refleja el hábito de meditar bien las metas de trabajo y los pasos que se necesitan para conseguirlas.

  • Demuestra capacidad para hacer el trabajo. Tiene dominio propio, posee buenos hábitos laborales, disciplina y concentración.

  • Controla sus ansiedades y temores. Las tensiones, irritabilidad y reacciones emocionales inadecuadas, las controla para que no interfieran en la realización de su trabajo.

  • Mantiene buenas relaciones interpersonales. Es capaz de relacionarse con los subordinados, superiores o personas de su mismo nivel.

  • Sabe presentar solicitudes y demandas, sabe pedir favores y decir no cuando es necesario.

  • Puede negociar. Sabe trabajar con el fin de conseguir las metas propias respetando a los demás.

8.- Los individuos que no son asertivos en el trabajo

Generalmente se comportan como los que se describen a continuación:

  • El que pasa desapercibido: hace un excelente trabajo, pero otros se atribuyen el mérito.

  • El encasillado: no lo promueven.

  • El indisciplinado: llega tarde, está soñando, es desorganizado.

  • El difícil: tiene buenas ideas, pero provoca disgustos, es agresivo.

  • El explotado: a todo dice que sí.

  • El quejoso: es pasivo.

9.- ¿Se puede cambiar de ser no asertivo a asertivo?

En base a todo lo anterior usted puede deducir que… ¡Desde luego que si!

Ya que los pensamientos juegan un papel fundamental en la conducta de una persona.

Si se profundiza en la comprensión de cómo los pensamientos e ideas ocasionan que se tengan sentimientos inadecuados (de ira, ansiedad, depresión, etc.) y cómo estos sentimientos pueden desencadenar un tipo de conducta no asertiva o agresiva, se podrá ser más positivo y lograr cambiar esos pensamientos irracionales (negativos) a pensamientos racionales (positivos).Identificando cinco factores al presentarse un problema en las relaciones humanas, la situación que se presentó, la emoción que se experimentó, el pensamiento irracional que se produjo, la respuesta que se dio, y el resultado de esa interacción.

edu.red

Imagen tomada de google.com

10.- Para cambiar los pensamientos negativos que obstaculizan el desarrollo

Personal, se deben analizar los anteriores factores de la manera siguiente:

  • Situación.- Se describe el acontecimiento que motivó la emoción desagradable.

  • Emoción.- Se especifica que emoción produce.

  • Pensamiento irracional.- Se anota el pensamiento negativo que se tiene.

  • Respuesta racional.- Se cambia el pensamiento negativo por positivo.

  • Resultado.- Se describe el nuevo sentimiento que produce un sentimiento positivo.

Por ejemplo:

Situación.- En la fábrica un hombre pierde su cartera y observa que un compañero se metió algo en la bolsa de su chamarra.

Emoción.- Desconfianza, enojo

Pensamiento irracional.- "De seguro se encontró mi cartera y no me la piensa devolver"

Respuesta racional.- "Voy a platicar con él, y le diré que perdí mi cartera,

A ver que me dice".

Resultado.- Sentirse mejor sin agredir.

Nótese entonces que la asertividad implica una claridad mental y de expresión en buscar pensamientos racionales y sin prejuicios de ninguna índole, lo que permite mejores posibilidades de comunicación y entendimiento.

Así que independientemente de que tanto yo como mis lectores, nos auto analicemos y veamos nuestras fortalezas y nuestras debilidades en cuanto a si somos asertivos o no:

Es necesario que recordemos que como seres humanos somos perfectible, pero que lo que no podemos medir, no lo podemos mejorar, así que si queremos tener mejor calidad de vida tenemos que ser más asertivos, pero sin perder la autoestima que es la suma de la confianza y el respeto por sí mismo.

De tal forma que al estimarnos más, seremos capaces de estimar también a los demás, respetando las divergencias; pero aceptando dentro de esa pluralidad, las convergencias para generar situaciones o ambientes más amigables y ecológicos tanto en lo físico como en lo psíquico.

Finalmente diremos que todos los seres humanos deberíamos disfrutar de un alto nivel de autoestima, experimentando una fe intelectual en sí mismos como una fuerte sensación de que merecemos ser felices plenamente.

edu.red

edu.red

Imagen tomada google.com

Capítulo 8.-

La necesidad de ser aceptado por los demás

1.- Es natural querer ser aceptado por los demás

Eventos importantes han modificado la situación del hombre contemporáneo: dos guerras mundiales, la liberación de la energía atómica, la llegada del hombre a la luna, el avance científico y tecnológico, etc. Sin embargo, estos acontecimientos no siempre se han utilizado para el bienestar general de la sociedad. Esto ha llevado a la necesidad de un cambio que vaya de la idea de poder, de dominio, a la idea de una sociedad que le permitan al hombre a asumir en conciencia su realidad y responsabilizarse de su condición humana.

El objetivo de este capítulo es que el hombre tenga conciencia de que vive en sociedad y, por lo mismo, debe apreciar, valorar y aceptar como son a los demás.

El hombre es un ser eminentemente social, todo sus actos lo relacionan con los demás.

Para aceptar a otra persona es necesario sentir empatía, tener la capacidad de identificar el estado emocional del otro y responder de manera adecuada. Esto significa sentir como si se estuviera dentro del otro, "ponerse en sus zapatos".

2.- La conciencia de que existo; pero de que también existen los demás

La conciencia de que existen los demás, lleva a la persona a reconocer las relaciones y el compromiso con los que la rodean. Al dejar de verlos como "cosas", como entes ajenos a ella, reconoce su dignidad como seres humanos.

Por lo tanto, no sólo se debe tolerar a los demás, sino aceptarlos, escucharlos, amarlos y respetarlos. La regla de oro es "no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti" o "trata a los demás como te gustará que te trataran".

Tengo que decir que en base a esta conciencia que poseemos los seres humanos, nos distinguimos en:

  • Sólo los seres humanos tenemos valores éticos de conducta y los usamos, al tomar decisiones que nos producen beneficios ya sea mediatos o inmediatos.

  • Sólo a los seres humanos nos atrae la belleza del arte.

  • Tenemos un sentido innato de la moralidad que nos hace refrenar nuestros instintos naturales.

  • Podemos conformar y refinar las ideas en la mente y prever cómo reaccionará la gente si las llevamos a cabo.

  • Así que sólo los seres humanos tenemos conciencia de nuestros actos.

Y por lo contrario, los animales, aunque poseen memoria, en realidad no tienen conciencia de que viven, o no tienen anhelos, ni pueden transmitir aprendizajes a sus hijos:

Por ejemplo, cuando se miran ante un espejo "no se reconocen", pues actúan o responden como si estuvieran viendo a un animal semejante, sea éste un gato o un ave.

Dice el Doctor Richard Restak: "El cerebro humano, y solo el cerebro humano, supervisa su propio funcionamiento, y así consigue un grado de trascendencia: De hecho, la capacidad de rescribir nuestro propio guión y redefinirnos en el mundo, es lo que nos distingue de todas las demás criaturas".

La relación con los demás se establece cuando la persona sale de sí misma, de su egoísmo y conoce verdaderamente a los demás

Descubra, a través de la convivencia, lo mejor que hay en cada quien, valora sus cualidades y les ayuda a superar sus limitaciones.

Una verdadera relación personal se lleva a cabo cuando la persona deja de fijarse en las diferencias, en lo que separa, y presta atención a lo que la une "al otro".

En una actitud así, la persona se responsabiliza de su relación con los otros. Capta la verdadera presencia de los demás cuando está abierto a recibirlos con amor. De esta forma, un acto central de la vida del hombre es el encuentro con los demás, sólo esta relación lo lleva a vivir en plenitud; ya que cuando el ser humano vive a través de las cosas, termina "cosificando" a todos los que le rodean. No los siente, no los vive, no exterioriza sus sentimientos, no se entrega a los demás.

En muchas ocasiones se siente aprecio por los demás, pero no se exterioriza ese sentimiento y la otra persona ignora que es apreciada. Es necesario hacer saber a los otros que se les estima y quiere, así se sentirán amados y aceptados, tendrán confianza en sí mismos, se aceptarán y, por tanto, crecerán.

El egoísmo y la envidia hacen que la persona busque sólo los defectos o puntos negativos de los otros para, así, elevar una autoestima baja y sobresalir como superior a ellos. Una persona que tiene la costumbre de resaltar los errores ajenos, es alguien que se siente inferior a los demás y la única manera que tiene de destacar es rebajando la imagen de los que lo rodean.

Si todos buscáramos en uno mismo y en los demás las cualidades y potencialidades, seguramente la convivencia humana sería más cordial y más sincera.

edu.red

Imagen tomada de google.com

El ambiente interno de un grupo ya sea familiar, escolar o de trabajo, es importante para el desarrollo de cada uno de sus miembros. Si éste es de colaboración y buen trato, sus integrantes valorarán la riqueza de los demás; por lo tanto, habrá un crecimiento grupal y personal.

Si, por el contrario, sólo se ven los errores de los demás y siempre se está criticando o regañando a los subordinados, a la pareja, a los hijos, no habrá rendimiento, bajará su confianza en ellos mismos y se volverán inseguros, torpes, tímidos, escondiendo errores por miedo al castigo.

Es esencial que exista respeto entre las personas, flexibilidad de trato y mente abierta para aceptar a los demás; es común que a lo largo de la vida, la persona se encuentre con gente de diferentes ideas sociales, políticas y religiosas.

Una rigidez de pensamiento o sentimiento llevaría a la intransigencia, enemistad y falta de comprensión hacia las demás personas a las que se trata en el trabajo, en la familia y en la sociedad en general.

La intolerancia ha llevado a pueblos enteros a interminables luchas sangrientas. Asimismo grandes proyectos, negocios y empresas se han venido abajo por no aceptar las diferencias de opinión en las relaciones interpersonales. Por ello, es necesario que la persona esté consciente que sólo en el ámbito de la aceptación de los demás es posible vivir en paz y en una relación armónica.

Para entablar relaciones humanas en las que se enriquece y permite el desarrollo del ser humano, es necesario, primero, aceptarse a uno mismo.

Toda relación exige entrega y compromiso, facultades que se adquieren y desarrollan a partir de la seguridad y conocimiento personal.

edu.red

Imagen tomada de google.com

3.- Aceptación personal

Los siguientes puntos son para mejorar en el conocimiento y aceptación personal.

  • Anote sus fortalezas y debilidades personales.

  • Describa cuáles son los objetivos a los que verdaderamente aspira y que le permitirán un auténtico desarrollo personal.

  • Ordene esos objetivos y piense qué virtudes, facultades y habilidades requiere para alcanzarlos. Algunos de ellos pueden ser ideales para que guíen su vida y puede que no los alcance, pero que el esfuerzo por conseguirlos le ayuden a perfeccionar cada vez más a su persona.

  • Anote las limitaciones que tiene para alcanzar dichas metas y objetivos. Propóngase un plan de vida que le permita mejorar y superar esas limitaciones. Reconozca también sus habilidades y fuerzas con las que cuenta para llegar a las metas propuestas.

4.- El concepto de la humildad

Es indispensable adquirir y practicar la virtud de la humildad. Ésta implica el reconocimiento veraz y realista de lo que se es y de las circunstancias en las que se vive. No debe entenderse como rebajarse o fingir que se vale menos, ya que la humildad lleva a la aceptación y es un impulsor para dirigir la vida.

Por ejemplo: Cuando una persona se reconoce como iracunda, olvidadiza y hábil para los números, la humildad le ayudará a aceptar que debe dejar de ser iracunda y olvidadiza y que puede aprovechar en beneficio propio y de los demás sus habilidades para las matemáticas. Para ello, tendrá que elaborar un plan de vida para vencer su tendencia a la ira, encontrar medios para organizarse y ser menos olvidadizo y aprovechar su habilidad numérica para ayudar, por ejemplo, a sus compañeros, hijos, etc.

Todos los seres humanos poseen una dignidad y valor inalienable por el hecho de ser personas. Todos compartimos la misma naturaleza.

Como individuos, cada uno se manifiesta y posee virtudes, habilidades, facultades, carencias y defectos. Reconocer esta dignidad de la persona y las peculiaridades individuales es esencial para conocerse y aceptarse.

El hombre tiene libertad y al utilizarla, cada quien va determinando su camino, pero también se abre a la posibilidad del cambio. Nunca es tarde para modificar la vida personal.

5.- El saber perdonar y perdonarse uno mismo

Quizá usted ha escuchado la frase "te perdono; pero no se me olvida lo que me hiciste"

Si se guarda rencor con esa condición, el ser humano se hará daño así mismo.

Por lo que el perdón es un elemento básico y esencial para la aceptación de uno mismo.

Así que perdonar no significa justificar o aprobar; cuando se comete un error hay que reconocerlo, pero también perdonarse a sí mismo, si no la persona puede vivir en una dinámica de frustración, de auto castigo y remordimiento.

De tal manera que, cuando no perdonamos y guardamos rencor o hasta odio por algo que nos hizo alguna persona hace algunos años, es como si nosotros mismos tampoco nos perdonáramos y siguiéramos acumulando odio contra esa persona y también para nosotros. Quizá tal persona ya hasta olvidó lo que hizo o el disgusto que surgió entre nosotros, y entonces seríamos nosotros los que nos estaríamos haciendo daño recordando.

Como usted puede observar saber perdonarse a uno mismo no siempre es fácil, requiere vencer el orgullo, la vanidad y la soberbia personal. Pocas personas aceptan que se han equivocado y que deben corregir. La mayoría pretende ocultar sus errores ante sí misma y frente a los demás. Este es el principal obstáculo para el conocimiento y aceptación de uno mismo.

Bertrand Russel (sociólogo inglés) dijo: "Un hombre no puede estar en paz con los demás hasta que haya aprendido a estar en paz consigo mismo". Quien se ama y tiene confianza en sí mismo, amará y tendrá confianza en los demás.

edu.red

Imagen tomada de google.com

6.- Prácticas para mejorar en aceptarse uno mismo y para aceptar a los demás

Le sugiero que practique las siguientes acciones y su aceptación a sí mismo y a los demás crecerá:

  • Busque semejanzas que lo unan y no diferencias que lo separen, con las personas con quien convive o se relacione.

  • Enumere tres actitudes que le molesten de una persona y analice si, alguna vez, ha tenido esas mismas actitudes.

  • Esfuércese por aceptar a las personas como son, sin juzgarlas por lo que son, piensan y sienten.

  • Revise sus objetivos y metas con frecuencia para actuar con sinceridad.

edu.red

edu.red

Imagen tomada de google.com

Capítulo 9.-

Entrenar la voluntad hacia el amor

Y el servicio a los demás

1.- Entrenando la voluntad

Para hacer bien las cosas hay que tener bien entrenada la voluntad hacia el saber, el poder, el convivir sanamente.

Y podemos decir que la voluntad es lo que hace realidad las metas e ideales del hombre: es la práctica visible de su esfuerzo.

"Querer es poder" y si lo que se desea es algo real y dentro de las posibilidades personales, es muy posible que se obtenga al ejercer los elementos que conforman la voluntad. La importancia de este tema es que nos ayuda a comprender y saber cómo aprovechar la estrecha relación que se da entre inteligencia, espiritualidad, voluntad, libertad y el amor.

La voluntad sólo quiere lo que la inteligencia le presenta: nadie quiere lo que no conoce y "nadie conoce lo que no quiere".

En este conocer y querer es donde interactúan libremente la inteligencia, la voluntad y la capacidad de amar.

La voluntad cierra el círculo de la persona racional y emocional, para expresarla en actos cada vez más perfectos.

En ese proceso interminable de mejora continua es como se da la vida misma, se crecerá, se superará y se triunfará sobre sí mismo en todo lo que se proponga el ser humano.

De tal forma que la voluntad nos descubre el bien y lo escoge con libertad.

Es la facultad humana que nos permite querer y amar.

En todo acto de voluntad se encuentra una orientación hacia algo que se considera valioso y, además, se nota el esfuerzo por lograrlo, basado en los impulsos, tendencias y deseos.

El hombre es libre de pensar, desear y preferir algo. Sin embargo, la voluntad sólo se puede ejercer en relación a los fines que, de algún modo, sean accesibles.

La voluntad es activa y dinámica y, sobre la marcha, va descubriendo nuevas fuentes de esfuerzo.

El ser humano tiene la capacidad de entregarse a fines y metas superiores, tanto de la vida propia como de la de los demás.

Amar es un acto libre que implica una decisión. El amor nace y se sostiene por la voluntad del ser humano. Los sentimientos cambiantes, las acciones llevadas a cabo sin pensar o motivadas por la pasión, se quedan en niveles inferiores a los de la voluntad.

Pero podemos decir que para amar verdaderamente, se requiere de la aceptación y acción de la voluntad.

El amor es entrega y búsqueda del bien del ser amado, y la voluntad es la facultad que se dirige al bien, como la inteligencia y la espiritualidad a la verdad.

Quizá usted también se ha preguntado, en base al apartado 1… Bueno; pero… ¿Cómo se forma la voluntad?

No tengo la respuesta, pero puedo intuir que la voluntad es la facultad del hombre o lo que mueve su espíritu, que lo anima, que lo lanza a hacer cosas con una intención.

Considero que por eso la voluntad debe ser estimulada, educada con amor para transformarla en la disposición, o en el motor que lleva a realizar efectivamente, un deseo para satisfacer la necesidad de todo ser humano.

Por otro lado la voluntad debe ejercitarse permanentemente, a través de la vida diaria, porque sólo con base en la voluntad es como el ser humano se hace virtuoso.

Y las posibilidades de fortalecer la voluntad están en el desarrollo de la fuerza interior que nos ayuda a no desfallecer.

Esa considero que es la fuerza que lleva a la cumbre en el éxito que busca cada persona.

2.- Fortalecimiento de la voluntad

Que le parece si fijamos cinco pasos para fortalecer la voluntad:

  • Ser consciente de querer ser mejor, con esto ya se tiene la mitad del camino andado.

  • Tratar de hacer las cosas con perfección, por pequeñas que éstas sean.

  • No desfallecer, no darse por vencido antes de tiempo.

  • No tener miedo al esfuerzo, sudar hasta la última gota.

  • Ejercitar la voluntad, ponerla a prueba continuamente.

Es indispensable considerar que por el hecho de desear o querer algo, esto no significa necesariamente que sea bueno.

Ya que la voluntad se puede equivocar al elegir alguna alternativa, ya sea porque la razón le presenta las cosas de manera distorsionada; o porque la persona escoge movida por impulsos o deseos biológicos sin reflexión; o porque la ciegan las pasiones.

De tal manera que si una decisión se toma sólo por venganza, por orgullo o al calor de la pasión, solo distorsionará la capacidad de juicio de la conciencia y de la voluntad y la persona que actuó impulsivamente, causará daño a los demás y ella misma se acarreará varios problemas.

Por eso, es muy importante reflexionar, formar y encauzar la voluntad para elegir acertadamente, ya que por su libertad la persona es responsable de las elecciones que haga y, por ello, tiene que aceptar las consecuencias de estas decisiones.

Gracias a su inteligencia, su espiritualidad, libertad y voluntad, la persona es responsable de sus decisiones y tiene que aceptar las consecuencias de sus actos libres.

El ser humano está en un continuo proceso de enseñanza y aprendizaje en una formación o desarrollo constante.

No hay nadie que tenga todo el saber o que nunca se equivoque. Sin embargo, por el simple hecho de equivocarse, la persona no pierde su dignidad.

Los fines que se seleccionan y los actos que se llevan a cabo tienen distinto valor de acuerdo a la dignidad del fin seleccionado.

Por ejemplo, pasar un tiempo en plática con los amigos no tiene nada de malo en sí mismo. Pero, si por distraerme con los amigos no llego al trabajo temprano, no atiendo a la familia o descuido el estudio, entonces la elección puede presentar consecuencias que no la hacen la mejor posible en su momento.

La voluntad bien entrenada permite superar las situaciones y cambiar actitudes.

Por ejemplo una persona con carácter débil o temerosa, podrá mejorar y desarrollar las virtudes y habilidades para robustecer su carácter y también podrá además, ganar en capacidad de comunicación, en seguridad, en fortaleza堳i cuenta con el apoyo y decisión de una orientación de la voluntad.

3.- ¿Cómo escoger bien las decisiones?

Aún podemos decir que la persona no pierde su dignidad por equivocarse, pero sí tiene el deber de corregir sus decisiones para ser mejor y superar el error en bien de sí mismo y de los demás.

Quizá pregunte usted; pero ¿Cómo saber qué debo escoger?

Esta es una pregunta que parece más o menos fácil o clara, de acuerdo a la formación que tenga la conciencia de cada uno.

Hay personas que ven las cosas con mucha claridad, en tanto que otras dudan.

En la medida en que se tiene una conciencia honesta, una inteligencia despierta y una voluntad formada, las decisiones se harán más fáciles, pues se descubre el bien con más claridad.

Por la experiencia y la reflexión, o aprendiendo de los errores, la persona puede arrepentirse y corregir sus fallas para enderezar el camino y así tener más seguridad en lo que elige.

Otra pregunta, ¿Cómo entrenar la voluntad?

Ciertamente la formación de la voluntad requiere de un proceso de enseñanza o aprendizaje según usted esté entrenando a otros u otros le estén auxiliando a encauzar su voluntad.

Así que formar la voluntad y evaluar las actitudes y conductas es un ciclo de perfeccionamiento continuo.

Cuando la persona se enfrenta con un nuevo pensamiento, idea o conclusión, es natural que cometa errores. A menudo, incluso, puede experimentar fracasos significativos, suficientes para detener o frenar su aprendizaje en el futuro.

Es necesario, por tanto, recordar que para alcanzar el éxito hay que enfrentar el riesgo del fracaso y superarlo.

¡Sí, la toma de riesgos forma también parte de la vida!

Y debemos recordar aquí, que el que no arriesga, no gana nada, por lo tanto es valioso emprender riesgos, pero asumiendo responsablemente sus consecuencias.

Aunque debo decir que no es necesario aprender a ensayo y error, eso sería desastroso, podemos aprender también en cabeza ajena, al comparar sus éxitos o los fracasos de otras personas.

Y para alcanzar el éxito hay que弯font>

edu.red

4.- Ejercicios para entrenar la voluntad

Le sugiero lo siguiente para lograr una mayor fuerza de voluntad; pero… hay que ejercitarlo diariamente.

  • Use su inteligencia para analizar su propio proyecto de vida y cómo llevarlo a cabo.

  • Decídase por lo mejor para llegar a ser grande.

  • Motívese: Escoja un "lema esta semana"

  • Ejercite su voluntad practicando ese "lema".

En base a lo anterior también es necesario recordar lo siguiente.

  • Razón: Es la aplicación de la inteligencia para hacer juicios sobre la verdad o falsedad de las cosas, para argumentar y explicar con ideas o conceptos la realidad sobre la que discurre.

  • Voluntad: Es una de las facultades superiores de la persona. Está dirigida al bien y permite que éste se prefiera sobre otros. Por esta capacidad de descubrir y ser atraída por el bien es que se habla de una fuerza de voluntad, que se apega a lo que ha descubierto como valioso o bueno.

Una vez desarrollada nuestra voluntad y encauzada hacia el bien, es necesario orientarla con amor.

Y actualmente está muy escaso ya que los valores esenciales de la persona se han visto desplazados por principios como el placer, el poder y la irresponsabilidad de los actos humanos.

De esta forma, la crisis de hoy es una crisis del corazón y la razón.

El que se ama a sí mismo, tiene un principio de vida que es el amor, que llevará a la persona a una vida plena, a una felicidad duradera. Sin embargo, quien acepta este principio se compromete con su propia vida y con la de los demás, ya que el amor no es un sentimiento, es una decisión y un compromiso que no es egoísta.

El objetivo de este capítulo es que, se analice cómo el amor es el que lleva a la persona al crecimiento y a la felicidad, en contraste con la insatisfacción y el vacío que provoca la superficialidad del mundo actual.

Los medios de comunicación propagan la búsqueda del placer a través de sus anuncios, artículos, imágenes y programas, de forma tal que resulten muy atractivos a la vista, el oído, el olfato y al tacto. Ante esto, la persona tiende a buscar esas sensaciones, esas experiencias y como resultado mide su éxito en la vida de acuerdo a esos criterios.

Un gran número de hombres y mujeres han caído en un desaliento lleno de pesar, porque no consiguen obtener todo lo que la publicidad les ofrece. Nada les satisface y, cada día que pasa, crece en ellos un vacío imposible de llenar. Así se llega a la dependencia del ser humano hacia los objetos de consumo o a las adicciones: en tabaco, drogas, alcohol, sexo, etc.

Por otra parte, muchas personas también se han dejado llevar por individuos que prometen convertirlas en seres poderosos, que les venden trucos "mágicos" para dominar al mundo, para ganar intimidando a los otros.

Así, ven la vida como una competencia despiadada, en la que todo se vale: el engaño, el fraude, el oportunismo y el abuso. Dentro de esta "filosofía" de vida está la sugerencia de que las personas deben estar libres. Libres de sus promesas, de sus obligaciones y compromisos, esto ha llevado a que muchas personas vean a sus cónyuges y familias como obstáculos de su satisfacción personal.

Muchos derechos, pocas obligaciones. Por todas estas razones, el amor, como principio de vida de una existencia significativa, no se le ha dado importancia en la sociedad contemporánea.

edu.red

Imagen tomada de google.com

5.- Aspectos generales del amor.

El amor tiene dos aspectos: por un lado, puede provocar sufrimiento, un conflicto interno que trastorna el estado de ánimo, roba el pensamiento y la atención. Por el otro, a través del amor se le encuentra sentido a la vida porque:

  • Exige lo mejor de cada persona. Es una experiencia de crecimiento y de compromiso, no es conformista. Por ejemplo, por amor se les puede pedir a los hijos que estudien y se desarrollen de acuerdo a su capacidad intelectual.

  • El amor no acepta la injusticia, la desigualdad. Porque para el amor todos somos dignos. El amor de la Madre Teresa de Calcuta y Gandhi es un ejemplo al tratar de la misma manera a todos los hombres.

  • Impregna la vida de ilusiones e ideales. Cuando se ama se hacen planes para el futuro, para el crecimiento personal y el de los demás.

  • Es un generador extraordinario de felicidad y lealtad. Porque cuando se ama de verdad a la pareja, no se busca a ninguna otra persona, la vida gira alrededor de quien se ama.

  • Estabiliza el ánimo y el humor de la persona

  • El amor proporciona optimismo y es generador de felicidad.

  • Produce la realización más plena de la persona, que está por encima del dinero y del éxito. Cuando se ama, se piensa de manera positiva, hay plenitud y felicidad internas.

  • El amor justifica todo sacrificio, esfuerzo y entrega. Porque cuando se ama, se da incondicionalmente.

  • El amor hace pequeños los obstáculos y enaltece la dignidad humana. El amor descubre el valor de las personas.

Así pues, el amor es una paradoja que es imposible evitar en la vida, tiene un aspecto positivo de ilusión, de permanente búsqueda, pero también tiene un aspecto negativo y eso implica sacrificio y negación de sí mismo y del sujeto y objeto del amor.

Por lo tanto es una decisión que depende de la persona en saber cómo vivirlo y manejarlo; en un compromiso con la vida misma.

El amor que trasciende a los actos espirituales.

Es propio de la naturaleza del ser humano y la trascendencia en el otro.

Es el valor a lo sagrado y está ligado a un gran potencial espiritual.

Hay una distinción muy clara entre las formas de amor.

Se puede, por ejemplo, amar profundamente a una persona sin que infunda pasión alguna; se puede también amarla aunque resulte repugnante su aspecto físico.

Y a la inversa, se puede abrigar una intensa pasión de amor por otro ser humano, sin amar su manera de ser o actuar y de sentir, o aún en sus intereses espirituales.

El amor sagrado es poco frecuente, lo encontramos intuitivamente en las figuras más nobles de la historia, o en las vidas ejemplares en actos píos.

Y en su forma más excelsa en la adoración a JEHOVÁ DIOS.

Desde el nacimiento y conforme se va desarrollando, el ser humano va aprendiendo a amar. Así, un bebé responde con sonrisas o caricias cuando se siente amado, aceptado, él sólo recibe amor y es con el paso de los años que va aprendiendo a querer a los demás.

Los psicólogos han investigado que generalmente entre los 3 y los 6 años de edad, la afectividad del niño deja de ser egoísta para aprender a dar y compartir con los que le rodean.

Y que a partir de los 7 años, se presenta un período apropiado para que se despierte en el niño la tendencia natural para darse a los demás o de ser más sociable y solidario.

Sin embargo, al inicio de la pubertad y el comienzo de la adolescencia (12 y 15 años), nace la intimidad, el descubrimiento de sí mismo y de la independencia y, por lo mismo, el egoísmo vuelve a ser natural como una segunda afirmación de la persona.

Por otra parte, en la adolescencia se manifiesta la atracción física hacia el sexo opuesto y nace el "primer amor" en el cual se presentan las características del amor pasional: cartas, citas, manifestaciones de celos, etc. De esta forma, el adolescente va dejando su egoísmo y va seleccionando a su grupo de amigos y amigas.

En la etapa adulta el amor de pareja se vive en su plenitud y se toman las decisiones y el compromiso necesario para iniciar una familia. El amor entonces, de ser exclusivo para la pareja, se vuelve grande y generoso en los hijos: los cuidados paternales que le presten al bebé, son la fuente de la ternura humana que hará que ese niño desarrolle su afectividad de una forma positiva.

Aunque también es necesario decir que hay la tendencia también en personas de la tercera edad, donde nuevamente se vuelve al egoísmo o centrarse en el yo, debido a que la persona adulta quizá se sienta insegura en cuanto a satisfacer sus necesidades económicas

O requiera que lo "mimen" o lo cuiden como cuando era pequeño al estar expuesto a peligros o simples caídas u otros accidentes, debido a la pérdida progresiva de sus facultades físicas y mentales.

Podemos decir entonces que en realidad el amor procede del espíritu y va siempre referido exclusivamente a la persona.

Así el, amor es el núcleo del orden del mundo, en él se encuentra la vocación del ser humano, a través de él se busca la bondad en las cosas y en las personas que nos rodean.

Víctor Frank dice que: "La salvación del hombre se logra por el amor y en el amor". El amor le da sentido a la vida, es un gran incentivo para que el individuo madure, para que sea algo en sí mismo, es una gran demanda para realizar grandes cosas. El fin del amor es la felicidad a través del propio reconocimiento, del amor a sí mismo, la autoestima y la entrega comprometida a los demás.

El misterio del amor humano consiste en la fuerza que poseen las personas libres, independientemente reales, como seres espirituales, para acoger la esencia individual propia y del otro, para así afirmarlo emocionalmente en sí mismos, sin perder su realidad independiente, sino más bien para alcanzarlo plenamente.

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente