Crisis de las hipotecas "Subprime": burbujas y? algo más (Malas prácticas) (página 4)
Enviado por Ricardo Lomoro
Aparentemente, estas condiciones son excepcionales.
Ahora bien: el instrumento utilizado no es un depósito bancario o una renta fija. Son bonos convertibles en acciones del Santander, y se convierten en unas determinadas condiciones, nada ventajosas para los clientes.
Esto quiere decir:
- No es un producto de capital garantizado. Ya sea cada año o a su vencimiento, el Banco Santander no devuelve el 100% de lo invertido en efectivo. Lo que entrega son acciones del Banco Santander. Por lo tanto, si las acciones están más bajas que ahora, y el cliente decide venderlas, tendría una pérdida de capital.
- Pero es que, además, y esto es una desventaja adicional para el cliente, el Banco Santander entrega esas acciones, un 16% más caras de lo que estén en el momento del inicio de esta emisión (20 de noviembre de 2007). Es decir, el riesgo de pérdida es todavía mayor.
Un ejemplo puede ayudar a ilustrar lo anterior:
- El cliente está recibiendo un diferencial "extra" de un 2,75% cada año, es decir, un 13,75% de beneficio adicional sobre una inversión alternativa (una IPF a 1 año al 4,75%, y el resto de años al Euribor 3 meses).
- Las acciones se las dan un 16% más caras de cómo las podría comprar hoy.
- Es decir, está "perdiendo" un 2,25% en 5 años (16% de sobreprecio menos 13,75% de diferencial en tipo de interés).
- Y además, no tiene posibilidad de recibir dividendos de esas acciones durante los cinco años que dura la emisión.
- Sin tener en cuenta cuánto valdrán las acciones del Santander en el futuro, es decir, corriendo riesgo de capital.
En palabras muy sencillas: A cambio de pagar un 2,75% de diferencial anual sobre el Euribor, el Banco Santander "cobra" por sus acciones un 16% más de lo que costarían en mercado. Y sin garantizar el capital.
Desde un punto de vista de calidad de venta comercial, y de acuerdo a nuestra terminología de Perfil de Cliente, Liquidez, Riesgo y Rentabilidad, este producto debería dirigirse a clientes de Perfil arriesgado, no a clientes prudentes o conservadores" (sic)
Antes de continuar, una pregunta: ¿Usted, paciente lector, que hubiera hecho?
Si es un "Cliente" de Perfil arriesgado (como los otros 129.000 particulares) habría suscripto los bonos convertibles. Los "amuchados", se puede decir.
Si es un "Cliente" de Perfil prudente o conservador (como es mi caso) no habría suscripto los bonos convertibles (como fue mi caso). ¿Estaré solo, una vez más?
Todo este "montaje", me recuerda el "Timo de la Estampita" (por eso lo cito, como un ejemplo de "ingeniería financiera", aunque no es el único, ni el último, ni el peor -lamentablemente), donde lo que se trata, es de "quitar" al ahorrista la camisa con la chaqueta puesta, y dejarlo agradecido del favor recibido. Cómo vender renta variable "travestida" de renta fija. Además, con "prima de emisión" (+ 16%). Y la "manada", tan contenta con "su" 7,50%. Los "dedos" de Botín estarán llenos de "caras"
"40.000 financieros de la Gran Manzana pueden ir al paro" (negocios.com – 5/10/07)
"¿Debe prepararse Wall Street para un recorte de puestos de trabajo? Esta es, supuestamente, la peor crisis de crédito en dos décadas. Titulizar hipotecas, de hecho el negocio completo del crédito estructurado, lleva casi tres meses cerrado. Y el negocio del capital riesgo parece estar también en una quiebra. Hasta ahora, el bajón no se ha traducido en forma de recortes en el empleo
Si los problemas del mercado persisten, Wall Street tendrá que tomar medidas más estrictas. En los dos años posteriores a la crisis de 2001, la quinta parte de la fuerza laboral financiera de Nueva York fue despedida, según la Securities Industry and Financial Markets Association.
Si ahora se produjera un baño de sangre similar, supondría que 40.000 financieros de la Gran Manzana se vieran en la calle".
"Las bolsas vuelven a batir marcas, pero esta recuperación puede ser efímera" (The Wall Street Journal -online- 8/10/07)
"Los inversionistas que hace apenas unas semanas estaban huyendo de las acciones ahora creen que es seguro volver a ellas. Su esperanza es que lo peor ya quedó atrás.
Buena parte de este auge se debe a la creencia de que las acciones son una apuesta más segura que la riesgosa deuda y otras inversiones que estuvieron en el corazón del reciente colapso de los mercados de crédito. Sin embargo, algunos se preguntan si el mercado está pecando por un exceso de optimismo.
"Esta historia no ha terminado", asegura Steven Romick, gestor del fondo FPA Crescent Fund, que administra cerca de US$ 1.400 millones. "Hay muchos riesgos en el mercado"
Los inversionistas apuestan a una gran recuperación de las ganancias empresariales en el cuarto trimestre, en buena parte basados en la presunción de que la economía continuará creciendo, aunque a un ritmo más lento. Se espera que las ganancias de las compañías que integran del S&P 500 crezcan un 10,5% en los últimos tres meses del año, según datos de S&P. Las ganancias de las empresas de salud, tecnología y telecomunicaciones serían particularmente sólidas.
Sin embargo, Romik, el gestor de FPA, advierte que se corre un gran riesgo al subestimar el impacto que la caída del mercado inmobiliario tendrá sobre los consumidores. Eso podría afectar, a su vez, a los países que aún dependen mucho de la demanda de los consumidores estadounidenses y se espera que sea factor importante en las ganancias de las empresas.
"Esta es la primera vez en 70 años en la que los precios de las viviendas han bajado nominalmente", anota Romik, al mismo tiempo en que los estadounidenses solicitaban crédito otorgando sus casas como garantía, usándolas como "cajeros automáticos". El impacto del consumidor puede que aún no se haya sentido en su totalidad", agrega.
De todos modos, algunos inversionistas afirman que las acciones son el mal menor entre una baraja de malas alternativas"
"Un golpe para Merrill Lynch" (The Wall Street Journal -online- 8/10/07)
"Tras revelar un cargo contable de US$ 5.500 millones contra sus resultados del tercer trimestre, Merrill Lynch & Co. se convirtió en la mayor baja que la crisis ligada a las hipotecas de alto riesgo ha cobrado en Wall Street
Merrill Lynch, que cuenta con un ejército de 16.000 corredores, se había involucrado a fondo en el negocio hipotecario este año, a pesar de haber asegurado a los inversionistas hace apenas tres meses que su exposición era "limitada" y estaba "acotada". Según fuentes cercanas, el portafolio de Merrill de activos riesgosos llevó a la firma a despedir a sus dos principales ejecutivos del mercado de crédito".
"US$ 20.000 millones para la crisis" (BBCMundo.com – 8/10/07)
"La institución financiera de préstamos hipotecarios pudo haber recibido cerca de US$ 6.000 millones del Banco de Inglaterra la semana pasada. Los prestamos adicionales, que llevan a US$ 20.000 millones el total de los créditos solicitados por Northern rock, aparecen en el rubro "Otros Activos" en los libros del Banco de Inglaterra. Ni Northern Rock ni el Banco de Inglaterra aceptaron hablar sobre el tema con la BBC.
Northern Rock tuvo que pedir fondos de emergencia al Banco de Inglaterra en septiembre, a consecuencia de una crisis de liquidez general. Pese a que la empresa se mantenía sólida, el banco dependía de créditos de corto plazo para sus operaciones cotidianas.
Northern Rock pidió ayuda al Banco de Inglaterra cuando los mercados se contrajeron. Pero cuando se supo que el banco había pedido fondos de emergencia, sus clientes retiraron miles de millones de libras de sus cuentas de ahorro. La crisis del banco se resolvió cuando el gobierno se comprometió a respaldar los ahorros de los cuenta habientes de Northern Rock".
"La FED vuelve a acaparar la atención de Wall Street: nueva inyección de US$ 12.500 millones" (urgente24.com – 9/10/07)
"Respira otra vez el sistema con tal de mantener como sea un nivel adecuado de liquidez. En total ya suman US$ 427.475 millones los colocados en el sistema por parte de la Reserva Federal de USA. Ahora, la entidad acaba de realizar la primera inyección de la semana con el anuncio de otros US$ 12.500 millones en reservas temporales al sistema bancario, vía acuerdos de recompra a un día
De esta manera, el optimismo vuelve a reinar en Wall Street. Esta mañana los inversores tomaron posiciones en el mercado neoyorquino a la espera de que la Reserva Federal publique las actas de su última reunión en las que podría desvelar algunas pistas sobre cuál será su decisión en la cita de octubre"
"El Dow bate una nueva marca" (The Wall Street Journal -online- 10/10/07)
"El Promedio Industrial Dow Jones y el índice de acciones S&P 500 alcanzaron un nuevo récord ayer tras la divulgación de las actas de la reunión de la Reserva Federal en septiembre.
En la reunión, el banco central estadounidense recortó las tasas de interés medio punto porcentual y el acta muestra que el Comité de Mercado Abierto decidió por unanimidad que un recorte tan significativo era necesario para evitar que los problemas de los mercados de crédito contaminaran al resto de la economía.
El Dow subió 120,8 puntos a 14.164,53, superando la marca anterior de 14.087,55. El S&P avanzó 12,57 puntos, a 1.565,15, por encima de su récord previo de 1.557,59. "La reacción de los mercados indica que los inversionistas creen que la FED hará lo necesario" para ayudar a la economía, dice James Glassman, economista de J.P.Morgan Chase".
"Ligeros descensos de tipos tras la inyección de liquidez del BCE" (negocios.com – 16/10/07)
"Ayer entró en vigor la inyección de fondos a una semana por importe de 218.000 millones de euros que había adjudicado el Banco Central Europeo (BCE) en la jornada del martes. Esta entrada de dinero en el circuito bancario, 40.500 millones de euros por encima de la anterior puja, lo que ha contribuido a una nueva relajación de tipos en el interbancario.
En los últimos días, la presión ha cedido en los mercados monetarios en los plazos más cortos de uno y dos meses, de tal manera que el tipo a un mes ha pasado prácticamente del 4,40% en los momentos de mayor tensión en el mercado, hasta el 4,28% que se marcó ayer"
"El 29% de las hipotecas firmadas en 2006 en EEUU fueron de alto riesgo" (ABC.es – 16/10/07)
"El 29% de las hipotecas contratadas en 2006 en Estados Unidos se firmaron con altos tipos de interés debido al elevado riesgo de impago de sus titulares, frente al 16% de dos años antes, según un estudio publicado ayer por el diario económico The Wall Street Journal.
Según sus datos, el importe total de los créditos "subprime" (de baja calidad o alto riesgo) firmados durante 2006 ascendió a 1,5 billones de dólares y se contrataron por medio de 2.500 entidades diferentes (entre bancos, cajas de ahorro y sindicatos) de forma repartida por todo el país.
Los embargos hipotecarios en EEUU alcanzaron los 223.538 procedimientos, en septiembre, el doble que en el mismo período de 2006, aunque un 8% por debajo de la cifra de agosto".
"Bernanke vs. Trichet, Dow vs. Euro Stoxx" (negocios.com – 16/10/07)
"Es curioso observar como el mercado de valores del país donde se desató la actual crisis es el que mejor se ha comportado.
Esta semana se han vuelto a poner de manifiesto las dos diferentes políticas que aplican los bancos centrales estadounidense y europeo cuando los mercados financieros se desestabilizan.
A Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, no le tembló la mano a mitad de septiembre cuando decidió bajar los tipos de interés 0,5 puntos. Puso por delante de los riesgos inflacionistas, el objetivo de estabilizar a unos nerviosos mercados a sabiendas que quizás esta es la primera medida que hay que adoptar, cuando las cosas se complican en el mundo económico.
Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, ha hecho todo lo contrario. No se ha atrevido a subir los tipos de interés en la zona euro por las fuertes presiones recibidas en las últimas semanas especialmente la del presidente de su propio país, Nicolás Sarkozy. El francés Trichet los ha mantenido y parece que no los va a subir en este último trimestre del año, aunque su discurso no ha estado exento de ambigüedad.
Lo que sí sigue habiendo a corto plazo son problemas de liquidez en el sistema, al que le hubiera venido muy bien una pequeña rebaja de tipos, y ya no sólo por lo que hubiera supuesto por coste financiero, sino también por la señal de confianza y apoyo que el BCE hubiera lanzado a los mercados.
Así, por ejemplo, se interpretó en Estados Unidos y Wall Street lo ha agradecido con los máximos históricos marcados en la última semana. De hecho, de todos los grandes índices internacionales, es el primero que ha recuperado las pérdidas de las subprime y el único que ha alcanzado récord en este período.
Europa, como siempre, a su sombra. Vive más los males de los americanos y no sabe disfrutar de los buenos momentos".
"El bajón inmobiliario ahora llega a Europa" (The Wall Street Journal -online- 22/10/07)
"El enfriamiento del mercado estadounidense de bienes raíces se está extendiendo a Europa. Los precios de las viviendas en algunos de los mercados europeos con mayor actividad han comenzado a descender tras una década de aumentos superiores al 10%.
Las razones son parecidas a las del otro lado del Atlántico: el alza en las tasas de interés, un descenso de la confianza y estándares de préstamos más estrictos.
Los precios de la vivienda en España subieron un 130% en los últimos 10 años, pero el precio promedio de una vivienda existente ha descendido ligeramente desde julio, según la firma de bienes raíces facilisimo.com. Francia experimentó en el tercer trimestre su primera caída trimestral en los precios de las viviendas en casi una década, según su federación de agentes de bienes raíces, mientras que el precio de las viviendas en Irlanda en agosto se situaba un 1,9% por debajo del nivel de igual lapso del año previo.
La debilidad del mercado inmobiliario podría perjudicar a las economías europeas. El auge del sector de la construcción ha impulsado el crecimiento en Europa. Ahora, la construcción en España y otros lugares comienza a decaer. Además, algunas personas dicen que el alza en los pagos de sus hipotecas está reduciendo su capacidad de gasto.
El enfriamiento paralelo del mercado inmobiliario en Europa y EEUU no debería sorprender. El auge inmobiliario también fue un fenómeno mundial, que afectó prácticamente a todos los países desarrollados, salvo Japón, durante los últimos 10 a 15 años. El ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, se encuentra entre quienes sostienen que un período sostenido de bajas tasas de interés y baja inflación en todo el mundo tras la caída de la Unión Soviética incentivaron el auge de los bienes raíces".
"EEUU: sigue caída inmobiliaria" (BBCMundo.com – 24/10/07)
"La Asociación Nacional de Bienes Raíces de EEUU informó que las ventas de casas usadas bajaron en un 8% en septiembre, la caída más grande en 16 años. Se trata de la última señal de un enfriamiento en el sector inmobiliario estadounidense que, según los economistas, podría llevar al país a una recesión.
La cifra de casas vendidas se ubicó en 5,05 millones. La caída fue peor de lo previsto por los mercados que habían pronosticado un número más cercano a los 5,25 millones. El precio promedio de ventas de casas y apartamentos también cayó en septiembre, ubicándose en US$ 211.700, un 4,2% menos que hace un año.
La caída en el mercado inmobiliario, que fue desatada por las pérdidas en el sector hipotecario de alto riesgo (subprime), ya golpeó las ganancias de algunos de los principales bancos estadounidenses.
Entre los afectados se incluye Merril Lynch, entidad que, según anunció este miércoles, deberá asumir una pérdida de US$ 7.900 millones principalmente por inversiones relacionadas con hipotecas de alto riesgo. La semana pasada el grupo industrial Caterpillar advirtió que el mercado inmobiliario podría provocar una recesión en la economía estadounidense el próximo año.
El analista de RBC Capital Markets, Mathew Strauss, señaló que las últimas cifras eran decepcionantes. "Aumenta la incertidumbre con respecto al panorama económico estadounidense y refuerza la idea de que la FED podría reducir las tasas de interés la próxima semana", indicó"
"Fuertes críticas al jefe de Merrill tras revelar pérdidas históricas" (The Wall Street Journal -online- 25/10/07)
"Tras registrar una de las pérdidas más grandes en la historia de Wall Street, el presidente ejecutivo de Merrill Lynch, Stan O'Neal, ha tenido que enfrentar serias dudas respecto de su capacidad de gestionar el riesgo y de su idoneidad para estar al frente del banco.
Merrill aumentó su rebaja contable del tercer trimestre a US$ 8.400 millones, mucho más que los US$ 5.000 millones previstos a comienzos de este mes. O'Neal atribuyó el mayor golpe a una valoración "más conservadora" del actual portafolio de US$ 20.900 millones que la firma tiene en valores relacionados a hipotecas. Esta cartera tenía un valor de US$ 40.900 millones a fines de junio.
El ejecutivo, que tuvo una remuneración de US$ 51 millones en 2006, tendrá que navegar ahora por un campo de minas lleno de críticos, entre ellos muchos ex ejecutivos que él despidió en una ronda de reducción de costos tras asumir el mando en diciembre de 2002. O'Neal también tendrá que convencer a la junta directiva y los inversionistas que su equipo gerencial sabe manejar los riesgos, en especial dada su promesa de asumir más riesgos en negocios de mayores retornos.
En una conferencia con analistas, O'Neal aceptó su responsabilidad al decir que "no voy a ocultar el hecho que se cometieron errores y yo soy responsable por los errores, como lo soy por el desempeño de la firma en general". También dijo que el banco había sido víctima de "un apretón de la liquidez sin precedentes".
"Las bolsas cifran sus esperanzas en la FED" (The Wall Street Journal -online- 30/10/07)
"La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) se reunirá esta semana en medio de persistentes señales de problemas en los mercados bursátiles. Después del recorte de medio punto porcentual realizado hace seis semanas, los principales indicadores repuntaron y el Promedio Industrial Dow Jones está cerca de batir un nuevo récord. Sin embargo, el alza en los precios del petróleo, los ambivalentes resultados de las empresas y los nocivos efectos del bajón inmobiliario siguen sembrando dudas sobre la economía estadounidense. Algunas tendencias indican que las acciones no pisan sobre un terreno muy firme
"Si uno mira a la economía, observa un debilitamiento de los pedidos de bienes duraderos, una desaceleración de las manufacturas y un alicaído mercado inmobiliario", señala Russ Koesterich, director de estrategia de inversión de Barclays Global Investors, en San Francisco. "Estos problemas están muy arraigados".
Hasta ahora, las noticias inquietantes, entre las que figura un barril de petróleo que ayer cerró en US$ 93,53, no han mermado el entusiasmo de los inversionistas. La semana pasada, el Dow Jones subió 2,1% para llegar a 13.806 puntos, culminando su mejor semana en más de un mes.
Los inversionistas justifican su optimismo con las bajas tasas de interés que han inundado la economía global con dinero en efectivo. Además, anticipan que la FED reducirá las tasas en su reunión que empieza hoy y termina mañana. Algunos incluso creen que la debilidad de la economía estadounidense tiene un lado positivo, ya que podría obligar a la FED a volver a recortar las tasas en medio punto porcentual, dejándolas en 4,25%. "La FED es muy sensible al tema de la escasez de crédito en los mercados de EEUU. Si detectan que esto está ocurriendo, reducirán las tasas en forma agresiva", dice Rafi Zaman, director de inversión en renta variable de DuPont Capital Management, que administra activos por unos US$ 15.000 millones.
Zaman piensa mantener sus posiciones, no sólo en EEUU, sino también en mercados emergentes como Brasil y Sudáfrica. De todos modos, acota, algunos mercados, como China e India, muestran signos de una burbuja. "Es como en EEUU a fines de 1998", dice.
En la época de la burbuja tecnológica, los inversionistas profesionales estaban prácticamente obligados a invertir en empresas sobrevaloradas, recuerda, por temor a ser superados por la competencia. Y lo mismo ocurre hoy con los mercados internacionales, recalca. Zaman y otros están preparados para desprenderse de sus posiciones en los mercados en desarrollo al primer indicio de que la burbuja se dispone a estallar.
Esa es una razón para mantener cierto escepticismo frente a la idea de que la FED rescatará al mercado estadounidense. Si los mercados globales comienzan a tambalear y los consumidores estadounidenses no se llevan la mano a la billetera con la misma facilidad que antes, tal vez los recortes de tasas de la FED no logren sostener las bolsas. Pero pocos gestores de fondos, dice Zaman, consideran que se trata de un escenario inminente.
Sin embargo, no faltan señales de preocupación. Una manera de verlas es comparar el desempeño del índice Russell 2000, que abarca a 2.000 acciones de empresas más pequeñas, con el del Dow Jones, que agrupa a 30 compañías grandes. Durante la mayor parte de la racha alcista que empezó hace cinco años, el Russell 2000 creció más rápido que el Dow, gracias a que las empresas que lo componen se beneficiaron de las bajas tasas de interés y el auge de la economía estadounidense. Desde el 9 de octubre de 2002, cuando comenzó el mercado alcista, el Russell ha subido 151% frente a un alza de 89% en el Dow Jones. Pero desde mediados de mayo a la fecha la tendencia se ha revertido. El Dow Jones, donde abundan las multinacionales que derivan una buena parte de sus ventas fuera de EEUU, ha avanzado 1,3%. El Russell 2000 ha caído 3%.
La mayoría de los inversionistas cree que la FED logrará un aterrizaje suave, es decir, mantendrá la inflación a raya y la economía tendrá la fuerza suficiente para evitar una recesión. Esperan que un recorte de las tasas de interés apuntale la demanda y las ganancias de las empresas".
"El mercado espera milagros de Ben Bernanke" (negocios.com – 30/10/07)
"Los creyentes religiosos deben tener una fe ciega en sus divinidades, pero los inversores tendrían que adoptar una actitud más racional ante el Consejo de la Reserva Federal de EEUU. Se espera que el banco central, que con toda seguridad recortará los tipos interbancarios el miércoles, consiga algo casi milagroso, alto crecimiento sin inflación. Por lo menos, eso es lo que parecen indicar las alzas de la bolsa y la caída de la rentabilidad del bono.
Podría suceder. Hay que tener en cuenta que la economía estadounidense no está tan débil en estos momentos. Se espera que el PIB en el tercer trimestre, que será anunciado el miércoles, haya sido de un respetable 3%. La inflación tampoco está fuera de control, aunque la medida preferida por la FED, que ignora los precios de la energía, es excesivamente favorable.
Pero hay muchos riesgos en el camino de la FED. Por un lado, existe el peligro de que el crecimiento sea demasiado bajo. El mercado laboral aún no ha sentido el efecto pleno de la caída del 48% en la construcción de viviendas desde el inicio de 2006, un 18% en los últimos meses. Tampoco los consumidores han terminado de digerir la caída en los precios de las casas y las condiciones hipotecarias. Y un tipo interbancario más bajo sin riesgos no conseguirá automáticamente que los bancos, escarmentados por el revés del mercado de crédito del verano, estén más dispuestos a dar préstamos.
Por otro lado, está la amenaza inflacionista. La economía se enfrenta a una potente combinación de fuerzas inflacionarias: la subida de los precios de importación desde la caída del dólar, el alza del crudo y la alimentación y el aumento de la inflación en China. La depreciación de la vivienda trabajará en dirección contraria, pero sólo si el gobierno no contraataca.
Los inversores pueden quedarse, algo tranquilos, con el éxito que obtuvo la última tanda de recortes de tipos, en 2001. Pero el punto de inicio esta vez es más peligroso -EEUU está mucho más endeudado con los extranjeros y los precios de las casas están mucho más desviados de los ingresos-. Los tipos más bajos se añaden a la presión inflacionaria deteriorando la cotización del dólar.
Ben Bernanke, el presidente de la FED, todavía puede conseguir que se cumplan las expectativas del mercado. Pero si no lo hace, los inversores no deberían ser demasiado duros con él. Nadie debe esperar milagros".
"EEUU: cae confianza del consumidor" (BBCMundo.com – 31/10/07)
"La confianza de los consumidores estadounidenses cayó en octubre por tercer mes consecutivo, a su nivel más bajo en los últimos dos años. Según el instituto de investigaciones económicas The Conference Board, la razón de este comportamiento es el debilitamiento de las condiciones empresariales y el impacto negativo que eso podría tener en la pérdida de puestos de trabajo.
El índice de confianza del consumidor cayó a 95,6 en octubre, luego de haber registrado un 99,5 en septiembre. Definitivamente los consumidores están cada vez más pesimistas", dijo Pierre Ellis, economista de Decision Economics, en Nueva York. "La pregunta es si eso se reflejará en su gasto", dijo"
"La reacción de la FED ante la crisis del crédito revela el "estilo" Bernanke" (The Wall Street Journal online- 31/10/07)
"Las raíces de esta crisis eran evidentes desde hace meses. Un número cada vez mayor de deudores hipotecarios de alto riesgo, o subprime, estaba atrasado en sus pagos. Los fondos de cobertura y otras instituciones habían comprado valores complejos respaldados por esas hipotecas, lo que arrojaba dudas acerca de su liquidez. Esa mañana (9 de agosto) quedó claro que los bancos europeos tenían más dinero comprometido en esos instrumentos de lo que se había pensado. Eso provocó una búsqueda frenética por conseguir efectivo y una actitud reacia a prestar por parte de algunos bancos que cruzó el Atlántico
La manera en que Bernanke manejó la situación de agosto y su nivel de preparación ofrecen la demostración palpable de cómo difiere de su antecesor. Aunque es introvertido al igual que Greenspan, Bernanke ha cultivado un proceso más abierto y de colaboración. A Bernanke le gusta exponer todos los aspectos de un debate y obliga a los participantes a poner a prueba sus supuestos. También es más creativo a la hora de encontrar maneras de estabilizar el sistema financiero y no sólo se limita a usar el arma del recorte de las tasas de interés que Greenspan desplegaba con mayor facilidad
Bernanke lleva toda su vida preparándose para este tipo de crisis. En 1979 recibió su doctorado en economía del Massachussets Institute of Technology y pasó los siguientes 23 años en el mundo académico, principalmente en la Universidad de Princeton. Durante gran parte de esos años, se dedicó a estudiar cómo interactúan el sistema financiero y la economía real, en especial durante la Gran Depresión de los años 30"
"Bajan tasas de interés en EEUU" (BBCMundo.com – 31/10/07)
"La Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, rebajó este miércoles la tasa de interés clave en un cuarto de punto porcentual, quedando en 4,5%. La medida no causó sorpresa porque así lo esperaban los mercados financieros. Ésta es la segunda rebaja del año en el tipo de interés, que tiene como objetivo tranquilizar el nerviosismo que ha ocasionado la crisis hipotecaria en EEUU.
En esta ocasión se trata de un cuarto de punto y no de medio punto, como la rebaja que se llevó a cabo el 18 de septiembre. "La medida de este miércoles, junto con la decisión tomada en septiembre, debería ayudar a evitar algunos de los efectos adversos sobre el conjunto de la economía que, de otra manera, habrían surgido por los problemas en los mercados financieros, y a promover un crecimiento moderado en el transcurso del tiempo", señaló la FED en un comunicado.
Los analistas indican que quizá las autoridades están menos preocupadas sobre una recesión. Pese a la falta de confianza de los consumidores -descendió en octubre a su nivel más bajo en los últimos dos años- otros indicadores señalan que las cosas no van tan mal. Por ejemplo, según un informe publicado esta semana, el gobierno aseguró que la economía estadounidense creció en el tercer trimestre a un ritmo de 3,9 % que es su nivel más elevado en los últimos doce meses. Esto demuestra que, por el momento, no se ha dado el contagio que tanto se temía. Pese a la caída de inversiones, consumo y construcciones de vivienda, otros sectores como el consumo interno, las exportaciones, el gasto público, no han decaído
La FED, en su comunicado, señaló que seguirá revisando las condiciones de la economía en el futuro para actuar "como sea necesario para fomentar la estabilidad de precios y un crecimiento económico sostenible".
"Merrill Lynch confirma la salida de su presidente Stanley O'Neal" (elmundo.es – 31/10/07)
Nueva York.- "Los malos resultados trimestrales de Merrill Lynch ya se han cobrado su primera víctima en la entidad. El banco de inversión estadounidense ha confirmado la marcha del hasta ahora presidente y consejero delegado de la entidad, Stan O'Neal, quien ha decidido con efectos inmediatos abandonar la compañía
La entidad neoyorquina explicó que tanto O'Neal como el consejo del banco acordaron que el cambio en el liderazgo sería lo mejor para que la firma continuase con su sólido resultado operativo en sus diversas áreas de negocio, entre ellas la relacionada con las hipotecas "subprime", que hasta entonces se habían mantenido a buen nivel.
O'Neal, que se había incorporado a Merrill Lynch hace 21 años, ocupaba el cargo de consejero delegado del banco de inversión desde diciembre de 2002 y era uno de los ejecutivos mejor pagados de Wall Street. El diario estadounidense "The New York Times" estimó el pasado lunes que el cese de O'Neal podría representar para Merrill Lynch un mínimo de 159 millones de dólares (110 millones de euros), entre prestaciones de retiro, acciones y "stock options".
El ex presidente anunció el pasado 24 de octubre que había registrado pérdidas por importe de 2.310 millones de dólares (1.624 millones de euros) en el tercer trimestre, frente al beneficio neto de 3.000 millones de dólares (2.108 millones de euros) en el mismo periodo de 2006, lo que representaba los peores resultados trimestrales en los 93 años de historia de la entidad.
La entidad admitió que el resultado obtenido ha sido muy inferior al pronosticado el pasado 5 de octubre, cuando el "broker" anunció que sus cuentas se verían lastradas por la provisión de 5.467 millones de dólares (3.867 millones de euros) en relación con inversiones "subprime" y compromisos de financiación. Sin embargo, finalmente los apuntes por estas partidas alcanzaron los 7.900 millones de dólares (5.551 millones de euros)".
"El presidente de Citigroup dimite ante la crisis de las hipotecas en Estados Unidos" (elmundo.es – 5/11/07)
Washington.- "El presidente y Jefe ejecutivo de Citigroup, Charles Prince, dimitió y le sustituirá en el cargo el ex secretario del Tesoro de EEUU, Robert Rubin, ha comunicado la institución. El anuncio se difundió después de una reunión de emergencia de la junta de directores de Citigroup, la mayor empresa de servicios financieros del mundo, con sede en Nueva York, ante las pérdidas de miles de millones de dólares en inversiones de alto riesgo.
Citigroup, que tiene 200 millones de clientes en más de 100 países y cotiza en el NASDAQ, indicó que la institución acumula deudas incobrables por importe de entre 8.000 y 11.000 millones de dólares.
La posición de Prince era muy precaria desde que, el pasado 15 de octubre, Citigroup anunció que su beneficio bajó un 57% durante el tercer trimestre del año, debido a sus pérdidas en inversiones en títulos hipotecarios que podían superar los 6.000 millones de dólares Pero Prince, que cobró en los últimos cuatro años un sueldo de 53,1 millones de dólares, no se va con las manos vacías. Según "The New York Times", posee acciones por valor de 87 millones de dólares.
Los analistas esperan que la semana que viene Citigroup dé a conocer las nuevas estimaciones sobre el alcance de los daños. Y las perspectivas no son muy buenas. El gigante de la banca de inversión Merrill Lynch ha tenido que elevar sus pérdidas en esos activos de los 2.400 millones de euros estimados inicialmente a 5.800 millones.
Esos bonos son muy poco líquidos, por lo que es prácticamente imposible conocer el alcance real de las minusvalías. La SEC, el regulador de la bolsa en Estados Unidos, está investigando el tratamiento contable que Citigroup ha dado a 55.000 millones de dólares en esos activos.
Las dudas sobre el verdadero valor de esos activos explican el desplome en los últimos dos días de las acciones de los bancos en Wall Street. El jueves, por ejemplo, la analista Meredith Whitney, del banco canadiense CIBC, afirmó que Citigroup tiene un agujero de 20.000 millones de euros.
Una de las consecuencias que esta crisis lleva pareja es el aumento de la presión para que Citigroup se parta en varias entidades. Desde que se jubiló el creador del actual Citigroup, Sandy Weill, se han multiplicado las voces de los accionistas que afirman que el banco es demasiado grande y demasiado diversificado como para que pueda ser bien gestionado.
Citigroup es un gigante en banca minorista, banca de inversión, seguros, gestión de patrimonios y banca de empresas. Es una fórmula ajena a la cultura bancaria estadounidense, donde la banca universal al estilo europeo estuvo prohibida desde los años 30 hasta finales de los 90 para evitar la repetición del crash de 1929, en el que el desplome de la Bolsa arrastró al sistema bancario en pleno"…
– Siga, siga, siga el baile, al compás del tamboril, al compás del tamboril, al compás del tamboril (Del Quant al SIV y vuelta a empezar)
The Wall Street Journal -online- (15/10/07): "EEUU orquesta la creación de un fondo para terminar con la crisis del crédito"
"El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, preocupado de que los mayores bancos del país se desprendan de sus valores respaldados por hipotecas y estremezcan a los mercados financieros, intentó durante el fin de semana dar los toques finales a un plan para poner fin a los problemas en los mercados de crédito. La iniciativa permitiría a los bancos reunir sus activos riesgosos, que ascienden hasta US$ 100.000 millones, y eludir medidas que desincentivan el otorgamiento de préstamos.
Entre las preocupaciones que originaron las conversaciones entre el Tesoro y unos 10 bancos figuran los activos respaldados por hipotecas y otros valores en poder de entidades afiliadas de Citigroup. El mayor banco del mundo por valor de mercado excluyó estos activos de su balance general y tendría que venderlos en una liquidación o traspasarlos a sus libros. Cualquiera de estos dos escenarios perjudicaría a los mercados y a la economía estadounidense al desincentivar el crédito a las empresas y los consumidores.
Otros bancos también están preocupados de que sus afiliadas no puedan vender deuda de corto plazo, obligándolas a desprenderse de esos activos en una oleada de ventas que podría generar una estampida de vendedores y una caída radical en el valor de los valores hipotecarios en EEUU.
Según el plan de rescate que se está discutiendo, Citigroup, J. P. Morgan Chase Co. y Bank of America Corp. supervisarán un fondo, o superconducto, a través del cual los bancos podrán vender sus valores y otras inversiones. El fondo estaría funcionando en unos 90 días y serviría como una solución temporal durante aproximadamente un año, señalan fuentes cercanas. El fondo aceptará valores de cualquier tipo de activos, pero no asumirá valores ligados a hipotecas que considere demasiado arriesgados.
No es común que el gobierno estadounidense se involucre tan a fondo en esta clase de problemas. La participación del Departamento del Tesoro ha levantado interrogantes acerca del papel del gobierno a la hora de ayudar a los bancos a eludir grandes pérdidas por apuestas que resultaron fallidas.
Citigroup y otras entidades han creado fondos afiliados, denominados vehículos de inversión estructurada (SIV), como una forma de generar ganancias sin asumir el riesgo en sus balances. La popularidad de los SIV se disparó luego de que dos ejecutivos de Citigroup inventaran la táctica en Londres a fines de los años 80.
"Jamás había visto que el Tesoro jugara esta clase de papel", señala John Makin, que trabaja para el fondo de cobertura Caxton Associates LLC y que es un ex consultor del Departamento del Tesoro. Los bancos realizaron "inversiones más riesgosas que no dieron fruto. Ahora deberían colocar eso en sus balances", señala.
Ayuda condicionada
El gobierno intervino al detectar el potencial de una venta "desordenada" de activos que podría exacerbar la restricción crediticia, perjudicando a los inversionistas y la economía, señaló una fuente cercana.
Cuando comenzaron las conversaciones con los bancos, el Tesoro dejó en claro que un rescate del gobierno o el uso de fondos públicos estaban fuera de cualquier negociación. La idea es facilitar un acuerdo global del sector privado, señalan las fuentes.
Según el plan contemplado por el Tesoro y Citigroup, el superconducto será en esencia un comprador de última instancia. Adquirirá los activos SIV a precios de mercado en operaciones orientadas a evitar una venta masiva de estos activos.
Al cierre de esta edición, el comité de supervisión de los tres bancos aún ultimaba los criterios que establecerá para comprar activos. Por ahora, es improbable que el fondo adquiera activos ligados a hipotecas de alto riesgo, de otro modo, la reputación del fondo podría verse perjudicada.
El plan resalta cómo los bancos pueden beneficiarse de los problemas que su industria contribuyó a crear. Los tres grandes bancos, por ejemplo, recibirán comisiones por aportar los recursos necesarios para formar el fondo. Además, las unidades de corretaje de los bancos serán recompensadas por encargarse de la compraventa de activos entre los SIV y el fondo. Bank of America, por ejemplo, no opera un SIV pero vio la oportunidad de generar comisiones en las conversaciones que desembocaron en el plan final, dicen fuentes.
El fondo también pretende revivir el mercado de la deuda de corto plazo, que ha estado prácticamente congelado desde mediados de año. Se espera que el respaldo de los grandes bancos les brinde a los inversionistas la confianza para comprar su deuda de corto plazo, también conocido como papel comercial. La deuda de corto plazo emitida por los SIV no cuenta con el respaldo del banco afiliado.
El modelo SIV "presumía un mercado líquido para estos activos", dice Paul Kerlogue, de Moody's Investors Service. "El verdadero problema para los SIV ahora no son sus activos, sino la liquidez".
The Wall Street Journal -online- (16/10/07): "A 20 años del crash de 1987, Wall Street busca superar los fantasmas de octubre"
"Tras el reciente auge del mercado bursátil, muchos inversionistas han dejado de lado sus preocupaciones acerca del bajón inmobiliario y las turbulencias que afectaron a los mercados de crédito hace unas semanas.
Al mismo tiempo, algunos están pensando en un inminente aniversario. Hace 20 años, el viernes 19 de octubre de 1987, la bolsa se desplomó. Es un evento que todavía provoca escalofríos entre los operadores más veteranos. En una jornada, el Promedio Industrial Dow Jones cayó 22,6%, su peor colapso porcentual en un día (sin contar 1914, cuando el mercado reanudó sus operaciones tras permanecer cerrado por más de cuatro meses en la Primera Guerra Mundial).
Por razones que los analistas no logran comprender del todo, octubre ha sido el mes de los derrumbes. En octubre de 1929, las bolsas descendieron un 23% en dos días. Y el 27 de octubre de 1997, el índice Dow Jones cayó 7,2%, con lo que culminó una baja de 13% en dos meses.
Pero en la mayoría de los años, octubre ha sido un buen mes para las acciones, marcando muchas veces el inicio de un auge en el cuarto trimestre. Esto es, precisamente, a lo que apuestan hoy los inversionistas. Tras batir dos marcas este mes, el Dow Jones acumula una subida de 13% en lo que va del año.
"Me parece que la FED se ha encargado (de las turbulencias de los meses pasados)", al reducir en medio punto porcentual las tasas de interés de corto plazo, inyectar dinero al sistema bancario y mostrar que hará todo lo que esté a su alcance para impedir una recesión, afirma Jana Sampson, de la gestora de fondos OakBrook Investments. Sampson era una joven gerente de portafolio durante el desplome de 1987.
Hoy, la mayoría de los inversionistas tiene pocos recuerdos de ese crash. Incluso muchos de los que recuerdan el evento creen que, pese a las sorprendentes similitudes entre 1987 y 2007, también hay suficientes diferencias para aliviar las preocupaciones.Al igual que en 1987, hoy el mercado alcista ya dura cinco años y se ve algo cansado. En 1987, tal como hoy, el dólar estaba bajo ataque. Hacia finales de 1987, Estados Unidos y sus socios comerciales discutían acerca de la debilidad del dólar.
Antes, como hoy, EEUU estaba nervioso por su gran déficit comercial y las incursiones de los exportadores asiáticos: entonces era Japón, hoy es China. En 1987, al igual que hoy, los inversionistas extranjeros invertían en EEUU.
En 1987, las firmas de adquisiciones deslumbraban a Wall Street al comprar a grandes compañías. Lo mismo ha sucedido este año. Y en 1987 y 2007 los mercados de préstamos atravesaron por turbulencias.
Este año, al igual que en 1987, los inversionistas más sofisticados pensaron que podían usar modelos computacionales para protegerse de caídas bursátiles. Pero en ambos años fallaron. En 1987, los inversionistas planearon vender futuros en caso de un bajón, una técnica conocida como seguro de portafolio. Pero descubrieron que no existían suficientes compradores cuando demasiada gente trataba de vender los mismos futuros al mismo tiempo. En agosto de este año, los fondos de cobertura que usan modelos matemáticos descubrieron que si demasiados inversionistas trataban de realizar apuestas similares al mismo tiempo, todos podían sufrir fuertes pérdidas.
Las diferencias
Sin embargo, algunas de las causas del desplome de 1987 no parecen estar presentes hoy. Un gran problema hace 20 años era que las acciones habían subido muchísimo en muy poco tiempo. En agosto de ese año, el Dow Jones había subido más de 43% desde enero. Este año, el alza ha sido más moderada. Para su cierre récord de 14.164 puntos el martes pasado, el Dow Jones había acumulado una subida de 14% durante el año.
Hoy, las tasas de interés son mucho más bajas que entonces. Y la inflación, que inquietaba a la FED en 1987, parece ser moderada hoy, al menos por el momento. De hecho, una de las diferencias más importantes entre entonces y hoy es la postura de la FED.
Para combatir la inflación, en 1987 el banco central estaba elevando las tasas de interés y ajustando las condiciones de crédito. Esto aumentaba el atractivo de los bonos sobre las acciones, intensificando el temor de que las acciones estaban sobrevaloradas. Alan Greenspan, entonces presidente del banco central estadounidense, no alivió las condiciones de crédito hasta después del desplome bursátil.
En esta ocasión, la FED ha intervenido al bajar las tasas de interés e inyectar dinero al sistema bancario. Hoy, el congelamiento de los mercados de crédito es una preocupación mayor que la sobrevaloración de las acciones.
Muchos inversionistas piensan que lo peor de este año ya pasó. Phil Roth, de la firma de corretaje bursátil Miller Tabak, dice que "el próximo crash ocurrirá donde existe más especulación. Ahora, la mayor especulación está en Asia".
The Wall Street Journal -online- (17/10/07): "El modelo de negocios de Citi, en tela de juicio"
"Considerado un coloso financiero diversificado, que podía ser rentable tanto en las épocas de vacas gordas como en las de vacas flacas, Citigroup Inc. está sintiendo los estragos de dos semanas de malas noticias. El lunes, el banco estadounidense reportó una caída de 57% en sus ganancias del tercer trimestre, lo que muestra lo poco preparado que estaba frente a las recientes turbulencias de los mercados de crédito.
Los negocios de Citigroup, desde Texas a Tokio, enfrentan problemas y el coeficiente de capital, es decir su protección contra las pérdidas, se ha reducido a su nivel más bajo en años. El banco también detuvo un programa de recompra de acciones. El lunes, el precio de las acciones de Citigroup cayó 3,4%. Ayer continuó su descenso al perder otro 3,14% y quedar en US$ 44,79.
El mayor golpe que Citigroup recibió en el tercer trimestre provino de la amortización de valores y préstamos respaldados por hipotecas que hizo a las firmas de compras apalancadas. Pero también sufrió sorpresas desagradables en otras áreas. Por ejemplo, el banco provisionó más reservas de las necesarias para cubrir un esperado aumento de pagos atrasados de hipotecas al consumidor en septiembre.
Ahora, Citigroup protagoniza un plan para rescatar a una serie de fondos de inversiones afiliados a los bancos, los cuales invirtieron en valores respaldados por hipotecas y otros activos de riesgo. Antes, Citigroup hacía alarde de su fuerte presencia en esos fondos, pero ahora lidera los esfuerzos por crear un gran fondo que comprará esos activos
El Citigroup actual es producto de la estrategia de "un banco universal" del ex presidente ejecutivo Sanford Weill. En los años 90, Weill reunió bajo una sola empresa a un amplio espectro de negocios financieros, desde firmas de corretaje a empresas de bonos. Más adelante, Weill fusionó esos negocios con el gigante de la banca comercial Citicorp para formar Citigroup.
La idea era que el banco proveyera servicios múltiples a los mismos clientes, mientras que su enorme balance general le serviría para navegar durante las épocas de crisis de mercado, como la reciente contracción del crédito. Pero la nueva institución ha resultado ser inmanejable, tanto para Weill como para Prince, su sucesor"…
– Y la próxima burbuja es (Pompas de humo)
The Wall Street Journal -online- (20/9/07): "¿Una burbuja bursátil en los mercados emergentes? Ojalá que sí, dicen algunos"
"Ahora que la crisis inmobiliaria de Estados Unidos forzó a la Reserva Federal a recortar las tasas de interés, todos quieren saber cuál será la siguiente burbuja. ¿Una de las respuestas más populares? Los mercados emergentes
La euforia por las acciones de los mercados emergentes se debe en parte a la creencia que el recorte de la FED, junto a la postura más flexible del BCE, terminará por beneficiar a las economías de los países emergentes más que a otras economías. Los que defienden esta postura dicen que después de la crisis asiática y del semicolapso en1998 del fondo de cobertura Long Term Capital Management, el dinero fácil fluyó al sector tecnológico de rápido crecimiento. La creencia que las acciones tecnológicas eran inmunes a cualquier bajón contribuyó a inflar la burbuja.
"Es como 1998 revertido", dice Michael Hartnett, un estratega de mercados emergentes de Merrill Lynch. "Es más probable que haya burbuja. Pero sólo estamos al inicio de ese proceso". Por eso, cree que es un buen momento para invertir en esos mercados.
Harnett no es el único que usa la analogía de 1998 o que cree que se está formando una burbuja. Hace un mes, el estratega de mercados emergentes de Morgan Stanley, Jonathan Garner, escribió que el actual entorno de mercado es "un espejo de 1998".
Christopher Word, un analista de la firma CLSA Group, escribió a comienzos de agosto que "así como las acciones tecnológicas estadounidenses y después el financiamiento inmobiliario fueron los beneficiarios de la reducción de las tasas de la FED (después de 1998), ahora los activos de los mercados emergentes serán los probables beneficiarios de una burbuja creada por el venidero alivio que dará la FED
Lo que llama la atención, afirma Robert Barbera, economista de Investment Technology Group Inc., es que la posibilidad de que se esté formando una burbuja en los mercados emergentes ha sido motivo de regocijo en vez de cautela. "Muy pocas personas dicen: "Oh no, es una burbuja", dice Barbera. "Lo que dicen es: Siiií, es una burbuja".
El entusiasmo de los inversionistas por ser los primeros en entrar a la siguiente burbuja se puede deber a la naturaleza humana. Vernon Smith, un profesor de la Universidad George Mason y ganador del Premio Nobel de Economía en 2002, ha realizado experimentos de mercado. En estos, los participantes invertían en acciones que pagaban dividendos y que tenían un claro valor fundamental. Pero invariablemente se formaba una burbuja. Al repetir el experimento, se volvía a formar una burbuja. Los participantes decían que estaban sorprendidos por no haber sido capaces de retirarse del "mercado" antes del colapso"
The Wall Street Journal -online- (16/10/07): "Las preguntas que plantea el auge bursátil chino"
Wuhan, China. – "China se encuentra en medio de un frenesí bursátil que parece cada vez más insostenible. El valor de las acciones chinas casi se ha sextuplicado en sólo dos años, estableciendo ayer otro récord cuando el Índice Compuesto de Shanghai se vio catapultado por primera vez por encima de los 6.000 puntos.
Sin embargo, quedan grandes incógnitas. ¿Se trata de una burbuja? Y de ser así, ¿terminará en una explosión o se desinflará lentamente? Y si termina en lágrimas, ¿cuáles serán las consecuencias?
Las primeras preguntas no tienen respuesta, por supuesto. Pero existen fuertes indicios que sugieren que incluso si el boom termina en desastre, lo cual no es impensable, el auge inversionista chino también dejará muchas cosas positivas. Por ejemplo, está ayudando a construir un sistema financiero moderno en China, que se mueve por el mercado.
Desde la ostentosa Shanghai a oscuros centros industriales como Wuhan, decenas de millones de chinos han inyectado partes sustanciosas de sus ahorros en la bolsa. Como resultado, China tiene un sistema bursátil que es tan poderoso como su economía, actualmente la tercera mayor del mundo. Eso representa un giro asombroso para un sistema bursátil que hace tres años se consideraba un caso sin remedio.
Las acciones por un valor total de US$ 3,7 billones (millones de millones) que se cotizan en la bolsa de Shanghai y en la de Shenzhen igualan el tamaño de la producción económica anual del país, un nivel históricamente sólo visto en Estados Unidos. Este año, las bolsas de China han tenido el mayor volumen de transacciones del mundo y van en camino de recaudar la mayor cantidad de dinero mediante la venta de acciones que cualquier otra bolsa.
Este flujo de inversiones está produciendo algunos beneficios importantes. Por primera vez desde que China iniciara su transformación económica hace 30 años, es el dinero proveniente de los inversionistas comunes -en vez del Partido Comunista- el que alimenta la expansión del sector corporativo. Este auge ha fomentado la creación de una clase de empresas chinas que se encuentra entre las más valiosas del mundo e incluso ha originado una industria de servicios financieros que apoya a compañías extranjeras, como la estadounidense Prudential Financial.
Sin embargo, China enfrenta ahora un importante desafío: cómo exprimir los beneficios del auge y a la vez evitar un crash que podría estancar el progreso económico.
Existe un creciente temor de que el mercado bursátil enfrentará turbulencias. El índice de Shanghai cerró ayer con un alza del 2,2% en 6.030 puntos. Hace un año, se encontraba por debajo de los 2.000 puntos.
"Es como una burbuja, pero nadie sabe cuándo estallará", dice Stephen Guo, un programador informático de 27 años en Shanghai que el año pasado empezó a ganar más dinero con las acciones que con su trabajo normal. Ahora, a sólo dos años de haber entrado a la bolsa, Guo también está gestionando las inversiones de sus amigos, una estrategia arriesgada que amenaza con esparcir los daños si el mercado colapsa inesperadamente.
El peso de la historia
La fiebre de los inversionistas por las acciones alimenta los temores de una caída épica del mercado, de la clase que siguieron a las burbujas históricas en lugares como EEUU, Japón y Taiwán. Ahora la pregunta es si una caída en picada eliminaría de plano a la naciente clase inversionista y el impacto que ello tendría sobre la transformación económica de China. Los mercados bursátiles de China están dominados por unos 50 millones de inversionistas individuales, responsables de aproximadamente el 70% de las transacciones. Eso es justo lo contrario a las bolsas occidentales, donde son las grandes compañías e instituciones las que imponen el ritmo.
Enfrentados en otras ocasiones a las señales que sugerían la existencia de una burbuja en la economía, los líderes chinos, incluyendo al presidente Hu Jintao, han abogado siempre por la moderación. Pero estas advertencias han hecho poco por desacelerar el gasto en fábricas, bienes raíces y ahora también acciones. Muchos inversionistas chinos apuestan a que el gobierno no hará nada que afecte el valor de las acciones durante la asamblea del Partido Comunista esta semana.
A medida que la cultura inversionista se apuntala en China, muchos están adoptando estrategias de inversión más sofisticadas. Lo malo es que pocos tienen la suficiente experiencia para darse cuenta de cuándo han ido demasiado lejos. En una noche reciente en Hangzhou, unos 2.000 chinos pagaron US$ 800 por persona para asistir a una conferencia del gurú estadounidense de las inversiones Jim Rogers. Su recomendación fue la cautela. En su opinión, el mercado es un "burbuja incipiente", que podría aguarles la fiesta a los inversionistas si se mantiene descontrolada. "Hay que tener cuidado", dijo. Aun así, un inversionista pagó US$ 53.000 la noche siguiente para discutir sobre la bolsa en una cena privada con Rogers".
BBCMundo.com (17/10/08): "¿Burbuja emergente?"
"El principal mercado de valores de la India, la Bolsa de Bombay, comenzó la semana lleno de optimismo y ansioso de sumar nuevas ganancias a las obtenidas en las últimas jornadas de operaciones.
Sin embargo, la fiesta se aguó este martes, cuando la compra-venta de valores en el principal indicador de ese mercado, el Sensex, fue suspendida temporalmente tras una brusca caída del 9%. A comienzos de semana, el Sensex había superado la barrera de los 19.000 puntos, el mayor avance en números absolutos de su historia y un crecimiento bursátil que refleja, según los expertos, una nueva tendencia en mercados emergentes.
Parte de este incremento, de acuerdo con los analistas, se debe a que los inversores extranjeros están inyectando recursos en nuevos mercados "seguros" cuando la crisis global de créditos continúa generando incertidumbre en los mercados "maduros".
Este crecimiento bursátil indio se tradujo en una gran bonanza para algunas grandes compañías, como Reliance Industries –propiedad de Mukesh Ambani, uno de los hombres más ricos de la India- que vio un incremento de sus acciones del ciento por ciento, en casi US$ 1.000 millones.
A pesar de que los analistas coinciden en que los fundamentos del mercado indio "son sólidos", Nueva Delhi ha manifestado reservas sobre esta tendencia alcista, que el ministro indio de Finanzas, Palaniappan Chidambaram, calificó de "insostenible".
Teniendo en cuenta el precedente de la turbulencia asiática de 1997 en la que algunos países emergentes tuvieron una entrada de capitales muy fuerte que finalmente amplificó las consecuencias de la crisis, ¿se puede hablar de la posibilidad negativa de un "efecto burbuja"?
Inquietantes
Sergio Plaza, especialista en Política Económica, explicó a BBC Mundo que "India ha sido durante mucho tiempo el 'tigre dormido' y en los últimos años se habla cada vez más (de ese país) como nueva gran potencia económica".
Éste es el resultado de las reformas de liberalización de la economía que se empiezan a aplicar desde inicios de los años 90, según indicó Plaza, quien enfatiza en el dinamismo de ciertas áreas de la economía india como la de las tecnologías de la información. Sin embargo, el experto dijo que aún hay bastantes controles que limitan la movilidad de capitales entre India y el resto del mundo, y explica que sí hay cierto peligro de que ocurra el "efecto burbuja".
"Esos datos son siempre inquietantes, pero también hay que decir que en los últimos años el nivel de riesgo de las inversiones en los países emergentes ha sido muy bajo", manifestó Plaza. "Después de la crisis asiática, de Rusia, de Brasil o Argentina, los mercados emergentes se volvieron poco atractivos, pero en este contexto, con un bajo nivel de riesgo y ante las circunstancias negativas en EEUU, o Europa, han vuelto a resultar atractivos", añadió.
A pesar de estos factores, especialistas apuntan a que la integración financiera mundial conlleva un mayor potencial de inestabilidad económica y que los países de ingreso medio de América Latina y Asia se podrían ver contagiados de los problemas en Estados Unidos y Europa".
The Wall Street Journal -online- (29/10/07): "Aumenta el temor ante una burbuja bursátil en China"
Beijing, China. – "A medida que las bolsas de China se han disparado a niveles históricos este año, los inversionistas locales temen que se trate de una burbuja y se han vuelto más selectivos a la hora de escoger títulos.
¿El resultado? El mercado se eleva aún más, ya que los inversionistas vierten su dinero en las grandes empresas que dominan los índices bursátiles. Consideradas seguras, estas compañías son las favoritas de los fondos mutuos y los inversionistas institucionales
Estas grandes compañías se han convertido en el motor más importante del reciente impulso bursátil. Desde el 6 de julio el índice de Shanghai ha crecido 57%. Pero el índice de las 50 empresas más grandes de esa bolsa ha crecido aún más desde entonces: 64%.
Normalmente, los inversionistas extranjeros no pueden adquirir estos valores, que se cotizan en las bolsas de Shanghai y Shenzhen. Pero algunas de estas empresas también cotizan en Hong Kong".
"PetroChina ya vale un billón, más que Exxon y General Electric juntos" (negocios.com – 6/11/07)
La petrolera sube el 163,3% en su debut en Shanghai y dispara la alarma de burbuja.
Madrid. – "La extensión bursátil del boom económico chino, más allá del crecimiento de dos dígitos en su economía real, quedó ayer corroborada en el debut de PetroChina. La petrolera y gasista estatal, que ya cotizaba en Nueva York y en Hong Kong, se estrenó el lunes en el parqué de Shanghai con un resultado que estuvo a punto de triplicar el valor inicial de su OPV, en la que puso a la venta cuatro millones de acciones.
Gracias a las ganancias que llevaron a sus títulos a cotizar a 43,96 yuanes desde el precio de venta de 16,7, PetroChina incrementó su valor de mercado hasta alcanzar el billón de dólares de capitalización, cantidad que supera el valor conjunto de las dos mayores compañías estadounidenses, Exxon Mobil y General Electric, y más de la mitad de los 1,9 billones de dólares (1,36 billones de euros) que vale todo el mercado bursátil español.
El rally alcista que vive la bolsa china ha situado a cuatro de sus empresas entre las 10 más caras del mundo. Además de PetroChina, la teleco China Mobile, el banco ICBC y China Petroleum están en lo más alto del ranking.
Sin embargo, los expertos ya empiezan a advertir de los posibles riesgos de burbuja bursátil. Y es que, pese a que el valor de Petrochina ha doblado al de Exxon Mobil, sus ingresos sólo suponen una parte de los de su rival estadounidense. Así, en el primer semestre de 2007, su beneficio neto fue de 10.900 millones de dólares, comparado con los 19.500 de Exxon. Además, los analistas aseguran que su negocio de refinería está perdiendo millones cada día. A ello se une el hecho de que sólo el 13% de la compañía cotiza libremente en el mercado: el resto está en las manos de su dueña, la estatal China Petroleum.
Y no sólo avisan sobre el valor. Los expertos dicen que en algún momento la burbuja estallará. La cuestión es cuándo y cuál será el detonante. No obstante, la ebullición bursátil que durante los últimos años ha atraído los ahorros desde cuentas bancarias con baja rentabilidad dará más de sí, pues no hay señales que apunten que los inversores están perdiendo el apetito por el mercado de valores.
Más aún, la burbuja de precios no se ha visto afectada por factores que han sacudido a otros mercados, como las pérdidas derivadas de la crisis subprime en EEUU, lo que ha aumentado la confianza.
Mientras continúen los buenos tiempos, PetroChina y otras compañías controladas por el Estado seguirán instaladas en la euforia, sustentadas por un aislamiento, a través de barreras regulatorias, que limita la cantidad de dinero extranjero que entra en las bolsas chinas y las inversiones nacionales que salen.
En este contexto, los mercados de valores se han convertido en un escenario irresistible para una generación de ciudadanos. "Hay un deseo acumulado de invertir", asegura Li Hongtao, analista en Beijing, "pese a que algunos no tienen conocimiento de los riesgos", y confían plenamente en el papel protector del Estado, que, creen, no permitiría una debacle antes de los Juegos Olímpicos de 2008. Pero las autoridades ya han mostrado su preocupación y llamado a la cautela varias veces.
Para los expertos, los inversores chinos han abrazado los parqués con un entusiasmo mayor al de sus compatriotas hongkoneses. En lo que no hay consenso es en las consecuencias de un potencial crash. Algunos economistas limitan su impacto, mientras otros avisan de que podría ser el catalizador de una fuerte crisis. Y los bancos se llevarían la peor parte, si los ciudadanos, que destinan sus préstamos a la inversión bursátil, sufren fuertes pérdidas. Al final, el colapso tendría implicaciones para la estabilidad monetaria y financiera mundial". (Bloomberg, The New York Times)
– Tomemos posiciones (El síndrome del ojo vago)
¿Por qué los académicos y los encargados de diseñar la política económica sólo utilizan un ojo solamente? ¿Están ciegos, acaso, del otro ojo? ¿Padecen el síndrome del ojo vago, que les lleva a utilizar uno solo, con lo que el ojo poco usado acaba por volverse apático e inactivo?
El síndrome del ojo vago está diagnosticado no sólo como enfermedad que aqueja al diseño y ejecución de las medidas macroeconómicas, sino también en el ámbito de la microeconomía. No sólo los gobiernos, sino también las empresas olvidan que tenemos dos ojos. La particularidad que ofrece el síndrome en las empresas, a diferencia de lo que ocurre en los gobiernos, es que, en este caso, el ojo más desarrollado es el de la oferta y el que languidece o campa por sus respetos es el de la demanda.
Hace unos cuantos años, un humorista argentino (Enrique Pinti), tenía un espectáculo, de singular éxito, en un teatro de Buenos Aires ("Salsa Criolla"), en uno de cuyos "monólogos", relataba una conversación que había mantenido con un "académico" norteamericano que visitaba la Argentina para investigar los orígenes y razones de su "inexplicable" fracaso económico. Después de un tiempo de estudio, el visitante, sorprendido, intrigado, aturdido, confundido, le preguntaba, finalmente, a Pinti: – ¿Cómo llegaron hasta aquí? , a lo que Pinti respondía: – Y, de a poquito
Este relato (de cercanías), puede servirme de introducción para, con toda humildad, procurar interpretar la crisis de la subprime:
La "olla" podrida. Antes, en Estados Unidos, teníamos los déficits gemelos (el fiscal y el comercial); ahora, tenemos las burbujas gemelas (el mercado inmobiliario y el mercado de crédito). De las "subprime" al "credit crunch". Del boom de la burbuja al colapso de la burbuja.
Inútiles circunspectos, pagados de sí mismos, se creyeron su propia ficción, e hicieron de claque en la ficción de Wall Street. Un espiral de avaricia y enriquecimiento rápido.
Un "Katrina" financiero. Imprevisión, frivolidad, indiferencia, incapacidad de los gestores, corrupción, distinta actitud con los ricos y con los pobres, falta de información (transparencia), incorrecta evaluación de los daños Una derrota sin culpables.
Varios años después casi todo, sigue igual, y otro "Katrina" se avecina los diques estallarán, todo se inundará y los pobres "volverán" a joderse Como varios años "antes", habrá otra "derrota" sin culpables.
Liberalismo asimétrico. La economía especulativa versus la economía real. El fracaso de la economía apalancada. Privatización de las ganancias y socialización de las pérdidas. Si yo gano, gano yo; si yo pierdo, pierdes tú. Cómo lograr que el que se joda sea el vecino.
Una lección de marketing: cómo vender mierda empaquetada. La "titulización" dispersa el riesgo (la mierda). La "deslocalización" de la deuda. Pasar el muerto a otros (y volver a empezar, tan fresquitos).
¿Burbu-giles? El Señor de las burbujas. De "Put" Greenspan, pasamos a "Helicopter" Bernanke (un "clon" del Maestro). Otra vez, los "vigilantes de la playa" abrieron los grifos -olvidándose de la inflación proclamada- para "calmar" al mercado. Los bancos centrales y su "amabilidad" con el mercado ¿Por qué llamarán "mercado", a sus "amiguetes" de Wall Street? Que fluya el dinero la inflación, puede esperar la justicia, también Ahora, Bernanke tira los dados. El "riesgo moral" ¿qué es el "riesgo moral"?
Los caprichos del mercado. Se sabe que hay un agujero, pero ni cuánto, ni dónde. ¿Las agencias de calificación? Otras de las "manos que mecen la cuna". ¿Los reguladores? Jugando a los dados con Dios. La "titulización" de las hipotecas crecía un 94% antes de estallar la crisis. ¿Alguien lo vio? ¿Quién ejerce el control de los mercados? Ben Bernanke y las "recetas" de Greenspan.
Delitos de iniciados. Información privilegiada. Truquitos contables. La banca y el "lifting". La hipoteca "subprime" que no paga un granjero de Oregón, afecta a una familia española o a un banco inglés. Estados Unidos ha "exportado" la crisis hipotecaria, gracias a la "globalización". ¿Capitalismo popular o socialización de las pérdidas?
¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué los que hace menos de un año parecía infalible y glamoroso, ha mostrado ahora la peor de sus caras? Será, como recientemente señalaba a The Wall Street Journal, Matthew Rothman, responsable de estrategias cuantitativas de Lehman Brothers, "situaciones que, según los modelos que manejamos, podrían darse únicamente una vez cada diez mil años, han ocurrido durante tres días consecutivos". Y con ello, la peor de las consecuencias: mucho dinero evaporado y varios mitos del mercado por los suelos. Veamos algunos de ellos:
Diversificación y correlación. Si hay algo que ha demostrado la crisis actual es que los distintos mercados están mucho más interrelacionados de lo que en teoría parecen. Aunque la mayoría de los analistas y gestores circunscriben la situación corriente al mercado de crédito, el impacto sobre el resto de los activos se ha hecho notar debido a dos causas principales: por una parte, demasiadas ganas de salir a la vez de toda clase de valores de riesgo por una puerta demasiado estrecha y, por otra, liquidación simultánea de los títulos de mayor calidad para hacer frente a las deudas y reembolsos con el consecuente mantenimiento de los más dudosos en las carteras.
El "value at risk" o la pérdida máxima esperada ha pasado a convertirse en el "risk of value" para muchos gestores cuantitativos. El hecho de que muchos fondos estadísticos estuvieran invertidos en posiciones similares ha provocado que, a la hora de realizar las ventas a las que obligaban las barreras de volatilidad, ellos mismos arrastraran los precios a la baja incrementando sus pérdidas.
Los stress test o simulaciones de comportamiento de los fondos ante eventos extremos del mercado han resultado incapaces ante una crisis endógena del mismo. Los modelos podían imaginar situaciones en las que el impacto de un shock externo provocara una caída en los activos en los que se encontraban invertidos los fondos. Sin embargo, no estaban preparados para prever que la misma financiación que justificaba gran parte de su existencia, y de sus rendimientos, se secara prácticamente por completo. Ante esta situación los sistemas informáticos que sustentan los modelos se han visto incapaces de reaccionar.
Los triple A no lo soportan todo. Uno de los abusos más recientes cometidos por los hedge funds y los bancos de inversión, ha sido el uso de los tramos más seguros de las cestas o pools de activos titulizados, a través del apalancamiento, como soporte para invertir en los tramos más arriesgados de los mismos como forma de incrementar la rentabilidad agregada. Así mismo se ha generalizado el uso de conduits o vehículos que invierten en titulizaciones y que se financian en el corto plazo vía pagarés.
Hace apenas unos meses el mundo parecía en orden: le economía mundial y los mercados financieros estaban en apogeo. Ahora, tenemos un crack bursátil a plazos que desemboca en una crisis del mercado monetario: los bancos centrales no dejan de inyectar capital a los mercados financieros.
La clase política se ejercita en conjuros de buena salud, pero todos los concernidos saben que lo peor está por llegar. Como muy tarde, cuando estallen otras burbujas especulativas. Por ahora, el bello nuevo orden de los mercados financieros internacionales "liberalizados" se ve sometido a una dura prueba. El popular dogma, conforme al cual los mercados financieros -y la economía mundial– son tanto más "eficientes" y "estables", cuanto más desregulados y liberalizados están, esa fe del carbonero, quedó en suspenso. Por doquier se escucha el clamor de imponer reglas y bridas a los agentes de los mercados financieros.
¿Cómo ha pasado? En EEUU ha estallado una gigantesca burbuja inmobiliaria. Bajos intereses, precios inmobiliarios en constante incremento (hasta un 20% anual en los mejores emplazamientos), un mercado hipotecario en hiperbólica expansión han mantenido al galope la economía de EEUU. El boom alimentaba el consumo privado, el endeudamiento de los hogares estadounidenses subía desaforadamente hasta llegar, de media, al 120% del ingreso anual, constituido en sus tres cuartas partes por deudas hipotecarias. Los bancos hipotecarios y los fondos inmobiliarios ofrecían crédito abundante a la gente, incluso a quienes nunca habrían podido permitirse poseer casa propia. La previsible ruina de un sinnúmero de pequeños propietarios de viviendas no representaba el menor problema, siempre, claro es, que se mantuviera el boom. Los bancos y las sociedades financieras ganaron fabulosamente con ello, lo mismo que la muchedumbre de gestores inmobiliarios.
Desde hace meses crece la morosidad, y las ventas forzadas suben astronómicamente; más de 5 millones de viviendas están a la venta en EEUU (datos de finales de agosto de 2007). Por vez primera en diez años comienzan a bajar los precios, y se disparan los intereses. La crisis ha estallado -como no podía ser de otro modo- en el segmento subprime del mercado, entre las familias más pobres con pocos (y en términos reales, descendentes) ingresos. Según datos de agosto de 2007, más de dos millones de norteamericanos han perdido sus casas, hay más de 500 mil millones de dólares acumulados en morosidad, los embargos hipotecarios alcanzaron los 223.538 procedimientos en septiembre, el doble que en el mismo período de 2006: un tsunami de hipotecas fallidas arrasa el país.
Con la espectacular quiebra en junio pasado de dos hedge funds multimillonarios pertenecientes al quinto mayor banco estadounidense de inversiones -Bear Stearns- se perdieron por lo pronto, 1.600 millones de dólares. Además, las acciones de Bear Stearns se desplomaron, lo mismo que las de muchos otros fondos de inversiones, bancos y aseguradoras: más de 200 mil millones de dólares se perdieron de la noche a la mañana. Wall Street se estremeció, y el resto de los mercados de valores del mundo reaccionaron de inmediato. El colapso de los dos hedge funds era una señal de alarma para todos los iniciados.
Los bolsistas reaccionaron con pánico, lógicamente: los créditos morosos se hallan por doquier, y son bombas de tiempo colocadas, no sólo en el sistema financiero estadounidense, sino distribuidas por el mundo entero. Porque la burbuja inmobiliaria sólo podía crecer en la medida en que los financieros siguieran creyendo en la posibilidad de poner a la venta en cualquier momento hasta los peores y más arriesgados créditos hipotecarios. Esos créditos, lo mismo que todos los demás tipos de deuda, así como los pagos futuros de intereses y las amortizaciones a futuro, se han transformado en mercancías comerciables.
De manera que, hasta los créditos flojos y aún tambaleantes servían de base a una vertiginosamente expandida sobre estructura de derivados crediticios en manos de especuladores profesionales. Créditos hipotecarios y de otros tipos fueron empaquetados en masa y usados como garantía para nuevos títulos: los bancos hipotecarios vendían esos títulos respaldados por hipotecas (mortgage backed securities) traspasando así su riesgo crediticio a otros bancos, fondos de inversiones y aseguradoras. Éstos no se preocupaban de la calidad de la deuda hipotecaria originaria, porque también ellos pretendían vender a su vez esos títulos.
Mientras se mantiene un boom inmobiliario, esos títulos resultan lucrativas inversiones monetarias, los hedge funds se los disputan, la securitization de todo tipo de deudas y la emisión de esos títulos respaldados por hipotecas se convierte en una rama en auge, a la que se abalanzan fondos especiales. El comercio a escala planetaria con esos derivados se da al margen de las bolsas, la concurrencia entre los grandes hedge funds dispara sus precios, de manera que, sobre la burbuja inmobiliaria, se forma una nube de ulteriores burbujas de derivados.
¿Qué ocurre, empero, cuando todos los créditos que se hallan en la base fallan en masa? Entonces se hace dramáticamente claro para los especuladores que están cabalgando sobre una ola de valores ficticios generada por ellos mismos. Puesto que las garantías no son nada, se desvanece el valor de los títulos garantizados, los bancos quieren la devolución de los dineros prestados a corto plazo, los hedge funds no pueden seguir vendiendo sus títulos y entran en bancarrota. Con lo que también aquellos bancos, aseguradoras y fondos de inversiones que financiaron la especulación con esos derivados se ven en muy serios aprietos.
Puesto que esos derivados fueron comercializados a escala planetaria, se ven también súbitamente en dificultades bancos que jamás financiaron una hipoteca en EEUU. Pero participaron -como la IKB, como la Westdeutsche y el Banco Regional de Sajonia y muchos otros- en hedge funds, cuando no crearon los propios, que especulaban con tales derivados crediticios. Sus pérdidas repercutieron a través de las cotizaciones de los mercados de valores; en todo el mundo, los valores financieros se desplomaron, y, esperando una ola de quiebras, los inversores huyeron en masa. También los bancos que juegan en primera división, y que nada tienen que ver con la especulación inmobiliaria, se ven ahora en aprietos.
Caídos los primeros bancos (EEUU), o penosamente rescatados (Alemania), comienza el siguiente acto del drama: la crisis del mercado monetario. Puesto que los bancos saben que todos los demás están empantanados pero no con qué profundidad, ponen límites severos al préstamo interbancario, exigiendo muy elevados intereses para créditos a corto plazo. En otras palabras: el sector más estable de los mercados financieros, el tráfico crediticio interbancario, se contrae súbitamente. Sólo los bancos centrales pueden entonces intervenir como lender of last resort -como prestamistas últimos-, lo que han hecho masivamente durante días.
El Banco Central Europeo (BCE) inyectó casi 400 mil millones de euros (WSJ – 7/8/07) para créditos a corto plazo en el mercado monetario, la FED estadounidense abrió la espita crediticia más de 400 mil millones de dólares (web.urgente24.com – 10/10/07), pero además, bajó claramente los intereses y alargó el plazo de los créditos a corto plazo. En todo el mundo se ha seguido el ejemplo. Aún si con eso pareciera posible superar la crisis del mercado monetario, lo cierto es que la crisis financiera mundial no ha hecho sino comenzar (En la crisis de las punto com la "regadera" llegó a los US$ 900.000).
Para cubrir pérdidas, los hedge funds y los bancos venden los títulos que aún conservan algo de valor; títulos petrolíferos o títulos de metales. Muchos inversores conservadores del mundo entero huyen buscando refugio en títulos seguros (bonos estatales). Las operaciones en los mercados de valores se aplazan, el mercado de nuevas emisiones se viene abajo, el segundo motor del rally bursátil entra en la "UVI".
Si las últimas señales que provienen de los bancos (30/10/07) sirven como indicador, los estragos provocados por las turbulencias en el mercado del crédito podrían prolongarse por más tiempo del que anticipaban muchos.
Los inversionistas reaccionaron con optimismo a principios del mes de octubre cuando los principales bancos del mundo anunciaron miles de millones de dólares en pérdidas relacionadas, en su mayoría, a valores respaldados por préstamos hipotecarios de Estados Unidos. Las acciones de los bancos subieron ante la expectativa de que lo peor había pasado. Ahora, sin embargo, eso ya no parece realista.
Se creía que lo peor ya había pasado y que el tercer trimestre sería una oportunidad para que los bancos limpiaran su contabilidad, pero en la última semana o dos, se ha vivido un resurgimiento del nerviosismo y de la volatilidad y se han reavivado las preocupaciones sobre el mercado de hipotecas de alto riesgo.
En la tercera semana de octubre la firma de calificación de riesgo Moody's Investors Service redujo, o dijo que pronto reduciría, la calificación de riesgo de miles de millones de dólares en obligaciones de deuda colateralizada (CDO).
La banca de inversión no se fía de la banca de inversión. O bien no sabían, o si sabían no lo contaron. Ninguno de estos escenarios es bueno. Tras las millonarias pérdidas que han aflorado por la exposición a las hipotecas de alto riesgo en varias de las principales entidades financieras del mundo, el mercado se ha llenado de informes negativos que recomiendan a los inversores mantenerse alejados del sector por la percepción de que lo peor puede estar por venir.
Las advertencias -que han provocado una verdadera hecatombe en las cotizaciones de las primeras sesiones de noviembre- cobran mayor relevancia si se tiene en cuenta que proceden de las propias entidades implicadas en la crisis. El analista Roger Freeman (de Lehman Brothers) recortaba el precio objetivo de Merrill Lynch de 79 a 58 dólares y el de Bear Stearns, de 145 a 117, por el esperado deterioro de los fundamentales debido a las subprime. Debido a las pérdidas de miles de millones de dólares, las acciones de las firmas de Wall Street han caído en picada. El índice Financiero de Dow Jones había caído 14% en el año, hasta principios de noviembre, frente a un alza de 9% del Promedio Industrial Dow Jones.
La banca americana no es la única víctima de la complicada situación del sector. Goldman Sachs alertaba de una caída mayor en bolsa de la banca europea por el deterioro de los mercados crediticio e inmobiliario. "Habrá revisiones a la baja de las estimaciones de beneficios. El ciclo bajista va a ser más profundo y duradero de lo previsto", vaticinaba Meter Oppenheilmer, estratega jefe para Europa de Goldman Sachs.
Pero no son sólo estas noticias sobre más posibles amortizaciones lo que está causando los últimos brotes de temor y precaución en los mercados. El motor real es la incertidumbre. La instituciones financiaras no han sido totalmente francas acerca de su exposición a este tipo de títulos y los inversores han desarrollado una saludable desconfianza ante todas las cifras que se les proporcionan. Es una situación frágil, incluso peligrosa.
Hemos llegado aquí, desde luego, debido a la crisis de crédito que en el último verano de 2007 (en el hemisferio norte) ha absorbido gran parte de la liquidez para los CDO relacionados con las subprime y hay todavía una gran diferencia entre los bajos precios que la gente ofrece por ellos y los que los bancos propietarios creen, o esperan, que valgan.
El final del túnel dista aún por mucho de estar a la vista. Bancos y hedge funds, en el mundo entero, siguen quitándose de encima derivados crediticios preñados de riesgo que habían financiado con dinero japonés barato; los créditos tienen que ser devueltos en yenes; entonces, se dispara hacia arriba el cambio del yen y se hunden las cotizaciones en Tokio. ¿Vendrá ahora la crisis del dólar, y con ella, la crisis del comercio mundial, con las consiguientes consecuencias, para las economías exportadoras de China (más otros países "emergentes") y Alemania (más otros países europeos), en lo que respecta al mercado estadounidense?
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